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Los ESPEJOS DE LO PROPIO: RITOS PUBLICOS Y USOS PRIVADOS EN LA PINTURA VIRREINAL cus ANT turante los tres sglos de dominacién espaftola, nues- D= pais fue escenario de un fendémeno tinico en el ‘mundo: hombres y mujeres de todas las latitudes del planeta y culturas procedentes de Buropa, Asay Africa se mea- claron entre si y con los habitantes y las civilizaciones aborige- nes para produci una de la experienciashumanas mis exeep- cionales de las que se tiene noticia en la historia. Sin negar el hecho de que tales encuentros fueron ocasionados por una vio- lena conquista militar y por el taslado forcado de poblaciones csclavinadas, no se puede pasar por alto que lo que se produjo fue una cultura novedosa de gran vitalidad y varicdad.! Los efectos de tal situacién cultural fueron enormes sobre {a vida cotidiana de los habitantes de estos teritorios, tanto de los nativos como de los emigrados y de los hijos nacidos del Intenso mestizaje que se produjo entre ambos. Aunque los términos en los que se defini Ia cultura novohispana fueron los de Occidente(y especficamente los hispinicos), todos los sectores que formaron el mosaico étnico de esta titra, apor- taron elementos que influyeron profundamente en los habi- tos alimenticios, en las estructura lingisticas, en el vestido, en as diversiones, en las préeticas rligiosas, em las creencias y en todos los valores sociales La pineura vit cL. xvt, reflej6vatios de esos procesos al plasmas aspectos dela Vida cotidiana de los habitantes urban aunque a veces sus composiciones se inspiraron en grabados 1 de Nueva Espatia ys Leona, 1974, pp 658 Francisco Ciarena DE ESPAROL Y eAtTi24, ESPAROL CJ TAVO ONIO inal, a partir del siglo XV y sobre todo en CURTEL RUBIAL ‘europeos, étas fueron a menudo adapradas al nuevo contexto americano y a sus necesidades. En muchos casos estas obras no buscaton intencionalmen- te representar los Ambitos de la vida diara, en otros, en cam- bio, lapintura fue un medio que pretendié dejar constancia de ta realidad circundante de manera expliita. En el primer caso se encuentran las pinturas de cardcter rei ro de lienzos que describen las vidas de los santos, dela Virgen ‘de Ctsto, fueron ambientados en espacios y escenario con- temporineos alos artistas que los pintaron (algo comin tam- bin en Europa) y contienen importantes escenas y objetos del mito de lo cotidiano. Esta pintura de género plasms asi con gran fidelidad los lugares donde se realigaban ls estas, los pacios domésticos y de esparcimiento, asf como usos y pret cas que all se levaban a cabo. Las imigenes que quedaron te- presentadas en la pintura de temitica religios son testimonios dircctos de la cultura material, de los objetos que llenaban los cspacios interiors de las cass, de las costumbres, los o los protocolos y las formas de via ios, Fuente plisica de enorme rqueza pata el conocimiento de los mbitoscoidianos vctnales son también los exvoros 0 ret bos de gratin, imigenes testimonials producto dea devocin popula. En est peculiar tipo de escenas el carictertligioso se ve disminuido ante la importancia que cobra el entorno donde se suceden los acidentes, as enfermedades as calami dads y las catisttoes de la vida diatia, Desde el lecho del dor tor 0 inmersos en plena eatistofe, movidor por una gran fe los personajes liberados de las desgracias se convinieron en patrocinadores de un arte que, al hacer manifiestos los dones Escaneado con CamScanner de Ia divinidad, dej6 constancia de los ambientes donde tales rilagros hablan sido realizados. Otro género de pintura que permite vislumbrar aspectos importantes de la vida coridiana virrcinal es el retrato, Desde cl siglo Xv1 en estos cuadros se representaron objetos, actu des, modas, alhajas, ercéteras elementos que estaban intima mente ligados al estarus dl retatado y que sitvieron de esce- nografia para poner de manifiesto st cultura y alto rango dentro de la sociedad. En ellos, el vestido tenia un papel fun damental; expresaba actitudes sociales, era wtilizado para exal- tar la posicién de clase, para promover Ia seduccién entre los el cuerpo. La ‘sexos 0 para manifestar [a censura moral sobre aparece representada en la pintura no es la de uso no la de vestr o la de funcidn (es decir la que se ust a ropa q iar bbaen los actos oficiales), es Ia que se lucia en pablico, 0 la que se heredaba. E] vestido, utilizado como decoracién, proteccién o pudor, modificaba la aparienca, la cual estaba reglamentada mis por la costumbre que por las prohibici oficiales, al igual que los gestos, actitudes y posturas corpora~ les, La sociedad virreinal concedié un papel Fundamental al vyestido como un bien de estatus y su costo fue equiparable al de cualquier objeto de lujo, lo que explica su inclusién co- smo parte central en los cuadros.* ‘Durante los siglos xV1 y XVI, el retrato mostré a los perso~ najes en acttudesestereotipadas que se repitieron hasta el can- ¥y que seguian los modelos establecidos por este género 10 lado, los cortinajes que servian sancio, plistico en Europa, Por ot para enmarcar alas figuras, el tipo de mucbles que aparecian ‘en Ia escena (mess, libreros, escrtorios, scribantas,rclojes) y Ios objecoscuya representacin se privilegiaba (areas, aban Iibros, bastones de mando, mitras etcérera) cenfan la funcién de hacer notorios la cultura, el poder y la supremacia dela san- gre por medio del lnaje de lo retratados. Con I llegada de las ideas modernas en el siglo xvut se modificé el tratamiento de volviéndose mds intimista y personal la do se climinaron los este tipo de pintura, representacién de los personajes. A menu Jos aspectos que definian la indi cortinajes y los muebles; dualidad cobraron mayor importancia y las actitudes tomaron rasgos mis realists. Uno de los retratos que se vio ms afectar fue el que representaba a los nifios; los do por estos cambio adultos chiquitos de los siglos anteriores fueron poco a poco sustituidos por infantes que jugaban y que manifestaban acti- tudes propias de su edad. Con el advenimiento de la lustracién y su afin descriptive de cardcter racionalista proliferé también en Ia plistica novo- hispana un género que ya habia tenido manifestaciones en el -ruz de Amenibar, 1996, pp. 29°38. 50 siglo anterior: las vistas urbanas. NumerososFuncionarios xp fioles mandaton pintar antes de regresar a Espafa imagenes de Jos sitios ele interés de Ia capital, tales como: la Villa de Gua- alupe.‘el Paseo de Trtacaleo, [a Alameda de Mético (se con. servan al menos cuatro versiones), el Canal de la Vig y el Pa- seo Nuevo. Aungjue son menos numerosos, existieron también algunos ejemplos de las marvillas de la provincia como eli. bol del Tule, en Oaxaca. Este peculiar y modemo grupo de imagenes describié con gran detalle la exética y divers reali dad americana. Ya en la metrdpol, los indianos que regesaban al terrufo pudieron mostra asus amigos y familiares ls extea- jas maravillas de América, Otras veces, ls Funcionatios y sonajes de ato rango recibieron como regalo cuadtos de pin- tura y ottos bienes suntuarios donde quedaron plasmadas las ‘bras de mejoramiento que habian emprendido ¢ impulsado como patronos, producto de sus preocupaciones por hacer de Ia ciudad de México una urbe mis moderna, agradable y fun- cional,a la aleura de las mejores captales europeas. ‘Uno de los objetos més utilizados para dejar constancia de ‘este tipo de escenas fucton los biombos y mamparas de pints- mucbles que en un principio fueron destinados adividir es- cescenografias de poder. El pacios pero que se transformaron en aso de los biombos es quizés el primer intento novohispano por representar n de cenaltecer las cosas propias “dela Tiers’, es decir, todo aquello aque hacia a Ameéica diferente de Espafia. En las hojas de los biombos novohispanos aparecen representados los canales, los espectacular biles de indigenas lamados miotes 0 “follas de indios", la hisroria de la conquista, los recorridos donde se destaca el protocolo seguido pot los vireyes en visitas ala car tedral de México, siempre acompafiados por la guardia de ala- barderos, ercétera. Este tipo de imigenes se destinaron tanto novohispano como para el mercado escenas costumbristas con una inten« para el Ambito dom: ulcramarino, Este mismo caricter de “recuerdos de la Tierra’ esté pre- sente en los cuadros de castas donde quedaton plasmados p2- ra la posteridad los lujosos vestidos, ls joyas y otros abalo~ ‘ue adornaron’su cuerpo las indias, las mulatas y las rigs con qt las cajas estizas, as{ como las ricas libreas de los cocheros, repltas de istones y cuentas de coral yarabache que vendan es de chucherfas, las hormas y los zapatos en proceso de manufatura de ls tlleres de eazado, 0 aPs0* acta vida fncima como los juegos de cats, las cable eles (damas china), los eehiltes ols piinoas. A través de ests canudeos se puede conocer c6mo eran ls telas de los ob de Xilotepec, los cocos chocolateros para las mancernas de plata o poreeana, las bolls de vidro de Puebla, Jas barros variedad tufidos de Tonalé, asi como la enorme v juares domésticos. En los mercac 0 biicaros bn de las ricas piezas de plateria de los aj Escaneado con CamScanner Anéximo los cuadros de castas es frecuente también encontrar bodego- sf como aves y plan- nes con frutos y verduras “de la T tas locales, En muchos de los casos estas peculiates vistas de Ia naturaleza americana van acompafadas de una nomencla- cura dirigda alos extranjeros. La Tlustracién aporté la plistica una n 1s de la vida diaria, Ja comodidad y la privacidad asi como la descripcisn edosa vision en la que los objeto cobraron una inusitada importancia, ples tipos humanos que conformaban ala varada vohispana, El afin clasiicador y el 10 que irae yy multigenica sociedad now coleccionismo, ast como la bisqueda de lo exotic teri6 al movimiento ilustrado,cavo en este género de pintara americana una de sus manifestaion barg, los cuadrs de castas no siempre fueron um espeio de Ia realidad; en ocasiones los pintores recurtieron a recetas Je dio como resultado 1es mas acabadas. Sin em- fiel para representar os tipos fisicos, lo qu tuna visién europeizada del inundo americano. ‘Con todo, alo largo del siglo xvi, los pintores novohispa nos lograron transformar a la figura de indio ef un “tipo Po~ plat; és deci, individualizaron sus rxgos sus vstimentas hasta convertirlo en una imagen mis acorde con Ia realidad circundante. Si bien la antetior afirmacin parece exagerada, puesto que los indigenas fueron representados en la artes plis- uyé en todo tipo de ticas desde el siglo XVI y su imagen se inclu vill cuando este programas iconograficos, Fue hasta el sig grupo racial ecups un lugar de importancia dentro de la tax: roma social cientifica y su figura se modifies radicalmente. Durante este largo proceso, el indio se desprendi de las imi- genes eligiosas en las que aparecia como donante, en cuadros de carscter devocional (la mayoria de la veces pintado a tra- vvés de convencionalismos plisticos). Fue, pues, hasta el siglo de la razén, bajo la lente de los intereses cientificos, que hoy llamamos etnolégico-antropolégicos, cuando se representé a fos ndigenas y sus formas de vida de una manera mis eels pina y de las re- ‘A través de sus aavios de raigambre p presentaciones de algunas de sus Festa (como lor mitores © danzas de la genilidad), lo indigena qued6 integrado denero jueva Espaita como terra con una historia sn que los rolls estaban de una visién de propia y distinea ala de Europa, construyendo, Escaneado con CamScanner ‘Una de las caractristicas mas significativas de muchos de os euadros que pintan la vida cotidianavitreinal es el anoni- mato de us autores. A pesar de que desde mediados del siglo ats ordenanzs de pinura fomentaron que los pinores fe mara sus obras, no fue sin hasta el silo xn eon a apart cién de las academias (sobre todo de lade San Cy pimor m6 cate de un rear nda ausenca de noticias sobre quienes pntaron eos euadros corel nah es ca fl sobs ean um producto colt que prownfs ny sajuema gremial. “La aetvidad Gomar- fue entendida durante alos), que et asia seals Rogelio Riz 2 arcsand y€ much a po como una haildad merament atest definia mis en términos de ejecucién que de erect consecuencia de la herencia espafiola en la que Pe rofundamentearragado para el siglo xv el prIUiCS En estas obras ademss el desco del comitenteo PAT Jmponia sobre el gusto o sabre el estilo del pintos PUT, pagaba era el que defini el contenido des IN de estos patrocinadores eran de hecho corp > Rua Gomat, 1995, 9.113 Escaneado con CamScanner ANOxINo dos de las ciudades y de las extedrales las comunidades cow vventuales, os drigentes de los gremios, los cabildos y caciques sn casos aislados existieron de las comunidades como alin virey w obis- también los comitentes indi Jel verdadero mecenas que 1 manutencién y fomenta- po, o bien tn aristécrats 0 comer ‘mo sucedié en Europa, al seat protegia alos artistas, velaba por ba su labor. ‘Ahora bien, cuales fueron los dmbiros de 1 plasmados en los lienzos de pinturavieeinales? la vida coridiana que quedaror {Qué temas fueron | cencargaron la elaboracién de tales pinturas? los que interesaron a los comitentes que Una primera aproximacién a est tipo de obras nos mues- tae inteeés por ilustrar el Ambito urbano y, dentro de el, las plazas y calles como escenaris de la Fiesta tligiosa, El hecho cs perfectamente explicable en una sociedad en Ia que la reli gién jugaba un papel fundamental como elemento de cohe- sidn socials la vida de los habitantes de las cudades estaba re- gulada por el toque de as campanas que lamaban a a oracién aque ahuyentaban el granizo o que anunciaban los decesos: el calendario anual e distibula de acuerdo con ls fiestas de Cis to, dela Virgen o de los santos: las calles estaban llenas de ni- cemplos ¥ con chos con imigenes y, en el espacio urbano, los acadas. En la vventos eran las edificaciones més suntuosas y dest Escaneado con CamScanner Escaneado con CamScanner catedral, en la parroquia o en la iglesia conventual se reunia Ja comunidad para rezar, intercambiar noticias, escuchar mic sica, admirar excelsas obras de arte 6 encontrar remedio para sus necesidades en la reliquias y en las genes milagrosss. El crstianismo, con su postulado tcolégico sobre la comunidad de los eles como el cuerpo mistico de Cristo, vinculaba a los vivos con los difuntos ya los habitantes de la Tierra con los del purgatorio y con los del cielo. La fiesta religiosa compartia el espacio uurbano y el interés de Ia pintura con el Feste- jo de cardcter civil, so- bore todo el que se hacta ‘con motivo de la llega: da de un nuevo virrey Al igual que en las fes- tividades religiosas, recibimiento del repre sentante del rey era un buen pretexto para el desplicgue de un es- pectacular rmojigangas,tarascas, pi- aparaco: rorecnia, corridas de toros, mitotes. La pre sencia de tales manifes- taciones piiblicas de caricter Iaico coin dieron con la aparicién de un Estado que im- puso modas, formas de representacién, —_im- plantacién de justcia y normatividad y que smodificé aspectos importantes de la vida publics El Ambito de la calle y la plaza no fue sélo escenatio part era tambi ns n el espacio donde tra dedicaba un gran nd la fiesta y la ostentacié' ceurria una actividad labora ala que se mero de ciudadanos de todos los grupos social estos ambulantes, de Hes carias con feutascolocadas a maneta de rscos de [os cajones formados con “guangoches” del Parlin asi com? de que. Junto con 13s rendedoras con sus die os, y se ofrece una es: el comer cio, La pintura dejé imagenes de los pu Jos tinacales para la venta de pul rca derias se pinta a los vendedores y ™ rentes atuendos, actitudes y rasgos én sign ria y completa de Tos ipos populares de 12 sociedad novohispana. AnowiMo Por otto lado, el esparcimiento en ambientes exterires fue uno de los temas privilegiados por los pintores y sus clientes. La ciudad de México estaba rodeada de maltiples Tugares de interés que tanto los tecién legados como los na turales “de la Tierra” visitaban constantemente, sobre todo el verano, época en la que fa poblacién con mayores re cursos econémiicos se trasladaba a ls casas de campo en bus- ca de aires mis frescos y’saludables. Pero la diversién también se cextendia hacia ibitos iis privados.y ocul- rosa la vista del pabli- 0, y la pineura, durante el siglo xvtt, se intere- sé por dejar constancia de tales. manifestacio- nes de la vida cotidia- na, Este interés se te- flejé-_principalmente en los cuadros desti- nados a la decoracisn interior de las cass, en fa pincura rligiosa que utilizaron estos temas con un afin mo- ralizante: frenar_los excesos en el uso de ob- jetos suncuatios y mar care camino hacia una vida moderada y vit- La presencia de este tipo de representacion nes nos habla de un he: cho que mareé el paso a la modernidad: a aparicidn de a vi- da privada como wn espacio de convivencin. Tal interés quedé plasmado en lx pinturavieinal que se oxeps del dnbito Tromético, especialmente de aquél donde vivian las familias ‘dineradas, aunque en algunos cuadros de castas se puede ob servar también el interior de los hogares de los pobres. Elsa: ton del estado, las recimaras, ls rocadores, las cocinas yt dos sus enseres han quedado representados en estos testimonios plistcos. Mucbles, objeros de plata y de cerdmi: ca, porclanas, alfombras,grabados,trasteros, expos, com copias,fogones ycajas de costra, entre oros Bienes nos Pet mniten conocer el diario acontecer en Tos palacios y en las vecindades Escaneado con CamScanner Escaneado con CamScanner 7 El Ambito doméstico era, a menudo, no slo un espacio de habitacin, sino también un lugar de eabajo, por ello es fre ceuente encontrar que en los cuadros se mezelen los instru mentos dle distintos ofcios con los bienes dl ajuar doméstico. Junto con los hogates que Funcionaban como talleres, los pin- tores se ocuparon en representarestablecimientos specializa- dos como la tienda de un pintor o una barber (espacio don- de ademis se relizaban priticas médias), lugares a los cuales acudian muchos de los habitantes de la gran capital ‘Tanto en el Ambito doméstico como en el laboral, los ob- jevos, usos y précticas americanos convivieron con aquellos importados de Europa y de Oriente. En esta convivencia, lo importado sutié fuertes modificaciones y adapraciones creindose una versiGn propiamente novohispana. Los cuen- cos chinos de porcelana, que sirvieron en cl Oriente para to rmar té, fueron transformados por los plateros de masoneria en recipientes para chocolate, al agregitscles asas y pies de metal. Los relojes personales de bobillo que aparecieron en Europa como un signo de modern (al converte la medi- da del tiempo en un asuntointimo) fueron uilzados por las ddamas novohispanas del siglo Xvitt como abjetos de adorno sobre los vestidos, cuyo mimero y lujo evidenciaban el pres tigi social de quien los portaba. ‘Muchas de esas pricticas de la vida doméstica estaban in- flidas por el protacolo de la corte viecinal,snico modclo gue la aritocracia novohispana tena para regir unos compor tamientos que pretendian ser espejo de lo que sucedia con sus congéneres en Europa, Ein el ambiente covtesan, la aparien Ga (convertda en una manera de ser) modelabs ls gestos y Tas atitudes, las modas en el vest en el comer y en el hablar, las diversiones como la danza o el rato; abi tambin se ex aban los vinculos entre el poser y la oigarquta local. Lavi td cortesana consstia en obtener el favor del principe y la es ima de los iguales. El cortesino era un personaje capaz de aeradae consis dons (converscén armas, jeg, amore) El fendmeno cortesano se venia dando en Nueva Espafa dade dl sglo xv, cuando Hernin Cortés, al conseguir de Carlos V el marquesado del valle de Oaxaca, se roded del pra de eprssentacion neces para susena ts pretty Jones nobilis y sirvié con ello de modelo a seguir para Co" “Jos los dennis miembros dela nacinte nobleza, Ese fendme- soo de exparsin de la cultura cortesana se extendié en las Saientescenatas 0 so alos grupos nbilaros novehis= panos, sino inclso a las cxpas medias cells y messy 2 Ie uli de caciquesindigenas. Ast alo arg de los ress Luts Beanvrco RcuENTRO CON Los NOBLES (OETALLE) Escaneado con CamScanner Wa fee fkeshel re eon ete ee Idee asa mr et ANONIMO, ‘oto DE FE EN EL FUEBLO DE SAN BARTOLOME OTZOLOTEPEC los vrtenals, con Ia legada de un nuevo vtrey,y sobre 1o- ddo de una vrreina, se nteoductan algunos cambios en los mo- delos de comportamiento. El cambio se hizo més notable con, el paso del siglo xvu al xvi, puesto que, con la legada de la dinastia borbona al trono de Espa, se casformaron los ws0s cortesanos adecuindose al protocolo y mods de Francia. ‘Otro sector de a vida socal que quedé plasmado en la pin- ‘ura novohispana es aque que se relaciona con los ciclos de la vida, es decir el que deé constancia de los nacimientos, de los :matrimonios, de las enfermedades, de las plaga, asi como de Ia inevitable muerte. Es muy signifcativo que el ciclo se ini- cie y se cictreen el imbito doméstico, La cama donde nacian los nuevos habitantes y donde morian los que dejaban el mundo era el centro de actos piblios a los que asstian nu- rerosas personas. En esos cuadros quedé plasmada una rica religioidad doméstica en la que las imigenes crstianas, las cruces, los rosaris, los escapulatios y los Agnus Dei compar- tian el espacio sagrado con los amuletosy las ijas de dies car gados de figa, colmills y ojos de venado, Frente a este universo de manifestaciones de la cotidiani- dad que capté la pintura existen numetosos temas que, bien no interesaron ni alos pincore nia los pattocinadores 8 de las obras, 0 bien no se conservaton (algo comiin en los cuadros domésticos que se pierden con la disgregacién de los patrimonios familiares, lo que no sucede con los de cade ter religioso que se conservan como objetos de culto) La pri mera de estas notables ausencias es la de imagenes de fiestas tan importantes como la de Corpus o la del Paseo del Pen- én, Orra, es la referente a la vida conventual, aim més ig nificativa por la omnipresencia de la religién en el mundo virreinal. Tampoco fueron representados los variados aspee- tos del Ambito rural, como las labores agricolas y ganaderas 1a vida doméstica en las haciendas, las actividades asociadas al trajinar por los caminos, ls festividades religiosas en los pueblos indigenas o los trabajos en los interiores de ls mt nas, a pesar de que muchos viajeros dejaron testimanios & ctitos de sus experiencias en tales Ambros. Son escasas © MU" las las escenas que describen la educacién de los jovenss &® forma relist, las que representan ccrelias en las casas © «que dan cuenta de la convivencia familiar entee pades ies y sivientes. Muchos de esos temas no fueron plasmados ¢® la pincura mexicana sino hasta el siglo xix, aunque en Euro" pa eran ya tépicos comunes, sobre todo en la pintura flamer” cay holandesa, desde el Renacimiento, Escaneado con CamScanner EI hecho de privilegiar unos aspectos sobre otros estaba marcado por el tipo de intereses que predominaba en esta so- ciedad y que motivaba a los patrocinadores de la obra de arte a solicitar tal o cual tema, La Iglesia y el rey, que da an cohe- ina la vida paiblica, determinaron la representacién de Sm bitos dircctamente asociados con la rcligién o con la vida de Ia corte; la manifestacién del poder (ter nal o celestial) mar- cf las imigenes relacionadas con fa festa, Por otto lado, el afin de prestigio de los grapos adinerados y las pretensiones, de ascenso social dicron pie a la factura pictérica de esceno- graff llenas de objetos suntuarios que mostraban la riqueza de su propio dmbito doméstico. La casi ausencia de imigenes intimistas o la nula representacién de los escenarios de la vir dda rural son explicables porque tales manifestaciones no eran de utilidad para los fines que persegufan la Iglesia, el Estado o los grupos de la dle. Con el advenimiento de la modernidad, la vida cotidiana cemperd a parcelarse. Durante este period los vineulos de su- misién comenzaron a romperse, y el afin de disfrutar la lie bertad y la felicidad terrenas sustituyé los valores tradicionales de la piedad y el honor, propios de una sociedad aristocrit- ‘ca ctistiana. El siglo xvii manifesté una mayor laxiud es- pecto ala moral, lo que se refleié en la vida cotidiana en una secularizacién de la culeura y en una mayor participacién de Ja mujer en la vida piblica y social. Aumentaron las quejas contra los maridos y las solicitudes de divorcio por parte de las mujeres por malos tratos,infidelidad o falta de asistencia econémica ¢ incluso por incumplimiento del débito carnal Sin embargo, aunque en apariencia existfa una mayor liber- tad (pues ése es uno de los postulados de la Hustracion), al mismo tiempo, bajo la dictadura de la razén, yores controles sobre el individuo, La sociedad anterior era se gercian ma- tuna sociedad mucho més colerante con la diversidad, a mo~ dernidad, en cambio, es uniformadora, intolerante con todo \Jaquello que se considera irracional, vulgar o de mal gusto Esto sucede tanto con I educacin y I cigiosidadl popular ‘como con el gobierno, la moda y las buenas costumbres: En cl fondo de estas aeviudes siempre e encuentra una posicién tmoralizane, aunque ésta ya no pone st acento en 1 rligio- so sing en la necesidad social: Con todo, este cambio en fa observar en aumerosos aspectos de Ja vida, influyé slo de una manera superficial en Is pincors mirada, que se puede del siglo xvi; ravimos que esperar hasta Ia centuria lien te para constatar el impacto que tuvo 11 modernidad en este tipo de manifestacioncs astisticas ‘Gonzalbo Aspuru, 1998, pp. 225-254 LA FIESTA CIVIL ¥ RELIGIOSA Desde los tiempos mis remotos, a hummanidad ha diferencia- «do los Ambitos del trabajo y del ocio y ha destinado un espa- io de su impo vital a la fiesta, a fiesta, ruptura de lo co- tidiano, exter dl triunfo césmico de la vida sobre la muerte (lo que sucede aun en las celebraciones luetuosas) y enella se ponen de manifiesto la solidaridad colectva y la ne- cesidad de entrelaza el presente con el pasado y con el fu to. De este modo el ser humano queda inserto en el Ambito de lo sagrado. La fiesta estuvo desde siempre asociads a la re- ligidn y a ttuales propicitorios de caréter agecola> ‘Sin embargo, conforme avanzaba la civlizacién, Ia fiesta cempez6 a set utilizada con dos fines distintos: uno, avalado por la autoridad, que convertia a la celebracién en un espacio oficial, en uno de los mejores medios de control de las masss para mantener el orden y la establidad y evita la rebelién, de acuerdo con el viejo adagio romano “al pueblo pan y circ ‘otro, expresado como uina viveneia popular, exaltaba el placer, Ja esa, la teatralidad, era una manifestacién del triunfo del cuerpo sobre la represién. Desde el Ambito oficial, la fiesta ser- via como un medio para el ejercicio del poder; desde el émbi to popular, era una forma de romper el orden, era un espacio de libertad § Durante la Edad Media, la Iglesia catlica hizo uso de la fiesta como un medio pata extender el crstanismo entre los ‘paganos, y dio a las milkplescelebraciones agrfcolas un nue- vo sentido al asimilalas a hechos relacionados con la vida de isto, de Maria y de los santos. Fue también en ese periodo aque fiesta, repleta de connotaconescrstians, se puso al set- dela exaltacién de los monareas,elevados a tepresentan- tes de Dios en la Tica En Nueva Espaita desde el siglo xv, la fiesta se convirtié asi en uno de los principales medios que tuviron la Iglesia y ‘1 Esado para mantener el dominio politico y rligioso sobre ‘una sociedad comple, sociedad en la que la diversdad étnica ye alejamiento de Europa hacfan necesarioconservar con ma yor rigor el sagrado orden jerirquico impuesto por Dios, tanco al hombre como al universo. Pero al mismo tiempo la festa se convert en una expresin de la solidaridad colectiva que, con sus gastos exorbitantes y aparentemente improductivos, hata facrible una redistibueién de la riqueza, mantenia a numero- sos artistas y atesanos dedicados a lla (cohereros, carpinteros, sastres, pintores, poctas, actoes,eteétera)y creaba un espacio para la dversin y el esparcimiento, 5 Crs de Amends, 1995, pp 188 Rubia Gas, 198, pp. 50 Escaneado con CamScanner 8 5 8 8 & Sin duda, lo que haci ifs aractva la fiesta para el pueblo era su caricter de especticulo y su capacidad de exctar todos los sentidos con tun aparato de colotes, formas, sonidos y olores; durante ella las plazas y las calles se convertian «en escenarios de cortidas de toros, de certime nes poéticos, de comilonas, de estallidos de mosquetes, de fuegos pirotécnicos (culebrinas, gallardetes, toritos, escupidores y casillos), de representaciones teatrales, de danzas indigenas, de carros alegéricos, de mascaradas y mojigan gas, de procesiones con bandas de misiea que tocaban todo tipo de instrumentos y de sones En los arcostriunfales, en los timulos y en los altares efimeros, emblemas y pocmas compar- tian el espacio con imigencs, incensarios, vel ycazoletas con licoresy resnas perfumados. De Jos balcones y techos de las casas colgaban tls ti- cas (a voces con pienas de plata) y a cale se eng Janaba con arcos repletos de banderas, de hier bas aromiticas y de flores, obras de factura indigena, En ocasiones los edificos piiblicos eran cubiertos con enormes textiles donde se pintaban emblemas y arquitectura fingida; estas escenograflas de poder eran encargadas a esce- négraos profesionales La gran cantidad de actividades que se desple- aban en la ficstarequeria de una compleja orga niacin de la que se hactan cargo las autoridades municipaes, ls colegios, los convents, las cae rales o as cofradias, aunque a menudo muchos aspects éenicos ean deegados en “dipuados de Tas fiestas’ 0 en “empresatios” profesionaes, No habia fiesta, ademas, que no se celebrara ‘con una misa.” En clla se desplegaba un suntuo- so aparato que exaltaba la sensibilidad para lo grarlaatencida yla devoci6n los a grados, ls flores y el incienso y la musica sacra sera dela ali dela eles su creador, os ile a quienes se recomendaba como tinica partcipacin rezar el rosario duran telacelebracién, La monotonia de ua latin igno- ado por la mayorla se rompia con el sermén, Gonzalo Aiport, 1993, pp- 19 Anowimo ea Escaneado con CamScanner pia de oratoria sagra lena de rebuscads metioras en aque no slo se hablaba dea celebraci y dea vues que alla xe proponfan, sno también dels tics que legaban de Europa y de Oriente er as floas, de los sucess acacidos en sasto tetitorio novohispano y de la buena o mala actuacén de las autoridades. En algunos de estos sermones, aquellos qu se cscribfan para conmemorar la dedicacin de templosy reals, ademds de hacer una apologia del comitente, su munificencay liberalidad, ls virtudes que le allanarfan el cami al cos descrbfan con detale las obras donadas y se exakaban su bel za y su contenido teolbgico. Durante e0s cts de ped co Jectva que eran las mists, los fees estaban distribuidos en templo de acuerdo con su poscién social ls damas de lai tocraia se hacian acompafat de criadosy esclavos que cagabsn bancos y cones, pues en ef remplo no habia lugares tars; el testo de los asstenes permanecia de pie durante toda Ia ceremonia, ‘Apesar de queen la fiesta convivianfntimaments lo sgt do y lo profano, podemos claificar als eelebraciones sein utoridad que las organizaba y de acuerdo con su objetivo en os categorias:eligosas y civiles Sin daca, entre todas las fiestas, las mis suntosss yen hs aque se gastaban mayore recursos eran aquélas de carder Tigioso. En su organizacién ocupaban vn lugar predominane las cofradias,asociaciones que, ademds de diversas funciones sociales (pagar gastos de entierro y misas de su miembros las tener hosptalesy orfanatos, y administra does para does hhuésfanas © pobre), tenfan wna importance actividad lig a. Las cofradias mantenian un alar para fa veneraion dest santo en una de las iglesias dela ciudad, pagaban iss Bis tas ventdosy joyas pra sus imagens y costes os gos las procesiones. Ademés, en algunas cofradias, com? Jas llamar ros estaban obits das de sangre o de peitencs, sts em los y flageindose, 0° a participar en tales actos, encapuchadé rante las celebraciones de la Semana Santa. Las fess religiosas lenaban con su sunuosi del ao, pero no todas haan gala del mismo apa sens ti todas posefan una significacién similar. En ste sentido ri sos clsfcar alas fests en tes categoria fests de conte Ga estasocaionalesy las grandes fests dl cic UB as celebracon ce en debits dad muchos ds tre las primeras podemes mencionar aqull los santos patronos que se realzaban anualiens én: una 6 mio. Dells" restringidos a una localidad o instiru blo, un barrio, una orden religiosa 0 Un Juan Nepornuceto ie confesim PON mos dos ejemplos en esta exposici on senta una procsin en honor de san J! parono de la buena fama y del secret wate de su cao” ‘honor del apse vido por la Compania de Jess 1729. El otro es una celebracién en 6 Escaneado con CamScanner go, cerca de su empl ch el barrio de‘Tlatclolco, lugar dande {os franciscanos tentan desde el siglo xv un convento y el fa- soso Colegio de Indios de Santa Cruz c mayor suntuosidad que las anteriores se celebraban aquellas fiestas que lamaremos ocasionales, que no estaban contempladas en los ciclos liirgicos anuales, sino que se hactan por un motivo especialy excepcional: la dedicacin de un tem- plo la presentacion y traslado de rliquias, de imégene ode ligiosas a sus nuevas casas; la celebracién de la beaifiaci6n © canonizacién de un nuevo santo; o las rogativas hechas para mitigar las epidemias y las eatistrofes, Este es el tema del cua dro anénimo que se encuentra en el convento de San Agustin ‘en Adlxco y que representa un milagro atribuido a san Nicolés “Tolentino, En el lienzo se escenifiea una proces dirigida a solictar al ciclo el cese de una devastadora epidemia, La proce sidn, parte fundamental de la celebracinreligost, no sélo era tuna manifestacin pablica del pueblo de Dios en peticién de cas y favores, era también un momento en el que el Ciclo tentraba en contacto con la Tierra. Esa convivencia cotidiana que exsa entre el mbito sobrenacura y el espacio terreno ha- cfa posible que el milagro es decir el hecho que rompla con ls lees fsieas, se pudiera manifestar en cualquier momento, Ea ta composicién que ahora nos interesa shan separado del cone junco dela procesién a dos grupos: uno el de los anes dom ever y un estandarte dela Knmaculads co, cl de Jos agustnos con wn san Nicos de bulto yun stp Agustin bor lake Ea las procesiones, cada corporacidn Ievaba en ands 2 sus santos patonos, cubiertos de joyas y cargabs sis HASet proceionaes, us cirials y sus uras de rliqulas seguidos por sus pendones bordados en plata y oF ; Ta presencia del mbit cerrnal ademas de los fries, esté marca yor un grup de efermot, are ani087 NO (Gitados en un primer plano) y por ds pesonsis ae poran ‘anastas con monedas (0 con pan) pa as Himoso mur deta solcinud que ean ls érdenes elginss hela O° es To sobrenatual est epresentado cenestos momentos criticoss ce isto que se ha despre al inséito hecho de una imagen de CE ido de su eruz para abrazr la scultur il milagro y el contacto ent lis, Refuerzan la idea del milog one mento (Cérdobs, 1612) cen forma rimadx: “De del paso de san Nico reel cielo y aque cubre la escena y la actitud rx6rien sefiala la ciudad y a fecha del acomtesi a que lo describe . i dad, det auor dela vid ‘una epidemia afligda, certs espaol cs Nope ese edimida dc concagio Y LU ano le medio de Nicos, pues es lana, que CH ‘fio, Pero por el 80 ara que él nos dé el remedio"» “sore “Jl Colegio de San Pablo, 07? Fray Joseph Montoi, rector op nombre aparece bajo la arte 6 Escaneado con CamScanner Pes, 62-65 Mi PROCESISN DE SANGRE DE 1 ‘3 exaltar la memoria de santo agustno, pattono contra las epidemias. La escena es asf, tanto un testimonio de un hecho del pasado, como una invitacién para que tales actos devocio- nales se relizaran en las ciudades novohispanas como remedio para paliar las catéstrofes publics. El tercet grupo de fiestas lo consticuyen aquellas que ocupa- ban el primer lugar en el ciclo inirgico anual: Corpus Chit, Se- mana Santa, Navidad c Inmaculada Concepcién, De todas ella, 4uiads a mis importante ra la de Corpus, festa dutante la cual 'ncustodia con Ia Euarstia se pascaba por a ciudad acompafia- a por sigants, caberudos, carosalegéricos con as imagenes A ls santos rcamente oramentadsy lara” (drag de cartn que represetaba la iol) durante ls proces autoridades civiles y eclesifstcas, las énde nas los premio, ls cola Las nes religiosas masculi- fas y ls demas comporaciones marcha- ban, formados de acuerdo con un estico orden prorocolarose ain sus preeminencias, pues represcntaban cl cuerpo mistco de Cristo, simbolo del cuerpo real celebrado en la Eucariat, yet ANTONIO Manrivez De Pocasanone (ATRIBUIDO) JESUS NazARENO La segunda fiesta més importante del ciclo litirgico era la Semana Santa, etapa que culminaba el periodo iniciado en el carnaval y los cuarenta dias de ayuno y reflexién que forma ban la Cuaresma. Las procesiones que se celebraban todos los dias dela Semana Mayor conclufan con la mas impresionan: te de todas, el Viernes Santo. Este es el tema que quedé re presentado en el soberbio trfptico que se localiza alos lados y sobre la puerta, en la parte interior, de la pequefa capilla del Santo Sepulcto del santuario de Atotonilco en Guanajua- ‘oj la construccidn de la capilla se inicié el Viesnes Santo, 4 de abril de 1760 y fue dedicada el 20 de marzo de 1763, fe cha, esta ltima, con la que debe relacionarse el triptico. Ca- bbe advertir que la pintura mural realizada al temple que dé- cora el derrame interior de la puerta de esta capilla complementa y esti en relacin directa con el significado de tos tres dleos que aqut se analizan y que describen una pro- cesion de:sangre de la hermandad de la Santa Escuela de Cristo de San Miguel el Grande con el paso de Jestis Nazare- 6 Escaneado con CamScanner 1no.' Este imponente conjunto plistico ha sido atribuido, sin el sustento de un anilisis estlistico profundo, al pincel del artista Miguel Antonio Martinez de Pocasangre.” je plistco inicia su leceu- a intrincada secuencia del mensa * La primera Santa Escuca de Ce 68.1653, por el sacenlot italiano Jus Baw Felipe Neri) yl venerable Juan de Paafox y jo o cass madre fe Redada en Espa Ferg (raorano de San Mendoza (obispo de Osa y He penincia fe ¥ Pehl de los Angel). La sede de ete instr send el pt de loans dela ils de Made La Sues Evo in una armandd de sangre, comport por un masa ds cua sede y caren y oho sels decades a kana FE ‘in dl alma po ima por medio des fagelacn del cu ve bas de caridad en cicles y HOs ies gue gla alos sees dee inst i paar de et tobe el momenta de tm tls. Exner advert va pincer lin winery ponlemente de fos de wo ol conunto id agregand aos ot ‘oporcin de caster mi Taaribacdn se debe que pare Al 5 "ot Miguel Antonio Mauiner d= Peas endear e s pne amo se sabe, sanuato de Aron fe const 6 ra.en el panel vertical derecho, donde se aprecia el momento ent que Jess, ya investido como Rey de Butls, es prsentado por érdenes de Poncio Platos ante el pueblo judio, quien pi- dg su muerte y dejé libre a Barrabis."” ict elideslogo det sin pill la primis contrac mn meta el depeca por el cuerpo ys pce ins de a pein, resitan sr Jos ve 1 Ail locon se ends de ula empl, donde bs punaanes dcp pus ipa al al dl don us debi fe a nol ec en Aron una Tir Sane i ers camino Felipe Nei de Al on en una leyenda expliaiva de su ic empres Sei del Sana Sepuliro: “Tine oo rrr vin Sunt Lugar de Jr, done anduvo Cro Sear Nee ‘Cafunaun, Nase y Bon, con mis expec cen ln ri Cis.” odor ils jane co como son Getic Sus es muy parcial M a parte del rpico sd informa ens a 120» 123) conta de tode ode 18 Ey concrete qe luan 593, Vee traeforminis (iminas 118, ide Bernardino Past Jeronimo Wreix Fedscticn de jeitamallrguin Jeronimo Nad obras bids en Ambre 01 de career d ign ek Hira Evang, pub tncquoy- Hendrick, 1982, pps 317-318 Escaneado con CamScanner sje proige enef pae! verte de 2 in tan pin aoe sangre. A decir del pate Joe Mercadillo Miran presi dr enemas cde xt ean ie ae ane a ne AD srratase a Atoonio-y 61 primitive prod? cual iglesia de San Rafe? Vale Ta citaa hermandad de sangre se donde se fundaron ca ‘Atotonileo, Le6n, Trapuato, Silao, San antes det de San Miguel el Grandes tener en cuenta Que ceatendis por gram parte de la eegions fas de cerciios: San Miguel el Grande, San Luis de a Par, Dolores, Cahamacucro» dais Poesy Aguascalientes ene oto agares En Sat Mir gurl el Grande el padre Alfio funds tambien ama feme- ina @ Santa Escuela de Marfa, con nazarenas que se cOngre= faron ene eaterio de Santa Ana, Son, pus tes micrbros de la Santa Escuela de Cristo quienes abren el desfile religio= so. El personae del centro sstiene una cruz de gulaen Ia que aparecen pimcadas las imSgenes dela cru y los corazones i amados de Jesis y Marfa (devociones que promovié ins tentemente el padre Alfaro y que fueron el emblema de la mencionada corporacién). Los dos hermanos restantes, mis en clara Ia pena thro ss portan ent sus manos erinos humanos, ‘alusin al Ritual de la ctada hermandad de sangee. En las se- ssiones semanales, disciplinas, huesos y crineos son colocados frenté al altar donde se celebraban as juntas de esta herman- dad.’Los miembros de la Santa Escuela deben besar los cri- feos humanos después de la penitencia corporal Apprehéndi- te diiplinam. Ahora bien, volviendo de nueva cuenta a la pintura, ocho peniientes mis, dela misma corporacién reli- sa, cargan sobre sus espldas pesadas cruces de madera. Todos evan coronas de espinas y, a decir de Mercadillo Miranda, los toscos Asperoscilcos o sayales negros que visten estén tejidos con cerdas de colas de caballo.'? nl fla cena de esta parte del desi virgo fue sors las figuras de cinco soldados romanos que muestran ‘conos mas representativs de la pasidn cristolégica: la lin- tema de la aprehensén, la lanza de Longinos, el 7 a ‘como simbolos del poder imperial romano, Toda una ars dolor sufrido por el Redentor en su Pa- fay Me Ha ei mh ore inquierda de este ta- bs poe de dinates Con gna et dos hasta as lgrimas pore dolor gu ace J fonmovi ‘escena teatral barr ie ene Predict la efimera ce ten dedi pe inceresante que el artis haya Tal Mid 2 fem, Vide pad ais lp. 1, 66 colocado a los espectadorescviles en matcados gros sc les'y que las mujeres aparezcan separadas de ls hombre decir ls sexos no se mercan, Llama tambien la atencién ge Tos varones estén de pe y ls mujeres senadas sobre esc El éleo apaisado (tercero y tltimo del programa) compe menta la procesin y es el punto focal més importante de, Jento acto de sangre. La secuencia de la lectura prosigue deg aqiewa a derecha. En el desl se dsinguen cto sold, ins (dos muestran cadenas y otro las disciplnas de la ages cin) ya dos hermanos dela Santa Escuela de Crit con crus “ euestas, como los ya descritos. En seguida aparecen ls fguns de dos nifios indigenas, pelados con las caractersicas balcrm- tas dieciochescas que identificaban a este grupo racial. Ambos visten casacas azules y tran de un calabrote o gruesasogz que pasa por el cuelo del propio padre Luis Felipe Ned liz, quien se hizo retrararen este desfile, El asceta va decal yom ronado de espinas. Su cuerpo se dobla pore erible peso dewna enorme cruz de mezqute (misma que segin a tadcién pop- lar es la que se conserva a la entrada dela caplla dl Santo Se puleto). Con su vivo ejemplo, Alfaro infunde en el pueblo ape nitencia, al recorrer simbélicamente el camino hacia el Monte Calvario. Tras él, van dos actores que representan los papeles del buen y del mal ladrones. Dos sayones muestran las ortodoras cruces en que habrin de morir estos personajes, sin las asta i los supedsneos, Cerca de ellos se distinguen las figuras de orcs tres hermanos de la Santa Escuela de Cristo (uno de desu unos quevedos), adeiés de otro soldado que desfilacon ec Jera que alude al momento del Descendimiento En este punto de la procesién la multitud expectant, com puesta principalmente por mujeres, gime y desrama igrimas de dolor; varias sefioras sccan el Ilanto con sus sreboxos. Frente al paso del Nazareno hay cuatro nifios, disfazados de Angels {que portan ciios encendidos y con pafiuelos enjugan 4° °F tros. Los acompafian dos soldados més que llevan los remus cde una soga que tira del paso del Nazareno. ny va soporte do por ocho distinguidos miembros de la Santa Escuela de isto, al vee sacerdote, pues exe insu pene 0 dsgos come lios. El grupo va vestdo con ess ras tinicas de espartoy las andas estin adornads de flores frescas. Sobre este verge! barroco se asient Lee nee escultura del Nazaeno, eqprado en monet de las caidas. El padre Alfaro y la eseultura del p39? eg Px simi didétco de gran realsmo que resume El cuadro anénimo del musco de Chapultepec as un rico documenta que desplcga ante nuestros ojos una celebracién ‘civil de caricter oficial que servia para reafirmar la situacién de ‘Nueva Espafia como un reino mis del gran imperio espafol. ‘Sin embargo, la pintura va mucho mas alld de esta descripc que de hecho parece ser un mero pretexto, y nos muestra otra g7an actividad, tan importante en la plaza como las funciones, oficiales el comercio. MERCADOS Y MERCADERIAS Hasta nuestros dias la palabra plaza tiene en espaiiol una do- ‘ble acepcién: significa, por un lado, el lugar espacioso donde, confluyen varias calles y por el otro se le utiliza como sinéni- mo de mercado. Tal sentido no es gratuito, pues desde tiempo inmemorial las plazas fueron wtilizadas para realizar ls fet las rransacciones comerciales. En el cuadro del Museo Nacio- nal de Historia de Chapultepec, el pincor anénimo ha queri- do dejar constancia de las innumerables actividades relaciona- das con el comercio que se desarrollaban en la Plaza Mayor de la capital, desde la venta de alimentos, bebidas, bastimentos y ‘manufacturas, hasta las disputas por robo o la distribucién de agua potable por medio de aguadores. La ciudad de México, como capital del reino, era una de ls ciudades mejor abastecidas del mundo y en su Plaza Mayor se encontraban productos de las més diversas procedencas, los cuales legaban via terrestre (através de las calzadas), 0 en cha- Jupas y barcazas que surcaban el lago y entraban por las ace- uias. El cronista franciscano fray Agustin de Vetancutt sefala aque el viajro podia encontrar en ella mesones, hospederias y Dodegones, “al gusto, apetito y necesided tan abundante, que a las seis de la tarde hay tanto de bastimento como a las nue ve del dia puede hullarse” y agrega que “los montes, ‘campos y lagunas, los bosques las huertas, centro asu abundante plaza lo que can lea, sierras, cnvian come al ‘madera, piedras 2 Por lavestimentay ots detalles pensamos que ‘xl marquts de Croix, como pensiba Romess ‘un very de la primera ated del siglo, de a 9, narracgn de San Vicente describe una ‘durante todo siglo xvi, el viney premade no 2 Tere aw mis ien oor de Felipe. Sin ena Pri que dit er coma para la construccidn, granos, legumbres, hortalizas, aves, pe ces, flores y frutas’2* El principal encargado de mantener el abasto, de vigila el buen uso de pesas y medidas y de guardar el orden, ademis de las obras publica, era el Ayuntamiento © Cabildo, A dl eae ban sujetos la Alhéndiga y el Pésito, instituciones que vendian cl trigo y el maiz a precios médicos para evita la especulacin durante periodos de escasez. Ese mismo organismo daba tam- bin los permisos para abrir panaderias y carnicerias, Muchos de los alimentos, muebles, aiculos domésticos y materiales de construccién llegaban de lugares cercanos como ‘Xochimilco, Chalco, Tezcoco, Cuernavaca, Puebla 0 Toluca, Dal interior de Nueva Espafa proventan la grana cochinilla de la Misteca (tinte rojo para textiles que se exportaba a Europa), hhuipls y textiles de Puebla, Oaxaca y Chiapas, muebles aquez- dos de Michoacin y Guerrero, nueces, pinturas sobre cuero y ‘mantas del Nuevo México y escultura estofadas de Guatemala, ‘entre muchos otros bienes de caricter suntuatio. Pero en la cos- ‘mopolita ciudad de México también se podian comprar objetos procedentes de ljanas tierra: vino, aceite de oliva, tapicesy tex tiles de Europa, cacao de Peri y de Maracaibo, y marfiles, por cclanas y sedas de China, La ciudad de México era entonces uno de los centros mis importantes del comercio mundial. ‘Tan innumerables articulos se distribufan de muy variadss formas; muchos de ellos se vendian en las mismas barcas que Jos trafan, otros se expendfan en los puestoscalejeros coloca- ddos en Ia plaza bajo la horca, alrededor de la fuente de agua 0 de la columna que sostenta la estatua del reys numerosos bas ‘imentos se compraban en los cajones de ropa, en la pulperias tiendas de dulces, manteca, lefia, carbén, miel y frutas), ef as “mestizas” (tiendas de mayoreo para papel, lienzos tejidos tcéter), © en las cacahuaterias (que expendian junto con el cacao y el anicar, mecates y velas), En las tiendas especialita- das, en el Portal de Mercaderes, en los dos baratillos (el gran~ dey el chico) y en los cajones o puestos de la Plaza Mayor los hhabieantes de esta gran ciudad podian adquirir mulicud d objetos de uso diario, ya sea para el adorno de sus casas © PP ‘a su arreglo personal La adquisicién de artculos de uj, ‘cambio, podia hacerse en la Aleaiceria (mercado cerdos + tuado a espaldas de las Casas Viejas del marqués del Valle donde habia sastrerias y tiendas de ropa y de lenceta) sob" todo, en los eajones del Parin, Este gran mercado cerad0, ‘que imitaba al de la ciudad de Manila en las Islas Filipinas propiedad del Ayuntamiento y su construccién fue deribad® en 1843, con el objeto de desembarazar ala plaza."* % Verancut, 1990, p. 46, Guijo, 1986, vol. I, pp. 229-230. % Gonatle: Obregéa, 1987, pp. 393-402. ™ Escaneado con CamScanner Escaneado con CamScanner Escaneado con CamScanner Describir una parte de ese espacio es el tema del cuadro in- titulado Calidades de las personas que habitan en la ciudad de ‘México, obra anénima del siglo xvii atribuida erréneamente a Cristébal de Villalpando.” En esta excepcional pintura apare- ‘cela vista de dos tramos de cajones o puestos semifijos de mer- caderias, ubicados frente al edificio del Pariin, cuyo perfil pue- de verse al fondo del cuadro, en una representaci6n que es mas tun convencionalismo que una vista tomada de la realidad. El artista se situs, presumiblemente, de espaldas al palacio de los virreyes y la escena que pinté es una vista testimonial de gran valla, de oriente poniente, que pretende, ante todo, dejar constancia de las milkiples transacciones comerciales que te- nian lugat en ese espacio. La composici6n apaisada, con un én- fasis especial en un primer plano de personas, indica lo moder- no del artista para su momento, quien siguié de cerca los planteamientos del clasicismo para compones la vista. Un primer punto que llama la atencién en este cuadro es iin referencias a niimeros que se co- ‘que tiene pintadas v rresponden con una leyenda explicativa que aparece dispuesea cen la parte posterior del lienzo (aunque hay faltances de texto yy los muimeros se repiten). En este sentido, los nimeros y su ‘correspondiente leyenda aluden a la diversas calidades raciales de las personas que habitaban la ciudad de México. Es decir, aque se trata de un cuadro de castas 0 de mestiaje en el que es te peculiar asunto taxonémico de carécter social ha quedado apenas soslayado. Es evidence que el artista se interes6 més en dejar constancia del cotidiano ajetreo y bullicio que product la multitud de vendedores y compradores que acudian aos ca- jones de mercaderias, que en informar al espectador de las imeaclas raciales de la variopinta sociedad virreinal y los oficios a que se dedicaban, tl y como sucede con Ia mayor de los, cuadros de castas. Llama sobremanera la atencién la presencia devatiossoldados encargados dela policy buen gobierno del Juga, al menos dos de ellos corresponden a la guaeia de ls por la instipein de la parte poster han sido identifiados como alabarderos, pero sus figuras n= da tienen que vr con este everpo rel de acompafaiet de las y su vestimenta esti mis cer- “blanguilos” y tr0s, Jos vireyes (no llevan alabard ‘ana a la del batallén de los hisares de Texas) Recordemos que a la ciudad de México llegaron ru de mereaderis procedentes de tes grandes ncleos cultural los bienes suncuarios europeus que artbaban desde Espafia : os orientales que fueron aque atracaba cada ao productos dela Tie- Jkitud de localidades eieud Uansportados en el gales ‘nel puerto de Acapulco; y los llamados sta", artieulos de lujo procedentes de mal del interior del vireinato. Chris's, 1994, p. 25-27 2 acy En el euadro que nos ocupa aparecen representadas, en un primer plano, mis de cuarenta personas que llevan 2 cabo transacciones de compra venta de articulos que legaban de ‘s0s tres mticleos. En un dfa normal cambiaban de manos, en de intercam- ccuestién de horas, varios miles de pesos. Este bio comercial Ilamé poderosamente la atencién alos fuerefios, quienes no dudaron en encargar alos pintores vistas de la Pla- 2a Mayor, del Patiin de los cajones para llevatlas consigo co- ‘mo recuerdo a sus lugares de origen. De igual forma hay que destacar que la compra de los objetos es realizada por varones ‘y no por mujeres El éleo en cuestién procede de una coleccién particular de Espatia. Juan de Viera en su Breve y compendiosa narracin de lacie dad de México del abo 1777, informa de la gran cantidad de ‘objeros que eta posible adquirir en los cajones de la plaza ma- yor. Dice Viera: or out lado, Fnte ao csjone, esti los eajncllos particule de re racer, donde se bus el paz de ner para el emiendo: yl oa cr llese compone de sts y muchles cuanto pueden ser neces pars doen de una is, sa de fra qu fee. peers, cémods, i= ax, exapantes,coenucops, bute, mess, abureei, nichosy tbe feulos de crises, igenes de esclur, cama, biombos, xado, camera as, cof bale, oper yen Bi quel pede poner una ‘asa denro de una hora parece ptentados, pues yendo al conc ie ero en la man, sbran pices, jl y tess precious” Deirds de la multtud de personajes se observan seis cajones divididos por una calle central que conecta con una de las puertas del Pain, En esta intrseccién se sia la carroza oe5- tufade algin potentado que se ha apeado para dar rienda sucl- ta‘ sus afanes adquisitivos. Cerca de la caroza se percibe un biombo de maque a imitacién de los de China, una sillay varios cuadros de pintura” que esperan la visita de un comprador. Los cajones son de madera y estin techados con tjamanil, dis- puesto a dos aguas (claramente se perciben dos estructuras que fos albergan). En la excena se descubre un especial interés del pinor por dja constanca dela expecaiacin de los eajones. En uno de los de la iaquierda aparecen solamente eapas. hay otros cajones que tienen de todo, sillas, mesa, embargo, armas, ropa de varias clases, escribantas, caja, sills de monvas, tsttibos, bates, entre otos objetos utilitaris. Ala ve varios ‘comerciantes ambulantes y militares ofrecen a los visitantes pafios, olls, sombrero, vasos de vdtio, zapaos y flores. Ll na la atencién que uno de ellos sostenga un instrumento mu- sical hfbrido, pues es una combinacién de guitarra y tcorba ‘con el clavijero caldo, Sobresalen entre la multieud dos religio- 3 Vier, 1990 214. BIBLIOTECA Gustine Fernandez Escaneado con CamScanner ANOxIMO Tees ban deteidofentea una mesa, donde se expenden nes formas, objetos suntuatios que exa ‘minan con gran cuidado; i incluso uno de ellos We calidad de os Figs ob gy al Ue We dn sre a lei de en Tras Noa de Historia dela Gad de Medea na ist dele Pca Maer de Meco en Nock buena del artista Nelo tximoniany complemen utiliza para ver eros una lente de aumento, Este ‘medio del sentido det ot Entre los puestbs del Y dulees los que Hamar. ato, -meteado fy 'NE*On quizds los de frutas ron isla atencign Ae los viajeros y a abies. fuerefios. En algunos cuadros cada fruta es ee eee Iowan s petits nei ycom unl gue nombre, tan sonoro y extra para los exanjts como © olores, colores y sabores de las fruas que los port fy ie Pemento indispensable para quienes queria guard 90) =e desu enanca en dns evar us cue - de ‘rein Una de eas pins exepinel mensiones y por su factura, es la que se Sada onal de Historia de Chapuleps Enmarout cas (iliaadas pore roca fans Toque jquers “ceunda mit del siglo vit) Ls cena pam i ‘wna naturaleza prédiga y de un pucblo con © nacién en la elaboracién de golosinas y conse gran i & riquezs ol ¥ 9 pile 2 enguas el joven mestiz0 © la que parece hacerse lengu ee {We muestra Tos variados dues a un amigo O° egan con un sii anhelan disfrutar los dos niios que ives sigs Las marchantas mestizas, expendedoras de tl Ps uacales, cen ‘QUE Se contiene en cerimicas chinescas, hi fans ora, a ‘Sucutuchos y borellas de cristal, parecen igt Escaneado con CamScanner Ramon oe Tonnes n portar un bulto que encierra seguramente otras maravillo- sas tentaciones hacia la gula En varias erdnicas urbanas del Siglo de las Luces, como la de Viera se menciona que estos puestos eran especialmente vi- sitados en dos ocasiones; durante el da de muertos y en a Pas cua de Navidad. En el primero de estos festjos, los pustos co locados en el Portal de Mercaderes se Ilenaban de figuras de n conserva, aves y frutas shi a pequefa Figura de alfefiique, pata de almendra y caramelo formando las Yetss figuras. Con ells, © clan canastas u “oftendas” que contenian | galaban entee si "para que un esqueleo y que las sefioras se no se las Hevaran los mucrtos’. Durante la segunda celebra isn, la de Navidad, el gasto de anicar se centuplcaba pues, narra Viera, “a mas dela siendas de confieria que haem 6 ta circunferencia de la Plaza "3 ciudad, que son muchas, en particularmence eu Mayor se forman [para la ocasidn) tiendas Hoss, muchas de ellas con especiales pinturas, candies cor es frutas cubits [ hucopias, colgadas al aire innumerabl i urtén de ‘jones de almendra cubierta, nevada y petlingue> scahua Alicante, dealmendra y nuer, coves de aceite, pin te, toreas de higo y plitanos [..] azuearados [...] Asimismo ponen nichos de cristaes con curiosisimos nacimientos de Tales puestos, con sus imagenes re marily algunos de cet ligiosas engalanadas de plata y papel picado y con su froes, raza de Arellano con el son los que aparecen pintados en el lic tema de la Nochebuens que hemos resefado pig Ambos euadros son un gjemplo de lo fauimamente igados que estaban los émbitos de la fiesta y el comercio, ‘Adem de las ruta, verduras y animales, vendidos pars la prepaacin de os alimentos en los hogates, existin en si dades novohispanas numerosos puestos callejeros de comida, Jos “tecuascalis Por las condiciones de las viviendas pobre, que a menudo debian compartir el Fogn dea vecindad etre 0 bien por la lejanta det lugar de trabajo, mu varias fail ce se veia obligada a comer en la calle En el cuadro de > Ibiden p. 280-282 Escaneado con CamScanner cerrado ms mista UN ean De barn y ales a as dae de comida tendo por una fT de su vivienda, los vende- mantels sobre ells dos de esos put tita. Bajo un teabins jones han colcado dos mesas CO” do a coats condimentosy dos Feipienes on PSSA” alas puerts borells con salsas do io ytoras de mat. En a pouca empresa fala e tabs aus cada uno de sos miembros desermpeia st en relacin con su papel en el hogar el vatén, jefe de la familia y del negocios despacha un peso y searamence cobra ments que a mujer, en su ofi- ‘Go de cocinera, pela una verdura con un cuchillo, y la nifia fange como mesera y mira al padre atenta asus ‘érdenes. Da- e jicos de la tos interesanes que son muestra de los usos bi gqoce, etn dados po abate con agua para avr los patos ‘eos 6 notable también la ausencia de cubiertos. Al fondo dela ccna (posiblemente el liente al que see evan las vian- dis) aparece un burbero que atiende a un parroquiano. Ade~ mis de los alimentos (que han sido preparados con antelacién dada la ausencia de anaftes) en'el puesto se sirve algtin tipo de bebids alcohslica, quzis pulque, contenido en el bat ‘ado ene suelo, . Enure los insumos que se consumfan en la capital ocupaban tun lugar destacado ls bebidas alcohélicas. A rate de la ruptu- ra ocasionada por la conguisa y del debilitamiento de as prohi- biciones prehispinicas sobre la embriaguea, ésta se convirtis durante los siglosvrrinales en un sefio problema que afects 1 todos los grupos sociales. No todas las bebidas, sin embargo, podian ser consumidas por todos, ni todas eran ¢ S ni todas eran expendidas en los mismos etabecimient or intos; su uso, como el de ottos produc- tos, estaba definido por los ingresos la pos ie colo- . n socal mis popular y barat de ls bebidas era el pulque, que se ra «n tendajones abierios alos cuatro vientos,atendidos i et mas yn los que los clientes bebian de pie y en tare ‘alabaza. A pesar de la incomodidad y de las alrededor dels plquerias se hacia cortills de a Y mes oc gua y bala, mis de eos lugares, y para cubrir ls neces = Y para cubrir ls necesidades de los eS moda ap medias y de los nobles, existfan — mma locales cerrados, con mesas y sills, Fann bi oy gun, y que es también | Prostbulos, por Lo que era los po los reformadores on emene Yor dim ctabn ls coon ‘Vilarod, 199, pp, 201-262 ecena familiar en uno de esos locales El vatén, vextido con anc ioja decorada con botones dorados en solaps, mus to de igor as joven espos. Al fondo etd clocada ung pura Ia estantera com botellas de cristal ved nse Frost, salidas de las Fabrica de Puc em lls repos os “lees anses los licores macerados de pera, de duraano o de Ciruela pasa, producidos en la tera y los amontillados yee es importados de Espafia, licores ulzados como ahora para bre el apetico 0 como digestivos. Sobre el mostador un pl- illo metilco parece contener una soleta para acompafiare apeiivo; debajo de él, un paulo expres el refinamino y Lnivel socal de la pareja. Este objeto, cuyo uso no se genera- Tizé sino hasta el siglo xvi, s6lo era comin entre gente de e- tratos medios y elevados, gente que ya veia como una descor- tesfa sonarse con las mangas de la camisa 0 con los dedos 0 enjugarse las ligrimas con el manto. ‘Ademés de la ingestién de licores y pulque, los habitanes del virreinato encontraban un gran placer en tomar nieves de sabores, a todas horas, sobre todo durante la época de calor Jo largo del siglo xv, esta actividad cobré una fuerza inusitr day para el siglo xvUl era costumbre en todos los niveles dela sociedad. Durante las representaciones teatrales, que se hacian cen tablados y corrales de comedias, se consumfan grandes tidades de nieves de sabores Asimismo, los banquets oficies solfanterminar con una representaci6n teatral, en la que ses via este manjar a los invitados. A tal grado fue redieuable es actividad para las compafias teatrales beneficiadas por st veo" ta, que se creé un estanco de nieve y “agua loa” agua de ait que aportaba una renta ms ala Real Haciends."" En el sor prendente cuadeo De espaol y morse, albina, el atta Ramén Ae Torres, recrea con gan detalle el interior de una nevetls prueba de la popularidad de estos establecimientos en dl siglo XI, La escena en cuestin forma parte de una serie de css esti marcada con el nimero “6”. En ef cuadro, hijo dee te matrimonio, un albino, ayuda a su madre en la prepare’? de las nieves, comando con sus manos una frasquera que Com” tiene el dulce que dard sabor. Su madre ofrece al acalorado je fede la familia, que acaba de entrar ala tienda, un vas “cope” teado" de a refrescante golosina. El espafiol da a cambio de la tieve una moneda, Como fondo dela pneu, l aria” 66 una estanterfa y un mostrador donde aparece perfect” mente dispuestos platos,vasos y frasqueras de vidio. A ade tech de nif se pueden observar las neveras que sie PO hacer las nieves,formadas por un reciente metilico YW La til o tonel de madera, reforzado con aros de metal ™Y pare ida alas que ain se-utilzan ling, 1958, pp. 79,130. Escaneado con CamScanner Al igual que hoy en dia, el expendio de los numerosos articu- Jos de consumo cotidiano no se hacfa solamente en establec: rmientos cerrados 0 en puestos calljeros; muchos de ellos eran abastecidos por individuos que deambulaban por la ciudad ofte- endo sus mereaderfas. Un gran nos muestran a estos imero de cuadtos de castas *ambulantes’ que ven- den erates, pajarillos enjaulados, cerdmica, agua, pulque y otros muchos articulos. En la presente muestra se ex pone una de estas esce- nas en fa que una india carga sobre sus espaldas yen las manos una de- cena de guajolotes, se- guid por su marido, un coyote” que vende jica- rasdebarro y porsu pe- «quefio hijo un “chamizo torna atris’. La vesti- rmenta del_personaje masculino adulto (que va aavado con sombr roy jorongo signo de st rmestzaje)contrasa con el atuendo mateada- mente indigena de la mujer y del nfo. Oto de estos “am- bulantes” vest a la cspafola es el que nos muestra el euadro de css denominado Deni y mation produce ote abn de ima parte de una serie de al menos quince pinurass fue hecha a decir de Marla Con- cepcién Garcia Séiz, a los inicios de la década de los aos José de Pier (ca. 1780), Esta sugerente escena de mestizaje en la ciudad de México y corresponde, ‘ochenta del siglo xvi, dato que confirms una dinisica y mo- derma cenefa que adopta las formas impuestay por bx rocalla francesa? El indio pintado por Picz es un vendedor ambulante mercachifle de listones,collaes, y otras chucherias. Su tipo fisico, que parece mis paiol moreno que el de un indigena, muestea la utilizacién de Jhalorios del adorno mujer sel de un es 2 Gua i198, p97 Lapras a mt con en de Anoninto, férmulas 0 estercotipos comunes en algunos cuadros de castas. El personaje carga al hombro una buhoneria, pequefio exhi- bbidor de madera con dos cajoncillos, de donde cuelgan algu- nas sartas de cuentas falsas y listones de tela (probablemente para hacer mofios o escarapelas). También se observan en la buhoneria otras merea- derias de su humilde eato ambulante, como lo son botones y peque- fios marcos para pintu- ras (estos iiltimos, tal ver pitas de plata la- borada de baja ly). Un aspecto que convie- ne destaca es la presen cia de dos pafios, uno de ellos listado y ef otto liso, que se sinian sobre el hombro iz- quierdo del vendedor ambulante que fecorre las calles y plazas de la ciudad con sus para llamar la atencién de posibles comprado- res. Son pafios destina- dos a la venta y no pat- ce de la vestimenta del personaje, Los merea- chifles, duefios de tien- das establecidas y cajo- nes (puestos semifijos) comerciaron con mul- titud de objetos del adorno corporal, Una persona con dinero podia comprar en la ciudad de México joyas de brillantes y esmeraldas, impre- sionantes ahogadores de petlas o pendientes de oro adornados ‘con piedras preciosas. Las clases sociales mas bajas usaron los inismos objetos, pero hechos con maces les menos costosos y dornados con piedeasfalsas 0 corals, piezas mis en concor- dancia con sus escasas posibilidades econdmicas. El vendedor ambulante es claro que lleva en su mostrador portitil piezas dl adorno mujetil destinadas a las clases sociales menos favo recidas econdmicamente, Estos adornos fueron usados por las mujeres en los domaingos, cuando se engalanaban especial- mente con sus mejores abalorios para ir temprano a mist ¥ despues salir a pasear Por otro lado, la calidad racial de la mestiza extd indicada por la piel morena y el aficio mecinico que desempefia. Esta Escaneado con CamScanner DTS TRIO bonne eS 4: Zen José pe Pitz, mujer aiende una zapatera, tal ver situada en una accesoria que lave serva de vvienda ala familia que fue representa- da.en el cuadro. Atri de su figura, Péez colocé como matco 4: fondo de la composicién un anaqual leno de zapatos inos, ‘que contrastan con las piezas de ealzado mis cen dispuestas frente aa figura de La mestza ce un tico atu de ropa expafiolae indigena, burdo que apare- ta vendedora, endo que es una combinacién En la parte superior se aprecia itas de color y una cami- luna saya 0 enaguas de la florid da de primavera. Como adorn al cuello una sarta doble de cor de chorro formados por tes pe Y costosa seda china, lama- * del cuetpo la mestiza lleva les con pinjantes y zarcillos -quehas peras Jesu made La figura del nfo que se acomoda en legato des mal (eye vite na eae sin ua ens mans Ae nada con galons en los pls oj cups Haney 261 coro azul, Complementan su vesimenta ui par 6 dias blancas y zapatos con pequefas hebillas met ome fie sobrepuestas en el empeine. La ropa del nifio, tal y la costumbre virreinal, jr lave su los patrones impuestos Ps notar qv timenta de los adultos. Tambin vale la pena bac mala el nifio sostiene en su mano derecha una rosquilla 2 co it 4 imrime un career ho nia acon liar. Paez pints en este cuadro wna “maternidad” & novohispana. sn de una bret Even donee lime en ea 2 cadena comercial formada por artesano', €xPE ots E* tstas, agentes, empresaros y comerciantes monopolies tos Thimon organizados en el Consulado de la cite 7 = ico, contolaban no slo lo ques vend en la apieh YM ‘otros centros urbanos del viereinat, sino también todo Escaneado con CamScanner venia de Europa y Asia, el comercio de las Antillas, Ia y Pent y el tnifico interno en el extenso tertitorio novohis- ppano, Por medio de sus agentes manejaban las transacciones enlas feria de Jalapa y Acapulco, espacios a donde legaban los articulos de importacién pata ser distribuidos en el terrtotio y cen donde se vendian los tintes, cueros y dems productos que eran exportados hacia la metrdpoli. Estos mercadetes eran ade- iis los que abastecian de eréditos a la minerlay a las hacien- das y prestaban capitales a los burdcratas y a fos empresatios. Eran ellos tambien los pr minera pues abastecian los centros en los que se producta la plata con insumos, moneda acufiada y créditos, recibiendo por ello enormes beneficios. Los mercaderes monopolistas daban al Estado numerosos servicios y su actividad aportaba una Fuerte entrada de dvisas ala hacienda piblica, a pesar de que muchos de los artfeulos con los que se traficaba entraban de contrabando, afectando los intereses de la Corona. Ellos eran también quienes contto- laban la Casa de Moneda de la ciudad de México, tinico Iu- gar autorizado pata acufa. En ella se encontraban los troque- les con el escudo de Espafia que se imprimfa en las piezas de plata circulante en todos los Ambitos del imperio. Gracias ala cipales beneficarios de la riqueza importante posicidn econémica que tenfa la Nueva Espafia en el mundo, con tales monedas se compraba y se vendia incla- 50 en tertitorios tan alejados como el otienteasitico. Alki, las piezas novohispanas eran utilizadas como moneda franca, a ‘menudo resellada con caracteres chinos. Nueva Espafia mos- traba con ello ser uno de los reinos ms ticos y présperos del imperio espaol. PASEOS, SARAOS Y OTRAS DIVERSIONES ‘Como toda gran ciudad, la capital del vrreinatooftecta asus ha- bitantes y a los vsjeros innumerables diversiones. Algunas de as privadas, lls, como las fiestas pblias os pascos yl te eran acepradas de buen grado por lo cérigos, pues se les eons: > la virwd de deraba entretenimientos que no pontan el pis los buenos cristianos. Otras, en cambio, eran mal vistas ¢ inclu s0 abieramenteatacadas y cersuradas, por pocaminosss, Fst. setitudcrtea y moralizante esl que insta cdr Lat cari= ded perfec, de colecion particule el que a fila de los com denados est Formada por aquellos que llevaron una vid de diversién frente a la de los salvados que practicaron el sacrficio yl renuncia, Un Crist jut y redento rece sus sepuidores mientras un dngel intenta convencer a un exbllero indecio a abandonat a vida de peeado. Con todo, y a pear de tales et> 2, muchas de ess diversones eran toleradas por las autorida- des iviles porque de las eibian cuantiososbenefcios a medio camino entre la legalidad oficial y la censura religiosa, propicié que la mayor parte de tx les diversiones se desarrollaran en espacios cerrados. Una de cllas, lk mis tolerada y también la més popula, era el teatro. Adems de innumerables “guanajas’ 0 teatrosclandestinos, don- dl se representaban comedis ireverentes y Henas de alusiones sexuales, exist un teatro piiblico y legalmente aceptado que tenia su sede en el lamado Coliseo 0 “corral de comedias” si- tuado, hasta mediados de siglo xvii, en uno de los patios del Hospital Real de Indios, cercano a San Francisco, Las compa- Ais reattales alquilaban ese espacio, cuyas renas se destinaban a la atencién de los enfermos. El Coliseo, sin embargo, se que- m6 en 1722 allo lego del siglo xvi se construyeron cn Ia ciu- dad otros dos teatros para sustturlo, que fueron muy impor tantes centros de diversin para lo citadinos.» Sin embargo, a pesar de su importancia ain no ha aparecido ninguna represca- tacin grifica de tales entretenimientos en el petiodo vierinal. “Tan popular como el teatro, pero considerada miss pecami- rnosa por los moralistas, pues en ellos se apostaba y blasfema- ba, era la asistencia alos palenques, donde se llevaban a cabo Jas peleas de gallo. Su olerancia era debida a que los organi- zadores de tales diversiones pagaban al Estado una renta por su tusufructo, Algo similar pasaba eon las lamadas “cass piblicas dde mancebis", prostibulos cuya administracin estaba bajo el cuidado del Ayuntamiento, situados en una calle especial de- rnominada “de las Gayas”, Estos lupanares, junto con los me- sones, las casas de citas atendidas por elegantes seforas y los sgatitos de juego constitufan las mejores diversiones que ofrecta alos libertnos la capital del virreinato por las noches, La representacién de uno de estos lugares, inica en la pintu- ra viereinal novohispana, est{en el cuadeo San Juan de Dios ‘muerra el camino dela saleacion a cuatro protituas de la ciudad ide Granada, obra de Luis Bereueco, que forma parte de una se- de este santo, pintada en 1743 para el Hospi- Fie sabre la tal de San Juan de Dios de Adixco,en Puebla, serie en la que paticipé también el pincor Pablo Talavera. La escena narra a sista de san Juan de Dios a uno de los innumerables prostbu- los que visits con el objeto de regenerar la vida de las mujeres dedicadas al comereio de la carne, Juan vistaba los lupanares endo que iba a conteatat los sensuales servicios granadinos de as su than el escarceo amoros, el fururo santo sacaba de la manga de su toscosayal un erucifij y las dscilinas, se desnudaba elror- so y comenzaba a golpeae su cuerpo sin piedad, al tiempo que Jmploraba ef perdén de las mujeres dela vida galante La cacena en cuestién es una fuerte erica ala vida licencio- 5 Valle Aspe, 1988, pp. 115-124, 163-178, > Vargalgoy Dia, 1975 p. $9.82; Ene adem, Aa, 1998 Escaneado con CamScanner . Luts Beraveco say el comercio camal de la época vires ‘rucco reprodyjo con gran detalle una rec trado, curios mezcla de dos espacios de las i para ello Luis Be- aracon tintes de ese be sefalar que en la forma de vida queda de manifesto lr conac a Ielesia catia alos constances itiea a esta to la conden por parte de la ‘esenfrenos que se daban en lag Teunines que hata as das novohisanas debs ses Priviegiadasen los extras ce us cs, Ua guitar un trera de plata que cuelga del bravo ce una de Las messes bbracero con para prendr los cgattos como el desmeida lujo en fos vidos, nea jas OO" palmente pera) ycoqucts shiguadons com qe # <4?" ban y hacian rodear las damas de la gpoca. encaenan 68 HS P mnduce 4 titutas el equivocado y agradable camino que € pedicin de alma, La | bones encendido catdlica erat, con este tipo dee" fenas correctivas, de frenar el desorbitado boato a que fe ‘an afectos los habieantes de la sociedad novohispans Escaneado con CamScanner

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