Artes 3º 31 Octubre 4 Noviembre

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PROFRA.

MYRNA MIRANDA HERNÁNDEZ


REALIZA EL RESUMEN DEL TEMA
INVESTIGA EL SIGNIFICADO DE VITRAL, Y
TODO ACERCA DE SU ELABORACIÓN
TEMA MURALISMO O PINTURA MURAL REALIZA EL RESUMEN
El arte mural es toda aquella pintura que se realiza sobre un muro virgen o pared. El muralismo también se puede
realizar sobre techos. La pintura de arte mural es una forma de arte muy antigua, que nació con las pinturas que
realizaron los hombres de la prehistoria en las paredes de las cuevas y que se hizo muy popular durante la época
románica y el renacimiento. Aún así esta modalidad artística no ha llegado a desaparecer nunca y en nuestros
tiempos podemos encontrar claros ejemplos de arte mural en cualquier rincón del mundo.
Características del arte mural
La pintura mural es casi siempre un elemento decorativo de la arquitectura. El mural debe contener una historia en
las pinturas. Por este motivo, también se utiliza como método didáctico.
Las principales características del arte mural son:
•Monumentalidad: la cual no solo está dada por el tamaño de la pared sino por cuestiones compositivas de la
imagen.
•Poliangularidad: hace referencia a los distintos puntos de vista y tamaños del plano, los cuales pueden estar en un
mismo campo plástico.
Las diferentes técnicas del arte mural
El muralismo no se basa solamente en la pintura al fresco. Existen otras muchas técnicas que hacen de este arte
todo un regalo para los ojos.
1.Pintura mural: tradicionalmente, la técnica original de la pintura mural renacentista fue el fresco y sus variantes.
La aplicación de pinturas al óleo y posteriormente las sintéticas, son técnicas características de los murales
actuales, combinados con otros materiales y bases diversas con que se trata previamente el muro.
2.Relieve escultórico: sobre la base del muro, la obra escultórica se trabaja directamente sobre él. Puede tratarse
de un sobrerelieve o de un bajorrelieve, dependiendo de su espesor. Pueden realizarse con materiales como el
cemento, la piedra reconstituida, los mármoles, las resinas sintéticas, la madera, etc.
3.Mural cerámico: los murales de mosaicos, en sus vertientes venecianos, bizantinos y/o romanos, son horneados
para fijar los colores y/o los esmaltes y luego adheridos al muro por medio de un mortero o mezcla adhesiva. Existe
también una nueva tendencia que consiste en modelar y pintar artesanalmente murales cerámicos en relieve.
4.Teselas: aplicadas tanto en pisos, como en muros, los mosaicos de distintos tamaños, se componen de materiales
que no son cerámicos. Pueden ser granitos, mármoles, arcillas y también vidrios.
MURALISMO MEXICANO

El muralismo mexicano es un movimiento pictórico iniciado en la década de 1920, como parte de las políticas de
modernización del Estado de México tras la revolución de 1910.
Se trata de un movimiento inspirado por un propósito: construir una identidad nacional para aglutinar a los
diferentes sectores de la sociedad mexicana, dadas las profundas desigualdades sociales de la época,
especialmente educativas y culturales.
El presidente Álvaro Obregón, elegido para el período de 1920 a 1924, nombró a José Vasconcelos como
secretario de educación pública. Este desarrolló el primer programa cultural del Estado mexicano después de la
revolución.

David Alfaro Siqueiros: Los elementos. Escuela Nacional Preparatoria. 1922.


Con el propósito de crear un sentimiento de unidad nacional y promover los valores del Estado moderno,
Vasconcelos impulsó, por un lado, la educación pública nacional, concentrando esfuerzos en la lengua castellana
como punto de unificación en un México pluricultural y multilingüístico. Por el otro, desarrolló un programa de
arte público para construir y reforzar la identidad y la memoria colectiva.
Según Claudia Mandel en su ensayo "Muralismo mexicano: arte público, identidad, memoria colectiva",
Vasconcelos se inspiró para ello en las ideas de los intelectuales rusos Anatoli Lunacharsky y Máximo Gorki,
promotores del arte público para la edificación social, así como en las campañas de alfabetización y creación de
bibliotecas públicas del gobierno norteamericano.
De este modo, Vasconcelos pretendía asegurarse también la integración de la población indígena,
tradicionalmente discriminada por los sectores dominantes.
En este sentido, Javier Ocampo López, en su ensayo "José Vasconcelos y la educación mexicana", sostiene que
este "nacionalismo cultural artístico" era toda una cruzada nacional en la que no solo hubo mucho dinero del
Estado, sino la resuelta acogida de la población. Así nació el muralismo mexicano. Pero, ¿qué caracterizaba a este
movimiento, no solo al nivel axiológico sino plástico y estético?
Características del muralismo mexicano
El muralismo mexicano seguía un programa para lograr los propósitos del Estado revolucionario: en primer lugar, la
valoración y recuperación de la historia, fuente de la identidad nacional, y, en segundo lugar, el reconocimiento de que
los descendientes de esa historia seguían presentes en la contemporaneidad. Esto le daría no solo temas y valores al
arte, sino una estética muy particular. Veamos.
Monumentalidad
Si el muralismo era un arte concebido por el Estado para una estrategia social, es claro que debía tener un alcance
público, lo que solo podía lograrse mediante el muro o la escultura monumental.
Así, el soporte esencial de muralismo mexicano fue, evidentemente, el muro, lo que le daría monumentalidad al
concepto artístico. Estos muros estaban dispuestos en edificios del Estado, en escuelas, universidades o iglesias.
Cuando decimos muro, no solo nos referimos a las paredes planas, sino también a techos abovedados, pechinas,
bóvedas de cañón y tableros. Así lo hace ver Elise Mijando de Jesús en su ensayo "Una aproximación a las técnicas de la
pintura mural siqueiriana".
Mijando de Jesús analiza los frescos de la Escuela Nacional Preparatoria (antiguo convento de San Ildefonso), un
proyecto mural iniciado en 1922 por iniciativa de Vasconcelos, en el que participaron Diego Rivera, José Clemente Orozco
y David Alfaro Siqueiros, junto a Jean Charlot, Ramón Alva de la Canal, Fernando Leal y Fermín Revueltas.
El muro, además, garantizaba que el arte cumpliera con su propósito público al no ser coleccionable, asestando un golpe
contra el concepto elitista del mercado del arte. Así, el soporte elegido era coherente con los valores de la revolución
triunfante.
Técnicas
En el muralismo mexicano se usaron dos técnicas predominantes: el fresco y la encáustica, tal como informa Mijando de
Jesús.
El fresco es una técnica pictórica que consiste en pintar sobre una capa húmeda de cal con pigmentos minerales
disueltos en agua. El proceso de secado de la cal hace que los pigmentos se aglutinen y se fijen, aumentando su
durabilidad. Esta técnica requiere de velocidad en la ejecución, pues compite contra el tiempo de secado, razón por la
que no admite repintes. Así, quienes utilizan esta técnica son auténticos maestros del arte.
En la técnica de la encáustica, el material aglutinante es cera caliente mezclada con pigmentos. Se puede aplicar con un
pincel o una espátula igualmente caliente. Luego de aplicarse, se pule con trapos de lino bien secos. Se ha utilizado
desde tiempos antiguos, especialmente sobre tabla, aunque también en la pintura mural
Diálogo con las vanguardias

En un primer momento, los muralistas aplican elementos de las vanguardias


occidentales, tales como el expresionismo (especialmente en Orozco), el futurismo
(en Siqueiros) y el cubismo sintético (en Rivera), pero no por ello puede considerarse
que las hayan imitado. Por el contrario, acabaron por apartarse de ellas.
Si las vanguardias se proponían alcanzar la total autonomía artística y disolver la
importancia del contenido (a excepción del surrealismo), el muralismo mexicano no.
En efecto, el muralismo volvía sobre el contenido, pero un contenido nuevo, con
nuevas mitologías, relatos y propósitos, gracias a lo cual superaba la mirada
eurocéntrica y se constituía como un movimiento realmente latinoamericano.
El proceso de conceptualización de estos contenidos generó formas plásticas únicas,
gracias a la observación de la estética prehispánica e indígena.
El arte del muralismo, de este modo, rechaza la absolutización de la autonomía del
arte y devuelve a este a su función social amplia, esencialmente educativa y
propagandística, al mejor estilo del arte sacro medieval.

Temas del muralismo mexicano


La vocación política y social con que nació el muralismo mexicano fue el marco de
referencia para la selección de temas, los cuales estuvieron al servicio de Estado.
Conozcamos los más importantes.

VALORES REPUBLICANOS UNIVERSALES Y PROPAGANDA POLÍTICA


En un principio, se representaban temas dentro del idealismo individualista del
promotor del muralismo, José Vasconcelos. Principios republicanos y libertarios serán
algunos de ellos.
Aquellos eran tiempos en los cuales las ideologías de izquierda estaban en plena
expansión y se erigían como una promesa. Así, también se representaron valores y
principios rectores del socialismo (la lucha de clases, la libertad, la opresión, la vida
de los campesinos, la clase obrera), sus líderes políticos, entre otros.
PROGRESO, CIENCIA, TECNOLOGÍA Y CONOCIMIENTO
La tendencia del movimiento muralista era suscribir la modernización y el progreso.
Por lo tanto, también hicieron apología del conocimiento, la ciencia y la tecnología,
incluidas en ello la industrialización y la máquina. Todo ello representaba el culto al
progreso como horizonte desde una lógica marxista.
PASADO PREHISPÁNICO

Diego Rivera: El mercado de Tlatelolco. Palacio Nacional.


1942.
Los muralistas se abocaron a representar la historia y mitología de las culturas
prehispánicas, y, de esa manera, le dieron una imagen y una voz a los herederos del
pasado indígena a través de las artes. En estas se incluían mitos, símbolos, costumbres,
relatos históricos, etc. Sin embargo, lo indígena no se representó desde la fundación del
movimiento, sino que fue un hallazgo progresivo.

HISTORIA DE MÉXICO
Diferentes pasajes de la historia mexicana pasarían a formar parte del repertorio temático.
La conquista y colonización, la guerra de independencia, la revolución mexicana, la
abolición de la esclavitud, las campañas de promoción de la alfabetización, etc. Algunas
representaciones mostrarían los triunfos de la nación, otras las contradicciones frente a las
cuales había que luchar.
Nueva iconografía

José Clemente Orozco: Maternidad, Escuela Nacional


Preparatoria. 1923.
Al desarrollar nuevos temas, necesariamente hubo que renovar el repertorio iconográfico
del arte. Así, surgió la iconografía obrera y campesina en una primera etapa.
En cuanto a la iconografía obrera y campesina, Madel señala como ejemplos los trabajos
de la Escuela Nacional Preparatoria de 1922, en los que se observan alegorías cristianas y
signos ocultistas, simbolismo y sintetismo, todos estos elementos que, de algún modo, son
reconocibles en la pintura de Gauguin. Por ejemplo, el mural Maternidad, de Orozco,
elaborado en 1923.
Posteriormente, en la medida en que el muralismo halló su conexión con la especificidad
mexicana, desarrollaron extensamente la iconografía indígena, lo que le dio al movimiento
identidad, sentido y riqueza.
En cuanto a la iconografía indígena, algunos de los primeros trabajos que salieron a la luz
fueron los de los muralistas Jean Charlot y Fermín Revueltas. Charlot representó La
matanza de Tenochtitlán. Igualmente, Revueltas destacó al pintar la Alegoría de la Virgen
de Guadalupe, la virgen indígena de América Latina.
Principales autores del muralismo mexicano
Es bastante conocido que David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco fueron los
artistas más renombrados del muralismo gracias a su relación con José Vasconcelos. Pero además de
estos, a quienes también vamos a referir en esta sección, otros nombres destacan. Veamos.
Jean Charlot

Jean Charlot: Masacre en el Templo Mayor o La Conquista de Tenochtitlán. Escuela


Nacional Preparatoria. 1922-1923.
Louis Henri Jean Charlot (1898-1979) fue un pintor nacido en Francia pero naturalizado mexicano. Al
descubrir el arte prehispánico quedó fascinado por sus características, de manera que trabajó bajo el
influjo de este hallazgo. Fue, además, asistente de Diego Rivera en sus primeros años. Es conocido por
haber pintado la Masacre en el Templo Mayor o La Conquista de Tenochtitlán (1922-1923).

Ramón Alva de la Canal

Ramón Alva de la Canal: El desembarco de los españoles y la cruz plantada en tierras


nuevas. Escuela Nacional Preparatoria. 1922-1923.
Ramón Alva de la Canal (1898-1985) fue pintor e ilustrador. Estudió en la Academia San Carlos, al igual
que varios de los muralistas. Formó parte del sindicato de pintores. Entre sus obras destaca El
desembarco de los españoles y la cruz plantada en tierras nuevas (1922-1923).

Fernando Leal

Fernando Leal: La fiesta del señor de Chalma. Escuela Nacional Preparatoria. 1923-
1924.
Fernando Leal (1896-1964) fue uno de los pintores contratados por José Vasconcelos para el gran
proyecto de la Escuela Nacional Preparatoria, donde pintó el fresco Los danzantes de Chalma o La
fiesta del señor de Chalma (1923-1924). Asimismo, pintó la Epopeya bolivariana en el vestíbulo del
anfiteatro Simón Bolívar entre 1939 y 1942.

Fermín Revueltas

Fermín Revueltas: Alegoría a la Virgen de Guadalupe. Escuela Nacional Preparatoria.


1922-1924.
Fermín Revueltas (1901-1935) fue pintor, vitralista, dibujante y muralista. Participó en el movimiento
mexicano conocido como estridentismo, que integraba futurismo, dadaísmo, ultraísmo y
constructivismo en un solo movimiento. Fue parte de la primera generación de muralistas que participó
en la decoración de la Escuela Nacional Preparatoria donde pintó su famosa Alegoría a la virgen de
Guadalupe (1922 y 1924).
David Alfaro Siqueiros

David Alfaro Siqueiros: Retrato de la burguesía.


Sindicato Mexicano de Electricistas. 1940.

Siqueiros, quien vivió entre 1896 y 1974, se distingue de Rivera


y Orozco en que sus temas proyectan más el futuro que el
pasado. En sus inicios practicó un arte clasicista y nacionalista.
Sin embargo, a partir de 1932, evolucionó hacia un arte mucho
más dinámico. Ejemplo de ello es el Retrato de la burguesía, de
la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas, ejecutado en
1940.
Este pintor buscaba un equilibrio estético universal con
motivos nacionalistas y modernos, lo que —según Madel—,
provenía de su contacto con los avances tecnológicos de la
sociedad norteamericana. En este sentido, Madel sostiene que,
para Siqueiros, el mural era concebido como “espacio escénico
polidimensional y espectáculo de masas empleando la técnica
del montaje cinematográfico, por medio de Eisenstein”.
No es de extrañar, por tanto, la presencia de elementos de la
vanguardia del futurismo en la obra del pintor: obras
geométricas, diagonales, líneas rectas y formas curvas.
Se podrá ver también la influencia del arte azteca en las masas
compactas, la síntesis visual y el sentido pétreo de sus figuras
del período más avanzado. Incluso, elementos olmecas en la
fisionomía de los personajes representados: frente grande,
pómulos pronunciados, ojos oblicuos, nariz y labios
prominentes, dice Madel. Ejemplo de todo ello serán los
murales Madre proletaria / Madre campesina y El entierro del
obrero (inconcluso).
Diego Rivera

Diego Rivera: La creación.


Escuela Nacional Preparatoria. 1922.
Diego Rivera (1886-1957), quien estudió en Europa y, antes que nada,
practicó el cubismo sintético, heredó de esta vanguardia el equilibrio, el
orden, la armonía y los principios de construcción plástica, lo cual es
visible en el mural La creación, de 1922.
Rivera aplicó elementos del arte bizantino e italiano. Cuando finalmente
se dejó ganar por la causa de la identidad mexicana, exploró y estudió
las fuentes del arte prehispánico, tales como los códices y las piezas de
arte prehispánicas.
Dice Madel que al hacer lo que hicieron los pintores renacentistas, que
estudiaron los mitos griegos e historias bíblicas al detalle para construir
un arte clásico, Rivera se convirtió en el inventor de lo clásico indígena.
Como resultado, Rivera promovió la representación del mundo indígena
desde una mirada idealizante. En ello se reconoce, también, la inclusión
de lo femenino, a lo cual Rivera da voz y presencia.

José Clemente Orozco

Orozco: Cortés y la
Malinche. Escuela Nacional Preparatoria. 1926.
José Clemente Orozco (1883-1949) fue el más influido de los muralistas
mexicanos por el expresionismo. Por un lado, trabajó profusamente los
valores socialistas junto con la educación, el progreso y la
industrialización. Por otro lado, el universo de personajes de Orozco se
concentró en lo masculino, en lo cual se distinguió de Rivera.
Orozco rechaza las composiciones idealizadas y mitologizantes del
pasado indígena, pues entiende que lo prehispánico y lo hispánico se
entrelazan en un proceso conflictivo marcado por la lucha entre el
progreso y los sectores reaccionarios.
De este modo, Orozco fue el primero en aludir al colonialismo español,
tal como lo pone en evidencia el fresco Cortés y la Malinche, de 1926,
en el que se evidencian las consecuencias de la dominación hispana y la
subyugación indígena.

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