Exposicion Brucelosis

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos


Medicina Veterinaria
Zaraza – Guárico

BRUCELOSIS BOVINA.

Profesor: Integrantes:
Carlos Arveláez Daurimer Silvera
Luis F. Fernández
Jose Gutierrez
Lorena Sotillett
Brucelosis Bovina

Es una infección bacteriana que ocurre por el contacto con animales que
portan la bacteria brúcela. La bacteria brúcela puede infectar al ganado
vacuno, las cabras, los camellos, los perros y los cerdos. La bacteria se puede
diseminar a los humanos si usted entra en contacto con carne infectada o la
placenta de animales infectados o si bebe leche o come queso sin
pasteurizar.Esta enfermedad contagiosa del ganado bovino produce abortos,
retención de placenta y producción de crías débiles.

Importancia La brucelosis bovina

Es una enfermedad causada por la bacteria Brucella abortus, que provoca


abortos en el ganado bovino, con pérdida económicas considerables. B.
abortus también afecta a otras especies, entre ellas el bisonte, el búfalo y el
uapití; algunas especies actúan como huéspedes de mantenimiento para este
microorganismo. Las infecciones en los animales silvestres pueden dificultarlos
esfuerzos de erradicación en el ganado bovino. Además, B. abortus es un
patógeno humano. En los humanos, la brucelosis puede ser una enfermedad
grave, debilitante y, algunas veces, crónica que afecta diversos órganos.
Aunque la mayoría de los casos se deben a la exposición ocupacional a
animales infectados,

Etiología

El género Brucella está formado por bacilos gramnegativos pequeños,


inmóviles y aerobios, de crecimiento lento. Genéticamente, el género Brucella
parece monoespecífico. Sin embargo, se reconocen tres especies clásicas
responsables de la brucelosis humana, con especificidad de especie animal,
distribución geográfica y peculiaridades patógenas. Brucella melitensis afecta
fundamentalmente a cabras y ovejas, pero puede afectar a bóvidos y cerdos.
Es la responsable de la gran mayoría de los casos en España, ocasionando
además los de mayor gravedad. Brucella abortus es el microorganismo
implicado con mayor frecuencia en la brucelosis bovina.

En el ganado bovino, los bisontes y los búfalos, la causa principal de la


brucelosis es Brucella abortus, un cocobacilo o bacilo corto Gram negativo.
Este microorganismo es un patógeno intracelular facultativo. Se han
informado hasta nueve biovariedades (1 a 9) de B. abortus, pero algunas de
ellas solo presentan diferencias mínimas y su estatus no está resuelto. Otras
especies de Brucella no asociadas comúnmente con enfermedad en el ganado
bovino son: Brucella melitensis y B. suis. (Para obtener información sobre estos
organismos, consulte las fichas técnicas tituladas ‘Brucelosis Ovina y Caprina’
y ‘Brucelosis Porcina’, respectivamente.) Las pruebas genéticas e
inmunológicas indican que todos los miembros del género Brucella están
estrechamente relacionados, y algunos microbiólogos han propuesto que este
género sea reclasificado en una especie única (B. melitensis) con varios
biovares. Esta propuesta causa controversia, y en la actualidad se utilizan
ambos sistemas taxonómicos. En esta ficha técnica, se utiliza la nomenclatura
de especies múltiples.

Distribución geográfica B. abortus se distribuye a nivel mundial en las regiones


de ganado bovino, excepto en Japón, Canadá, algunos países europeos,
Australia, Nueva Zelanda e Israel, donde ha sido erradicada. En EE.UU. la
erradicación de rodeos domésticas es casi completa. Se puede encontrar B.
abortus en huéspedes silvestres en algunas regiones, entre ellas la región del
Gran Yellowstone en Estados Unidos.

Patogenia:

El animal infectado contamina el ambiente con las secreciones vaginales pre


parto, el feto o el aborto están altamente contaminados, la leche es una vía de
salida de la bacteria, las secreciones pos parto pueden contaminar por 1 o 2
meses. Las vaquillas y vacas sanas se infectan principalmente por vía digestiva,
al lamer secreciones de abortos, o comer pasto contaminado. Las terneras
hijas de vacas infectadas pueden contraer la enfermedad vía trasplacentaria.
Las vaquillas son más sensibles que las vacas y las hembras gestantes son más
propensas a infectarse. El germen se disemina ubicándose en el feto en las
hembras gestantes y en la glándula mamaria.

Signologia

El único síntoma visible es el aborto espontáneo, que se produce en el último


tercio de la preñez. Puede ser diagnosticada por pruebas serológicas que
detectan la presencia de anticuerpos. Las hembras que adquieren el contagio
pueden presentar serorreacción 6 semanas a 6 meses después. Algunos
terneros nacen débiles y pueden morir poco tiempo después de nacer.
Puede disminuir el período de lactancia. Después del primer aborto, las
preñeces posteriores suelen ser normales; aún así, las vacas pueden excretar
el microorganismo en la leche y en las descargas uterinas.
Algunas veces se observan epididimitis, vesiculitis seminal, orquitis o abscesos
testiculares en los toros. La infertilidad ocurre en ambos sexos debido a la
metritis o a la orquitis/epididimitis.
En algunos países tropicales, los higromas constituyen un síntoma frecuente.
Se puede producir artritis en algunas infecciones prolongadas. Los síntomas
sistémicos no suelen aparecer en infecciones sin complicaciones, y las muertes
son poco comunes, excepto en el feto o el neonato. Normalmente, la
enfermedad es asintomática en hembras no gestantes.También puede
detectarse la presencia de la bacteria en la leche.

Periodo de incubación
En el ganado bovino se suelen producir abortos y mortinatos entre dos y cinco
semanas después de la infección. Generalmente, las perdidas reproductivas
ocurren durante la segunda mitad de la gestación por lo tanto el periodo de
incubación es mayor cuando los animales se infectan al inicio de la misma.
El período de incubación es variable con un rango de 10 días a 7 meses. En el
síndrome de terneras con latencia el período puede ser mayor a un año. En
promedio son 30 días, siendo menor en las hembras con preñez avanzada.

Diagnostico

El diagnostico definitivo de la infección, se establece aislando la bacteria en


cultivos de sangre, medula ósea u otros tejidos. Los métodos serológicos solo
aportan un diagnostico presuntivo.

Clínico: Se deben considerar las infecciones por brucelosis en todos los casos
de aborto, especialmente cuando ocurren abortos múltiples en un rodeo en la
última fase de la gestación.
Diagnóstico diferencial Se deben tomar en cuenta otras enfermedades que
causan abortos o epididimitis y orquitis. En el ganado bovino, el diagnóstico
diferencial incluye tricomoniasis, vibriosis, leptospirosis, listeriosis,
rinotraqueitis infecciosa bovina y varias micosis.

Metodos directos

Se basan en evidenciar la presencia de la bacteria o sus componentes en los


tejidos de los animales o el hombre. El diagnostico definitivo requiere el
aislamiento de la bacteria, este procedimiento puede tardar entre 7 y 30 días.
También se utiliza la reacción en Cadena de la Polimerasa PCR pero no todos
los países la utilizan.

Metodos indirectos

Las dificultades propias de la implementación del aislamiento de Brucella a


partir de distintos tejidos hacen que los métodos diagnostico indirectos sean
el recurso diagnostico más utilizado.

Existen numerosas pruebas serológicas que están diseñadas para detectar no


solo el mayor número de individuos infectados sino al mismo tiempo
diferenciar entre infectados y vacunados, así como detectar reacciones
cruzadas.

Dentro de las pruebas serológicas utilizadas en el diagnostico están:

1. Prueba de aglutinación con y sin 2-mercaptoetanol

2. Prueba de Rosa de Bengala

3. Ring Test

4. Fijación de Complemento

5. Elisa Indirecta

6. Elisa de Competencia o Competitiva


7. Fluorescencia Polarizada

Aglutinación. En sus diferentes modalidades, es la prueba más utilizada debido


a su rapidez y sensibilidad. El aumento significativo del título de anticuerpos
es la base diagnóstica de la enfermedad. Rosa de Bengala: utiliza como
antígeno en una suspensión bacteriana a la que se ha añadido el colorante rosa
de bengala, enfrentándola al suero sin diluir del enfermo. Proporciona una
aproximación diagnóstica en pocos minutos con una sensibilidad y
especificidad muy altas. Presenta elevado grado de correlación con la
seroaglutinación y, por su simplicidad, es muy útil como prueba de despistaje
inicial o screening. Sus falsos negativos se limitan a enfermos con procesos de
pocos días de evolución y a algunos casos de enfermedad de curso muy
prolongado.

● Seroglutinación en tubo o placa con pocillos: enfrenta diluciones crecientes


del suero problema a una cantidad constante de B. abortus. Este antígeno
reacciona tanto con anticuerpos de esa especie como frente a los de B.
melitensis y B. suis, que son las tres especies responsables en la practica de la
totalidad de enfermos con brucelosis. El título positivo de 1/160 se considera,
en un país endémico como España, el punto de corte en el diagnóstico de la
enfermedad, no siendo raros los títulos de 1/640 o superiores en las fases
iniciales de la enfermedad. Su interpretación requiere conocer los
antecedentes del enfermo y valorar las características clínicas presentes
puesto que, al inicio de la enfermedad o en casos muy avanzados de la misma,
la prueba puede ser, como el Rosa de Bengala, negativa. Debido a que los
anticuerpos responsables de la seroaglutinación son fundamentalmente de la
clase IgM, lo habitual es que vayan descendiendo en el transcurso de 3-6
meses, con o sin curación de la enfermedad.

● Prueba de Coombs: es de gran interés para el diagnóstico de la brucelosis


crónica. Se utiliza para demostrar la presencia de anticuerpos aglutinantes y
no aglutinantes, fundamentalmente IgG. El suero de Coombs
(inmunoglobulina humana) se encargaría de facilitar la aglutinación de los
anticuerpos no aglutinantes del suero problema, fijados a la suspensión
antigénica de B. abortus. El título obtenido es, por ello, como mínimo el de la
aglutinación y generalmente es mucho más elevado, tanto más cuanto mayor
es el tiempo de evolución de la enfermedad. Pueden persistir en ocasiones de
forma prolongada y con titulación elevada, incluso en pacientes con
tratamiento adecuado y buena evolución clínica. Hay que citar como posibles
falsos positivos las reacciones cruzadas con Vibrio cholerae, Francisella
tularensis y Yersinia enterocolítica 09, patógenos raros en nuestro país.
Seroaglutinación tras tratamiento del suero con 2-mercaptoetanol: es una
modificación de la seroaglutinación en la que se usa solución salina al 0,85%
con 0,1M de 2-mercaptoetanol. Este compuesto es capaz de destruir las
moléculas de IgM, perdiendo éstas su capacidad aglutinante, sin interferir con
las de IgG que son las que se cuantifican. Aunque se consideraba la persistencia
de anticuerpos resistentes al tratamiento con 2-mercaptoetanol como
indicativa de actividad de la enfermedad, esta afirmación clásica es hoy muy
cuestionable y en la actualidad prácticamente no se utiliza. En general, la
práctica de la seroaglutinación y la prueba de Coombs conjuntamente,
permiten el diagnóstico de la mayoría de los casos. La negatividad de ambas
pruebas, salvo en los primeros días de la enfermedad excluye la brucelosis. La
limitación más importante de las pruebas de aglutinación es que no permiten
conocer el estado de actividad de la brucelosis.

● Enzimoinmunoanálisis Con estas técnicas podemos detectar la presencia de


los anticuerpos específicos que seleccionemos (IgG, IgM o IgA), con unos
valores excelentes de sensibilidad y especificidad. El antígeno absorbido sobre
placas de poliestireno es, fundamentalemente, el lipopolisacárido de brucelas
en fase lisa. Los anticuerpos IgM, por su rápida desaparición son valorables,
pero no puede olvidarse que los anticuerpos IgG pueden persistir en sujetos
curados. Aunque permiten conocer con una mayor precisión el perfil de las
inmunoglobulinas en el curso de la enfermedad, tampoco ofrecen la
posibilidad de establecer un criterio para discernir entre curación y evolución
a cronicidad.

● Inmunofluorescencia indirecta y fijación de complemento Presentan una


mayor complejidad técnica sin aportar nada a los métodos anteriormente
descritos, por lo que no suelen utilizarse.

Elección de las pruebas diagnósticas

Para la elección de la prueba, se debe hacer un análisis de los factores de riesgo


asociados a la enfermedad como tamaño del hato, densidad, manejo
reproductivo, manejo de vacunas, tipo de explotación, antecedentes
epidemiológicos y presencia de otros animales susceptibles, además de una
alta sensibilidad y especificidad.

Cuando de desconoce el estatus epidemiológico y existe un mediano o alto


grado de infección debemos realizar pruebas tamiz, que nos brinde una
información general de la población como Rosa de Bengala, Elisa Indirecta o
Ring Test. Cuando existe un conocimiento real de los factores de riego,
epidemiología, predios con prevalencias bajas o que se encuentren libres de la
enfermedad, se debe realizar Elisa Competitiva, fijación de complementó o
fluorescencia polarizada

Tratamiento

A pesar de los extensos estudios realizados en los últimos 15 años, la terapia


antibiótica óptima para el tratamiento de la brucelosis está aún en discusión
debido a la fisiopatología de la enfermedad, relación hospedero – parasito,
efectividad y costo del tratamiento y el riesgo zoonotico, por lo anterior no se
recomienda el tratamiento. Debido a que la localización de la brucella es
intracelular, para su tratamiento se requiere la asociación de más de un
antimicrobiano por varias semanas, lo que resulta costoso a la hora de evaluar
la relación costo-beneficio.

Prevención y control

Para la prevención de la brucelosis bovina, se utiliza como primera medida la


vacunación de terneras entre los 3 y 8 meses, en nuestro país se encuentran
disponibles las vacunas Cepa-19 y RB-51. Para vacunar terneras después de los
8 meses se debe hacer únicamente con cepa RB-51 al igual que
revacunaciones, debido a la interferencia que presenta la Cepa-19 con el
diagnostico serológico. Cabe anotar que la vacunación no es una medida
curativa sino preventiva, y que existe la posibilidad que animales vacunados se
infecten en hatos positivos. Como medida de control, únicamente deben
ingresar animales negativos al hato o provenientes de una Finca Libre y se
deben eliminar los animales positivos y los hijos de vacas confirmadas como
positivas.

Aislamiento: En los rebaños no infectados se debe tomar la precaución de


ingresar hembras solamente de otros rebaños libres de la enfermedad,
Mantener los cercos en buen estado para evitar el ingreso de animales ajenos
al rebaño y evitar juntar las hembras bovinas con animales ajenos en
tratamientos comunitarios. En los rebaños infectados se debe disminuir la
incidencia de la enfermedad, eliminando la fuente y disminuyendo la
posibilidad que el agente llegue a los animales susceptibles. Debe eliminarse
cuanto antes los animales infectados, separar las vacas que van a parir, si se
produce un aborto, eliminar y desinfectar todos los productos, realizar
pruebas de serologías lo más frecuente posible.
La forma más importante de reducir el riesgo de brucelosis es únicamente
comer productos lácteos, como quesos y leche, pasteurizados. Las personas
que manipulan carne deben utilizar gafas y ropas protectoras y proteger
cualquier herida en la piel de una infección.
La detección de animales infectados controla la infección de raíz. Existen
vacunas para el ganado, pero no para los seres humanos.

Cepas de la brucella abortus


cepa 19
cepa RB51
cepa Rev.1 de Brucella melitensis

Forma de transmisión Las vías de transmisión al humano pueden resumirse


en:
• Contacto: de piel o mucosas con tejidos de animales infectados o sus
productos como ganglios, sangre, orina, semen, secreciones vaginales, fetos
abortados y en especial placentas. Este mecanismo es el más frecuente en el
medio rural y puede llegar a ser el responsable del 60%-70% de todos los casos
registrados. Afecta a trabajadores rurales, veterinarios, matarifes y ganaderos,
aunque también puede afectar a trabajadores de laboratorio o de servicios de
salud.
• Ingestión: de alimentos no pasteurizados de origen animal, como leche y
sus derivados (quesos, crema, manteca, helados) y en menor medida carnes
poco cocidas (la carga bacteriana en el tejido muscular animal es baja).
• Inhalación: de polvo en los lugares contaminados donde hay animales
infectados, como establos, mataderos, salas de recepción de leche, camiones
jaula para transporte de ganado, etc.
• Inoculación: de material infectado-contaminado por Brucella spp. Este tipo
de transmisión afecta fundamentalmente a veterinarios, matarifes y personal
de laboratorio. También se ha descripto la enfermedad por auto inoculación
accidental de vacuna de Brucella abortus cepa 19 y B. melitensis
• Perinatal: por vía transplacentaria, por la ingestión de leche materna o por
la exposición a sangre, orina o las heces de la madre infectada durante el parto.
La transmisión interhumana es excepcional, aunque se ha informado posterior
a una transfusión de sangre, trasplante de médula ósea y se han descrito casos
ocasionales en los que se sospecha transmisión sexual.
De lo anterior se desprende que los factores de riesgo para brucelosis son:
Ocupación: veterinarios, granjeros o cuidadores en contacto con animales
principalmente domésticos, personas que manipulan productos y
subproductos animales como carniceros, ordeñadores y personas dedicadas a
la manufactura de lácteos; personal de laboratorio en contacto con muestras
clínicas. Alimentación: ingestión de leche no pasteurizada o derivados lácteos
realizados de forma “artesanal” con leche no pasteurizada proveniente de
animales infectados. Convivencia con animales: contacto directo con
productos de desecho, tejidos o excretas de animales enfermos o portadores
asintomáticos o con animales de establo.

Salud Publica:
Se pueden producir infecciones asintomáticas en los humanos. En los casos
sintomáticos, la enfermedad es extremadamente variable y los signos clínicos
pueden aparecer de forma insidiosa o súbita. Generalmente, la brucelosis
comienza como un estado febril agudo con síntomas inespecíficos similares a
los de la gripe, tales como fiebre, dolor de cabeza, malestar, dolor de espalda,
mialgia y dolores generalizados.
Se puede producir sudoración excesiva, especialmente de noche. Mientras
que algunos pacientes se recuperan espontáneamente, otros desarrollan
síntomas persistentes que generalmente aumentan y se debilitan. Las
complicaciones observadas con menor frecuencia incluyen: artritis,
espondilitis, fatiga crónica, y epididimo-orquitis.
También pueden producirse síntomas neurológicos (entre ellos los cambios de
personalidad, la meningitis, la uveitis y la neuritis óptica), la anemia, los
abscesos internos, la nefritis, la endocarditis y la dermatitis. Otros órganos y
tejidos pueden resultar afectados, lo que provoca una gran variedad de
síndromes. El tratamiento consiste en antibióticos.

Lesiones post mortem


En la necropsia se pueden hallar lesiones inflamatorias granulomatosas en el
tracto reproductivo, la ubre, los ganglios linfáticos supramamarios, otros
tejidos linfoides, y algunas veces en las articulaciones y las membranas
sinoviales Se puede observar endometritis leve a grave después de un aborto.
La placenta suele estar engrosada y edematosa, y puede presentar exudado
en la superficie. Generalmente la región intercotiledonaria es áspera, con
apariencia húmeda y engrosamiento focal. Los ganglios
linfáticos regionales pueden estar agrandados y la glándula mamaria puede
contener lesiones. Algunos fetos abortados tienen apariencia normal; otros
están autolisados o tienen cantidades variables de edema subcutáneo y líquido
con manchas de sangre en las cavidades corporales. El hígado puede mostrar
agrandamiento y decoloración, y los pulmones pueden presentar pleuritis
fibrinosa y neumonía. En los toros una o ambas partes del saco escrotal
pueden estar inflamadas debido a la orquitis, la epididimitis o los abscesos. La
tunica vaginalis puede estar engrosada, fibrosa y con adherencias. Durante la
faena de ambos sexos se pueden encontrar higromas en las rodillas, las
babillas, el corvejón, el ángulo del anca, y entre el ligamento nucal y las
primeras vértebras torácicas. Las lesiones no son patognómicas de la
brucelosis
Bovino, placenta. Numerosos grumos de un exudado pálido se observan distribuidos sobre el
cotiledón y el corion adyacente.

Bovino, espina dorsal. Exudado purulento en una de las vértebras se extiende a la medula
espinal adyacente.
Caribú, carpo, Brucella suis biovar 4. La bolsa del carpo esta marcadamente tumefacta y
fluctuante.

Caribú, carpo, Brucella suis biovar 4. La bolsa del carpo contiene exudado purulento.
Bovino, placenta. La placenta contiene numerosos cotiledones hemorrágicos.

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