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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

ESTUDIO SOBRE LA EVALUACION DE


LA CALIDAD Y LA EFICIENCIA DEL
SUENO EN HABITAT DE CUEVAS
Memoria de proyecto

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

TABLA DE CONTENIDOS

Memoria de proyecto _______________________________________________________ 1


DATOS GENERALES SOBRE EL PROYECTO __________________________________________ 4
Temporalización ___________________________________________________________ 4
Centro Responsable ________________________________________________________ 4
Investigador Principal _______________________________________________________ 4
Equipo de Investigación _____________________________________________________ 4
INTRODUCCIÓN ______________________________________________________________ 5
Sueño y salud______________________________________________________________ 5
Influencia de las características individuales sobre el sueño ________________________ 6
Los factores ambientales en la sociedad actual y sus efectos sobre el sueño ______________ 8
El sueño de nuestros antepasados ____________________________________________ 18
OBJETIVOS DEL ESTUDIO ______________________________________________________ 20
HIPÓTESIS DEL ESTUDIO ______________________________________________________ 20
MÉTODO __________________________________________________________________ 21
Diseño __________________________________________________________________ 21
Variables ________________________________________________________________ 21
Instrumentos de evaluación _________________________________________________ 24
Aparatos y equipos ________________________________________________________ 35
Criterios de inclusión y exclusión de participantes _______________________________ 36
Participantes _____________________________________________________________ 36
Procedimiento ____________________________________________________________ 39
RESULTADOS _______________________________________________________________ 44
Apreciaciones generales de los participantes con respecto al hábitat de descanso _____ 44
TEMPERATURA _____________________________________________________________ 45
RUIDO_____________________________________________________________________ 45
COMODIDAD _______________________________________________________________ 45
CALIDAD DESCANSO _________________________________________________________ 45
SENSACIÓN AL DESPERTAR ____________________________________________________ 45
LUGAR PREFERIDO ___________________________________________________________ 45
Calidad subjetiva de sueño __________________________________________________ 46
Calidad objetiva de sueño ___________________________________________________ 49

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Activación diurna _________________________________________________________ 59


Estado emocional _________________________________________________________ 61
Rendimiento diurno _______________________________________________________ 63
RESUMEN DE LOS PRINCIPALES RESULTADOS _____________________________________ 64
CONCLUSIONES _____________________________________________________________ 65
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS _________________________________________________ 66
AGRADECIMIENTOS __________________________________________________________ 77
MEMORIA ECONÓMICA_______________________________________________________ 78
APÉNDICE __________________________________________________________________ 80
DOSSIER FOTOGRÁFICO ______________________________________________________ 104
CONFIDENCIALIDAD DE LOS PARTICIPANTES _____________________________________ 109

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

DATOS GENERALES SOBRE EL PROYECTO


Temporalización
Fecha de inicio 19/10/2010

Fecha de finalización: 18/03/2011

Centro Responsable
Unidad de Sueño del Laboratorio de Psicofisiología. Universidad de Granada

Investigador Principal
Gualberto Buela-Casal

Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico,


Universidad de Granada

Equipo de Investigación
Andrés Catena

Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento,


Universidad de Granada

Carolina Díaz-Piedra

Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico,


Universidad de Granada

Ottavia Guglielmi

Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico,


Universidad de Granada

Raúl Quevedo-Blasco

Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico,


Universidad de Granada

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

INTRODUCCIÓN

Sueño y salud

El sueño es un estado fisiológico extremadamente importante para la


supervivencia de los humanos que está determinado por una serie de dimensiones: el
tiempo circadiano, ciertos factores intrínsecos a la persona, las conductas que facilitan o
inhiben el sueño y el ambiente de descanso (Buela-Casal, 1990). Muchos de estos
factores pueden ser modificados para mejorar la calidad de sueño de las personas.

Una buena o mala calidad de sueño puede llegar a impactar de forma notable en
diversos ámbitos de la vida de las personas. En las últimas décadas, se ha reconocido el
papel que juega una buena calidad de sueño en la salud física y psicológica. Por una
parte, las personas con problemas de sueño suelen tener elevados niveles de estrés,
ansiedad y/o depresión (Taylor, Lichstein, Durrence, Reidel y Bush, 2005), además de
elevada prevalencia de síntomas somáticos como consecuencia de un empeoramiento
del funcionamiento del sistema inmune (Savard, Laroche, Simard, Ivers y Morin, 2003).
Por otra parte, los trastornos del sueño cursan habitualmente con muchas alteraciones
médicas, como, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares (hipertensión o infarto de
miocardio), respiratorias (asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica),
gastrointestinales (reflujo gastroesofágico) y renales (Ballard, 2005), asociándose a un
agravamiento de los síntomas y de la calidad de vida.

Sólo si el sueño es totalmente saludable podemos hablar de calidad de vida y


buena salud en las personas (Dement, 1998). Por ello, conocer qué elementos podrían
mejorar el sueño es muy importante para trabajar por una buena salud. Las
características de la persona que duerme y el ambiente de descanso son claves para la
calidad de sueño. Por ello, a continuación, se mencionarán los resultados de
investigación más importantes al respecto, para terminar analizando por qué el hábitat
de cuevas podría ser un ambiente propicio para favorecer el sueño.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Influencia de las características individuales sobre el sueño

Son muchas las condiciones físicas y psicológicas que pueden influenciar el


sueño y la calidad del descanso y, por ende, la salud y en el bienestar de las personas.
Entre ellas, a continuación se mencionarán los resultados más relevantes relacionados
con la edad, la obesidad, el sexo, el status socioeconómico y las condiciones físicas y/o
psicológicas concomitantes.

A lo largo de la vida, el sueño del individuo varía de forma cuantitativa y


cualitativa. En el momento del nacimiento, el niño presenta dos tipos de sueño, uno
definido como activo, similar al sueño REM, en el que prevalece una actividad de EEG
de medio voltaje y se presentan movimientos oculares rápidos y atonía muscular, y otro
tranquilo, caracterizado por ondas de bajo voltaje. El niño recién nacido pasa alrededor
del 30% del tiempo en vigilia y, del tiempo de sueño, el 35% corresponde a sueño
tranquilo y el 65% a sueño activo. El sueño está distribuido de manera uniforme a lo
largo de las 24 horas, en ciclos de 4 horas. A partir de los dos meses de vida, el sueño
activo se reduce drásticamente, hasta llegar a un 25-30% del total a los siete meses. Ya a
los cuatro años la duración del sueño total es de diez horas, mientras que desde la
pubertad hasta la madurez es de ocho horas. En las personas mayores la cantidad media
de sueño baja a siete horas y se verifica un número más elevado de despertares
nocturnos. Los cambios más importantes en la etapa de la vejez están referidos al sueño
de ondas lentas, que disminuye hasta casi la desaparición de la fase 4 de sueño NREM
(Coccagna, 2000).

Hay evidencias científicas de que existe una gran variabilidad intraindividual en


cuanto a calidad de sueño (Knutson, Rathouz, Yan, Liu y Lauderdale, 2007). La
vivencia de eventos estresantes puede conllevar un aumento de la fragmentación del
sueño y una disminución de su duración total (Hall et al., 2008), así como la presencia
de trastornos del sueño como el insomnio (Healy, Kales, Monroe, Bixler, Chamberlin y
Soldatos, 1981). Mezick y colaboradores (2009) observaron que el estrés está
relacionado con la duración y la fragmentación del sueño. Varios estudios encuentran
resultados congruentes que establecen una relación entre los problemas de sueño y los
índices de estrés, representados por la respuesta del cortisol (Adam, 1986; Vgontzas et
al., 1998; Capaldi, Handwerger, Richardson y Stroud, 2005). En otros trabajos, se
evidencia una asociación entre personalidad ansiosa, tendencia a la rumiación, presencia

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

de activación, tanto cognitiva como fisiológica, y sueño de baja calidad (Kirkegaard-


Thomsen, Yung, Mehlsen, Christensen y Zachariae, 2003), así como a la presencia de
trastornos de sueño como el insomnio (Shaver, Johnston, Lentz y Landis, 2002). En un
estudio clásico en el que se comparó a personas que se definían como malos dormidores
con otro grupo de buenos dormidores (Adam, 1986) se encontró que los malos
dormidores presentaban un mayor número de despertares en la primera hora de sueño y
a lo largo de toda la noche, así como una cantidad total de sueño menor. Las diferencias
más evidentes, sin embargo, consistían en que las personas que se quejaban de su
calidad de sueño presentaban mayores niveles de ansiedad, neuroticismo, ansiedad
somática y obsesiva respecto a los buenos dormidores.

Diversos estudios han evidenciado una relación entre diversas características


sociodemográficas y la calidad del descanso. Adams (2006) evidenció que las personas
en un estado de deprivación socioeconómica presentaban una cantidad menor de sueño
con respecto a personas de un estatus socioeconómico más elevado. Otro trabajo mostró
que las personas que no tenían estudios universitarios se distinguían por una elevada
prevalencia de somnolencia diurna, además de un mayor uso de medicación con efectos
hipnóticos, si bien no diferían en calidad de sueño con respecto a las personas con una
educación de nivel más elevado (Eder, Zou, Grote y Hedner, 2011).

Con respecto a diversas variables de salud, una menor duración del sueño se ha
relacionado con la obesidad, sobre todo en mujeres (Theroell-Haglöw, Berne, Janson,
Sahlin y Lindeberg, 2010). Los autores observan que, en los últimos 30 años, la
cantidad de sueño ha disminuido desde 8,5 a 7,2 horas, al igual que ha aumentado la
tasa de obesidad en la población. Una posible explicación de esta relación es que falta
de sueño puede causar somnolencia diurna y fatiga y llevar a la persona a limitar las
actividades físicas por el día. Otros autores asocian la depresión y las emociones
negativas con alteraciones en los patrones del sueño y en la calidad del descanso. En
pacientes con depresión, el sueño está caracterizado por varios cambios tanto en la
actividad cerebral, como a nivel endocrino (Steiger, von Bardeleben, Herth y Holsboer,
1989). Desde los primeros estudios sobre este tema, como el de Kupfer (1976), se ha
comprobado que en pacientes depresivos se presenta una reducción de la latencia y de la
densidad del sueño REM, del total de sueño profundo (fases 3 y 4) y un aumento de la
cantidad de sueño REM, especialmente, durante el primer ciclo de sueño.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Los factores ambientales en la sociedad actual y sus efectos sobre el sueño

La especie humana, a lo largo de su evolución filogenética, ha vivido en


diferentes hábitats en los que se ha tenido que adaptar a multitud de condiciones
climatológicas y ambientales. Sin lugar a dudas, los cambios geofísicos de la Tierra y
las condiciones meteorológicas han jugado un papel importante en la evolución
humana. El ajuste del ser humano a la heterogeneidad del planeta con respecto a
paisajes, climatología y orografía es satisfactorio, encontrándose personas que moran en
todos los puntos habitables de la Tierra, con climatologías diferentes, diversas
condiciones de presión atmosférica y altitud sobre el nivel del mar, además de otros
factores.

La adaptación a los diferentes hábitats ha sido posible, en parte, gracias a la


aparición de las ciudades. La organización urbana de los asentamientos del ser humano
ha permitido que se amortigüe el efecto de las condiciones ambientales aversivas del
entorno sobre éste. Zonas como el Emirato de Dubai, que puede alcanzar en verano
hasta los 48º C, o la ciudad de Nuuk (Groenlandia), cuya temperatura máxima ronda los
7º C; son claros ejemplos de organización urbana en condiciones adversas extremas. Por
otra parte, la estructura urbana per se ha repercutido en el desarrollo de nuevos factores
ambientales que tienen su influencia en la persona, tal como es el ruido. Las sociedades
urbanas de mayor envergadura soportan unos niveles de ruido muy elevados,
provocados principalmente por el tejido industrial, el saturado tráfico diario y el ruido
espontáneo de la gente. Los factores ambientales de los núcleos urbanos también tienen
una influencia más que demostrada en el ser humano (Muzet, 2007; Stanchina, Abu-
Hijleh, Chaudhry, Carlisle y Millman, 2005). La luz, la temperatura, la presión
atmosférica, la humedad, la altitud con respecto al nivel del mar y el ruido (López y
Herranz-Pascual, 2010; Rodríguez, 1988) son algunos de estos factores. Los hábitats de
la Tierra presentan dichos factores en diferente medida dando lugar a las características
peculiares de cada uno de ellos con el consiguiente cambio en la adaptación entre
entornos. No obstante, dicho acoplamiento en el ser humano da lugar a que diferentes
sistemas dentro del organismo reaccionen de forma distinta ante los compendios de
condiciones ambientales de cada medio.

Un ejemplo de esta diferente adaptación del ser humano según el entorno se


puede extraer del estudio de Park y colaboradores (2011). En dicho trabajo, se

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

realizaron paseos de dos días por diferentes zonas de Japón (seis regiones urbanas y seis
forestales). El paseo constaba de unos minutos de visión del paisaje en global y unos 15
minutos de paseo por el entorno. Todos los participantes pasaban por entornos urbanos
y forestales durante dos días consecutivos, en orden contrabalanceado de presentación.
Se pedía que indicasen qué les había parecido ambos entornos en función de la
agradabilidad, naturalidad, luminosidad y otros calificativos; asimismo, que
completasen un cuestionario sobre estado de ánimo antes y después de cada una de las
dos tareas del paseo (observación y travesía). Los participantes presentaron mayores
niveles autoinformados de hostilidad, tensión, fatiga y confusión tras realizar las dos
tareas del ensayo en los entornos urbanos a diferencia de los entornos forestales; además
de unos menores niveles de vigor. Además, se observaron diferencias significativas con
respecto a las temperaturas medias en los dos tipos de entornos (temperatura promedio
en la ciudad en torno a 23º C, mientras que en los bosques, en torno a 18º C) y la
humedad, mayor en las regiones forestales; asimismo, se hallaron diferencias en
determinadas horas del día con respecto a precipitación y velocidad del viento (mayores
en los entornos forestales).

La influencia de los factores ambientales en el ser humano además de verse en el


estado de ánimo, puede observarse en las condiciones fisiológicas e intelectuales del
individuo (López y Herranz-Pascual, 2010). La influencia más acusada de los contextos
sobre el ser humano se encuentra en aquellos entornos donde las condiciones
ambientales llegan a ser más extremas. Buenos ejemplos de dichas modulaciones en la
persona se observan en contextos como las profundidades marinas o las regiones de alta
montaña. En el caso de las regiones submarinas, el principal factor ambiental que incide
en el individuo es la presión de los diferentes gases que están suspendidos en el agua. A
medida que se desciende, el nitrógeno va ejerciendo una mayor presión parcial dado que
cada vez es mayor su proporción en el entorno marino. Por otro lado, el nitrógeno se
acopla a los cuerpos lipídicos y a las membranas celulares obstaculizando las sinapsis,
por lo que las capacidades cognitivas disminuyen en su funcionamiento (Palazzolo,
2011). El medio de alta montaña es también propenso a la generación de condiciones en
la persona distintas a los medios más templados climatológicamente y con altitud más
cercana a la del nivel del mar. La reducción de la cantidad de oxígeno a mayor altitud
supone un importante hito de la adaptación humana, dada las consecuencias hipóxicas
que originan. De hecho, con alturas muy elevados, sobre 3000 metros o más, el ser

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

humano puede experimentar taquicardia, dolores de cabeza, insomnio, náuseas,


cansancio, estados subjetivos de ansiedad y depresión (Richalet, 2011).

La temperatura ambiental también ejerce una importante influencia en todos los


procesos del ser humano. Un ejemplo claro de ello se podría observar con la aparición
las olas de calor. Hansen y colaboradores (2008) registraron las proporciones de
ingresos hospitalarios en función de la presencia de periodos de calor extremo (tres o
más días con temperaturas rondando los 40º C) y olas de calor (la temperatura máxima
registrada fue de 44,5º C), en la ciudad de Adelaida (Australia). Los autores destacaron
un aumento del 7,3 % de los ingresos hospitalarios por problemas psiquiátricos en estos
periodos, siendo especialmente vulnerable la población anciana.

Uno de los procesos del organismo en los que también se encuentra una influencia
clara de las condiciones climatológicas y ambientales es el sueño. Se sabe que el sueño
del ser humano, al igual que los diferentes procesos que se dan en el organismo, puede
verse modulado por los diferentes contextos (Buguet, 2007; Pandey, Grandner,
Crittenden, Smith y Perlis, 2005; Richalet y Gore, 2008). Incluso de forma intuitiva,
cuando una persona duerme y en su habitación experimenta mucho calor o frío, la
capacidad para conciliar y mantener el sueño se ve mermada y se pueden producir
despertares que afectan la continuidad (Gilbert, van den Heuvel, Ferguson y Dawson,
2004; Kim, Chun y Han, 2010; Okamoto-Mizuno y Tsuzuki, 2010). Asimismo, el ruido
y la luz excesivas también son muy derivan en un sueño fragmentado y poco reparador
(Griefahn y Spreng, 2004; Harrison, Gorman y Mednick, 2011; Muzet, 2007). Además,
condiciones de excesiva altitud con respecto al nivel del mar y el consiguiente cambio
de la presión atmosférica y la humedad pueden provocar también problemas de sueño
(Kinsman et al., 2005; Kim et al., 2010; Okamoto-Mizuno, Tsuzuki y Mizuno, 2005;
Richalet, 2011; Tsuzuki, Okamoto-Mizuno, Mizuno e Iwaki, 2008). A continuación, se
repasan los resultados de investigación más relevantes con respecto a los efectos del
ruido, la altitud y la temperatura y la humedad sobre el sueño.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

1. Efectos del ruido sobre el sueño del ser humano

Las sociedades urbanas actuales han mejorado sustancialmente la calidad de vida de


multitud de personas pero también han dado lugar a diferentes circunstancias que
inciden sobre las condiciones de salud que los individuos de las mismas presentan. Una
de las principales problemáticas con las que se enfrentan las ciudades es la elevada
presencia de contaminación acústica, es decir, los niveles de ruido que en ellas se
generan y su progresivo aumento en los últimos años (Firdaus y Ahmad, 2010; Fyhri y
Aasvang, 2010; Organización Mundial de la Salud [OMS], 2009; Zannin, Calixto, Diniz
y Ferreira, 2003). Berglund, Lindvall y Schwela (1999) indicaron que más del 40 % de
los habitantes de la Unión Europea está expuesto a niveles diurnos de ruido superiores a
los 55dBA1, mientras que un 20 % de personas estarían expuestas a niveles iguales o
superiores a los 65 dBA. Por otro lado, los niveles de ruido descienden por la noche pero
aproximadamente un 30 % de la población europea se ve expuesta a niveles nocturnos
iguales o superiores a 55 dBA.

Se ha demostrado el importante efecto negativo de la exposición continuada al ruido


en los niveles de salud y se ha asociado con condiciones de enfermedad, mayor
prevalencia de malestar psicológico y un mayor número de afecciones orgánicas (Bener
et al., 2000; Brink, 2011; Seidman y Standring, 2010; Zaharna y Guilleminault, 2010).
Los problemas de sueño también suelen presentarse con alta frecuencia cuando la
exposición al ruido nocturno persiste (Brink, 2011; Griefahn y Spreng, 2004; Muzet,
2007; Pirrera, De Valck y Cluydts, 2010). Niveles superiores a 30 dBA de ruido pueden
producir ligeros desórdenes en el sueño en grupos de riesgo (niños y ancianos), mientras
que niveles superiores a 40 dBA pueden provocar problemas de sueño en cualquier
sector de la población general (OMS, 2009). Cabe destacar que, a pesar de que la
legislación actual española y andaluza establecen los límites de contaminación acústica,
los gradientes de ruido nocturno en ciudades, tales como Granada o Málaga, superan los
niveles de volumen saludable (Ayuntamiento de Granada, 2011; Ayuntamiento de
Málaga, 2011). Los principales focos de ruido que en mayor medida pueden afectar al
sueño por su frecuencia e intensidad se relacionan con el tráfico urbano (coches y otros
vehículos de motor), ferroviario y aéreo (Aasvang, Øverland, Ursin y Moum, 2011;
Fidell, Pearsons, Tabachnick y Howe, 2000; Firdaus y Ahmad, 2010; Michaud, Fidell,

1
Medida ponderada de los decibelios

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Pearsons, Campbell y Keith, 2007; OMS, 2009). Sin lugar a dudas, el volumen así como
la frecuencia y duración de la exposición al ruido son variables con especial relevancia
en esta relación. Dichos parámetros interactúan con la predisposición particular de cada
persona a expresar problemas de sueño tras la exposición al ruido (Zaharna y
Guilleminault, 2010).

En diversos estudios se muestran como, a mayor volumen de ruido, aumenta la


probabilidad de que se produzcan problemas de sueño (mayor número de despertares u
ocurrencia de cambios estructurales en los ciclos del mismo) (Aasvang et al., 2011;
Basner, Glatz, Griefahn, Penzel y Samel, 2008; Basner, Samel e Isermann, 2006; Brink,
2011; Campbell, Michaud, Keith, Muller-Gass y Wiebe, 2005). Un ruido con un
volumen igual o superior a 55 dB puede provocar un despertar (Seidman y Standring,
2010). Ruidos con picos altos de volumen dan lugar a la reacción del sistema
cardiovascular (aceleración de la tasa cardiaca) y otras respuestas propias del sistema
nervioso autónomo simpático, propias de la vigilia (Muzet, 2007). En este sentido, es
lógico que se considere el volumen como uno de los parámetros esenciales del ruido
para producir cambios en los patrones de sueño.

La continuidad y frecuencia de exposición a eventos ruidosos durante el sueño


pueden tener un efecto paradójico: por un lado, da lugar a problemas crónicos de salud
pero por el otro la exposición continuada a estimulación ruidosa por las noches origina
una habituación de las respuestas conductuales derivadas de los arousals y despertares,
tendiéndose a disminuir a pesar de que la intensidad del ruido se mantenga constante
(Brink, 2011; Fidell et al., 1995, 2000; Nashida et al., 2000; Pirrera et al., 2010). Se
postula esta relación paradójica en el sentido de que la habituación puede estar
influyendo en que se perpetúen los problemas de salud derivados de la exposición al
ruido nocturno (Griefahn, 2002; Xin, Kawada, Yosiaki y Suzuki, 2000). Sin embargo, el
proceso de habituación puede ser más lento o no producirse con ruido significativo para
la persona, tal como el llanto de un hijo, ruido procedente del entorno de trabajo
cotidiano u otros (Carskadon y Dement, 1989; Griefahn y Spreng, 2004; Muzet, 2007).

Con respecto a los parámetros de sueño que más pueden verse alterados con la
exposición a la estimulación ruidosa, cabe destacar que la mayor parte de los estudios
encuentran alteraciones del ciclo normal del sueño así como en la duración de las
diferentes fases; por otro lado, también se muestra con claridad la ruptura de la
continuidad del sueño. Por una parte, se observa una tendencia general en los estudios

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

que hablan de la presentación de ruido ambiental nocturno a señalar que dicha


estimulación provoca cambios rápidos de fases en un ciclo de sueño (Campbell et al.,
2005; Pirrera et al., 2010; Xin et al., 2000). Dichos cambios se postulan como la
tendencia a moverse a fases del sueño ligero; por ello se observa una tendencia a la
reducción de las fases de sueño de ondas lentas (fases 3 y 4 del sueño no-REM) y un
incremento de las fases de sueño ligero (fases 1 y 2 del sueño no-REM). Basner et al.
(2008) encontraron niveles significativamente mayores del tiempo total de la fase 2 de
sueño no-REM cuando se presentaban eventos ruidosos de aeropuerto con una media de
45 dB de volumen, en comparación con la ausencia de evento ruidoso. Muchos autores
también han evidenciado el rápido paso que se produce desde cualquier fase del sueño a
la fase 1, la denominada fase de adormecimiento (Basner et al., 2006, 2008; Muzet,
2007). Dichos resultados también corroborarían la idea de la escasa profundidad de
sueño profundo tras la exposición a eventos ruidosos. Por otro lado, algunos estudios
señalan la disminución de la presencia de sueño REM (Campbell et al., 2005; Xin et al.,
2000). Aasvang et al. (2011) estudiaron los efectos de la exposición al ruido ferroviario
y al ruido de tráfico en el sueño de participantes sin trastornos psicopatológicos.
Encontraron que se producía un descenso de sueño REM únicamente con la
presentación del ruido ferroviario, que correlacionaba con el volumen de ruido. Con
respecto a la fragmentación del sueño, cabe destacar que las personas que viven en
contextos con ruido nocturno frecuente manifiestan un mayor número de despertares
una vez iniciado el sueño que los personas que duermen en contextos no ruidosos,
principalmente en la primera parte de la noche (Basner et al., 2008; Elmenhorst et al.,
2010; Fidell et al., 1995, 2000; Griefahn, 2002; Muzet, 2007). También se han
observado despertares tempranos en la mañana con la imposibilidad de volver a iniciar
el sueño, tras la exposición a estimulación nocturna ruidosa (Pirrera et al., 2010;
Seidman y Standring, 2010). Como bien se ha indicado anteriormente, la respuesta
conductual de despertarse tiende a habituarse con la exposición crónica al ruido. Por
ello, a pesar de la habituación de los despertares, parámetros como la presencia de
arousals y la movilidad en cama se mantienen como variables más estables en la
confirmación de los efectos del ruido nocturno. La presencia de episodios de activación
cortical o arousals suelen encontrarse con frecuencia tras la exposición a dicho tipo de
estimulación (Basner et al., 2008; Griefahn, 2002; Muzet, 2007; Stanchina et al., 2005).
La movilidad en cama, junto con la aparición de complejos K en el sueño, aumenta de
forma significativa tras la exposición a ruido nocturno (Campbell et al., 2005; Michaud

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

et al., 2007). El aumento de la movilidad en cama se manifiesta principalmente en las


fases 1 y 2 del sueño. Todos estos eventos que provocan fragmentación en el sueño
hacen que el tiempo total de la persona que duerme se reduzca y que interfiera en la
calidad objetiva de sueño. A esto se incluye el hecho de que si la persona se expone a
ruido en el momento de la conciliación del sueño se podría aumentar la latencia de
sueño hasta en 20 minutos (Griefahn, 2002; Muzet, 2007; Pirrera et al, 2010).

Todas las alteraciones que se producen cuando se duerme en un contexto ruidoso


producen en la persona la impresión de que no se ha descansado, que el sueño es de
poca calidad y no se encuentra una reparación en el sueño que prepare para la actividad
cotidiana del día siguiente; por ello, la calidad subjetiva de sueño o percibida por la
propia persona se muestra como disminuida (Pirrera et al., 2010; Seidman y Standring,
2010; Xin et al., 2000). De hecho, el ruido nocturno es evaluado durante la noche como
mucho más aversivo e intenso que el mismo ruido en el día (Muzet, 2007).

Además, como producto de la baja calidad de sueño tras la exposición al ruido


nocturno, se ha comprobado que el rendimiento en tareas neuropsicológicas de la
persona a la mañana siguiente resulta más bajo, mostrándose tiempos de reacción o
respuesta más largos y baja capacidad para atender y concentrarse (Elmenhorst et al.,
2010; Michaud et al., 2007; Seidman y Standring, 2010).

Como conclusión final, cabe destacar que, a raíz de la excesiva exposición a ruido
nocturno que se observa en las ciudades, aparecen diversos problemas de sueño. A corto
plazo, ocurre una reducción de la calidad objetiva y subjetiva de sueño, a partir de la
alteración en la arquitectura de sueño y de la aparición de despertares. A largo plazo, la
habituación a la estimulación nocturna ruidosa se relaciona con problemas crónicos de
salud.

2. Efectos de la altitud sobre el sueño en los seres humanos

La altitud es uno de los parámetros ambientales que mayor repercusión tiene a nivel
fisiológico. Tanto en lugares con altitudes extremas, más de 2500 m, como a nivel del
mar los cambios son considerables. En alta montaña, la ventilación pulmonar disminuye
y se produce un descenso en la saturación arterial (Lasso, 2004). Las variaciones que se
producen a nivel fisiológico en diferentes altitudes tienen repercusiones sobre el sueño.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Sin embargo, en aquellas personas que están acostumbradas a descansar en una altitud
determinada no se encuentran cambios en la arquitectura del sueño (Normand, Vargas,
Bordachar, Benoit y Raynaud, 1992).

El responsable directo de los cambios producidos sobre el sueño es la variación de


oxígeno, que encontramos en diferentes altitudes. La concentración de oxígeno a nivel
del mar es de alrededor del 21% y la presión barométrica promedia los 760 mm Hg o 1
atm. Conforme la altitud aumenta, la cantidad de oxígeno inhalada se va reduciendo
junto con la densidad de la atmósfera. A 3500 m la presión barométrica es tan sólo de
unos 480 mm Hg, por lo que hay ya un 40% menos de moléculas de oxígeno por cada
respiración, por lo que el cuerpo aumenta el número de inhalaciones para contrarrestar
este problema, cosa que ocurre incluso durante el descanso. Los trastornos del sueño
son muy comunes en las alturas, hay un retraso en el inicio del sueño, disminución del
tiempo de sueño profundo (estadios III y IV) y un aumento de los arousals (Anholm, et
al., 1992). Numerosos estudios han demostrado que dormir en zonas de gran altitud
aumenta los despertares y la fragmentación del sueño (Reite, Jackson, Cahoon y Weil,
1975; Selvamurth, Raju, Ranganathan, Hegde y Ray, 1986). El mantenimiento de estas
condiciones podría tener un efecto perjudicial sobre el rendimiento físico posterior
durante el día (Van Helder y Radomski, 1989). Las alteraciones más comunes que se
producen en alturas de mayores de 2500 metros, son la dificultad para tener un sueño
reparador, sueño inquieto, microdespertares, sensación de falta de aire y dificulta para
conciliar el sueño (Goldenberg, Richalet, Onne y Antezana., 1992). El menor tiempo de
sueño y la sensación de cansancio y somnolencia es producida por la hipoxia y la
hipocapnia, que darán como resultado una alteración de los patrones de sueño y afectará
directamente a la calidad del sueño. Varios estudios señalan a la hipoxia como la
principal causa de los problemas de sueño que se producen en alta montaña. La
respiración periódica es muy común durante el sueño en las alturas y consiste en ciclos
repetitivos de hiper e hipoventilación (Mason, 2000). Cabe destacar que todos los
estudios que se llevan a cabo del sueño a diferentes altitudes, exponen a la persona a
niveles extremos, por lo que los cambios que se producen están relacionados con
altitudes superiores a 2500 m. Existen escasos estudios que muestren los cambios que se
producen en los patrones de sueño, a altitudes intermedias 1500 a 2449 m. A estos
niveles no se han encontrado cambios significativos en personas sanas, pero sí una
acentuación de los síntomas en personas con enfermedades cardiopulmonares graves

15
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

(Lasso, 2004). Los estudios realizados a nivel del mar no señalan la baja altitud como
factor responsable de los cambios en los patrones de sueño, sino otras variables como
pueden ser la humedad o las bajas presiones.

Aunque no existen estudios específicos de cómo las altitudes intermedias influyen


en el sueño, se puede concluir que es en este nivel donde se dan las características más
favorables para un sueño reparador y un descanso subjetivo. Pues es donde se producen
los niveles óptimos de oxígeno, humedad, presión, etc., variables que afectan
directamente al descanso.

3. Sueño, temperatura y humedad

Un leve cambio en la temperatura ambiental ejerce complejos efectos sobre los


estados de sueño-vigilia en mamíferos, que deben iniciar medidas de termorregulación
(Parmeggiani y Rabini, 1970; Valatx, Roussel y Cure, 1973). El ser humano, de forma
espontánea, trata de mantener su equilibrio fisiológico con el menor coste energético
posible. En ambientes hostiles, ya sea por las condiciones climatológicas como por las
ambientales, los organismos generan reacciones dirigidas a adaptarse al medio
ambiente. No obstante, en condiciones extremas de temperatura se pueden provocar
interrupciones y, en casos extremos, privación de sueño, que limitan tanto el
rendimiento cognitivo como el psicomotor al día siguiente (Horne, 1988).

La exposición a una temperatura ambiental fuera del rango de temperatura


neutra genera cambios en la cantidad y distribución de las diferentes etapas del ciclo
sueño-vigilia en diferentes especies (Glotzbach y Heller, 2000; Parmeggiani, Rabini y
Cattalani, 1969). Estos cambios pueden ser una consecuencia de diferencias en la
capacidad de regular la temperatura corporal a través de las diferentes etapas del ciclo
sueño-vigilia (Glotzbach y Heller, 2000; Parmeggiani, 1980). Así, por ejemplo, la
termorregulación generada por ambientes de baja temperatura afecta tanto al sueño
REM como al sueño NREM. El primero, sueño NREM, se ve especialmente afectado en
su intensidad, como lo demuestra la disminución de ondas delta; mientras que los
efectos sobre el sueño REM se relacionan más con su cantidad. En la recuperación, los
principales cambios se producen durante el primer día y aparecen como un reflejo de los
cambios que se producen en ambientes de baja temperatura. En este momento, la

16
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

cantidad de sueño se ve incrementada, así como el poder delta tanto en el sueño NREM
como en el REM. Simultáneamente, se presenta un aumento de la energía theta en los
pocos episodios de sueño REM que aparecen en estos ambientes y durante el primer día
de recuperación. Esto sugiere la existencia de un proceso de regulación de la intensidad
del sueño REM que se encuentra activo incluso durante la privación de sueño y que,
posiblemente, podría reflejarla presencia de un proceso homeostático a través del cual el
organismo intenta minimizar la deuda de sueño mientras se produce (Cerri, et al., 2005).

Por otro lado, el estrés generado por calor durante el sueño aumenta la vigilia y
reduce el sueño de ondas lentas y el sueño REM (Karacan, Thornby, Anch, Williams y
Perkins, 1978; Haskel, Palca, Walker, Berger y Heller, 1981.; Okamoto-Mizuno,
Mizuno, Michie, Maeda y Iizuka, 1999). Este efecto no se ve diluido tras la exposición
continua al calor (Libert, et al., 1988). El efecto supresor del calor sobre el sueño lento
no disminuye, ni tan siquiera tras la privación parcial del sueño, donde la presión de
sueño se ve incrementada (Bach et al., 1994). Estos efectos también son atribuibles a la
participación del sistema termorregulador durante el sueño. (Libert et al., 1988). Tanto
la vigilia como la actividad durante el sueño se ven aumentadas en verano en
comparación con el otoño o el invierno, lo que indica alteraciones del sueño en el
verano. Este aumento de vigilia en verano se ve justificada por la mayor carga térmica
en esta estación, lo que es efecto típico de las condiciones de exposición al calor
(Karacan et al, 1978; Haskell et al, 1981; Libert et al, 1988). El estado de vigilia podría
ser la única etapa en la que se puede manejar de forma óptima la carga térmica, dado
que la termorregulación se encuentra más activa durante la vigilia (Parmeggiani, 1987).

Uno de los factores que más aumenta los efectos iatrogénicos del calor durante
el sueño es la humedad, su influencia se modula a través del incremento del estrés
térmico debido a la baja evaporación del sudor. El calor húmedo afecta al sueño
directamente a través de la supresión de la capacidad para disminuir la temperatura
durante el sueño, la disminución del sueño de ondas lentas y del sueño REM y el
incremento de la vigilia (Okamoto-Mizuno, et al., 1999).

Así, algunos autores recomiendan que el grado de humedad más adecuado para
la adaptación del ser humano está comprendido entre el 40 y el 70%, mientras que la
temperatura ambiente debe ser superior a 16-17ºC y no sobrepasar los 21-23ºC (López y
Herranz-Pascual, 2010).

17
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

El sueño de nuestros antepasados

La primera especie del género Homo, de la que proviene el hombre moderno,


apareció hace 2,5 millones de años. A esta especie se le conoce como Homo habilis. Era
robusto, ágil, caminaba erguido y tenía desarrollada la capacidad prensil de sus manos.
Sabía usar el fuego, pero no producirlo, y se protegía en cuevas. Vivía de recolectar
semillas, raíces, frutos y ocasionalmente comía carne. El Homo erectus se desarrolló
posteriormente. Su cuerpo fue la culminación de la evolución biológica de los
homínidos: era más alto, más delgado, capaz de moverse rápidamente sobre dos pies y
tenía el pulgar más separado de la mano. Fabricó herramientas, como el hacha de mano
de piedra, y aprendió a conservar el fuego, aunque no podía generarlo. Algunos grupos
de esta especie, al menos ocasionalmente, ocuparon cavernas. La evolución del homo
erectus dio lugar a la presencia del Homo sapiens, al que se denominó Homo sapiens
neanderthalis. Los neanderthales estaban más capacitados y eran mentalmente más
avanzados que ningún otro ser que hubiera habitado en la Tierra anteriormente. Esta
especie humana vivió la última glaciación y se adaptó a ella construyendo hogares
excavados en el suelo o en cavernas y manteniendo hogueras encendidas dentro de
ellos. Los neanderthales fueron cazadores y se especializaron en atrapar a grandes
mamíferos, cuyos restos llevaban arrastrando hasta la entrada de sus cuevas, en donde
los cortaban en pedazos. Los grupos u hordas de esta época vivieron generalmente en
cuevas que los protegían del frío y la humedad. Estos lugares también servían como
lugar de enterramiento y de cultos y ritos. La aparición del arte rupestre convierte a la
cueva en un santuario, que la transforma en el centro del universo familiar. Las cuevas
tenían áreas de actividades bien definidas: lugar para encender la hoguera, talleres para
el trabajo de piedra, hueso, madera, etc., áreas sagradas para las ceremonias, el culto y
la magia y piletas naturales para el agua. En el exterior, había zonas para trabajar y secar
pieles, áreas de descuartizamiento, fuegos de protección nocturna y chozas de estación
cálida. Tras el neanderthal apareció el homo sapiens sapiens, que es la especie a la cual
pertenecen los seres humanos modernos. El homo sapiens sapiens se extendió por la
Tierra más que ninguno de los primates anteriores. Un grupo prehistórico de esta
especie fueron los hombres de Cro-Magnon. Aunque su cerebro no era mayor que el del
hombre de neanderthal, le dieron nuevos usos pues, entre otras cosas, hicieron y
mejoraron muchos instrumentos y armas. El hombre actual no difiere básicamente ni en
capacidad cerebral, ni en postura, ni en otros rasgos físicos, del modelo que la evolución
18
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

había logrado en el hombre de Cro-Magnon. Lo que dio al hombre moderno su control


sobre la Tierra no fue su físico, sino su capacidad para aprovechar y transmitir a sus
descendientes la información cultural por medio de su inteligencia.

Por tanto, el desarrollo filogenético proveyó a los homos de características


provechosas para su supervivencia tales como buena visión, posición erguida, capacidad
prensil en las manos, pulgar separado de la mano, etc., así como inteligencia para
transmitir a sus descendientes las formas de construir herramientas, generar fuego y
mantenerlo, cazar y cultivar alimentos, etc. Y todas estas características, tanto físicas
como culturales, se han mantenido hasta la actualidad y han llegado a formar parte del
legado de los homo sapiens sapiens.

Durante la evolución, las cuevas se convirtieron en la vivienda más codiciada


por el hombre primitivo. En cuanto consiguió vivir de forma estable en un mismo sitio,
eligió la cueva como el mejor refugio que le ofrecía la naturaleza. Abrigada en invierno
y fresca en verano, fácil de defender de los enemigos y de las fieras salvajes, a cubierto
de las más intensas lluvias y de huracanados vientos.

Sin embargo, el hombre actual no ha perpetuado la vida en cuevas. Aunque hay


cuevas que han estado constantemente habitadas por el hombre durante milenios;
actualmente, en los países desarrollados, son excepción quienes viven en cuevas.

Parece interesante conocer si este abandono progresivo de las cuevas como


vivienda familiar responde a exigencias de la vida actual o, de forma contraria, la
calidad de vida se ve aumentada por el cambio de hábitat.

19
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

OBJETIVOS DEL ESTUDIO

Estudiar el efecto sobre la calidad del sueño del aislamiento en cuevas con
respecto a otros hábitats (montaña, playa, entorno urbano).
Estudiar el efecto sobre la eficiencia del sueño del aislamiento en cuevas con
respecto a otros hábitats (montaña, playa, entorno urbano).
Estudiar el efecto sobre la vigilancia y el rendimiento diurnos del aislamiento en
cuevas con respecto a otros hábitats (montaña, playa, entorno urbano).

HIPÓTESIS DEL ESTUDIO

1. La calidad de sueño subjetiva será mayor en las cuevas con respecto a los otros
hábitats de descanso.
2. La calidad de sueño objetiva será mayor en las cuevas con respecto a los otros
hábitats de descanso.
3. La eficiencia de sueño será mayor en las cuevas con respecto a los otros hábitats
de descanso.
4. Los niveles de activación serán mayores en las cuevas con respecto a los otros
hábitats de descanso.
5. El rendimiento diurno será mayor en las cuevas con respecto a los otros hábitats
de descanso.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

MÉTODO

Diseño

La variable independiente fue el hábitat de descanso. La muestra que formó


parte del presente estudio durmió en cuatro localizaciones diferentes: laboratorio de
sueño, hotel cueva, hotel de alta montaña y hotel de playa, en noches consecutivas.

El estudio actual se corresponde con un diseño experimental con una variable


independiente, intrasujeto, con orden reequilibrado completo según la clasificación de
Montero y León (2007). Como variables dependientes se registraron la calidad del
descanso (objetiva y subjetiva) y el rendimiento cognitivo. La calidad del descanso se
evaluó mediante medidas de actividad cerebral durante el sueño (EEG), medidas de
actividad electrofisiológica periférica (EMG, HR y GSR) y medidas conductuales
(tiempo de reacción y precisión en la ejecución durante la realización de tareas simples,
resolución de problemas y rendimiento intelectual en general). Además, se evaluó la
calidad subjetiva del descanso mediante cuestionarios y el rendimiento cognitivo.

Variables

1. Variable Independiente:

Lugar de descanso, con cuatro niveles:

a. Laboratorio de sueño

b. Montaña

c. Playa

d. Cueva

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

2. Variables Dependientes: Parámetros del Sueño y Vigilancia Diurna

1) Tiempo en cama (TIB): periodo temporal que transcurre desde que se apagan
las luces y el individuo se acuesta hasta que se levanta a la mañana siguiente.

2) Periodo total de sueño (SPT): periodo temporal que transcurre desde que el
individuo se duerme por primera vez hasta que se despierta por última vez.

3) Tiempo total de sueño (TST): tiempo total que el individuo permanece dormido
durante el SPT.

4) Tiempo en vigilia: tiempo total que el individuo permanece despierto desde que
se acuesta hasta que se levanta.

5) Latencia de sueño: tiempo transcurrido desde que el individuo se acuesta hasta


que se duerme por primera vez.

6) Eficiencia del sueño: razón de tiempo total de sueño dividido por el tiempo en
cama.

7) Porcentaje de sueño de ondas lentas: porcentaje del tiempo total de sueño que
el individuo permanece durante las fases III y IV del sueño (sueño de ondas
lentas).

8) Porcentaje de sueño ligero: porcentaje del tiempo total de sueño que el


individuo permanece durante las fases I y II del sueño (sueño ligero).

9) Porcentaje de sueño REM: porcentaje del tiempo total de sueño que el


individuo permanece durante la fase de movimientos oculares rápidos (REM).

10) Índice de desaturación de oxígeno: número de desaturaciones de oxígeno en


sangre de al menos un 3% por cada hora de sueño.

11) Vigilias nocturnas: cantidad y número de despertares que se producen desde


que el sujeto se duerme por primera vez hasta que se levanta de la cama a la
mañana siguiente.

12) Tasa cardíaca: número de pulsaciones por minuto.

13) Tiempo de reacción diurna: capacidad del individuo para reaccionar ante
estímulos concretos durante el transcurso de una tarea mientras permanece
despierto.

22
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

14) Precisión en ejecución de tareas: precisión del individuo en la ejecución de


tareas específicas.

15) Rendimiento en pruebas de vigilancia: rendimiento del individuo en la


realización de diferentes pruebas de vigilancia.

3. Variables a controlar

1. Edad.

2. Ejercicio físico: ejercicio físico realizado por el individuo durante el experimento.

3. Actividad diurna: actividad realizada por el individuo durante el día.

4. Orden de los registros: orden en que se realizan los registros polisomnográficos.

5. Temperatura ambiental: temperatura en el ambiente de sueño.

6. Luminosidad: cantidad de luz presente en el lugar de sueño.

7. Ruido ambiental: cantidad de ruido presente en el lugar de sueño.

8. Horario de sueño habitual y durante el estudio. Horario en que el individuo se


acuesta de manera habitual y horario en que se acuesta durante el experimento.

9. Salud física y psicológica del individuo.

10. Horario, tipo y cantidad de comida ingerida por el individuo.

11. Consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias psicótropas.

23
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Instrumentos de evaluación

1. Cuestionario sobre datos sociodemográficos y clínicos


El cuestionario sobre datos sociodemográficos y clínicos permite conocer diferentes
características sociodemográficas (datos personales, estado civil, paternidad o
maternidad, nivel de estudios, situación laboral, y características laborales) y de salud
de los individuos (sexo, estatura, peso, presencia de enfermedades, consumo de
fármacos o drogas y actividad física).

2. Entrevista clínica semiestructurada para la evaluación de problemas de sueño


adaptada de Morin (1998)
La entrevista clínica semiestructurada para la evaluación de problemas de sueño
permite conocer las características del sueño de los individuos entrevistados. Para ello
realiza cuestiones sobre la presencia de problemas de sueño, el horario de sueño-vigilia
en la actualidad, la necesidad de ayudas para conciliar el sueño, características del
dormitorio, hábitos alimenticios, de ejercicio y de abuso de sustancias e historia de
psicopatología o de tratamientos psiquiátricos. Además, gracias a esta entrevista se
puede realizar un análisis funcional de los hábitos de sueño del individuo entrevistado.

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Morin, C. M. (1993).


Insomnia: Psychological Assessment and Management. New York: Guilford
Press.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Morin, C. M. (1998).


Insomnio: Asistencia y tratamiento psicológico. Barcelona: Ariel.

3. Escala reducida de matutinidad y vespertinidad de Horne y Östberg


La escala reducida de matutinidad y vespertinidad de Horne y Östberg permite
conocer el cronotipo (orientación hacia la matutinidad o vespertinidad) de los
individuos mediante la evaluación de los horarios y hábitos. La evaluación se realiza
mediante una breve escala Likert con 5 ítems.

Estructura interna

Puntuaciones. Las puntuaciones obtenidas oscilan entre 4 y 25. Así,


puntuaciones comprendidas entre 4 y 7 indican vespertinidad elevada,
24
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

puntuaciones de 8-11 indican vespertinidad moderada, 12-17 puntos indican la


ausencia de un cronotipo determinado, 18-21 puntos indican matutinidad
moderada y puntuaciones de 22-25 puntos son indicativos de elevada
matutinidad.

Fiabilidad

El cuestionario presenta un elevado coeficiente alfa de Cronbach (0,701) en la prueba


original.

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Horne, J. A. y Östberg, O.


(1976). A self-assessment questionnaire to determine morningness-eveningness
in human circadian rhythms. International Journal of Chronobiology, 4, 97-110.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Adan, A. y Almirall, H.


(1990). Estandarización de una escala reducida de matutinidad en población
española: diferencias individuales. Psicothema, 2, 137-149.

Artículo de validación/análisis factorial. Chelminski, I., Petros, T. V., Plaud,


J. J. y Ferraro, F. R. (2000). Psychometric properties of the reduced Horne and
Östberg questionnaire. Personality and Individual Differences, 29, 469-478.

4. Escala de Somnolencia de Epworth (ESE)


La ESE permite evaluar la tendencia del individuo a quedarse dormido en
situaciones sedentarias. Para ello se compone de una escala tipo Likert con ocho ítems
en la que se debe indicar el riesgo de quedarse dormido en cada una de las situaciones
descritas. Se dispone de 4 opciones de respuesta que van desde 0 (ningún riesgo de
dormirme) hasta 3 (alto riesgo de dormirme), pasando por 1 (ligero riesgo de dormirme)
y 2 (moderado riesgo de dormirme).

Estructura interna

Puntuaciones. Las puntuaciones que se obtienen oscilan entre 0 y 24 y la media


se sitúa en 5,9 ± 2,2. Puntuaciones superiores a 10 son indicativas de altos
niveles de somnolencia diurna.

Fiabilidad

25
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Consistencia interna. El alfa de Cronbach es superior al estándar de 0,9


propuesto para comparaciones individuales.

Indicadores de validez

Validez concurrente. Correlación moderada con la necesidad de tratamiento


con CPAP (0,46) por problemas respiratorios durante el sueño y con salud
general (0,33); y elevada con la subescala de vigilancia (-0,79) del Cuestionario
de Impacto Funcional del Sueño (FOSQ).

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Johns, M. W. (1991). A new


method for measuring daytime sleepiness: the Epworth Sleepiness Scale. Sleep,
14, 540-545.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Ferrer, M., Vilagut, G.,


Monasterio, C., Montserrat, J. M., Mayos, M. y Alonso, J. (1999). Medida del
impacto de los trastornos del sueño: las versiones españolas del cuestionario de
impacto funcional del sueño y de la escala de somnolencia de Epworth.
Medicina Clínica, 113, 250-255.

5. Escala de Somnolencia de Stanford (ESS)


La ESS es una escala de autoevaluación del estado de activación que permite la
detección de cambios en el nivel de alerta diurna. La escala consta de siete
descripciones de diferentes estados que implican distintos niveles de activación. El
individuo ha de seleccionar, en diferentes momentos del día, la descripción que mejor
describa su estado en ese momento.

Estructura interna

Puntuaciones. Las puntuaciones oscilan entre 1 y 7. Puntuaciones bajas indican


alerta, mientras que puntuaciones altas serían indicativas de somnolencia.

Indicadores de validez.

Validez concurrente con medidas objetivas tales como el Wilkinson Additon


Test o el Wilkinson vigilance Test (0,68). Correlación con parámetros de
actividad electroencefalográfica (0,50), con tiempo de reacción (0,52),
temperatura periférica (0,62) y tasa cardíaca (0,83).

26
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Hoddes, E., Zarcone, V.,


Smythe, H., Phillips, R. y Dement, W. C. (1973). Quantification of sleepiness: A
new approach. Psychophysiology, 10, 431-436.

Artículos de validación/análisis factorial. Maclean, A. W., Fekken, G. C.,


Saskin, P. y Knowles, J. B. (1992). Psychometric evaluation of the Stanford
Sleepiness Scale. Journal of Sleep Research, 1, 35-39.

Glenville, M. y Broughton, R. (1978). Reliability of the Stanford Sleepiness


Scale compared to short duration performance tests and the wilkinson auditory
vigilance task. Advances in the Biosciences, 24-25, 235-244.

6. Cuestionario de Ansiedad Estado/Rasgo (STAI)


El STAI es un cuestionario de gran utilidad para evaluar la ansiedad como
estado (condición emocional transitoria) y como rasgo (propensión estable hacia la
ansiedad). Para ello, la Ansiedad Estado se evalúa mediante una escala tipo Likert con
cuatro alternativas de respuesta que van desde 0 (nada) hasta 3 (mucho), pasando por 1
(algo) y 2 (bastante). La Ansiedad Rasgo, por su parte, es evaluada mediante otra escala
tipo Likert con cuatro alternativas de respuesta que van desde 0 (casi nunca) hasta 3
(casi siempre), pasando por 1 (a veces) y 2 (a menudo). Cada subescala está compuesta
de 20 ítems.

Estructura interna

Subescalas. El cuestionario presenta dos subescalas. Por un lado está la


subescala de Ansiedad Estado, conceptualizada ésta como un estado o condición
emocional transitoria del organismo que puede variar con el tiempo y fluctuar en
intensidad. Por otro lado, se encuentra la subescala de Ansiedad Rasgo, que
evalúa la existencia de una propensión ansiosa relativamente estable.
Puntuaciones. Las puntuaciones para ambas subescalas oscilan entre 0 y 60,
indicando 60 un grado de ansiedad extremo y 0 un grado de ansiedad mínimo.

Fiabilidad

Consistencia interna. La consistencia interna se encuentra entre 0,90 y 0,93 en


Ansiedad Estado, y entre 0,84 y 0,87 en Ansiedad Rasgo.

27
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Test-retest. La fiabilidad test-retest es elevada únicamente en la subescala de


Ansiedad Rasgo, pues la Ansiedad Estado se ve muy afectada por la situación
cuando se aplica el retest.
Dos mitades. Los coeficientes obtenidos son de 0,94 para la Ansiedad Estado y
de 0,86 para la Ansiedad Rasgo.

Indicadores de validez

Validez concurrente. En un análisis en el que se estudió la relación entre el


STAI y el cuestionario Eight State Questionnaire (8SQ) en dos momentos
diferentes (una situación normal y una condición de tensión) se observó una
alta correlación de la ansiedad Estado (0,88 y 0,82 en los dos momentos
diferentes) y una baja correlación en la ansiedad Rasgo (0,29 y 0,26 en los dos
momentos).

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Spielberger, C. D., Gorsuch,


R. L. y Lushene, R. E. (1970). STAI manual for the State-Trait Anxiety
Inventory (Self-Evaluation Questionnaire). Palo Alto California: Consulting
psychology press.
Artículo de traducción o adaptación al castellano. Seisdedos, N. (1994).
STAI Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo. Madrid: TEA Ediciones S. A.
Artículo de validación/análisis factorial. Bermúdez, J. (1978). Análisis
funcional de la ansiedad. Revista de Psicología General y Aplicada, 153, 617-
634.

7. Inventario de Depresión Estado/Rasgo (IDER)


El Inventario de Depresión Estado/Rasgo (IDER) permite identificar el grado de
afectación (Estado) y la frecuencia de ocurrencia (Rasgo) del componente afectivo de la
depresión mediante la evaluación de la presencia de afectos negativos (distimia) y la
ausencia de afectos positivos (eutimia). El cuestionario consta de 20 ítems con cuatro
opciones de respuesta. En el caso de la escala de estado las alternativas de respuesta van
desde 1 (nada) hasta 4 (mucho), pasando por 2 (algo) y 3 (bastante). En el caso de la
escala de rasgo, las opciones de respuesta van desde 1 (casi nunca) hasta 4 (casi
siempre), pasando por 2 (algunas veces) y 3 (a menudo).

28
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Durante la evaluación, en la escala de Estado, el individuo debe indicar la opción que


más se aproxime a sus sentimientos en el momento actual. En la escala de Rasgo, el
individuo debe señalar la opción que más se aproxime a sus sentimientos habituales,
aquellos que tiene durante la mayor parte del tiempo.

Estructura interna

Subescalas. El inventario presenta dos subescalas: Estado y Rasgo, las cuales se


dividen, a su vez, en otras dos subescalas, a saber, distimia (afectividad
negativa) y eutimia (afectividad positiva).

Puntuaciones. Las puntuaciones pueden oscilar entre 0 y 40 las subescalas de


Estado y Rasgo. Puntuaciones próximas a 40 serían indicativas de un elevado
grado de sentimientos depresivos, mientras que puntuaciones cercanas a 0
estarían indicando un bajo grado de sentimientos depresivos.

Análisis factorial

Los análisis factoriales realizados con muestra general apuntan a la existencia de dos
factores dentro de cada una de las escalas generales (Estado y Rasgo) que se
corresponderían en cuanto a su composición con las subescalas de eutimia y distimia.

Fiabilidad

o Consistencia interna. El coeficiente alfa de Cronbach es superior a 0,84 en


mujeres y a 0,74 en hombres en la escala de Rasgo, mientras que en la escala de
Estado el alfa de Cronbach es superior a 0,88 en mujeres y a 0,85 en hombres en
los distintos grupos estudiados.

Indicadores de validez.

Validez convergente con otras pruebas objetivas para la evaluación del estado
de ánimo como el Inventario de Depresión de Beck y el Cuestionario Básico de
Depresión.

Validez discriminante con el Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo y con el


Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo.

Referencias

Artículos originales de creación del instrumento. Spielberger, C. D.,


Carretero-Dios, H., de los Santos-Roig, M. y Buela-Casal, G. (2002). Spanish

29
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

experimental version of the State-Trait Depression Questionnaire (ST-DEP):


State sub-scale (S-DEP). International Journal of Clinical and Health
Psychology, 2, 71-89.

Spielberger, C. D., Carretero-Dios, H., De los Santos-Roig, M. y Buela-Casal,


G. (2002). Spanish experimental version of the State-Trait Depression
Questionnaire (ST-DEP): Trait sub-scale (T-DEP). International Journal of
Clinical and Health Psychology, 2, 51-69.

Spielberger, C. D. y Ritterband, L. (1996). Preliminary test manual for the


State-Trait Depression Scale. Tampa FL: University of South Florida.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Buela-Casal, G. y


Agudelo, D. (2008). IDER, Inventario de Depresión Estado-Rasgo. Madrid:
TEA Ediciones S. A.

Artículos de validación/análisis factorial. Agudelo, D., Spielberger, C. D.,


Santolaya, F., Carretero-Dios, H. y Buela-Casal, G. (2005). Análisis de validez
convergente y discriminante del Cuestionario de Depresión Estado-Rasgo (ST-
DEP). Actas Españolas de Psiquiatría, 33, 374-382.

Spielberger, C. D., Agudelo, D., Carretero-Dios, H., De los Santos-Roig, M. y


Buela-Casal, G. (2004). Análisis de ítems de la versión experimental castellana
del Cuestionario de Depresión Estado-Rasgo (ST-DEP). Análisis y Modificación
de Conducta, 30, 495-535.

8. Stroop. Test de Colores y Palabras


El Test Stroop permite el estudio de procesos psicológicos fundamentales mediante
la evaluación de la capacidad de clasificación de la información del entorno, así como la
selección de dicha información (atención selectiva e interferencia).

La evaluación se realiza mediante la presentación de tres láminas en el orden que


sigue a continuación. En primer lugar, se presenta una lámina con 100 nombres de
colores (rojo, verde y azul) impresos en tinta negra. La segunda lámina está compuesta
por 100 filas de “XXXX” impresas en colores distintos (rojo, verde y azul). Finalmente,
la tercera lámina contiene 100 nombres de colores (rojo, verde y azul) impresos en un
color distinto al que corresponde la palabra escrita. En la primera lámina, el individuo
deberá leer las palabras establecidas en columnas durante 45 segundos. En la segunda

30
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

lámina, el individuo nombrará los colores de cada uno de los grupos de “X” presentados
durante 45 segundos. Finalmente, en la tercera lámina, el individuo deberá indicar el
color de la tinta con que está escrita cada palabra durante 45 segundos.

Estructura interna

o Puntuaciones. Se obtienen tres puntuaciones diferentes, una por cada lámina.


Estas son P (número de palabras leídas en la primera lámina), C (Número de
elementos realizados en la segunda lámina) y PC (número de elementos
realizados en la tercera lámina). La puntuación mínima es 0 y no hay puntuación
máxima, aunque los límites considerados normales se encuentran entre los 35 y
los 65 puntos T en cualquiera de las puntuaciones.

Análisis factorial.

El análisis factorial arroja tres factores bien diferenciados. El factor 1 es el mejor


representado por las puntuaciones C y C+P (0,938 y 0,943 respectivamente), el factor 2
se encuentra representado por las puntuaciones PC-PC’ y por PC-C (0,997 y 0,980
respectivamente), que son medidas de interferencia. Finalmente, el factor 3 se encuentra
representado por la puntuación P/C (0,984).

Fiabilidad

o Test-retest. Jensen (1965) obtuvo índices de 0,88, 0,79 y 0,71 para las tres
puntuaciones directas. Golden (1975) obtuvo valores de 0,89, 0,84 y 0,73 en la
versión colectiva y de 0,86, 0,82 y 0,73 en la aplicación individual. La fiabilidad
obtenida con sujetos sometidos a ambas formas fue de 0,85, 0,81 y 0,69. La
fiabilidad del factor de interferencia (PC-PC’) es igual a la de la tercera lámina
(0,70). Todos estos índices de fiabilidad han sido obtenidos con la prueba
original en su versión inglesa.

Indicadores de validez

La prueba, en su versión inglesa, presenta validez convergente con tres instrumentos


que evalúan constructos similares: Nelson-Denny Reading Test, Woodcock-Johnson
Psycho-Educational Battery-Revised y Wide Range Achievement Test-3.

Referencias

31
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Artículo original de creación del instrumento. Stroop, J. R. (1935). Studies of


interference in serial verbal reactions. Journal of Experimental Psychology, 18,
643-662.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Departamento I+D de TEA


Ediciones (1994). Stroop. Test de Colores y Palabras. Madrid: TEA Ediciones S.
A.

Artículos de validación/análisis factorial. Leverett, J. P., Lassiter, K. S. y


Buchanan, G. M. (2002). Correlations for the Stroop Color and Word Test with
measures of reading and language achievement. Perceptual and Motor Skills,
94, 459-466.

Jensen, A. R. (1965). Scoring the Stroop Test. Acta Psychologica, 24, 398-408.

Golden, C. J. (1975). A group versión of the Stroop Color and Word Test.
Journal of Personality Assessment, 39, 386-388.

9. Dígitos de la Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos-III


La subescala dígitos, de la Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos-III
(WAIS-III), permite la evaluación de la atención, concentración y memoria auditiva
inmediata.

Para llevar a cabo la prueba, el evaluador lee en voz alta al individuo una serie de
números. Posteriormente, el individuo deberá repetir la secuencia en el mismo orden en
que estos han sido presentados. Más tarde, el evaluador vuelve a leer en voz alta una
serie de número que el individuo deberá repetir en orden inverso, empezando por el
último y terminando por el primero en escuchar.

El número de ítems a realizar variará en función de los aciertos del individuo. El


máximo es de ocho elementos en la modalidad directa, y de siete elementos en la
modalidad inversa, con dos intentos cada uno. En el momento en que el individuo falle
en los dos intentos de un elemento finalizará la prueba.

Estructura interna

Subescalas. La escala dígitos del WAIS-III presenta dos subescalas: dígitos en


orden directo y dígitos en orden inverso.

32
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Puntuaciones. Se obtiene un punto por cada intento acertado y no se obtienen


puntos por los intentos fallidos. Las puntuaciones oscilan entre 0 y 30.

Análisis factorial.

Dígitos se encontraría en el factor 2 del WAIS-III, donde también se incluirían los


índices memoria de trabajo, aritmética y letras y números.

Fiabilidad

Consistencia interna. El coeficiente alfa de Cronbach de consistencia interna es


de 0,97 para la escala verbal, donde se incluiría la prueba de dígitos.

Test-retest. El coeficiente de fiabilidad test-retest para las pruebas de memoria


de trabajo (donde se encontraría la prueba de dígitos) es de 0,89.

Dos mitades. El coeficiente de fiabilidad, calculado mediante el método de las


dos mitades, es de 0,89.

Indicadores de validez

En el cálculo de la validez concurrente se ha obtenido un coeficiente de 0,82 mediante


la prueba de Stanford-Binet.

Referencias

Artículo original de creación del instrumento. Wechsler, D. (1997). Wechsler


Adult Intelligence Scale - Third Edition. San Antonio: The Psychological
Corporation.

Artículo de traducción o adaptación al castellano. Seisdedos, N., Corral, S.,


Cordero, A., de la Cruz, M. V., Hernández, M. V. y Pereña, J. (1999). Escala de
inteligencia de Wechsler para adultos – III. Madrid: TEA Ediciones S. A.

Artículos de validación/análisis factorial. Ryan, J. J., Arb, J. D., Paul, C. D. y


Kreiner, D. S. (2000). Reliability of the WAIS-III subtests, indexes, and IQs in
individuals with substance abuse disorders. Assessment, 7, 151-156.

Ryan, J. J. y Schnakenberg-Ott, S. D. (2003). Scoring reliability on the Wechsler


Adult Intelligence Scale – Third edition (WAIS-III). Assessment, 10, 151-159.

33
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

10. Trail Making Test


El Trail Making Test (TMT) es un test neuropsicológico empleado para valorar
diversas funciones cognitivas, entre las que se encuentran atención, velocidad
psicomotora y flexibilidad cognitiva. El cuestionario consta de dos formas. La forma A
contiene 25 círculos numerados del 1 al 25, y el participante ha de unirlos mediante
líneas en orden ascendente. La forma B contiene 25 círculos con números del 1 al 13 y
letras de la A a la L. En este caso, el participante ha de unir los círculos mediante líneas
alternando los números y letras en orden ascendente (v. g. 1-A-2-B).

Estructura interna

o Puntuaciones. Se obtiene una medida de tiempo de ejecución. El tiempo medio


que se tarda en realizar la forma A es de 29 segundos, mientras que en la forma
B es de 75 segundos. Tiempos superiores a 78 segundos en la forma A y de 273
segundos en la forma B indican resultados deficientes.

Fiabilidad

Test-retest. La fiabilidad test-retest es de 0,76-0,89 para la forma A y de 0, 86-


0,94 para la forma B.

Indicadores de validez

Validez concurrente con pruebas de fluidez verbal (0,36 y 0,40 para las formas
A y B, respectivamente) y con el Test de Laberinto de Porteus (0,48 y 0,45 para
las formas A y B, respectivamente).

Referencias

o Artículo original de creación del instrumento. Reitan, R. M. (1955). The


relation of the Trail Making Test to organic brain damage. Journal of Consulting
Psychology, 19, 393-394.

11. Diario de sueño


El diario de sueño es un instrumento que permite conocer cómo ha dormido el
participante durante el transcurso de la investigación. Para cumplimentarlo, el
participante deberá indicar, tras levantarse y a lo largo de 10 ítems, a qué hora se acostó,
el tiempo que tardó en dormirse, las veces que se despertó durante la noche y la
duración de dichos despertares, la hora a la que se despertó por la mañana y la hora a la
que se levantó, el grado de cansancio al despertarse, lo profundo que ha sido el sueño, la
34
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

valoración conjunta de la calidad del sueño y lo confortable que le ha resultado la


habitación en la que se ha alojado.

12. Cuestionario sobre las características del ambiente


Mediante la cumplimentación de los seis ítems de este cuestionario se informa
acerca de las características del ambiente. El individuo deberá ordenar de mejor a peor
los lugares en los que ha dormido en función de la temperatura más agradable, el lugar
más silencioso, en el que se ha sentido más cómodo, en el que mejor ha descansado,
donde mejor se ha sentido al levantarse, así como a dónde preferiría ir si tuviera que
volver. Además, deberá responder a cuatro cuestiones sobre la calidad de los colchones
de los lugares de sueño en comparación con el de su casa.

En el Apéndice se incluyen todos los cuestionarios, diarios y escalas empleados


como instrumentos de evaluación.

Aparatos y equipos

1. Equipo de polisomnografía SOMNOSCREEN PSG+ y software de análisis de


señales DOMINO 2.3.(SOMNOmedics GmbH& Co.).
Este equipo registra: EOG, EMG, EKG, esfuerzo respiratorio inductivo, flujo nasal
o naso bucal, ronquido, posición corporal, presión CPAP, movimiento de extremidades,
saturación de oxígeno, pulso, onda pletismográfica, termistor, botón de eventos y test de
impedancia. Todo el sistema se instala sobre el paciente por lo que no hay ningún cable
que impida su movimiento. La conexión se puede realizar en tiempo real vía cable o por
telemetría. Se acompaña de un potente software, el software de análisis de señales
DOMINO, con el que se puede analizar e interpretar los estudios, ajusta la calidad de la
señal a la mejor definición del PC (con ello se consigue que las señales siempre se vean
y exporta los datos y resultados a distintos formatos (SPSS, Adobe Reader, Excell,
HMTL, EDF, etc.).
2. Test de consumo de estupefacientes en orina VINCIDROG MULTIDROG
(VinciLab Healthcare, S.L.).
Es una prueba de detección rápida y cualitativa para detectar simultáneamente la
presencia en orina humana de las siguientes 10 sustancias de abuso o sus metabolitos:
THC (cannabis -marihuana, hachís,) COC (cocaína), MDMA
(metilendioxymetanfetamina, éxtasis), AMP (anfetaminas), MET (metaanfetaminas),
MOP (morfina, heroína y derivados opiáceos), MTD (metadona), PCP (fenciclidina),
BZO (Benzodiacepinas) y BAR (Barbitúricos).
35
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Criterios de inclusión y exclusión de participantes

1. Criterios de inclusión
Edades comprendidas entre los 18 y los 35 años.

2. Criterios de exclusión:
- Presencia de problemas o de algún trastorno sueño diagnosticado.
- Diagnóstico de alguna enfermedad grave limitante mental, neurológica,
respiratoria o cardiaca.
- Obesidad (IMC mayor o igual a 30).
- Consumo de tabaco.
- Consumo habitual de alcohol.
- Tratamiento farmacológico con neurolépticos, tranquilizantes u otros
medicamentos capaces de alterar el sueño.
- Trabajo en turno nocturno.
- Actividad físico-deportiva excesiva realizada de forma habitual.

Participantes

La muestra final de participantes en nuestro estudio tuvo un tamaño de 36


personas voluntarias, con una edad media de 22,6 años (DT = 2,1; Rango = 20 - 28
años). De ellos, 7 fueron hombres, 27 mujeres, todos solteros/as y ninguno/a tenía
hijos/as. El IMC medio fue de 22,3 kg/m2 (DT = 2,5; Rango = 17,7 – 27,5). En el
momento del estudio, el 94,1% eran estudiantes, siendo el resto trabajadores activos.
Además, todos (97,1%) menos uno tenían un nivel de estudios universitario, siendo de
formación profesional en dicho caso único.

En relación a hábitos saludables, aunque todos afirmaron no consumir ningún


tipo de droga, el 14,7% de los participantes reconocieron ser ex-fumadores; el 34,2%
afirmó consumir esporádicamente bebidas alcohólicas; y el 41,2% afirmó consumir
cafeína diariamente. Por otro lado, 44,1% reconocía no realizar ejercicio físico
habitualmente, y si lo hacían era a un nivel suave (47,1%). El resto realizaba ejercicio
moderado (26,5%) o intensivo (26,5%).

36
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

En cuanto a su estado de salud, ninguno de ellos reconoció tener alguna


enfermedad diagnosticada. Igualmente, en el momento del estudio, ninguno estaba
recibiendo algún tipo de tratamiento farmacológico. Aunque ninguno de los
participantes dio resultados destacables en las pruebas para depresión y ansiedad
pasadas en la entrevista; uno de ellos afirmó estar recibiendo tratamiento psicológico
para problemas emocionales, 7 de ellos confesó haberse sentido desanimado y/o
deprimido; otros 7 haber tenido problemas emocionales de salud; tres de ellos admitió
haber vivido alguna situación “difícil de llevar” en el último mes; y uno de ellos afirmó
estar recibiendo tratamiento psicológico para problemas emocionales.

Con respecto a las variables de sueño, ninguno de los participantes afirmó tener
o haber tenido algún tipo de problema de sueño y ninguno había necesitado en algún
momento de su vida tomar medicación, ni alcohol para conciliar el sueño.

La mayoría de los individuos (93,9%) estimó que, en el último mes, habría


tardado en dormirse 30 o menos minutos de media. También fueron similares entre los
miembros de la muestra en general los horarios de sueño y vigilia en días laborales. El
número medio de horas de sueño fue de 7,72 horas (DT = 0,69, Rango= 6 - 9). En
cuanto a horarios, el 82,4% de los individuos afirmó acostarse en horas que estaban
entre las 23:00 y las 0:30; y el 85,2% levantarse entre las 7:30 y las 9:30. En el 64,7%
del total, estos horarios eran diferentes los fines de semana. Las horas del día en que se
solían encontrar mejor fueron de 11:00 a 15:00 (64,7%), si bien un 79,4% de los
participantes no tenía un cronotipo especificado. La mitad de la muestra confirmó
dormir o “dar una cabezada” una vez al día. Además, un 32,4% de ellos afirmó leer en
la cama antes de dormir.

Como problemas de sueño esporádicos se mencionaron: dificultad para conciliar


el sueño (3 de los 34); despertar precoz por la mañana (1 de los participantes);
ronquidos (2 del total); pesadillas leves (5 de 34); bruxismo (5 del total) o sacudidas en
las piernas (2 participantes).

Similares en toda la muestra fueron también las pautas de higiene de sueño, así
como la rutina antes de dormir que solía incluir: cena, televisión, uso de ordenador y
aseo, en distinto orden cronológico. Además, el 53% de los participantes no dormía
siesta. La latencia de sueño tenía una media de 17 minutos.

37
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Finalmente, destaca la existencia de factores externos que podrían estar


influyendo en la calidad de sueño habitual de los participantes: incomodidad del
colchón (17,6%), ruido en el dormitorio (35,3%), existencia de teléfono/TV/radio en el
dormitorio (11,8%); existencia de mesa de trabajo en el dormitorio (8,8%).

38
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Procedimiento

El reclutamiento de la muestra se llevó a cabo a partir de anuncios de


participación voluntaria en el estudio dentro de la comunidad universitaria. Tras el
primer contacto, se dio una cita a cada participante para realizar el screening y se
seleccionó aquellos participantes que cumplían los criterios de inclusión y que no eran
descartables por presentar algún criterio de exclusión del estudio.

En esta fase los participantes recibieron la información necesaria para formar


parte del estudio y se les dio el documento de consentimiento informado para que fuese
cumplimentado y firmado por cada uno de ellos. Todos los sujetos participaron
voluntariamente en el estudio, respetando en todo momento los derechos fundamentales
de la persona y los postulados éticos que afectan a la investigación biomédica con seres
humanos, según el contenido de la Declaración de Helsinki (1964) con el Convenio de
Consejo de Europa relativo a los derechos humanos y la biomedicina (1997), así como
los requisitos establecidos en la legislación española en el ámbito de la investigación
biomédica la protección de datos de carácter personal y la bioética. El proyecto de
investigación fue aprobado por el comité de investigación de la Universidad de
Granada.

Tras la entrevista de selección, se fijaba con los participantes la semana en que


se llevaría a cabo el estudio. El viernes previo a dicha semana, los participantes pasaban
por una pre-evaluación del estado cognitivo. A primera hora del lunes, como requisito
para la participación en el estudio, cada participante se sometió a un análisis de orina
para corroborar la ausencia de consumo de drogas en las últimas semanas. Cada uno de
los participantes dio su aprobación para la realización de dicho test.

Se contrabalanceó la variable independiente, hábitat de descanso, de tal modo


que un cuarto de los participantes descansó primero en cuevas, otro cuarto en un
laboratorio de sueño, otro en hotel de alta montaña y un último cuarto en hotel de playa.
Las combinaciones fueron las siguientes:

Grupo 1: L C M P

Grupo 2: C M L P

Grupo 3: M P C L

Grupo 4: P L M C
39
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

L ( Laboratorio), C( Cuevas), M(Montaña), P(Playa).

Todos los participantes tuvieron las mismas rutinas a lo largo de los cuatro días
de procedimiento. Se controló que la muestra tuviera los mismos horarios en las
siguientes actividades: despertar, tiempo de aseo, comidas, realización de pruebas,
traslados entre ubicaciones, tiempo de exposición a las condiciones de claridad u
oscuridad, montaje de los registros y hora de acostarse. Asimismo, todos los
participantes siguieron la misma dieta, en la que se eliminaban aquellos alimentos de
difícil digestión (ricos en grasas, picantes, etc.) y los estimulantes (café, té, chocolate,
etc.) (Ver tabla 1).

En cada sesión de descanso, se realizó un registro polisomnográfico nocturno


donde se registraba la electroencefalografía (EEG), electromiografía (EMG),
electrooculografía (EOG), electrocardiografía (EKG), movimientos de piernas,
saturación de oxígeno, eventos respiratorios y ronquidos. Los electrodos para registrar
el EEG, el EOG y el EMG fueron colocados según los estándares de Rechtschaffen y
Kales (1969) y las medidas del Sistema Internacional 10-20 en FCz-A1, Fz-A1, Cz-A1,
PCz-A1, Pz-A1 y Oz-A1. El termistor para medir el flujo aéreo se colocó bajo la nariz.
Las cintas para medir el esfuerzo torácico-abdominal se colocaron en el pecho y en el
abdomen. Los electrodos para medir movimientos de las piernas fueron colocados en el
músculo tibial anterior. La oximetría de pulso se registró por medio de un sensor que se
colocó en el dedo corazón de la mano derecha. También se registró la posición durante
la noche. Las señales electrofisiológicas y de polisomnografía fueron registradas por el
equipo de polisomnografía modelo Somnoscreen PSG + y analizadas manualmente
mediante el software DOMINO.

Todos los días al levantarse los participantes rellenaban dos cuestionarios, la


Escala de Somnolencia de Stanford (ESS) y el Diario de sueño. Tras el desayuno, los
participantes rellenaban la Escala de somnolencia de Epworth, el IDER estado y el
STAI estado.

Por último, los participantes cumplimentaban las tareas de rendimiento


cognitivo (tres veces al día, después del desayuno, almuerzo y la cena).Las pruebas
eran: Dígitos del Wais (III), Trail Making Test y Stroop. Estos instrumentos fueron
contrabalanceados. Las combinaciones fueron las siguientes:

40
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

OPCIÓN A OPCIÓN B OPCIÓN C

SESIÓN 1 TMT, ST, W ST, TMT, W W, TMT, ST

SESIÓN 2 W, TMT, ST TMT, W, ST ST, W, TMT

SESIÓN 3 ST, W, TMT W, ST, TMT TMT, ST, W

W= WAIS; TRT= TRAIL MAKING TEST; ST= STROOP.

Al finalizar el estudio los participantes cumplimentaban un cuestionario de


evaluación sobre las características del ambiente.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

TABLA1
LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES

8:00 Despertar Despertar Despertar Despertar

8:15 Cuestionario de calidad Cuestionario de calidad Cuestionario de calidad Cuestionario de calidad


subjetiva de sueño subjetiva de sueño subjetiva de sueño subjetiva de sueño

Aseo Aseo Aseo Aseo

8:45 Desayuno Desayuno Desayuno Desayuno

10:00 Cuestionarios autoinforme Cuestionarios autoinforme Cuestionarios autoinforme Cuestionarios autoinforme

10:15 Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento


cognitivo cognitivo cognitivo cognitivo

10:45 Llegada al Desplazamiento Desplazamiento Desplazamiento Desplazamiento


laboratorio

12:30 Llegada a la Llegada a la ubicación Llegada a la ubicación Llegada a la ubicación Llegada al laboratorio
ubicación Cuestionario de
características del ambiente

13:45 Almuerzo Almuerzo Almuerzo Almuerzo

14:45 Exposición a la Exposición a la claridad Exposición a la claridad Exposición a la claridad

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

claridad

15.45 Pruebas de Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento


rendimiento cognitivo cognitivo cognitivo
cognitivo

16:00 Actividad física Actividad física Actividad física Actividad física

18:00 Merienda Merienda Merienda Merienda

18:30 Hora libre Hora libre Hora libre Hora libre

19:30 Montaje de registros Montaje de registros Montaje de registros Montaje de registros

20:45 Cena Cena Cena Cena

22:15 Pruebas de Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento Pruebas de rendimiento


rendimiento cognitivo cognitivo cognitivo
cognitivo

23.30 Dormir Dormir Dormir Dormir

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

RESULTADOS

Apreciaciones generales de los participantes con respecto al hábitat


de descanso

De las 36 personas evaluadas, 25 rellenaron correctamente el cuestionario acerca


de las características del ambiente de descanso.

A continuación, se hace referencia al hábitat que ha obtenido con mayor frecuencia los
mejores valores y los resultados referentes al hábitat de cuevas.

1. Temperatura
El 51,6% de las personas evaluadas puntuó como “Muy agradable” y “Agradable” la
temperatura experimentada en el hábitat de playa.

Por su parte, el hábitat de cuevas, obtuvo el segundo lugar y fue evaluado como “Muy
agradable” y “Agradable”, con respecto a la temperatura, por el 38,7% de los
participantes.

2. Ruido
El 51,6% de las personas evaluadas puntuó como “Muy agradable” y “Agradable” el
nivel de ruido experimentado en el hábitat de cuevas.

El hábitat que quedó en segundo lugar fue el laboratorio de sueño, un 42% de los
participantes lo evaluaron como “Muy agradable” y “Agradable” en cuanto al ruido.

3. Comodidad
El 71% de las personas evaluadas puntuó como “Muy agradable” y “Agradable” la
comodidad del hábitat de playa.

Por su parte, el hábitat de cuevas, obtuvo el tercer lugar y fue evaluado como “Muy
agradable” y “Agradable”, con respecto a la temperatura, por el 32,3% de los
participantes.

4. Descanso
El 58% de las personas evaluadas puntuó como “Muy agradable” y “Agradable” la
calidad del descanso en el hábitat de playa.

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Por su parte, el hábitat de cuevas, obtuvo el cuarto lugar y fue evaluado como “Muy
agradable” y “Agradable”, con respecto a la calidad del descanso, por el 25,8% de los
participantes.

5. Despertar
El 51,6% de las personas evaluadas puntuó como “Muy agradable” y “Agradable” la
sensación al despertar en el hábitat de playa.

Por su parte, el hábitat de cuevas, obtuvo el tercer lugar y fue evaluado como “Muy
agradable” y “Agradable”, con respecto a la calidad del descanso, por el 32,3% de los
participantes.

6. Preferencias acerca del hábitat


El 51,6% de las personas evaluadas seleccionó el hábitat de playa como lugar al que
preferiría volver en primera y segunda opción.

Por su parte, el hábitat de cuevas, obtuvo el segundo lugar y fue seleccionado para
volver, en primera y segunda opción, por el 45,2% de los participantes.

1 2 3 4
Playa Cuevas Laboratorio
TEMPERATURA
Montaña
Cuevas Laboratorio Playa Montaña
RUIDO
Playa Montaña Cuevas Laboratorio
COMODIDAD
Playa Laboratorio Montaña Cuevas
CALIDAD DESCANSO

Playa Montaña Cuevas


SENSACIÓN AL DESPERTAR
Laboratorio
Playa Cuevas Montaña Laboratorio
LUGAR PREFERIDO

45
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Calidad subjetiva de sueño

o Latencia de sueño

La latencia de sueño, o sea el tiempo empleado por la persona en quedarse dormida, ha


sido de media de 22 minutos y 45 segundos. Como se puede ver en la figura 1, el lugar
donde los participantes han tardado menos en quedarse dormidos ha sido la playa, unos
21 minutos y 54 segundos, seguido por las cuevas con 22 minutos y 45 segundos y el
laboratorio con 23 minutos y 20 segundos. El sitio donde los participantes han tardado
más en quedarse dormidos ha sido la montaña, con 23 minutos y 20 segundos.

Playa
Laboratorio
Montaña
Cuevas

21:07 21:36 22:04 22:33 23:02 23:31

Figura 1. Distribución de la latencia de sueño en minutos según los lugares de descanso.

o Número de interrupciones durante la noche

Con respecto a la interrupción del sueño, los resultados muestran que de media los
participantes han reportado en el autorregistro 1,92 interrupciones del sueño a lo largo
de la noche. Las cuevas ha sido el lugar donde los participantes han reportado un
número de despertares menor (1,78 despertares), seguido por la playa (1,94
despertares), la montaña (1,97 despertares) y, finalmente el laboratorio (2 despertares).
En la figura 2 se exponen estos resultados.

46
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

2,05

1,95

1,9 Cuevas
1,85 Montaña
Laboratorio
1,8
Playa
1,75

1,7

1,65
Interrupciones

Figura 2. Distribución del número de interrupciones del sueño según los lugares de
descanso.

o Calidad de sueño

Con respecto a la calidad de sueño subjetiva, la playa obtuvo las mejores puntuaciones,
seguida por las cuevas y las montañas. El lugar en el que la calidad de sueño era peor
fue el laboratorio. Estos datos se representan en la figura 3.

3,15

3,1

3,05
Cuevas
3
Montaña
2,95 Laboratorio
Playa
2,9

2,85

2,8
Calidad de sueño

Figura 3. Representación de la calidad de sueño subjetiva en los diferentes lugares

47
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

o Confortabilidad acerca de la habitación

Las cuevas obtuvieron una mayor puntuación en confortabilidad de las


habitaciones, seguidas por el hábitat de playa y la montaña. Las habitaciones menos
confortables resultaron ser las del laboratorio.

4,5
4,45
4,4
4,35
4,3 Cuevas
4,25 Montaña

4,2 Laboratorio

4,15 Playa

4,1
4,05
4
Confortabilidad de la habitación

Tabla 4. Resultados relativos a la confortabilidad de la habitación en los diferentes


lugares de descanso.

Tras el análisis multivariado de varianza, no se evidenció ninguna diferencia


estadísticamente significativa en función del lugar de descanso con respecto a las
variables de calidad subjetiva de sueño (latencia de sueño, número de interrupciones del
sueño, calidad subjetiva del sueño y confortabilidad de la habitación). El elevado valor
de la Lambda de Wilks (Λ = 0,971; F = 0,304; sign. > ,050) indica el escaso poder
discriminante del lugar de descanso.

48
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Calidad objetiva de sueño

En la siguiente tabla, se exponen los resultados relativos a la calidad objetiva de


sueño, estudiada por medio de polisomnografía. Los resultados más importantes se
explican a continuación.

Variables PSG Lugar descanso Media Desviación típica

ÍNDICE ARRITMIAS Cuevas 17,7298 74,55786

Montaña 19,3656 74,8508

Laboratorio 17,9211 65,46354

Playa 20,0914 92,31741

FRECUENCIA CARDIACA
Cuevas 61,8485 7,50467
MEDIA

Montaña 64,6897 9,75816

Laboratorio 62,3125 7,54529

Playa 62,2121 7,58188

ÍNDICE DE CAMBIO DE Cuevas 0,8844 0,72165


POSICIÓN

Montaña 0,8047 0,59304

Laboratorio 0,9267 0,96314

Playa 0,8586 0,85965

ÍNDICE DE MOVIMIENTOS DE Cuevas 7,9567 5,32416


PIERNAS

Montaña 7,8254 4,7836

Laboratorio 8,6164 5,20167

Playa 7,6162 3,93511

DURACIÓN SUEÑO Cuevas 7:54:00.000 0:17:48.454

Montaña 7:50:14.517 0:23:08.588

49
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Laboratorio 7:48:26.250 0:27:56.397

Playa 7:56:50.909 0:15:08.073

TIEMPO DE VIGILIA (%) Cuevas 6,8639 3,48233

Montaña 7,3467 3,80273

Laboratorio 7,7268 5,4979

Playa 6,2234 2,92727

SUEÑO REM (%) Cuevas 24,4091 5,06312

Montaña 24 4,37485

Laboratorio 24,163 3,56538

Playa 25,2758 3,85746

LATENCIA SUEÑO REM Cuevas 1:43:56.364 0:48:10.457

Montaña 1:27:35.172 0:38:19.206

Laboratorio 1:54:45.937 0:51:00.218

Playa 1:25:03.636 0:37:34.106

LATENCIA SUEÑO Cuevas 0:16:32.576 0:09:18.411

Montaña 0:16:58.621 0:08:21.807

Laboratorio 0:15:49.094 0:10:32.493

Playa 0:13:41.697 0:07:38.024

ÍNDICE DE CAMBIO DE FASE DE Cuevas 9,2826 2,0811


SUEÑO

Montaña 10,0396 1,95413

Laboratorio 9,4073 1,8513

Playa 9,611 1,88464

EFICIENCIA DE SUEÑO Cuevas 93,1213 3,47771

Montaña 92,6225 3,76353

Laboratorio 92,2063 5,47312

50
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Playa 93,591 2,87176

PROPORCIÓN FASE 1 (%) Cuevas 4,9197 2,53231

Montaña 5,8103 3,44501

Laboratorio 5,5375 3,21155

Playa 4,9091 2,22069

PROPORCIÓN FASE 2 (%) Cuevas 45,0818 8,4053

Montaña 43,9 5,77952

Laboratorio 43,225 8,51454

Playa 43,1152 6,8074

PROPORCIÓN FASE 3 (%) Cuevas 9,3788 3,32986

Montaña 10,0828 3,54049

Laboratorio 9,6688 3,61506

Playa 9,8667 3,84412

PROPORCIÓN FASE 4 (%) Cuevas 16,2242 4,84962

Montaña 16,1793 4,0529

Laboratorio 17,3138 5,15765

Playa 16,8242 4,96091

LATENCIA SUEÑO PROFUNDO Cuevas 0:37:21.667 0:31:47.924

Montaña 0:34:22.414 0:10:35.256

Laboratorio 0:35:56.594 0:16:45.500

Playa 0:31:06.242 0:12:17.011

NÚMERO DESPERTARES
Cuevas 0,79 0,893
> DE 3 MINUTOS

Montaña 0,9 1,012

Laboratorio 1,16 1,505

Playa 0,82 0,917

51
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

INDICE DE DESATURACIÓN >3% Cuevas 1,1006 1,55981

Montaña 1,0753 1,61214

Laboratorio 0,8214 0,98623

Playa 0,4591 0,91061

% SUEÑO LIGERO Cuevas 49,9939 9,39501

Montaña 49,6448 6,67306

Laboratorio 48,7656 8,15739

Playa 47,7152 7,42568

% SUEÑO PROFUNDO Cuevas 25,6 6,67411

Montaña 26,2069 5,22856

Laboratorio 27,0125 7,06718

Playa 27,3061 7,03042

52
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

o Tiempo total de sueño

Con respecto a la duración de sueño, los participantes en la playa durmieron en


medias 7 horas y 56 minutos, seguido por las cuevas en donde durmieron una media de
7 horas y 54 minutos y en la montaña, 7 horas y 50 minutos. El lugar donde la duración
del sueño fue menor fue en el laboratorio, con 7 horas y 48 minutos. Estos resultados se
expresan de manera gráfica en la figura 5.

7:56
7:55
7:53
7:52
Cuevas
7:50
Montaña
7:49
Laboratorio
7:48
Playa
7:46
7:45
7:43
Duración del sueño

Figura 5. Duración del sueño en los diferentes lugares de descanso.

o Porcentaje de vigilia
Como se puede ver en la figura 6, el lugar en el que los participantes pasaron un
menor porcentaje de tiempo despiertos fue la playa con un 6,22% del tiempo del tiempo
en cama, seguido por las cuevas con el 6,86%, la montaña con el 7,34% y el laboratorio
con un 7,72%.

53
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

6
Cuevas
5
Montaña
4
Laboratorio
3
Playa
2

0
Tiempo en vigilia (%)

Figura 6. Representación gráfica de los porcentajes de vigilia en los diferentes lugares de


descanso.

o Latencia de sueño

Con respecto a la latencia de sueño, el lugar donde los participantes tardaron


menos en quedarse dormidos fue la playa, donde tardaron 13 minutos y 41 segundos,
seguido por el laboratorio donde tardaron 15 minutos y 49 segundos y las cuevas, donde
tardaron 16 minutos y 32 segundos. El sitio donde los participantes tardaron más en
dormir fue la montaña, donde, de media, las personas tardaron alrededor de 17 minutos
en quedarse dormidos. Estos resultados se exponen en la figura 7.

54
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

19:12

16:48

14:24

12:00 Cuevas
9:36
Montaña
7:12
Laboratorio
4:48

2:24 Playa

0:00
Latencia de sueño

Figura 7. Representación gráfica de la latencia de sueño en los diferentes lugares de


descanso.

o Índice de cambios de fase

Los resultados relativos al índice de cambios de fase de sueño, una variable que
representa la inestabilidad del sueño, informaron de que es en las cuevas donde los
participantes han tenido una cantidad menor de variaciones de fases durante las horas de
sueño. Le siguen el laboratorio y la playa, mientras que resultó la montaña el lugar
donde los participantes presentaban una mayor inestabilidad del sueño. Estos resultados
se exponen en la figura 8.

55
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

12

10

8 Cuevas

6 Montaña

4 Laboratorio

2 Playa

0
Índice del cambio de fase del sueño

Figura 8. Representación gráfica del índice de cambios de fase en función de los diferentes
lugares de descanso.

o Eficiencia de sueño

La playa ha sido el lugar donde el sueño de los participantes ha sido más


eficiente, o sea donde ha habido un mayor porcentaje de tiempo de sueño respecto al
tiempo pasado en la cama. Esta proporción ha sido del 93,59% en la playa, del 93,12%
en las cuevas, del 92,62% en la montaña y, finalmente, del 92,20% en el laboratorio.
Estos resultados se exponen en la figura 9.

56
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

94

93,5

Cuevas
93
Montaña

Laboratorio
92,5
Playa
92

91,5
Eficiencia de sueño

Figura 9. Representación gráfica de la eficiencia de sueño en los diferentes lugares de


descanso.

o Número de despertares mayor de tres minutos

Por último, el lugar donde se ha registrado un menor número de despertares


mayores de tres minutos a lo largo de la noche ha sido en las cuevas, donde los
participantes se han despertado de media 0,79 veces. En la playa, el número de
despertares ha sido de 0,82, en la montaña de 0,90 y en el laboratorio de 1,19 veces (ver
la figura 10).

1,5

1,2
Cuevas

0,9
Montaña

0,6 Laboratorio

Playa
0,3

0
Despertares

Figura 10. Representación gráfica del número de despertares superiores a tres minutos en
los diferentes lugares de descanso.

57
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Con respecto a las variables de calidad sueño objetiva, registradas con la


polisomnografia, tampoco se evidenció ninguna diferencia estadísticamente
significativa en función del lugar de descanso (Λ = 0,596; F = 0,925; sign. > ,050).

58
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Activación diurna

o Distribución del nivel de activación en función del momento circadiano

Los resultados relativos a la activación de los participantes en los diferentes


lugares de descanso en función del momento circadiano, medida por la Escala de
Somnolencia de Stanford (ESS), se exponen en la figura 11. Como se puede inducir de
los ítems presentados abajo, en el ESS, una puntuación baja índica activación, mientras
que una puntuación alta indica somnolencia:
1. Me siento activo/a, vital, alerta, completamente despierto/a.

2. Funcionalmente alto/a, pero no al máximo, con capacidad de concentrarme.

3. Relajado/a, despierto, pero no completamente alerta, reactivo/a.

4. Un poco apagado/a, no al máximo, disminuido/a.

5. Apagado/a, comienza la pérdida de interés por estar despierto/a.

6. Somnoliento/a, prefiero estar acostado/a, luchando con el sueño, confuso/a,


aturdido/a.

7. Casi en sueño, comienzo inmediato del sueño, incapacidad para permanecer


despierto/a.

4,5

3,5

Cuevas
3
Montaña
2,5 Laboratorio
Playa
2

1,5

1
h8 h 9 h 10 h 11 h 12 h 13 h 14 h 15 h 16 h 17 h 18 h 19 h 20 h 21 h 22 h 23

Figura 11. Representación de la activación, medida por la Escala de Somnolencia


de Stanford, en función del momento circadiano en los diferentes lugares de descanso.

59
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

o Tendencia a quedarse dormido durante el día

Los resultados relativos a la tendencia a quedarse dormidos de los participantes


en los diferentes lugares de descanso, medida por la Escala de Somnolencia de Epworth
(ESE), se exponen en la figura 12. Los participantes reportaron una menor tendencia a
quedarse dormidos tras haber pasado la noche en el laboratorio, seguido por la montaña
y la playa. Los participantes reportaron una mayor tendencia a quedarse dormidos
durante el día después de haber pasado la noche en las cuevas.

4,5
4,45
4,4
4,35
Cuevas
4,3
Montaña
4,25
Laboratorio
4,2
Playa
4,15
4,1
4,05
4

Figura 12. Representación de la tendencia a quedarse dormido durante el día, en los


diferentes lugares de descanso.

El análisis multivariado de la varianza no evidenció ninguna diferencia


estadísticamente significativa en función del lugar de descanso con respecto a la
activación de los participantes. La variable independiente relativa al lugar de descanso
no explica la variación entre los participantes con respecto a la activación (Λ = 0,552; F
= 1,060; sign. > ,050).

60
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Estado emocional

o Ansiedad estado

Los resultados sobre ansiedad evidencian que el lugar donde los participantes
reportaron menores niveles de ansiedad fue en la montaña y la puntuación fue de 9,17,
después siguió la playa con una puntuación de 9,35, el laboratorio con 10,15 y las
cuevas donde los participantes reportaron los niveles de ansiedad más elevados. Estas
puntuaciones están todas por debajo del percentil 10. Véase la figura15.

Playa
Laboratorio
Montaña
Cuevas

8 8,5 9 9,5 10 10,5 11

Figura13. Representación de la ansiedad estado en los diferentes lugares de descanso.

o Depresión estado

Con respecto a las variables emocionales, los resultados han evidenciado que el
lugar de descanso donde los participantes reportaron menos depresión, medida con el
cuestionario IDER, ha sido la playa, con una puntuación de 15,76. En las cuevas los
sujetos refirieron niveles de depresión ligeramente más elevados, con una puntuación de
15,79, seguido por la montaña, con una puntuación de 15,85 y el laboratorio, que fue el
sitio donde los participantes reportaron los niveles de depresión más elevados (16,94).
Todas estas puntuaciones se quedan por debajo del percentil 55, o sea entre los límites
de la normalidad. Estos resultados se exponen en la figura 14.

61
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Playa
Laboratorio
Montaña
Cuevas

8 8,5 9 9,5 10 10,5 11

Figura14. Representación de la depresión estado en los diferentes lugares de descanso.

Con respecto al estado emocional, no se evidenció ninguna diferencia


estadísticamente significativa en función del lugar de descanso en ansiedad o depresión
(Λ = 0,967; F = 0,736; sign. > ,050).

62
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Rendimiento diurno

o Atención
En los resultados que se refieren a la prueba neuropsicológica Stroop, para la
evaluación de la atención selectiva y la interferencia, se informa de que los participantes
han realizado las puntuaciones más altas en la montaña, alcanzando una media de 66,87
puntos. En las cuevas se ha realizado la segunda mejor ejecución en la prueba indicada,
donde los sujetos han acertado una media de 65,34 palabras, seguido por la playa donde
las puntuaciones media han sido de 64,36 y el laboratorio con 63,29 aciertos.

o Memoria operativa

Respecto a la prueba de dígitos del WAIS-III, el lugar donde los participantes


totalizaron las mejores puntuaciones, o sea donde recordaron una cantidad más elevada
de secuencias de números, fue en el laboratorio con una puntuación de 15,19 sobre 30.
En la playa los sujetos alcanzaron 15,10 puntos sobre 30, en las cuevas 14,31 puntos y
en la montaña 14,19 puntos.

o Tiempo de reacción

En la prueba Trail Making Test, con respecto a la forma A, el lugar donde los
participantes obtuvieron la mejor puntuación fue en la montaña, en donde tardaron 17
segundos y 516 décimas, seguido por las cuevas donde tardaron 17 segundo y 906
décimas, la playa con 19 segundos y 033 décimas y, por último, el laboratorio donde los
sujetos realizaron la prueba en 28 segundos y 709 décimas. Todos estos valores quedan
por debajo del punto de corte de 29 segundos que indica la existencia de algún déficit
neurocognitivo. En la forma B, las mejores puntuaciones se han realizado en la
montaña, en donde los participantes han tardado 31 segundos y 677 décimas en la
finalización de la prueba. Siguen las cuevas con 31 segundos y 812 décimas, el
laboratorio con 35 segundos y 451 décimas y, por último, la playa donde los sujetos
terminaron la prueba en 41 segundos y 200 décimas. Estos valores obtenidos por los
participantes están dentro de los límites de la normalidad.

No se manifestaron diferencias estadísticamente significativas en las tres


pruebas neurocognitivas en función del lugar de descanso (Lambda de Wilks = 0,842; F
= 1,730; sign. > 0,05).

63
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

RESUMEN DE LOS PRINCIPALES RESULTADOS

1. El hábitat de cuevas es el lugar con el nivel de ruido menor y, por tanto, más
agradable para el descanso en este punto.
2. El hábitat de playa es el lugar preferido y el que cuenta, además, con la mejor
temperatura y es evaluado como el más cómodo para el descanso.
3. El hábitat de playa es el lugar en el que las personas consideran que han
descansado mejor cuando comparan todos los lugares.
4. No existen diferencias entre los hábitats en las variables de calidad subjetiva de
sueño (latencia de sueño, número de despertares, calidad subjetiva de sueño o
confortabilidad de la habitación).
5. No existen diferencias entre los hábitats en las variables de calidad objetiva de
sueño (variables cardiorespiratorias, movimientos, latencia de sueño, duración
del sueño, porcentajes de fases de sueño o eficiencia de sueño).
6. No existen diferencias entre los hábitats en el nivel de activación durante todo el
día.
7. No existen diferencias entre los hábitats en la tendencia a quedarse dormido
durante el día en situaciones sedentarias.
8. No existen diferencias en el estado emocional de los participantes según el
hábitat de descanso.
9. No existen diferencias en el rendimiento diurno en las variables de memoria
operativa, atención sostenida o tiempo de reacción debidas al hábitat de
descanso.

64
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

CONCLUSIONES

Al comparar varios hábitats de descanso, las personas evalúan como diferentes


diversas variables asociadas al confort del ambiente de sueño (ruido, temperatura, …) y
de la calidad del descanso. En esta comparación, los hábitats de cuevas y, sobre todo, de
playa salen beneficiados. Las cuevas son evaluadas como el ambiente de descanso más
silencioso, mientras que el hábitat de playa es el evaluado con la mejor temperatura de
descanso y el más cómodo. La mayoría de los participantes repetirían su estancia en la
playa, que es el lugar preferido.

Sin embargo, cuando las personas tienen que evaluar cada día, tras el descanso,
la calidad de su sueño, estas diferencias entre hábitats desaparecen. La calidad de sueño
subjetiva es igual en todos los hábitats.

De la misma forma, la evaluación polisomnográfica de la calidad de sueño, así


como la evaluación neurocognitiva y el rendimiento al día siguiente, no arrojan
diferencias dependiendo del ambiente de descanso.

Los trabajos científicos que dan cuenta de diferencias en la calidad de sueño


dependiendo de las características del ambiente físico han estudiado, generalmente,
ambientes extremos (alta montaña, calor o frio intensos, calor húmedo) o personas con
algún tipo de patología (por ejemplo, Goldenberg et al., 1992; Libert et al, 1988;
Okamoto-Mizuno, et al., 1999). En este estudio, no se comparaban ambientes de
extrema humedad, altitud o temperatura, sino que se pretendía conocer si las
características del ambiente, controladas dichas variables, podían influenciar la calidad
de sueño en personas sanas y sin problemas de sueño. Los resultados obtenidos
implican que las características del entorno no son suficientes para producir cambios en
la calidad y la eficiencia del sueño de las personas.

65
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

AGRADECIMIENTOS

Esta investigación ha sido financiada en un 60% por la Iniciativa de Turismo

Sostenible “Altiplanicies Norgranadinas” (Consejería de Turismo y Deporte de la Junta

de Andalucía) gestionada a través de la Asociación para el Turismo Sostenible de las

Altiplanicies Granadinas y por la Unión Europea, eje 4 del PDR (Programa de

Desarrollo Rural de Andalucía) en un 40%, cofinanciada por la Unión Europea

(FEADER 80%) y por la Consejería de Agricultura y Pesca (20%) (Contrato de

Investigación C-3511, gestionado por la Fundación General UGR-Empresa), con el

apoyo de su Presidente, D. Jesús Amurrio; del Presidente de la Asociación de Cuevas de

Andalucía, Ángel Hernández; del Presidente de la Asociación de Turismo Altiplano de

Granada, D. Lorenzo Reche y de D. Manuel Aranda, Alcalde del municipio granadino

Valle del Zalabí.

El grupo de investigación quiere agradecer a los propietarios y empleados de

establecimientos hosteleros su participación, ayuda y comprensión.

Además, los miembros del grupo de investigación quieren agradecer el trabajo y

la implicación de los investigadores (Tasmania del Pino, Alejandro de la Torre y Juan

Manuel Antúnez) y alumnos de prácticas (Carlos del Río, Alicia Pérez, David García y

Domingo Guzmán) del Laboratorio de Psicofisiología, en especial a Ana Cristina

Olmedo, responsable de los participantes.

Por último, agradecer a todas las personas que han participado en esta

investigación, sin cuyo tiempo no hubiera sido posible.

77
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

MEMORIA ECONÓMICA

Concepto Total gasto de la anualidad

Personal 5.084,94€ +IVA

Costes de ejecución

TOTAL GASTO REALIZADO 54.056,20 €

GASTOS REALIZADOS DURANTE TODO EL PROYECTO

Euros
1. Gastos de personal

Número de personas. 3

Situación laboral: Becarios

Función desempeñada: Selección y acompañamiento de participantes, ayuda en los


montajes polisomnográficos
Total 5.084,94 €

2. Material inventariable

Equipo de polisomnografía ambulatoria Somté PSG V2

Total 18.175,00 €
3. Material fungible

Electrodos, sensores, colodión, gel conductor, gasas, …


Fotocopias
Total 415,75 €

78
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

4. Viajes y dietas

Desplazamiento de los investigadores a las distintas localizaciones del experimento

Total 1.085,66 €
5. Otros gastos

Pago en concepto de comidas y alojamiento en los establecimientos sin convenio

Total 4.509,42€
6. Costes indirectos

Canon UGR
Gestión FEUGR
Total 5.497,25€

TOTAL GASTOS EJECUTADOS DEL PROYECTO 45.810,34 + IVA€


TOTAL PENDIENTE DE FACTURACIÓN: 11.042,32 €

79
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

APÉNDICE
Cuestionarios sobre datos sociodemográficos y clínico.
DATOS PERSONALES
Nombre y apellidos:
Teléfono:
Dirección: C.P.:
Provincia:
Fecha de nacimiento:
Sexo: Hombre Mujer
Altura (en metros): ……………………………… Peso (en kilos):
………………………………………
Estado civil:
Soltero

Casado o con pareja

Viudo

Separado/ divorciado

¿Tiene hijos? No Sí ¿Cuántos? …………… Edades:


……………………

¿Duerme con un compañero/a de cama? Sí No


En caso afirmativo, ¿tiene su compañero/a algún problema de sueño?
Sí No
Tarda mucho en quedarse dormido

Suele tener despertares a lo largo de la noche

Se despierta muy temprano y no consigue volver a dormirse

Es roncador habitual

Tiene paradas respiratorias durante la noche

Se mueve en exceso cuando está dormido

Suele tener pesadillas

80
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Se sienta en la cama o anda cuando está dormido

Cuando está dormido, rechina los dientes

Algún otro problema:


……………………………………………………………………………
……………………………………………

Nivel de estudios:
Sin estudios

Primaria

Secundaria

Formación Profesional

Estudios Universitarios

Situación laboral:
Estudiante

Activo/ Mi trabajo es
……………………………………………………………………………………

Jubilado/ Trabajaba como


……………………………………………………………………………………

Parado/ Mi último trabajo/ el más importante fue


……………………………………………………………………………………

Baja laboral/ Debida a


……………………………………………………………………………………

¿Tiene alguna enfermedad diagnosticada? No Sí


Hipertensión
Diabetes Tipo:
………………………………………………………………………………………
Hipercolesterolemia
Enfermedades cardiovasculares:
………………………………………………………………………………………
Enfermedades pulmonares:
………………………………………………………………………………………
Enfermedades endocrinas:
………………………………………………………………………………………

81
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Enfermedades neurológicas:
………………………………………………………………………………………
Alergias:
………………………………………………………………………………………
Enfermedades gastrointestinales:
………………………………………………………………………………………
Enfermedades reumáticas:
………………………………………………………………………………………
Otras:
………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………
¿Consume habitualmente alguna medicación? No Sí

Medicación Dosis Frecuencia Inicio consumo

¿Consume habitualmente algún tipo de droga? No Sí

Droga Frecuencia Inicio consumo

¿Consume esporádicamente algún tipo de droga? No Sí

Droga Frecuencia Inicio consumo

82
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

¿Practica ejercicio físico habitualmente? Sí No


Ejercicio suave (estiramientos, yoga, gimnasia de mantenimiento, …)

Ejercicio moderado (bicicleta, aeróbic, correr, fútbol, tenis, … a intensidad


media)
Ejercicio intensivo (bicicleta, atletismo, fútbol, … dentro de un programa de
entrenamiento habitual )
¿Cuántos días a la semana practica ejercicio? ……………………
¿A qué hora suele practicar ejercicio? ……………………
¿Cuál es su rutina antes de acostarse? (por ejemplo, lavarse los dientes, fumar un
cigarrillo, beber una infusión, leer, escuchar música, ducharse,…)

¿Consume bebidas con cafeína? No Sí ¿Cuántas al día?


……………………

¿Es fumador? No Sí ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?


…………….
¿Es ex-fumador? No Sí ¿En qué año dejó de fumar?
…………….

¿Consume bebidas con alcohol? No Sí


¿Cuántos vasos toma al día? ………………..

¿Tiene turnos nocturnos en el trabajo? No Sí

83
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Entrevista Clínica Semiestructurada para la Evaluación de Problemas de Sueño


Adaptada de Morin (1988)
¿Tiene habitualmente problemas de sueño? No Sí
Si tiene alguno de estos problemas, señálelo.
Problemas para conciliar el sueño

Problemas para mantener el sueño

Despertar precoz por la mañana

Problemas para mantenerte despierto durante el día

Tienes ataques de sueño

Se producen alucinaciones cuando vas a quedarte dormido

Se presentan parálisis durante el sueño

Se producen durante el día pérdidas súbitas del tono muscular

Ronquidos durante el sueño

Sensación de ahogo o falta de aire durante el sueño

Sabor agrio en la boca, ardores de estómago o reflujos gastroesofágicos

Pesadillas

Episodios de sonambulismo

Habla durmiendo

Bruxismo (los dientes rechinan)

Hormigueo en las pantorrillas

Sacudidas de las piernas o calambres durante la noche

Trabajo en turnos nocturnos que me influyen en el sueño de toda la semana

Suelo dormir más bien de día y estar activo gran parte de la noche

¿Ha sido tratado anteriormente por algún problema de sueño? Sí No

Tipo de tratamiento:
……………………………………………………………………………………………

84
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Fecha inicio: ………………………………. Fecha fin…………………………………..


¿Fue efectivo el tratamiento?
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

85
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Escala reducida de matutinidad y vespertinidad de Horne y Ösberg (1990)


PONGA UNA “X” EN LA RESPUESTA QUE MEJOR LE DESCRIBA
1. Considerando únicamente su propio ritmo, ¿a qué hora se levantaría usted si
fuera enteramente libre para planificar el día?

AM 6 7 8 9 10 11 12 1 PM

2. Durante la primera media hora después de haberse despertado por la mañana, se


encuentra usted:

- Muy cansada

- Bastante cansada

- Bastante fresca

- Muy fresca

3. ¿A qué hora de la noche se encuentra usted cansada y siente la necesidad de


dormir?

PM 9 10 11 12 1 2 3 4 AM

4. ¿A qué hora del día cree que se encuentra mejor?

12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Medianoche Mediodía Medianoche

5. Suele hablarse de personas de tipo matutino y vespertino, ¿de cuál de estos dos
tipos se considera usted?

- Claramente matutina

- Más matutina que vespertina

- Más vespertina que matutina

- Claramente vespertina

86
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Escala de somnolencia de Epworth (1999)


La siguiente escala recoge ocho situaciones asociadas a diferentes grados de
somnolencia. Indique el riesgo de quedarse dormido/a en cada una de las situaciones
que se describen según la siguiente escala. PONGA UNA “X” EN LA RESPUESTA
QUE MEJOR LE DESCRIBA.
0= Ningún riesgo de dormirme 2= Moderado riesgo de dormirme
1= Ligero riesgo de dormirme 3= Alto riesgo de dormirme

- Sentado y leyendo 0 1 2 3

- Viendo la televisión 0 1 2 3

- Sentado, inactivo en un lugar público 0 1 2 3

- Como pasajero en un coche durante un

viaje de una hora sin descanso 0 1 2 3


- Descansando por la tarde cuando

las circunstancias lo permiten 0 1 2 3


- Sentado y hablando con alguien 0 1 2 3

- Sentado tranquilamente después de

una comida sin alcohol 0 1 2 3


- En coche, mientras el tráfico está

detenido algunos minutos 0 1 2 3

87
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Escala de somnolencia de Stanford (1973)


Lea con detenimiento la siguiente escala y marque con una cruz la casilla
correspondiente al estado con el que usted se identifica mejor en cada hora del día.
1. Me siento activo/a, vital, alerta, completamente despierto/a.
2. Funcionalmente alto/a, pero no al máximo, con capacidad de concentrarme.
3. Relajado/a, despierto/a, pero no completamente alerta, reactivo/a.
4. Un poco apagado/a, no al máximo, disminuido/a.
5. Apagado/a, comienza la pérdida de interés por estar despierto/a.
6. Somnoliento/a, prefiero estar acostado/a, luchando con el sueño, confuso/a,
aturdido/a.
7. Casi en sueño, comienzo inmediato del sueño, incapacidad para permanecer
despierto/a.
ESS LUNES ……/………/………..
Hora 1 2 3 4 5 6 7
00
01
02
03
04
05
06
07
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09
10
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18
19
20
21
22
23

88
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Cuestionario de Ansiedad Estado (STAI, 1994)


A continuación, encontrará unas frases que se utilizan corrientemente para describirse
uno a sí mismo. Lea cada frase y señale la puntuación de 0 a 3 que indique mejor cómo
se siente usted AHORA MISMO, en este momento. No hay respuestas buenas ni
malas. No emplee demasiado tiempo en cada frase y conteste señalando la respuesta que
mejor describa su situación presente.
Nada Algo Bastante Mucho

1. Me siento calmado 0 1 2 3

2. Me siento seguro 0 1 2 3

3. Estoy tenso 0 1 2 3

4. Estoy contrariado 0 1 2 3

5. Me siento cómodo (estoy a gusto) 0 1 2 3

6. Me siento alterado 0 1 2 3

7. Me preocupo ahora por posibles


desgracias 0 1 2 3

8. Me siento descansado 0 1 2 3

9. Me siento angustiado 0 1 2 3

10. Me siento confortable 0 1 2 3

11. Tengo confianza en mí mismo 0 1 2 3

12. Me siento nervioso 0 1 2 3

13. Estoy desasosegado 0 1 2 3

14. Me siento muy “atado” (como


0 1 2 3
oprimido)

15. Estoy relajado 0 1 2 3

16. Me siento satisfecho 0 1 2 3

17. Estoy preocupado 0 1 2 3

18. Me siento aturdido y sobreexcitado 0 1 2 3

19. Me siento alegre 0 1 2 3

20. En este momento me siento bien 0 1 2 3

89
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Inventario de Depresión Estado (IDER, 2008)


A continuación se presentan una serie de frases que la gente usa para describirse a sí
mismo. Por favor, lea cada una de ellas y rodee con un círculo el número de “1” (Nada)
a “4” (Mucho) que más se aproxime a cómo se siente EN ESTE MOMENTO. No hay
respuestas correctas o incorrectas. No emplee demasiado tiempo en una sola frase y
trate de dar la respuesta que mejor describa sus sentimientos actuales.

Nada Algo Bastante Mucho

1. Me siento bien 1 2 3 4

2. Estoy apenado/a 1 2 3 4

3. Estoy decaído/a 1 2 3 4

4. Estoy animado/a 1 2 3 4

5. Me siento desdichado/a 1 2 3 4

6. Estoy hundido/a 1 2 3 4

7. Estoy contento/a 1 2 3 4

8. Estoy triste 1 2 3 4

9. Estoy entusiasmado/a 1 2 3 4

10. Me siento enérgico/a 1 2 3 4

90
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

SROOP Test de Colores y Palabras (1994)

Instrucciones: Esta prueba trata de evaluar la velocidad con que usted puede leer las
palabras escritas en esta página. Cuando yo se lo indique, deberá empezar a leer en voz
alta las columnas de palabras de arriba abajo, comenzando por la primera hasta llegar al
final de la misma; después continuará leyendo, por orden, las siguientes columnas sin
detenerse. Si termina de leer antes de que yo le indique que ha terminado el tiempo
concedido, volverá a la primera columna y continuará leyendo hasta que de la señal.
Nombre:
_____________________________________________________________________
Edad: ____________________ Sexo: ______________ Fecha:
__________________________

PD PT
P
C
PC
PxC

PC – PC´ = INTERF.

91
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

ROJO AZUL VERDE ROJO AZUL

VERDE VERDE ROJO AZUL VERDE

AZUL ROJO AZUL VERDE ROJO

VERDE AZUL ROJO ROJO AZUL

ROJO ROJO VERDE AZUL VERDE

AZUL VERDE AZUL VERDE ROJO

ROJO AZUL VERDE AZUL VERDE

AZUL VERDE ROJO VERDE ROJO

VERDE ROJO AZUL ROJO AZUL

AZUL VERDE VERDE AZUL VERDE

VERDE ROJO AZUL ROJO ROJO

ROJO AZUL ROJO VERDE AZUL

VERDE ROJO AZUL ROJO VERDE

AZUL AZUL ROJO VERDE ROJO

ROJO VERDE VERDE AZUL AZUL

AZUL AZUL ROJO VERDE ROJO

ROJO VERDE AZUL ROJO VERDE

VERDE ROJO VERDE AZUL AZUL

ROJO AZUL ROJO VERDE ROJO

VERDE ROJO VERDE AZUL VERDE

92
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

XXXX XXXX XXXX XXXX XXXX

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

ROJO AZUL VERDE ROJO AZUL

VERDE VERDE ROJO AZUL VERDE

AZUL ROJO AZUL VERDE ROJO

VERDE AZUL ROJO ROJO AZUL

ROJO ROJO VERDE AZUL VERDE

AZUL VERDE AZUL VERDE ROJO

ROJO AZUL VERDE AZUL VERDE

AZUL VERDE ROJO VERDE ROJO

VERDE ROJO AZUL ROJO AZUL

AZUL VERDE VERDE AZUL VERDE

VERDE ROJO AZUL ROJO ROJO

ROJO AZUL ROJO VERDE AZUL

VERDE ROJO AZUL ROJO VERDE

AZUL AZUL ROJO VERDE ROJO

ROJO VERDE VERDE AZUL AZUL

AZUL AZUL ROJO VERDE ROJO

ROJO VERDE AZUL ROJO VERDE

VERDE ROJO VERDE AZUL AZUL

ROJO AZUL ROJO VERDE ROJO

VERDE ROJO VERDE AZUL VERDE

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

95
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

DIGITOS EN ORDEN DIRECTO


Dígitos de la Escala de Inteligencia de Wechler para Adultos-III (1999)
Instrucciones: A continuación voy a decirle una lista de número, usted debe de repetirlos en el mismo orden, espere siempre a que acabe de decir
la lista

ELEMENTO INTENTO SERIE A REPETIR ELEMENTO INTENTO SERIE A REPETIR

1 1 2-4 1 1 3-5
2 5-7 2 6-8
2 1 6-2-9 2 1 7-3-1
2 4-1-5 2 5-2-6
3 1 3-2-7-9 3 1 4-3-8-1
2 4-9-6-8 2 5-1-7-9
4 1 1-5-2-8-6 4 1 2-6-3-9-7
2 6-1-8-4-3 2 7-2-9-5-4
5 1 5-3-9-4-1-8 5 1 6-4-1-5-2-9
2 7-2-4-8-5-6 2 8-3-5-9-6-7
6 1 8-1-2-9-3-6-5 6 1 9-2-3-1-4-7-6
2 4-7-3-9-1-2-8 2 5-8-4-1-2-7-9
7 1 9-4-3-7-6-2-5-8 7 1 1-5-4-8-7-3-6-9
2 7-2-8-1-9-6-5-3 2 8-3-9-2-1-7-6-4
TIEMPO: TIEMPO:
ERROR: ERROR:

96
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

DIGITOS EN ORDEN INDIRECTO

Instrucciones: A continuación voy a decirle una lista de número, usted debe de repetirlos en el mismo orden, espere siempre a que acabe de decir
la lista

ELEMENTO INTENTO SERIE A REPETIR ELEMENTO INTENTO SERIE A REPETIR

1 1 4-1 1 1 7-4
2 9-6 2 3-9
2 1 8-2-5 2 1 2-5-8
2 4-7-2 2 3-6-1
3 1 9-7-6-3 3 1 3-1-9-6
2 1-5-2-9 2 4-8-5-3
4 1 7-5-1-6-4 4 1 1-8-4-9-7
2 1-8-2-6-9 2 4-2-5-9-3
5 1 9-4-3-7-1-6 5 1 3-7-6-1-4-9
2 6-4-5-7-2-1 2 9-6-8-1-5-4
6 1 8-2-4-1-7-5-6 6 1 2-6-7-4-1-8-5
2 2-8-5-7-1-6-4 2 1-7-4-6-9-5-3
7 1 8-2-4-3-5-9-7-1 7 1 2-5-7-6-8-3-1-4
2 6-1-5-3-8-4-1-7 2 9-5-8-6-2-7-4-1
8 1 5-1-8-2-9-5-8-2-7 8 1 8-4-2-5-3-8-2-5-1
2 1-4-7-3-7-5-8-9-2 2 4-7-9-6-1-8-2-3-5
TIEMPO: TIEMPO:
ERROR: ERROR:

97
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Trail Making Test (1995)

INSTRUCCIONES: A continuación debe de unir los siguientes números que se le presenta, en orden ascendente. Debe pasar por el centro
del círculo, sin levantar el lápiz del papel y con la mayor brevedad posible sin equivocarte.

TRAIL MAKING TEST Código sujeto

A / /

Evaluador Fecha

LABORATORIO PSICOFISIOLOGIA

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

99
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

INSTRUCCIONES: A continuación debe de unir los siguientes números que se le presenta con las letras, de manera alternante y en orden
ascendente. Debe pasar por el centro del círculo, sin levantar el lápiz del papel y con la mayor brevedad posible sin equivocarte.

TRAIL MAKING TEST Código sujeto

B / /

Evaluador Fecha

LABORATORIO PSICOFISIOLOGIA

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

101
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

Diario de Sueño

LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES

Me acosté y apagué la luz a las… horas.

Una vez apagada la luz, tarde… minutos en dormirme.

Mi sueño se interrumpió… veces durante la noche.

Las interrupciones del sueño duraron… minutos cada una.

Esta mañana me he despertado a las… horas


(Indica la hora del último despertar).

Esta mañana me he levantado a las… horas.

Esta mañana cuando me he despertado estaba…


(1= agotado- 5= muy despejado).
En general, el sueño de esta noche ha sido…
(1= muy ligero- 5= muy profundo).
Esta noche, ¿cómo valorarías, en conjunto, la calidad de tu sueño?
(Muy buena, Bastante buena, Bastante Mala, Muy mala).
Esta habitación me hacía estar…
(tenso =1, relajado= 5).
Este lugar me parece…
(no me parece confortable=1, me parece confortable=5).

102
Cuestionario sobre las características del ambiente

Las siguientes preguntas hacen referencia a algunas características de los diferentes


lugares donde ha dormido durante la semana del estudio.
Ordene, por favor, los lugares de descanso, asignando una puntuación de 1 (puntuación
mínima) hasta 4 (puntuación máxima), en relación a las afirmaciones puestas a
continuación.
CUEVAS LABORATORIO PLAYA MONTAÑA
El lugar en el que la
temperatura era la más
agradable ha sido….
El lugar más silencioso ha
sido…
El lugar en el que me he
sentido más cómodo ha
sido…
El lugar en el que mejor he
descansado ha sido…
El lugar donde se he sentido
mejor al levantarme ha
sido…
Si volvieses, a qué lugar
preferiría ir, ordene sus
preferencias

-A continuación le pedimos que si conoce la marca de su colchón lo


escriba…………………….

-Considera que algunos de los colchones ha sido más


cómodo…………………………………...

-Si la respuesta anterior fue afirmativa: ¿En qué lugar fue?, ¿Le pareció más cómodo
que el de su casa?........................................................................................................
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

DOSSIER FOTOGRÁFICO

104
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

105
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

106
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

107
Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

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Estudio sobre la evaluación de la calidad y la eficiencia del sueño en hábitat de cuevas

CONFIDENCIALIDAD DE LOS PARTICIPANTES

Según el artículo 5 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de Diciembre, de Protección de


Datos de Carácter Personal que fue informada a los participantes de la investigación
establece que:

Los resultados obtenidos serán empleados únicos y exclusivamente con fines


científicos y la difusión de los mismos se realizará a través de informes científicos y
artículos de investigación publicados en revistas especializadas. En ningún caso se
facilitará la identidad, imagen o características de ninguno de los participantes.

109

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