Caso 1

Carlos Fernandes Figueira
Y6340336D
UNED-Madrid SUR
CASO 1
a) ¿Cuál ha sido el error del/la psicólogo/a en este caso? ¿Puede que haya cometido más
de uno?
El error principal de la terapeuta ha sido comprometerse a facilitar información de su paciente

a espaldas de éste y por ello, evidentemente sin su consentimiento, ello se agrava cuando a
través de frases como “una vez que haya hecho relación con Sonia y confíe en mí” pues
pareciera hacer referencia a ganarse su confianza de forma engañosa (a modo de espía) para
satisfacer los deseos de un tercero, en este caso, los padres, ello no solo vulnera su privacidad,
sino también su derecho a la autodeterminación, pues como la misma psicóloga reconoce, les
dará la información que necesiten para “manejarla”, lo cual parece sugerir que comunicará
aspectos que servirán a otras personas para controlar a su paciente, contribuyendo a
menoscabar sus libertades. Es conveniente considerar que no ha preguntado a los padres qué
piensan hacer una vez que obtengan esta información, por lo que, al facilitarla, pudiera arriesgar
incluso la integridad física de la menor.
En el caso se hace referencia a revelar información, pero ello aún no ha ocurrido, es
posible interpretar lo sucedido como un malentendido en el que la terapeuta no ha dejado muy
claro el tipo de información que facilitará, tal vez se refería a pautas de comunicación asertiva
para los padres o entrenamiento en el manejo de contingencias, por ejemplo, pero al expresarse,
da la impresión de que lo que se ha planteado es revelar información confidencial, lo más
probable es que los padres también lo entendieran de esta forma, si esto no es lo que quiso
decir, de igual forma se planteará un conflicto cuando no cumpla con esta expectativa que sus
palabras han generado en la familia, hecho que pudo haberse evitado al informar
adecuadamente sobre el rol del terapeuta.
b) ¿Qué es lo que el/la psicólogo/a ha hecho correctamente en este caso?
Se presenta como un profesional capacitado y especializado para la tarea propuesta y puede

avalarlo, pues como aparece reflejado en el texto, tiene un máster y varios años de experiencia
en el área, en este caso, al mencionar su eficacia no está generando una expectativa falsa en la
familia, sino una que es congruente con los servicios que puede ofrecer, además, tranquiliza a
los padres y recoge su demanda con interés.
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c) Si pudiéramos reescribir la historia de cada caso, ¿cuál sería el modo de comportarse

éticamente, y orientado al comportamiento profesional de excelencia, y que se debió
haber hecho antes de llegar a esta situación?
Desde mi punto de vista, la terapeuta debió explicar el rol del psicólogo y en qué consiste la
confidencialidad terapeuta-paciente, informar sobre el derecho a la autodeterminación de la
adolescente, pues incluso siendo menor de edad, ya tiene 16 años y por tanto legalmente es
capaz de dar consentimiento sanitario, por lo que la asistencia a terapia, salvo en casos de
urgencia, debería ser voluntaria, se debió explicar que solo es posible faltar a la
confidencialidad en casos en los que se estime probable el peligro para la propia vida del
paciente o la de otros y que aunque sean los padres los que paguen por el servicio, el deber
directo del profesional de la psicología se relaciona directamente con el bienestar del paciente
que recibe en su consulta, que en este caso, sería Sonia, de este modo, se evitaría revelar
información que pudiera dañarle y que además constituiría una ruptura de la confianza y de la
alianza terapéutica, también se habría evitado el potencial conflicto que surgiría cuando las
expectativas de los padres no se vieran satisfechas, pues se les habría informado de antemano
que no es parte de las funciones del psicólogo espiar a un menor de edad para divulgar secretos
que éste no ha querido comunicar a sus padres.
d) ¿Qué principios éticos, de todos los estudiados en los contenidos, se ven vulnerados en
cada caso, si corresponde?
Al basarse en los principios éticos que recoge la APA, se podría establecer que el revelar
información incumple el principio del respeto a los derechos y la dignidad de las personas,
pues le niega el derecho a la privacidad al romper la confidencialidad asociada a la relación
terapeuta-paciente, además, como se indicó anteriormente, los padres pudieran emplear esta
información para infligir castigo físico a la menor, al hacerlo, la psicóloga habría cooperado
con terceros que le harían daño a la paciente, violándose el principio de beneficencia y no
maleficencia. En caso de no facilitar esta información a los padres, su falta de claridad al
explicar el rol del psicólogo sería responsable del malentendido y ello constituiría una falta al
principio de integridad, que también se ve afectado cuando menciona que se ganará su
confianza para facilitar esta información después, ya que ello constituiría un acto en el que la
honestidad y la franqueza del profesional estarían ausentes.
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e) ¿Qué artículos del código del psicólogo se han vulnerado en cada caso, si corresponde?
En la acción descrita, considero que la terapeuta ha faltado a los siguientes artículos:
Artículo 6º La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología

profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido de
responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la aplicación de
instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la fundamentación objetiva y
científica de sus intervenciones profesionales.
Al sugerir valerse de la confianza del paciente para proporcionar información privada a un
tercero vulnera sus derechos.
Artículo 7º El/la Psicólogo/a no realizará por sí mismo, ni contribuirá a prácticas que atenten
a la libertad e integridad física y psíquica de las personas.
Cooperando en aras de facilitar datos a través de los cuales los padres puedan “manejarla”,
pudiera estar contribuyendo a vulnerar la libertad de la paciente.
Artículo 24º El/la Psicólogo/a debe rechazar llevar a cabo la prestación de sus servicios
cuando haya certeza de que puedan ser mal utilizados o utilizados en contra de los legítimos
intereses de las personas, los grupos, las instituciones y las comunidades
Aunque la psicóloga no tiene certeza absoluta de que los padres usarán esta información como
justificación para el daño de su paciente, a través de reprimendas físicas, por ejemplo,
ciertamente eso es una posibilidad y no se ha tomado el tiempo de descartarla si quiera.
Artículo 25º Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o
comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las características
esenciales de la relación establecida, los problemas que está abordando, los objetivos que se
propone y el método utilizado. En caso de menores de edad o legalmente incapacitados, se
hará saber a sus padres o tutores. En cualquier caso, se evitará la manipulación de las
personas y se tenderá hacia el logro de su desarrollo y autonomía.
La psicóloga ha comprometido lo que establece este artículo al no explicarle a los padres de la
menor el deber de confidencialidad que debe tener con respecto a su paciente, razón por la cual
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no podría facilitarles a éstos información que la menor desee mantener en privado simplemente
porque ellos consideren que deberían tenerla.
Artículo 32º El/la Psicólogo/a debe tener especial cuidado en no crear falsas expectativas que
después sea incapaz de satisfacer profesionalmente.
Al sugerir que le facilitará información a los padres para que éstos puedan “manejarla” pudiera
estar creando una expectativa que luego no satisfará, pues es posible que, en realidad, el
planteamiento de violar la confidencialidad de su paciente sea un malentendido que luego
puede llevar a un conflicto con la familia.
Artículo 40º Toda la información que el/la Psicólogo/a recoge en el ejercicio de su profesión,
sea en manifestaciones verbales expresas de sus clientes, sea en datos psicotécnicos o en otras
observaciones profesionales practicadas, está sujeta a un deber y a un derecho de secreto
profesional, del que, sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso del cliente. El/la
Psicólogo/a velará porque sus eventuales colaboradores se atengan a este secreto profesional.
En la descripción del caso, se ha planteado lo que parece ser un acuerdo para violar la
confidencialidad de la paciente incluso antes de conocerla, de ser ello así, estaría violando este
artículo e irrespetando su derecho a la privacidad.
Artículo 44º De la información profesionalmente adquirida no debe nunca el/la Psicólogo/a

servirse ni en beneficio propio o de terceros, ni en perjuicio del interesado.
Se ha descrito anteriormente que la información recabada podría acabar siendo utilizada por
los padres en perjuicio del interesado, además, si la terapeuta responde a una demanda antiética
de los padres de la menor con objeto de mantener la prestación de servicios vinculados a una
compensación económica, también estaría vulnerando su privacidad en aras de obtener un
beneficio personal.
CASO 2
de uno?
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En este caso, el error cometido por el terapeuta ha sido permitir que el paciente abandonara la
consulta por su cuenta, pues una vez planteada una clara ideación suicida con planes de
ejecución, debió tomar las medidas necesarias para evitarlo, como pueden ser notificar a los
familiares, que regrese a casa acompañado y en casos como éste, en los que intenta irse de
forma abrupta por su cuenta, llamar a los servicios de emergencias (112).
Informar al paciente que debido a que lo que plantea corresponde un riesgo para su vida, ello
se sobrepone sobre la relación de confidencialidad y está obligado a informar a quien sea
necesario. De esta forma, ha explicado adecuadamente cuál es el deber del psicólogo en estos
casos.

Considero que el terapeuta debió explicar desde un principio las excepciones a la

confidencialidad, de modo tal que en este momento no le tomara por sorpresa al paciente, una
vez que tuvo lugar la situación, debió intentar impedir que se marchara en la medida de lo
posible y contactar con familiares y los cuerpos de seguridad del estado en ése momento, puesto
que al permitirle irse por su cuenta, no hay nada que le garantice que el paciente llegará con
vida a su casa.
Al permitirle marcharse y además “confiar” en que llegará sin problemas a casa está rompiendo
con lo que establece la APA en el principio de Beneficencia y no maleficencia, pues no está
contribuyendo a la salvaguarda de su bienestar, ignorando una declaración de ideación suicida
que incluso cuenta con un plan establecido.
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El psicólogo con su acción ha vulnerado los siguientes artículos:

Al “confiar” en que el paciente llegará a salvo a su domicilio sin inconvenientes y que, en el
transcurso del tiempo hasta la siguiente sesión, no actuará en pro de quitarse la vida, pese a la
confesión que ha realizado sobre su ideación suicida que ya cuenta con un plan establecido, ha
ignorado su responsabilidad de preservar el bienestar del paciente a través de su inacción y
pasividad.
propone y el método utilizado.
La violación de este artículo surge del hecho de que el psicólogo no ha explicado
adecuadamente las características de la relación terapéutica al no informar al paciente sobre los
límites de la confidencialidad relativos a la posibilidad de riesgo vital para quien recibe el
servicio o para terceros.
Al igual que en el artículo anterior, la falta de claridad al explicar la confidencialidad ha creado
en el paciente una falsa expectativa, responsable de la situación de conflicto que tuvo lugar
luego de ello.
CASO 3
a) ¿Cuál ha sido el error del/la psicólogo/a en este caso? ¿puede que haya cometido más
de uno?
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La falta de transparencia al no informar a la institución educativa sobre esta relación personal

que ha mantenido durante años con las familias cuyos hijos estudian allí, pues a través de sus
hijos, es altamente probable que haya conocido e incluso entablado relaciones de amistad con
muchas de las personas que aparecen en estos expedientes que se le confiarán.
No considero que la descripción hecha del caso permita argumentar que se ha hecho algo bien,
pues la psicóloga, aparte de mostrar una buena disposición para la actividad, aún no ha llevado
a cabo nada y, por otra parte, dicha actividad probablemente ni siquiera le habría sido confiada
de haber planteado a su supervisor de prácticas el posible conflicto de intereses que surgiría de
ella.

La terapeuta debió comentar al iniciar las prácticas en la institución de esta relación personal
que había mantenido y el grado de cercanía con el que ocurrió, de modo tal que, con base en
esta información, sea el colegio el que determine los proyectos que considera apropiado
confiarle y la información que es pertinente para ello, conociendo los posibles riesgos
asociados.
Considero que la psicóloga atenta fundamentalmente con dos principios, 1) el de integridad,

al omitir información relevante para la institución pues ello muestra falta de transparencia y 2)
el respeto a los derechos y la dignidad de las personas, pues por su omisión, tendrá acceso
a información privada de personas que conoce de forma directa, por otra parte, al vulnerar su
privacidad, por añadidura, se podría argumentar que ello constituye un daño en sí mismo y que
por tanto, se añadiría un tercer principio 3) el de beneficencia y no maleficencia.
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En la acción descrita, considero que la terapeuta ha faltado a los siguientes artículos:

La profesional de la psicología ha omitido información de relevancia para la institución a la
cual está prestando servicio, ello podría constituir una falta de sinceridad que lleve al acceso a
información que posiblemente los involucrados, no deseen que caiga en manos de una persona
que conocen directamente.
Artículo 39º En el ejercicio de su profesión, el/la Psicólogo/a mostrará un respeto escrupuloso

del derecho de su cliente a la propia intimidad.
La información que ha omitido la psicóloga, en consonancia con lo dicho anteriormente,
constituye una violación de la intimidad de los padres y representantes de la institución a los
que conoce de forma personal, para ellos, podría ser un daño el que un conocido acceda a esta
información y por este motivo, podría decirse que también se ha violado el artículo 5 cuando
establece que El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad humana y social, que
puede expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de vida, la plenitud
del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de la vida individual y
social. Difícilmente podemos hablar de preservar el bienestar si se ha causado daño.
CASO 4
de uno?
El psicólogo ha errado en su manejo de la situación desde el inicio, pues el solo hecho de

considerar una relación sentimental con un paciente que además está atendiendo justo en ése
momento plantea una forma de interacción desigual en la que el terapeuta tiene una ventaja
inapropiada sobre el paciente, pues conoce muchos detalles de su vida y ella no conoce nada
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sobre él, existe el riesgo de usar esta información a su favor, por otra parte, es tradición en la
psicología el reconocimiento de que este tipo de sentimientos pueden presentarse en la terapia,
el psicoanálisis, por ejemplo, lo incluye dentro del clásico término de la transferencia empleado
desde principios del siglo 20, es altamente probable que la paciente en realidad no esté
interesada en él, sino en el rol profesional del psicólogo que le convierte en el oyente perfecto,
siempre centrado en sus necesidades, en un espacio en el que la interacción gira por completo
en torno a su vida, mientras que en una relación personal regular, ello no ocurre, a veces no
estará en disposición de escucharle o será él quien necesite atención, pues está ante un
desconocido que está ejerciendo un rol profesional, no tiene información de sus intereses,
creencias, personalidad, etc.
El error lo agrava aún más (si se puede) en la segunda alternativa que ofrece, pues al
sugerir iniciar una relación personal y derivarla a otro profesional, escogiendo deliberadamente
una terapeuta mujer vulnera el derecho de su paciente a decidir y además de extralimitarse,
toma una decisión que plantea un conflicto de intereses, pues impide que ella se percate, en
caso de que así sea, que lo que le atrae es el rol del terapeuta y no la persona, de la que lo más
probable es que sepa muy poco, manteniendo así su influencia conseguida en nombre de la
psicología para mantener una relación romántica que surge de una interacción que de
antemano, planteaba un intercambio de poder desigual.
Ser honesto con la paciente e informarle que también estaba interesado en ella desde un punto
de vista emocional, pues esta apertura le permite decidir el acudir a otro terapeuta con el cual
no se plantee este conflicto potencial.

Una vez que el psicólogo se percató de que existía la posibilidad de que su juicio estuviera
comprometido, debió optar por plantear este conflicto a la paciente y ofrecerle la posibilidad
de remitirle con otro profesional de la psicología, permitiéndole escoger si éste fuera hombre
o mujer en función del sexo con el que ella se sienta más cómoda en terapia y concluir la
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relación terapéutica en ese momento, en aras de garantizar que reciba un servicio de la máxima
calidad posible.
El psicólogo ha vulnerado la mayoría de los principios establecidos por la APA, por ejemplo,
el principio de Beneficencia y no maleficencia al aprovecharse de su posición de poder y de
la información que ésta le ha proporcionado en un contexto privilegiado y amparado por la
confidencialidad, como lo es la entrevista clínica, pues esto podría derivar en daño emocional
para el paciente, dado que el terapeuta goza de una ventaja injusta al conocer gran cantidad de
detalles suyos, mientras que ésta no tiene información sobre él, por otro lado, el principio de
integridad también se ve vulnerado, pues el psicólogo no ha sido franco con la paciente al
omitir información relevante sobre el interés que ella experimenta, esto es, que pudiera estar
relacionado con la artificialidad del contexto terapéutico, una relación claramente orientada a
objetivos concretos relacionados con el bienestar emocional de la paciente.
En una de las opciones sugeridas, el psicólogo ofrece la posibilidad de continuar con la
terapia, sin embargo, de ocurrir, estaría vulnerando el principio de justicia establecido por la
APA, dado que le negaría a la paciente una atención de la máxima calidad posible, pues existe
un sesgo que ha confesado y que se dispone a ignorar. El principio de fidelidad y
responsabilidad también se ve comprometido, pues a través de la terapia obtuvo información
privada que, en caso de establecerse una relación sentimental, podría utilizar en su propio
beneficio, incumpliendo el rol del psicólogo y, además, vulnerando el derecho de la paciente a
la intimidad y privacidad.
El psicólogo con su acción ha vulnerado los siguientes artículos:
Artículo 5º El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad humana y social, que puede
expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de vida, la plenitud del
desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de la vida individual y
social.
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En el caso descrito se evidencia que el psicólogo toma ventaja de una interacción construida
en un contexto de desigualdad, ello, de establecerse la relación planteada, podría acabar por
generar daño emocional a la paciente, hecho que implica atentar contra su bienestar.

Al no explicarle a su paciente las características especiales del contexto terapéutico que pueden
potenciar una atracción romántica ilusoria, el terapeuta ha sido deshonesto y, además, irrespeta
el derecho a la autodeterminación de su paciente, al ocultarle información que podría resultar
crucial para un posterior proceso de toma de decisiones.
propone y el método utilizado.
Como se mencionó anteriormente, ha omitido informar en el momento oportuno, esto es,
cuando la paciente confesó su atracción, la artificialidad del contexto terapéutico como un
espacio en donde se construye una relación peculiar caracterizada por la unilateralidad, en la
medida en que el centro de la relación terapeuta-paciente es siempre éste último y en las
interacciones sociales regulares esto no funciona así.
Al sugerir continuar con la terapia manteniendo el máximo grado de profesionalismo, ofrece
una ejecución de su parte que no puede estar seguro de conseguir, pues ha confesado que
también se siente atraído por la paciente, su juicio podría estar comprometido.
Artículo 44º De la información profesionalmente adquirida no debe nunca el/la Psicólogo/a

servirse ni en beneficio propio o de terceros, ni en perjuicio del interesado.
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Es muy complicado que no utilice la información obtenida en el contexto clínico para su propio
beneficio en caso de que se establezca una relación sentimental con la paciente, pues ello le
brinda una importante ventaja que puede servirle para ostentar de un mayor grado de control
en sus interacciones, es más, incluso sin intentar hacerlo deliberadamente, difícilmente podrá
actuar como lo haría si ignorase esta información, que influirá en su conducta, posiblemente
beneficiándole, aún si no fuese consciente de ello.

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El error principal de la terapeuta ha sido comprometerse a facilitar información de su paciente

b) ¿Qué es lo que el/la psicólogo/a ha hecho correctamente en este caso?

Se presenta como un profesional capacitado y especializado para la tarea propuesta y puede

c) Si pudiéramos reescribir la historia de cada caso, ¿cuál sería el modo de comportarse

En la acción descrita, considero que la terapeuta ha faltado a los siguientes artículos:

Artículo 6º La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología

Artículo 44º De la información profesionalmente adquirida no debe nunca el/la Psicólogo/a

b) ¿Qué es lo que el/la psicólogo/a ha hecho correctamente en este caso?

c) Si pudiéramos reescribir la historia de cada caso, ¿cuál sería el modo de comportarse

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El psicólogo con su acción ha vulnerado los siguientes artículos:

Artículo 6º La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología

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c) Si pudiéramos reescribir la historia de cada caso, ¿cuál sería el modo de comportarse

Considero que la psicóloga atenta fundamentalmente con dos principios, 1) el de integridad,

En la acción descrita, considero que la terapeuta ha faltado a los siguientes artículos:

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El psicólogo ha errado en su manejo de la situación desde el inicio, pues el solo hecho de

b) ¿Qué es lo que el/la psicólogo/a ha hecho correctamente en este caso?

c) Si pudiéramos reescribir la historia de cada caso, ¿cuál sería el modo de comportarse

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