Castidad Merged

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P.ELIECER SALESMAN } ( “Ser Ge i aoninw pueda decir: Lo he a) Lo z CASTIDAD AVISOS PARA DEFENDERLA SAN PABLO. <> PROLOGO El famoso Cardenal Cagliero al hablar a sus discipulos acerca de un tema como el que vamos a tratar en este libro, empezo diciéndoles: "Como obispo les podria hablar sentado. Como pro- fesor les deberia hablar de pie. Pero el tema que les voy a tratar es tan sagrado y tan santo, que les deberia hablar hoy de rodillas’. Algo parecido tenemos que decir al empezar este libro acerca de la virtud angelical, la virtud purisima, la virtud que tiene prometido que los que la practican veran a Dios (Mt 5) la santa virtud de la castidad. Sdlo doblando nuestras rodillas _ ante el Padre Dios, fuente de toda sabiduria y de toda pureza, lograremos hablar como conviene acerca de este tema que es de tan inmensa importancia para Dios y para nuestra alma. Para consuelo de los lectores podemos contarles que este sencillo libro no ha sido escrito al azar ni a la carrera, sino que -élha sido fruto de oraciones y lecturas hechas durante 33 afos por el que recopilé los datos que aqui se presentan. EI estilo del libro es totalmente sencillo y llano, para que esté al alcance aun de los lectores menos experimentados en lecturas formativas. Nuestro ideal ha sido que los expertos puedan decir: "Aqui hay doctrina sélida" y que los que poco leen puedan exclamar: "Esto si se entiende’. Quizds alguna persona se anime con la lectura de estas paginas a defender o a reconquistar su castidad y pueda decir un dia respecto a la santa pureza lo que el sabio de la Biblia dijo acerca de la Sabiduria: "Todos los bienes me vinieron junta- mente con ella’ En las paginas de este libro vamos a encontrar a cada paso y en todas partes "avisos" para librarnos de los ataques traicioneros de la impureza, y ellos son sumamente provechosos porque como decia san duan Bosco: "La fiera de la impureza no destroza a quienes no se le acercan y a quienes no se dejan atraer por ella’. Desde ahora te advertimos amable creyente que necesitas recurrir continuamente a Cristo para que te ayude a conservar tu castidad, porque, tus esfuerzos seran siempre pura debi- lidad. A la Madre Santisima Marfa, concebida sin pecado, le rogaremos que calme las tempestades que en nuestra alma se levantan contra la bella virtud. Sélo Jestis fue digno de ser Hijo de una Madre tan Santa e Inmaculada. Sélo Maria fue digna de ser Madre de un Hijo tan admirablemente puro y santo. A destis y Maria confiamos el bien que puedan obtener quienes lean estas paginas. Y ojala que ese bien sea grande y duradero. ¢éQuién ganara la partida? ¢El Espiritu, guiado por Dios? éO la sensualidad apoyada por los enemigos del alma? Explicacion de esta figura en la pagina 297 , AVISOS PARA CONQUISTAR LA CASTIDAD AVISO ES: Una llamada de atenci6n. Con pocas palabras, pero determinando bien claramente qué es lo que se quiere proponer. CONTENIDO Capitulo 1: Excelencia de la Castidad Capitulo 2: Peligros contra la Castidad Capitulo 3: Las Tentaciones Capitulo 4: Remedios para resultar Vencedores Capitulo 5: Consejos de Grandes Pensadores Capitulo 6: La Homosexualidad Capitulo 7: Ejemplos Practicos Capitulo 8: Noticias curiosas acerca de la Castidad Este libro es el fruto de 33 afios de investigacion. Por eso recomendamos su lectura. Leen 6 Maria: Virgen que virginiza Mujer extraordinariamente pura, que llenas de pureza a quienes te rezan con fe OH MARIA: POR TU PUREZA TE PEDIMOS EL DON DE LA CASTIDAD Gi FELICES QUIENES TIENEN PUREZA EN SU CORAZON, PORQUE VERAN A DIOS (Mt 5) Sree oe ts erie sax ior diddres GATS ems Hq S77 v2 be! - OCASTIDAD — DF OLD MitotS Pried Soolser iceittr inl hi Eiri? GBoensiy ae'y vil taqnrte nd Sed EXCELENCIAS DE LA CASTIDAD Avisos Practicos 1. Hay que mirar el lado positivo Los especialistas en personalidad ensefian que si alguien desea conservar en verdad la pureza o castidad es necesario que observe y analice los lados positivos y amables que tiene esta virtud y no sdlo los lados negativos y de sacrificio que exige el mantenerse puro. Cinco lados positivos de la castidad: 1. Es por amor a Dios Si la castidad se vive por amor a Dios, cambia totalmente la situacion. Ya la persona no se propone tinicamente ser pura para no pecar, sino que su esfuerzo por conservar su pureza tiene otro gran fin, mucho mejor: tener contento a Nuestro Seftor y ganarse su simpatia y sus premios y bendiciones. 2. Es un regalo recibido de lo alto El Concilio Vaticano dice que la castidad tiene otra gran cualidad que la hace agradable y simpatica: Que es un regalo de Dios. Es un don exquisito que el Sefior obsequia a ciertas personas preferidas por El. Mirada desde ese Angulo, la pureza ya no aparece como una pesada carga sino como una preferencia del Altisimo. El Concilio afiade una tercera cualidad: la castidad eleva el corazon y lo hace mas apto para amar mas a Dios y 10 amar mejor al préjimo. O sea, que ella no es una disminuci6n de la capacidad de amar, sino una sublimacién de nuestro amor. Es elevar a niveles infinitos un amor que tenia el peligro de quedarse arrastrandose por la tierra. Y la cuarta cualidad que sefiala el Concilio acerca de la castidad es: que ella aumenta nuestra personalidad. Conser- var la pureza no es atrofiarse. No es un disminuirse. Es un encau- Zar todas las energjas hacia fines inmensamente importantes. Es como el agua amontonada en una inmensa represa: no esta alli detenida inttilmente. Ella ira luego a mover las poderosas maqui- nas de la energja eléctrica que llenarén de luces las ciudades y los pueblos, y se desparramaré més tarde a regar los campos resecos y a llenar de buenas cosechas la nacién. Y Jestis anuncia cual es la quinta cualidad de nuestra castidad: "es por el Reino de los cielos' (Mt 19, 12). Si no fuera por conseguir el Reino de los cielos, nuestra castidad no tendria tanta razon. No nos esforzamos por permanecer castos por un vano orgullo, por un perfeccionismo vanidoso que nos mueve a aparecer sin macha y sin corrupcién. No. El fin que nos proponemos al conservar la castidad es el conseguir el Reino de los cielos para nosotros y para muchos mas. Y por este fin tan maravilloso sf vale la pena cualquier sacrificio, por grande que sea. 2. Hay que entusiasmarse por la castidad San Francisco de Sales decia que para que nos arriesguemos a luchar por conseguir una virtud es necesario entusiasmarnos por ella y pensar seriamente en las inmensas ventajas que esa virtud nos va a conseguir. at] Si se considera la castidad sélo como una carga, como una obligacién, como un deber costoso, sera psicolégicamente rechazada, porque la libertad humana rechaza lo que se le impone. Por eso la castidad hay que mirarla como un regalo maravilloso que nos hace Nuestro Sefior. Como algo que contri- buye enormemente a que seamos mis libres y mas nobles. Como un desatar los lazos que nos amarran a lo que es sélo material, y un elevarnos ms libremente a lo que es espiritual. Si la castidad se la considera sdlo como una carga y como una pesada obligacién y no como un don y un regalo del cielo para ser ms libres, este modo pesimista de considerarla puede llevar al individuo a vivir como un hipécrita que aparenta una cosa y es otra. Y vivira como un solter6n aburrido. Los obispos de América reunidos en Medellin en 1968, redactaron un mensaje que es muy disiente. Dice asi: "La perso- nalidad humana esta hecha para el amor. En el carisma de la castidad, en el don que Dios hace a algunas personas de poder conservar la pureza, hay grandes riquezas y esto puede llevar a tener una personalidad muy equilibrada. Pero la castidad hay que conservarla por amor a Dios, y por amor al préjimo yala propia alma. Porque si se conserva sélo por obligacion, puede uno llegar a ser un desequilibrado". éSolter6n aburrido porque no se pudo casar? Ese no es el ideal de la pureza. El Papa Pablo VI decia: "Persona casta y alegre es aquella que eligié personalmente conservar la pureza, no por obligaci6n, sino por amor a Cristo, y a su alma, y por la salvacién del projimo". Vista la castidad bajo este aspecto positivo atrae y causa interés. Pero si sdlo se la considera como una carga obligatoria y pesada, desanima. 12 3. Hay que recordar que la castidad es un regalo El sabio Klopemburg dice lo siguiente: El Concilio Vaticano repite que la castidad es "un carisma’. © sea un regalo enviado por Dios. No es una planta que se cultiva sin mas ni mas, en esta tierra, sino que es algo impor- tado del cielo. No nacimos con este regalo, ni nos lo puede regalar creatura alguna. No lo podemos adquirir mediante es- fuerzos ascéticos y de fuerza de voluntad (esto ayuda a Conser- varla, pero no a conseguirla). La castidad no es el resultado de hermosas meditaciones. Ella es simplemente un don, un regalo que nos trae el Espiritu Santo. Por eso hay que pedirla mucho. Y no cansarse de pedirla todos los dias, porque tenemos un juramento de Jestis que no puede dejarse de cumplir: "Quien pide recibe. Todo lo que pidais al Padre en mi nombre, os lo concedera". La vida de la Iglesia en veinte siglos ha demostrado en la vida de muchisimas personas que, pidiendo a Dios la castidad, se obtiene de Dios la castidad. 4. La castidad es un regalo que se recibe en favor de uno mismo y de los demas El carisma de la castidad es dado no sdlo en favor del individuo sino también en favor de la comunidad, de los que le rodean. Los demas sacan gran provecho de la castidad de una persona verdaderamente pura, porque se dan cuenta de que Cristo y su Iglesia si merecen tal entusiasmo y tal estimacién que lo Ileven a uno a ser capaz de renunciar a la satisfaccién de instintos poderosisimos de su carne. La castidad hace bien a los demas porque les da buen ejemplo. En este mundo tan materialista, la gente de hoy tiene necesidad de gentes que consagren su vida a los més altos valores espirituales, 13 sacrificando sus inclinaciones materialistas. La castidad es un signo, una sefial que en un mundo donde los valores espirituales estan tan apagados, sin embargo, hay personas que creen firmemente que hay otra Vida Eterna, por la cual bien vale la pena sacrificar goces sensuales en esta vida. Y este buen ejemplo hace mucho bien. (Klopemburg). 5. La castidad sélo es posible conservarla si se la protege y defiende El Papa Pablo VI decia: "Sin proteccién y sin defensas continuas, la castidad no es capaz de subsistir". Porque los dones divinos no transforman nuestra naturaleza sexual, sino que la dejan con los mismos instintos poderosos y agresivos. La castidad no sera facil para nadie, aunque la persona esté en los més elevados y sagrados cargos. En ninguna edad estamos seguros contra los peligros y las tentaciones. La castidad no se adquiere de una vez para siempre. Hay que luchar dia a dia para conservarla. San Pablo nos advierte que nuestro tesoro lo llevamos en vaso muy fragil (2Co 4, 7) y que necesita cuidadosa proteccién y defensa. Durante todos los siglos, todos los cristianos han experimentado esta verdad. Por eso los Obispos en el Concilio Vaticano II nos recomiendan que recordemos los remedios que los antiguos santos aconsejan para lograr conservar la castidad y defenderla contra los enemigos que la atacan’. 14 CAPITULO 2 PELIGROS CONTRA LA CASTIDAD El que se expone al peligro en él perece ‘ (Salomén) . 15 PELIGROS CONTRA LA CASTIDAD Avisos practicos 6. Tres consecuencias horribles San Pablo en su Carta a los Efesios en el Capitulo 4, 18- 19 enumera tres horribles consecuencias que trae el pecado de impureza a quien lo comete frecuentemente. Dice ast: "Endurece el corazén, produce desvergiienza, y desata desenfrenados deseos de pecar', 7. La impureza endurece el corazén La palabra que san Pablo usa en griego es "porosis" que significa "endurecimiento’. Es la palabra que se empleaba para nombrar ese endurecimiento que ciertas enfermedades producen en las coyunturas (rodillas, codos, hombros, dedos, tobillos, etc.) y que paralizan e impiden todo movimiento y se vuelven insensibles a cualquier tratamiento. "Porosis" significa que algo se ha endurecido y petrificado de tal manera que ya no se siente nada. Al decir san Pablo que la impureza produce "porosis" en el alma, quiere decir que el pecado lleva a la insensibilidad, cuyo efecto terrible es que petrifica y ya no deja sentir dolor verdadero de haberlo cometido, ni horror a cometerlo otra vez. Nadie llega a ser un gran pecador de un momento a otro. En un principio se mira el pecado con temor y horror y se siente pesar y tristeza cuando se ha cometido una falta contra la pureza. Pero, al continuar pecando, la conciencia pierde la sensibilidad ("el coraz6n se petrifica y se endurece"; dice san Pablo) y se cometen faltas graves sin sentir ya 16 verdadero remordimiento y suficiente asco por el pecado. Es el gran castigo a la costumbre de pecar. 8. Ejemplo: la conciencia de Sangrenegra Pocos criminales tan terriblemente asesinos como Sangre- negra, el que llen6 de lagrimas a tantos hogares colombianos a mitad del s. XX. Un dia alguien le pregunté a este incorregible asesino: "Cuando usted maté a su primera victima, sintié remordimiento?". -Y él respondié: "Si, en mi primer homicidio senti tristeza y esa noche no pude dormir- y gcuando maté al segundo? -Senti algtin pequefo remordimiento, pero pude dormir esa noche. Y tltimamente gcuando ha matado, qué ha sentido usted?— Pues, he sentido un verdadero gozo matando. Ya no me produce pena ni remordimiento alguno’... Es el castigo del pecado: petrificar el coraz6n, insensibilizar la conciencia. Y gcémo podra salvarse o convertirse una persona si ya sus faltas no le producen tristeza ni le llevan al arrepen- timiento? Tengamos cuidado, no sea que de tanto repetir impurezas, el alma quede insensible y la conciencia se muera. iSeria fatal! 9. La impureza produce desvergitenza San Pablo la llama "LASCIVIA" que segtin el sabio Platon significa "Una desvergiienza para cometer lo malo, una disponibilidad para cualquier placer aunque sea prohibido". San Basilio dice que es una antipatia a todo lo que significa aceptar una disciplina en cuanto a la pureza. Lo especial de la desvergiienza o lascivia es que NO TIENE CUIDADO DEL CHOQUE QUE PUEDE PROVOCAR EN LA OPINION PUBLICA su desafié e insulto a la decencia. 17 Lo que le importa es satisfacer sus deseos impuros. No le interesa cuantos sean los espectadores que presencian su desvergonzado proceder; con tal de lograr lo que su instinto impuro le pide, no le importa quedar con muy mala fama ante los demas. El pecado le domina de tal manera que le hace perder la vergtienza y quedarse sin dignidad. (Dignidad es tener un gran respeto por si mismo y un gran respeto por los demas). La persona desvergonzada ni se respeta ni respeta la dignidad de sus victimas. Llega a dejarse dominar de tal manera por sus deseos sexua- les que no se inquieta porque otros le estén observando, ni se pregunta quién le observa. La sensualidad echa lejos a la vergiienza y aleja de ser una digna persona humana para convertirse en una bestia vulgar. Y lo grave es que en vez de avergonzarse de ello, hasta siente satisfacci6n por tan pavo- rosa bajeza. 10. La impureza desata desenfrenados deseos de pecar San Pablo emplea la palabra "pleonexia’, que en griego significa: "un deseo desordenado e incontrolado, de obtener lo que quiere, aunque esto vaya contra los derechos de los otros", Es un deseo irresistible de obtener lo que no se tiene derecho a conseguir. Ala persona impura no le importa a quién hiere 0 hace dafio © qué métodos inmorales emplea, con tal de lograr satisfacer sus malos deseos. No le impresiona que otras personas queden ofendidas, destruidas 0 encanalizadas. Lo tnico que le interesa es satisfacer los deseos de esa bestia sexual que es su cuerpo sensualizado hasta el extremo. 18 San Pablo: Recuérdanos siempre lo que dejaste dicho acerca de la impureza: Que "endurece el coraz6n y lo vuelve insensible. Produce desvergiienza y desata desenfrenados deseos de pecar" (Ef 4, 18). De la impureza, Libranos Seftor. Amén. 11. Lo tremendo del pecado contra la castidad Lo tremendo del pecado es que una vez cometido no po- demos ya volver atras, que no podemos deshacer el mal que ya esta hecho. No necesitamos ser demasiado viejos para haber experimentado situaciones amargas y humillantes en las cuales quisiéramos volver atras el reloj de la vida para no hacer jamés lo que hemos hecho. Esto debe hacernos doblemente cuidadosos en lo que hacemos o permitimos. 12. Y otro detalle doloroso La mayor parte de la gente peca porque cree que serd feliz si obtiene lo que quiere conseguir con el pecado. Pero resulta que apenas lo consigue le produce un disgusto y una repulsion tan grandes, que desearfa que esto no hubiera sucedido nunca jams (Barclay). 13. Dos errores fatales Hay dos errores fatales que si no se evitan llevan al fracaso. El primero es pensar: "Yo soy incorregible, ya no podré ob- tener la castidad". Esto es una mentira morrocotuda. Esto es olvidar la frase del Libro Santo: "Todo lo puedo en Cristo que_me _fortalece'. Napoleén repetia: "Imposible" es una palabra que solo existe en el vocabulario de los cobardes. Y nosotros podemos afiadir: "Imposible es una palabra que 19

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