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TEMA 1: EL SIGNIFICADO DEL DESARROLLO

EN LOS SERES HUMANOS.

INDICE

1. Introducción. La importancia del desarrollo.


2. Dos rasgos básicos del ser humano: su naturaleza social y representacional.
3. Las representaciones.
4. Concepciones sobre la adquisición del conocimiento.
4.1 Empirismo e innatismo.
4.2 El constructivismo.
5. Cómo se construye el conocimiento.
6. La adaptación.
7. Las necesidades.
8. Historia del estudio del desarrollo.
9. Los estadios del desarrollo.
10. Diferencias entre los estadios.
11. Resumen y conclusiones.
1. Introducción. La importancia del desarrollo.

El desarrollo es un fenómeno que está ligado a la vida pues todos los seres vivos pasan por
diferentes etapas desde el nacimiento hasta la muerte. Para entender el funcionamiento de la
mente humana hay que seguir el proceso de desarrollo y tratar de entender cómo se produce
pues ello nos ayudará a entender la naturaleza de los seres humanos.
Los seres humanos han ido aprendiendo a controlar las variaciones de la naturaleza. Una de las
características es tener una infancia muy prolongada, lo que nos proporciona una gran ventaja,
la de tener un período de desarrollo extrauterino mucho más largo. Nacemos con inmadurez, lo
que nos hace dependientes durante más tiempo, pero permitiéndonos ser más plásticos (aprender
más y tener una mente más flexible).

2. Dos rasgos básicos del ser humano: su naturaleza social y representacional.

Somos animales y como organismos biológicos estamos sometidos a las mismas necesidades
que el resto, sobre todo a la de adaptarse al medio para sobrevivir. Esto debe guiarnos para
entender la naturaleza humana, el funcionamiento de la mente y su desarrollo.
Sin embargo, hay elementos que nos diferencian de las otras especies. Los más destacados
serían que somos animales sociales (vivimos en grandes grupos sociales) y que construimos
representaciones muy elaboradas del medio ambiente, de la toda la realidad, incluido nosotros
mismos. Existe una estrecha relación entre estas características, pues vivir en grandes grupos
sociales con reconocimiento individualizado de los miembros requiere una notable inteligencia,
capacidades cognitivas desarrolladas, posible por tener un gran cerebro. La cooperación y la
competición entre ellos han hecho logros que hubiesen sido imposibles con pocos individuos.
Un cambio importante en la vida de los seres humanos fue cuando pasaron de ser nómadas a
sedentarios, pues crearon ciudades y empezaron a practicar la agricultura y la ganadería. Se
crearon sociedades complejas en la que había una división del trabajo y al cooperar entre ellos y
conocer a sus congéneres, los seres humanos emprendieron actividades colectivas (construcción
de monumentos).
La capacidad de cooperación de los humanos es muy superior a la de otras especies, debido a
que vivir en sociedad y cooperar eficazmente exige grandes capacidades cognitivas como
entender los estados mentales de otros, sus planes y compartirlos con ellos (autores dicen que es
exclusiva de los seres humanos).
Para satisfacer sus necesidades, han ido construyendo relaciones complejas, creando así
instituciones sociales, que las satisfacen de manera eficaz y son el núcleo de la vida social
humana.
Una de las características de las instituciones es que dentro de ellas se forman relaciones
tipificadas (mucha importancia social), que son relaciones que se establecen entre tipos de
funciones. Estas relaciones sociales coexisten con las relaciones psicológicas (relaciones entre
individuos como seres únicos).
La capacidad adaptativa de los seres humanos también depende de las representaciones que ha
conseguido construir de la realidad (necesario), lo que le permite sobrevivir en el ambiente.

Representaciones: compilación de nuestro conocimiento sobre el mundo, de las relaciones


aparentes y del funcionamiento de la realidad. Nos permiten entender la realidad y actuamos
siempre a partir de ellas.
3. Las representaciones.

Una de las características más específicas de los humanos es la de establecer representaciones


de la realidad, estas se perfeccionan continuamente y desbordan el conocimiento del mundo que
nos proporcionan los órganos sensoriales. Podemos decir que la realidad está en nuestra mente,
tanto sus características externas como su funcionamiento y las relaciones entre sus partes. Las
representaciones son muy precisas en los seres humanos, lo que le permiten aumentar el poder
de su acción sobre la realidad, comprendiéndola y transformándola; además son compartidas
con otros congéneres y por su intencionalidad colectiva se puede desarrollar la vida social y la
cooperación.
Las representaciones son entidades muy amplias que combinan diferentes elementos. Se
refieren tanto a un contenido determinado (son representaciones de algo e intencionales) como a
que se generan a partir de las necesidades del sujeto (las liga con la motivación y la energía para
la acción). Las representaciones sirven para explicar y entender el mundo, pero también para
actuar (nuestra acción siempre se realiza a partir de la representación).
Las representaciones constituyen una compilación de todo nuestro conocimiento acerca del
mundo. El proceso de conocer consiste en disponer en la mente de un modelo acerca de cómo
funciona la realidad. Cuanto más adecuado sea el modelo más fácil y eficaz resultará la acción
del sujeto. Los seres humanes son capaces de tomar consciencia de sus representaciones, de
reflexionar sobre ellas, lo que le permite perfeccionarlas y modificarlas. Es una manifestación
de lo que se denomina metacognición.

Metacognición: conocimiento que se posee sobre el propio conocimiento, que se considera


producto de la capacidad de la mente de volverse sobre sí misma y analizar sus propios
procesos de pensamiento y de conocimiento. En la psicología evolutiva y cognitiva se
identifican dos formas de metacognición: la del conocimiento declarativo y explícito sobre
el propio sistema cognitivo (conocimiento metacognitivo), y la de la dirección y regulación
activa de sus procesos (control metacognitivo).

Las representaciones constituyen una parte fundamental de la cultura, que se transmite de unas
generaciones a otras, y del lenguaje. En algunas sociedades los conocimientos adquiridos se
acumulan con más permanencia mediante ayudas exteriores (productos de la actividad cultural).
Los humanos han producido en las sociedades sistemas más permanentes de conservación de
conocimiento, como el lenguaje u otros sistemas simbólicos, que permite transmitir el
conocimiento a individuos sin necesidad de que tengan un contacto directo.

4. Concepciones sobre la adquisición del conocimiento.

A lo largo de la historia, siempre se ha estado la cuestión de cómo se adquiere el conocimiento,


actualmente es la cuestión central de la Psicología. Es algo complejo y con muchos matices por
ello, para explicar la formación del conocimiento utilizamos estas posiciones principales:
 Empirismo.
 Innatismo.
 Constructivismo.
4.1 Empirismo e innatismo.
La idea más simple es que el conocimiento se toma del exterior, de otros y nos lo transmiten,
nosotros nos apoderamos de él y nos lo incorporamos; también, podemos pensar que la mayoría
de la gente se limita a utilizar conocimientos que otros ya tienen y que no aportan algo nuevo.
La palabra aprender (apprenhendere) significa adquirir saberes, apoderarnos de algo que está
ahí a nuestra disposición o que otros nos dan. La acción opuesta es enseñar, dejar una marca en
el que aprende. La actividad educativa consistiría en transmitir los conocimientos al alumno, los
aprendería. La mayor parte de los alumnos serían consumidores de conocimientos y solo unos
pocos producirían nuevos.
El conocimiento está hecho y terminado por fuera del sujeto y pasa a su mente; puede venir de
otros o de la misma realidad, el sujeto copiaría. Es una concepción emparentada con el
empirismo (posición filosófica para explicar la formación del conocimiento), que se formula a
finales del siglo XVII y propuesta por Locke, Berkeley y Hume. Según esta doctrina, cuando
nacemos nuestra mente es como una pizarra blanca (tabula rasa) sobre la que se va escribiendo
el resultado de nuestras experiencias y de lo que nos transmiten otros.
La posición empirista ha sido muy influyente en la filosofía, pero también en las posiciones que
se mantienen para explicar la formación del conocimiento en la psicología. En el siglo XX
apareció el conductismo (forma extrema de traducción del empirismo en términos
psicológicos), sus limitaciones son evidentes, aunque continua presente bajo formas más
sofisticadas en muchas teorías psicológicas. Ha pervivido el empirismo porque es una teoría que
coincide con el sentido común.
Esta teoría es demasiado simple y deja sin explicar cuestiones principales: cómo se interiorizan
los conocimientos, cómo se generalizan los conocimientos (concretos) que resultan de la
experiencia, por qué en ocasiones la transmisión es ineficaz o no se produce, por qué distintos
individuos difieren en su comprensión de una misma realidad (memoria de testigos). Un
problema más de fondo consiste en explicar cómo se forman los conocimientos nuevos, que
nadie ha podido enseñar porque son desconocidos.
Los filósofos racionalistas (Descartes, Spinoza y Leibniz) señalaban que en el conocimiento
había una parte que la ponían los sujetos y que esta no podía venir de la experiencia. El
innatismo afirma que nuestra mente tiene conocimientos a priori o innatos, que sin ellos no
podríamos conocer. La filosofía crítica de Kant realizó una síntesis de ambas posiciones,
mostrando que la mente precisa de categorías para organizar la experiencia, pero esta es igual de
imprescindible, por lo que la noción de objeto o las categorías de espacio, tiempo, causalidad y
número son innatas.
Algunos sostienen que tenemos capacidades no aprendidas para diferenciar las personas de las
cosas, adquirir el lenguaje o un sentido innatos del número. Una forma de innatismo fue
defendida por la psicología de la Gestalt, que propuso que disponemos de formas innatas para
organizar nuestra percepción. Un nuevo innatismo ha surgido de la influencia de la obra de
Chomsky, que defiende la existencia de un dispositivo innato para la adquisición del lenguaje.
Actualmente, hay una fuerte corriente innatistas extendidas, sobre todo, entre los investigadores
de la primera infancia y los que estudian las capacidades humanas de los recién nacidos.
Autores como Melher han propuesto que el progreso del conocimiento es una forma de
desaprendizaje, porque se van eliminando capacidades y disposiciones de los pequeños, para
seleccionar solo algunas. Es decir, las capacidades humanas están todas en nuestra dotación
genética y de ellas solo se conservarían unas pocas, con lo que el desarrollo sería un
empobrecimiento.

4.2 El constructivismo.
El empirismo no explica bien determinadas cosas (ya mencionadas), además, los estudios sobre
historia y teoría de la ciencia demuestran que la ciencia es una construcción, no copia de la
realidad, y tiene mucha invención.
El innatismo tampoco explica mucho puesto que, al decir que nuestra conducta y nuestros
conocimientos es el resultado de capacidades innatas esquivamos explicar cómo surgen, por qué
aparecen en diferentes momentos y por qué son diferentes en distintos individuos. Para explicar
el conocimiento puede que haya que admitir que existen capacidades innatas, pero hay que
determinar cuáles son y explicar cómo se modifican y se desarrollan. La psicología de finales
del siglo XX se ha llenado de módulos para enfrentarse con diferentes dominios del
conocimiento que nos proponen una imagen una imagen de la mente humana menos flexible de
lo que es.
Para explicar cómo se forman los conocimientos tenemos que examinar las transformaciones
que tienen lugar en el interior del sujeto cuando éste forma un conocimiento o una conducta
nuevos. La experiencia es importante, pero es indispensable explicar cómo la interpreta el sujeto
y modifica sus conocimientos anteriores. Esto lo trató de hacer el suizo Jean Piaget que propuso
una explicación alternativa sobre cómo se construye el conocimiento. La posición de Jean
Piaget se apoya en la de Kant, admitiendo la necesidad de una actividad organizadora. Pero
Piaget, se preocupó por estudiar las génesis de las propias categorías kantianas, y no admitió
que fueran a priori.
Piaget propuso una explicación según la cual el conocimiento es el resultado de la interacción
continua entre el sujeto y la realidad que le rodea. Al actuar sobre la realidad va construyendo
propiedades de ésta, al mismo tiempo que construye su propia mente. Posición denominada
constructivismo.

Cuadro 1.3. La dirección del desarrollo: el principio ortogenético. ¿Cuál es la dirección


general que sigue el desarrollo? El psicólogo austriaco Heinz Werner propuso que siempre se
comienza en un estado indiferenciado que a lo largo del desarrollo se va diferenciando en
partes o funciones distintas, al mismo tiempo se vinculan entre ellas. Lo resumió diciendo:
hay una tendencia a partir de un estado de relativa lo variedad e indiferenciación hacia
Estados de diferenciación creciente e integración jerárquica. Esta es una tendencia que se da
tanto en el desarrollo los individuos como en el de las especies y tanto en el desarrollo
biológico como el psicológico.

5. Cómo se construye el conocimiento.

Cuando el niño nace dispone de algunas capacidades innatas qué le permite actuar sobre el
mundo, recibir información del exterior a través de los sentidos y transmitir información sobre
sus estados, que resulta importante para que los adultos que le rodean le faciliten su
supervivencia. Su capacidad de acción sobre la realidad se manifiesta sobre todo en las
actividades reflejas, pero esas capacidades están muy lejos de las que alcanzará cuando llegue a
la edad adulta. Jean Piaget sostuvo que el sujeto hereda también una forma de funcionamiento
que comparte con otros organismos vivos y qué consiste en la capacidad para adaptarse al
medio y para organizar sus conductas y conocimientos. Piaget admite que el sujeto tiene unas
capacidades innatas, pero lo que pone en duda es que éstas incluyan conocimientos innatos
acerca de cómo es la realidad. Nuestra constitución física establece una serie de limitaciones
sobre cómo concebimos la realidad y, las categorías de espacio, tiempo, objeto o número serían
elaboradas por los sujetos mediante su actividad.
A partir de sus capacidades reflejas el niño comienza a interaccionar con la realidad y así trata
de coger o chupar objetos con los que entra en contacto. Al aplicar esas acciones a los objetos
encuentra resistencias en estos y descubre ciertas propiedades. Cuando agarra un objeto, como
el chupete, descubre qué es blando y que cambia de forma al apretarlo para luego recuperarla,
mientras que otros objetos son duros y no cambian de forma, o cambian de forma, como un
trozo de papel. Por medio de su actividad va estableciendo las propiedades de los objetos y
construyendo características del mundo. Va formando esquemas qué le permiten actuar sobre la
realidad de forma mucho más compleja de lo que podría hacer con sus reflejos iniciales y su
conducta se va enriqueciendo constantemente. Así construye un mundo de objetos y de personas
en el que empieza a ser capaz de realizar anticipaciones acerca de lo qué va a suceder. Todo se
desarrolla en el medio social, donde el bebé esta arropado por los adultos cercanos.

Esquemas: sucesiones de acciones que tienen una organización y que son susceptibles de
aplicarse a situaciones nuevas. Ej.: abrir una puerta.

Lo que hay que tener muy presente en la concepción de piaget es que lo que el sujeto puede
conocer de la realidad en un cierto momento es fruto de un proceso de adaptación intelectual
que está directamente determinado por sus conocimientos anteriores y sus instrumentos
cognitivos. Al actuar sobre la realidad la incorpora, la asimila, y la modifica, pero al mismo
tiempo se modifica el mismo, se acomoda, pues aumenta su conocimiento y las anticipaciones
que puede hacer. Esto supone que el sujeto es siempre activo en la formación del conocimiento
y que no se limita a recoger o reflejar lo que está en el exterior. Aunque pensemos que le
estamos transmitiendo un conocimiento, el sujeto tiene que reconstruirlo. El conocimiento es
siempre una construcción que el sujeto realiza partiendo de los elementos de que dispone.
Aunque tratemos de enseñar a un niño de 5 años que cuando cambiamos la disposición en el
espacio de algunos objetos su número sigue siendo el mismo, sin embargo, si separamos los
objetos pensará que hay más y si los juntamos afirmara que hay menos. Sólo un poco más tarde
el niño establecerá la conservación del número y descubrirá que la cantidad de objetos qué hay
en un conjunto es independiente de la disposición que tenga. Pero esa es una noción que el
sujeto tendrá que construir por sí mismo a partir de las experiencias que continuamente realiza
modificando la disposición de los objetos.

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