JAMES, Daniel - 17 y 18 de Octubre de 1945

You might also like

Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 24
17 y 18 de Octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina ‘Danret JaMns* I {B19 de octubre de 1945, Juan Domingo Perén. fue destituido de los cargos de vicepresidente y se- cretario de Trabajo y Previsién que ocupaba en el gobierno militar instalado en la Argentina desde el golpe de junio de 1943. fn las primeras horas del 13 de octubre fue arrestado en su domicilio y luego trasladado a la prisién de la isla Martin Garcia. En los treinta meses anteriores a estos aconte- cimientos, Perén habia llegado a constituirse en la figura protagénica del gobierno militar. Desde la Secretaria de Trabajo y Previsin comenz6 a solu- cionar algunos viejos reclamos de los trabajadores angentinos y, gracias al uso inteligente de las pre- bends oficiales, se granjed importantes aliados * Publicado en Desarrollo Beondmico, N* 107, val. 27, octu- brevdiciembre de 1987 8a entre los dirigentes sindicales. Su cafda en des- gracia, en octubre de 1945, obedecié en parte a que sus camaradas militares estaban preocupados por su politica pro obrera y el poder politico poten- cial que ésta podria proporcionarle. La destitucién de Pern reflejé, ademés, la creciente ola de oposi- cién civil y politica que el régimen militar venia enfrentando desde comienzos de ese aio. Esta opo- sicién (que abareaba todo el espectro de los parti- dos politicos, desde la extrema izquierda hasta la derecha) habfa centrado cada vez mas sus ataques en la figura de Perén. Exigié su renuncia y el tras- paso del gobierno a la Suprema Corte para que és- ‘ta convocase, en el menor tiempo posible, a eleccio- nes que se realizarian bajo su fiscalizacién.’ ese a que en ese momento su derrota parecia definitiva, la politica pro obrera de Perén habria de rendir sus frutos en la semana posterior a su separacién de los cargos. Desde la matiana del 17 de Octubre, columnas de manifestantes llegaron al centro de Buenos Aires, provenientes de la pro- pia Capital Federal y de otros puntos del pais, con el nico propésito de reclamar que se liberase a Perén'y se lo restituyera en el gobierno. En las il- timas horas de la tarde colmaban la Plaza de Ma- yo frente a la Casa de Gobierno, y entrada la no- che la movilizacién habia obligado a las autorida- des a liberar a Pern y permitir que se dirigiera a " Para conocer los antecedentes de Tos aucesos politicos que ‘uvieron lugar en estos meses, consltese Félix Luma: Bl 46: crdniea de un ao decisivo, Busnos Aires, 1969; Alberto Cra Parties and Power in Modern Argentina, 1920-1946, Albany, 1968, cy las masas de trabajadores alli reunidos desde los baleones de la Casa Rosada. Estos acontecimien- tos lanzaron a Perdn por el camino que lo llev6 a Ja victoria en las elecciones de febrero de 1946, y consolidaron un movimiento social y politico que ha tenido un papel dominante en la Argentina en gran parte de los tiltimos cuarenta afios. “Los sucesos de octubre fueron tema frecuente de anélisis social e histérico, tanto de contenido manifiestamente politico como de finalidades mas, académicas/En general, los comentarios sobre la movilizacién de las masas en esos dfas formaron parte de un debate mas amplio acerca de los ori- genes y la naturaleza del peronismo. La interpre- tacién intelectual prevaleciente durante casi to- das las décadas de 1950 y 1960 fue la formulada por Gino Germani y otros.’ Segtin ella, el apoyo obrero a Perdn en el perfodo de gestacién fue un reflejo de la heteronomia de la clase obrera. En particular, los nuevos trabajadores provenientes de las provincias més tradicionales del interior del pais habrian constituido el niicleo de dicho apoyo. Atraidos por la figura del eaudillo—aseguran es- tos autores—, fueron fcilmente manipulados gra- cias a las cualidades personales de Perén y a los * Véaso Gino Geman, Politica y sociedad en una época de fransicién, Buenos Aires, Paidés, 1962; una versién declara- ‘damente peronista os la de Rodolfo PuicaRds, El peronismo sus causes (1963), Buenos Aires, 1988. Sobre el 17 de Octu- bre especificamente, véase Hugo Gann, El 17 de Octubre de 1945, Buenos Aires, Brijula, 1969. Un panorema general de este enfoquo, asi como una eftea de us premises empir- ‘as bsicas, se hallard en Walter Little, "The Popular Origins of Peroniam", en David Rock, ed, 85 beneficios que les otorgé un Estado paternalista. Ademés, se vieron seducidos por sus apelaciones nacionalistas, en contraste con la etdrica “extran- Jerizante” de las institucionesy partidos tradico- ‘nales de los trabajadores. Los nuevos trabajadores predominaron sobre los sectores tradicionales de Is clase obrere, en su gran mayoria descendientes de la masa de inmigrantes europeos que Hegaron al pais antes de 1930, quienes permanecieron fie- les a sus instituciones e ideologias de clase. Estas inetituciones fueron incapaces do incorporar a los nuevos migrantes, que por ello buscaron en Perén y en el Estado la satisfaccién de sus necesidades. ‘Dentro de esta interpretacién, la movilizacién de octubre fue considerada la quintaesencia y el em- blema de estas nuevas masas, un momento de rupture defnitiva entre la vieja y la nueva clase ohrera Como respuesta a esta primera interpretacién, en los timo quince ais surgi lo que podria de- hominarse una orindoriarevisionista, Bato revi. tionisme ha eustentado convincentemente Ia idea de que en los afios de gestacién del movimiento peronista habia una clara dicotomfa en la clase obrera; estos investigadores han aducido que en a el movimiento sindical tradicional desem- en 1944 y 1945 un papel decisivo en la movi Teacién del apoyo a Perén. En un ensayo cardinal de fines de la década de 1960, Miguel Murmis y Suan Carlos Portantiero situaron los orfgenes del peronismo (y dentro de éste, especificamente, la participacién de la clase obrera) en el contexto de la evolucién del movimiento obrero de la década dol trointa y prinipios de la del cuarenta/Ea ex-~ periencia de la represién de los gobiernos conser- 86 vadores, asf como la ineficacia de la organizacién sindical, hicieron que los trabajadores argentinos y sus dirigentes vieran en Perdn un aliado poten- cial, aunque ambiguo% Juan Carlos Torre ha re- construido fehacientemente el debate interno que tuvo lugar en la clase obrera tradicional y que lle- v6 a la movilizacién masiva del 17 y el 18 de octu- bre de 1945. Torres sostuvo que, lejos de ser una manifestacién esponténea y elemental de “nue- vos" trabajadores que hicieron a un lado a un mo- vimiento sindical apstico w hostil, esos sucesos de- bieron en gran medida su éxito y sus aleances a la movilizacién y la estructura del sindicalismo orga- nizado.'_) ‘Asi pues, la imagen de que en los afios de for- macién del peronismo la clase obrera habia sido una masa pasiva y manipulada dejé sitio a la ima- gen de actores politicos con conciencia de clase ‘que procuraban encontrar un camino realista pa- ra la satisfaccién de sus necesidades materiales. La dicotomia anterior entre la vieja y la nueva cla- se obrera qued6 subsumida en esta imagen de una clase obrera cada vez ms homogénea. No obstan- te, algunos autores se resistieron a aceptar esta tendencia homogeneizante. Germani, en lo que se- ria su aporte final al debate sobre los origenes del ° Miguel Muraas, Juan Carlos Postaxnieso: “El movimiento sbrero en los origenes del poronismo", en MUnnis y PORTAN- ‘TBno, eds; Betudios eobre los origenes del peronismo, val. 1, ‘Buenos Aires, 1978 * Juan Carlos ‘Tone: “Le CGT en el 17 de Octubre de 1945°, Todo es Historia, marzo de 1916. (Cf. supra, pp. 25-81. N. al EZ) a peronismo, ofrecié una variante de su postura pri- Iitiva, que ponta el énfasis en la experiencia tra- dicional premigratoria de los nuevos trabajadores. En lugar de hacer hineapié en la peculiar relacién “de estos iltimos con el caudillo carismético, como Jo habia hecho en sus primeros trabajos, Germani dirigié ahora su atencién a la singularidad de la cultura politica “eriolla” asociada con los nuevos migrantes)Segin él, esta cultura se caracterizaba por una espontaneidad que se expresaba en una especie de “democracia inorgénica”, fundada en la participacién politica directa, con independencia de la mediaciin de las instituciones e ideologias formales, La manifestacién clasica de esta cultura politica crilla fue la movilizacién del 17 de Octu- bre.’ Esta reformulacién de su postura previa por Germani no convencié a la mayoria de los estudio- s0s y fue sometida a sucesivas criticas por Tulio Halperin Donghi, Juan Carlos Torre y otros* Eneeste articulo deseo sugerir que el debate bre-los origenes del peronismo, centrado en la. ‘cuestién de la vieja y la nueva clase obrera, y en el tema, afin a éste, del papel desempefiado por la ‘y organizacién formal de la clase obrera, de hecho |_pas6 por alto las formas concretas de movilizacion y de protesta social que adoptaron los aconteci- * Gino Gums: “El surgimiento del peronismo: el rl de los sbreros y de loa migrantes internos’, octubre-diciembre de 1973. * Véase Tulio Hauremiy Donou, “Algunas observaciones so bre Germani, el surgimiento del peronismo y los migrantes internos’, enero-marzo de 1975; Juan Carlos Tors, op. cit; Louise DovoN, “Conflictos obreres durante el régimen pero: nlsta, 1946-1955", ootubre-diciembre do 1977, 88 | mientos de octubre. Estas formas fueron aplicadas, | més como instrumentos heuristicos por los bandos ‘en pugna en el debate que como objetos de estudio con pleno derecho, Ademés, quiero sefialar que el hecho de que este debate haya dado lugar a lo que podria lamarse una ortodoxia instrumentalista sobre la participacién de la clase obrera en el pe- ronismo ha limitado nuestra comprensién de esta ultima y, en particular, ha subestimado la impor- tancia de su dimensién social y cultural més difu- sa. El andlisis de la movilizacién de las masas.du- { rante el I7y el 18 de octubre puede ayudarnos a apreciar mejor ésa dimensin. Este estudio se cen- trard_principalmente en_los_acontecimientos. que -produjeron en La Plata y on_el_papel.que.en ellos Tes cupo a los trabajadores de los frigorificos de Berisso, aunque para ello tendremos en cuenta documentos procedentes de varios centros urba- nos importantes. Se recurriré a fuentes escritas y orales, y se examinarén los problemas derivados del empleo de estos materiales. t Fragores de descontentos, sefiales de inquietud entre los trabajadores por el desenlace de los epi- sodios que se iniciaron con la destitucién de Pe- r6n, ya estaban presentes antes del 17 de Octubre, Al aproximarse el fin de semana del 13 y el 14 ‘cundieron rumores acerca de una huelga nacional en apoyo de Perén. El dia 15, la Federacién Obre- a de la Industria de la Carne, conducida por los comunistas, se lamentaba de que ciertos elemen- 08 “recurrieran al pistolerismo” para hacer que 9 los trabajadores de los frigorifices ganaran la ¢: lle." No obstante, en general las fuerzas antipéro- nistas tenfan buenos motivos para sentirse segu- ras. Desde la obligada renuncia de Perén el dia 9 ¥y 8u posterior arresto parecfa que tanto en las ca- les como en los circulos de gobierno la suerte se habia voleado decididamente en contra del ex vi- cepresidente y sus partidarios. En cuanto a los ru- mores de huelga general, la Confederacién Gene- ral del Trabajo (CGT) estaba claramente dividida acerea de este punto, y un eonjunto considerable de sindicatos y organizaciones obreras de arraigo hhabian denunciado en forma categérica que la Iuelga no era conveniente." En La Plata, ese sentimiento de satisfaccién y confianza de las fuerzas antiperonistas era tal vez, mas pronunciado aun, La Universidad Nacional de La Plata —que al igual que los demés estable- cimientos universitarios habjan estado en el pri- ‘mer plano de la oposicién al gobierno nacional, y ‘cuyos estudiantes en huelga fueron echados por la fuerza, a comienzos de octubre, de los edificios que habian ocupado— tenia aparentemente ganada la batalla contra el gobierno y las autoridades pro- wvinciales y policiales. Luego del relevamiento de ‘Perén volvié a la normalidad; el rector fue puesto La Capital Rosario), 16 de octubre de 1945. * Acerca del movimiento obrero en el periodo 1949-1948, véa- se David Tauanan: The Argentine Labor Movement, 1930- 1945: A. Study in the Origins of Peronism, 1985; Hiroschi ‘Mansusuits, 2! movimiento obrero argentino, 1990-1945: sus Droyeeciones en las origenes dal peronieme, Buenos Aires, 1983. 90 nuevamente en posesién de su cargo y se inicié tna investigacién sobre la brutal represién poli cial durante la huelga y ocupacién estudiantil” Se designé un nuevo interventor federal en la provin- cia de Buenos Aires, y un juer federal investigé las actividades desarroliadas por el jefe de policia de la provincia y sus principales subordinados. En medio de este clima de euforia general, poca aten- cidn se prestaba a los trabajadores de los frigorifi- cos de Berisso, Sin embargo, la caida de Perén y su posterior confinamiento tuvieron profunda repercusién en la comunidad de Berisso. Esta habia surgido en la década del euarenta como una de las mayores con- centraciones de obreros industriales en la Argen- tina. El auge de las exportaciones de carne que acompafiaron a la Segunda Guerra Mundial hizo que la comunidad egase a contar tal vez con 45,000 habitantes en 1943, cuando se produjo el golpe militar que llev6 a Perén al primer plano na- ional." En los dos aos anteriores a octubre de 1945, Perén mantuvo relaciones particularmente estrechas con los obreros de los frigorificas y su in- cipiente Sindicato Auténomo de la Industria de la ‘Carne de Berisso. Gracias a la favorable interven- * Véase Richard J. WaLmen: Student Politios in Argentina: the University Reform and its effects, 1918-1964, Naeva York, 1968. "'Veaso Lia B. M. SaNucct: Berisso: wn reflejo de la evolucién argentina, La Plata, 1983, pp. 5564. El Cento realizado en 1846 en la provincia de Buenos Aires muestra que unos 16.000 trabajadores estaban empleados en la industria de claboracin de alimentos de La Plata; en su gran mayer, perteneeian alos frigorificos de Berisso. a cién de la Secretaria de Trabajo y Previsién, se

You might also like