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Resefias eas”, Ja cuestin de la “iversidad funcional” fue sin duda uno de los motivs mis produc- tivos de esta tradicién, No solo por Ia erica sino también por la claboracién de una alter. nativa surgida directamente de su visi6n vita lista del principio de “normalizacién”. Estos desarrollos han supuesto la base teérica de ‘movimientos como los Disability Studies, © cl refuerzo de las ideas de la Antipsiquiairta y de las nuevas tendencias de la critica politica: “La cuestisn [para Canguilhem] no consiste en “desmedicalizar” la discapacidad, sino en desplegar una acciGn terapéutica y pedags- giica que sea tolerante con la “diferencia”, cevitando al mismo tiempo el estigma y la frustracién” (p. 109). Sin duda, el mayor estuerzo de esta obra esti relacionado con el binomio Canguil- hhem-Foucault. Vézquez Garefa contrapone €1 “Canguilhem de Foucault” con ef pro- pio, mostrando las virtudes de esta unién y denunciando Ia visién interesada ofrecida por el mismo Foucault y por la “tribu de los ormaliens” de su maestro El iltimo capitulo evidencia el rigor y a variedad de las herramientas utilizadas para cumplir con el objetive principal de todo el proyecto, Como un gesto de amabi lidad expositiva, Vazquez Garcfa revisa las peculiaridades de la recepeién espafiola de 229 Ia obra de Canguilhem, evidenciando asf las posibles contaminaciones que los lectores espafioles hayan podido recibir en su pres tacién, Las referencias hasta 1976 son casi ‘entes, solo cabe mencionar Ia “inten- tona” del grupo de intelectuales falangistas organizados en torno a Ia figura de Pedro Lain Entralgo (quien ignoré absolutamente a este autor), Fue un disefpulo de Lato, Javier Herrero, quien en los afios cincuenta trat6 de conectar el vitalismo canguilhemiano con cl irracionalismo anticientificista del nicleo falangista, estuerzo que no Hlegé a ningdn lado, La verdadera introduccién de Ia obra de Canguilhem en nuestro pals, Hevada a cabo por Felipe Cid a partir de los aifos setenta, fue sin embargo reducida al mismo retrato “epistemocéntrico” del fil6sofo que utiliz6 Foucault Todos estos elementos primordiales y los detalles minuciosos de este andlisis presen- lado por Francisco Vazquez Garcfa, suponen un magnifico punto de partida para la relec- {ura de la obra de Georges Canguillem, Una obra que, sin duda, todavia no ha dejado de aportar elementos muy valiosos para la comprensién de nuestra actualidad Diego Delgado Pastor (Universidad de Cédiz) HAN, Byung-Chul (2018). Buen entretenimiento, Barcelona: Herder, 168 pp En Buen entretenimiento (2018, Herder Editorial), Byung-Chul Han prosigue su abordaje de las distintas regiones de la exis- tenia desde un enfoque eritico con la que identifica como una filosofia de la interiori- dad caracterizada por la parcelacién y dico- tomizaci6n del ser, transitando a través de dlistintas figuras clave de la filosofia occiden- tal para exponer el substrato de la primacia de Ia interioridad y el yo. El arte, cl entreteni- miento y la Pasién, un concepta cristiano de ‘multiples matices, pero con el denominador comin —como sefiala el traductor Alberto Citia— del padecimiento y el sacrificio, son los temas eseogidos por Han para analizar Daimon. Revista Internacional de Filosofia, n° 80 (Mayo-Agosto) 2020 230 y plantear una tesis en cuyo nicleo late la influencia del budismo zen, Han sefiala en el prélogo a la segunda edicién alemana cémo en la sociedad con- temporsinea de la produccién se emplea el (érmino «rendimiento» para designar a la Pasisn,a la cual attibuye un rol fundamental cen la formacin de la cultura occidental. La segunda observacién apunta a cémo en la ‘actualidad el juego se sometea la produccién, que se absolutizarfa ludificsndose para apuntalar la sociedad saturada de positividad que diagnostica en sus ensayos posteriores 2 2010. Asf, el entretenimiento se habria convertido en algo ubicuo, totalizéndose en el nuevo paradigma. A partir de esta pre- misa, Han sefiaa la diferencia entre ef buen entretenimiento —vinculado a la Pasién, ‘con un anhelo de trascendencia asociado a la hondura y la gravitas del arte— y el catretenimiento bello —o «entretenimiento gracias a la belleza», un entretenimiento de Ja inmaneneia, del aguf y el ahora, por sf y para sf, resultado de la superacién del tiempo de la Pasién—. El lenguaje poético de Han retratard con trazo modulado y tinta Uiluida los matices de ambas nociones antes de regresar ala tesis de la absolutizacién del entretenimiento, para coneluir el recortido hist6rico con una descripcién del paradigma ccontemporiineo, Han comienza su andlisis en el gozne musical del S.XVII, tomando La Pasién segiin San Mateo de Bach como ejemplo de una miisiea hibrida entre Io sacto y lo profano, En el umbral entre la devociéa y el distrute, lo religioso y lo secular, esta torsin habrfa abandonado el contexto teolégico, en 1 marco del cual se entendia como reflejo de la armonfa divina (Han 2018, 25), para 1 La sociedad det cansancio, La sociedad de ta tansparencia, Pscopoldiea y En ef enjambre son algunas de as lecuras en ls qu este tema se shorda de manera central Resefas emprender un nuevo camino y una nueva tarea: la formacién del gusto del piblico ‘melémano, La disgustada respuesta que des- pert6 esta ruptura con la tradicién es para Han un reflejo de dos rasgos que ubica en la entrafia del pensamiento occidental: el rechazo a Io heterogéneo y la tendencia a mantener una separacién estricta entre lo extemo y lo interior. Esta aversi6n, defiende, nace de una problemitica y artificial divisisa entre dmbitos de la existencia que evocan a lo apolineo y lo dionisfaco nietzscheanos. No es casual que Han recoja la taxativa orden de «no mezclar la sangre de Cristo con la de Cibeles» (Han 2018, 21), senten- cia que bien podria leerse, siguiendo con la referencia nietzscheana, como «no mez clar la sangre de Dioniso con la de Apolos. Asoma ya aqui la diferencia culturalmente construida entre el grave y doliente arte de la Pasidn y el liviano entretenimiento, obvidn- dose, sefiala el autor, la accién cautivadora cn la que ambos incurten, Nietzsche, que da por clausurada la figura del hombre padeciente y doliente de Ja tradicidn alemana (Han 2018, 30) y afirma que la ligereza libera el ser del trabajo y la Pasidn, sirve de apoyo a Han para alirmar que redencién y regocijo no tienen por qué estar separados: critica asf la compartimen- tacién itreconciliable, la oposicisn agonal de mirada estrecha que no entiende de matices y de heterogeneidad. La referencia a Platén (Han 2018, 31), que lamentarfa en Las Leyes la concupiscente praxis de los poctas que todo lo mezela, sefiala a la ratz mas pro funda de esta distincisn. Es perceptible aqui el influjo de dos de los referentes de Han: Nietzsche y Heidegger, que en sus respecti- vos planteamientos situarin en el ateniense cl origen de esta mirada estrecha; decadente en el primero, metafisica en el segundo, En este eje de ligereza y gravedad, entreteni- miento y arte, se mueve Han a través de Daimon. Revista Internacional de Filosofia, n° 80 (Mayo-Agosto) 2020 Resefias distintas figuras de la filosoffa, la mdsica y Ja Titeratura, La dicotomfa entre seriedad y centretenimiento, apunta antes de emprender este transitar cronolégico, ya existia en el S.XIX (Han 2018, 37) y se transmitié hasta el XX en autores como Adorno, cuya pers pectiva se describe en clave cromética: La Pasién carece de todo colorido, de toda pompa y ostentacién. Su color es el aris de la ceniza, La mtsica culta est de Tuto (Han 2018, 48), Fsta referencia al color evoca podero samente sus observaciones en Muerte y alteridad (2018), ensayo en el que tambi atribuye a la mirada estrecha una pérdida del color del mundo, Han, como viene defen- diendo a lo largo del ensayo, se opone a esta separacién estricta: no hay oposicién, por tanto, sino vecindad EI dios del entretenimiento y el dios de la Pasién, el dios del puro efecto y el dios de la pura verdad, el dios de la pura melodia y el dios de la pura palabra, la pura inmanencia y la pura trascendencia son por tanto vecinos (Han 2018, 45), Esta proximidad se daria también entre Rossini —que expresaria una belleza libre, ro apegada a un pensamiento 0 concepto— yy Beethoven, pues @ juicio de Han hay tanta profundidad en la risa radiante como en el rostro dolido que respectivamente evocan A tenor de este anilisis se observa eémo Hegel, pese a su entusiasmo para con el ‘compositor italiano, actualiza el desdén pla- ‘Gnico hacia el arte como fuente de conocé ‘miento, relegdndolo a un segundo plano con respecto a la ciencia y la filosofia, Han aborda a continuacién la cuestién del Iujo, rechazado por Wagner por consi- derarlo antinatural y artificial, al contrario 231 que las canciones populares y «la flor del pucblo». Desafortunada perspectiva, apunta Han; el lujo, la luxacién de la naturaleza, no es Ia decadencia del espi vitalidad incrementada; del mismo modo, el arte queda definido como una luxacién de lo necesario. Contrario a los plantex- mientos del arte wagneriano, basado en el rechazo de rafz estoica a lo antinatural y la defensa de la indigencia, Han sefiala que sin imaginacién, de la que emana el lujo, sin sus exuberantes imagenes, no hay sino precariedad, Hasta Nietzsche, en quien Han se apoy6 anteriormente, rechaza cl lujo para el hombre del conocimiento: ante esta tesis, Han se basa en a definicién kantiana del conacimiento como «el lujo de las cabe- zas», prédigo e innecesario. Todo esplendor del ser, concluye Han, se debe a una luxa- cin: aungue la parca suficiencia del ser no necesita de lo superfluo, de lo heterogéneo, donde no se producen divergencias solo queda lo mucrto» (Han 2018, 59). Esta afir- macién, ademas de habitual en la defensa haniana de lo distinto, resulta caracteristi- camente budista, por cuanto identifica el ser como pura transformacién, constante cambio, nada més que pura mutacién sujeta al devenir. Desde estas premisas lo blando, lo flexible y adaptable prevalecen mientras, lo duro se osifiea y quiebra; el agua que corte fluye limpia, el agua estancada se emponzofia y lena de enfermedad. Han ve este frfo y gris panorama reflejado en la sociedad contemporiinea, donde todo es objetivos y rendimiento, Ante la sociedad positiva del trabajo y la produccién, nues {to autor afirma: La verdadera dicha surge més bien de la divagacién, de lo desenvuelto, de lo exuberante, de lo que carece de sen- {ido, en fin, de la luxacién de lo necesa- rio, Es la excedencia o lo superficial lo Daimon. Revista Internacional de Filosofia, n° 80 (Mayo-Agosto) 2020 232 {que libera la vida de (oda coerci6n (Han 2018, 66). Han responde a la tendencia a la dico tomfa —caracteristica, a su juicio, del pen- samiento occidental— con una propuesta asada en Ia tradicién oriental, en la cual cl ser «no es regulado por opucstos rigidos, sino por dependencias y correspondencias reeiprocas» (Han 2018, 62). Desde esta pre- ‘isa fundamental el arte deja de entenderse ‘como dominado por una Pasién de la verdad {que haga auténomo al yo 0 fo vineule a la verdad, concibiéndose en su lugar como afirmacién y entretenimiento. La poesta, por ejemplo, pierde el cariz trascendental que desde Platén se atribuye al arte para ubicarse cen el plano inmanente, entendida como un acto compartido, un juego de la sociedad y el lenguaje. Hay por tanto una negativa a ubicar el arte en un transmundo de orden superior: El arte no se opone a una realidad ‘enajenada. No encarna aquella alteridad cenfitica que lo distinguirfa del mundo falso o del mundo que sufre la aliena- cin, Ninguna distancia estética eleva el arte a una esfera ontol6gica privilegiada (Han 2018, 67) No hay por tanto oposicién al mundo cotidiano, sino una inmanencia en la que «todo esti ahf>, desembarazada de ese anhelo de trascendencia que identifica tanto cen el arte —en el ensayo que nos acupa— ‘como en el afrontamiento de la muerte en Muerte y alteridad—., Las observaciones de Han al respecto del budismo y cl taosmo se hacen evidentes en la pagina 73, donde labora una apologfa de la mirada afable que no se opone al curso de las cosas, a la vex ‘que matiza el concepto budista de «nada» 0 vacuidad. Las diferencias entre cristianismo yy budismo se manifestarfan, ahonda Han, en Resefas sus respectivas ldgicas del tiempo: mientras Ja primera es una religiGn vuelta al futuro, ala promesa teoldgica y teleolsgica del fin del tiempo, el budismo es Ia religién del presente. El itinerario nos conduce a Ja moral kan- tiana, en cuyo vinculo con la Pasién identi- fica Han un residuo cristiano, sin escatimar en términos duros para sefialar cémo en el lenguaje de Kant la pasién y el dolor son rnecesarios para el progreso moral (Han 2018, 79). En la contraposicién de la moral ilustrada hay observaciones interesantes con respecto a cémo se controla el poder en la sociedad contemporiinea: orden moral, ideologia y constitucién del uno imperso- nal heideggeriano confluyen en el rol del entretenimiento de construir narrando, La narracién, defiende en El aroma del tiempo, crea mundo» al claborar un tejido conec- tivo entre las cosas y los acontecimientos que los vincula e insertarlos en una estruc- tura de sentido. Que esta labor narrativa recae en la actualidad en el entretenimiento es una de las premisas del ensayo; que este rol ha erigido al entretenimiento en para- ddigma que determina que esta «dentro» de la realidad y qué est «fuera», una de sus tesis fuerte. El andlisis de la filosoffa kantiana se retoma con la distincién entre el arte bello y el arte agradable: Kant, se defiende, habria quedado cegado ante cl potencial construc- tor de sentido del entretenimiento, otorgin- dole un estatus menor, La severidad de estas afirmaciones, en la linea de lo sefialado en Muerte y alteridad, invita a una indagacién profunda con respecto a emo el prisma de Han retrata el pensamiento kantiano, La siguiente parada filosética pasa por Ja nocidn heideggeriana del entretenimiento como cafda e impropiedad, aquello a través de lo cual el uno impersonal toma cuerpo. entretenimiento sustentaria y estabilizarfa la estructura social existente @ través de la Daimon. Revista Internacional de Filosofia, n° 80 (Mayo-Agosto) 2020 Resefias narraci6n: 1a cotidianidad, apunta Han al respecto, no es un vacio de sentido, sino {que esta lena de ofertas de este. Para Hel- degger, cuyo andlisis de moverfa en un eje matcrialidad-mediaticidad (Han 2018, 123), el ser es una pasién (Han 2018, 113) y la Pasién, una individualizacién; frente a ello, cl entretenimiento y los mass media incurti- rfan en un alejamiento del mundo a través de las imagenes. Concluye Han que pari Heidegger cl trabajo es pasién, que no pro- duccidn, y el ser se entiende como dolor, como plegaria: la de Heidegger, sentencia, seria una mirada carente de serenidad con el mundo, lo que remite a las observaciones Dudistas antes recogidas, Por otro lado, Han presenta a través de la figura de Kafka la nocién del arte como via dotoris, carga y coronacién, deleite y suftimiento, que incurtia en la antes men- cionada falta de serenidad con el mundo y a muerte, A este respecto, Han rompe una lanza a favor de un arte de lo cotidiano {que propiciarfa una des-interiorizacién del {yor resulta interesante, especialmente como parte de la reflexién haniana en torno al uso de las nuevas teenologias en La socie~ dad de la transparencia y En el enjambre, que sefiale al icono de los mass media por antonomasia —Ia televisién— como otro factor de desinteriorizacién, Propone, para concluir, un arte de la afabilidad, en la Linea de la perspectiva budista caracteristica de sus primeros ensayos Han concluye su ensayo con una meta teorfa del entretenimiento que, distanc dose de las tesis materialistas al respecto de ste, diagnostica su totalizacién: el entrete- nimiento habrfa dejado de ser episédico para convertirse en erdnico, en el nuevo para-

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