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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TAREA ACADÉMICA I

MARCAJE Y TERRORISMO

CURSO:

Derecho Penal Especial

DOCENTE:

MG. Allison Hernando Tataje Contreras

INTEGRANTES:

 Cueto Lhi Flavia Bianca U


 Donayre Lam Gianella Eliana U20233176
 Guardia Anampa Indira Carol U 20227810
 Meramendi Molina Diana Patricia U
 Quispe Necochea José Fernando U
 Villafuerte Flores Maryori Karla U20233200
 Zelada Neyra Bruno Alexander U
Índice

Introducción.................................................................................................................................1
MARCAJE Y TERRORISMO.............................................................................................................2
1. Derecho Penal del enemigo según Günther Jakobs..........................................................2
2. Contextualización: Delitos contra la tranquilidad pública................................................4
3. Terrorismo........................................................................................................................8
4. Marcaje o reglaje............................................................................................................13
5. Ofensa a los muertos......................................................................................................17
Conclusiones..............................................................................................................................19
Referencias Bibliográficas..........................................................................................................21
Introducción

El delito de marcaje es incompatible con el derecho penal clásico, pues se castiga de


forma adelantada a un hecho que realmente no corresponde a un delito consumado que
vulnere el bien jurídico protegido, es decir busca sancionar solo actos preparatorios. El delito
de marcaje constituye una manifestación del llamado derecho penal del enemigo que es
acuñado por Günther Jakobs, los delitos como el terrorismo, narcotráfico, delitos sexuales,
etc. Son aquellas a las que Jakobs se refiere como Derecho penal del enemigo.

El terrorismo es uno de los delitos de los cuales Jakobs lo considere como Derecho
penal Enemigo. Siendo el terrorismo un delito que se ha desarrollado a lo largo de la
evolución del hombre es así que siempre se utilizaba el terror para conseguir ciertos
objetivos. Según Arango en su libro terrorismo y seguro de terrorismo (2005), el
terrorismo era empleado en la antigüedad como una manifestación de poder sin
unidad o ideología, y se manifestaba mediante el asesinato legal de tiranos, donde los
asesinos eran considerados héroes por su pueblo (p.19).

Hemos podido apreciar como a lo largo de los años hechos terroristas históricos como
lo es el 11 de setiembre del 2001 en los Estados Unidos de norte América fueron destruidas
las Torres Gemelas causando muchas víctimas o el atentado de la escuela de Beslán en Rusia
donde secuestraron a más de 1.100 personas, la gran mayoría estudiantes menores de edad.

En América Latina el nacimiento del terrorismo fue denominado guerrilla urbana, y el


Perú no fue la excepción en la que se manifestara el terrorismo. En 1980 nace Sendero
Luminoso bajo una ideología maoísta, y otro movimiento terrorista que surgió en 1984 bajo
la ideología marxista-leninista MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru), los
mismo que fueron y son culpables de muchos hechos sangrientos buscando siempre
desestabilizar el Estado.

1
MARCAJE Y TERRORISMO

1. Derecho Penal del enemigo según Günther Jakobs

El término Derecho penal del enemigo fue acuñado por el jurista alemán Günter
Jakobs en 1985. Pero podemos apreciar el concepto de esta en su obra “Derecho Penal del
Enemigo”, publicada en el 2003 en donde de acuerdo con él, se condena penalmente
conductas de la persona, sin que se hubieran afectado al bien jurídico. Esto quiere decir que
no se castiga al autor por el hecho cometido, sino por el hecho de considerarlo peligroso. Se
condena la conducta y la peligrosidad del actor y no sus actos.

El derecho penal del enemigo de Jakobs nace de las problemáticas que se encuentra
en la realidad en diferentes países Europeos, Latinoamericanos y en diferentes lugares del
planeta un ejemplo claro de ello es Alemania, que durante la Segunda Guerra Mundial, el
partido nacionalista Nazi encontrarían la justificación perfecta para poder cometer actos
terribles como el genocidio, puesto que el concepto o idea de enemigo es aplicado en contra
de la comunidad judía y de esta diferencia de pensamientos respecto a las personas, trajo
como consecuencia la perdida aproximadamente de cinco millones de asesinados en campos
de concentración, otra situación serían los trágicos episodios y atentados contra el pentágono
y las torres gemelas en EE. UU, dicho acontecimiento realizado el día 11 de setiembre del
año 2001, donde estas últimas situaciones lamentables ampliarían en Jakobs el concepto de
derecho penal del enemigo. Con la finalidad de combatir y controlar al sujeto peligroso que
forma parte de una organización criminal ya que son sujetos que por su grado de peligrosidad
enfrentan al ordenamiento jurídico.

En el Estado peruano también hemos pasado por una situación parecida, Ramiro
Morales (2021) nos señala que:

En los años 80 el Perú se caracterizó por la construcción de enemigo vinculado


al terrorismo, este fenómeno de terrorista incremento la violencia en nuestro
país, a partir de ese momento se amplió la visión del enemigo, el narcotráfico
se relacionó con los terroristas formado la expresión narcoterrorista donde se
plantea que el enemigo no era solo aquel que se dedicaba a ese oficio, sino
también se consideraba enemigo quien financiaba la subversión (p.12).

2
Se puede apreciar que después de estos actos terroríficos hay una ampliación de la
visión del enemigo como por ejemplo a las personas que solventaban dichas organizaciones
criminales.

Coria (2019), señala que, se encuentra plasmado el derecho penal del enemigo en las
organizaciones criminales, la delincuencia gubernamental y el crimen empresarial donde el
estado peruano aplica la ley contra el crimen organizado (N° 30077), comúnmente este
derecho utiliza para elegir a esta disposición legislativa contemporánea como: el fortalecer las
penas, pero sin perder de vista la flexibilización de las garantías de todo proceso así como la
ejecución de las penas en los establecimientos, buscando con ello que el Estado haga frente al
crimen a través de sus normas.

Para el jurista alemán, Jakobs, el fenómeno de la creciente criminalidad tiene sus


puntos más agudos en cierta clase de delitos como son la criminalidad económica, la
criminalidad organizada, el terrorismo, y los delitos sexuales; por lo tanto, las personas que
comenten esta clase de delitos, con su accionar se han apartado de manera duradera de actuar
conforme al Derecho. En consecuencia, este alejamiento para Jakobs pone en peligro no sólo
a un grupo de personas, sino a toda la sociedad, y en consecuencia se pone en duda el derecho
a la seguridad de todas las personas. Por todo lo expuesto, es tal la afectación a la sociedad
que se genera por la continua comisión de los delitos señalados, por parte de los mismos
sujetos, que el jurista Jakobs propone suprimir la condición de personas en dichos
delincuentes y tratarlos como verdaderos enemigos de la sociedad a quienes hay que tener
que eliminar, en tanto representan un peligro, mediante la coacción y no regularlos mediante
el Derecho, como se haría con cualquier persona.

a) Características.

Son tres las características que Jakobs propone para el Derecho penal del enemigo: 1)
La punibilidad del Derecho Penal es respecto a hechos futuros; 2) Las penas son
desproporcionalmente altas; 3) Garantías Procesales son relativizadas e incluso suprimidas. A
estas características Cancio Meliá (2003) añade dos más: el castigo con fines puramente
simbólicos de comportamientos que no generan ningún peligro y el recurso a cláusulas
generales o indeterminadas en los tipos penales. Asimismo, el profesor Luis Gracia Martín
(2014) señala una característica más en determinadas regulaciones del Derecho penitenciario
que endurecen las condiciones de clasificación de los internos, las que limitarían los llamados
beneficios penitenciarios.

3
b) El marcaje como manifestación del derecho penal del enemigo.

El delito de marcaje se da por el incremento de la moderna delincuencia organizada


que se viene dando en el país. Es así como podemos decir que vivimos en una sociedad de
riesgo, lo cual genera que se cree un Derecho penal del riesgo (Derecho penal moderno),
donde se busca flexibilizar los principios limitadores del Derecho penal clásico para hacer
frente a la moderna criminalidad organizada, pretendiendo así una máxima intervención del
derecho penal.

León (2017) ESPECIFICAR EL AÑO, YA QUE LA CITA Y LA REFERENCIA NO


COINCIDE menciona en su tesis que el objetivo de la investigación el analizar si guardan
alguna relación entre el delito de marcaje y la posible aplicación del derecho penal del
enemigo, ya que se debe de entender que el delito de marcaje se sanciona desde antes de
realizarse al acción, es decir, cuando se empieza con el seguimiento y vigilancia de la
personas, viniendo con ello la insensibilización de la aplicación de las penas y el alejamiento
de los principios constitucionales, contraviniendo ello el Estado democrático de derecho.

Ahora bien, dentro del marco de disposiciones que dan indicios de formar parte del
“Derecho penal del enemigo” debe situarse al delito de marcaje, cuya Exposición de Motivos,
por ejemplo, Roxin Claus (2007), afirmó la necesidad de contar con un ordenamiento jurídico
especial para poder sancionar a la “criminalidad del marcaje”, como acto preparatorio del
delito de robo o extorsión, pues, estos delitos cometidos por imputables peligrosos son tan
violentos que causan temor en la soberanía.

2. Contextualización: Delitos contra la tranquilidad pública

2.1. Delitos contra la paz pública.


En el contexto del desarrollo de la delincuencia en Perú, podemos enfatizar el periodo
con más actos rebeldes que se fueron intensificando desde el año 1980 hasta el 2000. Estas
diferentes formas de delinquir en ese entonces todavía no eran reconocidas ni juzgadas por
nuestro órgano jurisdiccional, pero sí atribuyeron la autoría de estos delitos al movimiento
político Sendero Luminoso. A raíz de este suceso es que se originan deberes y sanciones que
garanticen una vida digna a la persona humana.

A partir de la Constitución Política de 1993, la tranquilidad fue reconocida como un


derecho, el cual forma parte del inciso veintidós del artículo dos que contiene los derechos

4
fundamentales de la persona. Por derecho a la tranquilidad entendemos que, según Martínez
(como se cita en Cárdenas, Flores y Villacorta, 2020), es un derecho inherente a la persona,
que debe ser reconocido y garantizado por el Estado a fin de contribuir en la concientización
y habilitación de todos los ciudadanos para el desarrollo de sus actividades en un ambiente
sano, seguro, digno y sereno, de forma que esté libre de cualquier molestia que pretenda
alterar este bien jurídico de categoría abstracta. De acuerdo con esta definición, el derecho a
la tranquilidad pública reconoce y protege la estabilidad de la vida personal e intersubjetiva
de los ciudadanos.

El interés jurídico espiritualizado que se encuentra en el literal 22 del artículo 2 de


nuestra Carta Magna (1993), precisa que toda persona tiene derecho:

“A la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como


a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida”.

De la norma, podemos señalar que este derecho no solo busca proteger la integridad
física del ciudadano, sino también la mental. En la misma línea, también impone el deber de
que todos los ciudadanos y el Estado participen activamente en la búsqueda, eliminación y
prevención de actos que perturben el entorno en el que se desenvolverán.

La vulneración de este derecho en sus distintas modalidades se encuentra tipificado en


el Código Penal vigente.

Marco Penal peruano.

La figura de los delitos que atentan la tranquilidad pública fue incorporada a partir del
Código Penal de 1924, puesto que su antecesor estipulaba que estos actos punibles eran de
naturaleza de falta y por ende correspondan tener sanciones de menor grado, según lo
previsto desde el artículo 380 al 382 en el Título III que contenía las faltas contra la seguridad
y orden público del Libro Tercero del primer Código Penal peruano.

El Código precedente al vigente constituía ocho disposiciones, desde el artículo 281


hasta el 288, que precisaban los supuestos de hecho y las consecuencias jurídicas de atentar la
tranquilidad pública, sin embargo, estas normas carecían de título o denominación que
describan su contenido, conforme lo prevé la Sección Octava del Libro Segundo del Código
Penal de 1924. Los ochos artículos hacían referencia a lo que hoy se reconoce como
disturbios, grave perturbación y ofensas a la memoria de los muertos, cabe señalar que dicho
cuerpo normativo penal no indicaba las circunstancias que puedan agravar los delitos.

5
Actualmente, los delitos contra la tranquilidad pública se encuentran desde el artículo
315 al 318 en el primer y único capítulo del Título XIV del Libro Segundo que se encarga de
la Parte Especial del Código Penal de 1991. Estos tres artículos precisan las premisas de
hecho y los efectos jurídicos de los delitos de disturbio y su literal a) grave perturbación;
apología y su numeral a) apología del delito de terrorismo; organización criminal, que posee
el inciso a) marcaje o reglaje, y el inciso b) banda criminal; y, por último, las ofensas a la
memoria de los muertos que contiene el literal a) delito de intermediación onerosa de
órganos y tejidos.

Por último, a raíz de la evolución normativa penal, se ha perfeccionado la normativa


de los delitos del artículo 315 y 318, así como sus respectivos incisos, mientras que el artículo
316 y 317 fue integrado en el Código Penal vigente. Esto fue debido a que dicho cuerpo
normativo punitivo buscaba crear y modificar normas que deban adecuarse al contexto social
en el que nuestro país se encuentra.

2.1.1. Disturbios.
Si hablamos del concepto de disturbio nos referimos al conflicto violento, en su
mayoría público y armado, en el que se atenta con el orden y tranquilidad pública.

Mayormente ocurre en manifestaciones, o atentados. Su origen es sinónimo de


múltiples interrogantes ya que, al principio se le relacionaba con atentados ligados al
terrorismo, si bien podemos apreciar en la historia del Perú, donde no solo alteraban el orden
público e invadían espacios privados, si no que por medio de violencia y asesinatos reprimían
a la gente. Esta puede darse tanto como, por las personas naturales, o miembros de la
seguridad pública, o las fuerzas armadas, un ejemplo claro es en el gobierno del presidente
Merino, donde fallecieron múltiples personas a causa de estos disturbios.

Según el reglamento de la corte suprema de nuestro país, señala que aquellas


protestas en donde los participantes incurran en atentados contra la integridad
física de otras personas y/o produzcan daños en la propiedad pública o privada
tendrán el carácter de delito de disturbios. (Casación Nº 274-2020/Puno.)

El delito de disturbios se encuentra contemplado en el artículo 315 del


Código Penal, según señala la Ley N.º 28820, de 22 de julio de 2006-se
imputó este tipo penal-: “El que, en una reunión tumultuaria, atenta contra la
integridad física de las personas y/o mediante violencia causa grave daño a la
propiedad pública o privada, será reprimido (…)”.
6
Entre otras definiciones estudiadas de la propiedad disturbio, cuando hablamos de los
hechos realizados por personas comunes de la sociedad, tenemos a que se desarrollan en el
contexto de una reunión tumultuaria, por esta se hace referencia al acto en donde se tiene la
presencia de un grupo de personas en un determinado lugar que actúan de modo desordenado,
confuso y violento.

Además, que las conductas de estas personas han de ocasionar daños contra la
integridad social o alterar la propiedad pública o privada.

Estructura del tipo penal del delito de disturbios.

 Sujeto activo: Cualquier Persona que ejecute de manera conjunta el delito


(figura del coautor contemplada en el artículo 23 del Código Penal), para ser
considerado sujeto activo, desde la concepción del dominio del hecho, y según la
distribución funcional de las tareas, no necesariamente se tendrá por requisito su
intervención material en la ejecución misma de los hechos, esto dependerá de la
relevancia de su intervención al momento de formarse la decisión común delictiva. Así lo
han señalado José Hurtado y Víctor Prado en el Manual de Derecho Penal.
 Sujeto pasivo: El Estado Al erigirse en un bien de orden colectivo, será
la sociedad en su conjunto, sin dejar de lado, la identificación de agraviados directos
por las lesiones y/o daños, quienes serían víctimas de dichos delitos, por los disturbios
será El Estado, quien asuma los intereses públicos afectados.
 Bien Jurídico Protegido: El legislador lo señala en el título del libro es
el Bien jurídico tutelado por el Estado
 Pena: El que perturbe gravemente la paz pública usando medios que
produzcan alarma, será sancionado con pena privativa de la libertad no menor de seis
años ni mayor de ocho.
 Consumación tentativa: cuando la persona delictiva no llega a
consumar el disturbio por razones distintas.
 Tipicidad objetiva: Aquel que genera disturbio atentando a la paz
publica
 Tipicidad subjetiva: Doloso
2.1.2. Delito grave contra la tranquilidad pública.
Tranquilidad es el estado de serenidad y sosiego que siente una persona o que domina
un determinado lugar o situación. Calma, quietud, paz. Como derecho inherente a la persona,

7
el derecho a la tranquilidad debe ser protegido por el Estado de tal forma que permita un
ambiente propicio para la sociedad.

Según el inciso 22 del Artículo 2° de la Constitución Política del Perú, toda persona tiene
derecho a:

“A la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así


como a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su
vida”.

Entonces podemos definir a la tranquilidad pública como “la situación subjetiva de


sosiego espiritual del público o de las personas en general”.

 Sujeto activo:
 Sujeto pasivo:
 Bien jurídico protegido:
 Pena:
 Consumación tentativa:
 Tipicidad objetiva:
 Tipicidad subjetiva:

3. Terrorismo

Considerado como un delito que afecta la tranquilidad publica, el terrorismo es sin


duda un acto inhumano que conlleva al quebrantamiento de la paz pública por ideologías
basadas en la violencia. Su aparición dentro de las sociedades no puede enfocarse a una
situación en especifica, pues su configuración y reconocimiento corresponde a
acontecimientos que fueron dándose durante tiempo atrás. En relación con su surgimiento en
nuestro país, este tuvo lugar a partir del año 1980.

En ese mismo contexto, el terrorismo es una figura de gran alarma formado por
expresiones ideológicas que utilizan la violencia y el temor para conseguir sus objetivos. La
Real Academia Española (2021) afirma que este término hace referencia a una actuación
criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado,
pretende crear alarma social con fines políticos. (Definición 3).

Ampliando el contexto del término, Fernández (2010) alude que se puede afirmar que
el terrorismo es un planeamiento de guerra que precisa del uso de violencia indiscriminada,
con el objeto de desarrollar un escenario de terror, una situación de pánico e inseguridad al

8
sistema social y a las instituciones que consolida un gobierno. Asimismo, al terrorista de hoy
no le interesa directamente capturar un avión, sino también capturar de manera simultánea a
los medios de comunicación siendo que se crea una relación simbiótica entre ambos (pp. 149-
151).

Lo descrito con anterioridad dispone que, el terrorismo es una violencia radical que
hace uso de la intimidación y la fuerza para establecer situaciones de pavor en la población y
afectar al Estado.

Jurisprudencia.

Con respecto al delito de terrorismo, en los hechos acontecidos por organización


comunista armada marxista, leninista y maoísta denominada “Sendero Luminoso”; la Corte
Suprema de Justicia en la Resolución de Nulidad N°530-2019, precisa:

(…) Empero, es de rigor afirmar que, como es obvio, no cumple con las
exigencias democráticas de participación política y con la legislación de la
materia, sino que los procedimientos o medios que utilizó con este propósito
trascendente estuvieron basados esencialmente en el ejercicio de acciones
violentas y graves de diversa índole, desde ejecuciones a determinadas
personas (homicidios calificados), secuestros e intimidaciones a una
diversidad de ciudadanos inocentes hasta sabotajes o estragos (atentados con
explosivos, daños a la propiedad pública y privada) y linchamientos públicos
al margen de la ley con resultados de muerte y lesiones graves. Es decir, la ley
toma en cuenta cumulativamente dos elementos: comisión de delitos graves y
finalidades de alteración de la tranquilidad pública y generar grave alarma
social o estado de terror en la población o en una parte de ella, que incluye,
desde luego, la subversión al orden constitucional y la grave desestabilización
de estructuras económicas y sociales del Estado y de la sociedad, así como las
relaciones internacionales y la seguridad colectiva.

La jurisprudencia citada nos da a entender que, el partido Sendero Luminoso no es


considerada una organización política, pues sus acciones no demostraban la participación
política democrática requerida. Así, lo que realizaba eran actos terroristas enfocados en la
violencia y la comisión de delitos graves que afectaban directamente a la sociedad e
indirectamente al Estado.

9
Marco Normativo.

Código Penal. Desde la vigencia del Código Penal de 1991, se comprendió que el
delito de terrorismo era un delito común atentatorio contra la tranquilidad pública (no es
considerado como delito político, sino la suma del delito común con la grave alteración de la
tranquilidad pública), en cuanto delito de alarma colectiva, que resulta de la confianza
general en el mantenimiento de la paz social. En cuanto ello, el terrorismo es una modalidad
de delincuencia violenta y de carácter organizado con un elemento teleológico o finalidad de
desestabilizar las bases sociales y del Estado que afecta la tranquilidad pública.

3.1. Delito de Apología.

Se comprende por apología como aquel acto, en virtud del cual una persona alaba y/o
enarbola un determinado hecho, mediante la palabra hablada, la escritura o un discurso
apologético, que debe ser recepcionado por una cantidad indeterminada de personas.
Agregando a lo anterior, la apología se torna en ilícito cuando la alabanza está dirigida a un
delito o a una persona que haya sido condenada como el autor o participe, tal como lo
encontramos en el art. 316 del Código Penal: “El que públicamente exalta, justifica o enaltece
un delito o a la persona condenada por sentencia firme como autor o partícipe, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de un año ni mayor de cuatro años. (…).

Si bien es cierto la existencia de libertad de expresión, este no es un derecho


ilimitado. Es así como, la aplicación de este articulo debe realizarse tomando en
consideración ciertos límites que ha desarrollado el Tribunal Constitucional en su STC
Exp.N°010-2002-AI/TC para que se configure el delito de apología:

«a) Que la exaltación se refiera a un acto terrorista ya realizado; b) Que cuando


la apología se refiera a la persona que haya cometido el delito, esta debe tener
la condición de condenada por sentencia firme; c) Que el medio utilizado por
el apologista sea capaz de lograr la publicidad exigida por el tipo penal, es
decir, que debe tratarse de una vía idónea para propalar el elogio a un número
indeterminado de personas; y, d) Que la exaltación afecte las reglas
democráticas de pluralidad, tolerancia y búsqueda de consenso».

Referente a ello, se especifica que este delito para ser constitutivo necesita más que
una alabanza a la comisión de un hecho punible determinado, pues es requerido que se
manifieste una incitación a delinquir, una provocación a que otras personas sean convencidas

10
a cometer determinados delitos y, además, se debe llegar a una cantidad de destinatarios,
debe ser difundido por los medios de comunicación social y que se oriente a transmitir un
mensaje provocador de la violencia terrorista.

Dentro del segundo párrafo del articulo mencionado, se manifiesta una agravante que
establece una pena no menor de 4 años ni mayor de 6 años, 250 días multa, e inhabilitación
conforme a los incisos 2, 4 y 8 del artículo 36 del Código Penal. La conducta referida se
refiere a que el sujeto pasivo realiza la conducta típica “en defensa o alabanza de algo” 1, es
decir de estar justificando los actos delictivos de una persona condenada con sentencia firme.
Se entiende, pues, como un acto que revela una finalidad de provocación que posea cierta
aptitud para generar o propiciar una situación riesgo que pueda afectar o poner en peligro la
paz pública.

3.2. Delito de apología al Terrorismo.

Se puede decir que el delito de apología al terrorismo es aquella conducta realizada


por cualquier persona mediante el cual en forma pública alaba o atribuye o justifica las
cualidades de una persona que haya sido declarado culpable por sentencia firme por el delito
de terrorismo; también es pasible de este delito las personas que propagan el delito de
terrorismo. En su forma agravante del delito de apología, se alude al “delito de apología al
terrorismo” en el articulo 316-A de nuestra norma penal. Conforme a ello, este hecho punible
presenta el siguiente desarrollo:

 Bien jurídico protegido: En el presente caso el bien jurídico que se protege es la


tranquilidad pública, entendiéndose como tranquilidad a la paz social.
 Sujeto Activo: Es toda aquella persona que pertenezca a una banda armada,
organización o grupos cuya finalidad sea la de subvertir el orden constitucional o
alterar gravemente la paz pública, actúe a su servicio o mantenga con ellas una
relación de colaboración (autor o participe).
 Sujeto Pasivo: Es la sociedad, así como los concretos sujetos individuales cuya vida o
integridad física ha sido puesta en peligro.
 Tipicidad Objetiva: La conducta típica de dicho artículo manifiesta tres supuestos con
su respectiva pena:

1
Exp. N° 474-2013-0-5001-JR-PE-02

11
 Primero, el párrafo uno engloba el supuesto enfocado en el tipo base, que
recoge la exaltación, justificación o enaltecimiento de los delitos de terrorismo
o de persona condenada.
 Pena: No menor de 4 años ni mayor de 8 años, 300 días multa e
inhabilitación conforme a los incisos 2, 4, 6 y 8 del artículo 36 del
Código Penal.
 Segundo, que se comete (a) en ejercicio de condición de autoridad, docente,
personal administrativo de una institución educativa, o (b) utilizando o
facilitando la presencia de menores de edad.
 Pena: No menor de 6 años ni mayor de 10 años e inhabilitación,
conforme a los incisos 1, 2, 4 y 9 del artículo 36 del Código Penal.
 Tercero, el delito es cometido mediante la difusión en un medio de
comunicación social o tecnológico.
 Pena: No menor de 8 años ni mayor de 15 años e inhabilitación,
conforme a los incisos 1, 2, 4 y 9 del artículo 36 del Código Penal.
 Tipicidad Subjetiva: Se requiere dolo, es decir, el conocimiento y voluntad de realizar
todos los elementos del tipo objetivo.
3.3. Decreto Ley 25475.

El Decreto en mención fue publicado el 5 de agosto de 1992. Este establece la


penalidad para los delitos de terrorismo, los procedimientos para la investigación policial, la
Instrucción y el Juicio, además de las medidas de protección que la Sociedad. En cuanto a
ello, el tipo base que manifiesta su artículo 2 es:

El que provoca, crea o mantiene un estado de zozobra, alarma o temor en la


población o en un sector de ella, realiza actos contra la vida, el cuerpo, la
salud, la libertad y seguridad personales o contra el patrimonio, contra la
seguridad de los edificios públicos, vías o medios de comunicación o de
transporte de cualquier índole, torres de energía o transmisión, instalaciones
motrices o cualquier otro bien o servicio, empleando armamentos, materias o
artefactos explosivos o cualquier otro medio capaz de causar estragos o grave
perturbación de la tranquilidad pública o afectar las relaciones internacionales
o la seguridad de la sociedad o de cualquier Estado, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de veinte años.

12
Lo citado, alude a que se configura el delito de terrorismo de la siguiente manera:

 Bien jurídico protegido: Se protege la tranquilidad pública, las relaciones


internacionales y seguridad de la sociedad y del Estado.
 Sujeto Activo: Puede ser cualquier persona, tanto aquellas que integran organización,
como los que no pertenecen a la misma, pero, que de alguna manera tuvieron que ver
en la comisión del delito.
 Sujeto Pasivo: El Estado se configura como el sujeto pasivo inmediato, al
establecerse como bien jurídico la seguridad pública, mientras que el sujeto pasivo
mediato es la sociedad.
 Tipicidad Objetiva: Se presenta dos modalidades. Por un lado, realizar actos contra la
vida, el cuerpo, la salud, la libertad y seguridades personales o contra el patrimonio.
Dentro de estos actos se contienen los siguientes delitos contra las personas:
homicidio, lesiones graves, lesiones menos graves, secuestro, detención ilegal,
amenazas, coacciones. Con respecto a los actos contra el patrimonio estos se pueden
traducir en robo, extorción y fundamentalmente en daños. Por otro lado, realizar actos
contra la seguridad de los edificios públicos, vías o medios de comunicación o de
transporte de cualquier índole, torres de energía o transmisión, instalaciones motrices
o cualquier otro bien o servicio. Los bienes a los que hace referencia el tipo
constituyen objetivos comunes de atentados terroristas, pertenecientes al Estado al
que pretende destruir el terrorismo y son de uso común de la población.
 Tipicidad Subjetiva: Se ejecuta el dolo.
 Pena: Privativa de la libertad no menor de 20 años.

4. Marcaje o reglaje

4.1. Antecedentes.

El delito de marcaje en el Perú se ha constituido como una forma de labor de


inteligencia y un sistema criminal, usualmente estos actos son realizados en zonas con alta
densidad de víctimas potenciales, es por ello que el marcaje inicia su etapa con la recolección
de información en donde se selecciona al sujeto pasivo, luego de ello se vigila y persigue a la
victima de acuerdo a la recolección de información, finalmente se realiza la comisión del
delito con la utilización de instrumentos que facilitan el ilícito penal. Es por ello por lo que a
través de la Ley 29859, la cual fue publicada el tres de mayo del 2012, se insertó el delito del
marcaje estipulado en el artículo 317-A.

13
Por otra parte, el marco jurídico peruano dejó de adoptar una visión mono-conductual
de los delitos penales, empero se ha demostrado en base a muchos casos, delitos que sirven
para la comisión de otros delitos, un claro ejemplo se encuentra en el artículo 108 inciso 2 del
C.C donde menciona que el homicidio calificado oculta o facilita otro delito, es ahí donde los
delitos poseen un medio sistemático y criminalizado para llevar a cabo su respectiva
consumación.

4.2. Definición Jurídica.

La Corte Suprema define de forma concreta a través del Recurso N.° 193-2018/Lima
Norte de Nulidad que el delito de marcaje o reglaje constituye un delito de peligro, en el cual
se han criminalizado actos preparatorios de determinados delitos en especial salvaguarda del
bien jurídico supraindividual referido a la tranquilidad pública. (2018, p. 9)

A raíz de lo mencionado y tomando en consideración lo dispuesto por la Corte


suprema, el delito del reglaje comprende pluralidad de actos ilícitos con el objetivo de llevar
a cabo la finalidad delictiva. En pocas palabras maximiza la efectividad del delito a través de
la ejecución de conductas previas.

De la misma forma según el Código Penal menciona que el marcaje facilita la


comisión de un delito previsto en el marco normativo, de tal modo que revela las conductas
ilícitas que constituyen al marcaje. (2022, p.275)

De acuerdo con lo dispuesto por el código penal, el marcaje esta conformado por
actos preparatorios autónomos y criminalizados dirigidos a la comisión de un delito, del
modo dicha finalidad solo es cumplida por la ejecución de los elementos que componen al
marcaje.

4.3. Elemento que lo componen.

4.3.1. Actos de acopio de información.

Los actos de almacenamiento de información apertura la constitución del delito, el


doctor Marcial Paúcar menciona que:

Por "actividades de recopilación" nos referimos a aquellas actividades de las


cuales el Agente "recopilará", "almacenará" o "recopilará" información de las
víctimas potenciales. Con este fin, el autor también puede realizar las llamadas

14
"acciones de investigación", a través de los cuales pasará datos relevantes que
sirvan para la comisión o facilitación de los delitos-fin. (s.f., p.21)

En definitiva, la recopilación inicia la primera fase del marcaje, ya que este


proporciona información al sujeto activo del sujeto pasivo creando un vínculo esencial para
llevar a cabo la finalidad delictiva, asimismo este paso se puede realizar a través de la
cibercriminalidad y su intrusión a bases de datos de información. En el ordenamiento peruano
esta tipología se encuentra prevista en el artículo 207, finalmente se afirma que la
información es el fin subjetivo del criminal.

4.3.2. Actos de vigilancia y seguimiento de personas.

Este elemento que compone al marcaje se basa en el asecho de la víctima por parte de
los sujetos activos, con la intención de cometer daño físico, psicológico o patrimonial,
podemos definir primero al acto de vigilancia como la observación estática que se tiene de la
víctima desde un punto fijo, con la intención de conocer los horarios y actividades que realiza
la persona en su casa, oficina, negocio, etc. Ahora cuando hablamos del seguimiento, nos
referimos a la observación dinámica que se tiene de la víctima, con la intención de conocer
sus rutas, horarios y lugares que frecuenta con la intención de cometer futuros actos
delictivos.

4.3.4. Actos de posesión de armas, vehículos, teléfonos u otros instrumentos para


facilitar los delitos.

Este último elemento implica la comisión de un delito previsto en el código penal


mediante la posesión de armas, teléfonos, vehículos y otros instrumentos que facilitan el
desarrollo del marcaje, es por ello que Macedo menciona que:

Esta modalidad de marcaje-reglaje implicaba sancionar penalmente la mera o


la sola posesión de bienes y/o instrumentos que podían servir, a futuro, tanto
para dar comienzo a la ejecución delictiva como para su posterior
consumación formal exigida por el verbo rector del respectivo tipo penal. De
acuerdo con lo descrito, se podía interpretar que se castigaba la sola tenencia
de medios-instrumentos de comisión, que en algunos casos era la sola posición
de bienes inocuos o neutros en el que, por sí mismo, no era fácil poder advertir
la necesaria y neurálgica finalidad delictiva (como el caso de la posesión de
vehículos o de teléfonos), pudiendo ser en otros casos la posesión de

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singulares bienes que podrían dar un margen de interpretación (como el caso
de la posesión de otros instrumentos, como la tenencia de cuchillos, piedras,
sogas, esparadrapo, agujas, escaleras, palos, maderas, etc.) (2017, p. 81).

Macedo nos da a conocer que la posesión de un instrumento para facilitar la comisión


de un delito es fundamental en el inicio de la ejecución del delito, asimismo hace énfasis que
el proceder delictual debe implicar la participación en la ejecución de acciones criminales a
través del uso de armas, de teléfonos, de vehículos y de otros instrumentos.

4.4. Marco normativo peruano.

Artículo 317. Organización criminal.

 Bien jurídico tutelado. – la vida de la persona humana y cualquier persona


jurídica.
 Tipicidad objetividad. - consiste en realizar un delito entre tres o más personas.
 Tipicidad subjetiva. - se requiere dolo para cometer el delito.
 Sujeto activo. – cualquier persona que forme parte, organice o promueva una
organización criminal.
 Sujeto pasivo. – cualquier persona natural o jurídica que sufre el acto delictivo.
 Consumación. – cuando se realiza el acto delictivo planeado, ya sea física,
psicológica o patrimonialmente.
 Pena. – la pena será no menor de quince ni mayor de veinte años y con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días – multa, e inhabilitación conforme al
artículo 36, incisos 1), 2), 4) y 8) en los casos supuestos por el artículo.

‌Artículo 317-A. Marcaje o reglaje.

 Bien jurídico tutelado. – la vía de la persona humana


 Tipicidad objetividad. - Consiste en realizar un seguimiento y vigilancia a una
persona con el fin de cometer un acto ilícito
 Tipicidad subjetiva. - se requiere dolo para cometer el delito.
 Sujeto activo. – cualquier persona que forme parte de una banda de 2 o más
personas
 Sujeto pasivo. – cualquier persona natural o jurídica que sufre el acto delictivo
 Consumación. – se consuma cuando se causa la muerte de la persona o le causa
lesiones graves a su integridad física o mental.

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 Pena. – la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de seis años y
no será menor de seis ni mayor de diez años cuando el agente cumpla con lo
mencionado en el art.317.

Artículo 317-B. Banda Criminal.

 Bien jurídico tutelado. – la vida de la persona humana y cualquier persona


jurídica.
 Tipicidad objetividad. – consiste en realizar un delito entre dos o más personas.
 Tipicidad subjetiva. – se requiere dolo para cometer el delito.
 Sujeto activo. – cualquier persona que forme parte de una banda de 2 o más
personas
 Sujeto pasivo. – cualquier persona natural o jurídica que sufre el acto delictivo.
 Consumación. – cuando se realiza el acto delictivo de forma grupal, ya sea físico,
psicológico o patrimonialmente.
 Pena. – la pena privativa de libertad será no menor de cuatro ni mayor de ocho
años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días – multa.

5. Ofensa a los muertos

Concepto.

ANTECEDENTE

Según la Real Academia Española (2022) se entiende que la ofensa a los muertos es
la:

“Contravención que comete quien afrenta el recuerdo de una persona muerta


con injurias o difamaciones” (ESPECIFICAR NÚMERO DE DEFINICIÓN)

Ello quiere decir que atenta contra la memoria del occiso, generando una mala
referencia de este.

5.1. Marco normativo peruano.

En esta misma línea de la ofensa a los muertos, a continuación, se va a presentar una


resolución del EXP. N.° 04629-2017-PHC/TC. Donde el Pleno del Tribunal Constitucional
de fecha 11 de marzo de 2021, los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda
Canales, Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de Taboada y Espinosa Saldaña Barrera han
emitido, por unanimidad, la siguiente sentencia, que declara IMPROCEDENTE e

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INFUNDADA la demanda de habeas corpus que dio. Asimismo, se tuvo en cuenta los
presupuestos, los fundamentos fácticos y jurídicos.

Código Penal.

Artículo 318.- Ofensas a la memoria de los muertos.

Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años:

1. El que profana el lugar en que reposa un muerto o públicamente lo ultraja.

2. El que turba un cortejo fúnebre.

3. El que sustrae un cadáver o una parte del mismo o sus cenizas o lo exhuma sin la
correspondiente autorización.

En el supuesto previsto en el inciso 3 del presente artículo, cuando el acto se comete


con fines de lucro, la pena será privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro
años e inhabilitación conforme a los incisos 1, 2 y 4 del artículo 36 del Código Penal.

Desarrollo del artículo 318° del Código Penal peruano: El bien jurídico tutelado es el
honor por parte del difunto, teniendo una sanción de pena privativa de libertad no menor de
dos años ni mayor de cuatro años e inhabilitación conforme a los incisos 1, 2 y 4 del artículo
36 del Código Penal. La tipicidad objetiva recae en el comportamiento del sujeto activo, por
otro lado, en la tipicidad subjetiva necesariamente debe haber dolo. Se tiene como sujeto
activo a cualquier persona y como sujeto pasivo al occiso. La consumación se produce
cuando el sujeto activo acciona en los tres incisos del artículo 318°. Por último, la tentativa es
sustancial y probable.

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Conclusiones

De lo expuesto se concluye que:

En el primer punto, se analizó que el derecho penal del enemigo se anticipa a la


comisión del acto ilícito, es decir, interviene cuando aún no se ha lesionado un bien jurídico
concreto. Por ello, su intervención no se dirige a la sanción de determinado acto sino a la
conducta del sujeto considerado peligroso.

El delito de marcaje es una manifestación del “Derecho Penal del enemigo”, no sólo
por significar el adelantamiento de la barrera de la punibilidad, o por el aumento de las
consecuencias jurídicas del delito, sino también por la existencia de la flexibilidad y en otros
casos el cercenamiento de las garantías procesales.

Respecto al segundo punto, se deduce que la normativa penal vinculada a los delitos
en contra de la tranquilidad pública surgió a fin de enfrentar la época de la problemática
social, económica y política: el terrorismo, suceso que trajo consigo otros actos punibles. Por
ello, su tipificación le permite al Estado buscar, reconocer y garantizar un ambiente seguro,
estable y digno para que los ciudadanos realicen sus actividades sin daño alguno.

En ese sentido, conforme al tercer punto, la apología es un delito que para


configurarse debe darse los siguientes límites: 1. La expresión debe consistir en la alabanza
de algo. 2. La expresión debe ser dada de forma pública. 3. La persona a quien va dirigida la
expresión, se encuentra condenada por sentencia firme. 4. La expresión es dirigida en forma
de alabanza a la actividad delictiva cometida. 5. Dicha expresión pone en riesgo a la
sociedad. Asimismo, se resalta que el agravante de la apología se denomina "apología al
terrorismo".

El delito de terrorismo es descrito como aquel acto inhumano realizado por una
organización con distinta ideología a la del Estado, el cual está enfocado en el empleo de la
violencia con el fin de conseguir sus objetivos. Los encargados de realizar los actos
terroristas, no les importa quebrantar el bien jurídico de la tranquilidad pública y mucho
menos cometer otros delitos graves que afecten a la sociedad. Por ello, el código penal
regulariza dentro de su normativa este tipo de delitos, puesto que el control social penal es el
único que puede intervenir ante los hechos desastrosos que implica el terrorismo.

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Del cuarto punto, en síntesis, podemos destacar como el delito del marcaje deja atrás
el aspecto mono- conductual en nuestro sistema penal, por último, se debe tener en cuenta
que las acciones penales destinadas o adaptadas a la protección de los bienes jurídicos del
delito final, ya que pretende que, en esencia, nos encontremos únicamente ante acciones
preparatorias, cuya ejecución dará lugar a la utilización de sólo aquellos que contengan
aclaración y asimilación como objeto de análisis.

Y, en el último punto se ha podido apreciar cómo se define la ofensa a los muertos,


también un ejemplo teniendo en cuenta el EXP. N° 04629-2017-PHC/TC y el desarrollo del
artículo 318° del Código Penal peruano.

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