Piaget, J. El Lenguaje y El Pensamiento Del Niño Pequeño. Cap. 3 Al 5

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Este libro trata de dos temas fundamentales para el educador y el psicélogo: el lenguaje y el pensamiento en el nifio pequenio. GEs la vocalizaci6n infantil, simplemente, un ‘comportamiento casual? Diversos capitulos estudian este ‘ema, a la vez que presentan una teoria coherente del lenguaje infantil. Jean Piaget, por su parte, examina la tendencia de los nifios a tratar los nombres como si fueran parte de los objetos designados («realismo nominal»); las ideas de castigo, retribucién y justicia en edades tempranas; y, finalmente, el proceso de ‘comunicacidn entre los nifios. El contenido de los estudios abordados en este libro y su. claboracién por autoridades de primera magnitud lo convierten en instrumento indispensable para psicélogos y educadores. www.paidos.com ISBN B4-7509-265-9, | ! | g!7ae475092652" | Paidés Educador / 52 J. Piaget y otros El lenguaje y el pensamiento del nifio pequefio P Paidés Educador PAIDOS EDUCADOR Ulsimos titulos publicados: 138, §. Gonzalez y L, Ize de Marenco (comps. -Escuchar, hablar, leryeser- birenla EGB 139, H.R. Mancuso - Metodologia de a investigacion en ciencias sociales 140. M. Kaufman y L Fumagali (comps) - Ensefar ciencias narurales 141. F-Brandoni Comp.) Mediacton escolar 142, J.Pinget - De fa pedagogta 143. [Gaskins y Th Elliot Como ensefiarestrategias cogitivas ele escuela 144, D, W. Johason y ottos -Elaprendizaje cooperative eel aula 145, M. van Manen y-B. Levering - Los secretos dela infancia 146, B. Porro La resolucian de confiros en ef aula 147, R. Johnson y D. Johnson. Como reduetr la violencia en las escuelas 148, A Candela Cieneia en el aula 148, C. Lomas (Comp.)-lgualeso diferentes? 130. 5. Voneche y A Tryphion (comps) = Plage-Vogotsk: fe génesis social det ena 151, Mt Souto Las formaciones grupales en la eseusla 152. E,Lucareliy otros £1 asesor pedagogico en la universidad 183, F. Diaz Barriga y M. Rueda Beltran (comps) - Bvaluacion dela dacencia 154. A. Baudit- El ruror: procesos de tuela entre elummas 135. S. Hook -John Dewey. Semblanzainzlectual 156, NT Yurén Formacion y puesta a distancia 157, E. Willems - El oido musieal 158, S. Schlemenson (comp.)- iis que no aprenden 159, R Glazman. Evaluactony exclusion en la enseRarca universitaria 160. X- Lobato™ Diversidad y cducacton Tel, J.P-Dasy otros Disleiay dificulades de lctura 162. G.Garnion - Valores y principios para evaluar la educacion 163. L, Viniegra Velazques - Educacidn y otica 165. Mi. Benloch (comp) La educacin en clencias: ideas para mejorar su eee 166, E. Willems-£f valor humano de la educacién musical 167. E.C. Wrags - Evaluacion y aprendianje en la escuelaprimaria 168, E. Aguilar Mejia L-Viniegra -Atando tori yprctica en la lnbor docente 169. JL, Alvarez y 6. Jurgenson = Como hacer nvestigacion cuatitatioa 170. E, C. Wraga Evaluacion y oprendiaje en la escuela secundaria 171. M. Siguan = Inmigracion y adolescencia 172. M. Farrell» Temas clave de la ensenanza secundaria 173. M. van Manen El ono en la ensenanta 74, J. Haymes - Los nilos como fdsofes 175. ©. Lomas (comp) - Los chicos tambiér Horan 176, § Schlemenson Subjetvidad ylenguae en a clinica psicopedagdgica 177. C. Corea e, Lewkowiet-Pedagogta del aburride 178. 1 Gilbert Motivar para aprenderen el aula 184. S. Haris y GF. Petre - El acoso en la escuela 185. Th. Armeiromg- Dnlligncias mulpes en e ala Jean Piaget Floyd H. Allport Ella J. Day M. M. Lewis El lenguaje y el pensamiento del nifio pequefio Notas de Wayne Dennis (Brooklin College) Supervision de Jaime Bernstein ‘Titulo original: Wayne Dennis. Readings in Child Psychology (Part V Language and Thought). Hall, Inc., Englewood Cliffs, Publicado en inglés por Prenti New Jersey (USA) ‘Traduccién de Elba Mendolia Cubierta de Julio Vivas ‘Oued guosamentprohbids sin In suorteacn ert deo tla del cope, ‘Sotartncloncrentfecidaenarleye la eproducien total paca det re eee tcr dio o pocedinint, compress eprogatay el tratamiento inform, Fic alonbcon de cemplaes deca madame alge opresamo pblics. © 1984 de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidds Ibérica, S.A., Mariano Cub, 92 - 08021 Barcelona Ihttpswww paidos.com ISBN: 84-7509-265.9 Depésito legal: B-27.360/2006 Impreso en Novagratik, SL Vivaldi, 5 - 08110 Montcada i Reixac (Barcelona) Impreso en Espafia - Printed in Spain INDICE DE CAPITULOS |. LA NATURALEZA EXPRESIVA DE LAS LIZACIONES ‘Aspectos fonéticos de los primeros sonidos emitidas or el nifio (8). Los primeros gritos de income dad (9). Primercs sonidos de bienestar (12). Las consonantes anterores (15). Contonantes anteriores expresivas de ineomodidad (16). Consonantes ante riores expresivas do bienestar (18). Conclasiones (19). Referencia (20). 1, LA RESPUESTA CONDICIONADA COMO BASE PARA EL LENGUAIE El desarrollo del lenguaje (21). Desarrollo de la res- ueste al lenguaje (29), 1A EXTENSION DEL SIGNIFICADO. La extensién como desarrollo de la generslizacién (82). Los primeros usos amplios de sonidos (33). Ti- situaciones (37), El aspecto (39), ‘Similitud funcional (40). La funcién de la sits hs misma del nifio (61). La funcién de la situacién en a actividad de otros (42). Referencias (43). 1, EL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN LOS NIROS ME 10S esas aes Introduecién (45). Finalidad (46). Seleccién de ea- 308, (47). Elemenios (47). Método de observacién (48). Métodos de andlisis (1). Confiabilidad (51). Comparacién de los datos de acuerdo con Ja longitud de la respuesta: le edad cronolégios de los mellizos y de los univitelines (53). Diferencias de sexo (55). Ocupacién paterna (56). Comparacién de los datos do acuerdo con el andlisis funcional; mellizos y uni vitelinos (57), Comparacién de lot datos en andlisis a a 6 3. ringer y otros de construceién:, mel fis comparado de las palabras, (mellizos y_univite- 1s) (66). Resumen (TI). Referencias (73). V. EL ORIGEN DE LOS NOMBRES ..... Elorigen de los nombres (76). El valor intrinseco de Jos nombres (80). VI. LA IDEA DE JUSTICIA INMANENTE. VIL LA COMUNICACION ENTRE LOS NIROS BIBLIOGRAFIA ESPECIAL EN CASTELLANO 6 Carirovo LA RESPUESTA CONDICIONADA COMO BASE, PARA EL LENGUAJE * Fioyp H. Aurront Lewis ha indicado cusndo aparecen los sonidos y bajo qué condiciones iniemnas se producen, Allport amplia a teorta del lenguaje infantil demostrando de qué manera los primeros sonides se asocian con sonidos por tos adultos y eémo luego se asocian com los objetor Con anterioridad, muchos autores presentaron en eser- cia la misma teorta, pero la exposicién de Allport es uno de las més claras y completas. w.D. EL DESARROLLO DEL LENGUAJE 19 etapa: Articulacién casual con fijacién de respuestas cireulares, 1L maravillosamente intrincado_y versétil mecanisme del lenguaje es, al nacer, al igual que otros meca- nismos motores, nada mas que una po El erecimiento posterior de los nervios y misculos debe combinarse con Ia préctica para producir un repertotio de sonidos adecuades para hablar. Con ese deserrollo como base, el medio social proveerd los estimulos necesarios para la adquisicién de los habitos del lenguaje. Las primeras consonantes usadas, que, de acuerdo con Miss Blanton, hacen su aparicién durante el primer mes de vida, son principalmente las nasales y las guturales, 4+ De Seetat Prychelogy, Boston: Houghton Metin Company, 124 22 3. PIagEr y otros tales como m, m, ng, gy I (también h, w © y). Son el resultado de posiciones faciles de la boca, adoptadas probablemente como movimientos hechos al azar. Son ar- iculadas con varias vocales, largas y abiertas, y con algi- nos diptongos (vocales dobles), como en “gow” (el hijo del autor, a los dos meses) . Sobrepssando el periodo de expresién laringea y final- mente sucediéndolo, aparece Ia etapa de articulaciin ca~ sual, el balbuceo y'arrullo del nifio durante el segundo y tercer semestre de vida. En este periodo, las primeras ‘consonantes son repetidas con més control y complemen- tadas con otras nuevas. Las explosivas labiales y dentales. p, b, ty d se adquieren ripidamente. Las fricativas 5, v. fy th, son més intrineadas y aparecen més tarde, La J, ‘que exige Tn inversién de Ta punta de Ia lengua, puede requerir tres aiios para perfeccionarse. Lar también es 4ifieil como sonido inicial. Bjemplos de primeras pronun- ciaciones evréneas son “opa” (sopa). “apa” (papa) y ‘otros semejantes. Las consonants. dobles causan mucha Aificultad: Ia segunda consonante generalmente es supri- mida, por ejemplo, “p'ata” (plata) Con Ia articulacién casual entramos en una nueva fase que contrasta algo con la de la pura pronunciacién Jarin- gea. Esta altima es imperativa en su forma. Surge con tuna fuerte emisién displacentera, ocasionada por una frus- tracién 0 incomodidad; y répidamente asume la fancién de control social. La “chara infantil” por otra parte es espontiinea ¢ indicio de un estado de animo placentero. Es tuna forma de juego, una parte del difuso flujo de energir mds que un esfuerzo en el control de otros. Si interviene: emociones més fuertes, acelerando las funciones del sis tema nervioso simpitico, e) balbuceo placentero es reem plazado por los gritos inart'culados de! periodo anterior Se ha concedido demasiada importancia a la adquisiciin de vocabularios y muy poca al estudio de la fase pre- 1 en los infantes. Dicha fase no sélo proporciona el material para el lenguaje sino ate, ademés de la préctica necesaria para el control a través , el de los miisculos que intervienen al hablar. El icado principal del juego vocal de los hebes parece consistir en la aplicacién de reflejos circulares entre el sonido de la silaba y la posibilidad de su pronunciacién. Supongamos, por ejemplo, que el bebe pronnncia In. sic BL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO 23 Jaba da, Haciéndolo, se estimula a sf mismo a través de dos vias. Recibe ciertas sensaciones kinestésicas del sonido Fic. 1. El desarrollo de los hébitos del lenguaje en el nifo, A (primer estadio). Articulacién casual de silabes con fi cidn de respuestes circulares. La srticulacién sccidental de la silaba da induce al bebé oirse a si mismo decirla, El im- ppulso auditivo se transmite @ los centros cerebrales donde se descarga por las nesronas eferentes en los grupos musculares usados para pronunciar la misma sflaba, El hébito audiovocal para da se establece de esta manera. B (segundo estadio). Evocacin de los mismos elementos articulados por el habla de otros. Un adulto diciendo la palabra “doll” que es muy smilar a da, provoca nuevamente la excita: cidn auditive para descargerse en la respuesta da. yD (tereer estadio). Condicionamiento de los elementos jculados (evocados por otros) por los objetos, En C. so re- pite el proceso mostiado en B, El mostrar una muiieca al mis- tmo tiempo estimula el ojo del bebé y forma una conexién visual con las neuronas motoras usadas en Is. pronunciacién de Is entre la visidn de la mufeca -y la pronunciacién de da, La vir sién de Ia museca sola (D) es ahora suficiente pars evocar su nombre (siendo da tan aproximada a la pronunciacién de “doll”, ‘como al bebe: lees posible). a 3. PIAGET y otros tales como m,n, ng, g x Ie (también hy we x). Son al resultado de posiciones faciles de 1a boca, adoptadas probablemente como movimientos hechos al azar. Son ar- ticuladas con varias vocales, largas y abiertas, y con al nos diptongos (vocales dobles), como en “gow” {el hijo del autor, a los dos meses) Sobrepasando el periodo de expresién laringea mente sucediéndolo, aparece Ja etapa de ar sual, el balbuceo y'arrullo del nifto durante el segundo y tercer semestre de vida. En este periodo, las primeras consonantes son repetidas con més control y complemen- tadas con otras nuevas. Las explosivas Tabiales y dentales. p, by ty d se adquieren rapidamente, Las fricativas s, ¥. fy th, son més intrincadas y aparecen més tarde. La 1, que exige la inversion de la punta de Ia lengua, puede requerir tres afios para perfeccionarse. La r también es dificil como sonido inicial. Ejemplos de primeras pronun- ciones ersineas son “opa” (sopa). “apa” (papa) y otros semejantes. Las consonantes dobles causan mucha dificultad: Ia segunda, consonante generalmente es supri= mida, por ejemplo, “p'ata” (plata). Con Ia articulacidn casual entramos en una nueva fase que contrasta. algo con la de Ja pura pronunciacién Jarfn- ea. Esta iiltima es imperativa en su forma, Surge con tna fuerte emisidn displacentera, ocasionada por una frus- tracién 0 incomodidad; y répidamente asume la funcién de control social. Ln “‘cherla infantil” por otra parte es espontinea e indicio de un estado de animo placentero. E> tuna forma de juego, una parte del difuso flujo de energic mas que un esfuerzo en el control de otros. Si interviene: ‘emociones més fuertes, acelerando las funciones del sis tema nervioso simpético, el balbuceo placentero es reem plazado por los gritos inart'culados de! periodo anterior Se ha coneedho demasada importancia a I adqviscin de vocabulan no sélo proporciona el materi ademés de la préctica necesaria para el control a través del oido, el de los misculos que intervienen al hablar. El ego voral de los hehes parece Supongamos, por ejemplo, que el bebe pronuncia In si- BL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO 23 iaba da, Haciéndolo, se estimula a sf mismo a través de dos vias. Recibe ciertas sensaciones kinestésicas del sonido Fic. 1. El desarrollo de los hébitos del lenguaje en el ni ‘A (primer estadio). Articulacién casual de sflabas con fijs- cidn de respuestas civculares. Le articulacién accidental de ls silaba da induce al bebé a ofrse a sf mismo decirla, El im- pulso auditivo se transmite @ los centros cerebrales donde se descarga por las nevronas eferentes en los grupos muscul usados para pronunciar la misma silaba, El habito audiovocal pera da se establece de ests menere. B (segundo estadio) articulados por el ha “doll” que es muy similar 2 da, provoce nuevamente la excita: cidn auditiva para descergarse en Je respuesta da. Cy D (tercer estudio). Condicionamiento de los elementos articulados (evocedos por otros) por los objetos, En C se re: pite el proceso mostiado en B, El mostrar una muiieca al mis ‘mo tiempo estimula el ojo del bebé y forme una conexién visual ‘con las neuronas motorss usadas en le pronunciacién de 1s silaba, Ba asf como se establece una respuesta condiciona centre la visiin de la mufieca y la promunciacién de da, La vi- dn de la mufeca sola (D) es ahora suficiente para evocar su nombre (siendo da tan aproximada a la pronunciacién de “doll”, ‘come al hehe Io es osible). “ 43. PIAGET y otros producidy por . Es el estimule auditive lo que nos interesaré especialmente. Al volver a los centros cerebrales estos impulsos aferentes son, o tienden ser “redescarga- dos” a través de la misma via motora usada en Ia pro- nunciacién de la sflaba. Hay dos métodos posibles para explicar esto. Podemos suponer que las sinapsis que conec- tan el impulso aferente con Ia descarga motora al pro- unciar da hebiendo sido recientemente empleadas, s¢ encuentran en un estado de resistencia relativamente me- nor y, por lo tanto, son facilmente puestas en accién otra vez. © podemos inferir que, por lo menos en algunos 303, los estimulos de retorno se reciben mientras Ia re puesta oral se esté aiin produciendo (como en un sonido de vocal prolongada), y las resistencias sindpticas motoras para da, han sido completamente dominadas porque en su ugar se esté realizando le descarga través de esas inapsis. Tenemos aqui la exacta situacién para la form cin de una respuesta condicionada. La respuesta da llega a ser circularmente condicionada por el sonido da; y este sonido cuando més tarde sea escuchado tenderd por sf mismo @ evocar la respuesta de su pronunciacién. Esta ‘iltima explicacién es probablemente la verdadera. Mien- tras el bebé esté practicando los elementos sildbicos de su futuro voeabulario, esté por lo tanto estableciendo re- flejos audiovoeales, a través de los cuales un sonido ha- blado puede evocar directamente su enunciacién. La ar- ticulacidn ha avanzado ahora a la etapa en que es capas de ser controlada por el receptor auditivo. El proceso recién descripto esté figura 1, A. & etopa: Evocacién de elementos articulados por la pro- munciacién de otros (la ost Wamada “imitacién”). En este punto, la influencia social entra en el proceso del desarrollo del lenguaje. Si los reflejos eudiovocales han sido suficientemente establecidos para el sonido de una palabra como para hacer surgir la respuesta de articu- larla, ya no es necesario que el nifio por si mismo pro- uncie le palabra estimulante. Esta puede ser dicha por otro. El efecto seré entonces el del nifio que repite los sonidos que oye pronunciar a otros. Esta etapa esté suge- rida en ls figura 1, B. Se supone por supuesto que sélo BL LENGUASE ¥ mL PENSANIENTO 25 serin evocadas de exta manera aqnellan respmestan que fueron adquiridas a través del crecimiento y Ia pr tica. BI nifio no imita o copia el lenguaje de sus mayores. Simplemente evoca el reflejo audiovocal més cercanamen- te parecido que, con sus limitaciones actuales de pronun- ciacién, ha sido caoas de fijar. La palabra “doll” pronun- ciada por los padres, ser probablemente repetida da {a como en father). De este modo, frases enteras que estén muy lejos de la comprensién del aprendis. pueden ser repetidas de memoria con tanta precisién como los hhébitos del lenguaje ya adquiridos lo permitan. Es esen- cialmente una elapa-loro vulgarmente conocida como “aprendizaje por imitacién”. El término “imitacién” es, sin embargo, tan inexacto como engafioso, puesto que su- giere que el proceso consiste en aprender las reacciones rales de otros per la copia voluntaria de ellas; siendo en realidad'la puesta en accién de los hibitos de lenguaje previamente adquiridos por los estimulos auditivos condi- cionantes. ‘ndlisis de la teoria implicada en las etapas 1 y 2. E] lector debiers. tener presente que el proceso de este suodo descripto es en gran parte hipotético. Se necesiten datos fisioligicos precisos; pero en ausencia de éstos ob- servemos ciertas evidencias que sirven de apoyo a la bipétesis, 1) Si las respuestas vocales son fijedas gradualmente, en forma circular con el sonido pronunciado como esti- ulo, es de esperar que sea necesaria la repeticién de la sma sflaba una y otra vez. De esta manera el bebé aprende a imitarse @ sf mismo como un primer requisito para repetir sonidos producidos por otros. Los hechos confirman esta suposicién. La repeticién de sflabas (de dada) de una manera infatigable, es un fenémeno comiin del idioms infantil. Més tarde muchos objetos son nom- brados por duplicacién de silabas (por ejemplo, “wab- wab” por “water”), y frases més largas son repetidas como ama especie de juego. 2) élo los sonidos que han sido ya pronunciados en urtieulaciones fortuitas pueden ser evocados por los soni- dos de la palabras de otros. Es decir, sélo podrén ser evo- cados aquellos sonidos que han tenido Ia oportunidad de 26 3. PIAGET y otros ser fijadoa camo reflejos andiovocsles. Ta palabra “pene cil” fue repetida por el hijo del autor como punka. (los sonidos ¢ y 1 no habian sido incorporados atin). La frase “qué es esto”, que contiene consonantes dificiles, fue reproducida como éh&6, Las palabras dar y salia, cugn- do se las decian, fueron todas repetidas como da. Asi como ba, era la reproduccién de “baiio”, “vaso’ “bata” 8) Existen en el sistema nervioso central mecanismos adecuados para la fijacién gradual de hébitos vocales. No tomando en cuenta la corteza, relativamente poco d arrollada en la infancia, hay conexiones adecuadas entre el niicleo auditivo del tronco encefélico y las fibras mo- toras que controlan los drganos de la palabra, Ni la inte ligencia superior ni la imitacién consciente son necesarias para el uso de este aparato. La conexién sudiovocal es directa ¢ inmediata. Ello se hace evidente en los casos de ecolalia en pacientes idiotas y espisticos. Estos “loros hhumanos” repiten correctamente frases enteras, sin Ja mis ligera comprensin de su significado. Probablemente es- tamos tratando aqui con mecanismos subcorticales que epresentan respuestas formadas tempranamente y fije- das circularmente comparables a las del bebe. 4) Es sabldo que la sordera temprana o congénita esté generalmente acompafiada de mutismo, Los sordomudos pueden articular de manera similar al periodo fortuito infantil (lenguaje del bebe) ; pero no pueden, sin métodos especiales, aprender el uso del lenguaje hablado. Como los reflejos audiovocales no han sido ni pueden ser adqui- idos, deben ser sustituidos por alguna otra forma, tal ‘coma los reflejos visuovocales, si se les ha de impartir el don de Ia palabra. La falta de reacciones circulares voca- les, usuales, formadas tempranamente, es responsable de ‘su mutism. Para no llevar més adelante este tema podemos aceptar provisoriamente la explicacién anterior del asf Tamado “estadio imitativo” del desarrollo del lenguaje, mediante el eual los hébitos de la palabra se realizan gracias al sonido de las mismas palabras pronunciadas en el mo- mento en que se las oye. El préximo paso es convertir estas reacciones del lenguaje-loro en verdadero lenguaje. Este paso, como el anterior, se logra a través del mediv social i EL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO a 8 etapa: Condicionamienta de elementos articuladas (evocados por otros) por objetos y situcciones. Tan pronto como se alcauao Ia etapa en Ia cual los padres pueden volantariamente evocar en el nifio la re- peticién de palabras, comienza el proceso de ensefiarle a nombrar los objetos. No basta con decir “doll” y ofr al nifio repetir da. La mufieca misma es sostenida para su reconocimiento ‘mientras el edueando repite la palabra pronunciada por los padres o la nifiers. De este modo se hhace una respuesta condicionada; el impulso visual afe- rente que proviene de In mufieca descarga su energia a través de la via motora del patrén de lenguaje correspon- diente a la pronurciacién de Ia palabra. El objeto en si se transforma asi en estimulo adecuado para evocar la respuesta de nombrarlo. Las figuras 1C_y 1D, ilustran esquematicamente este proceso de condicionamiento. Las etapas dos y tres practicamente se sineronizan en el des- arrollo real del nifo. Las hemos separado en la desetip- cién sélo en favor de la claridad. El progreso a partir de este punto es répido. Un nifio puede aprender de esta manera a decir los nombres aproxi- mados de varios cientos de objetos mientras esté atin tra- bajando sobre Ia exacte promunciacién de las consonan- tes dificiles. El proceso de nombrar, o la adquisicién de vocahulario, comienza tempranamente en el segundo afio y se incrementa a pasos agigantados hasta los seis afios, ‘edad en que el nifio normal posee un vocabulario de alre- dedor de 8.000 palabras. Hasta este momento nuestra explicacién incluyé sola- ‘mente el control de las reacciones del lenguaje del ni por el adulto, El control social, no obstante, pronto o) cen direccién inversa. El nifio aprende a utilizar su habito para nombrar como hibito para pedir. Supongamos que ve tuna mufieca nueva fuera de su alcance sobre un estante, Las tendencias al manipuleo lo inducen e aleanzarla. Fra- ceasando en esto se ponen en juego todos los posibles mo- vimientos de la ley comiin de ensayo y error. Uno de los mis iitiles y més féciles de estos movimientos es la pro- nunciacién de Ia palabra “mufieca”, una reaccién que es ademas atractiva por su reciente asociacién con la vision dle un objeto de e1a especie. La palabra es entonces pro- inunciada, y el padre attisfecho le regala In mufieca como 3 3. PIAGET y otros premio. La tendencia al maniplen ahora avanea sin im. pedimento, y los arcor implicados en esta solucién del problema ton fijados para un uso futuro. Por una simple expresién vocal el nifo aprende asi a controlar a los demés. Incrementa sustitutivamente su propia estatura, su po- der y su sagacidad, incorporando estos atributos de Jor adultos al servicio de sus necesidades. Es indudable que su progreso Tingiistico se realiza répidamente, le nombrar puede estar condicionada no sélo por la visién de un objeto sino también por otro es timulo inberente a la situacién general. La palabra “mu, fieca” puede haber sido evocada en el momento en que cl niffo estaba sosteniedo el juguete, “habléndole”, 0 aun tomarlo. Los estimulos que s¢ originan en 3 convierten en estimulos condicionantes ade- cuados para producir Ia respuesta de pronunciar la pala bra. Em todas las relaciones en las cuales le mufieca mis. ma fue formalmente experimentada, la palabra “mufieca” puede ahora ser buscada conscientemente y evocada como tuna respuesta audible o pensada. Entonces, en cualquiet ‘momento futuro, cuando el nifio a través del habito pueds recordar 0 tenga teudencia a manipulear tal objeto. seré capaz de decir “mufieca”, El concomitante produce otra ves el objeto, y los arcos implicados en esta solueién se fijan como antes. E] educando ha aleanzado ahora el estadio avanzado de pedir objetos.que desea a pesar de no verlos, Los verbos, adverbios y particulas tales como “give’, “down”, “again”, “move” y “no”, se adquieren y se usan de Ia misma manera. Habiendo’ sido aprendidos través de agentes sociales en conerién con actitudes. posturas, situaciones, son usados shore para controlar es tos agentes con respecto a las situaciones que ellos re presentan, En el aprendizaje del lenguaje entonces, asi como en lor cestadios de Ia expresidn laringes y de los gestos, encon- tramos que el control social es un factor decisivo, Con el imeremento del desarrollo, sin embargo, entran a juger otras consideraciones. Ademés de nombrar y pedir obje tos el nifio comienza a hablar sobre ellos. Discurre con sus juguetes y acerca de ellos. Repasa verbelmente tro- tos de su experiencia del dia mientras descansa en su cuna por le noche, y al hacerlo sustituye las respuestas verbales por los movimientos manifiestos empleados ori BL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO 29 inalmente al vivenciatlos. En otras palabras, el lenguaje fe transforma para él en un vehiculo del pensamiento DESARROLLO DE LA RESPUESTA ‘AL LENGUAJE Unas pocas palabras pueden agregarse en Io concer- niente a la comprensién del lenguaje por el nifio, una fun- cién que precede a su verdadero uso en algunas semanas (© meses. Los sonidos del lenguaje de los otros estimulan al nifio de muchas maneras en forma paralela al surgi miento de los reflejos audiovocales. Con estos. sonidos se controla el comportamiento del nifio: se Jo consuela, se atrae su atencién y se le dan signos por los cuales él sabe que seré atendido de varias maneras. El lenguaje sirve para condicionsr las actividades del bebe del mismo modo que los grufidos incidentales o los sonidos sexuales condicionan las respuestas de alejamiento 0 acercamiento de ciertos animales. Los experimentos muestran que los perros responden poco a las palabras como simbolos ar- tieulados. Y si, en cambio, al tono, intensidad y cualidad de la vor. El efecto mas temprano de los estimulos vo- cales sobre el bebe es actuar a través de estos mismos componentes laringeos. Un bebe loraré ante un tono de teprensiin del padre, mucho antes de que las palabras ismas sean comprendidas. Hacia el final del primer afio, la respuesta a las érdenes o a Ia direccién de Ia atencién hacia alguma parte de su cuerpo indica que el niio esta comenzando a comprender el significado de la palabra como simbolo articulado. El logro final del desarrollo lingiiistico es la respuesta al Ienguaje mediante el uso del lenguaje, como es In res- puesta a una pregunta, Esto ocurre tarde, generalmente después de haberse obicnido un buen dominio de} len- guaje. Aparte de Js dificultad intelectual que ello im. plica, parece haber una especie de el nifio esti poco’ dispuesto a abandonar el plicido, irresponsable paraiso de los reflejos sudiovocales, por el desorientartn mar de la interrogacién. Cavivoco TIL \LA EXTENSION DEL SIGNIFICADO* M. M. Lewis Una vez que un sonido ha sido wsado dentro de un conterto especifico, gcdmo se extiende a otras situaciones? Late ex al problema que analiza Lewis en la siguiente seccién. Hemos seleccionado sélo dos partes cortas det libro de Lewix, Infant Speech. El estudionte interesado en el len- guaje encontrard estimulos ¢ informacién en todo el li- bro. Un estudio muy amplio de los trabajos sobre el des- arrollo del lenguaje en los nitios es eb capitulo de McCar- thy en el Manual de psicologia infantil, de Leonard Car- michael. (Edioién castellana: Buenos Aires, El Ateneo, 1951, pigs. 668 a 708.) W.D. Wa acentuada caracteristica del uso temprano de pa- labras del nifio es 1a de aplicar una palabra a un amplio orden de situaciones extendidas mucho més alld de aquellas en les cusles fue adquirida. K, por ejem- plo, lega_a responder a: “{Dénde esté In’ pelotita?” (oo fe) ee tuna ‘gran pelota de colores en Jugar de la chica original, y diciendo tittit (1-8 + 28) al ver el reloj de la iglesia, habiendo usado previamente esta palabra para el reloj de su padre. Tales extensiones son tan notables ¢ importantes que nunea se ha dejado de prestarles gran atencién. Quizé el caso mejor conocido es el referido por Romanes de un nifio en su primer afio, quien habiendo aprendido la pa- + De Infont Speech, Londres, Routledge y Kegan Poul, L1d., 190y 82 3. Pinger y otros labra quack para un pato, la aplicé a le figura de un fguila que estaba en una moneda, y luego a Jas monedas en general. ‘Los Chamberlain (8) nos cuentan que su hija, habien- do aprendido al afio y siete meses la palabra mooi con referencia a la luna, comenzé a aplicarla a las tortas, los bordes redondos de las ventanas, a “cosas redondas ‘en Ios libros”, utensilios, en Ios libros, rostros, sellos pos- tales, y a la letra O. Lindner (7) relata que su expose habia hecho un trineo (schlitten) con una tarjeta pos- tal para su hija a los dos afios. Un mes més tarde, cuando cl juguete ya habia sido destruido, la nifia dijo mame litten al ver legar uns tarjeta postal, y algunos meses des. pués nuevamente litten al ver una carta. Muchos otros ejemplos de estos casos de extensién se dan en los infor mes de una multitud de observadores. ‘Los relatos de la mayorfa de éstos consisten en una jsta de diversos significados dados por un nifio a una misma palabra, Observaciones de este tipo, valiosas como ilustraciones, no arrojan mucha luz sobre el verdadero proceso de Ia extensién. Para esto necesitamos un enun- tiado mis completo; necesitamos saber en detalle cdémo se comporté el nifio al usar o responder a la palabra sucesivas ocasiones, Informes de este tipo son mis raros; los inicos en realidad lo suficientemente completos para ‘este propésito son los publicados por Ament (1) en 1609 y por Idelberger (6) en 1908. A éstos me atzevo a agregar algunas de mis propias observaciones de K, LA EXTENSION COMO DESARROLLO DE LA GENERALIZACION 2Cémo explicaremos este amplio empleo de palabras? Bs obvio decir que el niffo ha comenzado la. abstraccién y Ia generalizacién; abstrayendo de diversas situaciones algunos rasgos comunes, y agrupando asi todas estas si tuaciones dentro de la misma categoria. La mayoria de las cosas que Ja hijita de Chamberlain lamaba mooi eran de forma circular. La nifia extiende el uso de la palabra de la situacién en la cual fue adquirida —en este caso, al ver Ia luna— a otras situaciones més o menos pe- BL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO 38 Obviamente ésta es una de las etapas del desarrollo del pensamiento conceptual y éste es un punto que ha sido ampliamente reconocido desde la época de los pri tmeros observadores —Sigismund, Taine, Darwin y Ro- manes, hasta nuestros dias—. Pero hoy ni po dria estar satisfecho con esta sola explicacién. Por lo menos otros tres factores deben ser tomados en cuenta. Primero, debemos reconocer que este amplio uso de las palabras no comienza en el momento en que el nifio ad- quiere el lenguaje convencional: es un desarrollo gradual de su més temprana actividad lingiistica. En segundo lugar, no es suficiente hablar de la similitud objetiva que las situaciones tienen para el nifio, dejando de lado les tespuestas afectivas que aparecen en él y las funciones que elas tienen en su conducta, En tercer lugar, no debe. tmos olvidar que la palabra por sf misma es un instru- mento para el nifio, una herramienta, y que esto deter- ‘mina sin duda Is manera en que es usada. En estas tres direcciones tenemos que completar el informe dado también por Stern (10). Porque a pesar de que él se refiere @ otros factores, en general se limita hacer un resumen de tipos de semejanza objetiva de diversas situaciones que conducirén al nifio « extender la palabra de una situacién « las demés. LOS PRIMEROS USOS AMPLIOS DE SONIDOS Para hacer un registro completo del proceso no debemos comenzar en el punto en que el nifio adquiere las prime ras palabras convencionales del lengusje_adulto, Debe- ‘mos ir mds atrés ex su historia lingllistica. Si, por ejemplo, encontramos a la aija de Stern —Hilda— en su duodé- cimo mes utilizando Is palabra puppe —primeramente para su mufieca y después para cualquiera de sus jugue- tes—, debemos considerar Ia posible conexién entre este comportamiento y los sonidos que ella emitié mientrae jugaba con estos juguetes antes de aprender sus nombres convencionales. Ex efecto, nuestro estudio del lenguaje del nifio nos condvee a afirmar que su desarrollo 3 con tinuo y que no responde a una serie de etapas, como s0s- tienen algunos escritores tales como Buhler. ‘Ni aun historia de las primeras palabras convencionales del nigio 3 3. Pinger y otros comienza en 1 memento en que las adquiere, sino que tiene su raiz en la utilizacién temprana de los sonidos, En un sentido real, podemes decir que ninguna palabra sada por el nifio puede ser totalmente nueva para él; cada palabra tiene afinidades con su més temprana expe- riencia lingiistica. ‘Con un registro de observaciones tales como las de K, no es dificil descubrir los cambios de los sonidos del nifio que preceden a la adopcién de las palabras convencionades. Vemos que aun en su origen Ios sonidos del niflo’ son utilizados de un modo amplio. Esto es verdad tanto para pronunciar el lenguaje como para responder a él. En cuanto a esto tiltimo, encontremos que cuando oye una entonacién y un sonido particular responder al princi ppio no siempre con uno, sino con varios movimientos —to- os expresivos del mismo estado afectivo—. Y en el desarrollo de su pronunciacién, vemos que un sonido par- ticular tal como la a es evocado al principio no por una situacién particular, sino por cualquier otra de una serie “que del mismo modo que ésta despierte el mismo es- tado afectivo—. ‘Al trazar el desarrollo de tal sonido pudimos observar cesias elapas: Primero, su uso con varias entonaciones para fexpresar diferentes estados afectivos; segundo, el aumen- to de referencia a una situacién en el uso del mismo so- nido; tereero, In adopeién de un sustituto couvencional ‘para el sonido, tal como fo (flor), o pa (aeroplano), {rayendo con él un mayor aumento de referencia objetiva. El siguiente estado del desarrollo es el que nos interess particularmente aqui: el nifio amplia el uso de Ja pala- bra convencional a otras situaciones ademés de aquellas en las que fue adquirida. Asi K, teniendo 1-6 + 24 co- meng6 @ usar la palabra ja al ver jacintos; usé Ja misma palabra al dia siguiente para los tulipanes, seis dias des- ués para la flor de lis, y nuevamente seis dias més tarde (1-6 4 27) al dar vueltas slrededor de un_cerezo en flor. Guatro meses mis tarde, al 1-10 +26, dijo la mis- ma palabra al ver una galletita decorada con una flor de anicar, y otra ves, al ver flores bordadas en un par de chinelas. ‘Un desarrollo similar se produjo en el caso de Ia pala bra pei, que el nifio us6 por primera ver al 1-9 4 27, al ver un avién, en lugar de su acostumbrada ee. Al dia EL LENGUAJE ¥ EL PENSAMIENTO 35 pees eet eects sino el barriete de un nfo. " ‘Ahora bien, el punto importante que emerge de esta serie de registros es que no es posible trazar con claridad tna lines precisa en ningiin momento particular del des- arrollo del nifo y decir: aquf comienca el uso extensive de fos sonidos, En efecto, mientras el nifo esté aan en Ia stap de pronuniatss popes sonidos priniios, a lo usa de una inanera extensiva, K, por ejemplo, usaba dd A148 a oler un patuclo y tambien al T4112 al ler junguils, Sinllarmente usaba ee al 1-1 + 26 al bus- cat leche, al 1-4-1 para. la torta, y hasta 1-8-4 16 para la manteca; otra ver usé el mismo sonido al 1-8 4 10 para zapato, y al 1-9-4 18 para significar avin. Acerea fe estos egos podriamos decir que el nifio empleaba por extensién el wo de un sonido de una manera. extra- ordinaria y sorprendente: para significar dos fragancias agradables distintas, o para signficar leche, tortay man~ teca,o para signifisr avin y zapato: y esto es, de hecho, Jo que un obvervador tal como Idelberger refisié sobre Jos varindos usos del sonidos a por su hijo, una lista. que en citada por Lorimer (8) como un ejemplo del carécter Ineatable etn ‘orien elaone son ero si trazames el desarrollo del lengusje del nio como fo hemos hecho aqui, vemos que tn vonido como ove no.¢2 un nombre para un objeto extendido posterior mente a otro: es simplemente na diferenciacién del uso més temprano por el niflo de un sonido en el que expresa tn estado fective, un uso que gradualmente se drige tls sl situacign por le gus travis, sin gue por elo corresponda a ninguna situacién particular. Y si ac thos eto, entoncel también oe hace clare. que cuando niffo comienza e usar una palabra convencional tal como fo pata florecer en ver de sus propios sesidos pri tenderé al principio a usarlo por extensién del. mismo modo que utilias sus propios sonidos. Dehemos destacar sobre todo este pinto, porque cuando encontramos a un nfo usando palabeas del idioma adulto es muy. natural para nosotros imaginar que las esté usando como nombres para determinados objetos: pero una olservacién més Guidadone pons en dro gue ls etd anda no muy die intamente de la manera en que usaba sus propioe

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