Fricatizacion

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FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION * A Rocio, mi mujer 1, FRricattzaci6N Y SONORIZACION Como es sabido, tres son las principales teorias que explican la sono- rizacién de las consonantes sordas intervocdlicas latinas: la estructural, la fonetista y la sustratistica; ello sin entrar en las teorias «fisioldgicas» de Straka '. Como son datos de todos conocidos, no creo necesario expli- car cada una de ellas, Sélo diré que, de entrada, considero que no son excluyentes, sino que la hipétesis celtista puede compaginarse con la es- tructural y la fonetista. No podemos dejar de mencionar la teoria de Alexandre Veiga ? que defiende que no fue la sonorizacién la causante del reajuste, puesto que considera que la dicotomia sorda/sonora es un rasgo redundante de la oposicion tensa/floja. No es el momento de comentar esta teoria tan gra- ta a los profesores de la Universidad de Santiago, y tan sugestiva y pro- blematica al mismo tiempo. Lo que nos importa ahora es decir que el profesor Veiga parte de la simplificacin de las geminadas como causa del reajuste en la graduacién de la tension articulatoria. No hace mucho, en un curso impartido en Sevilla, defendia el profe- sor Alarcos la hipétesis del sustrato al hablar de la evolucién de la F inicial latina; en la misma linea estamos, por cuanto que el sustrato celta, * Ponencia leida en el XIX Simposio de la Sociedad. ' Vid, por ejemplo, G. Straka, Les sons et les mots, Estrasburgo, 1979. Un buen resu- men de todas las teorias en C. Pensado, Cronologta relativa de! castellano, Salamanca, 1984. También se hace necesaria la consulta de las clésicas obras de Jungemann y de Baldinger. * «El rasgo fonético tensién y los procesos protohispanicos de lenicién consonéntican, Actas I Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espaftola, 1, Madrid, 1988, pags. 193-206; y «Reaproximacién estructural a la lenicién protorromance», Verba, 15, 1988, pags. 17-78, 310 ‘M. ARIZA aun cuando no fuera el causante de la sonorizacién y la subsiguiente reestructuracién del sistema consondntico, explica —creemos— por qué la sonorizacién triunfé en unas zonas de la Romania y no en otras. Otros dos problemas planteados son el cronolégico > y, muy relacio- nado con él, el de cudl fue el fenémeno que desencadené la evolucién en cadena del sistema. Claro es que todo depende de las teorias que acep- temos. Quiero decir: si somos partidarios del sustrato celta, es evidente que pensaremos que fue Ia sonorizaci6n la causa del reajuste: -/t/->- /a/- y, en consecuencia -/tt/->-/t/- y -/d/->-/A/- Muchas veces, cuando se habla de la sonorizacién, se ponen como ejemplos las de /p/, /t/ y /k/, y, en todo caso, las de /s/ y /f/, pero no se habla de la sonorizacién de /8/*. ¥ lo mismo cabe decir de las geminadas, a veces no se ponen en relacién las evoluciones de /II/, /nn/, /tr/ y /mm/ con el resto de consonantes dobles. Sobre estos problemas vamos a hablar. Empecemos revisando los datos que tenemos de época latinovulgar y prerromance. Segiin Vaananen *, son pocos los ejemplos de sonoriza- cién anteriores al siglo v, quizd debamos retener los pompeyano tridi- cum, pagatus, bompeiana y opordet, que son discutibles por varios moti- vos, entre ellos porque la sonorizacién se da también en inicial y tras consonante; al también discutido imudauit por immutauit de Portugal, hay que afiadir Galliga (130 d. C.) 6, cubresina y pudore en la Mulomet cina’, quiza ababalsamum por opobalsamum de la Appendix Probi* y algunos ejemplos mds °. Como en otra ocasién hemos sefialado '°, tanto Barbarino como Gil insisten en que los ejemplos de sonorizacién abun- dan ms en el oeste en época primitiva, lo que incidirfa en favor de la 2 Del que no voy a hablar. Vid el citado libro de C. Pensado. Lo que no creo es que las distintas consonantes oclusivas sordas se sonorizasen en diferentes ¢pocas, como opinan algunos fildlogos. * Procedente de Ia yod primera. ° Introduccién al latin vulgar, Madrid, 1968. © Ob. cit. en la nota anterior, pag. 275. 7 Jdem, pag. 285 y C. Battisti, Avviamento allo studio del latino volgare, Bari, 1949. * Que puede ser explicado por una confusién de un término culto, fenémeno corriente en todas tas épocas. % Ademés de las obras de Battisti, Pensado y Vatindnen, citadas, vid C. H. Orandgent, Introduccién al lattn vulgar, Madrid, 1952; EB. Bustos, Estudios sobre asimilacién y disimi- lacién en el ibero roménico, Madrid, 1960; y A. Tovar, «A Research Report on Vulgar Latin and its Local variations», Kratylos, 9, 1964, pags. 113-134, © Manual de fonologta historica del espaol, Madrid, 1989. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 311 teoria del sustrato, por lo menos en principio. Dejando fuera el ejemplo portugués, parece que los de Pompeya hablarian a favor de una tenden- cia incipiente generalizada por todas partes, pero son ejemplos demasiado aislados para poder sacar alguna conclusion. Los demas ejemplos citados pueden tener otra explicacién '', Como es sabido, en la Appendix Probi aparece un caso de aparente «ensordecimiento»: digitus non dicitus, que ‘Vaaindnen piensa puede ser analogia con dicare, ya que —como él dice— «no puede tratarse de una evolucién inversa» 1. Evidente: pero no es analogia sino una confusién de palatales, como ya vieron Battisti y Bustos '*. ‘Aunque no tenga que ver con el proceso que estamos estudiando, no podemos dejar de sefialar la neutralizacién de labiales en situacién implosiva que se encuentra en la Appendix Probi: celebs non celeps (60), obstetrix non optetris (166), plebs non pleps (181) y labsus non lapsus (205), de la que Vaaindinen dice que es «correccién pedante», pero que —como ocurre con toda ultracorreccién— no deja de ser sintomatica '*. En lo que se refiere a la simplificacion de las geminadas latinas dice ‘Vatiniinen ' que «no se ha verificado mas que en visperas de la fijacion de los idiomas roménicos, y, en todo caso, posteriormente a la sonoriza- cin de las sordas intervocdlicas». Bien es cierto que es este tema comple- jo por la conocida alternancia latina de la ley de «mamillay o por la llamada geminacién expresiva. Por otra parte la simplificacién era nor- mal en latin en determinados contextos fénicos 1°, A geminacién expresi- va pueden atribuirse las siguientes formas de la Appendix Probi: camera non cammara (84) '", aqua non acqua (112), draco non dracco (110) "*, caligo non calligo (123) ¢ incluso basilica non bassilica (199) "°, pero ,¢6- mo explicar la simplificacién de garrulus non garulus (182) 0 las formas ¥ Se ha hablado de influjo asco, ete 2 Pag. 103. ° Ob. cit “4 Insistimos en que se trata s6lo de labiales, y que lo que observamos son pronuncia- ciones «sordas», lo que indica, en realidad, es la neutralizacién en posicién implosiva de las dos bilabiales, como en el espaol actual. 5 Ob. cit., pag. 104. '® Vid M, Bassols (y S. Mariner), Fonemdtica latina, Madrid, 1971; y A. Graur, Les consonnes géminées en latin, Paris, 1929. 1 Entre paréntesis el mimero de la A. Probi. 1 Algunas conservadas en romance, como el italiano acqua. '® Bjemplo que se encuentra también en Pompeya. 312 M. ARIZA iloro 0 anis en una tabella defixionum de Cartago de los siglos 4 0 m1, en la que también encontramos el caso contrario: muttos por mutos °°? Mas dificil es comprobar Ia fricatizacién de las sonoras —salvo en el caso de /b/ por su conocida confluencia con /u/—. La pérdida de una sonora serfa prueba de su previa fricatizacién. En el latin vulgar parece sdlo haber algin ejemplo de pérdida de /g/ precedida de /u/ —lo que podria explicarse por disimilacién de velares— (que conozcamos, s6- lo se registra austo y eo por ego en inscripciones de los siglos u y 1), y de /g/ seguida de vocal palatal, como el famoso ejemplo de la Appen- dix Probi: calcostegis non calcosteis, en donde no creemos s¢ deba hablar realmente de pérdida de velar, puesto que la velar ya se haba palataliza- do seguramente en /i/, lo que explica su pérdida. Lo mismo cabe decir para los ejemplos que recoge Tovar *'. Para B, Bustos la fricatizacién ya habia ocurrido en el siglo m por alipes de la Appendix Probi y el testimonio de Consencio; pero, ademas de ser datos discutibles, lo mas que probarian es la evolucién en el siglo v. Para la época visigoda contamos con los estudios de M. Gomez More- no? y de Gil °. En la documentacién ofrecida por ef primero sdlo he- mos encontrado algunos ejemplos de -/- > -/- ela, vila, galus, dos casos de sonorizacién: liverade y aguro por acurro ™, en donde vemos simplifi- cacién de geminadas y sonorizacién. Del de Gil sélo sefialaremos que, en su opinién, los ejemplos més antiguos de sonorizacién se encuentran en Avila y Salamanca. En lo que respecta a la época mozarabe, conocido es que alternan las formas sonoras con las sordas, lo que originé una vieja discusién. Sabido es que A. Galmés ** es partidario de la existencia de la sonoriza- cién en mozdrabe, pero aun cuando el mozérabe levantino 0 andaluz 2 Que podria hablarnos de la tendencia a 1a geminacién antietimoldgica 21 Bs sintomaético, a este respecto, que los ejemplos de Tovar son s6lo de pérdida de 7o/, lo que ¢s légico, y de /g/ palatalizada. Por otra parte que la fricatizacién de las nuevas consonantes sonoras debié ocurrir tempranamente puede ser prueba el ejemplo de Inula Ambaicus < Ambaticus. (Cf. A. Tovar, «La sonorizacién y calda de las intervocdli- cas y Jos estratos indocuropeos en Hispanian, BRAE 28, 1948, pigs. 265-280. 2 Documentacién goda en pizarra, Madrid, 1966. 2 qNotas sobre la lengua del latin visigodon, Habis 1, 1970, pags. 45-86. Agradezco al profesor Gil su amabilidad al atender mis consultas. > Pags, 45 y 96. %5 Dialectologia mozdrabe, Madrid, 1983. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 313 conservase las sordas —hecho discutido por Hilty **—, ello no harfa mas que confirmar la teorfa del sustrato celta. Vespertino Rodriguez 77 ha mostrado la existencia de la sonorizacin y seguramente de la degemina- cién en el latin de los mozarabes, pero, en su opinién, no hay casos de pérdidas de sonoras que indiquen una previa fricatizacién. Pero no adelantemos acontecimientos. Partamos de la hipétesis de que fue la degeminacién la causante del reajuste. Incluso podemos alegar en favor de esta hipétesis dos hechos: 1.°) en el rumano hay degeminacién y no sonorizacién y 2.°) en el arago- nés hay tendencia a la conservacién de las sordas y quedan en Bielsa restos de geminadas. Sin entrar por ahora en los problemas que plantean las dos lenguas citadas, un hecho més apoyaria esta interpretacién: en el italiano hay geminacién y conservacién de las sordas. Asi pues, desde esta teoria, la reaccién partié de la simplificacién de geminadas: pp > p y entonces -p->b, ete. Lo mismo cabria decir para ss>s y -s->z. Lo que no queda claro es la evolucin de las geminadas liquidas: No se en- tiende que si las geminadas se simplifican y ello es el origen de toda la cadena de cambios, no se simplifiquen también las liquidas —como lo hacen, por ejemplo, en portugués—, sino que palatalicen. Es como si la imposible sonorizacién de -- y -r- condicionase el resultado de la degeminacién. Y lo mismo cabe decir de las nasales, al menos de la - No cabe razonar que -n- y -/- permanecieron porque no se vieron amena- zadas por la evolucién de las geminadas —como quiere Amable Veiga Arias ?8— porque 1.°) deja sin explicar la confluencia de mm y m, 2.°) no se explica tampoco por qué palatalizaron Il y nn, Bien es verdad que a favor de la degeminacién estd el hecho de que la simplificacién casi no conoce excepciones alli donde se produce, y si hay muchos ejemplos de conservacién de sordas intervocalicas. Como deciamos anteriormente, también parte de la degeminacién el profesor Alexandre Veiga, pero con supuestos absolutamente distintos 26 «Das Schicksal der lateinischen intervokalischen Verschlusslaute - rabischen», Festchrift K. Baldinger, 1, Tubinga, 1979, pags. 145-160. *" «La sonorizacién de las consonantes sordas intervocilicas en el latin de los mozara- bes», Homenaje a A. Galmés de Fuentes, Madtid, 1985, pags. 345-355. Para otros ejemplos del espanol primitivo hay que consultar los Origenes del espanol de Menéndez Pidal * Ademas de los articulos citados en Ia nota 2, vid A. Veiga Arias, Algunas calas en los origenes del gallego, Vigo, 1983. Para un planteamiento sinerénico, vid A. Veiga, «Consideraciones relativas a la actuacién y limites de las oposiciones fonolégicas interrup- . -k- im Moza- 314 ‘M. ARIZA de los tradicionales. Considera que mas que hablar de una sonorizacién, Jo que subyace es una reestructuracién de la tensién articulatoria. Si la distincién tenso/flojo es hoy concomitante, redundante, a la oposicién sordo/sonoro, las geminadas —hipertensas— aflojaron su tensiOn articu- latoria, lo que produjo —simplificando sus argumentos— a) una dismi- nucidn en la tensién de todo el sistema, y que por lo tanto la tensa /t/ pasase a la floja /d/, etc. Este hecho explicarfa la confluencia de las geminadas sonoras con las antiguas sordas (/dd/ y /t/>/d/)”* b) las palatalizaciones de Il y nn «se explican —dice— facilmente a través de la hipertensién, que desembocé en dialectos de este tipo en una mayor zona de contacto de la lengua contra el paladar», El rasgo distintivo ten- sin perdura en las vibrantes. Bien es verdad que él mismo reconoce que permanece sin explicar por qué se produce la relajacién en Ja tension, pero quedan més puntos en el aire; porque con frecuencia se olvida que en el latin vulgar existian una serie de fonemas palatales de los que gene- ralmente nadie habla en estos casos. Los defensores de la sonorizacién como fenémeno iniciador,del resto de los cambios del sistema consondntico suelen considerar el sustrato cel- ta como el causante del mismo, como es bien sabido. La mejor defensa de esta teoria es que las areas de la sonorizacién coinciden casi completa- mente con las zonas en donde habits este pueblo. Pero son varios los inconvenientes, casi todos ellos derivados de ese «casi» que citabamos: 1.°) en el rumano hay degeminacién y no hay sonorizacién; 2.°) en el veneciano hay sonorizacién y no es tierra celta, y otro tanto cabe decir de zonas del sardo; 3.°) en el altoaragonés y bearnés hay una cierta ten- dencia a la conservacién de las sordas, y en Bielsa quedan restos de gemi- nadas; 4.°) si la sonorizacién fue causa de la degeminacién, gpor qué se simplifican las geminadas sonoras, nasales y liquidas? Empezando por estailtima objecién, la explicacién no resulta dificil: si la sonorizacién motiva la degeminacién, es decir: la neutralizacién 0 la desaparicién de la oposicién simple/geminada, es l6gico que también desaparezca en las parejas de fonemas en las que el simple era sonoro. Por el contrario, la sonorizacién de -/$/- (procedente de TY) confirmaria to/continuo y tenso/flojo en espaiioly, Verba 12, 1985, pags. 253-285. Otra explicacion de la pérdida de -/n/- en J. L, Pérez, «Observaciones en torno a la desaparicién de la -N- intervocailica en gallego», Verba 9, 1982, pags. 201-213. % Bs decir, se produciria una simplificacién en la escala de tensién. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 315 que no hace falta la existencia de una geminada para que se produzca la sonorizacién **, volveremos sobre ello. Respecto al rumano, Bichakjian *! considera que la degeminacién es de influjo eslavo. En parecido sentido se manifiesta Hall para explicar las sonorizaciones de algunas zonas del sardo. Sobre la conservacién de as sonoras altoaragonesas y bearnesas —y de la sonorizaci6n tras conso- nante que se da en estas zonas—, hay conocidas hipétesis basadas en el sustrato (bien vasco, bien suditélico). Sin querer pronunciarme al res- pecto, no est4 mal recordar que la zona pirenaica no fue de dominio indocuropeo 9, si se quiere, celta. Ademés de las teorfas sustratisticas, existen explicaciones de tipo estructural, de las que hablaré mds adelante. Finalmente un importante grupo de fildlogos considera que fue la fri- catizacién de las sonoras latinas las que motivé la reaccién en cadena. La justificacién de esta hiptesis se fundamenta en que sabemos que ya en el latin vulgar existié la evolucién de /b/ > /b/. En esta linea estan, por ejemplo, E. Bustos, C. Pensado * y G. Salvador *. Para este tilti- mo, «trocadas en fricativas las oclusivas sonoras intervocdlicas, las oclu- sivas sordas tenfan una posibilidad de realizacién sonora, que resultaba mas 0 menos aleatoria, dando lugar asi a un polimorfismo con preferen- cias locales por una u otra realizacién... La sonoridad o sordez de las oclusivas simples no era relevante». Ello explicaria —en su opinién— la conservacién de las sordas y la sonorizacién tras nasal del altoaragonés y bearnés. Fijémonos en que para G. Salvador la primitiva etapa de vaci- lacién o de lucha de tendencias, cuando el reajuste estaba vivo, se carac- terizé porque las «ociusivas se oponfan a las fricativas y esas oclusivas podian ser sordas 0 sonoras, irrelevantemente». Quiz el principal incon- veniente que se puede presentar a la hipotesis de la fricatizacién es que si ésta se produjo en el latin vulgar, por qué no afecté a todas las len- guas romances? {Por qué /d/ y /g/ son oclusivas en rumano y en italia- no **? Bichakjian estima que el sardo confirma que la sonorizacién co- ** Afirmacién ya hecha por C. Pensado, ob. cit., pag. 215. 1 @Romance Lenition: Throughts on the fragmentary-sound-shift and the diffusion hypo- theses», RoPh 31, 2, 1977, pags. 196-203 * La nonlenizione nella Romania occidentale», RoPh 36, 4, 1975, pags. 530-535 » Ob. eit * Rstudios dialectoldgicas, Madrid, 1987. Como bien dice C. Pensado, ta fricatizacién tatinovulgar «tiene el inconveniente de ‘que hay que suponer una regresién a las antiguas d, g en toda la Romania Oriental» (Ob. 316 M. ARIZA mienza con la fricatizacién de las sonoras oclusivas, pero no es argumen- to de peso, puesto que el proceso de fricatizacién y pérdida de la sonora intervocdlica del francés 0 del espaiiol continué en épocas posteriores al reajuste consonéntico, como sucedié —por poner un ejemplo— con la /b/ procedente de -/p/-. ‘No quiero detenerme ahora en la teoria de Weinrich, Martinet y Alar- cos de la variacién sintéctica —que, por ejemplo, se da en logudorés y campidanés—, pues no afecta esencialmente a lo aqui expuesto. Me explico: el que una T- 0 una D- pudiese tener distinta realizacién fonética segiin fuese precedida de vocal o de consonante no interfiere en la dege- minacién, inexistente en la citada posici6n, ni tiene justificacion a la vista de los resultados roménicos. Claro es que siempre se ponen ejemplos de sonorizacién de /k/ inicial °%, pero —si la teoria fuese cierta— tendria que haber habido ejemplos de sonorizacién de /p/ y de /t/*”, lo que no ocurrié, salvo-arabismos y otros préstamos. No quiero entrar en la polémica sobre las causas de la «sonorizacién» de /k/ inicial en espafiol, por lo que sdlo recordaré que para E. Bustos ** la sonorizacién de la /k/ inicial esta en relacion directa con Ja mayor duracién y menor tensién articula- toria de la consonante velar respecto de la labial o dental. De nuevo la tensi6n articulatoria, pero precisamente para diferenciar unas consonantes de otras. Sea ello como fuere, el caso es que —como bien ha sefialado G. Salvador ?°— la sonorizacién de la /k/ inicial se sigue dando en nuestros dias, lo que confirma que se trata de un proceso foné- tico que poco o nada tiene que ver con la sonorizaci on tradicional. Caso distinto es el de la /I/ 0 /n/ iniciales palatalizadas. Va siendo hora de hacer una primera recapitulacién. 1.°) Parece pro- bado que existié en latin vulgar Ia fricatizacién de la labial sonora, igno- randose si este hecho afecté a las demas sonoras. 2.°) La sonorizacién de las sordas intervocalicas coincide casi totalmente con las zonas en las cit., pag. 186). Claro es que se puede pensar en una reaccién, en la misma Tinea que la tendencia a la geminacién. 36 La bibliografia es conocida: Figge, Gonzalez Olé, G. Salvador. Para la relacién con al vesco vid. M.* T. Echenique, Historia lingiiistica vascoromdnica, Madrid, 1987. * Los casos de P- > b- no tienen nada que ver con la sonorizacién, como es sabido. * Ob. cit. 3 «Neutralizacién G-/K- en espafiol», en Estudios, cit. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 317 que hay degeminacién, siendo explicables los casos discrepantes como el rumano o el aragonés— por diversas causas (sustrato, etc.). 3.°) Queda pendiente saber cual fue la causa de esta revoiucién fonoldgica. Conviene recordar cual era el sistema fonoldgico consonantico del la- tin vulgar: Dejando fuera las geminadas, en las labiales habfa tres fone- mas /p/ /b/ y /f/; en las dentales seguramente tres *° /t/ /d/ /s/; quizds tres en el nuevo haz de las palatales /8/ /i/ y /I/, y dos en las velares 7k/ y /e/. En las nasales tenemos tres fonemas /m/ /n/ y /y/; y dos en las liquidas /1/ y /r/ (repito que sin contar el subsistema de las geminadas). Hay, claro es, problemas. Los manuales de lingiiistica romanica supo- nen una geminacién de las nuevas palatales en situacién intervocalica; habria, pues, /8/ /ii/ /Il/ y /pn/. La hipétesis parte de la geminacién existente hoy en el italiano; y es posible que haya existido una cierta tendencia, pero no hay que olvidar varios problemas que afectan a esta suposicidn: 1.°) la diversa cronologia de las distintas palatalizaciones, de las que hablaremos luego, 2.°) que no hay ningtin testimonio grafico de esta supuesta geminacién, que sélo se ha conservado en italiano. Sea ello como fuere, y volviendo al problema de la fricatizacién como origen del cambio que tratamos, se ha de notar que tanto /d/ como /g/ latinas se mantienen como oclusivas en italiano y en rumano, lo que, en principio, puede interpretarse como que el paso a fricativas no se ha- bia efectuado en el latin vulgar —al menos no antes del siglo u—. Recor- demos que los escasos ejemplos de pérdida de sonora en latin vulgar —salvo los de /b/— pueden ser explicados por asimilacién, bien con una vocal velar o con una vocal palatal cuando ya habia palatalizado (como en calcosteis). Es decir: la probada fricatizacién de /b/ no implica el mismo cambio en los demés haces. Y ello puede ser «probado» con varios argumentos: 1. Sdlo en las labiales se produce la confluencia de un sonido sonoro fricativo procedente de la consonantizacién de /u/ —/u/ > /B/—, lo que motivé un reajuste en el sistema de las labiales, como es sabido. 2, En este mismo sentido hay que recordar que la diferenciacién fo- nolégica entre sonoras oclusivas y fricativas sélo se mantuvo en espafiol en las labiales. Dicho de otra forma: sélo en las labiales perduré la dife- renciacién fonoldgica entre una oclusiva sonora procedente de /p/ y una “I adverbio por el problema de la /s/ latina. 318 ‘M, ARIZA fricativa sonora procedente de /B/ latino vulgar. Por lo que sabemos, la realizacién oclusiva 0 fricativa de las sonoras dentales y velares era s6lo alofénica, como en nuestros dias. Ciertamente el mantenimiento de una labial fricativa sonora se vio apoyado por la existencia de un fonema labial fricativo sordo /f/. 3. Contra nuestra argumentacién se puede aducir que la fricatiza- cién de /d/ y /g/ se da también en los dialectos centrales del sardo y en zonas del sur de Italia, en donde no se produce la primitiva degemina- cidn y sonorizacién, pero es argumento de poca consistencia: Ja tendencia ala fricatizacién de las sonoras intervocdlicas no es un hecho que forzo- samente esté ligado a la sonorizacién; también ocurrid con las primitivas sonoras oclusivas en francés o en espafiol. Recordemos a este respecto que en espafiol la pérdida de la diferenciacién fonoldgica entre /b/ y 7>/ se produjo en el siglo x1v 4. En resumen, no puede ser el motor del cambio un fenémeno inexis- tente: la fricatizacién de las oclusivas sonoras latinas. 2. LA DEGEMINACION COMO CAMBIO MOTOR Bien por la disminucién de la tensién (Veiga), bien por la falta de acetilcolina (Straka), la degeminacién debe causar Ia evolucién de las sim- ples a la sonorizaci6n, pero esto no ocurre siempre, puesto que cuando as geminadas son sonoras, se reducen sin més. Este dato es precisamente uno de los apoyos més fuertes a la tesis de Veiga. Repetimos que, en principio, la existencia de zonas en donde hay degeminacién con mante- nimiento de sordas —como el rumano y el aragonés— apoyaria esta hipétesis. Ya expusimos al principio los inconvenientes de esta teorfa. Examiné- moslos detenidamente. 1. Como deciamos anteriormente, las geminadas sonoras de los ha- ces latinos de correlacién se han simplificado, se han fundido con las sonoras simples. Si la degeminacién ha afectado incluso a las liquidas, siempre sonoras, no se explica que en el caso de /bb/ /dd/ y /gg/ no se haya mantenido la diferenciacién. Claro es que puede ser explicado con varios argumentos —ademis del ya citado de reduccién de la escala de tensién—, como que sdlo en muy pocas palabras se daba el doblete ” Remito a los trabajos de Bustos y de Pensado. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 319 de forma significativa: affer/afer, addit/adit, agger/ager y pocas mas ”, pero es que, ademas, no abundan las geminadas sonoras y generalmente se dan en palabras en donde Ja geminada procede de Ia asimilacién con- sondntica de un prefijo: abbreuiare, adducere, etc. No sé hasta qué punto se puede hablar con propiedad de un sistema de geminadas oclusivas so- noras en latin, pero, en fin, no es este problema que nos afecte **, 2. Con las nasales advertimos también una desigualdad en la evolu- cién, pues mientras que /mm/ se simplificé sin mas confundiéndose con el fonema simple en toda la Romania, no ocurre lo mismo con /nn/, que se palataliza en espafiol y catalan o que «produce» la pérdida del fonema simple en portugués. 3. Otro tanto cabe decir de las liquidas, que vacilan entre la diferen- ciacién de la oposicién simple/geminada y la pérdida de la citada oposi- cién. No digo mas por ahora. 4. Con Jas fricativas latinas nos encontramos con una diversidad de resultados, pues mientras la sibilante /s/ se ha sonorizado y su geminada se ha simplificado, no ocurre siempre lo mismo con la labiodental /f/. Es conocido que no siempre se sonoriza /f/ intervocdlica —volveremos sobre ello—. De nuevo podemos hallar una explicacién: la diferencia de comportamiento puede deberse a 1.°) que ya hemos observado que las labiales tienen a veces diferentes comportamientos que las dentales y vela- es, 2.°) que, como sucedia con las geminadas sonoras, son muy escasas las palabras con /ff/ y practicamente todas se deben a voces onomatopé- yicas —sufflare, etc.— 0 a asimilaciones con prefijos affirmare, etc.—, lo que «favorecerfa» la igualacién con la /f/, entre otros motivos por su escaso rendimiento funcional A este respecto no puedo dejar de referirme al reciente estudio de mi querida colega Carmen Pensado titulado «Sobre el contexto de la as- piracién de F en castellano», comunicacién presentada al XIX CILFR de Santiago, que tuve el placer de oir y cuyo original poseo por amable gentileza de la autora. Hay algunos datos cuya opinién comparto, como el que la aspiracién de F- inicial es posterior a la sonorizacién 0 que «no hay motivo para explicar la sonorizacién de -f- intervocdlica como efecto del influjo vasco», aunque no puedo estar de acuerdo con la teoria subyacente ni con algunas de sus afirmaciones, como que en castellano Vid. Mariner, 0b. cit. * Claro que ello esta en relacién con la vieja polémica sobre si las geminadas eran mono o bifonematicas. x, 2.4 320 M, ARIZA «las geminadas jamés sufren la evolucién de las simples». Me detengo en este tema porque indirectamente tiene bastante que ver con el proble- ma —ya citado— de la sonorizacién de /f/ intervocdlica. No entro en el tema de las aspiraciones muy tardfas de otras zonas romanicas y que nada tienen que ver con el castellano o el gascén —piénsese en el cahé «café» de Calabria—. Los ejemplos recogidos por C. Pensado de la aspi- racién de /f/ intervocdlica —vaho, buho, moho, tuho («ufo»), cadahal- so y tahur, a los que hay que afiadir los procedentes de -ff-: buhar, bu- hardilla y buhonero nada significan ni se pueden poner en relacién con la aspiracion generalizada de /f/ inicial “*, por lo que en absoluto «la aspiracién de F inicial presupone la aspiracion previa de la F intervocéli- ca», como sostiene nuestra querida colega. Como era de esperar, la /f/ intervocdlica sufrid también el proceso general de sonorizacién, pero —como deciamos— no generalizada. Si examinamos el siguiente cuadro Latin Italiano Francés Provenzal Catalin Espafiol Portugués Acrifoliu agrifoglio —@)_—agreu 3) _grevol —acebo.—_azevinho @ (4) gal. acibo Cophinu cofano coffre cove cove cuévano ovo (6) () Raphanu rafano rave rave rave rabano — rabao @ tafe Profectu profitte profit —_profiech profit provecho_proveito proveito 8) Triphyllon trifoglio trefle —trefuelh_trebol_—trébol_—trevo ‘Trifoliu ) Malifatu malvagio mauvais malvat malvat_—_malvado (10) ay Note ()_Y variantes. 2) ant. franc. aigrefueille. @) y agrefueth. (4) Segiin Corominas-Pascual puede ser lusismo. En aragon. crebol. (8) ¥ coffin. En gascén coben. © ¥ covao. (7) Del provenzal. En ant. franc. rafle. (8) En el siglo xm un ejemplo con F: aprofechar (Corominas-Pascual). (9) Segtin Corominas-Pascual procede del catalén. En mozérabe tribulu. (10) Del occ. (11) Del occ, “ No me detengo sobre el problema de los arabismos, que desde el viejo trabajo de Alarcos, esta esperando una mayor atencién. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 321 podemos comprobar que no sélo el italiano ha mantenido la -/f/-, como era de esperar, sino que el francés también la mantiene en numerosas ocasiones, frente a las lenguas peninsulares que ofrecen multiples ejem- plos con sonorizacién. En francés hay algunos casos en los que la forma con sonora es relativamente tardia, como en rave 0 navrer. No deja de ser interesante que se mantenga la /f/ en catalén y provenzal. Esta pe- quefia tendencia a la conservacién de /f/ intervocdlica la encontramos también en portugués en los derivados del latin defensa, que vacilan entre devesa y defesa, vacilacién que explica la aspiracién castellana ** dehesa al sentirse como compuesta —como las dialectales vesa y hesa— “®, Co- mo es esperable, la doble FF se simplificé —affilare, affractu > afrecho, etc.—, los casos de aspiracién se dan bien en palabras onomatopéyicas —como buhar, buhardilla, etc.— 0 en verbos cuya /h/ puede venir del sustantivo —como en ahumar—; el tinico caso problematico es offoca- re>ahogar, pero existe en las glosas silenses focare. Asi pues no hay «confusién entre los resultados de las antiguas geminadas y las —fs— simples intervocdlicas —como quiere C. Pensado— y, en consecuencia si se puede atribuir la sonorizacién de la -f+ al periodo mas remoto del romance. Parece que lo expuesto hasta ahora va a favor de la teorfa de la dege- minacién, porque, si recapitulamos, en la Romania Occidental se han simplificado practicamente todas las geminadas incluso en los casos en los que los fonemas simples no han sonorizado porque ya eran sonoros. En el cuadro adjunto podemos comprobar lo que decimos ** Quiero decir: si hubo una «cierta resistencia» a la sonorizacién de /f/-, su conserva- cién hizo posible la posterior aspiracién. “© Ademés, en muchas palabras pueden existir explicaciones alternativas; asi en buho, sobre la que Corominas-Pascual dicen que «la no sonorizacién de la -F- intervocdlica se explica por el valor onomatopéyico que se percibié en este nombre; por lo menos se sonori- 26 en ta forma altoaragonesa bobdn», puede explicarse por pérdida de la -b- partiendo de bubo, forma que sc conserva en veneciano, aun cuando parece poco probable por cuzn- to existen formas medievales con f: bufo. 322 ‘M. ARIZA Geminadas Simples Nasales Liquidas pp>p p>b Geminadas Simples Geminadas Simples “LABIALES bb>b b>? f>f f>B mm>m m>m_— >t r>r t>t toe m>n/p n>n/f U>Vi I> penranss dd>ad d>a@ s>s s>z kKk>k k>g? VBLARES se>e g>e Notas: (No entro en el problema de si era labiodental o bilabial. (2) Las transcribo como fricativas, aun cuando en su origen tuviesen realizacio- nes oclusivas. (@) Sobre esta alternancia hablaremos mas adelante. (4 ¥ otros resultados que ahora no nos interesan, Ya sé que el cuadro deja muchos aspectos por tocar, pero nos sirve para resumir lo hasta ahora expuesto: 1.°) Las labiales son mas conflicti- vas, 2.°) las geminadas sonoras tienden a confundirse con las simples salvo las liquidas y la nasal dental que vacilan entre la fusién y la diferen- ciacidn, Ya al pronto surge la duda: si las geminadas tienden a simplifi- carse y ello es lo que produce la reaccién en cadena, ;por qué esta reac- cién no se da de forma general mas que en las geminadas sordas *”. Es decir: s6lo se ha mantenido la diferenciacin en cinco de las doce posibles oposiciones simple/geminada. Bien es verdad que esta comprobacién puede hablar en favor de la teoria de la degeminacién. Por regla general la simplificacién de las geminadas ha mantenido la diferencia con la simple cuando habia una sorda que podia cambiarse, 0 dicho de otra forma: 4cémo seria posible que el cambio de cinco consonantes sordas /p/ /t/ /k/ /4/ y /8/ provocase que se simplificasen 0 modificasen todas las geminadas no afectadas por la sonorizacién? Pero quedan todavia dos problemas importantes, que son los que ahora voy a desarrollar: * Dejando fuera nasales y quidas, que plantean otros problemas, como veremos. FRICATIZACION, SONORIZACION, DEGEMINACION 323 E] primero afecta a las palatales. Sabido es que en el latin vulgar aparecen una serie de fonemas palatales provocados por una yod o por una vocal palatal. En espafiol, como es conocido, confluyen los resulta~ dos de TY, KY y K**! frente a otras lenguas romances que diferencian Jos resultados de unos y otros grupos. Dicen los manuales “* que TY y KY, al palatalizarse, se convirtieron en una palatal geminada —/88/—. Si admitimos este hecho, zcémo es que la primitiva palatal se sonoriz6 en espafiol? En mi opinién, si se habla de la geminadién es por influjo de las soluciones geminadas del italiano, pero no hay pruebas de que el mismo fenémeno se haya producido en las demds lenguas romances. La geminacién del italiano esté dentro de su tendencia a la geminacién antietimoldgica, tan conocida. Dicho de otro modo: si en espafiol la /$/ intervocdlica evolucioné a /2/ es porque no era geminada. Bien es cierto que existen resultados sordos —brazo, cabeza, maza, plaza, etc. “— que Corominas-Pascual *° explican como formas procedentes de geminacio- nes expresivas, asi de plaza dicen que «todos Jos romances postulan la geminada». Y si no era, si no habia una geminada, gpor qué se sonoriz6? Parece, pues, que esta sonorizacién es una de las «pruebas» de que Ja sonorizaciOn es el cambio motor, pero evidentemente no todo es tan sen- cillo, por lo que conviene reflexionar detenidamente sobre este hecho. Como deciamos, en muchas lenguas se han mantenido diferenciados los resultados de TY, KY y K**4; conocido es también que al mismo tiempo que las sordas debieron evolucionar las sonoras correspondientes DY, GY y G**'5 por ultimo, es de general aceptacién que la palataliza- cién de K y G mas vocal palatal ocurrié mds tarde que la de K y G con yod. No es el caso estudiar pormenorizadamente la evolucién de las distintas palatales en toda la Romania —lo que ya de por si nos Ilevaria muy lejos—. En otra ocasién *! hemos sostenido que la palatalizacién de G*s! era posterior a la sonorizacién, frente a la de GY; pero lo que parece evidente es que ante el ciimulo de palatales sucesivas TY/KY y Lausberg, Vaaindnen, Rohlfs, etc. * Las soluciones sordas también en francés ¢ italiano septentrional. Segin Robifs, las causas anon sono state ancora messe en chiaro» (Grammatica storica della lingua italiana € dei suoi dialetti, Turin, 1966, 1, pag. 411. * Diccionario critic etimolégico castellano e hispdnico, Madrid, 1984. 51 Bn la comunicacién presentada en la anterior reunién de la Sociedad (en prensa en el Anuario de Lingiiistica Hispdnica).

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