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Obradoiro 10
Obradoiro 10
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BOLETIN DE
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Sobre dos dibujos de Navarro Baldeweg
FELIPE PEÑA
sistente de proyecto) tratada con una clara SltlvO clásico como lo prueba el rigor de
diferenciación de ambas partes. En el los trazados en planta, con una aportación
Es muy difícil encontrar en los trabajos programa del edificio se marcan asimismo nueva en la utilización de ejes radiales, án-
de una persona una correlación coherente dos partes bien diferenciadas en usos, que gulos, bisetrices, etc. (presentes también en
entre una experiencia pictórica y una prác- se sefialan en el perfil superior por dos vo- las plantas de Alvaro Siza). Los dos temas
tica arquitectónica, y más aún, que los de- lúmenes situados casi a la misma distancia mencionados, las duplicidades y la silueta
sarrollos y reflexiones teóricas que se expli- con respecto a un eje que pasará por el del edificio como imagen definitoria del
citan en textos, tengan su propia entidad centro del edificio y siendo a su vez estos mismo que ilustran estos dibujos, están
no limitándose a lo explicativo y descripti- elementos simétricos con sutiles rupturas presentes de manera continua en la obra de
vo complementario de la otra actividad si- de esta condición geométrica. En la facha- Juan Navarro Baldeweg. En su obra pictó-
no que constituyen desarrollos de concep- da sur se produce una relación más rica, en su primer período, definido por
tos independientes, indudablemente vincu- compleja al retirarse uno de estos elemen- los críticos como un conceptual, esta temá-
lados a los procesos de pintar y proyectar. tos del plano de fachada y producirse un tica se plantea de manera explícita y direc-
Así, por ejemplo, su texto sobre las si- escalonamiento que relaciona el edificio ta. Posteriormente, después del comienzo
metrías, dualidades, reciprocidades, etc. con las construcciones circundantes. de su práctica arquitectónica (casa para
(escrito en julio de 1980 y publicado en la La otra ilustración que acompafia estas una intersección, casa para Schinkel) estos
revista «Separata», de Sevilla, y posterior- líneas es un dibujo de la casa en el Alto de problemas aparecen con pretexto o temáti-
mente en «Arquitectura», enero-febrero la Hermosa, quizás el único proyecto cons- ca de fondo para un empefio específica-
1982), amplía y extiende el concepto clási- truido hasta el momento por Juan Navarro mente pictórico. Los Kouroi son el signo
co de simetría. En su obra plástica y ar- Baldeweg. En él vemos otro tema recurren- ambiguo de variadas lecturas, los ll1Mizos
quitectónica aparecen estos mismos temas. te en su obra, la importancia de la silueta es la imagen y su doble (respuesta, oposi-
El dibujo que ilustra la portada de este nú- del edificio y que sea ella la que soporte la ción, réplica, etc.) desvirtuado por trazo
mero de «Obradoiro» es un apunte de la carga, iconográfica de la obra, los detalles en zig-zag de un pincel grueso . En los últi-
fachada norte de los molinos del río Segu- se difunden en el movimiento tembloroso mos, el fumador, por ejemplo, es el humo
ra en Murcia (1). No es una simple anécdo- de un fluido (superficie al agua, lluvia, el que proporciona la transparencia equí-
ta la presencia del plano del agua en sU etc.) es el perfil de un tejado a dos aguas la voca que permite eludir los detalles.
doble circunstancia de borde o límite y de única definición del edificio (imagen clara, La aproximación de Navarro a la ar-
superficie reflectante, duplicadora, super- precisa y popular de la casa) y la conse- quitectura se efectúa desde las cualidades
puesta al ritmo de pares de aberturas de la cuencia de este planteamiento: Navarro físicas del objeto, de su forma fundamen-
parte más baja del viejo edificio. La condi- Baldeweg elude de manera sistemática la tal, aproximación que se emparenta cuali-
ción de límite se aprovecha proporcionan- _ valoración de un plano como frente del tativamente con la tipología en una opera-
do una continuidad urbana a la ribera del edificio, como fachada, se sefiala la entra- ción semejante. Por otro lado en los pro-
río a través de la terraza del edificio. Su da con un sencillo recurso compositivo y yectos para construir se elude la figurativi-
condición de plano de simetría impone un los huecos se mantienen siempre en el pIa- dad superficial fácilmente deducible del
gradiente uniforme de más pesado a más no de la pared, sólo la silueta del edificio lenguage clásico para pasar a un rigor
ligero en la composición de este alzado, tiene una definición precisa. Pero, aun compositivo centrado principalmente en la
difícil de explicar sin esta rotundidad en el prescindiendo de un elemento del proyecto planta y que parece marginar (en una vo-
plano de apoyo del edificio, aparece aquí tan apreciado por la última modernidad: la luntaria neutralidad) los parámetros verti-
también la dualidad viejo-nuevo (tema in- fachada, no se abandona el bagaje compo- cales.
OBRADOIRO 7
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Narcisos
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Vivienda en la Isla de Aros~
MANOLO GALLEGO
Codirección:
C. TRABAzO y E. ORTIZ
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MANOLO GALLEGO
11 OBRADOIRO
MANOLO GALLEGO
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La vivienda se usa en temporadas de Un forjadito sobre las únicas paredes en vivienda. El conjunto no es casi nada,
vacaciones. Su propietario y promotor es de fábrica de ladrillo, la parte más refugio casi, porque si fuera con otros materiales y
el pintor Enrique Ortiz Alonso. de la vivienda, la que podría ser la célula otra tecnología sería lo mismo. y esto por-
Se plantea como un espacio único do- mínima: un dormitorio y un aseo, cerra- que voluntariamente se ha renunciado para
minante, que constituye un recinto habi- dos. La cocina al lado. mantener con firmeza una idea y la idea
table, vivienda y taller. Un altillo ligero origina otro espacio. es; que la casa, el espacio habitado, es
Está emplazada en una zona aislada de En la Isla algunas veces sopla el viento también lugar, como sitio donde uno se
la Isla y muy próxima al mar. fuerte y, además, resulta necesario preser- para, para ir construyendo su vida. Para
var una cierta privacidad. El muro de ello ese sitio, ese espacio, necesita unas re-
El transporte a la Isla de los materiales ferencias fijas, pautas de un orden que fija
es caro y complicado, y desde el muelle al cierre, de bloque de hormigón, debe resis-
tir el viento . el proyecto. '
terreno también presenta cierta dificulta-
des. Aún no hay energía eléctrica. Se plan- Se utilizan prefabricados agrícolas de la Ello va a proporcionar un espacio suge-
tea con un costo mínimo. zona para ayudar a construir el espacio. rente, capaz de dar la libertad necesaria
La construcción es un espacio formado La construcción está sobre el sitio, con para poder seguir creando.
por muros de bloques y ventanales pre- cierto aire voluntariamente extraño. Geo-
fabricados de hormigón, que tengan fácil métricamente construida sin ningún pudor Esto presupone una cierta actitud ante
entretenimiento y de unas dimensiones que de su marginidad. el hecho arquitectónico, la arquitectura no
no permitan el acceso a través de ellos. Esta situación se va transformado en la es sólo una forma de conocimiento, es tam-
medida en que su entorno es más habi- bién de descubrimiento .
Muy pocos huecos son de madera. Los
practicables y uno sólo alargado permite table, así ocurre cuando se forma el recin- A través de su carácter marginal surge
ver pasar los barcos todos los días por el to, constituyendo reductos, que posibilitan la reflexión de que para la creación es ne-
canal de enfrente. estancias (almacenes, parras, mesas, ban- cesaria previamente la destrucción, la de
La cubierta es de uralita sobre cerchas y cos, higueras, lareira, etc.). tantos clichés aceptados .
correas de madera. La construcción pierde sus paredes, es La vivienda que se va haciendo, es po-
un simple emparrado. Se hace casi vegetal, sible gracias al cliente Enrique Ortiz. Po-
En el interior, el suelo de gres y las pa- . un vegetal voluntariamente ordenado.
redes y techos cubiertos de tabla de pmo cas veces el diálogo con el propietario, en
que a su vez protege el aislamie~to . A la entrada, el muro es otra cosa, una este caso artista, ha sido tan enriquecedor
Se eleva sobre el suelo 50 cm. con un mera referencia de propiedad, un marco para la obra y para el autor.
forjado, porque en invierno algunos días superpuesto sobre el espacio natural.
se cubre parcialmente de agua. Ha preocupado el conseguir formali-
Sobre este espacio, así definido, se zar y matizar ras relaciones diferentes entre
construye en él, y se matiza para vivirlo la construcción y el entorno inmediato,
mejor. que en un cierto momento se transforma
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MANOLO GALLEGO
OBRADOIRO 16
Vivienda unifamiliar en Veigue-Sada
MANOLO GALLEGO
17 ÓBRADOIRO
MANOLO GALLEGO
OBRADOIRO 18
Casa Grade (Algarve)
ALCINO SOUTINHO
19 OBRADOIRO
ALCINO SOUTINHO
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Casa unifamiliar (Minho)
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OBRADOIRO 25 .
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OBRADOIRO 26
Vivienda unifamiliar para Pato Pardo
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Casa Carmiña. Pontedeume (A Coruña)
XAN CASABELLA
Proxecto: 1983-84
Está situada nas aforas da Vila de Pontedeume, nun tarreo inclinado, limitado por
unha carretera que bordea a ría e que disfruta dunha soberbia paisaxe, no fondal a via do
tren. Con unha veciñanza de chalets de outos muros que se apropian pouco a pouco o que
deberia ser pra goze de todos: a vista sobor da ría.
Foi desa idea que se parteu, conservar a vista aos usuarios da carretera, o que obrigou á
construcción pegarse ao chan.
O programa era o de unha pequena casa pra descanso e ensimismación, pra se sentir có-
modo, sin compromisos.
A orgaización en planta, apóiase nun eixo cósmico (Norte/ Sul) que racha con unha
diagonal de luz a ríxida malla e prolonga o interior no seu entorno próximo.
A volumetría replégase pra deixar pasar o sol deica terraza e engaiólao na galería do
solpor.
Os espacios do interior perderon a súa pureza xeométrica e antóxasenos fragmentos tre-
midos dunha antiga construcción, despois dun misterioso sismo. Cos seu s maclaxes or-
gaizando vieiros que nos conducen ás estancias.
O estar, abovedado, esceario caseque relixioso de, cecais, longas noites de invernía a ca-
ron do fogar.
A fachada desaparece como plano pra dar paso ao volumen; a esquina é o protagonista
da nova composición.
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OBRADO IRO 30
XAN CASABELLA
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31 OBRAOOIRO
XAN CASABELLA
OBRADOIRO 32
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33 OBRADOIRO
Vivienda en Cangas de Narcea (Astu,ias)
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OBRADOIRO
Estudios tipológicos (Asturias)
JaSE BENITO DIAZ PRIETO
MAXIMINO DIAZ SUAREZ
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OBRADOIRO
Vivienda unifamiliar en Bío de Laredo,
Chapela (Pontevedra)
MANOLO PORTaLES
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ALZADO LAT ERAL DERECHO ALZADO PRINCIPAL
37 OBRADOIRO
Vivienda unifamiliar en Pedredo (Lugo)
J. SANCOSMED
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OBRADoIRO 38
J SANCOSMED
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39 0I!RADOIRO
JAVIER SANCOSMED
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OBRADOIRO 40
A Casa do Emigrante
DOMINGOS T A VARES
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OBRADOIRO 42
constrw;ao, com urna complexa indústria
organizada, que nao se compraz com me-
mórias, preexistencias, tradicOes culturais
ou solos agrícolas. O que é preciso é ven-
der. Este é o quadro cultural verdadeiro do
nosso tempo e se os arquitectos conquis-
tassem o direito da exclusividade da pro-
duCao arquitectónica, talvez que só mu-
dassem os autores desta tragédia. A situa-
Cao é a de um corte cultural absoluto entre
os trabalhadores intelectuais urbanos, se-
jam arquitectos ou músicos, ou outros, e o
quadro genérico da organizacao social
contemponlnea sub metida a lógica do sis-
tema produtivo que, com as suas leis e pra-
xis, tuda preverte do que tanto nos sedu-
zia . Mas quem sabe se nao será só o tempo
e a nostalgia que nos seduz.
Outro caminho será pesquizar mais ob-
jectivamente nos mecanismos de organiza-
Cao do mercado, da formacao do gasto
dominante, da re!acao entre producao do
es paco construído e transformacao dos há-
bitos culturais sob a égide dos detentores
do mercado, extraíndo daí as ilacOes que
permitam encontrar um caminho que
coordene a nova realidade popular com as
propostas de tipo intelectual, propostas a
que chamaremos artísticas, de interferen-
cia no sistema, propondo a linguagem da
alternativa, da crítica, da correCCao ou de
um novo tempo.
A verdade que durante séculas serviu
como lei numa sociedade estabilizada, an-
de o produtor se aproximava do processo
de aCCao directa de iniciativa individual
aplicando automaticamente as formas a
construir os principios de sabedoria ad-
quiridos por transmissao de gerac<les, sem
alteracao de materiais e sistemas, já nao
serve hoje porque as regras caíram, os ofi-
cios morreram e os homes emigraram.
Mesmo no nosso território de grande dis-
dispersaoopulacional, já nao há aldeias iso-
ladas 00 mundo ou da TV. E se os ar-
quitectos nao se assumem como seres pen-
santes, propondo um novo quadro de ima-
gens, conhecedores dos mecanismos que as
aceitam, fomentam ou recusam, se os ar-
quitectos nao se assumem como proponen-
tes de um novo cenário urbano, out ros o
farao com as regras que quizerem e soube-
rem organizar. Se no entretanto for possí-
ve! salvar algumas memórias, património
artístico de tempos diferentes, nao já para
os homens viverem mas pelo menos para
os homens conhecerem, nem tuda estará
perdido.
Os emigrantes sao assim, neste quadro,
apenas partes inocentes. Mas por certo se-
rao os colaboradores mais úteis, mais em-
penhados no processo de procura de valo-
res de substituicao para um novo equili-
brio, quando Ihes é trasmitida confianca
na sua capacidad e de intervir, na sua inte-
ligencia para entender um mundo que se
transforma.
A minha experiencia leva-me a defender
a qualidade de cliente des tes homens de es-
43 OBRADOIRO
DOMINGOS TA VARES
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PLANTA DO ANDAR
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PLANTA DA CAVE
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OBRADOIRO ' 44
La Casa Indiana
también pública (1), de promoci6n y capital doméstica observa respecto al conjunto to- .mente decidida por su cliente, promotor y
«americano»; la que aquí ha venido deno- tal de la emigraci6n que endeuda su existen- - en aefiniti-va morador. Es por ello por lo
minándose, en relaci6n directa a la proce- cia. En efecto, su promoci6n y existencia que éste y su privilegiada posici6n econ6-
dencia de su cliente y morador o la denomi- fueron siempre obra del sector más afortu- mico- social, no han de ser soslayadas
naci6n popular que a éste se le concedía en nado de la emigraci6n asturiana a Ultra- cuando indebidame~te se exija a la referi-
Asturias a su regreso, vivienda colonial, mar, los aquí denominados a su regreso in- da muestra doméstica especificidades for-
«americana» o vivienda indiana. Distri- dianos o «americanos», cuyo porcentaje no males o estilísticas que obviamente -como
buida por la práctica totalidad de la parece nunca superar el diez por ciento res- se verá- no ha de tener; primero, porque
geografía regional, su estudio, a diferencia pecto al resto de quienes igualmente afecta- las comparte con el resto de la arquitectura
del resto de las disciplinas citadas, ha sido dos por el éxodo transoceánico, nunca correspondiente a la coetánea burguesía
abordado de manera ininterrumpida desde fueron por él beneficiados (emigrantes asturiana no indiana; segundo, porque és-
apenas hace un par de años. Pese a ello, el arruinados o de situaci6n econ6mica nunca tas son, en definitiva, competencia y res-
gueso de la producci6n doméstica de tales favorable, emigrantes enfermos o muertos ponsabilidad directa de los profesionales,
características y la consiguiente dispersi6n en la empresa de Ultramar), o los igualmen- ya sean arquitectos o maestros de obras lo-
espacial que su emplazamiento observa, ha- te acaudalados pero nunca regresados a sus cales y, s6lo en casos excepcionales, objeto
cen obligado el anuncio de la condici6n de lugares de origen; caso, también, cierta- de interferencia del gusto o capricho del
avance de este artículo, sumiso también, mente frecuente. Al igual que las conse- cliente. Salvada tal puntualizaci6n, en oca-
por el mismo motivo, a posteriores revi- cuencias econ6micas y sociol6gicas ante- siones motivo de controversia y malenten-
siones, una vez que el referido tema haya riormente apuntadas, la vivienda indiana, dido, queda para el conocimiento de la
accedido a un área de estudio más amplia. si bien se presta a una explicaci6n exclusiva que ha venido denominándose vivienda in-
Las conclusiones aquí expuestas, producto a partir del hecho migratorio que la moti- diana, el estudio, en este caso exposici6n
de investigaciones efectuadas tanto en el v6, éste en modo alguno íntegramente sucinta, de los múltiples aspectos que la
área centro-occidental de Asturias (conce- reflejado en ella. Vivienda y cliente indiano definen, tanto los de fondo y forma como
jos de Muros de Nal6n, Pravia, Cudillero y han de ser por esto observados como pro- los cometidos, funciones, tipologías edifi-
Luarca), como en la zona interior occiden- ductos privilegiados, restringidos y concre- cativas y lenguajes formales sobre los que
tal (Allande, Tineo y Cangas), han sido tos de un hecho hist6rico de dimensiones y se gest6 .
confeccionadas sucinta y abreviadamente, alcance infinitamente más amplios.
como su título indica a modo de apuntes COMETIDOS, FUNCIONES
introdíctorios de lo que no en vano es un re- En progresiva aproximaci6n al aspecto
Y TlPOLOGIAS EDIFICATIVAS
corte fundamental y apasionado de la his- estrictamente arquitect6nico, apunta la se-
toria contemporánea asturiana. gunda cuesti6n preliminar al criterio de se- La frecuente práctica del regreso al lu-
lecci6n en uso para la delimitaci6n y defi- gar de nacimiento, tras veinte, treinta o
PRELIMINARES nici6n de este fragmento concreto de la ar- cuarenta años de estancia americana del
Siempre que se trate de emplazar la vi- quitectura asturiana. A diferencia de otros sector más afortunado de la emigraci6n a
vienda indiana en sus justas coordenadas, recortes arquitect6nicos de estudio, por lo Ultramar, dejó a ésta convertido en pro-
se hace precisa la alusi6n a un par de cues- general confeccionados según premisas motor y directo responsable de una parte
tiones preliminares. La primera, hace refe- cronol6gicas, geográficas o ilrtístico-cul- considerable del parque de viviendas bur-
rencia concreta al particular carácter de turales, la existencia de la arquitectura do- guesas construido en la región entre 1870 y
«producto de lujo» que esta producci6n méstica indiana queda única~ y exclusiva- 1930; momento éste al que corresponde el
OBRADOIRO 46
c. ALVAREZQUINTANA
grueso de la arquitectura doméstica in- gar de nacimiento), como la capacidad de excl\.lsivo de emigrantes de pingües fortu-
diana de Asturias y las concluciones aquí signo referencial que la misma vivienda in- nas. Así párecen indicarlo tanto las consi-
abordadas . La demanda de viviendas por diana entraña, anuncio textual de la nueva derables dimensiones de la vivienda, por lo
entonces observada, correspondió en un posición social de su morador, y que en general de dos plantas habitables, sótano y
principio, como en cualquier otra produc- mayor o menor medida, según la solvencia buhardilla destinada al servicio doméstico,
ción doméstica, al primario y esencial de su propietario, nunca ha de analizarse como los suntuosos interiores escrupulosa-
hecho de habitar, de residir en un lugar; en exenta del contexto de que forma parte, es mente ornados y equipados con materiales
nuestro caso concreto la zona rural astu- decir, de todo un conjunto de prácticas nobles y exquisito mobiliario; o las nove-
riana, Jugar de nacimiento de la mayor burguesas tales como la educación, cos- dades de confort doméstico (servicio de
parte de los emigrados, o la traída de gran- tumbres, ética o vestuario que el indiano y agua caliente y fría, baños completos,
des ciudades del centro de la región su familia necesariamente habrían de aca- bombas y depósitos de agua ... , etc.), en
(Oviedo, Gijón y Avilés), donde muchos tar si de lo que se trataba era del acceso y numerosas ocasiones obra pionera del gru-
de ellos prefirieron emplazar su residencia constatación del nuevo estatus social recién po indiano. Del mismo modo ha de obser-
sustituyendo los criterios prioritariament~ adquirido. varse el destino y configuración de la finca
afectivos, característicos del primer tipo de circundante que da propiedad a la -denomi-
Acometidos de tales características nación de villa, y que, a diferencia del res-
asentamiento, por los alicientes y atracti- corresponden los numerosos chalets unifa-
vos de la vida urbana, que favorecía de es- to del hábitat rural y esencialmente campe-
miliares, una de las tipologías edificativas sino sobre el que se emplaza, responde, co-
te modo tanto la educación de los hijos, más frecuentes dentro del total de la pro-
como la diección .y supervisión de los mo la misma vivienda, a un uso exclusiva-
ducción doméstica indiana. De mayores o mente recreativo, residencial y privado de
nuevos negocios e inversiones. menores dimensiones, en posición diferen- la familia propietaria. De probada respon-
Sin embargo, aparte de este criterio do- te, como cabe suponer, dentro de la escala sabilidad indiana son ciertamente los par-
méstico prioritario, obseva igualmente la consiguiente de rango social y circunstan- ques, bosques y jardines que circundan los
vivienda indiana lecturas sentimentales y cia económica de su propietario, las enton- chalets de las más prestigiosas villas de fi-
simbólicas, no en vano relacionadas ces denominadas villas u hoteles, observa- liación «americana», no en vano decisivas
estrechamente con la particular trayectoria ron indistintamente las condiciones de vi- para la introducción en Asturias de los
vital de su propietario, ausente de su vienda estable (principalmente las empla- gustos jardinísticos de la Europa finisecu-
correspondiente lugar de nacimiento du- zadas en los ensanches y zonas residen- lar y del cambio de siglo: los naturalistas
rante el largo espacio temporal reseñado y ciales de las Ciudades importantes), o tem- parques ingleses o los estrictamente orde-
afectado durante el mismo de un brusco poral (caso de las asentadas en la zona ru- nados jardines franceses y, sobremanera,
. cambio social, traducido en el ascenso des- ral, y sobremanera en la franja litoral, del bosque pintoresquista y exótico de he-
de las clases populares (campesinado sobre donde aparte de la reconciliación del in- rencia romántica, poblado de heterogéneas
todo) a la clase media y alta (burguesía diano con su lugar de nacimiento, y siempre foráneas especies arbóreas, entre
mercantil y financiera). Como componente cumplían las veces de residencia veraniega las que neceseriamente ha de incluirse la
sentimental y simbólica han de entenderse dentro de una conducta a la vez común y omnipresente palmera, en el caso de la
respectivamente tanto el afanado intento privativa al resto de la burguesía asturiana villa indiana, todo un símbolo referencial
de recuperación de la vecindad de origen y peninsular en general. Pero pese a la de la peculiar circl!nstancia de la vivienda
perdida (concretamente a través de la erec- anunciada presencia de r.angos y catego- y su propietario.
ción de la morada correspondiente en el lu- rías, fueron las villas indianas patrimonio
47 OBRADOIRO
C. ALVAREZQUINTANA
OBRADOIRO 48
C. AL VAREZ QUINTANA
quitectura (viajes, congresos, estudios y rarquía cualitativa, si bien cuantitativa- ~ión y vigencia desde mediados del siglo
publicaciones), se convirtieron en Asturias mente no supera el veinte por ciento sobre XIX; tras la caída del neoclasicismo, y po-
en los autores, interpretes y agentes de los la total construida hasta 1930. Pese a la siblemente por entonces introducidos en la
lenguajes cultos europeos. Tal es el caso de cifra restrictiva, continúa anunciando el península. Su presencia, tanto entre la
Juan Miguel de la Guardia (Ontaneda, balance el primer doble mérito de este burguesía como entre maestros de obras,
Santander, 1852 - Oviedo, 1910); Manuel fragmento arquitectónico que ahora nos ebanistas y otros profesionales no titula-
del Busto (Pinar del Río, Cuba, 1874 - Gi- ocupa, el supuesto por la demanda indiana dos, facilitó el proceso de extensión de la
jón, 1948) y Julio Galán (Oviedo, 1876- de servicios de arquitecto, la cual supuso arquitectura «extranjerizante» sin ar-
1939) entre otros, cuya actividad profe- para éste un incremento de las oportunida- quitecto, proceso que alcanzó consiguien-
sional en numerosas ocasiones dio respues- des profesionales y para la vivienda colo- temente a una fracción considerable de la
ta tanto en la zona rural como en los gran- nial una ocasión extraordinaria de eleva- vivienda indiana, que integró así sobre el
des núcleos urbanos del centro de la re- ción y mejora del nivel y calidad formal. prisma básico de muros portantes, referen-
gión, a la demanda doméstica de los cias concretas pero epidérmicas y estereoti-
emigrantes más afortunados de Ultramar. Más cuantiosas parecen ser en cambio padas, a cada uno de los múltiples len-
La relación cliente-arquitecto fue así igual- las viviendas de referencia culta y foránea guajes formales por entonces en uso.
mente interesada, más que interesante, pa- clasificadas dentro de lo que podría deno-
ra ambas partes. Para la primera (el pro- minarse arquitectura anónima, dada la Distinto es el caso d~ lit otra línea mor-
pietario), porque, como se indicó, el condición de sus autores, maestros de fológica, junto a la anterior registrada por
restringido número de titulados, las garan- obras y ebanistas locales, cuyos nombres, esta producción. Resultado de materiales,
tías de un diseño doméstico «moderno» y trayectoria y alta calidad profesional técnicas, profesionales y formas arquitec-
exclusivo, y el buen hacer general que por vienen siendo rescatadas y justamente di- tónicas locales, ajenas al discurrir de los
entonces caracterizaba la labor del ar- vulgadas en esta empresa investigadora. estilos cultos, parece apropiada la termino-
quitecto, suponían una garantía y contribu- Integran esta variante de la línea foránea y logía de línea autóctona y popular que des-
ción directa al prestigio de la casa e indi- culta, viviendas coloniales (chalets unifa- de un principio venimos empleando para
rectamente al de su morador. En cambio, miliares, casas de pisos, casas de labranza su referencia. El esquema básico consti-
para el profesional, el aliciente supuesto y casas-tienda) de más modesto aspecto y tuido esencialmente tanto por el tradi-
por proyectos de cliente de tal condición dimensiones, y sólo en casos excepcionales cional prisma de paredes portantes, techa-
suponía una ocasión ciertamente interesan- corresponden a propietarios de sólidas for- do a dos o cuatro aguas, muros mamposte-
te para dar salida a las inquietudes profe- tunas que por un motivo y otro no tu- ros revocados y lisos, ligeramente reticula-
sionales, libres ahora de cualquier restric- vieron acceso a la autoría de arquitecto. dos por bandas divisorias de pisos y resalte
ción presupuestaria. Los cauces importadores de los lenguajes de esquinas; como las formas omnipresen-
foráneos, cambian curiosamente respecto tes del prominente hueco abuhardillado
Un balance definitivo de la producción al caso anterior, concediéndose ahora res- profusamente acristalado, y la galería,
doméstica indiana, a la par obra de ar- ponsabilidad directa a los catalogas, álbu- amplio cuerpo de efecto térmico y lumíni-
quitecto y versión de estilo culto, anuncia mes y otras publicaciones divulgativas de co, de uno o varios pisos, adosado a la ca-
su posición en la escala más alta de la je- arquitectura doméstica en plena circula- sa por una, dos y hasta tres paredes. El
49 OBRADOIRO
c. ALVAREZ QUINTANA
modelo, propio en lo que al cliente respec- aleros, parecen guardar relación directa sobreman~ra decisivos para este mimo for-
ta de los de más discreta fortuna, y profe- con el tan característico culto a la casa del mal y en definitiva incremento cualitativo
sionalmente obra de constructores y eba- emigrante asturiano de Ultramar, siendo observado por la vivienda de tales caracte-
nistas locales de comprobada valía, aco- en ocasiones su posterior transferencia al rísticas.
moda sus premisas al total de las tipologías resto del caserío burgués, obra de su direc- Para mayor fortuna, el curioso empla-
edificativas siempre aludidas, apropiándo- ta competencia, y por tanto mérito y res- zamiento indiscriminado por la práctica
se en conjunto la mitad aproximada del to- ponsabilidad propias. totalidad de la geografía asturiana, como
tal de la muestra doméstica de probada fi- se indicó en estrecha correspondencia con
liación indiana. BALANCE PROVISIONAL Y el lugar de nacimiento del grupo de emi-
Los orígenes cronológicos del men- ESTADO ACTUAL DE LA CUESTION grantes que la erigió, dejó convertida la re-
cionado esquema formal, datados del siglo Aún a pesar del riesgo implicado por el gión en un extraordinario archivo de ar-
XVIII y su aparición en un área geográfica balance del tema que nos ocupa, cuando quitectura doméstica, especialmente intere-
ciertamente más amplia que el de la región éste no ha sido abordado en su íntegra to- sante para quienes se interesen por el estu-
asturiana, concretamente una parte consi- talidad, su reclamo parece necesario dio de la vivienda de clases holgadas del
derable de la Cornisa Cantábrica y Castilla siempre y cuando, como ahora, existan período que ampliamente precede a la apa-
septentrional, niegan cualquier tipo de res- conclusiones y méritos que anunciar y, rición de la Arquitectura Moderna . En
ponsabilidad exclusiva del capital «ameri- sobre todo, siempre que de estos se declare efecto, el peculiar y dilatado asentamiento
cano» para su conformación. Compartida el carácter provisional su sumisión a poste- en las zonas rurales asturianas, privilegio
una vez más su promoción con el resto de riores revisiones. nuevamente exclusivo de la burguesía in-
la burguesía asturiana, concretamente con Sirva para empezar el caso de la extra- diana frente a su homóloga local, descartó
la pequeña y mediana burguesía instalada ordinaria demanda doméstica supuesta por toda amenaza de especulación y derribo,
en los núcleos urbanos del centro y la peri- el colectivo indiano reincorporado a la vi- lacras responsables de la desaparición en
féria rural (capitales de concejo), la inter- da regional, sin cuya existencia en absoluto los núcleos urbanos de la vivienda astu-
ferencia de capital y cliente «americano» habría sido posible el por entonces obser- riana meso y alto burguesa.
necesariamente decidieron la prosperidad y vado incremento en el parque de viviendas Pese a sucinto, doble a de ser la refe-
evolución del esquema descrito. La burguesas. Al mérito cuantitativo, no ne- rencia obligada al estado actual de la vi-
sobriedad y conciso funcionalismo de la vi- cesariamente el de mayor interés, ha de su- vienda indiana en Asturias. La que mayo-
vienda regional asturiana previa a la apari- marse entonces el cualitativo, esto es, el in- ritariamente cumple desde su erección cin-
ción de las interferencias indianas, giraron terés formal y tipológico de gran parte de cuenta y hasta un largo siglo de vida, pare-
bruscamente tras su advenimiento, obser- la producción doméstica indiana, observa- ce acechada en la actualidad por el peligro
vándose desde entonces una orientación do tanto en la clasificada como culta y fo- consecuente de su propia longevidad y de
ciertamente más decorativista y atenta al ránea como en la integrada en la línea re- lo que con anterioridad ha sido descrito
acicalamiento general de la imagen domés- gional autóctona. La privilegiada posición como privilegio y peculiaridad concretos:
tica, no en vano característica fundamental social de su propietario y la particularidad su emplazamiento diseminado por toda la
de esta producción erigida con capital pro- del «culto a la casa», sobremanera deter- geografía asturiana. La fortuna, menos be-
cedente de América. Las primorosas labo- minado por el hecho migratorio y en este névola con los herederos y descendientes
res de talla y madera en general, emplaza- caso premisa exclusivamente indiana frente que con los propio-s indianos, ha obligado
das en galerías, miradores, . buhardillas y al resto de la burguesía local, fueron a aquellos en numerosas ocasiones, a la
OBRADOIRO 50
C. ALVAREZQUINTANA
venta de unos inmuebles que por su excesi- gración asturiana a Ultramar como de la
vo coste de mantenimiento y escaso uso producción doméstica consiguiente. Su
han acabado por constituir cargas gravosas perseverancia cronológica, producto de
difíciles de sobrellevar. En el mejor de los una reapertura del éxodo transoceánico
casos, y dadas las extraordinarias dimen- tras el lapso supuesto por la guerra civil es-
siones que caracterizaron las construc- pañola y la segunda contienda bélica mun-
ciones domésticas pre-modernas, éstas han dial, ha sido sin embargo observada única
podido sobrevivir a base de adaptarse a los y restringidamente por un número muy li-
nuevos modos de vida. En este sentido han mitado y localizado de concejos astu-
sido frecuentes las subdivisiones en varias rianos . Su estudio concreto, empresa en la
viviendas, una por piso, dentro de un mis- que ahora nos hallamos, no parece modifi-
mo chalet unifamiar, en una operación que car sustancialmente las conclusiones al res-
afortunadamente en nada parece haber da- pecto arrojadas para las fechas anteriores
ñado sus exteriores. Más lamentable es en a 1930, sin duda alguna el período más ge-
cambio el caso de las extraordinarias villas neroso , genuino e intenso de la vivienda
circundadas por hermosos parques priva- indiana.
dos, muchas de ellas incluidas ya en el in- Covadonga Alvarez Quintana
ventario del patrimonio artístico asturiano,
para las cuales cabe reclamar soluciones
más inteligentes y cuerdas que las hasta
ahora observadas. Su posible adquisición, NOTICIA DE ILUSTRACIONES
más que por particulares (lo que viene
siendo frecuente y nada perjudicial para su
conservación) por entidades y oganismos
Villa Hilda , Cadavedo. Luarca (1927-29) . Hotel
públicos (los ayuntamientos correspon- Villa Cristina, Villar de Luarca (1880 aprox .). Tra· Indiano responsabilidad del maestro de obras apo-
dientes, Consejo Regional y otros), favo- jas foráneas, Anónimas. dado localmente Xico Ibelia.
recería, a la par que un uso social y cultu-
ral (Casas de Cultura, colegios, centros Villa Rosita . Otur de Luarca (década de 1910). Ar·
Villa Mercedes. Ballota de Cudillero. Década de
culturales de verano), un disfrute colectivo quitect o Julio Galán. 1930. Comprobada transcripción álbum arquitec-
que, bien planificado, sería en sí mismo tura doméstica.
rentable y autosuficiente. Casa de la Torre en Somao de Pravia (1910-1912).
Arquitecto Manuel del Busto.
Villa Excelsior, Barcellina de Luarca (1912). Man-
La segunda y última cuestión relativa al sión indiana de formas modernistas o bra del ar-
estado actual de la vivienda indiana alude quitecto Manuel del Busto.
Casa del indiano D. Rosendo García en Villar de
a lo que por la restrictiva cronología hasta Moros de Nalón (1888) . Ejemplo característico de
aquí en uso (1870-1930), podría muy bien vivienda colonial de linea autÓctona o regional.
Casa del indiano D. Amador Menéndez,
ser observado sorpresivamente. Nos referi- c/ Caleros, Luarca 1888. Il1versión de capital ame-
mos en concreto al carácter inconcluso y El Marciel Somao, Pavia (1910 aprox.). Obra Anó- ricano en viviendas de pisos y bajos comerciales.
por consiguiente «vivo» tanto de la emi- Arquitecto Juan Miguel de la Guardia.
nima de gusto franco ecléctico.
5t OBRADOIRO
Santiago de Compostela
Pabellón de recreo: Antonio Palacios
XUSTO BERAMENDI
52
OBRADOIRO
XUSTO BERAMENDl
53 OBRADOIRO
XUSTO BERAMENDl
Austria, Mru:kintosh en Escocia, F. Ll. do edificio na obra de Palacios; e 3. o A
Adolfo G. Amézqueta escrebeu en 1967 Wright nos Estados Unidos e Peter sua significación e historia respecto da ci-
o número monográfico verso de Antonio Behrens en Alemania principiaban a sentar dade.
Palacios da revista Arquitectura do as bases do que logo sería o movimento 1. o Un observador superficial cecais
C.O.A.M. (n. o 106), que pode considerar- moderno . E na Península, en Catalufia, pensaría que estamos perante un especi-
se o estudo máis completo publicado até triunfaba o modernismo , do que os men máis do «modernismo» por mor das
hoxe sobre este arquitecto galego . Porén, maiores cumios estilísticos -a casa Batlló marquesinas laterais e da relativa profu-
na «Lista de Obras» que figura ao remate (1906) e a Pedrera (1905-1910), ambas as sión decorativa. Porén, esto sería unha
lése; «Pabellón del Recreo Artístico e In- duas de Gaudí son tamén deses anos. avaliación trabucada. Nen a forma da co-
dustrial de Santiago de Compostela. 1909 Aínda que temesifiamente, a nova tenden- berta, nen a regularidade tipolóxica dos
(destruido)>>. Agora ben, nen tal Pabellón cia agromaba nalgúns lugares de Galicia, oc os e da sua secuencia, nen a configura-
se fixo para a Exposición Rexional, aínda especialmente na Corufia e algo menos en ción ortogonal e simétrica das plantas, nen
que a sua construción coincidise cronolóxi- Vigo . Mesmo na vella Compostela, tan o criterio compositivo empregado, nen o
camente con ela, nen foi derrubado, senón refractaria ás novedades, un arquitecto re- clasicismo básico de boa parte dos orna-
que fica en pé na entrada do Paseo da cén chegado, Xesús López de Rego, estré- mentos (pilastras, caduceos, veneras) per-
Ferradura. Isto, unido á pouquedade da vese, xa en 1905, a desagiar os ríxidos cri- miten clasificar o conxunto do edificio en
obra palaciana en Compostela e á singula- terios formais do arquitecto municipal AI- nengunha das corren tes de vangarda do
ridade mesma deste edificio dentro da tra- varez Reguero, quen lle obriga a cambiar momento. Mais que ao futuro, o Pabellón
xectoria de Palacios (singularidade que fi- duas veces o seu proxecto de casa para o olla ao pasado, pois en realidade é unha
xo que a sua autoría fose inadvertida até n. o 12 de Castrón d'Ouro por coidar extra- mostra do que poderíamos chamar a ar-
agora por non levar «a marca da casa»), vagantes as formas curvilíneas dos ocos. quitectura francesa de balneario que, pola
xustifican na nosa opinión esta breve no- Pero López de Rego acaba vencendo na sua concepción de fondo, non é senón
ticia. sua rifa estilística con Alvarez Reguero e unha variante serodia dos eclecticismo do
É certo que o aspecto actual do Pa- en 1906 obtén da Comisión de Urbanismo XIX . Isto non obsta para que amose al-
bellón difire dabondo do proxecto orixi- do Concello licencia para erguer no cora- gúns elementos que se deben a influencias
nal, menos «palacino» aínda. Pero, á hora zón do casco antigo (na rua do Pregun- doutra línea. Por exemplo, na composi-
de encadralo no seu momento arquitectó- toiro, n. o 6-8) unha casa que, cando me- ción da fachada pr!Iicipal salienta o gran
nico e na obra do seu autor, é obrigado nos no ornamental, é nidiamente moder- oco central abocinado . Isto presenta certas
xuzgarmos aquelo e non isto. nista. Na década seguinte proxecta e/ ou se mellan zas formais coa Galería para
No Arquivo Municipal de Santiago construi un pequeno número de obras Obras de Arte da Nosa Epoca de atto
consta que o proxecto foi firmado en (proxecto para a Plaza do Toural, n. o 10, Wagner (1900). Emporiso, o que en Wag-
Madrid o 11 de decembro de 1908, e o re- casas da Carreira do Conde, casa de Huér- ner é ruptura co eclecticismo (secuencia
formado dos miradores laterais (que se de- fanas / Cardenal Payá, etc.) que deixaron o vertical tripartita de zócalo cativo + pri-
be a A. Flórez) en febreiro de 1909, que é testigo da época na cidade. Desgraciada- meira planta de ocos rectagulares moito
tamén o ano da construcción. Estamos, xa . mente, hoxe están sendo dezmadas pola máis pequenos que o central de acce-
que logo, nos finais da primeira década do piqueta promotora perante a indiferencia so + un grande ático-friso cego e coberto
século. Daquela percorrían Europa aires xeral, mesmo a daqueles con maior obriga de pinturas), en Palacios é continuidade
novos en arquitectura. Héctor Guimard en moral de sair na sua defensa. cos usos compositivos convencionais da ar-
París e Victor Horta en Bruselas intoduci- Neste contexto, ¿qué significación ten o quitectura do ocio finisecular. Os únicos
ran anos ha un art nouveau que era xa Pabellón de Palacios? Compre diferenciar elementos claramente modernistas son de-
práctica relativamente común. E Auguste tres aspectos: 1. o A sua situación respecto corativos: os anxos femeninos que coroan
Perret en Francia, atto Wagner en da arquitectura do momento; 2. o O lugar a entrada, as ponlas de loureiro en afundi-
OBRADOIRO 54
XUSTO BERAMENDI
!"Ata ·a···r oY .
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XUSTO BERAMENDI
OBRADOIRO 56
XUSTO BERAMENDI
57 OBRADOIRO
Primer Premio Cidade de Vigo
1984
Pabellón Polideportivo - URECA
Nigrán (Pontevedra)
ALFONSO PENELA FERNANDEZ
OBRADOIRO · 58
A PENE LA
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59 OBRADOIRO
Anti-tabla rasa:
Hacia un regionalismo crítico
Cultura y civilización
KENNETH FRAMPTON
OBRADOIRO 60
KENNETH FRAMPTON
SectiOJl
por el arte», -retirándose a los mundos de REGIONALISMO CRITICO Regionalismo crítico y simplistas tentativas
la nostalgia y de lo fantasmagórico e inspi- y CULTURA MUNDIAL de hacer revivir hipotéticas formas verná-
rándose en el hermetismo catárquico del culas hoy ya perdidas. El Populismo se ba-
drama musical de Wagner. Hoy la arquitectura puede sostenerse sa, al contrario del Regionalismo crítico,
como disciplina crítica sólo si asume un sobre la instrumentalización del signo co-
La vanguardia progresista emerge con papel de retaguardia , esto es, si se ~istan
plena fuerza poco después del inicio, ~el municativo: no evoca una percepción
cia en igual medida ya sea del mito del crítica de la realidad , sino la sublimación
siglo con el «Futurismo». Este exphclto progreso de la ilustración como del impuso
ataque contr el viejo régimen impulsó la de un deseo de información. Su fin táctico
reaccionario e irreal de una vuelta a for- es el de alcanzar, lo más económicamente
formación de las más importantes fuerzas mas arquitectónicas del pasado pre-indus-
culturales positivas: el Purismo, el Neo- posible un preconcebido nivel de gratifica-
trial. Una retaguardia crítica debe separar- ción. En este sentido, no son accidentales
plasticismo y el Cubismo. Estos movimien- se tanto de la optimización de la tecnología
tos representan la última ocasión en la cual las fuertes afinidades del Populismo con
más avanzada, como de la continua ten- las técnicas retóricas y con las imágenes
la vanguardia pudo identificarse abierta- dencia a regresar a un historicismo nostál-
mente con el proceso de modernización. publicitarias. Es necesario evitar este tipo
gico y a un decorativismo trasnoch~do. Mi de convergencias, si no se quiere confundir
Apenas después de la Primera Guerra opinión es que sólo una retaguardia posee
Mundial -«la guerra de todas las gue- el punto de fuerza de una tendencia crítica
las capacidades para desarrollar una cultu- con las tendencias demagógicas del Popu-
rras-» los triunfos de la ciencia, de la ra fuerte y con personalidad, manteniendo lismo.
medici~a y de la industria parecían confir- todavía abiertos los contactos con la técni-
mar la promesa liberadora del proyecto ca universal. Queda aclarado que el Regionalismo
moderno. En los años treinta, todavía, el crítico como estrategia cultural favorece
general atraso y la crónica inseguridad de Es necesario precisar el significado del tanto a la cultura mundial como a·la civili-
las masas hacía poco urbanizadas, además término retaguardia, para separarlo de po- zación universal. y mientras sería clara-
de las sublevaciones causadas por la siciones conservadoras como el Populismo mente erróneo considerar el mundo de la
guerra, las revoluciones y la depresión eco- o el Regionalismo sentimental, con los que cultura que hemos heredado equivalente al
nómica, junto a una imprevista y profunda ha sido a menudo parangonada. La básica hecho de que seamos todos herederos de
necesidad de alguna estabilidad psico-so- estrategia del Regionalismo crítico es sin una civilización universal, es evidente que,
ciológica c9ffiO alternativa a la crisis P?I.íti- embargo aquella de mediar el impacto de estando sujetos a ambos factores, estamos
co-económica, dan forma a una condición la civilización universal con algunos ele- obligados a considerar la integración. En
en la cual los intereses de monopolio y del mentos derivados indirectamene de las ca- este sentido, la práctica del Regionalismo
capitalismo de estado, son, p~r I?rimera racterísticas de un lugar particular. Se hace crítico aparece contingente con un proceso
vez en la historia moderna, escmdldos de así evidente que el Regionalismo crítico de- de doble mediación. En primer lugar, debe
la fuerza arrasadora y liberadora de la mo- pende de una fuerte conciencia crítica. Po- «de-construir» el entero espectro de la cul-
dernización cultural. Así la civilización dría, por ejemplo, inspirarse en el tipo y en tura mundial que va a heredar; en segundo
universal y la cultura mundial no son capa- la calidad de la luz del lugar o de la tectó- lugar, debe dar vida a través de una sintéti-
ces de sostener «el mito del Estado»: reac- nica derivada de una particular técnica ca contradicción, a una clara crítica de la
ciones-formaciones se sub siguen mientras estructural, o de la topografía de un lugar civilización universal. De-construir una
la vanguardia histórica se derrumba al fi- dado. cultura mundial significa despegarse de
nal de la guerra civil española. Es necesario, por tanto, distinguir entre aquel eclecticismo fin de siglo que se había
61 OBRADOIRO
KENNETH FRAMPTON
oS 10 20 40...
Il~J
Sile plan
501f/II elellafioll
apropiado de formas ajenas y exóticas pa- infraestructural, privado de referencias el poder es la convivencia de más personas.
ra dar nueva vida a la expresividad de una tangibles o físicas, y que se desarrollaba a Sólo donde los hombres viven tan cerca
sociedad ya falta de fuerzas. Además, la escala regional. Este plano se ocupa exclu- como para hacer necesaria la posibilidad
mediación de térmicas universales significa sivamente de proyecciones logísticas de los de obrar existirá también el poder. La fun-
imponer límites a la optimización de la cambios en el uso territorial y del creci- dación de ciudad, que como ciudad-estado
tecnología industrial y post industrial. Ri- miento de sistemas distributivos . ha quedado paradigmática en cualquier or-
coeur parece aludir a la futura necesidad En su ensayo «Construir, habitar, pen- ganización pública del occidente, es el
de re-sintetizar principios y elementos deri- sar» de 1954, Heidegger nos proporciona principal ingrediente para la existencia del
vados de diversos orígenes y de diversos un punto desde el cual observar este fenó- poder».
backgrounds ideológicos: «Nadie puede meno del no-lugar. En oposición al latino o Mientras la estrategia del Regionalismo
saber lo que será de nuestra civilización por lo menos antiguo concepto abstracto de crítico, como está descrita arriba, está diri-
cuando haya de verdad encontrado diver- espacio como continuum, más o menos in- gida al mantenimiento de una densidad y
sas civilizaciones a través de medios que no determinado, hecho de componentes o in- resonancia expresiva para una arquitectura
. sean aquellos del shock de la conquista y tegrantes espaciales -que llama Spatium y de la resistencia (una densidad cultural que
de la dominación. Pero debemos admitir Extensio-, opone la definición germánica en las condiciones ¡J.ctuales se podría defi-
que este encuentro, al nivel de un auténti- de espacio (o, mejor, de lugar) constituida nir como liberación, en el sentido que abre
co diálogo, no ha ocurrido todavía. Este es por el término Raum. Heidegger sostiene las vías hacia el mundo de la experiencia),
el motivo por el cual nos encontramos en que la esencia fenomenológica de este espa- la creación de un lugar-forma se revela
una especie de tregua en la cual ya no po- cio-lugar depende de la concreta y clara- esencial para una práctica crítica, en cuan-
demos ejercitar más el dogmatismo de una mente definida naturaleza de su límite. «El to institucionalmente una arquitectura de
sola verdad y en la cual somos aún incapa- límite no consiste en el final de algo, sino la resistencia no puede más que depender
ces de parar el escepticismo en el cual nos como los griegos habían ya entendido, con- de un campo claramente definido. El
hemos encontrado». (P . Ricoeur, «Univer- siste sin embargo en el punto donde cual- ejemplo más genérico de tal forma huma-
sal Civilization and National Cultures), quier cosa comienza a afirmar su propia na es la manzana perimetral; vienen en
History and Truth, 1961. presencia». Además de confirmar que la ra- mente incluso ejemplos más introspectivos,
La idea de llegar a una síntesis cons- zón abstracta del occidente tiene los pro- como la galería, el atrio, el patio y el labe-
ciente entre civilización universal y cultura pios orígenes en la antigua cultura medi- rinto. y mientras en muchos casos estos ti-
mundial está claramente ilustrada por la terránea, Heidegger muestra cómo en ale- pos se han convertido en medios para dar
iglesia de Bagsvaerd de Jorn Utzon, cons- mán el término construir está etimológica- vida a espacios seudo-públicos (basta pen-
truida cerca de Copenhague en 1976, una mente ligado a las formas arcaicas de ser, sar en recientes megaestructuras residen-
obra cuyos complejos significados emergen cultivar y habitar; de aquí continúa por ciales, hoteles, centros comerciales, ' etc.),
directamente de la expresa corresponden- mostrar cómo la condición del «habitar» y no se pueden todavía ignorar los recursos
cia entre la racionalidad de la técnica nor- por lo tanto en definitiva del «sen>, pueda políticos y de resistencia del lugar-forma.
mativa de una parte y la irracionalidad de desarrollarse sólo en el interior de un espa-
la forma idiosincrática de la otra. cio claramente delimitado. CUL TURA y NATURALEZA:
TOPOGRAFIA CONTEXTO,
LA RESISTENCIA DEL Mientras podamos permanecer escépti- CLIMA, LUZ Y TECTONICA
LUGAR-FORMA cos en lo que respecta a la posibilidad de El Regionalismo crítico presupone ne-
La metrópolis, así definida en 1961 por fundar una práctica crítica sobre un con- cesariamente una relación más
el geógrafo Jean Gottmann, continúa pro- cepto tan herméticamente metafísico como explícitamente didáctica con la naturaleza
liferando en todo el mundo desarrollado es el de Ser, cuando nos enfrentamos con que aquello definido por las tradiciones
hasta el punto de que, con la excepción de la absoluta falta de lugares en el ambiente abstractas y formales de la vanguardia. Es-
aquellas ciudades ya claramente estabiliza- moderno, sigamos a Heidegger y sostenga- tá claro que la tendencia de la moderniza-
das antes de finales del siglo pasado, se ha mos la absoluta necesidad de un lugar deli- ción hacia una tabla rasa estimula el uso
vuelto imposible reconocer claras y defini- mitado, en grado de dar forma a una ar- óptimo de los instrumentos para la nivela-
das formas urbanas. Los últimos treinta quitectura de la resistencia. Sólo un límite ción del terreno: un terreno absolutamente
años han asistido a la degeneración del lla- claramente definido permitirá a la forma plano es considerado la matriz más econó-
mado urban design en un asunto teórico, construida resistir -literalmente contrapo- mica sobre la cual fundar una racionaliza-
con discursos que tienen poco que ver con ner en sentido institucional- a los intermi- ción constructiva. Incluso aquí se toca, en
la realidad de los procesos modernos. nables flujos y procesos de la Metrópolis . lo concreto, el fundamentar contraste
Ahora incluso la disciplina súper manage- El lugar-forma delimitado, en su acep- entre la civilización universal y la cultura
ríal del Urban Planing ha ehtrado en crisis. ción pública, se revela indispensable inclu- autóctona. La destrucción de la topografía
Lo que le ha sucedido al plano para Rot- so para aquello que Hannah Arendt ha de- irregular y la sustitución por un lugar pIa-
terdam propuesto después de la Segunda finido «el espacio del hombre emergente»; no es un claro gesto tecnocrático que aspi-
Guerra Mundial es, en este sentido, sinto- el motivo hay que buscarlo en el hecho de ra a una condición de absoluto no-lugar:
mático: testimonia, a través de su nuevo que la evolución del poder legítimo ha ido los aterrazamientos, recibiendo la misma
status la actual tendencia a reducir el ente- siempre unida a la existencia de la «polis» forma escalonada de un edificio, son una
ro campo del Planing a poco más que un y a conceptos similares de formas físicas e invitación a la «cultivación del sitio».
destino de uso y a una distribución logísti- institucionales. Mientras la vida política de Lo que parece evidente en el caso de la
ca. Hasta hace poco tiempo, el plano regu- la polis griega no emergía directamente de topografía, se puede referir similarmente
lador de Rotterdam era revisado y puesto la presencia y de la representación física de al caso de un edificio urbano existente, y
al día cada diez años, teniendo en conside- la ciudad-estado, hacía aparentes, diversa- lo mismo se puede decir a propósito de las
ración los edificios construidos en ese mente de la metrópolis, los atributos can- contingencias climáticas y de las cualidades
período. En 1975, sin embargo, este proce- tonales de la densidad urbana. Escribe momentáneas de la luz de un lugar. Toda-
dimiento urbano y cultural, fue abandona- Arendt en «The Human Conditium»: «El vía, la sensible modulación y la considera-
do de imprevisto y sustituido por un plano único material indispensable para generar ción de estos factores son, por definición,
OBRADOIRO 62
KENNETH FRAMPTON
opuestos al uso óptimo de técnicas univer- ma sIntáctica de la estructura resiste y se Así por tanto, el Regionalismo crítico
sales. Esto se revela claramente en el caso opone abiertamente a la fuerza de grave- busca hacer de complemento de la expe-
de la modulación de la luz y del control cli- dad. Está claro que no se puede sostener riencia visual, explorando el campo táctil
mático. La ventana genérica es quizá el un discurso sobre el peso soportado (la vi- de nuestras percepciones. Haciendo así,
punto más delicado, y donde ambos facto- ga) y sobre el peso portante (la columna) si busca reequilibrar la prioridad asignada a
res se hacen visibles sobre el exterior del la estructura permanece escondida o invi- la imagen visual y oponer la tendencia de
edificio: las ventanas inscriben sobre la ar- sible. Además, la dimensión tectónica no occidente a interpretar el ambiente en tér-
quitectura el carácter de una región y se confunde con aquella técnica: es más minos puramente perspectivos . Etimológi-
expresan así el lugar a l que pertenecen. que una descripción estereotómica o que camente, perspectiva, significa visión ra-
una descripción esquelética . Lo tectónico cionalizada, o sea, visión clara, y presupo-
Hasta hace algún tiempo, los preceptos es, para nosotros hoy, un medio para des- ne por lo tanto una consciente represión de
modernos para la manutención de las tilar la relación entre los materiales, el as- los sentidos del olfato, el oído y del gusto
obras en las galerías de arte dictaban el uso pecto artesanal y la fuerza de gravedad, así y por tanto un consciente distanciamiento
de la luz artificial. No ha sido suficiente- como para condensar la interna estructura . de la experiencia directa del ambiente. Esta
mente subrayado que este encapsulamiento Podemos, por lo tanto, hablar de una poé- limitación impuesta está eri estrecha rela-
tienda a reducir la obra de arte a un objeto tica estructural más que de una representa- ción con lo que Heidegger llamó una «fal-
de uso, ya que el ambiente concurre a ne- ción de una fachada. ta de vecindad». En la tentativa de in-
gar a la obra expuesta la pertenencia a un terrumpir esta continua pérdida, lo táctil
lugar específico. Significa esto que el es- LA DIMENSION VISUAL se contrapone a lo escenográfico y el dise-
pectro local de luz no puede nunca «ju- y LA DIMENSION TACTIL ño velado a la superficie de la realidad. Lo
gar» sobre la superficie del cuadro. Ve- táctil restituye al arquitecto a la poética de
mos, por lo tanto, cómo la pérdida del La componente táctil del lugar-forma y
la construcción y a proyectos cuyo valor
aura, que Walter Benjamín atribuyó a pro- la capacidad de nuestro cuerpo para leer el
ambiente a través de otros sentidos aparte tectónico de cualquier componente depen-
cesos de reproducción mecánica, puede de de su presencia objetual. Lo táctil y lo
incluso emerger de una rígida aplicación de del de la vista sugiere una estrategia de re-
sistencia contra el dominio de la tecnología tectónico, juntos, están en grado de tras-
la tecnología universal. Lo opuesto a esta cender la sola apariencia de lo técnico; de
práctica anti- Iugar sería aquella de cons- universal. Es sintomático el hecho de que,
por la prioridad que atribuimos a nuestra igual manera, el lugar-forma está en grado
truir las galerías de arte con luz desde arri- de oponerse a la inexorable destrucción
ba controlada por invisibles monitores de vista, debamos hoy repetirnos que el tacto
es una dimensión importante en la percep- operada por la modernización global.
modo que eliminaran lo, efectos negativos
de la luz directa y a la vez permitiesen a la ción de la forma construida. Son muchas,
luz del espacio de exposiciones va riar se- diversas y complementarias las percep-
gún la hora, la estación, la humedad, etc. ciones sensoriales de nuestro cuerpo: la in-
tensidad de la luz, el calor, el frío, la oscu- Traducción: CARLOS DI FELICE
Tales condiciones garantizarían el surgi-
miento de una poética consciente del lugar ridad, el sentido de humedad, el aroma de
-una especie de filtro resultante de la in- los materiales, la presencia casi palpable de
teracción de cultura y naturaleza , de arte y los ladrillos a los que el cuerpo siente que
luz- . Este principio estaría referido a pertenece, la velocidad de nuestro paso y
cualquier tipo de ventana, independiente- la relativa inercia del cuerpo mientras atra-
mente de su tamaño y lugar. Una constan- viesa un piso, el eco y la resonancia de
te «inflexión regional» de la forma surgiría nuestros pasos .
del hecho de que en algunos climas la su-
perficie vidriada resulta saliente, mientras Esta sensibilidad táctil es evidente en
en otros está retradasa respecto al plano los detalles de los recorridos públicos del
del muro (o, alternativamente, protegida municipio de Saynat sa lo de Alvar-Aalto de
por parasoles). 1952. El principal recorrido hacia la sala
de asambleas, en el segundo piso, está or-
El modo en que estas aberturas podrían questado tanto en términos táctiles como
aportar el justo nivel de ventilación podría visuales. La principal escalera de acceso es
constituir un elemento posterior, siempre de ladrillo . El ímpetu cinético de nuestro
no sentimental, que reflejaría la cultura lo- cuerpo que sube la escalera es frenado por
cal. Aquí el primer antagonista de la cultu- la fricción del pie contra los escalones que
ra radicada es la implantación de aire son poco después «leídos» en contraste
acondicionado, aplicado siempre indiscri- con los pavimentos de madera de la sala de
minadamente y por todas partes, indepen- asambleas. La sala revela el propio status
dientemente de las específicas condiciones honorífico a través del sonido, el olor y la
climáticas estacionales. Donde quiera que testura del pavimento, además de a través
se encuentre, la ventana fija y el sistema de de su leve inflexión bajo nuestro peso y el
aire acondicionado automático indican el riesgo de resbalar y perder el equilibrio.
dominio por parte de la técnica universal. Está claro, con este ejemplo, que la impor-
A pesar de la crucial importancia de la tancia liberadora de la dimensión táctil re-
topografía y de la luz, el principio primero side en el hecho de que se hace compren-
de la autonomía de la arquitectura reside sible sólo en términos de la experiencia; no
en la dimensión tectónica más que en se le puede reducir a sola información, ni a
aquella escenográfica; o sea, esta autono- sola representación, ni a una simple evoca-
Articulo traducido de Casabella y publicado en Perspecta .
mía reside en las fuerzas sensibles de la,ar- ción de un simulacro que sustituye ausen-
quitectura y en el mundo en el cual la for- ' tes realidades.
63 OBRADOIRO
-
OBRADOIRO
RICARDO
BASTIDA
«Construir en el momento preciso))
65 OBRADOIRO
RI C ARDO BASTIDA
OBRADOIRO
66
RI CA RDO BA STIDA
OBRADOIRO 68
RICARDO BASTIDA
1918 . Proyecto de Chalet para don como por su conferencia sobre el creci- Proyecto de iglesia de Recaldeberri (8
Constantino de Zabala en Algorta. miento de Bilbao, podemos considerar este de enero) .
Plan o de los terrenos que la Junta de momento como el de mayor importancia 1930. Proyecto de chalet n. o 40 de On-
Casas Baratas compra a las señoras de en la trayectoria de Bastida. dategui.
Monsterio: firmado Federico Ugalde y Ri- 1924. Chalet para doña Victorina de
cardo Bastida (superficie 12.680,82 m 2). 1931 . Proyecto de «Sociedad Doce
Larrínaga en el 'Parque de Bilbao. Amigos » en Archanda .
Anteproyecto para la construcción de un 1925. Proyecto Altamira para don Cé-
Barrio Obrero en Eguina. Firmado Basti- Liquidación de obras de Recaldeberri .
sar de la Mora. Puerta principal de entra-
da , a 29 de octubre. da a la finca . Cataloga con H . Basterra el Museo de
Proyecto de Panteón Familia de Basti- Reproducciones .
1926. Encargo del alcalde, don Federico
da. Moyúa a don Luis Escario, ingeniero; 1932. Liquidación de obras «Sociedad
1919. Proyecto de Torre Urízar (planta Marcelino Odriozola, arquitecto y a Basti- Doce Amigos» .
general, alzado, tipos de viviendas, deno- da, del estudio de un puente fijo para la 1933. Proyecto de reforma de la Esta-
minación Urízar Goicoa). firmado a 5 de prolongación de la calle Buenos Aires ción Central y Enlaces de Ferrocarriles, en-
febrero. Colocación de primera piedra a 28 (Puente de Begona). Con la anexión defi- cargado por el Ministro de Obras Públicas
de mayo. . nitiva de Begona y Deusto el alcalde ha don Infalecio Prieto.
Proyecto de «Sucursal del Banco de prometido a los municipios la realización 1934. Conferencia sobre « Los enlaces
Bilbao , en Madrid» . de dos puentes para la circulación general ferroviario s» pronunciada por Bastida,
Reformas del Banco de Santander. que estaban ya previstos por Bastida en su «Asesor técnico del Ayuntamiento» , en el
conferencia del ano 23 . El proyecto no se Paraninfo del Instituto de Ensenanza Me-
Proyecto de chalet para Ramón de la realiza (tampoco el proyectado en 1913 por
Sota en Las Arenas. dia, el 20 de enero .
Bastida) por ser puente fijo .
Proyecto de chalet para Ramón de la C. Emiliano Amann propone a Bastida
Sota en Ondategui. ir al Congreso Eucarístico de Chicago, pa-
Nombrado Delegado Regio de Bellas ra ver los numerosos puentes móviles ame-
Artes (hasta 1931). 1935 . Continúa la construcción de los
ricanos. Bastida ve en Detroit el puente puentes móviles.
1920. Acude al Congreso de la Habita- que le gusta para construir frente al Ayun-
ción y de los Ensanches en Londres, en tamiento . En Chicago ve otros dos puentes Proyecto de varios nuevos garajes para
representación del Ayuntamiento de Bil- que le interesan más y pide a la Cámara de Sir Ramón de la Sota.
bao. Comercio los planos e información de de- 1936. Reformas en Torre Urízar.
talles técnicos. Muerte de su hijo Ricardo en el frente.
Concurso de ideas para el «Plan de Ex- 1937 . Denunciado por su amistad con
Comienza a realizar películas en que
tensión » . Concursan Ugalde, Amann, Prieto.
mezcla el humor, el mundo familiar y cier-
tas notas de tipo etnográfico . Cort, Segurola, Mercadall, Otto Buntz 1939. Nombrado Arquitecto Diocesa-
(Fullaondo, Bilbao 2). no.
Proyecto de garage para el senor Za-
baila en Neguri (Neovasco). 1927 . Moyúa encarga los dos puentes Proyecto de Casa Cural para el Ayunta-
móviles a Bastida, P. Ortiz de Artinano, miento de San Salvador del Valle. Proyec-
Proyecto de vivienda de pisos en Gran ingeniero de caminos y Fermín Rotaeche, to de Iglesias en Montellano y Urioste
Vía, para Lezama-Leguizamón . Firmado ingeniero industrial. Modelos de Detroit y (1940) .
José María Basterra y Ricardo Bastida CHicago. Cuentan con las orientaciones de
(noucentismo). Colabora el ingeniero 1943 . Construye las iglesias del Buen
un técnico norteamericano, Mr. Keller, in- Pastor y Luchana.
Gamboa. geniero constructor. Los puentes no se ter-
Proyecto de reformas de viviendas de minan de construir hasta la República . Proyecta y con struye con Amann el
don César de la Mora en Santander, con Destruidos en la guerra, J. M . a Oriol barrio obrero de Torre-Madariaga .
torreón en esquina. reinaugura el de Deusto el 25 de octubre Es nombrado Decano del Colegio de
1921 . Proyecto de Estación de Desin- del 39. (Datos de una conferencia de Ri- Arquitectos Vasco Navarro .
fección Vizcaya. cardo Bastida sobre los puentes móviles de Interviene com o Arquitecto Diocesano,
proyecto de Casa de Alquiler y garaje Bilbao que no llegó a pronunciar, en en la primera reunió n plenaria de la «Jun-
para don Antonio Beristain en Ondárroa. 1948). ta de Construcción de Templos Parro-
Escribe una breve nota sobre el «Plan quiales » celebrado en el Salón de Sesiones
Conferencia sobre «Arquitectura Esco-
de extensión » en la Revista Arquitectura . del Ayuntamiento de Bilbao, a la que asis-
lar» en «Estudios sobre la infancia».
ten el Obispo de Vitoria y el Alcalde de
Carta de don Valentín Lavín Noval Continúa su construcción de chalets en Bilbao. .
sobre la marcha de las obras del Banco de Ondategui, n . o 14 y 32, para «Sir Ramón
Conferencia en el « Almuerzo-
Santander. Otra carta del mismo sobre las de la Sota». Homenaje » al arquitecto Galíndez con
obras de la casa de don César de la Mora y Proyecto y construcción de « Instituto motivo de habérsele otorgado la Gran
Banco de Santander. de Enseñanza Media Alfonso XIII ». Cruz del Mérito Civil.
Reforma del Banco Urquijci en Madrid . 1928 . Conferencia «Con motivo de la 1951 . Publica en la revista financiera
1922. Encargo del Plan Urbanístico de construcción del Instituto: comentarios de del Banco de Vizcaya «El pasado, presente
Bilbao por don Ramón de la Sota, Presi- un director de edificios públicos», por don y futuro de Bilbao en s u aspecto
dente de la Diputación. R. Bastida, en la Asociación de Arquitec- urbanístico».
Finaliza la construcción de Torre tos de Vizcaya.
1953 . Muere en Bilbao, el 15 de oc-
Urízar. Construye el Seminario de LOgrono . tubre.
Finaliza la construcción del Banco de Don Secundino Zuazo Ugalde escribe
Bilbao en Madrid. Encargo de murales a una carta pidiendo a Bastida los planos y (1) Adelina Moya . Catálogo «Homenaje a Bastida» .
Arteta. tipos de viviendas de Torre Urízar para Banco de Bilbao. Madrid·Bilbao. 1983.
1923. Casa para el señor Marqués de construir otro barrio similar en Zaragoza
Oiaso en Alameda de Recalde. Firmado en (a 16 -de ábril). Respuesta de Bastida (a 1
marzo. de noviembre) enviándole los proyectos así
Liquidación de Torre Úr;zar, a 1 de como los datos económicos, y lamentán-
febrero. dose de que el cambio de situación político
dificulta enormemente este tipo de realiza-
Inauguración del Banco de Bilbao el 24 ciones.
de marzo. Liquidación de obras del mis-
mo. Proyecto de dos manzanas para Subi-
nas y Orbegozo. «El Nervióm> dará noticia
Conferencia sobre «El problema de su inauguración el 29 de mayo de 1929.
urbanístico de Bilbao» a 17 de noviembre.
Previamente ha participado en la «Confe- Proyecto de cinco garajes para Sir Ra-
rencia Nacional de la Edificación» organi- món de la Sota.
zada por el Instituto de Reformas Sociales. 1929. Proyecto de' dos casas para don
Tanto por las obras .recién finalizadas, Antonio Albizu .
69 OBJlADOIRO
Proyecto Fin de Carrera
.,~~.:C'-}-;
Cementerio en Mera
OBRADOIRO 70
MIGUEL ANGEL MARTINEZ SANMIGUEL
Sf:CCION AA
1-
71 OBRADOIRO
Diseño: Muebles
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11 ,
L.- '-----
OBRADOIRO 72
FELIPE PEÑA
73 OBRAOOIRO
XOSE PEREZ FRANCO
OBRADOIRO 74
FRANCISCO LEIRO
75
PGBELLAS
OBRADOIRO
76
Comentario ao
Catálogo de Arquitectura. A Coruña 1890-1940.
Edita: Colexio de Arquitectos de Galicia.
Queridos amigos:
modos e modas aparentemente ben distin-
Teño nas miñas mans o exemplar que
tos como os que son reflexados nas fichas,
como colexiado me corresponde do voso
e mesmo da diversidade de situacions e
«Catálogo de Arquitectura. A Coruña
parcelacions ás que se tiveron que adaptar
1890-1940», editado recentemente polo
os respectivos arquitectos: prácticamente
Coléxio, e, aparte de vos facer patente a
todos os exemplos de construcions urbanas
miña complacencia e satisfacción pola boa
privadas entre medianís adoptan un mes-
feitura do traballo, vouvos transmitir al-
mo esquema de organización da planta das
gunhas observacions ou reflexions surxidas
vivendas, cunha distribución de tipo lonxi-
co Catálogo diante. tudinal na que as diversas pezas ou depen-
A pesar da experiéncia que o tempo e a déncias asoman a un eixo de circulación
atención a estes temas dan, ~empre o resul- común; cociña e comedor no fondo ou
tado sorprende cando se constata a dife- fachada interior e a «Sala» e quezais un
réncia cualitativa entre o conocimento in- dormitório , cando a amplitude do solar dá
tuitivo ou «de vista», neste caso sobre a para eso, na fachada principal son os
arquitectura coruñesa, e ainda entre o co- extremos do eixo, organizándose no inter- Non atopo porén en toda a secuéncia
nocimento fragmentário de boa parte das méio dormitórios e baños, escaleiras, pá- algo que se poida chamar innovación radi-
fichas contidas no Catálogo vistas unha a tios e out ras pezas secundárias. Dentro cal e que busquei nas obras posteriores a
unha, e a visión analítica de todo un con- deste esquema as variacions veñen impos- 1925: non están aí nen a nova espacialida-
xunto propiciada poi a incorporación tas as mais das veces polos condicionantes de interior nos edifícios en altura que su-
dunha certa cantidade de traballo. Supoño de forma e dimensión do solar que permi- pón a aparición do duplex en vivendas co-
que no campo do pensamento e das teorías tirán a disposición do eixo en paralelo á lectivas (Sert-Carrer Muntaner - Barcelona
filosóficas sobre o conocimento será cousa fachada e prácticamente todas as pezas ex- 1931 , e antes Le Corbursier - Inmeuble
dabondo tratada a outro nivel ao trascen- teriores nos casos de solares de remate e de Villa 1922 ou algunhas realizacions soviéti-
der, mesmo polo dato formal da compaxi- esquina (Casa Molina, 1915, de González cas de Casa Comuna), nen tan siquer a zo-
nación e a encuadernación, a simple adi- Villar; Casa Rey, 1911, de Julio Galán; nificación interior aa vivenda en duas par-
ción de exemplos meiante a introdución San Andrés, 157-159, 1930, de Pedro Ma- tes, día-noite, ben diferenciadas polo seu
dunha componente de orde, racionalizado- riño e Rey Pedreira) ou obrigarán a autén- uso no tempo: non chegarán á arquitectu-
ra, na secuéncia conocida das arquitectu- ticas filigranas extendéndose ao largo da ra coruñesa, galega, até a segunda andana-
ras da cidade , desa parta da Coruña cons- profundidade edificábel (San Andrés, 68, da racionalista dos anos 56-60 estas duas
truida nos cincuenta anos que abranxe o 1914, de Boán y Callejas); solares de maior características que permiten falar do Ra-
Catálogo e identificada para boa parte dos anchura permitirán a distribución de duas cionalismo como de algo mais que un esti-
non coruñeses e dos próprios coruñeses co vivendas por planta simétricas con catro lo arquitectónico mais para deseñar facha-
nome, a imaxe e a eséncia da cidade en- pezas en total na fachada (Pardo Bazán, 9 das.
teira. e 11-13; de Tenreiro e Estellés) ou a segre- E de aquí dame pé agora para expresar
Imponse como renovada evidéncia a gación do recibidor como peza aparte do un ponto de desacordo convosco: ¿ulo é o
importáncia da Coruña no eido arquitectó- eixo circulatório nun primeiro bosquexo de «carácter fragmentário que hoxe ofrece a
nico galego da primeira metade do século zonificación (Pardo Bazán, 5, de González cidade»? A composición en alzado, a
XX. A relativamente forte expansión de- Villar) ou ainda quebrar o eixo como nas fachada, é algo mais que unha anécdota na
mográfica da cidade e o conseguinte incre- solucions da Casa Barrié (Linares Rivas- arquitectura e, desde logo, constitui o seu
mento da actividade construtora, foron fe- Marcial del Adalid-Federico Tapia, 1926, elemento mais aparente; pero a análise ar-
lizmente acompañados, como en Vigo, po- Estellés e Tenreiro) ou do «Dente de ouro quitectónica a fondo, incluindo plantas e
la preséncia dun fato de bons profesionais da Mariña» (María Pita, 16, 1926, de L. seccions, revela unha unidade de concep-
da arquitectura, atentos ao espírito do seu Bescansa); as ordenanzas de tipo hixiénico, ción que aponta a un rímico proceso de
tempo, e pola existéncia de xente «con ofí- coas su as exixéncias de ventilación para to- construción da cidade por méio da ar-
cio» no ramo do ofícios da construcción: das as dependéncias, provocarán a mul- quitectura . Hai só unha cidade por baixo
Habería que bucear na parte que as Esco- tiplicación dos pátios interiores por val- das distintas vestimentas que lle prestan o
las de Artes·e Oficios ou o estricto cumpri- deiramento do que podería ser outro local Eclecticismo Beaux Arts mais florido, o
mento das regras gremiais da aprendizaxe mais, como se bota de ver na comparanza Eclecticismo clasicista rigoroso, o Moder-
do ofício tiveron naquela relativa abon- entre as primeiras e as últimas fichas do nismo, o Expresionismo ou o Racionalis-
dáncia de bons .oficiais e maestros can- Catálogo; e ¿cómo non?, a habilidade ou mo; hai só un encargo de facer esta cidade.
teiros, carpinteiros ou ferreiros que San- o particular acerto de cada arquitecto no E non é tanto que os protagonistas-arqui-
tiago Rey Pedreira recordaba con cariño e momento de plantexar e resolver o proble- tectos sexan moitas veces os mesmos a tra-
admiración nas su as evocacions do cons- ma son tamén orixe de alterancions mais vés de varios «estilos», senon tamén que os
truir daquela época; xentes que, tamén di- ou menos significativas: personalmente te- hábitos, os xeitos-de-habitar a casa, a cida-
to por Rey Pedreira, emigraron en boa ño as miñas preferéncias e quédome, por de, non variaron sustancialmente. Posibel-
parte a Venezuela e construiron a moderna orde de antigüedade, con plantas como a mente no seu tempo -ainda agora para
Caracas. Eran tamén outros modos de fa- de Ferrol, 14 (Estellés-Tenreiro, 1926) polo ollos profanos- a fragmentación parecer a
cer no mundo da promoción porque dis- suxestivo do trazado do eixo circulatório, mais profunda pola natural tendéncia a
tinto era o mercado do que en anos poste- o conxunto de E. Pardo Bazán, especial- acentuar as diferéncias; hoxe, nunha pers-
riores xerou out ras expansions urbanas nas mente a boa resolución do bloco servicios pectiva histórica, resalta a coeréncia e a
que a cidade substitui identidade por ano- de Estellés e Tenreiro nos números 9 e 11- unidade e a fragmentación trasládase á re-
mia perdendo a sua imaxe, o seu rosto di- 13 e de Caridad Mateo no número 6 (1938) lación entre partes de cidade, entre centro
ferenciado e persoal. que tamén González Villar usou en Federi- e periféria.
Unha cuestión, non sei se interesante co Tapia, 8 e 10, en Ramón de la Sagra
ou simplemente curiosa, resalta na análise (1938-39) e Arcebispo Lago-Juan Flórez Santiago de Compostela, 14 de xul/o 1984
dos exemplares contidos no Catálogo. (1940), e quédome tamén co pátio interior
Existe unha característica que se mantén de González Villar en Federico Tapia, 10,
constante por baixo ou a través de estilos, (1938).
77 OBRADOIRO
Fotografía y Arquitectura Las celebraciones culturales veraniegas -exposición colectiva «Novos Fotógrafos Coru-
ñeses», Bienales de Pontevedra y Vigo, «Novas Formas, Vellas Raíces» (organizada por la
UIMP) etc.- pusieron en un primerísimo plano de la actividad artística el trabajo de una se-
SUSO IGLESIAS rie de fotógrafos gallegos, sobre todo pertenecientes a la generación de creadores más jóve-
nes. «OBRADOIRO» seleccionó algunas imágenes encuadradas en la consigna genérica de
«Novos Fotógrafos Coruñeses», cuyas creaciones mantienen una relación directa con la ar-
quitectura, ya sea la más pura foto-testimonio o la recreación de la estética conceptual.
Abundan en los apartados teórico y semiológico las incursiones de especialistas que es-
tablecen teorías sobre el papel destacado de la fotografía dentro de las artes de nuestro tiem-
po. Ya sea con referencias a la «caverna platónica», la optimismo con que los primeros afi-
cionados y experimentadores saludaron las posibilidades realistas de la fotografía (<<El da-
guerrotipo no es meramente un instrumento que sirve para dibujar la naturaleza ... le da el
poder de reproducirse a si misma». Louis Daguerre), a las posturas contestarias de Baude-
laire (<<un Dios vengativo ha escuchado los ruegos del populacho. Daguerre fue su Mesías), o
la relación entre fotografía y movimientos pictóricos, desde que Louis Daguerre descubrió
los registros de la cámara oscura, el ciudadano de nuestro siglo se vió inmerso en la otra rea-
lidad de las imágenes procedentes del objetivo fotográfico .
XURXO LOBATO
78
· JUAN PIÑON
OBRADO IR O
FOTOGRAFIA
EV ARISTO CARAMES
LUIS BERICUA
OBRADOIRO
FOTOGRAFIA
81 OBRADOIRO
FOTOG RAFIA
L. CARRÉ
OBRADOIRO 82
igual a otro, habría podido dedicarme a
autobiografía científica cualquier cosa y, de hecho, mi interés por
la arquitectura y mi actividad como ar-
aldo rossi quitecto se inician con bastante retraso».
En todo ello hay soterrada admiración
por Adolf Loas y por su «Ornamento y
Delito», cuando hacia el final del texto di-
ce algo, que ciertamente gustaría que se di-
jera del suyo: «Debemos pensar, por ejem-
plo, que A. Loas no sólo es interesante
por su arquitectura. En efecto, «Ornamen-
to y Delito» es el más hermoso tratado de
arquitectura que se haya escrito, porque
sólo marginalmente habla de ella».
y como todos los que centran su aten-
ción en el corazón de las cosas su afán de
totalidad, de abarcabilidad lo impregna
todo:
~,:td'''<lCUI1Te~1DS
Co.~ GU~""WI OR . S A
«Con los instrumentos de la arquitectu-
ra, por tanto, podemos disponer un acon-
tecimiento, al margen de que éste realmen-
::Sin duda el autor desconfía de la reali- te se produzca; y ese desear el aconteci-
No ignoro que todo esto es falso dad (o de la utilidad) de una exposición miento tiene algo de «progresivo» en el
o vago, como todo lo que ha sido sistemática de sus propios conocimientos sentido de que Hegel da al término. Sobre
reinterpretado por la memoria de (y léase en el sentido que se escribe, pues todo esto volveré más adelante. Por esa ra-
muchos individuos diferentes, ano- nada más distante del pensamiento de AI- zón es muy importante el dimensionado de
dino como lo que se escribe en la do Rossi que la irracionalidad o el capri- una mesa o una casa, pero no para resol-
/(nea de puntos de rellenar la solici- cho) y prefiere ese otro análisis lejos de las ver así una función determinada, como
tud de un pasaporte, bobo como las citas, los datos históricos o las referenci~ creían los funcionalistas, sino para admini-
anécdotas que se transmiten en fa - minuciosas. Esa otra reflexión que se cons- tir muchas.
milia, corroído por lo que entretan- truye de recuerdos, analogías, nostalgias y
aspiraciones, en la que el conocimiento y Es decir, para admitir todo lo que de
to se ha ido acumulando dentro de imprescindible hay en la vida».
nosotros, como una piedra por elli- la biografía se funden en una única razón
quen o el metal por el orín. Estos de ser y en una misma razón de conocer, Idea en la que vuelve a insistir: «En al-
fragmentos de hechos que creo co- porque el artista se construye con su pro- " gunos de mis últimos proyectos e ideas he
nocer son, sin embargo, entre pia historia, todo lo vivido influye, y, «se intentado, ante todo, captar el aconteci-
aquella niña y yo, la única pasarela deforma con toda lo que le rodea». miento antes de que se produzca, como si
transitable; son asimismo el único Lo conocido, lo meditado o lo estu- el arquitecto pudiese prever, cosa que en
salvavidas que nos sostiene a ambas diado le sirve a Rossi para incorporarlo a cierto modo ocurre, el desenvolvimiento
sobre el mar del tiempo. Y ahora su proceso creador, y aunque escriba «en de la vida en la casa. Difícilmente son ca-
que me pongo aquí a reclamar los paces los decoradores de comprender tales
mi libro quiero reducir al máximo las ci-
puntos que las separan, lo hago con tas», sus- conocimientos están siempre a la cosas; su actividad se ofrece a lo efímero,
curiosidad, para ver lo que dará su vuelta de la página, pero recreados, asimi- como e disefio de detalles, de molduras, de
ensambladura: la imagen de una . lados y transformados. El conocimiento todo aquello que no hace, en la casa, sino
persona y de algunas otras, de un sustituir la vida».
no lo utiliza para la cita erudita, sino para
medio, de un paraje o bien, aquí y la recreación. Es la vieja aspiración por resolver lo
allá, una momentánea escapada «Probablemente la observación de las irresoluble. El cebo que tira del conoci-
sobre lo que no tiene nombre ni for- cosas ha constituido mi mejor educación miento es una búsqueda continua, que se
ma. formal; la misma observación se ha con- transforma en ansia ... , y quizá también en
MARGUERITE YOURCENAR desencanto. La misma aspiración que lleva
vertido luego en memoria de las cosas.
«Recordatorios» Ahora creo poderlas ver a todas, hermosa- a Cortázar a escribir su «Rayuela» y que
mente dispuestas en hilera; alineadas como hace exclamar a André Gide: «Mi novela
en un herbario, en un catálogo, en un dic- no tendrá un asunto, un tema ( ... ) yo
Una vez más la obra de Aldo Rossi se cionario. Pero tal catálogo, situado en un quisiera que todo entrara en mi novela».
convierte, y quizás ahora de una manera punto intermedio entre la imaginación y la ¿Pero cómo se concibe' en Rossi la idea
más significativa que nunca, porque abar- memoria, no puede ser neutral, sino que se de la búsqueda? El mismo nos da la res-
ca a la totalidad, en una autorreflexión. Si refiere con preferencia a algunos objetos, puesta en varios párrafos salpicados a lo
toda obra de arquitectura es ante todo una de los que es una deformación, o, de algu- largo del texto:
cuestión de análisis de un determinado na manera, la evolución» . «Siempre he pensado que, en la vida
problema, casi siempre impuesto por el como en la arquitectura, si buscamos algo
propio arquitecto, lo que aquí se propone Consciente de la dificultad del objetivo, no es lo único que encontramos; por ello
Rossi es analizar, describir, las condiciones Rossi se vale consecuentemente del único en la investigación existe un grado de
de su trabajo, lo que ha motivado en él instrumento que puede ser útil: la descrip- imprevisibilidad que se convierte, al aca-
una determinada manera de interpretar la ción. No cabe aspirar a más como explica- barla, en sensación de fastidio . El ar-
vida y el por qué de su concepción teórica ción del por qué del propio artista. ¿Qué quitecto, por tanto, debe preparar sus in"s-
de la arquitectura. . más de útil puede hacerse que describir las trumentos con la modestia de un técnico;
De los dos posibles caminos para reali- memorias, las aspiraciones o los oscuros instrumentos de una acción que tan solo
zar esta tarea, el de la erudición y el de la objetos del deseo? Ciertamente, cuando un alcanzará a entrever o imaginar, aun sa-
exposición creadora, Rossi opta delibera- artista habla en primera persona en pro- biendo que puede evocarla o sugerirla ( .. .)
damente por este segundo. Varias veces a fundidad, imposible es pasar de la descrip- la repetición, el «collage», la translación
lo largo de su libro, como queriendo supe- ción. de elementos de una composición a otra,
rar las dudas, afirma la posibilidad de ex- ¿y de qué nos habla Rossi? Su «auto- también nos coloca, en cada proyecto, an-
tenderse sobre un determinado tema, ago- biografía científica» se apoya sobre todo te otro proyecto que queríamos desarrollar
tarlo en todo su análisis. «Podría llegar a en la arquitectura; pero no sólo habla de y que es, a su vez, memoria de otras cosas.
escribir un tratado sobre estas cosas», di- arquitectura. No es solamente un libro Por ello, las ciudadades, aun durando
ce. Pero resuelve rápidamente la cuestión, sobre arquitectura, sin duda es mucho siglos, no son en realidad, sino grandes
y la opción es siempre la otra, la que impli- más. Es un libro sobre el existir y en ello, campamentos de vivos y muertos en las
ca reflexionar sobre lo creado creando, lo sobre la razón de ser del arte, y por tanto que tan solo permanecen algunos elemen-
que a su vez es, tomando su propia expre- lo valioso son las ideas que transmite, la tos como sefiales, símbolos, advertencias.
sión, volver a decir la última palabra. sensibilidad que comporta: Cuando la feria se acaba, los restos ar-
Por ello, el libro de Aldo Rossi, es el «Aún hoy estoy convencido de que, po- quitectónicos son destruidos y la arena in-
libro de un artista. seyendo un objetivo claro, todo oficio es vade de nuevo la calle. No queda sino re-
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emprender, obstinadamente, la construc- rehusan apoyarse en la circunstancia, ser memoria se construiría en su propia especi-
ción de elementos e instrumentos, a la es- «modernos» en el sentido en que lo entien- ficidad, y tal construcción, se defendiera o
pera de otra fiesta». den los contemporáneos, lo que no signifi- no de las estructuras extrañas, tenía el po-
y más adelante en las últimas páginas ca que opten por ser anacrónicos; sencilla- der de reconocerlas. Ahí se encontraba la
ya, queriendo concretar algo de todo lo mente, están al margen del tiempo superfi- relación del hombre con la ciudad, con la
que ha enumerado y descrito: cial de su época, y desde ese otro tiempo construcción de su microclima, con su es-
donde todo accede a la condición de figu- pecificidad» .
«Desde siempre he sabido que la Ar- ra, donde todo vale como signo y no como
quitectura está determinada por la hora y Ya habíamos hecho referencia a la ad-
tema de descripción, intentan una obra miración de Rossi por Loos y por Mies van
la vicisitud y es esta hora, confundida con que puede parecer ajena o antogónica a su
la . nostalgia, el campo, el verano, lo que der Rohe, que desde luego no se extiende
tiempo y a su historia circundantes, y que hacia toda arquitectura del movimiento
inúltimente buscaba: una hora de suspen- sin embargo los incluye, los explica, y en
sión, como las míticas «cinco de la tarde» moderno, hacia quien mantiene una postu-
último término los orienta hacia una tras- ra crítica y distante:
sevillanas, pero también como la del hora- cendencia en cuyo término está esperando
rio de los trenes, como la del fin de la cla- el hombre». « ... rechazo todo lo que de moralista y
se, como la del amanecer». peq'ueño-burgués tiene la arquitectura mo-
y junto a referencia entrañablemente derna. Es algo que vi con claridad desde el
Búsqueda de ese algo que también Cor- biográficas que explicarían algunos de los
tázar en su «Rayuela» pone en boca de inicio mismo de mis estudios, gracias a la
por qués de la obra de Rossi, éste va anali- admiración que sentía por la arquitectura
Horacio «pienso en esos estados excep- zando conceptos, rechazando opciones y
cionales en que por un instante se adivinan soviética, y creo que el abandono de la lla-
siempre describiendo SU) proyectos «como mada arquitectura stalinista -denomina-
las hojas y las lámparas invisibles, se las una de tantas realidades posibles», porque
siente en un aire que está fuera del espa- ción que acepto tan solo en orden a la cro-
el «proyecto circula por esa trama de ne- nología- ha sido una auténtica debilidad
cio». xos, de recuerdos, de imágenes, sabiendo cultural y política por parte de ese gran
y todo ello con la metodología de la re- que al final deberá quedar definido en esta país, que no tiene nada que ver con cues-
petición, de incidir en los mismo temas, in- o aquella solución, por otro lado, el origi- tiones económicas o constructivas. Fue,
dagando en similares cuestiones, insistente- nal, verdadero o sospechado, será un oscu- más bien, una rendición frente a la cultura
mente, pero sabiendo que un nuevo matiz ro objeto que se confundiría con la copia». de la arquitectura moderna, de la que hoy
reordena de manera diferente las cosas, Esos proyectos que se configuran con podemos comprobar el fracaso, no sólo en
recreándolas cada vez. Hagamos el camino fragmentos, porque «el fragmento es muy Europa sino en todos los Estados del mun-
inverso y vayamos ahora de Cortázar a . importante en arquitectura, ya que quizá do».
Rossi: tan solo por medio de las destrucciones Afirmación ésta enormemente polémi-
«Lo único que tenía era un repertorio puedan explicarse absolutamente algunos ca, pero coherente hasta la exasperación
de preguntas, de cuestiones, de angustias sucesos». con el mundo conceptual que impregna y
( .. .) tenía todo ese mundo de insatisfac- y también habla de temas que ya nos del que se nutre todo el pensamiento de
ción de búsqueda del kitbbutz del deseo, eran familiares, a los que Rossi había dedi- Aldo Rossi .
para usar la metáfora de Oliveira. Eso
cado densas páginas desde hace tiempo: el Y finalmente ¿cómo entiende Rossi la
explica que el libro resulta un libro impor- valor de las tipologías, la arquitectura de la
tante para los jóvenes ... ». actividad docente? ¿dónde poner el acento
ciudad o la analogías, el teatro veneciano, en ese mundo en que la transformación de
y cuya réplica puede estar en esta otra siempre con nuevas angulaciones en el aná- saberes y experiencias juega tan fundamen-
cita rossiana: lisis, pero siempre con un sentido de la rea- tal papel? «El fenómeno de la transmisión
«Siempre he pensado que todo acto de- lidad: «aunque no espero que de su análi- del pensamiento, de lo que llamamos expe-
be estar marcado por algún tipo de coac- sis surjan ideas para mi redención o para la riencia, del mundo mismo de las formas,
ción, y no me refiero tan solo a las rela- del oficio, sino tan solo las posibilidades no está ligado a un programa o a una mo-
ciones entre personas y cosas, sino también de progreso que todo análisis supone», y da y quizá menos a una escuela. Por eso,
a la fantasía. Es difícil pensar sin obse- también de la racionalidad, «tan extraño en la escuela, siempre que he intentado
siones; es imposible crear algo fantástico recuerdo o experiencia del racionalismo ofrecer elementos y, en general, indicar
sin una base rígida, incontrovertible y, por formó en mí la conciencia de que la reali- una forma de trabajo suficientemente clara
supuesto, repetitiva. En eso residía el senti- dad puede ser captada en un solo aspecto, y casi reductiva. No he querido crear mo-
do de muchos proyectos, y mi interés por y de que la racionalidad o una mínima lu- delos, sino, por un lado ofrecer una técni-
el mercado, por el teatro, por la vivienda». cidez hacen que sea ese aspecto analizado, ca, y, por otra, una posibilidad de am-
y por eso la importancia de unas pocas precisamente el más fascinante: el de lo pliación del saben>.
cuestiones claras, la referencia sistemática irracional y lo inexpresable. Pero por una
en sus proyectos a unos temas clave ha- voluntad de higiene y educación, de forma Y ahora para terminar quizá convenga
ciendo de ellos signos, porque «tal vez el natural, he desconfiado siempre de quienes una aclaración: si he utilizado como para-
signo pueda sufrir cambios en las narra- hacen bandera de la irracionalidad. Con lelo y contrapunto las citas de Julio Cortá-
ciones, pero sólo aquellos signos tangibles, frecuencia me han parecido los más pobres zar, lo he hecho por dos razones: en pri-
por medio de los que nos comunicamos, y, ante todo, los que menos pueden cap- mer lugar, como homenaje a Rossi quien
forman lo que áun podemos llamar histo- tar, precisamente lo irracional». declara: «la cultura de Latinoamérica
ria o proyecto. Más allá de la identifica- Vuelve a insistir en la misma cuestión, siempre ha sido para mí fuente de fantásti-
ción con la cosa está la constatación o el en la dialéctica entre racionalidad e irra- cas invenciones, hasta el punto de conside-
descubrimiento de Loos ante el túmulo». cionalidad, orden y desorden, cuando co- rarme, con orgullo y presunción, un hispa-
menta una fotografía, la que más le gusta, nista». Y en segundo lugar, porque creo
Sí, de Loos o de Mies, porque «ellos entender que son dos artistas del mismo
son quienes más claramente han estableci- de su escuela de Fagnano OIona:
cuño, con una similar interpretación de la
do un hilo de continuidad entre su historia «Porque todo el edificio está ya previs- realidad, y la misma decidida voluntad de
y la historia del hombre». to, y es eso mismo lo que permite, en él, la acción transformadora en la que la fanta-
La historia que no se escribe con crono- libertad; es como una cita, un viaje de sía, la imaginación y la poesía se entienden
logías, sino con elementos de referencia," amor, unas vacaciones, y todo lo que pue- como actividades liberadoras de los indivi-
esa historia que cuenta con varios tiempos da suceder, debe preveerse. Incluso gus- duos y de los pueblos.
y para la que la categoría de lo «moderno» tando de las incertidumbres, me ha pareci-
no representa ningún valor paradigmático, do siempre que sólo personas mezquinas y
aquella que también, de nuevo, Cortázar, sin fantasía pueden mostrarse contrarias a
una d"iscreta organización. Porque sólo ella
CELESTINO GARCIA BRAÑA
pone en pensamiento de Morelli:
permite los contratiempos, las variaciones,
«Sí, todo coincide. Pero no se trata de
las desilusiones y las alegrías .
una vuelta a la Edad Media ni cosa pareci-
da. Error de postular un tiempo histórico y luego la referencia tan precisa, tan
absoluto: hay tiempos diferentes aunque certera, que relaciona conceptos como la
paralelos. En ese sentido, uno de los tiem- tipoloía y la inmunología y que constitu- BIBLlOGRAFIA:
pos de la llamada Edad Media puede coin- yen toda una teoría, también un tratado,
Autobiografia Científica. A1do Rossi. 00, S. A.
cidir con uno de los tiempos de la llamada sobre la idea de construcción de un lugar o Recordatorios. Marguerite Yourcenar. Alfaguara, S. A.
Edad Moderna. Y ese tiempo es el percibi- de intervención en un lugar, donde la espe- Rayuela. Julio Cortázar. Edic. de Andrés Amorós .
cificidad es memoria y ésta aquélla: «La Eds . Cátedra, S. A.
do y habitado por pintores y escritores que
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ARQUITECTURA ROMÁNICA DA CATEDRAL
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EN PREPARACiÓN
ALFREDO VIGO TRA SA NCOS. (Doctor en Arte).
ARQUITECTURA Y URBANISMO EN EL FERROL DEL SIGLO XVIII.
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ACTAS DAS 2. a e 3. a XORNADAS DE ARQUITECTURA GALEGA.