BVCM003451

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Ecosistemas forestales E Cuadernillos de Stance informacion ambiental Ecosistemas forestales. Introduccién 3 La importancia de los ecosistemas forestales 5 Entender los ecosistemas presentados 6 Pinares de montafia y matorral de altura 8 Bosques marcescentes y caducifolios 18 Bibiografia 26 o Wemsreser ‘Comunidad de Madrid ita: Uireccion General de Fromacion y Uiscipina Ambiental, Disefio: Actividades Educativas Culturales, S.L Depésito Legal: M-9797-2007 Imprime Numancia Artes Gréficas Tirada: 10.000 ejemplares Fecha de edicién: mareo 2007 Hiintropucci IN L* condiciones climatolégicas de la sierra madrilefia ofrecen, a las distintas especies vegetales y anima- les, un habitat ideal para la vidas incluso en las cumbres mis clevadas, donde las condiciones se extreman, resi- den especies de alto valor ecolégico que estin perfec- tamente adaptadas. En cualquier tertitorio, sean cuales sean los factores ambienta- les que se den, subsiste una setie de Wuinplejas relaciv- nes entre los seres vivos y el medio. Como sabemos, un eco- sistema es un grupo de seres vivos de diversas es- pecies (biocenosis) que se relacionan entre si de muy variadas formas, como, por ¢emplo, mediante ac- ciones de competencia, de- predacién, parasitismo o simbiosis. Ademés, actiian de manera dependiente con el ambiente fisico en el que viven, es decir, wn determinadas condiciones fisicas del lugar donde se en- cuentran como la temperatura, la luz, el agua y el sue- lo o el relieve (biotopo). Asi, formando una cadena de vida, las poblaciones de seres vivos interdependientes se agrupan en un determinado habitat componiendo un Fat: Hoyo Fot: tal do na ran pir vest ecosistema. La mayer frecuencia de Iluvias, de nieve y de viento en las mortafias ¢s decisiva para la presencia de muchas especies de seres vivos. El hombre desde muy antiguo busca el esparcimien- to en los bosques, que le ofrecen, ademas del beneficio de los productos forestales, la posibilidad de realizar actividades de ocio y de deporte. Los ecosistemas madriletios bésicos forestales que podemos encontrarnos en las montafias son: - Pinares de montafia y matorral de aleura - Bosques marcescentes y caducifolios Hay que tener en cuenta que la riqueza bioldgica de nuestra provincia es muy grande y existen numerosas especies, tanto vegetales como animales, protegidas le- galmente por el Catilogo Regional de Especies Ame- nazadas de la Comunidad de Madrid de 1992, y a ellas nos referitemos con un asterisco. LA IMPORTANCIA DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES | término biodiversidad define en qué medida son vvariados los organismos que es posible encontrar en un territorio y la frecuencia y el ntimero con el que se distribuyen en su medio natural. 5 Los bosques, prados y matorrales de las cambres se- rranas, son lugares donde la vida de las especies estd menos influenciada por la mano del hombre, por lo que la biodiversidad se ve favorecida y se conserva de forma més natural que en otros ecosistemas de la pro- vincia de Madrid. La conservacién de nuestros ecosistemas de montafia es importante ya que, aun estando en buen estado, la presién recreativa va en aumento, debido a una mayor poblacién en la provincia y a la mejora paulatina de las vias de comunicacién. Debemos ser conscientes en todo momento de que los ecosistemas naturales que nos rodean son muy va- liosos y contribuyen a mejorar la calidad de vida de os ciudadanos. Los principales beneficios que nos aportan los ecosis- temas serranos son que: - Mejoran la calidad del aire mediante la generacién de oxigeno a partir de diéxido de carbono, a través de la fotosintesis. - Moderan con su presencia las condiciones climato- ogicas extremas. - Impiden los procesos erosivos, el empobrecimiento ¢ incluso la pérdida de suelo por arrastre de las Iluvias, gracias a los intercambios de materia y a la fijacién de Ia tierra con las raices de los seres vegetales. = Contribuyen a controlar avenidas ¢ inundaciones; es decir, que actiian de pantallas protectoras frente al 6 agua. ~ Al retener las especies vegetales el suelo, ayudan a que a los embalses lleguen menos lodos, prolongando asi su vida util. - Proporcionan productos como madera, lefia y pas- tos de considerable valor econémico. - Sobre todo los bosques, proporcionan, utilizados de manera racional, lugares de ocio y de recreo, ademas de bellisimos paisajes de enorme valor para los ciudadanos. [BEENTENDER LOS ECOSISTEMAS PRESENTADOS grandes rasgos, se puede decir que los ecosistemas Ariens se van estructurando a partir de dis- tintos factores como son la altitud, la humedad y la acidez del suelo. En concreto. lu altitud y la abundancia de humedad son los factores ambientales que caracte- rizan a los ecosistemas de los que nos ocuparemos en adelante y las especies realmente protagonistas de estos ecosistemas son los arboles, en ocasiones de cnorme be- lleza. Los ecosistemas de los que trata este cuadernillo son, a medida que descendemos por las laderas de las mon- tafias del Sistema Central, los siguientes: - Pinares de montafia y matorral de alturs. Este eco- sistema forestal puede dividirse en dos: el m4s cercano a las cumbres donde los vientos impiden el crecimiento de especies de porte arbéreo y nos encontramos con prados, matorrales y roquedos; y a menores cotas, pero junto a los primeros, los pinares de pino silvestre, arbol perennifolio de absoluta predominancia. - Bosques marcescentes y caducifolios, Este es el caso de los bosques compuestos por especies que pierden sus hojas cada afio y las renuevan en primavera. Aparecen en cotas inferiores al anterior ecosistema y sobre todo en el norte de la provincia; y sus especies varian en funcién de la humedad reinante y de la composicién ESQUEMA DF [A DISTRIAUCION AITITUDINAL DE LA VEGETACION EN LA SIERRA DE GUADARRAMA ESTEATO Formacién potencial dominonte 190 BoMino HERNCEOT 5 rodencoxomineans mtr ZONA CACUMINAL fa onque Socata ‘SuaALPINO ABOOREO 42. Dong cndio 1. Bong eaters isa ‘perenne Foenes“Ecosistemen moditees" Conaeeria de Agrctursy Ganederia 1907 del suelo; estos bosques pueden es- tar compuestos de robles melojos, de hayas o de abedules que hacen es- pectacular el paso de las estaciones por ellos. Bajo los arboles y matorrales la 8 fauna serrana se alimenta, se cobija, anida, duerme e interactia con el medio que le rodea; es decir, se pro- duce una cadena de relaciones, mas ‘9 menos equilibrada, que hace sub- sistir al ecosistema. PINARES DE MONTANA Y MATORRAL DE ALTURA pes as condiciones climéticas en la montafia son duras, ya que exis- ten fuertes oscilaciones térmicas, la cobertura de nieve es estacional y la ral variable, condiciones IM Pinar DE MONTARA RA sdio Ambiente 10 que son propicias para especies arbéreas como las coni- feras, cuyas aciculas u hojas en forma de agujas, estén preparadas para ellas En Ia Sierra de Guadarrama, los pinares de monta- fia aparecen en una banda entre los 1.700 y los 2.000 metros, en especial de la variedad silvestre (Pinus syl- vestris), también Mamado albar o de Valsain, que, en la de Somosierra, al tener un clima més lluvioso, no aparece, La especie de pino silvestre es la mas antigua de las coniferas, alcanza gran altura y su tronco es cénico piramidal, la ramificacién se teserva al tercio superior como adapracién a las épocas de nieve y posce placas de color salmén en la corteza, lo que lo distingue bien de otras especies, Su madera tiene gran valor comercial por ser compacta y poser pocos nudos. Acompatian pocas especies arbéreas al pino en este ecosistema, en ocasiones tejos* (Taexus baccata), en ba- rrancos y laderas umbrias; y otras veces acebos* (Ilex aquifolium) y serbales* (Sorbus aucuparia), en las zonas de mayor humedad. Entre los piés de los pinos, a las eternas sombras de las copas, aparecen pinos jévenes, arbustos como mos- 11 fot: Sal tajos* (Sorbus torminalis) y majuelos (Cratargus mono- gna), 0 herbaceas como los helechos y alguaas plantas medicinales que, en cotas mds altas, se sustituyen por piornos (Cytisus purgans) y enebros rastreros (Juniperus Communis sp. Nana). Una caracteristica de importancia especial del ecosiste- ma de pinar de montafia es la comunidad de Kquenes y hiedras que cubren algunos troncos y ramas de los arbo- les, como el famoso muérdago (Visewm album) que es un especie trepadora pardsita que pucbla los pinos y propaga sus frutos pegajosos a través de los pdjaros que los visitan. Sobre el suelo abundan los hongos y las setas, como el niscalo (Lactarius deliciosus el boleto (Boletus edu- is), la falsa oronja (Amanita muscaria) y los curiosos pedos de lobo (Lycoperdon perlatum). foc tepestmge 12 Fauna que corres- sus palo ponde a este ecosiste- 12 ma se puede clasificar segtin el estrato donde vive. En el suelo, cu- bierto de aciculas, hay humerosos escarabajos € insectos que contri- buyen a la formacién del humus. Y destacan algunos invertebrados como las mariposas Parnassius apollo* y Graellsia isabelae* (especie nocturna), asi como la pro- cesionaria del pino (Thaumetepea pttyocampd), que es una de las peores plagas que alectan a los pinares. Junto a las charcas y prados cercanos a los bosques, nos podemos encontrar los oriundos 0 endémicos, rana patilarga* (Rana iberica) y lagarto verdinegro* (Lacerta schreiberi). Los mamiferos més __representati- vos que habitan el pinar de montafia son la ardilla (Sei- rus vulgaris), el t0- pillo nival* (Micro- tus nivalis), el conejo “Onyiolegus cuniculus), la marta (Martes martes) cazadora de noche, el turda (Putorius (putorius) también denominado hurén, el zorro (Vulpes supe) la nucria® (Lutra lutra) y el desman* (Galemys pyrenaicus); la escaser de avistamientos en los tiltimos afios de estas dos iiltimas especies, hace pensar en la posibilidad de que hayan desaparecido en la Comuni- dad de Madrid. 13 Foe: eto lpia De todos los invertebrados del estrato inferior se ali- mentan las aves insectivoras que viven en estos pinares; especies como el carbonero garrapinos (Parus ater), el herrerillo capuchino (Parus cristatus), el pico picapinos (Dendrocopes major) y el acentor alpino* (Prunella colla- 7is), entre otras. Habitan estos bosques otras aves como el trepador azul (Sitta europea), el piquituerto (Loxia curvirostra), que es capaz de sacar los pifiones de las pifias, y la chova piquirroja* (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Son de gran importancia especies de aves depredadoras nocturnas como el btiho chico (Asio otus) y elbtiho real* (Bubo bubo), Entre las rapaces diuras que se alimen- tan de pequefios mamiferos, des- tacan especies como el Aguila calzada* (Hiera- aetus pennatus y el azor (Accipiter Ri gensilis); yy entre los carrofieros son frecuentes las cornejas (Corvus corone), aunque escascan los protegidisimos buitres negros* (Ae- gopius monachus), que realizan sus nidos en las copas de grandes pinos. ‘A medida que ascendemos ha- cia las cumbres (@ parur de los 2.000 m. de altura), se de- sarrollan eco- sistemas en con- 14 ot: gi cleds diciones extremas (bajas temperaturas, fuertes vientos y fuertes pendientes), que no permiten la vida de tallas altas de vegetacién, por lo que se desarrollan especies achaparradas y rastreras entre las formaciones rocosas que afloran cerca de las cumbres. A esta zona se le Ila- ma matorral de altura. Entre las especies vegetales que se han adaptado mor- foldgicamente a estas condiciones estan el piorno (Cy- tisus purgans), el enebro rastrero (Juniperus communis Foie: Pomel 15 sp.nana) y el brezo (Erica arborea) que crecen sobre un suelo ranker poco evolucionado (segiin clasificacién de la FAO-UNESCO) y el horizonte orginico asentado sobre rocas dcidas (granito ube dow o gneis). oro Ejemplos de este ecosis- tema de matorral de aleu- rason las partes altas de la sierra de la Cuerda Larga, Cotos, Pefialara, Cabeza de Hierro 0 Somosicrra. Las comunidades de li- quenes (la simbiosis entre un hongo y un alga) y de musgos estan muy presen- tes en estas altas cotas, que deben su imporcancia a su contribucién a la descom- posicién de las rocas, de la que re- sulta la formacion de suelos. En los suelos degradados, don- de ya no aparecen los matorrales, encontramos césped graminoide, que puede llegar a constituir pas- 16 tizales cubiertos por las nieves du- rante varios meses y que, aun no siendo muy ricos, tienen su impor- tancia al servir de pasto de altura al ganado en verano. Las especies animales que ha- bitan en el matorral de altura se reducen en ntimero de maneralé- gica por la dureza de las condicio- nes, respecto al pinar de montafia. Cerca de las cumbres, haciendo su vidaa ras de suelo y en las charcas, podemos encontrarnos a reptiles y anfibios, siendo los més repre- sentativos: la culebra lisa europea (Coronella austriaca), \a lagartija MATORRAL DE ALTURA (P! Fuente: Consejeria de Medio Ambi ¥ Ordenacién del Territorio JRA (PIORNAL) ‘0 Ambiente Fat: Loar seroma , serrana* (Lacerta monticola) espe- mB cie endémica de la peninsula ibé- rica, la lagartija roquera (Podar- cis muralis), la ya mencionada rana patilarga*, la salamandra comin (Salamandra salaman- dra) o el sapo corredor (Bufo calamita). Estas especies ‘oie: Sdomda comin de bajos estratos, se alimentan de los numerosos insectos existen- tes, fuera de los petiodos de le- targo invernal. Son — escasos los mamiferos presentes en estas altas cotas de la Sierra, aunque se pueden atin avistar corzos (Capreolus capreolus), wopi- llos nivales*, musarafas colicuadradas (Sorex minutus), lirones caretos (Eliomys quercinus), 0 liebres (Lepus ca- pensis). De entre las aves, que viven a costa de estratos infe- riores, son los protagonistas los cuervos (Corvus coax), el buitre comién* (Gyps filvie), los roqueros solitario (Monticola solitarius) y rojo (Monticola saxatilis), la cho- va piquirroja* y el pechiazul (Luscinis svecica), 19 Lareina de los cursos de agua muy fifa es, sin lugar a dudas, la trucha comin (Salmo trutta). Hasta hace unas décadas la explotacién de los bos- ques y de los pastos de altura, por parte de los vecinos de los pueblos serranos, ha sido racional y equilibrada, pero la llegada de un nuevo estilo de vida, mds urba- nita, ha provocado el abandono de las activi- dades agrarias y foresta- les. La sierra madrilefia se ha convertido en el principal destino turis- tico y deportivo de fin de semana, en particu- lar para la practica del esqui y del senderismo. La presencia de ac- tividades humanas, la construccién de caminos, de cor- tafucgos, de instalaciones diver- sas de equipamiento deportivo y otras infraestructuras provoca una interrupcién constante de os bosques, con el consiguierte 20 deterioro del ecosistema de alta montafia. CADUCIFOLIOS egiin se desciende por la lade- ra de las montafias madrile- fias, el paisaje cambia, y el pinar de altura cede espacio a los bes- ques marcescentes, esto es, a los bosques compuestos de especies arbéreas que conservan su hoja seca durante todo el invietno y la expulsan cuando empujan los nuevos brotes; aparecen también los bosques caducifolios, que si prescinden de ellas hasta que brotan de nuevo, Se pueden encontrar los bos- _Fervencaoa’l ques tipicos de roble melojo 0 tebollo (Quercus pyrenaica) en torno a cotas de 1.200 a 1.700 IM FRonDosAs capuciFC Medio An rritorio DUCIFOLIAS Y MARCESCENTES: dio Ambiente 0 footie ore metros, en una fran il ja paralcla a la de los pinares de montafia, desde La Hirucla y Puebla de la Sierra, a la zona de Los 22 Molinos y El Esco- rial. En los Puertos de Canencia y de la Morcuera, y en la cuenca alta del rio Lozoya, donde tienen su maxima representacién. Este arbol tiene preferencia por las tierras pardas sub- hiimedas sobre las rocas dcidas (granitos y gneises) en suelos sueltos. En las zonas donde hay més humedad el melojar se combina con otras especies caducifolias como los ser- bales*, los cerezos silvestres* (Prunus avium) o los fres- nos* (Fraxinus angustifolia. Estos ecosistemas tienen la singularidad de poseer proveccién forestal o estar declarados como Espacios Naturales ya que, entre otras cosas, favorecen enormemente la no erosién dal suelo y purifi- can la atmésfera. En el sotobosque 0 zona entre los troncos de las especies con més porte, que se encuentran en muchas ocasiones cubiertas de liquenes, aparecen, ademds de robles melojos jévenes, retamas negra y blanca, majuclos, zarzamoras (Rubis ulmifolins) y cosaledas (Rosa pouzini y R. canina). Los piornos, helechos, gramineas y jaras sustituyen a los matorrales mencionades a medida que bajamos por la ladera. Cuando la topografia hace que las precipitaciones en nuestras montaiias sean mayores, como ocurre en Somosierra, el melojar marcescente pricticamente des- aparece y es sustituido por especies estrictamente ca- ducifolias como son los hayedos* (Fagus sylvatica), los abedulares* (Betula celtibericd), los castatiares (Casta~ nae sativa) y \as avellanedas* (Corylus avellana). En es- tas zonas, el sorobosque est compuesto de majuelos (Crataegus monogyna), mostajos*, acebos* y sauces (Sa- lix atrocinera) en las orillas de las corrientes de agua. No podemos dejar de mencionar como ejemplo que en la Sierra del Rincén, en Montejo de la Sierra, existe un hayedo de alto valor ecolégico, tinico en «| Comuni- dad de Madrid, ya que es el bosque de esta especte mas meridional que existe en Europa y en él viven algunos animales y vegetales que son auténticas reliquias del pasado, cuando las temperaturas eran més frias. Este 23 hayedo esté incluido en la Reserva de la Biofera de la Sierra del Rincén, declarado con este nivel de protec- cién por la UNESCO el 29 de junio de 2005. oto: Co vlote En el ecosistema de bosque caducifo- lio abundan las setas 24 como las amanitas (Amanita cesareayA citrina) y los boletus y, entre los mantos de hojas semides- compuestas, podemos encontrar numerosas especies de invertebrados atareados en un sinfin de idas y venidas, como los gusanos de tierra, el coledptero ciervo volan- tet (Lucanus cervus), la accitera (Berberomeloe majalis) y otros que sirven de base de la cadena alimenticta de las aves insectivoras, que compiten, por los insectos, con los anfibios y los reptiles, regulando asi la poblacién de los mismos. En zonas de hayedos y abe- dulares, al haber un ambiente més héimedo, la lista de anfibios y rep- tiles se hace més extensa que en el rebollar, y en- contramos, entre ot: Rana Son deo otros, el lagarto verdinegro*, la lagartija roquera (Po- darcis mural), la rana de San Anton* (Hyla arborred) y el sapo comin (Bufo bufo). For: Mion Ro) 25, Las aves insectivoras més destacadas, que forman parte de este ecosistema, son el mitlo (Turdus meruld), el herrerillo comin (Parus eaeruleus) y el pinzén co- main (Fringilla coelebs); y encte las rapaces, el milano real* (Milvus milvus), el dguila real* (Aquila chrysaetos) y el azor (Accipiter gentils) EI corzo y el jabali (Sus scrofa) habitan en la par- te mas abierta dele guy bosque y, el zorro y el gato montés* (Felix silvestris), en la més cerra- MBA dla; todos ellos se fete disputan el protagonismo en estos bosques. La Sierra de la Comuni- dad de Madrid ha perma- necido durante décadas 26 basada en una economia de subsistencia, lo que ha tenido como consecuencia la buena conservacién de los bosques caducifolios. Pero hace anos, empezaron a roturarse grandes extensiones de terreno para el cul- tivo de cereal, que en el mejor de los casos convirtié los bosques en dehesas 0 dejaban pequefios bosquetes dispersos, Con el posterior abandono de los cultivos, algunos bosques se kan regenerado. HBLBIBLIOGRAFIA ECOSISTEMAS MADRILENOS. Comunidad de Madrid, Consejerfa de Agricultura y Ganaderfa. Ma- drid 1987. MADRID VERDE. Jestis Izco. Instituto de Estu- dios Agrarios, Pesquero y Alimentarios. Madrid 1984. Cuadernillos de informacion ambiental RESIDUOS Acercando los residuos a los ciudadanos. Ciudadanos activos. La gestién de los residuos, Infraestructuras. La gestién de los residuos peligrosos. MEDIO NATURAL Espacios protegidos. Parques. Espacios protegidos. Embalses y humedales. Otros espacios protegidos. 27 AGUA El agua. Bl ciclo integral. ECOSISTEMAS Ecosistemas. Ecosistemas forestales. Ecosistemas relacionados con el agua. Ecosistemas con intervencién humana. ATMOSFERA Ruido. Informacién ambiental Tel 901 525 525 Fax 914 206 695 info.ambiental@madrid.org www.madrid.org c/ Princesa, 3 28008 Madrid eecien canara de Promociin {Bisping Ambra SOSA ERRORS Comunidad de Madrid

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