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CarituLo 3 LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS. DE NORTEAMERICA Y SU EVOLUCION HASTA LA GUERRA DE SECESION ’ por Cristésar Garcia Montoro Profesor Titular de Historia Contemporénea, Universidad de Malaga y ANTONIO Manvet Morat Roncat Profesor Asociado de Historia Contemporanea, Universidad de Alcala 1. El significado de la independencia americana El caracter de la independencia de Estados Unidos ha sido objeto de numerosas discusiones y debates a lo largo de los més de doscientos afios transcurridos desde la terminacién del proceso. Fue simplemente una guerra de secesién o también una re- volucién? gLo que sucedié en Norteamérica a fines del siglo xvut fue algo mas que una segregacién de una potencia colonial? Las dificultades para encontrar una expre- sién que defina con precisién aquellos acontecimientos y su significacin indica que ‘nos encontramos ante un proceso complejo y multiforme. Una aproximacién al tema, aunque sea superficial, permite apreciar que los su- cesos de Norteamérica fueron algo més que una revuelta contra las autoridades colo- niales y el Parlamento de Gran Bretaiia; paralelamente a la lucha. independentista se produjo una revolucién politica y un movimiento social m4s rico e innovador de lo que a menudo se ha venido diciendo. Los insurrectos norteamericanos fueron los primeros en romper el pacto colonial, pero también fueron los pioneros en subordinar el poder politico al consentimiento. de los gobernados, en plasmar las libertades en una Constitucion escrita y en. sentar las bases de una democracia. Todo ello permite considerarla como Ia primera revolu- cién de los tiempos modernos. Es cierto que la aplicacién de los principios que in- formaron la lucha fue limitada e incluso se incurrié en violaciones de aquéllos, pero no se puede dudar que la revolucién supuso un triunfo de Ja ideologia demoeratica. Como sefiala Risjord, la revolucién no resolvié el problema de Ja humanidad, pero ins- tauré un sistema de libertades y abrié un camino para desarrollarlas. Este fue el sig- nificado de la revolucién americana, La INDI IDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA 43 2, La rebelién de los colonos: los factores desencadenantes Stel cardcter del proceso independentista ha suscitado fuertes controvers BS, tam- isn we ha discutido el problema de concretar exactamen'e las catusas que lo desen- cadenaron. Unos histariadores ponen el acento en los factores econémicos, otros ent tl papel de las ideas y en Ja toma de conciencia como nacién, 608 © los exrores de Ta Administracion britdnica, etc, Como en todo. proceso histérico de importancia, la explicacion ha de ser multicausal. Bl problema se censra en el peso que se conceda a cada uno de los factores actuante: Generalmente, existe un acuerdo a Ja hora de considerar como punto de partida el final de la guerra de los Siete Aftos en Europa (1756-1763). La victoria final bri nica sobre Francia, lejos de unir a las colonias con la ‘metrépoli, abrié una época de tensiones que fueron agravandose mas y més Thasta desembocar en la guerra. Las di- mensiones del Imperio britanico —entonees extendido desde Georgia hasta Ja bahia de Hudson y desde el Atlantico al Mississippi—, ‘él clevado coste de la contienda an- terior y la obligada reorganizacién administrative, hicieron surgir las primeras ten- siones, Hasta entonces Gran. Bretafia habia permitido a sus colonias un desenvolvi- mento bastante auténomo, Todas ellas, a pesar de su diferente origen (colonias de obediencia real, de concesién 0 de carta), habian disfrutado de un sistema de auto- gobierno, limiténdose la metrépoli a beneficiarse con Ja aplicacion de Jas reglamen- faciones mereantilistas de la época. La sociedad colonial estaba formada, en primer lugar, por una aristocracia terra- teniente, claramente hegemonica en el sur, y un alto funcionariado militar y civil al servicio de la corona, favorables a un entendimiento con el gobierno de Londres en ‘caso de conilicto. Las clases medias estaban compuestas por burécratas, campesinos arrendatarios, pequenios propietarios y comerciantes, muy celosos de su posici6n eco- némica, que, ante Ia politica tributaria e imperialista de Gran Bretafia, se radicaliza- ron paco a poco hasta apoyar la tesis de la independencia politica. Por debajo de ellos se situaba el resto de la poblacién: colonos libres, pero pobres, emigrantes —o des- cendientes— la mayorla de ellos, cuya esperanza en el Nuevo ‘Mundo se cifraba en la conquista de tierras, siendo constantemente amenazados por las tribus indias de la frontera y los litigios franco-britanicos. Estos hombres, especialmente los agricul- tores y cazadores de la frontera, se convirtieron en celoses defensores de sus derechos y de su libertad, formando la base del futuro ejéreite norteamericano. Paraddjica- mente, en la tierra de las oportunidades existia un amplio nimero de esclavos: con- denados ingleses que trabajaban forzados en explotaciones estatales o militares, y me gros alricanos. Dentro de este panorama social es necesario destacar a las minorias formadas por disidentes religio'sos (puritarios, anabaptistas, etc.) y por emigrantes po- liticos, como jacobitas e independentistas irlandeses Persegutidos en Europa, lograron establecerse en el Nuevo Mundo, divulgando sus ideas de igualitarismo y libertad, in- fluyendo notablemente en los circulos intelectuales de las ciudades. Asi, la personal dad de las colonias se fue afirmando, al igual que Ja toma de conciencia de su origi- nalidad, proveniente de la diversidad de procedencia de sus pobladores, del género de vida y de su lejanfa de la metrépoli. Lentamente, con dificultad, pero inexorablemen- te, se fue formando una nacién. El clevado coste de la guerra europea obligé al gobierno britinico abandonar su tradicional politica de «negligencia saludable», para someter a las colonias a un 44 HISTORIA UNIVERSAL CONTEMPORANEA control mas estricto. Una fiscalidad mas exigente se impuso entonces. La Ley de Me- lavas (Sugar Act) promulgada en 1764, fue la primera de una serie de leyes que los americanos recibieron con hostilidad. Con ellas el gobierno esperaba aumentar Ia re- caudacion y mejorar asi la lamentable situacién de las arcas del Estado tras la guerra europea. En 1768, el Parlamento britanico voté la Ley del Timbre (Stanzp Act), un im- puesto sobre cualquier tipo de documentos, ya fueran manuscritos o impresos, como escrituras notariales, contratos, facturas, libros, folletos, publicaciones periddicas, di- plomas académicos, etc. Estas leyes fueron acompasiadas de medidas rigurosas para vigilar su cumplimiento y castigar a los contraventores. El rechazo a la Ley del Timbre se expresé a través de multitud de escritos que se- jialaban los perjuicios que su aplicacién causarfa tanto a la metrépoli como a la eco- nomia de las colonias; en ellos aparecié por primera vez el argumento de Ia carencia de legitimidad del Parlamento para establecer este tipo de impuestos por no tener re- presentacion los colonos norteamericanos. Surgié asi un lema defendido por los co- lonos: «No taxation without representation.» La Ley del ‘Timbre provecd, ademas, las primeras reacciones violentas y la creacién de las primeras asoviaciones de defensa, bautizadas con el nombre de Hijos de la Libertad. El boicot econémico a la ley, sin duda mas eficaz que los escritos, y otras formas de rechazo, movilizd a grupos de co- merciantes metropolitanos —cuyos intereses se vieron inmediatamente afectados— a pedir al gobierno la derogacién de la ley. La presién en ambos lados del Atléntico dio resultado y la impopular medida fue abolida La crisis abierta por la Stamp Act reviste una gran importancia, ya que abrid el camino de la independencia. Los colonos nortezmericanos descubrieron que por en- cima de sus diferencias tenfan unos intereses comunes y necesitaban unirse para fre- nar unas medidas tiranicas que el Parlamento inglés pretendié imponer a sus territo- rios ultramarinos. La rectificacién del gobierno hizo pensar que las buenas relaciones entre Londres y sus colonias se iban a restablecer, pero nuevos errores politicos de- sencadenaron la protesta. Entre 1767 y 1773 se produjeron una serie de aconteci- mientos que ensancharon el foso que se habia abierto entre una y otra parte Las necesidades del fisco impulsaron al ministro Townsend a establecer nuevos impuestos sobre las importaciones norteamericanas de una serie de praductos de fuerte consumo: vidrio, plome, pinturas, té y papel, Con esta recaudacién se pensa- ba cubrir el coste del mantenimiento de las tropas reales y pagar a jueces y gober- nadores de las colonias. Tras ser votadas por el Parlamento, cl gobierno adopté me- didas para controlar su cumplimiento y castigar a los contraventores. El rechazo de las «Townsend duties» fue tan contundente como lo habia sido a la Ley del Timbre. Inmediatamente se volvio a la situacién de dos afios antes: multitud de escritos a la prensa, folletos, declaraciones de las asambleas y comités canalizaron la protesta. Un clima de exaltacién se extendié por todas partes, aunque en algunas zonas alcanza- ra cotas mas elevadas. En Boston, el apresamiento de un navfo norteamericano hizo crecer Ia hostilidad contra los aduaneros, por lo que se dispuso el envio de tropas a aquella ciudad. En este clima de exaltacién, propenso a la violencia, se produjeron los sucesos del 5 de junio de 1770: un enfrentamiento entre civiles y tropas reales se saldé con la muerte de varies paisanos, abatidos por disparos de los soldados. La causa patriética tenfa en ellos los primeras mértires. El gobierno adopté entonces una actitud eonci- liadora. E] nuevo primer ministro lord North dio marcha atras. Las «Townsend du- LA INDEPENDENEIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA 45 ties» fueron derogadas, excepto el impuesto del t€; excepcién que daria origen a una nueva escalada de tensiones, csta vez con cardcter irreve ible, En mayo de 1773 el Parlamento inglés aprobd una ley que eximia a la Compahiia de las Indias Orientales del pago de derechos sobre el é en los puertos metropolitanos, pero no asf en las co- Jonine norteamericanas, Con ello no se pretendia castigar a las colonias, sino ayudar ala Compafifa, que se encontraba amenazada de quiebra, abriéndole un mercado muy ventajoso. Los colonos volvieron a enfurecerse. Multitud de veces se alzaron para protestar por el nuevo atentado de a Administracién briténica, Por todas partes se solicité el boicot al monopolio de la Compafita, impidiendo la descarga del té. Un ineidente ocu- Pido en el puerto de Boston el 16 de diciembre de 1773 (Bosion Tea Party) resulté de- | Gaive. Un grupo de colonos disfrazados de indios arrojé al tar el cargamento del na- \fo Dannonth, anclado en el puerto de aquella ciudad mientras esperaba la decisién del gobemnador sobre la descarga o el regreso a Gran Bretafia pedido por los rebeldes. Cuando en Londres sé conocié la noticia, los partidarios de la conciliacion perdieron \ peniciones frente a Jos que pedian una politica represiva que pusiera fin a la actitud de los colones. Fc lamadas eleyes de coercion» fueron la respuesta, esta ver contundente, del | gobierno metropolitano al desaffo de los colonos notteamericanos. La primera de ellas ‘ordeno el cierre del puerto de Boston. La segunda, modificé el gobierno de Massa- | chusetts reforzando la autoridad real. La tercera introdujo cambios en la Administra- cién de justicia: los procesos relacionados con el mantenimiento del orden y la re- cenjacién de impuestos podian ser juzpados en Inglaterra mediante und simple peti- cién del gobernador. Otra ley, 1 Quatering Act, establecis la obligacién de las colonias de acoger tropas. Finalmente, la Quebec Act entendié Ja provincia de Canad hasta el valle del Ohio y estableci6 en ella un gobierno centralizado, Bra el castigo de la me- trépoli a la rebeldia de los colonos. Pero estas leyes intolerantes, lejos de lograr la sumisién de Tas colonias, provoca- ron reacciones mas radicales. Un Congreso Continental reunido en Filadelfia entre ju- nio y octubre de 1774 acord6 un boicot a los productos britanicos, creé una Asocia- cidn Continental e hizo publica una declaracion reivindicande las libertades constitu- ‘cionales y negando al Parlamento de Londres competencia para ‘establecer impucstos en Norteamérica. Unas resoluciones que presagiaron claramente la ruptura que se avecinaba. 3, La Declaracién de Independencia y la guerra En esta atmdsfera dominada por las actitudes radicales, las posiciones concilia-~ doras estaban condenadas al fracaso. Temiendeo lo peor, los norteamericanos iniciaron preparatives para la guerra. El primer derramamiento de sangre se produjo en Le- xington, una aldea cereana a Boston, el 19 de abril de 1775. Habiendo tenido noticias el general Gage de que los milicianos almacenaban municiones en Concord, decidié apoderarse de ellas y detener a algunos dirigentes que se hallaban en Lexington. Sol- dados y milicianos se encontraron en esta poblacién. in que sea posible saber quién inicié ins hostilidades, lo clerto es que la refriega produjo varios muertos y heridos en- tre los patriotas. Posteriormente, tn nuevo encuentro produjo muchas més victimas 4 46 HISTORIA UNIVERSAL CONTEMPORANE: en ambos bandos. Gage tivo que regresar sin lograr sus objetivos. La guerra habfa co- menzado, En mayo se reunié en Filadelfia el segundo Congreso Continental, que tomé las primeras medidas para organizar la guerra: reclutamiento de tropas, busqueda de re- pursos financieros, etc. Las ideas independentistas, defendidas hasta entonces s6lo por los mas radicales, fueron ganando terreno a partir de enero de 1776, en buena medi- da debido a la ley de Jorge I que declaraba a las colonias en estado de rebeldia y a a difusion de un panfleto titulade Sensido comin que tuvo un enorme éxito. Bn él, su autor, Thomas Paine, exhortaba a los norteamericanos a proclamar su independenc Inglaterra, en su opinion, no cra la madre patria; el rey Jorge II se habia convertida: en un tirano; en Norteamérica la ley debia ser la tinica soberana En el Congreso, los delegados de las colonias empezaron a pedir uno tras otro que se votase la independencia, De hecho, el debate se abrié cuando @l 7 de junio el vir- giniano Richard Henry Lee present la siguiente resolucién: las colonias debian con- Vertirse en estados libres e independientes, estableciéndose relaciones y alianzas con otros paises extranjeros, mientras se preparaba un plan de confederacin para some- terlo a la aprobacién de las colonias, Tras un mes de discusiones, el 4 de julio fue aprobado el texto de una Declaracién de Independencia cuyo borrador habia redac- lado Thomas Jefferson. El texto recogia en su primera parte los prineipios, que no son otros que los derechos naturales, ya formulados por Locke a finales del siglo xvu: los hombres son libres, iguales e independientes; el poder de los gobiernos ha de basarse en el consentimiento de los gobernados; si un gobierno viola esos principios, el pue- blo tiene derecho a rebelatse y a formar un gobierno fundado en dichos principios. A continuacién se acusaba al rey de Gran Bretafia de haber empujado a sus stibditos norteamericanos a la rebelién actuando de forma arbitraria y desoyendo sistematica- mente aticiones de justicia que repeticamente le han dirigide. En consecuencia, Jas colonias han decidido romper los vinculos que las unfan a la corona briténica y declararse independientes. Fn opinién de Kaspi, la declaracin debe ser considerada como un instrumento de persuasion y combate. Dirigida a la opinién mundial, al mundo como juez supre- mo, trata de justifiear la determinacién tomada basandola en la Constitucién britani- ca, es decit, en los derechos naturales, Por otra parte, con la denuncia de una larga serie de abusos y usurpaciones que pretendian someterlos a un despotismo absolut, los redactores del documento querian demostrar que habian. agotade todos los reeur- Jararse independientes. El texto presenta lagunas pero es innegable que se trata del primer docu- sos antes de tomar la decision de de evidentes y algunas exageraciones mento politico que recoge los principios del Derecho natural, la idea del gobierno fun- dado en el consentimiento de los gobernados, el derecho a la libertad y a Ja busque- da de la felicidad. La guerra de la Independencia fue un largo conflicto que enfrenté a dos adversa- tios desiguales, Los norteamericanos tuvieron que improvisar un ejército para luchar contta la mayor potencia militar eel momento. El valor y el entusiasmo de unos sol- bisofios no servia en muchas ocasiones para resolver Ia falta de instruccion y de disciplina frente a Ia veteranta del ejército briténico, al que se unievon 17,000 mer- cenarios cedides-por los principes de Hesse y Brunswick, La carenein de dinero par: suministros y equipamientos dejé con frecuencia a los combatientes en una situacion sumamente precaria, Bn este sentido, resulté decisivo el papel organizador de Geor- dados LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA Aa ge Washington y del general prusiano Von Steuben, asi como la actividad del Con- greso, todavia sin poder politico, coordinando las aportaciones de los estados. Al ha- blar de la guerra de la Independencia se olvida a menudo que fue también una gue- rra civil, Un sector de los colonos permanecis fiel a la corona y luché al lado de las tropas inglesas. Pero en este tiltimo caso, los participantes fueron una minorfa, La ma- yor parte adopts una actitud pasiva o se refugié en Canadé o Inglaterra, Por ello fue ron numerosas las confiscaciones de bienes 0 las condenas a destierro, pero no las eje- cuciones. Los norteamericanes fueron conscientes de que sin ayuda exterior dificilmente podrian imponerse a un ejército poderoso como el britnica, Por ello, desde el primer momento buscaron la alianza con potencias europeas, enemigas tradicionales de Gran Bretaiia, Se dirigieron a Francia, cuyo gobierno esperaba el momento de resarcirse de la derrota sufrida en la guerra de los Siele Afios, El Congreso encarg6 a Benjamin Franklin Jas gestiones ante la corte de Versalles. El gobierno de Luis XVI dispens6 una gran acogida al sabio de Filadelfia y se mostré dispuesto inmediatamente a vender ar- mas y municiones, concediendo una amplia ayuda financiera a los norteamericanos. De Francia partieron, ademas, grupos de voluntarios para luchar al lado de los colo- nos, entre ellos el joven marqués de La Fayette. En un primer momento, el apoye francés se concentré en estos términos, pero tras la victoria de Saratoga (17 de octubre de 1777), Versalles dio un paso mas, reco- nociendo la independencia de Estados Unidos, firmando una alianza con la joven na- cién, El temor de que la lucha de los insurgentes fuera una causa perdida se habja di- sipado con los primeros éxitos militares de los colonos. La guerra se internacionaliz6 rapidamente. Espaiia, arrastrada por Francia, entré en el canflicte en junio de 1779. Al afio siguiente, se formé una liga de neutralidad armada para proteger el comercio maritimo neutral de las violaciones cometidas por Inglaterra en su intento de evitar el abastecimiento de sus enemigos. Formaron parte de la liga el Imperio ruso, Dina marea, Suecia, Prusia, Austria y Portugal. Con ello, el equilibrio de fuerzas se modi- ficé totalmente. Gran Bretafia qued6 aislada y hubo de diversificar las fuerzas. Varias islas de las Antillas cayeron en poder de los franceses. En América del Norte, el ejér- cito del general Cornwallis tuvo que rendirse en Yorktown a las tropas norteamerica- nas y francesas mandadas per Washington y Rochambeau (19 de octubre de 1781). Los espaiioles recuperaron Florida y Menorca durante los dos afios siguientes. ‘A partir de entonces, Londres opto por Ia finalizacién de Ia guerra. Norteameri- anag e ingleses entablaron negociaciones que pronto cristalizaron en unos prelimi- nares de paz. El 3 de septiembre de 1783 se firmé por todos los contendientes la paz definitiva en Versalles. Gran Bretafia reconecié a sus antiguas colonias como estados libres, soberanos e independientes. Las fronteras de los nuevos estados quedaron fija- das en el paralelo 32 en el norte y el Mississippi por el oeste. Londres conservé el Ca- nada, pero hubs de ceder a Francia las islas de Tobago y Santa Lucia en las Antilla: Espafia recuperd Florida y Menorca. Con la firma del Tratado de Versalles Estados Unidos entré en el concierto de las naciones libres, Por primera vez en la historia del sublevadas contra la metrépoli accedieron a la mundo contemporaneo, unas colonia independencia

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