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EL PSICOLOGO CRIMINALISTA Y SUS DESAFIOS ACTUALES* THE CRIMINOLOGICAL PSYCHOLOGIST AND HIS PRESENT CHALLENGES Vicente GARRIDO GENOVES! Universidad de Valened RESUMEN La psicologia criminal necesita de un nuevo desarrollo si ha de responder con éxito @ Los nuevos desafios del proximo siglo. Nosotros apoyamos. siguiendo el argumento de Young sobre el desarrollo histérico ée la eriminelogia, la utopia de la efeetividad como una estructura heuristica y prictica para esta disciplina. Fl articulo se centra en los principales retos de la psicologia eriminal: le prevenci6n de la defincuencia, la prevencién del maltrato en la infancia, el contexto comunitaria de la rekabilitacion, la aproximacién organizacional a la gestién de las prisiones y la prevencidn y atencién a la mujer fisica y sexvalmente agredida, Y considera otras perspectivas que resultan importantes para el futur. PALABRAS CLAVE: Preveneiin. Maltrato infantil, Interveneiin comunitaria, INTRODUCTION Cada vez gue he descubierto que me habia equivocado, o que mi trabajo habia sido impericcto, y cuando he sido desdefiosamente criticedo e incluso he sido sobrevalorado hasta tal punto que me sintiera mortificado, mi mayor consuelo ha do decirme a mi mismo cientos de veees que «he trabsjado tanto como podia y lomejor pesible, y que nadie puede hacer més que esto» (Darwin, 1993, p. 73) Extas palabras pertenecen a Charles Darwin, exiraidas de su autobiografia, € lustran con extrema sencillez Ia tenacidad del cientifico en poner. piedra piedra, un camino transitable hacia el conocimiento de una realidad y ceventualmente, hacia su mejora para el mayor bienestar del ser humano. Fn los inicios de la criminologia cientifica, contemporinea con los descubrimientos de Darwin, hay un espiritu de esta misma indole, un atin por descubrit lo mejor para una sociedad mejor. Es éste, en efecto, un camino importante que nace de la utopia del liberalismo y del positivismo. La psicoloaia, impulsada por las mismas fuentes (donde triunfan los cénones del wtlitarismo ¥ funcionalismo), también participd en pos de lograr una sociedad mas cientificamente organizada, lo que entonces cquivalia al logro de un mayor bbienestar para todos. La psicologia criminal, entonces, nace del corazén de una ‘utopia: comprender al ser humano, y disefar formas de prevencicn y tratamiento «que nos acorearan a una sociedad sin delito. Con independencia del modo en que cristalizaran algunas de estas propuestas iniciales, el movimiento reformista con los delineventes juveniles y adultos es un intento de desarrollar Ia ciencia para la ‘ejora de la condiein humana La tradicién que poseemos en el mbito de la psicologia de la ley. resultado de mis de cien aos de investigacién cientifica, constituye un bagaie de conocimientos importante, suma de esfuerzos de las utopfas.anteriomente sefialadas, al que deberiamos afadir a partir de los afios 30 los. trabajos {mpulsados por otra utopic: el secialismo, con su ideal de igualitarismo y Justicia social (Young, 1992). Estos progresos han logrado el reconocimiento de la psicologia como una ciencia Importante para el siglo XX. Aunque la psicologia legal tard6 mas en hacerse un Ihueco en e| mercado de la prestacion de servicios a la sociedad, probablemente hoy seria correcto decir que ningin estado modeme del psicologo en Ja administacion de la justicia criminal @ civil, Es decir, eabe aseverar que los psicéloges hemos demostrado al mundo nuesira utilidad, hemos probado ser utiles. En efecto, los jueces nos necesitan para gue les asesoremos ‘cuando toman una medida con un menor, o euando han de decidir a quién ‘otorgan la tutela de un nilo en un caso de separacicn. [gualmente, las vietimas reciben apoyo y consuelo de nosotros cuando han de reinstaurar st vida, alterada por el impacto del delito suftido, También conta la sociedad en los psicslogos cuando elaboramos programas para delincuentes, en Ia prisidn o en Ia comunidad, que nuestra labor ayude a impedir nuevas reincidencias. o al menos yescinde de los servicios que nuestros diagndsticos y clasificaciones faciliten ese proceso, y contribuya al Togo de una convivencia més segura y justa, que incluya a los propivs delincuentes de esa sociedad. En fin, mis de cien aos después de que Ios psivélogos empeziramos a intentar comprender y predecir el comportamiento humano, podemos Heger aun consenso: somes iitiles para la sociedad, contribuimos a la disminuecién det safrimiento humano y al aumento éc la calidad de vida. El problema es que conceptos como «calidad de Vidar, 0 «bienestar>, se emplean muches veces en un ciscurso hueco, donde lo més relevante es, justamente, la apariencia de lo que se quite hacer, mis que To que se hace. Pero si bien la politica muchas veces convive con el discurso de la epariencia, ficable que los psicblogos comulguen con una pragmitica social inmovilista, donde Io relevante sea el diseurso de la utilidad y no la eficacia, esto es, la consecucién de fines progresivamente mis cereanos ala resoluci6n de los problemas que esa sociedad define, ya sea la prevencién de los malos tratos anos y mujeres, Ia delineuencia juvenil(o cl abuso de drogas, La ‘esis findamental de este trabajo es que los psieélogos relacionados con el mbito de la ley hemos gastado grandes tentar demostrar a Ta sovicdad que somos iitiles, 1o qual se justifieaba por Ia peauria de nuestra penetracién social, pero que ahora ha Hegsdo el momento de inteatar demostrar que somos cficaces resolviendo problemas. Cuando peledbamos por ser tiles, queriamos demostrar que serviamos para algo, que . Enireel plies, una mujer susurr: «La de asesino Este articulo ha sido deliberadamente genético. Sé muy bien que detris de mis palabras subyace la realidad de todos los dias. tal y como se ilustra en este texto: el delincuente culpable de un erimen atroz, una sociedad colrica ¢ indiznada, una justia teckmada para que castigue de modo inmisericorde. Sin embargo, una parte imporianie de mi mensaje aqui radiea precisamente en esto en recordar que los psic6logos criminalistas y de la ley consttuimos una fuerza de reflexidn y de accién, més allé de lo que acontezca en cada jomada Y eso supone aceptar una importante responsabilidad: la responsabilidad de progresar, imparables, con el bagaje de la tradicion hacia la esperanza de la utopia.

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