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Daniel Martinez Fuentes

UNIT 2 CLASS 1 Tuesday, April 5, 2016

OBJETIVE: review of the simple present


HOMEWORK: investigate about the frequency adverbs
COMPETENCE: students are able to speak English as a second language
SOURCE: saberingles.com

Adverbs of Frequency
We use some adverbs to describe how frequently we do an activity.

These are called adverbs of frequency and include:

Frequenc
Adverb of Frequency Example Sentence
y

100% always I always go to bed before 11pm.


90% usually I usually have cereal for breakfast.
80% normally / generally I normally go to the gym.
70% often* / frequently I often surf the internet.
50% sometimes I sometimes forget my wife's birthday.
30% occasionally I occasionally eat junk food.
10% seldom I seldom read the newspaper.
5% hardly ever / rarely I hardly ever drink alcohol.
0% never I never swim in the sea.
* Some people pronounce the 'T' in often but many others do not.

The Position of the Adverb in a Sentence


An adverb of frequency goes before a main verb (except with To Be).

Subject + adverb + main verb

I always remember to do my homework.
He normally gets good marks in exams.

An adverb of frequency goes after the verb To Be.


Subject + to be + adverb

They are never pleased to see me.


She isn't usually bad tempered.

When we use an auxiliary verb (have, will, must, might, could, would, can, etc.), the adverb is
placed between the auxiliary and the main verb. This is also true for to be.

Subject + auxiliary + adverb + main verb

She can sometimes beat me in a race.
I would hardly ever be unkind to someone.
They might never see each other again.
They could occasionally be heard laughing.

We can also use the following adverbs at the start of a sentence:


Usually, normally, often, frequently, sometimes, occasionally
Occasionally, I like to eat Thai food. BUT we cannot use the following at the beginning of a
sentence: Always, seldom, rarely, hardly, ever, never. We use hardly ever and never with
positive, not negative verbs:

 She hardly ever comes to my parties.


 They never say 'thank you'.

We use ever in questions and negative statements:

 Have you ever been to New Zealand?


 I haven't ever been to Switzerland. (The same as 'I have never been Switzerland').

We can also use the following expressions when we want to be more specific about the
frequency:

- Every day - once a month - twice a year - four times a day - every other week
Abandono escolar, fenómeno que
México “paga caro”
Nurit Martínez | El Universal
Domingo 18 de agosto de 2013

. (Foto: )
Más de 18 mmdp, costo de la salida de jóvenes de las aulas en niveles
básico y medio: INEE 

nurit.martinez@eluniversal.com.mx

Al inicio del ciclo escolar, el mayor reto que tiene el sistema educativo en México es evitar que
poco más de un millón de niños y jóvenes de primaria, secundaria y bachillerato abandonen
sus estudios por condiciones de pobreza, por reprobar materias, porque “la escuela no les
gusta”, por el bullying o por tener embarazos tempranos y adicciones.

Desde mañana acudirán a la escuela más de 26 millones de alumnos de la educación básica,


y se sumarán a los casi 7.5 millones del bachillerato, licenciatura y posgrado que iniciaron
cursos hace dos semanas.

El índice de deserción en México estima que más de un millón de los alumnos que mañana
iniciarán clases no concluirán con el ciclo escolar, dejarán en algún momento la primaria, la
secundaria o el bachillerato.

Con cifras del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), se estima que “la
deserción escolar o abandono” de este grupo costó al país más de 18 mil 599 millones de
pesos el último año.

Se trata del presupuesto o gasto por alumno que la Secretaría de Educación Pública (SEP)
destinó a la formación de más de un millón 95 mil estudiantes.

En la primaria son 104 mil 366 alumnos los que se calcula abandonan la escuela en un ciclo
escolar; en secundaria, 345 mil 376 adolescentes, y en el bachillerato, 645 mil 705, de
acuerdo con la tasa de deserción registrada en el Panorama Educativo de México 2012.
Significa que de cada 100 niños que hoy inician la primaria, 0.7% dejará la escuela por alguna
razón, y para ellos se dedicó un presupuesto de 9 mil 174 pesos. Otro 5.6% se irá antes de
concluir la secundaria, un costo por alumno de más de 14 mil pesos; y, 14.9% abandonará la
educación media superior, a un costo de 19 mil 650 pesos por estudiante.

En el caso del nivel superior, las estadísticas señalan apenas una eficiencia, la tasa de los que
concluirán sus estudios es de 50% de quienes iniciaron una licenciatura o ingeniería.

Luego de reconocer que existe un “problema” por la cantidad de estudiantes que abandonan
la escuela en diferentes grados, la SEP arrancará a partir de mañana una serie de acciones
en la educación básica y en el bachillerato para atacar el abandono escolar.

Para el caso de primaria y secundaria dio a conocer los lineamientos de “normalidad mínima”.
Entre otras acciones, prevé que en cada grupo haya un maestro, que se cumplan los 200 días
de clases, evitar distracciones e iniciar puntualmente las actividades académicas; que los
libros y materiales lleguen oportunamente, involucrar a los alumnos en las actividades
escolares y lograr que todos tengan un aprendizaje parejo.

Problemática mundial

Para el bachillerato, el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, anticipó que se pondrá en marcha
un “ambicioso programa”, al reconocer que son casi 650 mil los que dejan la escuela cada
año; esto significa que por día de clases, 3 mil 250 jóvenes decidieron abandonar sus
estudios.

El estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) reportó que esa cifra
equivalía a que cada 25 segundos, en promedio, un joven decidiera no seguir sus estudios en
el bachillerato.

Yo no Abandono es el movimiento contra el abandono escolar de la educación media,


estrategia que define acciones para que entre maestros y padres de familia se ubique a
quienes están en riesgo de deserción.

Estimaciones de la organización Mexicanos Primero y de la Encuesta Nacional de Deserción


en la Educación Media Superior, de la SEP, señalan que de cada 100 niños que ingresan a la
primaria, sólo dos lograrán estudios de posgrado.

Unos estudiantes ingresarán a la escuela y otros a una “máquina que los expulsará” por
diferentes razones, dice el investigador de El Colegio de México, Manuel Gil Antón.

Mañana habrá quien “ingrese a una vereda, otros a una autopista y unos más a un barranco…
Mientras unos tendrán la posibilidad de continuar sus estudios, otros se verán obligados a
salir, es la diferencia entre quienes llegarán a ser empresarios y otros lavacoches, la muestra
clara de que la escuela reproduce la inequidad [del país]”, afirma.

Más grave que el costo en términos de presupuesto no aprovechado, está el costo social,
puesto que se trata de jóvenes “expuestos a la inseguridad, la violencia, escasas posibilidades
de empleos, bajas retribuciones salariales y también el prejuicio social, un estigma fuerte de
que abandonaron la escuela”, afirma Pedro Flores Crespo, director de la revista del Consejo
Mexicano de Investigación Educativa y ex consejero del INEE.

Yoloxóchitl Bustamante, directora del IPN, considera que frente a los factores sociales,
emocionales, biológicos y de convivencia familiar, “lamentablemente no tenemos herramientas
que debieran ser necesarias”.

Respecto a los que tienen necesidades económicas, “llegamos hasta donde podemos (...) hay
ocasiones que los jóvenes nos dicen: ‘Me voy a tener que ir porque voy a ver cómo trabajo,
porque mi familia no tiene para sobrevivir”, y ellos viven condiciones que los hacen caer hasta
en depresiones, dice Bustamante.

Sylvia Ortega Salazar, directora del Colegio de Bachilleres, advierte que la deserción es un
síntoma de la falta de capacidad de innovar la escuela, pero también de la existencia de
problemas estructurales de la educación: necesidades de desarrollo profesional,
financiamiento insuficiente para acceder a recursos tecnológicos, oferta cultural reducida para
mejorar el ambiente escolar y diversificar actividades atractivas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) considera que en


México ocurre un “drama”, una falla estructural, porque se ubica en el primer lugar cuando se
mide el número desertores escolares de 15 a 18 años.

Sylvia Schmelkes, presidenta del INEE, consideró que la deserción es un problema en el que
la institución que encabeza deberá empezar a hacer propuestas, porque “uno de los errores
que hemos cometido es que tenemos un sistema homogéneo que no ha sabido amoldarse a
la diversidad de contextos, culturas y lenguas”.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)


calcula que 31.2 millones de niños dejaron la primaria en el mundo en 2010, tan sólo 2.7
millones en América Latina y el Caribe, y México, al igual que Argentina, Cuba, Jamaica y
Uruguay, exhibió las tasas más baja de deserción: 5%.

En Oportunidades perdidas: el impacto de la repetición y de la salida prematura de la escuela,


la Unesco afirma que los costos para estos niños son en términos de oportunidades de
desarrollo personal, lento crecimiento económico y peor estado de salud pública; además de
que “los sistemas educativos destinan mucho tiempo, energía y recursos en niños que dejan la
escuela sin haber adquirido conocimientos necesarios”.

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