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Los Habsburgo. Por Cantarino.
Los Habsburgo. Por Cantarino.
Unease ataque de cos y beerscos ( Sublevacon de os meviseos de las Apuaras, que fueron A fnaemerte vanedos y opus eaten ee [2 Ratton det eno 4a Portugal cuya corona ons — Felipe i desde 1580 . con libertad. En su educacion politica intervino directamente ¢l Emperador, aprovechando sus pocos descansos en Espaita, haciendo ademas que el principe le acompafiara a las diversas reuniones de las Cortes. Cuando la necesidad de com- batir obligé a Carlos V a embarcarse con rambo a Alemania, Felipe, que entonces contaba con 15 afios, quedé ya a cargo del gobierno del reino, en cuyo ejercicio demostr una gran prudencia y una excepcional preocupacién por la justicia. De un temperamento poco guerrero, Felipe Il fue un fiel discipulo y continuador de la politica de st padre, por el que sintié siempre gran afecto y devocién. Politica exterior Aun sin el Imperio, que Carlos V habia cedido a st hermano, los territorios europeos de la Corona de Espafia y los conqnistados en el Nuevo Mundo hacian de Felipe I el monarca mas poderoso de Europa. Consistian éstos, ademas de Espaiia, en el Rosellén, Napoles, Sicilia, Milan, Cerdeiia, Paises Bajos, el Franco Condado, Islas Canarias, algunas ciudades en el norte de Africa, Cabo Verde, Islas Filipinas, parte de las Molucas y, en América, desde México hasta el Paraguay y el rfo de la Plata, Pero con este poder el monarca espaiiol hered6 también una serie de pro- blemas politicos que se tradujeron en largas y sangrientas contiendas,Esparia baja los Habsburgos Francia Las hostilidades con Francia comenzaron en Italia al aliarse el Papa Paulo IV con los franceses y los turcos para combatir el poder espaiiol en Italia. Los répidos avances del duque de Alba en Italia obligaron al Papa a pedir la paz, mientras que en Francia los tercios espafioles se apaderaron de varias plazas y obtuvieron la gran victoria de San Quintin (1557), en conmemoracion de la cual se edificaria més tarde el monasterio de E] Escorial. Los avances que hacian los calvinistas en Francia movieron a Felipe I y Enrique Il a negociar la Paz de Cateau-Cambresisy concertar ademas la boda de Isabel de Valois, hija del rey francés, con Felipe II, ya viuido de Maria Tudor, st segunda esposa. Hacia el fin de su reinado, Felipe II volvié a intervenir en los asuntos de Fran- cia, esta vez en favor de los catdlicos franceses. Al fallecer sin sucesor directo el rey Enrique III, los calvinistas de Francia, los /rugonoies, propusieron como heredero al principe protestante Enrique de Borbén. En oposicién a éstos, el partido cat defendia los derechos del Duque de Guisa y de la princesa Isabel Clara Eugenia, hija del propio Felipe II, que estaba prometida al duque en matrimonio. Tanto por razones religiosas como fan los derechos del partido catélico, La conversion al catolicismo del p nrique de Borbon, aunque politica ¢ interesada —a él se le atribuye la frase “Paris bien vale una misa”— sirvié para desvirtuar lx oposi , decidiéndose ambos partidos a aclamarle como Enrique IV, rey de Francia. A Felipe I le cupo el con- suelo de haber salvado, al menos oficialmente, cl catolicismo francés. liares y politicas, el rey espanol se decidié a defender \cipe_protestante de los catdlicos franceses Paises Bajos Uno de los acontecimientos mas graves de todo el reinado de Felipe II y que més pes6 sobre el reino espaiol, sin proporcionarle ventaja alguna, fue la sublevacion de Flandes y los Paises Bajos, que duré durante todo su reinado, Las causas de esta sublevaci6n fueron, a la vez, politicas y religiosas. El problema religioso estaba causado por la divisién de la poblacién predomi: nantemente calvinista en las provincias del norte, frente a la catélica en las del sus, que Felipe II se propuso resolver sometiendo a los herejes por la fuerza. Causa del problema politico fue el sentido castellano de su gobierno. Para orga nizar el gobierno de los Paises Bajos, Felipe IT habia nombrado a funcionarios espaiioles en quienes podia confiar, prescindiendo de las clases sociales del pais re- presentadas por sus Estados Generales. El rey dispuso ademas que un ejército espaiiol ocupara permanentemente el pais para servir bajo sus gobernaclores. El genio militar de éstos, el duque de Alba, don Juan de Austria y Alejandro Farnesio, fue s6lo capa de someter por fuerza y nunca de manera definitiva a los rebeldes, sin poder atraerse clafecto de la poblacién, En 1597, tras casi cuarenta afios de esfuerzos politicos y con- tiendas militares que, aunque frecuentemente victoriosas, no fireron capaces de ase- gurar una paz estable en los Paises Bajos, Felipe Il se decidié a cederlos a su hija, Isabel Clara Eugenia, casada con el archiduque Alberto de Austria, Los turcos Durante la primera parte de este reinado la confrontacién de Espaita con el Impe- rio turco habja quedado reducida a frecuentes ataques de piratas turcos a navios y pttertos cristianos, a los que Felipe II contestaba con numerosas expediciones de 159