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ASUNTO NO CONTENCIOSO DE COMPETENCIA


NOTARIAL: Prescripción Adquisitiva de Dominio
Inmobiliaria, Prescripción Adquisitiva Vehicular.
Rectificación de Áreas y Linderos.

Trujillo, febrero del 2021

INDICE

I. Introducción ………………………………………………………………1

II. Consideraciones Generales: Prescripción adquisitiva de dominio……..2


1. Concepto………………………………………………………………..2
2. Requisitos……………………………………………………………….2
3. Regularización de edificaciones. Ley N° 27157………………………..3
4. Regularización mediante prescripción adquisitiva de dominio………...4
A. Normas aplicables………………………………………………….4
B. Competencia territorial…………………………………………….5
C. Solicitud y recaudos ……………………………………………….5
D. Anotación preventiva………………………………………………6
E. Emplazamiento a los interesados ………………………………….7
F. Acta presencial……………………………………………………..9
G. Oposición………………………………………………………….10
H. Finalización del procedimiento……………………………………11
I. Declaración notarial de prescripción adquisitiva………………….12
J. Tipo de documento notarial que contiene la declaración………….13
5. Prueba de la Prescripción Adquisitiva Notarial………………………..13
A. Prueba de la posesión………………………………………………14
B. Prueba de la posesión en concepto de dueño………………………15
C. Prueba de la posesión pública……………………………………...15
D. Prueba de la posesión pacífica……………………………………..16
E. Prueba de la posesión continua…………………………………….16
F. Prueba del tiempo de posesión……………………………………..16

III. Prescripción vehicular……………………………………………………17


1. Base Legal…………………………………………………………...…17
2. Requisitos ……………………………………………………………...17
3. Posesión………………………………………………………………...18
4. Procedimiento…………………………………………………………..18

IV. Rectificación de áreas y linderos…………………………………………19


1. Base legal………………………………………………………………19
1

2. Modalidades……………………………………………………………19
3. Requisitos……………………………………………………………....20
4. Oposición……………………………………………………………….21

V. Bibliografía…………………………………………………………………...21

ASUNTO NO CONTENCIOSO DE COMPETENCIA NOTARIAL

I. Introducción

La función notarial ha cobrado vital importancia alrededor de los años, lo cual ha


merecido la ampliación de facultades otorgadas por medio de la delegación, a fin de
otorgarle al notario una mayor participación y competencia para ofrecer sus servicios en
materias que antes pertenecían únicamente al poder judicial, siendo así se tiene que
mediante la ley Nº 26662, se incorporó en nuestro sistema de normas el régimen
correspondiente a la competencia notarial en asuntos contenciosos, dentro de los cuales
se establecen procedimientos tales como: rectificación de partidas, sucesión intestada,
reconocimiento de unión de hecho, convocatoria a junta obligatoria anual, entre otros.
Asimismo, dada esta ampliación de facultades se creó el Registro Notarial de Asuntos
no contenciosos en el que constan las actas y protocolizaciones a las que hace referencia
la ley.

En esa misma línea, se promulgó la ley 27157 y la ley 27333, leyes


complementarias que encuentran su ámbito de desarrollo entorno a la regularización de
edificaciones, incorporando los procedimientos de prescripción adquisitiva de dominio
inmobiliaria, vehicular y rectificación de áreas y linderos, cuyos lineamientos
específicos son necesarios de profundizar a efectos de determinar la procedencia de un
asunto no contencioso de competencia notarial, lo cual va a ser analizado a la luz de la
naturaleza de la ley que amplía las facultades del notario y dota a su cargo de
procedimientos no contenciosos en aras de agilizar la solución de conflictos de manera
pacífica y descongestionando la tediosa carga procesal que afecta el sistema judicial.

II. Consideraciones Generales: Prescripción adquisitiva de dominio

1. Concepto:

La prescripción adquisitiva es aquella forma de adquisición originaria de la


propiedad a través de la posesión de un bien inmueble por un periodo de tiempo
determinado sumado a otros requisitos.

2. Requisitos:

a) Continua
2

Se presenta en el tiempo sin intermitencias ni lagunas. No se necesita, empero, que


el poseedor haya estado en permanente contacto con el bien y basta que se haya
comportado como lo hace un dueño cuidadoso y diligente, que realiza sobre el bien
diversos actos de goce de acuerdo con su particular naturaleza. (Arias Schreiber Pezet,
2011, p. 282)

Por tanto, la continuidad a la que hace referencia este requisito es de carácter


relativo, ya que no debe ser necesariamente permanente, sino que bastará probar el
ejercicio de alguno de los atributos de la propiedad (usar y disfrutar) en un tiempo
inicial y otro posterior presumiéndose la posesión en el tiempo intermedio.

b) Pacífica

Aclara Albaladejo que la posesión es pacífica “aunque se defienda por la fuerza.


Como de lo que se trata es que la situación mantenida violentamente no tenga valor
(mientras que la violencia dure) para quien ataca la posesión de otro, hay que afirmar
que sí hay posesión pacífica para el que defiende por la fuerza la posesión que otro trata
de arrebatarle”. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 283)

c) Pública

El poseedor no debe temer que su posesión sea conocida, debe de actuar con la
naturalidad que le daría tener un derecho legítimo. No adquirirá quien subrepticiamente
se introduce en un inmueble y permanece oculto en una habitación del mismo con la
intención de que el propietario no lo descubra. (Bullard Gonzáles, 1987, p. 77). La
posesión pública involucra que el ejercicio de alguno de los atributos del derecho de
propiedad (uso y disfrute) puedan ser advertidos por las personas que moren cerca al
inmueble o pasen por sus alrededores.

d) Como propietario

Quedan de consiguiente excluidos aquellos poseedores que gocen de la llamada


posesión inmediata como son los arrendatarios, usufructuarios, usuarios, comodatarios,
anticresistas, retenedores y depositarios. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 283) Como
consecuencia podemos afirmar que para que el poseedor pueda adquirir por prescripción
no solo debe ejercer uno de los atributos de la propiedad, sino comportarse como si
tuviera todos ellos. (Bullard Gonzáles, 1987, p. 77). La posesión como propietario
involucra que el poseedor ejerza los atributos del derecho de propiedad (uso y disfrute)
y además se comporte como si realmente fuese el dueño (animus domini) quedando
excluidos quienes posean el bien en virtud de un título conferido por el dueño del
mismo.

3. Regularización de edificaciones. Ley N° 27157

La ley 27157, publicada el 20 de julio de 1999, regula el saneamiento físico-legal,


es decir, la regularización de los predios. La problemática en este tema se encuentra en
3

la discordancia entre el registro y la realidad, consecuentemente debilita los efectos de


la publicidad registral y desprestigia el sistema jurídico en su integridad sino
fundamentalmente paraliza el tráfico económico. [ CITATION Gon15 \l 10250 ]

En esta línea podemos sostente que la finalidad de la ley es conseguir una


regularización de las inscripciones, que siguiendo la Exposición de Motivos del
Proyecto considera que:

“Existan derechos de propiedad saneados y debidamente inscritos en


los Registros de la Propiedad, tanto del terreno como de la edificación, de
suerte que los titulares de los derechos puedan gozar de todos los
atributos que la propiedad otorga, esto es, usar, disfrutar, vender, dar en
herencia a los descendientes y especialmente usar su propiedad
inmobiliaria como garantía para acceder al crédito”

Ahora bien, en esta línea y referente concretamente a nuestro tema, la Ley N°


27157 atribuye a los notarios la tramitación de procedimientos de prescripción
adquisitiva, y tal como lo establece el Art.7° de dicha ley, el solicitante requiere probar
la posesión por diez años. Que, según Gonzales Barrón (2015), no es relevante que se
cuente con justo título, pues el notario solo podrá declarar la prescripción sobre la base
del plazo extraordinario.

4. Regularización mediante prescripción adquisitiva de dominio.


A. Normas aplicables

Artículo 7.- De la inscripción cuando el terreno está registrado, que establece


que:

“Para la inscripción del derecho de propiedad de los departamentos


se debe presentar el Formulario Registral, acompañado del título de
propiedad que puede ser escritura pública, minuta, adjudicación o
cualquier otro documento público o privado de fecha cierta que lo
pruebe. A falta de título de propiedad, o cuando el terreno está inscrito a
nombre de persona diferente al vendedor, el poseedor debe demostrar
posesión continua, pacífica y pública como propietario durante 10 (diez)
años”.

Por lo tanto, podemos observar que existen dos clases de procedimiento de


regularización de la propiedad sobre predios inscritos: En el primer párrafo la
regularización de la propiedad mediante documento privado de fecha cierta; y, en el
segundo párrafo la regularización de la propiedad mediante procedimiento de
prescripción adquisitiva de dominio. Estos supuestos de regularización son
denominados en el Reglamento de la ley como: Saneamiento de titulación (Art.2,2°,
Reglamento)
4

Ahora bien, la prescripción adquisitiva resulta procedente en vía notarial, según la


ley, solo en los casos en que el interesado carezca de título adquisitivo, o cuando exhiba
un título, pero su transmitente no sea el titular con derecho inscrito. Todo esto regulado
en los arts.7°, 9°, 14° y 17° de la Ley 27157. Por su parte, el reglamento agrega que:
“procede tramitar notarialmente la prescripción adquisitiva de dominio, cuando el
interesado acredita posesión continua, pacífica y pública del inmueble por más de diez
años (...)”

Sin embargo, la ley no reguló en forma detallada el proceso de prescripción


adquisitiva en sede notarial, limitándose a señalar que para ello se debe seguir el mismo
proceso a que se refiere el artículo 504 y siguientes del Código Procesal Civil, en lo que
sea aplicable (Art. 21°). A razón de ello la Ley 27333 aclaró la situación y estableció
una prelación de fuentes normativas acorde con la naturaleza de la función:

 Normativa notarial específica: Ley 27157, Ley 27333 y el D.S. 008-


2000-MT, ahora TUO aprobado por D.S. 035-2006-VIVIENDA.
 Normativa notarial Genérica: Ley 26662, de Competencia Notarial en
Asuntos No contenciosos.
 Normativa notarial de mayor generalidad: Dec. Ley 26002, Ley del
Notariado.
 Aplicación excepcional: Código Procesal

B. Competencia territorial

El notario competente será que el de la provincia donde se encuentra el inmueble


(art. 5 Ley 27333). Esta solución es evidente aun a falta de norma si tenemos en cuenta
la competencia provincial que tiene cada notario, al margen de su localización distrital.

Un tema no resuelto, pero posible, es que un inmueble se ubique entre dos


provincias, lo que imposibilita que un notario puede expandirse a provincia ajena, pues
no existe la salvedad prevista en el procedimiento notarial de inventarios. En tal caso, es
lógico suponer que el interesado sólo podrá acudir al proceso judicial.

C. Solicitud y recaudos

El trámite se inicia mediante petición escrita de los interesados o sus representantes,


en la cual se señala el nombre, datos de identificación y dirección, el motivo de la
solicitud (prescripción adquisitiva), Narración de los hechos y circunstancias que sirven
de sustento al derecho invocado y, finalmente, el fundamento legal expreso o cita
normativa, según lo establece el artículo 3 de la ley 26662.

La solicitud deberá contener todos los requisitos legales exigidos por el artículo 40
del reglamento, y que a continuación analizamos someramente:
5

a. Tiempo de posesión del solicitante y la de sus causantes (artículo 505-1 CPC,


aplicable por el artículo 5-B de la Ley 27333) Así como la fecha y forma de adquisición
del bien (artículo 39 DS 035-2006-VIVIENDA).

b. Nombre y dirección del inmediato transferencia, de los anteriores a este o de sus


sucesores, con el fin que sean citados. No obstante, sólo se notificará en forma personal
cuando las direcciones de los interesados sean conocidas. Y, en caso contrario, la
notificación se realizará por vía de edictos y el interesado manifiesta desconocer el
domicilio de cualquiera de los emplazados, sea persona natural o jurídica, pero ello
ocurrirá excepcionalmente si agotados los medios racionales de ubicación no se localiza
un domicilio real o presunto del empresa.

c. Nombre y dirección de los propietarios u ocupantes de los predios colindantes, a


efecto de ser notificados; pero la situación personal sólo se realizará a los colindantes
cuyas direcciones sean conocidas. Esta exigencia sido tomada textualmente del artículo
505, inciso uno, del código procesal civil; aunque en este tipo de procedimiento es de
escasa importancia, pues se supone que la prescripción no afecta a los colindantes.

d. Descripción del bien con la mayor exactitud posible, para lo cual se acompañará
planos de ubicación y perimétricos, así como la descripción de las edificaciones y las
hubiese, suscrito por ingeniero o arquitecto colegiado. Según el artículo 5.3 de la
directiva número 13-2003-SUNARP/SN, Luego confirmada por los reglamentos
registrales de 2008 y 2013, el plano que se Presenta al registro es de ubicación y
localización del predio, y no es necesario que los planos sean visados por la autoridad
municipal, ya que en el ámbito de la ley de regularización de edificaciones, la
comprobación del terreno y de las construcciones que sobre él se hayan levantado
corresponden exclusivamente al verificador.

La jurisprudencia registral ha precisado, en forma errónea, que si la


prescripción recae sobre todo el inmueble escrito, entonces los planos no son
necesarios. Esta interpretación olvida que el plano tiene otra función: servir de
prueba de la posesión.

e. Certificación municipal o administrativa sobre la persona que figura como


propietario o poseedor del bien. Este dato lo consideramos importantísimo para el
notario, pues si fuese el caso, deberá notificar al propietario que consta en las
declaraciones juradas del impuesto predial, si es que fuera distinto al solicitante.

f. Copia literal de los asientos del registro público con una antigüedad no menor de
10 años.

g. Declaración testimonial de no menos de tres ni más de seis personas, mayores de


25 años. Si bien la ley no lo indicaba, el reglamento precisado que estas personas
deberán ser preferentemente vecinos del predio materia de la solicitud. En este sentido,
el artículo 1298 del código de procedimientos civiles era más preciso: los testigos de
información deben ser no menos de tres, ni más de cinco, vecinos del lugar en que está
6

el inmueble. La ley 27333 ha establecido que estas testimoniales no implican una


declaración directa ante el notario, si no la manifestación escrita que se realiza en la
propia solicitud, la que debe venir firmada por los testigos, y cuya declaración versará
Sobre el conocimiento que tengan de la persona del solicitante y de la posesión que se
ejerza.

h. El interesado podrá ofrecer cualquier otro medio probatorio que considere


conveniente para acreditar su derecho. En este acápite se encuentra incluido todos
aquellos documentos requeridos a la titularidad del predio.

D. Anotación preventiva

Una vez iniciado el procedimiento de prescripción adquisitiva de dominio, el


notario deberá solicitar se extienda la correspondiente anotación preventiva siempre que
el predio se encuentra registrado. No obstante, aún cuando el notario omita o prescinda
solicitar la anotación preventiva, ello no anulan y afecta el trámite posterior, en tanto la
notación constituye una medida cautelar que no prejuzga el sentido del pronunciamiento
definitivo; sin embargo, de producirse dicha omisión, el notario podría ser responsable
por el eventual perjuicio que se ocasione al solicitante, en tanto se ha incumplido una
obligación legal.

El reglamento interno de registros públicos considera procedente la anotación


preventiva de la solicitud de prescripción adquisitiva cuando el predio se encuentra
registrado. Por tanto, la notación queda excluida cuando se trate de predios no inscritos.

La anotación preventiva del procedimiento de prescripción adquisitiva requiere la


presencia de los siguientes documentos:

a. Oficio del notario que contenga la solicitud de la anotación.

b. Copia legalizada de la solicitud del interesado en el que insta el


procedimiento de prescripción adquisitiva.

c. Copia legalizada de los planos de ubicación y localización, y de


distribución.

La jurisprudencia del tribunal registral ha señalado, sin mayor justificación, que los
planos no sean necesarios cuando la solicitud de prescripción comprende todo el predio
inscrito, sin desmembración, empero, ello olvida que los planos son una prueba de
posesión, pues el ingeniero ha debido levantarlos en el terreno.

E. Emplazamiento a los interesados

Una vez presentada la solicitud autorizada por letrado (art. 14° Ley N° 26662, art.
39° Reglamento), y acompañada por los documentos antes mencionados, el notario
emplazará al titular registral, a las personas de las que derive el derecho sobre el predio,
7

así como a los propietarios u ocupantes de los predios colindantes, y a toda otra persona
que el interesado indique en su solicitud (art 400 Reglamento; art. 5°-d Ley N° 27333).
Según la modificatoria introducida por el Decreto Supremo 001-2009-VIVIENDA, el
notario deberá notificar a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales, o a los
Gobiernos Regionales con competencia para administrar bienes estatales, pues existe el
principio por el cual todos los bienes sin dueño corresponden a la Nación (doctrina del
dominio eminente); sin embargo, el principio se ha entendido extensivamente, en cuanto
este opera en los bienes vacantes y no en los bienes no-inscritos, salvo que se pretenda
entender que estos últimos pertenecen necesariamente a la Nación, lo que es exagerado.
Sin embargo, la medida tal vez se justifica desde una perspectiva práctica, pues resulta
conocido el alto número de procedimientos de título supletorio que se han tramitado al
amparo de esta ley, con el grave resultado de afectar el dominio público.

La notificación personal se realiza mediante oficio del notario dirigido al


emplazado, y se acompaña copia de la solicitud y anexos (modificatoria introducida por
el Decreto Supremo N 001-2009-VIVIENDA).

El oficio del notario debería seguir las formalidades propias del Derecho Notarial,
conforme la normativa de las cartas notariales, aplicable en forma analógica, aunque no
exista el registro cronológico para este efecto, sin embargo, sería conveniente imponer
esta seguridad adicional, que dotaría de fecha cierta incontrastable a la diligencia (art.1
de la Ley N° 27333, en el cual se establece que el procedimiento se regula por las Leyes
N° 27157 y 27333 y subsidiariamente por las Leyes de Competencia Notarial de
Asuntos No Contenciosos y del Notariado, eliminándose la remisión al Código Procesal
Civil). Sin embargo, el Decreto Supremo 001-2009-VIVIENDA ha repetido
textualmente el último párrafo del art. 40 del reglamento, por el cual se remite la
regulación de las notificaciones al Código Procesal Civil; olvidando que ese párrafo se
encontraba derogado por efecto del art. 1 de la Ley N° 27333, que hace la remisión a la
legislación notarial, y no al citado código. En tal sentido, debe considerarse que se trata
de una simple errata de técnica legislativa, en cuanto ha reproducido el texto formal de
una norma, pero no el texto vigente. Por tanto, la notificación y circunstancias del
diligenciamiento se rigen por la legislación notarial, y no por la procesal.

Asimismo, el notario deberá comunicar la solicitud al titular que aparezca en los


archivos de la autoridad municipal, si este fuese distinto a alguna de las personas antes
citadas, aun a falta de norma expresa, pues en caso contrario, ¿para qué se presenta el
certificado municipal o administrativo de la persona que figura en sus archivos como
propietaria o poseedora del bien? Sería fácilmente impugnable un procedimiento
notarial tramitado con desconocimiento del titular que aparece en los archivos
municipales, ya que a pesar de constar ese dato en el expediente, el notario, y el mismo
solicitante, omitieron tomarlo en cuenta. Es importante recordar que el derecho al
debido proceso, en este caso del sujeto ausente por falta de notificación, resulta exigible
en todo tipo de procedimiento, incluso el notarial.
8

Las notificaciones personales deberán realizarse cuando las direcciones de los


destinatarios sean con conocidas, incluyendo los colindantes (art. 5, inciso d, Ley
27333); en caso contrario, deberá efectuarse la notificación por edicto. Sin embargo,
esta modalidad se reputa excepcional y solo debe aplicarse cuando no haya posibilidad
alguna de ubicar al sujeto, lo que en la actualidad es poco usual en atención a las
consultas de RENIEC, RUC, teléfonos, entre otros. El notario es un profesional del
derecho que realiza una actividad jurídica, lo cual le impone actuar con la mayor
diligencia. Por tanto, no basta que el interesado manifieste "desconocer el domicilio de
una de las partes", para que el notario disponga la notificación por edicto, ya que su
deber de diligencia, especialmente severo por las condiciones de su ejercicio
profesional, le exige agotar los medios racionales que le permitan ubicar algún lugar de
notificación.

El procedimiento notarial no solo prevé notificaciones personales, o mediante


edictos cuando fuese el caso, sino también publicaciones genéricas dirigidas en forma
indeterminada a cualquier tercero con algún interés. En estos avisos, debe indicarse el
nombre del notario y la dirección de su oficio (art. 13° Ley N° 26662, art. 5 inciso c Ley
27333), lo cual constituye un mecanismo de facilitación para que los terceros
interesados puedan oponerse a prosecución del trámite. El aviso deberá contener
información complementaria para que cumpla su finalidad: nombre del destinatario,
nombre del solicitante, materia o razón de la citación, lugar del predio materia de la
solicitud y derechos que le asiste al citado (especialmente, la oposición dentro del
término de 25 días útiles). Caso contrario, existe un serio riesgo de que se impugne
fundadamente la declaración notarial por afectación al debido proceso, ya que el citado
aviso no habría cumplido sus fines.

Las publicaciones deben efectuarse en el diario oficial y en otro de circulación


nacional, por tres veces con intervalos de tres días entre cada una de ellas.

Por último, se exige que el notario fije carteles en los lugares más visibles de la
edificación cuyo saneamiento se Solicita (art. 5, inciso d, Ley N° 27333). Esta garantía
adicional de notificación por carteles no está prevista en el proceso judicial sobre la
misma materia, pero tal vez se justifique por la característica sumaria del trámite
notarial. Sin embargo, su efectividad es muy discutible.

F. Acta presencial

Luego del emplazamiento personal o por edictos, según fuese el caso, y de las
notificaciones genéricas por publicación, el notario deberá constituirse en el inmueble
objeto del saneamiento, extendiendo un acta de presencia en la que hará constar la
descripción y características del inmueble, la posesión pacífica y pública ejercida por el
solicitante, y tomará la manifestación de los ocupantes de los predios colindantes (art.
41° reglamento, art. 5 inciso e Ley N° 27333). En virtud de lo dispuesto por esta Ley,
no se necesita que la declaración de testigos se tome durante la facción del acta de
presencia, pues basta la manifestación escrita que hagan los testigos en la solicitud.
9

El aspecto medular del procedimiento se centra en la llamada acta de presencia, que


se inspira en los principios de inmediación y concentración. Es decir, el notario será
necesariamente quien realice in situ La verificación, por lo que no puede delegar esta
función en persona o funcionario alguno (inmediación). En esa misma diligencia se
llevará a cabo la actuación de algunos medios probatorios destinados a la acreditación
del derecho del solicitante, lo que incluye una inspección al predio y la toma de
manifestaciones y declaraciones de los colindantes (concentración). Las actas de
presencia acreditan la realidad o verdad de un hecho, y así está previsto en la definición
legal contemplada por el artículo 97 del decreto legislativo 1049: "El notario extenderá
actas en las que se consigne los actos hechos o circunstancias que presencie o le conste
y que no sean de competencia de otra función".

En la diligencia mencionada, el notario procederá a describir el inmueble y sus


características, con lo cual apreciará y evaluará la posesión pacífica y pública de la que
goza el solicitante, lo que buscará descartar que se trate de una posesión clandestina u
oculta. La misma finalidad cumple la toma de dicho de los poseedores o propietarios
colindantes del predio objeto de regularización.

El reglamento no indica el momento en que el notario deba redactar el acta; por lo


que la doctrina admite que la redacción pueda “hacerse en el lugar en que se desarrolla
el hecho (en cuyo caso el notario dará lectura del texto redactado a los presentes,
invitándolos a firmar) o posteriormente en el estudio notarial con arreglo a las notas
tomadas sobre el terreno y con referencia expresa a ellas" 1929. Sin embargo, sería
recomendable que la redacción del acta se realice en el mismo lugar de los hechos -sea a
manuscrito o por medio informático, a fin que la narración guarde mayor fidelidad, sin
perjuicio de la ventaja que significa la firma de algunos o de todos los participantes en
la diligencia.

G. Oposición

La oposición es el derecho de cualquier interesado, siempre que se refiera al mismo


predio, para poner fin al procedimiento notarial no contencioso, sin que se produzca
pronunciamiento sobre el fondo del asunto. En virtud de la oposición, la cuestión
ventilada en sede notarial se traslada al conocimiento del órgano jurisdiccional.

El artículo 41.2 del reglamento establecía que el notario solo puede declarar la
prescripción adquisitiva, una vez transcurrido el término de 30 días contados desde la
última publicación. Actualmente, el plazo es de veinticinco las útiles en virtud del art. 5,
inciso e, de la Ley N° 27333, cuyo carácter de norma posterior y de mayor jerarquía
implica que ha derogado a la anterior.

En cualquier caso, en algún momento existió la duda referida a si vencido dicho


término, caduca automáticamente el derecho de oposición, aun cuando la declaración
notarial no se hubiese producido. Sin embargo, el art. 430.1 del reglamento ha
despejado cualquier interrogante, pues ha establecido que la oposición puede realizarse
10

aun después del vencimiento del plazo, siempre que el notario no hubiese realizado la
respectiva declaración: "Hasta el momento de emitirse el acta notarial que ponga fin al
procedimiento, cualquier persona podrá formular oposición (…)”.

El cómputo del plazo de oposición se cuenta a partir de la última publicación


genérica; por tanto, no se toma en cuenta la fecha en que se realizaron las notificaciones
personales o por edicto. Ello no significa, obviamente, que las citaciones directas
puedan hacerse en cualquier momento, incluso cuando el plazo de oposición se
encuentra a punto de vencer, pues tal situación implicaría una evidente vulneración al
debido proceso; por tal razón se entiende que el notario deberá cuidar que la
notificación personal se lleve a cabo antes o, por lo menos neamente con la última
publicación, bajo pena de nulidad del procedimiento. Por su parte, la diligencia puede
llevarse a cabo en cualquier momento dentro parámetro antes señalado, incluso antes
que se levante el acta de presencia.

La oposición debe formularse mediante escrito presentado al oficio notarial, quien


deberá suspender inmediatamente el trámite en el estado en que se encuentre, y aun
cuando hubiese transcurrido los 25 días siguientes a la última publicación. En tal caso,
el notario deberá comunicarlo al solicitante, Colegio de Notarios y Oficina Registral
correspondiente mediante oficio.

La oposición no requiere motivación alguna, en tanto el notario carece de


competencia para calificar los fundamentos que se pudieran esgrimir al respecto. En tal
contexto, es de aplicación el art. 6° Ley N° 26662: “Es requisito indispensable el
consentimiento unánime de los interesados. Si alguno de ellos, en cualquier momento de
la tramitación manifiesta oposición, el notario debe suspender inmediatamente su
actuación y remitir lo actuado al juez correspondiente, bajo responsabilidad". En este
sentido, se ha realizado una mejora al tratamiento que establecía la Ley N° 27157, y que
obligaba a la remisión del expediente al Poder Judicial, pues ahora simplemente se
comunicará la conclusión del procedimiento (art. 5-g Ley N° 27330). En tal caso, el
interesado tendrá su derecho expedito para recurrir a la justicia cuando lo crea por
conveniente. Dentro de esta misma línea de ideas, deben entenderse derogadas las
disposiciones que regulaban las consecuencias de la remisión del expediente al Poder
Judicial. Así, se decía que, una vez concluido el proceso judicial y agotadas las
instancias, el juez notificará al notario con la resolución que pone fin al proceso, para
que este lo prosiga sentido de la misma (art. 430.3 reglamento). Esta norma, hoy, no
tiene aplicación.

H. Finalización del procedimiento

El notario solo podrá emitir pronunciamiento definitivo transcurrido veinticinco


días hábiles desde la fecha de la última publicación, sin que se hubiera expresado
oposición (art. 5, inciso e, Ley N° 27333). En tal caso, se declara la prescripción
adquisitiva a favor del solicitante, para lo cual se extiende el acta de notoriedad
11

correspondiente en la que debe constar la evaluación de la (art. 410.2 reglamento), o la


escritura pública.

El plazo para expedir el acta o escritura pública, según el reglamento, era de 30


días, pero este ha sido modificado por el ya citado art. 5o-e) de la Ley N° 27333, sin
embargo, en una posterior modificación del reglamento (Decreto Supremo No 001-
2009-VIVIENDA) se mantiene el plazo de 30 días, lo que constituye claramente una
errata de técnica legislativa, a tenor de lo dispuesto por una norma de mayor jerarquía,
por lo que habrá de entenderse que subsiste el plazo de 25 días hábiles. En efecto, el
reglamento se dictó en febrero de 2000 con el plazo de 30 días, pero la posterior Ley N°
27333, de julio de 2000, señaló que el plazo era de 25 días, sin que se hubiese
modificado formalmente el texto reglamentario. En tal sentido, cuando en 2009 se
modificó el reglamento (D.S. 001), pues simplemente se "olvidaron" que el término de
30 días ya no regía, y simplemente lo mantuvieron por desconocimiento.

Por su parte, el reglamento no regula expresamente la posibilidad que el notario


estime insuficiente la prueba posesoria y, en consecuencia, pretenda rechazar la
petición. Se podría pensar que esta situación no es admisible, ya que al no haberse
formulado oposición alguna, se habría consolidado la pretensión del solicitante. Sin
embargo, el artículo 30° del texto reglamentario obliga a reconocer que el notario
puede, y debe, rechazar el trámite si la sumaria indagación del notario comprueba que
no se ha configurado los presupuestos del título supletorio, en cuyo caso no podrá
extenderse el acta o escritura pública. Por motivo, de rechazarse la solicitud, el notario
deberá comunicarlo al interesado, al Colegio de Notarios y al Registro (por analogía con
lo que sucede en los casos de oposición) mediante un oficio debidamente
fundamentado.

El procedimiento notarial, tal como están planteadas las cosas, no debe durar más
de dos meses contados desde la presentación de la solicitud.

I. Declaración notarial de prescripción adquisitiva

El notario debe tener la convicción favorable respecto a la posesión que ejerce el


interesado sobre el inmueble para efecto de formular una declaración positiva, en tal
sentido, al tratarse de una estimación o juicio, el notario deberá valorar los medios
probatorios en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada (art. 197 CPC, por
analogía). Aquí la labor notarial se asemeja a la del juez, pues realiza un juicio jurídico,
por el cual aprecia una situación de hecho, la misma que debe estar comprobada dentro
de los márgenes de racionalidad y probabilidad -nunca, con certeza absoluta-, y luego
subsume el hecho dentro de una norma jurídica, la cual aplica al caso concreto.

Por tanto, en este caso, la actuación notarial no implica el ejercicio de fe pública,


pues no estamos en presencia de la comprobación de un hecho que le consta al notario
por medio de sus sentidos, sino ante una apreciación o juicio. Siendo así, y al no existir
fe pública de por medio, si el notario se equivoca o yerra en su juicio, no podrá cometer
12

delito contra la fe pública, pero sí podrá ser objeto de responsabilidad civil si es que
actuó con culpa.

Esa misma situación es la que ocurre con los juicios que realicen los magistrados al
momento de dictar sentencias, pues en estos casos nunca hay delito contra la fe pública
(por no existir comprobación de un hecho a través de los sentidos), pero si puede haber
prevaricación, que no se aplica a los notarios.

El artículo 12 de la Ley N° 26662 establece una presunción juris tantum de certeza


del acto notarial (erróneamente llamada de presunción de autenticidad), por lo que la
declaración sólo puede ser objeto de rectificación o nulidad en la vía judicial; y en
efecto, el verus dominus puede impugnarla en cualquier momento a través de una
acción reivindicatoria o declarativa de dominio ("mejor derecho de propiedad"),
siempre que se mantenga en la condición de propietario y no la haya perdido por hecho
sobrevenido (usucapión, por ejemplo). Por otro lado, también es procedente la acción de
nulidad del procedimiento notarial específicamente por haberse incumplido alguna de
las formalidades esenciales, ya sea del proceso notarial, o de la emisión del instrumento
público. Así ocurre, por ejemplo, si se incumple las notificaciones requeridas por la ley
o si el acta de declaración se documenta con anterioridad al plazo de oposición.

J. Tipo de documento notarial que contiene la declaración

La declaración notarial de prescripción adquisitiva debiera constar en acta, por ser


este el instrumento idóneo para la comprobación de hechos, a diferencia de la escritura
pública cuya conformación resulta propia de los actos o negocios jurídicos. En esta
última, el notario ejerce una actividad técnica de jurista, acomodando sus actuaciones y
voluntad de las partes a los preceptos de fondo exigidos por el ordenamiento jurídico
para perfecta eficacia del acto o contrato formalizado. Las actas, por su parte, solo
exigen del Notario una actividad visu et auditi, suis sensius, sin entrar al fondo,
adaptándose al derecho únicamente al derecho únicamente en cuanto a los preceptos de
forma.

El acta de comprobación de hechos y declaración de derechos deberá incorporarse


al registro instrumental de asuntos no contenciosos, en atención a la naturaleza jurídica
del trámite notarial. Es así que, para efectos de la inscripción en el registro, no solo
puede utilizarse el traslado de la escritura pública o acta, sino además el formulario
registral en donde el notario certifica la prescripción adquisitiva, conforme lo señala
expresamente la Ley 27157.

Si bien existe un Precedente del Pleno del Tribunal Registral, en el cual se establece
que el titular registral deberá ser emplazado, sin embargo, ello solo permitía verificar
que tal hecho ocurra en la solicitud; ahora, por el contrario, es necesaria la certificación
del notario respecto al emplazamiento realizado conforme a ley de todos los legitimados
pasivos.

5. Prueba de la Prescripción Adquisitiva Notarial


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En materia probatoria, el actor tiene la carga de la prueba, es decir deberá aportar


los medios probatorios que permitan al órgano de decisión que se forme una convicción
favorable respecto al derecho en cuestión, en este caso, la usucapión. El notario deberá
realizar una evaluación de los hechos propuestos por el solicitante, abonados por las
pruebas presentadas, y dentro de los márgenes de racionalidad y probabilidad, donde
podrá inferir que el hecho se encuentra razonablemente probado, por lo que bajo tal
premisa podrá emitir un juicio de derecho. Recuérdese que el Decreto Supremo N°001-
2009-VIVIENDA ha reafirmado, lo que antes era implícito, que el notario debe evaluar
la prueba y los actuados, a efecto de justificar la decisión.

Los medios de prueba vienen a ser los instrumentos utilizados por las partes para
trasladar los hechos a la presencia del órgano de decisión, sea juez o notario. Si tenemos
en cuenta que los elementos de la usucapión son tres: la posesión cualificada, el tiempo
requerido y la inactividad del propietario; entonces, la prueba aportada por el actor
deberá versar sobre estos. Si bien en el proceso judicial, buscará cualquiera de ellos, con
el fin de desvirtuar la pretensión; en el procedimiento notarial basta que el emplazado se
oponga.

A. Prueba de la Posesión

Si la propiedad se basa en la usucapión, entonces esta debe tener como contenido


esencial a la posesión. Sin embargo, la sola posesión no es suficiente, pues se requieren
algunas condiciones adicionales (Art. 950 CC), posesión en concepto de dueño, así
como pública, pacífica y continua.

La posesión no se presume, por lo que el actor realizará la actividad procesal


destinada a persuadir al órgano de decisión sobre la existencia de la situación de hecho.
Por tanto, es necesario acreditar la realización de actos materiales sobre el bien, los que
pueden ser llevados directamente por el interesado, sus representantes o dependientes; o
indirectamente, por medio de poseedores inmediatos. En tal sentido, se señala como
actos posesorios típicos el cultivo, la edificación, la percepción de frutos, el deslinde, las
reparaciones, la acción de cercar o alambrar, las operaciones de mensura y el
amojonamiento, entre otros.

Los medios típicos que sirven para acreditar la posesión son las siguientes: las
declaraciones juradas y recibos de pago del impuesto predial o arbitrios municipales, los
contratos que se refieran al inmueble o que lo señalen como domicilio, los recibos de
pago por la asesoría técnica o de la adquisición de materiales de construcción , las
licencias o autorizaciones tramitadas ante la autoridad municipal o administrativa, las
constancias de posesión emitidas por organizaciones oficiales o representativas de los
pobladores, los recibos de arrendamiento girados por el solicitante en calidad de
arrendador, las declaraciones testimoniales de vecinos o colindantes o los
procedimientos administrativos o judiciales que haya perseguido el poseedor y en los
que la controversia gire sobre la ocupación del bien, o por los menos se indique el
domicilio fehaciente del actor; certificados domiciliarios o inspecciones judiciales
14

tramitadas como prueba anticipada o que hayan sido levantadas dentro de cualquier tipo
de proceso, constataciones notariales, entre otros.

Nótese que muchas de las pruebas enumeradas son de carácter indirecto, es decir,
no están enfiladas a acreditar en forma inmediata el hecho controvertido, pues en
realidad probar un hecho determinado, del cual recién se tiene el punto de partida para
inferir la posesión. Por ejemplo, el pago de los servicios públicos, solo constatan que el
sujeto es deudor de una relación jurídica de consumo y, de forma indirecta lleva a inferir
que dicha persona posee el bien, la misma situación se presenta con la licencia de obra,
la cual acredita la petición para levantar una edificación.

En tal sentido, hay que tener cuidado con “constancias municipales de posesión”,
en tanto que constituyen una prueba débil del hecho posesorio, pues se trata de una
declaración que en donde no se indican las circunstancias de la inspección ocular que
necesariamente debió realizarse, la fecha, los testigos.

En algunas ocasiones estas constancias pretenden retrotraerse hasta el pasado, pues


se indica que el solicitante posee desde hace 5,10,15 años antes de su emisión, lo que
carece de todo valor, por tanto, el funcionario debió llevar a cabo una legitima
inspección.

Otra situación se presenta cuando el demandante pretende de la usucapión de una


parte de un inmueble de mayor extensión, pero sin que conste la independización. En
conformidad del Expediente N° 1165- 2001- Lima, el poseedor puede ejercer actos
posesorios sobre una porción del predio, y la declaración de usucapión versará sobre esa
parte.

En resumen, la prueba de usucapión es compleja, no basta de un solo elemento para


generar convicción, se exige que el actor cuente con diversos medios de prueba que
funden de su pretensión.

B. Prueba de la posesión en concepto de dueño

La determinación del ánimo poseedor requiere el conocimiento de la causa


posesoria. La posesión con ánimo de dueño implica que el poseedor no reconoce
vínculo alguno con el titular, es decir, posee sin admitir derecho mayor al suyo.

Hay dos claras tendencias en doctrina. La primera, el animus domini se presume, y


en todo caso le corresponde al demandado destruir la presunción. La prueba de que
posee por cuenta ajena no puede basarse en testimonios, sino en instrumentos en que
consta el contrato de locación, de usufructo, o en otro género de probanzas que hagan
verosímil la afirmación del no poseedor. Una segunda tesis considera que el drástico
efecto que produce la usucapión aconseja que el poseedor deba probar todos los
presupuestos que conforman la figura, con lo cual también estaría obligado a aportar
prueba referida a la posesión en concepto de dueño.
15

En suma, dilucidar la causa de posesión es un tema de primera importancia, y el


órgano de decisión debe asegurarse de conocer el hecho que dio origen a la toma de la
posesión. El Art. 505-1 CPC establece requisitos adicionales: Se indicará el tiempo de la
posesión del demandante y la de sus causantes; la fecha y forma de adquisición; la
persona que, de ser el caso, tenga inscritos derecho sobre el bien; y, cuando
corresponda, los nombre y lugar de notificación de los propietarios u ocupantes de los
bienes colindantes.

C. Prueba de la posesión pública

La posesión pública implica que esta se ejerce de modo visible, y no oculta; de tal
forma que se pueda revelar exteriormente la intención de sujetar la cosa. La publicidad
no está en relación al número de testigos que puedan presenciar la posesión, sino por la
facilidad con la que cada uno de ellos pueda conocerlo.

La publicidad posesoria queda excluida en 2 casos:

a. Contacto físico oculto: el detentador del bien se limita a tener contacto


físico con el bien, pero sin llamar la atención externa de nadie, pues se busca
mantener este hecho en una esfera de clandestinidad. Ejemplo: un invasor que
llega una casa de playa durante los meses de invierno, sabiendo que sus dueños
no la habitan en esa estación dela año.
b. Contacto Físico Equívoco: El sujeto mantiene contactos pocos
significativos con el bien, que no denotan con claridad la intención de apropiarla
para sí. Ejemplo: un sujeto ingresa todos los días ala predio contiguo para
contemplar las flores que se encuentran en el jardín.

Las pruebas de posesión pública persiguen arribar a la convicción que el control del
bien se realiza ante la presencia de vecinos, colindantes y de cualquier sujeto; lo que
implica naturalidad y frecuencia de los actos posesorios.

Se acredita mediante declaración de testigos, ejecución de obras y construcciones,


instalación de negocios, arrendamiento, etc.

D. Prueba de la Posesión Pacífica

Es lógico que el legislador habilite la usucapión solo a favor del poseedor pacífico,
esto es, del poseedor sin vicio de violencia.

Los actos tales como la puesta en mora, las tratativas de negociación, las cartas de
requerimiento e incluso la interposición de una acción reivindicatoria no tienen relación
con el carácter de la pacificidad. La reivindicatoria, o cualquier otra acción de tutela de
16

la propiedad, logra interrumpir la usucapión, pero no elimina la posesión. La posesión


es un hecho, por lo que la pacificidad como condición de aquella solo puede referirse a
loa hechos posesorios. Por tanto, es un contrasentido que la pacificidad pretenda
referirse a los derechos, que no viven en el mundo de la realidad material sino de la
abstracción.

La Sentencia del Segundo Pleno Civil de la Corte Suprema considera que la


posesión pacífica se refiere a la falta de violencia actual en la ocupación del bien, y no
tiene nada que ver con la discusión de los derechos. Así dice, b) La posesión pacífica, se
dará cuando el poder de hecho sobre la cosa no se mantenga por la fuerza; por lo que,
aun obtenida violentamente, pasa a haber posesión pacífica una vez que cesa la
violencia que instauró el nuevo estado de cosas. Sin embargo, las posteriores sentencias
continúan hablando que la posesión no es pacífica cuando hay procesos o litigios sobre
el bien.

En cuanto a la prueba de la posesión pacífica bastará la declaración de testigos o la


invocación de hechos de la demanda, pues si el actor se encuentra en posesión por tan
largo tiempo, entonces se genera una máxima de experiencia consistente en que “el
poseedor se entiende pacífico amparándose en su larga data”.

E. Prueba de la posesión continua

Actos materiales sobre el bien como: el cultivo, la edificación, la percepción de


frutos, el deslinde, las reparaciones, la acción de cercar o alambrar, las operaciones de
mensura y el amojonamiento, entre otros.

F. Prueba del tiempo de posesión

a. Las declaraciones juradas.


b. Recibos del pago del impuesto predial o arbitrios municipales.
c. Los contratos que se refieran al inmueble o que lo señalen como
domicilio.
d. Los recibos de pago por los servicios públicos domiciliarios del bien.
e. Los documentos públicos como: escrituras notariales en los cuales se
haya señalado como domicilio el bien.
f. Las construcciones realizadas y los recibos de pago sobre la construcción
del mismo.
g. Las licencias o autorizaciones tramitadas ante la autoridad municipal o
administrativa.
h. Las constancias de posesión emitidas por organizaciones oficiales o
representativas de los pobladores.
i. Los recibos de arrendamiento girados por el solicitante en calidad de
arrendador.
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j. Las declaraciones testimoniales de vecinos o colindantes.


k. Los procedimientos administrativos o judiciales que versen sobre la
ocupación del bien.
l. Certificados domiciliarios o inspecciones judiciales tramitados como
prueba anticipada o que hayan sido levantadas dentro de cualquier tipo de
proceso.
m. Constataciones notariales.

III. Prescripción vehicular

1. Base legal

Ley N°. 28325 Ley de Prescripción de Vehículos, artículo 3.

Donde autoriza a los notarios a realizar el trámite de prescripción adquisitiva de


vehículos materia de esta Ley.

El procedimiento de declaración de propiedad por prescripción adquisitiva de


dominio se tramitará, exclusivamente, ante el Notario de la localidad donde se ubica el
domicilio del poseedor.

2. Requisitos:
a. Solicitud firmada por el interesado y los testigos propuestos, autorizada
por abogado.
b. Copia literal de la partida registral del vehículo o certificación de no
encontrarse inscrito en el Registro de Propiedad Vehicular.
c. Declaración testimonial de no menos de tres ni más de seis testigos
mayores de veinticinco años.
d. Certificación expedida por la Dirección de Investigación de Robo de
Vehículos (DIROVE) de la Policía Nacional del Perú en la que conste que el
vehículo no tiene afectaciones por robo.
e. Evidencia de la posesión del vehículo.

3. Posesión

La posesión debe de ser: i. Continua, ii. Pacífica y iii. Pública. Por un plazo de 4
años.

4. Procedimiento:
a. La solicitud se tramitará como asunto no contencioso de competencia
notarial y se regirá por lo establecido en las disposiciones generales de la Ley Nº
26662 y por la presente Ley.
18

b. Recibida la solicitud, el Notario verificará que la misma contenga los


requisitos previstos en los incisos 1), 2) y 3) del artículo 505° del Código
Procesal Civil, para los efectos del presente trámite. Asimismo, suscribirán la
solicitud, en calidad de testigos, no menos de tres (3) ni más de seis (6) personas
mayores de veinticinco (25) años de edad, quienes declararán que conocen al
solicitante y especificarán el tiempo en que dicho solicitante viene poseyendo el
vehículo.
c. El Notario mandará a publicar un resumen de la solicitud, por única vez,
en el Diario Oficial El Peruano o en el diario autorizado a publicar los avisos
judiciales o en uno de circulación nacional, así como en el Portal de Internet de
la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (SUNARP). En el aviso
debe indicarse las características que identifiquen al vehículo así como el
nombre y la dirección del Notario donde se realiza el trámite. Asimismo,
solicitará al registro respectivo la anotación preventiva de la solicitud si
correspondiera.
d. El Notario obligatoriamente se constituirá en el domicilio del solicitante
extendiendo un acta de presencia, en la que se compruebe la posesión pacífica y
pública del vehículo. En dicha acta se consignará la descripción y características
registrables del vehículo, así como el resultado de la verificación de que no
tenga ninguna afectación de robo.
e. Transcurrido el término de veinticinco (25) días desde la fecha de la
última publicación, sin mediar oposición, el Notario elevará a acta notarial la
solicitud, declarando adquirida la propiedad del bien por prescripción
insertándose a la misma los avisos, el acta de presencia y demás instrumentos
que el solicitante o el Notario consideren necesarios, acompañándose al Registro
el certificado de no haber sido robado. El Notario archivará los actuados en el
Registro Notarial de Asuntos No Contenciosos.
f. Si existe oposición de algún tercero el Notario dará por finalizado el
trámite comunicando de este hecho al solicitante, al Colegio de Notarios y a la
oficina registral correspondiente. En este supuesto, el solicitante tiene expedito
su derecho para demandar la declaración de propiedad por prescripción
adquisitiva de dominio en sede judicial o recurrir a la vía arbitral, de ser el caso.
g. El instrumento público notarial que declara la propiedad por prescripción
adquisitiva de dominio es título suficiente para la inscripción de la propiedad en
el registro respectivo y la cancelación del asiento registral a favor del antiguo
propietario.
h. Los términos se contarán por días hábiles, conforme con lo dispuesto por
el artículo 141° del Código Procesal Civil.

IV. Rectificación de Áreas y Linderos

Lo rectificación del área podrá ser solicitado por el interesado ante el abogado
Notario competente, vale decir, de lo provincia donde se encuentra ubicado el inmueble
(Art.5° Ley 27333).
19

Mismo que procede cuando:

 Es necesario determinar el área, linderos y medidos perimétricos


del terreno.
 Existen discrepancias entre el área real del terreno, sus medidos
perimétricos y/o linderos con los que aparecen en el registro.
 El área real del predio sea igual o inferior o lo registrado en lo
Oficina Registral de los Registros Públicos, donde se halle
inscrito el inmueble.
 El área real del predio sea superior o lo registrado en lo Oficina
Registral de los Registros Públicos donde se halle inscrito el
inmueble.

1. Base Legal

Respecto de su regulación normativa lo encontramos en la Ley N° 27157,Ley de


Regularización de Edificaciones, del Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y
del Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común
y su reglamento interno, aprobado mediante DN N° 035- 2006-VIVIENDA; que
establece los procedimientos del saneamiento de la titulación y de unidades
inmobiliarias en las que coexisten bienes de propiedad exclusiva y de propiedad común,
tales como departamentos en edificios, quintas, casas en copropiedad, centros y galerías
comerciales o campos feriales, otras unidades inmobiliarias con bienes comunes y
construcciones de inmuebles de propiedad exclusiva, así como el procedimiento para la
tramitación de la declaratoria de fábrica y el régimen de unidades inmobiliarias que
comprenden bienes de propiedad exclusiva y de propiedad común. Así también,
posteriormente con la Ley 27333, se introdujo un nuevo tipo de regularización, referido
a los errores o inexactitudes en las dimensiones físicas de los predios, estos referidos al
área, linderos y medidas perimétricas. Mas, esta Ley no señala un procedimiento
específico, remitiéndose en tal caso indistintamente al Código Procesal Civil y al
Reglamento de la Ley citada al inicio del presente párrafo, Ley N° 27157 .

2. Modalidades

A decir de Caballero, C. (2018), el procedimiento de Rectificación de Áreas y


Linderos se podrá tramitar como un asunto no contencioso de competencia notarial:

a. Según los procedimientos a los que se refieren los artículos 504 y


siguientes del Código Procesal Civil, en lo que sea aplicable, siempre y cuando
el área real del predio sea igual o inferior a la registrada en la partida.

b. Cuando el área real es superior a la registrada procederá este trámite siempre y


cuando exista una certificación registral de que la mayor área no se superpone a otra
registrada. Este procedimiento se tramita de conformidad con lo establecido en el
Reglamento de la Ley Nº 27157 /DS N° 035- 2006-Vivienda.
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3. Requisitos

3.1. Se presentará una minuta, redactada por un abogado, ante el Despacho


del Notario, debiendo contener:

 Datos generales de identificación de los otorgantes (del directo


interesado así como de los colindantes).
 Lo descripción del bien inmueble del directo interesado, así
como los inmuebles de los directos colindantes, indicando el
área, perímetro, linderos.
3.2. Se adjuntarán:
 Planos georeferenciados (ubicación, perimétrico) y memoria
descriptivo (de cado uno de los inmuebles).
 Recibo de pago del Impuesto Predial (de cada uno de los
inmuebles).
 Copia de lo declaración de autoevalúo (de cado uno de los
inmuebles).
 Certificación municipal de estar inscrito en el padrón (de codo
uno de los inmuebles).
 Copio fotostática del documento de identidad de los otorgantes.

4. Oposición

Pueden oponerse los terceros, quienes deberán sustentar su posición con


documentos fehacientes, hasta antes de extenderse el Acta de Rectificación de Áreas,
Linderos o Perímetros ante el mismo notario que tramitó estos dichos procedimientos.

Ante la oposición el notorio suspende el trámite y remite al Juzgado Especializado


en lo Civil o Mixto todo lo actuado. El Juzgado, una vez evaluada la oposición,
determinará si procede o no. En el primer caso, determinará que el proceso se tramite
judicialmente, donde el solicitante y el oponente presentaron los medios probatorios
correspondientes. En el segundo caso, devolverá el expediente al Notorio que venía
tramitando el procedimiento para que continúe con el mismo.

V. Bibliografía

Arias Schreiber Pezet, M. (2011). Exégesis del Código Civil peruano de 1984.


Derechos Reales. (T. III.). Lima: Normas Legales.

Gonzales Barrón, G. (2011), Derecho Urbanístico, (6ª ed.). Lima: Jurista Editores.

Gonzales Barrón, G. (2015), Derecho Registral y Notarial. (Vol. VI). Lima: Legales
Editores.

Salazar Puente de la Vega, M. (2007) Protocolo Notarial. Lima: Grigley.

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