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Entrelineas 03 2021 Compressed
Entrelineas 03 2021 Compressed
Evelendit velenih ilique sin conet faccum, velis ium nam, nonsequam eic
tet qui aliberatibus deribus cus ut alignis eum qui serepuda cum explica
tempore rsperis eos qui nimus vent fugitat et quaspiditas maximpos
essecti utecto et amenias entiur re, est rem ressit occabo. Ictatet et que
cum fuga. Nam rempos alis ape oditem faccatem dolor mo elibus eiur?
Fugitia site ea quasserepti blatemque peres eumquiatem facerrovid
que vid ex esciur sitius, cusame sitiaes cipicae nihit earum dis resseriam
nis qui conem fugitatio tem acillor sim fugit, oditest moditas impelest
debis eos doloreperum faces quam faccum reperum, net labo. Nemquia
velendae volutaspe conem fugia soloribeat quamustotas dolorit
modipid quos ea core seribus cusandus, cum net, sequibu scipsundis
ationsequam, endit doluptate quianditatur mo maio quist, exerspe llesse
voloreniatur antem dolupta volo il il maioris invero vellam sequis ut re,
non por aut vero optatibus mincto omnis nulparit qui untur aut alignimi,
quidi blandaeprat.
Iducianis dolorpo ritaerum quaecaborpos core nonsere reicit fugit experiti
aut omnis rem res aut quatempor sollaccat lab imi, od molupta tisimet
fugia arciet, ellitio nsequod itibus maximolorae sim que litesti nvelles
sunt dem iliquat emporep udandae cone cum fuga. Nem hit labo. Sa
voluptae es a doluptiatur magnam num qui temquid erumque suntiam,
tes sunt ulpa sunt hiciate mporitas alis eum et quam nus, con nulparunt
quo dolum archilit, seque prat et denis dolende bitatia nem re dis ea duci
dest lam res quaturero magnam et opta quis aliquos suntio. Ne labo.
Et que ped estentibus enis elitatioria sendit expligeniam sita ped quam
volluptiatio volorehendi nosaped quibusa et lanihic iasperecerro eseque
santur?
Alisimi ntenecabo. Et ligent fugit moluptur?
Es dem que nos reptati omnimi, soles illo bearibusam con enia volum sit
Disfruta de
nuestras
creaciones.
Marzo de 2022
Segunda época
n.º 5
2 | revista literaria
Síguenos en Dirección y corrección: Alicia Piso,
Facebook y en Maquetación: José Luis Sánchez Pascual
instagram: Encuadernación e impresión: Hilario Javier Sánchez Pascual & Co.
Escriben: Gloria Poza, Annabel Gómez, Carmen Serrano, Socorro González, Ana
Asociación María Sánchez, Ruth Obiamo Moiché, Esther Obiamo Moiché, Carmen Sagrado,
Entrelíneas de Blanca de la Torre, Catalina Cuesta.
Loranca
Entreabierto
Poesía para el mundo. Locuras en
04
verso directas desde el alma
Entrelíneas
Libertad de expresión, mentes
07
abiertas.
Entreinicios
Empezamos todos con una frase
12
y no sabemos dónde acabamos
Entreimágenes
Directamente desde los ojos
24
a la tinta.
Entrepersonajes
Cada cosa que vemos puede
36
ser protagonista de tinta.
Entrelibros
Leemos, compartimos
42
y recomendamos si es menester.
Entrecerrado
El postre siempre al final, como
44
en las buenas mesas.
entrelíneas | 3
ENTRE
ABIERTO
VENDRÁ
CATALINA CUESTA
4 | revista literaria
© Annie Spratt from Pexels
entrelíneas | 5
ENTRELÍNEAS
EL JUEGO INFINITO DE LAS LETRAS
Photo6by
| Valeria Miller from Pexels
revista literaria
MOMENTOS Y RECUERDOS.
La felicidad y la memoria como compañeros de viaje
E
ran fechas conflictivas. De regalos y turrones, para unos; de fe y belenes para otros; de
soledad y tristeza para los que han perdido algo. No un objeto cualquiera que puede
sustituirse, sino algo que no se puede reemplazar. Ocho años de relación que ha saltado
por los aires, por ejemplo. Sientes que han dinamitado tu interior y el hueco duele. Vagas con una
sonrisa que solo hace que tu congoja luzca más. Y ya abatida te tumbas en la cama para cerrar
los ojos, fatigada de fingir que te da igual que tu novio ya no te quiera. Y cuando te das la vuelta
te topas con un cuerpo. No, no es él. Es tu hermana. ¡Claro, es Navidad y hay que compartir
camas! Entonces, te amarras a ella, la abrazas por la espalda y la das un beso silencioso entre los
omóplatos, y su voz, cinco años más pequeña que la tuya susurra entre sueños:
Lo entendí al instante; ocho años con una pareja que le repele las muestras de cariño van
haciendo mella. Entre las nubes de asombro vislumbras un rayo de felicidad, que ruge como un
trueno y sientes que ningún amargor, traición o abandono podrá destruir quién eres. Vuelves a ser
tú, trona en tus oídos, una y otra vez.
BLANCA DE LA TORRE
SOCORRO GONZÁLEZ
entrelíneas | 7
ENTRELÍNEAS
GLORIA POZA
8 | revista literaria
© Diana Smykova from Pexels
PRIMER RECUERDO
El piso de la calle San Marcial fue Difícil asegurar que este sea mi primer
nuestra primera casa familiar. Recuerdo la recuerdo, pero es el que ha acudido más rápido
oscuridad del recibidor donde no llegaba a mi memoria.
el haz de luz que penetraba por la ventana Debía de ser muy pequeña, tal vez, solo tres
de la cocina hasta el pasillo. Solo tenías años. Es un día de sol, pero no hace nada de
que penetrar medio metro a tu derecha calor. Llevo puesta ropa de mucho abrigo y
y la cueva se convertía en un pequeño una brisa helada enrojece mis mejillas. Me veo
corredor de paredes blancas y luminosas. en un prado muy verde en el que hay muchas
Al fondo de se abría una puerta donde florecillas amarillas. El prado está muy inclinado
continuaba el pasillo convertido en cocina. y húmedo. Yo subo por el prado, cada vez más
Y aquí recuerdo a mí madre cocinando, arriba, más arriba. Estoy fascinada mirando
siempre cocinando. Las hábiles manos cómo se acama la hierba con el viento e intento
sujetan el plato llano sobre la sartén. ¡Voilà!, pasarle mi manita por encima, pero oigo a mamá
el pequeño milagro culinario se producía que me llama muy enfadada. No sé cómo llegué
apareciendo sobre el plato el proyecto a su lado; ahora, estoy sentada en el suelo,
de una tortilla de patatas. Lágrimas de mirando como lava arrodillada ante una charca
huevo caían sobre la encimera al posar grande. El agua es blancuzca y hay pompas en
el lado crudo nuevamente sobre el fondo su superficie. También hay dos mujeres que
de la sartén esmaltada. Pimientos verdes cogen cada una por un extremo una tela blanca
chisporroteando aceite de oliva puro, muy larga e intentan retorcerla; el agua les moja
denso, crecido, con el olor intenso a los pies y ellas se ríen muy fuerte. Mi madre
almazara. también se ríe y les dice que tenían razón, que
Tortilla y pimientos cocinados en un día el agua aquí está muy calentita. Lo que más
de duelo. En un tiempo impreciso en mi grabado tengo en la memoria son las manos de
memoria saldría hacia La Sepulvedana mi mamá, están hinchadas y muy rojas.
para despedir a su abuela, mi bisabuela
en su viaje eterno. SOCORRO GONZÁLEZ
CARMEN SERRANO
entrelíneas | 9
ENTRELÍNEAS
GLORIA POZA
LAS ESENCIAS
Representa para mí una gran dificultad escarbar en la memoria en busca del primer
recuerdo. Desde pequeña me ha costado acordarme de fechas, nombres, números; sin embargo,
no suelo olvidar una cara, y si me dan alguna pista, intento tirar del hilo hasta encontrar en mi disco
duro aquello que busco. Lo más fácil para caer en brazos de la melancolía es evocar por medio
de los olores. La primera vez que vi el mar, debía de tener unos ocho años. Se impregnó en mi
memoria el aroma a salitre, a crema Nivea, a pescado fresco. Estas sensaciones regresan cada
vez que piso la playa. Fuimos de veraneo, como se decía antes, en un Seat 133 rojo a Guardamar
en Alicante, donde mi hermano y yo encontrábamos casi cada día caballitos y estrellas de mar,
dos especies en peligro de extinción hoy. Fue un viaje maravilloso, por fin tendría algo que contar
a mis amigas que se iban al pueblo. Para ser sincera, siguiendo la estela de mi olfato, lo primero
que recuerdo no es el mar sino estar en parvulitos con cuatro años, lo equivalente hoy en día a
la Escuela Infantil. De repente empezó a oler la clase muy, muy mal. Un niño que se llamaba Blas
se puso el pobre a llorar diciendo que se le había escapado la caca. Todos los compañeros nos
reíamos a carcajadas mientras el pobre Blasito se ponía rojo, con una mezcla ente ira y vergüenza.
Algo parecido me pasaba a mí porque no era capaz de parar de reír mientras sentía pena y asco
a partes iguales. Afortunadamente mi “seño” Maribel puso orden apelando a nuestra capacidad
para empatizar: ¿Os gustaría que se rieran de vosotros si os pasara lo mismo que a Blas? —dijo.
Inmediatamente dejamos de reír, nos quedamos pensativos hasta que se me ocurrió preguntar que
cuando iban a llevarse la caca de la clase. Sin querer provoqué una segunda oleada de carcajadas
© Monstera from Pexels
y la segunda parte del llanto de Blas aún más fuerte si cabe. Me puse casi tan roja como él. Fue en
ese momento donde me sentí de verdad identificada con el “caganet”.
Por cierto, mi “seño” Maribel me reconoció un día, treinta años después, estando yo embarazada
esperando en el hospital para hacerme la prueba de la diabetes. Me hizo una ilusión increíble. Creo
que a ella también. Cuando nos despedimos no pude evitar acordarme de Blas…
ANNABEL GÓMEZ
10 | revista literaria
entrelíneas | 11
ENTREINICIOS
Contamos con un inicio o un final que da pie a nuestros autores para
dejar volar la imaginación partiendo de un punto común
P
oco a poco, el cuerpo cesó entre las sábanas de una habitación del
de temblar, las contorsiones hotel.
disminuyeron, más los dientes ¡Vaya, menudo fin de fiesta para un jodido
continuaron clavados en los labios. El día!
amante apoyó su brazo sobre el colchón Esperó a que el macizo se durmiera y
y se dejó caer exhausto. Ella sonrió. antes de deslizarse furtivamente por la
Acababa de tener el sexo más salvaje con puerta, dejó una nota sobre la almohada:
un desconocido. Nada es permanente. Bye-bye.
Salió tarde de trabajar, sus ojos echaban
chispas y el golpe reprimido entre LUDMILA MYFLOWER
los dedos hería su autoestima. Por su
cabeza circulaban con velocidad hilarante
imágenes ficticias que deseó hubieran Poco a poco el cuerpo dejó de
ocurrido. Un derechazo directo a la temblar, las contorsiones disminuyeron,
nariz de su jefe. ¡Capullo! Tres semanas más los dientes continuaron clavados
trabajando sin descanso, y el muy imbécil en los labios.
ni la había nombrado en la presentación El deseo irrefrenable atravesó su cerebro,
al cliente. al tiempo que las palpitaciones confundían
No podía llevar toda la rabia a casa. Entró este con el miedo a ser poseída con solo
en aquel ambigú dispuesta a quemar su dejar que sus colmillos atravesaran su
rabia en el alcohol. A la segunda copa delicado cuello.
se vio colgada de un adonis cósmico. El Ahí lo tenía, sobre el quicio de la ventana
flirteo bidireccional les llevó a enredarse cual murciélago humano, arrogante,
12 | revista literaria
© Alexander Krivitskiy from Pexels
sabiéndose deseado, sin importarle cabecera de la cama y la escena que vio
nada más que la inyección de vida le pareció grotesca, casi le dieron ganas
proporcionado por ese néctar color rubí de reír y, si no fuera por la preocupación
de esa hermosa y joven mujer. que le atenazaba pensando en cómo iba
a salir de aquel embrollo, seguro que se
LIBERTA CREMONA hubiera reído sin pudor alguno.
La mujer tenía la boca abierta, la dentadura
postiza se le había desprendido y
DESVENTURADA AVENTURA clavado en el labio inferior. Un hilillo de
sangre corría por una de las comisuras
Poco a poco, el cuerpo cesó de temblar, de su boca. Él la miraba indiferente, no
las contorsiones disminuyeron, mas sentía compasión ni inquietud o temor
los dientes continuaron clavados por la suerte de su amante, solo asco, y
en los labios. Cuando empezaron los una irritación que iba incrementándose
espasmos, él no se había percatado de momento a momento. Se sentía
lo que estaba pasando; se había limitado estafado y burlado. “Dentadura postiza y
a susurrarle que controlara su fogosidad, endemoniada”, se repetía. Ella retiró con
y solo cuando sintió los frenéticos y una mano su prótesis y le extendió la otra.
descontrolados movimientos de la mujer, Él hizo caso omiso a su invitación y dando
dio un bote y saltó de la cama. Quedó un gran resoplido solo dijo: “Menos mal”,
paralizado; incredulidad y miedo se mientras cerraba tras de sí la puerta de la
mezclaban en su mente. No sabía qué habitación.
hacer, no se atrevía a tocarla. Como una
ráfaga se le cruzó la idea de abandonar NIDNAR ATUR
sigilosamente el hotel y dejarla allí y, en
ese momento, se dio cuenta de que
estaba completamente desnudo.
Las convulsiones fueron cediendo y la
mujer tranquilizándose; su respiración ya
era normal. Se acercó con cautela a la
entrelíneas | 13
ENTREINICIOS
DOLOR
AMANDA ARS
14 | revista literaria
Aquí, siquiera por unos
momentos, estoy libre
de esa visión horrenda,
de esa visión...
A
quí, siquiera por unos momentos, Aquí, siquiera por unos momentos, estoy
estoy libre de esa visión horrenda, libre de esa visión horrenda, de esa visión…
de esa visión... que me quema las pupilas y me resquebraja
Su cara me persigue por toda la casa. Salgo los tímpanos; la piel se me agrieta en ríos
a la calle, pero, a donde quiera que vaya: en que vomitan pesares. Mi lengua azul llora
el escaparate de una tienda, en un espejo, al tragar vuestras lágrimas. Quisiera poder
incluso en el rostro de un desconocido, que miraros a los ojos y transmitiros todos los
ha dirigido su mirada hacia mí... allí está. misterios de la vida y de la muerte que, por
Mis manos están llenas de su sangre. Sus mi esencia inmortal, ya fui descubriendo.
ojos, por donde se le escapaba la vida, Pero me lo tienen prohibido. Es una regla
cuando lo apuñalaba, se me quedaron sagrada que cualquier ser –como yo– debe
clavados en mis retinas. cumplir sin excepciones. Por eso me convertí
Esta noche, sus gritos eran estremecedores. en sombra, deambulando entre vuestros
No hay descanso posible para mi cuerpo ni laberintos de inseguridades y temores, a
para mi alma. vuestro lado, con la única esperanza de que
Los golpes, que recibía de sus puños, los un día veréis el mundo sin miedo.
siento, todavía, en mis carnes, como si Ese día descubriréis quiénes sois.
continuara con vida.
Eso fue lo que me hizo enloquecer, hasta BLANCA DE LA TORRE
coger el cuchillo de la cocina y apuñalarle,
una y otra vez, no las conté, creo que fueron
diez...
Aquí y ahora, estamos los dos, en lo alto de
la cornisa de la casa. Si yo salto, ¿me libraré
de él? Al final, decido, tirar su cadáver, desde
aquí arriba.
Ya no me importa que me cojan, que me
encarcelen de por vida, solo quiero sentirme,
aunque sea metida en una oscura celda,
¡LIBRE!
ANGELA ROJAS
entrelíneas | 15
A pesar de ti, de mí y del
mundo que se desquebraja,
yo te amo
A
pesar de ti, de mí y del mundo que se desquebraja, yo te amo, mi querido
Oswaldo. Tal vez no puedas perdonarme, pero después de un año desde que
ese sortilegio te transformó en unicornio y yo no quise devolverte a tu estado
natural, me he dado cuenta de que echo ridículamente de menos tus pies fríos
bajo las sábanas y tus manos calientes sobre mi piel. Ay, ¡qué huérfanos han estado mis
oídos sin tu risa que contagia mi alma de carcajadas! Ya sé que llevaba un tiempo echando
pestes de ti. Que si Oswaldo es tal, que si Oswaldo es cual… No sé que me pasó, querido, tal
vez, las hormonas de los 500 años estaban haciendo estragos en mí. A veces, me pregunto
si nuestra inmortalidad es ventajosa, el cinismo se apodera de las entrañas y muy pocas
cosas consiguen abrirme el apetito del entusiasmo o provocarme una sorpresa donde se
me haga la boca agua. Ayer soné que, si no hay manera de atravesar los confines de la
Región de la Muerte juntos, me gustaría caminar en las trincheras de la vida contigo e ir
improvisando. Sería nuestra infame aventura.
Entre la perfección o el amor, elijo… tu amor
AMOR
NIDNAR ATUR
16 | revista literaria
ENTREINICIOS
ÁNGELA ROJAS
entrelíneas | 17
Los acontecimientos
del día anterior lo
han sacudido hasta
lo más profundo de
su ser
VEINTICUATRO HORAS
L
os acontecimientos del día anterior lo han sacudido hasta lo más profundo de su ser.
Un dolor desconocido recorre su cuerpo. Su cabeza es un hervidero en el que se
mezclan si orden humillación, preguntas, dudas y, entre todo este caos, una tímida e
inconfesable esperanza de que todo se deba a algo insólito, que de un momento a otro se
aclare.
¿Ha sido todo solo un juego de una mujer desocupada? O, peor, tal vez su compañeros se
estaban divirtiendo a su costa. No puede dejar de pensar en las bromas que habrán hecho
leyendo sus cartas y respondiendo a las suyas. En su corazón se mezclan la amargura por
la pérdida del amor, de un amor que se le ha esfumado inexplicablemente, y la vergüenza.
Teme enfrentarse hoy a sus compañeros, soportar los golpecitos de apoyo en su hombro,
escuchar sus palabras de ánimo, mientras disimulan sonrisitas burlonas.
Decide que esto no va a consentirlo, no está dispuesto a ser el hazmerreír de nadie. Se
presentará como si nada hubiese sucedido, él será el primero en reírse del plantón que le
han dado, e, incluso, bromeará contando cómo la engañaba fingiendo en sus cartas un amor
que no sentía.
Se presenta con el mismo talante jovial de todos los días. Pero hoy, hay algo forzado en el
ambiente, las ocurrencias y las risas son más estridentes y ruidosas, como el ruido de un
champán barato.
El esfuerzo, por aparentar que no le ha afectado lo sucedido es titánico; poco a poco se
desinfla y desaparece. No tarda en aparecer de nuevo, viene sofocado y radiante. Su amor
está abajo esperándolo. No hay plantón, ni abandono, solo una confusión estúpida.
La vida vuelve a ser maravillosa.
NIDNAR ATUR
18 | revista literaria
ENTREINICIOS
Los acontecimientos del día anterior lo han sacudido hasta lo más profundo de su ser.
En la soledad de una fría celda, todavía se preguntaba cómo habría empezado todo.
Hacía mucho tiempo que la conocía, pero era una compañera más de clase, ¿desde
cuándo?, ¿Tercero de la ESO, quizás? A la que sí conocía era a su amiga Marta. Con ella sí
terminó teniendo una relación más estrecha.
La saludaba todos los días, al entrar y al salir de clase. Intercambiaba alguna pequeña
charla, compartida con otros y ya está.
Coincidieron en la Facultad: “¡Qué casualidad! ¿También estudias Farmacia?”
Nada raro se imaginaba, hasta que ayer por la mañana, cuando se presentan en el aula el
catedrático con dos policías de paisano.
“Acompáñenos, Sr. Ortiz”
Al llegar al despacho, la encuentra a ella, que acompañada de sus padres y llorando a
moco tendido, empieza a hablar de “algo”, ajeno a él por completo.
ANGELA ROJAS
entrelíneas | 19
20 | revista literaria
© Dang Thien Thanh from Pexels
Por el aire se movían
sin descanso, de
un lado a otro,
numerosísimos
fantasmas que
gemían al pasar.
P
or el aire se movían sin descanso, En un medio de ese caso incontrolable, surge,
de un lado a otro, numerosísimos apenas perceptible, un murmullo, un canto
fantasmas, que gemían al pasar.... ¿una oración, quizás?... Como entonado por
tras sonar las doce campanadas de la un ángel.
medianoche, en el reloj del salón. A medida que la canción iba subiendo el
A continuación se escucha un estruendo, tono, mágicamente, se fueron apagando:
como si el infierno se abriera de par en par, primero los gemidos, luego los gritos... Las
acompañado de alaridos provenientes de ánimas en pena se miraban unas a otras, y
sus entrañas, que al mismo demonio harían como perseguidas por un monstruo, huyeron
temblar. despavoridas.
En esa noche sin luna se oyen también Los relámpagos cesaron, las nubes negras
ruido de cadenas, de látigos, gritos se separaron, y un rayo de luz, brillante, cuyo
desgarradores y llantos de desamparo. fulgor ningún ojo humano ni divino podían
Risas estremecedoras, insultos, blasfemias... contemplar sin cegarse, atravesó la noche,
a todo pulmón. No había, en dos kilómetros a dando paso al silencio.
la redonda, quien no se percatase de lo que La tierra dejó de temblar y, en ese instante,
allí estaba sucediendo en esos aterradores el reloj del salón sonó de nuevo, dando las
instantes. seis.
Nadie podía dormir. Hasta los más Muchas puertas se abrieron, y la gente salía
descreídos se arrodillaban a rezar lo poco de sus casas a la calle, abrazándose los unos
que recordaban haber oído en su niñez. a los otros, gritando de alegría. “¡Estamos
El cielo se llenó de nubes, y unos relámpagos vivos!”.
hacían de banda sonora a tan aciagos Y el sol volvió a brillar.
momentos, que parecían no tener fin. Esas
horas eternas, en que no había cabida ni ANGELA ROJAS
para la misericordia, ni para la esperanza.
entrelíneas | 21
ENTREINICIOS
LIBERTA CREMONA
22 | revista literaria
FANTASMAS
NIDNAR ATUR
© Asaph Guedes from Pexels
entrelíneas | 23
E N T RE
I M ÁGEN E S
UNA IMAGEN PARA COMENZAR UNA HISTORIA
E
n una escuela abandonada, el tigre Ashati y la cebra Kala esperaban el regreso de los
niños.
Tuvieron que irse deprisa. El sonido de la muerte resonaba por toda Angola, dejando
jirones de almas esparcidas por todas partes. Cascotes de pelo y piel donde antes había un
humano. Tan solo un segundo anteS.
–¿Qué vamos a hacer hoy? –preguntó Kala.
–Desvanecernos un poco más, como hacemos todos los días –respondió Ashati, resignado–.
Los niños y sus maestros mantenían nuestro espíritu. Sin sus murmullos, sus cantos y sus
sonrisas nos extinguiremos.
–Casi no veo tu cara de tigre, pero la conservo en la memoria. Ya no me das miedo; antes
sí –confesó Kala–. Pensé que ibas a comerme.
–No tengo hambre, soy una pintura; igual que tú.
–Ah, ahora entiendo por qué no sé a qué huele la hierba fresca. Pero si hubiéramos sido
reales no estaríamos aquí, en la escuela. Prefiero los niños a la hierba.
El tigre soltó una carcajada felina y Kala se sobresaltó un poco.
–Nunca te comería, Kala; eres mi amiga. No se come a los amigos.
–¿Somos amigos? Los amigos se abrazan, ¿verdad? Abrázame, Ashati. Quiero desvanecerme
contigo, juntos.
Un tiempo después un humano entró gritando; el garrote que tenía entre las manos hacía
mucho ruido y escupía destrucción. Miró hacia ellos; habló con desprecio.
Ellos solo se abrazaron más fuerte mientras una lluvia de balas les atravesaba.
BLANCA DE LA TORRE
Cómo huía de ti cuando caminábamos por la sabana, y aún temía tu zarpa cuando
plasmaron nuestras figuras en esta pared. Pero la guerra iguala en temores a generales y
soldados, a depredadores feroces y a pacientes rumiantes.
Y en la posteridad se contemplará durante siglos mi figura, cual merece mi belleza, plasmada
en un fresco indestructible mientras tu imagen de un temple mediocre se diluirá sin dejar
rastro de tu fiereza.
GLORIA POZA
24 | revista literaria
“ ¿Cómo
sabe quién
ganará? Solo
si luchas,
sabrás la
respuesta..
ESTHER OBIAMO MOICHÉ
entrelíneas | 25
ENTREIMÁGENES
LIBERTA CREMONA
GATOS
U
na vez al año, el primero de de que me alzara con el premio de “miss
noviembre, los gatos negros nos menino” del año. Ahora la veo un poco
reunimos para votar quién es la mustia. No es para menos, todos los ojos y
mejor dueña. Ellas creen que venimos para cámaras están clavados en la participante
la exhibición anual, las muy ilusas… A pesar que está desfilando en este momento, pero
de traernos con collar, somos nosotros los no, precisamente, en la concursante, sino en
que mandamos en casa; todo aquel que su dueña. Oigo murmullos de desaprobación
tenga un gato lo sabe. Hoy nos dejamos de las mujeres y silbidos de los hombres. No
pasear como si fuésemos perros mientras hay derecho, se me escapará el trofeo, y
esperamos para entrar al recinto. Por cierto, todo porque mi dueña no sabe cimbrearse
cada año la señora James intenta colarse en lo alto de unos tacones. Bueno, vamos a
con ese repugnante chihuahua. Todos esperar a ver quiénes forman el jurado
miramos su desfile sabiendo que al llegar
a la puerta no la van a dejar entrar, ni por NIDNAR ATUR
ella ni por su asqueroso perro. Ambos están
“
vetados. Ella es feliz paseándose y nosotros
nos divertimos sabiendo que esta batalla al
menos la ganamos siempre los gatos.
26 | revista literaria
ENTREIMÁGENES
entrelíneas | 27
ENTREIMÁGENES
ANNABEL GÓMEZ
BRUJAS
No sé por qué he hecho caso a la Mariajuana. Vaya mierda de fiesta. ¡Mujer, lo vamos a pasar
genial! ¿Genial? ¿A esto le llama pasarlo genial? Tres maduritas vestidas como la tía Rogelia
alrededor de una hoguera. Si a esto puede llamarse hoguera: tres palos y una chasca verde
todavía. Ni calimocho han traído estas dos bobas. Pues yo no pienso darles de mi maría. En
cinco minutos me voy y en mi casa me fumo unos petas a su salud.
¡Hala, guapis! Ahí os quedáis, que me estoy quedando pajarito.
CARMEN SERRANO
28 | revista literaria
PODER
Poder, hermanas, es lo que hemos conseguido, y los que saben, nos han bendecido con su cultura. Somos
tres y no seremos más, pues este triunvirato está protegido por los elementos de cada una. En este
yermo paraje empieza una nueva era. Aquí, hermanas, plantaremos la piedra angular de nuestro negocio.
Tú, experta en ensaladas y entrantes, te dedicarás a ello con todo tu ser. Y tú, señora de los guisos,
colmarás los estómagos de los más selectos. Yo acabaré de embaucar a cualquiera con mis postres sin
igual.
Para primavera espero que nuestro restaurante tradicional este abierto al público. Y, ahora, vámonos, que
hace un frío del carajo.
entrelíneas | 29
ESTHER OBIMO MOCIHÉ
ojos a cada una, comprendí lo que había sido mi vida.
Solo cuando fui capaz de mirar directamente a los
Somos poderosas, fuertes y graciosas.
Somos un trío ardiente,
pero con frio hasta en los dientes.
Y estamos aquí plantadas a las seis de la mañana
Y como único almuerzo, un plátano y una manzana.
Somos invencibles, unidas podemos,
pero, para que no se pique nadie,
no somos de ningún partido moderno.
Esperamos la noche más mágica,
Hallowen la llaman
Ese día somos famosas,
ese día hasta nos aman.
Manuela, nos hemos puesto muy pronto,
¿esto no empieza a las doce?
¡Es que venir a esta hora,
no se le ocurre al más tonto!
¡Chisss!, no des voces.
Pues vámonos a casa,
que he visto a mi vecino,
mearse, más que por miedo,
por guasa.
30 | revista literaria
E
stán en cualquier lugar; miran, observan,
espían. Deambulan como cámaras
andantes sin un objetivo concreto.
Asisten sin invitación a disputas, besos,
encuentros…; contemplan sin pudor fatigas,
insolencias o alegrías. Todo un ejército de
intrusos que transportan grabadas en sus
retinas secretos e intimidades de vidas
ajenas. Somos las víctimas de un continuo
allanamiento del que no somos conscientes,
tan distraídos estamos mirando, observando
y espiando a los demás.
NIDNAR ATUR
entrelíneas | 31
ENTREIMÁGENES
LIBERTA CREMONA
“ Yacomo
lo veía venir. Ya no me miras
antes.
TRAGICOMEDIA “ENTRE OJOS”
32 | revista literaria
sentirse realizada, demostrar todo lo que
vale; y no puedo llevarte conmigo.
S
–¿Eso duele, mami? Porque estás llorando.
eguir hacia delante sabiendo que
–Sí, cariño, duele; pero enseguida se me
nuestras sombras, aunque nos
pasa.
acechan, nos acompañan en el camino
BLANCA DE LA TORRE
solo para asegurarse que no retrocederemos
nunca más.
ESTHER OBIAMO MOICHÉ
PUEDO
entrelíneas | 33
S
alí del laboratorio arrastrando los pies, tenía visión doble y una obsesión convertida
en mi sombra se deslizaba a cada paso que daba. Todo me parecía mortalmente
peligroso: hasta un chicle pegado en la barandilla del hermoso puente que cruza el río
Edeffel y que yo atravesaba de camino al trabajo.
Hoy me tocaba comer con la abuela Lotti; llevaba bastante tiempo afanada con uno de sus
proyectos de labores, que escondía con mucho revuelo en cuando asomaba uno de mis
pelos por la puerta. Se acercaba mi cumpleaños. Eso era todo el misterio. Las abuelas nos
siguen viendo como niños, aunque les sequemos tres cabezas. Sonreí tontamente.
Entré con estrépito por la puerta para no sobresaltarla, pero ella me estaba esperando; nada
de disimulos. La mesa ya estaba puesta con esmero y había un paquete grande descansando
en la silla del abuelo; llevaba tres años y medio sin ser utilizada. Seguro que se sentía sola e
inútil.
La abuela Lotti se acercó a mí, me cogió ambas manos, me besó los nudillos y me dejó
marcado el contorno de sus labios granates allí donde imprimió su amor; después, cogió
aquel fardo envuelto en papel dorado y me lo tendió.
–¡No he podido esperar al día de tu cumpleaños! Ya sabes cómo soy. Ábrelo, ábrelo –me
suplicó con aquel rasgo suyo de niña de setenta y seis años y dos meses.
Me puse a desojar el paquete como si el envoltorio fuese pétalos de amapola, mientras la
abuela movía sus dedos de colibrí conteniendo su memorable impaciencia. Cuando quedó al
descubierto sentí que mi corazón se volvía loco y que mis piernas flojeaban.
Noté que mi abuela me hablaba desde muy lejos y que un pitido ensordecía mis oídos.
–…Esas fotos… trajiste… trabajo… como mandalas ¡Preciosos…! Colcha… cumpleaños –creí
escuchar.
Solo era una inocente colcha de ganchillo, cuyo patrón era ni más ni menos que el virus más
feroz que nunca había visto en un microscopio. Iba a tener muchas pesadillas.
BLANCA DE LA TORRE
34 | revista literaria
Eminentes científicos a través de sus avanzados
microscopios acaban de descubrir nuevas formas de
camuflarse de los virus malignos, observan como se
alían distintas especies para ayudarse en común.
La intención, parece ser, es llamar la atención y parecer
atractivos; con la nueva imagen en forma de MANDALA
habrá quien pretenda ponérselo colgando de una
cadena y lucir su curioso adorno; pero cuidado, puede
ser letal
CARMEN SAGRADO
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entrelíneas | 35
ENTRE
PERSONAJES
A
mi asesino tanto como a mí, aunque me
unque no sé describir ni mi dejó malherida. ¿Me habría abandonado
aspecto ni mi edad, hay algo dándome por muerta? No, regresó con
que siempre tuve presente, una pala y ayudándose del arma de tortura
que los humanos sienten me trasladó a un recipiente enorme que
verdadera repugnancia por mi especie. reconocí a pesar del aturdimiento; sabía
Siempre escondida bajo el armario de la que no había muerto, aquello no era
cocina, en oscuridad casi permanente, el paraíso, pues antaño había estado
cuando había calma y salía a estirar allí nadando entre comida, pero ahora
mis patitas, algún ratón molestoso se estaba vacío.
me acercaba y, tras olfatearme con Y me quedé adormecido por tanto
desprecio, me propinaba un latigazo que quebranto.
me desplazaba varios metros y se alejaba Ignoro cuánto tiempo transcurrió,
después; se ve que no era manjar de su cuando una masa ingente cayó sobre mi
devoción. cuerpecito aumentando mi dolor, pero
Últimamente he pasado un largo periodo supe por su olor que aquello era entrar
solita en la casa sin que me molestaran, en el paraíso sin morir.
pero sin alimento sabroso, cuando
fui sorprendida repentinamente: me (Relato de la cucaracha Kras)
encontraba en la escalera de la entrada,
descendiendo de escalón en escalón con GLORIA POZA
pequeños vuelos para desarrollar mis
alas escondidas bajo las que me sirven RELATO DE MI TAZA DE VÁTER
de caparazón, y de repente, el gran
portalón se abrió y una enorme zapatilla Nadie como tú sabe lo que mi
amenazó con aplastarme, pero se detuvo interior es capaz de albergar. Lo que
en alto y un grito agudo retumbó en la hábilmente puede entregar incluso en las
estancia: ¡¡Aaaagggg!! ¡Qué asco! Y cual situaciones más insospechadas. Y aunque
apisonadora comenzó a descender a veces agradezco tu discreción, otras
aquella suela gigantesca dándome rogaría que no revelaras los secretos
un golpe que hizo crujir mi cubierta, corrompidos que me invaden.
amputándome alguna patita, y me arrojó Sí, eres tú, aquel que escucha el fruto
al escalón inferior; así, toque tras toque, libertado de mis heces oprimidas.
fui cayendo los seis peldaños siguientes,
pero no me asestó el golpe definitivo, ESTHER OBIAMO MOICHÉ
creo que le asustaba el chasquido final a
36 | revista literaria
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“ Nadie como tú
sabe lo que mi
meses a la intemperie. Lo peor es cuando
estás tan viejo que ya no sirves ni para
ser reciclado y te tiran directamente a
la basura. El ser tan cómodo va a ser mi
ruina…
entrelíneas | 37
VÁTER
En mi vida anterior, cuando el mundo se abría de fría porcelana que mis sentidos estuvieran al
ante mí lleno de posibilidades, pude escuchar descubierto, y no asfixiados con esa odiosa tapa
muchas conversaciones y así enterarme de que no hacen más que bajar cada vez que pasan
la gran cantidad de nombres por el que me por mi lado.
conocen: váter, retrete, escusado, tigre, inodoro, Inesperadamente, todo se hizo oscuro y una
taza…; pues, parece que no son suficiente. Voy fuerte estampida me estremeció hasta las
a contaros lo que me sucedió en el hogar al que entrañas y, sin tregua, una intensa, pero rápida,
fui a parar definitivamente. Estaba yo limpio ráfaga como de lluvia de barro me cubrió por
y resplandeciente, esperando a estrenarme completo. ¡Estaba asistiendo a mi primera vez!, y
con mi primer cliente, cuando oí unos pasos casi me lo pierdo por no encontrar mi dueña una
en el pasillo (entenderéis que me sintiera un palabra refinada para designar a este, mal que le
poco nervioso, algo había oído, pero siempre pese, imprescindible artilugio.
con medias palabras, con eufemismos que no No os voy a aburrir con todas mis experienciaS
terminaban de aclararme totalmente mi misión). a partir de ese día, pero sí os diré que sé de
Pues eso, estaba yo a la expectativa, cuando ellos mucho más que ellos mismos. Detecto
oí a mi dueña que decía: “voy a pasar al baño”. extraordinariamente cuando están constreñidos,
Esto me tranquilizó, todavía no había llegado mi ansiosos, contentos, cuando todo fluye o todo
momento, y vislumbré la posibilidad de disfrutar se estanca. Ante mí, no hay glamur que valga.
de alguna de las imágenes soñadas en mis largas
horas de espera. Agradecí con todo mi corazón GLORIA
SOCORRO POZA
GONZÁLEZ
38 | revista literaria
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BACANAL DE GARBANZOS
–¡A mí, a mí! ¡Cógeme a mí! –me susurró a gritos la olla, chica. Que si el nabo, el morcillo, …Cocido
aquel táper medio escondido en la nevera. madrileño, jajá. ¡Cocido de Sodoma y Gomorra!
–A ver, ¿de qué eres? –pregunté. –Me has quitado el apetito. Me voy al búrguer.
–De garbanzos del cocido que hiciste hace tres
días. BLANCA DE LA TORRE
–Ufff… ¿Ves alguna bacteria maligna por ahí? ¿Y
metano?
–Bacteria mala, no. ¿A qué te refieres con
metano?
–Pues, gases… ya me entiendes. Eso que suena…
y huele…
–Ya. Lo normal, que no soy tofu.
–Uy, no, que tengo una cita.
–Pues cuanto antes sepa tu cita como huelen y
suenan tus gases, mejor. Así no hay sorpresas,
ni arrepentimientos, ni reproches.
–¡Cuánto sabes de relaciones para ser una
legumbre!
–Mi vida es muy efímera y la aprovecho. No te
puedes ni imaginar lo que ocurre cuando cierras
entrelíneas | 39
DIARIO DE UNA PLANTA
40 | revista literaria
FRASES
APÓCRIFAS
“Has dado en el clavo, soldado”
Jesús de Nazaret
SOCORRO GONZÁLEZ
BLANCA DE LA TORRE
entrelíneas | 41
ENTRE LIBROS
Las edades de Lulú ha sido el último libro largo de los años, siendo siempre el ansia
elegido en nuestro club de lectura como de placer a cualquier precio el motivo
homenaje a Almudena Grandes, fallecida central de sus vidas. En su afán por ser
el pasado 27 de noviembre, el mismo día transgresora, Almudena Grandes aglutina
que otra madrileña insigne: Gloria Fuertes. en los protagonistas todas las prácticas
Personalmente soy lectora y admiradora de sexuales que a priori causarían rechazo a
su obra. He leído la mayoría, pero no empecé la mayoría de los lectores. Atendiendo a su
por el principio, por su primera novela. Quizás fecha de publicación sin duda defino esta
porque en su día vi la película que Bigas Luna obra como valiente, por abordar un género
estrenó en 1990 y no me atrajo. tan difícil. El objetivo de la autora era ganar
Las edades de Lulú es una historia de amor el premio de novela erótica Sonrisa Vertical
incondicional, dependiente y dañino que y lo consiguió con su primer trabajo en el
transcurre en el Madrid de los años ochenta. año 1989. Tenía entonces 28 años y una
Comienza con una niña de 15 años criada flamante carrera por delante…
en una “buena familia” carente de afecto,
relegada por el nacimiento de sus hermanos Recomendado por ANNABEL GÓMEZ
gemelos. Se verá arrastrada al sexo por
Pablo, de 26 años, un amor platónico, amigo
de su hermano mayor, cuyo mayor deleite
es prolongar eternamente la niñez de Lulú.
La pareja atravesará diferentes etapas a lo
42 | revista literaria
Panza de burro El palacio de hielo
ANDREA ABREU TARJEI VESAAS
Aquí tenemos un libro atípico, la primera Cuenta la historia de amistad dos niñas de
novela de esta joven periodista y escritora. once años, Siss y Unn, que, pese a sus breves
No es atípico por la historia, pues, al fin y encuentros, su conexión es tan profunda que
al cabo, trata sobre la vida de dos niñas, las marca para siempre.
amigas, que van descubriendo su mundo En la trama se aprecia el pensamiento
interior mientras describen cómo pasan el adolescente (intenso, radical y complejo), las
verano en su ciudad natal que, aunque no relaciones interpersonales que establecen
llegan a mencionar el nombre, se intuye por con lazos inquebrantables que, como un
los detalles dónde se desarrolla. hilo, va uniendo sus vidas y provocando
Lo atípico de esta novela es su forma de decisiones difíciles de comprender para los
estar escrita. Es en primera persona, cierto, otros protagonistas (y, probablemente, para
pero contado como te lo contaría esa niña el propio lector).
que ve cómo pasa su vida ese verano. Te lo Como telón de fondo se encuentra un
cuenta de forma no consciente. Es como si entorno que compite en intensidad con
cogiera un bolígrafo y comenzase a escribir la historia de Siss y Unn y que, de forma
los pensamientos que cruzan por su mente indiscutible, marca el ritmo: el frío, el bosque,
en ese momento, y no solo eso, si no que la oscuridad y, por supuesto, el palacio de
utiliza el dialecto típico propio de su territorio. hielo; que se convierte en un personaje tan
Y si lo entiendes, bien. Y si no, también. Tal importante como las propias niñas.
vez te exasperes un fisquito no más. Literatura noruega en estado puro, con el
La historia de cómo surgió el libro y del estilo de Tarjei Vesaas: enigmático, sobrio y
proceso, sobre todo del final, la explica en lleno de tensión.
el prólogo su editora, Sabina Urraca, la cual
describe muy bien lo que puedes llegar a ¿Aceptas el reto de leerlo?
sentir al leer Panza de Burro.
Recomendado por BLANCA DE LA TORRE
Recomendado por RUTH OBIAMO
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EN T REC ERRA D O
Algo se muere en el alma
No me gustan las sevillanas. La música popular sí me atrae: tangos, boleros, coplas, etc. Pero
las sevillanas nunca me han calado hondo; sin embargo, hay alguna que sí lo ha hecho, como
la Sevillana del adiós; creo que es porque la primera vez que la escuché fue en la enorme
serie de televisión Verano azul, en el episodio de la muerte de Chanquete. Supongo que las
escenas de su entierro con esa música de fondo nos dejaron marcados a todos los niños
españoles de la época. Entre eso y Marco, demasiado bien estamos.
Curiosamente, el pasado martes 8 de febrero me desperté con la Sevillana del adiós en la
cabeza, y, casualidad o no, ese día, por la tarde, moría repentinamente en su casa de Sevilla mi
gran amigo Humberto. Aún me cuesta creerlo. Humberto no suele ser de los que se mueren.
Espero que me llame un día de estos para explicarme que todo ha sido un malentendido o
una broma “con más mala leche que cien mil dinosaurios”, como dijo en una ocasión de un
chihuahua que casi nos mata del susto con sus ladridos cuando paseábamos.
Será también casualidad que fue un verano azul de hace más de treinta años cuando le
conocí. Yo me encontraba al final de una tremenda adolescencia que ese mismo verano
estaba dando unos últimos coletazos muy peligrosos. Entonces apareció Humberto y me
ofreció lo que yo más necesitaba en esos momentos de mi vida: su inabarcable cultura, su
sabiduría vital, su genial sentido del humor, su humanidad, su cariño, su respeto. Puso delante
de mis ojos mi propia valía y me elevó. Y lo ha seguido haciendo durante todo este tiempo,
como estoy segura de que lo ha hecho también con todos sus alumnos y alumnas en sus más
de cincuenta años de profesión, y con todas las personas que le rodeaban.
Sé que voy a añorar las cartas que nos escribíamos al principio, el intercambio de correos
electrónicos después, sus lúcidos artículos, mandarle la revista Entrelíneas, reírme con sus
chistes y ocurrencias. Era despistado y conducía mal. Decía que cuando algún amigo ateo se
subía con él a su coche, el amigo acababa rezando “Cordero de Dios…”. Y así siempre con
Humberto, sonrisas y risas. No guardo ningún mal recuerdo de él.
Cuando me casé hace dos años, Humberto no pudo venir a Madrid para asistir a la boda por
problemas de salud, aunque me aseguró que no me faltaría el millón de euros en la cuenta
como regalo de boda. Prometí una visita a Sevilla para que él y Juani, su esposa, conocieran a
mi marido y pasar allí unos maravillosos días juntos. Era importante para mí, pero la pandemia
lo impidió.
Querido Humberto, quizás está primavera se pueda hacer realidad por fin nuestro deseado
encuentro y vuelvas a ser mi cicerone por todos los rincones de Sevilla. ¿Ponemos fecha?
¿Qué te parece? Así que no te vayas todavía, no te vayas, por favor.
ALICIA PISO
(En recuerdo de Luis Humberto Clavería)
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