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SALUDA

Bienvenidos al mundo Entrelineas

Evelendit velenih ilique sin conet faccum, velis ium nam, nonsequam eic
tet qui aliberatibus deribus cus ut alignis eum qui serepuda cum explica
tempore rsperis eos qui nimus vent fugitat et quaspiditas maximpos
essecti utecto et amenias entiur re, est rem ressit occabo. Ictatet et que
cum fuga. Nam rempos alis ape oditem faccatem dolor mo elibus eiur?
Fugitia site ea quasserepti blatemque peres eumquiatem facerrovid
que vid ex esciur sitius, cusame sitiaes cipicae nihit earum dis resseriam
nis qui conem fugitatio tem acillor sim fugit, oditest moditas impelest
debis eos doloreperum faces quam faccum reperum, net labo. Nemquia
velendae volutaspe conem fugia soloribeat quamustotas dolorit
modipid quos ea core seribus cusandus, cum net, sequibu scipsundis
ationsequam, endit doluptate quianditatur mo maio quist, exerspe llesse
voloreniatur antem dolupta volo il il maioris invero vellam sequis ut re,
non por aut vero optatibus mincto omnis nulparit qui untur aut alignimi,
quidi blandaeprat.
Iducianis dolorpo ritaerum quaecaborpos core nonsere reicit fugit experiti
aut omnis rem res aut quatempor sollaccat lab imi, od molupta tisimet
fugia arciet, ellitio nsequod itibus maximolorae sim que litesti nvelles
sunt dem iliquat emporep udandae cone cum fuga. Nem hit labo. Sa
voluptae es a doluptiatur magnam num qui temquid erumque suntiam,
tes sunt ulpa sunt hiciate mporitas alis eum et quam nus, con nulparunt
quo dolum archilit, seque prat et denis dolende bitatia nem re dis ea duci
dest lam res quaturero magnam et opta quis aliquos suntio. Ne labo.
Et que ped estentibus enis elitatioria sendit expligeniam sita ped quam
volluptiatio volorehendi nosaped quibusa et lanihic iasperecerro eseque
santur?
Alisimi ntenecabo. Et ligent fugit moluptur?
Es dem que nos reptati omnimi, soles illo bearibusam con enia volum sit

Presidenta de la Junta Municipal de Distrito


Loranca-N. Versalles-P. Miraflores :

RAQUEL PÉREZ ESTÉBANEZ


Contenidos
literarios

Disfruta de
nuestras
creaciones.

Marzo de 2022

Segunda época

n.º 5

© Roy Reyna from Pexels ©

2 | revista literaria
Síguenos en Dirección y corrección: Alicia Piso,
Facebook y en Maquetación: José Luis Sánchez Pascual
instagram: Encuadernación e impresión: Hilario Javier Sánchez Pascual & Co.
Escriben: Gloria Poza, Annabel Gómez, Carmen Serrano, Socorro González, Ana
Asociación María Sánchez, Ruth Obiamo Moiché, Esther Obiamo Moiché, Carmen Sagrado,
Entrelíneas de Blanca de la Torre, Catalina Cuesta.
Loranca

Entreabierto
Poesía para el mundo. Locuras en
04
verso directas desde el alma

Entrelíneas
Libertad de expresión, mentes
07
abiertas.

Entreinicios
Empezamos todos con una frase
12
y no sabemos dónde acabamos

Entreimágenes
Directamente desde los ojos
24
a la tinta.

Entrepersonajes
Cada cosa que vemos puede
36
ser protagonista de tinta.

Entrelibros
Leemos, compartimos
42
y recomendamos si es menester.

Entrecerrado
El postre siempre al final, como
44
en las buenas mesas.

© Anouar Olh from Pexels

entrelíneas | 3
ENTRE
ABIERTO
VENDRÁ

La lluvia bautizó nuestros cuerpos impuros.


Los dejó mojados de esperanza
para acoger de nuevo las caricias
y los besos que vendrán… porque vendrán.

La nieve enterró nuestras negras ideas


dejando nuestras mentes abiertas
a una nueva forma de vida
que sin duda vendrá… porque vendrá.

El viento trasladó la alegría


hacia un lugar seguro
para después poderla recuperar
porque ese día vendrá.

El sol iluminó el inicio


y llegaron besos y caricias,
nuestras mentes se conciliaron.
Futuro se convirtió en presente
Y vendrá vino. Aquí está.
.

CATALINA CUESTA

4 | revista literaria
© Annie Spratt from Pexels

entrelíneas | 5
ENTRELÍNEAS
EL JUEGO INFINITO DE LAS LETRAS

© Janko Ferlic from Pexels

Photo6by
| Valeria Miller from Pexels
revista literaria
MOMENTOS Y RECUERDOS.
La felicidad y la memoria como compañeros de viaje

E
ran fechas conflictivas. De regalos y turrones, para unos; de fe y belenes para otros; de
soledad y tristeza para los que han perdido algo. No un objeto cualquiera que puede
sustituirse, sino algo que no se puede reemplazar. Ocho años de relación que ha saltado
por los aires, por ejemplo. Sientes que han dinamitado tu interior y el hueco duele. Vagas con una
sonrisa que solo hace que tu congoja luzca más. Y ya abatida te tumbas en la cama para cerrar
los ojos, fatigada de fingir que te da igual que tu novio ya no te quiera. Y cuando te das la vuelta
te topas con un cuerpo. No, no es él. Es tu hermana. ¡Claro, es Navidad y hay que compartir
camas! Entonces, te amarras a ella, la abrazas por la espalda y la das un beso silencioso entre los
omóplatos, y su voz, cinco años más pequeña que la tuya susurra entre sueños:

–Por fin, vuelves a ser tú.

Lo entendí al instante; ocho años con una pareja que le repele las muestras de cariño van
haciendo mella. Entre las nubes de asombro vislumbras un rayo de felicidad, que ruge como un
trueno y sientes que ningún amargor, traición o abandono podrá destruir quién eres. Vuelves a ser
tú, trona en tus oídos, una y otra vez.

BLANCA DE LA TORRE

Uno de los momentos más felices de mi vida.


Qué difícil decidir qué momento de tu vida ha sido el más feliz. Recuerdo que cuando iba
a la escuela nos mandaban hacer esta redacción: Cuenta cuál ha sido el día más feliz de tu vida. Y
también recuerdo que había como un pacto secreto que todo el mundo cumplía: El día más feliz
de mi vida, el día de mi Primera Comunión. Y yo, que no había tenido vestido blanco, ni fiesta de
Primera Comunión, también me explayaba contando cómo ese había sido el día más feliz de mi
vida, cuando, en realidad, los días más felices que recordaba eran los que había vivido en aquel
maravilloso lugar donde mi mayor dicha consistía en acompañar a mi vecino de diez años para ver
los cabritos recién nacidos y dar de comer a los conejos.
Afortunadamente, la vida me ha regalado muchos momentos felices e inolvidables, que
guardo como tesoros en mi corazón. Sin embargo, hay un acontecimiento en mi vida en el que la
dicha y felicidad me cogieron desprevenida, y eso que lo esperaba con mucha ilusión. Difícil poner
palabras a la emoción, al sentimiento inefable que me embargó en el instante en que vi a primer
nieto recién nacido.

SOCORRO GONZÁLEZ

entrelíneas | 7
ENTRELÍNEAS

de Errol Flynn, Tyron Power, o tal vez, ese


cómico pelirrojo de los años cuarenta.
Magníficas películas he visto junto a las
Momentos felices de mi vida: Creo
dos mujeres de mi vida, comiendo hasta
que un momento feliz, bueno, se repitió
estar bien redondita y disfrutando como
en tres ocasiones y fue multiplicado
la enana que era.
repetidas veces en cada uno de mis
Pero como he dicho, no lo sabía y ahora,
tres embarazos: la primera vez que sentí
valoro y guardo como un tesoro esos
vivos dentro de mí a cada uno de mis
momentos de ensueño.
hijos, esos momentos de intimidad con
ellos y conmigo misma, cargados de
interrogantes pero irrepetibles, aunque RUTH OBIAMO MOICHÉ
me inquietaban y suscitaban dudas sobre
si serían perfectos, su sexo, fisonomía,
sabiendo que una vida se estaba gestando
dentro de mí, estuvieron cargados de una
felicidad milagrosa y no compartida. Fue
maravilloso e indescriptible y jamás se
repitieron cuando ya fueron alumbrados.
Aunque la maternidad sea maravillosa,
cuando se rompe el cordón umbilical
y tus hijos adquieren la autonomía de
respirar por ellos mismos, esa felicidad
anterior también se rompe. Y aunque
haya habido otros momentos felices en
mi vida, todos han sido incompletos; el
único verdaderamente feliz es el vivido
con tu hijo formando una unidad contigo.

GLORIA POZA

FELIZ SIN SABERLO

En aquel momento no lo sabía,


pero estaba viviendo unos momentos de
felicidad casi absoluta.
Los domingos por la tarde nos sentábamos
frente al televisor las tres féminas de la
familia. El día anterior o ese mismo día por
la mañana, hacíamos acopio de patatas
fritas y pipas a granel en el ultramarino
© Koolshotters from Pexels

del barrio. Así instaladas, poníamos la


Segunda cadena (por aquél entonces,
sólo existían la Primera y la Segunda
cadena) y nos preparábamos para ver la
película que tocase, que bien podría ser

8 | revista literaria
© Diana Smykova from Pexels
PRIMER RECUERDO

El piso de la calle San Marcial fue Difícil asegurar que este sea mi primer
nuestra primera casa familiar. Recuerdo la recuerdo, pero es el que ha acudido más rápido
oscuridad del recibidor donde no llegaba a mi memoria.
el haz de luz que penetraba por la ventana Debía de ser muy pequeña, tal vez, solo tres
de la cocina hasta el pasillo. Solo tenías años. Es un día de sol, pero no hace nada de
que penetrar medio metro a tu derecha calor. Llevo puesta ropa de mucho abrigo y
y la cueva se convertía en un pequeño una brisa helada enrojece mis mejillas. Me veo
corredor de paredes blancas y luminosas. en un prado muy verde en el que hay muchas
Al fondo de se abría una puerta donde florecillas amarillas. El prado está muy inclinado
continuaba el pasillo convertido en cocina. y húmedo. Yo subo por el prado, cada vez más
Y aquí recuerdo a mí madre cocinando, arriba, más arriba. Estoy fascinada mirando
siempre cocinando. Las hábiles manos cómo se acama la hierba con el viento e intento
sujetan el plato llano sobre la sartén. ¡Voilà!, pasarle mi manita por encima, pero oigo a mamá
el pequeño milagro culinario se producía que me llama muy enfadada. No sé cómo llegué
apareciendo sobre el plato el proyecto a su lado; ahora, estoy sentada en el suelo,
de una tortilla de patatas. Lágrimas de mirando como lava arrodillada ante una charca
huevo caían sobre la encimera al posar grande. El agua es blancuzca y hay pompas en
el lado crudo nuevamente sobre el fondo su superficie. También hay dos mujeres que
de la sartén esmaltada. Pimientos verdes cogen cada una por un extremo una tela blanca
chisporroteando aceite de oliva puro, muy larga e intentan retorcerla; el agua les moja
denso, crecido, con el olor intenso a los pies y ellas se ríen muy fuerte. Mi madre
almazara. también se ríe y les dice que tenían razón, que
Tortilla y pimientos cocinados en un día el agua aquí está muy calentita. Lo que más
de duelo. En un tiempo impreciso en mi grabado tengo en la memoria son las manos de
memoria saldría hacia La Sepulvedana mi mamá, están hinchadas y muy rojas.
para despedir a su abuela, mi bisabuela
en su viaje eterno. SOCORRO GONZÁLEZ

CARMEN SERRANO

entrelíneas | 9
ENTRELÍNEAS

Mis primeros recuerdos:


Retrocediendo a la niñez, la primera imagen que viene a mi memoria no es de mi familia,
curioso, ¿noo?, ni de la casa donde vivía, sino del lavadero que había en el arroyo y cuyas aguas
discurrían a la izquierda de nuestro edificio.
Del este hacia el oeste, el agua aparecía a borbotones bajo el puente del Canto, llamado así por
estar formado de una sola piedra enorme (esto lo supe ya mayor), y cruzaba por un canal sobre
el río mayor hasta llegar a mi lavadero; a ambas orillas, bien alineadas había una fila de piedras
iguales sobre las que frotaban las señoras las prendas bien enjabonadas; se arrodillaban sobre sus
“rodilleros”, hechos de madera, para no mojarse.
Una esbelta fila de chopos les procuraba abundante sombra.
Aquel lugar ejercía sobre mí tal imantación que apenas salía a la calle me dirigía hacia allí, y mi
madre o mi hermana corrían a pillarme rápidamente antes de que llegara al agua.
Cuando mi madre iba a lavar yo me pegaba a ella y permanecía en cuclillas a su lado observando
y envidiando a otras chiquillas un poquito mayores que ya tenían el privilegio, a mí vedado, y que
usaban su propio rodillero. Después mi abuelo me hizo uno, ya tendría cinco años.
Más tarde ya no disfruté tanto cuando me tocó lavar las prendas de mis hermanos pequeños,
sobre todo si iba algún pañal escondido.
Ahora he añorado en mi recuerdo aquel lugar, ya que lo ocupa una cancha de baloncesto.

GLORIA POZA

LAS ESENCIAS

Representa para mí una gran dificultad escarbar en la memoria en busca del primer
recuerdo. Desde pequeña me ha costado acordarme de fechas, nombres, números; sin embargo,
no suelo olvidar una cara, y si me dan alguna pista, intento tirar del hilo hasta encontrar en mi disco
duro aquello que busco. Lo más fácil para caer en brazos de la melancolía es evocar por medio
de los olores. La primera vez que vi el mar, debía de tener unos ocho años. Se impregnó en mi
memoria el aroma a salitre, a crema Nivea, a pescado fresco. Estas sensaciones regresan cada
vez que piso la playa. Fuimos de veraneo, como se decía antes, en un Seat 133 rojo a Guardamar
en Alicante, donde mi hermano y yo encontrábamos casi cada día caballitos y estrellas de mar,
dos especies en peligro de extinción hoy. Fue un viaje maravilloso, por fin tendría algo que contar
a mis amigas que se iban al pueblo. Para ser sincera, siguiendo la estela de mi olfato, lo primero
que recuerdo no es el mar sino estar en parvulitos con cuatro años, lo equivalente hoy en día a
la Escuela Infantil. De repente empezó a oler la clase muy, muy mal. Un niño que se llamaba Blas
se puso el pobre a llorar diciendo que se le había escapado la caca. Todos los compañeros nos
reíamos a carcajadas mientras el pobre Blasito se ponía rojo, con una mezcla ente ira y vergüenza.
Algo parecido me pasaba a mí porque no era capaz de parar de reír mientras sentía pena y asco
a partes iguales. Afortunadamente mi “seño” Maribel puso orden apelando a nuestra capacidad
para empatizar: ¿Os gustaría que se rieran de vosotros si os pasara lo mismo que a Blas? —dijo.
Inmediatamente dejamos de reír, nos quedamos pensativos hasta que se me ocurrió preguntar que
cuando iban a llevarse la caca de la clase. Sin querer provoqué una segunda oleada de carcajadas
© Monstera from Pexels

y la segunda parte del llanto de Blas aún más fuerte si cabe. Me puse casi tan roja como él. Fue en
ese momento donde me sentí de verdad identificada con el “caganet”.
Por cierto, mi “seño” Maribel me reconoció un día, treinta años después, estando yo embarazada
esperando en el hospital para hacerme la prueba de la diabetes. Me hizo una ilusión increíble. Creo
que a ella también. Cuando nos despedimos no pude evitar acordarme de Blas…

ANNABEL GÓMEZ

10 | revista literaria
entrelíneas | 11
ENTREINICIOS
Contamos con un inicio o un final que da pie a nuestros autores para
dejar volar la imaginación partiendo de un punto común

Poco a poco, el cuerpo cesó


de temblar, las contorsiones
disminuyeron, mas los dientes
continuaron clavados en los
labios.

P
oco a poco, el cuerpo cesó entre las sábanas de una habitación del
de temblar, las contorsiones hotel.
disminuyeron, más los dientes ¡Vaya, menudo fin de fiesta para un jodido
continuaron clavados en los labios. El día!
amante apoyó su brazo sobre el colchón Esperó a que el macizo se durmiera y
y se dejó caer exhausto. Ella sonrió. antes de deslizarse furtivamente por la
Acababa de tener el sexo más salvaje con puerta, dejó una nota sobre la almohada:
un desconocido. Nada es permanente. Bye-bye.
Salió tarde de trabajar, sus ojos echaban
chispas y el golpe reprimido entre LUDMILA MYFLOWER
los dedos hería su autoestima. Por su
cabeza circulaban con velocidad hilarante
imágenes ficticias que deseó hubieran Poco a poco el cuerpo dejó de
ocurrido. Un derechazo directo a la temblar, las contorsiones disminuyeron,
nariz de su jefe. ¡Capullo! Tres semanas más los dientes continuaron clavados
trabajando sin descanso, y el muy imbécil en los labios.
ni la había nombrado en la presentación El deseo irrefrenable atravesó su cerebro,
al cliente. al tiempo que las palpitaciones confundían
No podía llevar toda la rabia a casa. Entró este con el miedo a ser poseída con solo
en aquel ambigú dispuesta a quemar su dejar que sus colmillos atravesaran su
rabia en el alcohol. A la segunda copa delicado cuello.
se vio colgada de un adonis cósmico. El Ahí lo tenía, sobre el quicio de la ventana
flirteo bidireccional les llevó a enredarse cual murciélago humano, arrogante,

12 | revista literaria
© Alexander Krivitskiy from Pexels
sabiéndose deseado, sin importarle cabecera de la cama y la escena que vio
nada más que la inyección de vida le pareció grotesca, casi le dieron ganas
proporcionado por ese néctar color rubí de reír y, si no fuera por la preocupación
de esa hermosa y joven mujer. que le atenazaba pensando en cómo iba
a salir de aquel embrollo, seguro que se
LIBERTA CREMONA hubiera reído sin pudor alguno.
La mujer tenía la boca abierta, la dentadura
postiza se le había desprendido y
DESVENTURADA AVENTURA clavado en el labio inferior. Un hilillo de
sangre corría por una de las comisuras
Poco a poco, el cuerpo cesó de temblar, de su boca. Él la miraba indiferente, no
las contorsiones disminuyeron, mas sentía compasión ni inquietud o temor
los dientes continuaron clavados por la suerte de su amante, solo asco, y
en los labios. Cuando empezaron los una irritación que iba incrementándose
espasmos, él no se había percatado de momento a momento. Se sentía
lo que estaba pasando; se había limitado estafado y burlado. “Dentadura postiza y
a susurrarle que controlara su fogosidad, endemoniada”, se repetía. Ella retiró con
y solo cuando sintió los frenéticos y una mano su prótesis y le extendió la otra.
descontrolados movimientos de la mujer, Él hizo caso omiso a su invitación y dando
dio un bote y saltó de la cama. Quedó un gran resoplido solo dijo: “Menos mal”,
paralizado; incredulidad y miedo se mientras cerraba tras de sí la puerta de la
mezclaban en su mente. No sabía qué habitación.
hacer, no se atrevía a tocarla. Como una
ráfaga se le cruzó la idea de abandonar NIDNAR ATUR
sigilosamente el hotel y dejarla allí y, en
ese momento, se dio cuenta de que
estaba completamente desnudo.
Las convulsiones fueron cediendo y la
mujer tranquilizándose; su respiración ya
era normal. Se acercó con cautela a la

entrelíneas | 13
ENTREINICIOS

Poco a poco el cuerpo cesó de temblar, las contorsiones


disminuyeron, más los dientes continuaron clavados en los labios
carnosos que tanto tiempo llevaba deseando. Hoy se ha cumplido mi
sueño, yo seré la última mujer con la que sientas placer. A partir de
mañana comenzaré mi verdadero disfrute carnal.
Cuidadosamente lo metió en el sudario y antes de cerrar la cremallera
le dio un beso, y al acariciar el torso aún caliente, su vientre se
estremeció y tuvo la necesidad de acariciarse los pechos y también
el sexo para aplacar su deseo.
Sacó la camilla que usaba profesionalmente como fisioterapeuta y
lo trasladó hasta la puerta del sótano, bajó las patas de la camilla
y arrastró cuidadosamente el bulto escaleras abajo, veintidós
escalones, volvió a por la camilla, empujó el cuerpo inerte sobre esta,
subió las patas y trasladó su trofeo hacia el arcón frigorífico. Cogió
el cuaderno que tenía atado con una bonita cuerda roja y con una
caligrafía primorosa apuntó:

N. 3 Juan Antonio Carrasco Molina


Fecha de congelación: 30/09/21.
Fecha de caducidad: 30/06/22.
LOLA MENTO

DOLOR

Poco a poco, el cuerpo cesó de temblar, las contorsiones


disminuyeron, más los dientes continuaron clavados en los labios.
Cuando notó el brazo de Silvia elevándose, dejó de morder su
boca ensangrentada. Era la señal acordada para detener los juegos
peligrosos que cada vez iban más lejos. A pesar de la reticencia
inicial de Adrián, las prácticas sadomasoquistas se habían convertido
en el centro de su relación. Ambos se encontraban dentro de una
espiral que se alejaba cada vez más de los sentimientos acercándose
irremediablemente no solo al dolor físico sino al emocional.

AMANDA ARS

Poco a poco, el cuerpo cesó de temblar, las contorsiones


disminuyeron, más los dientes continuaron clavados en los labios.
Laura levantó la vista hacia Gran. Él se acercó lentamente y con un
© Alexander Krivitskiy from Pexels

pulgar limpió de la comisura de sus labios un hilillo de sangre que


caminaba hacia su barbilla. Y la besó. Después, un sonido sordo
retumbó en la habitación, y casi al unísono, las últimas palabras de
Laura: “¿Por qué?”

ESTHER OBIAMO MOICHÉ

14 | revista literaria
Aquí, siquiera por unos
momentos, estoy libre
de esa visión horrenda,
de esa visión...

A
quí, siquiera por unos momentos, Aquí, siquiera por unos momentos, estoy
estoy libre de esa visión horrenda, libre de esa visión horrenda, de esa visión…
de esa visión... que me quema las pupilas y me resquebraja
Su cara me persigue por toda la casa. Salgo los tímpanos; la piel se me agrieta en ríos
a la calle, pero, a donde quiera que vaya: en que vomitan pesares. Mi lengua azul llora
el escaparate de una tienda, en un espejo, al tragar vuestras lágrimas. Quisiera poder
incluso en el rostro de un desconocido, que miraros a los ojos y transmitiros todos los
ha dirigido su mirada hacia mí... allí está. misterios de la vida y de la muerte que, por
Mis manos están llenas de su sangre. Sus mi esencia inmortal, ya fui descubriendo.
ojos, por donde se le escapaba la vida, Pero me lo tienen prohibido. Es una regla
cuando lo apuñalaba, se me quedaron sagrada que cualquier ser –como yo– debe
clavados en mis retinas. cumplir sin excepciones. Por eso me convertí
Esta noche, sus gritos eran estremecedores. en sombra, deambulando entre vuestros
No hay descanso posible para mi cuerpo ni laberintos de inseguridades y temores, a
para mi alma. vuestro lado, con la única esperanza de que
Los golpes, que recibía de sus puños, los un día veréis el mundo sin miedo.
siento, todavía, en mis carnes, como si Ese día descubriréis quiénes sois.
continuara con vida.
Eso fue lo que me hizo enloquecer, hasta BLANCA DE LA TORRE
coger el cuchillo de la cocina y apuñalarle,
una y otra vez, no las conté, creo que fueron
diez...
Aquí y ahora, estamos los dos, en lo alto de
la cornisa de la casa. Si yo salto, ¿me libraré
de él? Al final, decido, tirar su cadáver, desde
aquí arriba.
Ya no me importa que me cojan, que me
encarcelen de por vida, solo quiero sentirme,
aunque sea metida en una oscura celda,
¡LIBRE!

ANGELA ROJAS

entrelíneas | 15
A pesar de ti, de mí y del
mundo que se desquebraja,
yo te amo

A
pesar de ti, de mí y del mundo que se desquebraja, yo te amo, mi querido
Oswaldo. Tal vez no puedas perdonarme, pero después de un año desde que
ese sortilegio te transformó en unicornio y yo no quise devolverte a tu estado
natural, me he dado cuenta de que echo ridículamente de menos tus pies fríos
bajo las sábanas y tus manos calientes sobre mi piel. Ay, ¡qué huérfanos han estado mis
oídos sin tu risa que contagia mi alma de carcajadas! Ya sé que llevaba un tiempo echando
pestes de ti. Que si Oswaldo es tal, que si Oswaldo es cual… No sé que me pasó, querido, tal
vez, las hormonas de los 500 años estaban haciendo estragos en mí. A veces, me pregunto
si nuestra inmortalidad es ventajosa, el cinismo se apodera de las entrañas y muy pocas
cosas consiguen abrirme el apetito del entusiasmo o provocarme una sorpresa donde se
me haga la boca agua. Ayer soné que, si no hay manera de atravesar los confines de la
Región de la Muerte juntos, me gustaría caminar en las trincheras de la vida contigo e ir
improvisando. Sería nuestra infame aventura.
Entre la perfección o el amor, elijo… tu amor

DONNAVELA (FRAGMENTOS DE UN DIARIO MALDITO)

AMOR

A pesar de ti, de mí y del mundo que se desquebraja, yo te amo. Reconocer mis


sentimientos hacia ti no ha sido fácil, pero ya es hora de me quite el disfraz del disimulo.
¿Que cómo sé qué es amor? Lo sé porque no necesito una lista de tus méritos y cualidades,
que no sé si tienes o no. Te amo porque eres tú, y si todos esos peros, por los que parece
que no debiera amarte, desaparecieran, tú ya no serías tú y, entonces, mi amor también se
esfumaría. Ahora que el mundo se ha vuelto loco, que todo lo que parecía imperecedero
se desmorona y la esperanza se desvanece, justo ahora, apareces tú y como un huracán
sacudes mi vida entera, despertándola de su confortable letargo. De nuevo, siento revivir
©Flora Westbrook from Pexels

la ilusión y la ambición de luchar por el mundo que tú y yo nos merecemos

NIDNAR ATUR

16 | revista literaria
ENTREINICIOS

A pesar de ti, de mí y del mundo que se desquebraja, yo te amo…


Te alcanzaré, allá donde vayas, a donde el viento nos lleve.
Estaré contigo, aunque el blanco aparezca en tus sienes.
A tu lado me quedaré, cuando tu cabeza flaquee.
Cuando tus ojos no me vean y mi recuerdo no encuentres.
Aunque no tengamos donde habitar y vivamos bajo un puente.
Sígueme, mi amor, que yo te seguiré siempre

ÁNGELA ROJAS

entrelíneas | 17
Los acontecimientos
del día anterior lo
han sacudido hasta
lo más profundo de
su ser
VEINTICUATRO HORAS

L
os acontecimientos del día anterior lo han sacudido hasta lo más profundo de su ser.
Un dolor desconocido recorre su cuerpo. Su cabeza es un hervidero en el que se
mezclan si orden humillación, preguntas, dudas y, entre todo este caos, una tímida e
inconfesable esperanza de que todo se deba a algo insólito, que de un momento a otro se
aclare.
¿Ha sido todo solo un juego de una mujer desocupada? O, peor, tal vez su compañeros se
estaban divirtiendo a su costa. No puede dejar de pensar en las bromas que habrán hecho
leyendo sus cartas y respondiendo a las suyas. En su corazón se mezclan la amargura por
la pérdida del amor, de un amor que se le ha esfumado inexplicablemente, y la vergüenza.
Teme enfrentarse hoy a sus compañeros, soportar los golpecitos de apoyo en su hombro,
escuchar sus palabras de ánimo, mientras disimulan sonrisitas burlonas.
Decide que esto no va a consentirlo, no está dispuesto a ser el hazmerreír de nadie. Se
presentará como si nada hubiese sucedido, él será el primero en reírse del plantón que le
han dado, e, incluso, bromeará contando cómo la engañaba fingiendo en sus cartas un amor
que no sentía.
Se presenta con el mismo talante jovial de todos los días. Pero hoy, hay algo forzado en el
ambiente, las ocurrencias y las risas son más estridentes y ruidosas, como el ruido de un
champán barato.
El esfuerzo, por aparentar que no le ha afectado lo sucedido es titánico; poco a poco se
desinfla y desaparece. No tarda en aparecer de nuevo, viene sofocado y radiante. Su amor
está abajo esperándolo. No hay plantón, ni abandono, solo una confusión estúpida.
La vida vuelve a ser maravillosa.

NIDNAR ATUR

18 | revista literaria
ENTREINICIOS

Los acontecimientos del día anterior lo han sacudido hasta lo más profundo de su ser.
En la soledad de una fría celda, todavía se preguntaba cómo habría empezado todo.
Hacía mucho tiempo que la conocía, pero era una compañera más de clase, ¿desde
cuándo?, ¿Tercero de la ESO, quizás? A la que sí conocía era a su amiga Marta. Con ella sí
terminó teniendo una relación más estrecha.
La saludaba todos los días, al entrar y al salir de clase. Intercambiaba alguna pequeña
charla, compartida con otros y ya está.
Coincidieron en la Facultad: “¡Qué casualidad! ¿También estudias Farmacia?”
Nada raro se imaginaba, hasta que ayer por la mañana, cuando se presentan en el aula el
catedrático con dos policías de paisano.
“Acompáñenos, Sr. Ortiz”
Al llegar al despacho, la encuentra a ella, que acompañada de sus padres y llorando a
moco tendido, empieza a hablar de “algo”, ajeno a él por completo.

“ En la soledad de una fría celda,


todavía se preguntaba cómo
habría empezado todo
Oye las palabras, seguido, violento, forzado…
Estaba sorprendido. Era como si le estuviera pasando a otro. Como si estuviera viendo la
escena de una película.
Le llevan a comisaría y le permiten llamar a sus padres, para decirles lo que está pasando.
A la media hora, llega su amiga Marta, quiere hablar con el comisario. “Es un error. Lo
conozco desde hace muchos años”.
La llevan hasta el inspector, que le está interrogando, y este le pregunta: “entonces
explíqueme Vd., señorita, por qué su amigo ha llegado, esta mañana, con la camisa llena
de sangre, los ojos vidriosos, la cara arañada, y sus padres, desde ayer, no sabían nada
de él hasta hoy”.

ANGELA ROJAS

entrelíneas | 19
20 | revista literaria
© Dang Thien Thanh from Pexels
Por el aire se movían
sin descanso, de
un lado a otro,
numerosísimos
fantasmas que
gemían al pasar.
P
or el aire se movían sin descanso, En un medio de ese caso incontrolable, surge,
de un lado a otro, numerosísimos apenas perceptible, un murmullo, un canto
fantasmas, que gemían al pasar.... ¿una oración, quizás?... Como entonado por
tras sonar las doce campanadas de la un ángel.
medianoche, en el reloj del salón. A medida que la canción iba subiendo el
A continuación se escucha un estruendo, tono, mágicamente, se fueron apagando:
como si el infierno se abriera de par en par, primero los gemidos, luego los gritos... Las
acompañado de alaridos provenientes de ánimas en pena se miraban unas a otras, y
sus entrañas, que al mismo demonio harían como perseguidas por un monstruo, huyeron
temblar. despavoridas.
En esa noche sin luna se oyen también Los relámpagos cesaron, las nubes negras
ruido de cadenas, de látigos, gritos se separaron, y un rayo de luz, brillante, cuyo
desgarradores y llantos de desamparo. fulgor ningún ojo humano ni divino podían
Risas estremecedoras, insultos, blasfemias... contemplar sin cegarse, atravesó la noche,
a todo pulmón. No había, en dos kilómetros a dando paso al silencio.
la redonda, quien no se percatase de lo que La tierra dejó de temblar y, en ese instante,
allí estaba sucediendo en esos aterradores el reloj del salón sonó de nuevo, dando las
instantes. seis.
Nadie podía dormir. Hasta los más Muchas puertas se abrieron, y la gente salía
descreídos se arrodillaban a rezar lo poco de sus casas a la calle, abrazándose los unos
que recordaban haber oído en su niñez. a los otros, gritando de alegría. “¡Estamos
El cielo se llenó de nubes, y unos relámpagos vivos!”.
hacían de banda sonora a tan aciagos Y el sol volvió a brillar.
momentos, que parecían no tener fin. Esas
horas eternas, en que no había cabida ni ANGELA ROJAS
para la misericordia, ni para la esperanza.

entrelíneas | 21
ENTREINICIOS

Por el aire se movían sin descanso, de un lado a otro, numerosísimos fantasmas


que gemían al pasar.
—¿Qué os ocurre? –les pregunté y al acercarme a ellos noté que temblaban de miedo.
¡Vienen a cazarnos!me susurraron con sus voces huecas y transparentes.
—¿A quién se le ha ocurrido semejante despropósito?
Y antes de que pudieran darme una explicación, tronó la aldaba de la puerta.
—No son bienvenidos a esta casa –sentencié echando una mirada altiva a los tres
exterminadores de fantasmas, que con unas mangueras y petos negros tenían un aire
siniestro.
—No vamos a cobrarle nada, señora. Estamos empezando con el negocio y nos han dicho que
esta casa está embrujada. Sería una buena publicidad para nosotros echar a los fantasmas.
—A mis fantasmas? ¿Echarlos? De ninguna manera ¿Ustedes saben el plus que pagué yo por
ser una mansión con espectros?
—No vive atemorizada?
—Si no juzgaras a los fantasmas sin conocerlos, sabrías lo absurda de esa pregunta. Anda,
pasad, que os los presento. ¡Esos chismes fuera! –aclaré, primero señalando con mi índice
aquellas armas aniquiladoras y después despachándolas con un enérgico movimiento de
pulgar.
—Y esto de conservar las viviendas con entes da beneficios?
Me acerqué a la oreja del cazafantasmas becario, le susurré una cantidad al oído y noté el
movimiento de su nuez al tragar. La guita le había hecho salivar.
—Cuente con nosotros –dijo, después de un carraspeo.
—¡Cómo me gusta despertar vocaciones! –sonreí, mientras acariciaba a mis fantasmas.

DONNAVELA (FRAGMENTOS DE UN DIARIO MALDITO)

Por el aire se movían sin descanso de un lado a otros numerosísimos fantasmas


que gemían al pasar.
Aureliano Plinio, romano supersticioso, no podía dormir desde hacía mucho tiempo, cada
noche sudando copiosamente creía ver espíritus malignos que pretendían arrastrarle hacia
el inframundo, poca fuerza en sus etéreos cuerpos cubiertos con putrefactos harapos.
Su esposa, Tiflitis viendo la decadencia mental y física de su amado esposo, le aconsejó que
perdiera el miedo y hablara con esos seres lemúridos claramente y así lo hizo.
Dejadme en paz, bastante tenéis con veros horrendos, id a descansar, no me asustaréis por
más que vengáis reunidos en pandas aterrantes. No os tuve miedo en vida y menos ahora,
detritus humanos, apestosos desgreñados, bajad al inframundo que no me impresionáis,
solo siento no poder volver a mataros.

LIBERTA CREMONA

22 | revista literaria
FANTASMAS

Por el aire se movían sin descanso, de un lado a


otro, numerosísimos fantasmas que gemían al
pasar. Yo los veía con incredulidad, recostado en la
almohada de mi cama. Había soñado toda la semana
con este momento: ¡dormir!, ¡dormir! No había
derecho, llevaba cinco noches, noche tras noche,
manteniéndome despierto a base de cafés para
poder ganarle al alcalde en la timba clandestina.
Por fin, me merecía un sueño largo y reparador y
allí estaban, jodiéndome el sabor del triunfo. Los
veía a través de mis ojos entrecerrados vagar en
una danza sin gracia. Se movían pesados y lentos
como si cargaran con el mundo, y todos exhalaban
suspiros, gemidos y llantos entrecortados. De
nada valía apagar la luz y taparse la cabeza. El
incesante movimiento y susurro agónico me tenían
enloquecido. Y no podía espantarlos, ni matarlos,
¡eran fantasmas! Solo me quedaba adaptarme a
sus horarios y esperar a que se retiraran a ese lugar
en el que, me figuro, descansarían un rato. Mientras
tanto, haría tiempo tomándome una copa en la
cocina. Me despertó el viento helado que entraba
por la ventana, abierta de par en par. Mi botella
estaba totalmente vacía.

NIDNAR ATUR
© Asaph Guedes from Pexels

entrelíneas | 23
E N T RE
I M ÁGEN E S
UNA IMAGEN PARA COMENZAR UNA HISTORIA

La historia de Ashati y Kala

E
n una escuela abandonada, el tigre Ashati y la cebra Kala esperaban el regreso de los
niños.
Tuvieron que irse deprisa. El sonido de la muerte resonaba por toda Angola, dejando
jirones de almas esparcidas por todas partes. Cascotes de pelo y piel donde antes había un
humano. Tan solo un segundo anteS.
–¿Qué vamos a hacer hoy? –preguntó Kala.
–Desvanecernos un poco más, como hacemos todos los días –respondió Ashati, resignado–.
Los niños y sus maestros mantenían nuestro espíritu. Sin sus murmullos, sus cantos y sus
sonrisas nos extinguiremos.
–Casi no veo tu cara de tigre, pero la conservo en la memoria. Ya no me das miedo; antes
sí –confesó Kala–. Pensé que ibas a comerme.
–No tengo hambre, soy una pintura; igual que tú.
–Ah, ahora entiendo por qué no sé a qué huele la hierba fresca. Pero si hubiéramos sido
reales no estaríamos aquí, en la escuela. Prefiero los niños a la hierba.
El tigre soltó una carcajada felina y Kala se sobresaltó un poco.
–Nunca te comería, Kala; eres mi amiga. No se come a los amigos.
–¿Somos amigos? Los amigos se abrazan, ¿verdad? Abrázame, Ashati. Quiero desvanecerme
contigo, juntos.
Un tiempo después un humano entró gritando; el garrote que tenía entre las manos hacía
mucho ruido y escupía destrucción. Miró hacia ellos; habló con desprecio.
Ellos solo se abrazaron más fuerte mientras una lluvia de balas les atravesaba.

BLANCA DE LA TORRE

Cómo huía de ti cuando caminábamos por la sabana, y aún temía tu zarpa cuando
plasmaron nuestras figuras en esta pared. Pero la guerra iguala en temores a generales y
soldados, a depredadores feroces y a pacientes rumiantes.
Y en la posteridad se contemplará durante siglos mi figura, cual merece mi belleza, plasmada
en un fresco indestructible mientras tu imagen de un temple mediocre se diluirá sin dejar
rastro de tu fiereza.

GLORIA POZA

24 | revista literaria
“ ¿Cómo
sabe quién
ganará? Solo
si luchas,
sabrás la
respuesta..
ESTHER OBIAMO MOICHÉ

Han pasado diez años, yo era me he acercado hasta allí.


pequeño, pero aún recuerdo ese fatídico Con sorpresa he visto que, aunque toda
día 19 de septiembre de 2021 en el que la vivienda estaba derrumbada, quedaba
despertó nuestro vecino el volcán de su todavía la parte donde estaban los
letargo, y como si hubiese reventado dormitorios.
el infierno entero, empezó a echar a Y allí lo encontré: mi cuarto estaba en
borbotones, lava y más lava. Atrapando pie, resistiéndose a caer, esperándome,
a su paso, casas, plantaciones, granjas, durante todos estos años, a que lo
animales, en un mar incandescente de visitase por última vez.
fuego y de muerte. En las paredes desconchadas, todavía se
Como muchos de nuestros vecinos, mantenían, como homenaje, los animales
tuvimos que huir, a toda prisa, cargando que en su día pintara mi madre.
lo que podíamos en los medios de Yo veía en la “tele” documentales de la
que disponíamos entonces: coches, selva y les pedí un año a los Reyes Magos
camionetas, camiones... Y todo gracias un viaje a África. Como es natural, no me
a la ayuda de la Guardia Civil, bomberos lo trajeron. Mis padres no me lo podían
y militares. costear. Así que, después de un fin de
Recuerdo, como si fuera ayer, a mi padre semana con mis abuelos, me encontré
cogiéndome en brazos y, sin mirar atrás, mi cuarto pintado con cebras, elefantes,
salir corriendo a toda prisa. leones... A mi tierna edad, eso me pareció
Tuvimos que empezar de cero: nueva mágico.
casa, nuevo colegio, nuevo barrio…, nueva Y aquí estoy. Delante de las inmortales
vida. pinturas, dándoles las gracias por
Hoy he vuelto a la que fue mi casa. esperarme y darme los ánimos que me
Está hecha una ruina y solo quedan las faltaban, antes de empezar mí camino en
paredes. la Facultad de Veterinaria.
Mi familia, no ha querido venir. Fue muy
duro para ellos entonces y lo sigue siendo ANA MARÍA SÁNCHEZ
ahora, aunque haya transcurrido mucho
tiempo. Pero mi curiosidad ha podido
más y, aunque el terreno es escabroso,

entrelíneas | 25
ENTREIMÁGENES

hace años a la población de Amelín sin sus


pequeños niños.
Hoy como cada año en esta pequeña
población se celebra la elección, todos los
gatos se exponen con el mejor cepillado de
pelo para ser el afortunado.
El jurado compuesto por las fuerzas vivas
del ayuntamiento, tras sopesar las opciones
se han decidido por unanimidad y según
vemos en la fotografía por la dueña más
garbosa, los gatos considerados todos aptos
y quedan nombrados ayudantes del elegido
que portará en su collar la insignia de su
nombramiento por un año.

LIBERTA CREMONA

GATOS

¡Y para esto tantos preparativos! Mi


VOTACIÓN ama está convencida de que soy la gatita
más preciosa del barrio y tenía la esperanza

U
na vez al año, el primero de de que me alzara con el premio de “miss
noviembre, los gatos negros nos menino” del año. Ahora la veo un poco
reunimos para votar quién es la mustia. No es para menos, todos los ojos y
mejor dueña. Ellas creen que venimos para cámaras están clavados en la participante
la exhibición anual, las muy ilusas… A pesar que está desfilando en este momento, pero
de traernos con collar, somos nosotros los no, precisamente, en la concursante, sino en
que mandamos en casa; todo aquel que su dueña. Oigo murmullos de desaprobación
tenga un gato lo sabe. Hoy nos dejamos de las mujeres y silbidos de los hombres. No
pasear como si fuésemos perros mientras hay derecho, se me escapará el trofeo, y
esperamos para entrar al recinto. Por cierto, todo porque mi dueña no sabe cimbrearse
cada año la señora James intenta colarse en lo alto de unos tacones. Bueno, vamos a
con ese repugnante chihuahua. Todos esperar a ver quiénes forman el jurado
miramos su desfile sabiendo que al llegar
a la puerta no la van a dejar entrar, ni por NIDNAR ATUR
ella ni por su asqueroso perro. Ambos están


vetados. Ella es feliz paseándose y nosotros
nos divertimos sabiendo que esta batalla al
menos la ganamos siempre los gatos.

AMANDA ARS Hoy nos dejamos


Todos negros, hijos, nietos,
congéneres, seleccionados para una gran
pasear como si
misión, elegir el más preparado para acabar
con cualquier plaga de roedores, sin tener
fuésemos perros
que recurrir a la música de flauta que dejó

26 | revista literaria
ENTREIMÁGENES

¡¡FIRMES!! negro no es lo peor que puede pasar. No es


lo mismo que una tarántula, una serpiente o
Primero pasaré revista. una babosa.
Gatos al frente. Bien. Es el efecto secundario que una noche de
Ahora, gatos al hombro. Bien. aquelarre produce al día siguiente entre los
habitantes <<inmágicos>> de Salem.
¡¡DESCANSEN!! Las autoridades <<brujiles>> y <<maguiles>>
ya lanzaron una advertencia:
Señoras y señores, estamos listos y <<No mate a ningún bicho después del
preparados, para empezar esta lucha sin aquelarre. Puede ser su marido, esposa, hijo
cuartel. o amante. Quedan avisados. Pásense por la
Acabaremos con esos malditos roedores Oficina de Reconversión para devolverles a
de una vez por todas. Los buscaremos por su estado natural (si así lo desean)>>.
todos lados: sótanos, cocinas, garajes… El año pasado el censo de unicornios subió
Ya no habrá más libros, ni facturas, ni estrepitosamente, en la misma sospechosa
calendarios, con páginas roídas. Nunca más proporción en la que bajaron los maridos
quesos y demás comida, que desaparece gruñones”.
sin dejar rastro. Cagadas en pleno salón, –¿Qué te ha parecido, querido Oswaldo?
delante de las visitas y los antiestéticos –pregunté, acariciando el cuerno de mi
agujeros en los rodapiés ¡Qué vergüenza! unicornio.
Y sobre todo, ¡MUJERES!: no más saltos, a
la silla, la mesa, sofá o sillón que tengamos DONNAVELA
más cerca, debido a su estremecedora (FRAGMENTOS DE UN DIARIO MALDITO)
presencia.
Esta lucha la vamos a ganar entre todos, si
estamos unidos.
Tenemos un gato y no dudaremos en usarlo.
Ya hemos terminado. ME MUERO POR CLAVAR MIS UÑAS
EN ESAS PANTORRILLAS
¡ROMPAN FILAS!
La revolución felina está próxima,
ÁNGELA ROJAS compañeros. Las correas que nos oprimen
caerán bajo el poder nuestras mentes
prodigiosas. Estos imbéciles llevan siglos
Abrí el periódico en la sección cuidando de nosotros, convirtiéndonos, en
de sucesos –mi favorita– y sonreí como ocasiones, en deidades. Pero no esperan
un felino al ver un ratón bien nutrido y caer bajo nuestro hipnótico dominio. Somos
acorralado. un ejército en estado latente y el día de
Ahí estaba la noticia; era portada en el Diario nuestro levantamiento está cerca.
de Salem: “¿CAMBIARÍA A SU MARIDO POR Las bellas damiselas que nos miran con
UN UNICORNIO?” afecto insano, tan monas, tan limpias, tan…
Lo firmaba la “@ReporteraVenenosa” – no saben el destino que les aguarda.
aplaudí, sin un mísero atisbo de humildad– y
leí con voz ronca y sensual.
“No era la primera vez que pasaba en DANIEL BARBOSA
Salem, aunque esta había sido de las más
misericordiosas. Despertar junto con un gato

entrelíneas | 27
ENTREIMÁGENES

LAS TRES DESGRACIAS

Tres eran tres las desgracias: La Dolores, La Angustias y La Martirio. En el pueblo


nadie se arrimaba a ellas. Desde el mismo día de su nacimiento, llevaban el signo del mal
fario. Cuando nació la mayor, La Dolores, en el mes de noviembre, una terrible tormenta
anegó la aldea. Durante dos días con sus dos noches, no dejó de llover. La única casa
que quedó a salvo fue la de los Malahierba, los padres de las tres hermanas, situada en
lo más alto del cerro. El resto tuvieron que ser reconstruidas con gran esfuerzo por parte
de sus humildes propietarios. Al cabo de dos años, cuando los habitantes de Villanueva
del Purgatorio comenzaban a hacer su vida normal, nació la segunda hija del matrimonio:
La Angustias. Aquel bebé no trajo un pan debajo del brazo, sino un incendio que arrasó la
cosecha de cereales de la que dependía en buena parte la economía de los lugareños. Era
por San Isidro y la espiga de trigo estaba a medio camino. Aquel año maldito la hambruna
azotó toda la comarca. Ante tanta desgracia, muchos emigraron de Villanueva. Los pocos
habitantes que quedaron en el pueblo cuando vieron a la mujer del Malahierba preñada de
nuevo se pusieron a temblar. Esta vez no podían consentir que la criatura trajera el infortunio.
Debían acabar con la estirpe arrancando la simiente del mal.
La madre bajaba al pueblo en contadas ocasiones, sin embargo, el padre alguna vez se
dejaba ver por la taberna. Así, el mismo día que nació la tercera de las hermanas: La Martirio,
en lugar de sobrevenir la desgracia sobre Villanueva del Purgatorio, esta cayó a plomo
sobre la familia. El patriarca, arrastrado por la pena de no tener hijo varón, abrió la botella de
vino comprada en la taberna con la intención de celebrar, sin embargo, se la bebió entera
para ahogar su tristeza. A la mañana siguiente, la madre, sin apenas poder levantarse de
la cama por el esfuerzo del parto, lo encontró tirado en el suelo, frío, sin pulso, azulado. El
veneno para curar las plantas dio resultado. “La malahierba” había muerto. La mujer con las
tres hijas pequeñas se fue del pueblo encontrando cobijo en casa de una tía suya con fama
de hechicera. Hoy, la noche de San Juan la pequeña de las hermanas cumple 18 años. Han
vuelto al cerro donde antaño se encontraba su casa para consumar el conjuro heredado de
la tía Yaya. La venganza se sirve en plato frío. Si es en el postre, mejor.

ANNABEL GÓMEZ

BRUJAS

No sé por qué he hecho caso a la Mariajuana. Vaya mierda de fiesta. ¡Mujer, lo vamos a pasar
genial! ¿Genial? ¿A esto le llama pasarlo genial? Tres maduritas vestidas como la tía Rogelia
alrededor de una hoguera. Si a esto puede llamarse hoguera: tres palos y una chasca verde
todavía. Ni calimocho han traído estas dos bobas. Pues yo no pienso darles de mi maría. En
cinco minutos me voy y en mi casa me fumo unos petas a su salud.
¡Hala, guapis! Ahí os quedáis, que me estoy quedando pajarito.

CARMEN SERRANO

28 | revista literaria
PODER

Poder, hermanas, es lo que hemos conseguido, y los que saben, nos han bendecido con su cultura. Somos
tres y no seremos más, pues este triunvirato está protegido por los elementos de cada una. En este
yermo paraje empieza una nueva era. Aquí, hermanas, plantaremos la piedra angular de nuestro negocio.
Tú, experta en ensaladas y entrantes, te dedicarás a ello con todo tu ser. Y tú, señora de los guisos,
colmarás los estómagos de los más selectos. Yo acabaré de embaucar a cualquiera con mis postres sin
igual.
Para primavera espero que nuestro restaurante tradicional este abierto al público. Y, ahora, vámonos, que
hace un frío del carajo.

RUTH OBIAMO MOICHÉ


entrelíneas | 29
ESTHER OBIMO MOCIHÉ
ojos a cada una, comprendí lo que había sido mi vida.
Solo cuando fui capaz de mirar directamente a los
Somos poderosas, fuertes y graciosas.
Somos un trío ardiente,
pero con frio hasta en los dientes.
Y estamos aquí plantadas a las seis de la mañana
Y como único almuerzo, un plátano y una manzana.
Somos invencibles, unidas podemos,
pero, para que no se pique nadie,
no somos de ningún partido moderno.
Esperamos la noche más mágica,
Hallowen la llaman
Ese día somos famosas,
ese día hasta nos aman.
Manuela, nos hemos puesto muy pronto,
¿esto no empieza a las doce?
¡Es que venir a esta hora,
no se le ocurre al más tonto!
¡Chisss!, no des voces.
Pues vámonos a casa,
que he visto a mi vecino,
mearse, más que por miedo,
por guasa.

¡Pues vaya jugada!


¡Así no damos miedo ni nada!

A las doce, las tres amigas salen otra vez de su casa.


Pasando la cuesta arriba, se dan cuentan con sorpresa
que en el lugar donde estuvieron esta mañana
habían puesto, con chuches, una mesa.

¡Ay, Mª Teresa! El año que viene,


me disfrazo de condesa,
¡Que alguien quite esa mesa!
Que este disfraz, más que asustar, pesa.

ANA MARÍA SÁNCHEZ

30 | revista literaria
E
stán en cualquier lugar; miran, observan,
espían. Deambulan como cámaras
andantes sin un objetivo concreto.
Asisten sin invitación a disputas, besos,
encuentros…; contemplan sin pudor fatigas,
insolencias o alegrías. Todo un ejército de
intrusos que transportan grabadas en sus
retinas secretos e intimidades de vidas
ajenas. Somos las víctimas de un continuo
allanamiento del que no somos conscientes,
tan distraídos estamos mirando, observando
y espiando a los demás.

NIDNAR ATUR

Cuando apareció Internet, todos


vimos una manera de estar comunicados,
de tener información de cualquier cosa,
en cualquier momento y lugar. Ir a donde
quieras o necesitases, sin preguntar. Tener
tu cita del médico, e incluso conocer los He desactivado mi ubicación, pero es
resultados de tus pruebas, en un segundo. demasiado tarde. Ya lo saben todo de mí.
Ver a tus parientes lejanos por medio de Tengo la sensación de no poder escapar de
teleconferencia. Ya no había distancias por “ellos”.
muchos kilómetros que nos separasen. Por eso quiero huir, encontrar un sitio seguro
Después, la aparición del móvil, con las y ocultarme, esconderme de esas miradas
mismas aplicaciones de Internet, que te que nos persiguen, que quieren saber todo
lo podías llevar a todas partes contigo. El de nosotros. Volver a lo que teníamos antes.
mundo al alcance de todos. Yo solo quería un teléfono para llamar por
Así era al principio, ahora todo ha cambiado. una emergencia desde cualquier sitio, sin
Siento como si me siguieran, me vigilaran o tener que buscar una cabina…. Y me he
adivinaran cada movimiento que hago a cada metido al diablo en el bolsillo.
momento, hasta averiguar mis gustos, sobre
ropa, ocio, TV, personas que te gustan… ÁNGELA ROJAS
Incluso ¡tu declaración de hacienda!
Si voy a un local, un restaurante, una clínica
o en mi mismo puesto de trabajo, salta No comprendo como a estas alturas puedes
enseguida un email, donde preguntan mi desilusionarme así, llevamos muchos meses
opinión, como si el futuro, de esas personas, creando este prototipo.
estuviera en mis manos. O al menos, yo lo Tendremos que espabilar antes de enviarlo
veo así… a concurso, piensa, piensa, en primer lugar,
Y no es paranoia. Como des una mala crítica, hemos exagerado mucho, aunque tenga que
se acabó. Puedes terminar de un plumazo ser a tamaño natural, esa cabeza todo ojo se
con la reputación de alguien. En resumen: pasa, se ha probado de sobra que no cabe en
hacer mucho daño. menos espacio todo el tecnicismo, como no
le pongamos una mochila en la espalda, no
sabría qué otra cosa hacer, además perdería

entrelíneas | 31
ENTREIMÁGENES

el equilibrio, consecuentemente se pegaría castañazos y no ganaríamos para corneas, iris y


retinas, puede que si aumentáramos el tamaño de los pies…o quizás aumentando el circulo
de movimientos en el cuello, su visión sería más amplia, ¿crees que deberíamos seguir con
lo del limpia como en los coches?
Pondremos un paraguas extensible o una lona que se proyecte desde las pestañas, eso
es poca cosa, oye ¿tu sabías que estos engendros van a ser miembros de la organización
secreta CIA? Deberíamos pensar en el camuflaje.

LIBERTA CREMONA

“ Yacomo
lo veía venir. Ya no me miras
antes.
TRAGICOMEDIA “ENTRE OJOS”

En el Reino de Óculos. Jardines de Villapestaña.


Entran Ojo Derecho y Ojo Izquierdo ataviados para la ceremonia de presentación de la
Princesa Iris.

Ojo Izquierdo: Tenemos que hablar.


Ojo Derecho: ¿De qué?
Ojo Izquierdo: De nosotros.
Ojo Derecho: ¿De nosotros o de ti?
Ojo Izquierdo: Siempre fuiste el más agudo. De mí.
Ojo Derecho: Ya lo veía venir. Ya no me miras como antes.
Ojo Izquierdo: Es que contemplo el futuro y ya no me veo junto a ti. Tengo otras miras.
Ojo Derecho: Vi como te comías con la mirada a Ojo Rasgado. Pues que sepas que no vale
ni una legaña.
Ojo Izquierdo: Siempre serás mi ojito derecho.
Ojo Derecho: ¡Ya! Y por eso me dejas tuerto.
Ojo Izquierdo: Mira, no me vayas a echar mal de ojo, que yo te deseo una larga vida sin
cataratas.
Ojo derecho: ¡Ay, gracias! (Exclama acuoso). Que el Santo Tercer Ojo te libre del glaucoma
y que no te ciegue el amor como me ha pasado a mí.

(Se echan una última mirada y se cierra el telón).

DONNAVELA (EN EL TEATRO)

32 | revista literaria
sentirse realizada, demostrar todo lo que
vale; y no puedo llevarte conmigo.

S
–¿Eso duele, mami? Porque estás llorando.
eguir hacia delante sabiendo que
–Sí, cariño, duele; pero enseguida se me
nuestras sombras, aunque nos
pasa.
acechan, nos acompañan en el camino
BLANCA DE LA TORRE
solo para asegurarse que no retrocederemos
nunca más.
ESTHER OBIAMO MOICHÉ
PUEDO

Yo puedo. Puedo con todo. Puedo


¿A qué ineludible destino te diriges
con esta carga tan pesada que me hace
que no reparas en la soledad y el silencio
temblar los brazos y me impide soltarla.
que te rodea? A tu alrededor todo está
Puedo aunque este enferma. Puedo aunque
desierto, ni un alma, ni un sonido. Solo el
no duerma. Puedo aunque me muera de
aliento de tu niño y el ruido de tus pasos. Te
hambre, aunque crea que no doy más de mí.
das ánimos a ti misma: un escalón más, otro
Puedo.
más. No puedes permitir que las fuerzas te
Puedo con esta carga vestida de punta en
abandonen. Siempre se puede un poco más,
blanco o zarrapastrosa. Puedo.
piensas. Tal vez, acabas ahora mismo de
Puedo con todo ello cuesta arriba, cuesta
descubrir lo mucho que puedes.
abajo, a la pata coja o corriendo. Yo puedo.
Puedo porque tengo que hacerlo, así, sin
SOCORRO GONZÁLEZ
más.
RUTH OBIAMO MOICHÉ

–Venga, mi niño, que ya llegamos. Ahora te


quedarás con Pilar, ¿vale? Solo serán unas
horas. Mamá tiene que perseguir sus sueños,

entrelíneas | 33
S
alí del laboratorio arrastrando los pies, tenía visión doble y una obsesión convertida
en mi sombra se deslizaba a cada paso que daba. Todo me parecía mortalmente
peligroso: hasta un chicle pegado en la barandilla del hermoso puente que cruza el río
Edeffel y que yo atravesaba de camino al trabajo.
Hoy me tocaba comer con la abuela Lotti; llevaba bastante tiempo afanada con uno de sus
proyectos de labores, que escondía con mucho revuelo en cuando asomaba uno de mis
pelos por la puerta. Se acercaba mi cumpleaños. Eso era todo el misterio. Las abuelas nos
siguen viendo como niños, aunque les sequemos tres cabezas. Sonreí tontamente.
Entré con estrépito por la puerta para no sobresaltarla, pero ella me estaba esperando; nada
de disimulos. La mesa ya estaba puesta con esmero y había un paquete grande descansando
en la silla del abuelo; llevaba tres años y medio sin ser utilizada. Seguro que se sentía sola e
inútil.
La abuela Lotti se acercó a mí, me cogió ambas manos, me besó los nudillos y me dejó
marcado el contorno de sus labios granates allí donde imprimió su amor; después, cogió
aquel fardo envuelto en papel dorado y me lo tendió.
–¡No he podido esperar al día de tu cumpleaños! Ya sabes cómo soy. Ábrelo, ábrelo –me
suplicó con aquel rasgo suyo de niña de setenta y seis años y dos meses.
Me puse a desojar el paquete como si el envoltorio fuese pétalos de amapola, mientras la
abuela movía sus dedos de colibrí conteniendo su memorable impaciencia. Cuando quedó al
descubierto sentí que mi corazón se volvía loco y que mis piernas flojeaban.
Noté que mi abuela me hablaba desde muy lejos y que un pitido ensordecía mis oídos.
–…Esas fotos… trajiste… trabajo… como mandalas ¡Preciosos…! Colcha… cumpleaños –creí
escuchar.
Solo era una inocente colcha de ganchillo, cuyo patrón era ni más ni menos que el virus más
feroz que nunca había visto en un microscopio. Iba a tener muchas pesadillas.

BLANCA DE LA TORRE

34 | revista literaria
Eminentes científicos a través de sus avanzados
microscopios acaban de descubrir nuevas formas de
camuflarse de los virus malignos, observan como se
alían distintas especies para ayudarse en común.
La intención, parece ser, es llamar la atención y parecer
atractivos; con la nueva imagen en forma de MANDALA
habrá quien pretenda ponérselo colgando de una
cadena y lucir su curioso adorno; pero cuidado, puede
ser letal
CARMEN SAGRADO
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entrelíneas | 35
ENTRE
PERSONAJES

© Mart prodution from Pexels


Nunca sabremos la historia que hay detrás de cada objeto, animal o
planta que ignoramos en nuestra vida.

A
mi asesino tanto como a mí, aunque me
unque no sé describir ni mi dejó malherida. ¿Me habría abandonado
aspecto ni mi edad, hay algo dándome por muerta? No, regresó con
que siempre tuve presente, una pala y ayudándose del arma de tortura
que los humanos sienten me trasladó a un recipiente enorme que
verdadera repugnancia por mi especie. reconocí a pesar del aturdimiento; sabía
Siempre escondida bajo el armario de la que no había muerto, aquello no era
cocina, en oscuridad casi permanente, el paraíso, pues antaño había estado
cuando había calma y salía a estirar allí nadando entre comida, pero ahora
mis patitas, algún ratón molestoso se estaba vacío.
me acercaba y, tras olfatearme con Y me quedé adormecido por tanto
desprecio, me propinaba un latigazo que quebranto.
me desplazaba varios metros y se alejaba Ignoro cuánto tiempo transcurrió,
después; se ve que no era manjar de su cuando una masa ingente cayó sobre mi
devoción. cuerpecito aumentando mi dolor, pero
Últimamente he pasado un largo periodo supe por su olor que aquello era entrar
solita en la casa sin que me molestaran, en el paraíso sin morir.
pero sin alimento sabroso, cuando
fui sorprendida repentinamente: me (Relato de la cucaracha Kras)
encontraba en la escalera de la entrada,
descendiendo de escalón en escalón con GLORIA POZA
pequeños vuelos para desarrollar mis
alas escondidas bajo las que me sirven RELATO DE MI TAZA DE VÁTER
de caparazón, y de repente, el gran
portalón se abrió y una enorme zapatilla Nadie como tú sabe lo que mi
amenazó con aplastarme, pero se detuvo interior es capaz de albergar. Lo que
en alto y un grito agudo retumbó en la hábilmente puede entregar incluso en las
estancia: ¡¡Aaaagggg!! ¡Qué asco! Y cual situaciones más insospechadas. Y aunque
apisonadora comenzó a descender a veces agradezco tu discreción, otras
aquella suela gigantesca dándome rogaría que no revelaras los secretos
un golpe que hizo crujir mi cubierta, corrompidos que me invaden.
amputándome alguna patita, y me arrojó Sí, eres tú, aquel que escucha el fruto
al escalón inferior; así, toque tras toque, libertado de mis heces oprimidas.
fui cayendo los seis peldaños siguientes,
pero no me asestó el golpe definitivo, ESTHER OBIAMO MOICHÉ
creo que le asustaba el chasquido final a

36 | revista literaria
© Olya Kobruseva from Pexels

“ Nadie como tú
sabe lo que mi
meses a la intemperie. Lo peor es cuando
estás tan viejo que ya no sirves ni para
ser reciclado y te tiran directamente a
la basura. El ser tan cómodo va a ser mi
ruina…

interior es capaz ANNABEL GÓMEZ

de albergar ¡Se enciende la luz! Cuánto siento


no poder ofrecerme apetecible, ¡estoy
tan sola en esta nevera! Esta mañana
vino Javier, abrió la puerta, y su carita
DESTINO ilusionada, esperanzada, enseguida se
tornó triste pues hace días que la balda de
Antes era un precioso sujetador la leche está vacía. Más tarde vino Pedro,
blanco. Mi encaje se adaptaba y esta vez me ilusioné yo porque a veces
perfectamente al contorno de los senos. me trae compañía. Solo me cogió con
Siempre me escogían el primero para cariño, recortó mis bordes deteriorados
viajar en la maleta. Ahora ya no soy lo y volvió a guardarme en un plato limpio.
suficientemente bonito para una cita Ahora cuando me coges con cuidado,
porque tengo un color indefinido por tus ojos lacrimosos me desvelan que solo
culpa de la lavadora, ni estoy tan mal estoy yo, me lavas con mimo porque
como para tirarme al contenedor de huelo un poco mal, me partes en trozos
la ropa usada. Me han contado que allí muy pequeños y me metes en agua con
conoces a otros sujetadores y ropa en patatas, muchas patatas. Estoy contenta,
general de muy diferentes procedencias. hoy veré la sonrisa de Pedro y Javier, me
Me encantaría comprobarlo. Lo malo es gustaría ver también la tuya, pero sé que
cuando vacían el contenedor. Puedes en tu plato yo no estaré.
tener la suerte de llegar a otro hogar de
acogida, viajar incluso a África, o puedes CATALINA CUESTA
ser carne de mercadillo, olvidado durante

entrelíneas | 37
VÁTER

En mi vida anterior, cuando el mundo se abría de fría porcelana que mis sentidos estuvieran al
ante mí lleno de posibilidades, pude escuchar descubierto, y no asfixiados con esa odiosa tapa
muchas conversaciones y así enterarme de que no hacen más que bajar cada vez que pasan
la gran cantidad de nombres por el que me por mi lado.
conocen: váter, retrete, escusado, tigre, inodoro, Inesperadamente, todo se hizo oscuro y una
taza…; pues, parece que no son suficiente. Voy fuerte estampida me estremeció hasta las
a contaros lo que me sucedió en el hogar al que entrañas y, sin tregua, una intensa, pero rápida,
fui a parar definitivamente. Estaba yo limpio ráfaga como de lluvia de barro me cubrió por
y resplandeciente, esperando a estrenarme completo. ¡Estaba asistiendo a mi primera vez!, y
con mi primer cliente, cuando oí unos pasos casi me lo pierdo por no encontrar mi dueña una
en el pasillo (entenderéis que me sintiera un palabra refinada para designar a este, mal que le
poco nervioso, algo había oído, pero siempre pese, imprescindible artilugio.
con medias palabras, con eufemismos que no No os voy a aburrir con todas mis experienciaS
terminaban de aclararme totalmente mi misión). a partir de ese día, pero sí os diré que sé de
Pues eso, estaba yo a la expectativa, cuando ellos mucho más que ellos mismos. Detecto
oí a mi dueña que decía: “voy a pasar al baño”. extraordinariamente cuando están constreñidos,
Esto me tranquilizó, todavía no había llegado mi ansiosos, contentos, cuando todo fluye o todo
momento, y vislumbré la posibilidad de disfrutar se estanca. Ante mí, no hay glamur que valga.
de alguna de las imágenes soñadas en mis largas
horas de espera. Agradecí con todo mi corazón GLORIA
SOCORRO POZA
GONZÁLEZ

38 | revista literaria
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BACANAL DE GARBANZOS

–¡A mí, a mí! ¡Cógeme a mí! –me susurró a gritos la olla, chica. Que si el nabo, el morcillo, …Cocido
aquel táper medio escondido en la nevera. madrileño, jajá. ¡Cocido de Sodoma y Gomorra!
–A ver, ¿de qué eres? –pregunté. –Me has quitado el apetito. Me voy al búrguer.
–De garbanzos del cocido que hiciste hace tres
días. BLANCA DE LA TORRE
–Ufff… ¿Ves alguna bacteria maligna por ahí? ¿Y
metano?
–Bacteria mala, no. ¿A qué te refieres con
metano?
–Pues, gases… ya me entiendes. Eso que suena…
y huele…
–Ya. Lo normal, que no soy tofu.
–Uy, no, que tengo una cita.
–Pues cuanto antes sepa tu cita como huelen y
suenan tus gases, mejor. Así no hay sorpresas,
ni arrepentimientos, ni reproches.
–¡Cuánto sabes de relaciones para ser una
legumbre!
–Mi vida es muy efímera y la aprovecho. No te
puedes ni imaginar lo que ocurre cuando cierras

entrelíneas | 39
DIARIO DE UNA PLANTA

Día 1: Aquí estoy, recién instalada en la


pudo ver cómo se abrían las persianas, ni
terraza, con mi maceta nueva, en mi tierra
a mí, acercándome a ella, desesperada,
recién puesta. Me acaban de regar. Soy
cargada con una regadera, echándole
feliz, me da el sol del mediodía.
agua a toda prisa. Pero ya era demasiado
Día 2: A última hora de la tarde me han
tarde.
echado mi agüita. Lo hacen a esa hora
para que, con el calor del día, no se
ANA MARÍA SÁNCHEZ
evapore enseguida.
Día 3: Menos mal. Ya creía que se habían
olvidado de mí. Cuando ya hacía mucho
ROPA INTERIOR
que había oscurecido, vino mi dueña a
regarme. ¡Qué susto!
¿Y qué si están viejas? Para estar por
Día 4: No sé que ha pasado, que no ha
casa o para dormir son ideales.
salido a regarme. Bueno, tampoco hay
Años ha, eran de un intenso color negro,
que abusar del agua. Demasiado líquido
el encaje del borde superior acentuaba
puede ser perjudicial para mí.
mi ombligo obligando a mirarlo, se me
Día 5: Hoy han cerrado las persianas. No
ceñían a la perfección, y tal y como te las
sé por qué. Será por el sol. Después, por
encajabas, así se quedaban. Me gustaban
la noche, tampoco ha venido. Esperaré a
tanto que me las ponía en cuanto se
mañana.
secaban en el tendedero, de ahí que el
Día 6: Desde ayer, y nada. No ha aparecido
negro intenso pasó a negro mate, luego
nadie. Y, para colmo, un pájaro con malas
a grisáceo, y ahora no sabría muy bien
intenciones me ha arrancado tres de mis
cómo definir el color de estas bragas.
hojas. ¡Cómo duele!
Han estado conmigo mucho tiempo.
Día 7: Nada, tampoco ha salido. Pero no
Cuando cogí unos cuantos kilos de más,
pierdo la esperanza.
continué poniéndomelas pasmada al ver
Día 8: Me muero de sed. ¡Socorro!
que aún me cabían. Ilusa. Lo que pasaba
Día 9: Nada. El pájaro, que vino el otro
es que la goma, obviamente, iba cediendo.
día se ha acercado y ha pasado de largo.
Luego, cuando adelgacé, siguieron
¿Qué pasará?
conmigo. Por lo tanto, al extraño color, se
Día 10: Otra vez nada. Las persianas
le puede añadir que normalmente se me
continúan bajadas. ¿No se habrán ido de
queden ladeadas por culpa de lo que en
vacaciones y me han dejado aquí solita?
su momento fue goma elástica, y súmale
............
que el encaje esta descosido y va por
Día 15: Me estoy volviendo amarilla.
otro camino.
¿Dónde quedaron mis hojas verdes,
Sin embargo, son las bragas más cómodas
dónde mi tallo esbelto? Voy a morir joven,
que tengo, y hasta que no se desintegren
sin ni siquiera haber tenido mis propias
en la lavadora, seguiré usándolas. De lo
flores.
más sexi.
..........
Día 20: Adiós, mundo cruel. Querida
RUTH OBIAMO MOICHÉ
dueña: voy a morir en el lecho de mi
propia maceta. Languideciendo minuto
a minuto. Apenas tengo fuerzas para
escribir mi diario...
Día 21: La pobre planta, muerta ya, no

40 | revista literaria
FRASES
APÓCRIFAS
“Has dado en el clavo, soldado”
Jesús de Nazaret

“Me lo ha contado un pajarito”


Charles Darwin

“Piensa mal y acertarás”


Judas Iscariote antes de la última cena

ESTHER OBIAMO MOICHÉ

“El lenguaje inclusivo me la suda “


Arturo Pérez Reverte

“No está ni se le espera”


Samuel Becker

“Seré feliz cuando todo el mundo lleve un libro en la mano”


Almudena Grandes

SOCORRO GONZÁLEZ

“Estoy que ardo”


Bruja de Salem

“Me enamoré; fue un flechazo”


Robin Hood

“Me tenéis negro”


Dark Vyder
© Julio Volk from Pexels

BLANCA DE LA TORRE

entrelíneas | 41
ENTRE LIBROS

Las edades de Lulú


ALMUDENA GRANDES

Las edades de Lulú ha sido el último libro largo de los años, siendo siempre el ansia
elegido en nuestro club de lectura como de placer a cualquier precio el motivo
homenaje a Almudena Grandes, fallecida central de sus vidas. En su afán por ser
el pasado 27 de noviembre, el mismo día transgresora, Almudena Grandes aglutina
que otra madrileña insigne: Gloria Fuertes. en los protagonistas todas las prácticas
Personalmente soy lectora y admiradora de sexuales que a priori causarían rechazo a
su obra. He leído la mayoría, pero no empecé la mayoría de los lectores. Atendiendo a su
por el principio, por su primera novela. Quizás fecha de publicación sin duda defino esta
porque en su día vi la película que Bigas Luna obra como valiente, por abordar un género
estrenó en 1990 y no me atrajo. tan difícil. El objetivo de la autora era ganar
Las edades de Lulú es una historia de amor el premio de novela erótica Sonrisa Vertical
incondicional, dependiente y dañino que y lo consiguió con su primer trabajo en el
transcurre en el Madrid de los años ochenta. año 1989. Tenía entonces 28 años y una
Comienza con una niña de 15 años criada flamante carrera por delante…
en una “buena familia” carente de afecto,
relegada por el nacimiento de sus hermanos Recomendado por ANNABEL GÓMEZ
gemelos. Se verá arrastrada al sexo por
Pablo, de 26 años, un amor platónico, amigo
de su hermano mayor, cuyo mayor deleite
es prolongar eternamente la niñez de Lulú.
La pareja atravesará diferentes etapas a lo

42 | revista literaria
Panza de burro El palacio de hielo
ANDREA ABREU TARJEI VESAAS

Aquí tenemos un libro atípico, la primera Cuenta la historia de amistad dos niñas de
novela de esta joven periodista y escritora. once años, Siss y Unn, que, pese a sus breves
No es atípico por la historia, pues, al fin y encuentros, su conexión es tan profunda que
al cabo, trata sobre la vida de dos niñas, las marca para siempre.
amigas, que van descubriendo su mundo En la trama se aprecia el pensamiento
interior mientras describen cómo pasan el adolescente (intenso, radical y complejo), las
verano en su ciudad natal que, aunque no relaciones interpersonales que establecen
llegan a mencionar el nombre, se intuye por con lazos inquebrantables que, como un
los detalles dónde se desarrolla. hilo, va uniendo sus vidas y provocando
Lo atípico de esta novela es su forma de decisiones difíciles de comprender para los
estar escrita. Es en primera persona, cierto, otros protagonistas (y, probablemente, para
pero contado como te lo contaría esa niña el propio lector).
que ve cómo pasa su vida ese verano. Te lo Como telón de fondo se encuentra un
cuenta de forma no consciente. Es como si entorno que compite en intensidad con
cogiera un bolígrafo y comenzase a escribir la historia de Siss y Unn y que, de forma
los pensamientos que cruzan por su mente indiscutible, marca el ritmo: el frío, el bosque,
en ese momento, y no solo eso, si no que la oscuridad y, por supuesto, el palacio de
utiliza el dialecto típico propio de su territorio. hielo; que se convierte en un personaje tan
Y si lo entiendes, bien. Y si no, también. Tal importante como las propias niñas.
vez te exasperes un fisquito no más. Literatura noruega en estado puro, con el
La historia de cómo surgió el libro y del estilo de Tarjei Vesaas: enigmático, sobrio y
proceso, sobre todo del final, la explica en lleno de tensión.
el prólogo su editora, Sabina Urraca, la cual
describe muy bien lo que puedes llegar a ¿Aceptas el reto de leerlo?
sentir al leer Panza de Burro.
Recomendado por BLANCA DE LA TORRE
Recomendado por RUTH OBIAMO

entrelíneas | 43
EN T REC ERRA D O
Algo se muere en el alma

No me gustan las sevillanas. La música popular sí me atrae: tangos, boleros, coplas, etc. Pero
las sevillanas nunca me han calado hondo; sin embargo, hay alguna que sí lo ha hecho, como
la Sevillana del adiós; creo que es porque la primera vez que la escuché fue en la enorme
serie de televisión Verano azul, en el episodio de la muerte de Chanquete. Supongo que las
escenas de su entierro con esa música de fondo nos dejaron marcados a todos los niños
españoles de la época. Entre eso y Marco, demasiado bien estamos.
Curiosamente, el pasado martes 8 de febrero me desperté con la Sevillana del adiós en la
cabeza, y, casualidad o no, ese día, por la tarde, moría repentinamente en su casa de Sevilla mi
gran amigo Humberto. Aún me cuesta creerlo. Humberto no suele ser de los que se mueren.
Espero que me llame un día de estos para explicarme que todo ha sido un malentendido o
una broma “con más mala leche que cien mil dinosaurios”, como dijo en una ocasión de un
chihuahua que casi nos mata del susto con sus ladridos cuando paseábamos.
Será también casualidad que fue un verano azul de hace más de treinta años cuando le
conocí. Yo me encontraba al final de una tremenda adolescencia que ese mismo verano
estaba dando unos últimos coletazos muy peligrosos. Entonces apareció Humberto y me
ofreció lo que yo más necesitaba en esos momentos de mi vida: su inabarcable cultura, su
sabiduría vital, su genial sentido del humor, su humanidad, su cariño, su respeto. Puso delante
de mis ojos mi propia valía y me elevó. Y lo ha seguido haciendo durante todo este tiempo,
como estoy segura de que lo ha hecho también con todos sus alumnos y alumnas en sus más
de cincuenta años de profesión, y con todas las personas que le rodeaban.
Sé que voy a añorar las cartas que nos escribíamos al principio, el intercambio de correos
electrónicos después, sus lúcidos artículos, mandarle la revista Entrelíneas, reírme con sus
chistes y ocurrencias. Era despistado y conducía mal. Decía que cuando algún amigo ateo se
subía con él a su coche, el amigo acababa rezando “Cordero de Dios…”. Y así siempre con
Humberto, sonrisas y risas. No guardo ningún mal recuerdo de él.
Cuando me casé hace dos años, Humberto no pudo venir a Madrid para asistir a la boda por
problemas de salud, aunque me aseguró que no me faltaría el millón de euros en la cuenta
como regalo de boda. Prometí una visita a Sevilla para que él y Juani, su esposa, conocieran a
mi marido y pasar allí unos maravillosos días juntos. Era importante para mí, pero la pandemia
lo impidió.
Querido Humberto, quizás está primavera se pueda hacer realidad por fin nuestro deseado
encuentro y vuelvas a ser mi cicerone por todos los rincones de Sevilla. ¿Ponemos fecha?
¿Qué te parece? Así que no te vayas todavía, no te vayas, por favor.

ALICIA PISO
(En recuerdo de Luis Humberto Clavería)

44 | revista literaria

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