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Teoría de La Verdad
Teoría de La Verdad
Tratado de teoría de la
2017
López López, Andrés Felipe
Tratado de teoría de la verdad en y teólogos franciscanos del siglo XIII:
Buenaventura de Bagnoregio, Juan Duns Escoto, Roger Bacon y Guillermo de Ockham.
Aportaciones a la praxis paidética de la razón y la voluntad / Andrés Felipe López López.
--Medellín: Editorial Bonaventuriana, 2017
Incluye referencias
ISBN: 978-958-8474-65-6
1. Verdad 2. Franciscanos 3. Teoría del conocimiento 4. Lógica 5. Filosofía 6. Intelectuales
121 (CDD 23)
L925
© Universidad de San Buenaventura Medellín
A mis amigos Rodrigo Varela, César Augusto Guerra,
Colección Institucional Miguel García-Baró, John Edgar Congote, Ezequiel Quintero,
Juan Pablo Cardona, Sebastián Suárez, José Daniel Hoyos,
Buenaventura de Bagnoregio, Juan Duns Escoto, Roger Bacon y Guillermo de Ockham.
Aportaciones a la praxis paidética de la razón y la voluntad Carlos Gaviria, Carlos Humberto Monsalve, Pablo Antonio
Múnera y Alejandro Molina. A mis hermanos Yovani y Leo-
© Autor: Andrés Felipe López López
Vicerrectoría para la Evangelización de las Culturas nardo, a mi madre Marta Lucía
Centro Interdisciplinario de Estudios Humanísticos (CIDEH)
Universidad de San Buenaventura Medellín y a mi esposa
Maria Clara Gómez.
Universidad de San Buenaventura
Colombia
© Editorial Bonaventuriana, 2017
Universidad de San Buenaventura Medellín Yo escribo para que mis amigos me quieran más.
Coordinación Editorial Medellín
Carrera 56c No. 51-110 (Medellín) Gabriel García Márquez
Calle 45 No 61-40 (Bello)
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editorial.bonaventuriana@usb.edu.co
www.usbmed.edu.co - www.editorialbonaventuriana.usb.edu.co
Coordinador Editorial: Fraidy Alonso Alzate Pamplona
Corrección de estilo: Ezequiel Quintero Gallego
Diseño y diagramación: Gretel Álvarez
Ilustración de carátula: Elizabeth Builes
Impresión: Velásquez Digital SAS, Cali
Las opiniones, originales y citaciones son responsabilidad del autor. La Universidad de
San Buenaventura Medellín salva cualquier obligación derivada del libro que se publica.
Por lo tanto, ella recaerá única y exclusivamente sobre los autores.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio,
sin permiso escrito de la Editorial Bonaventuriana.
ISBN: 978-958-8474-65-6
Tiraje: 200 ejemplares
Cumplido el Depósito Legal (Ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000).
Impreso en Colombia - Printed in Colombia.
Septiembre de 2017
[…] el subjetivista individual no toma en serio el ‘diálogo’,
porque quiere únicamente ‘su verdad’,
aunque sea momentánea y puntiforme.
Para él, sin duda, es para quien escribió Antonio Machado
la filosófica poesía de estos versos:
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.
(Millán-Puelles, 2014, p. 24)
Tercera Tesis
TEORÍA DE LA VERDAD
EN ROGER BACON
(y algunas conexiones con Ramon Llull
y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Tercera Tesis
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
No tiene nada que ver con atribuir mayor importancia a Buena-
ventura de Bagnoregio y a Juan Duns Escoto el que este tramo de la
investigación que empieza sea más corto. Con lo que sí se relaciona
es que en cuestiones de Metafísica, Ontología y Teología la medita-
ción se torna más extensa porque los tópicos por los que se trajina
necesitan mayor renglón de explicación. Que las secciones de Roger
Bacon y Guillermo de Ockham, a seguir, sean, tomadas particular-
mente, menos largas no tiene otra causa sino esta que debo confesar:
es más claro para mí llegar a cimas explicativas cuando la navega-
ción emprendida en este libro alcanza problemas como
los del método, la ciencia, Lógica y Filosofía natural; es decir, estas
son para mí más claras, no menos difíciles, pero sí más concretas.
Probablemente un lector acostumbrado a los problemas losó-
y teológicos del Medievo haya considerado hasta aquí, que si
bien se alcanza profundidad en el discernimiento de las doctrinas
tematizadas, en no pocas líneas también este trabajo puede ser
c como muy heterodoxo. Son casos de esto la noción de
pecado constituida en los dos capítulos anteriores; el parangón
entre Étienne Gilson y José Antonio Merino, más las observacio-
nes arrojadas a ambos por mi parte; las continuas provocaciones
lanzadas a la revelación; una cierta revisión fenomeno-
lógica de los problemas del conocimiento que fueron tema de Bue-
naventura y Duns Escoto, y así otras varias disidencias
no habituales. Pues bien, el que haya visto tal heterodoxia está en
lo correcto, de hecho, con Roger Bacon no renuncio a ella como se
va a ver desde ahora: Umberto Eco en Apostilla a El nombre de la
rosa (1984a), respondiéndose una pregunta acerca de su libro El
nombre de la rosa, dice que la aparición de los frailes del siglo XIII
en esta se debe a la necesidad de introducir en su historia medie-
val de tal siglo y del XII, la gura del investigador, posiblemente
inglés, que poseyese ampliado el sentido de la observación y “una
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particular sensibilidad para la interpretación de los indicios” (Eco, bajo la cual cae el esclarecimiento del asesinato de Adelmo, monje
1984a, p. 13). Cualidades que dice el italiano no se encontraban sino famoso en el arte de la miniatura.
en el ámbito franciscano y con posterioridad a Roger Bacon; luego,
una teoría desarrollada de los signos la encuentra avanzada en los La mente del fraile franciscano es presentada como acuciosa y
ockhamistas. En efecto, antes de Guillermo de Ockham la había, sabia; del primer atributo deriva la importancia dada al examen
pero concentrada la interpretación en la modalidad simbólica o exhaustivo de las percepciones sensibles, para lograr con esto la
concentrada en la lectura de los signos como ideas y universales. desmitificación de la opinión que rondaba en el monasterio sobre la
Solo después de Roger Bacon y Guillermo de Ockham los signos son No entiendo a qué se presencia del demonio y no la de un asesino. Es por obediencia a la
usados para dirigirse al conocimiento de los individuos. refiere con los signo “justeza del razonamiento” que llega a evidenciar que hay asesinato
dirigidos a los individuos y no efectos diabólicos.
Fray Guillermo de Baskerville, personaje central de la obra del
italiano que aquí comento, tiene la responsabilidad de penetrar en En la historia se cuenta que las reglas del monasterio prohibían
la profundidad del misterio de monjes cruelmente asesinados, una el acceso a la biblioteca, las cuales Adelmo había desobedecido.
vez que es informado por el Abad benedictino, quien esperaba que Biblioteca famosa entre todas las abadías de la cristiandad por su
Guillermo dedicara parte del tiempo de su estancia al esclareci- gran número de escritos, que podía incluso competir con las treinta
miento del enigma. María de los Ángeles Giralt (1988, pp. 109-112) y seis bibliotecas de Bagdad (Eco, 1985, p. 47). Las mismas reglas
explicó que en esta penetración aludida el franciscano Guillermo proferían el cuidado del tesoro cristiano, al que los monjes no podían
camina entre el mundo irracional y el universo aristotélico de la acceder por voluntad, en tanto que las verdades no eran concebidas
razón. Desde este segundo lado de la cuestión puesta en la trama de como aptas para todos los oídos, así como los errores no podían por
la obra, Aristóteles, Roger Bacon y Guillermo de Ockham son sus todos ser reconocidos (Eco, 1985, p. 50). La muerte de Adelmo es
aliados en la búsqueda de la verdad. Guillermo de Baskerville los interpretada por Abbone como un castigo sobrenatural por haber
cita (Eco, 1985, p. 251)117, los encarna y lucha por mantenerse en la penetrado en lo prohibido, en el mundo del conocimiento, que no es
“apetencia” del saber y no caer en lo irracional, esto es, por mante- otra cosa sino la Filosofía y la sabiduría, que en versión de Aristó-
nerse fiel a las fuerzas del bien y no a las del infierno. Es latente la teles, merece ser elegida por sí y en sí, máxime cuando este mismo
presencia de Aristóteles en la narración de Adso de Melk, personaje dijo que: “Todos los hombres por naturaleza desean saber” (1994a
que es precisamente quien cuenta la historia. Esto se ve explícito [I 1, 980a 24]). El laberinto de la sabiduría es revestido de peligro,
cuando por ejemplo Guillermo en debate con Abbone, el mentado pues en él hay fábulas de poetas paganos, mentiras de infieles y
Abad del monasterio donde se suceden las misteriosas muertes, Qué significa enemigos como Aristóteles, quien por medio de la ciencia universal
apela, para la explicación de los crímenes, no a un mundo mágico condena en este del conocimiento de todas las cosas busca explicar las causas y los
que se remonta a causas diabólicas, sino a la fuerza del conoci- contexto, o más primeros principios. Resuena aquí aquella citada condena del 7 de
miento griego que se centra en el análisis de las causas y los efectos, bien pedir explicitar marzo de 1277, en la que 219 proposiciones que reflejaban la ense-
más los efectos de estos en otras cosas más próximas; modalidad la manera de cómo ñanza de algunos maestros de la Facultad de Artes de la Universi-
se emplea dad de París son azotadas: cada libro, decía Tempier (Eco, 1984b,
117 “Roger Bacon a quien venero como maestro, nos ha enseñado que algún día el plan divino pp. 484-485), escrito por ese hombre —se refiere a Aristóteles— ha
pasará por la ciencia de las máquinas”. A propósito de la “intuición de lo individual […] lo he
discutido mucho en Oxford con mi amigo Guillermo de Occam, que ahora está en Aviñón”. destruido parte del saber que la cristiandad había sedimentado
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durante siglos. Basta con el Libro del Génesis para saber la com- acostumbrado a sus escasos 16 años, Eco se está refiriendo a un
posición del cosmos; aquello que trajo el redescubrimiento de los maestro de Roger Bacon, “Pedro de Marincourt, autor de un tratado
libros Físicos del Filósofo es la interpretación del universo como sobre el imán (Epistola de magnete) donde proclama la necesidad
materia sorda y viscosa, más la tentativa averroísta de convencer a de completar el método matemático con el método experimental”
todos de la eternidad del mundo. (Margot, 1988, p. 51). Guillermo portaba en su saco de viaje instru-
mentos que para Adso eran novedades absolutas, pero que para el
Jean-Paul Margot piensa (1988, p. 50) que aquella mencionada primero ya eran maravillas. Estas, dice Guillermo, son produccio-
conversación entre el Abad Abbone y Guillermo es muy instruc- nes del arte que imitan a la naturaleza, que la reproducen no solo
tiva, ya que denota el grado de secularización —que podría ser aquí en sus formas, sino en su modo mismo de actuar (Eco, 1984b, p. 19).
interpretado como aristotelización— en que las antiguas Órdenes A Adso el reloj, el astrolabio, el imán, le parecen obras de brujería.
monacales de la Alta Edad Media habían empezado a entrar aún ¿No son acaso ficciones, quimeras u objetos que no existen, estas
sin quererlo, pues aunque la tarea de conservar y custodiar los teso- máquinas? Le pregunta Adso a Guillermo, y todavía sobrepasando
ros estaba clara para Abbone, el benedictino se muestra preso de la los ochenta años Adso no entiende que se le haya respondido:
confusión que imperaba en el seno de su orden, la de estar del lado
de la riqueza terrenal o de la riqueza espiritual. El mismo Jean-Paul No debes inquietarte porque aún no existan, pues esto no signi-
fica que no existirán. Y yo te digo que Dios quiere que existan, y
Margot juzga que la expresión más representativa de la Iglesia del
existen sin duda en su mente, aunque mi amigo de Occam niegue
mundo feudal fue precisamente la benedictina, que además no supo
que las ideas existan de ese modo, y no porque podamos deci-
reconocer que el verdadero significado del “hedor de las ciudades” dir acerca de la naturaleza divina, sino, precisamente, porque no
consistía en su propio mundo feudal, uno que envejecía y no podía podemos fijarle límite alguno. (Eco, 1984b, p. 20)
sostenerse más. Guillermo es el signo del nacimiento de un nuevo
mundo frente a uno que se encontraba ya caduco. Es también, como Solo en estas pocas palabras se expresa el conflicto filosófico y
se ve claro en su obediencia a la Lógica y a la percepción pura, repre- teológico venido desde finales del siglo XII que estará tenso hasta
sentación de que los seguidores del Poverello de Asís habían madu- el XIV, y que se puede formular así: las leyes de la naturaleza atesti-
rado la idea de la naturaleza, por cuanto ya no se la concebía solo guan que no hay un orden anterior o que sí lo hay, siendo este último
como objeto de contemplación sino también, y en mayor medida, el querer divino, y porque este es inmutable, también es inmutable
de experimentación; concepto científico este de la naturaleza impul- la estabilidad del orden creado. En el principio de la Creación oye
sado por los héroes de la ciencia. ¿Acaso no es esta la encarnación llevarse a cabo una elección que remite a un dominio de posibili-
misma del espíritu de Roger Bacon? Bien dice Ubertino, el jefe de los dades. Si son relativas todas las cosas al orden de la omnipotencia
espiritualistas, que: “La naturaleza es buena porque es hija de Dios divina, están por tanto sujetas a la libertad. Esas mismas palabras
[…] —Y Dios debe de ser bueno, si ha engendrado la naturaleza” le de Guillermo a Adso sobre la existencia de las maquinas mani-
responde Guillermo con una sonrisa (Eco, 1984b, p. 64). fiestan toda la envergadura de la dicotomía y las preguntas de la
Modernidad: si confiar en la Teología y “jurar al mismo tiempo por
Cuando Eco pone en Adso, que es en principio benedictino, las palabras de Bacon (ciencia)” (Margot, 1988, p. 54); cosa que de
la reflexión que lo lleva a reconocer la sorprendente sabiduría de entrada parece ser contradictoria, y lo es en la medida de los tiem-
Guillermo, adversa a la tontería de los iletrados a los que estaba pos en los que se encuentra Adso, porque:
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María de los Ángeles Giralt (1988), ubica la obra de Umberto Eco esto la prevalencia de las fuerzas del infierno sobre las fuerzas del
en el juego entre el Sumo bien de la esencia platónica que se repre- bien? A lo que responde en una nota al final:
senta en el espíritu benedictino y la objetividad del mundo y del
Algún lector escrupuloso se preguntará si las Apostillas a El Nom-
hombre bien representada en la persona de Aristóteles, que a su vez
bre de la Rosa, puede variar nuestro razonamiento anterior. El
se ve figurada en el espíritu del franciscano Guillermo.
encaminarse de nuevo hacia el laberinto, lejos de cambiar el dis-
curso, lo reafirma, aún retomando el punto de partida: “escribí
Los crímenes posteriores en la abadía, Berengario da Arundel,
una novela porque tuve ganas”. “el hombre por naturaleza es un
ayudante del bibliotecario Malaquías, y Severino de Sant’Emme- animal fabulador”. Sigue viviente la búsqueda racional de Bacon
rano, herbolario de la abadía, siguen girando en torno al misterio y de Occam, los cuales persisten en la tesis de que “los signos
de la biblioteca. Los asesinados son aquellos que ceden a la “seduc- se usan para abordar el conocimiento de los individuos”, sigue
ción del conocimiento”. Pero para ellos, para las víctimas, la biblio- vivo el concepto de diversión partiendo de La Poética aristotélica.
teca es la Jerusalén celestial: Aunque sólo los monjes de la época conocieran la verdad, ésta se
vuelve inalcanzable sin la presencia del viejo Aristóteles. Es indi-
Vivían con ella, por ella y, quizá, también contra ella, esperando ferente que se hable de búsqueda de la verdad, o de “pesquisa
pecaminosamente, poder arrancarle algún día todos sus secre- policíaca”, al fin y al cabo, no es cuando el escritor quiere que
tos. ¿Por qué no iban a arriesgarse a morir para satisfacer alguna puede afirmar: ¡”es falso, no juego más”! (1988, p. 112)
curiosidad de su mente, o a matar para impedir que alguien
se apoderase de cierto secreto celosamente custodiado? (Eco, Metafóricamente hablando, para este Guillermo de Baskerville
1985, p. 224) que es en parte evocación de Roger Bacon, en parte de Guillermo
de Ockham, el anticristo es todo lo contrario a lo que Jorge de Bur-
Guillermo encuentra que la clave para discernir los homicidios gos tenía por tal, es decir, siguiendo a Bacon que es el maestro más
es un libro con “el poder de mil escorpiones”, el Segundo Libro de la admirado por Guillermo, es la corrupción del mundo, la debilita-
Poética de Aristóteles, cuya única copia se conserva en la biblioteca ción de la sabiduría donde se hace presente tal cristo antitético;
y cuyo tema es el hombre como único animal capaz de reír. El halo fenómenos ante los cuales hay que combatir con lo que Jorge niega:
pecaminoso con el que se reviste a Aristóteles se debe a la conside- el saber, para mejorar al ser humano, para estudiar los secretos de
ración del hombre sabio que se entresaca de su Metafísica (2008), la naturaleza porque se puede combatir al anticristo estudiando
“como el que es capaz de llegar al conocimiento de las cosas más las virtudes curativas de las hierbas, la estructura de las piedras y
difíciles y que no sin graves dificultades son asequibles al hombre” hasta proyectando las máquinas voladoras.
(Giralt, 1988, p. 111).
A Bacon atribuye Guillermo la efectividad de que los sabios pro-
La obra de Eco tiene la intención de mostrar que en la actitud de pongan una Teología novísima y humana que es la Filosofía natu-
Guillermo de Baskerville triunfa la razón y no lo irracional, vence la ral. Empresa en la que cree pero supeditada al patrimonio de la
verdad y no la superstición y la magia. El incendio final de la biblio- razón que a su vez se verifica en la intuición de lo individual. A
teca y con este el incendio de numerosos manuscritos, entre los lo que contrapone que si la intuición de lo individual es la única
cuales se encontraba precisamente el de la Poética, hace pregun- buena, cómo puede entonces la ciencia reconstruir las leyes univer-
tarse a María de los Ángeles Giralt: ¿no estaría acaso significando sales por medio de las cuales la técnica buena se vuelve operativa.
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Guillermo de Ockham le enseñó a Guillermo de Baskerville que si las cosas, tendría como inherencia el hecho de que Dios se encuentra
solo es correcta la intuición de lo individual, se vuelve muy difí- sometido a las mismas, luego Dios es libre, y lo es absolutamente
cil demostrar que el mismo tipo de causas tienen el mismo tipo de porque si lo quisiese con un solo acto de su voluntad podría hacer
efectos. Por ejemplo un cuerpo puede ser frío o caliente, dulce o que el mundo fuese distinto. Aunque esto que sigue se me escapa
amargo, húmedo o seco, en un sitio, y no serlo en otro. ¿Cómo se de la investigación por razones de espacio, al menos lo menciono:
puede entonces descubrir el vínculo universal que asegura el orden hay quien ha encontrado en estas formulaciones, como José Biedma
de las cosas, si en un movimiento tan ínfimo como mover un dedo (2001), que el neopositivismo moderno y la Filosofía analítica resul-
se crean infinidad de entes nuevos? A esto Bacon responde en De tan del desarrollo natural de algunas tesis anglosajonas como las
multiplicatione specierum (Lindberg, 1998) como lo explicaré más de Roger Bacon y el nominalismo. En gran coincidencia con esto, el
adelante cuando termine esta evocación. En boca de Guillermo de Umberto Eco semiólogo y lingüista, no ya el novelista, dijo (1994a,
Baskerville (Eco, 1985) se pone que las relaciones son los modos por p. 119) que con los Modistae de los siglos XIII y XIV, se intensificó
los que la mente hace percepción de los vínculos entre los entes sin- el proyecto de una gramática especulativa y de una investigación
gulares, luego, cómo se garantiza la universalidad y estabilidad de sobre los modi significandi, de los que derivó el modelo operativo
las cosas de esos modos es una pregunta que resulta. Adso dice que que aún se encuentra en vigencia y en el que se halla la intención
aun con esta cuestión, Guillermo sabe que a determinado espesor de especulativa de individualizar modalidades lingüísticas univer-
un vidrio corresponde determinada posibilidad de visión y en virtud salmente válidas. Para los modistas, continúa Eco, los modos de
de que lo sabe puede construir unos lentes iguales a los que había significar coinciden con las modalidades del pensamiento y de la
perdido. Adso está en lo correcto. Guillermo añade que habiendo realidad. Sobre esta tesis “Roger Bacon podía afirmar que la gra-
formulado la proposición de que la igualdad de espesor debe corres- mática es substancialmente la misma en todas las lenguas, aunque
ponder con igualdad de poder visual, está haciendo memoria de puede variar accidentalmente” (Eco, 1994a, p. 119). Teoría esta que
que en otras oportunidades ha tenido intuiciones individuales del se recoge en el campo del racionalismo y el cartesianismo por los
mismo tipo, así como el que experimenta con las propiedades cura- lógicos y lingüistas de Port-Royal en el siglo XVII, en la Gramática
tivas de las hierbas, que por experimentar con ellas sabe que todos general y razonada como en la Lógica o arte de pensar. Estas dos
los individuos herbáceos que compartan naturaleza, tienen efectos obras retomadas hoy en día por Noam Chomsky, han ejercido un
de igual naturaleza en los pacientes que presentan iguales disposi- gran influjo en la forma más moderna de la lingüística y también
ciones. No hay duda, piensa el mismo Guillermo, que la ciencia a la en la gramática transformacional como “lingüística cartesiana”, que
que se refería Roger Bacon versa sobre estas proposiciones. Bacon sientan sus bases en el universalismo de los gramáticos escolásticos.
no habló de cosas, sino de proposiciones sobre las cosas. Pues bien,
la ciencia es tomada aquí por la figura de Guillermo que se ocupa De acuerdo a todo lo anterior, razón tiene el maestro Miguel Gar-
de las proposiciones y de sus términos, huelga decir, los términos cía-Baró (2009, pp. 289-290) en enlistar a Roger Bacon como uno de
indican cosas iguales. Se cree en la funcionalidad de una proposi- los herederos de Sócrates; lo es todo aquel que como el ateniense no
ción porque así lo muestra la experiencia, sin embargo, para poder viva disyunto de esta afirmación: el bien consiste en la verdad (Gar-
creerlo hay que tener unos elementos primitivos, las leyes universa- cía-Baró, 2007, pp. 281-289), porque lo filosófico ha sido siempre
les, de las que Guillermo dice no poder hablar porque la concepción aspirar con máximo deseo a la contemplación de las verdades y de
misma de la existencia de leyes universales y de un orden dado de la verdad eterna. El español lo califica como el principal exponente
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de la escuela de pensamiento atenta a las ciencias y a la experiencia estudios como el de Richard Kieckhefer (1992) sobre la magia en la
que surgió en la Universidad de Oxford en el siglo XIII. Dice que fue Edad Media. Luego paso al punto temático de las tesis sobre la ver-
el primero en hacer uso del término (y el concepto) de ciencia expe- dad de acuerdo a la obra del fraile inglés —aunque, cabe advertir, esta
rimental, “aunque sus logros no igualaron, ni de lejos, sus visiona- narración más o menos histórica, y la anterior más o menos literaria,
rias anticipaciones de los que serían frutos posteriores de la ciencia están ya revelando un punto importante, el de la actitud del científico
moderna”. Escribe también el profesor de España que una parte en tema, de la que cada uno puede, si lo quiere, aprender—.
de la Teoría del conocimiento de Ockham es producto directo de
ideas baconianas, en las que se leen tres fuentes del conocimiento: La primera vez que Russell lo menciona (1972, p. 451) es para
la autoridad, la razón y la experiencia (externa e interna). Pero a la ponerlo como cabeza de la trilogía que se constituye con Juan
primera la acusa porque de una excesiva confianza en ella se llega al Duns Escoto y Guillermo de Ockham. A quienes atribuye, después
abismo del que el mismo Bacon fuera testigo, el del estado de igno- del período de Tomás de Aquino, ser los más grandes del período
rancia generalizada y grave en que vivía la humanidad de su época. siguiente al Aquinate118. Como es tenido ya por clásico, Russell, como
Abismo al cual se tiende también por el apego a lo habitual y tra- muchos otros, por ejemplo Merino (2011, p. 245), pone en circa —
dicional y por la vanidad de aparentar que se sabe lo que en reali- abreviada ca., que significa alrededor o cerca de— las fechas del
dad se ignora. La razón prueba conclusiones y la experiencia provee natalicio y de la muerte del científico inglés, respectivamente 1214
premisas. El otro Bacon, Francis Bacon, trescientos años después, y 1294 —la opinión aquí es dividida porque según como redacta el
repetirá la atribución a la ciencia experimental de tener el mérito mismo Merino hay quien ha puesto la primera en 1210 o hasta en
principal de poder poner la naturaleza al servicio de las necesida- 1220. Así pasa también con el lugar, puesto que para unos nació en
des humanas. La misma escuela franciscana de Oxford, entre la Ilchester119 y para otros en Gloucester—.
que se cuenta no solo a Roger Bacon, sino a Roberto Grosseteste y a
John Pecham, es precursora de la ciencia moderna e iniciadora de Para Russell (1972, pp. 463-464) es más conveniente tenerlo
la aplicación de la Matemática a todos los campos de estudio, desde por un hombre de saber universal con un amor especial por las
la Física y la Lógica a la Teología. Matemáticas y la ciencia, que por filósofo sensu stricto. Constan-
temente fue perturbado por ser sospechoso de herejía y magia.
*** Dice que Bacon fue puesto en vigilancia en 1257 por Buenaventura
de Bagnoregio, en ese entonces General de la Orden franciscana,
§ 18. Nos moderni… de historias y fantasmas quien también le prohibiera publicar. Con menos concreción pero
en la vida de Roger Bacon, con una extensión con más diplomacia esto también lo cuenta Copleston diciendo que
temática hacia otro filósofo de la época, no inglés dejó de enseñar en esa fecha en Oxford, “por haber provocado las
sino palmesano suspicacias o la hostilidad de sus superiores. Sin embargo, todavía
se le permitía escribir, aunque no publicar sus obras”120 (1993, pp. que se deba exclusivamente a Roger Bacon, Koyré sí dice, y esto
443-444). Esto se conecta con otras palabras del jesuita Copleston es muy importante, que: “Siempre se es moderno, en toda época,
(1993, p. 442) que vale la pena recordar, no solo desde el punto desde el momento en que uno piensa poco más o menos como sus
de vista histórico, sino además desde el doctrinal, en las que se contemporáneos y de forma un poco distinta que sus maestros…
acentúa que aquello que hace con ostensión ser muy interesante a Nos moderni, decía ya Roger Bacon…” (1982, p. 9). Nos moderni
Roger Bacon es que sus motivos científicos fueron por él combina- que quiere decir nosotros los modernos.
dos con intereses filosóficos, sumando a esto un énfasis identitario
del franciscanismo que es el misticismo. Su perspectiva científica Acabo de escribir que según versión de Bertrand Russell fue
empírica en mixtura con la tradición cristiana era extraña a la puesto en vigilancia en 1257, he aquí un dato sibilino: en el Estudio
mayoría de los filósofos y teólogos de la época. En los mismos ren- Introductorio al polémico libro Secretum Secretorum, Hugo Biz-
glones el filósofo jesuita lo describe como “impulsivo, algo intole- zarri (2010, p. 14) dice que en 1257 Roger Bacon desde su cátedra
rante y acalorado, convencido de la verdad y el valor de sus propias de Oxford, comentaba con abundantes glosas este libro sapiencial
opiniones y del oscurantismo de muchos de los pensadores punte- y político123. Obra preparada en ambientes árabes cristianizados y
ros de su tiempo, particularmente de los de París […]”121. Fue, sigue helenizados, incluida dentro del corpus de obras aristotélicas y den-
Copleston con lírica, “el ave de las tempestades, la persona pen- tro de las que devienen de la leyenda de Alejandro Magno. Escrito
denciera de su Orden, pero, al mismo tiempo, una de las glorias de que pertenece al aristotelismo popular en el que se hace un plexo
ésta, y una de las figuras destacadas de la filosofía británica”122. Si de consejos acerca de la gobernanza del reino, además de material
se estableciera una comparación entre este y el otro Bacon, Fran- nigromántico y consejos medicinales. Todas cosas que se circuns-
cis Bacon (1561-1626), el primero lo supera, pues si se alude a una criben al imaginario no poco expandido que en la Edad Media se
reforma baconiana de la ciencia, se tendría que estar en conciencia le endilgó a Aristóteles —“[…] entre las que también se encuentran
de que fue más precursor de esta Roger Bacon que Francis Bacon. obras como los Enigmata o la pequeña colección de proverbios que
Y aunque la producción académica del segundo le gana a la del bajo el nombre de Paroimai conserva el manuscrito 142 de la Biblio-
primero, sin embargo, Roger Bacon captó mejor la combinación Características de teca Universitaria de Munich” (Bizzarri, 2010, p. 14)—. La obra no es
de la deducción y la inducción que bien identifica toda tarea cien- la figura del del Estagirita, y si quienes atacaron a Bacon hubieran sabido que no
tífica. En un tono más ácido, Alexandre Koyré llama al intento de científico lo era, muy posiblemente no lo hubiesen acosado con tanto ahínco. Al
considerar al empirista y oportunista Francis Bacon como uno de científico franciscano no le interesaron tanto las enseñanzas políti-
los fundadores de las ciencias naturales “une mauvaise plaisante- cas, sino las que respectan a la Medicina y al saber astrológico. Como
rie”, una mala broma (Strobl, 1970, p. 346). Aunque tampoco dice enseña el mismo Bizzarri (2010, p. 158), la literatura griega tuvo su
recepción en Oriente a través de filósofos nestorianos de Siria, una
120 “[…] and taught at Oxford until 1257, when he had to abandon public teaching, having incurred
secta que reconocía como jefe a Nestorius, los cuales, fueron cris-
the suspicion or hostility of his superiors. He was still permitted to write, however, though tianos helenizados que llevaron a Occidente gran parte del saber de
not to publish his works” (Copleston, 1993, p. 443-444).
la antigua Grecia. Filósofos fuertemente atraídos por escritos alqui-
121 “[…] Roger Bacon, impulsive, somewhat intolerant and hot-headed, convinced of the truth
and value of his own opinions and of the obscurantism of many of the leading thinkers of his mistas, entre ellos los de Demócrito y Zosimos. Que en Oriente la
time, particularly those of Paris […]” (Copleston, 1993, p. 442).
122 “[…] of a stormy petrel in his Oder, but he is at the same time one of the glories of that Order
and one of the leading figures of British philosophy” (Copleston, 1993, p. 442). 123 Escrito este del que se dice Roger Bacon hizo una reedición (Williams, 1994, pp. 57-73).
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Aclaraciones: En una medida muy semejante la alquimia. Entre los musul-
manes, en el desarrollo de esta, sobresale Abu Mussa Jabir
a. La atmósfera mágica que rodea la ciencia medieval no debe Ibn Jayyan (ca. 721- ca. 815), reconocido en Occidente como
sorprender. Es evidente que ni la alquimia, ni la astrología, Geber, que no es el mismo Geber de la Europa del 1300, al que
mucho menos la magia, se agrupan hoy entre las disciplinas se le atribuyen también desarrollos en la misma materia.
y prácticas científicas. Pero las dos primeras fueron durante
la Edad Media aceptadas pues eran auxiliares de la praxis f. Vale recordar que a los astros se recurría en búsqueda de
médica. Hubo un tiempo incluso en que las Universidades información sobre las modificaciones de la realidad física
especializaron personas en el aprendizaje de las formas cul- cotidiana. A la sazón de esto estuvo el hecho de las traduc-
tas de magia o de ciencias ocultas (Kieckhefer, 1992, p. 128). ciones, síntesis y comentarios de las obras árabes y griegas
de Medicina, Matemática, Astronomía y astrología y su
b. En la época en la que estamos, siglo XIII, la noción de las introducción al mundo latino; además de la transmisión de
estructuras cosmológicas contenía además de relaciones las traducciones hechas a gran parte de la obra de Aristóte-
entre ellas mismas, también relaciones con el ser humano, les, en quien encontraron no pocos argumentos para sus-
y la ciencia médica ha sabido beneficiarse de conocimien- tentar las creencias.
tos de otras ciencias para sus propias metas. El recurso a la
alquimia y a la astrología era normal, es más, era necesario. g. Un maestro de Chartres, Guillermo de Conches, delimitó la
Así lo concebían los médicos de la época. Por ejemplo, se noción de elemento y adoptó una modalidad de atomismo
le pedía a la astrología determinar el momento en el que la que conglomera ideas de Platón y de Lucrecio. De Conches
enfermedad padecida por un paciente era susceptible de ser definió los elementos como partes infinitesimales de la
tratada con un remedio idóneo y universal; el mismo que, materia, no perceptibles por los sentidos, pero sí individua-
por otro lado, se le pedía o demandaba a la alquimia. lizables por medio de la intelección que es la divisio, apli-
cada por los médicos a la fisiología humana. Consideró los
c. Así como no cabe emparentar la astrología y la alquimia elementos como componentes de los cuatro cuerpos prima-
dentro de las especies del género ciencia actual, tampoco se rios, que son entidades sensibles en el universo físico: agua,
puede con la Medicina. aire, tierra y fuego, productos de la combinación de las cua-
lidades primarias de dichos elementos. En sus Quaestiones
d. El punto de partida de la alquimia era la creencia de que la naturales diferenció los elementa mundi de los elementa
composición de la materia era básicamente idéntica, de aquí corporis, siendo tópico de los médicos y físicos los segun-
que se coligiera la unidad y relación de toda la materia exis- dos. Hasta llegó a considerar explicativa la formación de los
tente. Los astrólogos partían del mismo supuesto porque por cuerpos de Adán y Eva, a los que puso como resultado del
él podían defender el influjo celeste en la materia terrestre. movimiento de los cielos y del calor sobre la tierra cenagosa.
e. La astrología se encuentra dentro del conjunto de las materias h. Gregorio Magno, Agustín de Hipona y San Isidoro, que
que la ciencia islámica heredó de la Antigüedad griega tardía. cuestionaban con dureza la influencia de los astros sobre
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
las almas y los destinos de los sujetos, empero, sí acepta- un ejército al crear la impresión de una gran fuerza enemiga. Los
ron la influencia en el crecimiento de los cultivos y la salud lectores de Bacon quizá se impacientaron viendo tales avances,
humana, así como sobre la predicción de acontecimientos. pero mientras tanto tuvieron pájaros mecánicos e impresiones de
Alberto Magno y Tomás de Aquino coincidieron en la acep- tormentas que les mantuvieron encantados. (1992, p. 111)
tación de la idea según la cual los astros podían influir en el
cuerpo y este en el alma. j. Todavía más: es significativa la concepción de la materia
como una que es reducible a cuatro elementos (tierra, aire,
i. Como se oscilaba entre la aceptación y el rechazo de la idea fuego y agua) y reducible también a la materia primera.
de influencia de los astros sobre el cuerpo humano y el Como los alquimistas pensaron que todos los metales se
clima, y se oscilaba también en la determinación de cuánto componían de los mismos elementos básicos con proporcio-
lo hacían, hasta el punto de no tener mucha objeción el uso nes diferentes, hicieron ver como posible la recombinación
de la astrología y la alquimia en procesos curativos y pre- de los elementos en vías a la obtención de formas de mate-
dicciones del tiempo, el trato de los temas de estas praxis ria superiores. Al fracaso de esta posibilidad en Europa le
estuvo siempre condimentado de magia. A esto añádase siguió que basados en los mismos textos que les servían de
que la técnica de los magi, sacerdotes de la antigua Persia, fundamento, traducidos del árabe al latín, en el mismo siglo
ofertaba a quien la practicara, atributos y beneficios pareci- XIII, pero desde el XII, se justificara el fracaso a la falta de
dos de los obtenidos por el uso de las técnicas alquimistas haber añadido a la mezcla de estos, hipotéticos mercurio
y astrológicas. Se presentaba así de un modo muy seductor y azufre, una entidad denominada piedra filosofal. La que
una técnica para hombres de una época en la cual la ciencia sería la encargada de hacer cambiar los metales en plata
y la tecnología no tenían el desarrollo que hoy sí. Por eso, de y oro, curar enfermedades y extender la vida (Kieckhefer,
acuerdo a Kieckhefer, el aumento de la fama de nigromante, 1992, pp. 144-147). Así nace el mito. Como se ve, los dos
hereje y alquimista que pesó sobre Roger Bacon se nutrió últimos artículos atributivos a la piedra enclavan perfec-
por la siguiente situación descrita —peso del que de algún tamente con metas de la ciencia médica. El número de los
modo el inglés es también culpable—: practicantes de la alquimia estaba mayoritariamente cons-
tituido por clérigos y médicos. Finalizando el siglo XIII y en
Esta fue la época del nacimiento de los molinos de viento, del los albores del XIV, Dominicos y Franciscanos obligaron a
renacimiento de los puentes de piedra y de muchos otros avances sus miembros a no hacer parte de la técnica alquimista.
tecnológicos. No debe sorprendernos, pues, que Roger Bacon se
animara a especular sobre ideas que debieron de impresionar a k. Por último, debe tenerse por claro en aras de la ecuanimi-
la mayoría de sus contemporáneos por extravagantes y desca- dad, que la tendencia a cultivar el estudio y la investigación
belladas: barcos que podían navegar por el mar gobernados por
de la Astronomía creció con el paso del tiempo, teniendo
un solo hombre y que navegaban más rápidamente que si fueran
en los siglos XV y XVI dominios de tiempo importantes
impulsados por remeros; vehículos muy veloces que funciona-
ban sin ser traccionados por ningún ser vivo; la posibilidad de
tal aumento, y que no fue sino hasta este tiempo en que la
construir una maquina voladora, con alas artificiales movidas por astrología se separó definitivamente de la astrología mate-
una manivela; ingenios ópticos que podían provocar pánico en mática o Astronomía en sentido estricto.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Pero la historia es todavía mucho más sibilina, pues si Russell tiene Todavía hay espacio para una información más acerca de la cual,
razón, no bastándole a Bacon con los problemas que tuvo en esos sobre todo para historiadores, sería muy prometedor investigar,
años, 1257 y siguientes, hacia 1271 su ataque contra la ignorancia cle- pero por el tamaño y complejidad que comporta requiere un trabajo
rical llega a una especie de cenit —cuánta razón tenía Bacon haciendo aparte: la vida de Roger Bacon al lado de los científicos que hemos
su ataque, cuánta razón tiene todavía—. En 1278, en versión de Rus- tratado con anterioridad como Buenaventura de Bagnoregio, Juan
sell, fueron condenados sus libros por el General de la Orden, y se le Duns Escoto, Agustín de Hipona, Avicena y el mismo Guillermo de
encarceló durante catorce años. Aquí una precisión a una imprecisión Ockham —que nos ocupará pronto— resulta por mucho, más llena
de Russell, en efecto el Ministro de la Orden lo condena, su nombre de historias, leyendas e incertidumbres biográficas. Digo esto no
era Jerome d’Ascoli, pero no en 1278, sino en 1277. Bacon sería libe- porque no se haya avanzado en la indagación de la vida y trabajo
rado por otro Ministro General, Raymond Gaufredi124. de Bacon, pero sí resulta ser para quien lo investiga, mucho más
difícil de esclarecer. Es así como sucede por ejemplo con el tema
Según su exposición en Opus Majus, en la Primera Parte que titula de la criptografía y el Manuscrito Voynich. El reconocido astró-
Causas del error o Cuatro causas generales de la ignorancia de los nomo Francisco Antonio Violat Bordonau ha trabajado sobre él y
hombres (Bacon, 1900, pp. 1-32), el inglés escribió que el ejemplo de la ha expuesto que aunque hoy no se puede afirmar que tal manus-
autoridad deleznable e impropia es la primera causa. Que la segunda crito sea de la autoría de Bacon, empero, años atrás se llegó a pen-
es el lastre de la costumbre. La tercera, la opinión de la muchedumbre sar que sí. Lo importante es ver las razones por las cuales se le llegó
iletrada. Bertrand Russell dice aquí entre irónico y despectivo que esta a atribuir: según investigación del mencionado Francisco Violat
tercera causa “incluye a todos sus contemporáneos, salvo a él” (1972, (2005), terminando el año 1912 el librero neoyorkino Wilfrid Voy-
p. 464). Y cuarta, ocultar la propia ignorancia con una exhibición de nich halló en la antigua biblioteca de un colegio jesuita en Mondra-
aparente sabiduría. De las cuales, esta última es la peor porque es gone, no muy distante de Roma, un documento enigmático, puesto
incluso origen de males. Esto solo por poner un ejemplo de que Bacon, 250 años antes en el lugar por el erudito y criptólogo Athanasius
en efecto, por su espíritu científico, fue algo así como un profeta anti- Kircher (1601-1680). Constaba de 230 páginas y de acuerdo a una
cipado, uno que habló en nombre de la verdad y que la buscó pero que carta que le hacía de anejo, fechada en agosto de 1666, se supone
nació en un mundo que no estaba preparado para soportarlo. Aunque Kircher lo recibió de un antiguo alumno suyo de nombre Johannes
al franciscano en tema probablemente le incomodaría que lo ajuste a
uno de esos populares aforismos de Nietzsche, creo que el que reza filósofo; es, además de eso, un profeta. Todos sus vituperios contra el desorden y la decadencia
de la filosofía de su tiempo, los ataques violentos que desencadena contra Alejandro de Hales,
algunos hombres nacen póstumos, le cae muy bien. De hecho, una de
Alberto Magno y Tomás de Aquino son reacciones naturales del reformador, cuya acción se ve
las tesis de provocación de Alexandre Koyré (1982) en sus Estudios de contrariada y retardada por los falsos profetas. El pensamiento-secreto que anima a Bacon es
historia del pensamiento científico es que, según como han mostrado que el siglo XIII es una época de barbarie, análoga a las dos precedentes que la Humanidad
ha tenido que atravesar a causa de sus pecados. ¿Y cómo va a concebir él su propia misión
historiadores y eruditos, Roger Bacon ya era un hombre moderno aun- sino como análoga a las de Salomón y Aristóteles? Rogerio ha encontrado la idea, olvidada
que enclavado en otro Zeitgeist —espíritu del tiempo—125. durante tanto tiempo, de la verdadera filosofía; él es quien conoce el método mediante el cual
podrá levantarse de sus ruinas este edificio destruido. Esta conciencia profunda de una alta
misión que cumplir, el sentimiento que tiene de venir a ocupar un lugar preeminente en la
124 Constatar en (Bacon, 1900, p. xxxi) y (Power, 2013, pp. 15-28). Aunque David Lindberg (1996, pp. historia del mundo y del pensamiento humano, explican el tono altivo y agresivo que emplea
xvii-cix) es de la posición que cuestiona esta historia y dice que, si en efecto hubo encarcelamiento, con frecuencia, el desprecio de sus adversarios, el lenguaje de reformador y de restaurador
este no tuvo que ver con sus ideas científicas, sino más bien con su pro-astrologismo. con que se dirige al mismo Papa y hasta la despiadada hostilidad que por él sintieron sus
125 Étienne Gilson es de este mismo pensar; estas líneas lo confirman: “Bacon no se limita a ser un superiores” (1976, p. 446).
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga. El libro al parecer Como observa Francisco Violat (2005), del folio 67 del manuscrito,
fue de propiedad del emperador Rodolfo II (1552-1612), quien fuera en la parte superior hay texto que circunda diagramas, y en la inferior
al ocultismo y las artes mágicas. El mismo que habría verticales, dibujos de estrellas y nombres que pudieran ser meses o
pagado por él, en el año 1586, 600 ducados. Kircher intenta en vano constelaciones. Pero como también señala Violat, el empleo de algún
traducirlo; la misma frustración la tuvo el alquimista checo Johan- tipo de clave por su autor hace que preceda a la comprensión, el ejer-
nes de Tepenecz, favorito de Rodolfo II. El fracaso de Athanasius cicio de descifrar. El documento llegó a llamar la atención, en 1917,
Kircher lo llevó a depositarlo en la biblioteca mentada. Este mismo de la sección de criptografía de la División de Inteligencia Militar de
emperador, a la alquimia y la magia, fue mecenas de los Estados Unidos, en la cual Herbert O. Yardley y John M. Manly,
personalidades como el astrónomo danés Tycho Brahe —a quien intentaron como los anteriores, en vano descifrarlo. En 1919 llegan
dio el castillo de Benatek para sus estudios estelares (1599) —, o del las primeras copias del manuscrito a William R. Newbold, profesor
matemático imperial Johannes Kepler. También fue bienhechor de de Filosofía de la Universidad de Pennsylvania, lingüista y experto
una buena cantidad de estafadores. Se cree que entre 1584 y 1588 criptógrafo; después de dos años, en abril de 1921, se aventura a dar
habría acogido en su corte al matemático, erudito, criptógrafo, pero una traducción y a atribuir a Roger Bacon la autoría, no solo del libro,
también espía, John Dee, un inglés, el que, también se cree, fue sino de haber descubierto los gametos, microorganismos y otras célu-
quien le entregó la obra después de no haberla podido traducir. El las vivas con un microscopio que llegó a construir; además de haber
caso es que el librero Voynich pudo hacer que criptógrafos y espe- estudiado sistemas estelares con un telescopio también de la
cialistas intentaran la traducción; intento que como los anteriores invención de Bacon. El estudio del texto lo extendió hasta su muerte
fue fallido. En las hojas del escrito se pueden reconocer constela- en 1926, con ayuda de Roland G. Kent, quien publicó los descubri-
ciones como las Híades, Tauro y la brillante estrella Aldebarán, mientos de Newbold en la obra The cipher of Roger Bacon (1928).
también diagramas astronómicos y representaciones de vegetales El hilo de investigaciones posteriores desacreditó las tesis de New-
desconocidos o Cosas estas que de todas formas no bold, tanto las de su traducción como que la obra es de Roger Bacon.
pudieron ser puestas por los especialistas como datos metodológi- Lo importante con esto es ver, al menos de pasada, las leyendas que
cos de traducción rodean a un espíritu indómito como el de Bacon; luego, no solo este,
sino también Giordano Bruno o Isaac Newton, y eso que solo men-
ciono dos de muchos, han estado rodeados de estas leyendas. En parte
ciertas, en parte fantásticas. Pues bien, para el caso, la hipótesis de
Francisco Violat (2005) sobre el origen del manuscrito remite al men-
cionado John Dee (1527-1608), quien se ha hecho famoso, entre otras
cosas, por haber sido el profesor de Thomas Digges, hijo del famoso
matemático Leonard Digges, y por haber sido acusado de nigromante.
Dee fue, además de “espía industrial” de la reina Isabel,
para quien consiguió secretos de navegación. Estuvo en la corte del
emperador Rodolfo II como agente de lord Burghley, de 1584 a 1588.
El espía encontraría en 1563 en una librería de Amberes un ejem-
plar de la Esteganografía del abad Tritemio, de la que Dee fue lector
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
y además coautor anacrónico. Se cuenta que esto le permitió tener engaño, pues como se contó, este presenta al emperador el texto
contacto con “espíritus” o “ángeles”. Según narración del mismo, como si lo hubiera ya tratado de descifrar —aunque, por como es
en mayo de 1581, se le apareció un ser luminoso que le entregó un toda investigación, siempre llena de caminos insospechados, no va
espejo negro elaborado con un pedazo de antracita —carbón mine- hacer falta que la autoría se la vuelvan a dar a Roger Bacon—.
ral— muy pulimentado. Ver el espejo le permitió, según se cuenta,
ver otros mundos y hasta establecer contacto con otras inteligencias, Otras razones motivas para vincular a Bacon con estas leyendas
distintas a las nuestras. Como no le era posible recordar todas las es la idea de la denominada lengua perfecta. Esta realidad me da
conversaciones con dichas inteligencias extrañas a la humanidad, ocasión de extender mi trabajo, así sea de paso, a algo de la obra de
contrató a un ayudante de nombre Barnabas Saul para que hiciera Ramon Llull. Según como cuenta Umberto Eco (2015, pp. 55-56) en
de amanuense de sus vistas hacia dentro del contenido del espejo. su obra La búsqueda de la lengua perfecta en la cultura europea,
Desilusionado de las bribonadas del ayudante, contrató a otro pero Llull vivió entre 1232 (o 1235) y 1316. Mallorquín de nacimiento,
que sería todavía peor, Edward Talbott alias Edward Kelley (1555- esto es, catalán. Eco dice que es importante este dato pues la encru-
1595). Este es a quien atribuye Violat la composición del manus- cijada de la época de las tres culturas, cristiana, islámica y judía,
crito, por cuanto había comenzado sus días como trabajador en una fue vivida por él, hasta el punto de que la mayor parte de sus obras
botica. Oficio que le habría facilitado familiarizarse con la Botánica, reconocidas fueron redactadas inicialmente en árabe y en catalán.
los herbolarios y la Química; luego se haría escribano y de esta tarea Ingresó como terciario en la Orden Franciscana. Tal encrucijada es
vivió hasta que fue detenido por falsificador; detención que lo llevó razón de explicación del proyecto de su Ars magna, como sistema
a ser condenado a perder ambas orejas. Marzo de 1582 es la fecha de lengua filosófica perfecta por medio de la que se tenía que poder
aproximada de su presentación a John Dee, a quien convenciera de ir convertir a los infieles. La universalidad aquí esta pretendida por
a la corte del emperador presentándose como alquimistas, en la que la combinatoria matemática que articula su plano de expresión, así
permanecieron cuatro años luego de ser expulsados gentilmente. como por la atribución de universalidad al sistema de ideas comu-
nes a todos los pueblos, que Llull elabora en el plano del contenido.
Kelley llegó a escribir la obra Fragmenta, publicada en 1647, y De Eco dice que San Francisco de Asís había ido a convertir al sul-
Lapide Philosophorum (1676). Su capacidad para engañar al empe- tán de Babilonia, y que la utopía de una concordia universal entre
rador Rodolfo II se explica, además de la candidez de este en temas pueblos de raza y religión distintas se había convertido, ya para la
de alquimia y magia, en cuanto que Kelley aprovechó el trabajo con época de Llull, en un proyecto del pensamiento franciscano.
Dee para acceder a la enorme biblioteca de este donde abundaban
los manuscritos raros de Roger Bacon, entre otros autores. Luego, Llull y Roger Bacon son coetáneos. Bacon estableció una estre-
el trabajo matemático de su empleador, John Dee, más la corres- cha relación entre el estudio de las lenguas y el contacto con los
pondencia cifrada que este remitía a la reina le ayudaron a encami- infieles, no solo los árabes, sino también los tártaros. Pero a dife-
narse en la elaboración de un artificio secreto que sería muy bien rencia de Llull, en tesis de Umberto Eco (2015), el de Bacon es un
pagado por un buen postor filo-alquimista. Con el conocimiento problema que tiene que ver no con la construcción de una lengua
necesario, Kelley no pudo haber tardado más de un año en elaborar nueva, sino con la difusión del conocimiento de las lenguas de los
figuras y diagramas astronómicos copiados de viejos manuscritos demás, con dos fines: la conversión y que el mundo cristiano occi-
medievales, extraños esquemas y plantas imaginarias rodeadas dental pudiera acceder a la sabiduría de los infieles y enriquecerse
de abundante texto. No se sabe si Dee fue cómplice consciente del de ella. Empero, en versión de Silvia Magnavacca, Llull, antes de
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
escribir el Ars, en un principio intentó persuadir “a las autorida-
des eclesiásticas y civiles de extender las misiones religiosas con el
objetivo principal de que los monjes aprendieran las lenguas de los
pueblos (2009, p. 219). El proyecto de universalización es
el mismo, como lo es también el acento o la puesta en el centro del
problema lingüístico. En el método Bacon y Llull parecen diferir.
Llull, dice Umberto Eco (2015), es el primer europeo en
escribir doctrinas en vulgar y hasta algunas en verso, con rimas
muy populares, “«per tal che hom puscha mostrar / lógica e philoso-
phar / a cels qui nin saben latí / ni arabichi»” (Eco, 2015, p. 56). Es
universal el Ars porque tenía que servir a todos los pueblos y tenía
que servir de letras alfabéticas y de abiertas a los iletrados de
cualquier lengua. Estas preocupaciones de Llull coinciden en buena
parte con las de Bacon por los errores y las causas de la ignorancia
expuestas en su Opus Majus (Bacon, 1900, pp. 1-32), citadas un poco
más arriba. El cuidado del tópico de la universalidad es otro atributo
que a Bacon, por tanto también a Llull, aunque en menor medida
a este, como un germen del espíritu de la Modernidad.
El Ars se sirve de un alfabeto de nueve letras, de la B a la K, y de
cuatro A continuación estas últimas según su orden (Llull,
1501 [Par. II]):
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Siguiendo la tabula generalis recurrente en varias obras de o CC; esto en razón de que para su autor, “la premisa «La
Llull, se establece un elenco de seis grupos conjuntándose en cada Bondad es buena» no permite hallar un término medio (en
uno nueve entidades que representan contenidos asignables, en el la tradición aristotélica «todos los A son B - C es un A - por
orden, a las nueve letras. El alfabeto Juliano puede hablar así de tanto C es un B» representa un silogismo correcto porque
nueve Principios Absolutos, bautizados también Dignidades Divi- está perfectamente dispuesto según ciertas reglas el tér-
nas. Las Dignidades se comunican mutuamente su naturaleza y se mino medio A, gracias al cual se realiza, por así decir, la
extienden a la Creación. Nueve Principios Relativos, nueve tipos de unión entre B y C)” (Eco, 2015, p. 59).
Cuestiones, nueve Sujetos, nueve Virtudes y nueve Vicios. En una
reminiscencia del conjunto de las categorías aristotélicas, Llull pre- - De la segunda figura: usada para fijar los principios
cisa que las nueve Dignidades son sujeto de predicación mientras relativos sujetos a tripletas de definiciones. Las relaciones
que las otras cinco series son predicados. “Esto explica por qué en ponen en enlace las Dignidades Divinas con el cosmos. La
la combinatoria, si bien con frecuencia sujeto y predicado intercam- figura no establece combinatoria, más bien contempla una
bian sus funciones, a menudo se excluyen variaciones de orden” técnica “visual-mnemónica” que tiene como fin la memoria
(Eco, 2015, p. 58). de las relaciones de tipo parmenídeas o fijas entre tipos de
relación y tipos de entidad. Es un caso de esto la diferen-
- De la primera figura: asignadas a las letras los nueve cia constitutiva de que la concordancia y su inverso se pue-
Principios Absolutos, o Dignidades con las adjetivaciones den estimar en referencia a dos entidades sensibles, piedra
subsecuentes, el mallorquín elabora la totalidad de las com- y planta; a una entidad sensible y una intelectual, alma y
binaciones que conectan estos principios mediante predica- cuerpo; y a dos unidades intelectuales, alma y ángel.
ciones de la forma “La Bondad es grande”, “La Grandeza es
gloriosa” y más. Debido a que los principios aparecen como - De la tercera figura: se hacen manifiestas aquí todas las
sustantivos cuando son sujeto y como adjetivos cuando son posibles parejas entre las letras. “Parece que excluye a las
predicados, cada línea de los polígonos inscritos en el cír- inversiones de orden, porque el resultado es de 36 parejas,
culo de la primera figura tiene que ser leída en dos direc- insertas en lo que él llama 36 compartimentos. En realidad,
ciones: una puede ver “La Bondad es grande” y la otra “La las inversiones de orden se tienen en cuenta (y los comparti-
Grandeza es buena”. Esto explica, según versión de Eco, por mentos son prácticamente 72), porque cada letra puede con-
qué hay 36 líneas cuando en realidad las combinaciones son vertirse indistintamente en sujeto y predicado («La Bondad
72. El significado obtenido siempre está sujeto al Ars com- es grande» da también «La Grandeza es buena»: Ars magna,
binatoria, para este y para todos los casos. Luego, la figura VI, 2)” (Eco, 2015, pp. 60-61). Elaborada la combinatoria se
tuvo como motor, también, en la mente de Llull, la reali- sigue lo que Llull denominó evacuación de los comparti-
zación de silogismos regulares con valor demostrativo, un mentos, pues del compartimento BC en primer lugar leído
ejemplo es este: “«todo lo que es magnificado por la gran- según la primera figura, se obtiene Bonitas y Magnitudo,
deza es grande - la bondad es magnificada por la grandeza para después leer según la segunda figura, Differentia y Con-
– por tanto la bondad es grande»” (Eco, 2015, pp. 58-59). cordia (Llull, 1501 [Par. II., 3]). Así se llega a doce proposi-
Se excluyen aquí combinaciones autopredicativas como BB ciones: «la Bondad es grande», «la Diferencia es grande», «la
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Bondad es diferente», «la Diferencia es buena», «la Bondad medio; las conversiones están reguladas de acuerdo a la posibilidad
es concordante», «la Diferencia es concordante», «la Gran- de predicar realmente algo de algo. En principio, el Ars de Llull
deza es buena», «la Concordancia es buena», «la Grandeza permite responder de 1.680 maneras a una pregunta que ya tiene
es diferente», «la Concordancia es diferente», «la Grandeza respuesta y que ya se conoce, es así que el Ars luliano no es un ins-
es concordante», «la Concordancia es grande». trumento lógico, más bien sí, uno dialéctico, un artefacto para las
ostensiones y para recordar la argumentación de una tesis sabida:
Acerca de la tabula generalis, según ella, la asignación de B y C de
las cuestiones correspondientes a utrum y quid con las respuestas Véase por ejemplo la cuestión de si el mundo es eterno (utrum
adecuadas, hace obtener, de las 12 proposiciones, 24 cuestiones de la mundos sit aeternus). Se trata de una cuestión cuya respuesta
forma: «Si la Bondad es grande» y «¿Qué es una Bondad grande?» ya conoce Llull y que es negativa, porque de no ser así se cae-
ría en el error averroísta. Pero nótese en este caso la cuestión
(Llull, 1501 [Par. VI., 1]). Entonces la figura en tema, en teoría, per-
no la genera el Ars, porque no hay ninguna letra que se refiera
mite 432 proposiciones y 864 cuestiones. Las cuestiones tienen que
al mundo: la cuestión procede de otra parte, sólo que en ésta
ser resueltas teniendo en cuenta 10 reglas (Llull, 1501, [Par. IV]); aparece como «explicado» el término eternidad, lo cual permite
para el compartimento BC las reglas serían las B y C. Siempre las unirla a la D. Pero la D remite, en virtud de la segunda figura, a
reglas dependen de su sujeción a las definiciones de los términos, la oposición como la que se produce entre sensible y sensible,
que son de naturaleza teológica y de morfologías argumentativas intelectual y sensible, e intelectual e intelectual. Si se observa la
que establecen las reglas, ajenas a las leyes de la combinatoria. segunda figura, se ve que la D está unida por el mismo triángulo a
B y a C. Por otra parte, la pregunta empieza con utrum y, basándo-
- De la cuarta figura: es, según valoración de Eco (2015), nos en la tabula generalis, sabemos que la pregunta utrum remite
a la B. Hemos hallado, pues, la columna en la que hay que buscar
la más afamada y la que ha tenido a lo largo de la tradición
las argumentaciones: aquella en la que aparezcan B, C y D.
un poco más de éxito. En ella se ponen tripletas generadas
Esto permite a Llull decir que «la solución de tal cuestión viene
por los nueve elementos. El mecanismo es móvil; esto quiere
dada por la primera columna de la tabla», pero naturalmente
decir que los tres círculos concéntricos de dimensión decre- «puede darse en otras columnas, porque las columnas están uni-
ciente se aplican unos a otros. Los mismos se encuentran fija- das entre sí». A partir de aquí todo depende de las definiciones, de
dos a un centro mediante un cordel anudado. La Matemática las reglas y de una cierta habilidad retórica a la hora de interpretar
básica aquí funciona así: nueve elementos en grupos de tres las letras. Trabajando con el compartimento BCDT se deduce que si
permiten 84 combinaciones del tipo BCD, BCE, CDE. Luego, el mundo fuese eterno, puesto que ya se ha visto que la bondad es
el que Llull haya hablado de 252 combinaciones, es en razón tan grande que es eterna, debería producir una bondad eterna y,
de que a cada tripleta se le pueden asignar las tres cuestiones en consecuencia, no debería haber ningún mal en el mundo. «Pero
el mal existe en el mundo, como sabemos por la experiencia. Por
designadas por las letras que aparecen en tripleta.
tanto, se concluye que el mundo no es eterno». La respuesta es
pues negativa, pero no sobre la base de la forma lógica de la cua-
Hay que tener claro que para el mismo Llull es importante estar drupleta (que en realidad no tiene ninguna forma lógica), sino sobre
en el saber de lo que es convertible y lo que no. Por eso la combi- la base de informaciones procedentes de la experiencia. El Ars está
natoria luliana está sometida a las leyes de la silogística, pues no concebido para convencer a los averroístas musulmanes con los
puede más que constituir conclusiones si se ha hallado el término principios de la razón universal, pero está claro que la convicción
Tercera Tesis
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
de que si el mundo fuese eterno no podría ser bueno ya debe for- a las verdades de la fe que, de esta manera, pueden demostrarse
mar parte de esta recta razón. (Eco, 2015, pp. 63-64) por deducción lógica. Así pues, era posible creer en un funda-
mento lógico y racional universal, a manera de un cálculo, válido
Como bien señala Ricard Casadesús (2015, pp. 50-51), el Ars para todas las verdades. (Casadesús, 2015, p. 51)
magna está particionado en 13, así: 1) Alfabeto: se utilizan las
letras del alfabeto latino de la B a la K, como se ha dicho. 2) Figu- Desde el punto de vista del arbor scientiarum, de acuerdo a
ras: Llull expone aquí cuatro figuras (2 como términos y 2 como Llull, hay que tener control de la combinatoria, sin esto aparecerían
juicios y proposiciones) que realizan una función sintáctica, tam- teologías antojadas; los principios de la fe y una Cosmología del
bién esto se ha dicho. 3) Definiciones: son los principios generales orden deben llevar a cabo la moderación de las posibilidades de la
(axiomas) de su Ars; son reducibles a las fórmulas A=A, A≠B, o sea, combinatoria. Llull dice que si a la Metafísica le es propia la temati-
a juicios analíticos expresados de acuerdo con la concepción de la zación del ente extra mental, y a la Lógica el ente intra animam, al
esencia de la época de Llull. 4) Reglas: comprenden los modos o Ars debían corresponder ambas cosas.
categorías. 5) Tabla: es el lenguaje resultante de la aplicación de la
sintaxis, axiomas y modos del alfabeto. Las combinaciones de los A la combinatoria puso el mallorquín la responsabilidad de
círculos móviles de la cuarta figura del Ars magna hacen posible la reflejar el movimiento de la realidad; trabaja además sobre la base
tabla. 6) Desarrollo explicativo de la tercera figura que viene a ser de un concepto de verdad según el estado de las cosas en la misma
la operativa gramatical proposicional. “La tabla representa simbó- realidad. Desde el punto de vista de los géneros y las especies aris-
licamente las cuestiones y las soluciones implícitas que constituyen totélicos, así como desde el universal, Ramon Llull manipula géne-
el grado más alto del saber a que puede llegar el intelecto humano” ros y especies por combinaciones, y manipula también virtudes,
(Casadesús, 2015, p. 51). 7) Multiplicación de la cuarta figura que es vicios y diferencias; en este mecanismo, los accidentes no están
la operativa gramatical inventiva, de naturaleza ontológica y analí- al azar, están al contrario determinados por una jerarquía de los
tica de la operativa proposicional. 8) Conjunción de los principios y seres. Umberto Eco (2015, pp. 64-65) escribe que Wilhelm Leib-
reglas: operación racional o mecanización del procedimiento silo- niz en su Dissertatio de arte combinatoria de 1666, se interrogó
gístico. 9) Sujetos. 10) Aplicaciones. 11) Cuestiones particulares. 12) por qué Llull se había detenido en un número tan limitado de ele-
Adiestramiento en el arte. 13) Método para su enseñanza. mentos. Llull había propuesto una vez 10, y otras veces 16, 12 y 20
principios, para quedarse después, como se dijo antes, en nueve.
El interés de Llull en su Ars no es tanto la forma del discurso, sino Sea lo que fuere del éxito o el fracaso del palmesano, hay que reco-
más bien, y casi exclusivamente, la estructura del mundo; luego: nocer, también como lo hace Leibniz (Russell, 1977, p. 338), que en
Filosofía encontrar un medio de cumplir en todas las ciencias lo
Para Llull, Dios es el arquetipo de la realidad y todo el universo que Descartes y otros han hecho en Aritmética y Geometría con el
se configura como un enorme conjunto de símbolos que remiten
Álgebra y el Análisis, es estarse refiriendo al hallazgo del Ars com-
a la estructura del ser divino. Por eso, en tanto que los princi-
binatoria, pues por medio de esta, piensa Leibniz hacia 1672, todas
pios generales o elementos simples son el fundamento de todo lo
real, para Llull hay una coincidencia entre lógica y ontología, y el
las nociones compuestas del mundo se reducen a unas pocas nocio-
auténtico conocimiento es una visión mística en Dios. Llull pen- nes simples, a manera de alfabeto. Mediante la combinación de
saba que hay un único fundamento racional, que afecta también dicho alfabeto se halla la forma de averiguar, mediante un método
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
ordenado, todas las cosas con sus teoremas respectivos y cuanto En obediencia a las reglas de la lógica aristotélica, si se argu-
sea posible investigar respecto de ellas. Bertrand Russell recuerda, menta todas las flores son vegetales, X es una flor, luego X es un
de esta cuestión que: vegetal, el silogismo es formalmente válido, y lo que sea X es irre-
levante desde un punto de vista lógico. Pero para el mallorquín
Vinculada con la noción que adoptó Leibniz de las definiciones, X sí importa, ya que exige saber qué es X, pues de lo que sea, el
y de la reducción de todos los axiomas a los que son idénticos a silogismo es aceptado o rechazado. En el mallorquín aparecen las
las definiciones, o consecuencias inmediatas de ellas [(G126. V. 92 expresiones Árbol de la Ciencia y Cadena o Escala del Ser. Siendo
(N.E. 99)], está su idea de una Characteristica Universalis o mate-
la segunda la que sostiene a la primera. Pues bien, el Ars es respon-
mática universal. Esta fue una idea que acarició toda su vida, y
sabilizado por su autor de convertirse en un instrumento potente
sobre la cual escribió ya a la edad de veinte años. Parece haber
creído que el método simbólico, en el cual las reglas formales
para captar toda la enciclopedia del conocimiento. Y este tomado
excusan la necesidad de pensar, podía producir en todas partes como jerarquizado. De las Dignidades, que las define circularmente
los mismos resultados fructíferos que habían acarreado en las por ser determinaciones de la Causa Primera, desciende a la escala
ciencias del número y la cantidad. “Los telescopios y los micros- del Ser. De la cual el hombre tendría que ser capaz, por virtud del
copios’’, dice, “no han sido tan útiles para el ojo como lo sería sistema del Ars, de razonar sobre cada elemento conjuntado en la
este instrumento para aumentar la capacidad del pensamiento” escala. El Árbol de la Ciencia, o también los Árboles de la Ciencia,
(G. VII. 14). “Si lo tuviéramos podríamos razonar en metafísica y hunden sus raíces en las nueve Dignidades y las nueve relaciones,
en moral en forma muy parecida a como lo hacemos en geome-
y se explaya, el Árbol tomado como unidad, subsecuentemente en
tría y en análisis” (G. VII. 21). “Si se suscitaran controversias, no
dieciséis ramas. De cada una se genera un nuevo árbol, de aquí la
habría más necesidad de disputar entre dos filósofos que la que
alusión en plural. Estos dieciséis árboles se dividen cada uno en
hay entre dos contadores. Pues bastaría con que tomara cada
uno su lápiz, que se sentaran ante sus pizarras, y que se dijeran siete partes: raíces, tronco, ramos, ramas, hojas, flores y frutos.
(con un amigo por testigo), si cuadrara: Calculemos” (G. VII. 200). Ocho árboles se identifican con ocho sujetos de la tabula generalis,
Una vez establecidas las premisas en cualquier ciencia a priori, el son: el Arbor elementalis que representa los elementata u objetos
resto, según creía, podía desarrollarse mediante las meras reglas del mundo sublunar, sean piedras, árboles, animales, compuestos
de la inferencia; y para establecer las premisas correctas, sólo de los cuatro elementos; Arbor vegetalis, Arbor sensualis, Arbor
era necesario analizar todas las nociones empleadas hasta llegar imaginalis que es el que corresponde a las imágenes racionales
a nociones simples, de las que todos los axiomas se seguirían en tomadas como semejanzas de las cosas representadas en los otros
seguida como proposiciones idénticas. (1977, p. 197)
árboles; el Arbor humanalis et moralis que encierra la memoria,
el intelecto, la voluntad y las ciencias y artes creadas por el ser
La búsqueda de Leibniz es gnoseológica, la de Llull consistía en bus-
humano; el Arbor coelestialis que es el que evoca a la Astronomía
car las nociones elementales y primitivas comunes también a los infie-
y la astrología; el Arbor angelicalis y el Arbor divinalis. Se añaden
les. Esta característica evangelizante explica la exclusión de un décimo
el Arbor moralis de las virtudes y los vicios, el Arbor eviternalis
principio absoluto, pues el décimo, con la marca A, queda excluido de
de los reinos de ultratumba, el Arbor maternalis referente a la que
la combinatoria, porque representa la Perfección y la Unidad divinas.
hoy es una línea de la Teología, la mariología, el Arbor christianalis
que como el anterior es teológico y se identifica por la Cristología,
126 “G” se corresponde con Die philosopliisclien Schriften von G. W. Leibniz, editados por C. J.
Gerhardt, Berlin, 1875-1890. el Arbor imperialis acerca del gobierno, el Arbor apostolicalis de
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
127 Según Étienne Gilson (1976, p. 439).
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
solo voy a hacer remisión a la producción que le es propia, sino tam- a la primera materia. Una vez esta es extendida en el espacio, puede
bién a uno de los buenos trabajos de Celina Lértora Mendoza sobre recibir formas subsecuentes.
el mismo, enlistado en las Referencias al final. Autora que, además,
ha sido traductora de las obras del autor. Así como a Lindberg en Grosseteste entendió que la primera forma corporal es la cons-
algunas ocasiones y a Clare Riedl. Ténganse pues siempre muy pre- tituyente de la forma común a todos los cuerpos, pues precisamente
sentes las siguientes líneas: son cuerpos. Es propiedad de la materia la tridimensionalidad. Se
afirma de algo que es corpóreo si cumple con el condicional de estar
La primera forma corporal, que algunos llaman corporalidad, extendido en las tres dimensiones. La primera forma corporal es
es en mi opinión la luz. Pues la luz por su propia naturaleza se tomada por el inglés como la realidad responsable de la extensión
difunde a sí misma en todas las direcciones de tal manera que de los cuerpos; además de estar encargada de insuflar tridimensio-
un punto de luz produce instantáneamente una esfera de luz de
nalidad a la materia. Sale al paso el problema de que “[…] tanto la
cualquier tamaño, a menos que un cuerpo opaco se interponga en
corporalidad como la materia son en sí mismas substancias sim-
el camino. (Grosseteste, 1978, p. 10)
ples, carentes de dimensiones” (Grosseteste, 1978, p. 10). Luego,
no hay forma que separada de la materia tenga extensión espacial.
La noción contenida en los términos que forman la expresión
En paralelo, si corporalidad y materia son substancias simples, sin
forma corporal, es, según tesis de Lindberg (2002, p. 359), una
dimensiones, cómo se explica la generación de los cuerpos a partir
herencia de los árabes aceptada por Grosseteste. Es un cambio
de ellas; cuerpos que tienen esencialmente la extensión tridimen-
introducido a la doctrina aristotélica, pues Aristóteles juzgaba
sional. Grosseteste sale al paso con la idea de un principio activo que
que los objetos como cuerpos son compuestos de materia y forma.
es, además de principio, una inherencia a la corporalidad. A él se
Siendo esta última la clase de las propiedades identitarias de un
debe que aun siendo simple tenga el poder de originar la extensión
ente y la materia el sujeto de las mismas propiedades. Recuérdese
tridimensional de la materia. Si se considera, dice el inglés, que la
que, como se hizo ver en el primer parágrafo del capítulo anterior
totalidad de los cuerpos tiene su génesis a partir de materia prima
de este mismo tratado, se habló de materia prima refiriéndose con
y forma primera y que al ser corpóreo lo sigue por necesidad la
esta a una materia sin cualidad, sin forma, pero informada por for-
extensión tridimensional de la materia, entonces, materia y forma
mas de las cualidades elementales: caliente, frío, húmedo, seco. De
corporal primeras deben ser también el origen de la extensión de
aquí el origen de los cuatro elementos. Fueron Avicena y Averroes
la materia. Pero hay que acentuar que estas son, tomadas por sí y en
los que percibieron, a su juicio, un problema en la tradición venida
sí, substancias simples, sin dimensiones. El principio mencionado
de Aristóteles que puede enunciarse así: tomada la materia prima
debe estar en la materia primera o en la forma primera. Pero aquí
como carente de cualidad, queda en vilo el tema de cómo ella puede
hay otra complicación: la materia es en sí misma pasiva, inerte,
recibir formas. Es aquí donde aparece la forma corporal128 como
sin la potencia de actividad por sí misma. Es por lo tanto, objeto y
primera forma de los cuerpos encargada de dotar de corporalidad
no sujeto. La dificultad parece presentar su propia solución, pues
lo que necesariamente se deduce es que tal principio activo debe
128 Aunque, como señala Celina Lértora, si bien la “[…] designación ‘forma de corporeidad’ es el
modo habitual en que Grosseteste se refiere a la corporeidad, […] él no habla exactamente de encontrarse en la primera forma, en la corporalidad. Clare Riedl,
forma corporeitatis sino que llama “corporeidad” a la primera forma. Maurer ha observado traductor e introductor del De luce de Grosseteste (1978) en la ver-
que la expresión ‘forma de corporeidad’ fue usada por Avicena y no por Avicebrón (Ibn
Gabirol), que es la probable fuente de Grosseteste para este tema” (2011, p. 7). sión en inglés, la cual es la que estoy citando, acerca de lo último
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
enunciado, aporta que en la Metafísica de Grosseteste la función de sino consistir en un punto de luz. Luz original, primordial o gené-
la forma es la completitud, perfeccionamiento y actualización de tica que es la primera forma corporal. Punto contenedor de la pri-
la materia (Grosseteste, 1978, p. 3). Llegado a este punto aparece, mera materia. Composición de primera materia y primera forma.
aunque no sea expresión textual del científico de Oxford Roberto Punto que, recordando palabras inmediatamente anteriores, por su
Grosseteste, la posibilidad no solo de una Metafísica de la luz, sino poder, generó una esfera lumínica y se multiplicó y difundió por
de una Metafísica que depende de la luz. Digo que no es expresión todas partes y en todas las líneas. Y esto infinitamente, uniforme-
textual del autor puesto que si James McEvoy guarda razón, Meta- mente, latitudinalmente y hacia todos los lados.
física de la luz como expresión tiene sus derechos patrimoniales en
Clemens Baumker, en el año 1916 (McEvoy, 2000, p. 87). Entonces En On six days of Creation, o con espíritu clásico simplemente
Grosseteste va a proponer que la luz es la primera forma corporal. Hexaëmeron (1996 [II., X, 1]), Grosseteste dice sobre la multiplica-
De la luz va a hacer depender también la respuesta a las preguntas ción que viniendo a tomar que la luz es primera por naturaleza, la
por aquello que aun siendo simple se puede extender en las tres luz que le sigue es generación de la primera. La generada llega al ser
dimensiones. Tamaña idea. Y más grande aún si como él dice, se y genera otra que le sigue, y la siguiente luz hace lo mismo para la
cree que la luz tiene precisamente como característica elemental la luz que le sigue. Así se entiende cómo en un instante un punto de luz
generación de tridimensionalidad partiendo de aquello que no tiene tiene el poder de llenar una esfera completa con su luz. La ilimitada
dimensiones, pero que aun así se extiende y multiplica en la totali- secuencia de puntos de luz es una generación continua. El punto de
dad de las direcciones. La luz es poseedora, escribió el autor (1978, luz genética se multiplicó en puntos en un alrededor absoluto, en
p. 10), por su propia naturaleza, o es esta misma su naturaleza, de direccionalidad absoluta y en conservación absoluta del principio
la función de multiplicación y difusión instantánea hacia todos los de multiplicación en todos los puntos. El proceder de la luz en el
puntos; y esto por sí y en sí misma. principio de los tiempos extendió la materia pues la arrastró consigo
en una cantidad igual al tamaño del universo de la materia (Gros-
Hay en su haber otro punto científico al cual tendió Grosseteste seteste, 1978, p. 11). Pues el punto de luz genética dominaba dentro
con estas ideas, un haber cosmológico. Si el científico franciscano de sí la primera materia, y la arrastró con ella. La difundió cuando
hubiese escrito el Evangelio de Juan no hubiese dictado (Juan 1,1-5) ella se difundió y se multiplicó la materia cuando la luz se multi-
que en el principio existía la Palabra y que esta estaba con Dios, plicó. Arrastrada en la luz la primera materia, sin separación con
o que ella era Dios. Tampoco habría escrito que todo se hizo por respecto a ella, se extendió en las tres dimensiones hasta que formó
ella y que sin ella no se hubiese hecho nada de cuanto hay. Menos el universo de la materia. Bajo las enseñanzas de Aristóteles la mul-
escribiría que en ella estaba la vida como luz de los hombres. Más tiplicación no puede ser concebida como finita en los primeros ins-
bien su composición le daría la vuelta a lo anterior y quedaría: en tantes de la Creación, en tanto que la multiplicación de un número
el principio existía la Luz y la Luz estaba con Dios; ella por par- finito de veces de un ser simple no produce una cantidad (Grosse-
ticipación era y es Dios. Todo se hizo por la Luz y sin la Luz no se teste, 1978, p. 11). Clare Riedl (1978) dice, ante la ausencia explícita
hubiese hecho nada de cuanto existe. En ella estaba ya la vida de de mención por parte del científico de Oxford, que la obra de Aristó-
los hombres. Mi falta de ortodoxia en estos renglones no quiere sino teles a la que alude es De Caelo et mundo (1996b [III 1, 299a 25-30]),
hacer ver que ese principio no tiene en Grosseteste una intención que, como se sabe, es un complemento de su Física (1996a). El ren-
metafórica, más bien es literal, no literaria. La Creación no puede glón citado del Estagirita es un debate sobre los objetos sensibles.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Lo anterior requiere afinación: el punto genético de luz se multi- Ni la densidad del cuerpo resultado de la multiplicación, ni la
plicó instantáneamente un número infinito de veces, y multiplicó la intensidad de la esfera luminosa resultado de la fuente de luz, son
materia dentro de sí; lo infinito es la multiplicación, no la cantidad homogéneas. Entonces el límite del cuerpo de geometría esférica
extendida del universo material. El primer cuerpo no puede tener genéticamente compuesto por la luz primera se corresponde con
una forma cualquiera; la naturaleza de la multiplicación implica el momento de multiplicación en el que la densidad no es menor;
con apodicticidad que el primer cuerpo sea esférico y perfecto. He las partes más exteriores no se expanden adicionalmente. La luz,
aquí una justificación a la esfericidad del cosmos. al hacer extensiva la materia en la forma esférica y al rarificar sus
partes cercanas al borde en el más alto grado, actualizó con com-
Grosseteste se percató de otra cosa, del problema de las vecin- pletitud en las partes más cercanas al borde, la potencialidad de
dades de una fuente lumínica. La luz circundante generada por la la materia. Y la materia, la localizada en las cercanías del borde,
multiplicación de la fuente se debilita cada vez que se aparta de quedó sin poder adicional de impresión (Grosseteste, 1978, p. 13).
su punto genético, pues pierde intensidad hasta desaparecer. El En este punto el filósofo, que hace aquí las veces de cosmólogo, da
enfrentamiento con este inconveniente lo explica por referencia a un paso en su teoría diciendo que donde la densidad ha llegado a
la materia así: su nivel ínfimo y la materia se encuentra en perfecta actualización
y no se extiende más, aparece la formación del primer cuerpo, que
[…] la luz a través de la infinita multiplicación de sí misma de
es el firmamento. Al cual califica como perfecto por no poseer nada
manera homogénea en todas las direcciones extendió la materia
hacia todos los lados en la forma de una esfera y, como conse-
más que primera materia y primera forma. El mismo da lugar a
cuencia necesaria de esta extensión, las partes exteriores de la otro proceso de génesis y de multiplicación pues como firmamento
materia están más extendidas y más rarificadas que las partes de que es, posee luz propia (lux) que así mismo hace aparecer otra luz
adentro, que están más cercanas al centro. (1978, p. 13) (lumen) en virtud de una nueva multiplicación. Entonces el origen
del nuevo proceso, de facto, no es propiamente la luz genética, sino
Como arrastraba consigo la primera materia, las partes más la del firmamento. Por ende esta nueva luz producida tiene como
extendidas y alejadas del punto original se tornaron cada vez menos límite de iniciación el firmamento, que es lo mismo a decir que el
densas, más rarificadas, porque lo mismo le ocurrió a la luz res- firmamento es el límite del cosmos, detrás del cual no hay nada
pecto de su intensidad. La densidad de la cantidad finita en forma más. La luz del firmamento parte de él con dirección al centro. La
esférica que se originó a través de la multiplicación no tuvo un misma, interactúa con la materia interior, la que tiene como pro-
resultado uniforme. Las partes que más se acercan al centro fueron piedad mayor expansión; y por expandirse, se rarifican las partes.
más densas, pues la luz que de igual manera estuvo más cerca a la Esta última extensión da paso a la esfera celeste más vecina al fir-
fuente era más intensa; así las partes más alejadas, como la luz per- mamento. La repetición del proceso da lugar luego a las nueve esfe-
día intensidad desvaneciéndose, resultaron con menor densidad. ras celestes y luego a las cuatro esferas de los elementos.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Según esta Cosmología la materia primera y la primera forma géneros y las especies, las substancias se conjuntan en el género
son los elementos más primitivos en la constitución del cosmos. que tiene por especies, además de los entes sensibles, también la
Parece como si estuviera aduciendo dos principios para la explica- forma y la materia primeras. Unas líneas de Clare Riedl son en
ción del comienzo, pero no es así: los principios materia primera este punto importantes: “El principal punto de divergencia es que
y forma primera son dos desde el punto de vista enunciativo, pero para Grosseteste la materia no es pura potencia, como es para
desde el Metafísico son dos partes de un principio de inseparabili- Aristóteles, sino que posee por su propio derecho cierta mínima
dad que rige la materia y forma primeras. Siguiendo a Aristóteles, realidad. De esta manera, Grosseteste habla de materia como una
Grosseteste escribe en De motu corporali et luce (1912, p. 90) que substancia” (Grosseteste, 1978, p. 3). Por tanto la materia y la forma
nada existe en común en todo cuerpo sino la materia y la forma no se encuentran antes de la substancialidad, sino que, y he aquí
primeras —Sed nihil est commune repertum in omni corpore, nisi una heterodoxia con respecto a Aristóteles, ser substancia es tam-
materia prima et forma prima…—. A partir de estas, materia prima bién un predicado de la materia sin forma y de la forma todavía sin
et forma prima, se dan las características propias de los cuerpos. materia; también lo es de las dos conjuntadas. Pero además hay que
Pues, de acuerdo a como siguen las palabras del científico de la Uni- poner la siguiente vuelta de tuerca: el conferirles mínima realidad
versidad de Oxford: no se corresponde con aceptar que existan en el mundo físico si se
encuentran disyuntas. Con esto se vuelve a unir a Aristóteles, por-
[...] et magnitudo, quae necessario consequitur haec duo, et si qua que entonces, según la proposición anterior, todo ente sensible está
consequuntur magnitudinem simpliciter, ut situs et figura. Sed compuesto de materia y forma; la vuelta a Aristóteles es lo que le
per magnitudinem, non est corpus receptivum motus simplici- permite la formulación del mentado principio de inseparabilidad,
ter, quod satis patet, ubi ostendit Aristoteles, quod omne, quod
que tiene todo para ser puesto por cualquier filósofo dentro los pri-
movetur, est divisibile. Non igitur secundum magnitudinem, vel
meros principios.
aliquid, quod consequitur magnitudinem, est corpus effectivum
motus simpliciter. Nec materia prima est efficiens motum, quia
ipsa est passiva. Solum igitur necesse est, quod motus simpliciter La necesidad de la precisión anterior orbita en torno al malenten-
sit a forma prima, sicut ab efficiente. (Grosseteste, 1912, p. 90) dido de pensar que Grosseteste se encuentra hablando de dos princi-
pios originarios del cosmos. En efecto la redacción del autor parece
Es decir que la extensión y la magnitud, consideradas como indicarlo cuando usa expresiones, en el De luce, como materia en sí
inalienables de los seres corpóreos, aparecen luego de la primera misma o forma en sí misma, pero el significado de estas palabras no
materia y la primera forma. Luego, no solo sigue a Aristóteles, es ontológico porque a ellas no atañe una distinción real de cosas,
también toma distancia, por ejemplo con los conceptos de materia, sino una distinción de razón, incluso hasta pedagógica. Con las
forma y substancia. Para el griego hay substancias donde hay parti- palabras: “La forma no puede abandonar la materia porque es inse-
cipación conjunta de materia y forma. Sin esa participación no hay parable de ella y la materia en sí misma no puede ser desprovista
substancia. La postura de Grosseteste difiere por cuanto materia de forma” (1978, p. 10), Grosseteste está enseñando la unidad del
y forma primeras son en sí mismas substancias simples (1978, p. principio desde el cual el cosmos ha venido a existir. Materia pri-
10), y aun sin ser cuerpos y sin tener dimensiones, no dejan por esto mera y forma primera son susceptibles de ser pensadas cada una
de poseer contenido de realidad, de substancialidad, aunque esta en una ecuación, pues además, cada una es una substancia, pero
ha de tomarse como simple, ínfima. Desde el punto de vista de los ambas cosas constituyen un único ser de la realidad sensible que es
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
ambas, por un lado, pero, por otro, también hace ambas cosas por hilemórfica de la forma como entelequia o acto a Dios y la unifi-
separado. Celina Lértora es quien ofrece esta comprensión. Según cación en torno a Él de las ideas ejemplares separadas de los pla-
ella (Lértora, 2011, p. 5) la versión metafísica de la luz contiene a la tónicos, lo pone del lado de los que no defienden la eternidad del
luz no solo como noción central desde el punto de vista teórico, sino mundo; es más, para no dar pie a malos entendidos, la luz primige-
que la misma noción es la piedra central de explicación del sistema nia también es creada129.
del universo. Una de las innovaciones del Lincolniense con relación
a Aristóteles fue la resignificación del sentido del término entele- Como con Juan Duns Escoto, aunque aquí poseo mucho menos
quia, acto o energía, pues la entendió como replicabilidad, auto-de- espacio para hacerlo, el acto y la potencia deben tener en este otro
sarrollo y auto-reproducción. inglés, en Grosseteste, una mención especial, pues a la segunda la
entiende como la aptitud para recibir perfecciones, denominada
Recuérdese el distingo que mencioné empezando este parágrafo, como “replicabilidad pasiva”, y a la primera como “actualidad” que
pues bien, la Cosmología de Grosseteste se funda en el paso de la es la replicación o recepción de la perfección. No hay banalidad en
luz principal (lux) a la luz creada (lumen), y este paso como origen el uso de estas por parte de Grosseteste, su intención aquí fue rela-
del cuerpo. Así, en el sentido metafísico, la luz ha de ser tomada cionarlas con la teoría de la replicabilidad activa infinita de la luz,
como acto. Es verdad que Grosseteste obedece a Aristóteles en el originante de la corporeidad y extensión del mundo físico. Por aquí
paso de la potencia al acto, pero su obediencia no es total porque una cuestión muy tenida en cuenta por Roger Bacon: que la Mate-
inserta un cambio: “el paso de la potencia al acto no sería posible si mática expresa las leyes rectoras del mundo sensible de acuerdo a
no hubiera algo preexistente, puesto que nada nuevo puede produ- las cuales la materia se extiende.
cirse, salvo por creación” (Lértora, 2011, p. 5). Entonces se tiene que
aquello que preexiste es la lux, extendida partiendo de sí misma Hasta aquí la versión metafísica, ahora la versión física de la luz:
en la forma lumen. Pero su extensionalidad no es un anejo, es su no ha hecho falta quien ponga que la luz es para Grosseteste, pri-
misma naturaleza, y lo es porque es acto, o energía. A la inversa de mordialmente, una realidad física que después es aplicada con ana-
los aristotélicos latinos como Tomás de Aquino y su escuela, hay logía y metáfora a la Metafísica. En esta posición se encuentra Efren
en el Lincolniense una preferencia por comprender la creatura a Bettoni (1964, pp. 350-356), pues dice que si la luz en su primer
partir del Creador. Dios queda en esta Teología no separado de la sentido es la substancia corporal más sutil, ya que en De luce se la
Cosmología, como forma pura o pura entelequia con simplicidad llama “spiritus corporalis” o “corpus spiritualis”, con esto se marca
perfecta. Es también definido como “forma omnium” o como “quae el carácter de ente-límite entre los dos planos de la realidad. Como
simul est exemplar et quo res est”. No significan estas acepciones dije antes, en el De luce el autor camina por ambas sendas, la meta-
que Dios sea la forma pura de las creaturas, así se concebirían física y la física, lo que sigue por ejemplo pertenece a la segunda:
si la voz de Aristóteles fuera la que estuviéramos comprendiendo “[…] es válido decir que «luz» (como concepto) es una noción aná-
en este parágrafo. Con base en su Commentarius in Posteriorum loga, referida por una parte a la realidad sustancial y corpórea y por
Analyticorum, significan que Dios tiene en Sí la forma ejemplar de otra a la incorpórea, y también a la cualidad, todo ello sin perder su
todas las cosas —In mente divina sunt omnes scientias ab eterno
et non solum est in ipse universalium cognitio certa, sed omnium 129 Por limitación de extensión se queda la Teología de Grosseteste fuera de la ecuación, pero
para introducirse en ella puede el lector remitirse al trabajo de Celina Lértora (2008) titulado
singularium (Grosseteste, 1514 [Par. I, Cap. 14])—. Su aplicación Roberto Grosseteste: epistemología aristotélica y ciencia teológica.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
significación esencial” (Lértora, 2011, p. 7). Como realidad, la luz es dimensiones, extensión o magnitud. Pero, ¿cómo es que se genera,
forma substancial que actúa en la materia primera dando origen a toda vez que la materia es pasiva, la extensión y la dimensionali-
las cosas. De nuevo Lértora aporta aquí, pues dice: dad de los cuerpos a partir de la simplicidad de la primera forma?
En otros términos: ¿cómo es que a partir de lo simple se genera lo
Para explicar cómo es posible que dos inextensos (la luz y la pura extenso? Aún en otros: ¿cómo se entiende que desde un punto tenga
potencia) den origen a un cuerpo tridimensional, sostiene [Gros- lugar la cantidad? Todavía en otros términos más problemáticos:
seteste] que la propiedad lumínica es justamente la de expan- ¿cómo se comprende la génesis de la dimensión desde lo carente de
dirse en todas direcciones, generando a la vez los cuerpos y el
dimensiones? Plotino habló de la generación de lo múltiple a par-
espacio, el movimiento y el tiempo. Este concepto básico de “luz”
tir del Uno, y en unas líneas de la Quinta de las Enéadas (Plotino,
es más que una metáfora, pues entre las diferentes acepciones
hay una relación que permite hablar de analogía entre ellas, ya
1998) se pregunta por cómo se debe y qué es lo que se debe pensar
que a su vez la relación esencial de los analogados es intrínseca de la existencia y de aquel que la ha hecho venir mientras este aquel
y no de mera denominación. Este aspecto unitario es fundamen- ha permanecido él mismo. A lo que se responde que hay que pensar
talmente el de la dinamicidad del ser. en una radiación circular emanada de aquel que emanando per-
Para explicar la aparición del cosmos, Grosseteste sostiene que maneció, así como el sol y su halo que brillando este último alrede-
al principio se creó la primera forma en la materia, como luz. Por dor suyo como una aureola, aun cuando brota esta aureola, el sol la
su infinita multiplicación la luz se extiende a todas las esferas hace brotar permaneciendo. El uso del recurso de la metáfora que
del mundo visible, generándolas, lo que permite a Bettoni hallar
tiene como sujeto al sol, no quiere ser más que una demostración de
aquí un esbozo de evolucionismo130. Entre materia y forma por una
que la primera potencia engendra todo lo que existe. Siendo el sol,
parte, y potencia y acto por otra, hay una relación vinculada a la
metafóricamente, el Uno.
teoría de la luz más que a los principios aristotélicos ortodoxos.
Roberto no sigue con exactitud el axioma: “potencia y acto dividen
al ente” porque en su teoría a veces potencialidad se confund[e] En el capítulo VII de la Enéada V, Plotino analogiza la relación
con posibilidad, y otras “potencial” es lo no totalmente actual. Para entre la multiplicidad y el Uno con la que hay entre un círculo y su
el Lincolniense la materia tiene una cierta actualidad, una activi- centro. El círculo es divisible por naturaleza, dice, el centro no lo
dad que con la forma adquiere perfección o complexión, por lo cual es, y la relación entre centro y círculo es como la existente entre
deberíamos más bien hablar de potencia relativa. (2011, pp. 7-8) lo indivisible y lo divisible. Misma cosa entre el Uno y la multipli-
cidad. Grosseteste tiene una versión muy parecida porque la luz
Sobre el proceso de generación unas palabras más —también primordial es un punto contenedor de la primera materia y la pri-
dentro del vaivén de la versión metafísica y la física—: Grosseteste, mera forma que como compuestos no afectan la simplicidad de la
más bien aceptando que diciendo algo nuevo, sostuvo la extensiona- primordialidad lumínica. Los cuerpos son divisibles y lo son por-
lidad y magnitud de todo cuerpo; ambas cosas las sostuvo también que son extensos. La misma pregunta de Plotino acerca de ¿cómo
aceptando que extensión y magnitud son propiedades derivadas de a partir de lo simple se genera lo extenso?, es tratada por Grosse-
la primera materia y la primera forma; a esto añádase que materia teste apenas empezando su De luce en la forma: cómo lo indivisible
y forma primeras son en sí substancias simples, como se dijo, sin genera lo divisible. Estas son las palabras del inglés: “una forma
que es en sí misma simple y sin dimensiones, no podría introducir
130 Tesis esta de Bettoni no equivocada. dimensión en todas las direcciones a la materia, que es igualmente
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
simple y sin dimensiones, excepto por la multiplicación y difusión En este la materia alcanza su extensión máxima y no se expande
de sí misma en todas las direcciones y así extendiendo la materia en más. Tiene el firmamento una luz propia, remanente participativo
su propia difusión” (1978, p. 10). La luz hace que surja la primera de la luz primordial (lux); esa luz propia hace emanar otra (lumen)
materia corporal en la dimensión corpórea para llevar la materia a que es expansiva en dirección al interior del cosmos.
su máxima extensión y dilatación. En el Hexaëmeron repite:
Llegados a este punto se ha de decir: Roger Bacon es juzgado por
La naturaleza de la luz es tal que se multiplica a sí misma en todas Celina Lértora (2011, p. 12) como uno que no hizo buena recorda-
direcciones. Ella tiene lo que podría llamarse autogeneración de ción de la Metafísica de la luz de Grosseteste, mientras que sí lo hizo
su propia substancia. Pues por su naturaleza la luz se multiplica Buenaventura de Bagnoregio. A renglón seguido la misma autora
a sí misma en todas direcciones por generación de sí misma, y
dice que la razón de su valoración sobre Bacon es esta: reiterada-
genera todo el tiempo que ella existe. Por esta razón llena ins-
mente Bacon alaba a Grosseteste y lo pone como ejemplo, pero se
tantáneamente el lugar que la rodea: la luz que es primera por
naturaleza genera la luz que sigue a ella, y la luz que es generada
resiste explícitamente a pensar una Metafísica estrictamente aris-
al mismo tiempo llega a ser, y existe, y genera la luz próxima que totélica. Bacon, continuador de la tematización de la luz, lo hará
le sigue, y la siguiente luz hace lo mismo por la luz que le sigue; y desde la perspectiva física. Es esto de lo que me encargo ahora.
así sucesivamente. (1996, p. 97)
§ 20. Breve comentario a la Perspectiva de
Dos son entonces las actividades de la luz genética: la primera Roger Bacon, en vías al hallazgo de la Matemática
actividad, la actividad propia de la esencia, la cosa misma en acto como Ontología
como diría Plotino, el punto original de luz existiendo. La segunda,
actividad derivada de su esencia que es la emisión o emanación de Advertí comenzando el parágrafo anterior que iba a remitirme
otra luz a sus alrededores y multiplicándose sin diezmar su propio a trabajos del profesor Carlos Alberto Cardona; desde ahora lo
ser. La luz emanada comparte la substancia de la luz primordial y hago hasta terminar el parágrafo 22. No solo los comento, tam-
todas las luces generadas de ahí en adelante son semejantes a la luz bién los extiendo acudiendo, entre otros, a David Lindberg en su
genética. Por aquí Roger Bacon va hablar de especies como se verá Introducción a la Perspectiva de Roger Bacon (Lindberg, 1996,
en poco. Luego, la categoría que hay que usar para la designación pp. xvii-cix). Los excelentes textos del primero en el campo de la
de la forma en que las emanadas se asemejan a la primera, es la de epistemología, la Filosofía de la Ciencia y la Lógica le merecerían
participación. Si no fuera así las emanadas no serían precisamente mejor mención que solamente decir que tiene excelentes trabajos.
emanadas, sino que habría una sola luz, y esto no es lo que sostiene De estos hay dos a los que he puesto la mayor atención posible.
Grosseteste. La distinción se establece por, como se ha introducido, No con intenciones perversas los he estudiado y examinado siem-
el hecho de que las segundas y terceras y cuartas luces y las que pre con la obra disponible de Roger Bacon en el otro costado del
siguen, son menos intensas que la primordial. escritorio. A mi juicio lo que voy a tratar desde ahora permite,
como lo hice antes en algunos ascensos filosóficos posibles tra-
Plotino dijo que la cadena productora del Uno tiene su fin en la tando a Juan Duns Escoto, establecer que Verdad y Ser no poseen
materia, la negación absoluta; Grosseteste dijo que el fin de la multi- ónticamente una relación disyunta, sino que por el contrario la
plicación, que se da desde la luz genética, se halla en el firmamento. verdad es el nombre que recibe el ser cuando este es tratado desde
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
diferencia entre fuerza y resistencia; que la relación entre las velo- Otro juicio valorativo importante que se aprende del artículo
cidades se determina por la relación de las diferencias y que esta mentado, es que las narraciones del surgimiento de la ciencia
regla solo es válida para una relación de dos a uno entre la fuerza moderna han estado llenas de la sublimación de los tópicos de la
y la resistencia; se dejan pasar sin explicación los casos en que la Astronomía, y los que hacen parte de los estudios del movimiento.
fuerza sea mayor o igual que ella. La dependencia entre la fuerza y No se puede obviar la relevancia real que tuvieron, pero no es solo
la resistencia, que es una inherencia en el descubrimiento de Brad- en torno a la Astronomía y el movimiento en donde se encuen-
wardine sobre la velocidad, es una relación funcional. De hecho tran cuencas históricas del saber de la época. También la diserta-
hay una regla denominada por Anneliese Maier (1949, p. 94) como ción sobre la percepción es una cuenca histórica. Alhacén y Roger
la función de Bradwardine. Con esta se expresan dos cantidades Bacon merecen en esto último un resaltado mayor. Cuatro son los
o variables en relación de dependencia; dependencia logarítmica puntos que pone Cardona (2012, p. 450) como contribuciones deri-
entre las medidas diría hoy un conocedor de funciones. vadas del estudio de la percepción visual, son: el sometimiento
de un campo de estudio concreto a la matematización completa;
La importancia de colocar este marco de discusión anterior posibilidades de evaluación experimental de nuevas conjeturas; el
estriba en hacer ver que el uso de la Matemática por parte de Bacon desarrollo de nuevos instrumentos en pro de la exploración cien-
y Bradwardine, patentiza el hecho de que ella avanza conforme el tífica; y cuatro, la distancia entre el mundo físico y el mundo men-
resto del conjunto de la ciencia lo hace con respecto al estudio de las tal, puesto que la creencia de que el sensorio contiene o constituye
realidades naturales. En ambos autores se encuentra un germen de imágenes no retrotraíbles a acaecimientos físicos se fue haciendo
la preocupación por el concepto de ley entendido como dependencia cada vez más fuerte.
entre variables; cuestión esta que fue central desde el siglo XVII
y que coadyuvó a llevar a la Matemática a constituirse en método Tanto en las tareas de Grosseteste como en las de Roger Bacon
universal de conocimiento. La regularidad y la legalidad como hay varias implicancias que no se pueden omitir y que explican un
parámetros científicos, más la idea de la dependencia funcional, poco más el origen de las preocupaciones científicas en este capí-
tienen en Bacon y Bradwardine ensayistas pioneros, sin olvidar que tulo recogidas hasta ahora, más las que devienen, por ejemplo: la
Grosseteste, por el que pasamos ya, tiene el patrimonio del intento indagación por la naturaleza de la luz, en buena parte hija de una
de presentación del fenómeno de la propagación de la luz por medio búsqueda teológica metaforizante, llevó a la explicación de la per-
de conceptos geométricos. Carlos Alberto Cardona (2012, p. 450) cepción visual. Cosa que además de estar encuadrada en la Teoría
en su artículo Tres modelos de explicación de la refracción: Bacon, del conocimiento, también lo está en la Anatomía y la Fisiología.
Pecham, Witelo, es claro en decir que el valor de los escritos cientí-
ficos de los siglos XII y XIII no se evalúa solo por su grado de anti- La misma exploración lumínica llevó a otra, la de la naturaleza
cipación a las líneas de investigación moderna; mucho menos aún del color con un especial interés en el arco iris. También llevó a
se pueden valorar como acercamientos ingenuos corregidos por las la formación de imágenes en espejos planos, esféricos, cónicos y
mentes de los siglos siguientes al XVII131. cilíndricos (Catóptrica), así como al fenómeno de la refracción de la
luz. Este último comporta para la Teoría del conocimiento y para la
de la verdad un interés especial puesto que el dato visual viene del
131 Misma tesis de Crombie (1953) en Robert Grosseteste and the origins of experimental science
1100-1700. exterior, y si se tiene una postura intramisionista (Aristóteles), este
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
dato no conserva el desplazamiento rectilíneo cuando atraviesa las (Lindberg, 1998). Apenas tres años después el Papa en mención
cavidades y humores del ojo. En De aspectibus132 Alhacén ofreció muere, y con él, el proyecto que se le envió.
argumentos en favor del intramisionismo, adverso al extramisio-
nismo por ejemplo de Platón. Esta segunda posición dijo que hay El Opus Majus compendia siete partes titulares:
un cierto efluvio emanado del ojo que sale al encuentro de su objeto
hasta que entra en contacto directo con él. De esto resulta la apa- 1. Causas del error, en dieciséis capítulos (Bacon, 1900, pp. 1-32).
rición de una imagen o fantasma del objeto contemplado. La pri- 2. Filosofía, en dieciocho capítulos (Bacon, 1900, pp. 33-65).
mera posición, la intramisionista, por el contrario, habla de alguna 3. Estudio de las lenguas, con ocho divisiones y cinco conclu-
modalidad de modificación del objeto sobre el medio como la causa siones (Bacon, 1900, pp. 66-96).
de que el ojo reciba la forma sensible del objeto X. 4. Ciencias Matemáticas, con Distinciones y capítulos (Bacon,
1900, pp. 97-403).
Sobre la base de la razón intramisionista, la tarea que comporta 5. Perspectiva, también con Distinciones y capítulos (Bacon,
la descripción de la refracción de la luz admite dos líneas: lo impe- 1900 [II133], pp. 1-166).
rativo que es encontrar una ley cuantitativa que describa el com- 6. Ciencia experimental, con prerrogativas y capítulos (Bacon,
portamiento de la luz; y una explicación de carácter cualitativa que 1900 [II], pp. 167-222).
provea las razones del abandono del desplazamiento rectilíneo de 7. Filosofía moral, con partes y capítulos (Bacon, 1900 [II], pp.
la luz cuando ella misma cambia de un medio a otro. Roger Bacon, 223-404).
John Pecham (1230-1292) y Erazmus Ciolek Witelo (1230-1280) son
los escogidos por Cardona (2012) para su exposición de modelos de Contrastar estas partes del Opus Majus (Bacon, 1900) con la tesis
explicación. De Roger Bacon interesa ver su modelo metafísico y reportada por David Lindberg (1996, pp. xvii-cix), según la cual en
general sobre la multiplicación de efectos causales. Los tres autores los últimos años de la década de 1240 Bacon habría experimentado
comparten la idea de que la propagación de la luz es susceptible de una ampliación de la perspectiva filosófica porque rompe los con-
ser tomada como paradigma para la multiplicación de especies. fines de la Filosofía aristotélica, hace concluir que su interés por la
ciencia matemática y la experimental, además de fijarse en tradi-
Guy de Foulques que es el Papa Clemente IV, nombrado en 1265, ciones árabes de reciente traducción en su época, se inspiran en el
pidió a Roger Bacon en la misma fecha, hacer llegar a su despacho ejemplo de Roberto Grosseteste, que no fue maestro suyo directa-
el cuerpo de trabajos en los que estaba trabajando. El contenido mente, pero a cuyas obras Bacon claramente tenía acceso. Incluyó
de los mismos estaba en buena parte conformado por una reforma en sus tareas matemáticas y experimentales ejercicios de Geografía,
general de los planes educativos. Clemente IV le habría alcanzado Alquimia —como he dicho ya—, Astronomía, Meteorología y la ya
a advertir a Bacon que guardara prudencia y sigilo con su trabajo, introducida Perspectiva (Óptica). Esto es, que el Opus Majus no solo
pues podía fácilmente despertar rencillas con la Orden franciscana compendia material intelectual, sino que presenta algo así como la
a la que pertenecía. En cumplimiento de la demanda papal envió el obra con la que se ha de recordar mejor al científico inglés.
Opus Majus (1928), el Opus Minus, y De multiplicatione specierum
133 Se encuentra en el segundo volumen según la versión London/Edinburgh/New York:
132 Ver (Smith 2001, 2006, 2008). University of Oxford.
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En lo conocido como Opus Tertium134 se encuentra una confe- más amplio y que en una traducción sugerida por el mismo experto
sión (Bacon, 1859, pp. 34-38.59) en la que el autor reconoce haber en Bacon habría que escribirlo así: Propagación de las Semejanzas.
trabajado durante veinte años en la búsqueda de la sabiduría, aban- La razón motora del acento puesto a este trabajo por parte de Lind-
donando las opiniones del vulgo y gastando más de dos mil libras berg, además de ser ubicado en el periodo que él mismo subraya de
en estudios, libros de secretos, experimentos diversos, idiomas, finales de la década de los años cuarenta en adelante, es el desarrollo
instrumentos, tablas y otras cosas. Lindberg ajusta estas palabras de una Filosofía completa de la naturaleza, atravesada por la tesis de
al período intelectual del científico inglés que empieza finalizando que todos los agentes naturales actúan a través de la propagación o
los cuarenta del siglo XIII; también habría que ajustarle el hecho la multiplicación de sus especies o semejanzas a los receptores. De
de que Bacon rompió con las reglas de la Orden franciscana escri- speculis comburentibus (Lindberg, 1998) es el otro estudio, y que no
biendo libros sin permiso y hasta pidiendo patronato fuera de la puede dejarse de mencionar pues en el mismo marco de interroga-
Orden. De hecho, cuando en 1265 fue trasladado a París para ser ción científica hay un análisis matemático riguroso de los modos de
mejor vigilado, se le vio solicitando el patrocinio del cardenal Guy propagación de la luz. Es un comentario sobre la conclusión del De
de Foulques, que es el ya mencionado Papa Clemente IV. Año en el speculis de Euclides. Ubicado por su editor crítico, David Lindberg,
que, como escribí unas líneas arriba, de Foulques fue elevado a la entre 1275 y 1276 pues influyó en la Perspectiva communis de John
Cátedra de Pedro. Pecham. La teoría de la radiación a través de pequeñas aberturas
expuesta en el De speculis por parte Bacon, es un avance con res-
Una de las intenciones del Papa en la recepción del trabajo de pecto al De multiplicatione specierum y Perspectiva.
Bacon era encontrar remedios a los problemas críticos de la época.
Aunque Bacon entra en acción, el tiempo del que disponía para Una actitud sana y repetida por buena parte de los mejores filó-
enviar su trabajo no era el suficiente, y mucho menos lo era si lo sofos es la reelaboración y revaloración de sus trabajos, Bacon no es
perseguido por su mente consistía en una declaración completa de la excepción en esto, pues con relación a su Perspectiva, contenido
ideas sobre el aprendizaje y su aplicabilidad a los problemas que de esta también fue incluido en Communia naturalium135 (Bacon,
enfrentaba la cristiandad. Con arreglo a esto reunió varias piezas ya 1905-1940, pp. 14-49), en la parte IV del Opus Majus, en el Opus
existentes y donde pudo, para mantener una unidad lógica en el tra- Tertium (Bacon, 1859, pp. 3-310) y también en Compendium studii
bajo completo, añadió nuevo contenido. El envío se hizo finalizando theologie (Bacon, 1988). A esto se suma que hay pruebas de que De
el año 1267. La prueba que esgrime Lindberg para poder afirmar multiplicatione specierum tuvo tres versiones, pues él mismo en
que en efecto el trabajo llegó a la corte Papal, es la influencia que el Opus Tertium lo confiesa (Bacon, 1859, p. 99).
mismo tuvo en Witelo, un polaco bien posicionado en el papado.
La Perspectiva, en la Parte V del Opus Majus, en De multipli-
Lindberg da una importancia especial a la ciencia de la Perspec- catione specierum y en De speculis comburentibus, es una ciencia
tiva baconiana. Tres son los tratados en donde se encuentran sus dedicada a la luz, al color y la visión. Esto es importante tenerlo
hallazgos en esta materia: Perspectiva, Parte V del Opus Majus; presente. Empezando en Opus Majus dice que si las deliberaciones
segundo, De multiplicatione specierum (Lindberg, 1998) que es el hasta ese punto, es decir la Parte V, son bellas:
134 Que se encuentra en Opera quaedam hactenus inedita (1859, pp. 3-310). 135 Recogido en el segundo fascículo de Opera hactenus inedita.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
[…] los asuntos que ahora debemos considerar son mucho más explicación, aclaración y certificación. La aplicabilidad de la ciencia
hermosos y fruibles, porque nos deleitamos especialmente en la de la Perspectiva en la Teología es valorada por Bacon como aplica-
visión y porque la luz y el color tienen una belleza singular que bilidad directa, pues en la Sagrada Escritura nada es tratado con
supera la de las otras cosas que se transmiten a nuestros senti- tanta frecuencia como lo son las cuestiones pertenecientes al ojo
dos. (Lindberg, 1996 [I, 1.1.]) y a la visión; por lo tanto nada es más esencial para la compren-
sión de la literalidad y del sentido espiritual que la certeza pro-
No solo le atribuye a esta ciencia belleza y sabor, sino superiori- porcionada por la Perspectiva (Lindberg, 1996 [III, 3.1.]). Según
dad epistémica, pues lo que enseñan astrónomos como Ptolomeo como se entiende de la exposición de David Lindberg (1996, p. xxi)
sobre las cosas generadas en el aire, como los cometas, los arco en esta línea, Bacon provee un ejemplo que sirve de paradigma, el
iris y cosas semejantes, es posible de ser aprendido en virtud de que se encuentra en palabras del Salmo 17, versículo 8, que dice:
la visión, aunque esta sea ayudada por instrumentos, pues estos “Guardadme, oh Señor, como el discípulo de vuestros ojos” o tam-
son extensiones de una primera visión (Lindberg, 1996 [I, 1.1.]). En bién, dependiendo de la variación traductiva, “Guárdame, oh Señor,
seguida argumenta que aunque aquello en lo que se cree es apren- como a la niña de tus ojos”. Con estas palabras Bacon pretende
dido por escuchar a los maestros, sin embargo, solo puede ser pro- hacer ver que no se puede entender el significado del pasaje si pri-
bado por la visión experimental. Y le continúan estas palabras que mero no se ha dilucidado cómo es que queda uno guardado bajo
parafraseo: si lo que se busca es fácil, no es necesario crear una la óptica de Dios. El anterior no es el único intento de ejemplifi-
ciencia; así mismo, si es difícil pero inútil no creamos una cien- cación probatoria de la necesidad de la ciencia de la Perspectiva,
cia de ello, ya que tal esfuerzo sería insensato e inútil. Luego, hay pero sí es uno que sobresale por su atribución óptica a Dios. Otro
objetos extraordinariamente útiles y que contienen muchas ver- más es esta clasificación sacada de Santiago 1,23 (Lindberg, 1996,
dades sobresalientes, y aun así no necesitan de una ciencia aparte, pp. xxi-xxii): así como la visión física es de tres tipos (directa,
porque pueden, tales objetos, ser tratados con suficiencia en con- refractada y reflejada), la visión espiritual es directa en aquellos
junción con otros tópicos como parte de una ciencia común, en un que son perfectos, refractada en los imperfectos y reflejada en los
capítulo o parte concreta de un libro de ciencia. Empero, en cuanto malhechores y quienes ignoran los mandamientos de Dios, pues
a la visión tomada por sí y en sí misma, sacando de la ecuación dice Santiago que ahora vemos a través de un vaso oscuro. Línea
los otros sentidos, no pocos filósofos han desarrollado una cien- esta que se conecta con: porque ahora vemos por un espejo, vela-
cia separada, la Perspectiva. Este hecho estaría probando que el damente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en
saber que se adquiere a través de la visión debe tener una utilidad parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido,
especial que no se encuentra en los otros sentidos. que es de la Primera Carta a los Corintios en 13,12.
Esta misma actitud baconiana/perspectivista es patente cuando
son tematizados problemas de la Teología. Le dedica cuatro capítu-
los a esta relación entre Óptica y Teología. En ellos la postura es la
siguiente: buena parte del éxito de la exégesis bíblica se asegura por
el conocimiento de todas las ciencias naturales. Y estas, a su vez,
se encuentran relativizadas a la Perspectiva en lo que atañe a la
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§ 21. De causas y efectos, substancias y especies Para la Historia de la Filosofía y de la ciencia en el Occidente
(continuación de las vías al hallazgo de la latino esta centralidad matemática acuñada por Grosseteste y
Matemática como Ontología) Bacon es una novedad. Aunque su gestación se remonta un siglo
atrás, al XII, por obra de las traducciones de trabajos de Euclides o
[…] for the existence of the vast majority al menos atribuidos a él, así como de textos de Ptolomeo, de Alkindi
of causal processes in the history of the universe y de Alhacén —de este último por ejemplo el citado De aspectibus—.
is quite independent of human knowers.
(Salmon, 1984, p. 145) Mencioné investigación natural, también comprendida como
Filosofía natural. Bacon en este dominio habla de dos métodos
En la Parte IV del Opus Majus, Matemáticas, se defiende una de prueba:
tesis no difícil de percibir puesto que es muy explícita, es la que dice
que las Matemáticas son la puerta de entrada a las ciencias particu- 1. La demostración que procede silogísticamente desde las
lares y la salvaguarda del error, pues: causas hasta los efectos (propter quid), y…
2. la argumentación que va desde los efectos fijando las cau-
[E]l conocimiento de esta ciencia prepara la mente y la eleva sas (quia).
hacia cierto conocimiento de todas las cosas, así que alguien que
aprende las raíces del conocimiento de este entorno y las aplica Valora (Bacon, 1928, p. 124 [IV, d. 1, Cap. 3]) a la primera como
correctamente al conocimiento de otras ciencias y asuntos, será
más eficiente que la segunda pues la demostración causa que la ver-
capaz de conocer, fácilmente y en forma efectiva, todo lo que se
dad sea conocida. La razón para ponerla de primera es porque por
sigue sin error y duda. (Bacon, 1928, p. 116 [IV, d. 1, Cap. 1136])
medio de la figura se hace posible poseer un ejemplo que se percibe
sensorialmente. La figura matemática asegura, en la versión baco-
De Carlos Cardona (2012, p. 453) se aprende que la concepción
niana, no tener que cargar con el lastre de la incertidumbre. A esto
de las Matemáticas como centro gravitacional de la investigación
se añade que —saltando a la Parte VI del Opus Majus, Ciencia expe-
natural es una herencia de Roberto Grosseteste; las siguientes pala-
rimental— sin la experiencia nada puede ser conocido impletiva-
bras de este último lo confirman:
mente. Es decir que Bacon parece estar obedeciendo a la necesidad
de hacer conjuntivas dos mitades epistemológicas, siendo una racio-
La utilidad de considerar las líneas rectas, los ángulos y las figuras
es muy grande, dado que es imposible entender la filosofía natu- nal y la otra experimental. Esto se confirma por ver que de acuerdo
ral sin ellas […] [T]odas las causas de efectos naturales deben ser a su presentación, dos son las modalidades a través de las cuales se
expresadas por medio de líneas rectas, ángulos y figuras, pues de llega al conocimiento, que son, precisamente: el razonamiento y la
otra manera resulta imposible comprender su explicación. (Grant, experiencia (Bacon, 1928, p. 583 [VI, Cap. 1]). Lo que hace el primero
1974, p. 385) es conseguir una conclusión garantizada, que, sin embargo, necesita
de la experiencia para que sean removidas las dudas y descanse la
mente en la intuición de la verdad. Y, si son dos mitades epistemo-
136 Como he hecho habitualmente remito a Parte cuando haya lugar o a Distinción si es el caso, lógicas, el razonamiento por sí solo no basta, ni la experiencia por
también al capítulo como al número de página de la edición que corresponda según la fecha
de edición puesta entre paréntesis. sí sola tampoco, pues el primero no puede trascender la evidencia
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Hay que poner especial atención al término especie, ya que Bacon
137 De multiplicatione specierum se cita con Parte aludida en números romanos, capítulo en
hace uso de este en una forma igualmente especial: es el primer arábigos y líneas según la latina; también en algunas ocasiones con número de página.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
receptora de una acción debe ser diferente al agente, pues es a tra- accidente, es poderoso para generar una especie suya; luego, esta
vés de la acción que llega a ser, en algún grado, semejante. especie debe ser el accidente de su sujeto propio. En analogía, tal
como la substancia es al accidente, así lo es la especie de la subs-
La alteración provocada por un agente es una actividad que se da tancia a la especie del accidente; la consecuencia lógica aquí es:
sobre la base de la causalidad final que en este caso es la produc- del mismo modo, como no puede haber accidente sin la substancia,
ción de un simulacro de sí mismo. La obediencia a Aristóteles en esta no puede darse la especie del accidente sin la especie de la subs-
línea es obvia, pues recuérdese que, como dije en los §§ 5 y 10, es a la tancia (Lindberg, 1998 [I, Cap. 2, 55-58]). Cardona agrega un punto
causa final a la que Aristóteles pone mayor importancia, porque todo importante y menciona que una cuestión metafísica y una epistemo-
lo que actúa, actúa con relatividad a un fin. Así, en el obrar de una lógica salen al paso; ese punto es que hay claridad en que se está en
agente causal A sobre un receptor B, se ha de esperar que los efectos condición de recibir las especies sensibles, concebidas a la manera
producidos en B ya tuviesen alguna forma de existencia en A, pues es de especies de accidentes; pero dicha claridad parece abandonarnos
imposible la existencia de un efecto producido desde la nada. cuando se consideran las condiciones por las cuales somos afectados
por las especies substanciales. Esto es, que se impone la existencia
Bacon sostuvo también que la multiplicación de las especies de estas, pero la evidencia empírica parece mostrar que la percep-
existe al nivel de las substancias y no solo al de los accidentes. Car- ción de las substanciales no es igual a la de las especies sensibles.
los Cardona enlista estos argumentos: Cardona y Bacon abogan aquí a las mentadas vías hacia el conoci-
miento: el razonamiento y la experiencia. En la versión baconiana se
1. “[…] dado que la sustancia es más noble que el accidente, encuentra (Lindberg, 1996 [I, Cap. 2, 74-79]) que si bien la substan-
y es claro que este último puede replicar especies suyas, cia produce una especie sensible que tiene el poder de extenderse
hemos de esperar que, con mayor razón, la sustancia haga a cada agente natural, no puede esta misma especie ser sensible
lo propio. a los cinco sentidos, sino que es intuida, cogitada o estimada así
como cuando una oveja percibe la especie de la complexión de un
2. Así mismo, dado que la substancia puede llegar a su ser en lobo cuando esta especie ocupa y perturba el órgano de su poder
virtud de un proceso de generación, y la cosa generada no estimativo, es decir por una relación. De acuerdo con esto sin subs-
puede devenir de un agente que le resulte inferior, en con- tancia no hay accidente y las especies de los accidentes deben ser
secuencia, la naturaleza substancial no podría generarse a también accidentes, entonces hay también especies de substancias.
partir de meros accidentes.
En el “*” del § 9 en el segundo capítulo se hizo ver que en el
3. Por último, las formas accidentales no pueden ser genera- Segundo Libro de De anima (1988), capítulo VI, Aristóteles habló
das en algo salvo que el sujeto propio sea, así mismo, gene- de los sensibles propios que viniendo a ser tomados objetualmente
rado primero por naturaleza” (2012, p. 456). son objetos sensibles en los que no cabe el error, como la visión del
color, la audición del sonido y la gustación del sabor, y aún el tacto
Y ha de añadirse, de acuerdo a exposición de De multiplicatione aunque reúna múltiples cualidades. Dijimos que cada sentido dis-
specierum, que el accidente no puede tener existencia fuera de cierne acerca de este tipo de sensibles y puede equivocarse acerca
un sujeto; si esto es correcto, el calor, por ejemplo, tomado como de qué es o dónde está el objeto coloreado, qué es o dónde está el
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
objeto sonoro, pero no yerra en cuanto a la captación del color o del potencia activa de la materia receptiva138. Desde la perspectiva del
sonido. Por excelencia los propios son a los que mejor les viene el contorno, el receptor de la periferia recibe el contacto del agente y
nombre de sensibles. Recuerdo esto porque en Bacon las especies es despertado por este en su potencialidad activa para luego recibir
de los sensibles propios nos afectan en tal modalidad de impresión las especies del mismo, del agente. Carlos Cardona (2012, p. 458)
que se puede llegar a ser consciente precisamente de la afección; se percata de un problema importante, que no fue ajeno tampoco a
empero, no pasa lo mismo con la afección sensorial de las espe- Bacon, el de si la forma recibida por el receptor es forma accidental
cies de las substancias. Para Bacon las especies de las substancias cuando una especie de un accidente se replica en el modo de un
no afectan los órganos de la recepción sensorial, pero sí afectan la accidente por virtud de una actividad que despierta la potenciali-
potencia de cogitación —en mi defensa, vuelve a aparecer por aquí dad activa. En De multiplicatione specierum (Lindberg, 1998 [III,
otra justificación a la mediana tematización que hice de Aristóteles Cap. 1, 36-38]) se afirma que, en consecuencia, el hecho de que el
en el § 9—. La deducción metafísica es útil en este punto para plan- medio sea causa material a partir del cual y desde el cual hay gene-
tear el mismo argumento al revés: imponiéndose el hecho de que no ración de una especie por un agente generador, hace que esta espe-
puede existir accidente sin substancia y la especie de un accidente cie no pueda ser de otra naturaleza corporal distinta a la del medio.
es también un accidente, se ha de colegir que es apodíctica la exis-
tencia de las especies de las substancias, así no puedan estas ser ¿Por qué entonces se hace inexcusable la admisión de la forma
captadas por afección al sensorio. Pero cuidado, Roger Bacon es de substancia del agente como replicadora de una especie substancial?
la posición, contraria a la de Lucrecio, de que las especies no pre- Sobre la base de una afinación hecha por Cardona (2012) en la nota
existen en el agente. Las especies, en el significado de ellas seguido al pie 23, a Yael Raizman-Kedar (2009, p. 142), según la cual el
aquí, no son corporales. Si lo fueran sería necesario que ocuparan Principio de incorporación debe aludir no al hecho de que las espe-
el espacio y tendrían que ejecutar el desplazamiento de partes del cies deben ser incorporadas, sino asimiladas, en el trasfondo de una
medio receptor para poder conseguir la ocupación del vacío por clase adecuada de medio, sobre esta base, subrayo, la substancia del
la que este las recibiría (Lindberg, 1998 [III, Cap. 1]). El científico receptor debe ser a priori base de las especies motivadas por la pre-
inglés está aquí acudiendo al mismo razonamiento aplicado para sencia cercana o por el contacto del agente. En seguida se presenta
las especies de substancia y las de accidentes: en tanto que no hay un inconveniente: el color por ejemplo, una especie sensible, no
naturaleza percipiente del hecho de un cambio en el medio receptor proveería datos de las cualidades primarias del agente ni mostraría
que facilite la recepción de las especies, se tiene necesariamente un artículo del objeto, sino solo la manera como el objeto afecta las
que concluir que ellas no requieren de la determinación de un lugar formas receptivas. La postura de Bacon es esta: si su estudio fue
y por esta razón no se pueden tener como cuerpos. sobre la propagación de los efectos causales, la verdad primera es
que la primera parte del recipiente, al ser transformada y poseer
Cité a Aristóteles, pero Bacon se contrapone a él en el tema de efectivamente especies, transforma la segunda parte, la segunda
la transferencia pues no la concibe bajo la forma de la recepción de parte transforma a la tercera y así en adelante (Lindberg, 1998
las formas sensibles en el alma en el modo de una impresión. Bacon [II, Cap. 1, 11-13]). Lo que se sigue es que actualizada la especie en
parece sugerir una lectura distinta de Aristóteles en este renglón,
al afirmar que esa misma impresión de las formas sensibles en el
138 Potencialidad activa tratada por Aristóteles (1994a) en el Libro IX de Metafísica, en los
alma se da por una alteración que hace de elemento motivador de la capítulos 1 a 5.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
la primera capa del receptor, se da inicio a una cadena de multipli- La semejanza establecida entre la teoría baconiana y la de Salmon,
caciones iteradas. Y como la primera parte del receptor posee una la misma que va ampliar Cardona en otro artículo dos años después
especie que la habilita, se provoca en la segunda capa una especie con título De Roger Bacon a Wesley Salmon (2014), es acentuada con
similar. Cardona instruye aquí que: razón de estas palabras de Bacon en De multiplicatione specierum:
Bacon alude a un pasaje de Aristóteles que no especifica con [U]na especie no requiere de un lugar, como sí lo requiere un
claridad. Puede tratarse del siguiente pasaje del tratado Acerca cuerpo, pero requiere de un soporte, y este soporte no necesita ser
de los ensueños: «Pues lo que se ha calentado por algo caliente, numéricamente uno, sino que puede ser constantemente diferente,
calienta la parte contigua y eso se va transmitiendo hasta el dado que una especie generada en un lugar del medio puede pro-
[final], de forma que también es forzoso que lo mismo ocurra en ducir su semejanza en otra parte del medio; y en consecuencia, no
la percepción, dado que la sensación en acto es un tipo de altera- hay adquisición de lugar de la misma manera que lo requiere un
ción». (2012, p. 459) cuerpo; sino que existe una renovación de especies por generación
en varias partes del medio. Pero por el hecho de que exista una
Se tiene entonces que hay una provocación de una alteración diferencia entre esto y la sombra no se sigue que una especie es
un cuerpo: dado que una especie tiene una virtud activa por la cual
por parte del agente, en la última capa del recipiente, y no porque
produce su semejanza a lo largo de todos los diámetros en la parte
actúe sobre ella de forma directa, sino porque detona una reacción
del medio inmediatamente adyacente; mientras que la sombra no
en cadena. El agente no transfiere especies al receptor, perturba la es activa, ni es capaz de generar su semejanza, sino que es gene-
primera capa del medio y esto motiva la potencialidad activa del rada por otro y requiere de esta otra cosa, digamos, del sombrío
mismo haciendo que este itere la producción de semejanzas o espe- cuerpo, en adición al medio en el cual llega a su ser. Pero una
cies en la capa siguiente, y así en la que sigue y más. especie, una vez ha sido multiplicada en el medio, requiere sólo del
medio; y por sí misma, gracias a su poder activo, puede producir
Cardona (2012) cruza estas explicaciones con las de Wes- sus semejanzas. (Lindberg, 1998 [III, Cap. 1, 105-122])
ley Salmon139 en el siglo XX. El científico de Estados Unidos de
Norteamérica distinguió, en Causality and Explanation (1998), Véase entonces cómo avanza Carlos Cardona en este cruce;
de los procesos causales los pseudoprocesos (causal processes luego volveré al fenómeno de la refracción y a la substancia lumí-
and pseudo processes). Los primeros son efectivos por cuanto nica en el § 22.
arrastran una marca, los segundos no lo hacen. Siguiendo el ejem-
plo repetido por Salmon, la sombra, que es una región con relativa En el epígrafe de este parágrafo cité una idea de Salmon, per-
oscuridad, se va acomodando a las irregularidades del piso, pero no tenece a Scientific Explanation and the Causal Structure of the
arrastra escorzos del lugar. Es esto un pseudo processes. En este no World de 1984. El autor explica que en la versión óntica de la cau-
hay transferencia causal efectiva. salidad se defiende la tesis de los patrones de regularidad naturales,
o en otras palabras, la tesis de que la causalidad natural debe estar
presente en cualquier forma de explicación. En este rango acusa a
139 Quien se muestra muy crítico con la teoría de las líneas causales de Bertrand Russell y con David Hume el que haya dejado pasar un elemento atómico, el de la
la Mark Transmission Theory. El artículo Causal Processes de la Stanford Encyclopedia of
Philosophy, hecho por Phil Dowe, es muy ilustrativo a este respecto. El mismo puede ser
habilidad de transmitir información. La transmisión causal es para
consultado en https://plato.stanford.edu/entries/causation-process/#ObjSalMarTraThe el científico contemporáneo una parte primordial de la explicación
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
de la estructura causal del mundo (1998, p. 20). Los denomina- … Cardona (2014, p. 70) cita a Salmon en las palabras:
dos causal processes and pseudo processes no son posibles de ser
formulados sin el auxilio de la Teoría de la Relatividad, por tanto Supongamos que tenemos una construcción [circular], algo parecido
no pudieron haber sido conscientes antes del siglo XX140. La idea al Coliseo Romano […] en cuyo centro existe un faro que rota con
rapidez. Los rayos de luz viajan en línea recta desde el faro hasta las
defendida por Cardona es que Bacon ya se había anticipado a Sal-
paredes [del Coliseo]. Los rayos de luz, como otro tipo de radiación
mon en la investigación de los procesos de transmisión causal. Por
electromagnética, pueden transmitir información desde un lugar
supuesto en el ya citado De multiplicatione specierum. a otro. Por ejemplo, uno puede imponer una marca –esto es, una
modificación– sobre un proceso de este tipo; luego, sin mayores
David Hume había dejado abierto el camino de la mostración intervenciones, esta marca persistirá en el proceso por un periodo
de una conexión física entre causa y efecto. Salmon siguiendo esta de tiempo. Estos procesos son causales: la capacidad de transmitir
estela, no se fija en hechos sino en procesos. Es decir que una rela- marcas es una indicación de su naturaleza causal. Por ejemplo, si
ción de causa entre C y E requiere explicar un proceso que inicia en uno coloca un filtro rojo en el camino de un rayo de luz blanca, la luz
C y termina en E; dicha relación en términos epistemológicos se fija llega a ser roja y se mantiene roja más allá de este punto. Alguien
podría instalar una lente roja en el faro; si alguien lo hiciera así, los
por el reconocimiento de la afección, la señal o la marca que se ini-
rayos serían rojos, aun cuando la fuente emitiera luz blanca.
ció en C pero que puede ser seguida hasta el fin de E141. En la Teoría
Suponga que nosotros estamos en las vecindades de las paredes
de la Relatividad se dijo que ninguna señal tiene dentro de sus posi-
del Coliseo en la noche, sin la lente roja en el faro. Cuando la luz
bilidades viajar a una velocidad mayor que la velocidad asignada a blanca alcanza la pared, una mancha luminosa viaja alrededor de
la luz. Luego, dice Cardona siguiendo a Salmon, que nada prohíbe la pared mientras el faro rota. Uno puede conseguir que la man-
que se asignen a ciertos pseudo processes velocidades mayores que cha sea roja en una región si se dispone de una pieza de celofán
la velocidad de la luz. En relación con esta figura... rojo allí; cuando la mancha blanca llega a dicha región, ella se
hace roja, pero inmediatamente después, tan pronto como pasa
esa región, recupera su color blanco, ya no conserva el color rojo.
Es imposible aplicar alguna marca a la trayectoria de la mancha
luminosa que, sin intervenciones adicionales, persista en el pro-
ceso por algún período de tiempo. (Salmon, 1998, p. 16)
Como la velocidad tangencial que se asigna a la mancha de luz
que recorre las paredes del Coliseo es proporcional al radio de
la construcción y a la velocidad angular del faro, debido a esto,
se hace factible esperar que en valores muy elevados del radio
se pueda llegar a determinar a dicha mancha velocidades mayo-
140 Sobre Einstein y la Teoría de la Relatividad, en sus formulaciones especial y general, hay en res que la de la luz. El término marca y la noción que encierra es
español una Compilación muy importante con título Einstein. Científico y filósofo (Guerrero,
2010). En ella hay un capítulo del mismo Carlos Cardona. un concepto causal en tanto que Salmon presenta la interacción
141 Realidad esta pensada antes por Reichenbach: “Si E1 es la causa de E2, entonces una pequeña causal —reconocida después como marca— como una que es más
variación (una marca) en E1 es asociada con una pequeña variación en E2, mientras que
pequeñas variaciones en E2 no son asociadas con variaciones en E1” (1958, p. 136).
básica que el concepto de proceso causal. Cuando causal processes
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Salmon aduce que no era posible concebir la distinción entre pro- Posición X
cesos causales y pseudoprocesos antes del siglo XX porque no
había manera de tener en cuenta las prescripciones de la Teoría de
Posible simultaneidad
la Relatividad. La aclaración de Salmon es correcta si se tiene en
cuenta que la Teoría de la Relatividad introduce una línea de demar- .
cación muy clara entre eventos espaciotemporales que podrían C
estar conectados causalmente y eventos espaciotemporales que de . .
B’ B
ninguna manera podrían estarlo. De hecho, la velocidad de la luz es
el criterio que permite establecer la distinción. En efecto, si consi-
deramos una representación bidimensional del espacio-tiempo a la o
manera de Minkowsky (Figura 2), podemos dividir los eventos rela- Pasado Absoluto Futuro Absoluto Tiempo
cionados con el origen del sistema O de la siguiente manera: (i) los
eventos del tipo B pertenecen al futuro absoluto de O; esto es, B es
.
contemplado en cualquier sistema de referencia como si hubiese C
ocurrido después de O. En ese orden de ideas, B podría contem-
plarse como un efecto de O, pues puedo imaginar información que
viaja desde O hasta B sin que supere la velocidad de la luz. (ii) los
Representación del espacio-tiempo de Minkowsky
eventos del tipo B´ pertenecen al pasado absoluto de O; esto es, B´
es contemplado en cualquier sistema de referencia como si hubiese
ocurrido antes de O. En ese orden de ideas, B´ podría contemplarse
como una causa de O, pues puedo imaginar información que viaja
desde B´ hasta O sin que supere la velocidad de la luz. (iii) los even- Phil Dowe (1992, p. 200) escribió las premisas IV a VI así:
tos del tipo C pertenecen al ámbito de la simultaneidad posible con
O. Es posible imaginar sistemas de referencia para los cuales O y C
IV. Una marca es una alteración a una característica, introdu-
ocurren simultáneamente y, en ese orden de ideas, no puede existir
cida en una interacción local.
conexión causal alguna entre ellos, toda vez que se requeriría infor-
mación que se desplaza a velocidad infinita (interacción a distancia
e instantánea), violando así uno de los corolarios básicos de la Teo- V. Una interacción es una intersección de dos procesos.
ría de la Relatividad [Fig. 2].
No obstante la aclaración de Salmon, que se deriva de las distin- VI. Una interacción causal es una interacción en la cual ambos
ciones que posibilita Minkowsky, es posible hallar rastros de una procesos son marcados —de hecho la premisa II también diverge
distinción similar entre procesos causales y pseudoprocesos en pues escribió: “Un proceso causal es un proceso que puede trans-
la obra de Roger Bacon (siglo XIII). (2014, pp. 71-72) mitir una marca”—.
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multiplicación de naturaleza radiante colma de simulacros en adición al medio en el cual llega a su ser. Pero una espe-
al éter circundante. cie, una vez ha sido multiplicada en el medio, requiere sólo
del medio; y por sí misma, gracias a su poder activo, puede
Hay que recordar, en gracia a lo anterior, que la multiplicación producir sus semejanzas” (Lindberg, 1998, p. 185).
de las especies posee como exigencia la activación de la potenciali-
dad activa del recipiente. Además “la primera parte del recipiente Ahora bien, la razón que lleva a Carlos Alberto Cardona a poner
sirve como un centro común a una infinidad de líneas y rayos; ésta primero la premisa II de Wesley Salmon, y no la I, es la centralidad
constituye el término interior de todos los rayos, con el cual ellos del concepto de especie. Centralidad que no es caprichosa por parte
son continuos, mientras la parte del agente es el centro y término de Roger Bacon, sino necesaria, pues su misma noción habla del
con el cual ellos son contiguos” (Lindberg, 1998, p. 93). Entonces la primer efecto que produce una X que actúa naturalmente. Idea esta
paráfrasis baconiana provista es: una interacción causal es en la en la que sigue a Grosseteste pues este dijo, siguiendo a Plotino, que
que un proceso induce una especie en el otro y esta es transmitida todos los entes emiten desde su propia substancia una entidad. Esta
más allá del lugar de la intersección. entidad es la especie, y como entidad que es, guarda semejanza de
identidad con el agente generador. Quien recibe la entidad es dife-
6. Y, por último, la VI de Salmon, un proceso causal es un rente del agente, pero una vez que recibe la acción, la entidad, se
proceso que puede transmitir una marca, es comparada hace semejante al agente. Así lo expone Cardona: “Si un agente cau-
con esta conclusión de carácter baconiana: un proceso cau- sal A obra sobre un receptor B, hemos de esperar que los efectos
sal es un proceso que puede multiplicar una especie. Y esto producidos en B ya tuviesen alguna forma de existencia en A. No
de acuerdo a este párrafo de Roger Bacon, ya antes refe- puede existir un efecto que se produzca desde la nada” (2014, p. 74).
renciado: “[U]na especie no requiere de un lugar, como sí
lo requiere un cuerpo, pero requiere de un soporte, y éste Sobre la I de Wesley Salmon y la pareja hecha por medio de
soporte no necesita ser numéricamente uno, sino que puede Bacon hay que agregar: por ser primer efecto y guardar semejanza
ser constantemente diferente, dado que una especie gene- de esencia con el agente, la denominación justa es efecto unívoco.
rada en un lugar del medio puede producir su semejanza en Pero como se trata también de la multiplicación de especies más
otra parte del medio; y en consecuencia, no hay adquisición allá de la vecindad del emisor, hay, además, efectos que se siguen
de lugar de la misma manera que lo requiere un cuerpo; del unívoco pero que no guardan la misma densidad, intensidad y
sino que existe una renovación de especies por generación cantidad de semejanza que tiene este con respecto al agente. Estos
en varias partes del medio. Pero por el hecho de que exista son los equívocos. Luego del mismo modo como el primer efecto
una diferencia entre esto y la sombra no se sigue que una es semejante a su agente, en virtud de esta realidad, solo produce
especie es un cuerpo: dado que una especie tiene una vir- primeros efectos semejantes al agente mismo. Se lo denomina como
tud activa por la cual produce su semejanza a lo largo de “principio de la uniformidad de la acción o de la consistencia de
todos los diámetros en la parte del medio inmediatamente características” (Cardona, 2014, p. 75). Sin dejar de tener en cuenta
adyacente; mientras que la sombra no es activa, ni es capaz la excepción que Roger Bacon (Lindberg, 1998, p. 19) pone a esto:
de generar su semejanza, sino que es generada por otro y los agentes que poseen libre albedrío, los cuales, son los únicos
requiere de esta otra cosa, digamos, del sombrío cuerpo, que pueden actuar con cierta deliberación. También, la naturaleza
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equívoca de algunos efectos se vectoriza con las características del cuanto, recuerda Bacon en Opus Majus, el Estagirita dice en el
receptor: “[…] el calor que emana del Sol puede provocar que dos Libro Quinto de la Metafísica que la naturaleza opera en la forma
objetos diferentes se calienten; también puede provocar, además, más breve posible, y la línea recta es la más corta de todas (1928,
que uno de ellos se derrite a consecuencia de su composición inte- p. 131 [IV, d. 2, Cap. 2]).
rior” (Cardona, 2014, p. 75).
Étienne Gilson escribió (1976, p. 447) que el agrado de Roger
Acerca de la III de Salmon y su paráfrasis acompañante baco- Bacon por Roberto Grosseteste y Adán de Marisco (Marsh) se debe
niana, ha de subrayarse: la multiplicación de la fuerza no implica a que estos son representativos del ejercicio por el cual se explican
solamente que se trasladen ciertas afecciones que residen a la matemáticamente las causas de todos los fenómenos, y por mostrar
manera de accidentes, pues Bacon insiste en la multiplicación de las que esta “ciencia [la Matemática] es necesaria no sólo a todas las
especies en el nivel de las substancias. Recuérdese aquí la oposición demás, sino también a la misma teología: per potestatem mathe-
que Roger Bacon plantó frente a Lucrecio, de la que se hizo mención maticae sciverunt causas omnium exponere”. En este mismo vec-
en este mismo parágrafo, unas páginas más arriba. tor Bacon enseña que de la multiplicación de las especies hay que
Primera lectura. reconocer cuatro clases de trayectos por los cuales se unen dos pun-
§ 22. Continuación de la elucidación de las causas tos y se da la multiplicación. El ejemplo escogido por Carlos Alberto
y los efectos y, al mismo tiempo, seguimiento Cardona es la luz. La primera clase es la línea recta. Por esta vía
de las vías por las cuales se halla a la Matemática la multiplicación de las especies se hace efectiva bajo la tutela de
como Ontología tres condiciones: el medio en el que se da la multiplicación debe ser
uniforme; que el proceso no se tope con obstáculos a lo largo de la
Aseguré volver al fenómeno de la refracción y a la substancia recta; y que, derivación de la anterior condición, no exista ser ani-
lumínica. Hay que hacerlo citando que las líneas a lo largo de las mado que se interponga.
cuales ocurre la multiplicación deben ser rectas, hasta donde
la naturaleza de la multiplicación lo determine, hasta que ellas La segunda clase es cuando los dos puntos se encuentran en
encuentren impedimentos que causan reflexión, refracción o sean medios diferentes y de acuerdo a esto ocurre que los dos medios
alteradas a causa de las necesidades del alma (Lindberg, 1998 [II, coinciden en sus propiedades de transparencia —caso en el que la
Cap. 1, 61-64]). Luego, necesidades del alma quiere decir el reco- multiplicación principal se da a lo largo de la recta que unifica los
rrido de intrincada naturaleza que siguen las especies una vez mul- dos puntos—; también puede ocurrir que, aunque los medios sean
tiplicadas, a lo largo de los caminos que constituyen los nervios diferentes en esas propiedades, la recta que une atraviese en forma
para llevar la información hasta el cerebro. Bacon tenía en mente perpendicular la interfase entre los dos medios —hecho este que hace
a Ptolomeo y a Alhacén en lo anterior, quienes afirmaron que el que la multiplicación principal se dé también a lo largo de la recta que
ajuste de la replicación en líneas rectas es un deseo de la natura- une los dos puntos—; luego, también es posible que ocurra que los
leza145. Idea esta que no dejó de tener en Aristóteles autoridad por medios difieran en sus propiedades de transparencia y la recta que
une los dos puntos atraviese en forma oblicua la interfase entre los
medios. A partir de esto la multiplicación principal tiene un camino
145 En defensa del extramisionismo, Ptolomeo (Smith, 1996 [III, § 14]) habló de la propagación
rectilínea desde el ojo hasta el objeto. quebrado, al que hay que nombrar como el fenómeno de refracción.
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490 • Andrés Felipe López López TEORÍA DE LA VERDAD EN ROGER BACON • 491
(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
tano (1926), representación, juicio y amor, se nos explica —pense-
Camino refractado
mos que corazón era para Bacon y Grosseteste amor—, que juicio y
amor contienen siempre una representación; esta última es, resalto,
el más general de los fenómenos en mención. La más general de las La de la derecha dibuja que si el segundo medio es menos denso
necesidades del alma. Todo objeto ha de tener un modo de presen- que el primero, las especies adquieren una vía entre la prolongación
tación que en la conciencia se vuelve modo necesario y universal del trayecto original y la superficie de separación.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Una línea recta posee igualdad dado que carece de ángulos; pero
Con respecto a la refracción, y tomada como mecanismo, Roger
lo igual es superior a lo desigual […] Dado que existe una mayor
Bacon (Lindberg, 1998 [II, Cap. 3]) oscila entre evidencias incon-
unidad en la línea recta que en la línea quebrada, como se ase-
testables proveídas por la intuición sensible y la constitución de
vera en el libro V de la Metafísica, en consecuencia la acción a lo
una descripción justa. La primera queda insatisfecha por cuanto la largo de una línea recta es más fuerte. (Grant, 1974, p. 386)
intuición sensible solo constata y la segunda también decae porque
las descripciones parecen rayar en lo misterioso. Por vías de los En lo que lo sigue Bacon en las palabras: “la virtud natural que
fenómenos habituales, como en el que se hace patente cuando una genera la especie desea el trayecto más fácil y así lo elige” (Lind-
piedra cae perpendicularmente y se desvía de la vertical que lleva a berg, 1998 [II, Cap. 3, 139-140]), refiriéndose a la especie que incide
la piedra a perder poder de penetración, se llega a advertir que una en direccionalidad oblicua. Del otro lado de la cuestión entonces
especie que incide con perpendicularidad lo hace con mayor fuerza las que lo hacen en oblicua son resistidas con mayor fuerza por el
cuando se introduce en el segundo medio de lo que lo haría si fuera medio. El resultado es que un trayecto es fácil o difícil por menor
en forma oblicua. Fuerza mayoritaria esta que es confirmada por o mayor resistencia. Carlos Alberto Cardona se incomoda con los
Grosseteste (Grant, 1974, p. 387) en Concerning Lines, Angles, and vaivenes que da Bacon en su explicación y escribe:
Figures, en tanto que un rayo incidente en ángulos iguales (esto es,
perpendicularmente) conserva un progreso rectilíneo y es el rayo El intento de explicación de Bacon da unos giros que no se pueden
más fuerte. justificar con facilidad. En primer lugar, sugiere que la efectividad
Tercera Tesis
494 • Andrés Felipe López López TEORÍA DE LA VERDAD EN ROGER BACON • 495
(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
de la penetración depende del tipo de incidencia de la especie Entonces Cardona se apega al argumento ofrecido por Gros-
penetrante, pero a continuación advierte que la diferencia reside seteste (Grant, 1974, p. 386) en On the Rainbow que, como dije,
en la manera como se resiste el medio. En particular, el medio defiende el gradiente de resistencias que menciona Bacon. Una
resiste con mayor fuerza a la penetración oblicua. En la dirección parte del argumento reza que es mayor el poder de incidencia a lo
vertical hay una resistencia que, aunque es la menor de todas, largo de una línea refractada, al que se encuentra a lo largo de una
ha de producir una disminución en la celeridad. Así las cosas, se
línea pero reflejada, pues la desviación del camino recto es menor
supone la existencia de un gradiente de resistencias ajustado al
en una línea refractada al ser comparado con la desviación lograda
grado de inclinación de la incidencia intentada. La especie que
ingresa en forma oblicua será desviada de su trayecto directo, en la línea reflejada. La potencia de penetración de la especie es
mostrando así que el medio ejerce una mayor resistencia compa- mayor cuando esta se pliega a la perpendicular en comparación a
rada con la que experimenta una especie que ingresa perpendicu- cuando se pliega a la superficie de separación. La inferencia se logra
larmente. Esta especie no toma ahora un trayecto perpendicular por el caso del trayecto que se aleja más de la reflexión. Si la suti-
porque ese trayecto sólo es propio de las especies que ingresan leza del segundo medio es mayor se deberían esperar los efectos
perpendicularmente; ha de buscar, entonces, un trayecto inter- contrarios. Ya en este punto sin vacilación dice Bacon que dado el
medio entre el que ofrece una mayor resistencia (a lo largo de la condicional de la resistencia en el segundo medio, el más sutil, que
continuación del camino en el primer medio) y el que ofrece la
es de menor intensidad, no es necesario que la especie busque el
menor resistencia. (2012, pp. 464-465)
camino con menor resistencia.
Se incomoda porque Bacon no hace entender la razón por la cual
Carlos Cardona reconoce —nosotros también deberíamos
la especie ha de tomar el camino que le resulta más fácil; luego, si
hacerlo— que la cuestión presentada aquí es difícil de seguir. Se
esto es así, también parece quedar en oscuridad por qué la espe-
menciona un desplazamiento de una especie como tratándose de
cie no toma ahora el trayecto perpendicular a la interfase, ya que
una unidad fenoménica susceptible de ser percibida por medio de la
es el camino de menor resistencia. Cómo defender a Bacon no lo
extensión. A continuación el profesor presenta una disyuntiva fun-
encuentra en el mismo Bacon, sino en Grosseteste, y por el lado
damental: si el principio de mayor economía, mencionado arriba,
del gradiente. Tiene la siguiente formalización la postura que toma
que lleva a la especie por la búsqueda de la vía más simple respecto
el profesor colombiano, de acuerdo a esta cita de Bacon, que, no
de la resistencia no es tan riguroso como se quiere, pues la obe-
sobra mencionar, parece exponer una posición distinta, la que sin
diencia de la especie a tal principio no es absoluta, hace necesario
embargo, Cardona bien explica (2012, p. 465):
el descubrimiento de otra ley más apriorística que el mismo prin-
cipio de economía; entonces este debe venir acompañado, o mejor,
Dado que existe una gran resistencia en el primer cuerpo (el más
denso) […], no es necesario para las especies buscar un camino
antecedido, de otro u otros principios. De hecho, esto se sugiere
más fácil (esto es, hacia la perpendicular), dado que cualquier en el artículo al que vengo poniendo atención, en tanto que deben
camino es más fácil en comparación con la dificultad experimen- existir otras formulaciones que puedan describir el tránsito desde
tada en el primer cuerpo. En consecuencia, la especie es capaz de un medio menos denso a uno que lo es más, en comparación con el
asumir una dirección alejada de la perpendicular, y debe nece- paso desde uno de mayor densidad a un medio de menor densidad.
sariamente elegir dicha dirección, pues en tanto le sea posible Bacon se va por el lado que dice: debe haber una regla apriorística
actúa de manera uniforme. (Lindberg, 1998 [II, Cap. 3, 146-155]) respecto del principio de economía. Y entonces aquí se mejora la
Tercera Tesis
496 • Andrés Felipe López López TEORÍA DE LA VERDAD EN ROGER BACON • 497
(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
explicación, ya que se reconoce que las especies no siempre están en En el artículo (Cardona, 2012, p. 467) se establece una consan-
la búsqueda de un camino de mayor economía, sino de un camino guinidad entre el principio de uniformidad de Roger Bacon y un
que maximice la uniformidad. principio de inercia, en tanto que las especies se dirigirán por cami-
nos que tengan la posibilidad de mantener las condiciones de resis-
Dicha uniformidad se comprende así: como en el primer medio tencia antecesoras, siempre y cuando nada lo impida. Entonces por
hay más resistencia, se busca en el segundo medio la vía de mayor el gradiente de resistencia mencionado, si la resistencia del nuevo
resistencia para conservar la uniformidad. Como se ve, esto cam- medio aumenta, las especies se pliegan en la dirección al punto
bia substancialmente el planteo. Entonces lo que se busca es el dis- donde la resistencia parece disminuir, la perpendicular. Cuando es
tanciamiento de la perpendicular. El raciocinio que le debe seguir al revés, esto es, cuando la resistencia disminuye, las especies pier-
a este rezaría que si el segundo medio es más denso, la especie den el trayecto original por uno con mayor resistencia, distante de
padece una mayor resistencia que la que produce el primer medio. la perpendicular.
La menor resistencia se encuentra en los caminos plegados más
hacia la dirección perpendicular a la interfase. Luego, si es menos
denso el segundo, el efecto es menos resistencia. El replanteo de la
cuestión se encuentra así:
Medio 1
En conformidad, dado que en el primer cuerpo esta [es decir la
especie] tenía gran dificultad o moderada facilidad de tránsito,
por efectos de la uniformidad (la cual se mantiene tanto como Medio 2
sea posible), ella no puede elegir el superior de los contrarios, de
acuerdo con el cual se desviaría hacia el camino más fácil (esto
es, hacia la perpendicular); sino que hasta un cierto grado, tanto
como ella pueda y deba, mantendrá dificultad o disminuirá la
facilidad del tránsito; y esto ocurre tan pronto como la especie se
desvía del camino directo en la dirección que se aleja de la per-
pendicular […] En forma similar, cuando una especie pasa desde
un medio más sutil a uno más compacto, mantiene su facilidad
de tránsito en la segunda sustancia, así que su paso a través de
las dos sustancias es, tanto como le resulta posible, proporcio- Medio 1
nal y uniforme; al mismo tiempo, la mayor compactación de la
segunda sustancia excita el poder de generación de especies, de
Medio 2
tal manera que las desvía hacia la dirección del tránsito más fácil.
(Lindberg, 1998 [II, Cap. 3, 155-168])
Sin embargo, pese a la corrección, Bacon no deja de formular
condicionales o posibilidades, porque nótese como cuida para el
principio de uniformidad la expresión tanto como sea posible.
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Estas figuras representan “el tipo de razonamiento de Bacon” de sus fines, la colección de datos de refracción del paso de la luz
(Cardona, 2012, p. 467). El medio 1 tiene el proceso de multipli- del aire al agua. Información también coleccionada en la obra de
cación de especies figurado con un vector. El medio 2 es diferente Witelo, con bases en Alhacén, que tampoco satisfizo la exigencia de
en términos de transparencia con respecto al 1, entonces aparecen una ley eficiente. Thomas Hariot y Willebrord Snellius son a los que
figurados vectores que representan la variación en la potencia de se les atribuye la ley, pero también a Descartes. Incluso también a
multiplicación siempre y cuando se considere que la multiplicación Ibn Sahl, un matemático árabe del siglo X anterior a Alhacén.
principal ocurra en los caminos trazados en forma discontinua. Este
mecanismo de multiplicación inicial debe suceder en la dirección La ley que a la postre resultó exitosa llegó a tener la forma de una
que reproduce la magnitud del vector del medio inicial. Luego, si el razón constante entre el seno del ángulo de incidencia y el seno
medio 2 es menos denso, la multiplicación se da tomando distancia del ángulo de refracción. Esto es
de la normal, que es lo que ilustra la figura superior; la que está sen(i)
=c
debajo ilustra el caso contrario, cuando el medio 2 es más denso. sen(r) : (c: constante).
En este la multiplicación se da acercándose a la normal.
Ahorasen(i)
bien, aun contando con una ley empíricamente adecuada, el
=c
Aunque hay en lo anterior una intención matemática, la pro- sen(r)
modelo para la replicación de la luz seguía siendo un misterio difí-
cil de desentrañar. En caso de adoptar modelos mecanicistas, simi-
puesta fracasa cuando se tematizan especies que atraviesan desde sen(i) ν2
=
lares al sugerido por Descartes, por ejemplo, la ley tiene la forma:
un medio a otro en forma perpendicular. El problema es que la sen(r) ν1
misma evidencia experimental que tanto reclama Bacon, lo que sen(i) ν2
=
parece mostrar es que las especies no cambian de dirección cuando sen(r) ν1 (siendo ν2 la velocidad en el segundo medio
se viabilizan en tal forma. Esto lleva a Roger Bacon a decir que en sen(i)sen(i)
ν
= 1= c
y ν1 la velocidad en el primero).
tal dirección se ejerce la menor resistencia. Empero, aparece este sen(r)sen(r)
ν 2
problema: si es así, se exige como inherencia que la especie cambie
sen(i)
Cuando la luzν1pasa del aire al agua se puede establecer experi-
de dirección para ajustarse a una nueva en donde se mantenga la =
sen(r) νque
mentalmente 2 sen(i) > sen(r); de la ley de Descartes se des-
potencia de multiplicación procedente del primer medio. Cardona
sen(i) νde
prende que v 2 > v1 (la velocidad la luz en el agua debe ser
juzga que el modelo es disyunto respecto del modelo de explicación = 2
superior a la velocidad de ν1 el aire, por lo tanto es mayor
la luz en
sen(r)
que usa ejemplos y analogías del movimiento de proyectiles. Y sin la resistencia que ofrece el aire). En caso de adoptar un modelo
embargo los ejemplo ofrecidos por Bacon (Lindberg, 1998 [II, Cap. ondulatorio, similar al de Huygens, por ejemplo, la ley resulta ser:
3, 81-98.]) son de tal estilo, pues habla de bloques de piedra que
penetran un medio resistente o hachas que penetran la madera. Y sen(i) ν1
=
aunque su intento era cuantitativo, no contaba con leyes cuantita- sen(r) ν2
tivas precisas. Su intento buscó trascender las tareas emprendidas
Así, cuando la luz pasa del aire al agua, pasa a un medio en donde
por Ptolomeo y Roberto Grosseteste. Esa ley cuantitativa tardó se propaga con una velocidad menor, contrario a la expectativa
en llegar, de hecho, no es todavía Johannes Kepler en quien se la mecanicista. Dado que para ese entonces no había métodos confia-
encuentra. La mención a Kepler es importante por cuanto a comien- bles para medir la velocidad de la luz, los dos modelos podían con-
zos del siglo XVII sus búsquedas matemáticas tuvieron como uno tar con el beneficio de la plausibilidad. (Cardona, 2012, pp. 468-469)
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
c. Sobre la 3.: Un cambio en la dirección de propagación se Hay una cuestión ya más de tipo histórica e interesante que cien-
relaciona con uno en la transparencia, por esto el rayo no tífica, es la que se encuentra incluida en estas palabras:
sigue un camino directo. Entonces la modificación de la vía
del rayo se colige del cambio en los medios con respecto a su […] un lector medieval puede llegar a sentirse más a gusto con
transparencia, así también como del principio —expresado explicaciones finalistas. En ese orden de ideas, si bien la reserva
en el fragmento 2— que dice que un cambio en la poten- por involucrar elementos finalistas y la invitación a considerar la
explicación como el ejercicio que subsume el explicandum a un
cia de la multiplicación se hace fenoménico en el cambio de
explanans que contiene leyes cuantitativas, puede resultar atrac-
dirección. De esto resulta que no hay obligación de la con-
tivo para un lector moderno, el hecho de que la pretendida ley
clusión según la cual el rayo asume la posición más fuerte. cuantitativa no se enuncie con claridad y genere la impresión de
La evidencia extraída de la intuición sensible constata que ofrecer una explicación frustrada, puede llevar al lector medieval
si el nuevo medio es más denso, es hacia la normal donde se a simpatizar, con mayor fuerza y sobrada razón, con la explicación
pliega el rayo. finalista de Bacon. La explicación de Bacon, aunque puede pare-
cernos insatisfactoria, no resulta ser propiamente una explica-
d. Sobre la 4.: y aún más que solo sobre esta, como se ve, la ción frustrada. (Cardona, 2012, pp. 472-473)
tarea de John Pecham conserva semejanza con la de Bacon.
La distancia es tomada por el primero en este sentido: no Digo interesante porque siguiendo el significado de estas pala-
se puede pensar que el rayo ha de desviarse hacia el punto bras, tendría yo que confesar entonces que soy un lector medieval,
más fuerte como si lo hiciera por elección, lo que sucede es pues me encuentro, en efecto, simpatizando con Bacon. La razón es
más bien que el paso de un primer medio exige un paso al que, como Aristóteles, de entre las causas veo que la causa final es
segundo con características de proporcionalidad. Pecham la más importante, pues la evidencia sensible y la intelectual mues-
no cree en la elección de las especies por mor de la optimi- tran que toda realidad es teleológica.
zación. Para Carlos Cardona esta observación de Pecham es
justa. Lo que propuso entonces es la invariancia de relación A continuación se sigue la comparación con el polaco Erazmus
matemática, por la que, de entre las múltiples posibilidades Witelo (1220-1280). Como con Pecham, la originalidad de Witelo
de desviación, se hace acto la que mantiene la proporción en su tratado Perspectiva (Unguru, 1977; 1991; Smith, 1983) es par-
entre los grados de transparencia y entre trayectorias segui- cial, puesto que se compone más de la recolección de resultados de
das, que se miden contra la perpendicular entre los dos otros. Mark Smith enseña sobre el pensador polaco que:
medios. La ley matemática parece ser más clara en Pecham
que en Bacon. De todas formas el primero no alcanza a Witelo en muchas formas hizo por la ciencia de la Perspectiva lo
que Euclides había hecho por el estudio de la geometría plana […]
ofrecerla. Una cosa importante desde el punto de vista de
Evaluar otros trabajos, seleccionarlos cuidadosamente, en algu-
la Filosofía de la Ciencia es que en Bacon se halla, en efecto,
nas ocasiones podar, otras veces elaborar y sobre esta base com-
una explicación finalista de cuño universalista, mientras
pilar una suma de todo ello, Witelo codificó el estudio de la Óptica
que en Pecham se encuentran más, en comparación con como nadie lo hizo antes. Su originalidad, como la de Euclides,
Bacon, las posibilidades de inclusión de singularidades en reside más en la habilidad para reunir y sintetizar que en la habi-
leyes universales. lidad para crear. (Smith, 1983, p. 66)
Tercera Tesis
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
rectilíneo de los efectos, y por esto mismo se hizo necesario hacer
Estrellas
clara la razón por la cual tal multiplicación modifica su vía princi-
pal, cuando la luz pasa de un medio menos transparente a otro que
lo es más y viceversa. La vía de Bacon como instruye Cardona es
A la de la conservación, que sin embargo falla por no estar ajustada
Aire a una ley cuantitativa. Bacon también osciló entre un principio de
B economía y uno de conservación. El primero ofrece claridad sobre
por qué la luz se pliega a la normal cuando pasa de un medio de
menor densidad a uno de mayor, pero no satisface por qué se aleja
Agua de la misma normal cuando el caso es el contrario, es decir, de un
C medio de mayor a menor densidad. Esto último es lo que se explica
por la conservación.
Centro del mundo
El aporte de Pecham se subraya por el acento en la necesidad de
De acuerdo a la figura (Cardona, 2012, p. 476), un rayo de luz A ley cuantitativa. Y aunque su llamado de atención a Bacon sobre su
no puede seguir el trayecto recto una vez incide en el agua en un finalismo no parece estar infundado, no logra una teoría mejor que
punto B, porque se desvía en la dirección más fácil. Esta que es más la de Bacon; cosa que sí hubiera hecho si en efecto hubiese llegado
fácil se acerca a la perpendicular en virtud del auxilio de los pode- a la formulación de dicha ley. Mas frustración se encuentra en la de
res celestiales que actúan en función radial en dirección al centro Pecham que en la de Bacon. Witelo buscó lo mismo de Pecham pero
del universo. sin apartarse de los datos de la experimentación. Tiempo después
se ve que “Newton trató de ofrecer una explicación a la refracción
Bacon, Pecham y Witelo, más allá de los fallos que pudieran apoyado en una teoría corpuscular de la naturaleza de la luz, en su
tener, también mencionados aquí, lo que muestran es una actitud teoría introdujo una acción o fuerza que debía operar en la inter-
científica, en este caso concreto, dirigida a la mixtura de una regla fa[s]e de los dos medios en una dirección perpendicular a la misma”
cuantitativa con una explicación cualitativa. En realidad sabemos (Cardona, 2012, p. 477).
que el centro de la cuestión es la que se atiene al hecho de que en
el paso de un medio con menor densidad a uno con mayor, la luz § 23. La Matemática como Ontología
se pliega a la normal. Bacon es seguido por Pecham y replicado en
Witelo en lo que atañe a la búsqueda de una Ontología de la mul- […] impossibile est res hujus mundi sciri,
tiplicación de efectos causales. Bacon se concentró en el fenómeno nisi sciatur mathematica.
de radiación luminosa al que asignó esta lógica procedimental: los (Gilson, 1976, p. 448)
actos de A sobre B tratan de introducir en B una copia de A, ini-
ciándose este proceso en las capas externas de B que son las que se Una vez llegados a este punto, y luego de haber pasado los dos
encuentran en relación de contacto con A. Pero la idea de Grosseteste parágrafos anteriores que tienen como fin evidenciar la difícil
sobre la propagación esférica demandó también un desplazamiento explicación con componentes matemáticos de una discusión física,
Tercera Tesis
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(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
se puede calificar como verdadera la valoración de José Antonio que sin la figura no hay ejemplificación de las cosas naturales, sin
Merino (2011, p. 250) sobre lo que es la Matemática para Roger ejemplificación tampoco prueba y en encadenada consecuencia, sin
Bacon: una Ontología. prueba reina la incertidumbre.
Además de la reminiscencia hecha a la vida científica del francis- Aquello que se ve ahora como ya realizado, que es la explicación
cano inglés que también enriquece la llegada al fin que se persiguió del proceso de visión en el que convergen aspectos físicos, psico-
en este capítulo, aquello de la Matemática como Ontología ha sido lógicos, geométricos y fisiológicos, tuvo un impulso epistemológico
el camino escogido para hacer explícita la comprensión de Bacon matematizado, cuando Roger Bacon y Roberto Grosseteste se ins-
sobre el problema de la verdad —hubiese podido ser otro, por ejem- piraron en las tematizaciones ópticas que habían hecho Al-Kindi y
plo la investigación que sobre Lógica desarrolló, pero el aquí deci- Alhacén. Herencia esta que vendría a ser recibida por Alberti, Piero
dido es el que a mi juicio ensancha en mayor rango lo que de Roger della Francesca y Leonardo da Vinci. Y luego por Kepler. De hecho,
Bacon se sabe gracias a quienes previamente lo han disertado; en el telescopio de Galileo, antes que este, como escribió Étienne Gilson
otras palabras, deseé hacer un aporte a eso que se sabe. Luego, el (1976, p. 484), ya había sido “soñado” por Roger Bacon. En una nota
papel secundario que le asigna a la Lógica no puedo compartirlo—. histórica más, aquello que movió a los griegos al ejercicio de la crea-
ción matemática es lo mismo que inspiró a Roberto Grosseteste y a
De acuerdo con David Lindberg en su Introducción a la Pers- Roger Bacon a buscar dos cosas: principios generales a partir de la
pectiva de Roger Bacon (Lindberg, 1996, pp. xvii-cix), la Perspec- experiencia y deducciones matemáticas susceptibles de ser contras-
tiva viene a ser tomada por el fraile en tema como una entre las tadas con los hechos. La razón motivadora fue, pues, la aspiración de
ciencias matemáticas. Matemáticas, Perspectiva, ciencia experi- comprender el mundo físico. De nuevo, es Ontología la Matemática
mental y lingüística han de ser tomadas como piso básico de todas porque las leyes matemáticas son la esencia del diseño del universo.
los demás. Pero entre estas, la Matemática, dice en Opus Majus El muy reconocido trabajo de Morris Kline titulado El pensamiento
(Lindberg, 1996 [IV, 1.1.]), descubierta por quienes considera Bacon matemático de la Antigüedad a nuestros días, permite fortalecer la
como hombres santos, precisamente por haberla descubierto, y que tesis anterior. He aquí una extracción de algunas de sus líneas: “Las
siempre ha sido ejercitada por hombres sagrados y sabios más que ideas matemáticas, afirma [Roger Bacon], son innatas en nosotros
cualquier otra ciencia, es la que prepara al entendimiento y lo eleva e idénticas a cosas tales como las que se encuentran en la natura-
a un conocimiento de orden superior y seguro de todas las cosas. Y leza, porque la naturaleza está escrita en el lenguaje de la geome-
esto no es, dice Lindberg, pura retórica. tría. Por lo tanto, las matemáticas ofrecen la verdad” (Kline, 1992,
p. 281). Recuérdese la primacía mencionada en el § 21 aludiendo a la
Luego, ¿cómo entender que es Ontología? Esta pregunta justifica Parte IV del Opus Majus: las Matemáticas son la puerta de entrada
la necesidad de los cuatro parágrafos precedentes. Se entiende así: a las ciencias particulares y la salvación a la equivocación. Kline da
la Matemática debe expresar la forma del estado de las cosas, por otro elemento iluminador al respecto: “[s]on anteriores a las otras
esto sin Matemáticas no se puede desarrollar la Filosofía natural. ciencias, porque permiten el conocimiento de la cantidad, la cual
Cosa tenida en cuenta también por Roberto Grosseteste cuando es aprehendida por la intuición” (1992, p. 281). Tengámonos por
dijo que sin la figura matemática es imposible inteligir todas las advertidos en la definición básica de cantidad: porción de una mag-
causas de efectos naturales. A lo que con Bacon se le puede añadir nitud o cierto número de unidades. Ahora reemplácese magnitud
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que quiere decir que, a diferencia de varios de sus contemporáneos, y el integral. Estos son algunos casos en los que cada vez parece
la cosa significada no tiene prioridad ontológica sobre la relación haber más distancia entre la experiencia inmediata y la abstrac-
del signo con el entendimiento, en Bacon es al revés, la prioridad ción. Lo mismo sucede, para seguir enlistando, si se consideran los
está puesta en la relación establecida por el entendimiento. conceptos con expresión matemática como los de campo, potencial,
energía, estado de un sistema o entropía. Este problema se resuelve
Lo escrito en este parágrafo da espacio para lo siguiente: el pro- por entender que la razón en su libérrima actividad crea o consti-
blema filosófico de la creación científica y cuando esta se da en tuye el sentido. Crea o constituye mónadas de significado, cada una
términos matemáticos. La Filosofía de la naturaleza que se com- de las cuales está conectada con todas las otras. Desde el punto
pone de una Matemática conceptual y descriptiva, extendida hasta de vista de la Filosofía de la naturaleza la representación es des-
la Química y la Astronomía —marco en el que nos hallamos en la criptiva y explicativa de los fenómenos, y desde la Matemática es
exposición de Roberto Grosseteste y Roger Bacon, aunque la Mate- creadora de contenidos y de objetos que dominan esos contenidos;
mática de estos era embrional en comparación con los desarrollos ambas cosas siempre en tensión, pues la consistencia interna de las
que se tienen hoy—, más la Matemática en sí misma, son Ontolo- descripciones y las explicaciones, de los contenidos y de los objetos,
gías si se tiene sabido que estas, como toda ciencia, son represen- parejamente, es una exigencia de orden epistemológico.
taciones racionales. Y las representaciones son siempre creaciones.
Pareciera contradictorio hablar de creación en el ámbito de la cien- Esta creación debe ser por nosotros siempre estabilizada por mor
cia o de la Ontología pues lo que se busca con estas es la descripción de la inteligibilidad. Si se hace caso de las posturas ultraescépticas
del mundo tal como es. La contradicción es solo aparente, pues toda y que no le abonan a la vida sino una suerte de sensación mentirosa
posibilidad científica está sembrada en la posibilidad racional de la de lo real, no podríamos hacer otra cosa que esperar hasta que a la
representación, y una de las modalidades de la representación es la naturaleza y al ente les plazca revelar sus secretos; sin embargo, gra-
unidad del signo y el símbolo. Luego, este tipo de racionalidad debe cias a la estructura teleológica de la vida, la razón no se contenta con
estar siendo confrontada permanentemente con aquello que pre- esto. En efecto no ha hecho falta quien busque imponerle creencias al
dica, con lo que fenoménicamente se nos da. La misma actividad de ser, así como no ha hecho falta, en contra de estos impostores, quien
la representación es un proceso que va tomando forma. interrogue al ser. Y si es posible imponerle creencias o hacerle pre-
guntas es porque sea lo que fuere de él, el ser es pura manifestación.
El problema de la conexión o desconexión entre la Matemática y Las respuestas a las preguntas no siempre han de tener el carácter
la naturaleza parece agudizarse cuando son consideradas por ejem- de la positividad, también tienen el de la negatividad. Es decir que
plo las geometrías que hacen sentir que se contradice la evidencia la verdad, siguiendo las viejas palabras de Parménides (García-Baró,
de la intuición sensible, hablo de las geometrías no-euclidianas; 2004, pp. 85ss.), consiste en decir que lo que es, es, y lo que no es, no
cuando se toman en consideración las formalizaciones abstractas es. Y esto no se logra sino porque la vida esté fundada en esta actitud
de disciplinas abstractas como el Álgebra, que es más abstracta perfectamente descrita por Edmund Husserl: no puedo vivir verda-
que la misma Geometría; cuando se producen conceptos de gene- deramente sin haberme aclarado los rasgos generales del sentido,
ralización; o también cuando la Física —en sus conjuntos Óptica, la esencia, los métodos y principales puntos de vista de una crítica
electricidad, magnetismo, termodinámica— elabora sus teorías de la razón; sin haber pensado, esbozado, fijado y fundado un pro-
matematizadas, algebraizadas, más el uso del cálculo diferencial yecto general para ellos (Biemel, 1956, p. 297).
Tercera Tesis
514 • Andrés Felipe López López TEORÍA DE LA VERDAD EN ROGER BACON • 515
(y algunas conexiones con Ramon Llull y Roberto Grosseteste sobre el mismo tema)
Por último, como ha enseñado Wilhelm Leibniz (1990, pp. con tubos de ensayo y frascos
13-14), la Matemática puede explicar todo de la naturaleza porque y el celestial arco iris
esta se encuentra circunscrita al número, al peso, a la medida, a terminaba no en un bote
la fuerza. Y como todo acaece matemáticamente, con infalibilidad de oro sino en colores
—en palabras del mismo Leibniz—, el que pueda llegar a conocer formados con ingredientes
las partes inferiores de las cosas y entender todas las circunstan- del mismo rayo de muerte.
cias, podrá predecir en el presente lo futuro, como en un espejo. Así
como un embrión posee la formación futura, del mismo modo el Los rostros en la ventana
mundo futuro completo se encuentra contenido y preformado con de su mente se cubrían
perfección en el mundo presente hasta con todas sus posibilida- con las falsas apariencias
des de accidente —quisiera poder hacer una investigación en este de sus flores y sus ojos
mismo vector tratado en el parágrafo; sospecho que el título sería apuntando como flechas
La Matemática como Ontología. Roger Bacon, Wilhelm Leibniz y a una celda de prisión.
Edmund Husserl—.
Pero él seguía soñando
*** con curvas, con ecuaciones
y con olor a salitre
He reservado para la parte titulada Colofón, La educación y en su nariz. Vio el boquete
la necesidad de recuperar el valor de la verdad (exhortaciones), en el costado de Dios
más sobre Roger Bacon. Hubiese podido ponerlo aquí, pero con- que es la herida del saber:
sidero que su idea de juzgar como santos a los descubridores de la metió su mano y creyó.
Matemática (Lindberg, 1996 [IV, 1.1.]), ayuda con la mayor hondura
posible a cerrar esta investigación. Que es la traducción de:
*** Roger Bacon
R. S. Thomas, un poeta galés, escribió (Álvarez de Toledo More- He had strange dreams
nes, 1992-93, pp. 32-33): that were real
in which he saw God
Roger Bacon showing him an apertura
of the horizon wherein
Tenía sueños extraños were flasks and test-tubes.
pero eran verdaderos And the rainbow
en los que veía a Dios ended there not in a pot
y un boquete por los cielos of gold, but in colours
516 • Andrés Felipe López López
that, dissected, had the ingredients of
the death ray.
Faces at the window
of his mind
had the false understanding
of flowers, but their eyes pointed
like arrows to
an imprisoning cell
Yet
he dreamed on in curves
and equations
with the smell of saltpetre
in his nostril, and saw the hole
in God’s side that is the wound
of knowledge and
thrust his hand in it and believed.
***
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