UN DOMINGO EN CASA.
“Primero vives la nota y después la haces circular y ahí te metes
Canta el gallo y sale el sol. El despertar y los planes de cada
miembro de esta familia:
PEPE (El papá) está despeinado, recién levantado y leyendo el
periódico: lo cierra y lo tira: “Miércoles, estoy cansado de esta vida
sin sentido. Pura mala noticia, deudas por aquí, malas caras por
allá, mi mujer y mis hijos no son un apoyo sino más problemas.
Solo exigen y no me dan comprensión ni compañía”
Pepe recibe una llamada por teléfono de “una amiga”:
“Hola cariño. ¿Por qué no vienes a verme? Deja a los tuyos.
Ellos no te quieren: yo sé cómo hacerte olvidar tus penas. ¿Por
qué has de gastar la plata y tus esfuerzos en ellos? Trae a tu hijo
y verás como esto les une como amigos. Introdúcele en las cosas
buenas de la vida....... ¿A qué hora dices? A las tres......... Aquí te
espero. Si esta vez no llegan entenderé que no te interesa nada
conmigo”.
Vuelve a sonar el teléfono. (Habla un amigo).
“Pepe, te habla Manolo. ¿Cómo estás? Aquí hombre, con la mala
noticia de que hay despidos en la empresa y parece que estoy en
la lista”.
Pero Pepe, para las penas estamos los amigos. Deja todo y
vamos a beber algo por ahí. Y mañana será otro día”
Cierre el teléfono y le grito al hijo: “Caramba, no puedo ni hablar
por teléfono. Apaga ese equipo: me tienes cansado con esa bulla
a todo volumen. Si por lo menos tuviera un ritmo agradable.
¿Qué es esa letra, ese ritmo satánico con ese sonido intenso, te
vas y nos vas a volver locos y sordos y lo que es peor influye
negativamente en tu persona?
Entra el HIJO: “Que lejano me siento de mi viejo, ni siquiera
podemos conversar. Todo exagera, generaliza, ni sabe que es
música satánica. Por lo menos pregunte si esta es música rock o
metálica. Que al menos pudiera entenderme. Todo es gritos y
gritos. Si me dijera de otra forma…. Mejor me voy. Pero, ¿a
dónde, si no tengo ni para el bus?
Llega un AMIGO: “Hola pana ¿Qué tal de chicas?”
“Ahí, más o menos, con lo que para todo se necesita plata y
además tengo que estudiar............
“Justamente vengo a proponerte un negocio que te va a dar plata
fácil. Ahora el trabajo ya no es cosa de gastar tiempo, ni esfuerzo.
Eso es para tontos. Es cuestión de estar en onda y de meterse al
ritmo de la energía de los jóvenes”
“¿De qué se trata? No te entiendo”
“Se trata de volar alto. Para eso están los adelantos de la ciencia.
Aquí tengo una “nota” que te va a hacer sentir bien. Ven a mi
casa a las tres: oímos un poco de música y verás cómo te
sintonizas”.
“Pero esa nota, ¿cómo me hace ganar plata?
“el billete”. Y mientras más la vendes, más popular te haces y más
gente de conoces. Todo es fácil y no hay problema”.
“Pero, eso de las drogas yo he oído que es peligroso”.
Eso dicen para asustar: es por envidia, por no arriesgarse y por
ignorancia. Ya vas a ver como pronto te rodeas de amigos y cómo
se te mejoran las cosas”.
“Está bien: yo me aparezco a tu casa a las tres”
HIJA: “¡Mmmmmm! Necesito un corte de pelo, pintarme el cabello
y bajar unos cuantos kilos. Algo tengo que hacer porque me
siento fea y nada atractiva”.
Llama a una AMIGA, le dije: “¿Qué puedo hacer? Necesito
cambiar; me siento fea”
AMIGA: Una chica a nuestra edad no puede decir que está fea.
Las personas no somos solo cuerpo o cara bonita. Somos mucho
más que eso. En la vida vamos construyendo una serie de
ideas, aficiones, gustos habilidades, y todo aquello hace que
tengamos un estilo personal que no se repite. Es de cada cual,
con características propias, incluidas las físicas de tu cuerpo, tu
pelo, tu rostro, tus gestos. Claro que es importante un buen corte
de pelo; hacer un poco de ejercicio para esta de acuerdo a la
moda y también porque es bueno para la salud. Pero con todo
esto no te sientes bien, tienes que preguntarle la razón por la que
te estás sintiendo mal.”
HIJO MENOR: “¡Hola ñaña! ¿Quieres jugar a la pelota conmigo?”
“No puedo. Voy a hacer ejercicios”.
“No seas mala. ¡Juguemos un ratito! Por favor”.
“Ya cállate”.
Sale la hermana y comenta el NIÑO: “¿Cómo voy a crecer feliz si
en esta casa lo único que escucho son malas palabras o ese
famoso “¿Cállate”, “No molestes”? Mi papi siempre mal genio, mi
mami cansada o en sus novelas, mis hermanos no me dan ni la
hora. Me siento solo. No tengo con quien hablar. Parece que los
niños no tenemos espacio en el mundo........ Encuentro malas
caras no solo en la casa sino en el bus, en la calle y, no se diga,
en el colegio. Mejor voy a ver “Los Simsons”.
Habla la TELEVISIÓN: “Has hecho una buena elección. Todos,
chicos y grandes, son felices conmigo. Únete a mi club. Mientras
más horas y horas me dediques ya no necesitarás la compañía de
otros y además podrás dar gusto a todos, porque de tan
entretenido que estarás te quedarás mudo y no molestarás a
nadie”.
JUANA (La mamá) comienza a arreglar la casa: “Dios mío, esto
ya no es vida. Ni el domingo puedo descansar. Nadie me ayuda.
Mis hijos creen que la mamá no siente, ni se cansa. Mi marido
parece un fantasma de esos que comen bien y duermen largo. Yo
estoy para todo y para todos. Soy el muro de lamentaciones y la
que tiene que dar solución a todo. Mi esposo e hijos me exprimen
como si fuera una esponja que solo tengo para dar y no para
recibir. Estoy seca y tengo tanta sed de cariño, de respeto y de
consideración”,
Se acerca al hijo que está viendo la televisión y llega justo en un
CORTE COMERCIAL: “Mujer moderna ¡libérate! Exígele a tu
marido que te mande de viaje y de compras con Master Card.
Debes pensar en ti misma. Date tu tiempo. Siéntate ponte
cómoda y tranquila y disfruta de la programación de “Ecuavisa” y
las más conmovedoras novelas que te hacen olvidar las penas y te
hacen alejar de la realidad”.
MAMA: “Enano, ¿Qué programa estás viendo, porque ya mismo
empieza mi novela y está interesantísima? Ahora sí, no me la
pierdo”.
“Pero, Mamá yo gané la televisión”.
“Lo siento, pero también tengo derecho: Y si sigues necio te vas a
tu cuarto”.
EL HIJO ( llora y sale de la habitación diciendo): “Eres mala y
tonta”.
MAMA: “Caray Cómo son de insolentes los hijos de hoy en día.......
Y ahora, ¿qué hago con éste que está en camino? Ya no puedo
aguantar otro problema más. Quizá sea bueno hacer lo que dice
Pepe, que no venga al mundo”.
BEBÉ EN EL VIENTRE: “Mamiiiiiiiiiii! ¿Me sientes? Te quiero
contar que estoy caliente aquí y que te quiero mucho. ¿Me
oyes?................
.................Dicen que la familia es como un nidito caliente donde
uno crece. Pero por lo que oigo me parece más bien que es una
catapulta y que yo soy la piedra, porque a mí me quieren matar.
No sé cómo defenderme: no tengo uñas para agarrarme bien y
creo que no me oyen. Que solo les pido la oportunidad que les
dieron a mis hermanos y que me permitan hacer aquello que Dios
tiene previsto para mí. Yo quiero colaborar con un Plan que es
para el bien de mi familia y la sociedad. Si me matan eso se
quedará sin hacer.
MAMA: “Las cosas no pueden seguir así” (llama a todos): Pepe,
chicos todos vengan por favor: (Todos se reúnen):
“Antes de que salgan disparados a sus cosas, quiero decirles que
renuncio a esta manera de vivir. Hagamos un alto en el camino.
¿Qué les parece si a las tres de la tarde nos tomamos un café
mientras conversamos?”
HIJO: Pero, mami, yo ya hice planes para esa hora.
HIJA: Yo también.
HIJO MENOR: Mi programa favorito empieza a las tres.
PAPA: También yo tenía un programa tentador para esa hora.
Pero creo que su mamá tiene razón. Todos vamos a estar aquí a
las tres y todos vamos a renunciar a algo por el bien de la familia.
TODOS: Está bien.
La madre prepara la mesa con el hijo menor. (Escenario: Mesa
puesta, música, ambiente tranquilo). Van llegando en desorden,
pero todos con ilusión. Se sientan a la mesa.
Comienzan a hablar:
MAMÁ: “Bueno, yo les he llamado para decirles que siento que
todos abusan de mí. Yo aquí doy todo mi sueldo; hago todo el
trabajo de la casa; soy la tapa huecos de sus problemas y a mí,
¿quién me comprende?
HIJO PEQUEÑO: ¿Cómo que haces todo? Si a mí me mandas a
hacer los mandados y a decirles esto y lo otro a mis hermanos.
Hoy mismo ayudé a poner la mesa. Yo soy el incomprendido aquí.
Todos me hacen callar y me gritan. Y mi papi es el más bravo del
mundo.
PAPÁ: ¿Cómo que soy el más bravo? Ya quisiera que veas cómo
son otros papás, agradecerías el padre que te ha tocado”.
HIJO MAYOR: “Papi, yo me siento solo y lejano de ti. Esta misma
tarde...............”
PAPÁ: “¡Ah caramba! Si esto se va a tratar de acusaciones me
largo de aquí”.
MAMÁ: “No te puedes ir”
HIJA MAYOR: “Un Ratito, un ratito. Tranquilicémonos un poco”.
Suena el timbre y abren la puerta. Es la VECINA:
VECINA: “¡Ah pero están todos juntos. Juanita ¿Estás llorando?”
MAMÁ: “Problemas vecina”
VECINA: “Así es vecina. En toda casa hay problemas y no hay
fórmula mágica, ni receta preestablecida para ayudarnos.
Convendría un rato de oración en familia y hablarle al Señor desde
el corazón, decirle lo que sienten, lo que buscan, lo que esperan.
Pedirle la gracia de ver las cosas con mucha objetividad, pedirle la
fuerza para decirle cada uno su verdad con cariño y sin reproches.
Hablarle del dolor que nos aflige y también de las alegrías.
PEPE: “Si yo necesito eso, porque me siento que me hundo en
vez de salir. Cada vez me ahogo en el trago y los amigos
y.......................”
MAMA: “Yo sí creo que las cosas pueden cambiar y podemos
mirar la vida con ilusión. Y con esa misma ilusión quiero contarles
que van a tener otro hermanito”.
VECINA: “Me alegro, vecina, y pienso que esa es una razón más
para mirar la vida con otros ojos y encontrar salida a toda
desavenencia. Lo importante de las cosas es invisible a nuestros
ojos, solo los ojos de adentro, los ojos del alma, son capaces de
ver más allá y para eso ustedes sentirán su respuesta y su
llamado cuando dice: “Vengan a mí los que están cansados y
preocupados, que les voy a ayudar”. Entonces las cosas
empezarán a cambiar y a construirse un mundo como Dios
quiere”.

Se apagan las luces.

Nace un día nuevo, sale el sol y canta el gallo.