Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 11
EGUZKILORE Cuaderno del Instituto Vasco de Criminologia. San Sebastian, N.° 6 Extraordinario. Junio 1993. “Carceles de mafiana y Capellanias penitenciarias” © M. Jestis Conde. Prélogo REFORMA PENITENCIARIA EN EL TERCER MILENIO * O. Ingstrup. La Misién del Servicio Comeccional de Canada... 15 * F Bueno Aris. La Misién del Servicio Correccional de Canadé 27 Aplicacién al sistema penitenciario espafiol ... .. © JA. de Luna. Consideraciones desde las cérceles japonesas .... 53 © A. Messuti. La Misién del Servicio Correccional de Canadé Valores fundamentales y estrategias de las NN. UU. © T. Peters. ;Es posible una reforma del sistema penitenciario? ... 91 El futuro de las prisiones: los valores esenciales ........ 101 © A. Beristain, La cércel se humaniza con el “opio” del pueblo? 111 Decélogo del personal penitenciario * Naciones Unidas. Reglas de Tokio CAPELLANIAS PENITENCIARIAS © Peter-Hans Kolvenbach. Poblacién pobre entre los pobres ..... 137 * A. Bachelet. Nueva evangelizaci6n: testimonio desde las cérceles 139 © A. Beristain, Creencias y Universidad en la cércel. Cuestionario 143 Jesuitas al servicio de los condenados por la ‘justicia’ * P. Cambreleng. Proyecto pastoral © ALR. Duce. Ecumenismo en prisin * P Landenne. Una contemplaién en mi accién de eapelén © A. Latuf. Actividad como capellén penitenciario © S. Lesaffre. La situaci6n de las prisiones en Francia * JA. de Luna, Capellanta peritenciaria en Japén . # M2 de Llanos. ,Qué hacemos con los presos? .. © C.M." Martini. Problemas carcelarios : * B. Massie. Asistencia religiosa en las carceles de Jamaica * E. Neuman, Palabras para una pastoral penitencietia © B San Martin, Cércel en algunos passes afficanos .... * JA. de la Vega. Situacién de las prisiones en Paraguay * Naciones Unidas. Sobre DD.HH. y personas detenidas .......... 101 EGUZKILORE Namero Extracrdinatia 6 San Sebastisn Junio 1993 ToL - 108 EL FUTURO DE LAS PRISIONES: LOS VALORES ESENCIALES* Tony PETERS Catedrético de Criminologfa Universidad Catolica de Lovaina (Bélgica) Palabras clave: sistema de justicia penal, pena de prisién, resocializaci6n, politica penitenciaria, politica penal, intemas, valores esenciales Hitzik garrantzizkoenak: justizi penalaren sistema, espetxeratze zigoma, birgizarteratze, presoarekiko politika, politike penala, atxilotuak, cinarrizko baloreek. Mots clef: syst2me de justice pénale, peine de prison, résoctalisation, poltique pénttentiatre, politique pénale, reclus, valeurs essentiels Key words: ctiminal justice system, prison penelty, resocialization, penitentiary policy, criminal policy, prisoners, essential values. 1, OBSERVACIONES PRELIMINARES Una biisqueda razonable para definir los valores esenciales que tienen que orien- tar el funcionamiento del sistema de sanciones penales, debe incluir en la discusién no s6lo la aplicacién de la pena sino también el sistema de justicia penal como tal, con una especial atencién dirigida al sistema de condenas Sopesar y evaluar la aplicacién de la pena de prisién ha sido siempre una cues tién que interesa a penalistas y criminélogos. Dependiendo del momento de la his- toria de las prisiones, su anédlisis ha conducido a muy diferentes conclusiones * La traducci6n de este articulo ha sido realizada por Isabel Germén, becaria del IVAC-KREL 102 Tony Peers Esto explica por qué la definicién de los valores esenciales en las sanciones penales puede variar mucho dependiendo del papel y objetivos del sistema 2. LA CRISIS DE LA LEGITIMIDAD DE LA PENA DE PRISION Es un hecho notable que durante las dos tiltimas décadas la prisi6n y su propia legitimidad ha sido cuestionada, Menos de dos siglos después de la introduccién de la pena de prision como “respuesta” a los actos mas graves de delincuencia, existe una creciente conviccién de que la pena de prisién deberia ser sustituida por nue vos tipos de penas, aunque poniendo el acento en la intervencién basada en la co- munidad y en el control. El Derecho penal cldsico fomenté la pena de prisién como importante innova: cién en contra de las muchas formas de castigo corporal que caracterizaban al siste. ma de justicia penal del “ancien régime”. Sin embargo, dos siglos de experiencia penitenciaria han demostrado que la opresi6n ffsica segufa siendo un innegable as- pecto de la pena de prisién. Los numerosos estudios que intentan descubrir sus efec- tos subrayan su deficiencia. Sin embargo, los pobres resultados obtenidos no pueden impedir a los moder- nos Estados concebir y construir nuevas prisiones. Continuamente, distintos grupos profesionales se comprometen con entusiasmo con uno u otro aspecto de la aplica- cién de la pena de prision Existen periodos en la historia de la administracién de la justicia penal durante los cuales se ha dirigido, con una conviccién casi undnime, la elaboracién de un régimen penitenciario entendido como un importante instrumento para la resociali- zaci6n de los internos. Las dos décadas siguientes a la segunda guerra mundial han ido un periodo de este tipo. Las discusiones sobre la prisién y la pena de prisién en este momento mostraron una gran confianza en la capacidad rehabilitadora de esta pena, No sélo en publicaciones teéricas sino también al articular una politica préctica, la discusi6n se centré casi exclusivamente en argumentos técnico-criminolégicos y perspectivas de futuro, Bélgica, por ejemplo, desarrollé con gran conviccién un 1é- gimen penitenciario social ¢ introdujo después a través de un Real Decreto (21 de Mayo de 1965) nuevas regulaciones penitenciarias para mantener y completar el cambio de politica Los directores de prisiones locales asumieron una mayor responsabilidad y una importante autonomia al determinar el régimen penitenciario y al acordar los valo res esenciales. Existieron pocas o ninguna duda sobre el significado y el posible efecto de la pena de prisién, Sélo recibié total atencién la forma en que la pena de prisién deb‘a ser aplicada. El valor esencial central, al menos al predicar el evangelio de la pena de prisién, fue “resocializacién” Durante los afios setenta y ochenta, el entusiasmo por el ideal de resocializa- cién se enfrié rfpidamente. Las criticas sobre las condiciones de las prisiones por parte de los internos se expresaron en forma de huelgas o motines, incluso inclu- vendo la posibilidad de tomar rehenes entre el personal penitenciario, EGU2KILORE - EXTRA 6 [1999) El futuro de les prsones: los valores esencales 103 Las autoridades respondieron a menudo con una brutal contra-violencia y re- presién, Attica, también fuera de USA, tuvo muchas imitaciones, Mientras tanto, lleg6 a ser un hecho, también para las autoridades penitenciarias, que la resocializa- cién como valor esencial no habfa superado la prueba. Al reformular los objetivos del sistema uno tiene que aceptar dar un paso hacia atras y defender un plantea- miento més realista. La investigacién penitenciaria juega un papel clave al orientar el proceso de la reformulacién de los objetivos del sistema correccional. Muchos autores, como. Clemmer, Sykes, Wheeler, Cressey, Goffman, Galtung y Mathiesen, analizaron las caracterfsticas basicas de la organizacién penitenciaria y demostraron cémo obsta- culiz6 de una manera fundamental la realizacién del ideal de resocializaci6n. Las muchas ideas, proyectos, programas y elementos especiales concebidos y puestos en prdctica en una serie de prisiones nunca, o muy raramente, recibieron total atencién y ayuda econémica por parte de las autoridades al definir la politica penitenciaria Lipton, Martinson y Wilks, no sélo prepararon el fracaso del movimiento reso- cializador, sino que también suprimieron su espfritu con la simple expresién cere- monial “nada funciona’. Las discusiones sobre la pena de prisién durante las dos Gltimas décadas han sequido caminos muy diferentes de pensamiento, pero todas tienen en comin la conviccién de la posicién de rechazo en el marco de las condenas penales. No sélo académicos, sino también los profesionales interesados en la aplica- cién de las sanciones penales, comparten la opinién de que la pena de prisién ya no puede considerarse como un instrumento para persequir resultados positivos en la modificacién del comportamiento del interno. Los académicos formularon un programa que puede resumirse en las siguien- tes recomendaciones: — desarrollo e introduccién de las sanciones penales basadas en la comunidad; — reduccién del nimero de las penas de prisién a un minimo estricto (reduccio- nismo). Otros promovieron la abolicién de la prisién como institucién y del encarce- lamiento como pena (abolicionismo); — formacién de pequefios grupos de internos condenados por delitos graves [in capacitacién) 3. LA DISTANCIA ENTRE LA TEORIA Y LA PRACTICA DE LA PRISION La prisi6n, siendo el simbolo institucional de las sanciones penales, no podia salir de la atmésfera de crisis de las dos tiltimas décadas. En el discurso sobre la prisi6n dominaban les dudas, el rechazo y la carencia de perspectivas. Las discusio- nes revelan la incapacidad de la prisién como sistema para reaccionar y responder satisfactoriamente a los problemas del delito en la sociedad. EGUZKILORE EXTRA 6 (1993) Loa Tony Peters Sin embargo, se da el hecho de que ahora, incluso m4s que antes, la pena privativa de libertad juega un papel clave en la practica penal. La practica de la re- clusi6n est tan integrada en todos los diferentes aspectos de la administraci6n de Ja justicia penal que el principal problema de la prisién durante los afios ochenta ha sido el problema de la superpoblacién penitenciaria. Este es el motivo de que muchos paises europeos hayan desarrollado un programa de construccién de nue- vas prisiones, no s6lo para renovar Ja infraestructura penitenciaria sino también es- pecialmente para aumentar su capacidad. Las variadas categorias de internos presentes en el sistema (sospechosos en libertad condicional, delincuentes juveni- les, extranjeros, vagabundos, pequefios delincuentes... que completan el grupo de internos condenados) demuestran que la practica de la pena de prisi6n es, sin opo- nerse a toda critica, mAs activa que antes. Desde la introduccién general de la pena de prisién, hace dos siglos, no han sido formuladas criticas mAs devastadoras que las de las dos ditimas décadas. Nun. ca se ha desarrollado mayor némero de argumentos, ni mas convincentes, para li mitar la préctica del encarcelamiento al minimo esiricto, Nunca han sido presentadas més penas alternativas. Nunca ha habido mas interés piiblico en la introduccién de formas alternativas para enfrentarse con la delincuencia Pero la mera existencia de la prisién parece confirmar sus derechos y poder para su permanencia. La prisin parece proyectarse en el futuro como una impor- tante institucién social. A pesar de todas las criticas y cuestiones sobre su legitimi- dad, las nuevas prisiones se han planificado, construido y puesto en funcionamiento. Esto no ha hecho desaparecer los dolorosos sentimientos de fracaso, Nada de muestra una relaci6n entre la pena de prision y el control del delito. La prision co mo institucién social revela una abierta controversia. Mientras que su poder represivo simboliza la opresi6n, su irracionalidad y disfuncionalidad genera el rechazo social La prisin se ha convertido en un asunto de interés piiblico. Las reflexiones sobre su improductividad o incluso sobre si son contraproducentes ya no son, desde hace una década, monopolio de grupos minoritarios ajenos al sistema. Aquéllos que tra. bajan sobre una base profesional dentro del sistema experimentan a diario el pro- blema del encarcelamiento de personas al mismo tiempo cue dudan de su utilidad 4. EN BUSCA DE UN PROGRAMA MAS REALISTA PARA UNA POLITI- (CA PENITENCIARIA DE FACTO Aceptar el hecho de que la legitimidad de la prisién cae bajo graves erfticas y aceplar que la institucién se convierte en un problema social, es un paso légico para exponer las cuestiones sobre la filosoffa penitenciaria capaz de soportar su existen- cia posterior, {Estamos viviendo los tltimos momentos de una institucién social que va a desaparecer en un futuro préximo? ¢Se requieren, no obstante, valores intelectua les en una institucién que simboliza la incapacidad penal? Existe el peligro de dar por sentado los deseos demasiado facilmente. Opo niéndose al simbolo de la incapacidad penal existe de facto el papel de la prisién EGUZKILORE. - FXTRA 6 11993) El futuro de ls prisones: los valores esencnes 105 al condenar y aun més, el hecho de que la practica de penas alternativas basadas en la comunidad, no est en posicién de reducir la realidad de la reclusion La conclusién es que se debe buscar el desarrollo de un programa razonable que tenga en cuenta de forma realista que, también una préctica penitenciaria de facto, esta necesitada de una definicién politica. Esta politica sdlo puede ser desa- rrollada con base en principios referentes al extenso marco de la justicia penal, sen- tencia y aplicacién de las penas Primero, por supuesto, esté la cuestién sobre la posicién de la pena de prisién en el contexto de todas las sanciones. La respuesta a la primera cuesti6n va a ofre- cer una nueva inspiraci6n para centrarse en la segunda que concierne a la orienta- cién externa e interna de la politica penitenciaria. 5. LA REALIDAD DE LA PRISION EN LA POLITICA PENAL La conviecién de que el uso y aplicacién del intermamiento debe ser reducido al minimo estricto puede verse como el resultado del debate sobre la pena de pri- sién de las dos tiltimas décadas. Esto significa que existe consenso respecto a que la pena de prisi6n deberfa ser considerada s6lo cuando todas las otras reacciones penales hayan perdido su prioridad Al mismo tiempo, existe una gran necesidad de un andlisis a fondo de las razo- nes por las que las penas basadas en la comunidad recientemente introducidas no reciban la total atencién que merecen por parte de los que toman las decisiones penales. ¢Por qué los que condenan s6lo toman en consideracién en unos pocos casos las penas basadas en la comunidad? Estas observaciones cuestionan, por supuesto, la calidad y validez de las penas alternativas. gCémo pueden realizarse los objetivos de la justicia penal al hacer uso de las reacciones penales sociales?. Por lo que se refiere a la discusién sobre los ob- jetivos de la justicia penal, es importante observar que la historia de la practica pe- nal muestra una cadena de valores que es necesario realizar. Cada periodo fue sumando nuevos objetivos, abriendo nuevas perspectivas para el sistema, pero di- ciendo poco o nada sobre la relacién entre las sub-funciones. Continuar con la limi- tacion de la venganza. estimular la mejoria moral, tratamiento, orientacién, resocializacién, disuasién e incapacitacién, son todas perspectivas explicitamente for- muladas en relacién a la sancién penal. gQué pricridades han sido elegidas? ¢Qué instrumentos penales deben desa- rrollarse para realizar los objetivos formulados? 6. LA IMPORTANCIA DEL STATUS LEGAL DEL INTERNO Fuera del reciente debate sobre la pena de prisién aparece la necesidad de de- finir el status legal del interno: sus derechos y sus deberes. Especialmente en el marco de la aplicacién de la pena de prisin existe gran controversia en lo referente al status legal de los internos. En el planteamiento de JZKILORE EXTRA 6 (1993) 106 Tony Petes los internos el reconocimiento de sus derechos concretos tiene escasa prioridad, de tener alguna El potenciar los objetivos tales como el tratamiento, resocializacién y rehabilita- cién incremenié el poder de los directores de prisiones locales y redujo el impacto de las detalladas reglamentaciones penitenciarias, reemplazadas en Bélgica por los reglamentos generales de 1965. Esto causé grandes desigualdades en el régimen penitenciario, incluso entre los internos encarcelados en la misma prisién. El mismo cambio provocé un distanciamiento creciente entre los magistrados que condenaban y la forma en que la pena era aplicada. No sélo las decisiones sobre libertad condicional y permisos, sino también las formas alternativas de apli- cacién de la pena de prisién, como la no aplicacién de las penas cortas de un maxi- mo de cuatro meses, fin de semana y semi-detencién, escapaban de la intervencién de los magistrados sentenciadores. Mientras que la heterogeneidad del régimen penitenciario aumentaba, el siste- ma penitenciario se convirtié en una entidad auténoma en la administracién de la justicia penal Al mismo tiempo, habia un interés creciente por el status legal de los internos. Existia una innegable influencia en el campo de las sanciones desde la nueva cos- movision de los derechos humanos. Por un lado, la Declaracién Universal de Dere- chos Humanos adoptada por las Naciones Unidas e! 10 de diciembre de 1948 fue seguida en Europa por un Convenio Europeo para la proteccién de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales ratificado por Bélgica el 14 de jumio de 19 Por una decisién del Tribunal Supremo belga (27 de mayo de 1971) el Derecho Intemacional es de aplicacién propia y tiene prioridad sobre el Derecho interno. Los articulos 3 y 5 del Convenio tratan del status legal de los internos. Por otro lado, las Reglas Minimas para el tratamiento de internos (N.U) y las Reglas Penitenciarias Europeas hacen hincapié en los derechos de los internos que deberian dirigir y orientar la aplicacién de la pena de prisién La introduccién y aplicacién de estas reglas promovié la creacién de un valor esencial comin para la justicia penal, condenas y sanciones penales. La justicia criminal deberfa basarse en una categorfa comtin de valores que de- ben encontrar su articulacién a través de la aplicacién de una escala completa de sanciones penales. Esto supone una ruptura del clasico sistema bipolar de castigo, en el que las multas por delitos menores se completan con la pena de prisién por delitos ms graves. El poner en medio una serie de alternativas sociales acentiia la posicion relativa de la pena de prisién y somete las penas alternativas a la autori dad del valor esencial comin que es “el respeto del status legal: los derechos y los deberes de la persona condenada’. Por esta razén existe la necesidad de una integracién més formal de las penas alternativas en el Cédigo penal, en el procedimiento penal, y en la aplicacién de la pena. Esta es la base necesaria para la realizacién de un planteamiento comin de valores esenciales, para un sistema de justicia penal integrado y para una definicién més correcta de la posicién de la pena de prisi6n en este sistema FGUZKILORE EXTRA 6 (1993)

You might also like