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BL AUTOR Richard van Diilmen, nacido en 1937, estudi6 Historia, Filosofia y Ciencias de a Re: ligi6n en Minster, Wiireburg y Munich, En 1965 presenté su tesis doctoral. Desde 1966 es colaborador cientfico de la Baye rische Akademie der Wissenschaften de- Munich. En 1973 realiza oposiciones a cétedra, Catedrético no titular en Ia Universidad de Munich. A partir de 1982 ¢s catedrético de Historia Moderna ‘en Saarbriicken, Entre sus publicaciones hay que destacar: Propst Franz Tépsl und das AugustinerChorberrenstift Polling, Bin Beitrag. zur Geschichte der Ratholischen Aufklirung in Bayern (1967); Ortbodoxie und Kirchenrejorm. Der Niieuberger Prediger Joh. Saubert, 1592-1646 (1970); Landkreis Trawnstein (1970); Das Tiuferreich xu Minster, 15341535 (1974); Der Gebeimbund der uminaten (1975); Reformation dls Revolution. Soziale Bewegung und religidser Radikalismus in der deutschen Reformation (1977); Rosenbeim (1977); Die Utopie einer christlichen Gesellschatt Jobann Valentin Andres, 1586-1654 (1978). ‘rRapucToRES Maria Luisa Delgado (capitulos 1-3) José Lads Mertinex (capfalo 4) DISENO DE 1A CUBIERTA Julio Sitoa Historia Universal Siglo veintiuno Volumen 24 LOS INICIOS DE LA EUROPA MODERNA (1550-1648) Richard van 7 sigio veintiuno editores, sa de cv BeLAZA MAOH 3S, ESPATA primera edicion en espanol, 1984 siglo xxi de espafa editors, 6.2 octave edicidn en espanol, 1998 siglo wai editores,s.a. de ev, isbn 968-23-0009-6 (obra completa) isbn 968-23-0952-2 (volumen 24) primera edicin en slemén, 1984 © fischer taschenbuch veriag gmbh, frankfurt am main titulo original: entsehung des frubrexceitlichen europa, 1550-1648 ‘derozhos reservados conforme ala ley mpreso y hecho en méxico/printed an d made in mexico pe. AGUA BB OSEGACIN COFORCAN, O50 HCO. OF reer eee cece eee eee siglo veintiuno de espafia editores, sa Indice INTRODUCCION 1 FE CAPITALISMO PRIMETIVO Y LA EXPANSION EUROPEA. I. Poblacién y urbanizacién IL. Revolucién de precios: crisis y coyuntura TI, Agricultura: organizacién agestia y productivids TV, La produccién industrial V. Comercio, transportes, finanzas VI. La expansiGn europea y el nacimiento det mercado mundial VII. Del feudalismo al capitalismo LA SOCIEDAD ESTAMENTAL Y EL DOMINIO POLITICO I. La sociedad estamental de inicios de la Edad Moderna U1. El mundo rural TIL La burguesfa estamental y ef auge de Ia burgue- sia de inicios de la Edad Moderna IV, La nobleza europea y Ia crisis de la aristocracia, V. El cleto como estamento VI. La organizacién estamental y la soberania de los efocipes VIL. Sistemas de gobierno en los inicios de la Edad Moderna 2) Los grandes imperios, 193—Espafa, 155—EI Inperio otomano, 158.—El Inaperio, 160.—b) For- ‘mas de poder en los inicios de la’ Edad Moder. tus, W6lm-L. Los inicias del absclutismo, 165— Francia, 165-—Suecia, 161—Rusia, 169.2. La repiblica de los nobles, 110-—Polonis, 171— 3. Sistemas liberates. estatales, 173.—Inglaterra, 174—Holanda, 176. ut uw 19 at 2 35 R 8 2 92 96 107 12 4 146 154 i 3, CULTURA ¥ VIDA COTIDIANA ‘A. Formas de vide T, Le femilia_y te cosa IK. Formas de vids, sociabilidad y Iujo Comida y bebide, 191.—Vivienda ¢ indumen- teria, 195.—EI juego y las diversiones, 202. IIT. Pobreva, criminalided, segregaciém soc Pobreza: ocio y vagancia, 211.—Cringinal dad: actos delictivos 9 penas, 218—Segre- ‘gacién social: marginacion y falta de bo- nor, 226. IV. Cultura popular y cultura aristocrética B. Religion, educacién, arte 'V. Religién, cisms, nueva teligiosidad Protestantism, 240—Catolicismo reformado ¥ Contrarreforms, 246—Confesiondlizaci6n ‘de la velightn y la sociedad, 250. VI. Inquisicién, brujeria, incredulidad VIL. Educaciéa, sistema escolar, ciencia protome- ; derma VIL. Arte y litereture, Del manieristno 4 Jos ini- | ios del barrooo 4, EL PRIMITIVO ESTADO MODERNO ¥ LA CRISIS DEL st so xvi A. El primitivo Estado moderno I. La ostentacién cortesans. El ceremonial del poder TT, Barocracia y funcionsriado IIL. Legitimacién y teoria del primitivo Estado moderna IV, La monopotizacién del poder y ta soberanta del primitivo Estado moderno 'V. La buena policta y la polftica social de ini clos de la Edad Moderna vw ieee eee ee eee eee eee eee eee eee eee 179 179 179 190 210 234 29 263, 23 286 300 300 303, aah 320 325 334 B. Las reoueltas de comienzos de la Edad Moderna y a crisis del siglo XVIL VI. La guerma de lberacién de los Paises Bajos. VIL. Levantamientos populares y revoluciones del siglo xvit Levantemientos populares, 351.—Revueltas 9 revoluciones de mediados del siglo XVII, 354. VIII, La Revolucién inglesa: crisis de Estado 0 revoluciéa burguesa TX. La guerra de Jos Treinta Afi y le crisis del siglo xv cRONOLOGIA yptas [ADREVEATURAS [RIBLIOORATIA INDIGE ALFABETICO INDICE UE LAS ILUSTRACIONES 342 344 350 360 370 384 387 420 aan 456 468 vn A mis alumnos de Munich. | | | | | | «Se parte del hombre que realmente actia y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideolsgicos y de los ecos de este proceso de vidas» Kant Max “Los procesos de Ia vida cotidiana, lo mismo que los acon- tecimientos *historicos” de la alt politica y los fenémenos colectivos y de masas, asi como las acciones “singulares” de los estadistas o las realizaciones lierarias y artisticasindivi- duales, estén co-influidos por aquellos intereses: estén “eco- ‘némicamente condicionados”. Por otra part, la totalidad de los fendmenos y condiciones de vida de una cultura histd- slcamente dada opera sobre la configuracin de las neces didades materiales, el modo de satisfacerlas, la formacién de grupos de interés material y los tipos de sus instrumentos de poder, y con ello sobre el curso del “desarrollo eco- némico”.» ‘Max Wener. Intreduccién Aun cuando la génesis de la Europa moderna primitiva repre | sente un proceso trascendental, no dio lugar, sin embargo, a un | ‘cambio de estructuras econémicas, politicas, sociales y mentales | tan evidente y homogéneo como ‘algunos de nuestros libros de ; texto y manueles hecen suponer. La aparicién de la Edad Mo- | derna se vio condicionada por una prolongada combinacién, muy | compleja y discontinua, del sistema feudal y la racionalizacién social, no siendo posible adseribirla 2 un perfodo de tiempo de- | terminado, Se halla enmarcada dentro de un proceso de trans- formaciones 2 largo plazor que se inicia en la Baja Edad Media ¥ no concluye hasta rauy avanzado el siglo xvirt. Nuestra delimi- tacién temporal puede, en este sentido, parecer arbitraria, ya que el aiio 1550 es un corte tan poco signifcativo como el afio 1648; la Paz teligiosa de Avgsburgo y le Paz de Westfalia son, por tanto, simples datos externos en tanto no se inserten en un contexto estructural més amplio, Los procesos evolutivos siguie- ton ademés, en Ia amplitad por nosotros conocids, un curso dema- siado dispar como para que sea posible hablar de una época uunitaria, No obstante, se pueden encontrar rasgos generales del siglo expuesto en este volumen, un complejo de tendencias evolu- tivas, fenémenos y estructuras similares y, en general, demostra bles, que hacen que parezca justifcado hablar de una época propia de la historia europea que contrasta claramente tanto con la | Reforms como con el Absolutismo y la Tustracién y que podria- mos denominar época de la génesis de la Europa moderna primi- tiva, La singularidad no excluye la ordenacién en un contexto més amplio. Argumentando desde la perspectiva de Ia historia uni- | versal, la sociedad de la Baja Edad Media hasta los inicios del siglo xv1 se encontratia todavia, en cierto modo, en Ia face de tras importantes cultures conocidas fuera del imbito evropeo 0, al menos, se podrian establecer atin comparaciones entre los imperios orientales y asiéticos y la cultura eusopes de la Edad Media—, mientras que nuestra época engendeé por vez primera unas fuerzas y desarroll6 une dinémice social que habia de trans- formar radicalmente Europa, es decir, convertila en fo que legs a ser en Is historia universal moderna. La Baja Edad Media y la Reforma establecieron sin duda las bases y crearon importantes er evias pata ef mundo modemo. Ahora biea, el pi condiciones. Pit yormacion ¢ implantacién de la sociedad toderna ser proce I eiempo posterior a la Reforma, cuando el «largo Sige awe tocaba 2 su fin. L suatro fueron Tos fenémenos o procesos decisivos que, como di GaMfonee expedfices dela ierupeiin de la Edad’ Moderna en Europa, determinan el enfogue de nuestro trabajo, De fundamental importancia fue el proceso de formacién del siste ‘ma capitalista mundial, Cierto es que, hasta bien entrada la Edad Moderna, siguié prevaleciendo el modo de produccién feudal; ahora bien, el hecho de que —paralelamente al crecimiento demo- gréfico y @ Ie progresiva urbanizacién, sobre todo de Europa ‘occidental, en el siglo xvi—, por un lado, se iniciara una demande ente de bienes de consumo y, pot otto, se empezaran a Spotar les posbilidades del modo de prodveci6n feudal —orientado @-cubsir fas necesidades— fue el punto de partida, con el naci tniento situltinco del mercado mundial y la intensifcacién abrup- ta de le circulacién monetaria, de la historia moderna del capital», de gran complejidad y transformadora radical de Europa a largo Prrmeremente puto en marcha Ta cimerilzaién de la pro ducciém agricola, que vino impuest por Ja intensificacién y especializacién de la produccién, asi como por Ie transformacién de la orgenizacién del trabajo, que, efectivamente, tataba de cubrir la demanda de productos alimenticios en los centros de sglomeraci6n comercial y utbena, pero que, al mismo tiempo, modifeé también las dependencias fendales entre sefiores (propie trios) yrefios productotes, a TE acumelacén cepitaista dio Super después a la dlvsiin ee dicional del trabajo: activided gremiel, por va lado, y producciéa fgricole, por otro, de manera que, con ayuda del capital urbeno sobre todo, sogié un artesanado tured, organized come ate @ domicilio, que empexs < competir con In artesanfe gremicl, featblectndose un sstena de comerio go, a tae. del mercado {oteraacional, en répida expansién, enlaz6 por vez primera @ gran- des regiones y pases muy alejados entre sf, sometiendo su pro Guccién artesanel y agricola s las condiciones de los mercedos supratregionales. : y foment6 innoveciones de tipo orgenizative en Ja prodaccién agricola y artesenal, asi como en el comercio, mediante la conver sidn de Jas antiguas corporaciones de comerciantes y sociedades familiares en sociedades capitalistas. Ello hizo posible, por una parte, la constante ampliacién de ‘las relaciones comerciales y, por otra, accleré la scumulacién del capital comercial en manot de una burguesta naciente, Finalmente, el nuevo sistema econémico favorecié Ia construc cién de un mundo politico y social nuevo, pero no condujo en todas partes a Is disolucién del feudalismo, sino que, por el com ttario, ocasioné un desarrollo politico, econémico y cultural muy desproporcionado que desempefié un papel importante en el naci miento del Estado modemo primitive, asf como en el estable cimiento de una sociedad de estamentos en esta época. La misma «fuerza» que, en los paises que se aprovecharon en mayor medide del cambio desigual del nuevo sistema de mercado internecional, ‘ered relaciones més liberales, favorecié en equellos que cayeron bajo la dependencia econdmica una refeudalizacién de les. 2ela- ciones sociales. Con ello, le expensién econémiea del siglo x¥r no sceleré de manera general el desmoronamiento del orden feudal, sino que antes bien agudiz6 las tendencias a Je jerarquizacién estamental de la sociedad, No menos especifica de Ia época fue Ia creacién del primitivo Estado moderno, a la cual conttibuyeron —zjerciendo mayor 0 menor influencia en cada caso particula:— les fuerzas més diver- sas, que comprendian tanto los intereses dindsticas de los principes como Ja praxis politica de una élite administrative en formacién y los estamentos sociales que constitufan el pais. Aun cuando le estatalidad moderna primitiva experimentara en su génesis las formas més diversas, constitutivo de ella fue, ante todo, el paso de Ja autonomizcién de la soberanta tradicional més abierta a un Estado territorial cerrado, el desarrollo de una organizacién cen- tal del gobierno y Ia administracidn, integrada por funcionarios ‘con formacién jurfdica, asf como la implantacién de vn sisteme tributatio extendido « todo el tettitorio y que, aunque sostenide en gene‘al por los estamentos, abareS por ver primera a todos Jos sibditos, sometiéndolos a un poder centrel. El Estado tmo- derno primitive requerfa, finelmente, de forma creciente, a la par que Ia legitimizacién religiosa tradicional, une legitimacién racio. nal: la nueva teotfa politica de Ta soberania justficd su gutonomia hacia dentro y hacia fuera. Cierto es que este recionalizecién de la praxis de Ia soberania tradicional, ligada a una «despolitica- ciéno de los estamentos, se efectud eh toda Europa; ahora bien, dl tipo de orgenizacién politica y social a que dio lugar dependid respectivemente, de 1a coyuntura politica, de Ia estructura social 3 y del extado de desarrollo econdmico de cada pats en patticular gc trabargo, la via absolutiste no parece ser en modo alguno la Gnica posibilidad de «modemizaciGn» de Ia sociedad de inicios Ge la Edad Moderna, y el proceso de gestacién del Estado mo- Gero no transcurtié sin conflicts y sin la oposiciéa del pueblo. ‘Los movimientos de oposicién fueron algo més que simples factores de perturbacién; constitutivamente, forman parte del propio proceso de gestaciGn. La centralizacién del poder de los principes chocd, como es sabido, con la oposicién generalizeda, incluso con Ia 'protesta organizada, cayas consecuencias fueron, fen cada caso, de indole diversa, Ninguna época anterior 0 poste- riot se vio tan sacudida, como los afios que van de 1550 a 1660, pot un némero tal de revoluciones, guerras, rebeliones y revuel- tas. El movimiento revolucionario de la primitiva Edad Moderna alcenz6 su mayor envergadura e intensidad a mediados de siglo. Las causas, Jos motives y los objetivos de las revoluciones fueron muy diversos, aunque todas dirigieron principalmente sus staques contra le presién creciente de un sistema estatal centralista en formacién que ponfa en peligro Ia autonomia del poder de los antiguos estsmentos y Iss condiciones de vida del pucblo. Los planteamientos politicos alternatives con nuevos principios de orderacién antisbsolutista que iban més allé de la concepcién tradicional sélo surgieron alli donde una sociedad de estamentos menos sigida y, a un tiempo, «aburguesadan, supo tepresentar politicamente al pais y ejercer las funciones estatales en nombre del pueblo (Ingleterra/Holanda). La alternancia de fases de desarrollo con ottas de oposicién dentro del proceso de formacién de la estatalidad moderna pri mitiva en modo alguno favorecié vinicamente la decadencia de los impetios tradicionales y fomenté la creacién de una monarquia nacional absolutista; dependiendo de la posicién de Ja nobleza yy fa burguesta, de Ia funcién del poder estatal central y del papel de las asambleas estamentales, asf como de la situacién de las fuerzas productoras, cristalizaron tres nuevas formas de Estado ‘que determinaron decisivamente la historia politica de 1a sociedad europea. En paises con una administracién central fuerte, pero de estructura econémica tradicional, se impuso (como en el caso de Francia) el sistema absolutista. Los pafses en donde, por el conttatio, existfa una administracién central poco formada, pero ‘una institucién representativa general (Paclamento) con una bur ‘guesia poderosa {como Inglaterra) crearon un sistema «liberal». Finalmente, paises sin administracién central y sin burguesia pero con una gran tredicién estamental (como Polonia) desarrollaron tuna reptblica de la aristocracia o de los estamentos; étos, sin embargo, al igual que los antiguos imperios, no resistieron Ia pre- 4 si6n de la expansién politica y econémica, en tanto que el Estado absolutista y el liberal aparecen a comienzos de la Edad Moderna como dos. formaciones estatales alternativas, ‘Un hecho caracterfstico de los inicios de la Edad Moderna en Europa fue también el establecimiento de Ia sociedad estamental, ‘que se efectud ciertamente con mayor o menor intensidad dentro del proceso de racionalizacién de la praxis de la soberania y de Js edespolitizacién» de la sociedad, pero que, estracturalmente, se puso de manifesto de forma general. La sociedad estamental de comienzos de la Edad Moderna no eta un vestigio de una situacién «medieval», sino precisamente —por su marcado cxto- ter regional— el producto de la diferenciacién social, resultado del naciente Estado moderno primitive y de Ja desarrollada eco- nomfa de mercado, que, por vez primera, adjudioS a cada est: menio un papel claramente definido. Esta nueva reglamentacién de las relaciones sociales no se produjo en base a la sigueza 0 1a pobreza —aun cuando la riqueza fuera de esencial importancia para el ascenso social, cn tanto que la pobreza podia significar Ja exclusién de la sociedad—, sino conforme a la tradicién, los privilegios y el honor dentro de una sociedad cada vez més jerar- quizada, reforzindose Ia separacién de campesinos, burgueses y nobles entre sf, que se consideraban estamentos sociales con ras- gos culturales propios. Adin més decisivo fue ef sislamiento de las clases dirigentes dentro de sus estamentos respectivos, ast ‘como una segregacién creciente y una estigmatizacién social de fos fgrupos no estamentales 0 de clase baja, El Estado moderno primni- tivo regulé este proceso de jerarquizaciGn 0 segregaciéa con el apoyo de Ia nueva moral de las Iplesias, sirviéndose de disposi ciones obligatorias © del derecho @ la sancién penal. El asentamiento social dentro de esta sociedad jerarquizada se efectué en gran medida a través del Estado, pero, en ltimo ‘término, tavo como base Ja escasex de recursos originada por el crecimiento demogréfico, las crisis agratias y las guerras, asi como Ja mayor un protestantismo «asce- ticon, ‘cuya cultura, de caricter puriteno, puso de manifesto resonancias claramente antiestamentales y anticortesanes, que vefan l objetivo de la autodeterminacién religiosa del pueblo en la racionalizacién del modo de vida prictico, la libre decisién de asociarse con Ios iguales y Ia equiparacién de todos los miembros. Mientras que las Iglesias ortodoxas favorecieron ef sistema abso- ltista y el desarrollo de Is sociedad cortesana (como en Francia), fl protestantismo asoético foment6 fos elementos «liberales» de Ia sociedad (como en Inglaterra), creando alli oportunidades para la adaptecién de grupos cada vez mfs amplios al proceso de disolucién de las dependencias feudales en Ia sociedad. Estos procesos de formacién econémica, estatal, social y cultural de Is sociedad de inicias de Ia Edad Moderna son, sin duds, fenéinenos cuyos comienzos se remontan @ tiempos anteriores y cayss consecuencias se manifiestan hasta el siglo xvmt, pero que determinan de un modo prioriterio el cardcter de le époce que nnos ocupa, En el’ espacio de tiempo comprendido entre 1550 y 1650, Europa eres unes condiciones decisivas para la estructure de In sociedad primitiva moderna y el fundamento de su dindmica. En el curso de la génesis del Estado modemo y del mercado ta mundial se lleg6 —y ello es una consideracién esen- q q cial no'e Ja disoluciSn de Jn sociedad feuds, sino simplemente swe tidtalinaciéns 0 reforma en lo que ce refiete al orden nr eettneos de la Edad. Moderna, Peso. ent la melign SMGue esta sociedad feudal, organizada esiatlmente, fue rsla teentaia y teardenada por Je presién del nueve sistema de poder ¥ del capitalismo naciente, se independizé del poder que la orga- nizaba. El nacimiento del Estado modetno primitivo y del mer cado capitalista mundial no dio lugar al paso inmediato y directo de Ja sociedad feudal « la Edad Moderna, La disolucién del orden feudal slo fue posible al surgir una sociedad pacificada con ayuda del poder estatal que «hontaba» el cstatus social en lugar de los derechos politicos de los «estamentos», del mismo modo que los intereses econémicos «liberales» atenuaton las dependencias feu- dales y condicionaron al mercado Ja vida social, Por lo demés, es tan vélido destacar este complejo proceso de transicién como la via absolutista en cuanto una de las posibilidades de transfor- macién de Ja sociedad europea antigua en un sistema de otgani- zacién moderno. Pues mientras que en zonas socialmente atrasa- des, con un fuerte poder central, esta transformacién fue evada a cabo por el poder absolutista, en sociedades més desarrolladas desde el punto’ de vista econémico se oftecis, mediante le elimi. nacign de las barreras estamentales, Ja posibilidad de una moder- nizacién de carécter «liberal». Uno de los objetives. principales de este trabajo es mostrar que, en este contexto, a Ia articulacién cultural de esta sociedad polarizada corresponderia finalmente una importante funcién social, por la cual se realizarfan las transmi- ‘siones centrales, politicas y econémicas. En todo caso, el proceso de ordenacién de Europa no fue un hecho homogéneo y lineal, ni, en modo alguno, una marcha triunfal de la razén humana, La aparicién del nuevo sistema organizative se efectaé, en gran me- dida, @ costa de una «sustraccién de poder» al pueblo y de la destruccién de la cultura «tradicional», m. En este sentido, Hever a cabo una exposicién de la historia de Europa en los inicios de fe Edad Moderna, entze 1550 y 1650, cequivale a tratar de realizar una historia estructural de la sociedad europea de esta época, cuya orientacién e interés se centran menos ‘en 10s acontecimientos politicos y en Ja evolucién de cada pais ceuropeo que ex fos problemes que sirvieron de fandamento esen- ial 4 Jos procesos estructurales de la Edad Moderna dentzo del contexto de una multiplicidad de desarrllos. La exposicién trata de responder a estos inteteses objetivos de la siguiente manera: 8 | 1. A pesar de Jos continuos intentos de comprender y analizar los inicios de la Edad Moderna desde un dngulo que considere sus circunstancias determinantes, los planteamientos y Ja intet pretacién siguen inequivocamente ligedos al pensamiento actual, ues, para que Ja historia pueda reconstruir el pasado y facilitar su comprensién critica, se ha de realizar una exposicidn € inter- preteci6n de los problemas que reconazea y tenga en cuenta Ie sracionalidad» propia de la sociedad moderna primitiva, al tiempo que Ja haga comprensible para Ia conciencia moderna con sus ccategorfas. El planteamiento se rige por el interés de comprender y explicar Ia historia de nuestro pasado. 2. Generalmente se ha tratado de considerar a Europa de una forma global, pero sin concebitla después como una unidad polt tica, ni descomponer tampoco su historia en una serie de historias de paises. Por tanto, un objetivo primordial seré especificar el desarrollo estructural relative a toda Europa, en base a ejemplos de paises coneretos, sin olvidar Jos hechos particulares 0 genera- les tespectivos: se ‘ha contemplado, pues, tanto la situacién en Espafia como en Rusia, en Suecia y en Tealia, si bien era légico tomar como ejemplo de ciertos fendmenos y procesos 1a historia francesa, inglesa y alemana principalmente, pues aqui también tienen un papel importante razones de tipo peredigmitico, La extraordinaria cantidad de material bibliogréfico ha hecho nece- saria, no en tltimo término, una scleccién de datos presentables ¥ una concentracién en las estructuras y procesos més significativos de Ja primera Edad Moderna, que, inevitablemente, conlleva una cierta parcialidad de eritetios, 3. El aspecto central Jo constituye la exposicién © interpreta. eign de la época que va de 1550 a 1648/50 desde la perspectiva del cambio social y del nacimiento de la Edad Moderna. Sin embargo, dado que las estructuras tradicionales seguitien deter rminando durante largo tiempo y de forma considerable la vida social concreta, siendo incluso, con frecuencia, dificil establecer cules son Jos aspectos, procesos y manifestaciones conservadores- tradicionales y eudles los progresistas-modernos, ha sido necesatio introducir de manera integral en el andlisis de la sociedad mo- derna primitiva investigeciones acerca de as denominadas estruc. turas y culturas tradicionales de inicios de la Edad Moderna No deja de ejeroer también ung clerte influencia el hecho de que dispongamos de més informacién acerca de las acciones politias, fos intereses de los gobemnantes, las instituciones sociales y poli ticas, y, sobre todo, acerca de Ja vida espiritual de las éites que acerca de la vida cotidiana de Ia épaca en genetal y la situacién social y cultural del pueblo en particular. No ohstante, ce ha de tuatar igualmente de poner de manifiesto les actividades © intereses 9 i | sociales bajas y describir la inffuencie que tuvieron a oon oes te 7 ei a ee ih partipecién de éste en ta génesis de In sociedad modems primitiva. No se ha dé oculter el hecho de que no todos Jos [roblemas han podido ser resueltos en este sentido, pero aun asf, ‘era importante tematizarlos a) menos como tales. : “4. Asimismo se he pretendido apreciar en sa juste medida Ja realidad social «en su totalidad> en le medida en que se halla constituide por el sistema de interdependencia de sociedad, eco- nnomfa y cultura, Y ésta cs Ja razén pot Ia que se han tenido jgualmente en cuenta Ie evolucién, los movimientos y las estruc ‘tras de cardcter socal, econémico y politico y, no en ditimo tér- ino, cultural, sin que ello signifique que se haya concedido @ ninguno de estos aspectos un papel predominente, El hecho de hhaber dejado wn espacio relativamente més amplio a la exposicién de manifestaciones culturales de esta época se balla quiz4 justi ficado por el sbandono en que sc ha tenido hasta la actualided el planteamiento de cuestiones relativas a Ja historia de la cultura, sobre cuyo valor interpretativo se llama as{ Ja atencién. El estudio pot separado de la economia, la politica y la cultura de esta époce no implica su autonomia; antes bien, Ia mayor parte de Jos fené- menos de Ia sociedad de este tiempo s6lo Hegan a comprenderse adecuadamente en el contexto de Ia progresiva expansiéa del mer ado, del cumento del poder sefiorial, de les actitudes culturales respecto 2 la conducta y de las constelaciones de las clases socia- Jes. Ahora bien, tematizar expresamente Ja relacién estructural entre, por cjemplo, la evolucién capitalista primitiva y el proceso de formacién del primer Estado moderno, el necimiento de Ia iencia moderna y el establecimiento de Ia sociedad estamental es algo que excede los objetivos y las posibilidades de nuestra exposicién y andlisis, La presenteciin por seperado de dmbitos de hecho inseperables, como Ja sociedad, la economia y la cultura, supone, en definitiva, someter nuevamente el trabajo a ctiterios normatives cuyo origen no se remonte a los inicios de la Edad Modema, sino que han surgido en Ja sociedad moderna, Zomeding, otofio de 1981 Ry.D. : 1. El capitalismo primitive y la expansién europea 1. POBLACION ¥ URBANIZACION af, de amee gue no es extrufo que la salida de éste en el siglo ats aloptare formas amenszadoras y acelerace la subide de a moneda de cokes Dado que ia mayor parte de las transeciones monetsras se ani taban en Amsterdam, Holanda fue east el daico pale que se vio Hibre de esta preocupacién 1a afluenca de plata ameticana provocé indedablemente un pro- «eso inflaconario, Sin embargo, en la actualidad ye no se covsidere que ello fuera la causa propiamente diche de la srevolucion de precios, ya que la subida de estos entre 1352 y 1617 se sited con todo, ‘en sélo un 2 % al ao, es dect, era msicho menot ape hoy en dia, De mayor importanela que Ia sabida de previo extal siglo xvi fue In reduccién simulténca de los salaios 9 las prose ciones. El problema tematizado bajo el concepto de revclucicn de precios radicaba, pues, en el desplazamicnto de la cotuetre de los precios, siendo sobre todo relevante la diferente evolucion de precios y salarios™ Esto se puede desglosar en detalle de la siguiente manera: en el espacio de tiempo que abarca el siglo xv1 y ls incios dl vin los presios dal cereal, es deeis, los precios de Toe productos bison, de la alimentacién aumentaron en mayor grade que los precios de Jos productos de oxigen animal; los precice de los alinentoe ox ftieron un ineremento también més importante que lot ele Produccién atesanal, mientras que Ios salarios —tomando come Inedida las necesidades domésticss de una renta media y baftee se sieuaban, por el contrario, claramente por debsjo de Ine pretion La situacién variba de acuerdo con el clima y Ia regién, bore, exceptuando Holanda, todos los palses se vieron igualinente afee tados por este problema. Avia mds instructivo se revela ua sndiss detallado: Jos precios de productos alimenticioe bcos, como el centeno, el tigo, In cebada y la avena, experimentaton’us inae mento casi igualmente importante, en tanio que los de prochene de procedencia animal, como Ja came, la mantesuilla y cl goes quedaron por deirés de los precios de los cereales, Yl poet dlesempefé indudablemente un papel importante segin lt seals, nes, pero tuvo menor influencia en el eonjunto: del docarolis ie precios, También quedaroa por debajo de lee coreale Ios precios de las bebidas, especias y\ productos colonises, De tate an erabarzo, se podia prescindir en gran medide, por Io are na Producciée, exceptnando la cervezs, tampoco experinenté ne fmt sremento sensible. Un hecho interesante es el creciente conuny de cervena barata frente al del vino, més caro que ta, Ea Beja Edad Media, el cultivo de la vid estaba, como es sabide, 2 [ippeeneeeresererenememeeeeceereeee TE tiuy extendido incluso en el este y el norte de Europa, pero en ol siglo avr se concentrarfsclaramente en aquellas regionee ce ha 2 Boy en din se sigue produciendo vino, En au lugar apareceda 4 ervezt como bebida popular, que haste certo’ punto, podie fuplic al pap. Las espetias fucron siempre caras, pooo taehice upetfs, ¥8 gue la masa del pueblo ino les neceatsha, nerbn Pelt Me no hay que concederles excesiva imporiaeie’ Keon se ag Gngume medio de pimieats de un caropes to cobnne sabe tos 1720 gramos anuales. Las especias tampoce sameeren, ereeremente de precio al reducine los costes cel tantpone Producirse una mayor competitivided, La subide del proche 2, faders, Ios materiales de construccién, los teldos y'Ios aces fue -imaalmente moderads,"exceptuando lgunoeprodacieg os lucién de los precios del cereal y de los producton de origen spinal por wn lado, y los productos industrales, por cite; oe Aotble. La suposicién de que a una cayuntuta econdmics soon dente Je corresponde un incremento equipscable de le prec, dit de los productos industrales; en los silos avy bec grat, sin embargo, un incremento de le produce, pom de Gf jilo se Bencficiafan las capas mds alias. Si compistees 1s Gfelucién de los precios y la de los slats (petiento de We diferentes gropos de tabajadores de renta media y ba), ear Uraremos una especie de posicién clave en el contests de toy Gausss de le dispersién de precios en el siglo xv» ®. Los salle Gueiafon may por detrés de los precios de los cercles, nese también de los productos industriales, A finales del siglo xv1 sequia habiendo campesinos acaudalados Ash uno de Komwestheim (cerca de Stuttgart) dejé a au muerte, cn 1599, una fortuna de 70°000 flosines, Eta propictario de oi yopadas de terreno de siembra, predos y vinedos, 38 388 faring en activo y ottos 4 479 en efectivo ®. Existen también tentine nn etitos de Te prospetided de otras campesinos y bungueses, aie jpetvso parece que auments hasta las décades de 162030,’ sooo Eee de Ja poblecin, los pequetios campesinos y artesance y sobre todo los jornaleros y los, ala masa de personas que Fivian del wabajo de sus manos 0 su cabeea, se empobreci6n ™ sf, de Augsburgo, que a principios del siglo xv1 podla cubriz con su salatio el 14 6 1,5 més de lay nevesidedes {isis de su fami, s6lo lograba sufragar a finales de este gia el 73-% de Jos gastos para su subsistencie. La sieuacién nc eo fampoco muy diferente en las tegiones europess en las que ce agaban salarios més elévados. En 1596/1600 una familie de 2B 4: Movimiento de precios y salarios en Esropa central Se io XVI (promedios cada 25 afce, peso en plata de las ee ee ies) —— ceeal prt Hades =m aooon % “ 2007 Alemania 3005) Inglaterra 200 v0 ss0t25 Terefiow 1801725 ‘e760 % ey Pa 00 200 100 160126 ‘wreem eave ‘wren 6 207 austria so 200 200. 109 eee 1sbins Tana/icoo 100/26 ‘erento 24 albafiles de Amberes de 5 miembros gestaba el 78,5 % del salatio en productos alimenticios, y de este porcentaje el 49,4 % exdly vameate en pan, De alquiler pagaba, sin embargo, tan sélo un 54%. El deterioro de la situacién’ de la gente con pocos me- ios tuvo consecuencias diversas: por una parte, disminuyS la demanda de productos industriales, al menos por parte de esta capa social, y, por otra, aumenté Ja de cereales a coste del con sumo de came. Este hecho activaria a largo plazo la produccién agricola, La progresiva diferencia entre el precio del cereal y los salarios tuvo un doble efecto: en primer lugar, una depauperacién cre- ciente de amplies capas populares; relacionadas con este problema cstarfan las quejas acerca del aumento de la mendicidad a fines del siglo xv. Por otro lado, aumentaron las posibilidedes de obte- ner beneficios de los propictarios de tierras fértiles y bien comu- nicadas, si bien no fueron tanto los beneficiarios de tributos fijos quienes obtuvieron provecho, cuanto los que explotaban por sf mismos, de forma variable, las fincas o tierras arrendadas. Nada fue, pues, més deseable para la nobleza y le burguesia durante el ‘limo periodo del siglo xvr que la adquisicién y Ia propiedad de tierras, cuyos precios aumentaban caprichosamente. «Las posibi- lidades de la coyuntura agraria, el desea de obtener scguridad, sscender socialmente 0 influir polfticamente, impulsé a comprar ticrras y derechos risticos con recursos econémicos adquiridos en 1 entorno urbano-burgués 0 en el cortesano-militars * Los grandes beneficios derivados del ange econémico del si slo xv1 sélo revirtieron en una pequefi proporcién en las explo- tuciones agricolas o en le produccin artesanal; en sx mayor parte fueron absorbidos pot la organizacién ce la administracién, del sistema judicial y del ejército de los Estados modemos primitivos, ast como por le suntuosa vida cortesana y la representaci6n prin. cipesca, La extraordinaria inclinacién a la construccién por parte de la nobleza y la burguesla devord también sumas ingentes de dinero. Las genancias obtenidas por ambas mediante su participa. cia en el comercio y Ia industria fueron enormes, mientras que la poblacién rural y las capas bajas apenes podian’ mantener con Gificaltad su estatus social, empobreciéndose no sdlo bajo la pre- sién de los tributos y las obligaciones, sino sobre todo porque ef desarrollo de la economia se quedé rezagado del crecimiento de- mogrifico. ‘A pesar del auge general de la economfa, de un —se podria decir— verdadero florecimiento de le vida econdmica en el si- slo xvr, el «largo siglo» conocié un gran niimero de crisis, debidas, no en tltimo témino, al rendimiento extremadamente oscilante 23 las cosechas, ya que afios de abundancia eran seguides por afios de as covert Sy agates de incios de In Edad Moderna in- ae ran por regla general crisis de hambre, Es dificil dar aqof ae imagen completa y reconstruir la zeaccién frente a crisis y Coyunturas de los diferentes grupos, por ser igualmente posibles ‘el ascenso y el descenso en Ia escala social, Entre las muchas crisis del siglo xvi, la del hambre y la carestia de A57h/74 ei Guiere una importancia excepcional, ya que por su intensidad duracién y extensién fue la més grave del siglo, ya em sus postti- merias; el hecho de conocerla también en mayor detalle nos permite tomarla como cjemplo tipico de crisis de carestia en la Europa preindustrial*, Entre 1570 y 1574 fueron muchos, los inviemnos lagos y frfos y los veranoe lluviosos con cosechas cata: trdficas generalizadas desde Rusia hasté Francia. Soa mumerosas Jas fuentes que nos dan cuenta de cémo una crisis de abasteci- miento y hambre se extendia desde el este a casi toda Europa, afectando no obstante en distinta medida a cada pais en particu- Jar. Los precios del cereal se cuadruplicaron CaS réipi- mnte con respecto all precio més. bajo. fe precios se bee 7 a este, i una cosecha malograda en 1569, alcanzando en 1571/72 a Polonia, al este y al norte de Alemania, y, en 1572/73, al oeste de Alemania, los Paises Bajos y Francia. Esta subida del cereal fue seguida por Ia de los costes de todos los demés productos alimenticios. Tan sélo los productos industriales se vieron poco afectados, Quienes se dedicaban a la venta de cereales se enriquecicron, al tiempo que ¢l poder adquisitive de la poblacién fue absorbido totalmente por la subida de los precios de los productos alimenticios. En aad i? mala cosecha era todavia coportable, pero unt segunda habie de tener consecuer- cias fanestes, ya que trafa también consigo la falta de simiente. El hecho de que la ctisis de 1571/74 no quedara limitada a algunas regiones, como solia ocurrir, sino que afectara a toda Europa —o, al menos 2 toda Europa central— se debid al colapso del comercio del cereal de los paises bilticos, asi como de Ja fntrada del que procedia del sur. Ea estas circanstancies se hizo ‘evidente la dependencia de una federacién internacional del co- mercio. Por el puesto sduanero de Viodarek, por ejemplo, pasaron en 1569 solamente 876 last, en vez de 4639; por la eduana de Lesleu, « orillas del Vistula, en ver de los 24826 y 10671 de los aide 1568 y 1569 respectivamente, tan s6lo pasaron 426, En el este, el precio del cereal se quintuplicé™. Pero no fue séio une crisis de abastecimiento lo que afecté a toda Europ el hun- ddimionto del comercio del ceresl perjudicé, en general, al comer cio y a la industria, En 1572, la vida econémica de Amberes quedé totalmente paralizada*. «En pocos afios, son muchos dos que han 26 simalado Ja bancarrote, pero munca hasta este afio habla visto yo en Is Bolsa una alteraciGn tal», referfa el boletin de los Fugger del afio 1570. Un testimonio de Zurich dice ast: <¥ no ha mucho, en este afio de 1570, que esto pasaba en Viena y en toda Austtia! ‘que muchos entre nosotros dicen haber visto a gente yacer muer- tas, y que muchas de ellas tenfan en su boce matas de hietba, ¥ en Italia, que es pais de tierra fértil, son también muchos los que han mucrto por el hambre: y muchos, segin cuentan en verdad ellos mismos, que he poco llegaran de este pals, lor que, acudiendo a las naves del mar, ofteciéranse de buen grado a cembarcarse, que se tenia hasta ahora por gran pena, mas por no padecer muerte de hambren ”. Los babitantes de las ciudades co- rieron mejor suerte en este sentido que los campesinos, la mayo. sla de los cuales esteban obligados a entregar a sus sefiores sus excedentes por debsjo del precio del mercado. Las ciudades, por cl contrario, conocieron una economfa de reservas, Io que aumenté notablemente su poder de atraccién sobre la depauperada pobla- igo campesina La sociedad de los siglos xvi y xvir se halleba en una situacién de gran desvalimiento ante las crisis de catestia; apenas se hicie- ron intentos de encontrar soluciones suprarregionales. Los prin- cipes y las ciudades trataron de solucionar os problemas, en algunos casos, mediante la venta y la distribucién del cereal, Se {impidicron o prohibieron las exportaciones, fomenténdose las im- portaciones™. Se mejoré la economia de reservas y se procuré cjorcer influencia sobre la politica de compra’ y venta de los mer. cados. En no pocas ocasiones, los poderes «estatales» aprovecha- ron Is oportunidad para reforzar sus posibilidades de influencia, al tiempo que resolvian teles crisis, En este sentido, Francia fue més Icjos que ningtin otro pafs al sancionar por medio de une medida legislative en 1571/73 el privilegio real por el cual sélo cl rey podia permitir Ia exportacidn de cereal al extranjero”, En general, los intentos de los soberanos se limitaron a hacer 1eco- mendaciones sobte la conveniencia de economizar, detener le venta, controlar Jos precios de los molineros y los panaderos y expulsar « Tos mendigos extranjeros; s6lo un mimeto escaso de principes intervino activamente. En definitive, era precisamente la propia anobleza Ia que con frecuencia se aprovechsba, en no poce medida, de Jas crisis de carestia Una mucstra del enorme esfuerzo econémico que exigla el sbastecimiento de las capas depeuperadas de las ciudades nos la ofrecen Augsburgo y Nuremberg. En 1571, la primera hubo de gastar en 13 meses 58.000 forines en la compra y el transporte de cereal, y, durante 25 meses, se fabricaron para los més pobres 23.000 piezas de pan de 3/4 de libra a ocho céntimos “, También a prar cereal, aun en los poores afos, gracias Noremberd pods nes. comerciales, En el flo. 1570, el concejo se Gad distfbayé en un solo dia unas 13.000 pices de pan, erniacon aime un terco de I poblaci La tt ‘no fue Gnicamente una crisis de precios y salatios, tre el, de pobreza y hambre, Una muesita de las dif cultades de abastecimiento, incluso en las ciudades més ricas, son fas prohibicones de alimentar también a los forasteros; las ct- dade tenfan ya suficientes problemas con sus propios pobres, hrabide cuenta que el niémero de ellos ge elevaba en estos afios thon teri de I pblcén. Las mets pot hambre, sneataren ruseamente. En el afo 1571, por dat un ejemplo, murieron aa Rigburgo 2971 penoms; ea 1972, Uyaron a 3305, e¢ Geis, casi el doble que en 1567/70. El hambre fue ain mis grave en el medio rural, en donde afeeté sobre todo a los nume- esos pobres de las aldess. : i pr de 1574, la steacén econdnica en Baropa se vovis a nommdlizar. La ctsis agratia fue cediendo lentamente, aunque Gon diferente intensidad en general, Perssticron, sin embargo, las pequetas ostlacones entre el estancuiniento de las ventas y Jos Tapyos de increments. El auge econémico generalizado del si- glo xv, se paraliz6 nuevamente 2 comlenzor del xvit para des- fmoronatse ego completamente en las décades de 1630 6 1650. EI largo siglo xvis tocaba a su fin. El clapso de cambio» posterior a 1600 desembocs, pasada Ia mitad del sigl, en un “lapso de estancamienton. Este cambio estuvo relacionado con lis crisis en la producciéa industrial y en el comercio y, sobre todo, con la paralzacién del desarrollo demogréfico. Las causes de la depres general, lamada también «crisis del siglo vat, sélo se conocen, hasta ‘el momento, a grandes raxgos #, Yoco antes de comenzar el nuevo siglo, los precios volverfan 2 Bist cn ls ison medida en que bale prosperado el desarrollo nacional, progtesado 1a intensificacién de la agricultura y flore- ido el comercio, cusndo las buenas coseches de 10s afios 1598/ 1600, sobre todo, iniciacon un derrumbamiento sensible de los precios. Tanto en Polonia y Alemania como en Italia, los precios se redujeron en estos afios hasta en un tercio o més, Esta caida afecté, sin embargo, en menor grado 4 los campesinos, asalariados y pobres que a los sefiores y comerciantes, los cuales sc habfan ‘beneficiado notablemente hasta este momento del aumento de los precios y habfan adquirido mds tierras con la expectativa de que esta coyuntura se prolongase, teniendo ahora inesperadamente que ddeclararse en bancarroca. De Inglaterra procede Ja siguiente noti cia: «Nunca en lo que levo de vida ha sido Inglaterra tan pobre, 28 en general, como en el presente, en que todos se quejan de no poder percibir sus rentas. Y, sin embargo, de todo sobre menos dinero, que escasea basta tal punto que la gente oftece grano, ganado u otras cosas de su propiedad en lugar de lac rentas, pero dinero no dan». Al estancarse las ventes y no necesitar Europa occidental comprar cereal, los productores con excedentes, n0 s6l0 nacionales sino también, y principalmente, del este, se quedaron con sus cereales. Bl transporte de cereal que pasaba por el estrecho del Sund procedente de Danzig se redujo de 677 000 las (1398) 26.500 (1611)*. El detrumbamiento de los precios trajo como consecuencia endeudamientos importantes, o la quicbea de las propiedades seitoriales, Uno de los ejemplos més conocidos et el de Stats von Miinch- hhausen, que habia gastedo grandes sumas en la construccién del castillo de Bevern, @ orillas del Weser, poseia y compré nume- roses tierras, ¢ incluso edificé altos hoinos y siderurgias, siendo por tanto el prototipo de Ia aristocracia industrial de los inicios del capitalismo, y que en 1618, se declararla en bancarrota con tuna deuda de un millén de téleros*. La crisis de las ventas de principfos del siglo xvir estuvo claramente ligada a una crisis del exédito que afecté a un gran niimero de empresarios del émbito alemén, as{ como de Inglaterra y, sobre todo, de Italia. Las quie. bras y endcudamientos hallaron una correspondencia en el des- censo de la produccién. Si @ finales del siglo xvr las industries & la seda y la Jana habfan alcanzado en Italia su mas alto grado de prosperided, al iniciarse el nuevo siglo se perfil, por el con- trario, un dréstico retroceso. En Génova, por ejemplo, el ndimero de telares descendis de 16000 a 3.000 (1608); lo mismo se puede decir de Florencia, Milén y Venecia. Este descenso de produc. i6n fue el preludio de Ia fatal decadencia de Icalia, La crisis de las ventas de comienzos del siglo xvii, consecuencia evidente de una superproduccién y una «superespeculacién>, no desembocé, sin embargo, de forma inmediata en la conocids’ de- presién de este siglo. Antes de la guerra de los Teeinta Afios, y @ fo largo de ella, tuvo lugar atin un ange notable de le economia, ¥ principalmente de la coyuntura agratia en el oeste y el nore de Europa, aunque pronto se estancaria el desarrollo, no sélo en Alemania, sino en toda Europa, siendo le guerra de los Treinta Afios solamente una de las causas. Los investigadores no. son vundnimes acerca de en qué momento se inicié ef trascendental ‘cambio que puso fin a la prosperidad del siglo xvr y trajo con sigo la depresién del xvi, En lo referente a los precios, se Puede constater un momento critico hacia 1620/30, pero le’ de presi6n propiamente dicha, relacionada con la cafda de fos precios, Jn pacalizaciéa de fa produccién artesanal y el descenso demogré. 2 i veo. no sobrevino hasta mediado el silo, Por ello, entre In fase fico no sePtGplo vty In depresin del vir ee inseta un elapso de 008% Soo durante el coal se produjo un entrecruzamiento de Fe a” ge estancamiento, por un lado, y de impalso, por otro 1a constante subida de los precios que se prolongarfa hasta Jattomienses dela guerre de los Ticinta “Aflos contibuyé la ‘escasez, no s6lo de alimentos, a pesat del aumento de la produc ‘én, sino también de dinero, Al descender la produccién de plata, o bien producitse una fuerte salide al extranjero, se pro- Gujo un detetioro monetario que, en Ia década de 1620, tuvo efectos catastrdfices; de aixi le pueste en circulacién de Jas a pedas de cobre, derivada principalmente del descubrimiento de fos grandes yacimientos suecos. Asi, entre 1599 y 1606, Espaiia acufié 22.000 000 de ducados de cobte Deterioros de la moneda (el valor real del metal se sitda por debsjo del valor nominal) ya se habfan dado también « menudo ten épccas anteriores, pero principios del siglo xvir, perfodo de- nominado en Alemania Kippersnd Wipperzeit, alean26 un grado tal que rebes6 todos Jos limites conocidos hasta ese momento’ EL deterioro de In moneda es un fendmeno aetecido en todo el Ambito europes, pero el proceso inflacionario resultante de éste te vio. consdetablementeactivado en Espafa y Alemania, BL florin de Augsburgo, de un valor de 210 oémtimos, se redujo en un tercio entre 1600 y 1620. Este proceso es atin mas evidente fen Jo que se refiere a las rentas de la administracién del electo- rado de Sajonia: de 179000 florines (1604/20) pasaron en 1622 a 242000, e incluso a 418000 en 1622/23*. Al desplazar el dinero malo al bueno, pronto fueron palpables Iss consecuencias sociales, ya que se produjo una modificacién en Ia distribucién de las rentas y los patrimonios: el dinero bueno desaparecia en ls arcas de los especuladores, quedando el malo para los pobres. Uno de los més conocidos bencficierios fac Wallenstein, euya riqueza procedia de Ia participacién en el deterioro monetario imperial y de le inversién de las ganancias en propiedades confi. cadas en Bohemia Después de una ascensién econémica constante, con aumentos de precios y una coyuntura fioreciente en 1a agricultura, 12 pro- Goccidn artesanal y el comercio, @ partir de finales del siglo xvr, © como muy tarde en ia déceda de 1620, tavo lugar un vizaje ‘que se inicid en Espaiia y pronto se extendi6 a todos los pafses europeos, Esta profunda crisis de Ja economia no se habia de superar hasta el siglo xvmm, TEL proceso de Ja coyuntura europes en los siglos xv:/xvir se efectud pues en dos fases decisivas ": los afios 1593/1620 se ca 30 ractetizan por ef retroceso del comercio entre Espafia y Amética Las epidemias de peste y la expulsién de los moriscos debilitaron hhasta tal punto la economia espaiola que incluso Inglaterre y Francia suftisian las consecuencias; tan sélo Alemania se vio poco afectada por la crisis del comercio con América. Tras un ligero resurgimiento de los pafses de Europa occidental, en 1620/35, Espafia suftié nuevamente Ia peste y una etisis econdmica extre madamente grave. La misma suerte cortié Alemania, completa mente devastada por la guerra de los Treinta Affos. En tanto que Ia economfa de los antiguos imperios del siglo xv1 se desmoto- ronaba, Inglaterra y Holanda experimentaban un periodo de flore- cimiento; s6lo estos dos patses saldrian fortslecidos de la crisis gratia y financiers, TL, AGRICULTORA: ORGANIZACION AGRARIA ¥ PRODUCTIVIDAD La sociedad europea de los siglos xv1 y xvit cta todavia une lad puramente agraria. La mayorfa de la poblaciéa vivia en el medio rural; el 80 6 el 90% de Ja poblacién activa trabajaba en la agricultura, Tan sélo en Holanda e Italia habla un gran Potcentaje urbano, Le situacién de 1a agticulturs, su organizacién y su productividad fueron decisivas para el destino de millones de personas, determinando sus condiciones de subsistencia®. La agricultura del siglo xvr segufa teniendo sus fundamentos, sobre todo, en la revolucién agratie que tuvo Inger en la Edad Media, y no habria de modificarlos esencialmente hasta el siglo xvi. La economia doméstice tradicional era precominante; se basaba prin- ipelmente en Iz cobertura de las necesidades personales y, tras el cambiante siglo xvr y en relacién con In crisis del xvn, es posible incluso constatar una esclerotizecién y endurecimiento de Ja conducta econdmice, Una idee de la economia rural, muy alejada del mercado, nos la ofrece la Hauswiterliteratur'de Ia época®, Pero a pesar de la diferente evolucién reelizads por ceda pals segin su situacién social y polftica, a finales del siglo xvi se iniciaton, imperceptible pero constantemente, procesos decisivos para [a agriculture que 2 largo plazo habrfan de transformer Ia edad rural, A consecuencia, si no como resultado directo, de la creciente movilidad de 1a poblacién, de 1a Hamada revolucién de los precios y de le ctisis coyuntural del siglo xv1, el capite: lismo comercial cobté un peso progresivo como eregulador» inme- diato de las actividedes agrarias; los intereses de mercado de los sefiotes y propietarios forzaron Iz productividad y cambiaron esen- cialmente 1a organizacién social del mundo sgrario“. La Europa rare] no perdié en modo alguno por ello su cardcter feudal; al st i q | | cadSjicamente, la naciente comercialiaci6n de la agri conte rye incl’ una erfeudaliacléno, En Ia Barope de Seake de la Edad Moderna petdurd durante largo tiempo una Indecisa coexistencia de la cobertura de las necesidades en el sen tido de la economfa familiar y una comercializacién orientada al mmevcado, si bien a medida que las necesidades de los tetratenien tes —es decir, de la nobleza, sobre todo— aumentaban, o la agricultura se vela arrastrada pot los intereses del capitalismo na dente, In comercializacién evolucionaba hacia la capitalizacién de Ja agricultara. sde los comienzos de la Edad Media hasta finales del si fia wort, y on algunas reiones de Europe acta xr, el feuds fismo seria ef elemento fundamental de Ia orgenizacién agratia v de la totalidad de las normas de vida de los campesinos, En un principio fue una ssociacién tanto econémica como politica ¥ social. El sefior feudal, generalmente miembro de la nobleza o el clezo —apenas hubo alguno procedente de Ia burguesta o el cane esinado—, se consideraba soberano de las personas que culti- wvaban Ia tierra, cuyos servicios y tributos te garantizaban la subsistencia y —por asf decirlo— el afianzamiento de esta norme- tiva de vida, Como propietario de tierras, explotaba sus dominios, bien por sf mismo, bien cediendo le explotacién a campesinos dependientes de 4), los cuales se ocupaban de Ia tierra conforme 2 leyes de indole diversa. El feudelismo se basaba en el poder sefiorial y no constitula una asociacién libre, pues mientras que cl sefior estaba obligado @ prestar proteccién y amparo a los vasa los, el campesino estaba exento del servicio militar, pagando a ‘cambio tributos al sefior®. Con la materializacién de los tributos y Ia despersonalizacién de las relaciones feudales, es decit, con el abandono de la telacién de fidelidad y servicios como principio, © su socavacién politica por el Estado naciente, el feudalismo exdi sa funcién de dominio, pero se mantuvo como Bese orunanva de a ect agri de nko dee Edad Moderna en Europa. Esta disolucién politica estuvo en interde- pendencia con una mejora general de Ie situacidn legal y social de los campesinos y vasallos al desaparecer —forzada principal- mente por Ja depresién agraria y la crisis demogréfica de a Baja Edad Media y la falta de mano de obre que esto conllevaba— la servidumbre de la gleba y aumentar Ios derechos de Jos campe- sincs. A finales del siglo xv y, sobre todo, en el siglo xvi cambié fundamentelmente la situacién de Europa, que comenzé, en lo que a le organizacién agratia se refere, @ dividirse # lo largo del Elbs, hecho que no dejaria de tener consccuenciss en cuanto ¢ la corganizacién estatal espectfica de la sociedad del este y el oeste 32 respectivamente. En tanto que en Ia Europe occidental el sistema feudal siguis siendo el elemento organizativo fundamental de la sociedad agraria, aunque con algunas Innovaciones «i libers- Tes», en la Europa ori 7 aaa june con el establecimiento de fa economia de explotecién sgriccle eo decit, el desvio seforal del este respecto al sistems feeds se efectud de manera repentina, sino en dos fases decisivas, dis. Eintas en cada pals. Sus rafces' se hunden en los proceros trans, formadores del siglo xv, cuando algunos sefiotes. ampliaen considerablemente sus superfcies dtiles en el curso ce la. exis demogrifica, A fin de impedir la emigracién de los campesinos hacia las ciudades y asegurar, al mismo tiempo, la explotacin de las fineas, fue derogada ta libertad de movimientos de estos, Los sefiores pudieron imponerio a causa de su mayor independendia ¥ autonomia politica en comparacién con el oeste, Asi pucs, mon tras que la escasez de mano de obra en Occidente en el siglo ey hizo precisamente posibles formas legeles més liberales, en ol ears s produjo el fenémeno contrario: ls scrvidumbre de Ia glebs se fo xv1, al aumentar de nuevo la poblacién, es deci, cuando ln aos ate dete dese insuficiente, pero, al mismo tiempo, las exigencise plantendas a in explotaciéa agricola fueron cade vez mayore sresiva otientacin mercantil, edemés de la limitacién de la likes tad ide movimientos, empeoré también el derecho de posesion Hegindose « confiscar las tierras de los campesinos y al estable. fimiento de Ja Uamada segunda servidumbre®, en tanto que en Occidente numerosos campesinos recibian ya sus tiettas por dere, cho hhereditario, es decit, gozaben, entre otros, del derecho de iransmisién de la herencia dentro de la familia. EI campesine de Ja Europa oriental se vio tan gravado a partir del sigh wor ‘pot las presteciones de trabajo en beneficio del propietatie de Ine fiers que apenas podia ocupatse del ealiivo de sus campos. Le situacidn més extrema se dio, sobre todo, en Rusia, en donde llegé @ parecerse a una nueva forma de esclavitad ® Ta expansidn de la explotacién agricola seioriel, que al este del Elbe pronto abares a aldess completas, establecicndose’ plens- mente después de le guerca de los Treinta Atos, se bassbe, por un lado, en Ja debitidad de tos poderes centrales, que, por motives fscales, reforsaron el poder de le nobleza frente al campesinado, Peto, por otro Jado, se debié también'a la dilatacién del mercace mundial, en virtud de la cual el incremento de la produccién ssricola y la ampliacién de les superticies utiles, sobre todo en B | - Jones bien comunizads, podan aporar grandes benefice ¢ regione’ et ce nobleza, El seforio no es, por tanto, ni un res- 1s srs os fendos medievales, ni dave una eapltan ec ee Mientras cue la naciente comercielizacién de Ia gr: pe en el este a le formic del sfx, direc fence cxplotado, junio «une eiclavizeion simolténes eles Campesinos, los sasmos interes y posibildades de Iuero de 1x Sele ols sefres buguses fomentzon ex Ocidente wat SiganizeciOn gratia muy distinte, une transformacién del feudal con mayores libertades para los campesinos. a Gs esta ncbem, oI Teles, balan sido» spin el oeste y el sur de Europa sefiores tes, def Seri y tncende, pr, oan dale ic, se oon cambios owbles: por un pate, cunents el nimero de sores Burueses, por ot al reducrse progcivamente a, explotcin directa del suelo, 10s campesinos se fueron convitiendo en ep ietarios, De esta manera, en general, conservaron 0 arranicarcn For la fuerza, en cl norte més que en el sur, una sutonomia Piyor en la organizacion del teabajo y en sus condi ions slo rentes aa propiedad del suelo, Le servidumbre fue sendo reem- Jesads por une contrbucién en especie © su equivalents en st Ge rele oe también tntativas en el este y el su (Italia, Espa « cos de Ie cso agara, de reduit suevenente os, derechos Sr etipetinade, aumencar as contbuciones, confocnr La explo tacienes campesings, converts en propiedad pivads Nos teres rinales y evear grandes explotaciones similares « los wo eben qe acd en an yo I Kea mena, dobre todo, sin embargo, noe Legare en onjunto Ie stu ibn existente en el este ®, Precisamente en los lugares que ¢s ban sds abies al mercado y en donde It iniciava buruest GF capital fueron inverdos en Ia agriculture, como Inglaterra § Holanda, fae donde aparecicron los primero: indicios fucin del fendalismo. : 7 a afer evcluién dstinta en Bazopa occidental f “on primer huger, le creacién de instituciones estatales. que TRinaton politiamente los feudos, prohibieron las incataions Be tetas de los campesinos ¥ pusieron tod sy eupeo en clin ia influencia de la nobleza, # fin de que unl pudieran ser tratadoo como subditos desde el punto de, vi ie Gee hee ee 6 abi te; éstos, con la creacién de eHé también un papel importante; éstos, ge ke ret err alae trees oe ple dicate extabanintzeoados en pereibis [es rents o en atzender GanShorioe El campesino, a medida que fue rompiendo #8 reli 34 ‘in personal con ef sefior feudal, pasé a estar y el poder del Estado en fotmaciin. Esto mente su situacién social en concreto, pues twaba més comprensiéa hacia los centpesh azrendador al que sélo interesaban les ganan todo de manifesto las revueltas campesinas motivos fiscales, el Estado, en principio, tenimiento del campesinado, El nimero de campesinos sutdnomos diferfa en cada pais; ahora bien, en aquellos paises en donde siguieron existiendo como clase, se convertirfan progresivamente en copropietarios de sus tictras, Exte fue el caso principalmente del ocste y el sur de Alemania, y, en menor medida, de Francia, En estos paises predominabe 1g pequefia. propiedad ristice, que en Europa central era cedida en préstemo —el campesino pagabe rentas que permanecfan invatia- Biles durante largo tiempo—, 0 bien arreadada, que era lo habitual, especialmente en Jos pafses latinos. AA diferencia del préstamo de Herras, el sistema de arrendamiento se adecuaba a Ja evolucién general de los precios, zazén por Ja que los sefiotes tratsron de implantar en todas partes esta organizacién agratia, desfavorable ppara los campesinos, A pesar de le gran similitud de la estructura agraria en Francia y Alemenia occidental, existian, sin embargo, algunas diferencias. Su situacidn en Alemania tras la guerra de los Campesinos era mejor que en el resto de la Europa occidental, donde progresivamente cayé sobre ellos el peso de los. tributes En el este y sur de Alemania, muchos campesinos se habfan con. yertido en . El incipiente mercado eutopeo comensé a dividir Europa no sélo por el tipo de organizacién agraria (sefiocio 0 feudo), sino también por su modo de produccién, Pues, mientras que en el este el careal se producia con destino a la exportacién, cl oeste se concentraba en 1a produccién industrial. La escasez del cereal en Occidente (con Ia excepcién de Inglaterra, principal- ‘mente) favorecié a produccién exportadora de Ja explotacién lati fundista en el este. La exportacién de unas 100000 toneladas de cereales anuales —cifra correspondiente ala exportacién anual de Danzig— bastaba para alimentar en la Europa occidental, en Jos poblados Pafses Bejos sobre todo, a unas 400000 y hasta 5000000 personas”. La divisién tradicional del trabajo en regiones (ciudad-campo), se transformé claramente en una de tipo interte- gional (paises de actividad industrialpaises de produccién cerea- Iistice). a escases de productos agricolas en el ceste, que perdurd a pesar del incremento de la produccién, fomentd no s6lo las posibilidades de exportaciéa de Jas explotaciones agricolas del este, sino también su comercio ganadero. Si ef cereal se hizo insuficiente en Occidente debido al fuerte crecimiento demogré fico, tanto mds se puede decir de la produccién de came. La sociedad de la Baja Edad Media era una sociedad camnfvora ® Esto cambi6 notablemente con la amplincién del cultivo agricole ea el siglo xvi. Al ser posible prescindir de la came cuando ‘encarecia demasiado, su produccién disminuy6, también en favor dle la agriculture, Si bien es cierto que hasta finales del siglo xvt cexisten mumerosos ejemplos de un alto consumo de carne, a partir de mediados de siglo cada vez son més frecuentes las quejas generalizadas acerca de Ia carencia de ésta. «En el afio 1550, fentze Jos campesinos suabos sc comfa de otra manera a como se hace boy. Entonces habia diariamente came y comida en abun dancia, y cuando eta festa mayor y en otros dias’ festivos les meses se venclan bajo el peso. Hoy, las cosas son muy distintas. jEn qué tiempos miserables vivimos! Desde hace afios Ia vida se hhace cada vez més cata. La comida de los campesinos acomodados es casi peor que, en otros tiempos, Ja de los jornaleros y cviados»*, EL crecimiento demogréfico y la fuerte concentracién fn la producciéa de cereal trajo consigo una dependencia consi- derable de la ganaderfa del este, Los precios de 1a came en Occidente eran tan efevados que los gastos de transporte estaban justifcados *, «También aqu{ se pone de manifesto cémo bajaron 40 Jos precios desde el noroeste del conti poblaciéa, hasta el norte, ef cree interrupcién en Francia~ ef cert La etfs de genado ovino descr. Ia florecionte industria tena, eapitalizacién de la agricultura, al destrai de labrantio sin crear, por ef otro, lzacién, ya quc Ja lana eta expo debilitamiento de Jas industria textil floreciente Si seguimos el desatrollo de de manera global, to siguiente: El crecimiento demogréfico y la ascen pra elles en un problema, la base de una protoindustria, tad, en Inglaterra activé al gstructuras feudales y cze6 fa base de 4a agticuleura europea, observamos, inente, de gran densidad de el sur, y —aunque con una de Butopas? | ef un importante papel para it por un lado las tierras una fs ampliaciGn de las supeticies de caltivo y Ia inten ideas a agriculture se efectud un proceso de etticulaciin Interregional, un aoge del intercambio de mexeanclas y de! comer Go ue ya 10 afectaie tinicamente a los artfeulos de lujo, «Sin Desjuicio de las_peculiaidedes terrtoriales, grandes regiones de Enrope, desde Espatia hasta cl este rusopolaco més alejado, se presentarian en adelante como una unided agrupada alrededor de fos centtos de la industria y el ccmercion®. TV. LA PRODUCGION INDUSTRIAL Le ptoduccién industrial tuvo, en conjunto, un papel menos rele vvarite que Ia agricuftura: para Ia sociedad de comiienzos de In Edad ‘Moderna, que en este sentido se iria diferencisndo de la medieval sélo de forma gradual. Las personas que s< dedicaban a elle eran, en primer lugar, relativamente pocas; ahora bien, sobre este as pecto, al igual que sobre tz produccién agraria, es muy escaso el material estadistico de que disponemos. Por otra parte, la mayoria de Ia poblacién se seguia autoabasteciendo de los productos indus- triales més indispensables, como calzado, ropa, herramientas de trabajo, construyendo también, en general, sus propias casas y chozas. Hran muy pocos los que tenian necesidad de un mercado de mano de obra artesenal 0 protoindustrial, A ello hey que afiadir que més de un tercio de la poblacién enzopea hacia 1600 vivig en los limites de las necesidades materiales mfnimas, de manera que la adquisicién de productos industriales, an de los mis clementales, se consideraba un luo. 'No obstante, la intensificacién de la produccién industrial y la expansién del mercado en La Europa del largo siglo xvie fueron precisamente lo que —an cuando sélo alcanzata a una cape muy reducida de Ia poblacién— activé considerablemente la diferes- ciacién de la sociedsd ”. ‘Al comenzar la Edad Moderns, Ja actividad artesanal expeti ment6 un importante incremento de la produccién, similar al de Ja agriculture, asi como las mismas profundes transformaciones, 1 principfos del siglo xvi, pero mientras que en el siglo xvt, debido a Ja presiGn demogréfica y a Ja coyuntura, se prodyjo un aumento en los precios agrarios, Ios prodactos industriales no se vieron en general afectados por la erevolucién de los precios». Le relativa estabilided estuvo favorecida por una competencia cada vea mayor y por algunas medidas racionslizadores, as como por le gran oferta de asaleriados pobres. Ahora bien, suponer que el umento y simulténeo abaratamiento de estos productos convirtié en posibles compradores a otras capas sociales sélo es relative 42 EEE Stemi eRe, BASE en realidad no se amplis el chro de le ” deiadeng uetOn Tas personas acomodadas fas que siguie: ron beneficidndose de is tcigultr todo, el contrane eeneR®, Yr dado que tas podian densi, as como de at dindmica impulso experimentado por le produccién industri Silo xr extételacionado con el Uamacio movimienee tag aie y ls aparicién de mano de obra barata excedente de 1a meee sale, © gue, cia. ce to tandaay e seed sulfcientemente ocupads, dependiendo por tanto de gine dudes de tabajo suplementrio, Por ous pare tyes oe menos decisivo-—, la produccin industrial y su extensdn ¢ sence es hasia ese momento sin industa se vio cece ee umes incluso alguns campesinos, de bienes de producién, tun cuando ello supusicra una participacin crecionte cr oh ie akan Ge rie tad de como la ampliaciGn de los mercados regionales, en lee matt participaron claramente cad vez més personas noe lise ear ¢ causa de Jos excedentes en Ia production aprictle— chee Js coyunture de Ie construccién, oy 2 astruccién, ocesionade por la utbanizacl Yl seins cemoprfony mantener eet nee de Gules como Madd, nem y Londres, En el siglo a1 yeron sélo en Roma 54 iglesias, 60 palacios, 20° 4 3 eanducones de age 99 fens sebliee Aa tt ils 30 nuevas calles y casas para unos 50 000 ucwor’ habe fantes Es conocido el papel desempefiado por el lujo en he pas més altas de la nobleea y Ia busguesie, No sole setiidad arquitectinica lo que foments nuevas indastias, sine pinspaiente ss indumentara, que bur ver stm i {eit por Ia moda, convirtiéndose en modelo para tode le sone wugieron empresas del lino, el eseambre y la sede que cou eee eee ee ee aaa Se emma tee et ae fos. Las dispesiciones indamentarias de inicios spd (ee instanton le singe fen sean de Mac prendas cars. Algo 1uevo fue también a notable sie 28a de Ja industria armamentiste resultante de Jos auevos plan qeihsenuon estatgicos “del siglo xvt, La nueva séenica. bélica SGovomfa importantes cintidades de armas de fg, caflones, fanto terestres como navales, Las numerosss fortficaciones sur oa ean cnc lncmpene mr cnonus de x sels a ¥ xvi Floalmente, el comercio de ulttamar hizo crecer ‘eabien Ja demanda de productos industriales, Este comescio no ere modo lguno unilateral; a cambio de plata y brads exe, fueron tantos los bienes de produccién crops oe salon no a ultramar que Espaiia se vio muy pronto incapez Sone Se anand, eLoe epalnisn ‘te J. oda = 1568, so cia depende completamente de Francia y que te ven ebligdos por el impertivo de sic « comes howe ‘l pa, ef glasto, el papel, los libros, e inclu a Sito de carpintetia es eit, todos los prodoctos indus 1s ‘fin del mundo para procurarnos oro, plata fgets De ce, ademts de Pane, e benefis sabre todo Holanda. El ineremento-de la producein en el siglo xv1 fue cons cocncia del iacipcnts mereade mundial en coneién con progresiva division dal trabejo de carécter supratcegion: fa produccién industrial més importante de los siglos 2x" y xv iat tel Sra ST mata pein comespondns. Aun cuando no dado Tos pes de Eusops pudieaa paréiper por igual de ello, ol auge expe meniado foe sn embargo, considerable y geneal. La demands era eleva sled posible, como en el caso de I produccn agri responder adecuadamente Tas necesdades, También en este Ato se predujo un desplaamienta epacial como contecus- cia de Ie competencn, de In wviable clad del mercado y, sobre todo, de Ja decadencia de la mineria en la Europa oh explotacién de mueves fuentes de materia prima en oties paises. See fastest slo et la produc Inds 6 babi concentrado en Tela, Alemania y) Fandes) en este moment Sparecen en primer plano Francia, Holand, Inglaterra 3 Suede Ene desplazamiento cel gur al oeste 0 norte, que es posible a iar por ver primera con el cambio de siglo, responde a un « is censo simaltdnco (estancamlento) de las actividades indus en la Earopa oriental, dedicada casi exclusivamente a la produc. ono s 1a extensién y Ja Jativo al mimero de trabajadores, ) Tig Se peer iege 44 ria y Je metalurgia. Se hallabe dispersa por toda Europa y no se concentraba tinicamente en les ciudades, sino que, al auimentar la producci6n ea el siglo xv1, también se extendié progresivements al medio rural, donde numerosas capes subempleatas de le pobla. cualquier estatuto gremial ® industria lanera se encontra. ban en Flandes ¢ Italia, pafscs a los que Hegaba tammbiée le lave en rama de Inglaterra y Espafi; pero paulatinamente Flandes ‘cedi6 su puesto a Inglaterra, que se vio favorecida, no en dltime {émino, por el gran mimezo de refugiades huidos’ por problemen de religién. La industria Jencera tuvo como centros la Alta Ale, manit y Ssjonis, cuyas empresas se hallaban en gran paste en manos también de comerciantes altoalemanes. También en Aleman nia se produjo un desplezamiento signifcativo en el siglo xvir, conviztiendose en regiones més importantes de la producciGn le cera Silesia y cl Bajo Rin. La fabricacién de algodén surgié, sin dude, muy pronio; con frecuencia, el nuevo producto, entretzide con Tino, era convertido en fustén, sobre todo en Italia y en el sur de Alemania, pero su impottancia para la industria panera ls adquitieia algo més tarde. Patticularmente rentable era Ie faba cacién de ‘eda. Al principio, Halia (Genova, Milén, Florencia) fue el fabricante exclusivo, pero después serie Lyon la ciudad ue se convertizia en el centro europeo de Ja industria de la sede, al terciopelo, Ia pasamanerfa y el brocado. Aqui se febricabe aproximadamente la mitad de la produccién sedera total de Fran: cis. También disfruné de gran renombte le industtia sedesa ccm, Blecida 2 orillas del Rin, desde Basilea hasta Amberes, Acerca de la magnitud de las empresas y del nivel de Ja pro. duccién no disponemos de infotmaciones exactas, Tan séle co conocida la expansiSn de la industria pafiera en el siglo xvi Hacia mediados del siglo xvit, Leiden producta anualmente unes 10.000 piewat de pafio, siendo probablemente el centco patere sms importante de Europa’, ‘La fabricacién de pafios se realizaba primordialmente a mano; el aumento de la produccién se efectud ante todo mediante Ig ampliacién de las empresas 0 del sistema de trabajo a domicilio, éesempefiando un papel especialmente importante, como mano de obra suplementaria, los perseguidos por causas religiosts y polt ticas. A pesar de que Ja isrupcién de la industria. proplamente dlicha no se produjo hasta el siglo xvi, tendan lugar, sin em, Dargo, innovaciones o inventos decisives cuya repercusisn se harfa cada vez més palpable, a despecho de Ia oposici6n ejercida por los gremios. A finales del siglo xxvr aparecié el tclar pars cintae, telar mecfnico para Je fabricacidn de cintas, cordones y encuies, ue, aunque se difundié desde los Paises Bajos, en 1645 ace 45 | | odevia. desconocido en Ulm y Aupiburgo, antiguos centros patie Prorrancia de este telar para la transformacién de los procesos ge produeccién, nos 1o demuestra el hecho de que un solo treba- jedor podia tejer de 30 2 20 cintas al mismo tiempo. Igualmente fmportante seria cl telar para calceta, méquina manual de hacer ‘alceta inventada asimismo al finalizar el siglo xvr por William Lee. También este invento fue radicalmente reptimide en un primer momento, El segundo ramo de Ia industria més importante foe Ja meta fangia, en combinacién con Ja minerfa, la cual experimenté un fuerte impulso desde finales del siglo xv, no en timo término a causa de la creciente demanda de dinero por parte de los incipientes Estados territoriales. El mantenimiento de la produc. tivided, su inctemento y aprovechamiento dependian, por supues to, de le tiqueze de Jos yacimientos, de los costes de explocacién y del tipo de herramientas técnicas aplicables. No sélo la industria fwansformadera dependia del nivel de los adelantos vSenicos, sino también, y en medida cada vez mayor, la propia mincria", La explotacién de las mins de plata tavo un papel primordial, no reparindose en gastos a Ja hora de excever galerias, situedas hasta los 300 metzos de profundidad. Las regiones con yacimien- tos més importantes hasta Ia legada de Ia plata americana se huallabaa en 1a Europa central, principalmente en Sajonia y el Tirol. El cobre ocupaba el segundo lugar, utilizado como metal para la fabricacién’ de moneda, ssi como para Snes industrales ‘AL igual que Ie explotacién de la plats, también le de cobre se fenconttaba locelizada en ciertas regiones de Europa. Abora bien, fs medida que descendié la prodaccidn de cobre en Europe central, fsumenté en Suecia; hasta mediados del siglo xv1r, salieron anuj mente de este pafs 3000 toneladas de este metal. Como en el caso de la plata, tampoco se zeparabe en gastos para In obtencién de cobre. Condicién. esenciel para el incremento de la produccién fueron los procedimientos de excavacién de pozos verticales y Jas mejatat introducides en las instalaciones de drenaje. La obtencién de plata y cobre estuvo principalmente en manos de los mineros flemnanes, tanto en Alemenie, como en Hungria, Suecia, ¢ incluso Espafia, El mercado europeo del cobre era Amberes, Sin el talento Taventivo de algunos ingenieros y le difusién o divulgecién de sus descubrimientos apenas hubiera sido posible una expansién tan intense de la metalurgia. El manual diésico de Je minetis, De re metallica de Agricola (Georg Bauer), publicado en 1556, conocié une -amplia difusién. A largo plazo, el hieso seria el ninerel més utilizado, ya que se daba en toda Buropa y habia sido explotado considerablemente ya en la Edad Medi, aunque 7 su importancia para la industria del armamento, s o, Suga 2 wm ates cca experimentS un crecimiento poco menos que espectacular: a partir de 1620 pudo exportar uns 6600 tonelads. hacia idlados de spi alcna6 une capacidad exportadora de 17 000 Las informaciones de que disponeme: ue disponenos acerca de Tas proporcio- cee Smee eaa de pei Gucci6n son insvficientes, Sélo ocasionalmente podemos encontrar datos exactos. En este sentido ofrecemos a continuacién dos Unk. cos ejemplos: Ja «Gemain Gesellschaft des Berghaus» de Amberg, importante eentso de obtencién y trensforinaién el metal ea lemania con 180 martinetes, ocupaba en 1595/96 a 1025 hom bres, de Jos cuales 630 e1an mineros; 210 peones se encargaben de Ia excevacién ¥ del dienaje, 65 peoncs del transporte. del mineral, 100 obteros trebajaban en le mina y 20 pereones admit nistraban el conjunto de Ia empress. Aproximadamente tn tercio de Je produccidn alemana de hiervo, es decir 10000 toncledes de este mineral, procedia del Alto Paletinado” Una muestra de los Jogros conseguidos por el perfeccionamiento téenico desde el punto de vista econdmico nos Jo ofrece la cuenca minera de Falkenstein, préxima a Schwaz, en el Tirol, en donde a comienzos del siglo xv1 eran explotados 274 pozos que daban trabajo a unas 10000 pereonas. Los pouos tenfan hasta 240 metros de. profun ded. Mientras que en 1514 ‘eran necesatios 600 bombeadores para fa elevacién del agua, después de le instalacién de ® grandes bombas manuales en 1538 bestaban 240 hombres para mancjarlas. Cuando W. Leuschner pudo Gnalmente instalar una noria accio. Bada hidfulcamente(sutidor de Schwa) que en 8 horas diate cleabt 100 agus, slo se neeston 2 habe pare el A causa de Ios altos costes de la inversién, hubo = es de Ta inversién, hubo problem para la introduccién de innovaciones téenicas, No obstente, le Imealurgia ya minetia se mostearon en principio més abjerts a Tos avances técnicos que Ja fabricacién y manufacturacign de perfeccionado de forma asombrosa justamente en el siglo Xvz, € incluso en el xvir, sobre todo en Alemania y en tomo a Lie, ¥ gracias a los umerosos expertos alemanes que cjercian su fcivided miners on el exrmnjes los aver preedincnce difundicron répidamente. La explotacién de minetales se conocia desde hacia tiempo. De los bajas homnos de piezas sueltas se ped en el siglo xv7 @ los altos ornas, si bien el aumento de le altura ~a comienaos del siglo xvut, el primero s otillas del Rin aleanz6 mds de 6 metros— puso un limite natural a la produccién al a ar carbn vegetsl, que s6lo desaparecié cuando pudo ser uti fase me etde coque™ Alcala, despucs tambien Sueia Ppglaterra, fueron los productores més importantes de hierro. HI conjunto de la produecidn anual europea se estima en 60 000/ 100 000 toneladas. La regién de mayor produccién cn Alemania, ‘con unos 180 martinetes, se encontraba en ef Alto Palatinado™. EL ange experimentado por Suecia e Inglaterra dio Iuger a Je crisis de la siderurgia alemana. A principios del siglo xvi funcio- aban ya en Inglaterra unos 100 altos bomos de fuelle que producian anualmente sproximadamente 25000 toneladss de bie- ro bruto”. La edificaciéa en altura, la construccién naval y el armamento estimolaron en este tiempo en Inglaterre y Suecia tanto la minerfa como Ja metalurgia, Les frecuentes guersas a partir de mediados de siglo, con la participacin por vez primera de grandes cjércitos, consumieron cantidades ingentes de arma mento. Los centros tradicionales de Ia industria armamentistica fueron el obispado de Lieja y 1a provincia de Brescia. En los Paises Bajos, el sur de Alemania ¢ Italie se fabricaron cafiones de bronce que fueron, sin etbargo, claramente reemplazades por le de hietro, més batatos. Suecia fue el pafs que més progreso experiments, Los mineros y empresarios extranjeros, as{ como los nuevos procedimientos de fundicién, intensiicaron Is industria del armamento en este pals. En ta década de 1640, la exportacién, anual de cafiones de hierro fundido ascendié a casi 11.000 to- nefadas, ‘Al principio, la minerfa y la metslurgia eran actividades secun- dlatias realizades por los campesinos que residfan en estas regiones, Jos cusles formaban con frecuencia cooperativas, En aquellos lugares en que se habfan de practicar trabajos de ingenieria, para los cuales se necesitaba mucho capital, 0 cuando se trataba de la construccién de una gran empresa metalirgica, tenfan que aso- ciarse a compafias més importantes ™ Paralelamente a Ie industria metahirgica, la producciéa de vidrio y las artes gréfcas experimentaron un especial impulso. La indus- ‘ria del. vidrio estaba radicada principalmente en Italia, pero desde alli se extendié a toda Europa, Fue decisiva la utilizacién de carbéa mineral, en lugar de madeta, como combustible para Jos homnos. Gracias a las elevadas temperatures, pot vez primera fue posible Je fabricecién de vidrio transparente. Un derivado cesencial, para cuya fabricacién era imprescindible la. transform: cién de les procedimientos de fabricaciéa y le aplicacién de conocimientos de quimica, feeron los instrumentos épticos, A co- tienzos del siglo xvir se inventaron el telescopio y el-microscopio, contribuyendo a revolucionar la imagen que del mundo tenfan las ciencias naturales, La idea de utilizar las lentes de vidio surgié 48 casi de manera sisulténea ea Holanda e Ttali cenucs dela indusia del video, Sete interés de una capa alta ecomodada activé i j la activ’ también la indus- tela del papel y la imoresiin de libtos, En siglo avs conn ron 25.000 ediciones en Paris, 13.000 en Lyon, 45.000 te Ale unos 140/200 millones de libros, juefias iy cotmcteron en grande empresas on fucka eS plo conocido es 1a imprenta Plantin de Amberes con 24 monn, y 100 empleados”. La prosperided de ésta no se debié: ini on ale calidad de sus libros y a Ia impresién de obras religiosas, sinc 4 su habilidad para encontrar socios econémicamente fuertes entre dos ciudadanos de Amberes. Surgievon las ferias del fibro en el siglo xvi, las de Francfort y Lyon y, en el xvur, la de Leipz Ins cuales se preccuperon por la répida difasin de los produce, impresos", Teniendo en cuenta que Jos libros servfan también de manera cteciente para la divulgacién de los nuevos avances tec nicos, la roe de nuevos procedimientos ¥, Por tanto, el incremento de duccidn dependfan frecuen : Sinn my fetes tae’ dependian frecuentemente de la 'ara la expansién de la industria moder: rimitiva no sé] se ooceiaben sfentes matin primase aoe, Slo metal, asi como Ja construccién naval, que producta grandes bene- ficios, no cran posibles sin las suficientes teservas de madera. bltid Baja Edad Media, la riqueza forestal de toda Europa bastaba, pero a medida que en los siglos xvi y xvi ‘mumencé al consumo de madera, principalmente en la construccién de edificios eae y también como fuente de energia para los horos de indicidn, Tos martinetes, los hornos de calcinacién y los hogates, sgotindose al mismo tiempo la riqueza forestal, como en Lasla, Fegiones industilizades y en tomo « las grandes ciudascs oo convittis en una amenaza Ia slarmante escaser de madera, patses més gravemente afectudos fueron Ios meinen, ig fnumeroses disposiciones forestales de inicios de la Edad Modern son un exponente de la decadencia de Jos bosques que se desehe sonservar para la industria local y la ciza de lor sehores Ee muchos paises surgié el peligto de ta ctisis, La solucién al pre blema de Ie madera, o de Is encigia, se convirtié pronto en ince de una evolucién progresiva de Ia produccién industrial, ssf como Ja primera industrializacién, El paso a a Ia utilizacién de tejas y piedra en la construccisn se realizé en esta época, pero oo ne 9

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