Aunque celebramos la llegada a segunda instancia del debate sobre la regulación del uso del cannabis, y la portación de una dosis mínima, que de modo recreativo puede otorgar las libertades personales e individuales a los y las consumidores, hay varias preguntas que aún integran este núcleo polémico de medidas, que cuestiona sobre las posibilidades de afectaciones que puede suscitar esta nueva decisión en nuestro territorio. Una de las situaciones que más se proyecta en este panorama, es ¿Cómo estamos preparados como país para recibir esta nueva regulación o me dida? Y es que abarcar este cuestionamiento consta de conocer de algunas situaciones cotidianas que se reflejan a diario. Los espacios, que asumimos de carácter público, donde se prevé que esta predispuesto para las interacciones sociales, para el compartimiento del vinculo familiar, amistoso y amoroso, sufren la dificultad