Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial en el año 1945, Europa enfrentaba
grandes dificultades para alcanzar su pronta recuperación económica, política y social. Por lo que, se encontraba dividida en dos grandes bloques, cada bloque era liderado por las naciones más poderosas en ese momento: Estados Unidos junto a Gran Bretaña, representaban el bloque occidental con el sistema liberal llamado capitalista, por otra parte la Unión Soviética lideraba el bloque oriental y expandía el sistema comunista en los países que había ocupado.
En consecuencia se originó un enfrentamiento entre las dos naciones más
poderosas para imponerse sobre la hegemonía mundial, esto derivó al desarrollo de la Guerra Fría. Por estos años, en el campo de las relaciones internacionales, se produjo el traspaso de un mundo multipolar a un mundo bipolar, el cual se caracterizó por la permanente amenaza de los dos polos de poder que constituían este nuevo orden mundial.
En este contexto de confrontación ideológica, se era capitalista o comunista;
los diferentes países del denominado tercer mundo se reconocían dentro de uno u otro de los bandos en particular, pasando a ser territorios periféricos en los cuales se desarrollaba verdaderamente esta guerra. Dicho enfrentamiento bipolar tuvo lugar hasta la disolución del bloque soviético, cuando se vivió una época de grandes cambios en el campo de las relaciones internacionales. Por consiguiente se da la victoria del capitalismo sobre el comunismo y trajo consigo varias consecuencias en el ámbito mundial. Con la caída de la URSS, Estados Unidos gozó del monopolio que le confiere ser la única gran potencia y se convirtió en el abanderado del capitalismo y en el promotor de genuinas políticas de dominación global que son dignas de ser consideradas de una ilimitada ambición.
Ingresamos en un orden mundial diferente al de la Guerra Fría, que vivimos
después de la Segunda Guerra Mundial, y al momento unipolar de preeminencia norteamericana, que conocimos luego del derrumbe del imperio soviético, esa hegemonía norteamericana prevalece sobre los periféricos. El derrumbe del socialismo real en la Unión Soviética aseguraba las condiciones para una globalización pacífica y sin contradicciones, regida por el mercado. Dicho así, según el discurso neoliberal, con eliminar las barreras existentes al comercio y a la circulación del capital, para que la globalización eliminara esas rivalidades entre las naciones e integrara a los países en vías de desarrollo, por ende no fue así, se constituía la dominación por ciertos actores centrales.
En este Nuevo orden mundial, nos encontramos a las puertas de una
reorganización totalmente nueva del sistema mundo, en la que el poder se encuentra, por primera vez en la historia distribuido de manera global, dando paso a un sistema multipolar nunca antes visto, donde los Estados han dejado de ser los únicos agentes activos de poder, pero en el que un grupo de potencias emergentes pugnan y actúan en alianzas para lograr una nueva distribución de poder mundial
Entendemos que la característica principal de la economía del mundo es la
existencia de un centro y una periferia, las mismas constituyen una estructura, una totalidad (Braudel, 1985). Entre el centro y las periferias existen relaciones comerciales, de inversión y financieras basadas en la dominación de los primeros. De acuerdo a Immanuel Wallerstein, el sistema-mundo es un sistema mundial, un sistema social, que tiene límites, estructuras, grupos, miembros, reglas de legitimación, y coherencia (Wallerstein, 2005). El sistema mundial, según el autor, es un “modo económico que se basa en el hecho de que los factores económicos operan en el seno de una arena mayor de lo que cualquier entidad política puede controlar totalmente, yendo más allá de las estructuras de los Estados Nación, y forma espacios centrales, semiperiféricos y periféricos. Decimos que son Estados centrales aquellos más poderosos y políticamente en el sistema internacional. Esto quiere decir que son los países más dinámicos y desarrollados, económica y tecnológicamente, del sistema capitalista, pero que también presentan una estructura estatal con capacidad de influir en el sistema internacional de Estados, con un importante poder militar y diplomático. Son periféricos los Estados Nación que no tienen poder económico ni político.
El mundo actual está dividido en tres campos formados alrededor de tres
grandes imperios China, la UE y EUA, los cuales tratan de moldear el mundo de acuerdo con sus intereses y por otro lado las potencias emergentes que tratan de coexistir con las potencias centrales, como por ejemplo Brasil, Rusia, India. La importancia de éste grupo en el mundo actual, globalizado y multipolar, se da al analizar su dimensión e incidencia en lo político y lo económico, el tamaño de sus territorios y el número de habitantes que los ocupan, y de paso se puede considerar las características de estos territorios en lo pertinente a recursos naturales estratégicos necesarios para el desarrollo.Como potencias económicas, políticas y regionales en este siglo XXI. El mayor crecimiento económico en las economías emergentes se desprende de una combinación favorable de saldos demográficos positivos, ventajas comparativas en abundancia de recursos naturales, ventajas competitivas de costos de producción y un cada vez más en estabilidad económica.
Análisis del texto 2
Se puede decir que la globalización indica claramente los alcances
espaciales de todos los procesos mundiales, significa literalmente y sin posibilidad de dudas, que es todo el globo terráqueo o todo el mundo, si se prefiere sustituir globalización por mundialización, estamos afectados por estos procesos, nadie queda al margen o al solitario. Refiere por consiguiente a las interacciones que hacen posible ese alcance global, a la frecuencia creciente de intercambios, encuentros y contactos, de cambios culturales a nivel local y global. La llamada globalización, un concepto en tanto popular, requeriría de un apellido, podríamos decirle imperialista, y sería sólo la fase actual del proceso de mundialización capitalista de los intercambios humanos, comerciales, económicos, culturales, migratorios, políticos, etc., que se distingue de otras por su intensidad, extensión, densidad y velocidad sin precedentes (Cárdenas, 1999). El motor y la fuerza determinante del proceso de mundialización ha sido la acumulación de capital, que incluye la progresiva pero desigual generalización de las relaciones técnicas y sociales capitalistas a todo el planeta, la concentración monopólica del capital y su transnacionalización, sobre todo a partir del siglo XIX, pero acentuados en la fase actual. La expansión del capital y la crisis de los países del tercer mundo no pueden ser explicadas con la teoría de la globalización y de las naciones interdependientes unidas por las multinacionales. No existe una interdependencia equitativa, porque un conjunto de ventajas para un país es un conjunto de pérdidas para otra región, existe un desarrollo desigual. Las estructuras de decisión están concentradas en manos de multinacionales y de Estados arraigados en algunas naciones poderosas.
Recientemente se ha dado una importante transnacionalización del capital de
manera muy rápida y se destaca la persistencia de un conjunto de características que son típicas del Imperialismo, así como elevados niveles de concentración y centralización del capital, un mayor predominio del capital financiero, la globalización del capitalismo como modo de producción y estilo de vida, diseño de un sistema transnacional de dominación que es conducido por las economías centrales más desarrolladas. Este sistema se halla hoy hegemonizado por Estados Unidos, gracias a su desarrollo tecnológico, su sistema académico, la difusión de sus estilos y prácticas culturales, y su poderío militar.
Se entiende que la globalización no es más que una vía de profundización del
proceso global del capital. Se trata, sin embargo, de un hecho predecible. Marx y Engels, en el Manifiesto del Partido Comunista de 1848, los mismos formularon estas consideraciones, comprendiendo que la gran industria de principios del capitalismo creó el mercado mundial, imprimió un gran impulso al comercio y a las comunicaciones, y dio a la producción y al consumo un entorno mundial que destruyó las industrias nacionales y las sustituyó por otras que utilizaban materias primas de países lejanos y cuyos productos se vendían en todas partes del mundo, mismo así y de esta manera el mercado nacional había sido sustituido por una red de comercio internacional que unía a todas las naciones por vínculos de interdependencia. Las condiciones concretas en que se da la globalización posibilitan el fortalecimiento del capital financiero transnacional o global imperialista, y el afianzamiento de su dominio económico y político sobre las demás clases y sectores sociales minoritarios, este proceso implica una subordinación sobre los demás países del mundo que se encuentran plasmados de desigualdades, algunos por ejemplo queriendo o tratando de salir hacia el mundo.
Bibliografía
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Buenos Aires. Año 2015. CÁRDENAS, C.(1999). “México en un mundo global. Derechos humanos, paz, crecimiento y ley”. México, D.F. Vilas, M. (SF). “¿GLOBALIZACIÓN O IMPERIALISMO?”. http://www.librosperuanos.com/autores/articulo/00000000486/La-globalizacion-del-hi perimperialismo Leyde, C, Rodríguez, E. (2021). “Configuración multipolar del sistema internacional del siglo XXI”. Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Zurita, M. (SF). “La Guerra Fría en el marco de las Relaciones Internacionales ”. IRI (Instituto de Relaciones Internacionales). Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. https://psicologiaymente.com/cultura/teoria-dependencia de la Balze , A, M. (2019). “la lucha por la hegemonía mundial (Estados Unidos, China y Argentina)”. Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Argentina. Gálvez, A. (2011). “Orden Multipolar en el siglo XXI: efectos globales y regionales”. Revista Encrucijada Americana. Reyes, G. (2001). “Teoría de la globalización: bases fundamentales”. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Braudel, Fernand (1985). “La dinámica del capitalismo” París, Champs Flammarion. Wallerstein, Immanuel (2004). “Estados Unidos confronta al mundo”. México, 2005, Siglo XXI editores.