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Nocturno: Personajes: Lucia Amante de Pablo Pablo Pareja de Lu Luisa Novia de Pablo
Nocturno: Personajes: Lucia Amante de Pablo Pablo Pareja de Lu Luisa Novia de Pablo
Nocturno: Personajes: Lucia Amante de Pablo Pablo Pareja de Lu Luisa Novia de Pablo
PERSONAJES:
PABLO Pareja de Lu
Escenografía
Un departamento con cama matrimonial azul índigo. Muebles de madera oscuros; buró, mesa.
Lámpara plateada. Materiales para dibujo y pintura sobre una mesilla.
El espacio de derecha abajo puede fungir como el balcón, siendo sólo delimitado por la luz, o
por el propio espacio y finalmente el espacio izquierda abajo puede servir como espacio
exterior, para la penúltima escena, también delimitada por luz.
1.-LU-NA
Pablo en el balcón de su departamento, triste, inmóvil, observando la luna. Sacude su cabeza
como sacudiendo la tristeza, termina por ver la luna de nuevo.
Luisa lo observa, sale hacia la habitación, Pablo tras ella, antes de hacer salir vuelve la cabeza
hacia la luna de nuevo.
2.- EL SECRETO
Pablo sentado en la mesa, dibujando con los colores regados sobre la mesilla, bebe café y
llaman a la puerta. Se levanta, recoge un poco. Llaman de nuevo a la puerta.
LUCÍA: (Pasa vestida con una vibra bohemia y cargando una mochila y un pliego de papel
enrollado, explicando) Se me hizo tarde, había mucho tráfico y además se alargó mi ensayo.
(Deja sus cosas en el piso, suspira) ¿Y bien?¿Tú cómo vas?
PABLO: Realmente no he adelantado mucho, estaba haciendo unos bocetos pero ninguno me
convence. Te estaba esperando, tú eres la de las buenas ideas.
PABLO: Tú también eres buena, Lucía. Nada más te haces. ¿ Trajiste tus plumones?
LUCÍA: Claro. Si casi nada más vine para eso. (ríe) Bueno, también a darte mis ideas para el
proyecto. Al fin y al cabo yo ya no las voy a necesitar.
PABLO: Pero igual podría servirte para el futuro. Digo, es algo más seguro y además eres muy
buena.
LUCÍA: Nada es seguro en esta vida, Pablo, y prefiero morirme de hambre haciendo lo que me
apasiona a morir de frustración por no hacerlo.
PABLO: Bueno, si lo pones de esa forma… Entonces me da alegra que vayas a dejar la carrera,
de tenerte en la universidad a tenerte viva, pues mejor viva, ¿no? (Ríen)
LUCÍA: Tonto.
PABLO: No, ya en serio. Me alegro mucho por ti. (Pensativo) No todos tenemos la valentía de
elegir lo que lo que de verdad queremos...
LUCÍA: Gracias…
PABLO:(Sacude la cabeza como queriendo borrar esos pensamientos) Pero bueno, hay que
comenzar con el proyecto, si no no terminaremos hoy. (Lucía asiente y acomoda sus cosas) La
verdad es que yo siempre quise estudiar artes visuales.
PABLO: Pues… no quería estudiarlo aquí. Quería ir a Europa, aprender del otro lado del mundo,
obviamente mis papás no me dejaron y yo tampoco me atreví a irme y heme aquí estudiando
arquitectura. (ríe)
LUCÍA: Pues aún estás a tiempo. Puedes salirte, como yo, e irnos al otro lado del mundo a
estudiar artes. Tú visuales y yo escénicas, claro. (ríe)
PABLO: No, no puedo, mis padres no me apoyarían, tengo que terminar Arquitectura primero.
Además, tengo toda mi vida aquí, mi familia, mis amigos,(suspira) mi novia, aunque ya casi no
la veo por la universidad…
LUCÍA: (Se incomoda un poco. Silencio) Yo sólo digo que el que no arriesga, no gana. Aún así,
si no puedes hacerlo ahora, sólo no lo descartes, piensa en que puedes hacerlo luego, cuando
termines Arquitectura. Sólo es imposible si lo crees. Los sueños están para luchar por ellos.
LUCÍA: No, sólo me es extraño. (Silencio) Así también se llama tu novia, ¿no?
PABLO: Bueno, en realidad ella se llama Luisa, pero sí. También le digo Lu de cariño.
LUCÍA: (lo mira y se nota de nuevo un poco de incomodidad) Oye, ¿qué hora es?
PABLO: (Reclamando en broma) Ni idea,tarde.
LUCÍA: (Lo mira feo por el reclamo, revisa el celular) ¡No inventes! Ya son las 11. De plano no
va a haber transporte.
PABLO: Pero con tu intelecto y habilidad plástica acabaremos pronto, además no es para
mañana.
PABLO: Siempre tengo razón. (Lucía lo mira feo de nuevo) Es broma, sabes que casi nunca sé
ni qué elegir. ¿Qué haremos cuando terminemos?
LUCÍA: Si eso quieres… Entonces dejemos de hablar de cosas banales y hablemos de cosas
más… Profundas.
PABLO: ¿Profundas?
PABLO: Pues en todo caso, los secretos son para que se queden así, en secreto.
PABLO: (Se queda en silencio por unos instantes y se pone muy serio) Está bien, pero tienes
que prometer que no le dirás a nadie. (Lucía hace gesto de cerrar su boca y Pablo inseguro
procede a contarle) Desde que era niño, mi papá sale con sus amigos a tomar cada viernes, sin
excepción. En una ocasión, cuando yo tenía como 14 o 15 años mi papá olvidó su teléfono, le
llamaron y yo contesté. En seguida escuché un “Hola, amor” de una mujer que no era mi madre.
Colgué de inmediato, obviamente. Sin embargo, creí que quizá me estaba imaginando cosas, no
me cabía en la cabeza la posibilidad de que mi papá estuviera engañando a mi madre. Para salir
de dudas y “acabar con el martirio” le pregunté a mi papá esperando que lo negara. (Ríe) Y pues,
no. No lo negó. No sabes la impotencia que sentí. No le dije nunca a mi mamá, aunque pienso
que ella ya lo sabía. Aun así, me pregunto si hubiera sido diferente si yo hubiera tenido el valor
de decirle a mi mamá, si ella se hubiera sentido apoyada y hubiera dejado a papá. Ella no
merecía eso… Ni eso, ni sus borracheras semanales. (Suspiro) Desde ahí me prometí que jamás
sería infiel.
LUCÍA: (Lo mira admirada) No tenía ni idea, gracias Pablo.(Pablo la voltea a ver confundido,
Lucía explicándose) Por la confianza.
PABLO: ¿Segura?
PABLO: (Respondiendo al reto) Vaya, entiendo. Entonces, no te molestará que te pregunte qué
esperabas al venir esta noche.
LUCÍA; Pues, en realidad a eso vine, a ayudarte. Y claro que espero algo a cambio.
LUCÍA: Ah, ya entiendo. ¿Lo dices por qué tú tienes tu novia y yo voy accedí a quedarme en tu
casa en la noche? (Sarcástica) No, no es nada extraño.
LUCÍA; Bueno sí, pero no hay una intención secreta detrás de eso. ¿O qué? ¿Tú la tienes?
(Silencio incómodo)
LUCÍA: Que sí vine a ayudarte pero quizá sí haya una razón secreta por la cuál haya aceptado
quedarme. Pero…
LUCÍA: Pero tú me invitaste a quedarme. ¿No hay una intención secreta respecto a ello?
LUCÍA: Claro que lo es… Pero no planeo hacer nada con ello.
PABLO: (Exigiéndole la respuesta) Lucía. (Lucía lo mira y voltea su mirada hacia otro lado
algo enfadada y avergonzada a la vez) Dilo. Es lo justo. (Lucía sólo voltea a verlo) Tú dijiste
que preguntara lo que quisiera, o qué, ¿ahora eres cobarde?
LUCÍA: (Explotando) Estoy enamorada de ti. (Pablo se queda inmóvil, en silencio sin saber qué
responder) ¿Contento?
PABLO: Lucía…
LUCÍA: No hace falta que te hagas el sorprendido, que ya lo sabías, nunca he sabido disimular.
Ni tampoco hace falta que digas nada. (Baja la mirada) Sé tu situación, y con lo que me acabas
de contar… Lo que quiero decir es que, no planeaba ni planeo hacer nada.
PABLO: Gracias… Por la confianza (Lucía ríe tristemente, y baja la mirada. Silencio. Pablo la
mira y respira profundamente tomando valentía) Lucía…
PABLO: Vamos, que también lo has notado, desde hace dos meses que hemos comenzado hablar
frecuentemente no puedo sacarte de mi cabeza… Pero… A pesar de la invitación a quedarte, te
lo juro que tampoco planeaba hacer nada.
(Silencio largo. Avergonzados voltean a ver a lados opuestos. Finalmente voltean a verse y
terminan por besarse.)
Transición de luz.
3.- EL TIEMPO
Pablo sentado en la orilla de la cama, esperando. Llaman a la puerta. Pablo toma aire de
nuevo, agarrando valentía. Se para nervioso a abrir. Entra Luisa impecablemente vestida.
LUISA: Hola amor. (Le da un beso corto a Pablo y lo abraza largamente) Te extrañé mucho.
Siento que hace siglos que no te veo, la universidad y el trabajo me tienen muerta, pero,
supongo que a ti también. (Se sienta en la cama, suspira y se deja caer sobre la cama) ¿Y bien?
¿Qué era eso de lo que querías hablar con tanta urgencia?
PABLO: (Camina a sentarse junto a ella con nerviosismo e inseguridad) ¿Podrías sentarte,
Luisa?
LUISA: (Se sienta preocupada) ¿Qué pasa? ¿Estás bien, Pablo?
LUISA: No te angusties, lo sé. (Pablo la mira sorprendido y confundido, Luisa suspira) Sé que
estos últimos meses han sido difíciles porque no nos vemos tanto y casi no tenemos tiempo de
hablar, pero no tienes de qué preocuparte, ya casi saldremos de vacaciones y todo volverá a la
normalidad.( Pablo la mira y desvía la mirada hacia el suelo) Tranquilo amor, sólo es algo
temporal. (Silencio corto) Debo admitir que yo también me he sentido insegura estos días con
respecto a nosotros, pero ya llevamos 5 años juntos, Pablo. Nosotros podemos con esto y más.
(Toma su cara en medio de sus manos y le da un beso largo muy tierno, Pablo un tanto
indiferente pero finalmente cede y la besa) ¿No lo crees?
PABLO: (Sin dejar de mirar hacia abajo) Sí, Lu. Tienes razón.
PABLO: (Pablo sonríe forzadamente y asiente) Yo a ti, Lu. Yo a ti. (Ambos sonríen)
LUISA: Mejor ven. (Hace un movimiento indicando que se recuesten en la cama) Ahora que
tenemos tiempo, podríamos aprovecharlo.
PABLO: (La mira, está apunto de hacerlo y se detiene, susurra para sí) Cobarde jamás.
(Respira hondo y ahora se dirige a Luisa) Nunca tuve duda de que eras lo quería para mi vida,
digo, ni siquiera tuve que preguntármelo. (Luisa sonríe mientras) Has estado conmigo por tanto
tiempo, hemos hecho tantas cosas juntos, hemos superado y construido tanto, siempre has estado
para mí. Te amo, Luisa y es por eso que tienes derecho a saber que, justo ahora, lo estoy
dudando, estoy dudando todo, quiero estar seguro de hacer lo que realmente quiero. (La sonrisa
de Luisa se desvanece y lo mira confundida) Te amo, Luisa, pero necesito tiempo.
PABLO: Tiempo.
Luisa niega con la cabeza, se levanta y se dirige hacia la puerta, voltea a verlo antes de irse,
pareciera que va a decirle algo y termina por salir. Pablo se queda solo en su habitación
después de la salida de Luisa.
4-. LUNA
LUCÍA: ¿Ya?
PABLO: Sí.
LUCÍA: Bueno, te decía que hola, que cómo estabas.
LUCÍA: Sabes que cualquier cosa puedes contarme. Estoy para ti. Es más, te llevo tus cigarros.
PABLO: ¿Qué?
PABLO: Sí.
LUCÍA: Cuando por algún motivo no pueda estar contigo, mira la luna. ¿sí? Ve la luna y piensa
en mí. Será como si estuviera contigo.
LUCÍA: No tienes de qué agradecer. Igual voy para allá. En un momento llego.
5.- COBARDÍA
LUCÍA: No hay de qué, te dije que quería estar… ¿Qué pasó?¿Quieres contarme?
PABLO: Gracias de verdad. (Se queda pensando un momento mientras Lucía deja sus cosas)
Aunque…
LUCÍA:¿Sí?
PABLO: Quizá sea de tu incumbencia.( Lucía voltea a verlo confundida) Terminé con Luisa.
PABLO: Estoy muy confundido la verdad… Por poco y no se lo digo, pero… no quise ser
cobarde.
LUCÍA: ¿Tiempo?
PABLO: Lo fue.
LUCÍA: Pero por otra parte...¿Tú crees que lo “correcto” hubiera sido seguir con ella sin decir
nada?
PABLO: Pues claro que no, es sólo que… Quiero estar seguro de hacer lo que realmente quiero
hacer.
PABLO: No lo sé.
PABLO: Ahora que estás aquí no necesito fumar, pero vamos, quiero ver la luna contigo.
(Sonríen)
6.- NOCTURNO
LUCÍA: Muchas veces cuando siento que quedo sin palabras leo poemas.
PABLO: ¿Poemas?
LUCÍA: Sí, poemas. Así dejo que las palabras de otros me hablen y hablen por mí… Nocturno
es mi favorito.
LUCÍA: (Lo mira feo, desvía la mirada y comienza a recitar)“ Todo lo que la noche dibujan con
su mano es sombra: el placer que revela, el vicio que desnuda. Todo lo que la sombra hace oír
con el duro golpe de su silencio: las voces imprevistas que a intervalos enciende, el grito de la
sangre, el rumor de unos pasos perdidos. (Voltea a verlo) Todo lo que el deseo unta en mis
labios: la dulzura soñada de un contacto, (mirándole los labios) el sabido sabor de la saliva.”
(Pablo se acerca a ella) Podrías intentarlo...
PABLO: Quizá ahora sea también mi favorito. Lucía, Luz de luna.( Pablo la besa y ella se
queda en silencio)
LUCÍA: Pienso que deberías esclarecer lo que quieres antes de que algo más pase…
LUCÍA: (Ríe burlona) ¿Ah, sí? ¿Y qué es lo que quiero según tú?
PABLO: Que estemos juntos. (Lucía se queda en silencio mirándolo) Mejor, ven, Lu. Ahora que
tenemos tiempo, podríamos aprovecharlo… Vamos adentro.
LUISA: Perdón, Pablo. No quería esperar más. Ya van dos meses desde la última vez que te vi
y… Sé que me pediste tiempo pero necesitaba verte, te extraño mucho.
LUISA: Dime que ya lo pensaste bien… Dime que ya sabes lo que quieres…
PABLO: Sí lo sé…
LUISA: Oh, entonces… ¿por qué no me habías llamado? (Pablo se queda en silencio y mira
hacia abajo) (Luisa mira hacia abajo también) Entiendo. Entonces me voy. (Camina hacia la
puerta)
LUISA: ¿Y para qué quieres que me quede? Por lo visto no estoy en tus planes…
(Decepcionada)Después de tanto tiempo, después de construir y soñar tanto juntos no estoy en
tus planes.
LUISA: (Respira hondo tratando de calmarse. Triste desvía su mira hacia abajo) ¿Qué era lo
que tenías que pensar tanto?
PABLO: Eso no importa… Lo que importa es que estás aquí, Lu. Y podemos hablar más
tranquilamente.
Luisa lo mira con ilusión, se lanza hacia él y lo besa. Pablo lo duda por un momento pero
finalmente le corresponde apasionadamente. Caen en la cama, Luisa arriba de él, mete sus
manos por debajo de la almohada y encuentra el brasier de Lucía, se levanta rápidamente.
LUISA: Con que eso era lo que tenías que pensar. (Niega con la cabeza para sí) Y yo que creí…
(Suspira) Sólo creí que sí queríamos la misma vida, pero veo que no. Adiós, Pablo.(Sale)
PABLO: ¡Luisa!
Pablo solo en su habitación hablando por teléfono con su madre mientras camina al rededor de
la habitación. La puerta de la habitación entreabierta.
PABLO: Sí, mamá, ya fui a la tintorería. Sí, también recogí el dinero que me mandaron. Sí,
estoy. ¿Ustedes cómo están? Qué bueno, me alegra. Yo también los extraño mucho. Pero ya casi
iré a verlos. (Mientras está volteado de espaldas a la puerta entra Lucía sigilosamente) No, no
esta semana, pero quizá la próxima, haré lo posible. ¿Lu? Sí, Luisa está bien. la vi la semana
pasada, todo bien. (Voltea y Lucía lo mira inmóvil). Sí mamá, tengo que colgarte, hablamos
luego. Adiós. (Lucía molesta se dirige hacia la salida) Lucía. (Pablo la detiene) Lucía, cálmate.
Iba a decirte, lo prometo.
LUCÍA: ¿Cuándo?
PABLO: Hoy.
PABLO: No sabía cómo ibas a reaccionar. Aunque de haber sabido… creo que tampoco te lo
hubiera dicho. No me gusta que te molestes.
LUCÍA: (Suelta una carcajada irónica) ¿Y qué pretendes que haga si me lo ocultaste?
LUCÍA: Pero no lo hiciste. Es que, (suspira molesta) no me molesta el hecho de que la hayas
visto, sino que no me lo dijiste. Y ahora tiene sentido que hayas estado distante toda la semana,
además, no le has dicho a tu mamá que terminaste con ella, ¿verdad? (Pablo baja la mirada)
Contestame, carajo.
PABLO: No, no le he dicho. Quería esperar a que fuera algo más… definitivo.
LUCÍA: (Niega con la cabeza) ¿Sabes qué? (Suspira) Mejor llámame cuando sepas qué es lo
que en realidad quieres, cuando dejes de ser un cobarde y te afrontes a ti mismo. (Hace por
salir)
PABLO: (Deteniéndola y tomándola de los dos brazos) No, Lucía, No te vayas. Lu.
PABLO: Lucía. Cálmate, mira, tienes razón. Debí decírtelo, y sí, es por eso que me he estado
comportando así. La inesperada venida de Lu, de Luisa, de hizo preguntarme muchas cosas.
PABLO: Lo sé, sólo, no me atreví. Supongo que… Me fue más fácil no decirte para no
complicar las cosas.
LUCÍA: Yo tampoco quiero irme, pero creo que necesitas tiempo a solas para pensar qué es lo
que VERDADERAMENTE quieres. Ya basta de medias tintas. Cuídate, Pablo. (Sale)
Transición de luz.
Dos semanas después. En el exterior, puede haber una banca simulando el parque o una mesa de
cafetería. Pablo sentado ahí, se para al ver que se acerca Lucía. Se saludan.
PABLO: Lucía…
LUCÍA: ¿Sí?
LUCÍA: (Aún confundida) Sí, estoy bien. Es sólo que… creí que íbamos a arreglar las cosas…
(Desilusionada) Creí que me querías a mí…
PABLO: No puedo tirar 5 años por la borda. Mis papás, mi familia, mis amigos, todos esperan
que me case con ella.
LUCÍA: ¿Y vas a dejar que ellos decidan por ti?¿De verdad vas a ser tan cobarde? (Pablo baja la
mirada, avergonzado, no contesta) Entiendo. Adiós Pablo. (Sale)
10.- PIENSA EN MÍ
LUISA (saliendo al balcón): Pablo, ¿sigues aquí afuera, qué estás haciendo?
PABLO: Nada, sólo estaba viendo la Luna. (Luisa lo observa, sale hacia la habitación, Pablo
tras ella, antes de hacer salir vuelve la cabeza hacia la luna de nuevo. Susurra para sí.) Cuando
veas la luna piensa en mí...
Se va desvaneciendo la luz.
FIN.