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Colombia Una Nación Desplazada
Colombia Una Nación Desplazada
El 87 por ciento de la población expulsada de las regiones vivía en el campo; algunos afro e
indígenas, en territorios colectivos reconocidos por el Estado pg 16
En un país que tiene un problema agrario persistente, con una historia signada por el difícil acceso
a la tierra, se calcula que 8,3 millones de hectáreas han sido despojadas o abandonadas por la
fuerza. Pg 16
Causas directas del desplazamiento forzado: fuego cruzado y la ambición de unos grupos armados
para controlar ciertos territorios
Cuando el conflicto armado se intensificó (durante los años de la expansión paramilitar que
colonizaba nuevos territorios, disputándoselos a los grupos guerrilleros), aumentaron los
desplazamientos causados por unos y otros p.g 17
Intereses politicos: se hicieron más visibles los intereses políticos y económicos que se ocultan
detrás de los desplazamientos colectivos o individuales de la población pg 17
Intereses ilegales: n el narcotráfico, y, más recientemente, la minería ilegal; entre los legales se
han visto implicados proyectos minero-energéticos y agroindustriales, así como los inversionistas
de tierra pg. 17
Territorios mutantes
Pequeñas fincas cultivadas con variados productos agrícolas se han convertido, por ejemplo, en
extensas y uniformes extensiones de tierra cultivada con palma, como ocurrió en El Catatumbo; o
mutan en zonas despejadas para la explotación minera, como en el Pacífico. Pg 19
Los actores armados han usado los ríos como medio de transporte para movilizar drogas, insumos
y armas, cuando no los han profanado, convirtiéndolos en ríos-tumba en los cuales han pretendido
desaparecer la evidencia de sus actos criminale pg 19
En buena medida porque en todos los rincones de Colombia se dio un desplazamiento amplio de
población durante los años de la Violencia, y muchos de los citadinos de hoy fueron hijos o nietos
de los desplazados rurales de ayer. Pg 22
El desplazamiento: “un elemento estructural que caracteriza transversalmente la historia
colombiana”.
Introducción
Desde la génesis del conflicto armado, el desplazamiento, como delito de lesa humanidad, se ha
manifestado como el resultado de la degradación de la guerra y la intensidad de sus efectos contra
la población civil pg 26
Sectores más afectados por el desplzamiento forzado: las mujeres, los niños, niñas y adolescentes,
los adultos y adultas mayores pg 27
A pesar de lo anterior, los mecanismos de política pública adoptados por el Gobierno nacional, e
implementados a través de las distintas instituciones del Estado a partir de mediados de la década
del noventa, no fueron suficientes para prevenir la problemática, dar una respuesta articulada a
sus víctimas e identificar y perseguir judicialmente a los responsables p.g 29
o armado interno tiene sus antecedentes directos en las manifestaciones de violencia del siglo XX,
las cuales constituyen un referente fundamental para comprender su evolución histórica y
expresión actual pg 35
Factores del desplazamiento: Interés de los grupos armados y otros actores por apropiarse de los
recursos naturales y del subsuelo o simplemente para consolidar las rutas y corredores
estratégicos del negocio de la droga en sus territorios ancestrales pg 38
La violencia (1948-1958)
7 se desata una brutal guerra promovida tanto por conservadores como por movimientos liberales
y comunistas. Pg 41
También que durante el gobierno de Laureano Gómez Castro (1950-1951), elegido presidente tras
haber participado en las elecciones como candidato único, miles de habitantes de pueblos
liberales que fueron atacados huyeron de sus poblaciones y se instalaron en la capital y otras
ciudades del país. Pg 42
Es así como a comienzos de la década de los años sesenta, durante el gobierno conservador de
Guillermo León Valencia (1962- 1966) se pone en marcha un proyecto de “pacificación” del país
que consistía en lidiar con el fenómeno de la violencia política mediante la represión militar. Pg 49
En las elecciones de 1970 surgen la segunda generacion de grupos guerrilleros (M19 y el EPL en la
region del Uraba.
Desplazamiento forzado fue un factor determinante en la génesis y evolución del conflicto armado
interno colombiano. Pg 53
Paralelamente, desde mediados de la década de los años setenta, se produce la incursión de los
cultivos de uso ilícito (inicialmente de marihuana y luego coca y amapola) hecho que generó una
profunda transformación en la economía nacional y en las dinámicas del conflicto armado interno.
Su propagación en el territorio nacional causó un cambio en el uso de la tierra, así como nuevas
manifestaciones de violencia por motivaciones puramente económicas (violencia socioeconómica)
entre distintos actores en la disputa por el control de recursos y territories Pg 54
La nueva lógica del narcotráfico marcó por lo tanto una nueva era de desplazamientos forzados,
caracterizados por procesos de repoblamiento y transformaciones de los territorios pg 54
la génesis de estos grupos de carácter regional constituye un hito en la evolución del conflicto
armado interno que tendría un devastador efecto en los procesos de expulsión y despojo de la
población civil en las siguientes décadas.
Este periodo se caracteriza por la degradación del conflicto armado interno debido al surgimiento
del paramilitarismo moderno, la redefinición estratégica de la lucha insurgente, el auge del
narcotráfico y los procesos de paz con las guerrillas. Pg 63
Uraba: caracterizada históricamente por sus conflictos por la tierra en escenarios de colonización
permanente, espontánea y armada, se registró flujos de migraciones forzadas que contrastan
significativamente con el resto del territorio nacional para esta época pg 156
Economía: La infraestructura portuaria para exportar banano y plátano y su cercanía con sistemas
montañosos y selváticos como el Nudo de Paramillo (donde se encuentra el PNN (Parque Nacional
Natural) que lleva su nombre), captó el interés tanto de narcotraficantes como de grupos
armados, para los cuales este corredor representaba la oportunidad de financiamiento y
expansion pg 156
Condiciones sociopoliticas: el Urabá se convirtió en una región con una fuerte tradición sindicalista
y proporcionaba un significativo apoyo al Partido Comunista, al PCC ML (Partido Comunista de
Colombia - Marxista Leninista), a la UP192 y luego al Frente Popular. Precisamente, el llamado “eje
bananero” fue el escenario de uno de los procesos más interesantes del movimiento campesino
en los años ochenta, a saber, el movimiento de recuperadores de tierras impulsados por el EPL y el
PCC ML. pg 156-157
Empresarios bananeros que habían sido blanco de extorsiones y secuestros por parte del EPL y las
FARC, impulsaron y financiaron grupos paramilitares que recurrieron a la práctica de masacres con
la lógica de desterrar a la población declarada como enemiga pg 157
Cultivos de coca:
Entre 1980 y 1988 cuando entran las guerrillas al territorio se aumenta la militarización,
incursionan esporádicamente grupos paramilitares y la violencia traspasa las fronteras. Pg 263
Las FARC –Frente 33 Mariscal Sucre del Sub-Bloque Oriental– que llegaron a mediados de los
ochenta, se ensañaron contra terratenientes de la región, desplazando a propietarios de las fincas
y afectando las actividades económicas. pg 263
Conforme ganaban presencia en la zona, la violencia de las guerrillas dejó de discriminar entre
ricos y pobres y comenzó a atacar a cualquiera pg 264
La segunda fibra de la violencia fue la coca como primer eslabón del narcotráfico. Si bien no hay
acuerdo en torno a quiénes introdujeron los cultivos, existe consenso sobre el impacto del
narcotráfico en la violencia, los asesinatos individuales y masivos, las desapariciones y los
desplazamientos en las zonas urbanas y rurales de Tibú. pg 264-265
el EPL (Ejército Popular de Liberación) instaló los frentes Libardo Mora Toro en la provincia de
Ocaña y en la región del Catatumbo, y Ramón Gilberto Barbosa en la zona fronteriza pg 265
El año 1989 también marcó un hito en la evolución del conflicto armado interno pues se declaró la
ilegalidad de los grupos llamados grupos de autodefensas debido al desbordamiento de sus
acciones y a los claros nexos con el narcotráfico pg 70
Es así como durante este periodo cambiaría el epicentro territorial de los grupos paramilitares que
se desplaza desde el Magdalena Medio hacia otras regiones del país, principalmente hacia
Córdoba y Urabá Pg 82
Uraba: La crisis del éxodo del Urabá y su desproporcionado impacto respecto al resto del país, se
evidencia en que de esa región fueron expulsadas más de la mitad de las víctimas de
desplazamiento registradas en este periodo. Pg 165
las regiones contiguas de Urabá y el Alto Sinú y Alto San Jorge se convirtieron en el centro de
operaciones de las ACCU, donde la Casa Castaño instaló la segunda capital paramilitar (después de
Puerto Boyacá) en San Pedro de Urabá Pg 168
El año 1997 fue decisivo en la historia nacional, pues a partir de este año se desencadenó una serie
de hechos violentos en los que la guerra alcanzó su máxima expresión y dio paso a lo que podría
denominarse el gran éxodo forzado en la Colombia contemporánea. Pg 83
o hasta 2004 se produjo el mayor número de víctimas de esta forma de violencia registradas en
historia de la Colombia contemporáne pg 83
El año 1997 también constituye un hito en la historia del conflicto armado interno cuando en el
mes de abril fue anunciado el proyecto de consolidación de los grupos paramilitares de carácter
regional en una misma estructura nivel nacional. En abril de ese año, los de Córdoba y Urabá
(Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá –ACCU-), los del Magdalena Medio (Autodefensas
Campesinas del Magdalena Medio –ACMM-) y los de los Llanos Orientales, se unieron para
conformar las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) pg 86
el Pacto de Ralito serviría como prueba incontrovertible de la llamada parapolítica o alianza de los
líderes paramilitares de las AUC con dirigentes políticos regionales y funcionarios, ganaderos y
terratenientes de Córdoba, Sucre, Bolívar y Magdalena Pg 92
La alianza entre políticos y paramilitares permitió blindar el actuar criminal de las AUC cuyo
propósito de expansión territorial generó trayectos de terror marcados por la práctica sistemática
de masacres pg 92
las guerrillas también continuaron su proceso de expansión pues a partir del momento en que se
creó la denominada zona de distención, las FARC llegaron a controlar una inmensa porción de
territorio nacional. Pg 93
Así pues, el 10 de diciembre de 2004 se desmovilizó Salvatore Mancuso, al frente del Bloque
Catatumbo, en el corregimiento Campo Dos del municipio de Tibú, Norte de Santander, en la
región del Catatumbo Pg 97
Uraba: El Urabá sirvió como centro de operaciones de las recientemente creadas AUC y estableció
el modelo de expansión territorial a través de la práctica de masacres bajo la modalidad de tierra
arrasada pg 183
El Urabá fue región pionera dentro del proyecto de cooptación institucional donde se constituyó
una alianza entre paramilitarismo, fuerzas armadas, empresarios de la región y dirigentes politicos
pg 184; busco la consolidación de intereses económicos vinculados al Proyecto paramilitar y de la
region.
Parapolitica: El éxito electoral de la apuesta política paramilitar -cuyo objetivo final era cooptar el
Estado para facilitar el acceso a recursos locales, nacionales y de la cooperación para impulsar
proyectos en tierras de personas desplazadas- fue posible como consecuencia de la sangrienta
estrategia de terror empleada por los paramilitares en el Urabá pg 186
El proyecto de expansión paramilitar fue guiado por una lógica de acumulación de tierras para
proyectos como la siembra de palma aceitera, sector en auge debido a la política de desarrollo
promovida por el Estado que impulsaba los biocombustibles como estrategia de inserción
competitiva en el mercado mundial para la economía nacional. Pg 186 (afectadno diferentes
movimientos sociales como sindicaleistas, comuninades afrodecendientes y asesinato sistematica
de lideres y lideresas sociales.
Catatumbo: quede aquí
caracterizada por los conflictos permanentes sobre las tierras y con un anclaje histórico del ELN y
las FARC, fue uno de los escenarios más violentos donde las estructuras paramilitares, lideradas
por Salvarore Mancuso247, replicaron las estrategias de sangre y terror a partir de la práctica
sistemática de masacres pg 192
La disputa por el control del corredor estratégico para el petróleo, el cultivo de coca, palma
aceitera y contrabando en la frontera con Venezuela, generó desplazamientos masivos de familias
campesinas y comunidades indígenas, principalmente en Tibú y los municipios adyacentes pg 192
que es estas regiones la población civil fuese estigmatizada para facilitar la satisfacción de
intereses rentistas, afectando especialmente a los trabajadores sindicalistas del petróleo y la
palma pg 195
El interés de actores armados como las guerrillas y los paramilitares, para los cuales el hurto de
hidrocarburos representaba una importante fuente de financiación para su empresa criminal pg
195
Esta situación no solo llevó a la intensificación de la crisis del desplazamiento forzado, sino que
propició compras masivas de tierras estratégicas por donde pasa el oleoducto pg 195
La incursion del Bloque Catatumbo genero masacres: Tibú fue el municipio más afectado con
treinta y tres masacres y el desplazamiento del 37 por ciento de las víctimas del departamento y
del 45 por ciento del Catatumbo. Para ello contaron con el decidido apoyo y colaboración de sus
aliados naturales, Los Prada y Los Pepes pg 267
El objetivo fue arrebatarle las finanzas a las FARC obtenidas de las más de quince mil hectáreas de
coca que, según las cifras oficiales, existían en 1999 en el Departamento de Norte de Santander pg
267
La tercera fibra de la violencia son las acciones para combatir los cultivos de coca. Particularmente
en este periodo se realizaron fumigaciones indiscriminadas con químicos, financiadas con la ayuda
de Estados Unidos (Plan Colombia) (Embajada de Estados Unidos en Colombia, 2000) que
provocaron éxodos forzados pg 270
La fumigación de 10.165 hectáreas de coca entre los años 2005 a 2010, uno de los componentes
de la Política de consolidación y reconstrucción territorial y más recientemente la implementación
de programas de erradicación forzada manual, continúa incidiendo en el desplazamiento en la
región, particularmente en Tibú, en donde se concentran los cultivos Pg 271
Las más de ocho mil hectáreas de palma sembradas entre 2006 y 2012, no solo son propiedad de
empresas y grandes productores de palma pg 276
El mal llamado posconflicto estuvo marcado entonces por una nueva evolución del conflicto
armado interno y manifestaciones de violencia sociopolítica y económica que transversalmente se
tradujeron en el agravamiento de la expulsión de población civil. Pg 103
En este sentido, a través del Auto 119 y la Sentencia C-280 de 2013, el tribunal constitucional le
ordenó a la Unidad para las Víctimas incluir en el RUV a las personas desplazadas por acciones de
las llamadas bacrim. Pg 121
Uraba:
el Urabá se convirtió en la cuna de la banda criminal inicialmente conocida como Los Urabeños, y
posteriormente llamada Clan Úsuga tras la petición del presidente Juan Manuel Santos en abril de
2014 pg 213
Catatumbo:
las “fibras de la violencia” que fueron facilitadas por decisiones, acciones y omisiones del Estado,
las cuales en tres décadas lograron entramar un territorio con paisajes, economías y actores
nuevos. Estas son: (a) el petróleo, (b) la coca, (c) la política antidrogas, (d) la agroindustria de la
palma y (e) el auge minero energético pg 263
Los GAPD
En el Catatumbo, el primero de esos grupos se conoció como Las Águilas Negras, cuya aparición
fue funcional a las ventas de tierras de personas desplazadas que retornaron. Desaparecido ese
grupo llegaron Los Urabeños, Los Rastrojos, entre otros más que se disputaron entre ellos las
rentas y tierras que requiere el negocio del narcotráfico –cultivos, laboratorios y rutas para el
tráfico y contrabando de gasolina e insumos–.
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Resulta evidente el agravamiento del éxodo forzado a partir del gobierno de Ernesto Samper
Pizano (1994-1998), precisamente cuando se desarrollaron los primeros esfuerzos por humanizar
el conflicto armado interno, articular una política pública y brindar atención a la población
desplazada Pg 60
A) La política: En la que retoma el concepto de captura del Estado propuesto por Garay
(2009 y 2010)
B) Económica: para enfatizar en la relación entre la presencia territorial de los grupos
paramilitares, la imposición de determinados modelos de desarrollo y el impulso de lo
que denominan Megaproyectos pg 130
Así, en lo que se refiere de manera específica al despojo de las tierras, sus autores afirman que
este representó para los grupos paramilitares “una empresa de legalización” (página 19) de dicho
despojo en función de “un modelo de acumulación de riqueza basado en el aprovechamiento de la
violencia” pg 130
Por eso, a partir de esos argumentos, en el informe el análisis sobre el desplazamiento forzado
queda casi exclusivamente atado a las transformaciones del fenómeno paramilitar y los intereses
económicos que este promovía, sin des-tacar ni analizar de manera suficiente la responsabilidad
de las guerrillas en esa modalidad de violencia pg 130
Es cierto, sin duda, que uno de los objetivos del paramilitarismo fue apuntalar un modelo de
desarrollo rural, basado en la ganadería extensiva y la agroindustria, pero hay polémica al
momento de establecer con parsimonia la relación entre la presencia de los grupos paramilita-
res y la concentración de la tenencia de la tierra. Pg 132
Para el periodo 1999-2002, con base en los datos sobre desplazamien-to y abandono de tierras, los
investigadores encuentran que esta relación se concentró en el norte del país, precisamente allí
don-de se focalizó con mayores magnitudes la ofensiva y expansión de las AUC. Insisten en que la
expansión paramilitar, focalizada en Urabá y el Caribe no solo estuvo relacionada con la lucha
contra la guerrilla sino también con la construcción y mantenimiento de dinámicas económicas y
políticas, en la que lo grupos paramilita-res contaron con el apoyo de la clase económica y política
local. pg 136
Segunda dimension: tiene que ver con la relación con el narcotráfico entendiendo a este último
como una economía política de las actividades ilegales en proceso de globalización.
Con mayor razón, si se considera que el narcotráfico y las economías regionales de la coca son el
resulta-do y la continuación del problema agrario, que a su vez constituye el trasfondo histórico
del conflicto armado en el país. Pg 32
El narcotráfico y las economías sumergidas han representado, si no la única, al menos una vía
preferente para acumular capitales y alcanzar otro lugar en las posiciones objetivas del espacio
social y económico en Colombia, caracterizado por ser profundamen-te cerrado pg 33
De acuerdo a los anteriores puntos reseñados, partimos seña-lando que el narcotráfico no es otra
cosa que la versión contem-poránea del modelo agromonoexportador que, además, ahondó la
crisis del sistema politico pgv33
Desmovilización
Contexto del auge minero hay que discernir sobre en qué parte de la cadena productiva es
necesaria la oferta de protección y seguridad privada. Pg 34
la relación del fenómeno para-militar con los poderes locales y regionals, o major, la capacidad de
crear edes de apoyo y consenso en las sociedades locales y regionales pg 34-35
Nueva etapa de desmovilización: que enfatiza el control local y regional en función de economías
ilícitas globa-lizadas, requiere una estructura en red, y lo más importante, la tercerización de
la oferta de coerción y seguridad pg 35
Generación de paramilitares:
Esta etapa se carac-teriza por el surgimiento y accionar en regiones específicas como el Magdalena
Medio, Urabá y en menor medida los Llanos Orientales. Inicia la vinculación con el narcotráfico pg
36
Durante esa década se hizo evidente la crisis de repre-sentación política y social del
régimen político, como resultado de la generalización del clientelismo, la corrupción y la
incapacidad del Estado para responder a las demandas ciudadanas.
La primera generación paramilitar fue una combinación de grupos sicariales al servicio de los
narcotraficantes y autodefensas locales, que convergieron con los mecanismos legales e
ilegales que el Ejército desplegó en la lucha contraguerrillera. Pg 38
Desmovilizaciones del bloque del Magdalena medio, caida de los cartels de la droga. n esa etapa el
derrumbe de los carteles y las disputas entre los grupos paramilitares locales y el narcotráfico
produce un parcial retroceso de estos grupos armados. Pg 36
Transición: Los que sobrevivieron a la furia de Escobar emergieron triunfantes al finalizar la década
de los 90 con una nueva versión del paramilitarismo que retoñó con más fuerza que la original del
Magdalena Medio pg 42
Esa situa-ción permitió la inserción de los grupos armados en espacios ur-banos donde antes su
presencia había sido esporádica pg 44
Recomposición (1994-1997):
El rápido agotamiento de los intentos reformistas del inicio de la década, los efectos negativos
de la apertura económica en el sector rural y las transformaciones del narcotráfico,
caracterizaron el tercer período de los grupos paramilitares y del conflicto armado en general pg
44
El conflicto armado pasó de las zonas de presencia histórica de los grupos armados, en su
mayoría zonas de colonización campesina (Urabá y Catatumbo) pg 44
Por otro lado, los paramilitares iniciaron su reactivación pre-cisamente en las zonas
intermedias afectadas de manera princi-pal por las decisiones estratégicas de expansión
territorial de las FARC y, en menor medida, del ELN Pg 44
En este orden, para estos años fue evidente que el conflicto armado no solo representaba
una confrontación militar, también estaba ligado a la no resolución del problema agrario, al
enfrentar dos modelos de desarrollo rural. Pg 45
Por otro lado, la creación de las cooperativas de seguridad (CONVIVIR) y el proceso de
reconfiguración interna, fortalecieron al paramilitarismo que logró superar el relativo
estancamiento que habían padecido en los años anteriores. pg 46
Expansión (1998-2005):
Recomposición violenta (2011-2015): disputas entre facciones y pequeños grupos fueron dando
lugar a la configuración de un menor número de organizaciones, con ma-yor pie de fuerza y
capacidad de fuego; así como alianzas inespera-das con antiguos enemigos políticos (v.g.: FARC,
ELN, entre otros) en función de la distribución de las diferentes etapas de la cadena productiva del
narcotráfico, entre otras economías ilegales. Pg 38
esta etapa corresponde a un cambio en su estrategia: de ser grupos armados para la conten-ción
de la guerrilla, y una vía violenta para eliminar a la izquierda legal y a los movimientos sociales
(considerados como amenazas por los aliados regionales del paramilitarismo), se transforman en
un medio violento para apuntalar órdenes sociales y políticos, y asegurar las condiciones de
reproducción de determinadas activi-dades económicas legales e ilegales (Duncan, Gustavo, 2014).
Pg 48
No se puede explicar de otra manera la convergencia territorial entre los grupos armados y los
diferentes momentos de la cadena productiva del narcotráfico, o la presencia de los grupos
armados en las regiones de auge de las economías extractivas pg 49
Como se verá, los grupos arma-dos surgidos de la desmovilización de las AUC tienen
pretensiones fuertemente localizadas de control y dominio, en combinación con su inserción
en redes de criminalidad a nivel global pg 49
Uraba:
reconfiguración de los GAPD e concentra-rá con especial énfasis en las zonas del norte (Arboletes,
San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Necoclí y Norte de Turbo) y del eje bananero
(Apartadó, Carepa y Turbo). Pg 263
el paramilitarismo emergió de manera temprana y, por lo tanto, ha tenido una presencia his-tórica
importante: primero en el norte y luego expandiéndose a finales de la década del ochenta
hacia el enclave bananero. Pg 263
Esta región se convirtió en una cantera inago-table de especialistas de la violencia que aplicaron
sus conocimientos y destrezas en diferentes lugares del país en el marco del proyecto de
expansión nacional que se inició con la creación de las AUC en 1997 pg 263
“La región ha creado lazos tan estrechos con los paramilitares que sus habitantes dicen temer a
las retaliaciones de la guerrilla en caso que estas llegaran a retomar la región” pg 264
Coalición antisubersiva ntegrada por empresarios bananeros, ganadera os, militares y políticos
locales que simpatizaron con la oferta de seguridad privada dirigida por la Casa Castaño pg 266.
l origen del paramilitarismo en Urabá a finales de la década de los ochenta tuvo unas dimensiones
institucionales y políti-cas muy claras en razón de la importancia que esta región tenía para la
economía nacional pg 266
Se trató del reciclaje de un conjunto de especialistas de la violencia que tenían un profundo
conocimiento local acumulado durante su paso por la insurgencia. Pg 267
Este proceso particular de reciclaje reflejó, sin duda, otro mo-mento de la conformación del
ethos guerrero de los hombres jóvenes de Urabá (Monroy, Silvia, 2013) y que nosotros hemos
denominado como: los legados de la guerra para explicar, de un lado, la capacidad de reinvención
del paramilitarismo en la región, y del otro, cómo esa reputación y experticia en el ejercicio de la
violencia fue la base de la exportación durante la etapa de las AUC a otras regiones pg 268
Con unos costos humanos dramáticos, a nivel social los para-militares utilizaron la violencia en
función de la construcción de un orden social que logró gran legitimidad en distintos sectores de la
población, pues estuvo acompañado de una oferta de bienes y servicios —más allá de la provisión
de seguridad— a cambio de información y lealtad. Pg 272
El accionar de los grupos paramilitares en las zonas del norte y del eje bananero del Urabá
trascendió la dimensión estric-tamente militar y económica al insertarse de manera efectiva en
la Sociedad local: estabilizaron un orden social y se convirtieron en los garantes de la seguridad y
las apuestas de desarrollo, lo que derivó en la legitimación de su autoridad.
el eje bananero de Urabá permitió comprender que, si bien en ambos territorios el fenómeno del
paramilitarismo se expresó de manera temprana, las coaliciones fundacionales y el papel que ahí
jugaron los secto-res narcotraficantes tuvieron efectos concretos en la estructura-ción de los
frentes y bloques paramilitares. Esto a su vez marcó, de cierta forma, las líneas maestras
sobre las cuales surgieron los nuevos grupos pg 317
Catatumbo:
la in-serción de los grupos paramilitares en estas dos subregiones fue tardía y se enmarcó en el
proceso de expansión que las AUC emprendieron durante la segunda mitad de la década de los
noventa. Sin embargo, el control territorial que habían logrado las guerrillas del ELN, las FARC y el
EPL en El Catatumbo, la crea-ción de milicias urbanas en varios barrios periféricos de Cúcu-ta y la
configuración previa de distintas expresiones criminales vinculadas a una larga tradición de
ilegalidad y contrabando al-rededor de Cúcuta y el área metropolitana, explican la mane-ra
en que se insertaron estos grupos paramilitares y permiten comprender las implicaciones que
su desmovilización tuvo en la reconfiguración de los GAPD. Pg 303
Catatumbo, caracterizada como una región periférica atada a distintos ciclos de colonización
espontánea en el marco del desarrollo de diferentes tipos de economía (petróleo y, poste-
riormente, coca y, más recientemente, palma africana), permitió la inserción y consolidación
temprana del ELN, el EPL y las FARC. Pg 304
Interesados en disputarle el control que, en especial, las FARC habían construido alrededor de
los cultivos de coca en el Catatumbo, capitalizar los beneficios de la infraestructura que las
redes criminales habían consolidado en Cúcuta-área metropolitana y controlar un territorio
estratégico que les permitía acceder a Venezuela —para desde ahí exportar droga por nuevas
rutas que los conectaban con el mercado europeo. Pg 305
La expansión de los grupos paramilitares a esta región estuvo más orientado por intereses
económicos que estrictamente politicos pg 306
Las estructuras que se crearon para este propósito (Frente Fronteras, Frente La Gabarra,
Frente Tibú y Frente Móvil Catatumbo) desarrollaron una inserción diferenciada tanto en los
cascos urbanos como en las zonas. Pg 306
Su interés se limitó a convertir a sus enlaces políticos y a las instituciones del Estado que infiltraron
en proveedores de información, impunidad y dinero del presupuesto y de la contratación pública
Pg 307
Una de ellas fue, precisamente, que gran parte del personal paramilitar que se acogió al proceso
de desmovilización no era de la regiónpg 309
GAPD que se es-tructuró localmente, su dominio duró poco. En 2007, la entrada de Los Rastrojos
terminó por absorber progresivamente a esta es-tructura. Posteriormente, en 2011, el ingreso de
Los Urabeños le disputó el territorio a esta última organización y eventualmente la obligó a
replegarse (Verdad Abierta, 2015, marzo 5 pg 310
GAPD: Aguilas Negras: aparecieron hacia finales de 2004 en inme-diaciones de los municipios de
Tibú, Ocaña, El Tarra y Cúcuta. Compuesta por varios exmiembros del Bloque Catatumbo que
de-cidieron mantenerse activos bajo el liderazgo de Juan Carlos Mora, alias Jorge Gato, esta
organización mantuvo cierto control en la zona entre 2005 y 2007, e inició un proceso de
expansión en el que in-tegraron a antiguos paramilitares rearmados pg 310
Los restrojos: puso en marcha un pro-ceso violento de cooptación de los miembros de esta
organización pg 310…… Contribuyó, indirectamente, a aumentar las disputas con su grupo rival
El segundo caso está relacionado con la incursión de Los Ura-beños que buscaron disputarle
espacios a Los Rastrojos liderados por Carlos Andrés Palencia González, alias Visaje un curtido y
antiguo paramilitar nacido en Chigorodó y reconocido mando medio del Bloque Catatumbo- pg
315
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