Download as pdf or txt
Download as pdf or txt
You are on page 1of 7

Pascua

Juvenil
Jueves Santo
¿Dónde y cómo está tu corazón?
¿Qué le preocupa y lo inquieta? ¿Qué y quién le da
paz?

Dicen que «por donde el corazón se inclina, el pie camina».


Lo que está en nuestro corazón, las intenciones, los deseos
y las motivaciones, pone en marcha nuestra acción. Damos
pasos hacia la dirección a la que nuestro corazón nos
orienta. Si tenemos el corazón inclinado hacia Dios,
entonces nos pondremos en camino hacia Él.
Reflexión: Quo Vadis?
Cuenta una antigua tradición cristiana,
presente en el texto apócrifo de los Hechos de
Pedro, que durante la persecución de Nerón a
los cristianos, Pedro escapó de Roma temiendo
la muerte. En el camino, se encontró con Jesús
que iba cargando la Cruz y Pedro le preguntó:
«¿A dónde vas, Señor?», a lo que Jesús
respondió: «Voy a Roma, a ser crucificado de
nuevo». Pedro, avergonzado de su actitud,
volvió a Roma, donde moriría crucificado,
cabeza abajo. En el lugar de su martirio hoy se
levanta una Basílica en su nombre que guarda
sus restos.
Hoy iniciamos un camino que, aunque será muy breve, nos
permitirá ir tras las huellas del Señor, si así lo queremos.
Podemos elegir escapar, o podemos aceptar nuestro destino, con
todo lo que implique.
Tal vez no tengas claro muy hacia dónde vas, pero basta con
tener inclinado el corazón en la dirección correcta, y saberte
situar como compañero de Quien es, en sí mismo, el Camino. Basta
un poco de su Luz para ver hacia adelante. Como un auto que, de
noche, sólo alcanza a ver hasta donde llega la luz de sus faros
delanteros, pero puede andar así hasta el final del camino. No se
trata de ver todo claro hasta el final, sino de ir avanzando poco a
poco con la luz que tenemos disponible.
Oración
Escrita por el monje trapense
Dios, Señor Mío, no tengo idea de adónde voy. Thomas Merton
No veo el camino delante de mí.
No puedo saber con certeza dónde terminará.
Tampoco me conozco realmente,
y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad
no significa que en realidad lo esté haciendo.
Pero creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada.
Y espero tener ese deseo en todo lo que haga.
Espero que nunca haga algo apartado de ese deseo.
Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto,
aunque yo no me dé cuenta de ello.
Por lo tanto, confiaré en ti siempre
aunque parezca estar perdido a la sombra de la muerte.
No tendré temor porque estás siempre conmigo,
y nunca dejarás que enfrente solo mis peligros. Amén.
Lectio Divina, Jn 13
Lectio: ¿Qué dice el texto?

Meditatio: ¿Qué me dice?

Oratio: ¿Qué le respondo a Dios?

Contemplatio: ¿Cómo percibo a Dios a partir del texto?

Actio: ¿A qué me invita? ¿Cómo se lo digo con mi vida?


Oración
Escrita por el Santo Cura de Ars,
Te amo, oh mi Dios. Mi único deseo es amarte hasta Juan María Vianney
el último suspiro de mi vida. Te amo, oh
infinitamente amoroso Dios, y prefiero morir
amándote que vivir un instante sin amarte. Te amo,
Señor, y la única gracia que te pido es la de amarte
eternamente. Oh mi Dios, si mi lengua no puede
decir cada instante que te amo, quiero que mi
corazón lo repita cada vez que respiro. Te amo, oh
mi Dios Salvador, porque has sido crucificado por
mí, y me tienes aquí crucificado contigo. Dios mío,
dame la gracia de morir amándote y sabiendo que
te amo. Amén.

You might also like