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aa TET PTS E 3. El desarrollo de la « percepcién E Ileana Enesco y Silvia Guerrero el No existen colores como el rojo, azul 0 verde en el mundo fisico, sino slo rayos de luz de diferentes longitudes de ‘onda reflejados por las superficie. No existen olores ni sabores en el mundo fisico, slo ciertas concentraciones 4quimieas en el aire o en la boca, No existen sonidos en el mundo, s6lo vibraciones creadas [y transmitidas] en el aire. Colores, olores,sabores, sonidos, son un producto fi- zal del cerebro que construye tales sensaciones subjetivas ‘partir dela estimulacién que afecta a un Grgano sensorial Rock (1974, pig. x), Introducci6n de fuera, a través de sus ojos, oidos, nariz 0 tacto, asi como de sus entraiias, ¥ su experiencia posiblemente es como un enorme y confuso zumbido. Es cierto que a simple vista, el recién nacido hace tan pocas cosas que puede parecer un ser pasivo, sometido a las fluctuaciones del entomno e ineapaz de hacer nada por si mismo. Ast pensaban James y la mayoria de los pveclon medida desde que nace e incluso antes, algunos de forma bastante eficieme (Como el olfato, gusto, tacto e incluso oido) mientras que otros, como la vi- sién, de modo més precario. rote capitulo ofrece una perspectiva general del desarrollo de a percep- ion, visual y auditiva en bebés, ds sistemas fundamentales para Ia organ: zacién del mundo y, no por casualidad, los campos en que més se ha inven: tigado en todos estos afios. Se discuten también los resultados sobre la ercepeién intermodal, es decir, aquella en la que se relacionan distintos El desarrollo del bebé ——e— sistemas sensoriales como el tacto y la vista o el ofdo y la vista. Por limita- Pese a es ciones de espacio, no podemos desarrollar otros sentidos sensoriales, como téenicas var el olfato y el gusto, pondieran a Para empezar, conviene aclarar que, aunque existen distintos niveles en iniisica, sabe el estudio de la percepcién, aqui nos aproximaremos a él atendiendo al fe- nomeno de la percepcién como experiencia psicoldgica, es decit, el modo én que interpretamos la informacién que procesan nuestros sentidos (y no 11 Clasifi lo que ocurre a nivel fisico, antes del procesamiento sensorial). La cita con que se inicia este capitulo da una idea de lo que queremos decir, y en el En lo que sig cuadro 3.1 se describen algunas propiedades basicas de la percepcién que acuerdo con. ayudan a completar esta perspectiva. en dos grand les. La preci miten legar sgundas son 1 Cuadro 3.1 Propiedades de la percepcién con Bornstei Fercibimos un mundo unitario, no colecciones separadas de impresiones visuales, tac- Seamente-ay tiles, auditivas, olfativas, etc. No percibimos estimulos ni representaciones momenta- estimulo proj neas de ellos en un receptor —como una imagen retiniana—, sino que percibimos co- riencia visual sas y sucesos en el mundo, ° £5 un proceso que no requiere eflexin, esfuerzo ni conciencia, sino que es automati- 1a. Medi 0, aunque podemos drigir deliberadamente nuestra atencién hacta estimulos espectfi- Perciir es un proceso activo y selectivo. Los estimulos no caen sabre los receptores como la lluvia sobre el campo. Extraemos solo una parte del flujo continuo de informa- ion disponible. A este aspecto de la percepcion se le denomina atencién, proceso in- separable de la percepcién. Se refieren a nervioso cent tan anatomic gustativa, més tarda en ‘cos por si so Como se suel Otro tipo ¢ cién de neuro hhan permitid codifican ras 1. La investigacién con bebés Como seiialara Bornstein (1986), la percepcién es un asunto privado que no se puede estudiar directamente. Para Hlegar a saber como perciben exacta- zadas en regis mente as cosas otras personas hemos de inferirlo a partir de lo que nos di- direceién del en o lo que hacen en relacién con la experiencia perceptiva. Con bebés, la Por tiltimo, dificultad es mucho mayor pues no podemos preguntarles qué y cémo per- ciben ni contamos con su colaboracién voluntaria, por lo que debemos uti- lizar métodos indirectos para averiguarlo, Ademés, ni siquiera tenemos la ¢garantia de que el bebé permanezca despierto y en estado de alerta el tiem- po necesario para llevar a cabo la investigacién. La duracién media del estado de alerta activa de un recién nacido es de 10 minutos y muchas se- siones experimentales duran més de esto, por lo que, con demasiada fre- cuencia, se pierden (en ef camino del experimento) muchos bebés. ; aso ciales cortical co que se pro ‘cuando se pro en partes con puede aislarse manas de ges provocan este ‘mucho més si limita- como eles en »al fe- | modo s(y no ita con yen el pn que 1 fre- 3. El desarrollo de la percepcién Pese a estas limitaciones, los investigadores han conseguido desarrollar técnicas variadas, y ciertamente muy ingeniosas, para que los bebés res- pondieran a preguntas como: {distinguen formas, colores, objetos, voces, ‘misica, sabores...? 1.1. Clasificacién de los procedimientos En lo que sigue, se presentan los distintos tipos de estudios organizados de acuerdo con la clasificacién propuesta por Bornstein (1986) que los divide en dos grandes categorias: medidas psicofisiolégicas y medidas conductua- les. La precisién de unas y otras es bastante distinta pues las primeras per- miten llegar a valores muy exactos (tasa cardiaca, etc.) mientras que las se- gundas son menos precisas (mirada, succidn). Sin embargo, y de acuerdo con Bornstein, las técnicas conductuales nos ofrecen datos que son psicolé- gicamente més significativos. Asf, la mirada prolongada de un bebé a un estimulo proporciona indicios mAs relevantes de lo que puede ser su expe- riencia visual que las ondas cerebrales que acompafian la percepcién. 1.1.1 Medidas psicofisiolégicas Se refieren a aspectos diversos del funcionamiento y estructura del sistema nervioso central y auténomo. Hoy sabemos, por ejemplo, que los bebés es- tin anatémicamente bien preparados al nacer para recibir informacién tic- til, gustativa, olfativa, vestibular y auditiva, y que el sistema visual es el que ‘mis tarda en alcanzar su pleno desarrollo. Sin embargo, los datos anatémi- cos por si solos no son suficientes para saber si hay funcién perceptiva. Como se suele decir, los bebés nacen con piernas pero no andan. Otro tipo de estudios son los que se ocupan del desarrollo y especializa- cidn de neuronas individuales en los sistemas sensoriales. Distintas técnicas han permitido identificar células individuales, ya presentes en el feto, que codifican rasgos fisicos especificos del entorno (por ej. neuronas especi zadas en registrar la longitud de onda de la luz, la orientacién de la forma, direccién del movimiento, etc). Por iiltimo, mediante electroencefalogramas (EEG) y téenicas de poten- ciales corticales evocados se pueden medir los cambios de potencial eléctri- co que se producen en el cerebro en respuesta a un estimulo. Por ejemplo, ‘cuando se procesa un estimulo (visual, auditivo u otro) se produce una onda en partes coneretas del cerebro que, mediante técnicas computarizadas, puede aistarse del EEG global. Estudios con fetos y prematuros de 26 se- ‘manas de gestacién muestran que estimulos auditivos de cierta intensidad provocan este tipo de respuesta eléctrica (aunque el patrén de las ondas sea ‘mucho més simple que en el nacido a término y, por supuesto, que en adul- —_— El desarrollo del bebé tos) lo que revela que hay algtin tipo de procesamiento sensorial. Estos da- tos, no obstante, s6lo permiten inferir que el neonato esté preparado para percibir, pero no cémo lo hace. En cuanto a las respuestas que dependen del sistema nervioso auténo- mo, los psicélogos de la percepcién en bebés han prestado atencién espe- cial a medidas como la tasa cardiaca o reflejos como el de orientacién. Por ciemplo, respecto a este tiltimo se sabe desde hace mucho tiempo que los otganismos tienden a orientarse hacia estimulos que destacan en su am- Diente (por ¢j. una tuz brillante o un sonido intenso), y el bebé no es una excepcién en esto. En los primeros dias de vida, su reflejo de orientacién garantiza que atienda, aunque s6lo sea muy brevemente, a ciertos estimulos salientes (atencién cautiva) pero en poco tiempo se observa ya una aten- Cién sostenida a los estimulos. Los psicélogos suelen interpretar esto como interés del bebé por ese «acontecimiento», y analizan qué propiedades tie. ne el estimulo que reclama la atencién det bebs. Cuando el bebé se involucra en un proceso activo de atencién sostenida (que suele durar de 2 a 20 seg.) se observa una ralentizacién de la respira- ion y una desaceleracién maxima del pulso', mientras que si algo de su entorno le produce miedo, la respuesta autondmica es el aumento de su rit- mo respiratorio y cardiaco. Estudios muy diversos han usado esta iiltima ‘medida para inferir la experiencia psicolégica del bebé cuando percibe algo en conereto (una vor, la visién de un «abismo», etc.). Sin embargo, la tasa cardiaca por si misma puede no ser una medida muy fiable y, de hecho, conlleva algunos problemas. Por ejemplo, se sabe que hay una interaccién entre la conducta de succién y el ritmo cardiaco por lo que se aconseja evi tar el uso de chupetes si se pretende medir la tasa cardiaca 1.1.2 Medidas conductuales El bebé posee un amplio repertorio de conduetas espontineas y expresiones faciales que pueden indicarnos algo de su actividad perceptiva, Su estado (alerta, Ianto, etc.), la succién, la direccién de su mirada, sus movimientos de cabeza, las vocalizaciones, sonrisa, conducta manual, son algunas de és- tas. Basindose en este tipo de respuestas y con la ayuda de las nuevas tec- nologias, los psicélogos han disefiado ingeniosos procedimientos, A conti- nuacién se deseriben los mas importantes. Técnica de preferencia. Hace mas de 40 afios, un psicdlogo tuvo la ocu- rrencia de presentar a bebés de un mes un par de liminas, colocadas eq distantes a su derecha e izquierda, y observar si mostraban alguna preferen- cia visual por alguna (Fantz, 1961). Comprobé que, ante algunos pares de estimulos, los bebés miraban mas tiempo uno que otro. A partir de enton- es, esta sencilla técnica se ha incorporado plenamente en la investigacién Le Ti sobre perc como pref bebé no pr preferenci bebé no ati discrimine Por supues deba a otr que le hace las present Actualm dad de cap en estudios toma como Habituacién vestigacién nimero de | fig. 3.1), per Se presenta el E ta1uno de los dos [Generalmente s Si el bebé vuelv detecta su noved 3. El desarrollo de la percepcién sobre percepcién en bebés. La diferencia en el tiempo de mirada se toma como preferencia visual y, ldgicamente, como discriminacién, pues si el bebé no pudiera distinguir entre un objeto y otto, no habria lugar para la preferencia. Sin embargo, obtener un resultado negativo, es decir, que el bebé no atienda mis a uno de los estimulos, no permite afirmar que no los discrimine. Puede que ambos le interesen por igual o le aburran por igual. Por supuesto, debe controlarse que la orientacidn visual al estimulo no se deba a otras variables extraiias, como un posible sesgo postural del bebé que le hace estar apoyado hacia un lado mas que otro, Para evitar ese riesgo, las presentaciones se suelen hacer contrabalanceando su posicién espacial ‘Actualmente esta técnica se sigue usando para estudiar una amplia varie- dad de capacidades perceptivas en el bebé, no solo visuales. Por ejemplo, en estudios sobre discriminacién y preferencias olfativas 0 auditivas, se toma como medida la rotacién de cabeza hacia la fuente estimular. Habituacién, Es una de las técnicas mas interesantes y complejas en la in- vestigacién con bebés. Tiene la ventaja de que puede aplicarse aun mayor mimero de modalidades sensoriales que la técnica de preferencias (véase fig. 3.1), pero el inconveniente de que se suele evaluar y cuantificar de for- esta Gltima mas muy distintas, por lo que pueden estar implicados procesos diferentes ercibe algo (Colombo y Frick, 1999). mo, [a tasa hecho, erscisn Figura 3.1 Ejemplo de téenica de habituacién simple: tiempo de Saieja evi- mirada Estilo Nuevo (8) Esto de Habits (3) xpresiones 9¢ Su estado wy ovimientos anas de és- Este Nuevo (0) = £0) SS s. A conti- wvo la ocu- cadas equi- Se presenta el E, de Habituacién (a) hasta que el bebé deja de mirarlo. Luego se presen- a preferen- ta uno de los dos estimulos nuevos (posthabituacién) (b) 0 (c). os pares de [Generalmente se forman dos grupos de bebés: a uno se le presenta (b) yal otro (€)] r de enton- Si el bebé vuelve a mirar con atencién el nuevo estimulo se supone que se debe a que Metizocion detecta su novedad, es decir, discrimina entre éstey el anterior. as El desarrollo del bebé La habituacién se basa en un fenémeno comiin: si presentamos a un bebé (0 a cualquier otro organismo) un estimulo durante un periodo prolon- gado 0 en sesiones sucesivas, normalmente su atencién a él disminuye. Se supone que esto ocurre porque el bebé ha codificado de alguna manera ese estimulo, digamos que lo ha aprendido o ha formado un esquema del esti- mulo (los autores difieren en su concepeién de la naturaleza del proceso) y, por tanto, deja de ser algo novedoso. Se dice que hay deshabituacién cuan- do, ante un nuevo estimulo, el bebé recupera la atencién. Cuando esto ocu- re, se supone que el bebé reconoce que esti ante un estimulo nuevo, distin- to del anterior. Puede haber muchas variaciones en la aplicacién de esta técnica, pero actualmente suele disefiarse de manera que se adapte a las caracteristicas del bebé. Hay bebés que tardan mucho mas que otros en dejar de atender a un estimulo, quiz porque necesitan més tiempo para procesar 0 aprender sus rasgos. En consecuencia, no conviene fijar de antemano el numero y tiempo de los ensayos de habituacién: deben comenzar cuando el bebé em- pieza a orientarse al estimulo y acabar cuando deja de hacerlo. Por otra parte, como en el caso de las preferencias, es fundamental contro- lara qué se deben los cambios de atencién y descartar que estan causados por cl estado del bebé (cansancio, sesgos posturales) 0 caractersticas de los esti- mulos (que no estén equiparados en complejidad y otras variables fisicas. Técnicas de condicionamiento operante. Respuestas espontineas como la rotacién de la cabeza o la succién, se pueden llegar a condicionar en bebés de pocas semanas y, a partir de ello, estudiar aspectos de su discriminacién ‘© sus preferencias perceptivas. Veamos un ejemplo de condicionamiento de Ja succién. Las técnicas actuales permiten registrar exactamente Ia tasa 0 ritmo de succién de un bebé cuando chupa su chupete de manera que se pueda presentar un estimulo cada vez que el bebé aumenta (0 disminuye) significativamente su tasa de succién. El estimulo puede ser, por ejemplo, tuna imagen atractiva que se mantiene mientras el bebé sigue chupando a ese ritmo, pero desaparece en cuanto desciende el chupeteo. Desde muy pe- uefios, los bebés son capaces de aprender esta contingencia y lo normal es {que mantengan su conducta si produce algo que les interesa (refuerzo) y que, al cabo de cierto tiempo, terminen aburriéndose 0, en términos més correctos, se habitiien. En ese momento, podemos manejar la situacién de ‘modo que, en cuanto se produzca un nuevo cambio en la actividad de chu- peteo del bebé, aparezca otro estimulo, ligeramente distinto al anterior. Si el bebé discrimina el nuevo estimulo y le resulta interesante, volver a pro- ducir Ja conducta en cuestién. También en este caso, un resultado negativo es mas dificil de interpretar. Como se ve, pueden combinarse distintas técnicas (habituacién con con- dicionamiento operante o con la técnica de preferencias) para potenciar los procedimientos de estudio de la percepeién en bebés. ss 2. El desarr Durante siglos bban meses en 5 ‘mente sabemos completamente ‘pocos dias se oF Para entend algunos datos s Ja profundidad, 1. Procesos 2.1.1 Acomod Una de las hab rentes. En adu cambiando la ¢ bien, se ha vist retas, dianas, t cci6n visual has alto contraste s En los afios dacién visual ¢ la respuesta vi pequefio a var cidn visual es: te, y alcanza us sieton en dud pequefios y di (1980) encont Mediante o tecta con prec mientos rapid bebés desde e cias. Hasta el situado a 75 c objetos algo m 2.1.2 Agude: Consiste en la to o estimulo 3. El desarrollo de ta percepcién 2. Durante siglos se creia que los bebés nacian practicamente ciegos y tarda- ban meses en poder reconocer e identificar objetos en el espacio. Actual- ‘mente sabemos que, pese a ser el sentido que mis tarda en desarrollarse ‘completamente, los recién nacidos detectan ciertos patrones visuales y en pocos dias se orientan mis a unos estimulos que a otros. ara entender cémo se desarrolla la visién empezamos proporcionando algunos datos sobre procesos visuales bisicos en la percepcién visual y de la profundidad, basandonos en McShane (1991), entre otros. El desarrollo de la vision 2.1 Procesos visuales basicos 2.1.1 Acomodacion visual ‘Una de las habilidades basicas del ojo es enfocar objetos a distancias dife- rentes, En adultos, es una respuesta automatica del ojo que se consigue ‘cambiando la curvatura de las lentes; pero cocurre igual en los bebés? Pues bien, se ha visto que frente a estimulos de laboratorio de bajo contraste (ca~ tetas, dianas, tableros de ajedrez), los bebés muestran una escasa acomoda- cidn visual hasta los 3 0 4 meses. Sin embargo, con estimulos naturales de alto contraste son capaces de acomodarse al mes de vida En los aflos sesenta se realizaron los primeros estudios sobre la acomo- dacidn visual en bebés. En uno de ellos, se analiz6 mediante retinoscopia* la respuesta visual de bebés de 6 dias a 4 meses presentindoles un objeto pequefo a varias distancias. Se encontrd que antes de un mes la acomoda- ién visual es muy baja pero a partir del segundo mes mejora sensiblemen- te, y alcanza un nivel prximo al adulto a los 4 meses. Afios después se pu- sieron en duda estos resultados por el tipo de estimulos usados, objetos pequetios y de poco contraste. Con objetos de mayor contraste, Banks (1980) encontré mejor enfoque visual desde el primer mes de vida ‘Mediante otras técnicas mis sensibles, como la fotorrefraccién (que de- ; tecta con precisién no sélo la acomodacién visual, sino también los movi- mientos répidos de los ojos al mirar un estimulo) se ha podido estudiar a bbebés desde el primer dia de vida, presentandoles objetos a distintas distan- cias, Hasta el décimo dia, parece que los bebés enfocan mejor un estimulo ; Situado a 75 om o menos, pero a partir de esa edad su acomodacién visual a objetos algo mas alejados (hasta 150 em) mejora sensiblemente, 2.1.2 Agudeza visual s Consiste en la medida del detalle con que se perciben los rasgos de un obje- to o estimulo visual. Generalmente, se ha estudiado presentando pautas vi- ae El desarrollo del bebé suales de rayas verticales blancas y negras més o menos finas. La anchura de las rayas se va reduciendo hasta que la figura se ve como una mancha gris. La medida de la agudeza visual se obtiene en funcién del patrén de ra- ‘yas mas finas que se consigue detectar. Mediante medidas basadas en el fendmeno de nistagma optocinético se ha evaluado la agudeza visual en bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses. Los resultados revelan que a las dos semanas la agudeza visual es 1/30 de la del adulto (es decir, para que el bebé detecte las rayas éstas tie- nen que ser 30 veces mayores que para el adulto), y a los 6 meses, es de 1/10. El empleo de la técnica de preferencias ha conducido a resultados si- milares. Sin embargo, las medidas de actividad eléctrica cerebral (potencia les visuales evocados —onda tipica que desaparece cuando las rayas dejan de detectarse—) indican algo diferente. Con esta técnica se observa que a partir de las seis semanas de vida, la mejora de la agudeza visual es mucho ‘mas rapida de lo que sefialan las técnicas anteriores, y que a los 6 meses de vida se ha alcanzado la agudeza visual del adulto. Aunque atin no se pue- den explicar estas diferencias en los resultados, parece claro que la agudeza visual del recién nacido es muy escasa pero mejora muy répidamente du- rante los primeros meses. 2.1.3 Sensibilidad al contraste Las medidas de fincidn de sensibilidad al contraste en bebés muestran que son sensibles a un rango menor de frecuencias espaciales (es decir, a fre~ cuencias espaciales bajas) y también a un rango mayor de contrastes que los adultos, y que hay un répido incremento en los primeros 6 meses. :Significa esto que el bebé no puede distinguir los objetos de su fondo? La mayoria de los objetos (entre ellos, las caras) del entorno natural de los bebés tienen un alto contraste con sus «fondos», de manera que pueden percibirlos como tales. Sin embargo, el que los bebés sean més sensibles a frecuencias espa ciales bajas significa que percibirdn mejor los objetos cercanos que lejanos. 2.2. gPercibe el bebé la profundidad? Para situar y localizar objetos en el espacio, nuestro sistema visual debe proporcionarnos algtin indicio de la distancia a la que se encuentran. Re- cordemos que la imagen que recibe cada una de nuestras retinas es bidi- ‘mensional por lo que, en si misma, no proporciona informacién sobre la distancia 0 profundidad a la que se hallan los objetos. Por tanto, el sistema visual debe completar de alguna forma esa informacién para llegar a locali- zat espacialmente los objetos. El adulto se guia por distintos tipos de indi- cios: binoculares, monoculares y cinéticos. ,Y el bebé? Mau TF 2.2.1 Indic Al mirar un macién liger dos imagene quierda, el ce sacién de pro no acercando Al contrario, ‘converger nu saje del fond imaigenes pas ‘ciamos al hac La fusién ¢ Ios dos ojos s neonato. Dive convergencia la visién det 1 consigue una te, lo que hay. los bebés tien otros indicios. 2.2.2 Indicio Si el sistema v estereoscépical poco eficiente indicios que da cios monocula cién como el gi cuanto més lej parte, tras los o la perspectiva 1 tamafios relativ familiares nos a Los resultadk los 5 meses los alos 7 meses y: cios monocular cios binoculare estudio de los in de los casos, en 3. El desarrollo de ta percepcién ee 2.2.1 Ingicios binoculares ancha era ‘Al mirar un objeto, nuestros ojos convergen en él y cada uno recibe infor- om ‘macién ligeramente diferente debido al Angulo de visién. A partir de estas eo dos imagenes planas y dispares que se forman en la retina derecha e iz~ a los quierda, el cerebro reconstruye la tercera dimension, dando lugar a una sen- mal es sacién de profundidad. Para comprobarlo, fijemos la vista en un punto leja- as no acercando o alejando un lapiz de nuestro rostro: el lapiz. parece doble. es de ‘Al contrario, si miramos un paisaje a través de un cristal sucio, y hacemos los si- converger nuestros ojos en la mota de polvo del cristal, se desdobla el pai- — saje del fondo. En realidad, esta experiencia visual de desdoblamiento de fdejan imAgenes pasa desapercibida en la actividad visual cotidiana y sélo la apre~ _ ciamos al hacerlo deliberadamente. mucho La fusion de las dos imagenes retinianas requiere que la convergencia de ses de Jos dos ojos sea muy precisa, algo que todavia esté fuera del alcance del oer neonato, Diversos estudios indican que en las primeras semanas de vida, la mudeza convergencia de los ojos del bebé es muy pobre por lo que, probablemente, Oe la visidn del recién nacido es doble. No es hasta los 5-6 meses cuando se consigue una convergencia bastante precisa de ambos ojos. Por consiguien- te, lo que hay que averiguar es si, antes de utilizar los indicios binoculares, Jos bebés tienen alguna posibilidad de percibir Ia profundidad a partir de otros indicios. 2.2.2 Indicios monoculares Si et sistema visual dispusiera s6lo de los mecanismos binoculares (vision estereosedpica), posiblemente la percepcién de la profundidad seria muy poco eficiente. En los propios objetos y eventos visuales, hay mumerosos indicios que dan una informacién muy tica sobre la profundidad. Los indi- cios monoculares, es decir, los que capta un solo ojo, se refieren a informa- cidn como el gradiente de textura (la textura de los objetos parece mas fina cuanto més lejos estén), la interposicién (los objetos Iejanos se ocultan, en parte, tras los objetos més cercanos que estén en la misma linea de visién), la perspectiva lineal (el tamafto decrece con el aumento de distancia) y los tamaiios relativos y familiares (nuestro conocimiento del tamaiio de objetos familiares nos ayuda a interpretar la distancia). Los resultados de distintos trabajos son bastante claros y congruentes: a Jos 5 meses los bebés no parecen ser sensibles a estas claves, mientras que ‘los 7 meses ya han desarrollado la mayoria. Es decir, parece que los ind! cios monoculares no son funcionales antes de que sean operativos los indi- cios binoculares. Sin embargo, uno de los problemas metodolégicos en el estudio de los indicios monoculares en bebés es que se basan, en la mayoria de los casos, en experiments que requieren coger o alcanzar un objeto con 7s a ve ? El desarrollo del bebé —eeeeeeSSSSSSSSSSS ojo, ligero Cuadro 3.2 La ventana trapezoidal - diatament en la mism Yonas y Granrud (1985) realizaran un experimenta sobre la sensibilidad del bebé a in- no se desp! Gicos monociares.Utilizaron una vertana trapezoidal deforada, en a qe ane de es lo que s los lados es mayor que el oto (vase figura 3.2), pa averiguar ai os bebe ween Is Vida cotid clave de perspectiva inal al intetar coger ojetos. Cuando los adultos ven com un ventana, p solo ojo la ventana (situada en tinea fontopaalel) jungan increctarmente ave Lp iter parte ms ancha est més préxima. La investigacion se realizé con bebés de entre 5 y a 7 meses, con un ojo tapado,y se encontro que sla a part de as 7 meses itentabon cereanos p Coger la parte que parece mis cercan, como hacen los adultos tvs estudos leon 9 constituye ‘resultados semejantes indicando que la sensibitidad ala linea de perspectia se eos, tala entre la 5y 7 meses, si como otras claves monoelares interposition, tenes relatos, et. Figura 3.3 a mano. Puesto que la prensién voluntaria requiere muchos meses para ser ‘gil y efieaz, los autores no descartan que se esté subestimando la capac dad del bebé a la hora de explotar los indicios monoculares Para la percep- cién de la profundidad, Figura 3.2 La ventana trapezoidal de Ames (1951). Tipo de estimulo utilizado para el estudio de indicios monoculares 2.2.3 Indicios cinéticos Los objetos se mueven en el espacio y rara vez estamos ante un especticulo ¢ visual completamente estatico. Al moverse los ‘objetos o al mover nuestra cabeza cuando miramos, obtenemos informacién adicional sobre su locali- zacién, distancia, forma, etc. Incluso si miramos una escena cerrando un Pm, 119-14S- 3. El desarrollo de la percepcién —— ojo, ligeros movimientos laterales de la cabeza nos permiten obtener inme: diatamente una sensacién de profundidad: percibimos dos objetos situados en la misma linea de visiOn, pero a‘distinta distancia, como si el més cerca- no se desplazara a un lado mas rapido y més lejos que el objeto lejano. Esto es lo que se conoce como paralaje del movimiento (véase figura 3.3). En la vida cotidiana, al desplazamos en coche a cierta velocidad mirando por la ‘ventana, percibimos los objetos préximos como si pasaran mas rapido que los alejados (gradiente de velocidad o flujo visual). Ademas, los objetos cercanos pasan necesariamente por delante de los objetos lejanos, lo cual constituye el principio de aglomeracién y borrado de contorno. Arriba Figura 3.3. Claves retinales para la percepcién de Ia distanci paralaje binocular. Abajo: éngulo de convergenci a ser oO — aa culo cali- > un El desarrollo del bebé a Todavia queda mucho por investigar acerca de los indicios cinéticos en la percepcién, pero se han realizado dos conjuntos de investigaciones con bebés que aportan datos muy interesantes. A continuacién se comentan bre- vemente estos estudios. La percepcién del «abismo visual». Los adultos detectamos répidamente caidas del terreno o precipicios y evitamos de forma inmediata su proximi- dad, El miedo al abismo o a las alturas es general y, sin duda, adaptativo,

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