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La Constituci6n que queremos Propuestas para un momento. de crisis constituyente Jaime Bassa Mercado Juan Carlos Ferrada Borquez | Christian Viera Alvarez | Raitores DERECHO en DEMOGRACIA ‘Sritir Josten (zou) «La austerida que aplies Bua es camino sicidan,en Pagina 12,7 de dicembre de 203, [on line). Disponible en: -htap//worw paginar2.com ar}diariofeconomia/2-189842-2011-12-07 hm'> [Fecha de ima consulta: de abi de 2017). ‘Yirna Auansz, Cunistiat (2014): «Estado Social como érmiula ena CConsttueién chilenas, en Revista de Derecho (Comino), Vol. 31, N2, pp 59-48, VartaviceNcio, Lus (20:8): wBases constitucionales para un Estado ‘plutinacional, en Bass, ime Frrada, Juan Carlos, Viera, Chistian, La CConstitucién que queremos, Sandago: Lom ediciones (en evaluacln ‘Woyrsns,Jurmay (20:6): Chile es en parte demoeraca yen pane oliganqulan en Ciper Chile, 22 de julio de 2036, on ine} Disponible en: [Fecha de ltima consulta: 6 de abril de 201 Derechos sociales en una nueva Constitucién: el constitucionalismo transformador Domingo A. Lovera Parmo* Inorder to maintain Rome’ liberty, therefore, when corruption had set in, i was necessary in the course of its development ‘tm introduce new institutions, ‘MactiaveLs, The Discourses Introduccién Eneste trabajo se argumentaa favor dela inclusi6n de derechos sociales en una nueva ConstituciOn. Pare ello, se afirma que una comunidad politica que se construye sobre la base de una desigualdad estructural hhace poco por honrar la promesa de igual membresia sobre la que se construye la democracia, Bl trabajo concluye sosteniendo que una ‘constitucién animada por transformar las bases de su configuracién y membresia debe estar orientada, precisamente, a hacerse cargo de las injusticias del pasado sobre el que edifica sumirada hacia el futuro, Derechos sociales como cludadania ‘La cludadania designa el criterio de pertenencia a una comunidad politica, pertenencia que habilitaa participaren condiciones deigualdad con os demas pares ena toma de decisiones colectivas que regulan la social, Desde un punto de vista formal, sugiere ‘Tushnet, ya casi noes posible encontrar sociedades~diria, hasta donde podemos ver 0, en verdad, hasta donde solemos mirar-,en las que existan exclusiones cexpresas de ciudadanos y cludadanas (Tushinet 1999, p.158). 1 -Rgradeaco los comentarios de Christian Vier una versén preiminar de este aba Lahistoria de Chile ~en especial el desarrollo democritico eviden- ciado entre 1925 y 97:~ da cuenta perfectamente de este fendmeno. En efecto, como afirman Salazar y Pinto, el proceso de extensién dela cuidadanfa formal habia principiado en 1874, con elfin del voto censi- tario;seratifics en i914 yse completé durante la Unidad Popular Esta apertura formal det sistema politico a todos y todas la incorporacién de las mujeres, la rebaja de edad a 18 aos y la eliminacién de otras barreras, como el requisito de saber leer yescrbie~,explica que el pa- drén electoral nacional haya aumentado en 1.390% durante l period: de 302,142 ciudadanos habilitados para sufragat en 1925 2 4.509.559 ciudadanos y (ahora si} ciudadanas en 1973 {Carrasco 2001, 273) Dicho proceso de apertura formal dea ciudadani, todos ytodas, haido acompariado,no sin difcultades, de otros reconocimientos. As, por ejemplo, acomienzos dela vigencia dea Consttucién de 1980 posta, leerseen su Art. que los hombres nacen libres eigualesen dignidad y derectiose, Por supuesto que-segin se dijera~laexpresion hombres ‘noapuntaba solo a aquellos ciudadanos de sexo masculino, sino que se trataba de una vor que incorporaba, desde luego, a las mujeres (Silva Bascusian 1997, p. 21-8). Pero una reptilicay su ciuidadania se nutren, aademis, de gestossimbélicos. Asien 1999 se aprucbala Ley 19.611 que reformé el texto del Art 1 de la Consttucién, Desde entonces, dicho precepto decara que som las spersonas» las que nacen libres eiguales, yno solo los hombres. Como se indicara enel Mensaje que dio inicio Ja tramitacién de ese reforma, no esque a mujer solo desde entonces naciera libre e igual al hombre, sino que, en cambio dello, setrataba eno construir acuerdos comunes sobre la base de nociones que re- uaa esa comunidad, esto es, sobre la base de areforzarestereatipos y précticas discriminatorias, [que] destacanl] el protagonismo de los hombres y ocultando el de las mujeres» (Mensaje No. 643320) Por supuesto que nada deo anterior quiere decir gue as exclusiones, centérminos de ciudadania, estos, espectoa lia pertenencia para (i) participar (i) en condiciones deigualdad en la ‘vida social no existan, solo que son de otto carécter. Despachadas las exclusiones formales, Jas exclusiones son, mas bien, de otro orden. Son exclusiones estrue- turales que se encuentran cultural, social, politica yeconémicamente condicionadas. Como el mismo Tushnet apunta, 2 propdsito de estas otras formas de menosprecio: Hoy mucha gente no vota porque encuentran muy diffi! lograr lo suficiente para vivir y simultfneamente aprender lo suficiente acerca de los asuntos como para sentirse cémodos vorandl; bajo esas circunstancias, esas personas creen que tenen cosas mejores {que hacer con su tiempo libre (Tushnet 1999, p. 160. Setrata de formas de exclusi6n que, aunque sin reconocimiento for- mal, han sido, en alguna medida, modeladas por las formas que alguna ‘vez tuvimos y que las identificaron expresamente. Hoy, en cambio de ello, as nuevas formas constitucionales, no obstante su promesa de neutralidad y apertura, han sabido acomodarse para mantener esas exclusiones, antes formalmente aceptadas. Rsas exclusiones se han ‘mantenido en las estructuras sobre las que esas regulaciones (ahora) neutralesy generales se asientan. jemplo delo primeroloconstituye la poca presencia politica delas mujeres en el espacio piblico, aunque no cexisten disposiciones que formalmente les impida hacerio—neutralidad formal que, desde luego, debe considerarse dela mano con laausencia dedisposiciones que promuevan su inclusién-, Bjemplo delo segundo, la forma en que opers para las mujeres (gy sigue operando?) el sistema epersecacién criminal, yo funcionamiento descansaba en.una serie epresupuestas, prejuicias y estereotipos que explican en importante ‘medida-los resultados a que se arribaba (Casas y Vargas 2011, p. 135) ara poder hacer frente a esas desigualdades estructurales ~pero, ‘como digo, solo en caso de que esto sea un objetivo deseado, respecto allo que este trabajo ofrece un argumento a favor- se debe avanzar hacia una ciudadania sustantiva. Se rata, esta segunda, de una forma de ciudadanfa que busca hacer realidad los ideales de participacién ‘con igualdad de oportunidades en fa vida nacional» (Art 1, inc. final (CPE. Enesta medida, la vision sustantiva de ciudadanta que comlenzo ahora a delinear, es tributaria de lo que Coddou denomina en este mismo libro come modelo sustantivo de igualdad; « saber: uno que asume gue sel derecho y sus estructuras tienen un potencial diseri~ ‘minador, que puede reproducirse de manera estructural, impactando 2 Lareferenciaaltesto dela CPE acualmente vigente es Sol eso, una referencia En aeco, el madeleconstkucional mperance en Crile est eos de contar con heramientas que ns permitan hacemos cargo delos desiios deinclusén igual membresa para today tos. A mlentasencso Final del At. 1 dispone que es deber del Estado asegura a patlpacisn delas personas con sgualded de oporunidadesenla vida nacional la sala de miguines de esa misma Corstiucion hace imposible a satsaccién esa pretension a menos que quede reducida aura simple deciaracin ‘den exlisién formal Alespecto véase Fernando Mufioz (201) , en Bast, Jaime, Feral, jut Catlos, Viera, Christian, La Comsitucion ‘que qeremos, Santiago: LOM ediciones, (en evalvacién, Sassen, Sastta (2006): Territory Authority, Rights. From Medieval to Global Assemblages, New Jersey: Princeton Universiy Press, Stoo, Reva (1997: «Why Equal Proteccion no Longer Protects: The Evolving forms of Status-nforcing State Action», en Stanford Law Review, NO 49, p.muieras Stuva BascuRn, AtspANDeO (3997): Tratado de Derecka Consteuctona, Tomo ‘Santiago: Bacoral urea de Chile ‘Sunsmm, Cass (2001): Designing Democracy: What Constitutions de. Oxford {Nueva York: Oxford Universit Press, “Teneatous, Zee (2009): «The Ant-coreuption Princplen, en Cornell aw Review NP 94, pp. 345-4. ‘tusniner, Mans (1999): Taking the Constitution Away from Courts. New Jersey: Pineeton University Press. ‘vauisj0, Roviaco ¥ Paxvow, Dizeo (2008): «Deribando mitos sobre el Estado empresarion, Revista Chilena de Derecho, N35, p135-15. ‘Viana, Cxnisrtan (2088): stado social come formula en la Consttucion hilenay, en Bassa oime, errada, Juan Carlos, Vers, Christian, a CConstcucin que quereries Sntiago: LOM ediciones (en evaluacién). ‘Weapon, Jeter (1993): «Welfare and images of charity», en Waldeon, Jeremy. Liberal Rights. Cllered papers 198-1991, Cambridge: Cambridge University Pres, ‘Youn, us Manion (20st: Justice and che Poitis of Difference New jersey: Princeton University Press, ‘Youn, Karun (2012); Consttuting Boonomic and Social Rights. 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Sobre la necesidad de redefinir lo pitblico y lo privado en. lanueva Constitucién Yanira Zitfiga Aiiazco Introduccién Aprovechando laafortunada coyuntura que parala eflexion académica proporciona el debate consttuyente chileno, quiero presentar una propuesta que busca jutficar la necesidad de corregi a tradicional comisign del g6nero en los debates constituyentes y en general, en Ios procesos de generaci6n normativa dentro de las democracias. sostendcé en este trabajo, entonces, que en un debate constituyente esnecesario adoptar un enfoque de género y descartaruna visibn que pudiéramos lamar easépticay ofalsamente neutra,y que ese enfoque reclama problematizar tanto las condiciones procedimentales del debate constituyentecomolas euestionessustantvas que de él surjan, En el marco de esas coordenatlas, este texto busca esclarecer,to- rmandoetcaso chileno comoinspiraciény punto dellegeda,lamancra en que histéricamente la modernidad cre6 las condiciones para una Vincalacién entre forma (el procedimiento democrético) y contenido {elbienestar des sujetos individuales omopartedelaconsteuccién de un sujeto coleetivo}: pero con limitaciones impliias, que no han logrado ser superadas completamente por a tradicin posterior. Esto significa, enlapréctca, que nuestras emocracas ie han sido capaces Ge asegura ls participaci6n paritaria de todos fos sujetos en la vida social, y conviven, en consecuencia, con divers tipos de injusticia 1a situacin de Its mujeres ha sido (y sigue siendo) especialmente critica, tanto por su transversalidad como por su poliformismo. En consecuencia, requiere urgentement ser corregida 1 Esearteulo es, en pare, relia del Proyecto FONDECYT regular Ne 1150796, toledo ulos derechos seule y rapreductives Entree cortoly la utonomiay,y de uaa autor os investiga principal

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