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CAPÍTULO X

UNA 'TENTAtiVA DE DEFINiCIÓN DELESPACJO ·


.. ¡.- .·:· '·' ·· ~·:···:¡· ~:•:. :>¡> /':;: r:,.· ";·¡·;;¡') \:'lH~ .;; r:·nh ;~1~':(·.¡_:,~-~~-.~
;·,, ;·,. ....~t·'>.:.-'· t·. . . .i ,-~~ L:"-:;_:;:J ..

.· ''· ·'
'cuanc:iO" se 'está rriás 'preoéu¡iado poda g.eugraffa .en: sí mis~a como
. ciencia formalizada y muy pcfco ·o nada .por aqueJio·qüe.;e:s,;de.hecho, su
objetO de· estt.idió;.'es' -de~tr~ el'espacio.; se;_corr:e·.el gra.n;r:iesgo;-d~ caer en
el error condenado por Durkheim (1898, 1962; pág.,.·~B},en relación a
los sociólogos de su tiempo, 'el.ertor de..trabajar deJonn.~,¡n,ás.o.menos
.... ..~ ····,.:·;. •' :,~·· ,,:.~ .. ' . '' >excl\lsiva -con lo's:cemteptosyno Cún•las ·cos3s; ·. "' 1 ,.,:,,,, · , ..
. , :_;.·•"'· ·.•J;.LL)•_. ()•.:.-.,: t:i'' '"· .~,;·• ~·~·;..
·::· ,,. "•¡· >:.:.e:.·~:;: ·.:(.:{::/: ,_-:-'f> i¡•
·, ...
i.' . u:D· EFINI'
... R.L·/'\..
"GE·o· GRAF·· ''·:O 'E·L···.ESPkCIO'
· l.h /"\. ·',?.· '· '·' .. ,< -~ ;;.:,.;~' ·~i!:;':<:.•:;_;·
. :·. !· . ".
'•l/<;:·; .e·:.':'' -~ . .''i.:··;~;.,;;;h;;;·: J~·;,i' ',(i"~·'L ',·¡ ~:~·! :::/J:::•·:.' •
EJ:¡íroblerria consiste en ·la definición· del, objeto· de ,caga .. disciplin a
,._,\:•r. eh' el universo ·del'sáber.<· En·:oel casorde•Ja::·geogra~(a;,ll.egar, ,a dicho
obje'tiVo· §up.One un~- cierto ntíniero. "de tie'sgos;· pero· ning~no_ .más serio
·qúé"el de confundir en diéhcr ejercicio teórico y metopplógi,o la misma
ciencia y. su obj~to~ ·:· ,.·,·. · . ,..,. . . :,, · ·
· Cuando, en. 1925, De Martonne•se refería a los lazos. de nuestra
disciplina con las demás ramas del saber, estaba haciendo sobre todo
alusión a las relaciones entre esas otras ciencias y la geografía, en vez
de preocuparse por las relaciones entre el objeto de la geografía, el
espacio, y los otros aspectos tangibles o no de la realidad social. Tal
posición conduce, necesariamente, a una· falsa interpretación .. Lo que
se quiere conocer, por medio de las ciencias particulares, son los di ver-
. sos aspectos de la realidad que ha de estudiar globalmente. El correcto
conocimiento de Jos diversos aspectos de esta realidad nos.pennite, en
un momento
.. •' .. · . . ! ' .
dado
.•.
de : la evqlución del pensamiento
.
científico, definir
.····

,.~.
.-11- 15
.-'

··.3
130 MlLTON SANTOS
POR UNA GEOGRAFIA NUEVA 131 ··•'
mejor cada aspecto y, paralelamente, a toda la realida~. operac~ónTa! su objeto, no siempre la definición de la disciplina tiene en cu.enta di-
es en sí misma multiplicadora, porque c:ada nueva smteSIS obteruda
cho t;>pjeto. Este es. cqn~retarnente el casQ. de la geografia, cuya preocu-
pe,rmite, asimis~o, un nuevo avance en el trabajo. a~al~tico y vi~eversa·.
Desgraciadamente, sin embargo, de todas las d1Sc1phnas soc1ales, la pación por su· objeto explícito -'...:ef espacio soda!- siempre se dejó en
segundo plano. Insistimcs que es este fallo una de las causas de su
geografía fue la que se atrasó en la definición de su objeto y llegó
incluso a ignorar totalmente dicho problema. . atraso en .el campo teóricg-rnetodológico y resp(J11$abie de su aislamien-
Uno de los geógrafos más influyentes ele los Estados Umdos, P?r el to. Insistimos en que no puede haber progreso científico si no se ha
vioor de su vocación.cqrno teórico, Hartshorne (1939, pág. 374), af1nnó reflexionado sobre la forma en que se estudian los diferentes aspectos
:.)
de la realidad 4 •
q,;;, «la geogr~fía debería defmirse en primer lugar más por su ~étodo
·· · ·
La. sociedad que debe constituir finalmente el interés fundamental .•.l
propio y particular de. aproximación o enfoque que por l?s térmmos de
su objeto» .. El geógrafo francés Le Lannou fue más le¡os al a?rmar, de toda rama del saber humano; es una sociedad total. Cada ciencia : __:)

categórjcamente, .que, la geografía era s~lamente un «pu~to de VIsta». particular se ocupa de uno de sut aspectos. El que la sociedad sea glo-
Tal fo.rrna· de .definir (o de .no defimr} el campo de.mtereses de la bal consagra el principio de la unidad de la ciencia. El hecho de que
géograff~ incluyó el juicio ¡:le nuestra.discipli?~ por parte de otro: es¡;~-
esta realidad total, que es la sociedad, no se presente ante cada nno de
. , .. cialistas.: E•Ü26~, ~l.geólogo-P ... Racal es,cnb1r,.sobre la. ~eogr~fla diJO nosotros, en cualquier momento y en cualquier lugar, y sí bajo uno o -~
lo siguientf!·: «puede decirse-.que. no •hay· bec?os geográf1cos; s:no una varios de sus aspectos, justifica la existencia de las disciplinas partícula-
.res. Esto no desdice el principio de la unidad de la ciencia, ni entroniza
mane(a geográfica :de·_considerar ,a ca_da con¡unt? d~ hechos», : T_am-
bién los hay, corno C. R. Dryer, que p1ensan en tennmos de. la- d!sltlbu- otro principio· fundamental, el de .la. división del trabajo .cientí-
fico. · '' ·
ción .de;Iascosas.sobre:la.fái-dé Ia.tieria;. y tainbién,de su contexto (ver
Freemann;.1.961,·pág, 70)-;;····"'·' : ..· •·'''"'······ .. : ''··· •· · ... : '· . De ad.C:~dci con P .. Fraisse (1976, pág. 11), «Cada ciencia ( ... ) CO·
La rt.ilitiplicida\l de. uefiuic;oile• exislcu\cs. en la _ge?g;affa,· as! pues, · ..'rresporide á un. nivel 'de la organizaqiqn de la· nnturalez;¡. Entre estos
está muy lejos de ayudar· al desarrollo ·.de ·d¡cha ~tsctp!ma .. E Luker- ~'niveles, eliisténcontinuidades y discontinuidades. Cada ciencia es, por
rnann (1964), por ejemplo; piensa que m ·el contemdo m el•m~todo son · sus divisiones, reducible a aplicaciones de un nivel inferior. Cada una
cosas importantes· y ,que• Ja.. geografía se• define por las cu~sttones ~ue · de ellas; en su organización especifica, .es sin embargo no reducible. La
presenta (citado• por Minshull:(1970, pág: 11). Estas cuésttones. se:;tan psicología no ,se puede reducir a la biología, ni ésta a la química, aun-
para el geógrafo inglés .Clements Markham (1?05, pág. 58) las sigmen- que se pueda dar lugar a una bioquímica y una psico-biología. A cada
tes: «¿dónde está esto?,: ¿qué es •esto?, ¿cuando p~só •s:o?» . nivel no le Corresponde una entidad ontológica nueva sino una organi-
, Reptoducir una lista, de definic!on~s de la geoer~f¡a _es stempre ago-
.. tador, y tal·vez contraproducente o._. Aunque ·una ciencia se defma por de un medio geográfico, invenigM sus causas )' consecuencias )' tasar su evolución» ...As Norma!
~ - --. . . -·· . .
da Elabora~áo e da Reda~o de um traba.lho Geográfico.-. R~v. BtJU. dt Gtog., año V, nú1n. 4.
P3ra Cholle)' ~la cuestión es saber si 1ª' génesis, la estructura )' la evolucidn de las cOmbinlltioncs .o
1
CitaQ9-por ~iare Boyé. 1~70, pág.&. . _ .. _ , son susceptibles de un conocimiento cientffieo, es decir, si, en suma, se pueden medir. Para hu ')
Gto"graphica/ Joumal, _26, )905, pág.. 58.. .- . _ . . combinacione$ de la &cograíía humana, esto no ofrece dudas: una combinación se núde por sus
3 A. Au.i.x (1948), •La geogtafla e1la e~cn~_~, -~ di~ámoslo mb modestamente, el e~tu.dJo de efectos: producción, coeficiente dcmogr.áfieo, nivel de vida. etco Se puede, por tanto, fijar el
la repartición· y de la coordinación de los hcchot que tienen por sede (campo) la poraón de la momento en que aparcec y seguir su evolución. Para las combinaciones de la -geogralla fisica, Ja
cor1eza terrettre-v de la atmósfera aeecsible al hombre.» DE MARTONNE: ..}a geografía moderna cosa es asimismo posiQle. La Gtogrophie, pág. 77. «Se ha querido taritbil!n reducir la geografia a :....)
estudia Ja f-epaniclón sobre la superficie del globo de Jos f:nómenos fisieos. biológicos 'Y humano.!'. una manera de considerar las c:osas, a un simple estado del espfritu. Acabamos de ver que puede
las causas de dicha distribución y las relaciones loeales de estos fenómenos. Tiene un car~C1cr repre$enlar un orden de conocimientos. La Geog:raffa tiene su propio dominio, su reaüdad, y un ·J
' descriptivo y realista.-. En O. TuuPPE,- Cours de Glogrophit Humoinc, 2.• P.an.c. lomo I, pág. 80. método que le es prOpio.• (Op. ch., pág. 25). •Una ciencia joven, o uaa ciencia del futuro, tsf
Para FR. Rtrn.LAN ..ta· geogfilíía es una ciencia, que pro~\lra definir. las asooa~ones de los hec-hos -·nos parece que ·es la posición de la geograffa,., Op. cit., pág. 78; ~)
4
en una forma sintética, para aprender mejor sus relacion~ compleJU, es dear, para .comprender . Para Hayek el objeto del estudio clentlfico jamás es la totalidad de iodos los fenómenos .-~,

un conjunto Coherente de las manifestaciones de la vida ftSJta '/ humana en la superfioe del gl.o~o. observables:_ en un momento dado y en un Jugar dado, sino al¡uoos de sus upectos_ abstrac:tos. .,
Conviené pues, marcar cc:n precisión-la extensión de 1~ lenómeno_s. que entnn·en la c:ompoSJoón Para él., ·según la cita de K. Kosik {1967, pág: 62), el espt'Ítu humano no se,ta_eapaz d~ abarcar Jos
·'· ·'
' . . ' . . . conjuntos, es ·decir, Ja totalidad de los diversos aspectos de 18 situación real.

.. :.,-, , __

16 .:_ j _,_- ,, . -12-


132 MILTON SANTOS "• : . fOR UNA Gf;OGRAFfA NUEVA ,,, ..• : ,.,.,,... 133

n~s 1~ 7:"sPád~ tal~~.CO~Q ~~·;~~:e~ta,


• • 1 • • •

zación cuyas pr\)piedades se revelan según .los_ coll1portamientos. que entorn? a categoría como un
requieran~>.. : ·' -~- -¡";l: ._.. .· . ,. ': .' ( ,_,__.. ,,_::-. '· : .-_ '
p~oducto htstón~b. Son'los hech6s réfereiites 'aJa· génesis;' al funciona-
_ En la sociología cil¡io a Simmel (1894, 1898), entre otros, el. realizar . mtentf Y, a la ~voluc~ón• d~! ú¡iaci6I6s,'que nos· interesáh en primer
· el gran esfuerzo de delimitar el objeto, dándole unos contornos di(eren- lugar. - -o .--.-.-. t 1.- -•-.-,- ::!,
_::· ·, ; 1>_.._ ;,:•• ,,:;,_,,_,_o_

tes a los de otras disCiplinas humanas: En geografíá,.la preocupación.· . : La .interpretación del espacio•¡ide•su génesis ·o fun'cibnaríti~nto V su
por los principios y la' clasificación hizo que se perdiera de .vista el pro- . evoluct?n depe_n?e de.quehagamos antes \m a definíi:ión correct.<Wl.Úlis
pio contenido del que debería haberse ocupado una ciencia reCién creada. cate~o~tas anabt!cas, sirt hi ctial nos sería imposible desmembrar ·el rodo
No se trata; ·córrio escribe E. Durkheim (1900), de querer darle. . e;', un. pro~eso de análisis, para reconstruirlo d~spllé's efrun proceso de
unos limites muy precisos a una ciencia «porque la. parte de la realidad. st~tests. Sm eso, t~poco se!~~.PQ§)~)Ú~~ll~~!'JJl.ll!i:Jt!ll:!íiJ:.o..inl<:tdisci­
--. que se propone estudiar jamás ha sido separada de. las demás por, una, pi~nar, ya que no tendríamos lonhedios para recorii:icer;:en cada oca-
:_,
delimitación precisa. En realidad, cada cosa en la naturaleza se encuen- Sion, ·qué ot~as disciplinas científicas nos ¡iodríán a:uxíliiar: y ofrecernos
tra unida con las otras de forma que no puede producirse Una solución . su colaboract6n: ¿Qué 'tipo de colaboráción·nos:puede·ofrecer cada unn
-:'.'".
de continuidad entre las diferentes ciencias en unas fronteras muy pre- · de ellas? ¿Qué uso. pci~emos ~acer ·de sus enseñanzas·?•En otras pala-
cisas•>. Pero si no se es capaz de reconocer el dominio· de una ciencia. se . bras~ no todas_ las Cl.en~ta_sp~rnculares _ruliden:•funcionarccomo compo-
, puede caer en lo que Durkheim hablaba .en relación a la sociología, el nentes de la tnterdJsctpltnandad propta; de ·otras ciencias ... · ·
¡_:_._.
1 peligro de ver a la esfera. de acción propia extenderse hasta el infinito
' (1900, 1953, pág. 17.9). .
. . C?mci la_ realidad_ e~ ~na totalidad:·e_n :permanente .~ovimiento y'·
. . ... . .. . . . . ' . cambto, la ltsta de dtSCiphnas que parnctpan en la.·e.laboración de un
·. en~oque interdisciplinar está, ·siempre cambiando< Tanto •por razones·
.....
-~--
ob¡et¡vas como por motivos ligados al investigador. La lista de las razo;
EL PROBLEMA DE LA AUTONOMÍA ' : ¡. ~.. • .M.S ~ara el. co.nstante c~I)!Pi!2, ~n las.. ci~!l-~i(!S_.HU.q. colaboran en la cons-
· · · Y LA:s cATEao'Rf..:s 'ANA.i.itli:!As··
· . · trucctón efe un méfodó ínterdisciplina~ es amplia y aquí apenas ofrece-
. mes algunos de sus elementos: a). el· progreso científico, responsable
. La re!atiya.autonomla de cada disciplina ~ó!o pus:de .encontrarse p_or un lado de 1~ creación de nue\'as disciplinas y por otro, de la evolu-
dentro de un sistema de ciencias cuya coherencia dependa de la propia c.tón de las ya_ ~x1stentes; b) ·la posición filosófica, ide()l6gica, del inves-
unidad del objeto de estudio, que es la sociedad total. La coherencia de ttg~dor que dmgelos mecanismos de.escucha; !apropia. visión que del
cada disciplina particular también exige :la construcción de un sistema . ob¡eto de _su disciplina tenga el investigador; e) el: momento histórico
que le sea particular o especifico, formulado a partir del conocimient? ,· .. que·Ie sugtere atri~uir·mayor.o .menor énf.asis a tal.o:cual ~specto, aun-
previo de la parcela de la ..realidad social consioe,ada como una totah- . que confi?.:t demastado .. en los aspectos coyunturales en, detrimento del
dad menor. Esta parcela o aspecto de la vida social así considerado ·, . aspo;cto estructural constituye un ·gran·r,iesgo, el.riesgo,.de deformar la
,.·· viene a constituir el objeto de cada disciplina particular. Sin esta acti- · realtdad cuya imagen se desea reproducir correctamente ..
tud, ni siquiera podríamos saber aquello que estamos estudiando y que- No es ·difícil establecer··.una relación ...,.dirécta- ~rítre, la interdisci-
remos conocer mejor. · · · . plinaridad y la· epistemología propia de cada ciencia. La epistemo!oaía
r. En nuestro caso concreto, esto supone reconocer yn objeto p.r.opi_o es un~ reflexión filosófica particular de cada rama del saber. Aunq';,e
( --..
al estudio geográfico, pero no basta. La identificación del objeto ten- no es u;muta~le, actúa como una_ especie de «guardia», de forma que el
·~- dría escaso silmificado si no somos capaces de definir las categoría~ uso de t~gredtentes con orígenes múltiples· no coíifunda al especialista y
fundamentaleS: Sin duda alguna, las categorías bajo un ángulo pura- le permtta mantenerse dentro del ámbito de su propia investigación.
mente !)Omina! cambian de significado con la historia pero también
constituyen una base permanente y, por eso.¡ni_smo, 11na guía constante 5
. 4(La geografía no puede dedicarse a !Os "hombres.,. Oal "mundo.. en general. Debe limitarse
para la teorización. Si queremos alcanzar unos resultados buenos -en a lo que le. es especffico, es dedr, el espado que se ha de exP~car y teorizar es el campo de la
este ejercicio jndispensabl~,-debemos centralizar nuestras preocupado- ·.;'-. geogz:a:tía Científica.- el·purno-··dc<partida'-pliril. Su definiclóñ';.'(J: Levy, 1975, pág. 58).

-13- 17
.)
134 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFfA NUEVA 135
Esto no implica, de forma alguna, que el. objetp de cada djsdplina- . La búsqueda de este nivel de teorización solamente es posible a
particular séii algo rígido, incapaz de evolucionar y de cambiar. El gran trav~s de un..esfuerzo en la abstracción, al cual sólo se puede llegar por
mérito de una interdisciplinaridad bien ,entendida es que, al mismo med1o de las categorias que definen una realidad dada. En nuestros
tiempo que dirige el trabajo interior de cada ciencia concreta, siempre días, en los que cada hecho concreto es el resultado de una multiplici-
abre nuevos caminos, gracias al contacto fecundo con los otros sectores dad de determi.naciones, el tomar el hecho en sf mismo ayuda cada vez
del saber. ·· - · menos a deduc1r. El hecho es solamente un ejemplo; el ejemplo es tan .·'
Whitehead (1938, págs. 136-137) lo expresa de una .forma magistral solo una cosa entre otras. Se exige un trabajo de construcción sistemáti-
al escribir, 'ilue :«las ~iv~~si.dad~s, <Jel. funcjonamiento de la realidad no 5a, que solamente_ puede aparecer después_de un intento por elaborar
pueden•ápiicarse.en .términos. .dé·cada éiencia particular, sino solamen- 1deas, mdependiente de los ejemplos que ·les sirven de base. .·,
·¡e cuand1:nie·'tiene'en oueiíta1a variedad de relaciones más extensas del Más d.e una vez nos. valemos de las enseñanzas de ;"IÍitehead (1938, _.,
. .m.od_~l9;·11 ~0fi~~PQ~p~eht~~~/~ ;, '1' _• .,. ~, ·:~--·:___ : pág. 196) cuando nos d1ce que «el tópico de cadadenc1a.es una iióstrac- ·
ción obtenida del funcionamiento concreto y completo de la ninurale-
EL OBJETO cno¡-n1F1CO Y LA TEQRIZAQÓN
za». _El espacio geográfico es la naturaleza modificada ¡¡pr el bomb.r~.a
traves de >U trab~j~, La concepción de una natura)eza natural en la que
' R~petimos que el'acto Pe defiú'ir, 'claramente; el objeto de una cien- el hombr7 no ex1St1ese o no fuera el centro, da lugar a la idea de una
.. cía es' asimismo él ac~ó dáonstruir eil ella un~a propio de identi- construcc16n permanente de la naturaleza artificial o social sinónimo
fieaci6ri dé'las Cátégotías analfticas.que r~pmducen, en el ámbito de la del espacio humano. · '
idea,. la .totalidad de los procesos, tal y como estos se ¡:¡:producen en -la
realidad:· . '' ' ; ·,·_ · · · · ' · · · · · · · · '
La c~~;strucción de un sistema interior a cada ciencia concreta sola- INTENTO DE DEF1NICIÓN DEL ESPACIO
....
. meiíte 'puede h~cérse s! )as· eategorías del anáiisis se ajustan a las ca¡e-
_

-.~;-
·~·'
·. gor!as d~ la realidad':Es decir', llegar a una 'síntesis y nadie ignora que ' · . Nci seamos inj~stos. Se comprend~ por qué Jos geógrafos s_e dedica-
. siri J¡{S!Jitesi~ nó hay éiééia, Ló qtie finalmente se desea conocer es la ron ~ucho más a la definición de la geografía que a la definición del . ; ..•
.. . . éosa· tó~a, 'El análisis 'ef una violencia ri1ciorial, indispensable para tras- espaciO. E:~ta últi~a es una r:u-ea sumamente ardua. Ló mismo que San . ~~

'·"-·.
. pasar er' riiver de las op'Úacio'rtes simplemente descriptivas, incompati- Agustín ~IJO d~J tiempo: «SI me preguntan si sé Jo que es, respondo
--.:: . ;-,_¡ .· lÍles éon.elcónoCiini~IitÓ de los datós dinámicos, de las cosas que tienen que s!; s¡ me p1den que lo defina, respondo que no Jo sé»; lo mismo
·¡S!
'lJ,'
. ''vida:· at~ac<\i.ón :líhk'' p&sep.tá' el:eiifoqüé interilisdplinar ·proviene puede decirse del espacio.
exactamen.ie' de esté 'desafío. Se tra:ta ·de reunir una variedad. muv e~-
. . . ' •. ·· •" ,_. , .. ~ ---.'.'. -._: - ¡ .Jl ... ' ' . .
,1-· ; '- . . •
?bi7to_ de in~erés ?ara los filósofos desde Platón y Aristóteles, la
t~nsa,.~!', ~?n~~I\T!lénf~~.-:o~,al~erite d1~ersos Y: a veces. apar~_nt_e~ente n.oc,_o~ uet espac10, aun_,. ~ubre una variedad tan amplia de ol'ljctos y
_¡.
d1sp.ares. dtficultad casnlmutada, porque todos los días el conoc1m1ento · srg~1f1cados -,-los utens1bos comunes de la vida dor.téstica, como un
se ampl{á'ydiv~rsificá':' ·.· " ·.. · . ·.•. .·· .·.. ·. . . ..· . .
cemcero, una. tetera,
·,
son. espacio; una.estatua
.
o una escultura , cual-
. Up.á.~ªificultáa aún inayoi es la maitipulai:ión de Jos elementos así . qu1era qu~ sea, su d~mens16n, son espac10; una casa es espacio, al igual
recogiaos ,en tina forma correcta, para construir con ellos un conjunto . que una cm dad. EXJste el espacio de una nación -sinónimo de territo-
coherente, dotado de una lógica intérna_. Sin este contenido, cualquiera do, _de Estado; existe el espacio terrestre, de la vieja definición de geo-
AUe .~e!!>,el,~sfuerzo,in~rdiscipliriar con·ta: finalidad de permitir un pro- grafía, como corteza de nuestro planeta; y existe también el espacio ·.....)
greso te6¡1~0 de)a.ge 0 graffa no,irá más allá \le setun catálogo de citas e~tra~terrestre, cónquistado hace poco por el hombre, e incluso el espa-
:. o una lista de cq!Dpatasiones.oasadasen las analogías. Proceder de esta CIO Sideral, parcialmente un misterio.
manera_nos Ile~aria a .u,na oppsición fundamental entre la geografía ge- El esBacio que nos interesa es el espacio bymano o espado social. ·.)
.• nera(o ren0yada y la, geografía g~~eialtradicional, porque esta última que conuene Q está contenido por Jodas esos múltiplos del espado. ·_;
seria. incapaz rlc e,levarse al nivel, de una verdadera teorización. Estos _so_n,: el objeto de disciplinas particulares, como la sc;n:¡iótica, la
:.i
-· ;(
-·. ¡ .

18
-14;.,.
136 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 137
escultura, la pintura, el urbanismo, la física, la astronomía, etc. que los _En el caso del espacio como categoría universal y permanente, los
.....
1::-f"·•
.. -.P~pgresos filosóficos y científicos permiten &.finirlo de forma diferente
definer¡-,_9.e una forma concreta. Lo cierto es que la dimensión de cada
uno de estos espacios importaría poco si el ~ontenido se impusiera de en."cáda momento. Las~n..exactas porque en cada
forma más simple" la sensibilidad del hombre. No hay grandes dificul- momento histórico los fenómenos llamados naturales tienen unn de-
tades en definir. un vaso de flores, un rascacielos, un planeta o una finición diferente como resultado de los progresos obtenidos por las
constelación. El espíritu humano se satisface rápidamente con estas de- denominadas. cienc;ias «exaCdts>,: .Y· por las :,ciencias del conocimiento,
fmiciones. Pero, cuan(lo nuestra curiosidad se transfiere al espacio hu- como la filosofía y las propias .ciencias sociales. En relación i'L"spacio
mano, aparecen enormes dificultades porque éste es la morada de los como categoría histórico «es el propio significado de los objetos, de su
hombres, es su lugar de vida y trabajo: Las formas bajo las que se contenido y las relaciones entre ellos lo que muda con la historia».
presenta y su contenido son tan variadas que la tarea de incluir bajo Feuerbach decía que «el mundo social al perredor· de nosotros no es
una unidad definitoria tan gran multiplicidad de hechos surge como un una cosa dada para toda la eternidad». En realidad ambos ·caminos se .:. ·..
obstáculo de peso, sobre todo porque tanto la terminología cotidiana cruzan, y el conocimiento del espacio como categoría universal se in-
como la propia conceptualización están cargadas con las múltiples acep- .cluye en el conocimiento del espacio e~ mo_ categotía históriCa y vicever~
CÍQ.¡les correspondientes a los otros tipos de espacio. ¿Cuál es~~­ sa. _La interacción _entre las leyes universales y Jos co'mportamientos
tonces, el espacio del hombre? se podría responder que el <mta.ci.Q históricos, y sin embargo, individualizados, ·contribuye a la elaboración
geográfico. Pero, ¿cuál es ese espacio geográfico? Su definición es ar- sino de una definición, al menos de un concepto de espacio que, siendo
dua, porque tiende a cambiar con el proceso histórico, ya que el espnria operacional, no sea -menos filosófico.
,.;. geográfico es también el espacio social. El concepto de lugar -porción discreta del espacio ·total- había
'r,_:
Para abrir un debate válido, la. primera pregunta que hay que hacer · precedido al concepto de espacio::Atistóteles ya había formulado esta
C.· es la siguiente: ¿podemos encontrar una definición única de esta cate- idea, y Einstein insiste eh ella (PrefaCio a Jiünmer, 1969, pág: 13). Para
... ...
- goría -~pacio?. O tenemos. frente a nosotros dos G.P<as diferentes, .es . ,·, :: el.cf.I!Bdor. .de .la .teoría- .de::Ja >rehitividad «parece, >¡ue. -el -concepto de . ,.. ,., .".
decir, el espacio como categoría permanente, esto .es, el espacio -el : . espacio f~e precedido por el'i:oircepto·psicológico·más:simple del lu-
espacio de todos los tiempos- y el espacio tal y como. se presenta hoy gar>" El lugar es, ante todo; ünii'pórcióil·de la faz de;la!tiera idenrifi-
-, ante nosotros: nuestro espqcio. el espacio de, nuestro tiempo. · _éada por unnombre">',;o.'quello que háce que·e] <<lugawsea:específico es
El espacio 'como categoría permanente _sería una categoría universal . · ·un objeto 'material o urf·crierpo. Un' análisis simple··muestra. que un
atestada por las relaciones permanentes entre Jos elemento>' lógicos'en- es
. _«lugar>> asimismo tin"grupo de' objetos materialeS>>. P.ero; si desde un
contrados por la investigación de lo que es jnmapente, es decir; de lo . punto de vista puramente psicológiéo, el concepto rie lugar· nos es im-
que atraviesa el tiempo y no de lo que pertenece a un tiempo· dado y a . puesto' antes'qtte él concepto de· espacio;•desde·un·punto.;(\e· \•ista reóri-
urtc·lugar dado, lo.propiamente histórico, lo. transitorio,_,fJ1lto de una. :co y· episte'mológico, el concepto de espacio precede;·,al·concepto de
combinación topográficamente delimitada, específica de cada lugar. La lUgar." · · ...... -, - . . .-.. . ...
noción de sistema social atraviesa. la noción de este tiempo y lugar, y es --u'ho dé los filósofos de la geografía, William BUI1ge (1963, pági-
la base de la definición de. nuqtrq esoadq. el segundo tipo de espacio nas 124-127) afirrria 'qué el imiverso'-no·ies. un: montpn;d~.,apsas, sino un
que hay que definir. De cualquier-forma, ni en un caso ni en el otr<1, las sistema formado de ·sistemas que aétúan· entre sí .com.oA)• fuesen ele-
,.-. definiciones son inmutables, fijas, eternas~,. ' · . · mentos simples. 'Ló· que·pasa en ·un lugar;•depende deJa;ctotalidad de
los lugares que construyen el espacio. ¿No fue éste el mismo principio de
la epistemología del historiador árabe, doblete de historiador y geógra-
6 Las ealCJOdas -o, como prefiere E. Mande! (1975), pág. S9), las .. variables de base-· fo, Ibn Kaldun? ¿No fue ésta también, más tarde, la base del pensa-
adquieren un va1pr difcrenre segdn el ángulo por el· cual los fen6mt:nos se estudian (¿las aparien·
r:ias?). Si la expUcaci6n, la esencia es el punto de su «análisis de conjunto.. -lo que nadie, salvo . miento de Leplay y el fundamento del principio de la geografía general
una pequeña excepción, segán E. Mandel, tendría hCcho-los fenómenos, los. ~pectos particula- de Vida! de la Blache? A este último geógrafo también se le debe la
res dan a ciertas variables un papel mayor en la explicación, y según las diferentes épocas históricas. ·. · noción de la unidad de la tierra que Demangeon en Francia y Chauncey
.~ .. ·' ''- .. :
~. . ... ' . "'
.¡ ·~.
,f

•.. -15- 19
i-
--·
138 M!LTON SANTOS
..
1
Harris en los Estados Unidos, utilizaron en sus estudios de geografía,
sobre la realidad internacional. Hace poco T .. G.McGee (en Jakobson
.·. :.-'=."
y Prakash, pág. 160), al referirse a los estudios urbanos, dijo que la ·
primera afirmación que se hace es la de que <<las ciudades forman parte
de un sistema económico y social total que no es nacional sólo sine>,
también internacional».
El espacio debe considerarse cgmo un conjunto de relaciones reali- ,-'.
zadas a través de ias funciones y de las f~ que se presentan como ·-_,'·
testimon,iode una, ~istoria escrita por .los procesos del pasado y del . ~/
presente ... Es decir, el .espacio -se· define como un· conjunto de forma5
representativas de las relaciones sociales del pliSado y .del presente. y . CAPfiuLO )r¡ ..- ·•·
.• por una esttucturarépresentada perlas relaciones sociales que oeyrren
ante nuestros ojos y.,que. se manifiestan por medio de los procesos y las ÉL ESPACIO: ¿SIMPLE REFLEJO DE LA SOCIEDAD
funciones: _El espacio e~, .enton_9es, un verdadero campo· de fuer¡a¡ O HECHO SOCIAL? ::.L
.cuya ti'é:eleiációil'es desigual ..Ésta es la razón de que la evolución espa- ¡
cial no :se-realice. de forma idéntica en todos los lugares. ; _....¡,
1 -~·
La lfoción de relatividad introducida por Einstein· aparece como i Háy filósofos para quienes las cosas que existen son sencillamente.
fund,a!I\ental pe>rqul! sustituye. el.concepto de materia por el concepto 1 creaciones de nuestro espíritu. Esta es la interpretación que con fre- )
de campo,Jo que supone la existencia de relaciones entre la materia y cuencia.se atribuye al pensamii!Dto di! Gonseth sobre el espacio. Berke- ,)
la l!nergía. En urta comparación acaso ruda, las formas s.e compararlan l. ·¡ey tambien.se podna incluir eó~i!i.~ila'llii~T~ inch¡so el .caso sena aún - '~--~
? la .rn~t~ria y la ,energía a . la dinámiCa ·social. ¡· má~ ·clar'J :nit Bencdetto Croce (1915, ·1968, pág: .13) para quien "ur. ' < :..r
1 hechó ·es histórico en la medida en que .es pen.sado y, por otro lado,
., ._·: .. , ·' -·· :; . . : ,· nada existe· fuera del espíritu» .
J ·' ·.:-·~ ~ <"-. 1
. \ ~ ; .- ' .. . .. - ·' .. ; : ' ' .i
r. UNA FORMA DE PERCEPC!ÓN

.:.~;_,,_·· ,_ De acuerdo con la interpretación dada por. K. Kosik (19.67. pág. 60)
·á las ideas de Goil:.eth, el hombre, en ei acto de conocer. ·no se relacio-
..,.
1 -na con la naturaleza en sí misma, sino solamente con alcunos horizon-
tes e imágenes que son históricamente mutables y que' ;on capaces de
... '<! '.J •.
captar la realidad en su estructura fundamental_. Para Gonseth (1940,
pág. 413) «el mundo natural I!Stá cOnstituido de forrna tal, y nosotros
mismos,esiamos constituidos de forma: tal, que la realidad no nos deja
·. alcanzar ur¡ conocimiento· definitivo de, su esencia». También, para
.__';·

Bl!rgson (ver B. Russell, 1945~ pág..798),_1!] espácio nó -·podía ser'


«reah>,- es deCir; no podía SI!T. portador, en, sí-mismo, de una existencia,
ya que de hecho no hay cosas:.Jas cosas·y los estados son exclusivamen-
te visiones- que ~uestro espíritu capta.
;_ ;_• . . 1'. _.- ··'.··¡_. Esta niisma posición, según la interpretación de J. Blaut (1971, pági-.

;
. ·,;-.._: . .-..~
20 . __ ..
_ .. -16-
140 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 141

, na 18), habrfa sido defendida tanto por Ratzel como por Hettner. Para tualiza ·al hombre v la naturaleza y reduce a la historia y a la propia
este ültimo, el espacio ·se.. considerarla como «Anschauung», es decir, vida a nivel de co~ce-pib'."En el trabajo de A. Cornu. (1945, pág. 5)
. un modo de ver las cosas o una intuición. En su. «Das Wesen und die donde se encuentra esta observación, aparece reproducido aquel pensa-
""'.,, Methoden der Geographie>>; publicado en 1905 (en la revista Geograp-
hische Zeitschrift, núm. 6; pág. 550), Hettner afirma c¡ue «el espacio es
miento del fundador del marxismo, según quien «para llegar a una con-
cepción exacta del hombre, de la naturaleza, y de sus relaciones, se
-~ ..
sencillamente una forma de percepción». impone considerarlos en·su riaturaleta cOncreta>) 1 ~
e Existe, no obstante, una gran diferencia entre declarar que el espa- En el capítulo consagrado a las bases geográficas dda historia en su
. cio es una forma de percepción y afirmar, como Bertrand Russell hace ·Filosofía' do Dirdto, ei filósofo alemán hace retereric:ia'.'áJ suelci. al cli-
(1948, 1966, pág. 234), que «el espacio unitario del sentido común es ma,. .a .la-. situación
- ._
·geográfiCa.
-... . . . -
En'
-
ése mismo libro
. - .. : - . - ' ¡
·se ~ii:e que ·da com-
-' .- . . . .
~
· una·construcción, aunque es una construcción.delil,>eradan. Elgran filó- prensión ·del derecho pasa ·por: e!~nálisis del contetiido·en el que, al
.~-.
sofo inglés se está refiriendo a Ia. representación deL espacio en el espíri- ····1iido' del' caráéter'túrdoríaf¡:íarÜéufar de' tac!a'\:iueolo'f'de ·la fase del
tu de cada uno._ : . _ -:l _ ,, . _ . ,'_ , ' deslmoflo histórico, sé incluye er complejo g!Óba( de rel<iciones que
' Cuando se trata del espacio de las cosas, el.~spacio físico, ,Sll com· tiene' por base las neéesidádes de la náturaleza;;_ · · · ·
..-,
, prensión, segün Cassirer-{1957, vol. 3, pág.l45),' se· ,éonsigúe mediante Tainbiéii ·en .su Vernunft in der Geschichte '(Harill:íurgd, 1955, pági-
r. la· reunión de los ,datos .particulares que provienen.deml~Strps sentidos, na 187), Hegel escribió ql.le «... el cóntexio ·nafural es'se'úcillamente la
. de su comparación y de la construcción que dicha correlación bace posi- 'base geográfica de la historia universal y'no,:en priiner'Jugar;' la precon-
ble. Este espacio sétla un esquema intelectual construido, pero también diCiórt objetiva'del trábajo soda!;· aunque las relácionés· oe trabajo se
.
' ·puede tratarse del espacio de la geometría pura,.can:cterizadopor cua· puederr considerar como 'un teffejó d'el conteXto naiuráh>'. ·
..:-:• lidades como «la constancia, la iñfinitud y la uniformidad». Hegelhabría incluso admitido que la naturaleza existe por ella mis-
·~-.
En cuanto al espacio. humano, es diferente. •ma, como ·Un objeto. <<El sol; la luna, las montañas, !Os' ríos Ylos obje-
r
' ' ··.····· ·.•·.• ·; ··~.i-;··•.<>"'•"><<>,,•:·.··: :··· ....;:.' ......... ~> .. .
'to's'natnráles·tlet6do 'üpo'qiie 'noS'rodeari exiSten.:»· (1942; 1966', ¡:iági- ,.,,, '
na 166). <<Cuando utilizamos un insirumento de trabajo o tomamos agua
HEGEL Y EL ESPACIO del rfo, lo que hacemos es •reconocer, sin poder negarlo, el carácter
particular del objeto que .sirve a nuestro propósito. "Reconocemos así
.Para algunos, ~puede incluirse en la lista de.los qu~ dicen que .que se trata de un objeto y reconocemos hasta qué punto su existencia
el espacio existe, ante todo; en nuestro pensamiento. Est~ lectura del ··es autónoma»· (Knox,··1942, 1962,·pág.. 346, nota· 146).· Sin embargo,
fundador de la djaléctjca moderna es, por ejemplo, la' de Sholoino Avi- ·«cuando 'se trata"de •deScúbrit la finalidad"de la ··naturaleza como
.-.•'' neri. Para este autor no_ es importante el que Heger'haya, incluido la •.. creación •'divih,a»,.:gei,a qe ·existir cómo forma:·a!lt9noma y depende
natii:raleza inanimada én su· sistema dialéctico, ya que para él !ir natura· de la Idea para la 1cónstruccióil 'filosófica (Hegel, •1942, 1962. pági·
leza constituye una auto-alienación (1970, pág. 65). En el sistema hege- na 348).. ' ' ,,,,,, . ' . "'
liano, la naturaleza «no sería un sujeto, sino más bien un predicado del Para Hegel; la natUraleza serla;· e'il fiii', la óbjetifi'cál!ión del espíritu,
pensamiento y el espíritu ·vuelto hacia S! mismo deberla emerger de la siguiendo el camino apuntado por Feuerbach. Pero Avineri (1970, pági-
,•• abstracción y volverse objetificadon, escribe Avineri (1970, págs. 11· na 12) h;,terpreta esta posición como si llevase a Hegel lo más lejos posible
12). La objetivación de este espíritu se lograría por medio de la natura- en materia de la abstracción 2 . · ·· · ·
leza.
Esta lectura de Hegel por parte de Avineri también es, bajo ciertos 1 La mejor apreciación, en inglés, de ll! filosoffa de la naturale:ta de Hegel, es, según Knox
aspectos, una relecrura de Marx, cuand¡> ~~te ipterpreta a Hegel. Cuan- {1942, 1962, pág. 313), el artículo de S. Alexander, en Mind, oe.rubre de 18S6.
do Hegel admite que la creación del hombre se logra mediante la modi· 2
Aunque debemos a Knox, ellraductor al inglés de Hegel (1942, 1962, pág. 305), una exége~
ficación de sus relaciones con la naturaleza, Marx condena esta idea sis de su pensamiento sobre la Tdea, cuya comprensión exigirla colocar en paralelo: por un lado,
una serie de pensamientos, orgánicamente cOnectados, y por otra, una serie de fenómenos natura~
que, no <?bstante, es tan próxima a la suya, alegando que Hegel espiri- f~s y de-instituciones humanas, que incluyen una serie de pensamientos. La actualidad seria una

. '-':

-17- 21
142 Mll..TON SANTOS POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 143

refleja la fenomenología social. En ambas hipótesis, el espacio no se _.,


·;;-
¿EL ESPACIO ES UN REFLEJO? · considera como una estructura o instancia dotada de autonomía re latí:
~. sino como un nivel de la sociedad, por el hecho de ser un reflejo de
En su Phisiologia ;(París, 1637), Campanella considera que Dios las otras estructuras o subsistemas o instancias, cuyos datos el espacio
creó el espacio corno una «Capacidad», un receptáculo para el cuerpo. sintetiza. Es una interpretación falsa, pero cualquiera que sea el subsis-
«Locurn dico substantiarn primam incorpoream, irnmobilem, optan et tema o la estructura social, sintetiza asimismo los datos correspondien-
receptandum anne corpus.» Esta concepción está próxima a Kant, ,...
tes a las restantes, es decir la sociedad considerada en su conjunw. '.)
cuando este filósofo alemán dobla como geógrafo, en su Crítica de la Si se considera que el espacio es un mero reflejo, lo estamos colo·
Razón Pura, conside.ra,al· espacio· como. «la· condición . de posibilida- cando sobre. el mis111o plano que ,la ideolOgía, aunque no se tengn la
des de los .fenómenos·>>:'······· · ··..- ··:.o 'intención de clasificarlo como utia estructura 3 • . . . .
. Para W. E. )0:qÓr,e, mucnomás próximo a no~oiros (1963, pág. _S),
·el espaéio es una condición del comportamiento, pero una condic1ón
Esta noción de un espacio-nivel es, una vez más. un producto de ln-Re-
rencia filosófica de Kant o de Newton, pero también del positivismo.
'
---,'
pasiva, que varía cuando el comportamiento humano también varia. herencia de la que los-propios marxistas no pudieron escapar.
Para•este.'autor solamente el tiempo es. intrínsecamen·ie dinámico y el La verdad es cjue el espacio está muy lejos de ser ese «cuadro neu-
· espacio, no •tiene. cualidades dinámicas que no sean los cambios de los tro, vaclo, inmenso, en que la vida se puede producir», la imagen pos-
· . valores sociales,'.'los intereses sociales y las técnicas sociales. . terior al siglo XVI que Charles Moraz.é critica cori justicia (1974), pági·
Numerosos· autores. modernos y clásicos afirman que el espacio es ria 118). Para este filósofo. de la historia, el espacio tenido por mucho
· sencillamente un reflejo de la spciedad, un telón de fondo sobre el que tiempo cómo un «Vaéío matemático», habría que considerarlo de nuevo
·los hechos ,sociales se inscriben aNoluntad,. en la medida en que ocu- coino un reflejo del tiempo en la época del vitalismo. Pe~o, ¿qué vita· .:.;,
rren:. P.ero:no todos los.autores.: ·' · . '· • '· ><·' ·Jísnio se debe considerar que ha retomado este tema. constituido, en la .;,.-.
.,, • . ..,,r.,~ dulja<i P.~ ·¡R ;>rr>yección de la sOciedad .sobre .I!J terreno~• ~scribe . fJlosdfia, !a n~tural~za de! r~p~cio?;;tEs el vitalismo' de .o~ude Bcr· ""''\.
...1
H. Lefebvre en su polémico libro ·sobre 0- Direito el Cidade. _Esta fras.e, riard?, tal vez. Pero la noCión que Leibniz sustentó, de, un espacio
·. tomada •aisladamente, permite que otros la completetro·desfiguren aftr· . como sistema de relaciones, y esa otraidea que Fran~ois Perroux desa-
. mando· •que <<el. espáció: ·es un espejo de ·la ·sociedad».. 'Ambas :f~ases rrolló, la del" espacio como un campo de fuerzas, son el precursor y el ;)
· esián lejos de tener el mismo significado. Comencemos pues por: dtscu-
:-tirlasegundáace'pción., · · ·· · ·' · .· .,. •·: . ·. '.
· ¡;esultado, respectivamente, de la noción de relatividad introducida por q
. Einstein. Esta noCión repite el problema con nuevos términos, porque .) .
• • Se tratade ofrecer una respuesta a la prégunta elaborada por Paul . el «sistema de relaciones» y el «Campo de fuérzas» se ejercen por los
Vieillé (1974, pág. 3) en términos tan legítirilo.s como adecuados:· «¿Es
una organización' ·espaCial solamente ún refleJO~· o una proyecctót: de
, .. __ individuos que a ellos se sujetan, tanto si el individuo lo percibe o no, y ::J
' ... con. independencia de su decisión individual. " ~)· ·,
.......
una organización social definida de forma independiente y autónoma, o
el espacio interviene (¿y .cómo?) en el proceso histórico?»· · · · · · ·
Las respuestas se alinean fundamentalm.en;e en dos ·campos· a) ~1 • ¿UN HECHO SOCIAL? ·o·
.. ~j ~
espacio kantian_o, «Una representación ~ pnon,. fund~mento nec_esano · · •. Así pues, ¿debemos aplicar al espacio aquel!~ importa~!~ noción
de los fenómenos externos»; b) el espaCJo como refle¡o de la soc1edap.
En el primer grupo, tenemos la noción del ,espacio-continente ( «space-
.t. pr~sentada por Durkheim (1895, 1962, pág. 14) por la que «la primera .,·~)
·'
.

coníaine;» ). En ·el segundo· gfupo, l!i idéa de un espacio que apenas 3


· •En el final de este estudio, podemos intentar responder las cuestiones que no quisimos
. - . . - . ) . . ' . .
plantear a priori. iOué es el esp¡¡cill? ¿Es un reflejo, una prolongación de la Ot8'3Ditadón social. un
elemento que no tiene lugar en el proceso de cambio económic:o--social? ¿.Es un reflejo, una
- síntesis-de las -dos. Y junto· a es~o. se encuentran los a.ctidcnteS )' las_ contin~encias ~nsep;arabJes de
la esfera ·espacio-temporal, con las que el fiJósofo no tien= que ocupa~e, smo ~~ htstonador Ylos
proyccdón de la organización social, un elemento que no tiene lugar propio en cJ mo~i~iento de
estrueturación·rcestrucruración. O imerviene tambi~n en este mO\imícnto?• (PauJ Vteillc, 1974. -)
cicnt.l'tieoS in-leresados ~n láS realid_ades empíricas. · pág. 29). -
·' ... ',• . '-·!' - . . !~ '
·'
·) \
!<

.) !
22 .::. 1
-18-
144 - ' M!LTON SANTOS
145
regla· más funda~~nt-al es la de considerar Jos hechos como cosas»? ¿Se · ·
como los hechos naturales, sometidos también. a lasJeye§..naturales. Su
"·,- ·• 1° _,,,.-, -. , -·¡:·'L·-..

_puede asimilar el espacio geográfico a la definición. del -he¡¡)¡o socj-ª1 que error fue·"doble~ Primerb;' ,;:simiÍi.Flás' le);e.,'ddcáiriéioriamiento de la
considera a este último como «todo medio de acción .. fijo o no. capa,z sociedad éort las leyés delnhindo'fuicb 5 • DeSp¿és; tbníÓ'las ideas en SÍ.
de ejercer sobre el individuo una coacción externa» o incluso «todo y no las co'sas:, c6ní6 rflatefia'-detestúdl·Ó- 6-.' itiSt"aniéntg-~g~tt{·ÜJtirTia crític~
med1o de acción que aparece como general en relación a una sociedad - le fue dirigida por Durkheim (1898; 1962; pág.)9)' E~te consideró la
'., determinada y que, al mismo tiempo, existe por sí mismo independien- concepción posiiivistade'la evblud6n'sóci~l cúmo subjetiviÍ, pues elimi-
temimte de las formas individuales de su manifestación»? Purkheim naba la evolución específiCa de las sociedades :indi\•id¡niles, eón cretas,
propone, por otro lado, que a la expresión «medios de -acción» se junta- - . dotadas de existencia objeiiv'a, al conin1rio .de loS ~sgpe;Ílás ideales sos-
se otra: Jos «medios de existencia». Para éste, los medios de_existencia .. tenidos en la evorudón lineal stigeriáa'pór Aug\lsto,C:IÍri:lte.
_son la cristalización de los medios de acción y nos da un ejemplo (1895, · Se _pueden·: eStudiái laS' in_i~nulS' ré:IriCioües socia.i~s _·'c_oino ohjetivas.
._,
~~ 1962, pág. 12) cuando hace alusión «al tipo de habitación que se nos ha
impuesto a cada uno de nosotrOS». _ _ _
Según N. Geras.(197f, pág.64i);< .. :'elhe'cho é¡u~.Jas!ormas mate- de
. riales de lauelaciones capitalistas' no "seari naturales; rió las pri\'a de su
Según la concepción durkhejrDiana el espacio es, pues, una cosa; objetividad, es decir, de su carácter d~ objetos independientes en rela~
existe fuera de]· jpdjyjduo y se impone t2.nto al individuo como a la ;', ·ción a ·¡o_s_ agentes -sociales: d6rñiriWdOs: S~gú,ñ~ $_U:$. .pfóP'i~S'- leyes y' cuyo
sociedad considerada un todo, Así, el espacio es un hecho socia), una: · o~igen .,Y- explicadóri~JlO --pú.ede'- ·atfiBUif~e·-·á.-: hr:subjefiViefáCl htimana>i 7.
,...
realidad objetiva Como resultado histórico. se impone a loS jndivi~ Tiene cabida la observación de ·s.-:Sportelli ·(1974;•p'ai(:91 )'cuándo dice
duos. Éstos pueden)ener diferentes percepciones del mismo, lo que es _que-la objetividad social se redlic¡!'éph'"frecueticía a "üria: objetil·ídad na-
r propio de las relaciones entre el sujeto y el objeto. Pero, una cosa es la tural. L6 que equiva)e a plvidar "qu~ la .,naturaleza .es .objeto de una
percepción individual del espacio, otra es su objetividad. :El espacio no permanente transformáción pot"moti\•o de' la" actiVidad humana;"·por lo
es una suma ni una síntesis. de las percepciones indiViduales, Al ser un' que la naturaleza es una realidad social y no exclusivamente natural.
· -producte, es·· decir.;rel·resuhado ·de· una· producción;. ·e1· espacio es un :. "'~-.. ·-·- , • •.•. ·•· . ,-• · ~ :! :•.f'.:! '7 :. ...... \: ·.... • ,. ·¡:•, ..--; -~- .;.~· ; • :~;{\:~;<:'· ':''í:~·- ~·r• ·.- ,
....., · objeto social como cualquier otro. Aunque, como cualquier otro objeto
social, se le. pueda ver bajo múltiples pseudo-concreciones,'esto no im- . . En un coloquio sobre las relaciOnes entre la historia y la geografía,; e:l historiador non~:'lme­
plica que se libre de· su realidad objetiva'. . . . · ricano· George Burr CJi~eó, acerbame~te,_.lel estudio pr~,sentado po_r ,la g¡;.ógrafa El!cn Scmple ·
.sobre -ila lócaliución geognffica como factor-de lo. hh:ioiia» y una eoótribución de otro hiMoria-
En el análisis final, la realidad de una ciudad; de un campo cultiva- dor. O. G. Libby·que trataba ·sobre-_«la' fisiografía-como.factoride )a'\;id2~i:omunitaria•·. Para
do, de una calle, es la misli1a para todos los individuos. La realidad de G. Burr,la geograffa-<¡u~ él confunde con los datos naturales-sólo seria un·faGtor histórico e-ntre
~ada individuo le autoriza y le lleva a ver las cosas bajo un ángulo en . otros. Insisti~ sobre el hecho ~e _que_las cos!!f in~n~ no cje~~n i,nflue;~t:i_a ."f _rio 1ienen un papel
causal: de esta forma no debe:rrá atribuirse a la naturaleza lo Que está plánificado r re:tlizado por
concre.to. Pero, como resultado del trabajo humano ~un artefacto- el el hombre._ .._,-.:.-. . -. · _ -' -- ,, _-¡",.,_ ·¡ " :. '_- .:,:· ~: :-- _: · ·
espa'do mantiene su carál:rer·óbjetivo durante sus :propias tninsforma- f> _ «C-'>sa e.s todo 16 que-.s~·&:; iodo Jo que.-se .ofrece·.. o'fn_éfor; Io:q~e ¡:e--imp,me :1 la irr.a!!ina-

ciones. La base del conocimiento y de la interpretación de la realidad dón. tr:n.ar !Os feilÓm~nos co'in~ ·co~íis. ~S trr~.t3.ri0s C:fl Ca,l_i~~~:( de. 'datos_, k~. q,Ue.~oustilu~c: d punto
de:pattida .de la ciencia~>, e~ribió·burkheim 'et! sU famosO· a:nicufO de 1900, Cuya versión fr.ancer.a
espacial no puede, por lo tanto, encontrarse en las sensaciones o en la apare-ce en:.ellibro de- Cuvilli!!r, La.Sociologic· et son Domai11e Scithtffi_que: -La ·publie<tdón orininsl
percepción. Tal base no tiene sustancia, y es falsa. Solamente a tra,•és áp'areció en italiano en la RMsta italiana di SoCiologia. •tUn hecho», escribé Durkhe-im e-n $U libro
· de su propia producción se llega al conoCimiento del espacio. . fundamental de 1895, «puede existir aunque-no sea. o )'3. no sea útil, sea porque nunca nn-o un
propósiro final, sea porque despuéS de haber ~ido útil, perdió toda su utilidad, existiendo ya por
Comte habla propuesto que los fenómenos. sociales se considerasen inercia);. Luego añade, «e>tisu::n más supenivientes en la sociedad que. en los organismL'S bioló·
gicos.
4
' ..EJ espacio es una realidad obje:iva.. , escribe J. Chesnaux (1976, pá~. 157). Para Casrirer
• Con relación a Ja objetividad de los fenómenos espaciales, el geógrafo soviético S. V. Ka· (1953, 1965, vol. I, pág. 203). cuna ex.i~tencia objetiva es una realidad en el espacio••. Jordan
1esnik (197Í, pág. 197) estribe lo siguiente: "'Reconociendo las "cosas en sf mism~s'", afirma~os (1971, pág. 2~) seQala que t:uando Durkheim en sus Rtgle.s de la Mbhode·(195S, págs. 101·10-t, y
tlimbién que los objetos de la i!lvestigadón geográfica, en concreto los. co~ple¡os naturales y pág. 2) dice que un hecho es social si, y s-olamente si, es >e)."terior al indi\·iduo y tiene un poder
·- terñtoriales de lá producción, existen objetivamente, fuera de nuestra conCJenCla, y que el hombre coercivo sobre éh•, está hadendo referenda a las mismas carac!erlsticas de la sociedad concebida
es capaz de percibir enteramente estos eomplejos a través de los sentidos y de los datos. Esta como una totalidad, como Marx la habla imaginado. La presión ... la ejerce la totalidad sobre e!
posición se une con la experiencia de Jo cotidiano:,.,. individuo»,

-t·
-J 9- 23
i-

146 MILTON SANTOS

En este sentido, la palabra natural se debe tomar como un sinónimo de


social, de la.!l!i~f(l~,Jor!J1a que _se pueden asimilar Jos vocablos naturale-
za y espacio. Cuan"do se admite que el espacio es un hecho social, es
como si se rechazase su interpretación fuera de las relaciones sociales ,
..,..•
que lo definen. Muchos fenómenos, presentados como si fueran natura-
les. son de hecho sociales .
.En esta expresión, la naturaleza socializada debe identificarse con
aquello que losgéógnifos denominan el <!Spacio· o espacio geográfico.
· · El es¡'lacio es. un- hecho social. en el se.ntido con _el que K. Kosik
(1967, pág.·6l) Ci~fiñe"á]!:is.fenóm;¡¡,ouocia)e§: un hecho histórico, en
la, ry1edid(e¡¡"que ·lo tecon~ceiños7 como un elemento de un conjunto y CAPtruLO Xll
realiza ásí urí'a doble fúrición que le asegura, efectivamente, la condi-
ción ·de hecho histórico:· de un lado, se- define el conjunto; es a la vez EL ESPACIO, ¿UN FACTOR?
· ... prpdiictodl:,p~oductil;_ óetj:fminado; im revelador que permite ser des- i;)-
·cifrado: por Jos miS;l)QS .a' jos" q~é reve1Jl.; :i a] mismo tiempo, cuando
adquiere vn significado auténtico, atribuye un sentido a otras cosas. )
<<Las localizaciones· antiguas condicionan las nuevas localizaciones»
Según esta acepción, el espacio es un hecho social·, un factor social y (Bergsman y otros, 197l). «._ .. En suma, el principio de iu::umulación <&9
unains"t'ani:ia'sociaL··,.,,. i• .... ,•.
nos ens~ña que cuando .una acción (una utilización) del mercado es
:~ ·.' ~ ._¡ ~ ·~ ••• , 1;' ·' ' .: (l -. ' .•
libre;. un grupo de personas, una ciudad o rmti región de un pals que,
5I
_,,, ':!·-·_,, , ..,
por circunstan~as precisas, se encuentran históricamente e~ una posi- ,]¡¡
ción dominante, ven- reforzarse dicha posición, en tanto que continúa
estacionaria la posición de Jos grupos, personas, regiones o pafses que
caen en el dominio de los primeros o, en el mejor .de los casos, perma-
necen fuera del proceso acumulativo>> (Marrama, Polltica Económica
. ,'_( '-:. de los Pafses Subdesarrollados, pág. 79). -

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LA REPRODUCCIÓN DEL PATRÓN ESPACÍAL
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.·J_, l ·i ·--~ ' ..... --''·- ,. : _;' .J: '.. ., '
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. , , No puede .negarse.Ja t~ndencia, de; las organizaciones del espncio
·-. ¡\;
. ~e-·:· . ,.. ~--" ,,_
hacia Ja. reproducción de, las principales líneas de fuerza. Si examina- :·9:
•':' ,,_¡~, !,:)1,;·_·¡ "J:·:;·: :;ja- '.t 1':':,; :_:! ·:·-..:~~,-~-n-:;~..-~ '';) -;.L~· .,,~ ;;r:~ ·-::·-:->: mos por ·ejemplo los mapas de distribución del.poblamiento de Ven e· .. ,¡:}.
zuela durante sus cuatro siglos y medio de historia moderna, vemos que
las manchas- representativas de la presencia humana en el .territorio se 'J
... _,_;-.¡
::- r_; , ; 1 -~' • ·" -- • ; .' ·-.: •·~ u·
··repiten, ·aunque con cambios. L.QL~~r¡¡.~~~-re.s. JrutlQ_jJ!Jilital.ÍY.a.-COmo ,')
.., ' ·.·cuantitativaménte, conocen cambios, como· es natura1.J¡ru:,qJ.a.$.. míces
:' ·;-" :j
'-'.··'
-dtl..P.o6lamíento influyen ~lllQ..q!!~_yi.~:u.~;..a.. ~~:>n:!in.\tacl<5n.
Se observa igualmente que-el trazado original de las ciudades como -~)
. ;, ' Paris o Londres, se reproduce en mayor o menor escala a través de Jos
i
tiempos; las 'modificaciones producidas en las diversas épocas no •pudie- -
_,,.- -_)
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24 .,_,,. .,,,. . '•_!

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-20'-
148 MILTON SA.:l!m-S POR UNA GEOGRAFíA NUEVA 149

·ron ocultar completamente lo que dam a la ciudad, en sus orígenes, nico, a desempeñar un papel di;ectivo en la hoy debilitada comunidad
una morfología particular. . . . . , del este africano.
G. M. Desmond (1971) refiriéndose a Asia demuestra que durante Como la infraestructura del transporte es muy buena en esta zona
el período de dominio europeo se esta'trece la red urbana. que hoy pre- privilegiada, el empleo del material de transporte es mayor que en nin-
-domina en la región. Los países afriC3l!OS, así como en otros continen- guna otra parte. De esta forma,. el impuesto de lujo de los transportis-
tes subdesarrollados, encuentran dificmades para camqiar el modelo tas es mayor, lo que aceg_é~j;g~_secuencias positivas para el comercio
del gásto pt1blico y para alterar la distroución geográfica de las inver- en general. Como resultado, crece un gran número de otras actividades
siones, cuya presencia se hace acumulai>•a. L. S. Chivuna (1973), refi- que dependen de una circulación más intensa. Los negocios se desarro-
riéndose a Zambia muestra las relaciOII!s que e¡:isten entre los gastos llan mucho más. y la producción agrfcola está estimulada por la mayor
efectivos y los que estaban previstos end presupuesto nacional; prueba circulación de Jos productos. El hecho de que las personas también
que en las zonas más desarrolladas y <htadas con una infra-estructura circulen más fácilmente estimula el comercio y asegura una clientela
...... básica dicha relación es mayor, e.n detñmento de otras regiones, con- para las actividades del transporte. De esta forma, una organización del
cretamente las menos favorecidas. Las buenas intenciones, manifesta- espacio que ya era muy densa e importante en el pafs, se refuerza y
das en lOS planOS y explícitaS en Jos pl'fS':IpUestOS, no resisten ]a fuerza hasta obliga al gobierno central. a realizar nuevas inversiones que reafir-
de los hechos; dominados por una esllllctura económica y social que man la teJ1denCia 2 . -~--.!!.''~-' ···,:
<: -.·
. intenta reproducirse, reafirmándose. E> el Brasil á pesar de los esfuer- .•. ___ , ..• i
i ' _(,

. zos realizados-para fijar la población ene! interior del país,la tendencia


a reproducir los modelos dé distribuciáJ es aún demasiado grande 1 • LA MOVILIDAD DEL CAPITAL ES RELÁTI~IJI:.':
La construcción de las modernas vi2> de circulación son un ejemplo ... _'' ' ' ' :! .: . ,,/' ;·· ¡:. .. ,. . -~·::: ,-,
de esta inercia espacial: las carreteras se construyen paralelamente a las . El propio capital nó'di~pone de la movilidad·q~e'cóiltantá frecue.n-
vías fétreas;·Jas autovías·siguenr aprmiínadamente, el ·traza:do·de las·--. . ··'•" --:cia',se,le--atribuye; ·)o.que aútves :más claro•>en !1:>s· parses·subd~ru.rol.i.a'
,- antiguas carreteras, los puentes se Jewman en los mismos sitios, incluso dos, en los que-pocos lugares concretos pJ!eden ófrecer''las condi~J.qnes
aunque las condiciónes naturales no sem ya las mejores. Existen otros ·de rentabilidad exigidas. Haciendo alusion a Jos· países desarrollados,
··~ muchos ejemplos de la fuerza de las cwdiciones localistas del pasado. R:· C. Estall (1972, pág. 196) dice que «hasia para Jas:iifirides empresas
En el este de África, la colonización inglesa implicó deliberadamen- la· libertad de disponer las .nuevas inversioi}es en los lugares donde los
te un tratamiento especial a una parte do! territorio, que estaba destina- beneficios serían más elevados, está muy restringida por la necesidad
do previamente a desempeñar un pa¡xf polarizador, sobre el resto del de apoyar .Jas inversiones de' capital ya existenteS» 3.•. En relación a los
,. espacio. En esta zona, incluso tras la iulependencia de Kenia, Uganda países subderarrollados, las grandes' i:mprésás; incluso las· recientes, para
y Tanzania, el pesQ de las infra'eFtrucllras y las actividádes heredadas, ser rentab!és deben instalarse en las regiones 'metropolitanas donde,
atrajo nuevas inver~ones dando a esta porción del territorio una situa- junto a unas infra'eStructuras económicasysociaJes,,juntO a unas eco-
ción envidiable en relación al resto. Jlli:ha situación tiene roncho peso · nomías de escala y las facilidades de comunicación:a distancia .e ínter-
en Tatizania donde el gobierne, con Ullproyecto moderado del socialis- personales, -existe un estímulo' más· conJa, prt<sencia de . . una -mano de
mo, desea reducir el peso de la regiÓII de Arusha-Moshi, actualmente obra barata. Es cierto que también las grandes empresas crean enclaves;
incorporada económicamente al eje Nlirobi-Monbasa, las dos principa- pero est;lS formas tan típicas de-localización están ante todo ligadas a la
les ciudades de Kenia. Dicho eje esta'!.. destinado, según el plan britá- producción de las materias primas que se e>:portan a los paísés más ricos.

· 1 En 19501 los 3/4 de lt población brasilcfia se Jor:aliu.ban en una faja costera correspondiente ~ Con respecto al Brasil, se deben leer, entre otros, los artfculOs (1964, 1972) y el libro (1972)
a 1/3 del territorio (1 18 millones de kilómetros euafrados) en la que un!l franja litoral de 250 de H. Rsunery el anfculo de R. V. da Costa (1969}.
kilómetros concentraba al 66 por 100 de la pobladó»:lel país, es· decir, a 47 millones de habitantes: ,. Se estima que en los pafses industriales avanzados hasta el SO por 100 de las nue\'2$ inver-
(R. V. da Costa, 1969, p•¡s. 17-18). siones industriales se asignan a la cxpansió.o de las fábricas ya existe?tes.

~··· -21- 25
-~·,

.,)
150 ,M!LTON SANTOS ·POR l;JNA GEOGRAFÍA NUEVA 151
En realidad, cuando hablamos de macrocefalia tal vez sería mejor
EL ESPACIO EN LA TOTALIDAD SOCIAL. utilizar la expresión -regióm·metropolitana». Los casos de Sáo Paulo,
México, Buenos Aires, Car.acas y otros muchos son un ejemplo definiti-
No hay duda de que la búSQUeda del máxjmo bepefido cada vez de vo. Pero el fenómeno talllbién llega a otras regiones dinámicas que no .,
..,
forma más desordenadá, durante esta fase de expansión det sistema : / . son regiones metropolitanas; éste es el caso de ciertas zonas mineras e ,;_¡
C-ªQ.italista. hace qué· éste pfefierti" cjertas localizaciOnes y desprecie incluso de las regiones ag¡dcolas de las que algunos paises del Tercer
.j
.2!J:.'!Ji_. El ejemplo dado por M. Sorre (1957, págs. 66-67) sobre la fuerza Mundo sacan la base de 5\liS fuertes divisas. ·
que ejerce la tierra· ya trabajada, '«de la permanencia de'ra tierra que se A partir del inomentoo en que el movimiento se instala, se \'uel\'e
'impone a lllÍ'grupo ru'ráll>, no
pierde su importancia por el hecno de ser irreversible. La exploracióm de las actividades económicas consideradas .:)
muysirnple."«La tietra'í\o"es un ~ctor mudo, ¡m testigo.» D·esde el otro fundamentales, exige (y legitima moral y políticamente) la acumulación
'extremó;Ja§'gi-aiides'·dó'cíádes sóh'taintiién un ejemplo de esta perma- de inversiones de tipo económico, y muchas veces también sociales. en
nenCia, bilsada'en'las' feyes económicas y también pol!ticas, sociales, un volumen incomparablemente mayor que el destinado al resto del ..)
culturalés;·'mucho más··~oderosas. El 'caso de las macrooefalias acumu- país. Es natural que estos equipamientos atraigan otros tantos, sea en
a
,. lativas e'i'úévétsibi'es, S'ób'tb todo partir de mitad del presente siglo, lo . previsión de la exter.sión de las actil'idades ya existentes, sea porque .J-
prúebá denui.Siado 'bien": " . · · · · . . · otras actividades ya se han instalado. El país se ve obligado a dedicar a
· Por Já fó!'llla en que'a¿tuahnenté s{desarrolla en los países subdesa- las zonas que ya son ricas una parte cada \'CZ más sustancial de sus
ifollado~/13~·rtlacioqefaÍia,b_s élJt~sültadQ-de las progresas rernalógjcos y recursos y de su presupuesto. . .
·:J
·'de las tendeDcjas a lé coricentración resuil'aptes~ Las ciudades inicial- Un buen ejemplo nos l:c da la Región C~ntral y el «Copperbelt>> en ._,·'·
.· mente prlyilegiadas se benefician de una acumulación selectiva de ven- Zambla; estas provincias d:isponen el! la previsión del presupuesto de la
tajas, a]tíeffi.po gufaqogeri nuev~simplantacione~. ' .. .. . mayor parte de las inversiones, y en la práctica sobrepasan en mucho ..,
: ~.
. . La pr~~t;,~cia de_,1;ma. p()biadón ~l) aumento ·constante asegura, a las íos gastos previstos. Micntra~ q¡¡e en la Regio,!i Central y en él «(op- •·'
.. acti:·idad.~~ ~,c9nó¡nicas,que: pe~coaf!:-J~Ii\alarse allí, ?na buena parte del perbelt>> los gastos reales sobrepasa~on el157 por 100 y el !38 por 100,
. ; , ~<.overh~Ca,q ~pltal¡> y dejas ¡nfr~e~¡ruc,túrasnecesanas. Ad~rriás,la con- respectivamente, de los gastos planificados, en otras zonas el total in-
•• e ( centrati~n ,í'~)'!~~rsi.o~~spúpli~~s ep, cierios puntos del espacio impone vertido sólo alcanza al 60 por .100 y, al73 por 100 de lo previsto. Las
.. una tenden~ia,a elevar el,.cóefié:ienie· de capital necesario para la insta- provincias urbanizadas abarcarán un 52 por 100 más de lo' previsto, en
. ,.·!ación. de..ima :..riue~a_,acÜvfdad
.'t~
'.:' . •: -,_.. '' ! ·'
·.• •"'. -
(Dasgupta,1964,
..,, .,,. ¡-
' - ,-.
págs. . 180c181).
- •.• _-
• ., • -. . •
·· tanto que. las .provincias ,rurales recibirán .. menos· del· 21 ..por 100
Una vez establecida, está sttuactón oe dommto contmúa afirmándo- ·(L. S. Chivino, 1973).' Las ventajas de las que otros puntos del país no
. s•' .~ul\¡¡ue pt,ro~.~e;¡,trps.~onozcan ta11Jbién un crecimiento importante. gozan, consthnyen una invitación permanente.a los invers<'res «~·a que
. «a partir-MI rii.omenló' eri;'qué Iéis'lndiCeS"desi2uales':del crecimiento se · las economías de la aglomeración son utilizadas· en especial por los se c-
desarióü~~·;'o~~~ós '1\epden' a. p:e\'pétiiafse y. la c!isparldad dé los índices .. tores capitalís;as de las ciudades respectivas, mientras ·que ·las deseco-
dii crecÍÍnÍéi)to:.á'urilent~r~ ¡:iorqlie!a inciustria i' el comercio se éóncen- nomías las asumen el Estado y la población» (J. C. Funes, 1972)~
trarán más én un centro' particular, dando a esté centro ventajas para Por otro lado, las metrópolis económicas nacionales se benefician . .!)
nuevos desarrollos» (J. R. Hicks, 1959, pág. 163). Así se puede hablar de una posición estratégica en la red de transporte moderno. La expe-
..,
:.J
de u·na. inmovilidad de las ventajas resultames de la aglomeración, in- riencia demuestra a los empresarios que invertir fuera ·de los· puntos de :.)
movilidád dutaderaporque estas' ventajas se estabilizan en el lugar de crecimiento es muy poco o nada rentable (E. A. Johnson, 1970, pági-
la primera implantación . por medio de los desarrollos acumulativos na 150). ·
(Remy, 1966, pág. 69).' ·· ·· .· Tomemos corno ejemplo el caso de Yacarta. Según Sethuraman
(1974, pág. 3), la media anual de inversiones es del32 por 100 en rela-
.: «Sin duda alguna la civilización. deja eo·l::~s grandes ciudades una herencia cuya eliminación
ción al total del país, aunque se constata una aceleración de Jos índices .z;'·
coslará mucho tiempo y mucho esfuerzo. Pero dicha herencia se debe eliminar~ aunque esta elimi·
nación conlleve un proC~.::.;.; m¡_;:: :~!;.~j.J:.(v (F. Engeis, Anti•Iúhring). en años recienks. Una ''e~- más, este resulta·de la tendencia a la con-

26 -22-
152 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFíA NUEVA 153

centración de las inversiones, sobre todo en los países del Tercer Mun- Este principio es universal también en el tiempo. En relación a la
do. «Las antiguas localizaciones condicionan las nuevas» (Bergsman y parentela .(kfnsnlp)/'Siiiidra. Wallman (1975, pág. 340) muestra que <da
otros, 1971); « ••. en suma, el principio de acumulación nos enseña que lógica de los principios que gobiernan las relaciones éntre parientes
cuando la acción (la utilización) del mercado es libre, un 'grupo de per· (kinsmen) en el interior de una sociedad, varía con los·cambios en el
sanas una ciudad o una región de un pals que, por circunstancias precisas, contexto sociogeográñc8;,:: · ·
se en~uentran históricamente en una posición dominante,. vez reforzarse El papel del espacio aún pasa desapercibido muchas':veces o no se le
dicha· posición, en tanto que continúa estacionaria la posición de los gru- analiza .en profundidad 6 . Como Sartre·,. en relación á Ja'''inaterialidad.
pos, persónas, regiones o paises que caen en el dominio de los p~imeros o, deberíamos preguntarnos porque «no intentamos en'rriodó alguno estu-
. en el mejor de Jos casos, permanecen fuera del proceso acumulauvo» (Ma- diar este tipo de acción pasiva que la materialidad .. 'éjerce sobre los
. rrama, 1961, pág. 79). · ·. · · · · · . • . hombres y.! a historia, ofreciéndoles, en cambio . una :prúis robad" con la
. ; Quizá sea superfluo insistir en el hecho de: que ~~to es una_ regla .Jorma de. una. contra-finalidad» (1960, pág: 202t . '.• ·' ,
: ·general y que Jos esfuerzos a favor de la desacumulac10n, dem~grafica y . ·: El espado· es Iamáteria trabajada por excel_encia.· Nhiguno de los
· de la descentralización. industrial que hasta ahora se han reahz~do, no objetos sociales tiene ta¡l.l_o dominio s.obre el hombre;,n,i' ~.~t.:i presente
·.tienen futuro. De los, múltiples proyectos presentados· para revalorizar de tal formá en ·la· vld\notidiana de los:indiv-iduos.:La. casa. el lu~ar de
trabajo, los plintos de encuentro;.Ios caminos,_que-unen •.~ntre sí dichos
.1 . .
,... .lasduc)'ades medias, los.de mayor éxito apenas fueron: un milagro esta-
. :~:.
. d!stico. Cuando se contabilizan los índices; de ~recimiento d~ las ciuda- . puntos, son elementos pasivos que condicionan la actividad ¡le los hom-
. des. medias en relación cqn !á metrópolis económica; en la mayoría de bres y dirigen su práctica,,sociakLa,praxis, _ingredie.nte,Jíi)ídamental en
,- ·las veces se reduce a efectuar ccmparaciones dentro del con:exto .de la .la transformación deJa naturaleza ·)lumana·,,eS'l\n·-da!CFScú5io~económico
' formación social y !<;> que es aún más grave, la manipulac~ón de l?s más y también· tiibutario de las il!lposicio~.es espaciales:: Como dice Ca-
('
números no tiene en cuenta el flujo más importan!e, es 9ec1r, ~l flu¡o . . llois_ (1964,_ pfog,,.,5SL_~.I ~~_apiq" in¡ pone 1\': CJ!Q.a .cqsa, ,un, cQn,i umo de·: , .e, ..•.. ·
de ra· plusValfa/ qúe· se'i:lirige ··sohré ro'tfo· a las graml~s· ciudades que lo · ·'' .¡,·:;··re'l}féibri'éS'POr:éjti_e:Cadi tos·a ·.ocUpa :un.·h~gar concre:tq . en.,:e.l .espacio.
retienen, o -lo que es aún más frecuente- lo env1a de n11evo al ex- .. Ci;temos, f!e. riu,e,vo; ,aSartre. c.uapdq d\ce ql\e,del.JJ.lismo modo que
tranjero. · «el pr~ctico,irie,rle rqba mJ ~ccióp ... , rnt!cba,sye~es impone una. contra-
( finalidad»,-, Cuando se trata def éspacio humano, no;.s,e.,habla más del
·,.,.
práctico-inerte, sino de la inercia dinámica. La representación es tam-
, LA FUNCIÓN DE L.A,S RUGOSIDADES bién acción y las formas tangib)es,participan,en ,el proceso como actores
(I. Morgenstein, 1960, págs. 65-66) .. · ·.· · ..· . , ··· ···· ·
A finales del siglo pa~ado, E~gels (1964, pág. 410) r,a ccnsideraba al Paul Oaval (1970, pág . .120) sitúa el problema-correctamente cuan-
_esPacio B'eográfico COmo'im elemento fonnatjyo más d7 las ,socied~~es, do dice que la fórmula por la cual «la geografía humana es-el estudio de
y en una carta a Starkenburg (25 de enero de ~894) mclma exph~na­ la proyección de las sociedades spbre la faz de la tierra»-, corre el riesgo
mente «en el concepto de las relaciones económicas, la base geograf¡ca
sobre la cual éstas se desarrollan y los vestigios realmente transmitidos otros, están incluidos en el concepto de las relaciones econónuc~,"J~ "ba"se g·~ográlicn sobre la cual
de las fases anteriores del desarrollo econ~~co» 5 • éstas se desarrollan y los vestigios, reaJmente transmitidos:,·de las etapils"Jin¡ériófes de! desarrollo
económico que se mantuvieron muchas veces por tradición o por vis inertiat, naturalmente lam·
bi~n en el medio exterior que envuelve esa forma social>; {Marx. Engels, Lt:rrres sur «Le Capital .. ,
Éditions Sociales, 1964, pág. 410). ·
6
$ E. Wagemann (1933, pág. 13) igual que Luclen Brocar_d (Les Cond!rior;s·GénérDie.s d: !'Ac· A. Roíman (1974, pág. 18) escribió: «La realidad espacial es una dimensión en permnnente
Ét:onomique-) por él citado, cOnsideran a los factores ~s1cos y al temtono, como eond¡ooo~~
1¡11¡1¡
estado de reajuste bajo la influencia de la realidad económica y social, que al mismo tiempo ejerce
dores de tos fenómenos fisieos y al territoño, como condiClonadores de los fenómenos ec::onómt· su influencia sobre dicha realidad.~~- Un documento· del Centro de Estudios del Desarrollo de la
cos. André Marcha) dice lo mismo, Op. cit., tomo l, pág. 31. . . Universidad Central de Venezuela, considera como hecho reconocido que .,Ja fÓnnación s:oci.al de
Engels nos lleva a la eoncepeión correcta del lugar geográfico de la -<4Se~nda n~~~aleza.. en la cualquier pafs estaña condicionada en cada momento hist6rlco por Ja herencia histórica, por los
.~ctividl)d
. . . eeonómlca•
. . ' .. '·- . . .a ~tarkenburg del25 de enero de 1894 escnbe lo stgu¡ente: «entre
en Ja...cana .·f3.C!Cre5'-exterrios.y por su espacio físico» (Cendes, -1971, tomo I. pág. 23).

-23- 27
MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFfA NUEVA 155
154
de no ser comprendida enteramente porque «entre la sociología>> Y.la . nó, de la época de la Edad Medía: castillos, catedrales,.vfas... Los mo·
aeograffa la relación no es univoca. El equilibrio espacial de una socte-c· dos de producción ceden el lugar a otros, los momentos de cada modo
dad es la proyección de sus múltiples dimensiones en el espacio concre· se suceden mientras que los objetos sociales por ellos creados siguen
to pero, las restricciones que éste le impone rep~rcuten so?re ~u estruc- · firmes; y muchas veces con una función en la producción.
tura. Además, la geografía humana no es una stmple aphcacrón de las . Así, cuando un nuevo momento -momento del modo de produc-
ciencias sociales, río 'esiá situada ·al lado 'de éstas;·sino que constituye ción- llega a sustituir al que termina, .se encuentra en el mismo lugar
una faceta de sus múltiples-aspectos». de su determinación (espacial) las formas preexistentes a las que se
Manuel Castells (1973, pág. 167) habla de la «Persistencia .9• las for· debe adaptar para poder determinarse.· Desde Juego, puede hablarse
:.)
maJ espacia~lógicas, suscitadas por las ;;structuras s?crales ~~te· del espacio como una condición eficaz y activa de la realización concre-
riores».· Donde Castells utiliza ·«formas ecológicas», prefenmo·s uuhzar ta de los modos de producción y de sus momentos 7 • Los objetos geo· ..;l
una palabra del vocabulario geoiñorfologi1:-o:;-1aéxpresión rugosidad~s. gráficos aparecen en las localizaciones, correspondiendo. a Jos objetivos .J
La ecol()gía trabaja con formas dura.bles o efímeras! naturales y socra- de la producción en un momento dado y, a continuación, por su propia
Jes, es decir, introducidas por el h_ombre. Las rugostdad-:s son: el.es~a­ presencia,' influyen sobre los momentos subsiguiemes de !a produc- :)
cio.construido, el tiempo histórico que se Jransform~ en el ~arsa¡e, m-. ción •. . · · · , ·· . · • · .
corporado al espacio. Las rugosidades nos· ofrecen, mcluso srn una tra· El hombre trabaja sobre su herencia 9• Fq7uerbach eséribe que <da
ducción inmediata, los restos de una división del trabajo internacional, ·suma de las fuerzas productivas, de, los capitales invertidos y de las
manifestad~ localmente. por las, combinacione~ particulares del capital, relaciones sociales encontrados por cada individuo o cada generación es
· las técnicas-y .el trabajo utilizadas. . · · · . · · · ·· ya u~ dato existente» y como tal debe considerarse.
. . Así, ·el espacio, el-espacio-paisaje; es: el testimonro de un moment~
de un modo· de producción, de estas manifestaciones concretas, el tesU· 7
"E:: .:ua:>t.:i;. mo;;h.fliv. ¡., ;unn::l con la que los obje:tuJ. ~CUJrlficOl se di~poncn puede
go ci~ .,m··mom~mo dei mundo. · · imponer algún tipo de sujeción sobre 1~ etapas siguientes del desarrollo- Ct:Onómico. es decir,
' ~ determina. la ~:sc:lla. cicl mcn:ado pan. los productos y servfdos."cl gr1d0 en ~1 qu~ se pu_cdc-·Jo~ra.r
la c;spcclalización dd trnbao y la Ionna con la que cl·:apital se puede emplear" (RcJ;Ourccs lor '
•,J
Futur lnc., V~Jizn for a·Worldwidr Study of Regional DtvtlopmtÍIJ, Wa.,hin¡;1M. 1966, pá:.. 31).
-y esto es o~Para cada generación, Jos medios de tnbajo beredados·dc.la g,cnen.clón prect:dentc.sc con·
)
sin que tales formas El momento' se \'icncn en un punto de partida para las nuevos progresos: es ~sta la base.de la.wntinuidad hbtóri·.
c:a~>- (Kclle. y Ko\·alson, págs. SO·Sl). · · , ' :)
cristaliza en memoria, como diría pág. 34S)·y, repitien·. ·' •El. proceso_ de. la urbanización c:omprencie Ja creación ~e un espacio connroido qu( m~s
do lo dicho por Morgeristern, es ,tomo la .memoria de -un ·presente _ tarde funciona c:o~o un gnm silotcma fabritado po¡: el hombre -una resen·a de rl'c:un:os fijo1- y
.. que fue..': ,. . . . · . · . . . . móviles que puerloen utili'..".f5C en lodas IB5 fase; o~ l:..prod~cción de mereand:~:. ,: ~n l:t (ti$~ fmul
, de cons:umo. Si la ·sociedad desea reproducir su estado aetual. 'estos rccuJSOs se dc_bl!n mamcner y
· , . El espacio. poi lo''tanto · es un testimonio; ~testigua so?re un m~· . renovarse periódi::amente. Asf. un3 ciena·_propotclóQ del produao social·~ d~ht! tol~ar a un
. mentO ·de-Un· mOdo:de ptoduccióñ :po(la· memona del espactO. consrrm. lado, como un ·excedente para la rer.roducdón del m~dio ambiente anificial,. (Oa,id H:tf'\'er. en
do, de,·las cosas fijadas: en el· .paisaje cre.adq. Así el espaCt() es unn O:lppcrt y Rose. 1975, ·pág. 120). .. · _ .
5' ~Así, nos preguntamos sobre la relación histórica ~mire el espacio y la sodc.dad slvbal:
forma .una formad rable,·que no: se. deshace paralelamente al cambiO cómo respondieron las normliS del eipu:cio )'la ocupación cfcctivu dd ccrrltorio a la sucesión y a la
e· os procesos;: aL contrArio, algunos procesos se adaptan _a las formas transformación de Jos modos de producción, cualesquiera que lucran. en el curso de la hb:¡oria, a
preexistentes·mientras que otros.crean nuevas formas para msertarse en los mec:anh;mos defectivos de la sociedad; tenemos tambitn que preguntarnos cuál fue eJ papel del
espacio en el proceso_ social• (Paul Vieille, 1974, pág. 3) .
. ellas. :. , , . · · , · ·_ : · · .. ' Asf, el espacio siempre es una circunstancia lüstórica y unu fOrma JOdaJ que recil'lt ~u significa..
· Los modos de producción se· realizan por medio de los medio: d.e d\1 d:! )O$ procesos ~ocialcs expresados a tra,·és de él. Por la ;manera particular de uniculac:ión de
producción cuya longevidad, sin embargo, sólo se conoc~ a postenon; las in~tancias estructurales constituidas, el C3pacio puede producir, en cambJo. cfcct.ol cspecJficos
sobre los otros dominios de la circunsrancia social• (Casrells, 1971a, •Concluslon•).
no obstante esta duración puede sobrepasar a uno o a vanos momentos el medio no es de hecho una variable jndependiente ni un facror conStante .. Es una variable
<{ . . . .

-del modo de producción. o incluso _-la du;ación total del_ modo ;de pro· que ~e transforma bajo la propia acción de un sist~ma económico y soc.ial, pero en tqPo$los casos, ·.
duccíón -'éste es el caso de las construcc¡nnes c•1ro;>eas, volummosas o es un factor limhati\'O, un conjunto de fuerzas. (M. Oodelier~ 1974; pág.. J2).


; ;·- .-. .. -'

-24-
·., ,_.

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~"' .·. <
156 ; MIL.TON SANTOS

. M. Castells estudió 'eite problema (1971a). Pata éSte<< ... la soCiedad


no se refleja en el espacio, ni se puede situar como"alghiia cosa exterior
. al propio espacio» (pág. 56), sino además « ... el espacio· es una estruc-
tura subordinada, la expresión de la estructura social» (1971, pág. 51, A
·r:.
l;j Questáo UrbaiUZ, 1973). Como la palabra espacio significa mucha~ cosas
.., ;.
diferentes, existe una ambigüedad que tendría que ser resuelta a no ser
que aceptemos una confusión frecuentemente proseguida, y de la que
M. Castells no parece haberse librado, entre el paisaje y el espacio
propiamente dicho. Estas dos realidades están muy lejos de ser sinó-
nimas. _ _ .
Esta ambigüedad nos parece ser, en primer lugar, resultado del olvi- CAPÍTULO XIII
<:7.
do'de la dimensión temporal. W. Isard, por ejemplo, prefiere decir que
.-::·
\~ '
el' espacio es el resUltado'de la superposición de los sistemas soCiales EL ESPACIO COMO INSTANCIA SOCIAL
(Isárd; 1959, pág. 85i Isárd y otros, 1968, pág. 75). Pero el equívoco
viene sobre todo del hecho de que no se intenta distinguir· entre el
· . paisaje j• el espacio propiamente dicho -distinción ·que nos parece · Los que consideran a la sociedad como 1m sjStyiDii"Ql )iD·a estnictnra
..... esencial si queremos llegar a una posición teórica partiendo del análisis
· de los hechos tal y élimo son·. · · ·
(o incluso como una totalidad) cuando intentan deñiiir 'sui argumentos
,.: excluye? al espa~io. En este sentido,' y por múy increíble que- parezca,
Sin una preocupación analltica que permita distinguir en el espacio los teóncos-mapastas son ·una buena compañia de JoS-pensadores «hltr~
. tQtal.~us ~\!<.@I}Dl~S.,Gonstitutiv()S y sin .tener en cuenta la. dimeps\ón eueses». - - .·' ·· ,-·------ ·_· ·· ~
temporal, es muy difícil concebir el espacio tal y como es, mi objeto · .. Pa~sson 'y Sm~Í~~; (i956;·¡;ág. 29S), ~or i::i~,i;·;¡~; ¡;¿,·ponen una di-
real en . evolución permanente. Las relaciones con la sociedad, que tam- vtstón ~el siste;na social en cuatro subsistem.as: el ecotióriiico, ,;¡ políti-

•.: bién está en movimiento permanente, tampoco se podrían conocer 10 • c.o, el mtegrattvo y· el mantenedor· dé' 'los patrones. ''e]'ésincio ·no se
En la medida en que se adopta un punto de .\1sta analítico )' dinámi- w;ne en cue~ta. C,uando, ¡íór o;ro lild~;'il16S ¡oiveni~s ~acia el pensa-
co, se reconoce, con Briceño (1974, págs. 3-4) que el espacio no es mtento mamsta, encontramos dtferenctas ·en el· enuncrado'de la clasifi-
«inocente» ya que sirve a la reproducción social. cación, pero la ausencia de referenCia al 'espacio· es'tanibién, práctica-
,..
mente, general. En stHibro sobié.las·'cuestlones· run'él':hnentales del
marxismo, Ple~ano\<;-quien tanto había eléágerádb'el'pápeJ'de Ji natu-
raleza· en la onentación'de la vidá·s~ciaJ,:!dlstirikUe éiflC(f!iiveles ihdis~
pensabl~s en la definición .de• la sociedad:' 1, ef ·esiirdO 'de ··las fuerzas
productivas; 2, las relaciones económiéas gue 'dichas fuerzas condicio-
nan; 3, el régimen social y polftico asentadb'sobre esa'«l:íase» económi-
-. ca; 4_, la psicolog!a del hombre social; deternúnada eri' párte por la eco-
nonua, en parte por todo el régimen social y polftico edificado sobre
ella; 5, las rdeo/og~as diversas, que dicha psicología refleja». Según Ja-
kubo':'sky ~ue lo ctta (1975, pág, 96), bajo el térnúno psicología social
. Plekhanov mcluye aparentemente <da ,reacción consciente, general, de
l~s hombres de. una época sobre las relaciones sociales bajo las que ....,
VIven» 9u~ so.n tnsep:rrables de la misma. Por esto; Jakubowsky propo-
ne supnmtr ctertos :.nweles der·ésquema"plekliilnovista y dis:ingue sola-
,<""·
....

29
¡
!58 Mll.TON SANTOS POR UJ';;A GEOGRAFíA NUEVA 159
mente tres •regiones>> (ténninos que Althusser y sus discípulos utiliza- ción de la naturaleza, incuae en la misma omisión. Cuando indica el
rán con frécuenda). Esías instancias de la sociedad se limitarían así a procedimiento· para estudiar. la especificidad de las relaciones internas
la siguiente lista: 1, la base económica, determinada por las fuerzas de un n;odo de pr?ducci~n: dad?, su enumeración de los •subconjun-
productivas; 2, el orden político y jurídico que le corresponde; 3, las tos» rep1to; las tres InStanCias: clásrcas, aunque con un vocabulario distin- /
superestructuras ideológicas que culminan el edificio. to: •.relac1one.s técnicas de producción (estructura tecno-económica), .)
Tal construcción es apenas diferente de la ofrecida por otros marxis- relac10~~s soc1a_les. d.e produ.rción (estructura socio-económica). relaci'J-
ta;. .cc•r ejemplo, para Charles Bettelheim (1970, pág. 1445), •el n~s pohtrcas y ¡und1cas (estructura j¡;rídico-polftica) relaciones ideoló-
c.,'ljw,¡::¡ de las relaciones sociales de. producción y de las relaciones grcas Y culturales, etc. Es m¡¡y posible que .el espacio esté cÓmprendido ·.../'
ideológicas)' políticas ·constituye una estructura compleja cuyos ele- en e_ste «etcétera», pero no se dice de forma clara.
mento~ sori: i'ecíprocainente <<causa» y «efecto,, unos de otrosl o más Esta no es, sin duda, la única proposición un tanto diferente de Jo
:ieurosamente, «se sustentan mutuamente>>. No hay referencia alguna n_onnal. .L~ d': Ernesto Colr.en (1973, págs. 13:14) presenta igualmente ·-·
al- espacio. No hay prácticamente diferencias cuando P. L. Cresta c1e~ta on~mahdad. Este sociólogo argentino considera que la estructura
(1973) escribe que <da sociedad está formada por el c0mplejo de las s_ocral ~sta formada por tres sistemas: el de la producción, el de ·¡a estra- .,
estructuras política, legal, económ~ca y productiva>>, Cuando afirma tificación, el d-. la dominaciión. Para este autor cada uno de estos sistc- ,.'

·que ,,, ,-,. la. formacipn ecoiJómica de la ~ociedad -esta expresión ~e. uti- .mas ~e encu~ntra en un proceso continuo de transformación, aunque
liza·aquí·en el,senudo de <da coofor.macrón estructural>>- la constlluyen con r!lmos drferentes y con: diferentes intensidades. Esta asincronía es
también• otras formas:.eco.n.ómicas y sociales subordinadas, además del el resultado del funcionamiento relativamente ..autónomo dé cada siste-
modo de producCión· .dominante, .G. La Grassa. (1972, pág. 107) no , ma )' co~stituye un dato furndamental para la cómprensión de la estruc-
· acepta.explfcitamente al espacio...en su.form.ulación. . . .. tura SOCial». Tal explicaciólli añade un nuevo elemento al entendimiento
.· · Para ·Marta l{arnecker· (1973, pág. 147), la formación social es una de !a evolución social, esto es, el hecho del desarrollo desigual y combi-
. ·estructur~mpl~¡a,c.:ompuesta'·d:~ estruct¡ms· regionales complejas n.aoo de . las estructuras eu movimiento. Exactamente por esro el espa-
(económica,, ideológica, Jurídica, política), y todas ellas articuladas a CIO de?erla, aunque no lo es, rencrse en cuenta en primer Jugar en
partir de la estructura de:las r~laciones de producci?n, También aco~- cualqu1er esquema analítico. ya que ·¡a «estructura espacial>> no evo! u-
. seja la .necesidad de estudiar •cada.' estructura reg1onal en su propra '.)
.ciona al. mismo ritmo, ni en la misma dirección que Jas"C!emás instancias
autonomía ~n relación a las demás y de acuerdo con sus propias carac- de la sociedad. · · :
terísticas>>. ·Pero la lista de las estructuras denominadas regionales in- . . El esquero~ clásico está ran enraizado que hasta el plan de tdbajo
duye, exclusivamente, la economía, la ideológica y la jurídico-política. ~obre _las relacrone.s entre la formación social y· el espacio elaborado por
Como en Jos. casos anteriores, no se hace mención al espacio como una mvesugadores rad1cales no escapa a esta fuerza de inercia. Uno t:!e es-
: . posible instancia social 1• • . ·:" . ··.. . . . . .· • t?s ~squemas (Michelena,julio de1973),felizmente ·mejorado con poste-
· · Incluso·ot~o autor. importante, como A. Córdova (1971) para qUJen nonda~, mantenía la clasificaciún tradicional, en tanto que el espacio
ios modos· de producci??c constit:uyen una forma concreta de modifica- se consrderaba como «Social espacial» o como «histórico social>•. instan-
cias .metodológicas consideradas separadamente, es decir, ambas no
" -----'-" constan en 1~ listaofi_cial de. instancias sociales,•Este enfoque, al igual ,
;,)
..
· ,- · 1 ?ara 'Mait"á HamCCk~r, ·«éri ·cualciuief.-foriDaCión ·social, s_ah·o en un número muy limitado que los antenores, es msufictente, como nos esforzaremos en demostrar
de c:xeepclOnes,-:encontiamOs: l, una utrunu.ra económica compltja, en la qut c:oc:<istcn diversas a continuación.
relaciones de pr.odu¡;:ción. Una de esta! rcladon~ ocupa un Jusar dominante e impone sus leyes de
. funcion¡uniento· aJas O,ras relaciones subordinadas;-2< una CSlrUCII.trtl idro/6gica comp/tja, [ormaCa
por las ten-dericlaS IdeOlógicas 'diversaS. La teridChcia ideológica i:lo~iil~nte;, q~c :;ubordina y ddo~­
ma a las otras tendencias, corresponde por Jo general a la tendenaa ¡deológ¡ca de la clase dom1• ¿UNA ESTRUCl1JRA SOCIAL COMO LAS OTRAS?
nante es decir "a Ja tendencia ideológica propia del polo explorador de la relación de produc:clón
.do~ante; 3, ~na estnJCturfl j_u_ridl_co·pC?lidcfl compleja, 'destint~da a cumplir Ja función de dominio «¿Debemos considerar a la ciudad como una estructura social defi-
.. de Ja.c!~c d~mina~te» (1973, pá~s. 146-147).
:~-· ;: ..
. ,. - -·
_nib)e CO!lJ()ouna derivaciór. de las bases ecol)ómicas de la sociedad (o :le .

3.0 ...· '·e'·

... - ~ - ,. ·e'.;. -26-


POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 161
160 MILTON SANTOS

Jos elementos de la superestructura) por medio de un proceso de t~ans­ hombre es como ]as demás est;uctura; soclales. 'una. e~~~~t~ra subm.Q,i-
·::~.~·nada-subordinante: .Y-· como las ..demás instancias, -el, ,espaCio, aun·g~--··· '"_, ..-
. "fornfáción? ¿O deberíamos verla como una estructura separa~a en mte-
' racción con las otras estructuras?» Esta pregunta la hace Davtd Harvey sometido a la ley de.fa.totalidad;dis one.de cierta auJonomía ue se
(1973, pág. 293), y. Ja respuesta la p.roporciona él mismo:, «debemos n:anifiesta. por medio e leyes propias; ,específicas de: s~ .propia. evo u-
dejar a ún lado este tema ya que servtrá de base a la segunda parte de ,S~ón. .. ... .,,,, ..·'·"·'" . . '·' ... .. ... ,......... .,,
'esta c'ondusiónw. . .· . . .. · Son temas, .todos estos;· que,: empiezan:· ahora a discutirse de forma
:. Sin diferir de su· posición teórica fundamental; podemos aproxjmar sistemática. En un artículo re,ciente,, y, ,v,,J?okhi.shevskiy.(l975), discu-
la posición del problema de D. Harve~ a la de Manuel Castell~ cuando te la .influencia d~ las form~s. esp.acia!e.s,sobre los .pr9cesos sociilles y
ambOs consideran e\ sistema urbano como pna <<estmct!Jra sartal». . justifica en su crítica a los,que piensan!(). contrario'.,_ ...
.~~-
__ ,
De hecho, el espacio no,puede ser más que un.reflejo del modo de
El problema planteado por ambos es, de hecho, mucho más ampho:
,. porque no es el espacio urbano el que se const!tuye en la estruc!J!ra producción actual porque es la memoria de los modos de producción
social. sjno el espacio humano tomado en su comunto. Esto nos obltg~ pasados. Sobrevive,' por sus formas, al paso de los ,modos de produc-
:,. ción o de sus momentos. Esta característica del práctico-in~rte de. San re
a otro ejercicio metodológico y teórico fundamental, el ?e apuntar cual
es -el lugar real que tiene e) e§llado hümano en la saoedad global. ? . ·que se rebela contra.su,creador es.el fundamento. mismo de la eAisten- · ·
· aún mejor;en la formación económica v social. . . ; _., cia del. espacio .~ó.nío ~Stf.uct~r~ sOci~l,. _C_apa~ ·de. aCtPaf::· )' ~eaccionar
· · .. Una primera precaución consiste en no confundtr las .cuahdades .fun- sobre las demás estructuras de la sociedad y sol)re ésta,como un todo.
' · · cionales y las cualidades sistémicas de los fenómenos y de ,lo~. ob¡etos. Las determinaciones sociales no
puede~'iinorar las. condiCiones úpa-
ro:-, ·correspondientes. Por:sus. cualidades funcionales;' el es~ac10, como, ciales conc;retas ¡¡reexjsteQt;S. Un modo de producción.,-n.uel'O o Ull!1J!.e-
cualquier otra estructura social (o nivel de. la socted,¡¡d, st se preftere vp .momento de.un mismo. modo de .pro.ducción no• puede'hácer.Jiil<IP
· ·.· · decir' a~!) :es, ·más; por su estructura que por su forma, un refle¡q,de la - rasa de las condiciones· espaciales RreexiStente·s·:·. :'...,· · ~·. 1 ._ :-..; , ', · · ·
· sociedad globa-i', su diMiinismo es consecuencia de la. ru~tur~ de· la so- ';·!. ,._ ,._

ciedad global y de su consiguiente distribución por el terr~tono. En este ¿UNA ESTRUCfURASUBORDJNADA?


caso ·también, el espacio se consideraría un. hecho. soctal, ya que se -- ' '' . .- . ·-' ':' -. ,. i ~ :' '. i -: • : ' ! . -' . ~' ' ' ' . "• - • '

. ~1 espacio no deoende exclusiyamedte Ae la es.tnú·tpfa eco.tióm.ica

impon~~a~to!d~a!l\a¡g¡e~nt~e;.~P¡er~o~,~~~~~iji~~~~~~~;;;
f:". como algunos suelen imaginar. . .... , . ·. . ·, .
·.·· to- . . Cuando se pretende subordinar.lo espaFial a.lo éconót;lico, la pri·
.· davía mera pregunta que se plantea es .la siguiente; ¿puede la econQIDia.iun-
~··

1 · . ¿Basta .con. esto, . _ para


como una estruétura de la sociedad en pie de
espacio
con las demás
cionár sin u:ia base geográfica.? La respuesta es·na·turalmente no. in el u- ·
so si se toma la palabra geográfico. en su:aFep,dón más, equivoca, como
estructuras sociales? Podríamos contestar que el espacio es sencillamen- un s~nónimo .de.condició~.-nat~raL,,Lo' ci~~i_o e_~ 1 .. sin:_erDbar:·go, que mu-
te un hecho social, un fenómeno concreto que se impone a .todos los chos economistas. y muchos :otros. cieniffiécis sociales solamente hablan
miembros de la sociedad, sin imponerse ,a la sociedad en sí m1sma. del espacio con esta acepción estrecha y er'rpnea: · ··
Nuestro primer interés es, por Jo tanto, el de p:eguntarnos cuále~ · ¿Un ejempo? Fran!<Qis Ricci (1974, pág .. 131) en su ensayo tan elo-
son Jas caracterlsticas que definen. una estructura soctal, y comprobar ~' giable por otras muchas razones afirma que <<la elaboración científica
dichos atributos se reconocen en el espacio. Si la respuesta es afirmati- de la economía no separa ni clasifica Jos datos naturales sobre los que
va, entonces no hay por qué dudar y se debe incluir al espacio en la se construye la .. actividad económica>>. Este autor marxista cae en la
lisia de las estructuras sociales. · · · .. . . . .trampa representada por una definición sesgada de lo «geográfico» y
0 bien, el espacio como las det;tás instancias s?etales, ttende a re-
,producirse, una reproducción amphada,, que acent~a sus t~azos ya do.- 2
rninantes. La estructura espacial, es dectr, el espaciO omamzado .por el A propósíro del espacial actuando sobre social, ver también Mát1in·:Boddy-,·19J6.

-27- 31
i-

162 M!LTON SANTOS POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 163


nos conduce a una concepción dualista ce las relaciones entre el hom· .su História e Consciéncia de Classe, recuerda que la tesis de la domina· .)
bre productor (la actividad ecoilómit:a}y la· naturaleza (Jos datos natu· ción no demuestra sino que más. bien choca con la noción de la totali·
· ..)
raJes). Como propósito declarado tiene el de explicar a Marx a través dad. Para Lukács, la categoría de la totalidad, herencia dejada a Marx
de la exégesis de la estrucrura. lógica del Capital, pero Jleva a sus lecto· por Hegel, consagra <-la dominación determinante en todos los sentí·
res a renegar del propio Marx. · dos, del todo ~obre las partes» y constituye la esencia del método utili·
Lo económico se presenta como una realidad social compleja por- zado por Marx como «fundamento de una· ciencia totalmente nueva».
que se trata de un campo particular de actividad orientada hacia la Dentro de este pensamiento, la primacía corresponde a la totalidad .j
producción, repartición y el consumo de-objetos materiales pero pre· como estructura, que está por encimá de sus subestructuras y fundamcn· ..-
scnta, al mismo tiempo, un aspecto particular de todas las actividades ta, en· el trempo, la sucesión de las diferentes categorías especificas.
no económicas por Jos mecanismos de esta producción, de repartición y ~a posición de A. Córdova (1971, pág. 154) parece ser esencialmen-
de consumo. En su propio nivel, «no detenta la totalidad de su sentido, te d1ferénte de la de Louis Althusser, con cuya interpretación no está
ni de su finalidad, sino simplemente una parte», nos recuerda M. Go· de acuerdo en diversos aspectos, aunque admite al igual que Althusser
delier (1974, pág. 31) 3• el carácter de dominación <<en última instancia» de la estructura social.
T¡mpQfQ__$e puede deducir de la in{r,MSctructura ecopómjca 1M otras Lo que Córdova entroniza como f.Structura dominante es la estructura
es_¡r.ucturas de la sociedad, según la opii:lión de Martha Harnecker, para socio-económica, algo diferente ·de la estructura económica row co1m."
quien <da estructura económica no produce automáticamente nada» Según éste, esta estructura socio-económi<;a introducirla <<Un orden es-
(1973, pág. 147). pecífico en la articulación de los diversos planos estructurales v en sus .)
Marx tal vez haya sido, involuntariamente, responsable en parte de relaciones mutuas», pero Córdova quiere dejar en claro que. <<cada uno
esta interpretación economicista de las relaciones sociales. En una carta de estos planos goza de cierta autonomfa relativa en su movimiento ••. ¡
•. ..1
de Engels dirigida a J. Bloch (21-22 de septiembre de 1890) se lee: «A hí_stórico y, del mismo modo, de una capacidad relativa para influir en
Marx y a mf mismo >e nos debe atribuir, parcialmente, la res¡;un>•ilili· otros..plano:.: ir1cfu:.o en la estn.t.ctura dominat::c:;, ·
dad de que los jovenes a veces den más importancia de la debida al Cuando Manuel Castells escribe gue el espacio es <<Una estructura
aspecto económico. Delante de nuestros adversarios, se hizo preciso subordinada», lo mejor es guardar la idea ds aue nin2un¡¡ re!aci.Qn.día-
resaltar el principio esencial que ellos negaban, pero después no hemos léctjca puede exclujr de la acción a uno de sus cnmpo.nwes. De ;;t·e
hallado n,i el tiempo ni el lugar, ni la ocasión, para dar el valor justo a modo, evitamos el imaginar que puede haber estructuras cuvo movi-
los otros factores que participan de la «acción reciproca•. miento subordinado se debe exclusivamente a las determinaciones eco-
En el fondo de su pensamiento,_incluso, Marx daba la primacía a la , nómicas> r '
1

totalidad. lo al!e aparece claramente en su famosa úttroduci:ión de 1857. . El espacio organizado nUD.f.\LliY.e..!iu21W.il~~~-~-c~ulQ.WlJLC~t;·uol\l·
t-:o hay duda de que, como Althusser hace Uunio de 1965, pág. 9), se .ra- sociai ·que d.<Oilí:D~~.Q)JWW!t~LQ.e_l.-:L ~~~!!J.ii.Ulia. Si hubiese ¡.nu;JL•
puede citar al fundador del marxismo para. llegar a la conclusión de que ocurrir en situaciones del pasado, en nuestros días es muv evidente que
soxist~_una estructura dominante (structure a dominante)., responsable -o_tras· influencias in~erfieren en las modificaciones de la estructura cspa- --~
de lurtjculación entre las partes y del orden en el todp '. Lukács, en Cl_al. El dmo polftiep; por ejemplo, presenta un papel principal. Un
e¡emplo: cuando el Estado toma la decisión de reordenar el territorio '""
·:¡;t

para asegurarse mejor su soberanía. Las preocupaCiones· por la se2uri·


3 Hace poco M. Oodelier se levantó contra estn concepción de 01.. •• una teoría económica
dad, que constituyen una doctrina, se encuadran en esta misma di;ñen· .)
..reductora", es decir, que reduce, como lo hace el materialismo \"Ulgar. todas la5 estructuras no
económíctl$ a apenas un epifcn6mmo si~ mayor impOrtancia, en la infr:s-esuuctura material de la~ sión. for motivos que el ~esto de_ la sociedad civil no está en condicio-
sociedades; y por otro lado, todas laSJ.eorfas sociológica~ empiris'u qur, de ac:ucrdo con el caso.
reducen toda la sociedad a ser el resultado de la religión, la polftica o el p3lentesco~t (M. Gode~
,,
...;_1
lier, 1974, pég• 35). que na~e~ ~a tecoolog:fa, la dcnc:la, la filosofia, la rcll.sióp "y las anu, la ec:onomfa dcsem})(f.aa un
" Si la economf3 es •Un a~pecto primordial de las refac:iones entre el hombre y la naturaleza,., papel deCISIV~¡ p;ro no es la llniea fuerza propulsora, junto 1 la que ·todo es epiftnómcno,.. No es
dice Garau.~y..(19?0. p:ie ;.¡;, eilicié-o inglesa): «en 1a totalidad de las relaciones orgánicas de las ·_verdad. que:., ap2fte de la economfa, IOdo sea eRiíenómeno.
-·····: -.. •... ' . - . .. . . ' . . • ..... \
. ··'·

32
-28_;
"''
...
lfl/
164 MILTON SANTOS
POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 165 .
nes de discutir, los órganos de seguridad de un Estado yueden solic!tar
o incluso exigir ·del gcib'lerno el poblamiento de las reg1ones fronter~zas EI ex~men de la c~yuntura espacial;. ya se~ en la.dudad ya sea en
o.tra ftacctón d<}hespacJO total, no~ .P<;nnitirá llegar a: las mismas conclu-
¡.ti>-.
:,,¡-
o la construcción de carreteras, puertos y aeropuertos que.se cons¡de-
ren estratégicos. Veamos un caso en concreto, ¿qué se puede pe~sar SIOnes. ·El papel activo del. es'pacio en la .evo.lución social•es indu.dable.
del poblamiento de la Amazonía ~~r los países ':~ist~ntes en .su veruen· Se puede·repetir· con Paul Vieille (197{piíg.· 30): «·cuando se conside-
te de aguas, sino que es un caso tlptco de la pobtica mternac~onal ~uge· r~n los. procesos .~conómis.os y sociales, el espacio es, de. hecho; una
rido por las realidades· de nues.tro tiempo? En todas.es:as htpótes1s, lo dtmensJOn .de los mecá~isnio~ .de.transforrnación, d~Iaj)ráctica de los
-:r::· que también se hace es cre~r mstrumento.s de producc1ó~, aunque no grupos soctales, de sus ·relact.one:; contribU~·e .á prpduc¡~; reproducir,
''·' transformar los· modos de producción. El espado Os asC'uria_dimensión
exista una relación voluntana con la neceSidad de productr. Pero to~os · a~tiva en el deve!'ir de l~(spc;(edad~s,. " ·o ; : - .' ~ • ;' ; ; · •
estos recursos tendrán que ejercer, de inmediato. o e~el futuro, .funcJO·
nes en el proceso productivo. Mientras tanto, antes mcluso de que este . • Por todo esto! ¿tenem'os derecho úfirmar.gue el esoáciodesempe-
}<capital durmiente» (Santos, 1975) de~empeñe. un papel ?e relevo en el
. ·na u~ papel propto, muy espeéífi'co; exclUsivo en
·esta l'U.Y.t8.ciQp?
.proceso productivo, el proceso espactal propiamente ~tcho ya ha co- St en cada transfo;mación producida 'en el conjunto Q~.J.!IU.~JJlciO·
menzado. Si se modifica la distribución total de lo~ mstrumento.s de nes sociales, el esp~cio .acampanase lo~ sembios gue s,<;_p.r_oQ.1,1'-e.PJn
producción, también hay que modificar las relaciones .entre las fuerzas . otras estruc.turas. ~octal~,U!_!e adaptase t,m;n~Qi.ª!a_t.n_g.\l.t~.;ª_la~ necesi<;!a-
productivas y las relaciones de producción en el espacto total. des de funct~nam~ent? óp~mo, sólo gesempenatia un Raj?el pasiv,e. Sin
et:'l.~.":T.8.'2,, la mercta dmámica de la gue el espació está dotado le asee:u-
ra,aante todo, la tendencia a reproducir la estructura global gu~"iegi_o
on ~n .. al t1 . e...se-Impone_a_esta_te.prorluccióri...sbci.aL..c.on._una
LA ESPECIF!CIDAD DEL ESPACIO
med1aC1ón mdts ensable ue a veces altera el objetivo. inicial o le impri·
me una orientación particular 5• . . · ·
• Sí •despaCio orkanitad<fes tambi6n uria ·ferma·.
. vo de.la interacción de las múlti les v ri s a'
;" ... :ELpaa~l: es,p~.dfrco.: del respac$o ·como·, estructll ra~ ¡ie· ·¡ ,.¡ ·sociedad pro~
cede, entre otras razo.nes, del hecho de que las formas geggmfu;¡¡s_sw
[ ·inercia se puede decir que es djnámica; Po inercia dinámica ntende-
inos que las formas son tanto. un resultad:º co?'o nn? copdjción para lo: durables. y, por eso. m1smo, por la.s téc?ic~s 9u~ Ias e~c,rnan y a las que
\ procesos. La estructura espactal no es pastva smo acttva, aunque su .~uro-
dan cuerpo, es dectr, por su prop¡a extstencta se rev1sten de una finali-
nomla sea relativa, como ocurre con las restantes estructuras .soctales. dad que en principio estaba ligada,. en regla', al modo de producción
prec.edente o a uno de sus momentos.Asimismo, el espado como forma
Esta inercia activa o dinámica se manifiesta de forma pohvalente:
........ no tt~ne;en modo .alguno, u~ p~pel fantasmagórico·ya"tjúé los objetos
por medio de 1?- .. ~tracción que las grandes c~udades ei7rcen sobre la espaciales son reavl\'ados penódtcamente por el·movimiento social
man.o de obra potencial, a tra\•és de la atracctón de capaal, _P?r la s~­
Se puede'decir de las formas en general que se metamorfosean en
per·abundancia de servicios, de infra-estructu:as, cuya reparti~tón des1·
otras forma~ cuando el contenido cambia o cuando cambia el propósito
gua! funciona como un elemento que mannene las tendencias here-
que les hab1a dado ongen; Con la forma· espacial'la ·cuestión es dife-
dadas.
rente. Se puede a~adir otr.a ~oÍ'ma· nuevá, ·se la j:m~de adaptar, incluso
Al analizar .el caso de Venecia, G. Ferrari (1974, pág. 85) consideró
se la puede destrUir y sustttuJrla totalmente. Pero en este último caso
el espacio como soporte del modelo de des·~.rróllo;· como ~n ~roduct.or ya no será más la misma fofma. · · · ·- '
de rentas y como condición para que el mercado de trabaJO dtferenc¡a-
do se mantenga. De este modo, el.§.~io ostell!.ll.J!!l...QM~l.l~md.am~­
tal en la estructuración soc.i.'!!. ..Y~ .,qu~_c,olaj)ora ..e!!..~a-~p.r~d!'c9.Ó.!U:l.e
"~ o~r.a. ternlina~a pu7de, por lo tanto, aprenderse bajo un doble registro: el de su unidad
5

las relacioñes s0ci.á1es~· PÓr eso Calabi e Indovina (1973, pág. 18) afir· •
Jnter_n~~mtenonzada, ~ntdad 1manente al proyecto-plano, es decir, la unidad de la concepción
-iñan cíue·;;¡.orgañización del territorio n_o es solament~ u,na variable

prevmó~; el de su Untdad externa-imanendz:ada, que es la unidad de la realización y Ja Unidad0
mo~olfnca, de la obra acabada, a saber, el orden de construcción que se revela en el orden de ¡
sino, hasta cierto punto, un dato del propto proceso capttahsta>>. ¿j. ;e~h.zado» (Gtisc;mi y ~aggioni, 1975, pág. 898). 0
1 'r;·: . :-;:_-. .

-29-
33
;. ...,;t

166 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFÍA NUEVA 167


Las formas espaciales se resisten al cambio social y una de las razo- bano total, no se puede evaluar aisladamente una calle asfaltada, otra
nes de esto es que ellas también son materia. El sistemaj\lrldico tam- blanqueada, y otra carente de cualquier tipo de obras públicas. Todas :.l
oién se resiste a los cambios. Según G. Lukács (1960, pág. 125) «el son, donde se encuentren, una manifestación local, aúnqu~·lniegra, del
sistema jurídico se impone a los acontecimientos particulares de la vida 1
desarrollo desigual y combinado de la sociedad; y ésta, la sociedad to-
social siempre como algo determinado, exactamente fijado y, por tan- ' tal, constituye el único patrón de valoración y de valor. ...•
to, como un sistema inmóvil» . .Sus fonnas,.sin 'embargo, aunque conge- 1.
ladas, no son materiales, ni están fijas, como las formas geográficas 6 • 1
El espacio, por otro lado, nunca es un producto terminado. ni fijo,
ni c9ng,ela® para siempre, Pero uno de sus elementos y no se trata
! EL ESPACIO COMO HISTORIA Y ESTRUCTURA

dt un elemento siri iffibortanda -- está-fijo en el suelo 7. Las formas Tenemos: pues. mucho interés por revivir aquí la discusión amigun
espaciales creadas por una generación o heredadas de las procedentes, aunque apastoname que enfrenta las nociones de historia y de Jóuica (o
se caracterizan por él hecho de· que; como fonita material, no disponen est;uctura), cuando se con~ideran las cosas que existen. El cnfoq~c ilis- ·.)
de una 'aiúónoniía 'de' cotiípoftamiento, áunque· tienen una autonomía tónco supone que se camma del pasado hacia el presente, lo que se i.\
·· ..'
de existeáciá. Esto les asegura una manera original y particular de en· muestra ante nuestros ojos, en interacción y funcionamiento. El enfo.
trar en 'relación con los otros datos de la..Y.i.d.UQJ;ial. Esto también que estructural interesa por las proporciones entre las variabl~s que dan
recibe otro.nombre: las propiedades de una cosa. Para Hegel, en las como resultado una situación como ella y le permite hablar de su es·
Ciencias de la Lógica (romo I, libro II) «toda cosa tiene propiedades; tructura actual. El debate que se establece se basa en la oposición entre
estas son ante todo sus relaciones con otras cosas ( ... )pero seguramen- e:tos dos enfoques que nos llevar!an a caminos diferentes y a resultados
te la propia cosa( ... ) tiene la propiedad de provocar este o aquel efecto dtverso~. Pero, cuando el espacio se somete a tal discusión, se llega a la
en otra cosa y de exteriorizarse, en sus relaciones, de una manera ori· conclusión de que !a estructura espacia! es también el P-JI:illQQ..J:P.Sl
~in::!.h> 8 ~ presente. Funciona según las leyes actuales, pero el pasl!do ,está preun-
. ..~ El espacio, sobre. todo en nuestros días;' aparece como una unidad te. Ad~má.s, el es~act.o en el presente es también futuro;. por el hcch()
comoacta, Jo 'que es la base para su:especifiCidad como producto. Sur· de la fmaltdad atnbutda a las cosas construidas, al espacio producid''·
. oe, por lo ianto.; i:pmo un producto dotado deindivisibilidad, ya que las desde el momento en que ocupan un lugar en un punto cualquieru de 1:1
· [¡,fra:estructurá.S, 'pór su propiá' mituraléza; no son discontinuas. superficie de la Tierra. Se dice con Sartre (1960, págs. 250-251) ....... la
.. A. propósito de , las vías férreas y de las grandes ·construcciones, praxis inscrita en el instrumento por el trabajo anterior ddine a priori
• Marx ·di]p eh Captllilo bitdiiÓ ·ao Capitál' (edición francesa, pág. 116) las conductas, dibuja en su rigidez pasiva una especie de cambio m.:cá-
'«qué s(pi'esentah como un producto· único; ya que no aceptan división nico .qu.e lleva a una división del trabajo.Al'igual,qué la materia hace de
métri:ca». Eti otras pal~brás, ninguna ;>~edida se puede. aplicar con valí· medtac16n entre los hombres, cad~ hombre es mediación l'ntrl! !a l"Pt~:i~
dez. .a. ai~n'a
___, .... ,-.
de sus . fracCiones.
. . ·... De'
.- ra misma
.
forma,- dentro del espacio ur- ?'aterializada, y la propia d.ispersión se ordena según una cspe~io de
¡crarquí? que reproduce, ba¡o una forma de orden humano o sociul, la
ordenactón particular que el trabajo anterior había impuc~to sob·e In
. ' materialidad».
f. Para Durkheim (1895, 1962, pág. 12) <01:una regla jud'dica es una ordenación tan pcnnancnte
como un tipo _de arquit.c~ra y_la_reglamcntaci~n que suscita es un hecho «fisiológico•.
! A través del espacio, la historia se vuelve, ella misma. en esrrucmra,
': Mana·:·Hatoecke'r :(1-973, lpág. -115) escribe .que ocia do'minación de. UP tipo determinado de
relaciones de producción no hace desaparecer, automátie:tmcnte, a las otras relaciones de produc- .está estructurada en formas. Y estas formas ' como formas-contenido..
ción: éstas pueden seguir existiendo 1 a~mque mo~iñeadas y subordinadas a las relaciones de pro· . mfluyen en el curso de la historia ya que participan en l:t dialéctica
ducción domlnat1lCSll, - · ··~· ' ~loba! de la sociedad. La cuestión que tantos han planteado explícita o
s ~En filosofia, la palabra propiedad tiene dos sentidos. Lls propiedades de un objeto dado
aparecen en primer lugar, en su relación con las otras. Pero su definición no se limita a esto. ¿Por .tmpl!citamente sobre si el espacio es, a la vez. un soporte y un factor,
qué tal cosa !1-Patece en sus relaciones de una manera diferente a otra? Sencillamente porque C$ta empteza a dar algunas respuestas. El espacio sería exclusivamente un
otra cosa es en sf misma diferente de la primera .. (Plekhn!nov, 1967, pág. 72). soporte si se pudiese deCir, como en la ironía de Novakc (1969, 1973)
1

34
-30...;
168 MILTON SANTOS

que algo puede existir «en un momento dado». ¿Pero este algo estaría ;':

•fuera del flujo del tiempo>>? A esta pregunta ¡¡qs,cqntestamos: hacer,


es decir, ser un factor, significa que se es el objeto'o el Sl!jeto de un
proceso. La falabra proceso es, en sí misma otro nombre para el tiem-
po que pasa . . ·
Estructura social como las demás instancias de la sociedad, el espa-
cio dispone también de un cierto número de característiCas particulares
que le hacen algo diferente del conjunto de las instancias sociales.
Según Henri Lefebvre (1974, págs. 88-89), •el espacio (social) no es
· · uria .tosa entre las cosas, un producto cualquiera entre otros .productos;
··f"·
,., · ··en\;udVe á laS cOsas producidas, y comprende. sus relaciones y ·sUs exis~
tencia y simultaneidad: orden (relativo) o desorden (relativo). Es el
resultado de una serie, de un conjunto de operaciones, y no se puede
· ' reducir a un simple objeto. Así, no tiene nada de ficción, de irrealidad o
,, de •idealidad» comparable a la de un signo, una Ú:presentación, de una
idea, de un sueño. El efecto de las acciones pasadas permite acciones, .• :7[''-

como se sugiere en las pruebas.»


Ésta es, en definitiva su di erencia es e ., es. decir, lo que por
un a o. le a una situación particular dentro del sistema social y asegu-
ra la autonomía (relativa) de su ¡¡rQpjo desarrpllo.Y~ por oiro 1~.9.9....~ . ,_,.
· ayuda a reconocer en un mome11to-dado la especificidad de su pro¡¡ja
J existencia bíUórica. Exactamente es esto lo que Kusmin (1974, pág. 73)
denominó «lógica específica de cosa específica». ,
:.\ ,.

·, ·'

'1 •··· la oposición entre la estitica y la dinámica sociales» (...) impide la comprens.ión de lo
que es una cestruttura social• con sus cadencias variadas de estructuración, de des·estructuradón,
de re-estrucrurac:ión, de inversión total de las estructuras» (G. Gurvitch, 1968, pág. 407).

~- .. -31..:. 35
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CAPíTULO >;v

EL Ési:!~cro
• t '.' • •• -
TorAC i:le.l'iuEsTRo.:i'SfA.s,. '
• ; •• '··- -. -· - ' •

1_:;>,'.
, ,_ ·fc·j_ '(- .-: ·,
·.-'. .,--, :.... - Todos los intentos P.ar~. exp!ícar e) espaf'io ígnoian:m,;prácÍiGamen te
.. ,, · el problemá cláve dé s~1 P,r~ducciqn,, '?ie,noo ..la gr:,an ,e,;0c;p~i.ó,ri H. Le-
febvre (1973}. Por .esté) 'Ia pro.pia, pri\ctica de.Ja,p'ro9ucciól1 ,es funda-
merila.l párá elproces6°de prodÚcciÓri 'i!ei ci::níochn)en'(;) .~liman o)' "' ..
los conceptos más ~undamemal~s y. más abstrac,to~ ,se',.()rigínan den;,rq .
dé'!
cÓntexio 'de! pi'oteso
dé traba),;;; con1o diée B!'laF~gar~assa (1965,
págs.· 88'111) .. · · · .. . ... ·... ·· • . . ... ,
El parale1isin6 entre, ¡:ior un lado, la créación de .los medios de
producción, el proceso productíy,a subsiguiente, y .por otroiado .la pro-
ducción y transformación del 'espacio hace que el método sea aplicado
· prioritariamente a la geografía. , · ,.. · , .

.' ' ~ ·¡ ~ • ,~ ': .


LÁ PRODUCCIÓN y á ESPAÓO.
_.,¡_ i '- ,--. ,.···. . • . " : i- , , --~!

· La. naturaleza siempre tiú; l'a~cldpéns~ (¡¿{.6o\Db~~;·,i~~~dso cuando


éste se hallaba en su fase pre-soCial. Pero para que' el aniriúil hombre se
convierta en el hombre social es indispensable que pase a ser además el
centro de la naturaleza, Lo que se consigue mediante el uso consciente
de los instrumentos de trabai~· En ese momento, ia naturaleza deja de
ordenar las acciones de los hombres y la actividad social empieza a ser
UO'a simbiosis entre el trabajo del hqmbre y una naturaleza cada vez
más modificada por ese mismo trabajo. Esta fase de la historia no po-
dría haberse realizado si no existiera un mínimo de organización social
y sin una.organización paralela del espacio.

-33- 37
178 MlLTON SANTOS POR UNA GEOGRAFIA NUEVA 179
••
Nuestro enfoque se basa fundamentalmente en el hecho de que el
espacio humano, tal como es, se reconoce en cualquier p~ríodo hi~tóri­
Así resulta que al tiempo que el homo faber se transforma en homo
s~pie':', un val?r particular se. atribuye al tiempo y se impone una orga- ••
co corno el resultad.o...de.la--J*-odtleei6n. El acto d~g9JJC!r es astm1smQ
un actfl de producir espacio. La promoción del hombre animal al hom-
bre social se da cuando éste comienza a producir. Producir significa
mz_ación espec¡fica del espacio, es decir, un arreglo particular de Jos
ob¡etos por los que el hombre transforma a la Naturaleza.
La producción y la producción del espacio son dos actos insepara- ••
sacar de la naturaleza los elementos indispensables para la reproduc-
ción de la vida. La producción, pues, es un intermediario entre el hom-
1_ -bre :y la·-n~~uraleza,,_,pQf mec:Iio d_e las_,téJDiFa& y de.Jps jpst?m~nto" de.
bles. Por la producción el hombre modifica a la Naturaleza Pri!.'{lga, la
naturaleza bruta, la naturaleza natutal, socializando, de esta forma, lo
que Teiihard de Chaidin denomina el «ecosistema salvaje». De esta

t!l3
i, tw.~~i9 im~entado~. p~ra el \'jerci~io de ,di~~~ mediac~ón,. ·. ,
:. ... El hombre comie¡rz:a, a, pn?¡jucb;. c\)ando, por pnmera vez, traba¡a
.. . .... ' forma se crea el.~~pacio como Natur,aleza Segunda, la naturaleza trans-
formada, naturaleza social o socializada, El acto de producir es, a la
®
.. · junto cmi; otros h()m);>~es: en l!f!·Jégimel)-_de IO()<?p~ra~ión, es d~ci:, en vez, un acto de producción espacial.
.. socieda<J,·para logtarJ 0 s,pbjet[vos ,9u,e,han <:QpcebJ?o con ant~r!?nd~d, . Lo que se crea con la vida no puede estar muerto o estar inmóvil.. '".'

·. -antes incluso; de .empeza!' _,a. traba¡ar. L~. producción e~ la utlhzacJón Las formas de producir cámbian; las relaCiones entre el hombre y la
coi1sciente ,de los instrumentos de .\rabajocon u'n objetivo definido, es· naturaleza cambian; la distribución de los objetos creados por el ho:n:
. decir, el objetivo de alcanzar un. resu)tado preestablecido. · bre para producir )' de esta forma reproducir' su propia vida también
• . Ninguna producción,· por más simple que sea, puede llevarse a ca~o pueden cambiar'. Basta g.ue.una.nueva.planta.sea cultiYada e incorpora-
:·.·
si no se-disponen de. medios de trabajo, sin una vida en socieda?, sm da a la producción para que se imponga un nuevo orden sobre el tiem-
·una -división del trabajo. A partir de .esta primera organización social, el po; Y esto impone al mismo tiempo lugares nuevos,:es decil', una nueva '' ~

hombre· se ·ye obligado, a proseguir para siempre una vida en común, organización del espacio. El animal que se· añade al trabajo contribuye
una 'existencia organizada y «planiJ;icada». , , , . . · .. a que se modifique el distanciamiento: se impone a la vida de todos
· Por'Sus -propios ritmos; y fouuas,.la,p;u\iucción imp?ne f•Jr~na_; y :otro ritm.c, y e~ gru¡:.v poste d.:sdc. c..;c: momento. una n:.:evc medida del
. ritmos a·la-,~da,Ya las actividades de los hombres, unos ntmc:s d1an~s, tiempo. Cuando este tiempo social cambja, el espacio..tam.bién.,cambia.
Los: campos pueden extenderse, como se puede ampliar la· fracción de ,-_
., · •estacionales;· anuales, ·por el sirnpl.e .hecho de. queJa producctón· es m-
. ' dispensable' para )a• supervivencia .del grupo: Es~a nueva dis~ipl_in~ que tiempo dedicada al reposo, a las distracciones y' las fiestas. .
. el hombré·hasta'ese:momento no.conoce,-tmphcaun uso dtsctpltnado . Por último, una nueva técnica $e puede descubrir, apli~able al tra-
·del tiempo·y·del espacio: ., , •:.· de,.·. , -~ '· ,, • · .. ··. bajo de preparación de la tierra, al almacenamiento o incluso a los
Tales·ritmos de vida y de actividad son, también, creadores de pr;ls- actos más simples de la vida cotidiana, como es la cocina. Esto es lo
ticas colectivas con •tendencia a repetirse: las horas consagradas al _na- que, en nuestros días y a veces sin la precisión debida, denm;ninamos
bajo y las destinadas al descanso; Jos ritmos propios de la pro~ucc~on: autrierito de la productividad. De esta forma el hombre aumenta el ren-
· la fase de-preparación-de la tierra; las époc~s de sementera, la hmp•~za dimiento de su trabajo, reduciendo paralelamente el rjcmpo dedicado
-de Jos'éarilpos, las cosechas, .el almacenamiento; los momentos de~¡ca­ almismo. · ·
,dos al inibajo común de edificar, construir las casas y los d~pós•.to_s, Por esto, cada vez que el uso social del tjempo cambia, la organiza-
éonstiuir<)lirréglar los caminos y también para levantar los eqmpam•en- ción del espacio también cambia. Toda técnica nueva es revolucionaria
tós y' las 'infraestructuras. ." : : , . . . er relación al dominio del espacio por el hombre. Bukhárin (1972, pági-
: cádá..acti.v.ida.d..tieue..Jlll.h¡gar_p¡QpjJU~.!llJ>.S>-l' un lug¡y:_piQ219.. na 132) escribió que «SÍ la técnica es una cantidad que varfa .y si, precisa-
, en. el ~~do. Este' orden espac;:io-temporal no ~s aleatorio, s~no el re- mente, sus variaciones provocan cambios en las relaciones entre la so-
sultado _de las necesidades prop1as de la producctón. Esto exphc.a el que ciedad y la naturaleza, entonces el punto de. partida para. el, análisis de
el 'usQ_de{tjempo y ·del espacio no se Ugve a cabo jamás de la mism.-ª los cambios sociales debe buscarse a través de la técnica».
manera según los períodos históricos y según los lugares, y que camb•e Desde una fase de la producción a otra, de un dominio del tiempo a
ie•ualm~nte con los .
tipos
.
de producción.
-. - . . '
·'
otro, de una organización del espacio . ·a otra, el .hombre está cada día .v
.

·'
··, ....
38 ··," , .... ' ; ,, .. -34- '
(!"•
.,. 180 MILTON SANTO!> ·. . ~' ,-: -..
181
constantemente escribiendo su Historia, q~e al mismo tiempo es la his- geográficos, una organización ·del espacio difer~!lte ct~''la que antes
toria del trabajo productivo y la historia del espacio. Se traía; al princi- existía.

•: pio, de la historia de un grupo aislado, de un puñado de hombres y de Cuan\l!u~.KuP-eJaJ?.Jas_uleJa_.p_urá..s.P.bs.isteilci.a;·..sf.JJ.a.¡;e..necesario
un pedazo de la Naturaleza mediatizado por las técnicas que el propio camll}.at.~excedentes_de.cada..grupo. Pero este tipo primitivo de co-
grupo inventó para asegurarse .la supervivencia. merciO .no ti:neyoder para., cambiar la estructura de los grupos aisla-
. En la aurora de Jos tiempo.s sociales, existían tantas formas de orde- d~s. ~1entras los ?ienes produCidos y la forma de producirlos conti-
nar el Tiempo y la Naturaleza como grupos humanos existían, es decir, nuen ste~do los mismos, la organización interna del,grupp seguirá in-
había un número igual de geografías particulares. En los coniienzos de tact.a, asi·como .la forma en ,que se diri~é .el tiempp_y'e) espacio. es
·, .la Historia había millares y millares de geografías. Pero' aquel tiempo d~CIT.l? forma p~rticu!ar en qq¡¡ cada gnipo valora, él iiempo y el ~sra­
pasó. .· . · '· ·. . . . . . CIO, atr.tbuy~ndole, a_ ~mp,os ,~l_tierilpo_ Y.ef ~sp~éi"o-~._U_~'a'-9rlránización
-.. Ahora, el problema radica en saber cómo los grupos humanos, al específica. · . · -·_ · ··- ·- '·-. , · ,_.' ·- '" .· ~>· .- · ·
cambiar y alterar sus relaciones con la naturaleza, cambian igualmente Dicho comer_sf.9 es el ~imple t~uequé, elintercinnbi~;'(::uandoel co-
la Historia; otro problema es eide localizar además Ia.s respectivas y mercio se haga especulativo, t¡ÍdQ ·cá¡nbiará . .Eri hi,fase' ele! rru.o4'u.e.
múltiples cadenas de causa y efecto. · . ·. . · cada parte c~mbiá. _el mismo tiempo de. trabajo, au:nq'ue representado
·Las causas motoras de. las transformaciones son numerosas. Aqúí no por. una cantidad ~tferente de bienes, cuyo valor sedisc~te, ya que no
·.pretendemos presentar.unalista exhaustiva, ni tampoco hacer un:aclasi- se ttene forma de Imponerle aJ Otro un precio fijadO de antemano.
ficación aleatoria. Nos limitamos a considerar, como hipótesis de tra- El comerci<?,.especulador introdujo una nueva escala de ya lores. El
bajo, un dato cuya universalidad le asegura la condición de generalidad valor _de los bienes que se intercambian es sencillamente un yalor hasa~
histórica. . . . . . .. .. . .. do ·en la cantidad de trabajo realiz_ado para su pfOduccjórL De ahora en
El yaba-jo. gn..COrDún · Cse· trahajQ_-~of;inl ·_defi_l)Jq'?:·P'?f ·'JD ?bjetivo. adelante, este válor se fija arbitraóani~nte y af·otro'agentede la tran-
común y por una división de las tareas, qu·e reduce el esfuerzo de ·cada saccioíi ·so lb: le· queda' el 's'ómeiefsi;'~da¡)Úrse . y adqúírir'ún\·~Ior total-
· individuo y disminuyéi el esfuerzo delgru.e_o -al tiempo que aumenta la . mente arbitrário. Por este misriwproceso,. el producto se transforma en
productividad- se denominaéoperaciO?rr . . .. . tnercancíá. · · ·~ , · · -· .: ·. : : ·
,.. . En la medida que . dicha cooperaci n aumenta, se necesna una . La mercan era se introdtlce e~ la vida de un grupo s6CiM medlame la
\,_"
mayor porción del espacio, un área cada.vez mayor para que el grupo creación·de una nueva:relación social; la 'niónl,da, eliiexo monetario
e
,.·· realice su actividad productora, ya que para un espacio de tiempo· más . (cas_h nexus)."Es tina formasocial extrafia,pero que se 'im.pOI)e al grupo
~.
reducido, el trabaj0 de cada individuo asegura un resultado mayor. soctal c.omoforma de obtener dinero líquido para poder comprar ¡0 que
· Al aumentárse l~ producciór social,-la parte que toca a cada uno se se prects~. · . ·
aumenta teóricamente al mismo !iempo .. Sin embargo, como las necesi- De esta forma se rompe el eq.Úi!ibrio ·antiguo. .
dades mínimas para la existencia del hombre más rico del mundo y del Para poder· cOinprar mercancías con din~ro, ·se necesita producir
f- . pobre capaz de satisfacerlas no son. muy difer~ntes, cuando se prod_u~en algo que permita obtener más dinero y despreciar lo que sea menos valio-
excedentes, la solución encontrada por la soctedad es la de dtverstficar so _en dinero. El valor de los bienes producidos por el grupo ya no se
la producción. Se pasa, así, a producir más·'rcipa;·se,:quiere mejorar las esltpula por el papel tradicional desempeñado en la vida' colectiva.
condiciones de la morada, etc. Las actividades artesanales surgen y se J?e ahora en adelante, el valor de cada producto lo dará él valor, extra-
desarrollan. El trabajo intelectúal, es decir, la labor de los sacerdot7~ y no al grupo, de las mercancías que haya que comprar,
, .. ,
magistrados, de los profesores y los artistas, de los poetas y los sabios Si el precio de las merc·ancías necesarias aumenta nuevas transfor-
se desarrollará de forma paralela. El descanso, la creatividad, el ocio maciones se impondrán al modo de vida del grúpo. L~ iierra cultivable
{"-. encuentran un mejor ambiente.· conoce una nueva repartición en el uso. El comercio especulador se-
Las nuevas actividades exigen un lugar en el espado e imponen un para entre los productores de bienes que tienen un <<valon> especulativo
nuevo orden para las cosas, una disposición' diferente para los objetos Y los otros. Una división idé1f*a. se.. establece entre Jos .que pueden

~··· -35-
39
,_
.,.:.
::.-
182 MILTON SANTOS POR UNA GEOGRAFIA NUEVA 183
comprar mercancías procedentes de fuera del grupo y los que no dispo· - las redes ~e influencia, que operan a la vez en una multiplicidad de
nen de este poder. escalas y mveles desde la escala mundial hasta la escala local.
A partir de este momento, se puede hablar de. clases sociales, de la ~1 espacio tot~l y el espacio local son aspectos de una únjca y misma
diferencia del poder adquisitivo, y se produce una verdadera remlu- reahdad la realidad total- de la imagen de lo universal y de los partí- .)
ción en las relaciones sociaie!i. ~ares. La sociedad global y el espacio global se transforman con el
- A partir'de este móniento, lin:.ru!evo inovjmjentci anima a la sode- - !tempo, en un movimiento que, aunque interesa igualmente a·las diver-
dad local que ya no es el grupo social que habíamos definido inicial- sas fracciones de la sociedad y del espacio, es el resultado de la interac-
mente. Este movimiento es el resultado de la suma del movimiento pro- Ción entre la sociedad global y el espacio global y sus diversas frac-
- pio de la sociedadlpcal) del ,movimiento que le transmite la so_ciedad ciones.
de la que vieneri'las m,ercancías, objeto de un trueque especulativo.
El tiempo se organiza de forma diferente. I::J espacio tampoco es el
mismo.' Se transforma' en función de las' modalidades de adaptación de LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA Y DEL ESPAC!O
la sociedad'local al.nuev<i procesó productivo y a las m·~vas condicio-
nes de cooperación. A cada renovación de las técnicas de producción, . En la aur_ora de lo~ :;.cmpos, los grupos humanos retiraban d~l esp 2 -
de transporte, de comercialización, de transmisión de ideas, de ideolo- CIO que les c1rcundab~, es decir, del pedazo de naturaleza que les toca- .¿;;¡
gías y de órdenes, corresponde una forma nueva de cooperación, más ~~· los recurs~s esenc1ale~ para su supervivencia. A mediqa que la divi- :e,
profunda y espacialmente más exte!1sa... . · · S!On del-trabaJo se acentua, una parte cada vez mayor de las necesida- •"-'
El fin del siglo XV, con el progreso de la navegación, la implantación des de cada grupo, de cada comunidad, tiene que procurarse del área
. de la seguridad en el mar yJ la
- • • ,' .- • - " .-; 1-
introducción
' • ' ' ' •
•• ; ' '. •• • _, • :
del. comercio
• • -
y de la.' coloni-
~
geográfica de otra colectividad. . · .
_ zación .de América recién descubierta es un marco .Importante para una La noción del espacio como s~porrebiológico de k>s grupos huma-
'·· transformac\ón del e<;Üm~no.':Ei fin ct¡isig¡o
XiX,.con la fvrmaciér. de nos. dt:.· !'\t~- ~t._tividadeS. que. nos da Pau! Claval (1970, pág. 110)-l.iA;g~
''los grª~C!~§)ll)P,er.{~~;,n;¡a¡:s~ urpnorii~?t'? fundaij,eri¡~l en est~ desar_r?- . act~alment~, una .interpretación 'menos literal.- Esta noción no puede
llo. El ferroc;uril,el barco, a .vapor, el,telégrafo sin htlos, la revolucton aplicarse correctamente con la expansión del área de actividad indis-
. bancaria cam!Jiaron íc;íialmente la nóción de ;¡a distancia y, en conse- pensable para la existencia, ni a un grupo aislado, sino a la humanidad
·. ·. cuenci~; Í4~,.es~fás d~Ítle!\Jp.o.y del e~paci9.En esta definición de los en general: Llegamos a !a fase histórica en la que la noción del espacio
· 'momentos.cumbres
- -, ' ' • ·- ·' '
de1 lahisto;::ia
'.· --·
de.· ' 'la humanidad,
• . _' • •,
!legamos
- •
aJa época global se tmpone con más fuerza' porqu~ las variables que avudan a
actual dirigida por .la rev(llución científico-tecnológica.. componer su contexto tienen un origen cada vez más remoto ·,. un al-
Las tn¡nsforrrtaciones espaciales son una prueba de la intervención cance mundial. Esto es así porque con el actual capitalismo de "¡a orga-
simultánea de las redes de influencia, que operan a la vez en una grau n,zacitin dirigido por la presencia de las firmas multinacion~lc<, el p;0 •
multiplicidad de escalas, desde ,la escala local hasta la escala mundial. ceso de acumulación del capital no se podrla realizar si dichas 11 randes
Llegamos, .por último, a Úp mundo en el que se pued~ hablar, mejor firmas no buscasen, haya donde fuese, las condiciones necesarias parn
que en.ni¡lg\Ífi otr,o períoc)qhist.órico, ¡jel.espacio total . . , ?btener ~n mayor !ucro. El aumento del número de productos brutos o
, ·:E;! espacio total es' el espacio mundialmente solidario, aunque las mtermed~aflt'$ para la producción de bienes, las diferencias de precio
transformaciones espaciales se deban a I~Jntervendó!l simultánea de del traba¡o entre los países, agravados potencialmente en estos últimos
,· ;;· __,-.
--'---'-..:.:..
>: ;.- __ t ·~;·h .. _· :-·_¡.·· treinta añ~s, ~1 tiempo que se daba la expansión de los transportes y de
1 Hace·midio siglo. Albért- D"emangen((Probltm.as de'G~·ografia Humtma) ya hablaba de la l~s comumcac10ne~ con una baja relativa de los respectivos costes (con-
_ solidaridad que une las naciones y tiende a convenir al mundo en un gran mercado único. std.erados en relac1ón al coste total de la producción) la reducción 0
· :· , Una interpr~ración de las ,condiciones actuales del espacio geográfico que tiene como le Ión de
fondo las ·concijcionCs económicas iniemacionales la da también el geógrafo venezolano Ramón A. · s~pr<;sión de las barreras comerciales entre los. países, t~do esto ha con-
Tovar, en su-librO Lo Geográfico, Instituto-Pedagógico, Caneas.' 1974. espedalmentc en el capJIU- tnbutdo a que el proceso de mundialización de la economía haya tertido
io tii..:.:::ú.lo ~E! Es;)acic Geoconómico Cc::1emporáneo», págs. 7-23. una evolución
' . .·- - ... - .
ultra-rápida.
,.
·

40 -36-
184 ~fiLTON SANTOS POR UNA GEOGRAFIA NUEVA 185
Tal proceso, iniciado con la mundialización del consumo, conduce, La noción de la distribución espacial de la humanidad, en relación
,·.~·
12,,-. en su. último an~lisis, a la intemacionalización de la producción. Los COI) las .condiciones naturales, es algo insuficiente. El habitat de los
grupos humanos, las regiones, los países, todos consumen cada vez más hombres era antiguamente su lugar de residencia y de trabajo y el espa·
un porcentaje (en número y cantidad) de bienes cuyo origen se encuen· cio destinado a las relaciones que la vida social, geográficamente confi·
tra fuera de sus propias fronteras. nada, producfa a través del proceso productivo, tanto en sus aspectos
El contexto en que trabajan las empresas, que no suel.en pasar, in· rn.ateriales comO "en· si.iS' áSj)l!Ctps no mater.iales.
cluso , de unas dimensiones medias,
. es un contexto mundial. Hoy el espacio de las sociedades no es la suma de los espacios co-
Nuestros hogares están asimismo invadidos, en cada una de las acti· rrespondie.~tes a cada sociedad particular existente,. ni ese espacio so·
("'"':
,.
'O. ~. vidades cotidianas que caracterizan nuestra vida biológica y social, por cial es exclusivamente d habitar de los hombres, gracias a la nue\'a natu·
bienes de cuyo origen podemos hasta llegar a desconfiar. Todo lo que rale'\a de las relaciones intra-socia!es y entre sociedades. La noción de
rtos circunda neva la marca de esta internacionalización devoran te, in- espacio se volvió muy diferente y tal vez remota de la noción de ecún;;e- .
cluso nuestro cuerpo, por lo que lo envuelve, no escapa a dicha mun· ne. El espacio social es mucho más que el conjunto de los hábiwrs,
-:-·.··. dialización. Nuestras ropas, nuestros zapatos y tantos otros artículos de gracias al nuevo tipo de relaciones cuyo ámbito sobrepasa al de las
uso cotidiano, no son productos del lugar en el que vivimos sino que comunidades aisladas, e incluso el de los países, para hacerse mundial.
.;.
nos llegan, con f're~uencia, de. miles de kilómetros de distancia. Además·; la construcción del espacio en nuestros días, no resulta sola-
r Esto no podría darse si no se hubiesen llevado a cabo, a la vez, mente de la actividad económica directa e inmediata. sino también de
diversos procesos de internacionalización: del capital, de la tecnología, las expectativas de estimación de las áreas actuahnente no ocupadas o
del mercado de bienes y del mercado del trabajo, 'de la educación y de consideradas sin valor económico. El hecho, no obstante, de que el
las preferencias y gustos, inclusive en la alimentación. Ante esto, he- perfeccionamiento, a un nivel ejemplar, de la navegación extraterrestre
mos de aceptar la critica hecha por Alex Inkeles (1975, pág. 467) en la y de los aparatos de detección, permita por un lado el conocimiento de
que. s~. apu·n\a.a. la:!alta. qe percepción exi~tente J'W p~~t~ de .much_o> .. _.,. -las..rigu~zas,,,n,atw:ales no sospechadas por los propi.os- ¡;aíses que !as .
sociólogos y economistas en relación a los problemas del camb1o soc1al recogen, y por otro lado, el conocimiento de cómo evolucionan diferen·
a nivel mundial 2 • tes aspectos de la economía de esos mismos países, es aún más signifi-
•':. La noción de ecúmene, que muchos atribuyen a Max Sorre y que cativo por la concentración de las riquezas científicas y tecnológicas en
otros buscan mucho más lejos, en las ideas de Estrabón, tendría que sólo dos países -Estados Unidos y la Unión Soviética-. Son exclusi-
revisarse.· Demangeon (1943) sospechó de esta evolución cuando, al . vamente estos dos países, los que realmente saben lo que Jos otros po·
enumerar los problemas del interés de la geografía humana, incluyó en seen. A un que esto les proporciona los medios para disputar el poder
~- •.. su lista la estimación de los recursos, su progresiva elaboración por las mundial so':Jre unas bases que se· podrían adjetivar de cientfficas, aun-
sociedades la distribución d~ los hombres (considerada como una for-. que-. estos dos_ países pueden, así;· imponer coñ eficacia su hegc::monía
ma de readción a las condiciones naturales), y la expansión de la huma- sobre los demás, se crea una reacción entre los que se ven, ahora y más
3
nidad, su eficiencia y densidad, sus movimientos y migraciones • ,que antes, obligados a defender sus recursos, en una fase en que sólo
una cosa es cierta: la base material de la producción se hace cada vez
·más restringida. El resultado no es sólo la transformación tan clara y,
...~ •. :t «Tal vez tenemos razón para alarmarnDi por el hech_Q d~. que ~1 probl~J?a del cambio social para algunos, tan sorprendente de la posición de los países detentares
a eseala mundial haya merecido tao poca atención, por lo m~.n~~ cuando se tiene en cuenta el de las materias primas, en relación a sus compradores. La propia no-
tiempo gastado en otros problemas científicos, por los especialistas in[ernacionales en sociologfa Y
ción de la soberanía nacional cambia de contenido ya que los estados,
en camomla poUúea• (AJex lnkeles. 1975, pág. 462).
···:· , E.edmene: ¿el1l!rmino es de Estrabón o de Sorre? hasta los más·pobres, no saben exactamente lo quf. tienen que defen-
Pierrc Chaüiiu (1974) welve a la noción de tctlment pero cambia el \'Ocablo. H:abla de upa· der, y se vean obligados a un orden más estricto de la totalidad de su
dos·pltno.r, cuya definición la interpreta asf O. Sautter (1975 1 pág. 234): masas de población, con
un estado panicular de dcsarroUo tecnológico y que: ocupan porciones del espacio terrestre como territorio y de sus potencialidades, es decir, se ven obligados a defen-
fuc:nas motoras de: Ja historia. derlo todo.
. -~

~··

....... 41
186 MILTON SANTOS
POR UNlA GEOGRAFIA NUEVA 187
Paradójicamente, la falta de certeza da lugar a acciones positivas y" directa con la suma de poder q¡ue tenga cada actor: e.stado, empresa o indi-
la y;:!ítica internacional, hoy más que nunca, surge como un instru- viduo. .. .. '
mento transformador de los espacios nacionales, proceso que no se rea- Se trata, por Jo tanto --<eomo decimos-, de una universalización
liza a pesar de los estados, sino por medio de ellos. En nuestros días la perversa, porque bajo el título de generalización lo que hace, sobre
necesidad de mantener intactos los recursos, no sólo para el presente, · todo, es discriminar Y. aum!'mtar, por un lad() la riqueza y el poder de
ya que son pocos los· paises que pueden explorarlos plenainerite, sino algunos y, de otro, la pobrexa y debilidad de la inmensa mayoría.
;obre todo para el futuro, condiciona las transformaciones en la organi-
zación del espacio. ·
La propia noción de la defensa militar y económica, una de las doc- LA TOTAUDAD Y LA DIALÉCTICA DEL ESPACIO
trinas vigentes en las relaciones internacionales de nuestros días, lleva a La noción de totalidad, mmada en sí misma, siempre pudo presen-
la construcción de las calles) puentes, pUestos avanzados, ciudades arti- tarse como abstracta y conf¡¡tsa, a menos que la noción concomitante de·~.., ·
ficiales y a considerar el traslado de grandes poblaciones a las áreas su división estuviese tambíém presente. La perversión de la noción de la
estratégicas. La producción del espacio deja de ser ur.a consecuencia universalidad se acompaña. de la posible perversión de Ja· idea ~e la.
estricta de la producdún. El dato político aparece. como uno de los au- totalidad, si no adaptamos nuestros aparejos- ~naiiticos y· si segu1mos
tores del relevo, aunque al final es la economía la que da sus directrices, esclavos de una metodología dogmática. · ,~ ·' .
ya que una vez creado el espacio político social nuevo, las relaciones La naturaleza de esta nueva forma de ·totalización correspondiente a
del hombre con la naturaleza transformada son, por último, un hecho la era de la tecnología y é!e las multinacionales exige que el cua~ro
productivo. Si el espacio pasa a conocer esta forma de totalización, . nacional se tome como una escala viable de dicha totalidad y proporciO-
gracias a la universalización de la producción, no podemos olv!dar, sin na un Jugar concreto al valor de la estructura interna, particul_ar; de
embargo, que dicha totalización se presenta en unos_ niveles 9ue_ ~an cada p'aís. A través de esta estructura interna concreta 'Jo~ d~nommados .: '?.,
desde el más universal al más local. · valores mundiales se expresan al ni~\;) pe cada dase socwl, de cada ·-··
Jugar, de cada ciudadano, que es lo que cuenta. · . . · , , . ·
Así. la totalización universal, dada por el presente, es dectr,.por el ')
LA UNIVERSALIZACIÓN PERVERSA Y LA FUNCIÓN actual ~odo de producción, no se puede llevar a cabo (ene~'se~~i~o de ¡
DE LA ESTRUCTURA INTERNA . materialización u objetivación) sino es a través de la totahzac1on que -··
nos ofrece el concepto ·de formación económica y social. En nuestros
El nivel universal nos lo da eso que vamos a denominar la universa- días. cuando las naciones sientenla vocación de convertirse en estados.
iización perversa, ya que no _llega a todos los actores, ni es utilizada de la formación social se ccnfunde con el propio ~stadO-riación. Dc'hecho.
igual forma por todos los agentes; solamente beneficia a u~os pocos, en ninguna otra categoría podría ser más adecuada al estudio 'uel c~p:~cio,
detrimento del mayor número. Seamos más claros: los mstrumentos . porque dicha categoría nos permite que nos apartemos de la realidad
actuales de la universalización, de los que decimos que eliminan el concreta.
·tiempo y reducen e1 espacio, haciendo que las personas estén próximas · · 'Hegel asemejaha la noción de la ·realidad a la noción de la dialécti-
unas a otras, ¡de hecho sólo realizan tal milagro para unos cuantos! ca, Dicha noción suprime el--riesgo de elucubración metafísica cuando
¿Cuántos, de verdad, pueden beneficiarse con las facilidades de contac- · la realidad analizada es el espacio. La idea de un espacio dial~ctico en
to creadas a escala mundial por la aviación o por el teléfono? ¿Cuán- .)
· movimiento ha sido, tal vez, expresada más claramente por Spmoza, al
tos, asimismo, pueden acceder a la difusión de un. saber multiplicado tiempo que definía las nociones paralelas de natura naturans y natura
y univ~rsalizado? Las propias carreteras, que se extienden dentro natura/a, concepto que en el decir de K. Karpik (1967, pág. 53) fue.
de cada ·país y las propias calles dentro de cada ciudad, solamente elaborado por la f!losofia clásica alemana como una categoría central
son utilizadas por algunos. Se puede c!ecir que la utilización de los me- que distingue polémicamente la dialéctica de la met~fisica~ Nat~ra natu-
dios, denominados uniyere~!es, . ,¡, __ ccm~nicación . está en relación ; . rallS es la. naturalez11 tal. y cc1liO P.S· ahora, es- dectr, en ,el uempo 1;
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-~<- .!t'Ji ..,.- :;. q_,·:, ,. t.;._-·· ·-·:·:~·-·,'¡.


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42 , ~~- ' ;r;_, : •:- .f.·_,_:-: ~;¡ ,;_- ·:.. :<¡ '. ;__ ;- • ::¡,
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188 MILTON SANTOS 189


R•

""' ·;y
·. natura Íiaturatd e~ 'la· ríátt!iali,za tal y como sé presénta'<n el tiempo instr~mentos de trabajos~. fueron haciendo mayores {riiás complejos
inmediato, o tiempo 2 4 • . . · e; igualmente, dejaron de:~er apénd\ces del. cuerpo del hombre, que
··El concepto natura naturata representa .una realidad <jli no se pue- éste trarisportaba cada día con sus manos, y se--convirtieron--en un apén-
de concebir en la idea, ni puede realizarse de hecho, sin Iscondiciones dice de la propia ·naturaleza. '!¡a se puede hablar de instrun1entos de
· · ofrecidas por la otra realidad que el concepto de natura nsr<rallSrepre- trabajo fijos y, en 'esta c~.tegor.ía se. incluyen, de. un lado:los medios
. :t.: senta.· Esta realidad, genétiCamente, es la primera, no es inmóvil y su directos de producción aplicáélos a la producción. propiamente dicha
destino ineltorable es transformarse en natura naturara. En fin, hay -:-el molino, el granero, las máquinas, etc,- y también los·relaciona-
siempre una primera naturaleza presta a transformarse a la segunda; dos c;on otras momentos deJa pr(}ducción. como la circulación· de los
una depende de la otra, porque la naturaleza segunda oose realiza sin hombrés y de los productos .,-los vehículos, las calles, los·puente&.
las condiciones de la naturaleza primera, y la naturaleza primera está Evidentemente debemos incluir. los diferentes sustitutos ·de la encr-
sjempre incompleta V no puede perfeccionarse sin que fa naturaleza gíá humana y de la ..energía mecánica y. posteriormente.:de:ia energía
· ~egundil se realice. ÉSte es el póncipio de la dialéctica <!S espacio. ·cinética. Y, en consecuen<;ia .de¡ dicha .evolución.· :hay:-que.-~consic!erar
todo el instr~mental crea_do y perfe_~cionado- para la. t.r,an.smisión de
. mensajes. ideas v_'órdenes. .. .. ·_ .. '.-'. . ' . - ,_. ___ ,
:··-' 'LOS INSTRUMENTOS DEL TRABAJO Y EL ESPACIO ·El mundo de''Jas 'cosas crea ¡las si( compone de objetos c.ada vez más
·.t-.·
voluminosos y'más'fijos y, así,'er esqueleto del espacio,P,roducido por
r,
' · · En los días de hoy pocas veces se encuentran solm la faz de la . medió del próce~o productivb,c?da día se,xueJ:'e ,más \Ígi~o,,,De la .aza.
·• •·tierra ·áreas qué todavía se' puedan· considerar como· resto;de la natura- da a la ciudad hafuna graq 'dist~hciá, ,iarii9 'cualitativa C?üJ.o cuantitati·
leza bruta, natUral. ·¡,o que aparece ante nuestros ojos cano naturaleza va, en la evolución 'de los iristrumen¡ós de. trabajo. .,, ...
ya no es la naturaleza primera, sino la naturaleza segunilt, es decir, la La tendencia es~' por un lado,: haci~ un.i creci~nte importancia de los
. _:· .· .....
("':_ · ·naturaleza. ~alvaje modificada por el trabajo del ·hombre. Esto. es fácil.
de comprobar en una ciudad o en una zona agrícola y se,;¡ercibe menos
recurso~:inmóvi!Cs:.:a' pesát :d.~ .q(;e 10.s ;hoir,l)resr la~ io.eas y; los produc·
· tos cada véz sbn más móvil~s,; p<)r ciiroiado, la tendencia v.a hacia una
en ciertas áreas donde las modificaciones impuestas por:!!: hombre son especialización cada vez más intensa .del instrumento. de, trabajo. Al
.... principio el instrumento era polivalente; hoy está dotado de Una funcio-
menos visibles •
La naturaleza se transforma por la producción y no lny producción nalidad exclusiva. Estaevolución· la prC:sel)tarpos.aq;¡¡,'el), su aspecro
sin instrumentos de trabajo. Desde el inicio 'de los tiempo!'históricos, el histórico porqué,· de hech'ó,' no es la ·.misma en .todos .l()s 'países y ni
hombre-productor ideaba y construía sus instrumentos ·& trabajo con siquiera dentro M Un mismo país' A~ad~ ¡iaísle Ó()rrl's¡icmde u. na cons·
. ·.- sus propias manos;·· J()s transportaba; cada· día, de su· c:m al lugar de telación de f:!cuÍ'sós- crea~<?~ :·y tt~~-- Pf~¡jp;~iq_q; -P."~.iCtiJár_;~:~~::rt:cursos
trabajó y los útilizaba como unaprolotigación inmediata !de su cuerpo; inmóviles. ·adecuados
,-,__ _. ·_~··-
a· uií nive[':c:or;cretó de las· fuerzas· produc¡i,·:os ,.
' •• - -_,' • • • o -· ' - - '. ·- ' . _, j ' ••- '' ·,' ,, _; • •

se próducfa una comunión casi total entre el hombre y lminstrumentos de las relaCioneS de produécióil., , , ~· , ....'.. . :· 'I·'•L . . ·
' · que utilizaba y manipulaba· en la. tarea cotidiana del pllldudr. Igual· ·Pero la distribución·cuantit3tiva Y.Cuili.tátiva O.e es_tQS ~ss~rs varía en
i ~· ' merite imprimía su marca sobre.la.oaturaleza: transfonnmdola. cada país y constituye uno de los éomponentes de las diferenciaciünos
Con la complicación del proceso productiv~, sobre toi> cjespués del espaciales: lo que se acostumbra a denominar las desigualdades regio-
,necesario canje especulativo de Jos excedentes de la JWducción, los nales.
El que Jos instrumentos de trabajo aumentaran de volumen, se hi-
• otFcuerbach no vio el mundo sensible de su entamo como una cosa din:rmnente hecha para cieran más fijos y se especializaran cada vez más, contribuyó a que cada
toda Ja ctemídad, siempre la misma y sf como el resultado de la produccióu_!de las condiciones porción del espacio estuviese dotada de una funcio'nalidad potencial
sociales; de hecho, como producto histórico, él es el resultado de una su~ de generaci?nes, propia que contribuye aún más a dicha ·desigualdad espacial.
cada una de ellas aproyfndose en Jos hombros: de Ja anterior~ d~arro~ su producaón y
comercio. modificando su organización social en función de las nuevas z=sidades» (Marx y Los grupos sociales aislados, de la misma forma que la sociedad
Eng.els. The German Ideology, lntemational Publishers, Nue\'a York. J947.,.~. 35). mundial de nuestros días, creaban por medio de la producción una se-
·-·.·--- ,. . . .. •"#,1 ..... . . -..:··
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1
-39- 43
190 M!LTON SANTOS POR UNA GEOORAF!A NUEVA 191
gurida naturaleza, un espacio geográfico. Pero, para el grupo social ais-· el que vivimos. Si preferimos el enfoque horizontal, es decir, dentro de
lado, su espacio social era «SU» espacio geográfico, creado por «SU>> c¡¡¡:la espacio, nos encontramos con una distribución irregular de los · .... ,
producción, «SUS>> instrumentos de trabajo. Entonces, el análisis de Jos modelos más avanzados de los instrumentos de trabajo, pero también
procesos, por los que la sociedad, a través del proceso productivo, crea- con la co-habitación de los modelos antiguos y modernos, y en muchos -·'
ba un espacio, era una tarea simple. En este grupo social aislado que, · lugares raros se produce una homogeneidad de Jos instrumentos de tra-
en nuestros días, es solamente una reconstrucción del· pasado, el análi- bajo de acuerdo con, o sobre, el punto de vista de su «edad». Los
sis era fácil porque la escala de las variables que intervenían era la lugares, por lo tanto, se diferencian: por un lado, por el grado de mo- .-~-~ ;
misma que la del espacio ocupado por el grupo. dernización de los recursos; por otro, por la forma en que se combinan
CorLel desarroUo y la extensión geográfica de la división deJ.trabajo las diferentes modalidades de Jos recursos.
· que hoy· cubre a la·Tierra en teta, dos fenómenos se han impuesto pro- Los recursos son arne todo el capital representado por los medios de
' gresiv:<' ')''paralelamente: 1~ los instrumentos· de trabajo· que; antes. trabajo y el propio trabajo está representado por los hombres, por lo
·eran transportables, se han hecho.más voluminosos; más fijos al suelo, que la composición social de cada Jugar es diferente. El trabajo actual
y ·más duraderos. Nacen' para mantenerse de·pie duran•;; siglos e, inclu- se realiza en función del resultado del trábajo de antes, del trabajo
vso; -durártte:_:mHeniOs·;:-2-; como·'la división-'del trabajo-:se· amplió a una realizado en el pasado. En otras palabras, el trabajo vi\'o está hasta
escala mundial, pero sin· eliminar los otros niveles de· cooperación, las cierto punto condicionado por el trabajo m'uerto. Pero, como la evolu·
··transformaciones hallan su fuerza motora en niveles diferentes. Ahora, ción de los objetos espaciales no se realiza al mismo ritmo, las diferen-
la escala·· de las variables por analizar ·en conjuntó ya no es la escala del tes graduaciones de Jo viejo y lo nuevo están aprovechadas por el tra-
lugar., o· la escala·del··espacici que interesa directaménte al grupo social, bajo vivo. El trabajo muerto lo constituyen las diferentes formas socia-
sino la escala del lugar y además ]a· escala del mundo, la escala del país les y espaciales que condicionan la ·realización objetiva de la sociedad
y la escala de la región en la que s~ inserte el 'lugar. como un todo. Si tomamos como ejemplo el Brasil, ei uso de los instru-
Casi cllareriúf ailus- ba ·tutlavía ~t: -·podía pehSllt, ·como l. Bowman mentos de trabaje present~:: en una dudad el) m:> Sal.v~dor o come Reci-
(1934, 'pág. 115), que el propio' hombre era capaz de escoger las formas fe no es el resultado directo, mecánico, de la realidad funcional propia
·de ·uáar a cabo las potencialidades de su pedazo de Naturaleza 5• Esos de Salvador o Recife, sino una consecuencia de las necesidades globales
tiempos han pasado. En la actualidad, un único modelo, aunque adap- de la sociedad brasileña en sus manifestaciones locales. -
tado a las condicionés.pre-existerites; reina por. todas partes. La fuerza motriz es la totalidad social que se encaja en una adecua- ··.1

Hoy los instrumentos de trabajo o de poder también proceden de ción dinámica a las condiciones pre-existentes a través de una variedad
fueril.' cómo hisideils sobrela'utilizadóndel espacio. · · · · de proce4os políticos, económicos, culturales, ideológicos, etc. La tata·
•, - . ' .. -
lidad es la fuerza motriz y el proceso es también fuerza, pero fuerza
movida, que se extingue cuando la r~alidad social se transmite. tA ti:.~vés. _)
L..; DlsTR!BUCIÓN DE LA SOCIEDAD TOTAL suyo, a las formas geográficas para darles una función. En t•ste p:micu-
E:\' EL ESPACIO lar, el proceso seria finito;.pero es de hecho infinito, por dos razones:
en primer Jugar, la sociedad vive en un movimiento continuo y perma-
Si nos sitUamos' en el punto de visia de la evolución histórica de los nente, que constituye el principio .de su propia transformación y, por
..)'
instrumentos de trabajo, en un enfoque vertical, constatamos que la consiguiente, de la transformación de sus procesos; asf, a cada proceso .

naturaleza del espacio social ha cambiado, especialmente en el siglo en le sucede otro, con características diferentes. Pero también es infinito
porque al extinguirse en el objeto en el que encontraba su función, el ··''·
.:)
proceso le otorga una fracción de la sociedad. La materia inanimada y
5 Para t. Bowman (19~4. pág. 115) ..... el medio natural es siempre una cosa-difereme para fecundada por esa fracción de la sociedad que constituye la vida, tam-
cada -grupo dUerr:nte. Sus posibilidades son absolutas, pero su realización es relativa teniendo en
cuenta Jo que cada grupo desea y lo que puede obtener con los instrumentos de poder y las ideas
bién se vuelve vida capaz, por lo tanto, de generar otro proceso. Todo i)
que tiene. a su disposición, adem1s del nivel de vida que puede tener o lucha r..'lr CC~JlSe~.Jin.. se inicia en la realidad social, como escribió Sebag_ (1972, pág. 62): «La

44
-40'-
192 M!LTON SANTOS POR UNA GEOGRAFíA NUEVA 193
primicia del ser viene de que jamás se ha acabado y esta inconclusión se estructuras para la sociedad como un todo;' paraJa· totalidad espacial
resuelve en el tiempo,» Si salimos de la totalidad social es simplemente son sencillamente estructuras). Aquí se puede hablar de 'los lugares y
· para regresar a ella. de los sub-espacios, áreas que, en el lenguaje tradicionnhle los geó-
grafos;·se denominan con· frecuencia regio1ies. ·, · · · · ·· ·
· Como. el acontecer social,;aqufdefinido como acontecer:·geográfico.
ESTR~.CJU~'\. PROCESO, FUNCIÓN, FORMA
depende de ·la. sociedad como lin todo; caci,facontecer parti'éuhr repre-
El Ser es la sociedad total; el tiempo son los procesos, y las funcio· senta una determinación de la ·soCiedad Como -un todo y·tm··.IUgat-propio
nes, así como las formas, son la existencia. Las categorías fundamentales que lo define, aumentando en-su- dünens_ióh social:origin~ar;~;tú'ú3 dimen-
•<del estudio del espacio son, por lo tanto, la totalidad y el tiempo; pero, sión que, a la vez, ~s temporal y espaciaL' 'Los Jugares )"laii%'ds: !ás
· corno el acontecer sobre el espacio no es homogéneo, la noción .de _regiones o sub-espacio~ son,' por ~lo tantQ~J-únicámerite- áte:áS fonéión~­
lugar y de área se imponen, imponie11do al mismo tiempo la categoría les, cuya escala real.depende· de Jos procesos·.:·,: · ·· · ···'··· •···
de escala, es decir, la noción de la fracción del espacio dentro del espa· ' • <' ;_ ' ..

cio total. El suceder propio de un lugar no es, sin embargo, indiferente


al suceder propio de otro lugar, por el hecho de que cualquiera que sea
eJ..acontecer es resultado del movinliento de la sociedad total. Un soció·
logo y rio un geógrafo fue quien mejor se aproximó a esta noción; ,.; -
C,·Moya (1970, ,pág. 178) nos· enseña que «el espacio se define como una ,. ,_,
totalidad de los actores. El cambio temporal se define como el funcio-
' namiento de esta estructura· y como una dinámica interior del sistema
social; y como una manera de realizar las expectativas institucionales
. que-ccmfigllf<ln est~.totaiidad ,de funciones ligadas•·a·.umrposición en el· ' .. _,_ ~ .... · .•! ,·::; -~.-:· ,;.·•, ~ .• •· •• :::: • ·. . ~· •·

espació, es decir, a un lugar». «De esta forma», dice Moya, <<la catego-
ría función une las categorías de las estructuras estáticas y sus enuncia-
dos fac\Unles, los elementos dinámicos y variables del sistema.»
Podemos así ver que las nociones· de totalidad, escala, sistema y
tiempo son categorías imbricadas. De la misma forma en que la defini-
.. ción de cada una de estas categorías no es posible sin la intervención de
las otras, cÜalquiera que sea el análisis o el estudio que no tenga en
cuenta todas estas· categorías y todas al mismo íieínpo, no podrá abar- ·.. '
car la realidad totaL Un análisis hecho sin esta preocupación dará lu-
gar, seguramente, a una interpretación falsa. De hecho, la noción de
totalidad supone la noción de tiempo porque· la realidad es un estado,
pero también una totalización en marcha; es u,na,~ituasión, yuna ~itua-
ción en pleno cambio. ·e· '·'' : · .:· ·· ·
La noción de totalidad es inseparable de la noción de estructura; sin
· la que estaríamos trabajando con una totalidad ciega y confusa. Como
la totalidad de la que hablamos es la totalidad social, las estructuras
correspondientes son las estructuras sociales.
La totalidad espacial, que es una de esas estructuras de la sociedad,
también debe entenderse en términos de subt;structura (son sub-.

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