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Metaverso, NFTs, wallets y todo lo que necesitas para no quedarte fuera del

futuro

Caso 1: Beeple – un artista gráfico - logró la fama que posiblemente jamás habría tenido en el
mundo real. El año pasado vendió en el mundo virtual una de sus obras por US$ 68 millones. Se
convirtió en un virtuoso y avaluó ipso facto sus diseños. SUS diseños porque si se los piratean o
copian, todos lo saben. “No es un Beeple”, dicen.

Caso 2: Hoy cientos de miles de personas juegan y socializan en Fortnite. Pero no el software
tradicional, sino, literalmente, en otro mundo. Compran trajes para sus avatars o venden
recompensas que ellos mismos han creado. Le ha ido tan bien a esta versión que, durante la
pandemia, el rapero Travis Scott usó la plataforma para un concierto con 27 millones de
participantes.

Caso 3: Las marcas más importantes de ropa del mundo están comprando espacios en malls
digitales y armando sus tiendas. El cliente no solo puede visitar en 3D sus tiendas – y tocar la
ropa, por ejemplo -, también tienen la garantía de que están comprando directo desde la fábrica
de Adidas o Dolce Gabbana.

Todos estos casos, es como que estuvieran en un universo paralelo, ¿no?

Así es. Se llama “metaverso” y crece a pasos agigantados. Si hubiera que definirlo diríamos que
es un mundo virtual, dividido en varios más específicos dependiendo del rubro que abarca:
gaming, colecciones de arte, malls de ropa, venta de “terrenos”, por nombrar algunos.

La renombrada consultora Gartner proyecta lo cerca que está el metaverso de nuestras vidas: En
2025, el mercado del gaming habrá crecido 25% por la mejora de las tecnologías del metaverso y
10% de los trabajadores usarán los espacios virtuales para reuniones de trabajo y ventas. Porque
la experiencia inmersiva de ver gestos, caras, tocarse no la dan las plataformas tradicionales tipo
Zoom. En 2027, 25% de las organizaciones de retail con modalidad e-commerce estará
instalándose con tiendas y conectándolas con el mundo real.

El metaverso es una de esas tecnologías que se instalan y se quedan. Como el comercio en línea.
O Internet. O las criptomonedas.
Y porque todavía está en construcción, estamos a tiempo de entenderlo e insertarnos en él. De no
quedar fuera de las conversaciones que vienen. Esto es lo que hay que saber para no quedarse
atrás.

¿Cómo funciona un metaverso? En corto…

Como en la vida real, este mundo virtual tiene su propia economía. Para participar en ella,
usamos las criptomonedas.

“¡Es que no entiendo nada de ese tema!”, dirán algunos. ¡No importa!

Para eso están los NFTs o Non-fungible Tolkens. Son certificados de propiedad o de autenticidad
que acreditan que algo es mío. Que lo compré o lo creé o lo puedo vender. Sí, se compran con
criptos, pero desde plataformas tan fáciles de usar como las que usamos a diario en Internet.
Puedo usar desde mi tarjeta de crédito hasta transferencia bancaria. En Chile, Moonpay funciona
perfecto.

Estos NFTs o activos sirven para varias cosas: Puedo comprar una entrada a un concierto virtual,
por ejemplo, o registrar un objeto o servicio como mío y que después puedo querer vender. Una
foto, una canción, lo que sea.

Los NFTs se guardan en una wallet o billetera digital personal e intransferible. Como una cuenta
de banco.

Si quisiera comprar un terreno en un metaverso inmobiliario, compraría NFTs para ingresar


como miembro activo y hacer mis transacciones.

Los NFTs son inversión

¿Por qué? Por 2 razones: Son limitados y por eso adquieren valor con el tiempo. Es decir, se
venden en tandas de cierta cantidad. Si compro uno de esos certificados de dominio, adquiero
algo que pronto será escaso y en un mercado de demanda ilimitada, habrá siempre gente que
quiera pagar mi precio cuando quiera venderlo. Por eso la obra de Beeple llegó a casi US$ 70
millones. Se fue corriendo la voz de su valor estético y cuando la remató, varios estuvieron
dispuestos a invertir.

Los NFTs se venden en marketplaces, al estilo Amazon. Open Sea, por ejemplo, es fácil de usar,
entrega toda la información relevante, muestra fotos e historial de ventas y hasta puedo hacer
ofertas.

Los metaversos están respaldados por algo que no se da en el mundo real: el Blockchain, una
tecnología que garantiza transparencia e inmutabilidad para cada NFT.
 Transparencia porque todo el mundo puede ver cada una de las transacciones y
movimientos que ha tenido un NFT o activo desde que se creó. “Compré algo en tal
fecha, de tal persona, lo vendí en tal año y ahora está en manos de tal”.
 Inmutabilidad porque no admite cambios. Una vez que se realiza una transacción, no se
vuelve atrás. ¿La creaste y vendiste? No puedes arrepentirte o alegar robo. Ningún ser
humano puede intervenir esta cadena. Y todos somos testigos.

Éstos son los basics. Más adelante profundizaré en otros aspectos de este espacio donde hoy
millones de personas en el mundo ya pasan parte de sus vidas.

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