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Tarea Academica I - Derecho Penal Especial
Tarea Academica I - Derecho Penal Especial
TAREA ACADÉMICA I
MARCAJE Y TERRORISMO
CURSO:
DOCENTE:
INTEGRANTES:
Introducción.................................................................................................................................1
MARCAJE Y TERRORISMO.............................................................................................................2
1. Derecho Penal del enemigo según Günther Jakobs..........................................................2
2. Contextualización: Delitos contra la tranquilidad pública................................................4
3. Terrorismo........................................................................................................................8
4. Marcaje o reglaje............................................................................................................13
5. Ofensa a los muertos......................................................................................................17
Conclusiones..............................................................................................................................19
Referencias Bibliográficas..........................................................................................................21
Introducción
El terrorismo es uno de los delitos de los cuales Jakobs lo considere como Derecho
penal Enemigo. Siendo el terrorismo un delito que se ha desarrollado a lo largo de la
evolución del hombre es así que siempre se utilizaba el terror para conseguir ciertos
objetivos. Según Arango en su libro terrorismo y seguro de terrorismo (2005), el
terrorismo era empleado en la antigüedad como una manifestación de poder sin
unidad o ideología, y se manifestaba mediante el asesinato legal de tiranos, donde los
asesinos eran considerados héroes por su pueblo (p.19).
Hemos podido apreciar como a lo largo de los años hechos terroristas históricos como
lo es el 11 de setiembre del 2001 en los Estados Unidos de norte América fueron destruidas
las Torres Gemelas causando muchas víctimas o el atentado de la escuela de Beslán en Rusia
donde secuestraron a más de 1.100 personas, la gran mayoría estudiantes menores de edad.
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MARCAJE Y TERRORISMO
El término Derecho penal del enemigo fue acuñado por el jurista alemán Günter
Jakobs en 1985. Pero podemos apreciar el concepto de esta en su obra “Derecho Penal del
Enemigo”, publicada en el 2003 en donde de acuerdo con él, se condena penalmente
conductas de la persona, sin que se hubieran afectado al bien jurídico. Esto quiere decir que
no se castiga al autor por el hecho cometido, sino por el hecho de considerarlo peligroso. Se
condena la conducta y la peligrosidad del actor y no sus actos.
El derecho penal del enemigo de Jakobs nace de las problemáticas que se encuentra
en la realidad en diferentes países Europeos, Latinoamericanos y en diferentes lugares del
planeta un ejemplo claro de ello es Alemania, que durante la Segunda Guerra Mundial, el
partido nacionalista Nazi encontrarían la justificación perfecta para poder cometer actos
terribles como el genocidio, puesto que el concepto o idea de enemigo es aplicado en contra
de la comunidad judía y de esta diferencia de pensamientos respecto a las personas, trajo
como consecuencia la perdida aproximadamente de cinco millones de asesinados en campos
de concentración, otra situación serían los trágicos episodios y atentados contra el pentágono
y las torres gemelas en EE. UU, dicho acontecimiento realizado el día 11 de setiembre del
año 2001, donde estas últimas situaciones lamentables ampliarían en Jakobs el concepto de
derecho penal del enemigo. Con la finalidad de combatir y controlar al sujeto peligroso que
forma parte de una organización criminal ya que son sujetos que por su grado de peligrosidad
enfrentan al ordenamiento jurídico.
En el Estado peruano también hemos pasado por una situación parecida, Ramiro
Morales (2021) nos señala que:
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Se puede apreciar que después de estos actos terroríficos hay una ampliación de la
visión del enemigo como por ejemplo a las personas que solventaban dichas organizaciones
criminales.
Coria (2019), señala que, se encuentra plasmado el derecho penal del enemigo en las
organizaciones criminales, la delincuencia gubernamental y el crimen empresarial donde el
estado peruano aplica la ley contra el crimen organizado (N° 30077), comúnmente este
derecho utiliza para elegir a esta disposición legislativa contemporánea como: el fortalecer las
penas, pero sin perder de vista la flexibilización de las garantías de todo proceso así como la
ejecución de las penas en los establecimientos, buscando con ello que el Estado haga frente al
crimen a través de sus normas.
a) Características.
Son tres las características que Jakobs propone para el Derecho penal del enemigo: 1)
La punibilidad del Derecho Penal es respecto a hechos futuros; 2) Las penas son
desproporcionalmente altas; 3) Garantías Procesales son relativizadas e incluso suprimidas. A
estas características Cancio Meliá (2003) añade dos más: el castigo con fines puramente
simbólicos de comportamientos que no generan ningún peligro y el recurso a cláusulas
generales o indeterminadas en los tipos penales. Asimismo, el profesor Luis Gracia Martín
(2014) señala una característica más en determinadas regulaciones del Derecho penitenciario
que endurecen las condiciones de clasificación de los internos, las que limitarían los llamados
beneficios penitenciarios.
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b) El marcaje como manifestación del derecho penal del enemigo.
Ahora bien, dentro del marco de disposiciones que dan indicios de formar parte del
“Derecho penal del enemigo” debe situarse al delito de marcaje, cuya Exposición de Motivos,
por ejemplo, Roxin Claus (2007), afirmó la necesidad de contar con un ordenamiento jurídico
especial para poder sancionar a la “criminalidad del marcaje”, como acto preparatorio del
delito de robo o extorsión, pues, estos delitos cometidos por imputables peligrosos son tan
violentos que causan temor en la soberanía.
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fundamentales de la persona. Por derecho a la tranquilidad entendemos que, según Martínez
(como se cita en Cárdenas, Flores y Villacorta, 2020), es un derecho inherente a la persona,
que debe ser reconocido y garantizado por el Estado a fin de contribuir en la concientización
y habilitación de todos los ciudadanos para el desarrollo de sus actividades en un ambiente
sano, seguro, digno y sereno, de forma que esté libre de cualquier molestia que pretenda
alterar este bien jurídico de categoría abstracta. De acuerdo con esta definición, el derecho a
la tranquilidad pública reconoce y protege la estabilidad de la vida personal e intersubjetiva
de los ciudadanos.
De la norma, podemos señalar que este derecho no solo busca proteger la integridad
física del ciudadano, sino también la mental. En la misma línea, también impone el deber de
que todos los ciudadanos y el Estado participen activamente en la búsqueda, eliminación y
prevención de actos que perturben el entorno en el que se desenvolverán.
La figura de los delitos que atentan la tranquilidad pública fue incorporada a partir del
Código Penal de 1924, puesto que su antecesor estipulaba que estos actos punibles eran de
naturaleza de falta y por ende correspondan tener sanciones de menor grado, según lo
previsto desde el artículo 380 al 382 en el Título III que contenía las faltas contra la seguridad
y orden público del Libro Tercero del primer Código Penal peruano.
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Actualmente, los delitos contra la tranquilidad pública se encuentran desde el artículo
315 al 318 en el primer y único capítulo del Título XIV del Libro Segundo que se encarga de
la Parte Especial del Código Penal de 1991. Estos tres artículos precisan las premisas de
hecho y los efectos jurídicos de los delitos de disturbio y su literal a) grave perturbación;
apología y su numeral a) apología del delito de terrorismo; organización criminal, que posee
el inciso a) marcaje o reglaje, y el inciso b) banda criminal; y, por último, las ofensas a la
memoria de los muertos que contiene el literal a) delito de intermediación onerosa de
órganos y tejidos.
2.1.1. Disturbios.
Si hablamos del concepto de disturbio nos referimos al conflicto violento, en su
mayoría público y armado, en el que se atenta con el orden y tranquilidad pública.
Además, que las conductas de estas personas han de ocasionar daños contra la
integridad social o alterar la propiedad pública o privada.
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el derecho a la tranquilidad debe ser protegido por el Estado de tal forma que permita un
ambiente propicio para la sociedad.
Según el inciso 22 del Artículo 2° de la Constitución Política del Perú, toda persona tiene
derecho a:
Sujeto activo:
Sujeto pasivo:
Bien jurídico protegido:
Pena:
Consumación tentativa:
Tipicidad objetiva:
Tipicidad subjetiva:
3. Terrorismo
En ese mismo contexto, el terrorismo es una figura de gran alarma formado por
expresiones ideológicas que utilizan la violencia y el temor para conseguir sus objetivos. La
Real Academia Española (2021) afirma que este término hace referencia a una actuación
criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado,
pretende crear alarma social con fines políticos. (Definición 3).
Ampliando el contexto del término, Fernández (2010) alude que se puede afirmar que
el terrorismo es un planeamiento de guerra que precisa del uso de violencia indiscriminada,
con el objeto de desarrollar un escenario de terror, una situación de pánico e inseguridad al
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sistema social y a las instituciones que consolida un gobierno. Asimismo, al terrorista de hoy
no le interesa directamente capturar un avión, sino también capturar de manera simultánea a
los medios de comunicación siendo que se crea una relación simbiótica entre ambos (pp. 149-
151).
Lo descrito con anterioridad dispone que, el terrorismo es una violencia radical que
hace uso de la intimidación y la fuerza para establecer situaciones de pavor en la población y
afectar al Estado.
Jurisprudencia.
(…) Empero, es de rigor afirmar que, como es obvio, no cumple con las
exigencias democráticas de participación política y con la legislación de la
materia, sino que los procedimientos o medios que utilizó con este propósito
trascendente estuvieron basados esencialmente en el ejercicio de acciones
violentas y graves de diversa índole, desde ejecuciones a determinadas
personas (homicidios calificados), secuestros e intimidaciones a una
diversidad de ciudadanos inocentes hasta sabotajes o estragos (atentados con
explosivos, daños a la propiedad pública y privada) y linchamientos públicos
al margen de la ley con resultados de muerte y lesiones graves. Es decir, la ley
toma en cuenta cumulativamente dos elementos: comisión de delitos graves y
finalidades de alteración de la tranquilidad pública y generar grave alarma
social o estado de terror en la población o en una parte de ella, que incluye,
desde luego, la subversión al orden constitucional y la grave desestabilización
de estructuras económicas y sociales del Estado y de la sociedad, así como las
relaciones internacionales y la seguridad colectiva.
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Marco Normativo.
Código Penal. Desde la vigencia del Código Penal de 1991, se comprendió que el
delito de terrorismo era un delito común atentatorio contra la tranquilidad pública (no es
considerado como delito político, sino la suma del delito común con la grave alteración de la
tranquilidad pública), en cuanto delito de alarma colectiva, que resulta de la confianza
general en el mantenimiento de la paz social. En cuanto ello, el terrorismo es una modalidad
de delincuencia violenta y de carácter organizado con un elemento teleológico o finalidad de
desestabilizar las bases sociales y del Estado que afecta la tranquilidad pública.
Se comprende por apología como aquel acto, en virtud del cual una persona alaba y/o
enarbola un determinado hecho, mediante la palabra hablada, la escritura o un discurso
apologético, que debe ser recepcionado por una cantidad indeterminada de personas.
Agregando a lo anterior, la apología se torna en ilícito cuando la alabanza está dirigida a un
delito o a una persona que haya sido condenada como el autor o participe, tal como lo
encontramos en el art. 316 del Código Penal: “El que públicamente exalta, justifica o enaltece
un delito o a la persona condenada por sentencia firme como autor o partícipe, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de un año ni mayor de cuatro años. (…).
Referente a ello, se especifica que este delito para ser constitutivo necesita más que
una alabanza a la comisión de un hecho punible determinado, pues es requerido que se
manifieste una incitación a delinquir, una provocación a que otras personas sean convencidas
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a cometer determinados delitos y, además, se debe llegar a una cantidad de destinatarios,
debe ser difundido por los medios de comunicación social y que se oriente a transmitir un
mensaje provocador de la violencia terrorista.
Dentro del segundo párrafo del articulo mencionado, se manifiesta una agravante que
establece una pena no menor de 4 años ni mayor de 6 años, 250 días multa, e inhabilitación
conforme a los incisos 2, 4 y 8 del artículo 36 del Código Penal. La conducta referida se
refiere a que el sujeto pasivo realiza la conducta típica “en defensa o alabanza de algo” 1, es
decir de estar justificando los actos delictivos de una persona condenada con sentencia firme.
Se entiende, pues, como un acto que revela una finalidad de provocación que posea cierta
aptitud para generar o propiciar una situación riesgo que pueda afectar o poner en peligro la
paz pública.
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Exp. N° 474-2013-0-5001-JR-PE-02
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Primero, el párrafo uno engloba el supuesto enfocado en el tipo base, que
recoge la exaltación, justificación o enaltecimiento de los delitos de terrorismo
o de persona condenada.
Pena: No menor de 4 años ni mayor de 8 años, 300 días multa e
inhabilitación conforme a los incisos 2, 4, 6 y 8 del artículo 36 del
Código Penal.
Segundo, que se comete (a) en ejercicio de condición de autoridad, docente,
personal administrativo de una institución educativa, o (b) utilizando o
facilitando la presencia de menores de edad.
Pena: No menor de 6 años ni mayor de 10 años e inhabilitación,
conforme a los incisos 1, 2, 4 y 9 del artículo 36 del Código Penal.
Tercero, el delito es cometido mediante la difusión en un medio de
comunicación social o tecnológico.
Pena: No menor de 8 años ni mayor de 15 años e inhabilitación,
conforme a los incisos 1, 2, 4 y 9 del artículo 36 del Código Penal.
Tipicidad Subjetiva: Se requiere dolo, es decir, el conocimiento y voluntad de realizar
todos los elementos del tipo objetivo.
3.3. Decreto Ley 25475.
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Lo citado, alude a que se configura el delito de terrorismo de la siguiente manera:
4. Marcaje o reglaje
4.1. Antecedentes.
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Por otra parte, el marco jurídico peruano dejó de adoptar una visión mono-conductual
de los delitos penales, empero se ha demostrado en base a muchos casos, delitos que sirven
para la comisión de otros delitos, un claro ejemplo se encuentra en el artículo 108 inciso 2 del
C.C donde menciona que el homicidio calificado oculta o facilita otro delito, es ahí donde los
delitos poseen un medio sistemático y criminalizado para llevar a cabo su respectiva
consumación.
La Corte Suprema define de forma concreta a través del Recurso N.° 193-2018/Lima
Norte de Nulidad que el delito de marcaje o reglaje constituye un delito de peligro, en el cual
se han criminalizado actos preparatorios de determinados delitos en especial salvaguarda del
bien jurídico supraindividual referido a la tranquilidad pública. (2018, p. 9)
De acuerdo con lo dispuesto por el código penal, el marcaje esta conformado por
actos preparatorios autónomos y criminalizados dirigidos a la comisión de un delito, del
modo dicha finalidad solo es cumplida por la ejecución de los elementos que componen al
marcaje.
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"acciones de investigación", a través de los cuales pasará datos relevantes que
sirvan para la comisión o facilitación de los delitos-fin. (s.f., p.21)
Este elemento que compone al marcaje se basa en el asecho de la víctima por parte de
los sujetos activos, con la intención de cometer daño físico, psicológico o patrimonial,
podemos definir primero al acto de vigilancia como la observación estática que se tiene de la
víctima desde un punto fijo, con la intención de conocer los horarios y actividades que realiza
la persona en su casa, oficina, negocio, etc. Ahora cuando hablamos del seguimiento, nos
referimos a la observación dinámica que se tiene de la víctima, con la intención de conocer
sus rutas, horarios y lugares que frecuenta con la intención de cometer futuros actos
delictivos.
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singulares bienes que podrían dar un margen de interpretación (como el caso
de la posesión de otros instrumentos, como la tenencia de cuchillos, piedras,
sogas, esparadrapo, agujas, escaleras, palos, maderas, etc.) (2017, p. 81).
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Pena. – la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de seis años y
no será menor de seis ni mayor de diez años cuando el agente cumpla con lo
mencionado en el art.317.
Concepto.
ANTECEDENTE
Según la Real Academia Española (2022) se entiende que la ofensa a los muertos es
la:
Ello quiere decir que atenta contra la memoria del occiso, generando una mala
referencia de este.
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INFUNDADA la demanda de habeas corpus que dio. Asimismo, se tuvo en cuenta los
presupuestos, los fundamentos fácticos y jurídicos.
Código Penal.
3. El que sustrae un cadáver o una parte del mismo o sus cenizas o lo exhuma sin la
correspondiente autorización.
Desarrollo del artículo 318° del Código Penal peruano: El bien jurídico tutelado es el
honor por parte del difunto, teniendo una sanción de pena privativa de libertad no menor de
dos años ni mayor de cuatro años e inhabilitación conforme a los incisos 1, 2 y 4 del artículo
36 del Código Penal. La tipicidad objetiva recae en el comportamiento del sujeto activo, por
otro lado, en la tipicidad subjetiva necesariamente debe haber dolo. Se tiene como sujeto
activo a cualquier persona y como sujeto pasivo al occiso. La consumación se produce
cuando el sujeto activo acciona en los tres incisos del artículo 318°. Por último, la tentativa es
sustancial y probable.
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Conclusiones
El delito de marcaje es una manifestación del “Derecho Penal del enemigo”, no sólo
por significar el adelantamiento de la barrera de la punibilidad, o por el aumento de las
consecuencias jurídicas del delito, sino también por la existencia de la flexibilidad y en otros
casos el cercenamiento de las garantías procesales.
Respecto al segundo punto, se deduce que la normativa penal vinculada a los delitos
en contra de la tranquilidad pública surgió a fin de enfrentar la época de la problemática
social, económica y política: el terrorismo, suceso que trajo consigo otros actos punibles. Por
ello, su tipificación le permite al Estado buscar, reconocer y garantizar un ambiente seguro,
estable y digno para que los ciudadanos realicen sus actividades sin daño alguno.
El delito de terrorismo es descrito como aquel acto inhumano realizado por una
organización con distinta ideología a la del Estado, el cual está enfocado en el empleo de la
violencia con el fin de conseguir sus objetivos. Los encargados de realizar los actos
terroristas, no les importa quebrantar el bien jurídico de la tranquilidad pública y mucho
menos cometer otros delitos graves que afecten a la sociedad. Por ello, el código penal
regulariza dentro de su normativa este tipo de delitos, puesto que el control social penal es el
único que puede intervenir ante los hechos desastrosos que implica el terrorismo.
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Del cuarto punto, en síntesis, podemos destacar como el delito del marcaje deja atrás
el aspecto mono- conductual en nuestro sistema penal, por último, se debe tener en cuenta
que las acciones penales destinadas o adaptadas a la protección de los bienes jurídicos del
delito final, ya que pretende que, en esencia, nos encontremos únicamente ante acciones
preparatorias, cuya ejecución dará lugar a la utilización de sólo aquellos que contengan
aclaración y asimilación como objeto de análisis.
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consiste-el-delito-de-marcaje-o-reglaje/ REDACTAR COMO REFERENCIA DE UN
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