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DIBUJAR LA ARQUITECTURA MEDIEVAL VALENCIANA

NAVARRO FAJARDO, Juan Carlos


RODRÍGUEZ NAVARRO, Pablo

Universidad Politécnica de Valencia

Drawing... graphic research. The essential key to our work,


allowing a broad and mostly clear, is based on the
The new historiographical ways go towards a amount and simplicity of the architectures redrawn.
new vision of the ancient architecture. Always star- But not only the amount of graphic information has
ting from the study of the written sources, the his- been the main objective, It is, by contrast, the selec-
torian takes position towards the second level of tion and quality of it. Its mission, in essence, should
research, the direct source: the own architecture. guide the search for other researchers who choose
Therefore, the appropriate starting point for appro- the main source of knowledge: medieval architec-
aching the research of the medieval architecture has ture. Therefore, the abundant information has been
to be the knowledge of their makers, their forms and evaluated, systematized, generalized and, ultimately,
methods of design, construction practices treaties, organized so you can see correctly. This painstaking
its controversies and debates on all professional and work seems to us that may arise not just a data sto-
that which enveloped his way of thinking and making re, but a system, a pedagogy, a structure, with the
architecture. From this moment we will be in full rea- drawing as the undisputed star of the architectonic
diness to approach the study of the buildings. All the work. This method is applied to the next stage of
analysis techniques of construction (stratigraphy, ar- the Valencian architecture of the Renaissance, in
cheology, ...) will inevitably by the techniques of gra- the context of a research project competitive I+D+i,
phic representation. It is not conceivable, moreover, approved by the Ministry of Science and Innovation
that the history of architecture to remain in plain text Minister of Spain.
or pretext inquiry of its forms is a useful mechanism
to deepen the soul of it. Drawn with care and accu-
racy, as many others did, gives us plenty of data that
otherwise would have gone undetected. The advan-
tage we have today is that we can supplant the ar- “Estudiarlo, conocerlo e interpretarlo es una tarea
chitect of its construction, with all the humility of the intelectual que exige rigor, paciencia, probidad y ta-
world, but with tools to ensure their right representa- lento, un esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo por
tion lifting chart, making this a perfect ally of architec- generaciones de investigadores de cuyo escrutinio
tural historian. Once again highlights the importance va surgiendo una historia que nunca está quieta, a la
of drawing on historical research, this time centred que los descubrimientos y análisis van todo el tiempo
on the Arab towers and domes of medieval Valencian enriqueciendo con matices y a veces corrigiendo de
autumn. manera radical” (Mario Vargas Llosa, La expulsión de
los moriscos, El País, Madrid, 29 de noviembre de
It tries to make clear the conception of a highly 2009, p. 35).

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Lleva razón Mario Vargas Llosa al decir que la realización. Dibujos sin finalidad práctica aparente,
historia nunca está quieta, y menos quizá la histo- ensayos de gabinete, con función formativa, que nos
ria de la arquitectura. La más reciente historiografía descubren sin apenas darnos cuenta la esencia de la
observa y centra sus esfuerzos en conocer objeti- propia arquitectura.
vamente el elemento arquitectónico, profundizando
hasta en sus más mínimos detalles. Ya no basta con
describir, datar, buscar la autoría y elogiar el monu- El dibujo de las arquitecturas se nos presenta,
mento, como hasta hace poco se ha procurado ha- dentro de las manifestaciones artísticas, con unas
cer. Ahora se trata de llegar más lejos, de intentar cualidades propias y con un alcance difícil de deter-
buscar los entresijos de la obra de arte, de averiguar minar. Ahora bien, la existencia de ciertas caracte-
las intenciones de su autor, la forma de diseñar y, en rísticas nos ayudará a la mejor comprensión de su
suma, de situarse en el lugar del arquitecto artífice extensión. Como lenguaje gráfico que es, se le consi-
de su génesis y construcción. Hoy día se trata de dar dera dentro de los lenguajes monosémicos, lleno de
respuesta a preguntas tales como: ¿Qué principios convenciones que no todo el mundo conoce. Los sig-
geométricos guían a los maestros medievales en el nos gráficos serán la escritura de este lenguaje que,
diseño de la arquitectura? ¿Qué tipos de plantillas se como tal, tendrá la misión de trasvase información,
emplean en el corte de la piedra? ¿De que manera en este caso referida a la arquitectura. Su vertiente
se disponen los elementos constructivos? ¿Qué evo- utilitaria queda fuera de toda duda.
lución sufren los sistemas y métodos de construc-
ción, y cómo se planifican las obras? ¿De que forma
se diseñan los elementos decorativos? Estas y otras
cuestiones son las que deberían mover el interés en
el desarrollo de la investigación de la arquitectura
histórica.

A lo largo de la historia no pocos han dedicado


esfuerzos a dibujar y tratar de comprender la arqui-
tectura, tanto de su época como la que ya formaba
parte del pasado. En realidad al dibujar la arquitec-
tura nos estamos situando, sin quererlo, en un lugar
que no nos corresponde, en el sitio de su artífice.
Intentamos conocer cómo se gestó la criatura. A
través del dibujo se han podido obtener infinidad de
respuestas que de otro modo hubiera sido imposible
siquiera reconocer. Es por lo que aquí daremos algu-
nas breves reseñas de dos trabajos de investigación
que, situándose en el mismo territorio, han tenido Cimborrio de la Catedral de Valencia
como protagonista el dibujo de la fuente principal: la
propia arquitectura. Elementos tan dispares como las
torres árabes y las bóvedas góticas han encontrado
su punto en común al confluir en el método de com-
paración empleado hasta la saciedad para su estudio
(Rodríguez 2008, Navarro 2006).

Existen diferentes formas de uso y relación del


artífice de la arquitectura con este instrumento disci-
plinar en la representación gráfica. Por una parte se
ha considerado al dibujo como una especie de tránsi-
to entre la idea del arquitecto, inherente a su mano, y
el resultado final, la construcción elevada, se trata de
hacer figurativas las ideas. Otros tratan de aprehen-
der lo ya construido anteriormente y, a veces, dibujar
lo dibujado. En estas ocasiones solo quieren ser di-
bujos, mantenerse en esa extraordinaria condición,
más próxima al mundo de las ideas que a su posible Jarjas de la Lonja de Valencia

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Otro punto de interés del dibujo arquitectónico
es el reconocimiento como obra de arte, con todas
sus consecuencias. Sus cualidades estéticas le ha-
cen merecedor de la mayor consideración. Se ha
llegado a decir que hasta el más frío de los dibujos
planimétricos contiene algo de la esencia expresiva
de su autor. Por ello, el dibujo arquitectónico nunca
es anónimo, a pesar de lo que se diga del dibujo
medieval. Además la autoría puede llegar a ser una
valiosa información por su interés biográfico y de da-
tación histórica.

En cuanto a lo que se dibuja, a la capacidad de


representación de este medio, diremos que se puede
dibujar todo, desde la idea de la arquitectura formada
en la mente, llamada proyecto, hasta los edificios ya
construidos con sus más mínimos detalles. El dibu-
jo de proyecto, el “diseño interno” según Zuccari, se Torre de Albal. Alzado rectificado
refleja en el plano mediante el “dibujo externo” y se
eleva a la categoría de representación gráfica. Lo im-
portante, ya hemos visto, es que la idea pueda trans- construcción. Nos referimos a los denominados pla-
mitirse a los que deben transformarla en realidad. nos de obra, imprescindibles en las construcciones
Como es lógico, las líneas, trazos, puntos y manchas medievales.
contenidas en el papel, no suelen ser suficientes
para definir al completo la edificación. Sería imposi- Pero no todo plano arquitectónico es un plano
ble por otra parte. Por ello, es necesario un tipo de técnico, formal y dirigido a los constructores. El di-
representación que ayuda a los que llevan a efecto la seño arquitectónico ha de llegar al entendimiento de
los no especialistas, sobre todo al de los patronos,
por razones obvias. Para conseguirlo, muchas veces
se recurre a un tipo de representación más vistosa y
colorista, y como último recurso a la materialización
de la obra a pequeña escala: la maqueta. Modelo
entre lo escultórico y lo arquitectónico que sirve para
exponer un diseño al profano, o a veces de home-
naje, pero pocas veces se usan de forma práctica
en la construcción. Eso sí, pueden dar una visión
anticipada de problemas constructivos en algunos
casos. Su inclusión en el ámbito del dibujo arquitec-
tónico podría ser discutible. Los dibujos de edificios
existentes han sido a lo largo de la historia tarea de
grandes arquitectos. Es sobre todo a partir del Rena-
cimiento cuando se realizan levantamientos, incluso
acotados, de edificios de la Antigüedad, con el afán
de indagar sus proporciones y profundizar en sus as-
pectos compositivos.

En nuestro caso hemos centrado el estudio en


el dibujo arquitectónico durante la Edad Media, ha-
ciendo énfasis en las formas de representar la arqui-
tectura y tratando de buscar referencias en el ám-
bito valenciano. Decimos esto porque, después de
Trazas y monteas. Parroquia de Ontiyent
indagar en fuentes y documentos, hasta hoy no se
tiene conocimiento de la existencia de algún dibujo
arquitectónico de siglos anteriores al XV que poder
analizar directamente. Por lo tanto, toda referencia al

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dibujo medieval valenciano está basada en la docu-
mentación escrita, en las propias edificaciones y en
las hipotéticas reconstrucciones que de los mismos
hemos tratado de resolver. Hacemos la salvedad de
que, considerando las trazas de montea parte del
amplio repertorio de formas de dibujo en la Edad Me-
dia, sí que existen vestigios puntuales y dispersos de
algún trazado de montea en las paredes de alguna
iglesia valenciana. Sobre estas trazas se tiene esca-
so conocimiento, debido a lo intrincado de su ubica-
ción y al no existir estudio realizado sobre las mis-
mas. Todo esto referido al mundo de la arquitectura
cristiana. Sobre la arquitectura islámica, anterior a la
llegada del rey Jaime I a Valencia, por supuesto que
no existe dibujo arquitectónico alguno, lo no significa
que no existieran. De hecho, la arquitectura de tie-
rra que se desarrolló masivamente, utilizó la técnica
del tapial, que lleva el módulo implícito en su propia
esencia. Si observamos y dibujamos las torres ára-
bes de las alquerías valentinas, descubrimos como
el codo geométrico se encarga de estructurar dimen-
sionalmente tanto el proceso de génesis como el de
la propia ejecución. Se descubre así lo imprescindi-
ble que resultó también el dibujo para los artífices de
estas construcciones rurales musulmanas.

Avanzando en el tiempo podemos ver como la


arquitectura mudéjar en la España medieval era un
sistema constructivo de probada eficacia, pervivien-
do la tradición artística andalusí con obras de maes-
tros moros como Mahoma Rami, que a comienzos
del siglo XV trabaja en la Seo de Zaragoza y en San
Pedro Mártir de Calatayud para el pontífice Bene-
dicto XIII, aportando sus conocimientos técnicos y
dando trazas para formalizar estas arquitecturas. El
maestro dibujaba los moldes para los ladrillos de los
nervios de las bóvedas de crucería (“fizo moldes de
cruceros”), y también como experto “fustero”, habi-
tual en su época, dirige con solvencia los trabajos
de carpintería de sus obras (Borrás 2008, p. 98-99).

Siempre se dijo que la geometría en la Edad


Media adquirió un valor propio y supuso el funda-
mento básico del diseño arquitectónico. Unas pau-
tas geométricas elementales, mecánicas y prácticas
servirán para definir las grandiosas construcciones,
que guardarán en sí mismas el secreto de la “medida
cierta” o de la buena proporción. En los albores del
siglo XIII, el maestro Villard de Honnecourt se dedi-
có a realizar una serie de dibujos sobre pergamino
que contienen la información necesaria para proce-
der al análisis de los sistemas de representación de
uso común en el dibujo de las arquitecturas góticas.
Las aportaciones de este cuaderno se consideran
Alzado este. Torre de ALEDUA (Llombai)
imprescindibles para comprender la representación

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gráfica. bóveda estrellada radial, con terceletes y nueve cla-
ves, y se aproxima al diseño del cuaderno de Villard
Se cuenta una anécdota sobre los arquitectos de Honnecourt (c.1225-1235), que traza un esquema
musulmanes: que les cortaban las manos cuando estrellado manteniendo la planta casi cuadrada tam-
finalizaban una obra considerada maestra, o en al- bién a la altura de la bóveda, con lo que no requiere la
gunos casos hasta se les mataba. Esta cruel acción presencia de trompas, nervadas o no, para conseguir
podría señalarnos que el arquitecto musulmán reali- el ochavo. Al ser la planta ligeramente perlongada, el
zaba dibujos para la materialización de sus obras. Si maestro de la Picardía no puede conseguir los terce-
el diseño previo de las construcciones era valorado letes con el mismo ángulo respecto a los formaletes,
de este modo en las sociedades islámicas, no me- y tampoco las claves de terceletes son equidistantes
nos relevancia pudo tener en la Europa Occidental a la polar, como en el caso de la capitular valenciana
durante la Edad Media. que tienen una disposición circular, sino que las sitúa
dentro de un esquema cuadrangular. Salvando esas
La cultura islámica jugó un papel decisivo en pequeñas diferencias, el dibujo de Villard de Honne-
España en la recuperación de conocimientos del court puede ser considerado el único antecedente
mundo clásico. “En la práctica de los oficios se se- conocido del diseño, plasmado en un tratado, de la
guían también los principios de la geometría euclí- sala capitular de la catedral de Valencia, así como de
dea de regla y compás, trasmitida asistemática y otras capitulares del territorio español.
fragmentariamente por tradición oral dentro de los Parafraseando al profesor Amadeo Serra Desfi-
gremios, con algún apoyo de naturaleza métrica”(De lis (Navarro 2006, p. 10): “Las piedras y los ladrillos
la Rosa 1987, p. 189)) . La ciencia musulmana ma- enmudecieron hace mucho, pero si el ingenio hu-
nejaba sencillos métodos geométricos, aunque no lo mano les dio forma y textura, le cabe al historiador
parezca, y sin apenas apoyo matemático, que serían explicar el cómo y el porqué después de haberlas
más tarde usados en la arquitectura gótica. Tan im- observado con perspicacia, paciencia y espíritu te-
portante fue la aportación de la cultura geométrica nazmente inquisitivo hasta convertirlas en testigos
musulmana, que en el siglo XII se traduce del árabe elocuentes del talento de aquellos maestros y sus
al latín los Elementos de Euclides (De la Rosa 1987, intenciones”
p. 200), texto básico para el desarrollo y aplicación
de la geometría en la Edad Media. Los siglos XII y Referencias

XIII fueron una época privilegiada para la difusión de Bechmann R 1991., “Los dibujos técnicos del Cuaderno de Villard de
conocimientos, sobre todo de geometría y matemá- Honnecourt”, Villard de Honnecourt. Cuaderno, Akal, Madrid.
ticas, gracias a las obras transmitidas por los musul-
Borrás G 2008, “Sobre la condición social de los maestros de obras
manes, a la explotación de las bibliotecas bizantinas moros aragoneses”, Anales de Historia del Arte, Vol. Extr. 89-102, pp.
tras la toma de Constantinopla por los cruzados en 98-99.
1204, y por último a la ‘cruzada’ contra los albigenses
Navarro J C 2006, Bóvedas de la arquitectura gótica valenciana. Traza
(1209-1299) que puso en contacto a los francos del y montea. Publicacions de la Universitat de Valencia, Valencia.
Norte con la civilización meridional enriquecida por
sus relaciones con España y los estados musulma- Rodríguez, P 2008, La Torre árabe observatorio en tierras valencianas.
Tipología arquitectónica (tesis inédita), Departamento de Expresión
nes de la Península (Bechmann 1991, p. 46). Gráfica Arquitectónica, Universidad Politécnica de Valencia.

Si la pirámide fue la forma geométrica funda- Ruiz J A. 1987, Traza y Simetría de la Arquitectura en la Antigüedad y
el Medievo, Universidad de Sevilla, Sevilla.
mental del Antiguo Egipto, el prisma cuadrangular
lo es en la arquitectura musulmana. De cuadrado
deriva todas las formas geométricas árabes. El de-
sarrollo de esta forma configura casas y torres, que
serán reutilizadas posteriormente en nuestras tierras
para palacios y castillos, dando lugar a la figura de
la “torre del homenaje”, herencia de esta geometría.

Únicamente pondremos un ejemplo como


muestra de relación entre los tratados prácticos de la
arquitectura con la construcción real. El espacio oc-
togonal de la Sala Capitular de la catedral de Valen-
cia, atribuida al maestro Andréu Juliá, y construida a
mediados del siglo XIV, despliega en su interior una

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