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(eRe eae en q | Entre las técnicas de expresion y de comunicacion, utili- Ti | ] zadas en psicolagia social, en formacion y en pedagogia, el | «rdlerplaying> ocuipa actualmente un lugar privilegiado.. practica permite, eto. a los trabajadores sociales, los ba s srmadores de toda especialidad, asi como a los ensefantes, a conocerse mejor a si mismos y ‘evolucionar en el desarrollo de su tarea profesional. De ahi 1 interes considerable de este método en psicoterapia, Con rT] i vistes a la practica del «tole;playing>, la obra que presenta: g. rm) i . ! ‘mos aporta una vision de conjunto que oftece una ayuda in- ‘Iroductoria inapreciable, . , Basado en Ja obra maestra de J. L. Moreno, la distincion ‘entre el «tole-playings, el psicodrama y la sociometria ad: quiere una clarificacion indispensable, La presentacion de 5 grandes escuclas, de las techicas fundamentales, hace aparecer los miiltiples dominios de aplicacion del_ metodo psicodramstico, desde la formacion y la psicoterap ‘medio profesional, de la educacion y la reeducgcion a la i ‘seitanza escolar. f A través de la larga diversidad de sus aplicaciones, el «rdle- playing» exige. sin embargo, ser ney ‘en su. marco ientifico. DE eee de investigad la practica ee ee areca i eficacia, de su significacion y de sus limit estudios del hombre Nf eal eka; | ué clase de representacion? gran interés seguir el moyimiento que permite a jajadores sociales, a los educadores y a los ensefian- ender dia a dia sus posibilidades de comunicacién esencia. En el campo asi allanado, la conversacién, el 1, y el trabajo de grupo ocupan un lugar reconocido como esencial. "Pero, al mismo tiempo, se opera una apertura en diree- del “réle-playing” y del psicodrama, como un paso nue- fobre un camino ya trazado. Ya que lazos bien visibles jen el método psicodramatico a la relacién dual y a las vidades de grupo, estas tres modos de comunicacién ofre- ‘cen recursos complementarios, si bien diferentes en sus rea- izaciones y finalidades. Podemos de esta manera, lejos de todo, patriotismo de “escuela”, dejar prever que la practica del “Hdle-playing” no cesaré de ganar en importancia por su alcance formador, edueativo y terapéutico. Pero se debe reconocer igualmente que, hasta el presente al menos, su empleo se encuentra todavia visto con cierta circunspeccién. Las razones de esta reticencia merecen ser consideradas con cuidado. Hn una gran parte, es cierto, se presta a un malenten- dido. Ya se trate del “réle-playing”, del psicodrama o del sociodrama, no se acudiré a ninguna de estas téenicas como 16 a instrumento de trabajo, utilizable sobre la base de simple modo de empleo. De una manera obligada la pri tica psicodinamica reposaré sobre una competencia clini que supera con mucho la sola experiencia del “réle-playing!, A toda prictica psicolgica 0 pedagogica, se le exige In tegrarse en un acercamiento global de las realidades reli cionales. Desde este punto de vista, la obra de Moreno, tall como se halla presentada aqui, adquiere en-si misma, en | lenta elaboracién al filo de una vida rica en experiencing ¥ en pruebas, el valor de una iniciacién. Del testimonio de esta vida se desprende en efecto una evidencia: lo mismo a propésito del psicodrama que en presencia de otro modo de comunicact6n, no hay lugar a escoger entre la improvisacién y el rechazo. Hn realidad, la acusacion de Freud contra el psicoandlisis “salvaje”, se aplica totalmente a Ja psicologia clinica. Si cl término de “réle-playing” puede parecer ambiguo, se basa sobre el hecho de la experiencia de que, con fre~ cueneia, sin saberlo nosotros, desempefiamos en nuestra vida diaria roles, que representamos normalmente més o menos bien. Por ello, importa que nos demos cuenta que en su poder especifico el “réle-playing” se basa en dos da- tos fundamentales de situacién opuesta. El primero reside en cl hecho bien conocido de que nin- gtin sujeto humano se posee plenamente a si mismo. Una parte considerable de nuestras intenciones y conilictos {n- timos queda inaccesible a nuestros esfuerzos de toma de conciencia. Nos seria, por tanto, intitil sumergirnos en las Profundidades de nuestra vida psiquica con la esperanza de ir més alld de una experiencia ofrecida en la superficie, Sin embargo, en presencia de esta valla interior, otro dato de orden psicolégico nos ofrecer la oportunidad de una mejor comunicacién con nosotros mismos y con los de~ més, No serd el repliegue de. nuestra vivencia inexpresa- ble sino al contrario, 1a eztraversion el movimiento hacia los dems, ln que hard posibles a la vez, el descubrimiento 16 ¥ la evolucién personal. De este modo, la Ila- i@ nos lanza desde fuera, la motivacién social que se nos proponen en el campo comtin del itirdn liberar y actualizar nuestro yo profun- Telaciones mas directas y més verdaderas con jorno familiar y profesional. pues, que la puesta en accién de nuestros de- nuestros rechazos que han quedado hasta ahora iF en nosotros mismos, representa a la vez el esperanza del Psicodrama. Solamente en este ypiamente anunciador adquiriré esta obra para parte de los lectores valor de iniciacién, es decir, facién de un umbral que, en lo sucesivo, serén libres jasar al precio no solamente de una informacién, imbién de una formacién, f 6 Prélogo EI «réle-playing» y el rol del yo Anne Ancelin Schtitzenberger nos da hoy una obra a su imagen, disimulando bajo un titulo serio y una sabia apa- riencia, un contenido que, al leerlo de cerca, ofrece a cada uno la ocasién de una interrogacién nueva sobre si mismo en su vida cotidiana, y, a todos, en el campo del trabajo so- cial, el descubrimiento de amplias posibilidades de acerca- miento a las dificultades relacionales, y su solucién, He aqui wn libro que no nos deja indiferentes. El “vole- playing”, y el psicodrama que es una de sus formas, remi- ten efectivamente sin cesar al Yo, al sujeto en su dimension a la vez histérica y actual, en sus inhibiciones y potencia- lidades. Este texto ayuda al lector a permitir este retorno constante, a favorecer este planteamiento sin fin, lo mismo que las téenicas que describe conducen a ello a los que las practican. Por eso, Anne Ancelin Schiitzenberger se ha so- metido con toda naturalidad a este proceso, primero en un psicoaniilisis personal (la referencia a Freud), después en una formacién psicodramética en los Estados Unidos, al comienzo de los afios cincuenta (la referencia a Moreno). He aqui un libro que anticipa el futuro, Lo mismo que introdujo en Francia de Training-Group y el psicodrama para-adultes a su vuelta de los Fstados Unidos en 1952, de la misma manera que contribuy6, con motivo del Primer Congreso Internacional de Psicodrama organizado gracias 19 a su celo en 1964, a la aparicién decisiva del cuerpo vivo y vivido en el campo de la psicoterapia, Anne Ancelin Schitt- zenberger, a través de las paginas siguientes, permite en- trever y precisar las nuevas extensiones de posihilidades de comunicaeién y de presencia de los educatiores, traba- jadores sociales y ensefiantes. Después del coloquio y del trabajo de grupo que les son ya familiares, el psicodrama se les presenta quiza ante todo como una técnica de explo- racién y de tratamiento reservado a los clinicos en una vertiente terapéutics, incluso médica, Esta obra muestra hasta qué punto las aplicaciones no terapéuticas del psi drama se abten ampliamenie sobre los campos de la forma- cién, de la vida profesional, de la pedagogia y de la vida cotidiana. A través de todas estas dimensiones, se trata, para cada uno, de comprender el tipo de funcionamiento, que es el suyo propio, de evaluar y de apreciar los roles que asume—o no puede asumir—y de reajustarlos sin ce- sar a Ja vida actual o futura. Este es un libro de encuentros, A lo largo de la presen- tacién de las diversas formas de ayudas, de escuelas y de téenicas, de los campos de aplicaci6n del “role-playing”, An- ne Ancolin Schiitzenberger deja aparecer de una manera permanente la multiplicidad de sus referencias doctrinales de formacién y de experiencia. Inventora del psicodrama triddico, la autora gusta de expresar lo que debe, lo mis- mo a Jacob Levi Moreno, Sigmund Freud como a Kurt Lewin, Alumna, asistente y colaboradora de Moreno, él la considers bastante cercana como para haber tenido el pen- samiento de adoptarla... Si no hubiera hoy desaparecido, después de un fin admirable, se alegraria mucho al encon- trar en este libro la fuerza de la identificacién que une a ‘Anne Ancelin Schiitzenberger con él, y la conduce a hacer suyos a veces, quuiz4 con exageracién, los conflictos que tuvo con los psicoanalistas. El “role-playing”, el grupo restrin- gido, la comunicacién no’ verbal son las instancias a través de las cuales Anne Ancelin Schiitzenberger persigue su em- pefio de la puesta a punto y de la interaccidn constante del ‘cuerpo, del gesto y de la voz. Este es un libro de un investigador y de un enseftante: 20 : Miiltiples son aqui, en efecto, las informaciones sobre las nuevas téenicas, elaboradas 0 en estudio que en los Esta- dos Unides y més especialmente en California, la psicolo- gia ‘social experimenta con dinamismo. Probablemente no todo es “importable” tal cual, y por encima de las reticen- clas téenicas de que hablaremos después. Hay lugar a con- siderar que en la vida de los pequetios grupos y de la co- municaeidn interpersonal, el peso de la cultura, de los ha- bitos y de las actitudes, se ejerce de manera diferente en ambos lados del Atlintico. El mérito de esta obra es pre- sentar un panorama exhaustive y claro de las investiga- ciones en curso asi como de los métodos con plena validez hoy dfa. Anne Ancelin Schiitzenberger llega con singular éxito a hacer penetrar al lector, a través del escrito, en la vida de los diversos grupos cuya descripcién propone. Cier- to que practiea desde hace véinte afos en todo el mundo este trabajo y que ha podido de esta manera animar més de 3.000 grupos. He aqui un libro temible y temido. La presentacién del “rOle-playing” y del psleodrama, los ejemplos agradables y las explicaciones claras que le acompafian podrian hacer creer al lector no enterado que se trata de técnicas anodi- nas, facilmente utilizables por amateurs. Hay aqui un de- her de higiene mental elemental: recordar con firmeza, in- cluso solemnemente, que lo que constituye las posibilida- des del psicodrama, leva consigo también sus riesgos y sus limites. La necesidad de una formacién personal elinica en profundidad puede solamente evitar una perversiGn de esta técnica, transformando las promesas de expansién de que es portadora en peligro de una utilizacién “salvaje” que tan justamente denunciaba Freud a propésito de ta psico- terapia. He aqui en fin un libro de autor. He escrito que este 1i- bro no nos deja indiferentes. Qué decir entonces de la auto- ra, esta mujer impetuosa que cada afio da tres o cuatro ve- ces la vuelta al mundo, anima multiples grupos, ensefia, es- eribe, dirige investigaciones y se encuentra, por el movi- miento mismo de su dinamismo y la necesidad intima de 21 su funcionamiento personal, en la vanguardia de lo que se hace o se va a hacer. Nacida “con psiquiatria en la sangre” (uno de sus pa- rientes préximos fue asistente de Chareot, su suegro el doc- tor Pierre Schiitzenberger introdujo en Francia la psicote- rapia de nifios), oyente precoz y fiel de Ombredane y Du- mas, no podia més que tomar una parte activa en ia Re- istencia contra el ocupante. Joven periodista, parte a en- trevistar a Henri Pieron, titular de la edtedra de psicologia en la Soborna, convirtiéndose pronto en su alumna. Al en- contrar a Moreno por casualidad en los Estados Unidos se ampara a su sombra inmediatamente. Introduce en Francia en 1952 el Training Group y el psicodrama para adultos. De este modo, es a la vez natural en su hiperactividad, gran ‘viajera intercontinental y amiga secreta del personaje de Bécassine, Agradezcamosle haber sabide encontrar tiempo ‘para escribir este libro que lleva tantas cosas suyas, y que cada uno de sus lectores se tome el tiempo de reflexionar sobre ellas. Hewrr SzronwaN ana Capitulo 1 Malestar en la civilizacion y psicoterapia 1. LA NECESIDAD DE AYUDA Bl cambio actual y rapido del mundo, de las normas, de los roles, del modo de vida, plantea numerosos problemas “choc del futuro”, angustia, trastornos psicosomiticos, des- viaciones, drogas, aleoholismo, suicidios, accidentes.... En caso de crisis (comienzo de depresién, choc cultural, despla- zamiento cambio de pafs, luto, divorcio, ruptura de relacio- nes esponsales, cambio de lugar, cambio de posicién o de si- tuacién familiar, social, profesional; incendio, temblor de tierra, accidente de coche...) hay un choque ¥ por tanto, angustla, trastorno, riesgo de descompensacién, regresi6n. ‘Una ayuda, por breve que sea, una conversacién, inclu- 80 por teléfono, aunque sea con una persona no especiali- zada (por ejemplo del Teléfono de la Esperanza) pueden ser de una gran ayuda y evitar depresién 0 suicidio, Muchas experiencias pueden dar testimonio de estos tipos de ayu- da, Tal es, por ejemplo, el caso de la guerra de Corea en que el mimero de depresiones nerviosas debida a los com- Dates (combat nervous break down) era elevado, as{ como el mtimero de enfermos enviados a retaguardia a los hospi- 23, tales generales o psiquidtricos, para ser evacuados en se- guida y gencralmente hospitalizados o internados durante largo tiempo. Il equipo médico del Walter Reed Army Ins- titute (Washington) preparé una técnica eficaz y répida: se dio una formacién acelerada a los sargentos que les per- mitia comprender lo suticiente la depresién nerviosa, la an- gustia ante la muerte, el peligro, la fatiga.a fin de que pu- dieran mantener una breve conversacién de apoyo a sus hombres. En caso de depresién ante el combate, el soldado tenia derecho a una media hora de coloquio con el sargento, ‘a un plato de sopas calientes, y Iuego, después de una noche con tranquilizante, calmante y somnffero, a una jornada de “pelar patatas”. Como consecuencia de este tratamiento, un 80 por 100 de los soldados pudieron reintegrarse a su unidad y la tesa de depresiones nerviosas descend de manera espectacular. Mste tipo de socorra de urgencia, de buen sentido y de cordialidad se ha utilizado des- pués en otros campos, constituyendo de esta manera la eco- nomia de la intervencién tanto del especialista en psiquia- trfa como del mismo diagnéstico nosogréfico. Por su parte Henri Ellenberger explica en un artfculo reciente (1960- 1970) de la E-volution psuchiatrique que la nosografia psiquii trica caracteriza mas la psicologia y el cardeter del psiquia- tra que la enfermedad del paciente. De todo ello resulta que el aumento de la neurosis, de 1a psicosis, el problema general de la fatiga de los “norma- Jes", de los enfermos asi como de los terapeutas, el consumo reciente de tranquilizantes y de somnfferos, la tasa de ac- cidentes de la carretera, son otros tantos sintomas de la an- gustia, Ello plantea los problemas que tiene pendientos la psicoterapia, los de la formacién de los terapeutas y de una manera general, los de la formacién personal—formacion para las relaciones humanas y sensibilizacién en la inter- accién—de tados aquellos que se ocupan de los demas. De una manera més concreta, cada ver se plantea con més agu- deza la necesidad de una psicoterapia personal no sélo de 24 I los psiquiatras 0 de los psicoterapeutas, sino de los médicos de medicina general, de los psicélogos, enfermeros, cinesi- terapeutas, psicopedagogos, consejeros en relaciones socia- les, reeducadores, animadores de colectividades, consejeros pedagégicos, comadronas, educadores especializados, asis- tentes sociales, ademés de los cuadros de la industria, de Jas administraciones, de la ensefianza, de la Iglesia, del ejér- cito... Un estudio reciente, no publicado, ponfa de manifies- to que en la industria, ciertos jefes de servicio tenfan un miiinero més elevado que el promedio de depresiones nervio- sas, accidentes de trabajo, tuberculosis, lceras de estéma- go... mientras que en los miembros de su personal todo dis- curria con normalidad. Un congreso de especialistas de la infancia inadaptada vot6 ya en 1962 una mocién que acon- sejaba una psicoterapia de grupo, o al menos una formacién personal y una sensibilizacién a la dinémica de grupos a todos los médicos, pstedlogos, educadores, cinesiterapeutas, incluso administradores que se ocupan de los nifios. No se plantea la utilizacién a esta escala del psicoandli- fis clisico, y esto por diversas razones: en primer lugar, el psicoandlisis clisico no se aplica en general més que a neurdticos adultos de cierto nivel intelectual, 1o que excluye a los psicéticos, los débiles, los nifios, aun cuando exista una forma de andlisis adaptado a la infancia. Por otra parte, es muy costoso, tanto en tiempo como en dinero. Finalmente, no habria ntinea suficientes especialistas serios y bien for- mados para hacer frente a todas las demandas. De todos mods, la eficacia del psicoanalisis, asf como de las diferen- tes formas de psicoterapia en relacién a la curacién espon- ‘nea, ha sido puesta en tela de juicio por Fysenck (Lon- Gres), al reunir los diferentes trabajos de validacién he- 05, y Sobre todo los hechos sin seriedad, en estos campos. Je 1a misma manera, los estudios de Max Hamilton y su mnipo (Leeds) han demostrado que, al cabo de tres o cua- fo afios, se encontraba la misma proporeién de curacién mejora (2/3), de estado estacionario o de recafda (1/3) en enfermos en lista de espera para psicoanalisis 0 psicote- jpia para realizar en el hospital, que en aquellos que ya ibfan iniciado tales terapias en este mismo hospital. Ello 25 no nos leva a dudar de Ja eficacia del psicoandlisis, sino a afirmar con Max Hamilton, que los factores esenciales del tratamiento de las esquizofrenias, como de todo tratamiento psicoterapéutico, son todavia desconocidos, Se puede afir- mar que la motivacién que leva a un individuo a pedir ayuda y a ponerse en situacién de una mayor lucidez per- sonal es el factor desencadenante del cambio y del deshielo de las estructuras, con un efecto casi mayor del que tiene lugar en situacién terapéutica. 2, DIVERSIDAD DE PSICOTERAPIAS Tntiéndasenos bien: habiendo optado por un psicoand- lisis freudiano ortodoxo de larga duracién para ser un mo- nitor, un psicodramatista, un profesor mds Iicido, no que- vemos plantear ni que es la viniea via, ni que sea indispen- sable, sino que siendo inaccesible a la mayoria, no puede ser Ia “solucién”, Ante la amplitud de los problemas, ol mimero de personas que hay que tratar o formar, se han de buscar oiras téenieas menos onerosas. En la préctiea, se han propuesto numerosas formas de terapias: por el condicionamiento eperante (Pavlov, Skin- ner, Eysenck), por el medio (terapia Instituctonal de Tos. dquelles, Community therapy de Maxwell Jones), por la toma de conciencia de la disonancia de los mensajes (Ges- talt de Fritz Perls), por la empatfa, la comprensién y 1a no directividad” (Gat! Rogers), por 10 real (Glasser ¥ la entity therapy), por el cuerpo ¥ por el grito CWillelm Reich, Alexonate Lowen, Andtsis bioenergdticn, Roy Hart, Arthur Janov), por el trabajo, por Ia hipnosis, por Ta re- presentécion ("roleplaying” y psicodrama de Moreno), ete Clasicamente, se pueden distinguir tres formas de psico- terapia: la psicoterapia sentada, acostada y de pic, a) La psicoterapia sentada Comprende la terapia clasica y de apoyo: todas las for- mas de conversacién psiquidtrica, clinica, psicosomatica, to- 26 das las terapias analiticas (Adler, Jung), no divectivas 0 centradas sobre el cliente (Carl Rogers), la Gestalt (Fritz Perls), la Reality therapy (Glasser); todas las formas de psi- coterapia humanista (Jourard, Harrari...); todas las formas de terapia existencial (Ludwig Binswanger, Rollo May, Eugene Minkovski...); todas las formas breves de psicote- rapia, el counseling... 6) La psicoterapia acostada Bs esencialmente el psicoandlisis freudiano clisico (Sig- mund Freud), neofreudiano (Horney...), existencial (May, Binswanger...), freudiano inglés (Mélanie Klein), incluso el suefio desvelado (R. Dessoille), 0 el training autégeno CW. Schultz). o) La psicoterapia de pie Bs esencialmente el psicodrama (J. L,, Moreno), con sus diversas variables de acci6n, sus 350 técnicas y sus tres orientaciones: clésica (Moreno), analitica francesa (Lebo- viei, Anzieu) y triddica (Ancelin Schiitzenherger). La terapia por el grito (Janov, Hart), la expresién cor- poral (Bioenergicista, Laura Sheleen...), el masaje, la dan- za 0 los “deportes de combate”, forman parte de las tera- pias de pie. La psicoterapia es 0 individuat (en coloquio singular mé- @ico-enfermo) 0 en grupo (terapia individual hecha en gru- po, el terapeuta se centra frente a cada uno), 0 de grupo (el terapeuta considera el grupo como un todo y se dirige en general al grupo—a veces también a los Individuos— group centered and self centered): el paciente podré ex- presar su agresividad frente a la autoridad, al terapeuta 0 al monitor (el Padre), al grupo (la Madre) y sentir, quizé por primera vez, la aceptacion de! grupo, el amor del grupo, la tolerancia, sintiéndose de este modo aceptado, amado, comprendido, integrado. 27 Con Slavson, se pueden ver cinco factores en toda psi- coterapia: — el transfert, — Ia catarsis, — la toma de conciencia, — la prueba de la realidad, — la sublimacién (de ciertas pulsiones). Wstos factores se vuelven a encontrar en la psicoterapia breve (a excepeién del primero, generalmente atenuado), con el fin de obtener una Iberacién de las cargas del pasado y una distensién con respecto a los traumatismos pasados, permitiéndole asumirse, 0 asumirse més, y tener conciencia de sf (por tanto ser o llegar a ser libre). Las diferentes formas de psicoterapia breve parecen te- ner varios principios fundamentales: © La motivacién, consciente o inconsciente, del pacien- te y su deseo de entrar en terapia con este terapeuta, y de “salir de ella” por una clara admisién de la necesidad te- rapéutica (y la aceptacién, en formacién o terapia didacti- ca, de considerarse como un paciente). © EI contacto real (tele), entre el terapeuta y el pacien- te, lo que hace de esta experiencia vivida un verdadero encuentro, con el minimo de interferencia, de transfert y de contra-transfert (negativo), con el maximo de “conscie te” y de “co-inconsciente”, entre ellos la célebre “neutral dad acogedora” del terapeuta coloreéndose de cierto calor (€l minimo de calor util, segdin Carl Rogers). © Una comprensién tan empética como sea posible de la vivencia del cliente por el terapeuta (0 consejero), acom- pafiada de una aceptacién ineondicional, dentro de un clima tolerante (“permisivo”) de no juicio. La técnica del “doble” en psicodrama, utilizada en conversacién individual 0 en grupo, por el terapeuta y de manera momenténea, le ayu- da a entrar en el mundo del Otro y verle desde el interior. Esta relacién que no es ni el Eros, ni el Agape, ni el 28 ‘amor (maternal, paternal, genital, erético), ni el afecto, Se- guin la llama el “Eros terapéutico.” © Una psicoterapia intemporal, que circula répidamente en el tiempo y el espacio, que utiliza el cuerpo, la accién, Ja relajaci6n, la representacién, la interaccién lo mismo que la palabra, lo no verbal, el fantasma y lo imaginario lo mismo que el lenguaje, lo real, lo actual. ‘® Hecha en un momento oportuno (“Kairds”) de la vida de-un individuo. Una intervencién rapida, ya, por ejemplo, por la utilizacién del “étomo social” (la descripeién por él “cliente” de su mundo personal real e imaginario) y del psicodrama de exploracién de situaciones familiares y pro- fesionales triviales, ya por el deseiframiento de los “juegos” | Bric Berne: Des jeux et des hommes, el andlisis .ecional), ya por el “juego de la oca de la psiquiatria” que permite evitar instalarse en el ciclo, con frecuencia neurstico de la terapia, de entrar répidamente en el cor: zon del problema y de hacer desaparecer el o los sintomas. ‘© Una psicoterapia breve, hecha tan pronto como sea posible, en el momento oportuno, ayuda, sostiene, comien- za a aliviar al enfermo y hacerle mds hicido con respecto a si mismo, sus relaciones con respecto a su cuerpo, a su vida, a su entorno. Este primer alivio permite al “cliente” reflexionar, es- perar y decidir después entre la posible terminacién de la terapia breve o la entrada en una terapia de duracién apropiada (analitica u otra), con sus rlesgos de regresién, resistencia, ambivalencia, duracién (con frecuencia de tres a diez afios). BI paciente se siente de esta manera responsable de si mismo, y la neurosis de transfert (una “neurosis sobre una neurosis”, segtin la c6lebre definicién de Freud), pu de reducirse al méximo, por la dismimucién de Ia depen- dencia y Ja breve duracién de la intervencion. Entiéndase bien, estas psicoterapias breves no son efi- caces mas que en los momentos de crisis o de lucidez, de problemas agudos o importantes que se han de resolver, si se hacen en un momento oportuno con, ademés, un ané- 29 Diferentes corrientes de psicoterapia existencial se han puesto de moda en el mundo (Ludwig Binswanger, Rollo May, Bugéne Minkowski, Henri Ellenberger, José Lopez Ihor...), feagrupados en torno a las revistas de psicoterapia existencial publicadas en Estados Unidos. Utilizando las obras de los grandes fildsofos (Soren Kiergegaard, Martin Heldegger, Gabriel Marcel, Jean-Paul Sartre, Paul Tillich, Martin Buber), lo mismo que mitos, se inspiran en el exis- tencialismo, en el psicoandlisis neofreudiano (Henri Stack Sullivan, Rollo May), en las corrientes culturalistas psico- analiticas (Karen Horney), dentro de la linea de la Huma- nistic Psychology (Jourard, Harrari), para comprender al hombre y su cualidad de estar, su estar aqué: estar aqut quie- re decir estar realmente aqui (Desein), aqui y ahora, en un presente vivo (Boutang), en un momento y un lugar (locus Jnaseendi et status nascendi de Moreno) en que nace una palabra viva que tlene sentido para aquel que se expresa y aquel que la escucha con todo su ser, en un “aqui estoy (ecce homo, “su cualidad de estar”) ‘En la “terapia por lo real” (Reality therapy) de William Glasser, por ejemplo, un grupo de enfermos se refine con sin terapeuta (como, por ejemplo, en los grupos de aleohéli- cos anénimos u otros habituados a diversas drogas, o de antiguos delineuentes). En esta psicoterapia de grupo, cada persona llega “para cambiar”. Bs la “regla det juego”. Cada uno expliea Io que desea cambiar en su vida, a veces, por qué y cémo; toma decisiones que le enfrenten con sus con- tradicciones: de manera directa y a veces brutal, se le bom- pardea de preguntas y de observaciones. En la sesién si- guiente, el grupo pregunta al individuo en cuestién lo que hha hecho en realidad para cambiar su vida (por ejemplo, dejar de beber, fumar, de drogarse, romper una relaciGn, busear trabajo, alojamiento...), Si no ha hecho nada, el grt- po le “propone” que deje de venir, o le ayuda a tomar con- Ciencia de sus motivaciones reales, de sus dificultades y con frecuencia a bajar su nivel de aspiracién. Tauego, a cada uno corresponde mostrar‘ si es que quiere continuar forman- Go parte del grupo) que efectivamente ha intentado cam- iar y en qué medida ha cambiado efectivamente su vida 32 "en la realidad. Hl grupo se ocupa alternativamente de cada uno de sus miembros. Desde 1966, este método se ha des- arrollado mucho en Estados Unidos. Se ha vuelto a intro- Gucir en Europa y en Francia a la vez por Jacques Durand- Dassier y por diversos anglo-americanos. Se basa en la im- portancia de estar aguf, de aguantar todas las cosas en con- junto, lo que ayuda a vencer Ja angustia (y los riesgos de Gescompensacién neurstica o psicética) Esta forma de actuar esta proxima a los grupos de en- euentro (encounter groups), desarrollados sobre todo en Ca- lifornia, poco después. Se acerca también a la psicoterapia ssin psicoterapeutas de grupos de personas que anteriormen- te se drogaban que cuidan de los drogados (como los cen- tros Dayton). Sea en Ja forma directa de psicoterapia de gruy a Bs tories ta de una “Tormacen poe cl wpe’ Cr-croup] el problema general de nuestro mundo actual, en profundo cambio estructural, no se puede resolver més que llegando a hacer una psicoterapia breve y eficaz, bajo una forma u otra, y al servicio de un gran mimero de individuos, de to- dos los medios socioculturales y que responda a situaciones variades. Hay, como acabamos de recordar répidamente, numero- s0s métodos, numerosas técnicas; entre ellas el psicodrama y la modalidad de “rdle-playing”, con un objetivo més pe- dagégico que terapéutico. Esta nos parece que correspon- de particularmente bien a tales exigencias de una amplia toma de conciencia terapéutica, econmica y efican. 4. QUE SON BL PSICODRAMA Y BL “ROLE-PLAYING”? La sociometria? en el sentido amplio de este término una rama de las Ciencias Humanas que tiene por objeto estudio de las relaciones entre individuos: simpatia, hos- lidad, indiferencia, respeto, desprecio, tolerancia, comu- icaciones, decisiones y predecisiones, resistencia al cam- }, posicién sociométriea, roles desempefiados, relaciones tre Mayorfa y minorfa, presién del grupo hacia la unifor- idad, relaciones entre diversas formas de autoridad, es- los de mando, clima de grupo y salud mental y fisiea, y exploracién por el juego dramatico y el psicodrama, Entre los métodos que permiten un acereamiento a es- problemas, el psicodrama ocupa un Iugar privilegiado, sce unos quince afios a esta parte, los métodos psicodra- * Moreno utiliza con frecuencia el términa general de_psico- ima para abarear, la representacion de los meétodos de aceldn ietions methods). “role-playing”, sociodrama, psicodrama, ¥ el de sociometria en sentido amplio’ Para hablar de estos meétodos: méticos, lo mismo que los métodos de “formacién por el gru- po” se han extendido ampliamente, tanto en psicoterapia como para Ia formacién de personas que se ocupan de los demés: médicos, profesores, educadores, psicdlogos, erimi- nélogos, formadores de los cuadros de la industria, enferme- ros, asistentes sociales, cinesiterapeutas, secretarios médi- cos 0 incluso sacerdotes, etndlogos, administradores, inves- tigadores, comediantes, ete. Fl “role-playing” comienza a utilizarse ampliamente para el aprendizaje de téenicas y de desireza # ‘Al poner en accién la psiqué, el psicodrama permite, ien una terapia por el deshielo y la liberacién de los sen- timientos reprimidos 0 inhibidos (la catarsis, seguida de la toma de conciencia y de re-entrenamiento en la interaccién ¥ en los roles sociales), bien una pedagogia de las relacio- hes interpersonales por un entrenamiento de la espontanei- dad, en una mejor percepcién de los demés y de la rela- cién con el Otro. ‘Asi comprendido, completa la formacién de la comuni- eacién verbal y no verbal y, por tanto, permite una mejor integracién del individuo en los grupos a los que pertenece © que dirige. Como método de grupo que es, sensibiliza al individuo a las dificultades y a los imponderables de 1a di namica de la interaccién e instruye sobre la importancia del subconsciente, de lo implicito y de los sentimientos no expresados, Psicodrama procede de psiqué (alma) y de drama (ac- cin). Se trata de vivir en grupo una situacién pasada, pre- sente o incluso futura, no conténdola (como en psicotera- pia, 0 en psicoanslisis), sino en una accién improvisada, en una especie de Commedia deil’Arte (pero una representa- cidn sin escenario establecido) aplicdndose a una situacién vivida: el héroe (o protagonista principal) expresa sus sen- timientos y pone en escena la situacién, con la ayuda de todos los personajes necesarios a la accién y que le daran Ja réplica. + Bjemplos: véase cap. 5. 36 Estos “ego-auxiliares” (terapeutas asistentes) Head esponténeamente basdndose un poco sobre 10 $ 0 los sentimientos que provoca el protagonisimo , 0 siguiendo las indicaciones dadas por el “psicod fa” 0 psicodramaturgo, Las escenas pasadas son perfecci6n, a veces son representadas sus diver ites, ya como preparacién a una situaci6n dificil, conclusion distinta y menos traumatizante lividuo que puede recibir de esta manera una era intensa (esta catarsis puede comprometerle ino de Ia curaci6n, sobre todo si va seguido de 1 ja o de una reedueacidn de roles). Puede prepara a afrontar una dificultad oa aprender a desemp HI paicodrama es también una formacién persortil muda a cada individuo a desarrollar su potencial hy convertirse en un adulto responsable que ha consogl madurez afectiva (growth, segin la expresién de jogers) y a desbloquear su espontaneidad creadord ( 0). El “réle-playing” forma parte de los métodos activol pedagogia (actions methods, Moreno) permitiendo ld ecién de una ensefianza viva: mientras traducir un mr palabras 0 datos aburridos y pasivos, desel etchs” inventéndolos—para integrar los mismos p (0s y las mismas palabras, términos o datos, en iin, historia—permite integrarlos de manera activi ‘zavlos para siempre y “resaltarlos”. Se puede a lengua extranjera, cuando es utilizable, cuandd jenzado a servir de ella, por placer y por juego, lo nos es necesario en la accién en “réle-playing” truinge deleiténdose e interesindose activamente en lo que se hace cambia no solamente las relaciones del alumno con la materia que ha de aprender sino también las relaciones de los alumnos entre si y con el ensefiante, motivandolos a trabajar, Si bien es ampliamente utilizado en pedagogia y en for- ‘macién de las relaciones humanas, el psicodrama es esen- Cialmente un instrumento terapéutico, y el “role-playing”, un método pedagégico. B] paicodrama es una psicoterapia de grupo. La psico- terapia de grupo y en grupo permite resolver ciertos pro- plemas que de otra manera serian insolubles, abordar por medio del psicodrama las psicosis (en hospital) asi como las neurosis (en hospital o en régimen abierto) y tratar en gru- os relativamente numerosos (de 8 a 50) a pacientes que fin esto escaparian a todo tratamiento psicolgico. Ademis, al oir a otras personas evoear su caso y sus dificultades, los enfermos salen de su aislamiento y se sienten menos alie- nados por sus problemas y comprendides por el grupo. Fi- nalmente, el psicodrama aflade una terapia de roles y una implicacion corporal importante, sobre todo para los esqui- zofrénicos, El “réle-playing” permite también dar una apertura paraterapéuticas al personal paramédico de los hospitales. ‘asegura Ta colaboracién de los enfermeros en la terapia y no permite que se eche a perder en Jas salas Ia accién de qos psicoterapeutas (como se puede ver todavia en nume- ross hospitales tradicionales), antes al contrario conti- nuarla. ‘Afadamos que el psicodrama (el psicodrama triddico en particular, centrado sobre el grupo) hace tomar concien- cia de la relacién asistente-asistide y de su importancia sobre la evolucién de toda terapia. Por esta misma razén, Varios peicoanalistas-psicodramatistas Jo han integrado en Jos grupos llamados Balint, en que se analiza las relacio- nes reales del médico general, del psiquiatra, del terapeuta, del trabajador social con el cliente (transfert y contra-trans- fert) e interpreta la verdadera demanda y Ia verdadera re- Jaci Recordemos, a fin de no extrafiarnos de ver jugar los sentimientos reales, que La Fontaine escribia: “Esta am- plia comedia de cien diversos actos y cuyo escenario es el universo” (Le bitcheron et Mercuré) y Shakespeare: “EL mundo entero es un teatro, y todos, hombres y mujeres, no son sino los actores. Cada uno representa en él sucesivamen- te los diferentes papeles de un drama en siete etapas” (Como qustéis, escena X, Jacobo.) Con frecuencia nosotros somos para los demas lo que ellos quieren que seamos (“como ti me quieres”, dice Pi- randello). Dispuesto a estar sin descanso “en situacién” y en “rol”, con tal de saber e6mo desempefiamos nuestros ro- les y los perfeccionamos después de habernos contemplado en el “espejo social del grupo” y haber desarrollado nues- tra espontaneidad, “La espontaneidad es la mejor adapta- cidn a una realidad que se aprende a percibir mas comple- famente”, dice Moreno, Esta definicién encubre de hecho la de la inteligencia y de la adaptacién, El psicodrama es un cambio verbal y de aceién, al curso del cual uno o varios individuos comprenden eémo y por qué obran en una situacién dada, real o imaginaria, presen- te, pasada o futura, por medio de un juego esponténeo, una especie de Commedia dell’Arte, sobre un plan delimitado: el “role-playing” 0 psicodrama. Se representa su vida en psicodrama—‘role-playing” tan facilmente como se vive la vida cotidiana, El psicodrama es individual o de grupo. 1s una “reali- zacion total de la psique” (alma) por la accién (drama) se- gin un método de terapia y de pedagogia activa, puesta a punto por el doctor J. L. Moreno entre 1908 y 1935. Segiin Moreno, es un método que da por la accién su autenticidad al ser, ¥ que procura una catarsis (de accidn). _En el psicodrama, la expresién de lo vivido por ta ac cién (Ia representacién de las situaciones interpersonales) ‘completa la catarsis, la abreacci6n y la toma de conciencia obtenida por la expresién verbal. Se implica recordéndose, poniéndose en situacién, “haciendo como si”, y reavivando en esta ocasién el “pasado en el presente”, el presente o el futuro, lo real 0 lo imaginario. 39 QV ee 2. PERSONA Y OBRA DE J. 1. MORENO (20 DE MAYO DE 189014 DE MAYO DB 1974)3 FI psicodrama fue “inventado” por J. L. Moreno (mé- dico psiquiatra y socidlogo) en Viena (Austria) después de la primera guerra mundial (hacia 1922}—al mismo tiempo que la sociometria—y desarrollado por él mismo en los Es- tados Unidos entre 1925 y 1939 en Nueva York y Beacon. Florence Moreno, Zerka Toeman Moreno, Hannah Weiner, ‘Antony Brunse, James Enneis, Martin Haskell, Lew Ya- Dlonski, Rosemary Lippitt contribuyeron a su desarrollo americano después de la segunda guerra mundial (1945- 1955) Més tarde Jim Sacks, Doris Twitchell-Allan, Robert Siroka, Dean Elefthery, Mireille Monod, Serge Lebovici, An- ne Ancelin Schiitzenberger han contribuido a su desarrollo francés y europeo desde 1950-1955. Y a partir de esta fecha, muchos otros Por una feliz casualidad (“serendipity”), al compren- der los conflictos y contradicciones de una comediante de st “teatro de la improvisacién"—Bérbara, ingenua en escena, arpia en la calle—y queriendo ayudarla indirecta- mente a resolver su vida conyugal, haciéndola desempefar gracias a una intuicién genial el papel de prostituta ébria y violenta—papel a la vez préximo y lejano a sus “roles” de Ia vida cotidiana—Moreno Mega a tomar conciencia del valor liberador, purgativo, eatartico, de la representacién dramética para el actor mismo y no s6lo para el espectador. ‘Al representar 1a angustia, la célera, la violencia, el crimen, ‘el teatro libera al actor. Libera también al espectador * Bl psicodrama, técnica terapéutica, nacié por causalidad de la representacién teatral libre. Moreno, carismatico pero Tacido, llega a escribir a este respecto, en cl prélogo de Who ‘Shall Survive?... “Aqui est un hombre con todos los signos 7 Ta fecha de nacimiento de J..L. Moreno ha sido reconstrulda por su familia vst viuda, fijéndola en el 20 de mayo de 1830, Rerougs de sul muerte en Beacon, en su propiedad del norte del Estado de Nueva York. “ ge puede pedir al Instituto Moreno el folleto que contiene 1a sista “al'dia” de los “directores de psicodrama”. # como lo hacia notar ya Aristoteles: es una terapla por contragolpe. 40 de la paranoia y de la megalomania, del exhibicionisma y de la inadaptacién social. Un hombre que, sin embargo, pue- de ser fuertemente controlado y normal, ¢ incluso més ma- nifiestamente capaz de creacién eateriorizando completa- mente sus sintomas que esforzdndose por contenerlos y re- solverlos...” Después de la muerte de Freud, Kurt Lewin y Jung, Moreno vivié mas de ochenta afios®, como uno de e808 ra- ros maestros cuya contribueién ha cambiado el campo de las ciencias humanas. Los términos y coneeptos que designan ‘su aportacién son de uso corriente en psicoterapia y en for- macién “rdle-playing” (representaciéhde papeles), socio- metria, psicodrama, sociodrama, psicoterapia de grupo, acting out (escenificacién), espontaneidad creadora, posicién sociométrica, test de percepcién socimétrica, tele (comuni- cacién y empatia)... Algunas de sus aportaciones se encuen- tran incluso en el teatro creativo, el cine-verdad, los gru- pos de encuentro... En la Viena de antes de ta guerra de 1914, la de los co- mienzos del psicoanilisis, de los estudios e innovaciones tea- trales, de los precursores del surrealismo, de las crisis po- Iiticas, filos6ticas y psicoldgicas, Moreno esta interesado en la creatividad, el teatro, asi como en la readaptacién de Jos individuos marginados. Sufre la influencia de Bergson {espontaneidad e impulso vital), de J. J. Rousseau, Pesta- ozzi, Froebel y de la escuela activa en educacidn, como la de Marx, Nietzsche, Kierkegaard.., antes de crear su pro- pio método y de consagrarse a la psicoterapia de grupo, a Ja pedagogia, a la formacién, y a aportar su contribucién ‘a la solucién de los problemas de nuestro mundo en rapida transformaciér En sociologfa, desarrolla Ios trabajos de los precursores franceses Fouillée, Tarde, Le Bon, Durekheim (quien afir- “maba que el grupo, como la institucién y la cultura, tiene © Bsorlto antes de su muerte (1974), 4 una existencia propia, diferente de los individuos que for- man parte de él). ‘Descendiente de una familia de origen judio espafiol, en transito por Turquia, J. L, Moreno naceria el 20 de mayo de 1890, en el Mar Negro, en un barco con direccién a Bu- earest, Se educé en Viena. Siendo adolescente, juega_con los nifios de los jardines Augarten y les hace jugar. Hard alli sus estudios de medicina. 42 Sefialemos algunas de las etapas que jalonan su vida: 1912; se encventra muy brevemente con Freud, des pués de tn curso de éste sobre los suefios telepiticos {es un encuentro frustrado). 19I5INIT: se ocupa de un campo de refugiadns tirale: ses en Mittendorf y estudia las relaciones de grupo (de minories y de personas desplazadae. 1917: doctor en medicina (psiquiatria), disefpulo de otto Petal 1918-1919: redactor de la revista Daimon en In que co- laboran Kafka, Martin Buber, Francis Tames, to2l; ereaelén del teatro’ de improvisacién (1 de abril, primera sesién), Viena, Austria, sin decorados, con participacién de los espectadores, en una especie de tea tro abierto (Das Stegreiftheater), casi en la misma época ue las investigaciones de Gropius, Abre un “periédico vivo” (Living Newspayer), en que se representan las notlolas del dia, 1923: en el transcurso de una de estas sesiones, vol viendo a interpretar un hecho diverso, la foven Barbara se encuentra transformada por la accién catértica del papel que representa (una prostituta asesinada) y sus relaclones conyugales mojoradas. Ser el punto de’ parti: da del teatro terapéutico, por la representacién de los problemas personales y que se convertina en el psico- drama. 1925: Moreno se instala en los stados Unidos, Nueva York, después en Beacon, orllla del Hudson, cerca de Ia propiedad de Roosevelt, con quien se encontrard. 19281931: teatro de grupo improvisado por Moreno en Nueva York, Carnegie Hall, 1981: Moreno forja el concepto de psicoferapia de gru- po, que utiliza en el congreso de la asociacion america. na de psiquiatrfa, Filadelfia, mayo de 1952, 3023; estudio de la comunidad de chicas delincuentes de Hudson, comlenzo de 1a sociometria cientifica y de la representacién grafica de las interrelaciones 0 socio- ‘gramas (estudio hecho con Helen Jennings, que sera puc bieado en Who Shalt. Survive? 1034: Who Shall Survive? y teorias de los roles (la 29 ediclon de este libro, on 1933, sera traducida al fran- és en 1951, en lag Prosses Universitaires de France, con fl titulo: Le fondements de la sociométrie, y wraducida fal alemp)*, Aborda la mejora del trabajo por el acondi- cionamiento del clima y la posibilidad de elegir sus com- paileras de oficio, Slavson en 1931, Korayblskl (Sciences amd Sanity, la “seméntica general”) en 1985, después Perls, se encuentran con Moreno. 1938: estudio sobre los climas de grupo y condiciones de trabajo en un ambiente autoritario o democrético, pu- blieada cn Sociometric Review (febrero de 1996): “Ad- vanees of Sociometric techniques.” Su actitud es més cliniea y menos formalmente clentifico-experimental que Ja de Lewin Lippitt y Whyte. Moreno cita a Slavson y Lewin entre los que labrian sido, cismaticos. 1938: primer teatro terapéutico (ofsecido por Mrs. Fran- chot ‘Tone}, eénstruido en Beacon, clinica psiquidtrica de Moreno e instituto de Formacién. Cierto numero de ac- tores se hacen tratar por Moreno o le plden un comple mento de formacién. 1987-1938: Moreno comienza a enseflar en la Universi dad de Columbia (Nueva York), después en la Universi dad de Nueva York (N. ¥. U) y establece la “versién Glisica del psicodrama”: psteodrama in locus nascendi o in situ, centrado sobre el grupo, 0 psicodrama centrado en un individuo o en un problema, ‘104: teatro terapcutica en el hospital general de St. Blk sabeth (Washington, D. C) con Anthony Brunse y lue- go James Enneis (disefpulos de Moreno). 1042: Moreno Institute en Nueva York, seguido de un desarrollo mundial de sus métodos. Tiene una hija (Re gina) de Florence Moreno. 4049 (18 de diclembre): Moreno se casa con Zerka Toe- men, de la que tendrd un hijo, Jonathan. 19461950; “algunos franceses s° interesan por el psico- drama y la soclometrfa, visitan el Instituto Moreno o hhacen trabajos en Franela: Georges Gurviteh, Mireille Monod, MarcelPaul Schiitzenberger, René Zazzo, Paul H, Maueorps, Anne Ancelin Schiitzenberger. * Treducido a) castellano con al titulo do Pundamentos de ta ymetria, Pald6s, B. Aires, 1* edic,, 1966, Pl, dtimo capttula: jerspectivas del futura: {Quién sobreviviré?” recoje el titulo iginal inglés. (N. del 7.) 43 1953: comienzo el psicodrama para adultos en Francia, conferencias y demostraciones de psicodrama por france. ses en Suiza, Bélgica, Holanda, ete, por Anne Ancelin Schiitzenberger, y del “roleplaying” en formacion, en la Industria y en loa ensefiantes (julio de 1955, “roleplaying” utilizado en el Congreso de Utrecht de la New Education Fellowhip con Margaret Mead, Juliette Favez, M. Wall, Lily Herbert, Anne Ancelin Schiitzenberger...) 19¢4: primer congreso internacional de psicodrama en Paris organized por J. L. y Zerka Moreno y Anne An- celin Schiitzenberger, que reine més de 1,000. partici pantes de 87 pafses, en Ia Facultad de Medicina. 1969: Moreno reeibe en Viena una medalla de oro por su contribucion a Ia clencia méaica en presencia de sit mujer Zerka, del profesor Ramén Sarré y de Anne Ancolin Schiltzenberger. Se coloca una placa en Ia casa donde habitaba y donde ojercié por primera vez, cerea de Viena, en Bad Véslou, Maital 4 1972; Moreno celebra en Beacon sus ochenta afios, con Zerka, Jonnathan, rodeado de sus discipulos y amigos psleodramatistas. : 1974; después de una crisis card{aca sobrevenida el 4 de marzo de 1974, Moreno opta porque la naturaleza obre por si misma, rehusando los culdados médicos (él mis mo es médica, y esta Iicldo}, dejando esta vida en paz consigo mismo y con los demas. Termina dictando sit autoblografia, haciendo venir y conversando con sus prin. cipales disefpulos: Gretel Leutz (de Alemania-Suiza), ‘Anne Ancelin Schiitzenberger (de Francia), Lew Yablons ky, Hannah Weiner, James Enneis, Dean Bleftherey, con su mijer Zerka, su hijo Jonathan, estudiante, sus ‘cola boradores, lee poesia, y su vida se extingue el 14 de mayo de 1974, en medio de los suyos, en su casa de Beacon (Nueva York) Los congresos internacionales de psicodrama se suce- den en Europa, en América Latina, en Jap6n, etc. Se erean diversas escuelas y asociaelones para difundir el psicodrama La representacién dramética, el atomo social, el “clima democratico”, el acento puesto en el “encuentro existencial” y el “aqui y el ahora”, Ia espontaneidad creadora, la puesta en evidencia de los “Ifderes”, de los aislados, de los rechaza- dos, de los “olvidados” de un grupo de nifios o de adultos, 44 Jas consecuencias del aislamiento sociométrico y de la si- tuacién de “proletario afectivo” sobre la enfermedad, el ac- cidente, el retraso, las perturbaciones psicosomaticas y la “muerte misma gon fruto de las ideas de Moreno. La influen- tia de la relacién auténtica y “no directiva” entre el médico y el enfermo, el educador y el nifio, la noelén de “rol”, de Nescenificacién” (acting out) y de accion terapéutica, la interaccién entre participantes de un grupo, el abanico de roles representados por cada uno, la expansividad afectiva, Jos niveles “formales” y “subyacentes” de toda relacién, la terapia por el rol y la accién... no son mas que algunas de Jas contribuciones de Moreno a las Ciencias Humanas y a Ja formacién por el grupo (training group), a los métodos Yamados “democraticos”, “no directivos”, a la terapia y a Ja pedagogia centrada sobre el “cliente” y el grupo. ‘Algunos términos se hacen incluso de uso tan corriente, que ya nadie se atreve a preguntar o a preguntarse, por el sentido que encubren. Podrfamos facilmente sostener que él psicodrama, la obra de Moreno y su concepelén de la psicoterapia, de la “espontaneidad creadora” y de Ja “edu- cacién participante” son bastante poco conocidos en Euro- pa e incluso en América, aun cuando la representacién dra~ matica se utilice ampliamente y esté de “moda” por todas partes, desde la televisidn a las revistas semanales feme- ninas, pasando por los diarios y las revista técnicas. Algu- nos autores y conferenciantes tratan incluso del psicodra- ma sin pronunciar siquiera sus fuentes. Cierto que las no’ ciones de la representacién dramética, de liberacién de la ‘espontaneidad, del encuentro existencial estan de moda, pero jesta misma moda no es causa de confusion? La fi- losofia psicodramdtica y las consecuencias de una concep- cién moreniana de la relacién educativa, jno superan la representacién dramatica, el “espontanefsmo” y el “gru- pismo” (digase el “grupito”), la sociometria con la que a veces se la identifica? ‘La desconfianza, por no decir la ambivalencia, o incluso Ja hostilidad de que hacen gala muchos practicantes frente fal pensamiento de J. L.. Moreno, ino provienen con fre- cuencia de reacciones lenas de apriorismos frente a una 45 obra demasiado abundante y demasiado rica, pujante de vida y a veces de contradicciones, en su mayor parte im- posible de encontrar en Francia y en Europa hasta una fe- cha muy reciente y con una presentacién (francesa u otra) a veces simplificada y lena de errores y de omisiones? Pocos de los que se sitven de Moreno lo misino que sus detractores tienen acceso a las obras fundamentales que ja- lonan la evolucién de su pensamiento y de sus estudios des- de 1918, y especialmente: Invitation to a Meeting (1914), Theatre of Spontaneity (1923), First book of group psycho- therapy (1923), Who Shall Survive? (1934), Psychodrama (vol. 1, 1946, vol. 2, 1952, vol. 3, 1969), Psychodrama and sociodrama in education (1949), The Sociometry Reader (1960), Hasta estos tiltimos tiempos, sélo algunos raros articu- los, generalmente traducidos con demasiada precipitacién para poder dar de manera adecuada el pensamiento del autor, 0 poderse leer con agrado, y la mitad de Who Shall Survive? (1953), habian sido traducidos en francés (en Les fondements de la sociométrie). Después, algunos articulos fundamentales de Moreno, de 1923 a 1960, y protocolos de sesiones, reagrupados en Psychotérapie de groupe et psy- codrame*, une introduction théorique et clinique @ la socioanalyse, intentan lenar esta laguna. Esta ausencia, du- ante largo tiempo, de textos claros y accesibles en francés, explica la situacién en Francia y se afiade al desconoci- miento bastante general del “morenismo” que acompafia bastante paraddjicamente la difusidn de las téenicas y de los téminos sociométricos y psicodraméticos en direccio- nes con frecuencia heterogéneos, yendo del psicoandlisis, infantil a las relaciones humanas en la industria, pasando por la ensefianza de las lenguas, la prevencién de acciden- tes, la formacién de vendedores y representantes, de acto- res, la readaptacién de criminales, la psicoterapia de los aleohdlicos, de los tartamudos, abiilicos, de los disminuidos fisicos y psiquicos, neuréticos, psieéticos o los perfecciona- * Psicoterapia de grupo y psicodrama, introduccién a ta teorta y la prazis, Fondo de Cultura Beonémics, México, 1966, (N. det 7.) 46 ‘tontes médicos. La situacién es semejante en Alemania donde los tex- de Moreno acaban de ser introducidos, Es paraddjica América e Inglaterra donde la difusién de las téenicas del “réle-playing”, de los grupos de encuentro y de otras jovaciones del psicodrama, va unida a una ignorancia rica, quiz debida a que siendo Moreno su propio editor Beacon House), no siempre se ha difundido bien, incluso in los Estados Unidos, y quiza también por un conjunto de zones complejas La obra de Moreno es a veces dificil de comprender, vando el conceimiento personal del hombre, en cuanto te- ypeuta, de su clinica de Beacon (Hstado de Nueva York) de su equipo, de los “directores de psicodrama” no suple Jas precipitaciones de escritura de textos numerosos, dis- ersos, voluminosos y a los inconvenientes e insuficiencias de demostraciones puiblicas. Algunos universitarios han quedado ofuseados por el pritio de taumaturgo y de medicine-man, de hombre de ac- ¢ién, incluso de comediante, habituado a la escena y al ptl- Plico. Los psicoanalistas se han vuelto agresivos por la posicién formal que hace entre psicoandlisis, socio-andlisis 'y psicodrama (sin reconocer siempre la vinculacién actual ¥ lo que le deben) y por su frecuente insistencia en el hecho de que ha estado (0 se piensa que ha estado) en el origen de la psicoterapia de grupo y de los grupos de encuentro, ‘de la dinamica de grupos. ‘A los cartesianos no les gusta su escritura poética yun tanta descuidada, sus repeticiones y sus comienzos, que pue-* den parecer como contradicciones. Les molesta sus recla- ‘maciones de paternidad de ideas y de referencias, a veces insuficientemente explicitas, a Platén, Aristételes, Shake- are, la Commedia del!'Arte, el teatro del siglo de oro, el arxismo, el cristianismo, Rousseau, Bergson, Kierkegaard los existencialistas. ‘Hsia difieultad, debida ante todo a eseritos pletéricos y ispersos, dificultaba a curiosos y practicantes para cono- cer la amplitud y la originalidad total de la obra de Moreno, aq rica de contradicciones y de ensefianza, asi como de todos Esta aposieién se justificaba por clertos ataques ¢ incom. Jos aspectos positivos de esta fuente pletérica de ideas que prensiones de Morena frente a Freud y el psicoandlisis, asi ha impregnado nuestro pensamiento,actual, de tal suerte como por la ignorancia del psicodrama por la mayoria de aa eene cabemos hasta qué punto fe somos tributarios y Jos psicoanalistas. Pero un gran mimero de americanos y bate la mayoria de los psicodramatistas franceses fueron psieo- , analizados tanto en diversas asociaciones de psicodrama En froneés, lag excslentes obras pequefias de Didier. analitico como en tas del psicodrama llamado “moreniano” Ansicu (1058) y de Daniel Widlécher (1962) sqpte el pst © “triddico” (es decir, el psicodrama en el seno de la psi- codrame anaifico en el niflo, nos dan una Versién Dar. coterapia de grupo). Hl término psicodramético de “paso al Sie a eee ee fcio” (Giferente de “paso & la acdn") sha converigo Te"Bsta ‘orlentacion les da, sf bien a tn titulo Inferior (bajo una forma modificada) en una concepeidn psicoanali- 2 los artioulos de Sergio Leboviel, una “aistanciactin” y “tica®, como el inconsciente y el transfert, conceptos familia- fina mirada eritiea, incluso hostil, hasta un desprecto de eed ese variate ion peaereet in ante etre ise Ja obra de Moreno, y sobre todo de su praxis clinica real. ¢luso no analizados. Beta ectitud ha podido impedir que ciertos practicantes geo oy : conezean la divetsidad de variables téonicas (250), erex- Sino minimizamos las dificultades y 1os peligros del psi- Ges por Moreno, variables que a menudo recomponen coanalisis, nos parece que es casi Ja tinica forma de psieo- Sin darse ellos ctienta. terapia que, por su antigiledad, tiene el respaldo suficiente “in 1988, tres, Vainectores: dal peieoatamat de. Xe Broce '¥ da una formacién seria. Por ello nos parece ttil notar al- ap Achy) [astedoa Gaiden ieee ae a “unos puntos que permitan situar ol uno en relacién al otro, husles de. psicodrama: Anne Ancelin Schitzenberger psicodrama y psicoanélisi {en francés), Raymond Corsini (en inglés) Jaime Rojas: En clerta manera, lo esencial para nosotros, en un ana- Bermiidez (en espana). Los tres reflejaban, por otra parte, ee feel cine rt ates enterprise eae Gpticas diferentes, Después apareclé tuna cuarta obra, de “hismos de funcionamiento habituales. Se puede llegar a ello Pierre Weil (en portugués). En 1970, nosotros reeditamos a au nto hat 2 AE CIC dar res peer eee nto a través de un psicoandlisis como de una psicoterapia tiene la descripcién de las prinefpales técnicas, ¥ en 1974, Ge larga duracién, 0 de una formacién por un grupo de Ja obra de Greil Leutz precisaba (en alemén) el pen- eyolucién personal de larga duracién, 0 “grupo-andlisis”; samlento de Moreno bs “Jo que no impice que ciertas personas no sean analizables seecientementes cote 7: Oe a a ¥ que se aferren a andlisis interminables, y que otros inte- pale eonty el oecaeeme a irumpan demasiado pronto un andlisis individual 0 de gru- (el psicodrama es para nosotros una psicoterapia de f grupo en profundidad, cuando se trata de psicadrama se- 3. PSIGODRAMA Y PSICOANALISIS Bae ee ee ae Con frecuencia se ha opuesto ee 4 Fy a ee f Bn pslooandiiss oe dletingue le tanagrestn por um paso al mi “socioandlisis” 0 andlisis de la interaccién. feta brusco en el grupo 0 fuera del grupo (acting in in y acting a Moreno y al Out) que es hacer en lugar de decir, en relacion con el trans rf de na “pacata en cco Bslcodrarhiea™. oe pisendramatic * Introduecis at psicodrama on sus aspectos téenicos. Bale iS americanas no psicoanalizadas utilizan a veces las mismas pa anf" gl nares om ee exc pismevians nnn ian vs a * Gf. bibliografia, (Se puede pedir al doctor Pierre Fontaine, Uni- nificar el “réleplaying”. Lamentamos la ambigtiedad de estos tér- versidiad de Lovalnada Atieva; y “La Vervelne” en Lovaina, los mos que conerstamos’ en nuestro Précis de paychodrame, ¥en Zomplementos bibllograficos, as{'como en el Instituto Moreno} puestro Vocabulaire, 49 dada a los médicos (incluso a tos psiquiatras), por las univer- sidades y las facultades de medicina, Io mismo que a los psi- edlogos. De todas formas, comienza a haber una formacién por el grupo, dada a los estudiantes de psiquiatria, g los psicdlogos, a los alumnos-enfermeros—por las diversas uni versidades—lo mismo que a los médicos de medicina gene- ral (grupos Balint), psiquiatras, psicdlogos, trabajadores so- clales en curso de empleo o reempleo (postgraduate train- ing) 0 en opeién de formacién permanente, Capitulo 3 Escuelas y técnicas Recordemos que el “réle-playing”, el sociodrama, el psi codrama son esencialmente métodos activos de exploracién} de (a vivencia de un individuo, adulto 0 neal ‘terial, neurdtico o psicdtico, Se los puede utilizar en psico- terapia, en educacidn o en reeducacidn. Se habla sobre todo de psicodrama en terapia, de “réle-playing” en educacién "yen formacién, Se trate de una persona (psicodrama indi- | Vidual hecho con un “cliente” y uno o dos terapeutas, a ve- es ante un grupo terapéutico) o de un grupo de personas (con uno o dos terapeutas 0 monitores), La representacién se centra en un individuo (el héroe o protagonista princi- pal de la accién), otras veces en una pareja, o en un grupo, pero se hace también colectivo (en psicodrama analitico de grupo, todo el mundo interviene). ___ El “réle-playing” o psicodrama se hace en el grupo, por grupo, y con el grupo. Para ello, la accién terapéutica y sdagégica se refuerza por 1a accién del grupo, por los ecos jue la vivencia hablada y representada en el grupo ha sus- itado en todos los partictpantes, iguales o semejantes al “protagonista principal”. Este ha tratado su vida o repre- entado un problema particular, segtin su deseo, sus nece- jidades y el clima del grupo. El grupo, por su parte, deter- ina el tema; el psicodramatista o formador interviene en 53. el desarrollo de la representacién y de la sesién (pero él mismo no acitia). La sesién se centra en un individuo (el protagonista principal), el grupo atento sirve de ‘caja de resonancia”, cada uno expresa su vivencia personal,.ecos y problemas (“el psicodrama por participacién” y “contra- golpe”), lo que leva a veces a hacer representar otras es- cenas por el mismo protagonista 0 por otros miembros del grupo, Si la “puesta en accién” es directiva 6 “no directiva” la representacién dramitica, por el contrario, esta dirigida por el psicodramatista (a veces de manera tan directa y au- toritaria como una puesta en escena teatral), Si el “réle-playing” se dirige a veces de manera activa, se puede hacer también el autopsicodrama, en el que el protagonista es también su propio psig\siramatista-direc- tor de escena, actuando con un coactoy’ é una silla vacia, © también un grueso cojin—o incluso ofr por dejar hacer a los coactores cuando intuya que es Alcesario—. Si el “cliente” supiera 10 que busc&, no tendria proba- blemente necesidad de ayuda para encontrarlo, si el incons- ciente fuera consciente, ya no seria inconsciente. Moreno piensa que a veces el psicodrama es un cuerpo a cuerpo del psicodramatista con las resistencias del protagonista. Hl he- cho de que sea yoluntario para aciuar o representar no le impide resistir inconscientemente. Las diversas técnicas de representacién van a ayudarle a superar sus dificultades y a encontrar lo que ha venido a buscar. TRES BSCUELAS a) El psicodrama eldsico americano Fue inventado en Austria por el doctor J. L, Morerfo y practicado sobre todo desde 1925, en los Estados Unidos Utiliza esencialmente la agcidn dramdtica, la representacion, més bien directiva, centrada en el individuo. Bl psicodra: matista hace una “puesta en marcha” del grupo y del indi- viduo que va a actuar (“warming-up”), dirige el juego (“action”) con la ayuda de un equipo especializado de asis- 54 tentes (ego-auxiliares) y realiza, para terminar, “una vuelta al grupo”. Si los participantes dan a veces consejos al pro- tagonista y le hacen participe de su experiencia personal, es fruto del “sentimiento” més que del “pensamiento” (“shar- ‘ing of feelings”). La representacién es con frecuencia mo- vida, a veces espectacular, con utilizacién del espacio y el cuerpo. Se emplea tanto para adultos como para nifios, en principio en grupo, aun cuando pueda ser individual Se practica en los grupos de dimensiones variables de dos a 2.000 personas (generalmente de cinco a 50). La es- cena permite a un gran mimero de personas participar emo- cionalmente en lo que pasa, en grupos cerrados, semiabier- tos (tales como las sesiones de demostracién) 0 abiertos (tales como las emisiones de television y los diversos “tea- tos de psicodrama” abiertos al piblico a titulo de pago una tarde por semana). Estas “open-houses” se componen generalmente de ha- bituados y de algunos futuros participantes venidos para ver antes de comprometerse y de algunos especialistas (psi- quiatras, psieGlogos, trabajadores sociales, sacerdotes 0 pas- tores, jefes de personal...), venidos también para ver esta técnica, y compararla con la suya. Es raro que verdaderos curiosos se aventuren a ello a no ser eOnyuges, participan- tes, terapeutas y psicodramatistas de otras ciudades o de personas interesadas por estas técnicas. Segtin Moreno, habria 350 técnicas de psicodrama y de “role-playing” + EL psicodrama clésico o representacién de papel more- niano utiliza fundamentalmente cinco instrumentos: el psi- eocdramatista, los ego-auxiliares (formados), el protagonista, la escena, el auditorio, y como téenicas, el cambio de rol, el doble, el aparte, el soliloquio, el movimiento y la accién corporal en la representacién, el escenario circuilar en tres niveles, facilmente accesible desde la sala, los juegos de luz, la catarsis de accién, Las sesiones duran entre hora y media y tres horas, El psicodramatista no participa jamés * Un centenar de ellos estén deseritos on Introduecién ab psico- arama de Anme ANceLIN ScuUTeeNBEAGER. 55 6 excepcionalmente en psicodrama individual, o para “so- plar” una réplica o un aparte (cf. J. L. Moreno, 1965). El piiblico est sentado en una sala (como en el teatro a la italiana o en el teatro circular), sin ventanas, y donde esta prohibido fumar (como en la mayor parte dé los tea tros). Los psicodramatistas americanos se forman durante ‘varios meses participando en sesiones de psicodrama, con frecuencia en varios seminarios residenciales de dos a tres semanas, totalizando el eémputo de horas, y donde se com- pagina participacién personal, teoria y préctica. Segiin las unidades de valor (“créditos”) recibidas, los candidatos se convierten en ego-auxiliares-asistentes-psicodramatistas 0 psicodramatistas. Los mejores reciben, el titulo reservado de “director de psiendrama” (una doce/ entre 1940 y 1964 Cada uno es protagonista, ego-auxilif/y director de repre- seniacién. A los psicodramatistas se lps exige un estudio 0 memoria escrita. f 2) El psicodrama analitico francés (Serge Lebovici, Didier Anzieu, Daniel Widlicher, Mighel Soulé), o psicoterapia dramédtica de grupo Se trata sobre todo del psicodrama terapéutico indivi- dual de nifios, con un grupo de asistentes—terapeutas—to- dos psicoanalistas y adultos (que acttian), que utiliza sobre todos Ios conceptos psicoanaliticos freudianos, el transfert y la interpretacién por la representacién (hay con frecuencia una pareja de psicodramatistas y un grupo de personas cn practicas-terapeutas-en-formacién que representan las es- cenas propuestas por el nifio, con el nifio durante diez a veinte minutos, cada vez para cada nifio que se presenta a actuar, propone un tema, lo desempefia répidamente y vuel- ve a salir). El “coro” hace con frecuencia el eco de los sen- Umientos. Hay 2 veces gyupos de tres a cinco nifios, que actiian espontaneamente en un tema colectivo, propuesto por uno de ellos. Los nifios o adolescentes estén o solos 0 agrupados por edades. El terapeuta actiia desde el interior 56 de la representacién, violentando o forzando el rol dado. La representacién es mas verbal que movida fisicamente, ¢) El psicodrama triddico 0 centrado en el grupo La trfada comprende 1a psieoterapla de grupo o grupo- anélisis, la dinmica de grupo o su sociometrfa y el psico- drama (Anne Ancelin Schiitzenberger). Se trata ya de for- macién, ya de ensefianza o de psicoterapia. Hs la integra- cin de Freud, Kurt Lewin y de J. L, Moreno. Hata técnica utiliza la representacin dramitica 0 el psi- codrama como una extensidn, aqui y ahora, de la vivencia de un grupo de formacién o de evolueién personal (7-Group) © de la psicoterapia de grupo, el existencialismo y los con- ceptos psicoanaliticos. Entre las técnicas més generalmente utilizadas citemos la representacién directa dinémica, el cambio de rol, el doble, el aparte, el “doble en el grupo”, el psicodvama de contragolpe, el movimiento y la interaccién, el contacto corporal, los cambios de niveles fisicos, el len- guaje del cuerpo, Ia comunicacién verbal y no verbal, y a veces algunos ejercicios y juegos de encuentro. La accién terapéutiea estd reforzada por la accién del grupo y su eco. la catarsis de exploracién, la interpretacién, la percepcién de la Gestalt del grupo, de la expresin corporal (cineste- sia), de la disposicién topolégica de los participantes (pro- ximidad fisica), la puesta en evidencia de los actos fallidos, Japsos, disonancias de comportamiento, silencios, omisiones y términos principales, el simbolismo del lenguage utilizado, el “feed back” de la expresin de los sentimientos de grupo, y el Andlisis en caliente de lo que pasa “aqui y ahora” en el grupo entero, la dinémica del grupo y sus relaciones con Jos temas, las limeas de fuerza del grupo, la forma y el estilo de Ta red de comunicaciones verbales y no verbales, el andlisis de las relaciones con el monitor-terapeuta. Fl psicodramatista trabaja a menudo en “pareja paren- tal” (hombre-mujer) y en equipo (monitores, observadores ¥ ego-auxiliares) y no Interviene jamés, sino que hace inter- venir, Analiza la dinémica de la interaccién del grupo, las a7

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