Sobre Cyborgs - Corr

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SOBRE GENEALOGÍA CYÍBORGS

EN SENTIDO GENEALÓGICO

Francisco Javier Tirado y Martín David de Moura


Universitat Autònoma de Barcelona

I. El cyÍborg y el óbito del objeto


La muerte del objeto llega de la mano de una extraña figura, el cyíborg. Este
define una socio-lógica que caracteriza a nuestro presente y posee dos
peculiaridades. En primer lugar, incorpora los objetos en las posibilidades del
pensamiento social después de destruirlos como categoría ontológica y, en
segundo, es terriblemente popular. Los cyíborgs son el pan de cada día en la
literatura de ciencia- ficción y, ahora, comienzan a ser ubicuos en los estudios
culturales y antropológicos, en algunas tradiciones feministas, en muchos
análisis sociales de la ciencia y la tecnología, en supuestas reformulaciones
radicales del pensamiento político y en las nuevas formulaciones de la noción
de agencia e individuo. En las páginas que siguen revisaremos con una mirada
crítica la socio-lógica que se desprende de esta popular figura pero, antes,
desearíamos proporcionar al lector una breve nota histórica del concepto.

La palabra cyborg aparece por primera vez impresa en Sseptiembre del


año 1960, en un número de la revista Astronautics. Cyborg es un acrónimo
formado por la fusión de los términos cibernética y organismo. Sus creadores
son dos científicos de la NASA llamados Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline y
el artículo en el que apareció la noción se titulaba "«Cyborgs and Space"». En
este texto, sus autores especulan sobre la necesidad que la conquista del
espacio interestelar tiene de una entidad especialmente adaptada a las
condiciones adversas que ese ambiente presenta. ÉEsa debe ser un sistema
ser humano-máquina completamente autorregulado. La autorregulación debe
funcionar sin el beneficio de la conciencia para poder, de ese modo, cooperar
con los controles homeostáticos autónomos del cuerpo. Para lograr tal fin:
”[(...]) proponemos el término Cyborg. El Cyborg deliberadamente incorpora
componentes exógenos que extienden la función de control autorregulatorio del
organismo para adaptarlo a nuevos ambientes."1

En el origen de la formulación de este concepto están evidentemente los


análisis realizados sobre biofeedback controlado por computadoras. Los
procesos de retroalimentación son considerados por estos autores y otros
científicos implicados en proyectos de investigación espacial como la panacea
para resolver todos los problemas de contacto y control del sujeto humano con
su ambiente, hostil y agresivo en el espacio exterior.

“Si el hombre en el espacio debe constantemente estar comprobando todas las cosas y
haciendo ajustes simplemente para sobrevivir, se convierte en un esclavo de la
máquina. El objetivo del Cyborg [...] es configurar un sistema organizacional en el que
tales problemas son afrontados automática e inconscientemente, dejando libre al
hombre para explorar, crear, pensar y sentir” .2

La promesa con la que llega el nuevo concepto es explícita: la liberación.;


Iindependencia del sujeto humano de su relación con las máquinas;. eEl
proceder: incorporarlas en su propia estructura física y mental, en su propia
naturaleza, en su propia definición de individuum o entidad indivisible. El primer
cíCyborg fue una rata que poseía una bomba osmótica que le inyectaba
sustancias químicas y modificaba la cantidad y el tiempo de administración en
función de la respuesta del animal. Ingenuamente, los primeros cíyborgs
reviven el dualismo cartesiano. Utilizamos un sistema de máquinas
(computadoras) y sustancias químicas para modificar el cuerpo, de manera que
la mente se libere de ese peso y esas circunstancias materiales y pueda
dedicarse a pensar, sentir, imaginar, crear, etc. La naturaleza humana no se
altera puesto que reside en su mente o espíritu y no en su corporeidad.

En la década de los años setenta los cyíborgs pasan al olvido en la


literatura científica, pero irrumpen con enorme fuerza creativa en la de ciencia-
ficción, hasta el punto de que transforman completamente el género, En pocos
años también llega al cine. Pero los cyíborgs cambian en este nuevo terreno de
1 Clynes &y Kline, (1995, p. : 31)..
2 Ibíd. Clynes & Kline (1995: 31).
existencia. Adquieren nuevas propiedades. Se vuelven casi exclusivamente
masculinos. Son figuras individuales, antropomórficos, a veces románticos,
héroes o despreciables malvados; siempre tienen que ver con la potenciación
de una característica corporal que cumple una importante función social (traba-
jar rápidamente y sin descanso, combatir, vigilar, espiar y hacer sexo); el origen
del cyíborg es oscuro y dramático, pertenece al acervo de secretos que guarda
su creador y que esta figura busca desentrañar; su destino es inevitable y
habitualmente trágico. Los cyíborgs despliegan mecanismos de interpretación
paranoicos y constituyen un arma con conciencia, inevitablemente destruye y
es destruido. Los relatos sobre cyíborgs suelen repetir hasta la saciedad el
periplo del monstruo del Dr. Frankenstein y desplieganegar la misma estructura
moral: denuncia de las posibilidades de una tecnociencia descontrolada,
problema de la creación, del origen y de la identidad, ausencia de valores y
límites en la modernidad, el fatuo sueño de emular a Dios, superar la barrera
de la muerte... Generados a partir de la aberración más absoluta y de la
transgresión de límites que nunca deberían romperse, losel cíyborgs de la
literatura y el cine fantástico refuerzan y defienden la tensión entre el sujeto y el
objeto o la naturaleza y la sociedad. Los cyíborgs sufren por no ser sujetos de
pleno derecho, por tener algo de objeto, por ubicarse en una zona ontológica
borrosa e indefinida. Buscan su causa externa, anhelan volver a su origen de
fragmentos puros, claros, distintos y no mezclados. Y reprueban y acusan a su
creador de franquear fronteras inviolables.

Tal estado de cosas cambia con el Manifiesto para cyborgs de Donna


Haraway publicado en 1985. Su punto de partida no es el trabajo de Clynes &
Kline, sino precisamente esa figura arquetípica de la fantasía. Su objetivo:
devolverla a la literatura académica para combatir ciertas posiciones feministas;
y en ese viaje de retorno se produce la transformación o, si se desea,
traducción que interesa analizar aquí.

II. “«Cyíborg”» es mucho más que una metáfora


Donna Haraway tiene el mérito de rescatar esta figura extraña de la ficción para
convertirla en "aletheia".3 Cyborg es, por tanto, mucho más que una metáfora,
es un dispositivo de desvelamiento. Es, en ese sentido, nuestra ontología, pone
de manifiesto nuestra subjetividad y nuestras relaciones, es, para la autora, una
metáfora y metonimia de aquello en lo que nos estamos convirtiendo, día a día,
minuto a minuto.

Los cyíborgs fascinaron a Haraway porque ayudan a diluir clásicas


tensiones entre máquinas y organismos, entre lo natural y lo artificial, la mente
y el cuerpo, el auto-desarrollo y lo diseñado externamente, lo femenino y lo
masculino, el “«yo”» y el “«otro”», el sujeto y el objeto. Y ayudan a diluir tales
dicotomías generando una figura o concepto que las incorpora en la misma y
única entidad o estructura. Es decir, con el cyíborg nuestro campo de análisis
pasa de ser el sujeto y sus relaciones, o el objeto y las suyas, la intersección
entre ambos o el espacio que hay entre ellos, para convertirse en una entidad o
plano distinto que incorpora de manera inmanente a esas figuras y sus
relaciones. Sujeto y objeto se anulan como nociones ontológicas para constituir
meros momentos de una imagen de nivel diferente que las absorbe.

Sin embargo, no es la primera vez que una figura que enfatiza por
encima de todo el carácter híbrido y mestizo de nuestra realidad (mezcla de lo
humano y lo no humano) de nuestra realidad irrumpe en las ciencias sociales.
Tenemos un precedente en el ensayo que publica Henri Lefèebvre4 en el año
1967, justo antes de los acontecimientos de 1968, describiendo su realidad
gracias al ciberantropo.

3 Del A-letheia es una palabra griegao, . Lliteralmente significa "«no ocultamiento"». Admite la
traducción depor "«teoría"», aunque más correctamente habría que traducirla por "«verdad"».
Hace referencia al desvelamiento de algo, no en el sentido de levantar un velo y mostrar lo que
se esconde detrás (acepción de desvelar que correspondería a "«descubrir"» según el
Diccionario de la Lengua Española de la R.A.E.), sino en el sentido de exhibir, mostrar
aquellolo que estando expuesto a la luz de ninguna manera puede ser negado, pero sí es
susceptible de ser pasado por alto, obviado o soslayado (acepción de desvelar que
correspondería a "«poner de manifiesto"» según el Diccionario de la Lengua Española de la
R.A.E.). Para una definición más extensa de la palabra a-letheia [¿así separado bien?] puede
consultarse Severino (1987).
4 Lefèebvre, (1967).
“Entramos en una nueva época, ¿quién lo ignora? Una especie nueva surge a nuestro
alrededor, tal vez en nosotros tal vez (aquí “«nosotros”» quiere decir ustedes, tú, yo,
ellas, ellos). Nace en el interior del género humano que la precede y del cual proviene
ella como la rama de un árbol. ¿Suplantará la especie al género? Su nacimiento va
acompañado de una inquietud. ¿El género humano no estaría destinado al fracaso?
[(...]) ¿Cómo se llama el que viene? Vamos a designarlo con un nombre; he aquí su
acta de bautismo: es el ciberantropo.” 5

El ciberantropo no debe confundirse con una máquina o un robot, no es en


absoluto un artefacto. Describirlo así sería minimizar su cualidad ontológica
puesto que eso lo ubicaría fuera del género humano cuando lo que pretende es
justo lo contrarioforma parte de él de pleno derecho. Es sencillamente el sujeto
humano en simbiosis con la máquina, mejor dicho, con la información. Esta
figura vive en un mundo de información y no de objetos, el objeto queda
definido por el código o cantidad de información que lo hace útil. Pero un sujeto
humano que ha comprendido cómo los conceptos de estabilidad, de equilibrio
,y de autorregulación, —que se consideran a la vez prácticoscomo útiles
racionales—, unen de ese modo lo ideal y lo real, la posibilidad y lo actual. Un
sujeto que ha captado cómo esos conceptos pueden vincularlo de forma
definitiva a la norma y la regla, a la eficiencia y a la eficacia.

“Este “«ser”», en el cual se concentran lo monótono y lo variado, dura; dispone de una


autorregulación que absorbe las informaciones confrontándolas con lo adquirido y
restableciendo el equilibrio”. 6

El ciberantropo es una metáfora de la simbiosis entre sujeto humano e


información, pero simbiosis lograda para y por la estabilidad. La racionalidad y
objetivo de este ser es el equilibrio, en la regla está la conformidad con su
destino. Rechaza el conflicto, el riesgo y los “«terceros términos”» que podrían
aparecer de la contradicción. El ciberantropo expresa regla y ley. Es la
burocracia hecha cuerpo.

5 Ibíd., Lefèbvre (1967: p. 163).


6 Ibíd., Lefèbvre (1967: p. 167).
Así, no resulta arriesgado afirmar que estamos ante el fiel heredero de la
tradición weberiana de crítica y denuncia del desarrollo incontrolado de la
burocracia y la tecnocracia. De hecho, podría ser el perfecto habitante de la
famosa "«jaula de hierro"» de wWeberiana.

"Aspira a funcionar, es decir, a ser sólo función. Vive en simbiosis con la máquina. En
ella encuentra su doble real. Para encontrarse en ella, desaprueba las ilusiones de la
7
subjetividad y de la objetividad, de la conciencia y de las obras ."

El ciberantropo res básicamente una anulación o la pura función de una


anulación. Refleja la pura objetividad de lo humano. Es la liberación exclusiva
de todas las fuerzas económicas y racionales que pueden producirse
exclusivamente en la interacción entre el sujeto humano y la información, así
como la consecuente anulación de las fuerzas creativas y subjetivas que
también pudieran aparecer a partir de éesta. El ciberantropo es la crítica totalse
opone al desarrollo sin controldesarrollo sin control de la tecnología, mejor
dicho, al desarrollo incontrolado de a la alianza fuera de control entre éesta y la
burocraciaburocracia. Entendemos que es, en definitivaeste sentido, un sano
retoño del dadaíismo más ingenuo. Pero Lla única solución al futuro que aporta
la figura del ciberantropo es la guerraconfrontación, el enfrentamiento entre
antropos y ciberantropos. En efecto, aAnte la ubicuidad tecnológica-
burocráticao-burocrática:

"[(...]) la guerra de los antropos contra los ciberantropos será una guerrilla (...) una

estrategia fundada sobre las perturbaciones del orden y el equilibrio ciberantrópico" .8

El cyíborg de Haraway es también una figura híbrida, pero aquí se acaba toda
similitud con la anterior figura.

"Es texto, máquina, cuerpo y metáfora, todos teorizados e inmersos en la práctica en


términos de comunicaciones." 9

7 Ibíd., p. Lefèbvre (1967: 166).


8 Ibíd., p. Lefèbvre (1967: 182).
9 Haraway, (19985, :p. 364). [Ojo: en la referencia que aparece al final, la paginación es “65-
108” Es una errata en el año del libro. Se cita de la versión de 1995 en Cátedra]
Los cyíborgs son ante todo proteicos y dionisíacos, nos alejan de la norma y
del equilibrio que codifica el ciberantropo de Leféebvre. Haraway no plantea,
tampoco, una figura que se limite a ser la imagen invertida de éeste. Reivindica
para el cyíborg, promiscuamente, la condición de ser utopía y distopía al mismo
tiempo, sin que tal cosa implique contradicción de términos alguna o, en todo
caso, si la contradicción se entiende como inevitable, reivindica asumir que
éesta es la condición productiva de la existencia. El cyíborg es maldición y
panacea, sueño y pesadilla, principio y final. Es representación del viejo mundo
y apertura de mundos inimaginados. El cyíborg incorpora en su definición los
dos modelos, las dos interpretaciones tradicionales del desarrollo tecnológico:
es “telos” apocalíptico y es un “telos” redentor. Rinde culto a Dionisos porque
su esquema de acción es el exceso y la transgresión continua. Es realidad
social y ficción, especulación y experiencia viva. Su exceso, su promiscuidad,
está sostenida por tres rupturas significativasntes de nuestra
contemporaneidad. La primera rompe con hace referencia a la frontera ilusoria
que la cultura científica había interrotopuesto entre lo humano y lo animal.:

"Ni el lenguaje, ni el uso de herramientas, ni el comportamiento social, ni los


acontecimientos mentales logran establecer la separación entre lo humano y lo animal
de manera convincente" .10

En un sentido semejanteel mismo sentido, la segunda ruptura verificaproviene


de la imposibilidad de sostener la distinción entre animales-humanos, por un
lado, y máquinas, por otro. El movimiento y el aprendizaje fueron
características fundamentalesdecisivas en esa distinción. Ahora, precisamente,
son las más difusas. Las máquinas precibernéticas no poseían movimiento por
sí mismas, no decidían, no eran autónomas. Sólo imitaban el sueño humano.
Eran caricaturas de lo vivo. Las máquinas de fin de siglo deciden, se mueven y
aprenden. La tercera ruptura significativante es, en realidad, un corolario de
esta segunda.: La tensión entre lo físico y lo no físico comienza a diluirse. La
microelectrónica hace invisibles nuestras máquinas, oculta nuestras relaciones
de simbiosis con la información, pero las mantiene operativas, es decir,
produciendo efectos que podemos registrar, medir y sentir. En Lla prensa no

10 Ibíd., Haraway (1985p. : 257). [Ojo: cotejar paginación]


hace más que publicarabundan noticias sobre la investigación encon chips
biológicos, superficies donde la conexión entre el silicio y el ADN será total y
los saberes más duros (física, matemáticas, bioquímica...) se han vuelto hacia
el espacio que comunica esos elementos, se han abocadoándose a construir y
teorizar sus interfaces (componentes lógicos y físicos que comunican un
ordenador con el exterior y viceversa).

El cyíborg habita un mundo que es "«múltiple, sin límites claros,


fraccionado, insustancial»."11 Y este mundo sólo tiene un problema: la
codificación continua, condición de poder, de resistencia, de ser y vivir. Hay
que traducir la realidad a problemas de códigos.

"Una búsqueda de un lenguaje común en el que toda resistencia a un control


instrumental desaparezcace y toda heterogeneidad pueda ser desmontada, montada
de nuevo, invertida o intercambiada". 12

Teléfonos, diseño de ordenadores, despliegue de misiles, mantenimiento de


bases de datos... ilustran cómo los sistemas de teorías cibernéticas
(controlados mediante retroalimentación) se aplican a todo lo que nos rodea.
En tales sistemas, la operación clave es la determinación de tasas, de
direcciones y de probabilidades de flujo de una cantidad de información. El
mundo se construye y reconstruye, divide y subdivide a partir de fronteras con
diferente grado de permeabilidad a la información. La información es el átomo
cuantificable de ese mundo que posibilita la traducción universal. Por ejemplo,
la biotecnología traduce los organismos vivos a componentes bióticos,
instrumentos que procesan información; la microelectrónica facilita la
transformación del trabajo a partir de la robótica y el control numérico; la oficina
se automatiza; media la economía doméstica... Y el mundo, lo colectivo se
organiza en torno a esa traducción y esas barreras con distinta cualificación
para la permeabilidad de la información.

“En ‘«Silicon Valley’», muchas vidas de mujeres se estructuran en torno al empleo en la


industria electrónica y sus realidades íntimas incluyen una monogamia heterosexual en

11 Ibíd., p. Haraway (1985: 285).


12 HarawayIbíd., (1985: p. 280).
serie, la negociación de los cuidados médicos para sus hijos, lejanía con respecto a
sus parientes, un alto grado de soledad y a una enorme vulnerabilidad económica
conforme envejecen" .13

Como decíamos anteriormente, la promesa del cyíborg siempre esconde


doblez, es un nuevo Jano con sus dos rostros y sus dos lenguas. Sin embargo,
nuestro Jano actual tiene, a su vez, poco o nada que ver con los cyíborgs de la
literatura y el cine fantástico. Haraway vindica la multiplicidad, el absurdo que
significa pensar que vivimos aislados de nuestro entorno y de las cosas que
nos rodean, el absurdo que es pensar que la carne, nuestra carne, es el
principio y el final del ser humano y su fenomenología. El cyíborg que llega a
los estudios culturales y sociales es menos que una cosa y más que un
proceso, habla, esencialmente, de sistemas informacionales y de su plasticidad
(dinero, bases de datos...) que permiten la generación de formas de ordenación
no conocidas hasta el momento, su combinación y recombinación sin límite
definido. Por el camino han perdido el hábito masculino, la forma antropomorfa,
el destino trágico y su especialización funcional. Para Haraway, el cyíborg es la
metáfora y metonimia que nos permite acceder a un espacio de infinita
ordenación a través de las tecnologías de la información. No hay drama
humano o frialdad maquínica en estla figura del cíborg, su ciencia-madre es la
biotecnología y, por tanto, es tan humana oy maquínica como pueda serlo esta
ciencia. El cyíborg expresa una continua traducción —tanto del sujeto humano
y los organismos vivos como de los objetos y artefactos— a códigos, código
genético, codificación numérica e interpretación. Ni los organismos ni los
objetos son ya objetos de conocimiento; s. Ssu lugar lo ocupan los
componentes bióticos: tipos especiales de dispositivos de procesamiento de la
información. Con Haraway, la información (y su flujo) es la que crea los límites
de nuestra realidad. Ni el sujeto, ni el objeto, ni los componentes de éestos
marcan el mundo de los cyíborgs. Sólo el devenir de la información. En ese
devenir, el objeto, al igual que el sujeto, se ha diluido. Ha dejado de ser un
problema. Se ha convertido simplemente en un componente biótico, en él
resulta sencillamente imposible diferenciar lo que antes llamábamos sujeto y
objeto.

13 Ibíd., Haraway (1985: p. 284).


Mientras que el cyíborg de Clyines &y Kline era una herramienta al
servicio de los propósitos de una humanidad floreciente, y tanto el ciberantropo
de Lefèebvre como los cyíborgs que han poblado nuestro entretenimiento y
fantasía se constituyen en denuncia de los peligros que encierra tal
herramienta, el cyíborg de Haraway es un desafío a esas visiones maniqueas.
Es lúdico y terrible al mismo tiempo. Y es, sobre todo, una cosmovisión que
toma como punto de partida las actuales posibilidades de la información.
Efectivamente, la figura que propone Haraway es completamente deudora de
las teorías cibernéticas. Esa es la diferencia entre su programa para una socio-
lógica con objetos y los que hemos vimossto anteriormente. El objeto no es
definido como alteridad al sujeto humano, tampoco es conceptualizado como
mismidad, sino que es transformado en información en permanente circulación.
Es cierto que en el segundo programa para una socio-lógica con objetos que
hemos tratado, sujeto humano y objeto se igualaban en la medida en que
ambos soneran definidos como efectos semióticos, como una suerte deo
guiones de mediación. Y Aaparentemente haytendría cierta similitud con el
programa propuesto por Haraway. Pero la similitud es sólo aparente, puesto
que en esta autora las propias nociones de sujeto y objeto desaparecen como
posibilidades y herramientas de conceptualización de la realidad. Ni son punto
de partida ni efectos de llegada. El mundo y la ontología que ofrece parte del
supuesto de que sólo hay información en devenir, traducciones, comunicación,
conexiones y establecimiento de patrones de organización más o menos
precarios. Es decir, el punto de partida es la cibernética. Como señaló Norbert
Wiener, padre fundador de tal ciencia:

“Nuestros tejidos cambian en tanto que vivimos: la comida que tomamos y el aire que
respiramos se transforman en carne de nuestra carne y hueso de nuestro hueso, y los
elementos momentáneos de nuestra carne y hueso salen de nuestro cuerpo cada día
en forma de cuando excretamosexcrecencias. No somos sino remolinos en un río de
aguas que no dejan de fluir. No somos cosas que permanecen, sino modelos que se
autoperpetúan.” 14

Los modelos de la cibernética se mueven por diferentes dominios y rompen


14 Wiener, (1954, p. :86).
nuestras clasificaciones al uso, son actos de organización que traducen la
comida en carne y hueso, y la carne y el hueso en cuerpos que trabajan, los
cuerpos en máquinas, etc. La ordenación cibernética es una estabilidad en
devenir, niega los términos fijos, las localizaciones específicas y la dicotomía
sujeto-objeto.

“El efecto de la explicación cibernética, el modelado de los procesos mentales


humanos sobre los sistemas de control mecánicosa y viceversa, es relativizar la
diferencia entre sistemas vivos y mecánicos, apuntando a una teoría de los sistemas
complejos en general. La implicación filosófica de la teoría cibernética tendería, por lo
tanto, a establecer un paréntesis en lo antropomórfico o antropológico [(...]”). 15

De ahí, que la figura del cyíborg muestre que no somos simplemente “«cuerpos
que habitan el universo”»,16 oy que “«el mundo mental –(la mente o mundo del
procesamiento de la información-) no está limitado por la piel».”17 No nos
limitamos a vivirmos en el universo, ni a simplemente utilizarmos herramientas,
las fabricar mos o comprendemosconcebir herramientas,; comoni tampoco nos
limitamos a sencillamente comermos oy respirarmos, ni ni exclusivamente nos
enfrentamos exclusivamente a objetos, sino que somos habitados por el
universotodo esto, por esa comida, por el aire, por las herramientas y los
objetos,; somos sólo una posición temporal en una matriz continuamente activa
de ordenación.

El cyíborg es fuertemente deudor de la cibernética, sin duda, pero


constituiría un craso error reducir completamente esta metáfora a las
propuestas de la teoría cibernética. El nuevo Jano consigue desbordarla en la
medida en que posee varias caras, en la medida en que no aspira a ser un fr ío
y desolado análisis más de los flujos de la información,; su apuesta está en el
calor, en fomentar el fuego de la ironía y la subversión, en constituirse en un
nuevo imaginario crítico y generar efectos políticos en la cotidianidad. Los
cyíborgs crecen y se regodean en “«todo eso”» que preocupa a la cibernética:
mutiplicidad de sentidos, ruido, imperfección...

15 Johnson, (1993, p. : 105).


16 Virilio, (1989, p. : 27).
17 Bateson, (1991, : p. 454).
“La ironía tiene que ver con contradicciones que no se resuelven en totalidades
mayores, ni siquiera dialécticamente,; tiene que ver con la tensión que supone sostener
cosas incompatibles juntas, dado que ambas o son necesarias o son verdad. La ironía
tiene que ver con el juego serio y con el humor. Es también una estrategia retórica y un
método político [(...]) La política de los cyíborgs es la lucha por el lenguaje y contra la
comunicación perfecta, contra el código único que traduce a la perfección todos los
significados [(...]”). 18

El ruido es el alimento del cyíborg. Su pasión. Su razón de ser.

III. Camino de un imaginario


La figura del cyíborg nace con la vocación de reflejar y constituirse en el
imaginario del próximo milenio. Ya que los análisis históricos, sociales y
políticos no consiguen iluminar el futuro, no generan proyectos que ilusionen y
cuando lo hacen muestran un mundo desencantado -("«jaula de hierro"»,
"«anomia"», por citar sólo algunos ejemplos-), tal vez sea el momento de dejar
paso a la fantasía y especialmente a la ironía. El imaginario cyíborg aparece sin
una definición precisa, como es obvio, por supuesto, sin contornos definidos,
coqueteando siempre con la incertidumbre y la borrosidad. Sugieren, sSiempre
están sugiriendo. , eEn algunos momentos pueden sugerir una representación,
más o menos concreta, más o menos acertada, pero a la vez obviamente
siempre inestable, insegura, oy precavida; en otros casosinstantes un proyecto
o una denuncia, aunque sea de nuevo sin fuerzaambigua, sin tomar sin
claridadpartido. Por todoas estas razonesello consigue desbordar las
dualidades y seguridades que constituyen nuestro pensamiento, las
cartesianas también, por supuesto. Por todas esas razones, la metáfora del
cyíborg se populariza fácilmente y aparece como la figura que recoge nuestro
futuro. Reta a las dicotomías tradicionales, masculino-femenino, humano-
máquina, transgrediendo sus límites e instalándose en el espacio intermedio
que hay entre éestas. Ensalza lo híbrido. Abandona cualquier metáfora
naturalista que permita el regreso de la dominación o conquista de los
determinismos basados en la relación causa-efecto, sea del tipo que sea.

18 Haraway, (19985, : p. 302).


Desafía las metanarrativas clásicas, que reclaman un principio de unidad
fundamental desde el que producir procesos de identidad y diferencia, de
inclusión y exclusión, instalándose en el intersticio de los mismos e ironizando
sobre sus propósitos. Obliga e invita, al mismo tiempo, a pensar desde lo
mestizo; pero la apuesta es, por supuesto, por lo mestizo provisional.
Abandona cualquier metáfora de redención o totalidad, reclama la localidad y la
dispersión.

"El cyíborg es una criatura de la ciencia ficción y de la vida real, es el "self"


postmoderno; en su imaginario los límites entre lo real y lo ficticio se funden y
confunden, estructurando cualquier posibilidad de transformación histórica" .19

El imaginario que despliega esta figura apuesta por la vida en un escenario


doble, que comparte al unísono dos decorados: por un lado el cíborg es la
expresión el cyborg es la expresión de los límites impuestos por la imposición
final de una red global y total de control, dominio y disciplina, férrea, dura, gris,
inevitable y claustrofóbica,; y y por otro lado el cíborg es el cyborg es la
expresión de nuestra máxima mayor liberación, el punto cumbreálgido de los
sueñoanhelos de la humanosidad, es un conjunto de realidades encarnadas,
cotidianas, en las quedonde las personas dejan de temer las relaciones entre
ellas puesto que desaparece la tiranía que imponeía la coherencia de luna
identidad única y unívoca, dando paso a y germinan multitud de identidades
parciales y contradictorias, y desaparecedesdibujando tanto la fobia como la
filia a las máquinas y a los objetos de nuestro entorno ecológico, en la medida
en que éestos dejan de ser « “alteridad”» o “«mismidad”»; , es decir, cesa el
peligro de que aquellos nos sustituyan o nos habitenabsorban, para convertirse
en partes de nuestro «“ser y estar en el mundo»”. Atendamos a algunos
detalles de este imaginario.

IV. ¡Sea el Ccyíborg objeto de ciencia!


La figura del cyíborg trae su propia ciencia. Haraway propone dedicar todos
nuestros esfuerzos al analizaranálisis de esos dispositivos que ocultan o
generan artificialmente fronteras entre los sujetos humanos, los otros

19 Haraway, (1985, p. : 150).


organismos y las máquinas. Provocativamente argumenta que el
establecimiento de oposiciones binarias entre sujetos y objetos, humanos y
máquinas, o vida y no-vida, encierra sospechosos paralelismos con los
discursos racistas:

Puede “Eescucharsed, en los debates sobre biotecnología, el incomprensible tono de


miedo a lo extraño y de sospecha hacia lo mixto. Y, Een la apelación a naturalezas
intrínsecas, percibo una mistificación del género y de la pureza que es muy afín a las
doctrinas de la hegemonía racial blanca y al objetivo de integridad nacional de los
Estados Unidos, los cuales que permean toda la historia y la cultura de NorteAamérica.
Sé que eEstaá apelación, dirigida al mantenimiento de la naturaleza intrínsecamente
inviolable de otros organismos, se sostiene para afirmar su diferencia de la humanidad
y para vindicar que la vida viva en sus propios términos y no en los del hombre. Tal
apelación pretende impedir que el mundo entero se transforme en un recurso para la
apropiación humana. No obstante, es muy problemático que el argumento descanse en
una biología poco convincente. En la doctrina de los “«tipos”» y de los “«objetivos
intrínsecos”», tanto la historia de los organismos como de los propios seres humanos
es borrada, siendo narrada en su lugar una especie de estasis atemporal de la
naturaleza. La antigua historia de los seres vivos, constituida de puros de remiendos y
mezclas conjuntas de seres vivos, —con una cuya larga tradición de intercambio
genético que seráía la envidia de la industria— durante mucho tiempo, es abandonada
sin contemplacionescompasión.” 20

Si el cyíborg es una condición ontológica en la que sujeto y objeto se funden,


haciéndose se hacen indiscernibles en prácticas históricas y culturales
concretas, entonces el acto de cortocircuitar y, exhibir esos dispositivos —que
aparecen ypara generarn fronteras, y reorganizarn la información paray
producir series binarias,— esserá un ejercicio político. Una Aapuesta, un
compromiso político con la denuncia de las formas que el ejercicio de poder
adquiere en nuestra actualidad. Ese aire de crítica política y moral es el que
debe presidir la ciencia de los cíyborgs.

Algunos autores han ampliado el horizonte de la propuesta de Haraway


y se han comprometido seriamente con la definición de una cyborg-

20 Haraway, (1997, : p. 207).


antropología,21, una antropología de la cibercultura,22, e incluso una tecno-
etnografía23 de la realidad-cyíborg. En cualquier caso, sea cual sea la
denominación que reciba semejante proyecto, todos comparten un corolario
que emerge de sus propósitos de análisis y acción. Han intentado inscribir la
figura del cyíborg en una matriz científica y disciplinar. Han ensanchado ese
paso directo que Haraway ha abierto entre la especulación fantástica y el
saber científico.

V. Pasos hacia una cyborg-antropología:


Tres áreas de estudio y crítica caracterizan el proyecto denominado cyborg-
antropología. La primera es el estudio de la ciencia y la tecnología
contemporánea como actividades eminentemente culturales. Rompe a priori,
como puede verse, la distancia entre las actividades de la sociedadculturales y
el desarrollo cotidiano de la tecnociencia. El mencionado proyecto rechaza la
idea de que la ciencia y la tecnología poseen y operan con una lógica interna
propia y exclusiva, que se compondríae de comunidades técnicas
especializadas y razonamientos libres de todo contenido cultural,. sSe pone en
cuestión la idea de que pueda formularse y definirse algo parecido a una esfera
de racionalidad inherente a la tecnociencia, que la diferenciea de otros
conjuntos de prácticas o racionalidades. La cyborg-antropología pretende:

"(…) explorar las estrategias heterogéneas y los mecanismos a través de los cuales los
miembros de las comunidades técnicas producen formas culturales que parecen
24
carecer de cultura..."

Los miembros de determinados colectivos denominados “«técnicos”» producen


cultura, con prácticas culturales semejantes a las que se gestionan en otros
colectivos. Si algo leos caracteriza es, no obstante, es todo el esfuerzo que
invierten y toda la imaginación que despliegan para vaciar sus productos de
cualquier rastro de cultura, política, emocionalidad, etc. Las estrategias que

21 Downey, Dumit y Willianms (1995 y 1995b); y Haraway (1997).


22 Escobar (1994 y 1996); y Piscitelli (1995).
23 Bowers, (1992).
24 Downey, Dumit y Williams, (1995, p. : 266).
utilizan para tal fin son múltiples, requieren de la conexión y mezcla de diversos
agentes y materiales, humanos y no humanos, recursos literarios y políticos,
alianzas y sacrificios; el análisis de tales estrategias, así como de sus efectos,
es del máximo interés para la cyborg-antropología porque permitirá desvelar
nuevas formas de ejercicio de poder que ocultan y transforman una realidad
dada. Pero tal objetivo es sólo una parte, la mitad de la media imagen, de
aquello que esconstituye un interés más general. La otra parte de la imagen
tiene que ver con observar semejante proyecto desde el ángulo opuesto, es
decir, con atender a cómo la gente construye discurso sobre la ciencia y la
tecnología para dar significado, de esa manera, a sus inevitables y
constitutivas relaciones con producciones tecnocientíficas. De alguna manera,
todos somos científicos. Es decir, continuamente reconstruimos el
conocimiento científico en contextos nuevos y con herramientas distintas a las
que se emplearon en su producción.

La segunda área de estudio, recogiendo la herencia de argumentos y


planteamientos postestructuralistas y posthumanistas, consiste en desarrollar
una crítica a la adecuación del "anthropos" al espacio central que delimita el ser
sujeto y objeto, al mismo tiempo, de las ciencias sociales. En el proyecto que
nos ocupa, los sujetos humanos y la subjetividad son conceptualizadas como
una función de relaciones con máquinas, entre máquinas y transferencias de
información, y como productores de máquinas y operadores de éestas. Un
primer paso, para borrar los límites de un discurso absolutamente centrado en
la agencia humana, es rastrear las tácticas que los agentes humanos utilizan
rutinariamente para producir los límites entre lo humano y lo no-humano y,
posteriormente, compararlas con las empleadas por los integrantes de los
colectivos técnicos.

La tercera área de interés reside en el reconocimiento de nuevos


campos de trabajo que deberían recibir examen etnográfico con la finalidad de
mostrar cómo las tecnologías consiguen participar como agentes en la
producción y reproducción de la vida social, incluidas las modalidades de
producción de subjetividad e identidad. Las máquinas y otras tecnologías
contribuyen y participan en la atribución y gestión de agencia a los humanos,
construyen subjetividades y límites de conocimiento para las mismas. En esa
línea aparecen cuestiones hasta ahora nunca planteadas, interrogantes
insólitos que parecen surgidos de plumas más propias exclusivamente de la
literatura de ficción.

"¿Cómo las máquinas sirven para contrastar y mantener deseos, racionalidades,


nacionalismos, militarismos, razas, géneros, sexualidades, etc.? ¿Cómo las máquinas
adjudican límites en ámbitos del conocimiento, así como competencia, patologías y
normalidades?" 25

Más aún, esos insólitos campos de trabajo ofrecen perspectivas para emplazar
nuevas miradas etnográficas. Ya no es necesario apelar al “testigo modesto”
habitual de la etnografía y a su mirada propiamente humana para llevar a cabo
un trabajo serio, riguroso con interés e informativo de alguna parcela de
nuestra realidad. Ahora podemos ubicar nuestros ojos en otros organismos,
máquinas o en la mismísima relación que establecemos con ellos. ¡Límites
increíbles para la ciencia social!
“La cyborg-antropología intenta reconfigurar provocativamente el límite de las
relaciones entre humanos específicos, otros organismos y las máquinas. La interfaz
entre personas localizadas específicamente, otros organismos y máquinas se desvela
como un excelente campo para la investigación etnográfica en la medida en que
aparece como auto-generador de efectos y potenciador de colectivos. Denomino a ese
campo la cultura y práctica de la tecnociencia. La posición óptica de la tecnociencia
transporta mi mirada situada en su órbita humana, conocida y familiar a ese ojo menos
certero de un roedor artefactual, figura cyborg principal en los dramas de la
tecnociencia.” 26

¡Límites impensables, peligrosos e irreverentes para el que no desee correr el


riesgo de la novedad y la creación! La metáfora del cyíborg se presenta, así,
como algo más que una innovación posible gracias a los nuevos entornos
electrónicos o a los diseños de interfaces. Se trata de todo un laboratorio
metafísico27 que permite examinar el sentido mismo de lo que entendemos por
real, imaginario, posible o imposible. Estamos ante un experimento cuyos

25 Downey, Dumit y Williams, (1995, p. : 267).


26 Haraway (1997: 52).
27 El concepto es de Piscitelli, (1995).
efectos amenazan con transformar lo que entendemos por conocimiento y lo
que asumimos por ciencia.

REFERENCIAS

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de la mente. Barcelona: Gedisa, 1999.

Bowers, J. (1992) Get Cyborganised! Fragments for a Techno-Etnography of


Human-Machine Associations. Paper for the conference on "Technolo-
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Clynes & Kline (1995) Cyborgs and Space. En C.H. Gray (Ed.) The Cyborg
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Downey, G., Dumit, J. &y Willinams, S. (1995a) Cyborg Anthropology. Cultural


Anthropology 10(2): 264-69.

- (1995b) Cyborg Anthropology. En C.H. Gray (Ed.) The Cyborg Hand-


book. London: Routledge.

Escobar, A. (1994) Welcome to Cyberia. Current Anthropology, 35 (3): 211-31.

-(1996) Welcome to Cyberia: Notes on the Anthropology of Cyberculture.


En Z. Sardar & J.R. Ravetz (Eds.) Cyberfutures. London: Pluto Press.

Haraway, D. (1991) Primate Visions. New York: Routledge.

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- (1995) Ciencia, cyborgs y mujeres. Madrid: Cátedra.

- (1997) Modest_Witness@Second_Millennium. London: Routledge.

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Leféebvre, H. (1967) Hacia el Ciberantropo. Barcelona: Gedisa, 1980.

Piscitelli, A. (1995) Ciberculturas en la era de las máquinas inteligentes.


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