Professional Documents
Culture Documents
Elementos Vulnerabilidad
Elementos Vulnerabilidad
Y DE DISEÑO SISMORRESISTENTE
Vulnerabilidad Sísmica
Se entiende por riesgo sísmico las pérdidas esperadas de todo tipo que ocasionarán los
terremotos en un determinado emplazamiento, como consecuencia de la peligrosidad sísmica
del lugar y de los elementos vulnerables expuestos al daño. Consecuentemente, para la
cuantificación del riesgo habrá que determinar la vulnerabilidad asociada a cada nivel de
peligrosidad, de las distintas clases de elementos (terreno, tipologías estructurales, población,
etc.) que constituyen la exposición o medio físico afectado.
Así, la vulnerabilidad puede expresarse mediante curvas de fragilidad (una por cada
nivel discreto de daños), que definen la función de distribución de la probabilidad de daño
condicionada a la excitación sísmica:
1
El factor de daño posibilita expresar la vulnerabilidad mediante la matriz de
probabilidad condicional de pérdidas que viene dada por el producto de la matriz de
probabilidad condicional de daño por el vector factor de daño:
V ij = d ij • p j
(4)
siendo vij las pérdidas medias esperadas (coste de reparación / coste de mantenimiento),
correspondientes al daño j para una excitación i.
vi = ∑ vij (5)
j
2
del pasado.
Este método -el más utilizado para evaluar la vulnerabilidad- es bueno si se cumplen
sus hipótesis y se dispone de una buena información de sismos precedentes. No obstante, la
evaluación exige un cuidadoso proceso de observación, toma de datos y análisis, al tratarse de
un método empírico apoyado por el juicio de expertos.
nœmerodemuertos
Índicedeletalidad =
nœmerodeedificioscolapsados
(6)
cuyo valor puede ser bastante elevado en zonas desarrolladas, debido al colapso de grandes
3
edificios con alto índice de ocupación.
También se han formulado expresiones matemáticas algo más complejas en las que el
número de personas dañadas viene dado en función de una serie de parámetros más concretos,
tales como el tipo y número de construcciones colapsadas o destruidas, el uso e índice de
ocupación de los edificios, la posibilidad de escapatoria del mismo, la eficacia de la ayuda, o
el índice de mortandad postcolapso. Por el contrario, la forma más simplificada de obtener la
vulnerabilidad a la población consiste en expresarla en función del número de habitantes de la
zona, valor cuya fiabilidad dependerá fuertemente de la similitud (incluídos los factores
medioambientales relacionados con la destrucción) entre el escenario previsible y los que
sirvieron como muestra estadística para deducir los valores de la vulnerabilidad.
Dados los cuantiosos daños ocasionados por los terremotos, la minimización de las
pérdidas y daños constituye una política común de todos los países situados en zonas sísmicas,
para lo que destinan importantes sumas económicas, sobre todo aquellos que han alcanzado
un mayor nivel de desarrollo. Esta política se materializa -dado el estado de la predicción
sísmica- en diferentes estrategias de protección que se plasman fundamentalmente en una
serie de medidas de prevención, tales como el impulso de la investigación en los campos de la
Sismología, Ingeniería Sísmica y Ciencias conexas, la concienciación y educación para la
protección, la adecuación de la legislación de seguros y la elaboración de planes de actuación
para caso de catástrofe sísmica. Pero de todas las medidas aplicadas destacan por su eficacia
las relacionadas con la normativa sismorresistente en un sentido amplio, cuyo objetivo final
es planificar un desarrollo territorial, urbano y constructivo seguro. Se trata de normas de uso
del suelo, de ordenación urbanística de las ciudades y de cálculo y diseño sismorresistente de
las construcciones e instalaciones urbanas, encaminadas a integrar la protección sísmica en el
desarrollo, de forma que se proteja la vida humana, se minimicen las pérdidas y daños y se
mantenga en las construcciones, infraestructuras e instalaciones un determinado nivel de
servicio compatible con el uso de las mismas y con el nivel de protección aceptado. Para la
normativa sismorresistente éste se traduce en un nivel de peligrosidad asociado al terremoto
de proyecto y que depende, fundamentalmente, del uso y consecuencias del fallo de la
instalación que se diseña (central nuclear, presa, edificación, tubería, etc.).
Así, el análisis de los efectos de los grandes sismos nos dice que normas de uso del
suelo y urbanísticas -limitadores de los elementos expuestos -reducen significativamente los
daños, siendo las primeras las más efectivas, con diferencia, para prevenir los efectos
derivados de las deformaciones permanentes del terreno (licuefacción por ejemplo). En
cambio, todas las normas sismorresistentes y en especial las de cálculo y diseño contribuyen a
la mitigación de las pérdidas al reducir la vulnerabilidad de las construcciones.
4
La respuesta sísmica de una construcción excitada por un terremoto es lógicamente
función, por un lado, del movimiento del suelo, dependiente a su vez de las ondas incidentes,
y por otro, de algunas características de la construcción. A ello hay que añadir la interacción
entre el suelo y la estructura y entre ésta y las estructuras contiguas, factores que pueden
alterar algo la respuesta estructural y de los que se prescinde en los análisis sencillos.
Por otro lado, hay materiales de construcción cuya deformación crece linealmente con
la carga aplicada hasta llegar a la rotura, la cual ocurrirá de forma brusca (materiales frágiles).
Otros, por el contrario, tienen un comportamiento similar a los anteriores solamente hasta
alcanzar un determinado nivel de carga y su deformación correspondiente (límite elástico). A
partir de este punto, el material se sigue deformando plásticamente (deformación de fluencia)
a carga casi constante, hasta un valor máximo, varias veces superior al correspondiente al
límite elástico, lo que posibilita liberar una gran cantidad de energía en cada ciclo de carga y
descarga (materiales dúctiles). La ruptura en este caso vendrá precedida pues de elevados
niveles de deformación. Ejemplos de materiales frágiles son la piedra, el ladrillo y el
hormigón en masa; entre los materiales dúctiles tenemos la madera, el acero y, en mayor o
menor grado, el hormigón armado.
5
y por ende de las fuerzas sísmicas, lo que unido a las ventajas que representan las roturas
dúctiles respecto a las frágiles a la hora de proteger las vidas humanas han llevado a
preconizar en todas las normas sismorresistentes modernas el establecimiento de los
mecanismos adecuados para la disipación de energía en el rango postelástico, diseñando
configuraciones estructurales de alto nivel de ductilidad. Sin embargo, elevados
desplazamientos derivados de una configuración arquitectónica muy dúctil pueden originar,
sobre todo en el caso de edificios de muchas plantas, serios inconvenientes tales como la falta
de confort o problemas de pandeo o choque entre edificios. Por ello las normas limitan dichos
desplazamientos.
(7)
Sea un sistema estructural sencillo constituido por un dintel rígido dotado de una
determinada masa m, rígidamente unido a dos pilares empotrados en el terreno que se suponen
de masa despreciable aunque dotados de elasticidad lateral, la que proporciona toda la
flexibilidad de la estructura para movimientos horizontales (fig.3). Además, tanto la viga
como los pilares son indeformables axialmente y el sistema está dotado de un cierto
amortiguamiento viscoso (tipo émbolo).
6
Sea por otra parte, ug (t) el desplazamiento horizontal del terreno provocado por el
terremoto en cada instante de tiempo. El movimiento sísmico inducirá, a su vez, otro
desplazamiento relativo del dintel respecto a la cimentación, u(t), de forma que el
desplazamiento total del dintel ut (t) será:
t
u (t) = u g (t) + u(t) (8)
Para obtener la respuesta de esta estructura sencilla al movimiento del suelo basta con
conocer en cada instante de tiempo un único parámetro: el desplazamiento relativo del dintel
(sistema de un grado de libertad). Matemáticamente supone resolver la ecuación diferencial
del movimiento antes citada (ecuación 7), particularizada para sistemas de un grado de
libertad:
(9)
donde:
mΑü(t): fuerza de inercia, proporcional a la aceleración relativa ü(t), del dintel,
siendo la masa, m, la constante de proporcionalidad
En la práctica sin embargo, para la mayoría de los cálculos que se realizan, nos basta
con conocer -tal como se dijo- la máxima respuesta del sistema, independientemente de la
historia de la misma. Estos cálculos se basan en el concepto de espectro de respuesta, que
proporciona una aplicación práctica y suficiente para el cálculo dinámico de estructuras.
ESPECTRO DE RESPUESTA
7
osciladores lineales de diferente periodo. Esta respuesta puede expresarse por la cuantificación
del desplazamiento, de la velocidad o de la aceleración máxima del oscilador. El espectro de
respuesta será por tanto independiente del tiempo y función del coeficiente de
amortiguamiento de los osciladores. Para una excitación sísmica dada, obtendremos diferentes
curvas espectrales, una para cada valor del coeficiente de amortiguamiento, disminuyendo la
amplitud de la respuesta al aumentar dicho amortiguamiento que se define normalmente por el
parámetro ζ, amortiguamiento en función del crítico, en vez de por el parámetro c. Ambos
ζ = c/2_m_ ωn , , ωn = 2 π/ Τn
(10)
u&0 ( Τn , ζ ) = m xt | u&(t, Τn , ζ ) |
(12)
(13)
- Pseudoespectro de respuesta de
velocidad relativa:
2π
V = ωn _D = _D
Τn (14)
- Pseudoespectro de respuesta de
aceleración absoluta:
2π 2
A = ω2n _D = ωn _V = ( ) _D
Τn (15)
8
Siendo D, como se ha dicho, el espectro de respuesta de
desplazamiento relativo
D ≡ u 0 ( Τn , ζ )
(16)
Entre las estrategias de protección más eficaces están -como se indicó- las normas
sismorresistentes, y entre ellas, las de cálculo y diseño de diferentes tipos de construcciones,
principalmente de edificación.
9
suponen concentradas al nivel de cada planta, estando dotada la estructura de un grado de
libertad por planta, que consiste en un desplazamiento horizontal para un movimiento en la
misma dirección. La práctica totalidad de las normas sísmicas de edificación se limitan a
desarrollar el cálculo para este supuesto simplificado, remitiendo para casos más complejos a
los tratados de cálculo dinámico de estructuras.
Supuesta pues discretizada una estructura de pisos, con un grado de libertad por
planta para un movimiento en una dirección horizontal dada, el cálculo se lleva a cabo por el
método simplificado denominado de las fuerzas estáticas equivalentes (fig.6). Estas son un
conjunto de fuerzas estáticas horizontales que aplicadas al nivel de cada planta producen en
los elementos elásticos de la estructura una deformación igual a los desplazamientos máximos
originados por el terremoto. El cálculo sismorresistente se reduce en este caso a un análisis
estático de la estructura solicitada, independientemente, por fuerzas estáticas equivalentes
correspondientes a dos direcciones perpendiculares, coincidentes en la generalidad de los
casos con las direcciones principales de la estructura.
Q = M_A (17)
10
Otras normas, como la española, calculan directamente la fuerza estática equivalente
correspondiente a cada planta por el producto de la masa de la planta mj , por la misma
aceleración espectral, A, del caso anterior y por un coeficiente
de distribución o reparto ηj :
F j = m j _A_ η j
(19)
Q= ∑F j (20)
j
Bibliografía
1.- BERG, G.V. (1982) ΑSeismic design codes and procedures≅. Eartq. Engin. Research Inst. (EERI). Monogr. 119 pag.
2.- COBURN, A. Y SPENCER, R. (1992). ΑEarthquake Protection≅. John Wiley and Sons Ltd, Inglaterra. 355 pág.
4.- CHOPRA, A.K. (1995). ΑDynamics of Structures≅. Prentice Hall International, Inc. 729 pag.
11
5.- MARTÍN, A.J. (1995). ΑFilosofía y principales características de la Nueva Norma de Construcción Sismorresistente
NCSE-94". En ΑIngeniería Civil, n1 100" , p.p. 107-117. CEDEX.
6.- YEPEZ, F.; BARBAT, A.H. y CANAS, J.A. (1995). ΑRiesgo, peligrosidad y vulnerabilidad sísmica de edificios de
mampostería≅. Monografía CIMNE (Centro Internacional de Métodos numéricos en Ingeniería) IS-12. Barcelona. 106
pág.
12
PIES DE FIGURAS
Fig. 2.- Vectores de pérdidas medias esperadas correspondientes a los tres tipos de
construcción A, B y C de la escala MSK-64
13