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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA


“ANTONIO JOSÉ DE SUCRE”
EXTENSIÓN BARCELONA-PUERTO LA CRUZ
ESCUELA: DISEÑO GRAFICO
ASIGNATURA: TIPOGRAFIA

LA DIAGRAMACIÓN Y LA CORRECCIÓN DE PRUEBAS

Realizado por:
Castro De Almeida Stella Maris
CI: 23.733.778
Profesor: María Ramírez

Puerto la Cruz, 25 de Enero del 2023


INTRODUCCÍÓN
Historia de la diagramación
Puede afirmarse que la diagramación nació junto con los diferentes métodos de
reproducción gráfica utilizados por el ser humano, desde la época en que los
chinos, hace aproximadamente 1000 años, obtenían grabados e imprimían con
xilografía.

La xilografía (del griego xylón, madera; y grafé, inscripción), originaria de


China (siglo V D.C.) fue la precursora de la imprenta y consistía básicamente en
grabar sobre madera, con herramientas punzocortantes, dibujos previamente
elaborados, se aplicaba una capa de pintura sobre la superficie, con la cual a su
vez se imprimía el papel a base de presión. Después de la imprenta, la xilografía
se usó para las ilustraciones. Al terminar el siglo XV perdió fuerza frente a la
calcografía, que es mucho más precisa, sin embargo, su uso perduró en las
imprentas de pueblo. Hoy día su uso como técnica industrial es nula; a pesar de
ello se sigue utilizando artesanalmente, mayormente con fines artísticos.

Posteriormente, en Europa, escribas y copistas elaboraban libros en serie


(básicamente la Biblia) de manera manual, sentados alrededor de un lector que
dictaba los textos. Luego se decoraban con dibujos a color.
Diseño Gráfico y Diagramación
Diseño y Diagramación, también conocida como maquetación, son técnicas
que se complementan, y son usadas para el desarrollo de piezas gráficas, revistas,
periódicos, brochures, formatos empresariales, piezas publicitarias, folletos, etc.

Se usan, tanto para el material impreso, como el digital, logrando una


composición, que logre los objetivos deseados.

En diseño, se debe cumplir con la función de comunicar y trasmitir el mensaje


o información deseada, esta debe ser llamativa, efectiva, estética e impulse
comercialmente la publicación.

La diagramación, cumple con la función de organizar estratégicamente en un


espacio, los textos e imágenes, por categoría, relevancia, jerarquía, dándole un
equilibrio visual al mismo, es importante que la pieza sea agradable e invite a leer
o ser vista.
Diferencia entre diseño y diagramación

La diferencia entre uno y otro es el papel que cumple cada uno en la edición
periódica de la publicación. Mientras que el diseñador establece las pautas de la
diagramación: formato, tamaño, estilo, formateo de párrafos, sangrías; propone el
color corporativo para textos, tratamiento de la imagen (sangrados, recuadros o
aplicaciones especiales), criterios compositivos. En fin, todos los detalles que
componen una publicación, el diagramador los aplica en cada una de sus ediciones
posteriores. Entonces, el diagramador resuelve la organización de las páginas, de
acuerdo con ciertas normas ya establecidas.

En ocasiones, es posible que el mismo diseñador también pueda encargarse de


la diagramación, pero las responsabilidades son distintas. Un buen diagramador es
el que respeta esas normas, precisamente su creatividad radica en la capacidad de
ofrecer múltiples posibilidades de presentación bajo una norma establecida.

Estudio y análisis de la diagramación


Diagramar es distribuir, organizar los elementos del mensaje bimedia (texto e
imagen) en el espacio bidimensional (el papel) mediante criterios de
jerarquización (importancia) buscando funcionalidad del mensaje (fácil lectura)
bajo una apariencia estética agradable (aplicación adecuada de tipografías y
colores).

Los conceptos diseño y diagramación involucran el problema de la


composición. En realidad, la diferencia entre uno y otro es el papel que cumple
cada uno en la edición periódica de la publicación. Mientras que el diseñador
establece las pautas de la diagramación: formato, cajas de diagramación,
tipografías, tamaño, estilo, formateo de párrafos, sangrías; propone color
corporativo para textos, tratamiento de la imagen (sangrados, recuadros o
aplicaciones especiales), criterios compositivos, en fin, todos los detalles que
componen una publicación; el diagramador los aplica en cada una de las ediciones
posteriores. Como vemos el diagramador resuelve la organización de las páginas
de acuerdo con las normas ya establecidas por el diseñador en el manual de
diseño. Es posible que el mismo diseñador también pueda encargarse de la
diagramación, pero las responsabilidades son distintas. Un buen diagramador es el
que respeta esas normas, precisamente su creatividad radica en la capacidad para
ofrecer múltiples posibilidades de presentación bajo una norma establecida.

Cuando se habla de los fundamentos de la diagramación se refiere en esencia a


los fundamentos del diseño gráfico: La tipografía, el color y la composición.
Cuando queremos organizar una página necesitamos saber: ¿qué es lo que vamos
a organizar? ¿cómo lo vamos a organizar? lo que vamos a organizar son los textos
y las imágenes (T+I) los cuales son los componentes básicos de los mensajes
impresos, la forma cómo lo vamos a hacer es manejando los criterios de
tipografía, color y composición.

La tipografía, el color, y la composición constituyen las bases de la


diagramación. Un entendimiento claro del significado de cada uno de estos
conceptos permitirá al diagramador trabajar con seguridad un proyecto gráfico de
cualquier envergadura. Desde siempre el hombre ha buscado comunicarse con los
demás por diversos medios, fijando los mensajes en soportes como madera, pieles,
piedra, metal, papel, soportes electrónicos (discos compactos). En ese proceso de
búsqueda el uso de una serie de instrumentos como el punzón, buril, cincel, pluma
y, en estos tiempos el ordenador, han permitido generar diversas maneras de
expresar tanto las imágenes como los signos que luego han derivado en la
escritura con la representación pictográfica, los ideogramas-logogramas-
fonogramas, los jeroglíficos, los alfabetos.

La necesidad de representar las vivencias mediante un mensaje visual obligaba


a buscar formas con escenas, figuras, objetos reconocibles que a la vez resultarían
en formas codificables por un determinado grupo humano lo cual permitió el
intercambio de ideas, la comunicación. Éste largo proceso de construcción de
signos no ha terminado y la búsqueda se orienta a lo mismo: facilitar la
comunicación. Cuando Gutenberg invento los tipos móviles también creó una
manera de componer las páginas. Las limitaciones de la tecnología creada sólo
permitían crear columnas con textos construidos línea tras línea, la ilustración era
un añadido a la composición, intercalada entre páginas para no interferir con la
secuencia de la línea horizontal de los textos. Era muy difícil romper con esta
ortogonalidad que el sistema creado obligaba, de tal manera que cuando se quería
lograr lo contrario lo que se hacía era trabajar la página entera como si fuera un
grabado que incluía textos e imágenes.

Esto evidentemente encarecía los costos por lo tanto no era de uso corriente,
incluso en los últimos años antes de la irrupción de la informática todavía se
hacían los denominados artes finales que consistían en láminas con los textos y las
imágenes recortadas y pegadas que luego eran procesadas fotográficamente, o se
recortaban las películas para hacer un fotomontaje que servía luego para procesar
planchas de metal que se utilizaban (todavía se utilizan) en los procesos de
impresión offset.

Todo esto cambió con la invención de los ordenadores y más aún cuando éstos
se personalizaron (Pc); se crearon programas que permitían resolver, incluso en
minutos, problemas que anteriormente tomaban horas y algunas veces días,
rompiendo con la rigidez de la linealidad de los textos, la proporción de las letras,
el contorneo de los textos, es decir, se manejó con facilidad las variables de la que
hablaba Jackes Bertin: forma, orientación, valor, tamaño, tramado, color.

Abraham Moles añade el movimiento como una nueva variable aplicada en el


cine y la televisión. La tridimensión adquiere una presencia mayor con el
desarrollo de la informática al punto que se desarrollan programas especializados
para representarla. De esto no escapa la presentación de los tipos bajo esta
atmósfera espacial casi buscando ser el eslabón de la metamorfosis hacia su
conversión en imagen.

Cuando se proyecta una impreso o digital es necesario seleccionar los tipos que
se van a usar. Esta selección es sólo para esta publicación por lo que se tiene que
hacer con mucho cuidado, de acuerdo al tipo de publicación, el segmento al que
va dirigido, sus características culturales, etc.

Esto quiere decir que el diseñador debe proponer una tipografía que responda a
los requerimientos específicos de la publicación que está proyectando.
Elementos en el proceso de la diagramación

 títulos o titulares.

Desde el titular de la primera página, hasta los titulares menores de artículos. Son
subdivididos en:

Subtítulos o subtitulares: colocados abajo del titular principal, complementan la


información.

Antetítulos o antetitulares: colocados arriba del titular principal, incitan a leer el


texto.

Intertítulos, intertitulares o quiebras: colocados en el medio del texto, para


facilitar la comprensión.

Destacados u ojos: colocados en el medio de la masa de texto, entre columnas,


son muy utilizados en entrevistas.

Fotos - fotografías: siempre vienen acompañadas por pie de fotos descriptivos y


el crédito del fotógrafo.

 Arte

son imágenes producidas para complementar visualmente la información del


texto. Pueden ser:

Infografías: que incluyen mapas, gráficos estadísticos y esquemas visuales.

Caricaturas: dibujos generalmente satíricos con personajes del noticiero.


Viñetas: mini-titulares que marcan un tema recurrente o destacado; generalmente
vienen arriba del titular del artículo o en el alto de la página.

Boxes o caja: es un espacio gráficamente delimitado que incluye un texto


explicativo o sobre el asunto relacionado al artículo principal.

Hilos: existen para separar elementos.

Encabezado y Pie: marcan la cumbre y la base de la página, respectivamente,


incluyendo marcas como nombre del periódico, editorial, fecha, número de la
edición y número de la página.

Espacios para publicidad: único elemento de contenido no editorial de la


diagramación, producido por el equipo comercial.

Los aspectos que determinan la composición de estos elementos en la página son,


entre otros:

Número de columnas: Actualmente, el patrón en diarios estándar es la división


en 6 columnas, pero predomina el uso de 8 columnas.

Color: uso de colores y matices en periodismo, le da sentido y modifica el


mensaje.

Espaciamiento - interlínea: entre columnas y entre cada elemento gráfico.

Tipografía: variedad y tipos de fuentes tipográficas utilizadas.

 Texto

También llamado “cuerpo de texto” es el contenido principal del medio impreso.


Objetivos del proyecto, investigación y proceso del diseño.

Objetivo: reconocimiento y análisis de los elementos que intervienen en la


diagramación de una pieza gráfica.

Después de comprender algunos elementos de la diagramación, elegimos un texto


para poner en práctica lo aprendido y reconocer esos elementos.
Texto elegido:

El texto escogido es de un diario de la universidad llamado “.edu”.

Del diario empezamos a reconocer las partes más importantes que se encuentran
en la parte superior de la página: Titular, bajada, antetítulo y encabezado.

Después de señalar algunos elementos, estructuramos la página, esta presenta 3


columnas de texto, un cuadro y dos fotografías cada una con pie de foto.

Resultado final.
Conclusiones:

Podemos concluir en este trabajo que es sumamente importante aprender a


reconocer los elementos de la diagramación y su estructura, ya que gracias a estos
aspectos podemos realizar un mejor acabado visual para poder entender un texto o
una infografía. La composición de una revista o cualquier otro medio impreso o
digital tiene un papel importante para captar al lector y poder comprender
adecuadamente.

La Composición en la Diagramación

En composición hablamos del diseño de la estructura de la página que obedece


a una serie de reglas, necesarias para que el producto gráfico tenga estérica y
función, que sea legible, claro y estandarizado.

Algunos de los elementos a tomar en cuenta para una diagramación son:

• Formato: tamaño final de la publicación. Se relacione con el tamaño del


papel.
• Márgenes: definen la caja de diagramación que es donde van los textos y
las imágenes.
• Columnas: establecen la modulación vertical. Pueden establecerse por
número, combinarse y no tienen que ser del mismo ancho.
• Jerarquización: es organización de datos, ya sea en orden ascendente o
descendente. Además de los textos, los titulares, las fotos o ilustraciones,
las viñetas, encabezados y los espacios para la publicidad.
• La retícula: es una plantilla de diseño, y ésta es una herramienta de diseño
que nos permite equilibrar todos los elementos de la composición que se
está apunto de crear. Está compuesta por una estructura en dos dimensiones
la cual está hecha de líneas verticales y horizontales que tienen como fin
formar cuadrados, rectángulos o círculos.

Con esta estructura podemos ordenar todos los elementos racionalmente.


Entonces más que solo líneas, son bloques de construcción es la cuadrícula en la
que se estructurará o montará el diseño. También se le conoce como página
maestra o caja gráfica. Los trabajos de maquetación deben llevar una guía, para
esto se utiliza una retícula compositiva, la cual tiene la finalidad de conseguir un
orden y estética, la retícula compositiva se puede definir como una plantilla. Una
retícula base, se encuentra compuesta por las siguientes partes, dependiendo de la
composición que se esté diseñando:

• La orientación del papel.


• El número de columnas y el tamaño de estas.
• La separación existente entre ellas (el medianil).
• El color y formato del texto (tipografía y tamaño), los titulares, cabeceras,
pies de imagen, etc.
• El uso de las imágenes como fondo en todas las páginas (marcas de agua) y
demás elementos ornamentales, tales como los filetes decorativos, etc.
La composición convencional puede ser alcanzada utilizando un número de
principios:

Centro de interés: Debe haber un punto de especial atracción o foco en la obra,


previniendo que la obra se convierta en un patrón en sí misma.

Direccionalidad: La trayectoria seguida por el ojo del espectador debe conducir


la atención alrededor de todos los elementos en el trabajo, antes de conducirla
fuera del cuadro.

Ley de la mirada: Un sujeto que sugiere movimiento debe tener espacio en


frente.

El contraste: La tonalidad del color, y las diferencias de luminosidad/oscuridad


dentro del cuadro.

Evitar la simetría: Es preferible que se eviten las bisecciones exactas del espacio,
excepto cuando se quiera expresar simetría.

El tema prominente debe ser excéntrico, a menos que se desee una composición
simétrica o formal, y se puede equilibrar por elementos basados en los satélites
más pequeños.

Ley del Horizonte: Preferiblemente la línea del horizonte no debe dividir la obra
en dos porciones iguales, sino que debe estar ubicada de tal manera que acentúe la
porción de cielo o de tierra.

La regla de los tercios es una pauta seguida comúnmente por los artistas visuales.
El objetivo es evitar que el centro de interés y los objetos (tales como el horizonte)
corten la imagen por la mitad, poniéndolos cerca de una de las líneas que
dividirían la imagen en tres columnas y filas iguales, idealmente cerca de la
intersección de esas líneas.

La corrección de pruebas

La corrección de pruebas es la modificación de las pruebas de un texto original


para su posterior impresión. La corrección puede señalarse en el papel o hacerse
directamente en el archivo digital para la imprenta.

Formas de aplicación de pruebas.

Antes de la era digital y de los procesadores de texto, la corrección de pruebas


se hacía de modo manuscrito con notas al margen usando símbolos y lápices de
distintos colores para indicar los cambios a incorporar. Hoy en día, las
herramientas computacionales disponibles permiten simplificar la tarea pues todas
las correcciones, cambios propuestos, tarjados, etc., quedan detallados e
incorporados en los márgenes ampliados de la página digital del procesador de
texto, con el nombre del corrector y en diferentes colores que identifican a cada
uno de ellos.

Signos empleados por el corrector de pruebas

Determinar en qué momento exacto comenzaron a emplearse estos signos no es


nada fácil.

Con cierta controversia, se considera que Johanes Gutenberg fue el inventor de


la imprenta moderna allá por 1450. Más tarde, 1565 es el año en que se encuentra
la primera referencia documentada de la figura llamada "corrector de libros", que
después sería el "corrector general de imprentas". Nombrado directamente por el
rey, dicho corrector revisaba cuantas obras se publicasen incluyendo las de varios
autores del Siglo de Oro (como Cervantes). Sin embargo, el corrector (de libros o
de imprentas) no intervenía directamente sobre el texto de ninguna forma,
limitándose a señalar las erratas que encontrara o a dar su "aprobación".

Hoy en día, los signos de corrección editorial se siguen empleando para que el
corrector de pruebas comunique esos cambios al maquetista o editor. El signo se
hará preferiblemente con tinta roja (para que sea más llamativo) sobre el texto y
repitiéndolo en el margen de las galeradas. En este segundo caso, es una
"llamada".

• Borrar

Dele o "deleatur". Este signo deriva de la letra griega 'fi' o 'zeta', y algunos
correctores utilizan incluso la clave de sol.
• Omisión

Indica que falta algo en el texto

• Inversión

Para señalar un cambio de posición de letras, palabras o incluso partes de una


oración.

• Insertar coma

La letra griega 'lambda' se emplea genéricamente para indicar la inserción de


una coma. También se puede usar una llamada cualquiera y escribir una coma en
el margen.

• Insertar punto
• Insertar espacio

El signo para insertar espacio es similar a la almohadilla.

• Eliminar espacio

• Abrir párrafo

Se trata de hacer que un punto y seguido sea punto y aparte. Aunque a veces no
sea estrictamente punto y aparte, permite "ganar blanco".

• Cerrar párrafo

El caso contrario al anterior. Posibilita ganar una línea en blanco en la edición.


• Poner tilde

• Quitar tilde

• Voladita

El texto marcado, empleando indistintamente uno de ambos signos, debe


componerse en voladita (superíndice).

• Subíndice

El caso contrario al anterior.


• Cursiva

El texto subrayado simple debe componerse en itálica (cursiva). Los títulos de


libros, canciones o películas, por ejemplo, se escriben en cursiva.

• Versalita

El texto subrayado doble debe componerse en versalita.

• Caja alta

El texto subrayado triple debe componerse en caja alta (mayúsculas o versales).


• Caja baja

El texto marcado debe componerse en caja baja (minúsculas).

• Negrita

El texto subrayado con una línea quebrada debe componerse en negrita.


Algunas señales anteriores pueden combinarse entre sí. De ese modo, un texto
subrayado con una línea continua y otra quebrada significa componer en cursiva y
negrita.

• Redonda

El texto marcado debe componerse en redonda (regular en inglés).

• Sangrar
• Eliminar sangría

• Consulta autor

El corrector no puede ser un experto en todos los campos del conocimiento. Sin
embargo, debe tener la cultura general suficiente que le permita, al menos,
cuestionarse algunos errores de concepto. NUNCA corregirá esos errores por su
cuenta y riesgo aun estando seguro de que lo son. En su lugar, incluirá una
anotación para que el autor los revise.

Stet

Este término procede de la expresión inglesa 'let it stand' (déjalo estar). Si nos
equivocamos al corregir (y somos conscientes de ello), subrayamos o marcamos la
corrección con línea discontinua para enmendarlo.
Estudio y análisis de corrección de pruebas

Los correctores de pruebas trabajan con una gran variedad de materiales, entre
los que figuran libros, revistas, folletos, informes, sitios web y revistas
académicas.

Tradicionalmente, los correctores de pruebas reciben la obra de un escritor


después de que se haya realizado la revisión de estilo con preparación del original
y se haya mecanografiado. El corrector confronta las pruebas de imprenta con la
versión revisada, línea por línea, asegurándose de que el tipógrafo ha seguido
correctamente las marcas del revisor de estilo.

Sin embargo, la corrección de pruebas se hace a menudo "a ciegas"; es decir, el


corrector no tiene una versión revisada para comparar. Además, los correctores de
pruebas trabajan cada vez más en pantalla.

Los correctores de pruebas utilizan marcas especiales habituales que realizan


en el texto y en los márgenes de la página para mostrar qué errores hay, dónde
están y cómo deben corregirse. Tradicionalmente, utilizarán tinta roja para mostrar
los errores tipográficos y tinta azul para los errores pasados por alto por el revisor
de estilo. Los correctores de pruebas que trabajan en pantalla pueden usar una
función de “control de cambios” para marcar el texto.

Las tareas de los correctores de pruebas incluyen:

 marcar los errores de ortografía, gramática y puntuación


 comprobar que los números de página estén en orden
 garantizar la coherencia, siguiendo una guía de estilo de la firma editorial
 cerciorarse de que los pies de foto concuerden con lo que se ve en la foto.

Los correctores de pruebas no se encargan de verificar datos ni de elaborar


índices y tampoco sugieren reescribir ni comentan el diseño de la página.

Los correctores de pruebas suelen trabajar por su cuenta, aunque pueden


contactar con el revisor de estilo y/o el autor para realizar algunas consultas.
Utilizan diccionarios y otros libros de referencia para comprobar los detalles sobre
los que no estén seguros.

Normas y valores de la corrección de pruebas.

Las normas de corrección o de correcta redacción que presento han sido


tomadas de distintos manuales de estilo editorial, de los materiales de estudio de
cursos de corrector que se ofrecen en el mercado, y de las opiniones de
reconocidos escritores y editores. Creo que todas ellas son de utilidad, siempre y
cuando se las evalúe en cada caso particular con criterio independiente y en el
contexto adecuado. Ninguna de las propuestas puede aplicarse como una fórmula
universal y única para todos los tipos de discurso, ni para todos los canales de
comunicación, ni para todos los destinatarios.

En su tarea, me parece útil que el corrector tenga presente el consejo de John


Grimond, autor de The Economist Style Guide, uno de los manuales de estilo más
reconocidos en la industria editorial:
«La moraleja para los correctores es que deben respetar la buena redacción. […]
En última instancia, el estilo de cada redactor debe reflejar sus pensamientos y su
personalidad. […] los correctores deben ejercer un adecuado autocontrol y
recordar que su versión también será corregida.»

Siempre que no haya errores, el corrector debe evitar la corrección superflua,


las intervenciones excesivas, la imposición del estilo o de las preferencias
personales por sobre las elecciones del traductor, que a su vez deben reflejar los
pensamientos y las elecciones del autor o del emisor.

Normas hay, y muchas. Algunas son de corte puramente lingüístico y otras,


actitudinal. Creemos que ambos tipos de lineamientos pueden contribuir para
mejorar la calidad del texto y para profesionalizar la relación entre los que
intervienen en el proceso TEP. A continuación, se ofrece un repaso de algunas de
las normas de corrección, y analizo los aspectos que considero más interesantes de
cada una de ellas.

Distintos niveles de intervención

En general, se acepta que existen distintos niveles de intervención en un texto,


que podríamos denominar «limpieza» superficial, media y profunda, basados en
los requisitos del cliente, el uso que se le dará al texto y el presupuesto.
Así, la limpieza básica que debe hacerse en los tres niveles de intervención
comprende la corrección de los errores gramaticales, la puntuación, los falsos
amigos, las rimas internas, las muletillas y las cacofonías. El resto de las tareas
corresponden a uno u otro nivel de intervención más profunda, donde la
adaptación de estilo es la más integral de todas.

Se considera que este enfoque es interesante para el sector de la traducción,


porque ofrece una lista detallada de intervenciones que podrían correlacionarse
con los diferentes requisitos del cliente y los distintos usos del texto, por ejemplo,
para el caso de la corrección de textos producidos por traducción automática.

Cassany y La cocina de la escritura

Además de ejercicios para la correcta redacción y la descripción del proceso


mental y físico de la escritura, el autor presenta un «decálogo de la redacción» en
el que caracteriza al corrector como un «lector cómplice» del autor. Esta figura
describe perfectamente nuestra opinión de que tanto el traductor como el corrector
deben trabajar al unísono con un mismo propósito que Cassany resume en esta
pregunta: «¿Esta es la mejor versión de este texto que soy capaz de escribir?».

Respecto de la propuesta del autor –que analiza distintos aspectos relacionados


con la legibilidad lingüística y tipográfica, la arquitectura de la frase, el estilo
llano, la selección sintáctica y los solecismos más comunes– disentimos de la
máxima que plantea que la gramática debe corregirse al final. En nuestra opinión,
al hacerlo se agrega un riesgo innecesario de que ciertas incorrecciones
gramaticales pasen inadvertidas.
Grijelmo y El estilo del periodista.

Esta obra magistral se basa en el contacto diario del autor con la redacción
periodística. A pesar de que muchas de sus secciones son exclusivamente
inherentes a esta, el análisis del buen y el mal estilo que propone Grijelmo nos
permite reflexionar sobre aspectos textuales que solemos obviar, como el ritmo o
el ambiente. En especial, el análisis de los vicios de redacción más comunes nos
advierte sobre nuestras propias debilidades, como el uso excesivo del verbo
«realizar», el abuso de siglas o del guion, que a menudo se cuelan del inglés
original.

Otras, varias y diversas

En The Economist Style Guide, además de las cuestiones que hacen al estilo,
se proponen actitudes que deben adoptarse a la hora de redactar. En mi opinión,
son igualmente válidas a la hora de traducir y corregir. La más acertada y que
resume todas las posibilidades es: «Haz todo lo que puedas por ser lúcido».

Alicia Zorrilla, miembro de número de la Academia Argentina de Letras y


miembro correspondiente hispanoamericana de la Real Academia Española,
también ha propuesto una serie de pautas que deben tenerse en cuenta a la hora de
redactar, entre las que merece destacarse por su originalidad: «Disciplina de
trabajo, concentración y tenacidad».

José Martínez de Sousa también se refiere a la actitud ante la tarea de corregir


un texto y, especialmente, a un fenómeno por el cual el original «se come la moral
del corrector». Lo define como un sesgo que hace que el corrector vaya
encontrando cada vez menos errores en el texto a medida que avanza en la
corrección (en parte por mimetismo con el estilo del autor, y en parte por
cansancio).

The Chicago Manual of Style, cuya 16.a edición se publicó en agosto de 2010,
recuerda también que las normas de corrección no están talladas en piedra y
sentencia: «Representan la generalidad de los casos, pero deben aplicarse con
cierto grado de elasticidad».

En el prólogo de El dardo en la palabra, Fernando Lázaro Carreter se refiere a


las dos tensiones deliberadas o inconscientes que someten a la lengua natural a
una permanente actividad revisionista y a un permanente arqueo y remoción: las
fuerzas centrípetas que se oponen a los cambios en el cuerpo idiomático, y las
fuerzas centrífugas, que actúan en sentido contrario. Esta convergencia de vectores
que aglutinan y que dispersan impulsa la evolución de la lengua. Los cambios en
el lenguaje resultan siempre de mutaciones en la sociedad hablante. Así, enseña
Lázaro Carreter: «No cabe, pues, optar por decisiones tajantes, pues casi nada es
tajante y neto en la vida del idioma».

En resumen, creo que en la corrección de traducciones pueden emplearse las


normas de redacción y corrección que la industria editorial ha establecido desde
hace tiempo. Una compilación de las diferentes propuestas podría ser:
Concentrarse en la tarea.

1. Ejercer autocontrol, evitar excederse en las correcciones y recordar que la


versión propia también será corregida.
2. Enmendar siempre las incorrecciones gramaticales, las muletillas, los
errores de puntuación y todo lo que afee al texto. Preguntarse si esa es la
mejor versión que uno puede escribir del texto en cuestión.
3. Es posible intervenir en distintos niveles. No ser tajante, puesto que casi
nada lo es en la lengua.
4. Ser cómplice del lector. No darle trabajo innecesario.
5. Respetar el humor, el ritmo, la ironía, el ambiente y el vocabulario. No
aplanar el texto, no atenuar el buen estilo.
6. Hacer todo lo posible por evitar empobrecer el lenguaje.
7. Trabajar con el cliente y pensar en el destinatario del texto.
8. Conocer y apreciar el buen español.
9. Tener en cuenta estas normas y recordar que no están labradas en piedra; si
no tienen sentido en un caso particular, no deben ser cumplidas.
CONCLUSIÓN

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