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REY TEST DE COPIA Y DE REPRODUCCION DE MEMORIA DE FIGURAS GEOMETRICAS COMPLEJAS AnpRE REY MANUAL (78 edicién) Mi PUBLICACIONES DE PSICOLOGIA APLICADA Serie menor nim. 93 Pusticabo POR TEA EDICIONES, S.A., SEGUN ACUERDO ESPECIAL CON EL PROPIETARIO ORIGINAL, Les Epirions bu CeNTRE DE PsycHoLocie APPLIQUE, PARIS MADRID 1999. 1 edicién, 1975 2 edicién, 197 3? edicion, 1980 4 adicion, 1984 58 edicion, 1987 6? edicién, 1997 78 edicién, 1999 CConytignt © 1989 by EPA, Pars (Francia) ‘Quedan rigurosamente prohibids, sin la autorzacén escta Copyright © 1975, 1977, 1980, by TEA Ediciones, S.A LSB: 84-7174-5903 1984, 1987, 1997, 1999 de os tivares del “Copyright, bajo las sanciones estabecidas| , Maciid (Espana), en las leyes, la reproduccin total 0 parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprencidos la reprogratiay clltatamiento informatio, ylacstrbucn de eemplares de ella Depdsito lagal: 43.529 - 1999 ‘mediante aiqulro préstamo pblics. Edita: TEA Ediciones, $4; C! Fray Bemardino de Sahagin, 24 - 28096 Mac Printed in Spain. impreso en Espafa por Imp. Casilas; Agustin Calvo, 47 - 28043 Maca INDICE PROLOGO ALA 6" EDICION 1, CARACTERISTICAS GENERALES....... 1.1, FICHA TECNICA... 1.2. FUNDAMENTACION ¥ FINALIDAD... 1.3, MATERIAL . 1.4, PROCESO GENERAL DE EXAMEN... 2. FIGURA A... 2.1, TECNICA DE EXAMEN. 2.1.1. Copia del modelo 2.1.2. Reproduccién de memoria 2.2. CORRECCION Y VALORACION, 2.2.1, Blementos a evaluar .. 2.2.2. Criterios de puntuacién . 2.3, NORMAS DE INTERPRETACION 2.4. ANALISIS DE LOS DATOS... 2.4.1, Fase de Copia 2.4.2, Fase de Reproduccién de memoria .. 3. FIGURA B 3.1, TECNICA DE EXAMEN Y CORRECCION ... 3.1.1. Numero de elementos que aparecen en el dibujo. 3.1.2. Posicién de los elementos secundarios 3.1.3. Calidad de los elementos ... 3.1.4, Tamatio (proporeionalidades) 3.1.5. Situacién relativa de las cuatro figuras principales 3.1.6. Observaciones generales durante y al final de la aplicacién ... 3.2, MUESTRA DE ‘TIPIFICACION 3.3, FIABILIDAD ... 3.4. ANALISIS FACTORIAL 3.5. ESTADISTICOS DESCRIPTIVOS 3.6. BAREMOS ... BIBLIOGRAFIA .. 31 APENDICE. FIGURA B: EJEMPLOS DE CORRECCION Y PUNTUACION . 33 PROLOGO A LA 6" EDICION Han transcurrido més de 50 afios desde la aparicién original del Test de Copia y Reproduc- cin de Memoria de Figuras Geométrivcas Complejas de Rey. A pesar de todo, su valor, lejos de aminorarse, parece ir inerementéndose de dia en dia. Bllo es debido, en parte, a que se trata de una prueba no verbal y practicamente libre de connotaciones culturales, pero sobre todo, a que, a lo largo del tiempo, han ido multiplicandose los estudios que ponen de relieve la eficacia de su poder predictivo, Sintomas de esa vigeneia son, por ejemplo, su reciente adaptacién y publicacién en América, (Meyers y Meyers, 1995), pais poco propenso, en general, a aceptar instrumentos de procedencia europea; o e! proyecto, todavia en curso, de un tratamiento informatico que facilite el proceso de aplicacién y valoracién de la prueba (Mesmin, Wallon y Baldy, 1996). En ambos casos, se hace referencia a la versién primitiva (Figura A) que es la més utilizada en el campo de la exploracién neurolégica y que habitualmente se identifica con las siglas RCFT (Rey Complex Figure Test) Pero también con la Figura B, elaborada afios mas tarde por la casa editora francesa, se ha llevado a cabo una importante investigacién que abre nuevas perspectivas a su aplicacién. En esta oportunidad el trabajo ha sido realizado en nuestro pais por la Dra. Buisdn i Serradell (1996a) que amablemente ha accedido a poner sus resultados a nuestra disposicién. Aparte del interés diagnéstico como detector de posibles trastornos neurolégicos, esta figura B del test se ha revelado como un buen instrumento para evaluar uno de los factores de madura- cin en la adquisicién del acto gréfico y, por tanto, de gran interés en el aprendizaje de la escritura, La edicién del Manual que ahora presentamos se ha enriquecido, no s6lo con ta incorporacién, de informaciones actualizadas, sino también con nuevos materiales y la reelaboracién de los procesos de aplicacién, correccién e interpretaciGn que faciliten el uso, cada vez. creciente, de esta prueba por parte de los psiedlogos elinicos y escolares. A. Cordero 1. CARACTERISTICAS GENERALES 1.1, FICHA TECNICA, Nombre: “Rey, ‘Test de Copia y Reproduccién de Memoria de Figuras Geométrieas Complejas”. Autor: André Rey. Procedencia: Les Editions du Centre de Psychologie Appliquée (Paris) Administraci6n: Individual, Aplicacién: Nitios, a partir de 4 aiios, y adultos. Significacin: Apreciacién de posibles trastornos neurolégicos relaciona- dos con problemas de cardcter perceptivo 0 motriz. Grado de desarrollo y maduracién de la actividad gréfica. Tipificacién: Figura A: Tablas de baremos en centiles de diversas mues- tras espaiiolas distribuidas en 11 grupos de edad. Figura B: Baremos para nifos entre 4 y 5 aiios y medio. 1.2. FUNDAMENTACION Y FINALIDAD Con el fin de evaluar ciertas encefalopa- tias de origen traumatico, André Rey (1942), ideé una prueba que consistfa en copiar y después reproducir de memoria un dibujo geométrico complejo. La figura elegida re- unia las siguientes propiedades: 1°) Ausencia de significado evidente. 2) Facil realizacién grafica. 3*) Estructura de conjunto lo bastante complicada para exigir una actividad analitiea y organizadora. Observando la forma en que el sujeto copia Ja figura se puede conocer, hasta cierto punto, su actividad perceptiva. La reproduccién efec- tuada después de retirado el modelo informa sobre el grado y la fidelidad de su memoria visual que, de este modo, se puede comparar con un modo de pereepcién definido. El autor disené esta prueba para satis- facer las necesidades surgidas de ciertas ex- periencias psicolégicas. En sujetos con sospecha de deficiencias de memoria, no es suficiente comprobar sus dificultades al recordar o reproducir el mode- lo para afirmar, sin més, que su memoria estd disminuida. Es necesario asegurarse de que ha pereibido normalmente los datos que debe fijar y retener. Ahora bien, hay que te- ner en cuenta que la fijacién depende, entre otras cosas, de la inteligibilidad de los datos percibidos y que éstos no se retienen més que en la medida en que se presentan con una significacién, una organizacién definida y una determinada relacién con nuestros cono- cimientos. Esta significacién, estructura y re- lacién, no son inherentes a las cosas; somos nosotros quienes las hacemos surgir en el acto mismo de la percepeién. Percibir visual- mente no es recibir un simple contacto senso- rial; es reactivar los habitos visuales 0 encon- trar unos nuevos al contacto de lo real. En el primer caso, la percepeién es un reconoci- miento; en el segundo, el sujeto elabora los estimulos a partir de sus conocimientos ac- tuales, los analiza y los organiza hasta que se imponga o se suseite una estructura definida. Supéngase que el sujeto sea incapaz de elaborar el estimulo presentado para su fija- cién; entonces no conservard ms que una imagen incoherente y vaga que no podra re- producir. Se cometeria un error si se conside- ase este recuerdo defectuoso como una insu- ficiencia de memoria. El sujeto sabe perfectamente que ha estado en contacto con datos ininteligibles y puede deeir por qué lo son (demasiado complejos, embrollados, sin significacién, desconocidos, muy numerosos, sin relacién evidente entre si, etc.); por tanto, ha registrado y conservado en su memoria un acontecimiento carseterizado por el fracaso de una elaboracién satisfactoria. Por el contrario, supéngase que el sujeto organiza los datos en una estructura defini- da en la que cada parte tiene una funcién en el todo, pudiendo ser reducido el conjunto resultante a las relaciones existentes entre los detalles. Supongamos, ademés, que des- pués de una tal percepcién el sujeto sea in- capaz de evocar o reproducir Jo percibido. Sélo en este caso el fallo podria ser achacado a su memoria. Sucede a veces, en la préctica de e menes psicolégicos y psiquidtricos, que se asimila a un defecto de memoria una insu- ficiencia de elaboracién de los estimulos presentados para su fijacién. Se ha pedido al sujeto que examine dibujos 0 que siga la lectura de una serie de palabras, supo- niendo implicitamente que estos estimulos son tan claros para su percepeién como lo son para la del observador. Si después el recuerdo o la reproduccién del material presentado son inferiores a un cierto nivel, se tiende a atribuir este fallo a una debili- dad de memoria, mientras que lo correcto tal vez fuera culpar de ello a la elaboracién perceptiva de los datos. La elaboracién perceptiva puede ser in- suficiente por falta de conocimientos 0 de método, bien porque el sujeto no los haya advertido o bien porque haya sido incapaz de formarlos en el transeurso de su desa- rrollo, Hay que distinguir, en consecuencia, sujetos con ineuficiencia de instruccién y de entrenamiento y sujetos cuyo desarrolio in- telectual ha sido afectado por enfermeda- des congénitas 0 precoces. Se encontrarén, a la inversa, casos en que, siendo normal la elaboracién pereepti- va, es solamente la reproduccién de memo- ria la que presenta un déficit. Con todo lo expuesto, se puede apre- ciar claramente la utilidad de la prueba que se presenta. Es necesario precisar que la percepeién estudiada agui es una per- cepeién visual, directriz de un proceso de copia, siendo esta percepeién visual la que centra [a actividad. La percepcién visual podria presentar otras caracteristicas si la examinasemos orientandola hacia otros fi- nes y asociada a otras actividades. Esta reserva invita a la prudencia en la inter- pretacién de algunos resultados de aspecto patolégico. Afios después de su publicaciéa, fa casa editora (Les Editions du Centre de Psycholo- gie Appliquée) presenté una segunda figura con igual finalidad y basada en los mismos principios, pero de estructura més simple y destinada al examen de nifios entre 4 y 7 afos para muchos de los cuales la inicial- mente propuesta por Rey resultaba dema- siado dificil. Desde entonces se conoce a la 1* como «Figura A» ya la 2* como “Figura Br; n0 se trata, sin embargo, de dos formas paralelas © equivalentes del mismo test, sino de ta- reas con la misma finalidad y significado, pero adaptadas a distintos momentos del desarrollo evolutivo. 1.3. MATERIAL + Manuai, comin para las figuras Ay B. + Lamina modelo (vélida para las figuras Ay B, cada una de las cuales aparece en una de las caras) * Hoja de anotacién, igualmente utiliza- ble para registrar los resultados de una u otra de las figuras Se requieren ademas como elementos complementarios para la aplicacién: * Lapices o boligrafos de distintos colores que permitan identificar el orden seguido por el sujeto en el trazado de los distintos elementos dela prueba. ‘© Uncronémetro o relgj con segundero para controlar jos tiempos parciales de ejecu- cién. © Algunas hojas o cartulinas blaneas, de ta- mano no menor de una holandesa en las que el sujeto realice sus dibujos. 1.4, PROCESO GENERAL DE EXAMEN El procedimiento a seguir, sea una u otra la figura utilizada, consiste en pedir al sujeto que realice dos tipos de tareas: en pri- mer lugar, debe copiar, con el modelo a la vista, le figura que se le presenta (fase de Copia), ‘Transcurrido un cierto tiempo se le pide que reproduzea la figura sin tenerla a la vista y sin recibir ninguna ayuda verbal que le permita identificar el mimero, la for- ‘ma o la situacién de ninguno de los elemen- tos que la integran (fase de Reproduecion de memoria). Ambas tareas se valoran por separado y requieren atenerse a instrucciones y crite- rrios especificos, segtin se haya utilizado la figura A o la B. Por esta raz6n seran trata- das independientemente las normas de apli- cacién, correccién e interpretacién aplicables a cada una de ellas. 2. Figura A 2.1. TECNICA DE EXAMEN 2.1.1. Copia del modelo El modelo a copiar es el de la figura A de la lamina que se presenta horizontalmente, con el pequefio rombo situado a la derecha del sujeto. Se entrega al mismo una hoja de papel en blanco y se dispondra de cinco 0 seis lapiceros de colores distintos. Se comienza la prueba diciendo: «Aqut tenemos un dibujo y su tarea consiste en copiarlo en la hoja que le he entregado. No es necesario que la copia sea exacta pero, sin embargo, es preciso prestar atenci6n a las proporciones ¥, sobre todo, no olvidar ningtin detalle. No hace falta que se apresure demasiado. Comiene# con este lapicero.» Se le entrega un lapicero, el rojo por ejemplo, y se le deja trabajar durante algin tiempo. Al iniciar el trabajo se pone en marcha el crondmetro discretamente y se para en el momento en que termine la prueba. Cuando ha realizado una parte del dibujo se le entrega un lapiz de otro color y se pide al sujeto que contimtie dibujando con él. De este modo se le hace utilizar cinco o seis lapiceros de colores diferentes. Anotando simplemente el orden de sucesin de los colores se puede descubrir, al analizar el dibujo, la marcha seguida en el proceso de copia. {Cémo proceden la mayoria de los sujetos normales? Por lo general son atrafdos inmediata- mente por el armazén central, un gran recténgulo con sus diagonales y sus bisectrices. Alrededor de este armazén colocan los detalles exteriores e interiores cuyo orden de sucesién no se conside- rade mucha importancia, éCémo trabajan los débiles mentales o los nifios? Normalmente comienzan por un detalle; después van copiando poco a poco, centimetro a centimetro, cada una de sus partes. Este método lleva consigo una reproduccién defectuosa: las proporciones generales no pueden ser respetadas y resultan de ello deformaciones que aumentan a medida que la copia progresa. {Cuando conviene interrumpir al sujeto para hacerle cambiar de lapicero? Se hard todas las veces que en el andlisis posterior del dibujo pueda haber dudas sobre la sucesién de los elementos copiados. Si el sujeto comienza por el recténgulo grande y prosigue por las diagonales se le puede dejar trabajar con el mismo lapicero y se operara el cambio en el momento en que pase a las estructuras interiores o exteriores apoyadas en este armazén. Si, por el contrario, comienza por un detalle, el cambio debe ser hecho cuando pase a otro detalle. Igualmente, si el trazado comienza por el contorno general de la figura se dejar4 que el sujeto contintie con el mismo lapicero hasta que termine y se le entregaré otro en el momento que lo haya completads. Es conveniente que el examinador conozea las diversas etapas del proceso de copia, puestas en evidencia por el estudio genético de la prueba, porque lo realmente importante en ella es la posibilidad de distinguir estas etapas. La prueba de la copia puede ser eficazmente completada por una verificacién, en los casos en que el sujeto haya trabajado de forma primitiva y poco racional. Cuando haya terminado se le proguntaré si no podria copiar de otro modo mejor la figura, sto se puede hacer diciendo al sujeto: 10 «. s aya) sysyets ee ae 1 i : sye7g]s 13 complementario. Salvo en el grupo de 7 w) mo] | 5 wo 8 afios, en que tiene frecuencia muy s }aysyaiya 8 baja, se mantiene bastante uniforme o |elelela \ ar hasta los 14 aos, para hacerse casi nw |w}o|2|a ia inapreciable en adultos. ob oglalale lla] 5°) Tipo Il: «Detalles englobados en el ar- wooslafalal | % mazén», Este tipo no llega a ser nunca sys |] | 2 | yf | 8 predominante y puede, igual que el III, ser considerado como un tipo comple- Las cifras muestran un proceso evoluti- mentario, Se da en escasa proporcién vo con el predominio del tipo IV en las eda- hasta los 8 afios, y luego en mayor me- des de 5 a 11 aitos, para pasar sucesivamen- dida, y de forma notablemente regular, te al predominio de los tipos II y II a los hasta la edad adulta, 12-14 aos, y al I a los 15 y mas. Esto per- mitié a P. A. Osterrieth establecer una gra- dacién de las formas de copia que van desde las reacciones més primitivas a las mas evo- lucionadas: 6) Tipo I: «Dibujo que comienza por el recténgulo central, que sirve de arma- z6n de todo el dibujo». Es la reaccién caracteristica del adulto, grupo en el que alcanza, ademés, la frecuencia maxima 1) Tipos VI y VII: «Garabatos» y «Re (68 Go), que es, por otra parte, la iniea duecién de la figura a un esquema fa- predominante. Esta reaccién est4 pre- miliary, reacciones que se presentan sente desde los grupos de 8 afios, apa- en los 5 aiios de edad, pero siempre rece en grado discreto en los siguientes muy raramente, y desaparecen a los 6 grupos de edad y aleanza bruscamente afios. Los sujetos incluidos en el tipo el maximo a partir de los 15. 3 Los tipos I y IT no varfan més que en un solo punto: en el tipo II el sujeto comienza por un detalle contiguo al rectangulo y pasa después al rectangulo central para cons- truir, como en el tipo I, el armazén base de su dibujo. Estas dos reacciones estén, pues, muy préximas, Puesto que tanto el tipo II como el I se distinguen de los demas por la polarizacién del dibujo en torno al rectdngulo central, pa- rece que se podia legitimamente considerar este tipo TI (que se encuentra también en los adultos) como una variedad del tipo I, y re- unir estas reacciones (practicamente igua- les, en tanto que las otras son muy diferer- tes) en un tipo global superior. Por tanto, se tiene: 7) Tipo Ly I: Basado en el «rectangulo central que sirve de armazén al dibu- jo». Se presenta esta reaccién en todas las edades; muestra un lento creci- miento a partir de los 9 afios; pasa a ser dominante en los 12 aos, después de haber rivalizado con el IV en los 10 y 11 afos, y continia progresando has- ta alcanzar el maximo (88 %) en el grupo de adultos. La evolucién del proceso de copia en fun- cién de la edad pasaria asi por las tres eta- pas siguientes, caracterizada cada una de ellas por el predominio de un tipo de copia (el tipo mas frecuente para esa edad) + Etapa I, Tipo IV: predominante desde los 5 alos 11 afios. + Etapa II, Tipo Il: predominante a los 12-13 y 14 aos. + Etapa II, Tipo I: predominante a partir de los 16 aftos 2.2.1, Elementos a evaluar Para una evaluacién préctica de los re- sultados, y siguiendo el procedimiento esta- blecido por P. A. Osterrieth, aunque sobre datos espanoles, se ha establecido un bare- mo en centiles de los tipos de copia. Las ei- fras muestran que algunos nifios pequefios ya pueden dar un tipo superior de copia y que en edades superiores a 12 afios la am- plitud de la distribucién se reduce notable- mente, lo que aconseja en estos casos no uti- lizar el test para discriminar entre los que posean especial facilidad en la reproduccién del dibujo, sino tnicamente para detectar la eventualidad de una insuficiencia en la aprehensién pereeptiva, ‘Tabla 2, Baremo de los tipos de copia (datos espafioles) Si bien es muy interesante identificar el proceso de copia, la exactitud y el grado de perfeccién del trabajo representan otras va- Tiables que no deben desestimarse. Para 14 evaluarla correctamente seria necesario te- ner en cuenta el mimero de elementos copii dos y sus relaciones, empresa dificil porque no se sabe a primera vista qué es lo que en la figura debe considerarse como elementos. P.A. Osterrieth, fundsindose en la tendencia a reproducir en continuidad ciertas lineas, ha dividido la figura en 18 partes que pue- den asimilarse a otras tantas unidades y que se dan tanto en la copia como en la re- produccién de memoria. En efecto, el sujeto no pereibe, no fija uno a uno todos los seg- mentos que componen el dibujo, sino que los capta organizados en un cierto numero de estructuras: armazén general, superficies, Este esquema gréfico muestra la division de la Figura Aen 18 unidades numeradas de acuerdo con la siguiente nomenclatura 1) Cruz exterior contigua al 4ngulo supe- rior izquierdo del recténgulo grande. 2) Rectdingulo grande, armazén de la fi- gura. 3) Cruz de San Andrés, formada por las diagonales del rectngulo grande. 4) Mediana horizontal del reetangulo grande 2. 5) Mediana vertical del rectangulo gran- de2 ejes diversos, apéndices externos y detalles que se repiten simétricamente, Solamente hay algunos segmentos que no tienen relacién con ninguna de estas es- tructuras y constituyen, asi aislados, ele- mentos que frecuentemente se descuidan en la copia y se olvidan en la reproduccién. Conviene agruparlos en unidades de la mis- ma manera que se hizo con las lineas que aparecen agrupadas en el siguiente gréifico. 6) Pequefo recténgulo interior (contiguo al lado izquierdo del rectangulo 2, li- mitado por las semidiagonales izquier- das de éste y cuyas propias diagonales se cortan sobre la mediana 4). 7) Pequefio segmento colocado sobre el lado horizontal superior del elemento 6. 8) Cuatro Ifneas paralelas situadas en el tridngulo formado por la mitad supe- rior de la diagonal izquierda del rec- téngulo 2. 9) ‘Tridngulo rectingulo formado por la mitad del lado superior del rectangulo 2, la prolongacién hacia arriba de la 15 mediana vertical 5 y el segmento que une el extremo de esta prolongacién con el ngulo superior derecho del ree- téngulo 2 10) Pequefia perpendicular al lado supe- rior del recténgulo 2, situada debajo del elemento 9. 11) Cireulo con tres puntos inseritos, si- tuado en el sector superior derecho del rectangulo 2. 12) Cinco Iineas paralelas entre si y per- pendiculares a la mitad inferior de la diagonal derecha del reeténgulo 2 13) Dos lados iguales que forman el trian- gulo isésceles construido sobre el lado derecho del recténgulo 2 por la cara exterior de éste. 2 Osterrieth ha dado el mismo valor a cada una de estas unidades, simples 0 compues- tas, pero como pueden ser correctamente re- Bi 2 conecta jen situada: 2 puntos Por cada unidad [Deformada o incompleta, [Bien stuada: pero reconocible 14) Pequeito rombo situado en el vértice extremo del triangulo 13, 15) Segmento situado en el triéngulo 13 paralelamente al lado derecho del rec- tangulo 2. 16) Prolongacién de la mediana horizontal y que constituye la altura del triéngulo 13, 17) Cruz de la parte inferior comprendien- do en ella el brazo paralelo al lado in- ferior del recténgulo 2 y la pequena prolongacién de la mediana 5 que la une a este lado. 18) Cuadrado situado en el extremo infe- rior izquierdo del recténgulo 2, prolon- gacién del lado izquierdo, compren- diendo también su diagonal . Criterios de puntuacién producidas o ligeramente deformadas, bien colocadas en la figura o mal situadas, propu- so la valoracién siguiente: Meal stuadar 7 punto 1 puntos | Mal situada: 0,5 puntos Trreconocible o ausente [0 puntos | De esta forma resulta fécil valorar la exactitud y riqueza de una Copia. Se seiala- ran las diversas unidades reproducidas, se puntuardn segiin los criterios anteriormente citados y se sumarén las puntuaciones obte- nidas. Se anotaré igualmente el tiempo total (en minutos) invertido en la ejecucién; siem- pre e8 util saber si un trabajo completo y bueno ha sido ejecutado lenta o rapidamente. Se tendran en cuenta los mismos crite- rios y se seguird idéntico procedimiento para corregir y valorar la Reproduccion de memoria, La Hoja de anotacién facilita este proce- se y permite registrar ordenadamente los resultados parciales y obtener la puntuacién directa total de cada una de las partes. 2.3. NORMAS DE INTERPRETACION La tabla 3 presenta el baremo correspon- diente a la exactitud y riqueza de la Copia elaborado a partir de datos espafoles. Figu- 16 ran en ambos extremos la puntuacién centil y en el cuerpo de la tabla las puntuaciones directas para los distintos grupos de edad

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