El Taller de Escritura Creativa

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Lila Lardone | Maria Terxa Andrctto El taller de escritura creativa en la escuela, la biblioteca, el club comuntearte 23d eens Cain yey Somunleare... neh aes Saiecmaeetirs Been end {tp SSen ye) Indice Protogo, Capitulo 1 {Qué es un aller de eseritun?... Ta leccién del Rautista, un ejercicio de seduccién...13 Esa arcilla a palabra Por dénde empezar: Eldisefo de ua taller. Tiempo de trabgj. Espacio. lima... Coordinacicn Participantes ‘Momentos de trabaj ‘Motivacién. Ex sau pero czar Consigna. ‘Tiempo de escritua.. Letaade as produciones Cierre Capitulo 2 EI Tallery a Escuela. Un espacio de expresin Cémo instalado en la Bscuelaon Bn qué se diferencia un taller de una clase de lengua o de literatura? BL Después de eseribir Eseribir en a escuela. Capitulo 3 Las consignas: algunas consideraciones.. ara qué sirve una consigna La memoria La transgresin el juego y dl szar La estimulacin senso onan a organizacin del discurso.. AL Capitulo 4 Bateria de Ejercici Consideraciones generals. Cincuenta y ocho ejercicios completos para distintas edades. Postdat Maria Teresa Andruetto, Laura Devetach Alljandro Schmidt. Gloria Pampillo Rogue Dalton Graciela Montes... ‘Miguel de Unamuno. Gianni Roda Roberto Malatesta ‘Tanuna Mercado... Edith Vera Abelardo Castillo Graciela Pérez. Aguilar. ‘Marina Colasanti Ray Bradbury. E. M. Forster Vladimir Nabokov Gabriel Garcia Marquez... ‘Ana Maria Bovo : sidoro Blaisten.. Robert Altmann... ‘Material consultado y sugerido... Obras citadas en ejercciog on Algunos sitios de Internet vinculados al literatura. : Bibliografa.. Acs piera reores tod la bistria a pensimiontopedagigie come una itr dela denice ‘aca a experiencia aeai, no contelad, del literature Ya a inceni6n de mecanomor para conju us peligres Jonge Larrosa Prélogo Un taller de escritura, de expresin por Ia palabra, no se- 1a tal si no contemplara la lectura: entendemos el taller como un camino de explosacién que se gradva en un pro- ceso de apertura a nuevos modos de escribir y de leer. De ese didlogo entre ibros/lectores/autores, surge la creacién «incluso acaso el valor de la reescritua, el trabajo con su hherremienta la palabra. Pensamos el taller como un espacio en constante evo- Jucién, un lugar atravesado por la bisqueda, los sucesivos descubrimientos, el placer, a la vez que de circulacién de ‘materiales diversos donde las miltiples vinculaciones con Ja palabra se renuevan cada vez Biisqueda, exploracién, descubrimiento son elemen- tos de un proceso para el que se requiere de un esfuer- 20 sostenido y también de un guia que acerque lecturas y actividades variadas, buscando romper lo uniforme, lo preestablecido, lo oficial, lo escolarizado. En un taller debiéramos ir tras el estimulo de la crea- tividad, incitando a profundizar el deseo y a expandir el ‘campo de intereses. Es ahi donde el coordinador que se ‘ce cng de un grape pone en jugs jes apie La metodologia del trabajo de taller tiene tanta o mis Jmportancia que cl hacer mismo. Aunque se incluye una extensa bateria de propuestas, no es el propésito de este bro das recetas, sino indagar en la palabra y en la com- prension de cada pequetio descubsimiento logrado a partir de ell, hasta ganar la confianza de los participantes. Por ¢s0 los ejercicios que se oftecen solo pretenden ser orien tadores. 1A BIBLIOTECA, EL CLUB sintetiza veinteafios de expe~ riencias que cada una de nosotras ha levado a cabo en ‘numerosos grupos y contextos. Intenta relexionar sobre las circunstancias en las que nace, se desarvollay concreta, su produecién un taller de escrtura para diferentes eda~ des, dentro o fuera de la institucin escolar, y se dirige « adultos mediadores entre los libros y los chicos o jovenes. 2 Capitulo 1 Quées un taller de escritura? La leccion del flautista’ un ejercico de seduccin Hace mucho, muctsino tempo, la ciudad de Hamelin pris una tribe plaga de rata. El akalde tat de liminaras poo no tao txte. Al nah fromeié 1000 “Porine a quien pudios acabar ome Apareis un extranjes veto con rillantes repay ij gue padi ibrar Hamelin de las rates, Esa note, el extrajero ‘omond@ tear una suave meld ou lana, raja todas lt rata fuera dels casas ls gui baci lio Wise, ‘donde abogaron. Blalalde x nega pagar al Flentsa: 1 Tis Taro A pti dea poneea ida en Coren de Dai da a “Deer a mbna fl ove 00 fra Parade amc Pol lia white dening ports naan, cand eet mjotae meg one lt Lemeitanente ait igen 21 Plan dg n manda bth rte Deron, aris ccna 1d winrasn nei pr la Bepul ue patrntc nenrnae Lanier cena Hn Esta leyenda surge de un hecho real la plaga de ratas que on el afio 1294 provocs pestes y maté a gran parte de la poblacién de Hamelin, en Alemania, No ests compro- bado que existiera el Alcalde, pero no es dificil deducie ue para un burgués de esa 6poca la melodia del Bautis~ {2 no valia mil florines. Después de todo, e sabe que el arte tampoco hoy figura entre las priotidades del sistema Ningiin documento acredita la existencia del Flautista, Pero zqén pone en duda a particular atraccign que cjer cen ciertas melodias? No hay mas que recordar alas sire- nas de Ulises, sus especiales poderes de convocatotia, la conmocién interior que produce el hecho artistco, El final del cuento es ambiguo, por lo menos en esta versién, la més antigua que se conoce, ya que més ade~ lane fo Hermanos Grimm registra algunas eras tes, ¢ incluso la reeseribis en verso el poeta inglés Robert le ning qr on ate ce pepper Lana Lasoo | Manin Tenn Amparo Browning. La iltima frase asegura que “los nifios nunca volvieron’, y flotan varias posiblidades: zhabrin conse~ tun destino mejor que el de sus insensibles mayores, disfrutando para siempre del arte del flautist, se con- vertirian ellos a su vez en flatisas, capaces de modifcar Ja realidad con sus melodias? Dejemos la leyenda para volver la vida real. En ellael arte no actia directamente sobre las circunstancias para provocar cambios rotundos, pero sf ofrece un espacio tni- 0 por el que circulan de un modo més intenso los sen- timientos, las pasiones, los dolores. Y dentro del art, Ia literatura, un lugar en donde se habla de lo que importa, frente a los no digares de la sociedad moderna. En me~ dio de un mundo que tiende a producir tanta informacién como granos de arena existen en el desierto, que somete a chicos y grandes a la violencia diatia sin ofrecer respues- tas, la literatura es un fruto extra. A veces se conoce de ella slo la céscara, de colores y texturas tentadoras. La ciscara es eso, una cubierta que ccalta Jos verdaderosjugos, las babazas, almibares, aspe~ rezas y cadillos. Porque es adentzo del fruto donde es- tin los amargores y dulzores que, en variedad de matices, despiertan los sentidos, inducen al goce, ensefian infinitos caminos con el sabor inigualable de los descubrimientos. Por eso es importante reflexionar sobre la escritu- 1a para chicos, esa pulpa sabrosa y nutricia que debiera rmedirse con los mismos parimettos que la escrtura para adultos. Como escritura a secas. ¥ los libros ditigidos a Ja infancia, puestos en tela de juieio, tendrian que superar 5 antes que nada los andlisis més exigentes de compromi- $0 estético, para que los chicos tengan la oportuniiad de inicarse en ess conmocién a veces apenas un temblor y ‘tras una sonrisa que se experimenta al leer literature Un fruto es simbolo, como lo son también las partes que lo componen: Ia céscara, la pulpa, la semilla, Podrin, mos ver Ia fscara como la cubierta dal libro, Ia pulpa como sus paginas, las semillas como pequesios gérmenes ue quedan en la mente de quien lee. Pero tal ver sea ‘mejor tomaclo en tanto metifora de dos clases delterata. ‘de un lado, es infinitacantdad de libros/oiscara que ‘apuestan a atraer con Ia superficie. Y en lugar aparte los ‘otros, en los que por fugaces momentos, es posible encon~ tear la belleza. Es diffi saber slo por la céscara sien un fruto se ha- Ua el gusto que se desea. Lo mismo sucede con ls libros, J.como adultos, para que no nos pase como al mezquing Alealde de Hamelin que no confiaba en los valores del arte, dcbigramosintensiicar nuestro espiritu critica y se- Parar lo verdadero de lo falso. Serfa importante pensar ala literatura infantil como tun etio de resistencia, en donde el equilibrio de valores entra en la balanza junto al poder del imaginario. Es. tos valores se cuelan en las entrelineas de ls historias, ac deslizan entre los avatares de personajes teamando acco, ‘es que ponen en marcha deseos, dolor, suefos, en fn, la ignidad, a busqueda de la verdad, ‘a valenta en la aceptaciin de circunstancias adveres, ln % solidaridad. Como el juego, esa extraordinaris vertiente cteativa del ser hummano, Sin embergo, un peligro late en el centro mismo dela produccién: abruman las novedades, muchas de ellas cés- caras vacias que en cantidad inimaginable se suceden sin dar tiempo a la lectura reposada. El mercado esté abarrotado de titulo, es verdad, y la tarea de elegir se complica para los mediadores nature- Jes, maestros, padres, bibliotecarios. Sin embargo, hay un parimetro que no debiera fallar: si un adulto encuentra {que un libro destinado a los nits le despierta el mismo centusiasmo que los textos a él dirigidos, seguramente a los nifios les provocard idéntico asombro. La calidad esté- tica es algo que se econoce, més alla del destinatario, La ‘maravillosa melodia del flautista de Hamelin, intencio- nalmente enfocada hacia los chicos, los atrajo con fuerza invesstible. Pero antes, el fauista habia creado esa melo~ ica. Con el apoyo de esta metifora, es posible decir que quienes eseriben para los chicos y también quienes les proponen lecturas, debieran comprometer lo mejor de si, respetarlos, explorar todas las vias posibles, recuperat el poder evocador dela palabra su misica, y no subestimar cl derecho del nifio a recibir en profundidad los temas sms variados, Elereador lo lograré avecesy otras no, pero ‘su actitud debe ser honest y visceral. Lo mismo pasa con Jos mediadores Hace poco més de veinte aos, en un libro notable que 4a autora argentina Griselda Gambaro titulé Conoena- v cones com chics, 9 registraba un didlogo mantenido con Entla, de diez aos, a Qué animal te gustaria ser? —2A mp Un lebn. Porque seria fuerte vast nadie me podria hacer nada. AY como persona, quién podria hacerte algo? —Como persona podrfan matarme. Es ficil mmatar a una persona Enel mundo de hoy, mucho mas que hace veinteaftos, un chico puede sentir que es muy ficil matar a una persona. ‘Un mundo de violencia extrema, que se despliega a ra- 26n de veinticuatro imégenes por segundo para cualquier nit sentado fete al vie ep aan epi ce otro despliegue, el de fos suetios y los simbolos, que es la literatura?

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