Lecturas Clase 6 Linda Manzanilla

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EL SURGIMIENTO DE LA SOCIEDAD URBANA Y LA FORMACION DEL ESTADO: CONSIDERACIONES Unda Manzanilia WA-UNAM Introduccion Los diversos modelos de sociedades prefeudales que se proponen para el pasado han surgido, en su mayor parte, d3 estudios basados en fuertes hist6ricas y de analogias et Asi, la clasica division de Service (1975) en bandas, tribus, jefaturas y estados, o la de Fried (1967) en sociedades igualitarias, jerarquizadas, estratificadas y clasistas parecian haber organizado el universo etnografico y el arqueoldgico en drdenes de caracteristicas discretas. Sin embargo, a pesar de multiples esfuerzos hechos en este sentido, no se llegé a asclarecer ol proceso de cambie hacia formas mas complejas. Un problema que ha predeminado en la amqueologia de los itimos afios es la pretensién de hacer que los datos concuerden forzadamente con dichos ‘modelos, mas que avanzar en la formulaciOn tedrica a partir de la nueva informacion, Con raspecto a la formacién de las primaras sociedades urbanas y estados arcaicos, al primer punta que se destaca es la inexistencia de correlatos etnograficos para este tipa de sociedades. Por sociedad urbana pristina entenderemos aqui una sociedad con divisién compleja del trabajo, 88 Gacir, la presancl de especialisias en actividades diversas de las de aquellos que estan dedicados a la produccidn de bienes de subsistencia; este tipo de sociedad presanta Instituciones que coordinan los procesos econdmicos y ejercen autoridad sobre el comun de la poblacién; y, or Utimo, la residercia de la mayor paite de los especialistas y de la autoricad es un cenira Urbano que provee de servicios particulares a la region citcundante (por ejemplo la distribucion de una amplia gama de blenes). En contraposicién, entenderemos por sociedad estatal arcaica a la que presenta una orjanizacién social clasista, con indicios claros de acumuacién de riqueza, demarcacion relativamente precisa de fronteras, la Conquista como forma de apropiacién territorial yal tributo como mecanismo de sujecién econdmica. 24 COLOQUIOV.GORDON CHILDE, Si se observa la diferencia entre amnbas definiciones, es claro que no se trata de fenémenos equiparables ni necesariamente coetineos, sino diferentes y, en ocasiones, sucesivos en ol tiempo. Ademés, los indicadores bésicos de cada estedio yacen en el Ambito de las instituciones ‘que fungen como sede de la autoridad el templo y el palacio. Bl estudio de indicadores en arqueologia tiene como meta establecer una relacién entre la Informacién empirica y los fenémencs que estén estipulados en el marco conceptual. A este respocto, la funcién det contaxto anyueoldgico es muy importante en cuanto a la referencia funcional y espacio-temporal del material empirico. Puede considerarse por ejemplo la existencia de una division compleja del trabajo, como elemento clave para detectar la presencia de sociedades urbanas tampranas. A nived artesanal se buscarén -en el registro arqueolégico- trazas de la existencia da indicadores de especializacién como serlan la presencia de barrios, talleres, tumbas de los especialistas con sus instrumentos, marcas de los artesanos en su produccién (particularmente notorias en la altararla Samarra de Mesopotamia), elementos que denoten habilidad 0 complejidad particular en la elaboracion de los objetos (es el caso de la cerdmica pollcroma Halaf, en que cada pieza es. una obra (nica, 0 la manufactura de objetos de bronce) y la produecion en masa que se observa en Ia alfareria hecha con moldes o al tomo (Manzanilla 1979, 1986). Un factor por detallar es el grado cle especializacién del trabajo. En el caso de los talleres de itica, hay ejemplos de sitios donde se produce una amplia gama de instrumentos sobre una determinada materia prima, mientras jue en otros casos existen talleres productores de un solo tipo de instrumento Debe sefalarse que estos indicadores no estén desligados de un contexto general de uso/con- ‘sumo donde es pertinente evaluar cules necesidades sociales se satisfacen. Quien esto escribe [propuso en 1979 que la tinica manera de evaluar correctamente e! Impacto social de los blenes ‘corretacionando la Informacion de los contextos de produccion -ya sean elementos de subsisten- cla, manufacturas 0 construcci6n- con los de uso/consumo, referidos a las ramas de consumo individual inmediato y productiva, la distribucién y el intercambio, asi como con las instancias polticas e eoiégicas (Manzanilla 1979, Cap. X). Por eso no es lo mismo hallar un taller de elaboracion de navajilas prisméticas destinadas a un uso de herramientas domésticas de corte, ‘que enconirar_un taller similar bajo los auspicios del tempo, cuyos productos sirven para el utosaerficio. En consocuoncia, os necesario contar con los sitios de produocién y distribucion de ‘esc mismos productos en contextos primarios que denoten su funcién. Siguiendo sobre este tipo de argumentaciin, diriamos que, a nivel artesanal, se tienen dos tipos de especialistas: 1. Los que trabajan por su cuenta (hdependientes). En este caso se subsividirian a su vez en: 2) Quiones laboran individualmente, que tendrian sus casas y talleres disgregados en forma aleatoria por ol asentamiento. ) Por otro lado, quienes presentan formas de cooperacién al interlor de un tipo de trabajo pueden estar asentados en bartios, aun cuando quizé intervengan més factores en esta decision, 2. El especialista que trabaja exchisivamente para et templo o el palacio. En este caso, sus moradas y falleres se localizarian en lass inmediaciones de los recintos ceremoniales y palaciegos. Otro de los elementos relevantes para definir a las primeras sociedades urbanas es la exis- tencia de una institucion que coordine varios procesos econdmicos. Como sefialamos en 198%, los indicadores pertinentes mas tempranos giran alrededor del templo en cuanto institucion que Controla la produccion especializacia do ciertos bienes, el almacenamiento de otros, la distribucion él intercambio de los mismos a distancia. Se desarroliaré este aspecto en un inciso posterior Por ditimo se consider6 parte de dizha definicion la existencia de un centro urbano que serviria de residencia a la mayorfa de especialistas no dodicados a la subsistencia. que proporcionan LINDA MANZANILLA 2s serviclos especiaizados a las comunidades rurales més préximas. A nivel de patén de asentamiento regional -con datos procedentes de contextos excavados y fechados- se encontrarfa quizé una distribucion de actividades diferenciadas y amplia varledad de bienes que circulan en {os centros urbanos con relacién a las comunidades dependientes. Obviamente las instituciones basicas de control (el templo 0 e! palacic) estarian ubicados en dicho centro urbano. |. Ef caso de Mesopotamia El ejemplo de Mesopotamia reviste especial importancia en el problema que nos atafe, ya que constituye el caso més antiguo y mejor conocido dal surgimiento de la sociedad urbana y el ‘estado. Numerosos investigadores han propuesto varias hipotesis de explicacién sobre ef proceso de transformacion hacia una "sociedad compleja’. A continuacion se esbozarén algunas de estes Ideas desarroliadas con amplitud en 1979, y se analizara la pertinencia de su aplicacion a petiodos concretos de la historia mesopotémica. 1. "E/ modelo hidrdulico" La proposiciin mds discutida es la de Karl Wittfogel, surgida del estudio de algunos periodos de la historia de China, generalizada pot dicho autor y sus seguidores a nivel mundial. El concepto basico es el de “sociedad hidrduica’, es decir, una organizacién agreria en la que las cobras de riego (con propésitos productivos’ y de proteccién) y oltas construcciones. (de ‘comunicacién, defensa, servicio, etcétera) son administradas por un gobiemo fuerte (Wittiogel 1974:17), cuya eficacia se sustenta en la capacidad de organizar y controlar una gren fuerza de ttatajo Para la construccién y mantenimiento de las obras, asf como la distribucion de agua y tierras irigadas. Una sociedad hidréulica tenderla a adquirir una conformacion estatal, slendo el estado of sistema poltico més eficaz pata integrar los patrones formales de autordad que requieren las tareas arriba mencionadas (Sanders y Price 1968:177). Sin embargo, se conciben también sociedades hidréulicas no-estatales (a nivel de cacicazgos) y no-urbanas. Lo anterior en una propuesta generalzada a numetosas Areas no estudiadas con la suficiente profundidad con la que se analiz6 el caso chino. Una de las erticas pertinentes a esta propuesta 8 de pretender esbozar un esquema de dinémica temporal en una forma claramente shistorica En la mayoria de los casos se citan teas sin precisar el momento histérico a que se tefiere ol argumento; en otros no se sigue el proceso dlacronico. La técnica es fragmentar ta Informacion de tal manera que no se da la exposicin completa de Un caso. ‘A pesar de que los efemplos etnogréficos quizé no sean pertinentes para una comparacién ‘con casos arquedlégicos, quisiéramos citar el hecho de que no siempre la competencia por agua causa conflictos. En al estudio de siete sistemas de riego a pequefia escala en grupos actuales, Millon (1962:56) concluye que no hay telacién clara entre et grado de centralizacion tle la autoridad y ol tarrafio del sistema de lrrigacion o el de la poblacién que sostiene. La dependencia de un sistema de rego comtn tiene como efectos no s6lo fenémenos de antagonismo, sino también de cooperacion. ‘Mas alld de la proposicién general y a ralz de que Witfogd y Steward Incuyeron a Mesopotamia en la categoria de ‘sociedad hidrdulica compacta, simple y estatal" (Steward 1955:2), otros investigadores se dedicaron a buscar con vehemencia el indicador que define por ‘excolencia a la sociedad hidraulica, reduciendo el problema a la espectficidad de los canales de tiego. Se hicieron grandes proyectos de reconocimientos de superficie especialmente en ia llanura ‘central y sur de Mesopotamia (Diyala, Akkad, el centso de Somer y el area de Unik-Warka). En ‘mucho, la finalidad era ver al vinculo entre la presencia de elementos hidréullcos y el momento del surgimiento de! “estado de la ‘sooledad urbana’ 2s COLOQUIO V. GORDON CHILDE Después de aos de investigacién, Robert McC. Adams ha llegado a la conclusion que, en Mesopotamia, of estado antecede en mucho (qulzd en un milenio) a las grandes redes hidréulicas ‘que establecen estructuras polticas cefinklas por Wittfogel como hidraulicas (Adams 1965:41). Las evidencias arqueolégicas disponibles antes de la mitad del tercer milenio aC son tan escasas y discutbles que resultan rrelevantes. Los regitos acinitatvos de mediados del trcer milenio aC indian que la, poblaciin el templo, éstas centralizan gran parte del procoso productivo y la distribucién de los recursos, y se comienzan a perfilar centros urbanos en los que al sacerdocio promueve la existencis de una setle de especialistas en diversas actnidades productivas y de Intercambio. Dichos ventros conforman el eje de circuitos macrorregionales de Concentracion y distribucién de bienes Con al fin de asegurar el abastecimiento de materias primas aléctonas para la elaboracin de bienes suntuarios, el sacerdocio mandaba emisarios que establecian colonies junto a las comunidades locales en otras regiones con ia finalidad de abastecerse de sus bienes. En este marco se ubicaria Teotihuacan, en la Cuenca de México, y Tiwanaku, en el Lago Titicaca. A guisa de nota, es necesario mencionar que en la region andina centro-norte, desde tiempos formativos: se perfié un tipo de asentamiento, denominado “centro ceremonial’; en su parte central, el templo estaba rodeado por varios almacenes (Lumbreras, comunicaciin personal, 1966). ‘Asl, el circuito redistributive puedi ser observado en el registro arquedlogico: a) en los ‘almacenes controlados por el templo, b) en al fiujo de los bienes almacenados en forma de raciones de alimentos o comidas comunales, utiizando ceramica fabricada en grandes cantidades, y c) particularmente para ¢ Cercano Oriente, en un complejo sistema administrativo ‘encargado de la contabilidad y control de los bienes que entraban y sallan de los almacenes. Los corolarios de este sistema fueron: el strgimiento de especialistas desligados de la produccién de alimentos, mantenidos con 10s bieneti almacenados, y el abastecimiento de materias primas aléctonas por medio de los emisarios clel sacerdocio. Estos elementos constituyen caracteristicas Importantes de lo que se tama 'tas socisdacies urbanas pristinas' En Mesopotamia, la “revolucién urbana" rescaté a los artesanos ltinerantes y les proporciond Proteccién al interior de una nueva organizacién social, puesto que habian perdido la seguridad de la organizacion del parentesco. Con excepeién de Teotinuacan, Tiwanaku, las tierras bajas mayas 0 la llanura de Mesopotamia, hay ciertos ejemplos en que el ele de la comunidad, desde tiempos muy tempranos, fue otro tipo Ge organacien que desembocaria en la realeza divina, Tal es el caso de China durante ta Dinastia Shang, donde el palacio y el zrea ceremonial de tas capltales estaban anticulados en un mismo sector, mientras que los grupos de artesanos, las zonas de habitacién y almacenamiento ‘se encontraban localizadas en agrupamientos alrededor del sector central (Chang 1974). Chang (1984) ha hecho énfasis en que el monopolio del shamanismo permitia al gobernante acceder a la sabiduria ancestral y divina, base de su autoridad politica. En Egipto desde el Predinastioo Terdio hasta ol Antiguo Reino, ol farabn presidia todas las funciones importantes, tanto civiles como religiosas. Los almacenes del Alto y del Bajo Egipto ‘estaban an la orbita dal palacio, quo se enoargaban de la redistribuci6n. El tipo de cacicazgo que precedid a la monarqua podria ser le clave para comprender cémo se produjo este proceso Cistinto. En las casos de China y de Egipto, la articulacién de la autoridad del gobemante con sus funclones divinas @s tan estrecha que i sacerdoclo queda en un segundo plano, se ocupa sdlo de los ritos funerarlos de gobernantes anteriores, LINDAMANZANULA 3 IME! émbito det palacio En Simor, durante | Dindstico Temprano, al colapso del templo como eje econdmico de la sociedad es contemporéneo al surgimiento del palacio como institucion rival, en cuanto a la ca tacién de tierra, ganado, productos y poblacién. El palacio adquirié la forma de organizaci ‘administrativa del tempio, pero con la diferencia de que los blenes elmacenados ya no fiulan haci la gente comin, sino constitufan parte de un circuito cerrado, EI Dindstico Temprano presenta una fase de coexistendia de las dos instuciones, pero en @ periodo subsiguiento, el acadio, claramente se perfla ol tipo de organizacién basada en el palacio Como et ee: €l estado expansionista y tributario (Manzanila 1972, 1986). Las caracteristicas de la organizacién y del periodo centrados en al palacio son las siguientes: 1. El tributo susttuye a la redistribucién como forma de centralizacién de la produccién excedentaria La conquista mantione permanentemente a fluo de los bienes hacia los palacios. 2 Con la conqulsta aparece el concepto de acumulacién de riqueza, tanto en la forma de botines de guerra. como en la adscripcién de tierras rarginales y sujetas. Puede decirse que, si bien se presentan algunos casos de terratenientes recompensados con tierra, pese a ello la célula basica de propiedad sigue siendo la comunidad (ca/pull, ayllu, nomo), quien otorga al usutructo de la misma o asigna tareas a sus miembros. Un elemento bésico de la organizacion del palacio la propiedad sobre el excedente de produccién. De ahi que esta etapa marque €! inicio de sociedades clasistas y de! estado. 3 Un tercer elemento en estrecha relacion con el palacio y su organizacién es ef mercado y también @ sutgimiento del comerciante con iniciativa personal. El mercado es una instituclén tardla en el proceso, que se encuertra ligada directamente con los intereses del palacio, como Carrasco (1983) ha sefialado, Desde el Dindstico Temprano II en Mesopotamia, grupos de comer- clantes asociados con el palacio estimulan una ampliacién de las demandas populares de armas de bronce y bienes de lujo (Adams 1973). En la Cuenca de México, el pochteca sustituye al ‘emisario del sacerdocio de otros tiempos. 4. Como efecto del surgimiento de mercado, se observa que, ademas de los artesanos trabajadores dal templo 0 el palacio, hay artesanos independientes agrupados en barrios, que pueden intercambiar su produccién libremente. A esta etapa corresponden ejemplos como el imperio acadio y los sucesivos imperios babiénico y asirio, el Nuevo Imperio egipcio, el Postciasico en Mesoamética y las etapas chim e inca de los Andes. En la mayoria de estos casos estén presentes relictos de la organizacién redistributiva. Por ejemplo, Carrasco (1982) y Broda (1976) han esorito sobre diversas instancias en las que ‘el atoani mexcca abria sus almacenes y hacia copantcipe a la gente de sus trajes e insignias. Otro ejemplo de los relctos de redistribucién en la organizacién del paiacio, es al caso inca. Investiga- dores como Morris (1976). Earle y D’Altoy (1982) y otros, han descrito la profusion de almacenas fen dNersos contros del imporio, especialmente en la regién de la capital provincial de Huanuco Pampa y en la cuenca del Mantaro, Dichos almacenes, que segin Murra (1975) eran vitales para hacer frente a las heladas y sequias, servian para alimentar a los funcionarios del estado, al elército y a toda la poblacion que patticipaba de las actividades estatales, incluyendo a los artesanos abocados a los textiles. Los depésitos se hallaban tanto dentro de los aseniamiertos, como en las laderas de los montes, dependiendo del carécter permanente o temporal de la poblacién (Earle y D’Attroy op. cit). oe CoLoauio v.GoRDON cHILDE Monis (op. cit) destaca que en Hudnuco Pampa, las dos grandes plazas del sitio estaban

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