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7 VN SR yh db) 1s Cade deleted thet td dedad LS aber Prohibido: ; por Bill Bridges, Brian Campbell, Andrew Greenberg, Lee Hammock, Samuel Inabinet, Rustin Quaide, Nicky Rea hee all Escrito por: Bill Bridges, Brian Campbell, Andrew reenberg, Lee Hammock, Samuel Inabinet, Rustin Quaid, Nicky Rea Desarrollo: Bill Bridges Edicion: Jennifer Hartshorn -ccién artistica: John Bridges 9 ustraciones interiores: John Bridges, Tom Bolanos, antl Elliot, Jason Feliz, Michael Gaydos, Don Hillsman, Samuel Inabinet, Brian Leblanc, Brian Mead, John Porteda, David Sweet Disefio de portada: Brian Leblanc SABER PROHIBIDO: TECNOLOGIA yt Créditos edicion espafiola Directores editoriales: Juan Carlos Poujade y Miguel An- el Alvarer. ‘Traduccién: Danie! Meléndez Delgado Coordinador de la linea: Carlos Lacasa Maquetacién: Carlos Lacasa y Javier Pérez Calvo Maqquetacién de portada: Ivin Carnero Impresién: Graficinco S.A Filmacién: Avtopublish Agradecimientos Al Kraken de los mares sintfcticos, por su ayuda y apoyo Emblema El simbolo de la parte izquierda de la portada muestra el emblema de los Preceptores de la Iglesia Universal, descritos en el apéndice de este libro. Peregrinos Ay de aquel que se adentre en la guarida del brujo sin estar preparado! Pues las maravi las de la destruecién aguardan acechando a los intrusos en este reino iluminado por la falsa uz de un paraiso enrejado, retumbando con el sonido de unos truenos que harfan reventar los ofdos, Ast mismo, cuidaos de las siplicas del brujo, incluso después de que haya sufti- do en el potro y yazea inmévil y encadenado, ya que sus palabras son dilees, repletas de ‘maravillas y prodigio inimaginables. Corta su lengua para asf evitar que tales visiones os corrompan y termingis adorando a su sefior, y castigalo con sus propias Obras: asf, esta ironfa le hart ver e6mo ha malgastado su tiempo. Publicado por La Factoria, C/Plaza, 15. 28043 Madrid. © por la versién espatiola www.distrimagenes e-mail: factoria @ distrimagen.es — Jato de 2000 LA FACTORIA We © 1996 de Hollistic Design Inc. Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproduccién sin cl © —_Permiso escrito de la editorial, excepto si es con la intencién de escribir resefias. Todos los personajes, nombres, lugares ; ¥ textos mencionados en este libro son propiedad intelectual de Hollistie Design Inc: ‘La mencién o referencia a cualquier otra compata 0 producto en estas paginas no debe ser tomada como un ataque a las ‘marcas registradas o propiedades intelectuales correspondientes. eo Debido a su temftica, este producto se recomienda s6lo para lectores adultos. ISBN: 84-8421-160-6 Depésito Legal: M-27121-2000 La editorial no autoriza a fotocopiar ninguna pagina de este libro TEC a esd Contenidos Prélogo Introduccion Capitulo Uno: Teoria y Practica Capitulo Dos: Herramientas Capitulo Tres: Hombre y Maquina Capitulo Cuatro: Naves Espaciales Capitulo Cinco: Tecnologia Extrafia Capitulo Seis: Ley Eclesiastica Apéndice I: Preceptores Apéndice II: Costes y Leyes Registro del Diario: 31 de Octubre de 4996 (calendario de la Terra Santa) Desde que descubri que escribir mi diario calma mis ner- vios, nunca antes habfa tenido la necesidad de hacerlo con tanta premura, ya que no recuerdo otra ocasién en la que mis nervios estuvieran tan alterados. Durante mucho tiempo of a los sacerdotes que me instrufan condenar al etimen y a los criminales, pintando con palabras un cuadro de horrores para el que cometiera cualquier tipo de infraceién, Durante mi ju- ventud en la rectorfa jamais hubiera pensado que este tipo de sermones se volveria contra mi algdn dia Ahora me enfrento al dilema moral del que Julia Abrams ime advirtié entre bromas la primera vex que nos unimos al ‘grupo de Lady Erian Li Halan. Seré mejor que te espabiles, sacerdote —dijo—. Si viajas ‘con nosotros, infringirés todas las leyes. En aquel momento sonref, con esos aires de superioridad {que utilizan las gentes libres trabajadoras, que siempre pare- las de que tan s6lo ellos conocen las costumbres de los mundos, y que son los tinicos que saben emo desen- volverse en ellos, No abandones nunca los votos de la Madre Iglesia, y {oda oposicién caeré a tus pies” —rtecité, a pesar de que por quel entonces los Avestitas iban en nuestra biisqueda, Pero sabia que era una persecucién politica, Al menos, por ‘aquel entonces, Temo que nuestras acciones hayan cambiado. este hecho, Ahora he roto mis votos con la Madre Iglesia, he acaticiado el brio liso y frfo de la tecnologia, arriesgando mi alma y la de otros en este acto. Mi travesia hacia el pecado empezé cuando el Marqu Sebastian Hazat de Aragén presié a Lady Brian una nave espacial al cuidado de su familia. Lo hizo a cambio de que ‘mi grupo le hieiera un favor en el futuro. Es mejor no acep- tar Ia irritante caridad de la nobleza, pero necesitébamos, con urgencia un transporte a Kurga, ya que se rumoreaba que en aquel mundo fortificado se hallaba enterrado desde tal para Ja Casa que Lady Brian hacia mucho tiempo un secreto que era Li Halan, La posesién de este seereto har recuperara algunas tierras. Nos montamos en Ii nave con Julia Abrams como piloto. A pesar de que habfamos viajado durante mucho tiempo en sti compaiia y nos habjamos hecho grandes amigos, arries- gando la vida juntos en multitud de situaciones, demostr6 tener unos lazos muy fuertes con su gremio una vez estuvi- mos dentro de la nave. Esgrimi6 sus argumentos a voces cuan- do sali¢ el tema de su compensacién por pilotar la nave. Os6 pedir dinero a sus compaiteros, y a aquella que una vez acu- di6 en su auxilio, Los gremios suelen usar esas desprecin- bles costumbres, ya que prefieren of el tintinear de las mo- nedas antes que beber de las aguas que les dan la vida. El asunto se resolvi6 finalmente cuando todos y cada uno de nosotros le amenazamos con retirarle el apoyo recibido gra- tuitamente hasta ahora, Finalmente cedié y consintié en pi- Totar la nave a cambio de compartir las ganancias consegui- das por Ins acciones del grupo. Puede que en un futuro realice un registro que narre nes: tro viaje a través de los vastas distancias entre Aragén y su. portal de salto, pero en estos momentos no quiero desviar- me del tema principal de mi relato, la tecnologia, el mal {que representa ante los ojos de la Iglesia, y el odio que pro voca en aquellos cuya misién es proteger a los fieles de este pecado. Mi pecado. ‘Aterrizamos en Kurga sin ser detectados, ya que los Hazat y Jos rebeldes Kurganos estaban enzarzados en una cruenta ba- talla ante las puertas del capitolio, una batalla que, como tan- tas otras que ya habfan tenido Tugar en aquel mismo sitio, ter ‘minarfa con la muerte de incontables soldados y Ia victoria para ninguno, El capitolio se mantenfa firme. Lejos de alli, en lo profundo de un bosque al norte, aterriza- ‘mos eerea del punto al que nuestros informes nos habfan con- ducido. Descargué un mapa de este lugar de una inmensa ma ‘quina pensante en Aylon, que detallaba una ciudad situada en este mismo lugar hacfa un milenio, pero que ahora yacta tra gada por rafees y margas, enterrada bajo una gran cantidad de hojas y ramas, Bstas expediciones a sitios inhéspitos no eran R PROHIBIDO: TECNOLOGIA nada nuevo para nosotros, y nuestra compaiiera Vorox, Onganggorak, nos condujo a través de enrevesadas sendas hasta llegar alos restos de una estructura, dentro de la cual se encontraba nuestro objetivo, Tuvimos que cavar un tiempo antes de poder encontrar una entrada, Una vez. dentro, cami: ‘amos a la luz. de nuestra linterna de fusién por corredores y pasadizos que habian permanecido vacfos durante generacio- nes, Después de un dfa de buisqueda, en el cual nos encontta: ‘mos con multitud de giros en falso y callejones sin salida, Hegamos finalmente a una amplia béveda, ‘Quedé pasmado ante lo que se alzaba ante nosotros, Habfa visto armamento bélico con anterioridad, pero rara vez. de aquel tamafio. Se conservaban en perfecto estado, cafiones metili ccos de destruccién que permaneefan intocables por el paso del tiempo, armas nunca vistas por las fieles almas de los dias del Imperio. Estos monstruos de la Segunda Repiblica solo po: drfan haber sido fabricados por hombres los, que no tenfan remordimier rian sus hijos de metal Nuestra misi6n era conseguir una de aquellas bestias, del mismo tipo y disefio que las usadas por los Li Halan tiempo atrés, cuando protegfan sus feudos de los pecadores Republica: nos. Ahora que las vefa ante mf sentf un estremecimiento, re cordando las leyendas de los primeros Li Halan, que contaban como éstos hacfan pactos con demonios, ala vez que aeababan ‘con sus enemigos con la ferocidad suficiente como para provo- carel lamento del Panereator. Entonces dudé. ;Podia en verdad ayudar a mis quericos amigos en aquella misidn y volver a los ‘Mundos Conocidos con esa clase de armamento? Seguramen- te, el volver con esa tecnologfa harfa que Brian cayera en gracia ante su familia, pero entonces, gcon qué fin serian usadas las ‘méquinas? Aquellas cosas tan s6lo podian traet horror y muer te. Las Guerras del Emperador fueron una larga noche de terror ‘para muchos, con descubrimientos tecnol6gicos similares a éste {que inclinaron la balanza de poder a favor de Ia casa que daba con ellos, ;¥ si estas armas convenefan a fos Li Halan de que podian desafiar el poder del nuevo Emperador? Le rogué a Erian que se diera cuenta de lo que estébamos haciendo. Debfamos dejar aquellas cosas alli y destruir los informes que nos habfan conducido hasta aquel lugar. Pero estaba embelesada por aquellas cosas y se negé en rotundo, Incluso con las dolorosas quemaduras que ahora tengo en mi brazo, agradezco al Pancreator el castigo que nos infligié en aquel momento, Fuimos unos ineptos al pensar que los Avestitas no nos se- li. Ong habi6 demasiado en piiblico bajo los ‘ohol, y se supieron algunos datos de nuestra misi6n, Entraron en la estancia blandiendo lanzallamas, ferando la letanfa que utilizaban al apresar a alguien, Por supuesto, opusimos resistencia, Buscamos cobertura tras Jas monstruosas carcasas de los eafiones, disparando nuestras armas a la vez que ellos disparaban las suyas, Pero fue una lucha répida, ya que Brian cay6 justo después de que su eseu- do desapareciera a causa de los disparos. Nos rendimos, sa bbiendo que por la condicién de noble de Brian deberian volver con ella viva para enjuiciarla en vez de dejar que muriera alli, Asi, tendrfamos la esperanza de escapar mas adelante. Mientras me ocupaba de sus heridas bajo la atenta mirada de nuestros apresadores, éstos exigieron a Julia que les ense- (08 por los horrores que crea p PROLOGO: DIARIO DE ALUSTRO fiara emo funcionaban los catlones. En un principio ella se rneg6, pero las Marcas convencieron asu carne, y répidamente resolvié ensefiarles lo que pedfan. Mis palabras que vilipendiaban a los agremiados pronto {quedaton mitigadas por una sincera admiraci6n hacia su inte ligencia, Todos los miembros del gremio han sido entrenados, cenel arte de Ia elocuencia, que usan para maveat y confundir a sus clientes y asf conseguir vender mercancfas defectuosas a un buen precio, desapareciendo antes de que su vietima se diera cuenta de lo que ha comprado. Este don le fue muy tila Julia, convenciendo a los Avestitas para que inspeceionaran a boca del caién, al mismo tiempo que ella presionaba cl botén del control remoto que se habia escondido en uno de sus bolsillos en el tiroteo. El caos resultante nos permitis escapar a través de un tinel, {que luego Ong derrumbé para impedir que nos siguicran. Co- rif como nunca, avergonzado por el alivio que sentia. Como tun nifio que ha esquivado un castigo estaba excitado, pero jah! Gran Pancreator, otros han sulrido en mi lugar Nunca podré olvidar la visién de los Avestitas destrozados, por ol fuego escupido por la bestia de metal, dormido dura {antos afi, despertando en un instante y destruyendo todo a su paso, incluyendo a sus hermanos situados frente a él. Los. cafiones bramaron tan fuerte que el ruido datiaba los ofdos. Murieron lanzando el fuego de sus entraffas, que salfa de su larga cautividad rompiendo el hierro y e! aero. Fueron las ropas antiflamigeras del Avestita que estaban ante: if lo que evit6 que me calcinara en la explosi6n. El lo hizo por mf, Mis ropas se chamuscaron y sufrf algunas quemadue ras, pero al menos estaba vivo. El pelaje de Ong habia sufrido, {quemaduras mas graves, al igual que los ropajes de Erian, pero ‘nuestro miedo nos ayud6 a ignorar el dolor mientras salfamos. cen estampida de aquel lugar. Deambulamos durante dos dfas sin comida ni agua por las inincadas cavemas hasta que encontramos tna Salida de aque- lla tumba, Nuestra nave estaba donde la dejamos, a pesar de que los Avestitas seguramente la habrian estado registrando. No habia signos de su presencia. ;Sobreviviria alguno a la conflagracién? Espero por su bien y el nuestro que la respues- twa esta pregunta sea que no. He aprendido una dura lecei6n, una a tener muy en cuenta, Pero mis compaiieros no la han captado. Erian ha decidido no rendirse en la bisqueda de artefactos similares para su familia, Julia quedé pasmada ante el poder que manejé con uun simple movimiento de su pulgar sobre un interruptor. EL ‘guardaespaldas de Erian, Cardanzo, jur6 tomar mis precau- ciones la proxima vez que se encontrara con este tipo de tec nologfa, pero no sentfa ningun miedo hacia ella, Solo Onganggorak se dio cuenta de 1a importancia que tenfa lo que habjamos presenciado. Crecié teniendo contacto con una tecnologta muy rudimentaria, en un mundo donde la fuerza de uno mismo era lo nico que prevalecfa sobre los demés, y cera normal que temiera la destruccién que se desencadenaba ‘con este tipo de méquinas. He pensado durante mucho tiempo en estos hechos y no he ‘encontrado respuestas sencillas, Fue este tipo de tecnologia et que ayud6 a Alexius en su ascensin, y no voy a ser yo quien niegue los grandes beneficios que nos ha otorgado. De hecho, estoy escribiendo esto dentro de una vaina de metal, mientras ‘me dirijo a través del espacio hacia la méquina més grande jamés concebida, el portal de salto de los Anunnaki. El Profe- ‘a admiré estos viajes espaciales, pero hubiera abjurado ante Jos cafiones que habfamos visto, Conoefa la terrible y seductiva tentacidn de usarlos. ‘Tan sélo soy un joven sacerdote, pero sé que la tecnolo- fa es una fuerza muy grande, que despierta deseos en mi y ‘en los demés para rehacer los mundos de una manera que yo no deseo. Hermano Guiseppe Alustro Libertad y Opresion Cada historia o juego de ciencia-fccion tiene que mas ynaves expaciales que ayuda a ia humanidad en sus inisiones a través de las estrellas. Estos utensilios cambia doy con sus semejantes Cada nievo avance en la teenolo tf one su efecto en la sociedad y en la cultura, algunas Neces en perjuieio de aniguos y estimados valores, pero normalmente para la mejora de vida de una amplia varie- dad de personas Sin embargo ln tecnologia también intro- duce nuevos horrores nunca imaginados. Aunque muchos milos naraban historias de Ia destruccién del mundo engu ido por el fuego, pacos hombres modemos pudieron con ir estas fabulas como una tealidad hasta que I bomba at6miea fue inventada, Los dela Segunda Repiblica fueron tempos de avances tecnoldgics sin precedente, aun imo quea menudo sobre- pesaba ia habilidad humana de mantener, dejando a mu- hos abatides por la estela de progreso,a I ve que ores se dejan llevar por la novedad. Antes de que la tecnologt amenazara con cambiar cl estilo de vida de la Humanidad, apareié una nvevavfarevolucionaria: los Luditas, Estos in flesescontempordneos del siglo XIX no s6lo vieron e6m0 imbiaba su vida, ino también el poco control que tenfan Sole sus propias vidas. Sus capacidades y habilidades per Sonafes eran niles freateal advenimiento dels mqunas Al mismo Gempo que ellos empobrecian por culpa dela Re- tolucign Indust, los duenos dels fabrica se hacfan mas ¥ mds ico, at que deeideronenfremase. Sabotje. Guerra Sante as radqunas, Tos Luditas han sido desaereditados durante el siglo XX, era del cber-etchismo, convitiéndaseen un smbolo de re trdraos eon miedo alos cambios, Pero pocas revoluiones tuvieron el éxito que uv la suya Sibien es verdad que ellos ro tocaronningurafbra sensible el hecho de que el Rey de Ingloteratuviera que rer de wel es notable. Como cambian los te miento, fueron los eientificos los que se rebelaron contra el ‘opresivo mandato de la superstici6n y la tradici6n, Pero en el siglo XIX, la ciencia que amenazaban su prosperidad. Hoy en dia, vemos el fracaso de esta revolucién como ‘una conclusién inevitable, Pero, estén todas estas revolu- ciones contra la tecnologia condenadas al fracaso? {Es evitable el avance del progreso? No necesariamente. Asi como la tecnologfa puede ascender, la historia ha demos~ trado que también puede caer. Durante el imperio romano se tealizaron sorprendentes innovaciones que no fueron comprendidas por varias razones, una de las cuales era que la estructura social en conjunto no estaba preparada para seplarlas, ;Quién necesita el poder del vapor cuando tie- nes esclavos? La caida del Imperio y la pérdida de Ia eduea- cin expansiva es bien conocida por todos los eruditos. Hasta el Renacimiento, las innovaciones tecnol6gicas no fueron aceptadas por In sociedad al completo, En Fading Suns, la tecnologia ha caido catastr6ti camente, La revuelta empez6 durante a Segunda Rept- blica, cuando Ia evolucién tecnolégica sobrepasé la capa cidad humana para integrarla de manera correcta en sus vidas sin dafiar ampliamente a las instituciones sociales. Esto, y Ia avaricia de algunos codiciosos por las riquezas dde muchos. La educacién para las masas es perjudicial para Ja supervivencia de un estado totalitario. Asi, la edu cidn fue la primera cosa que desapareci6, bortada por los evos gobernantes y siendo reemplazada por el lavado de cerebro. Los viajes de largas distancias también fueron eliminados, ya que Ia capacidad de ver la vida del “otro ado” encendfa ciertos resentimientos al comprobar de lo que carecfa uno mismo. Por lo tanto, nadie deberfa darse cuenta de lo que carecfan. No se mereefan nada. A los sier- vos se les enseliaba que no eran dignos de lo que tenfan sus amos, y muchos terminaban creyéndolo. Cuando fa Iglesia, protectora de las almas de ta humani- dad, se uni6 a la conspiracién, Ia oposicién contra la in- vestigacién y el descubrimiento se complet6. Aunque a Iglesia habsa empezado su cruzada con las mismas inten fe se levant en contra de los frutos de Ia ones que los Lultas (protege el bienestar de sus con- aéneres), con su ayuda, ol péndulo dela opresin se ba. Tanceé hacia el otro lado, de la danina teenologfa a la da. Ain falta dela misma ste libro examina la situgci6n actual de los Mundos Co- noeidos, y da una idea de porqué ls cosas han tomado el curso que llevan. Muchas de las heramientas de alta tecno- "© logta que se describen aqui son prodigios legendarios para el 7 campesino medio. Aunque pucde que vean un Laka imp tal volando sobre sus cabeza, tan s6lo poifan sont con pila uno, Esta disparidad no es tan obvia pra el ciudad no libre medio, capaz de maneja las rlendas de su propio destin, pero ni para ellos estin folalmenteclros ls ines de poder La tecnologia est en las manos de muy pocas pe sonas, que estrangutanlentamente alos Mundos Conoctos, en su inento de mantener este contol [La amenaza de una tecnologta superior manejada por alenigenas, como los Vau 0 los Simbiones, parece haber provocado algunas concesiones por pare dela glesinfente 4la nueva tecnologia, pero estas reformas son invariale- mnente innovaciones militares, oredescubrimientos en el ate de a guerra de pasado. Aquellas innova que pean lberara los campesinos de sus feudos eran con. Siderads actos riminales por las easas nobles. Lo mismo cura con los utenslios de jo los dispasitvos que ao. ras trabajo. Los servos con tiempo libre en sus manos son siervos con tiempo para pensar en el peeado Infestacién Simbionte Precaucion Contaminaciy Pra oni infers “Por, den del Emperador @ wes SABER PROHIBIDO: TEC Tnnovacion Un libro posiblemente no pueda ofrecer un ejemplo de cada producto y equipamiento tecnolégico existente en los Mun- ‘dos Conocidos, la cantidad es, simplemente, demasiado g de, Desde arcos medievales, hasta caflones de mesones para raves espaciales. Tanto el ditector de juego como los juga- ores requieren una considerable cantidad de dispositivos y tutensilios para divigir y jugar a Fac eno de ejemplos listos para jugar, que también dan un buen unto de comienzo para crear nuevos utensilios para el jue~ g0. En futuros suplementos de Fading Suns se continuardn dando nuevos ejemplos de equipamiento que podriin ser usa- dos como gufas para crear nuevos instrumentos, Qué hay en este libro Prélogo: Un capftulo del diario del Hermano Alustro, con- cerniente @ un enfrentamiento con Ta Inquisi Introduccién: Unas cuantas palabras sobre este libro y lo que hay en su interior, Capitulo Uno: Teoria y Préetica: Algunos datos sobre el alcance y el trasfondo de Ia tecnologia en los Mundos Conocidos, y detalles sobre la economfa a las puertas del quinto milenio, Capitulo Dos: Herramientas: Detalles de la tecnolo- gia y utensilios de la mayoria de los habitantes de los INT ‘Mundos Conocidos (campesinos), de la formacién masiva de la maquinaria bélica, y reglas para enfrentamientos en- tre distintos vehfculos Capitulo Tres: El Hombre y la Méquina: Cibernética, maquinas pensantes y gélems, tan s6lo son cosas para que alguien tenga grandes problemas con al Inquisicién. Capitulo Cuatro: Naves Espaciales: Detalles sobre algu- nas de las naves mas comunes del Imperio, y las reglas que detallan los combates entre ellas. Capitulo Cinco: Tecnologia quico, reliquias de la Iglesia, 1 Simbiontes, todo es tecnologfa prohibida, Capitulo Seis: Ley Kelesidstiea: Una introduccién a la filosoffa de la Iglesia en lo concerniente a la ciencia y la tec nologfa, y los eastigos para aquellos que infringen las leyes de la prohibicién, Apéndice I: Preceptores: Una nuevo tipo de personaje ecle sidstico para Fading Suns: Una secta de cientificos y educa: dores que quieren civilizar de nuevo los Mundos Conocidos. Apéndice II: Precios de Mercanefas y Leyes. Esta es, tuna lista completa de precios de la multitud de objetos que se pueden encontrar en anteriores libros de la linea Fading, Suns, ademds de una gran cantidad de utensilios nuevos. Comparando los precios de los objetos comunes, el DJ de- berfa ser capaz de calcular el valor de casi cualquier cosa. Los jugadores sabrin cudnto esté “cargando” el precio un comerciante, 0 cudinto pueden “rellenarlo" ellos. Ademés, hay una larga lista de erimenes y castigos para todo tipo de conductas, ,Quiere ese noble Hawkwood reclamar a un ri- val Decados unas tierras tomadas erréneamente en Las Gue- tras del Emperador? £0 tal vez los personajes son acusados de complicidad en alguna mezquina operacién de recolec- cién de érganos? Bsta lista proporciona al DJ los castigos a imponer, y a los jugadores alguna idea sobre que tipo de conducta que deben evitar, 0 con las que deben ser espe- cialmente diseretos, es: 2 SS Se ' Z ( (—# Dw NFS . ti Y < : Lh j Ad Ly ps —_—, GC Capitulo Uno: Teoria y Practica Después de la Caida Muchos creen que el término del quinto mitenio va a ser una época post-utdpica. La gente de esta edad oscura erige mitos y leyendas de la ya casi olvidada historia de la Segunda Repiblica, alumbrando el pasado con una luz brillante, y bus= ccando un par casi hundidos. La biisqueda de épocas de oro pasadas parece ser una cosa instintiva en los humanos. Esté buisqueda es In «que ha movido alos hombres a través de los siglos. Pero tam- bign ha existido una byisqueda contraria impulsada a construir un paraiso futurista, un maviana dorado donde todos nuestros problemas serdn resueltos gracias a los maravillosos descu: brimientos conseguidos por los cientificos que siempre se adentran en los Hmites del univers buscando soluciones a nuestros dilemas. Estudiando estos extremos, ambas versio- hes parecen un poco neuréticas, Las dos visiones pueden per- Imitir que realicemos grandes hazaiias, 0 conducirnos a fallos catastr6ficos, Las dos tienen un papel importante en Fading ins, a pesar de que los habitantes de los Mundos Conocidos ven al pasado como tn pesar més que como una ens ‘miran al futuro con temor miis que con expectacién. Durante Ia Segunda Repablica, la humanidad construy6 una sociedad de virtudes humanitarias y progreso expansivo. La tecnologfa se alzé hasta alturas antes imaginables s6lo en his: torias de ciencia-ficeién, Las teorfas mas dristicas se convir tieron en pricticas eomunes. Pareeia que nada estaba fuera dol alcance de la mente o de la mano humana. Pero los cientificos mis inteligentes se fijaron en el univer so, y en Io arcano que se estaba convirtiendo. Por cada velo traspasado por la investigacién, se encontraban con nuevos vvelos mas opacos. Una respuesta conducfa a un millén de pre- ‘guntas, pero también Hevaba a un gran logeo: Un nuevo siste- ma de fusién, un nuevo suero regenerador de tejidos, 0 un ‘nuevo material construetivo tan duro como el acero, pero tan ligero como el aire, A diferencia Ue los aficionados del XX, que tras nuevo descubrimiento declaraban que todo 10 que se podlfa conocer ya habia sido descubierto, os cientfficos de Ia Segunda Repsiblica se pereataron de que el universo era una interminable fuente de misterios. puede que vieran enigmas donde en realidad no habia ninguno, Algunos ereyeron entonces (y algunos aun siguen iso ancestral donde puedan anclar sus suefios creyéndolo) que la constante buisqueda de los cientificos ha- cia lo exterior era en verdad una baisqueda interior, que sus nuevos descubrimientos mostraban més sus complejos psico- légicos que los misterios del universo. Que todos proyectaban hacia lo desconocido to que en verdad querian ver. Y que el tuniverso no podia ser tan complejo como decfan los millones de extrafias teorfas que se lanzaban. ‘A finales de la Segunda Repablica habfa el mismo mémero de teorias vélidas sobre el funcionamiento del Universo, que tipos de coche a finales del siglo XX. BI problema se redujo a mos- trar pruebas, y a los estindares de aeeptacién, Todo lo que hi- ciera dar un salto hacia delante a los materiales de produccién (por ejemplo, la primera vez que se fabried la acerdimica, el

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