Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 50
@KELLOGG INSTITUTE ‘Tue Heten Keuroce INstrTore FoR INTERNATIONAL STUDIES DE LA CRISIS DE MALVINAS A LA SUBORDINACION CONDICIONADA: " CONFLICTOS INTRAMILITARES 'Y TRANSICION POLITICA EN ARGENTINA Andrés: Fontana Working Paper #74 - August 1986 Andrés Fontana & Assistant Researcher at CEDES (Centro do Estudios de fstado y Sociedad) and a prolessor atthe Unversty of Busnos Aves. Hi principal research ileests aro tha armed forces and polities. From February to December 1983 he was a felow ofthe Keloag Institute ‘an earl cal ofthis paper was presented aan international seminar on “Miltary Autonomy and Damocracy in Lan Anatica" held in Satiago, Chile, May 22-25, 1305. ABSTRACT ‘his paper analyzes he poitical transition in Argentina (1882-1983), concertating panicualy on three aspects: (a) te overthrow a he authoctanan regime ae a resus ofthe post Malvinas cess within the miliary: 0) the intemal logic ofthe altar leadership's deceions with respect to the transtion;(c) the centrality of the human rights question and the hermetic nd Nomogeneous ‘ature of discourse about human rights win the armed forees The concn indicates the consequences ofthese three aspecis of the tansiton press forthe new democratic regime RESUMEN Eltrabajo analiza la ransicién poitica en Argentina (1982-1989), prestando particular atencdn a tres aspectos: (a) et ‘derrumbe" del régiman autortano camo restikaco dela eres nama pos Malvinas; (Oa t6gca intema de las decsiongs de los mandos miares con respecto a transicion; (c) la centralidad de la cuesion derechos humangs ¥ el caricter hermblica hhomogéneo que tene el discurso sobre ese tema en el Seno de Ia corporacn mitar. as ‘conclusiones del trao sefalan las conscuenctas de esos tres aspectos del proceso de lwansicin con respecio al nueva escenario police quo se eetnitura con la mstauracion del rien democrat Introduceiéa Jee trabajo trata dos tenas interrelecionades: 1a transiciGn po~ Aftica en Argentina durante Los alos 1982-1983 y el modo de funeionanien- to interno del réginen militar en disolueién, Por una parte, 1a relacién entre lag Fuerzas Areadas y el gobierno militar, en el marco de una prom funda crisis interna, obstaculiza 1a tona de decisiones con respecte a la transiei6n y bloquen a su vez toda posibilidad de resolver cuestiones vin~ celadas a exe proceso mediante negociaciones con los actores civiles. Por lotta parte, el anflisis del proceso de transicién desde esa perapectiva per nite identificar los principales rasgos de 1a estructura decisional y et ‘node de funefonaniento interno del régimen militar. Si bien se trata de una coysntura particularmente erftien en ta cual el réginen se precipita en un acelerade proceso de desconposicién, os rasgos fundsmentales de su estructura y dinnica internay y de su modo de vineulaci6a con los actores eiviles, no séle xe montienen sin mayores alteraciones sino aiis bien se acentGan, En realidad, 1a continuidad do un cferto modo de tomar decisiones y de relacionarse con los actores de 1a 90, cfedad civil @ tesar de los profundos cambios que se van operando en et contexte polftico constituye de por af une de lox principales rasgos det tipo de funetoneniento que caracteriza al réginen militar EL andlieis del proceso de transieién desde el punto de vista de cémo 1s militares tonan decisiones y se relacionan con los actores civiles no agota por supuesto Le compleja trans de relaciones que cons cituyen el pasaje de un réginen a otro. La utilidad de esa perspecti- va consiste sin enbargo en poder cbservar con detenimiento un aspecto fundamental del proceso de transicién y al misno tienpo seflalar cémo se Proyectan Las coneccuencias del mismo sobre ¢1 cacenario polftice con Higurade o partir de 1a inetauracién de un répimen demoersitico en diesem bre de 1983, El endlisis de 1a transicién desde esa perapectiva contri. buye no s8lo a explicar tal proceso sino también a comprender el posicio- namfento de las Fuerzas Arnadas frente al gobierno constitucionel y a las pelfticas que el sisno adopte con respects a cuestiones que los militares intentan infructucsanente resolver con anterioridad 2 1a instauracién él rGginen denocritico. . En la préxine secciGn analizo 1a dinfinica interna del eépinen militar durante e1 perfodo inmediatanente anterior # Ia ocupacién de Las Jalan Malvinas por fuerza arrentinar. Tn lan dos aeeciones siguientes ue refiero 4 la reestructuracién del escenario polftico durante el con Hicto bélico en el AtLintico Sur y # la erinis interna del répimen mili~ tar a rafz del desenlace de ese conflicto, Posteriormente we cure de tos intentos de negociacién con os actores civiles, y con el Lamado frente interno militar, ensayaios por et gobierno y a 1a actitud que adop- tan las Fuerzas Amadan frente ai fraceso de tales intentos, Ea 1a Gleina seceiéa sintetizo los principales aspectos del proceso de transicién, ‘su vineulaeiSa con 1a 1égiea interna de La tons de decieiones polfticas por Lae Fverzas Armadas y sus consecuencias con respecto al escenario po Aitico subsiputent: De Viola a Malvines: Hedefintesones do 1a crisis polfts: Durante les prinerot meses de 1962, el gobierno militar presidide por el Gral. Leopeldo F, Galtieri coma una serie de decisiones, en circuns~ 9 Por motivoe an no del todo aclaredoe, que colminan con 2a ocupe- ein de las Isles Malvinas el dfa 2 de aorta. La coyuntura polftica en Aue a6 enmavcan tiles deciaiones difiers eustanctatnente de 1a eicuactéa ae precede al dersocaniento Gel Gral, Rober‘o Viola y eu reerplazo por altiers on dicievbre de 1981. Pero, al misao tiempo, se do une cferta continusad en ol contonto polfeico-instituctonal, 18 wecfnica de funcione- siento interno el séplnen militar, que condictona ta forma en que et minno process Jas cuestioncs de mayor importancia, Tanto el contraste entre an- tas coyunturas com Ja continuidad de Jos prineipatee rosgon del conterto pelfeieo {tieuetonal constituyen sspectos claves para interpretar dos procesos {ntimanente vinculades entre ef: 1a transiciéa polftica que se inicia con 1a derrota de les fuerzas axgentinas en el Atlintico Sur y los conflictos _intranilitares que tienen lugar durante ene perfodo ~es 2 decir, entre junto de 1982 y dicienbre de 1983. no de toe rangoe que caracteriza 1a eayuntura anterior al derro- casiento del Gral. Viola ee In vigencia do un conflicto interno de Las Fuerzas Armadas, que comienza a gestarse muy temprar anente.” Durante los Priseros trans del Llanado Proceso de ReorganizaciBn Nacional ese cone flicto se manifies:a en los cuestionanientos de 1a Armada a que el Cral. Videla desempere sinulténeanente Ios cargos de Presidente de la Nacisn, conandante en Jefe del Ejército y, como consecuencia de esto Gitime, mies bro de 1a Junta Militar.’ Posteriormente, se gunan a 1a posicién de 1a Ar nada 1a mayor parte de los altos mandos del Hjército ee decir, lor genera les de divisiSn- pero Videlaconsigue mantener los Eren cargos hasta agosto de 1978 y ser nvevanente designado titular del poder ejecutive a partir de tesa fecha, tos mmdos nilitares lograr ese resultado tuego de unos diecio~ ‘ho nasea de intonsas nogoctaciones y fuerten tonsfones internas.” No obs gante au gravedad, estos problenas no trascienden mayornente sl conocimien- co piblico, debide al hernético estilo impuesto por el poder militar. prdcticanente ol mismo conflicto vuelve a suscitarse hacia nedialos de 1980 cuando 1a Junta Militar debe decidir 1a sucesiGn del Gral Videlay 6 proceso que cutnina con 1a eardfa desigoaciéa del Gral. Viola, amine 1a preaidencia -Mya es honhre muerto™, sean In opinién de Ia mayor parte de ave colepss- el conflicto interno de 1a corporacién militar 6 pro- undiza y comienza a poner en peligro In extabilidad Jol xGqimen polftico 7 ‘A parti de entonces Las desavenencias fntramilitares tfendon # tea~ ducitse en erisis polftica, La principal manifestaciGn de ese proceso ¢2 ta eacisiée del régimen militar en gobierno y frente interno de las Fuernas jumadae. Pato oe debe inicialsente a la mposiciGa al Gral. viola en el se no de 1a corporacién nilitar -oposicién que ae ve anpliada bajo el Lideraz- go de Caltiert,® EL conficto tiene alors cone principales protagonistas fat grupo de militares que ocupan cargos gubernarentales y responden #2 Lderasgo de los Grales. Viola y Horacio T. Liendo, por una parte, y Ie Junta de Conandantes, respaldada por 1a Marina, 1a Aeronfutica y varios de 9 tos Conandantes Je Cuerpo del Bjército, por otra parte. tna de las princtpates consecuencias de la eseisiGn del réginen cen gobierno y frente interno siliter es el fraceso de los intentos det Grat. Viola de relefintr los térninos de 1a relacién con In sociedad civil a travéstuna rodificacién de In ortentacién de 1a polftica eco~ nénica y ua acercaniento hacia los partidos mayorftarios y tas dirigen= 10 ies indicates. ” Sin embargo, o= decir @ pesar del fencaso, Viola Lo ars establecer na relacién relativanente flulda con los mencionados actores, dando lugar a un proceso de apertura polftica y a que el tena de 1a transicién a un gobierno constituctonal se incorpore de manera de- 1 Finitiva a la disesién piblica. fin consecuencin, a pesar de que los partides no lleguen entablar una atianza cone Lt que #¢ propone el prupo eneabezado por Viola ~princ palnente porque pereiben 18 debilided del misno en el interior de 18 cor- poraciGn wilitar y su escasa capacidad para hacer concesiones u ofreci- mnientos concretos~ 1a coyuntura se caracteriza por 1a actitud expectante y velativanente conciliadora de los actores civiles. sto va a contras- con las medidas que estos Gtinos adoptan po- sseguid: con meses despuds de 1a cafde de Viols. La destituciGn del Gral. Viola marca tun punto de infle- ign on el desarrollo de 1a crisis polftico-militar. Desde el punto de vista institucional implica que las noraas que -con un grado relative de eficacia- oncausan las relaciones internas de poder desde 1976 deban sex dejadas lado para resolver 1a crisis que afecta al réginen hacia fines de get. No adlo se destituye al Presidente designado apenas un aio atrésy sino adenés se vulneran las nornas del propfo Proceso al reunir nueva mente los catgos de Presidente, Comandante en Jefe del Ejéccito y mien bro de 1a Junta Militar en una misma persona. 1? Sin embargo, Las Fuerzas Armadas parecen haber logrado poner fin a 1a Frogrentaciéa interna del poder militar que obstaculiza la contiguracién y e1 desarrollo de una polftica mediananente coherente desde fines de 1980. La fracciéa encabezadn por Viola no aélo es de- wrotada polfticanente sino adenis desarticulada sedianto el pase a re tio de sus principales mienbros a fines de 1981.'? A esto se aprena que luego del reenplazo del Alte, Lanbruschini por su colega Anaya en ta conandaneia de la Armada, esta Fuerza y el Ejércico pacan a tener tuna velacién de enteecha coopersciém polgticn en el interior del répi~ en militar -basada en La cercana vincvlaciSa entre el nusvo Cosandan= te en Jefe naval y el Grat. Galtier’! que ahora incluye el control directo del gobierno. EL precio de este intente de resolucin de 1a erisis interna es, por una pirte, que 1a relaeién entre el eéginen militar y 1a socie- Gad civil quela ahora subordinada a un proyecto politico personal del Gral, Galtieri y, por otra parte, que Sste tiene que conceder a 1a Arna- 4a un mayor paso en Ins decisiones polfticas fundamentales, lo cual redun~ 4s principalnmnte en un alto grado de autononfa de-osta Fuerza en el manejo 15 del tena Malvinas © islas del Atléncico Sur.’ Sinultdneanente, el proyecto de alters consiate en crear una fuerza polftice con el apoyo de los partidos conservedores alinios del Proceso « instrimentar lot planes de recuperaciss Ge las elas Malvinas, scordedos ya con el Jefe naval, para transfoenurse en una figura capaz de concitar el apoyo poputar. ato implica marginar 4 los partidos polfticos mayoritariog, rele- sindoloe a un rol subordinado al poder militar, en e1 fucuro proceso de tran slci6n y desachar Las negoctaciones para unt "ealida-eolvciée" polfties que 0 se viene tejlendo con ellos desde varios afon atte.” 1 reemplazo de Viole por Galtieri en 1a Presidencia de 1a nacién -que acarrea adenis un retorno a Las {Grmulas neoliberales en materia de polftica econéaica, luego de las an- Diglledades del rfgincn en one cerrene # 1e largo de 1981- produce por 20 tan to un execiente distancfaniento de loa partidos mayoritarios y las dirigencias 18 sindicalen con reqpecte # lag autoridades del gobierno militar. La postura de los partidos nucleados en 1a Multipartidaria se asienta en un supoato Fuertomente pesiminta con reapecto a 1a capacidad del répinen para evitar 1a profundizacién de In crisis econSwico-social y, sobre todo, pa- ra solucionar su propia crisis interna sobre bases estables. Desde esa pers pectiva -configurala durente 1a presidencia de Viola y cristalizada con 1a frrupei6a de Galtiert- tos partidos conciben ta conciusise del répinen militar como alge no muy lejano y, en buena medida, ineluctable, Sobre 1a base de 1 la polftica estas percepcionss y del enfrianiento de relaciones que prod de Galtieri, 1a Multipartidaria decide despleget una carpaie epositors que tiene conienzo a principios de marzo (1982) con un acto polftico en a ciudad de Parand al que coneueren mix de cinco mil personas. Sinultfineanente, Jfiniciones preciads con respecto ta Mulcipartidaria comienza a exigir 1 1a conclusisn del réginen wilitar.”? Este casbio on la actitud de 1a dirigencia partidaria coincide cone} surgimiento de protestas gremiales en 1a mayor parte del territo- lo, que culminar con 1a convocatoria de 1a entonces Lamada CcT-Brasil 4 una concentraeiGn polStica en 1a zona eGntrica de Buenos Aires pata el fa 30 de marto. La convocatoria es 1a prinera de este tipo desde 1a in plantacin de? réginen militar y est# divigida no s6lo a Ios sectores 1a porales que 1a central obrera representa sino el conjunto de 1a poblaci6n Los enfrentanientos callejeros que se produeen en eca fecha y les duras 1 marean un cambio ‘6a policial y mili erfticas de a pronaa a Ja repr muntaneial on 1a velneiGn entre oh rGpinen militar y In noeiednd civil, caracterizada hasta ese monento por 1a pasividad y 1a desnovilizacién de los sectores populares y 1a ausencia prfcticanente absoluta de desaffos ‘al poder polftice-nilitar, A partir de ese momento, en canbio, parecen desnoronarse las condiciones polftico-sociales que permiten al gobierno militar desplegar sus medidas con total indiferencia por los tiempos ¥ denandas de 1a sociedad a 10 largo de exactanente seit aiios. Sin enbergo, 1a infmica decisional del régimen corre por otros carriles, sin ser mayormente afectada por los canbios que tienen lugar fen el escenario polftico. Las percepciones de las autoridades militares con respecto a dinde reside el "poder real" no dependen de cuél sea 1a actitud de los actores civiles. Cono expresién de este modo de percibir La polftica y ensarar 1a relaciGn con 1a sociedad civil, los Conandantes de las tres Fuersas Araadas desarvollan cu plan polftico sin considerar las probables reacciones de los nencionades actores en torn @ 12s aego~ ciaciones sobre 1a transicide politics como un dato significative. Es cierto que el célculo de los jefes militares incluye 1a expec eativa de producir un vuelco decisive del escenario y obtener un s6lido respaldo del conjunto de 1a sociedad a partir de que se produzea el hecho tragcendental que preparan para sediados de aio.’ Pero serfa un error explicar la indiferencia de los jefes militares con respecto al comporta~ miento y las posibles reacciones de los actores civiles y, née adn, 1a continuidad de tal indiferencia cuando conienzan a produciree cambios significativos en 1a conducta de tales actores, atribuyendo tal. actitud de los Conandantes en Jefe 2 que lo# minnos cuentan con wna carta tan de cloiva cono 1a ocupacién de Malvinas y eatin a punto de jugarla en cval~ quier momento. Asimiono, sera también erréneo atribuir esa actitud de los jefes militares a su propio desiunbramiento por ef poder que sopuestaneste Les brinda el haber ‘Lonrado recomponer el conflictive frente interno militar y teconstituir en consecuencia 1a unidad de gobierno y fuerzas arnadas Es cierto que 1a nveva situacién, contragtante con el perfado de 1a presi- dencia del Gral. Viola, reafirna 1a percepeisn del poder por parte Je los militares como uta suerte de atributo de laa Fuerzas Armadas, que Je per tenece de un mode excluyente de otros sctoras, independientenente de 1a negociacién con ios eisnos y del consenso u oposicién que generen 12s po- Lfticas gubernamentales! un poder que, en definitiva, slo puede ser pues~ to en peligro por los conflictos que surgen en su propio seno. Pero, en realidad, las percepciones y el modo de operar do tos jefes militares no resultan de una particular coyuntura polftica. Estas percepciones y el consecuente comportaniento polftico de la corporaciéa militar, con respecto a los actores polfticos y a 1a sociedad en general, constitwyen una constante a lo largo de les afios de gobierno militar. 10 Se manitiesta, por ejeaplo, en lan sucenivas postergaciones de 1a sancién del estatuto de partidos polfticos entre 1979 y 1963, en el tipo de "éid- ogo" con los disigentes partidarios que entabla el Ministro det Interior, rat. Harguindegiy, durante 1a prosidencia de Videla, y en 1a cerrada ope siciga del frente interno militar a los intentos de negociaeién con los actores civiles Levados a cabo durante 1a presidencia de Viola, Mis fam, el que esta forma de conportaniento polftico de las Fuerzas Arnadas ‘no depende de coyunturas supuestanente favorables en que tos Jefes wilica~ res concibon el poder de manera exeluyente y por encima de las actitules y ptobables reaceiones de otros actores, se constata en 1a continuidad del nniono comportamiento adn después del fracaso de 1a empresa en el Atiéntico Sur, que onajené a los militares toda esperanza de un respaldo popular y readia Iu crisis intramiliter con Cinten mucho miu draniticon que en el pasado. Es neceasrio aclarar, finalnente, que esta forma de concebir el poder y encarar el tratamiento de cuestiones polfticas fundanentales, con ‘erarianente a lo que suponen en un principie Les propios actores, no da por resultado 14 ejecutividad ni 1a fluidez.de los procesos decisionsles de} gobierno militar. EL nenosprecio por 1a negociacién polftica y el dosinterés por el conportaniente y las probables reacciones de otros acy tores son 1a contracara de las trenendas dificultades de La corporacién ilitar para Lsgar @ acuerdos interno con respecto « précticanente Co- das las cuestiones polfticas fundanentates.”* hi pacto corporative que entablan las tres fuersas arnadas en 1975 implica en primer témmino el compromiso de subordinar tanto Las di- ferencias polfticorideolégicas internas cono 1a competencia inetitucio- nal entre los nienbros de La corporacién al mantenimiento de 1a unidad 25 det gobierno y 1a institucién militar.’> En sogundo término, el pacto implica que ~para preservar 1a aneiada unidad interna- las tres fuerzas ‘armadas partisipen directa e igualitarianente an el ejercicio del poder politico, supsditande las decisiones gubernanentales de mayor eraacen- dencia al acuerdo unénine de aquéiias.° pero, de este moo, so esta- blece una relacién entre 1as tres fuerzas armadas y entre Sstas y el go bierno que da por resultade que en 1a priictica lo que se subordina en favor de Ja preservacién de la unidad interna no es Los interescs y pun tos de vista de cada mienbro de 1a corporacién militar sine las decisio- pes polfeicas del gobierno, mus tienpos decisionales y su relaciGn con las desandas, necesidades y oportunidades de accién en el terreno de 1a vin~ culacién entre estado y sociedad civil, Dicho de otra modo, toda ver que rno exite acuerdo entre les tres fuerzas armadaa en tore a una decisién politica trascendente 1o que se hace no es intentar soluciones de compro miso ni sacrificar al menos parcialmente los intereses 0 ¢1 punto ¢e vis~ ta de une © verios mionbroa de Ia corporacién militar sino posterpar Ja decisién indefinidanente. Este cenjunto de rasgos del comportamiento polftico de las Fuerzas ‘Armadas ~que en cada coyuntura aparece Ligado @ diversas cuestiones y dis~ intos confLictos~ constituye, como dijinos, una constante en 1a geatisn polftiea de las Fuerzas Armada entre 1976 y 1983. tin las préxinas seceio~ nes analizanos el proceso de transici6n que se inicia con la derrota de Las fuerzas argentinas en el AtLfatico Sur, centrfndonos en los procesos Aecisionates del gobierno militar, Ba ellos puede observarse con mayor precisién el modo de funcionamiento que veninos describiendo y las princi pales consecumcias polfticas que el misno produce. 2 ELoscenario polftico durante el conflicto austral con vines en la seccids anterior, en marzo de 1982 los partidos integrantes de la Multipartidaria y les sindicatos agrupados en 13 C0 Brasil se encuentran en el momento de sayor distaneianiento con respecte ‘al répinen militar, adoptando por primera ver en seis alos actitudes que devattan abiertanente La autoridad del gobierno de Las Fuerzas Armados. A partir de 1a ocupacién de Malvinas, sin embargo, se produce un acerca: miento de os actores civiles y el réginen, en torno a banderas naciona les. Las mismas eclipsan los temas referidos 0 una ciudadantn despojado de sus derechos, una econonfa en crisis y unas fuerzes armadas inputables die graven renpounabilidnion hata ta vSapera de 2 de abrit, Min atin, ot ena de 1a denoeracia aparece como atentatorio contra 1a unidad que los 27 actoves considetan prioritaria en virtud de In energencia, Sin enbergo, a espaldas de Ja unidad suseitada por In gesta nacio~ al, existen posturas disidentes on el geno de Ja sociedad y de Las diri- genclas partidarias. La manipulacién infornativa -y 1a forma en que hasta hoy nuestra sociedad metaboliza esa experiencia traunitica- ocultan este he~ cho 1a menoria colectiva; 1a adhesin es masiva pero no total, en el mar 28 ‘co de un severo aislanicnto y s{lenciamiento social de quienes no adhieren. De manera senejante, y Ligado a Jo anterior, Ins posturas disidentes de al- gunos dirigentes polfticos pasan desapercibidas durante e1 desarrollo del conflicto, sin producir un impacto sigeificative en Ia escena piblica Be 1a derrote militar -y 1a subsecvente Fractura de La wnidad in terna de lao Fuerzae Araadat y de 1a alfanza entablada con las conduccio- es oficiales de los partides- lo que produce 1a revalorizacién de quienes se mantionen consistentenente a distancia de los militares. Teas 1s deve- tacién de Io realmente ccurrido @ lo largo del conflict en el AeLEntico Sur, e608 dirigentes polfticos y los 1fderes de las organizaciones defen soras de 10s derechos hunanos son Los Gnicos que gozan de legitinidad para ‘encabezar el cuestionamiento civil a las Fuerses Armadas. EX conjunto de 1a dirigencia partidaria, en cambio, queda demasia~ do Ligada # los militares cono para capitalizar 1a crisis polfticn que se produce en el seno del réginen © intentar que las Puerzas Armadas dejen en panos civiles In conducciGn de 1a transicién a un gobierno constitueional. a el momento de mayor debilidad del répimen militar los dirisentes de ta mnteriores al 2 de Maleipartidaria no atinan sino a reeditar ous demandes: abeil: en sintesis, que los militares abran el juego polftico, pero que sean ellos misnos quiones conduzcan el proceso de transiciéa. Esto impli ea, entre otras conas, 1a expectativa de que las Fuerzas Armadas “resuel- von" los principales problemas derivados de su gestidn ~es decir, Las. vio 1 ta corruet riento externo, a lo que ahora se agregan las responsabilidades por 1a derrota en Malvinas para que e605 problemas no sean heredados por el fu ture gobierno constitucional. Una ver mis, los partidos adoptan wna postura de “aedia distancia con reapecto al régiven militar, moderande aus exigencias pero rechazande al miseo tienps la alternativa de una salida gradual, por etapa, en que ienbros de 1a dirigencia partidaria compartan 1a responsabilidad guber~ namental con los jefes militares, La diferencia de este caso con rexpecto “ ‘al pasado es que shora los partidos no necesitan apostar al autodesnaste del gobierno militar, ya que 1a derrota en el AtlGntice Sur produce una crisis de tal sagnited en el interior del régimen que hace inevitable ‘que las Fuerzas Arnadas decidan dar lugar de innediato @ un proceso de traneieién politica. Crisis de autogotierne y replicgue polftico de 1a corporaci6n militar La derrota final de las fuerzae argentinas el dfa 14 de junto so rasa el sostén daplica el descabecaniento de 1a cipula militar, pero polfcico fundamental del réginen, e# Jacér, 1a unidad interna de 2as Fuer ‘gas Armadas, La nayor responsabilidad por el fracaso militar recae natw- ralnente en €1 G:al. Galtieri, tanto per su condicién de Presidente como por e1 deslucide papel de 1a Tuerza que €1 comanda, Sin embargo, en un Gieino gesto de desdén por 1a realidad polftiea y por su propia investidy- ea -y reflejando asinisno el grado de desconposicién alcanzado por un réxi nen ajeno a toda nomatividad y too sentido de 1a responsabilidad frente ‘a 1a sociedad~ el Comandante-Presidente continga por varios dfas dese=pe- fando sue cargos. Ajeno 9 1a sobriedad, intenta gesticular una vez mis desde balcones quo sora gon Eestiges de airadas reuceionen de Los ayer trivnfatistas mmifestentes € incluso dverne 12 siesta en un despacho que ya no le pertencce: £1 jefe del Estado Mayor del Ejército, Gral. José Antonio Vaquero, ge retne el 17 de junio con los Grales. Alfredo Sotera, Rodolfo Wehner, Miguel Podeses, Edgardo Calvi y Eduardo EspSsito, quienes Le proponen que se haga cargo de 1a comandaneia de 1a Fuerza. Pero el Gral. Vaquero deci de no aceptar debido a su condieiGn de Jefe del estado mayor del destitet ‘do Comandante, Le sigue en antiguedad o1 Gral. Cristine Nicolaides.

You might also like