familiar y laboral. Hay tres aspectos del modo de vida actual:
-En la sociedad actual predomina la familia nuclear.
No suele haber otros familiares que puedan ayudar cuando lo requieran las necesidades domésticas. -El padre y la madre suelen trabajar fuera de casa, con horarios cambiantes o partidos entre la mañana y la tarde. -Se ha producido un desequilibrio: mientras que las mujeres se han incorporado masivamente al trabajo remunerado de casa, los hombres no se han sumado en la misma proporción a las labores domésticas y familiares.
El problema tiene efectos directos sobre la sociedad: se
retrasa la edad en que la población tiene descendencia, y los índices de natalidad son muy bajos. Son pocos los hombres que solicitan los derechos de conciliación que otorga la legislación laboral. Para hacer efectiva la igualdad prescrita por la ley, los poderes públicos deben impulsar medidas que faciliten la realización a la vez de la vida personal y familiar con la vida laboral. Las mujeres, son las que suelen soportar la carga mental y física de las tareas de casa y el cuidado de la familia. Para la mujer a veces es difícil armonizar su derecho al trabajo y al descanso con las tareas familiares y domésticas: tienen casi una doble jornada de trabajo. Las plataformas feministas y algunos partidos políticos defienden la implantación de permisos iguales para el padre y la madre, no transferibles entre ellos. Es preciso construir un modelo familiar diferente, en el que mujeres y hombres, padres, madres, hijos e hijas compartamos responsabilidades en el hogar. La corresponsabilidad significa un reparto equilibrado de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares entre todos los miembros del hogar: pareja, hijos, hijas, otros familiares, etc. La igualdad de derechos, es uno de los grandes retos de la sociedad actual. A este fin se promulgó en 1999 la Ley para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras. En marzo de 2007, la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. En noviembre de 2007, la Ley para la Promoción de la Igualdad de Género en Andalucía. La conciliación de la vida familiar y laboral aporta muchos beneficios personales: reduce el estrés, mejora la autoestima, reduce los costes familiares, etc. De una correcta conciliación también se beneficia la familia, al aumentar el tiempo que se comparte con ella.