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La Pirámide de La Enseñanza
La Pirámide de La Enseñanza
Enseñanza
Un Modelo para Apoyar la Competencia Social y Prevenir la
Conducta Desafiante en Niños Pequeños
Traducido por Asunción González del Yerro
Emma, una profesora de niños de dos y tres años, dedica tiempo a saludar a cada niño y a sus padres cuando llegan. Habla
brevemente con cada niño sobre el día de hoy o sobre los acontecimientos del hogar. Emma pretende crear una relación de
apoyo que optimice el desarrollo con cada uno de los niños de la clase (Nivel 1).
La clase está cuidadosamente diseñada para promover la implicación de
Las relaciones positivas los niños y la interacción social. Lo primero que hace Emma cuando los
niños tienen dificultades es examinar el entorno para asegurarse de que
una
son la clave de los problemas no se deben al diseño del aula o a la estructura de la
actividad (Nivel 2).
enseñanza eficaz y la Algunos niños de la clase necesitan instrucción para jugar con sus
compañeros, controlar su enojo y decepción y para solucionar los
guía para el desarrollo problemas sociales. Emma utiliza un currículo que incluye estrategias y
actividades para enseñar habilidades sociales específicas y confía en
social, emocional y que su ayuda hará que esos niños progresen (Nivel 3).
conductual. Aunque la mayoría de los niños de la clase van bien, a Emma le
preocupa su capacidad para responder a las necesidades de uno de los
niños que grita con frecuencia y pega a los otros niños. Con la ayuda del director, Emma se pone en contacto con la familia
del niño y empieza a trabajar con ella para desarrollar un programa de apoyo individualizado que debe ser implementado en
casa y en la escuela (Nivel 4).
Intervenciones
Individuales
Intensivas
Enseñar Estrategias
Socio- Emocionales
La Pirámide de la Enseñanza
Un modelo para apoyar la competencia social y
prevenir la conducta desafiante en niños pequeños
Es probable que unos pocos niños continúen manifestando conductas desafiantes, incluso
cuando los profesores establecen relaciones positivas, implementan prácticas preventivas
en el aula y utilizan estrategias para la enseñanza explícita de habilidades
socioemocionales. En la década anterior, la investigación demostró que el apoyo
conductual positivo (PBS) es un modelo de intervención enormemente eficaz para afrontar
las conductas desafiantes severas y persistentes.
Como modelo de intervención para tratar los problemas conductuales de los niños, PBS
se basa en la investigación y en los valores humanísticos. Ofrece un método para
identificar los acontecimientos ambientales, las circunstancias y las interacciones que
elicitan la conducta problema y el propósito de la conducta problema, y para utilizar
estrategias de apoyo para prevenir la conducta problema y para enseñar habilidades
nuevas (Fox, Dunlap, y Cushing 2002). El objetivo de PBS es ayudar a los niños a
desarrollar habilidades de comunicación y habilidades sociales para mejorar su relación
con los compañeros y con los adultos, y para mejorar la calidad de vida.
Cuando se implementan los tres niveles inferiores de la pirámide, sólo un cuatro por
ciento aproximadamente de los niños que participan en un programa o en una clase
necesitará un apoyo más intensivo (Sugai et al. 2000). La implicación esencial es que es
muy probable que la mayoría de las soluciones a las conductas desafiantes se encuentren
examinando la conducta adulta y el conjunto de la práctica de la clase, y no aislando a los
niños para aplicar una intervención especializada. Esto es una gran noticia para los
profesores que quieren proporcionar una experiencia educativa de gran calidad a todos
los niños.