Act 1.5 Lic. Susi

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE VERACRUZ

MATERIA
Psicología de la adultez y senectud

UNIDAD
I conceptos básicos sobre la adultez y senectud

TEMA
1.5 Cognición en el envejecimiento
1.5.1 Memoria y atención
1.5.2 Inteligencia y Sabiduría
1.5.3 Lenguaje y comunicación

ACTIVIDAD
Investigación, cuestionario, bibliografía y conclusión propia

ASESOR
Susana Mortera

APRENDIENTE
Marisol Haro De León

Minatitlán ver, a 03 de Noviembre del 2022


1.5 Cognición en el envejecimiento

Qué es el envejecimiento cognitivo?


Al igual que otros órganos, el cerebro humano cambia con el envejecimiento, tanto en
sus estructuras físicas como en su habilidad de llevar a cabo varias funciones. El cerebro
es responsable de la “cognición,” un término que incluye la memoria, la toma de
decisiones, la velocidad de procesamiento, la sabiduría y el aprendizaje. A medida que
la persona envejece, estas funciones pueden cambiar—un proceso que se llama
“envejecimiento cognitivo.”
El envejecimiento cognitivo no es una enfermedad. De hecho, esto es un proceso que
ocurre en cada individuo, que comienza con el nacimiento de la persona y continúa a
través de su vida. Existe una gran variabilidad en términos de cómo la cognición de una
persona cambia a medida que envejece. Algunas personas mayores pueden
experimentar muy pocos efectos del envejecimiento cognitivo, mientras que en otros,
los efectos pueden ser más pronunciados. Además, la función cognitiva de una persona
puede cambiar de un día para otro.
El envejecimiento pueda afectar las funciones cognitivas dedicadas a la realización de
tareas diarias, tales como pagar las cuentas, conducir un auto, seguir recetas de cocina, y
mantenerse al día con la toma de medicamentos. Este envejecimiento puede afectar la
habilidad de una persona mayor de vivir independientemente, participar de sus
actividades favoritas, y de mantener un sentido de identidad. Como resultado, algunas
personas mayores se muestran reacias a informarles a sus seres queridos o proveedores
de cuidado médico sobre cualquier cambio en sus funciones cognitivas.
Sin embargo, existen acciones que las personas y sus familiares pueden tomar para
ayudar a apoyar y promover su salud cognitiva y adaptarse a los cambios cognitivos
relacionados al envejecimiento. Es importante sobrepasar los estigmas e ideas
equivocadas que pueden prevenir a las personas mayores de buscar aquellos recursos
que pueden promover su salud cognitiva y su calidad de vida.
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
✓Enfermedad crónica neurodegenerativa
✓ Pérdida extensiva de neuronas
✓ Afecta aproximadamente el 10 por ciento de personas mayores en los Estados
Unidos
✓ Los cambios cuando la persona decae son serios y progresivos Los cambios son
variables y graduales
ENVEJECIMIENTO COGNITIVO
✓ Parte del envejecimiento
✓ El número de neuronas permanece relativamente estable, pero funcionamiento
neuronal puede decaer
✓ Ocurre a cada individuo, pero el alcance y la naturaleza de los cambios varían
ampliamente
Hechos sobre el envejecimiento cognitivo.
IDEA EQUIVOCADA
Mantener una salud cognitiva significa preservar su memoria.
La función cognitiva siempre decae con el envejecimiento.
No hay nada que puedas hacer para mejorar tu salud cognitiva.
Las neuronas cerebrales mueren a medida que envejeces, así que no se puede hacer
nada para prevenir la pérdida cognitiva.
HECHO
La salud cognitiva representa mucho más que tener una buena memoria. También
incluye la toma de decisiones, atención y la resolución de problemas.
El envejecimiento puede tener efectos positivos y negativos en la cognición de una
persona. La sabiduría y la experiencia pueden aumentar a medida que la persona
envejece. Las personas mayores experimentan menos emociones negativas, tales como
la ira y preocupaciones, y sienten una mejor satisfacción con su vida en general que las
personas jóvenes o de mediana edad.
Existen acciones que las personas y sus familiares pueden tomar para ayudar a asistir su
salud cognitiva y adaptarse a los cambios cognitivos relacionados al envejecimiento.
Vea la próxima página para más información.
La muerte de neuronas es mínima en ausencia de una enfermedad. Existen varias
acciones que puedes tomar para mejorar tu salud cognitiva.

RECURSOS RELACIONADOS A LAS PERSONAS MAYORES QUE CONDUCEN


El conducir de manera segura depende de muchos elementos de la cognición, tales
como la velocidad del procesamiento, la toma de decisiones, multitarea y la memoria.
Todas estas funciones pueden sufrir pérdidas con el envejecimiento. La decisión entre
limitar cuánto conducir o no conducir más es una difícil para las personas mayores y sus
familias porque puede afectar la autoestima y la habilidad de vivir independientemente.
Sin embargo, existen muchos recursos para ayudar a las personas mayores a conducir de
manera segura o entender cuándo es necesario limitar el conducir.
Las 3 acciones más importantes que puedes tomar para ayudar a proteger tu salud
cognitiva mientras envejeces
1. Sé físicamente activo. Mantenerse físicamente activo puede promover la salud
cognitiva en personas mayores y de mediana edad.
2. Reduce tus factores de riesgo cardiovasculares (incluyendo la hipertensión,
diabetes y fumar). El mantener la salud cardiovascular ayuda a la salud
cognitiva.
3. Maneja tus medicamentos. Varios medicamentos pueden tener un efecto
negativo en la función cognitiva cuando se utilizan por sí solos o en
combinación con otros medicamentos. Los efectos pueden ser temporeros o a
largo plazo. Es importante revisar todos tus medicamentos con un profesional de
la salud y aprender más sobre sus efectos en la salud cognitiva.
Otras acciones que puedan promover la salud cognitiva
• Sé socialmente e intelectualmente active, y busca continuamente oportunidades para
aprender.
• Duerme adecuadamente y busca tratamiento profesional para enfermedades del sueño
de ser necesario.
• Habla con tu proveedor de cuidado médico para aprender más sobre la prevención del
delirio (un pérdida de la función cognitiva asociado con algunos medicamentos y la
hospitalización).
RECURSOS RELACIONADOS AL ENVEJECIMIENTO COGNITIVO Y LA TOMA
DE DECISIONES FINANCIERAS
Las pérdidas de función cognitiva relacionadas al envejecimiento pueden tornar a las
personas mayores vulnerables al fraude financiero o al abuso en un momento en que
decisiones financieras importantes deben ser tomadas, tales como la planificación para
el retiro. Se estima que en el 2010, las personas mayores que fueron víctimas de abuso
financiero perdieron aproximadamente $2.9 mil millones, lo cual incluye la pérdida de
dinero y bienes a negocios legítimos, estafas, familiares y amigos e, indirectamente, a
través del fraude de seguros médicos. Según el Consejo Nacional sobre el
Envejecimiento, entre los diez fraudes financieros que más afectan a las personas
mayores se encuentran el tele mercadeo, las estafas por internet, y la venta de productos
contra el envejecimiento.
Afortunadamente, existen muchos recursos disponibles para crear conciencia y ayudar a
que las personas mayores, sus familias y asesores financieros escapen el abuso y tomen
decisiones financieras de forma acertada. Algunos de estos recursos son “Scam Jams” y
la Red de Vigilancia contra el Fraude del AARP, la Oficina para la Protección
Financiera de Personas Mayores de la Oficina para la Protección Financiera del
Consumidor, y la campaña contra el fraude financiero “Pásalo” de la Comisión Federal
de Comercio.
1.5.1 Memoria y atención
La memoria en la tercera edad es un proceso de gran importancia, que con el paso del
tiempo se va debilitando y cae en la pérdida de memoria que es una de las mayores
amenazas para el cerebro que envejece. Si bien puede suceder a cualquier edad es más
frecuente en la vejez; por esto es necesario tomar una serie de medidas que ayuden a
que el cerebro se vuelva más flexible y ágil, aumentando así la capacidad para
memorizar. “No todo déficit de memoria en la vejez es consecuencia de un problema de
deterioro cognitivo” (Donald, 1988). Las causas pueden ser muy diversas y es
importante saber diferenciar unos problemas de otros. Muchas alteraciones en la
memoria tienen que ver con:

Problemas sensoriales: principalmente las pérdidas en la audición y la vista. Ya


sabemos que para que la información sensorial se registre, es necesario pasar el umbral
sensorial y que esos estímulos sean detectados, para que los resultados cognitivos sean
los adecuados (Lindenberger y Baltes, 1994).

Problemas emocionales con la depresión: que ocasiona distorsiones en la recuperación


de información (mayor tendencia a rememorar episodios tristes) y dificultades en el
aprendizaje (falta de motivación, ejecución lenta, etc.).

Problemas de ansiedad: ya que estar excesivamente nervioso, con tensión o temor,


afecta negativamente a la capacidad de registrar nueva información o de recuperar lo ya
fijado.

Percepciones estereotipadas: tanto propias como de las demás personas de nuestro


entorno, para ver cualquier ejemplo de despiste o de dificultad de recordar como
sintomático de problemas o enfermedades que en realidad no existen (Thompson,
1992).

Además de ciertas limitaciones importantes que han sido encontradas en los procesos
de codificación y recuperación de la información en memoria de trabajo en personas
mayores de 60 años. En ese sentido es que ha sido propuesto que el proceso de
codificación es interferido por material no relevante. Sujetos de más de 60 años de edad
tienen mayores dificultades para suprimir la información irrelevante que compite con el
material crítico que la persona está intentando codificar. En la etapa de recuperación de
la información, las cogniciones no relevantes son reactivadas y los individuos de más
edad tendrían gran dificultad para recordar el material relevante en la memoria. Se
observo como una de estas limitaciones se encuentra particularmente presente en
adultos mayores de 60 años de edad comparados con sujetos jóvenes de entre 18 y 20
años de edad cuando información irrelevante compite con la información objetivo.
La memoria adopta formas diferentes: la implícita, inconsciente o automática y la
explícita, consciente de datos aprendidos. Los investigadores afirman que la memoria
implícita es menos vulnerable que la explícita al deterioro cognitivo asociado a la edad.
Cuando no se ejercita la memoria, existe un mayor riesgo de desarrollar el mal de
Alzheimer, una forma degenerativa de demencia, según varias investigaciones
presentadas en el Congreso Internacional sobre Alzheimer que acaba de clausurarse en
Estados Unidos. Los científicos han descubierto que el declive de la memoria no es
irreversible ni inevitable con el paso del tiempo, sino que está asociado a la falta de
actividad mental y al exceso de ocupaciones pasivas, como ver televisión. La clave para
no caer en el olvido está en no dejar nunca de aprender, en desafiar al intelecto con
tareas que requieran concentración, como leer, estudiar, hacer crucigramas, tocar un
instrumento, practicar juegos y hobbies o simplemente retener la ubicación y detalles de
sitios.
Desde el Centro de Día Sonraíz sabemos desde nuestras experiencias con los usuarios
que la memoria y la atención se pueden mejorar o al menos frenar su deterioro con
diversas actividades.
La estimulación cognitiva general y específica, sirve para mejorar la calidad de la
memoria realizando ejercicios de memorización, fichas de estimulación del
razonamiento, pasatiempos y otros muchos ejercicios. Para que dichos ejercicios tengan
una buena dinámica, nuestros usuarios están orientados por un profesional que
desarrolla de forma divertida y dinámica los talleres de estimulación cognitiva.
El uso de reglas de memorización en situaciones cotidianas son muy importantes para
las personas mayores, ya que, son formas de relacionar algo conocido con algo que tiene
que memorizar. Por ejemplo, para acordarme del número 985 se puede utilizar el que
sea el prefijo de Asturias.
La mejora el estado físico y psicológico. En nuestro centro de día fomentamos la
actividad física en todos nuestros usuarios en función de sus necesidades y coordinados
por un profesional de nuestro equipo, con la finalidad de mejorar la memoria y la
atención de estos.
El control de la ansiedad que genera el olvido. Los peores enemigos de la memoria son
la ansiedad y la depresión. Cuando se olvidan cosas, frecuentemente el reflejo más
normal es sentir ansiedad porque tienes la sensación de desconcierto. Por eso, el apoyo
de nuestros equipo en el día a día de nuestros usuarios y adaptarnos a sus necesidades es
un pilar fundamental en nuestro centro.
Cuestionario

1.¿Cómo funciona la memoria en la vejez?


Algunas personas mayores tienen una afección llamada deterioro cognitivo leve, lo que
significa que tienen más problemas de memoria u otros problemas de pensamiento que
otras personas de su edad.
2.¿ Cómo cambia la memoria en la vejez?
Los cambios en la memoria se van dando con la aparición de pequeños despistes, por
ejemplo, la dificultad para rescatar sucesos del pasado u olvidos inusuales.

3.¿ Por qué es importante estimular la memoria?

Este tipo de ejercicio nos ayuda a trabajar la orientación tiempo espacial de la persona, es


una de las capacidades más importantes, esta función nos permite ser
conscientes de nosotros mismos, orientación personal y del contexto (orientación tiempo y
espacio) en el que nos encontramos en un momento determinado.

4.¿Qué se debe hacer para mejorar la memoria?

Permanece activo mentalmente. …

Haz actividades sociales con regularidad.

Organízate.

Duerme bien.

Come una dieta saludable.

Incluye actividad física en tu rutina.

Controla las enfermedades crónicas.

5.¿Cómo cambia la memoria en la vejez?


Los cambios en la memoria se van dando con la aparición de pequeños despistes, por
ejemplo, la dificultad para rescatar sucesos del pasado u olvidos inusuales. El
envejecimiento del cerebro es responsable de estos problemas, pero también hay
enfermedades que causan pérdida de memoria, como el alzhéimer y la demencia.

1.5.2 Inteligencia y Sabiduría


El periodo de la vejez es un periodo de grandes cambios, lamentablemente el organismo
se deteriora, las afecciones y patologías se vuelven más frecuentes y severas,
disminuyendo con esto las facultades de las personas de sesenta y cinco años en
adelante.
En un estudio realizado por Schaie y Willis se estudió durante siete años a personas de
entre 25 a 81 años observando un incremento de la inteligencia desde los 30 hasta los 40
y manteniéndose hasta los 50 años, produciéndose luego un decremento entre los
cincuenta y tres y sesenta años en adelante.
Las investigaciones de Cattel y Horn en 1989 demostraron que la inteligencia esta
compuesta por dos habilidades la cristalizada y la fluida.
La inteligencia fluida, hace mención a la eficiencia mental esencialmente no verbal y
que es relativamente libre de la cultura. Esta comprende capacidades de adaptación y de
nuevo aprendizaje y se relaciona con las operaciones y procesos mentales. Además
depende más de las estructuras psicológicas (regiones corticales y subcorticales) que
sustentan el comportamiento intelectual de la inteligencia cristalizada.
Por otro lado la inteligencia fluida aumenta hasta cierto punto en la adolescencia,
cuando llega a un punto máximo; luego, comienza a disminuir por la degeneración
gradual de las estructuras fisiológicas. Del mismo modo es más sensible a los efectos
ocasionados por lesiones cerebrales que la inteligencia cristalizada. La velocidad de
procesamiento rápida y una gran memoria de trabajo se relacionan, al parecer con la
inteligencia fluida.
La inteligencia cristalizada, se refiere a habilidades y conocimientos adquiridos que
dependen, en términos de desarrollo, de la exposición de la cultura. Comprende
funciones cognitivas bien aprendidas y establecidas y se relaciona con productos y
realizaciones mentales. Asimismo influyen muchos factores educativos, forales e
informales que se presentan a lo largo del ciclo vital y en consecuencia, aumenta al
menos durante la adultez media.
La memoria inmediata es la que más se deteriora en el adulto mayor en cambio la
memoria a largo plazo suele mantenerse, ya que los adultos mayores suelen recordar
con facilidad acontecimientos vividos en la infancia o juventud emitiendo relatos a las
personas que comparten su entorno familiar o social.
Las limitaciones que se presentan en este aspecto son principalmente de base neuro-
biológicas ya que comienza a incrementarse el deterioro de las conexiones y redes
neuronales y un descenso en el número de células que componen la red nerviosa.
Por lo cual la ejercitación mental se vuelve imprescindible durante este periodo de la
vida al igual que el apoyo que puedan brindar los familiares amigos o personas
próximas al entorno social y familiar de cada adulto mayor.
La sabiduría es considerada una experiencia holística, integradora, que suele estar
asociada al concepto de vejez.

Desde el punto de vista cultural, la idea que se tiene del “viejo sabio” es desarrollada en
leyendas, alegorías, poemas, tradiciones y personajes de la cultura popular.

La sabiduría y la vejez: ¿Fenómenos “naturalmente” ligados? Es una creencia


socialmente extendida que la sabiduría se relaciona con el avance de la edad en
numerosas culturas, de manera que los adultos mayores serían los poseedores de mayor
sabiduría. Varios investigadores han observado que ésta parece ser una idea
ampliamente aceptada en el grupo de jóvenes y adultos pero no tanto en el grupo de
adultos mayores, quienes no identifican la sabiduría con el aumento de la edad (Baltes y
Staudinger, 2000; Clayton y Birren, 1980; Holliday y Chandler, 1980; Meacham, 1990).
Si bien las personas mayores cuentan con un mayor bagaje de experiencias por el
tiempo vivido, los estudios desde el BWP (Staudinger, 1999; Staudinger et al., 1997)
mostraron que no hay un incremento normativo relativo a la edad en el desempeño en
sabiduría. La misma parece comenzar a evidenciarse a partir de los 55 años
aproximadamente, no obstante, los propios ancianos revalorizan primeramente la
comprensión de la vida y la empatía, luego la experiencia, y finalmente la edad como
factores propiciadores de la sabiduría (Baltes et al., 1995). En realidad, aunque existe
una opinión general que la sabiduría aumenta con la edad (por ejemplo, Erikson, 1985;
Bassett, 2005ª; Labouvie-Vief, 1999; Fernández Ballesteros, 2000), los resultados de la
investigación hasta el momento mediante diseños transversales no han aportado
resultados convincentes, planteando discrepancias (Baltes y Staudinger 2000; Jenings,
Aldwin, Levenson, Spiro y Mroczek, 2006). Ahora bien, esta cuestión se vuelve más
compleja si consideramos la multidimensionalidad de la sabiduría: mientras que
determinados componentes o aspectos de la sabiduría parecen estar presentes en mayor
medida en los adultos mayores respecto de los jóvenes (por ejemplo, racionalidad,
responsabilidad emocional, tolerancia frente a situaciones inciertas, menor
perfeccionismo), otros de sus componentes se identificaron en menor medida en las
personas mayores (aceptación de la ambivalencia de la vida y de los propios fracasos,
en cambio se observó mayor culpabilización), (Fontecilla Pellón y Calvete Zumalde,
2003). Diversas razones han llevado a la vinculación “sabiduría y ancianidad”. Sin
detenernos a considerar la importante influencia de las culturas ancestrales y de los
sistemas del pensamiento filosófico antiguo en nuestra sociedad -lo cual excede al
propósito de este ensayo-, podemos pensar que estos dos términos suelen connotar
cualidades comunes relativas.
A: una vida contemplativa, prudente, condescendiente, pacífica, etc.; características que
han estado ligadas tradicionalmente al mismo proceso de envejecimiento -desde una
perspectiva del desarrollo evolutivo y anclada en teorías de desvinculación social-. No
obstante, esta idea no toma en cuenta -para decirlo en pocas palabras- por un lado, la
realidad dinámica de los cambios en el desarrollo de la vida humana a lo largo del todo
el ciclo vital-con sus crisis normativas y transiciones- y por otro, el hecho de las
diferencias interindividuales, evidenciadas en las distintas modalidades de envejecer
(envejecimiento diferencial). La observación cotidiana nos demuestra dicha variabilidad
interindividual e intergeneracional: por ejemplo, mientras que algunos adultos mayores
presentan pérdidas en ciertos dominios intelectuales, otros mantienen un nivel óptimo
de funcionamiento cognitivo, en particular y compensatoriamente a lo referente al
conocimiento cultural y experiencial; por otra parte, mientras que algunos jóvenes
demuestran un gran sentido común, templanza y sabiduría, algunos adultos mayores
reaccionan de manera necia ante las situaciones de crisis. Como sucede en el abordaje
de varios fenómenos y comportamientos psicológicos, las creencias culturales no
siempre están en relación con las explicaciones y evidencias científicas (Lombardo,
Monchietti, Krzemien y Sánchez, 2008). Resulta ser una interesante cuestión de
indagación para futuros estudios, explorar la representación social de la persona sabia
en diferentes grupos de edad. Si bien todavía es escaso el conocimiento acerca de la
potencialidad y la plasticidad de las funciones cognitivas en el envejecimiento normal,
se ha avanzado en el estudio de los cambios cognitivos en el desarrollo adulto, desde la
perspectiva de la multidimensionalidad y multidireccionalidad, superando el énfasis en
el criterio que vinculaba la edad cronológica y el rendimiento intelectual (de
Ribaupierre, 2005; Krzemien, 2009; Woodruff, 1983). Existe evidencia de que ciertas
habilidades ligadas a la inteligencia cristalizada y a los procesos cognitivos pragmáticos
tienden a conservarse, e incluso optimizarse, con el avance de la edad (Baltes et al.,
1999; Monchietti, Lombardo y Krzemien, 2005; Saiz, 1990; Wang y Kaufman, 1993,
etc.). Greve y Staudinger (Baltes et al., 2006) destacan la existencia de “capacidades de
reserva” en el organismo humano, que pueden compensar las pérdidas en el
funcionamiento cognitivo. En este sentido, los resultados de investigaciones empíricas
recientes refutan la idea de que los cambios en el pensamiento ocurran exclusivamente
en función de la edad cronológica y los factores neurobiológicos, incorporándose la
influencia de variables psicosociales y culturales (Baltes y Staudinger, 2000; Blanchard-
Fields y Hess, 1996; Krzemien, 2009; Labouvie-Vief y Diehl, 2000; Schaie, 2000).
Desde nuestro punto de vista, la revisión epistemológica en relación a las concepciones
del desarrollo humano y los avances metodológicos en la evaluación de los aspectos
cognitivos de los adultos mayores, han aportado conclusiones controvertidas que ponen
en revisión los conocimientos en el campo de la inteligencia y la naturaleza del
pensamiento en la vejez (Krzemien, 2009). En especial, nos referimos al
cuestionamiento del “modelo deficitario o decremental de la vejez” y del uso exclusivo
de técnicas de evaluación cuantitativas, paradigmas experimentales y pruebas
psicométricas con materiales descontextualizados y carentes de significatividad para el
anciano, los cuales a menudo han sido confeccionados para la niñez y adolescencia.
Dicha revisión ha proporcionado una nueva perspectiva del envejecimiento, que orienta
un buen número de investigación sistemática en Gerontología hacia los aspectos
positivos del mismo, como por ejemplo, la sabiduría (Fernández Ballesteros, 2000;
Villar, 2005). Desde esta mirada positiva del envejecimiento, los conceptos de
trascendencia y gerotrascendencia han sido vinculados al logro de sabiduría en la vejez
por algunos teóricos del desarrollo humano (e.g. Erikson, 1985; Wink and Helson 1997;
Tornstam, 2005). La teoría de la gerotrascendencia que postula Tornstam (1996, 2005) -
retomando la teoría psicosocial del ciclo vital de Erikson (1985) y en consonancia con
las ideas de Holliday y Chandler (1986) y Kramer y Woodruff (1986), entre otras-,
plantea que el proceso propio del envejecimiento tiende generalmente a un desarrollo
potencial hacia la madurez y la sabiduría, lo cual supone “un cambio en la
metaperspectiva de una visión materialista y racional a una más cósmica y trascendente,
acompañada, por lo general, de un incremento de satisfacción vital” (Wadensten, 2006,
p. 290). De acuerdo con esta teoría, la persona que se desarrolla hacia la
gerotrascendencia experimenta una redefinición del sí mismo y de las relaciones con los
demás y una nueva comprensión acerca de cuestiones existenciales fundamentales;
trasciende la perspectiva egocéntrica, revalorando el tiempo, el espacio, la vida y la
muerte, y acompañado por un progresivo sentimiento de afinidad con las generaciones
pasadas y una mayor disposición a la meditación. Según Tornstam (2005), este proceso
natural de envejecer positivamente posibilita alcanzar la sabiduría, proponiendo signos
de gerotrascendencia como cambios ontológicos en tres dimensiones: la cósmica, el sí
mismo y las relaciones sociales. Este autor se refiere a la “sabiduría cotidiana”
(everyday wisdom), caracterizada por el discernimiento y la renuencia a hacer
categorías simplistas y dualistas del bien y el mal, a la vez que se desarrolla una
preferencia por los juicios fundamentados y el asesoramiento (Tornstam, 1996).

Cuestionario

1.¿Qué pasa con la inteligencia en el adulto mayor?

Con la edad, en general, disminuye la inteligencia fluida, en contraposición a una cierta


estabilidad y hasta incremento de la inteligencia cristalizada.
2.¿Cómo se da el aprendizaje en la vejez?

El aprendizaje en la tercera edad tiene una relación muy fuerte con la motivación que la
persona mayor tenga para iniciar una tarea, desarrollar un proyecto o profundizar en un
tema.

3.¿Qué dice Piaget sobre la vejez?

Durante la vejez, la fluida declinaría y la cristalizada tendería a mantenerse e incluso a


aumentar. Es posible que Schaie (1986-1996) tome también esta misma idea de Piaget
ya que sustenta su postulación de logros que declinan en la vejez pero de otros que se
mantienen o aun perfeccionan a lo largo del ciclo vital.

4.¿Qué aprenden los adultos mayores?

Aunque el envejecimiento es un proceso irreversible contra el que no podemos luchar,


los mayores nos enseñan cómo superar las adversidades de la vida y aprovechar esta
etapa para seguir aprendiendo, viajar, apreciar las cosas importantes y disfrutar de
nuestra familia y amigos.

5.¿Qué es el desarrollo cognitivo en la vejez?

El funcionamiento cognitivo evoluciona a lo largo del ciclo vital, implicando en la vejez


declives en la memoria, la capacidad de procesamiento y en algunos aspectos del
lenguaje, en especial en la denominación, además de un aumento del riesgo de deterioro
cognitivo.

1.5.3 Lenguaje y comunicación

Podemos decir que en la vejez hay un desarrollo de la comunicación y del lenguaje,


porque se amplía el conocimiento general del mundo, y se dispone de más contenidos y
experiencias para comunicar pero al mismo tiempo, en el envejecimiento normal,
aparecen dificultades de acceso al léxico, dificultades de procesamiento sintáctico y de
organización del discurso

3. Comunicación en la vejez: • El envejecimiento cognitivo se ha caracterizado como un


proceso normal que tiene lugar a lo largo de los años y que produce una pérdida de
eficacia en el procesamiento de las operaciones mentales, mientras que se mantienen los
contenidos o conocimientos. • Estas dificultades parecen tener su origen en una pérdida
de eficacia en el procesamiento: se hace difícil o incluso imposible encontrar un nombre
en el momento en que se necesita, aparecen dificultades en la comprensión de frases
complejas, o se pierde con mayor facilidad el hilo de una conversación.

4. El envejecimiento normal produce una serie de cambios que se presentan asociados a


una declinación general de la plasticidad neuronal y como consecuencia de ello surgen
un conjunto de déficits conductuales, cognitivos y emocionales. Igualmente se altera la
capacidad inhibitoria, y como resultado, las personas mayores presentan una dificultad
para atender a la información principal e inhibir la información irrelevante que produce
interferencias.

5. Comunicación en la vejez: • En este sentido la comunicación sólo es eficaz si los


participantes implicados se prestan atención el uno al otro y su atención se focaliza y
cambia sobre los mismos contenidos. Para ello los interlocutores, deben seleccionar
aquellas expresiones y contenidos que sean pertinentes.

6. Comunicación en la vejez: • En los ansiados utilizan mucho su lenguaje hablan


demasiado, y si no tiene con quien hablan solos. • Gracias al leguaje pueden guardar y
compartir sus experiencias, hacer proyectivos amar y a participar en ámbitos sociales.

7. Comunicación en la vejez La actividad lingüística y comunicativa Determinada por 2


El procesos alejamiento El del sistema carácter productivo. Biológico Socio cultural

8. Complicaciones en la comunicación de la vejez: • En este sentido la comunicación


sólo es eficaz si los participantes implicados se prestan atención el uno al otro y su
atención se focaliza y cambia sobre los mismos contenidos. Para ello los interlocutores,
deben seleccionar aquellas expresiones y contenidos que sean pertinentes.
Complicaciones • relacionadas con problemas cognitivos, especialmente en • la atención
y la memoria operativa.

9. Complicaciones de la comunicación en la vejez: • En las demencias se produce un


deterioro en las • capacidades comunicativas y lingüísticas causadas por el deterioro
cognitivo y de la • personalidad. • En las afasias se producen alteraciones específicas del
lenguaje que • tienen repercusiones en sus capacidades comunicativas. (sintaxis,
discurso narrativo, léxico)

10. Trastornos cognitivos: • Los más frecuentes son fallos en la memoria, por
dificultades serias en la atención. La pérdida de la memoria esta con el paso de los anos
en todas las estructuras: aprendizaje, conservación y evocación. • La memoria a corto
plazo, primaria o inmediata es la crea más problemas en la vida cotidiana en los
ansíanos 1. Discriminación social 2. Estereotipos , 3. Falta de entendimiento en los
cambios fisiológicos que ocurren , 4. perdida sensorial la visión y visión

11. Cambios en el envejecimiento: • pueden afectar el concepto del yo • estima propio •


habilidad de comunicación • deterioro de visión y audición • enfermedades
cardiovasculares • enfermedades respiratorias • deterioro de huesos

12. Cambios psicosociales y ambientales: • La comunicación se ve a afectada por el


ambiente según la persona envejece sufre de múltiples perdidas actividades y funciones
que fueron importantes para ellos • Cambio como la jubilación puede ser un impacto
doble creando un cambio significativo en la vida de la persona • La persona puede
expresar que su capacidad de dominio de ciertas áreas de su vida no es el mismo,
sentimientos de importancia ante diferentes situaciones y perdida de autoestima

13. Frases que suelen mencionar: • Soy inútil, no sirvo para nada • Ya no puedo hacer
cosas que antes hacia • Deseo estar muerto.

Cuestionario

¿Qué pasa con el lenguaje en la vejez?

El deterioro del lenguaje en el proceso de envejecimiento se manifiesta especialmente


en los aspectos del lenguaje en los cuales la capacidad de memoria operativa es más
necesaria: acceso al léxico, comprensión y producción de oraciones complejas y
comprensión y producción del discurso.

¿Cómo es la comunicación con los adultos?


Una buena comunicación se basa en conectar con la persona que te escucha. Articula
bien tus palabras, es decir, vocaliza.
¿Cómo estimular el lenguaje en adultos mayores?
Leer palabras, un libro, el periódico, una revista. En cuanto a escritura, podemos
indicarle que escriba su nombre, el de sus familiares, lo que va a comer, el día en el que
estamos, practicar la firma.
¿Cuál es la importancia de la comunicación?
Facilita la coordinación y fluidez en las relaciones humanas. Aumenta la productividad
y eficiencia en las tareas.
¿Qué importancia tiene la comunicación para el adulto mayor?
Aprender (y utilizar) técnicas de comunicación eficaces puede ayudarte a establecer
relaciones más satisfactorias con los pacientes mayores y volverte aún más hábil en el
manejo de su atención.

Análisis del tema


Es un hecho que las personas mayores se quejan, frecuentemente, de problemas de
memoria: no recuerdan el nombre de alguien conocido; dónde han puesto las llaves; no
encuentran la palabra adecuada, cuando la necesitan; no recuerdan, con precisión, el día
en que están; si salen de compras, olvidan algunas cosas que iban a comprar, o bien, si
alguien deja un recado, olvidan comunicarlo a la persona indicada, etc. Estos olvidos
aumentan con la edad, pero existe una gran diferencia con los olvidos, asociados con la
enfermedad de Alzheimer: Los olvidos normales, relacionados con la edad, no impiden
el desarrollo de las actividades diarias, en forma plena. La disminución de la memoria,
en la vejez, es un hecho conocido desde antiguo. Se sabe que la pérdida de la memoria
sigue la conocida ley de Ribot, según la cual la persona mayor pierde antes las
experiencias más modernas, tendiendo a conservar las antiguas. Hoy sabemos que esto
no es, necesariamente, el resultado del envejecimiento físico, y que los factores
emocionales juegan un papel importante. Si nos preguntamos ¿dónde tiene lugar el fallo
de la memoria en este proceso de declive, que sucede con la edad? A grandes rasgos,
contesta Marqués (1993), podemos decir que, en el proceso de memorización, existe
una fase de percepción y atención inmediata (como citar nombres que acaban de serle
comunicados a uno) y, a continuación, sigue el almacenaje de esta huella para su posible
uso posterior ((recordar nombres que le fueron comunicados o que leyó hace algún
tiempo). La primera fase ha sido denominada “memoria primaria” y la segunda
“memoria secundaria. Se ha comprobado que la memoria primaria no se ve afectada por
el proceso de envejecimiento, y, en cambio, sí la memoria secundaria, que presenta un
declive evidente con los años. También, hay que tener en cuenta, añade Marqués, que
existe una gran variabilidad individual, dependiente de los siguientes factores: salud,
preparación previa, el entrenamiento, el interés y motivación por la cuestión a recordar,
que pueden contribuir muchísimo a la buena conservación de la memoria en la edad
avanzada. El Instituto de Neurología Cognitiva: Fundación INECO (Buenos Aires)
manifiesta, en relación al tema, que la pérdida de memoria ha sido largamente
reconocida como un acompañante de la vejez. La incapacidad para recordar el nombre
de alguien, conocido recientemente, o el contenido de una corta lista del supermercado,
etc., son experiencias familiares para todas las personas, y esta situación parece ser más
común, a medida que envejecemos. En los últimos años, añade, ha habido un
incremento substancial en el número de investigaciones clínicas, enfocadas en pacientes
con estas quejas. La identificación de este problema y su desarrollo es mucho mejor
ahora que en el pasado. El síndrome de problema subjetivo de memoria, comúnmente,
se lo denomina “Deterioro Cognitivo Mínimo”. El paciente se queja de tener
dificultades para recordar nombres de personas que conocieron recientemente,
problemas para seguir una conversación, y un incremento en la tendencia a no poder
encontrar objetos o problemas similares. En muchos casos, la persona va a compensar
tales dificultades, utilizando notas, agendas o calendarios. Lo más importante es que el
diagnóstico se apoya en el hecho de que estas personas tienen un deterioro en sus
habilidades cognitivas, particularmente en la memoria, pero son capaces de mantener
sus actividades diarias y permanecer independientes.

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