Son
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
AIO
EXP, N° 03154-2011-PHC/TC
LALIBERTAD,
SHELA. EVELYN. YSLA RUBIO A
FAVOR DE JEAN PHILIPPE CAYRO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 dias del mes de octubre de 2012, el Tribunal Constitucional,
en sesién de Pleno jurisdiecional, con la asistencia de los magistrados Alvarez Miranda,
Urviola Hani, Mesia Ramirez, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente
sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por dota Sheyla Evelyn Ysla Rubio a
favor de Jean Philippe Cayro contra la sentencia expedida por la Primera Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas 458, su fecha 17
de junio de 2011, que declara infuundade la demanda de autos.
ANTECEDENTES:
Con fecha 9 de septiembre de 2010, la recurrente interpone demanda de habeas
corpus a favor de Jean Philippe Cayyo contra los integrantes de la Primera Sala Penal en
Ciiroel de la Corte Superior de Wsticia de Lima, sefiores Figueroa Navarro, Quispe
Aleala y Espinoza Sanchez, y lof integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la
Republica, sefiores Salas Gambog, Barrientos Pefla, Principe Trujillo, Pariona Pastrana y
Urbina Ganvini, considerando/que se estin afectando sus derechos a la libertad
individual, derecho a probar, ge defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el
proceso.
fe el favorecido fue detenido el 5 de julio de 2003 por
mes de te detencion, siendo
Piblico formulé denuncia en
Fifico ilicito de drogas, y que
fce que la sancién impuesta por los
iante et procedimiento especial de
transcurso del proceso, solicité la
‘omo agentes encubiertos, denegindase
fo, expresa que solicité 1a apertura del
‘Agente Encubierto” a efectos de que
ictorio, desestiméndose finalmente su
Refiere Ia recurrente q
efectivos de la Dinandro si que se le informe de las r:
sometido a torturas continuas. Sefiala que el Minister
contra del beneficiario por el presunto delito de
posteriormente se abrié instrucciéa en su contra. A\
jueces emplazados se ha basado en lo actuado
“agente encubierto”, razén por la que, en
concurrencia de los policias que interviniero:
uu pedido sin mayor fundamento. Asimi
juaderno de procedimiento especial deno1
icha documentacién sea objeto deTRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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pedido. En tal sentido considera que se ha encontrado en estado absoluto de
indefensidn, puesto que no pudo confrontar la referida documentacién, que es el medio
probatorio en que se basa la sentencia condenatoria, Finalmente reitera que se ha
encontrado en estado absoluto de indefensién, no pudiendo interrogarse a testigos de
cargo, ni contradecir los documentos instrumentales contenidos en el cuaderno de
procedimiento especial de “agente encubierto”, siendo estos actuados la columna
vertebral del enjuiciamiento y la sentencia.
Realizada la investigacién sumaria, el favorecido se ratifica en el contenido de la
demanda, Por su parte, los magisirados emplazados coinciden en sefialar que el juicio
oral se ha desarrollado respetando los derechos fundamentales de los procesados.
El Segundo Juzgado'Penal|de Investigacién Preparatoria de Trujillo de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad declara infundada la demanda considerando que en
cl proceso penal cuestionado no se advierte afectacién a los derechos del favorecide y
gue no puede admitirse que el proceso constitucional sea considerado como una
suprainstancia capaz de revisar lo actuado en sede ordinaria.
La Sala Superior revisora confirmg44apeladg/por similares argumentos.
FUNDAMENTOS,
Delimitaci6n del petitorio
1, Bl objeto de la demanda de habeas Zorpus es que este Tribunal Constitucional
declare: i) la nulidad de la sentenciae fecha 6 de enero de 2006 en el extrema que
condena al accionante a 30 afios dy/pena privativa de la libertad, y i) ta nulidad de
Ja ejecutoria suprema de fecha 2/de diciembre de 2006, en el extremo que declara
no haber nulidad en cuanto a la’pena impuesta al recurrente, alegindose que tales,
resoluciones vulneran sus derechos constitucionales a Ja libertad individual y los
derechos a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso.
CpPertion previa
de una serie de derechos fundamentales en
nadas, cabe expresar que revisado el contenido
fencialmente denuncia la afectacién de su derecho
la libertad individual, puesto que expresa,
contradecir ni conftontar las versiones de los
i bien el recurrente alega la afc
emisién de las resoluciones cu
su demanda se advierte q£O°
EY
‘TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
NON
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efectivos que actuaron en el procedimiento especial de agente encubierto, ni se
admitié su pedido de apertura del cuaderno especial del referido procedimiento. En
tal sentido este Colegiado centrard su andlisis en dicho aspecto.
3. Considerando el contenido y In naturaleza de la pretensién formulada, en el presente
‘caso nos encontramos ante un modelo tipico de “habeas corpus conexo”.
El Estado peruano y Ia lucha contra el tréfico ilicito de drogas
4, Antes de evaluar la pretensién de ta demanda de autos, este Tribunal Constitucional,
consciente de la problematica del pais y de la politica de interés nacional de lucha
contra el tréfico ilfeito de drogas, considera pertinente efectuar algunas precisiones
sobre determinadas instituciones que recoge la normativa procesal penal en general,
y en especial la Ley de Lucha contra el Trafico Hicito de Drogas (Decreto
Legislative N.° 824). ¥ es que el delito de trafico ilieito de drogas, por la afectacién
que produce al cuadro material de valores que consagra la Constitucién es
considerado como uno de los ilicitos penales mas graves. Es un delito de accién
multiple que socava las bases culturales, politicas y econ6micas de la sociedad, pues
su existencia y propagacién afecta en grado sumo diversos valores ¢ instituciones
bisicas de todo Estado social y de derecho, tales como el principio-
derecho de dignidad de la pergerfa (articulo)i°), la familia (articulo 4°), la educacion
{articulos 13° a 18°), el yatajo (articulos/22° y 23°), Ia paz. social (inciso 22 del
articulo 2°), entre otros,
5. Enefecto, uno de los problemas mas ferios de nuestro mundo actual, al que ningin
pais ha sido ajeno, incluso ni con eluso de sofisticadas formas de control y fuertes
| cantidades de dinero asignadas pofa tibrarse de él, es -qué duda cabe- el tratico
ilicito de droyas [delincuencia oyfanizada o institucionalizada de trafico ilfeito de
drogas]. Se trata de una actividg( ilicita en la que sus miembros, haciendo gala de
su poder corruptor, influencias/y suficientes recurspé econdmicos, impiden que sus
onganizaciones sean descubieytas y sus integrantgf identificados, Es, pues, el poder
econémico de estas organizgciones 10 que leyfermite corromper a las fuerzas del
wrden y a la administracién de justicia, y gffrentar piblicamente a los gobiernos,
ando a las fuerzas armadas, a los migffbros del sistema judicial y a ta policia, y
jentando contra las personas y losffienes piiblicos y privados, Este poder les
mite también, a través de arififios, alterar e| orden legal, a fin de evadir
iones [los miembros de estay/fpanizaciones, especialmente quienes las dirigen
controlan permanecen en/fd clandestinidad, pues ocultan sus verdaderasTRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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identidades) y coopta los érganos del poder politico con el propésito de manipular
las decisiones o de orientarlas hacia rumbos que favorecen su accionar delictivo.
6. Desde esta perspectiva, el articulo 8° de la Constitucién ha establecida que es
obligacién del Estado peruano combatir y sancionar el trifico ilicito de drogas. Para
tal efecto, la propia Norma Fundamental ha conferido atribuciones a érganos
auténomos, como es el caso del Ministerio Pablico, que en cuanto titular de la
accion penal publica y titular de la carga de la prueba, tiene por funcién conducir
desde su inicio la investigacién del delito, siendo en este caso la Policia Nacional la
entidad obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Publico en el ambito de su
funcién (articulo 159°, incisos 4 y 5, de la Constitucion), Es funcién de la Policia
Nacional del Peri prevenir, investigar y combatir la delincuencia (articulo 166° de
la Constitucin).
7. La irrenunciable obligacién constitucional del Estado peruano de combatir y
* sancionar el tréfico ilicito de drogas tiene sustento, ademas, en la Convencién
Unica sobre Estupefacientes de 1961, ratificada el 22 de julio de 1964, cuyo articulo
2°, inciso 5.b, establece que los-Fstados Partes “prohibirdn la produccién,
fabricacién, exportacién e idm, comercio, posesién 0 uso de tales
liciones que prevalezcan en su pais hacen que
1a protexer la salud y el bienestar pibicos, con
{culo 4°, incisos a) y c), de la Convencion establece
Estado Parte adoptar las medidas legislatives y
dicha Convencién en
exclusivamente Ia prod
Is respectivos territorios, asi como para limitar
ién, Ia fabricacién, 1a exportacién, la importacién, ta
el 16 de enero de 1992,
fs lay‘Medidas para tipificar
eta intencionalmente la
46n, la oferta, la distribucién, la
iportacion o fa exportacién, la
Psicotrépicas de 1988, ratificada por el Estado per
establece que cada uno de los Estados Partes ado
como delitos en su derecho intemo cuando
produccién, Ia fabricacién, la extraccion, la pr
entrega en cualquiera de sus condiciones,
posesin o la adquisicién de cualquier faciente o sustancia psicotrépica.
Asimismo, el articulo 6° de la Convencigf Adfablece que: “Las Partes se esforzariin
‘por asegurarse de que cualesquiera feffades legales discrecionales conformes a sitcoe
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derecho interno, relativas al enjuiciamiento de personas por los delitos tipificados
(.), se ejerzan para dar la maxima eficacia a las medidas de deteccién y
represion, respecto de esos delitos ientendo debidamente en cuenta la necesidad de
ejercer un efecto disuasivo (..)”.
9, De forma més especifica el articulo 20°, inciso 1, de la Convencién de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional de 2000 (Convencién de
Palermo), ratificada por el Estado peruano el 19 de noviembre de 2001, establece
que “cada Estado parte adoplard dentro de sus posibilidades y en las condiciones
prescritas por su derecho interno las medidas necesarias para permitir el adecuado
recurso a la entrega vigilada y cuando le considere apropiado la utilizacién de
otras técnicas especiales de investigacidn, como la vigilancia electrénica o de otra
indole y las operaciones encubiertas, por sus autoridades competentes en su
| territorio con el objeto de combatir efieazmente la delineuencia organizada”.
La “obligacién constitucional” del Estado peruano de diseiar una politica eriminal
eficiente para sancionar el trafico ilicito de drogas
10. El marco constitucional e intemacio ido implica que ta obligacién
constitucional del Estado peruano de, trafico ilicito de drogas no debe
' f agotarse en la mera descripcidn tifiea de las Zonductas delictivas en el Cédigo
i se afligen. sino que, ademas, para llegar a tal cometido debe procurarse el
i establecimiento de procedimientos de investigacién eficientes, es decir, que
objetivamente demuestren resultados cada vez més eficaces: lo contratio,
\ significaria incurrir en una infraccién constitucional por parte de las autoridades
competentes para eilo. Y es que no debe olvidarse que el caracter pluriofensivo del
delito de trafico ilicito de drogas en relacién con los valores basicos del orden
constitucional pone en estado de alarma y peligro las bases sociates y amenaza la
propia existencia del Estado. Se trata, en definitiva, de una tarea
constitucionalmente exigible al Estado peruano para que adopte las diversas
\edidas legislativas y administrativas dessinadas a sancionar cficazmente cl trafico
icito de drogas.
recisamente, una de las medidas,
sancionar el trafico ilicito de
Lucha contra el Tréfico Ti
Jprocedimientos especiales
isfativas diseftadas por el Estado peruano para
hha sido el Decreto Legislative N° 824°, Ley de
de Drogas, que entre otras cosas regula los
investigacion policial, tales como el de agenteoo
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encubierto y la remesa controlada, cuya autorizacién, el control de su actuacién y la
decision de su culminacién corresponde, segin sea el caso, al Ministerio Pablico oa
la autoridad judicial.
12, Esta técnica especial de investigacién también ha sido recogida por el Nuevo
Cédigo Procesal Penal de 2004 (de vigencia progresiva en el pais), al establecer en
su articulo 341° que et Fiscal, cuando se trate de diligencias prel
afecten actividades propias de la delincuencia organizada y en tanto e
de su comisién, podré autorizar a la Policia Nacional (agente encubierto), mediante
una disposicin y teniendo en cuenta la necesidad de los fines de la investigacién,
sin actuar con una identidad supuesta.
13. Conviene puntualizar que, a diferencia del Decreto Legislativo N.° 824, que
confiere al Fiscal o Juez — segtin la etapa del proceso — Ja facultad de autorizar y
controlar e! procedimiento de agente encubierto y la remesa controlada, el Nuevo
Cédigo Procesal Penal de 2004 solamente ha conferide dicha autorizacién al
representante del Ministerio Piblico.
}4. Es en tal sentido que este Cole; la STC N.° 04750-2007-PHC/TC ha
considerado respecto del agenfeEncubieylo que “Ev concreto, ef empleo del agente
i “én eficaz para la obtencién de evidencias
probatorias e identificapiOn cle los inglolucrados en el delito, toda vez que el agente,
al lograr infiltrarse dé manera clghdestina a la escena misma del crimen, observa
in personan los hechos delictivgs practicados por los autores y participes de la
organizacién criminal.” Asiryfsmo, en dicha seatencia se ha establecido que la
actuacién del agente encubigdo puede ser objeto de control, expresando que “Ai so
de esta técnica especial df investigacin requiere necesariamente la autorizacin
de la autoridad competeylte ante la existencia de indicigs razonables de la comision
de un delito por la gfersona vinculada al crimen/organizado, 0 que continia
realizando dicha préftica criminal feuyo desculfimiento se pretende]: es decir,
supone ef conocimienio de hechos que revign las caracteristicas de delito y
suficientes circunstancias facticas que indighen su posible existencia: a partir de
ello el agente encubierto tiene ta facultad yhrq.actuar con identidad supuesta, entre
otras actividades, en el tréfico juridieg’y Social, participar en las reuniones de
4s vinculadas al delito de que se trate.
dzé es quien tiene la obligacién de seAalar el
actuacién del agente (el respeto a los derechos
ira dicho efecto la supervision y control de sus
Desde luego la autoridad que
eriodo de duracién y los mite
indamentales), efectuando‘TRIBUNAL CONSTITUCIONAL,
HE, cr
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actuaciones y, eventualmente, dar por concluido su empleo, Se concluye pues que
el agente encubierto no tiene el libre athedrio para desarrollar sus actuaciones,
sino que se encuentra bajo ia supervision y control de la autoridad que ta autorizé,
a quign esté obligado a proporcionar ta informacién obtenida”.
15, En conelusidn, se dehe resaltar que en dicha sentencia se establecio que la actuacion
del agente encubierto era constitucional y que su intervencién se encontraba
legitimada por los fines constitucionales que persigue el Estado, puesto que "(...) a
partir de lo establecido en el articulo 8° de la Constituctén (es deber constitucional
del Estado peruano disenar su politica criminal frente al tréfico ilicito de drogas),
En efecto, esta norma impone al Estado la obligacién constiucional de sancionar
el trafica ilicito de drogas, to que ha quedado plasmado en el Cédigo Penal y en tas
leyes especiales ef los cuales se criminaliza el delito de tréfico ilicito de drogas con
penas severas, proporcionales a los bienes constitucionulmente protegidos que se
afligen; evidentemente, que para llegar a dicho cometido se impone la necesidad de
adoptar procedimientos de investigacian eficaces, siendo uno de ellos, sin duda, el
del agente encubierto (..).
En deffnitiva, el agente encubierto es un procedimiento auxiliar indispensable para
supefar las dhificultades que se presentan en las formas ordinarias de recabar
ingrmacién en esta clase de delitos g organizado) y constituye una medida
Isislativa destinada a combatir, el trafico ilicito de drogas” (STC N°
is de la controver:
16. Del anilisis de los argumentos Axpuestos en a demanda se desprende que el
recurrente pretende que este Trjfanal Constitucional disponga la realizacion de un
nuevo juicio oral, alegando exéncialmente que no se le permitié ni interrogar al
agente encubierto ni abrir Al cuaderno de, Procedimiento Especial de Agente
Encubierto, medios probatgfios que sustepgfin su condena y contra los que no ha.
podido ejercer su derecho/le contradicci§e, por lo que se ha vutnerado su derecho
constitucional al debido proceso, mas ¢Sfeciticamente a la defensa, relacionado con
Ja libertad individual.
isados los actuados —tant
resentado en esta sede se
se ha desarrollado respeta
Jel rechazo a su pedida Ale
jetuado en el proceso penal ordinario como lo
rte que el juicio oral seguido contra el recurrente
5 garantias del debido proceso, evidenciéndose que
terrogar al agente encubierto como la apertura delTRIBUNAL CONSTITUCIONAL
cuademo del procedimiento especial per se no puede ser considerada arbitraria, a
menos que no exista justificacién alguna, Jo que no ha ecurride en el proceso penal
que dio origen a este proceso constitucional, puesto que de la sentencia de fecha 6
de enero de 2006 (fojas 326 del cuademo acompafiado) se aprecia que Ia condena
impuesta al recurrente en su condicién de miembro de la organizacién internacional
de trifico ilicito de drogas denominada “Los Boliches” no se ha fundado
exclusivamente en el cuademno del procedimiento de agente encubierto ni en la
version del agente encargado de dicha funcién, a los que hace mencién el
demandante, sino en otras pruebas de cargo auténomas, vilidas e independientes
que llevaron a la Sala emplazada a adoptar dicha decisién, tales como
testimoniales, pericias, el alquiler del inmueble en el que se encontré el lugar de
procesamiento de J4 droga ~de euyo recibo se constata que fue el favorecido quien
i probatorios que en conjunto han eyeado conv}ecién en Tos juzgadores, razin
fa que expresamente sefatan en-fa sentenci;
éfectos debe tomarse en cuenta que la actiyldad dei agente encubierto no
‘ constituye la prueba, en tanto solamente siryfé de guia para llevar a cabo la
/ intervencién y lograr la recoleccién de pruepés (...)”. Asimismo se observa que tal
‘gunda Sala Penal Transitoria de la Corte
mediante ejecutoria suprema de fecha 21 de
lerno acompafiado), que dio debida respuesta a
oportunamente confirmada por la
Suprema de Justicia de Ia Republi
beneficiario ha podido
emplazados adoptado la decision de cond:
medios probatorias, y no solo con los refg
lios_probatorios, habiendo los
al favorecido con un conjunto de
fos por Ja demandante.
jdera que las resoluciones impugnadas,
‘condenan al recurrente a la pena privativa de
in la Constitucién y las leyes pertinentes, pues
derechos constitucionales conexos a Ja libertad
rent.
18] Por lo expuesto, este Colegiado
recaidas en el Exp. N° 212-2004,
la libertad, no son incompatible
no se advierte que afecten
individual invoeados por et‘TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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FAVOR DE JEAN PHILIPPE CAYRO.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que te confiere
la Constitucién Politica del Perit
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de habeas corpus al no haberse acreditado la
afectacién de los derechos invacados por el favorecido.
Publiquese y notifiquese. ~~
ax
$s. a
ALVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI j
MESIA RAMIREZ 4
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ fA
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