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LOS INMIGRANTES Y EL PODER EN COSTA RICA Eugenio Herrera Balharry Describe y analiza la inmigracion alemana, inglesa y estadounidense a Costa Rica, desde la independencia hasta la Primera Guerra Mundial. Explica algunas relaciones con procesos econdémicos y politicos del perfodo, especialmente en lo referente a la actividad cafetalera y a la élite sociopolitica. Los estudios sobre inmigrantes extranjeros en Costa Rica son escasos y, salvo algunas excepciones, los que se han realizado versan en su mayoria sobre aspectos tales como: inversién extranjera, fundacién de familias —den- tro de un enfoque genealogista—, o bien desde la perspectiva del anidlisis de las migraciones humanas; sin embargo, existe un gran vacio en lo que se re- fiere a la integracién de estos factores y otros més, que podrian brindar nue- vos elementos para comprender el surgimiento, desarrollo y consolidacién de importantes estructuras de la sociedad nacional, en las que el inmigrante no esta ausente ni es personaje pasivo social, econémica ni politicamente. En estas paginas se considerardn aspectos relevantes para un estudio integral del inmigrante aleman ', inglés y norteamericano 7. Estos grupos se han destacado, aunque en diferente grado y ambito, por su participacién en el desenvolvimiento social, econémico, cultural y politico costarricense, de manera més acentuada quizd que otros 3, puesto que la presencia de ellos si bien cuantitativamente no es significativa *, en el campo de las acciones si lo es. Ellos adquieren importancia desde el momento en que el aleman Georg Stiepel produjo los primeros quintales de café para la exportaci6n y el capi- 131 tan inglés William Le Lacheur en su nave Monarch, se encargé de transpor- tarlos a Chile y abrir asf las puertas del mercado internacional a Costa Rica, insertandola en calidad de nacién agroexportadora en el incipiente sistema capitalista del siglo XIX. LA INDEPENDENCIA Para referirse a la venida, asentamiento e integracion del inmigrante, debe sefialarse que recién a partir de la independencia de Costa Rica, en 1821, se abren las puertas para la venida de gentes de otras partes del globo, ademas del flujo originado desde la Peninsula Ibérica. A partir de ese mo- mento el pais debera, en forma independiente del imperio espafiol, dirigir y encontrar nuevos rumbos capaces de proporcionarle tranquilidad politica, estabilidad econémica y paz social a la nueva nacién, cuyo estado de pobre- za segiin relatan los viajeros, como Moritz Wagner, era notorio: “El material que mas se usa para la construccin de casas es barro en- durecido mezclado con ramillas secas y colocadas en canas, cuyas ex- tremidades se clavan en las vigas del techo. . . Muchas casas carecen de ventanas con vidrios y sus cuartos reciben luz solo por las puertas abiertas. La mayorta tienen pisos de piedra; los pisos de tabla se ven sélo en poquisimas casas. . . El mobiliario de las casas, aun el de los mds pudientes, es sumamente sencillo. . . No hay nada mas sencillo que el cuarto de trabajo de don Juan Rafael Mora, cafetalero y Presi- dente de la Republica de Costa Rica, Hasta las iglesias de San José, son mds pequefias y pobres que las de cualquier otro pats catélico. . . Ni si- quiera tienen sillas, El Presidente de la Republica, los Ministros y su séquito . se sientan durante las festividades, en un banco de made- ra,..”°. Ahora bien, el atraso, herencia de la colonia y del gobierno espafiol —y que ha sido sefialado por reconocidos historiadores—, no lo serfa por largo tiempo, en vista que Ja joven nacién a tan sdlo dos décadas de su indepen- dencia y una vez confirmado el éxito de su primera exportacién de café, la’ convertirfan en una de las mas progresistas durante muchos afios. Asf entonces, la estructura politica en ciernes irfa consolidandose y dando cuerpo a un Estado nacional mds vigoroso, junto al cual —como lo se- fiala Samuel Stone— surge una élite politica ®, descendiente de la hidalgufa espafiola, que se consolida en torno a Ja actividad cafetalera, columna verte- bral de la economfa por varias décadas y elemento clave de Ja incorporacién 132 de alemanes, ingleses, norteamericanos y otros grupos de extranjeros a la so- ciedad costarricense. LA ELITE POLITICA Costa Rica —al igual que los demas paises americanos— experimentd un largo proceso en torno al crecimiento de su poblacién. En ese proceso se insertan las diversas corrientes migratorias, de las cuales la mds importante fue la espafiola, por haber sido la que protagonizé el descubrimiento y la co- lonizacién del Nuevo Mundo, estableciendo las bases para el nacimiento de Jas actuales reptblicas independientes. El espafiol instaura en América estructuras de poder politico, logrando que sus descendientes hereden el cardcter de élite politica, que se conservé a través de los afios mediante el parentesco y a cuya consolidacién vino a con- tribuir la actividad cafetalera, posibilitadora del desarrollo econdmico, cultu- ral y social del pars. A raiz del auge que adquiere el café, quienes se dedican a su cultivo ven la necesidad de identificar sus intereses con los del gobierno, institucién por ellos dirigida y no pocas veces en beneficio propio. En torno de ello, Ro- dolfo Cerdas sostiene que durante las primeras décadas de vida independien- te se buscard acoplar el poder politico con el poder econdmico y la consoli- dacién de aquél en atencién a las necesidades primarias de éste ” Por su par- te, el historiador Carlos Monge apunta que los asuntos de gobierno se con- vierten en “‘asuntos privados de las principales familias”, de cuyos circulos sociales no pocas veces salen los nombres de quienes deben ocupar la Presi- dencia de la Republica ® ; agregando el economista Rodrigo Facio que: “( , la sociedad costarricense no es ya un conjunto homogéneo e igua- litario; el gobierno, que hasta entonces habia sido instrumento del an- sia de progreso general en manos de ciudadanos paternales y bien in- tencionados, habria de ser en adelante, mas propiamente un instru- mento de defensa de intereses-mds o menos particulares, que se dispu- tartan las familias de cafetaleros y de comerciantes importadores, ad- venidos a los primeros puestos de la economia nacional al establecerse la exportacion de café, No se quiere decir con ello que las actividades gubernamentales vayan a orientarse en un sentido opuesto a los intere- ses nacionales, mas st que ellos toman preferentemente los de esos gru- pos sociales predominantes” °. Como se puede apreciar, los factores politicos, econdmicos y sociales 133 en la Costa Rica independiente no se pueden separar. Histéricamente se unen en torno a las personas y al café y conforman las estructuras sociopoli- ticas del pais, cuyas bases comenzaron a sentarse desde tiempos anteriores al rompimiento con la Espafia colonial. LA INMIGRACION EXTRANJERA Y EL CAFE Una vez arraigado el cultivo del café y creadas las condiciones para su produccién, los gobiernos del siglo pasado se preocuparon por la escasez de mano de obra para atender la produccién y las actividades que nacen con- juntamente con la exportacién del grano. Se pensé entonces, como solucién a ello, en la inmigracién extranjera, en vista que se contaba con un territorio extenso y poco poblado, carente de técnicos y profesionales en muchas dreas y con ausencia también de un sector manufacturero significativo. Por tales razones, a partir de la década de los afios cuarenta, Ilegan individual- mente al pais inmigrantes de un modo més regular que en afios anteriores, procedentes de Europa —ingleses, alemanes, espajioles y mds tarde belgas e italianos—, atrafdos por las posibilidades de enriquecimiento abiertas por el café *°. Anteriormente el imperio espafiol pretendia, en materia inmigratoria, traer espafioles para poblar el territorio americano y sentar asf un sistema politico administrativo hegeménico, capaz de responder a los intereses de la Corona. Con posterioridad, la inmigracién esta regida por polfticas guberna- mentales —producto de la Costa Rica independiente—, donde el extranjero cumple otro rol, que obedece mas que nada a intereses econdémicos ligados al café y a las actividades que se relacionan con él. Por tales razones, los diferentes gobiernos del siglo pasado se propo- nen proyectos de inmigracién, credndose para tal efecto en 1850 la Junta Protectora de Colonias, cuya funcién era atender los asuntos relacionados con la venida y asentamiento de inmigrantes, primordialmente en colonias agricolas. De todos los grupos de inmigrantes que vinieron al pais, ya sea indivi- dual o colectivamente, se analizard en estas paginas a los alemanes, ingleses y norteamericanos, agrupando a estas dos ultimas nacionalidades en algunas ocasiones como “angloamericanos”, segiin lo hace A. Murchie '! , engloban- do asf a todos los stibditos britdnicos residentes en el Canad, islas del Cari- be y demés tierras bajo dominio o protectorado inglés. Estos inmigrantes alemanes y angloamericanos son importantes por su papel en el desarrollo de la actividad cafetalera y otros sectores de la economia del pais, lo que les fa- 134 cilitard vincularse con los centros de poder politico en sus diferentes mani- festaciones. Muchas de estas personas —por no decir casi su totalidad— deben su venida a iniciativa propia, aun cuando el gobierno tuviera interés en promo- ver la inmigracién y formacién de colonias. A pesar de reconocerse la utili- dad que significaba la inmigracién para el pais y de los intentos por auspi- ciarla y respaldarla, no se logra concretar si se destinan recursos suficientes, fracasando en su mayorfa los esfuerzos por traer inmigrantes mediante pro- yectos. Esos proyectos pretendian impulsar el desarrollo de regiones aisladas que, ademés de carecer de vias de comunicacién adecuadas e infraestructura vital para cualquier empresa, estaban situadas en zonas distantes de los prin- cipales centros urbanos, donde el clima y las condiciones sanitarias eran des- favorables para el establecimiento de colonias. Esta situaci6n es reflejada por las cifras expuestas en el cuadro que seguidamente se incluye, notandose la significacién porcentual que a través de los afios ha tenido la poblacién ex- tranjera, que Unicamente logra aumentar a raiz de la venida de trabajadores jamaiquinos, centroamericanos e italianos, que cumplirfan contratos para la- borar en la construccién del Ferrocarril al Atlantico e introducir la explota- cién bananera a principios de este siglo '?. De tal manera, la actividad econdémica y el proceso inmigratorio ten- dran plena relacién. La importancia que para el pais tiene el café como ge- nerador de una serie de actividades y acciones gubernamentales en el dmbito politico—, como consecuencia del auge que adquiere su produccién, es ana- lizada por Ramirez Boza y Solis Avendafio '? al estudiar el mercado interno de Costa Rica, mercado que sefialan como producto del desarrollo capitalis- ta —basado en el café— propiciador de condiciones favorables para el surgi- miento de empresas mercantiles, muchas de las cuales seran emprendidas por inmigrantes europeos (entre ellos alemanes e ingleses) y norteamericanos ha- cia finales del siglo XIX y principios del XX. Paulatinamente estos inmigran- tes se integran al grupo de cafetaleros, extendiendo el radio de actividades hacia la produccién y comercializacién del grano. Cérolyn Hall al referirse a los inmigrantes que se vinculan a este tipo de actividades, destaca el hecho que a pesar de ser un grupo sumamente re- ducido de personas, alcanza importancia desmedida en el quehacer cafetale- ro, donde: “(, los extranjeros y sus descendientes llegaban al uno por ciento del total nacional en 1935, pero posetan un 14,5 °/o de la tierra sembrada con esos propositos. Es aun mds importante el dominio que alcanza- 135 PORCENTAJSE DE EXTRANJEROS EN LA POBLACION DE COSTA RICA 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 z 2 2 8 g g 8 § = = & a a 4 8 DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION EXTRANJERA RESIDENTE EN COSTA RICA, POR GRUPOS DE NACIONALIDADES Afio Cent, Nort. Sud Anti- Europa Asia Afri, Amer. Amér, Amer. Has Ocea. y Pan, 1864 54,1 2,5 26,6 0,9 14,8 0,9 0,2 1883 31,3 3,5 12,3 21,9 26,1 4,9 -- 1888 24,3 4,2 10,2 14,6 43,8 2,9 0,0 1892 28,4 3,9 13,6 13,3 37,2 3,1 0,5 1950 54,0 3,6 9,0 22,6 8,3 2,5 0,0 1963 59,9 8,4 13,3 8,2 8,8 1,4 0,0 1969* 48,8 11,7 11,5 14,0 11,9 2,1 01 * Memoria Ministerlo de Seguridad Publica (1969). Fernandez, Schmidt y Basaurl. La Poblacién de Costa Rica. Ed. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica, 1976. ron como beneficiadores. En 1850, el procesamiento del grano estaba casi enteramente en manos de las familias del siglo, mas del 70 °/o de los beneficiadores y exportadores eran extranjeros, Ese grupo fue ad- quiriendo fuerza y llegé a ser aun mas dominante en 1935. En esta fe- cha, la tercera parte de los beneficiadores eran extranjeros o descen- dientes de aquellos inmigrantes que legaron a Costa Rica después de 1840. Estos beneficiadores posetan algunas de las instalaciones mas grandes y juntos procesaban el 44 °/o de la cosecha del pais” 14. Debe agregarse a los elementos aportados por Hall, el hecho que dos terceras partes de las empresas industriales que a principios de siglo opera- ban con fuerza motriz pertenecfan a extranjeros. Asi lo indican Ramirez y Solis, afiadiendo que el grueso de tales capitales no actuaban como inversién extranjera sino como producto acumulado y reinvertido dentro de la econo- mia nacional. Ello se diferencia de la relacién inmigrante-inversién extranje- ta que se da en las tiltimas décadas en forma mds acentuada, al aparecer grandes corporaciones y firmas transnacionales que colocan capital en diver- sas naciones, enviando a ellas el correspondiente equipo de funcionarios para administrarlas y dirigir sus operaciones. INMIGRACION ALEMANA, INGLESA Y NORTEAMERICANA Aun cuando la inmigracién no logr6é mayores éxitos desde el punto de vista cuantitativo, por los motivos sefialados anteriormente, y a pesar del afén gubernamental en promover la colonizacidn, se suscribieron varios pro- yectos para tal efecto. De todos esos proyectos se hard referencia acerca de Jos que involucran alemanes, ingleses y norteamericanos, planteados durante el siglo pasado y cuya ubicacién geografica, independientemente de su efec- tiva realizaciOn, se indica en el mapa incluido seguidamente. La inmigracién alemana se planted formalmente a partir de 1848, al establecerse lazos diplomaticos entre los gobiernos de Costa Rica y Alema- nia. De ahi es que se funda la Sociedad Berlinesa de Colonizaci6n, represen- tada por el barén Alexander von Bilow. Cuatro aiios mds tarde, se aprueba el contrato de colonizacién, que establecia un drea de 54 millas cuadradas en el valle del Reventazon, donde se esperaba asentar a 7.000 colonos adul- tos en un término de treinta afios. En esa misma época, muchas publicaciones informaban acerca de los proyectos de colonizacién en América Central, influyendo poderosamente en Europa y Alemania, particularmente. Dice von Houwald '5 que la inmi- graciOn era entonces un tema que interesaba a muchas agrupaciones sociales, 137 UBICACION GEOGRAFICA DE LOS PROYECTOS DE COLONIZACION ° Liberia a) (6) (12) a) Puntarenas Heredia (ay e (8) (2) © Sen José Alajuela ° 14) Liman 19) @ Cartago (15) (10) (1) 1825 100 familias inglesas y norteamericanas { 2) 1825 2u0 tz nitias francesas . (3) 1849 100 colonos europeos 'sia det Coco (4) 1850 7009 colonos alemanes XN — 1853. inngrantes alemanes (5) 1857 colonos aiermmanes: — 1860 colonos europeos — 1860 peones chinos _ 1860 peones coolies indies {G6} 1863 1000 colonos irlandeses (7) 1869 1000 colanos alemanes { 8) 1873 200 trabajadores chinos: (9) 1881 8500 colonos europeos (10) 1884 2000 trabajadores italianos (41) 1891 100 famitias cubanas: {12) 1891 colonos europcos (13) 1891 colonos alemanes (14) 1891 100 familias norteamericanas = 1894 1000 familias japonesas (15) 1894 50 famitias europeas — 1908 100 familias esparolas 1913 trabajadores europeds =~ 1917 250 wabajadores asidticos (16) 1951 colonos italianos: teuniendo gran niamero de entusiastas para emigrar. Varios cientos de fami- lias bertinesas se inscribieron en los registros de emigrantes levantados para tal efecto, engrosados principalmente por los alemanes del norte del pais, lu- gar del cual proviene el mayor contingente de emigrantes. En los afios 1851 y 1853 zarpan de los puertos alemanes tres barcos 138 con emigrantes cuyo destino serfa Costa Rica. En estos viajes se enferma la mayoria de los pasajeros, muriendo un gran ntimero de ellos en la travesia maritima y en el viaje terrestre hacia el lugar de destino. En 1854, con la triste experiencia de los viajes anteriores, un nuevo grupo de inmigrantes vi- no al pais, pero esa vez Hlegan a Puntarenas evitando las incomodidades y riesgos del trayecto por tierra desde el Atlantico hacia el Valle Central. Deben recordarse también los intentos de colonizacién alemana pro- movidos por don Crisanto Medina en la regién de Miravalles; el de Wilhelm Marr, el de Theodoro Koschney, para establecer colonos en la costa atlintica y el de August Géssler '® para colonizar la Isla del Coco en el Océano Pacifi- co. Del reducido namero de alemanes que Ilegaron a mitad del siglo XIX atraidos por los proyectos de inmigracién, muchos se dedicaron a la agricul- tura en forma rudimentaria en lugares donde el clima, la distancia, las malas comunicaciones y la falta de servicios levaron al fracaso las colonias agrico- las, trasladdndose posteriormente los inmigrantes al Valle Central. Wérner F. Leopold 17 establece tres tipos de inmigrantes alemanes: comerciantes, artesanos e intelectuales. Los comerciantes venian siguiendo al conde zur Lippe, los artesanos sirvieron de base para la inmigracion de von Biilow y finalmente los intelectuales, que vinieron por lo general por ini- ciativa propia. La inmigraci6n inglesa y norteamericana se planteard en el afio 1825, cuando el inglés John Hale suscribe con el gobierno de Costa Rica un conve- nio mediante e] cual establecerfa una colonia de cien familias de inmigrantes procedentes de Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica. Hale se com- prometia a traer a las familias de colonos durante el afio 1826, a fin de esta- blecerlas en un lugar conocido mas tarde como Montafia del Inglés *® Mas tarde, en 1891 se convenfa con William Hérnell Réynold, para traer cien familias norteamericanas que se dedicarian a la agricultura y la in- dustria en la regién atléntica. Sin embargo, tanto los intentos de colonizacién alemana como la in- glesa y norteamericana, segtin los antecedentes disponibles, fueron al fraca- so; siendo al parecer la lejania y la falta de infraestructura adecuada en las zonas determinadas para ello el mayor obstdculo. No se disponia de mano de obra que ayudara a sembrar y recoger las cosechas; los mercados urbanos d: ide vender y comercializar los productos estaban distantes y poco desa- 139

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