Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 126
Tava hs (Ce Américailiatina” se' La yerba mate (Argentina) > a luna del cielo misionero veia todo desde las alturas. Yaci iluminaba la selva siempre verde, las cataratas del Iguazu. Veia algunos pajaros, como los picaflores y los tucanes: pero era tan amplio el follaje, tan compacto el verde de la selva, que no podia ver mucho mas. Yaci, la luna, no conocia los animales ni a las personas que vivian en el suelo de Misiones y esto le producia curiosidad. Queria bajar a la tierra, pero no se decidia a hacerlo, y aunque no conocia los peligros que Podia encontrar, siempre le daba vueltas a la misma idea. ammeced Eaneada con Camscanet Sin saber como, convencié a Arai, la nt Juntas se convirtieron en muchachas y bajaron a la selva, Muy contentas, se pusieron a investigar. Parecian dos chicas que hacen travesuras. —iQué maravilla! —se dijeron. iCudntas plantas que no conocian! Reconocieron e| helecho, las orquideas y también el palo borracho, tipico de la zona. También les encanto el rumor del agua y los ruidos de los pequefios animales. Toda la selva era un concierto de voces y sonidos. Estaban tan distraidas que no escucharon los pasos sigilosos de un yaguareté que se acercaba, agazapado, dispuesto a atacarlas. Cuando lo vieron, el animal estaba demasiado cerca; no sabian qué hacer. Su mirada era amenazante y ya se disponia a saltar, cuando... una flecha disparada Por un viejo cazador guarani se clavo en el costado del yaguareté. El animal dio media vuelta, herido y rugiente, pero una nueva flecha acabo con su vida, EI indio buscé a las mujeres que habia salvado. Queria saber cémo estaban después de un susto tan grande. Sin embargo, no las vio, Sélo quedaban, en la espesura de la selva inmensa, los arboles y la oscuridad. Esa iej noche, e| viejo cazador se acosto en su jaca, ia si ‘OmMo hacia Siempre. Pero esta vez tuvo un sue © extraordinarj 7 i . ae 80rdinario, Alli volvia a aparecer el yaguarete azante, Otra vez lanzaba sus flechas y lo vencia, pero Eaneada con Camscanet de piel blanquisima y de larga ‘a se habfan escapado. En el ahora veia a las mujeres, a, que durante el di s lo amaba por su nombre. Con cabeller sueio, una de las jovene voz suave, dijo: —Somos Yaci y Arai, Queremos darte las gracias por salvar nuestras vidas. Fuiste muy valiente y te mereces un premio. Mafana, cuando despiertes, encontraras un arbol al salir de tu casa. Se llama Caa. Con sus hojas, tostadas y molidas, podras preparar una bebida que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Este es nuestro regalo para ti, tus hijos y los hijos de tus hijos. Al dia siguiente, al salir de la casa comtin que ocupan los guaranies, el cazador encontré sin dificultad la planta nueva. Eran varios ejemplares que tenian hojas ovaladas y brillantes. Llamé a sus compafieros y les repitié las instrucciones que habia recibido durante el suefio. Tostaron y molieron las hojas, como habia dicho Yaci. Una vez hecho esto, las pusieron en una calabacita hueca y le agregaron Somme faltaba una cafa fina que sirviera como bombilla, pero pronto la consiguieron. Con gran curiosidad, lene eee nueva bebida. Le gusto y la paso a . Piente fue pasando de mano en mano, como en ui cst Na ronda. A todos les gusté esta nueva bebida Y Uvieron de acuerdo en llamarla “Mate”. Eaneada con Camscanet Las dos lasunas (Uruguay) > n los pagos de Arroyo Achar, provincia de Tacuaremb6, vivian dos hermanos muy unidos. Eran gauchos nobles que se dedicaban a las tareas del campo. Llevaban una vida pacifica y eran respetados por todos, por su generosidad y valentia. Desde chicos habjan compartido sus juegos y aventuras, y cuando fueron més grandes, tuvieron la oportunidad de trabajar juntos en la misma estancia. Pero, para su desgracia, ambos se enamoraron de la hija del puestero, Era muy hermosa y todos los muchachos la coe cmt, hin, to ts i nadie. Sélo se sintid atraida por !0s Eaneada con Camscanet hermanos. El problema fue que le gustaban los dos por igual y no se decidia por ninguno. Los dos estaban enamorados de ella, pero no se Io habian confesado el uno al otro. Se mantenjian fieles y reservados hacia la misma mujer. Hasta que, una noche, el mas decidido hizo algo imprevisto: rapto a la chica y se fue con ella lo mas lejos posible, cabalgando en la oscuridad. Al dia siguiente, todos se enteraron de la noticia y esto causé gran confusion, sobre todo en el otro hermano quien se sintiéd engafiado y se volvid loco de celos. Monté en su caballo y partié en busca de los amantes fugitivos, aunque no sabia bien hacia donde se habian dirigido. Estaba desorientado y rabioso, pero, por casualidad, encontré a una vieja en el camino. Ella habia visto pasar a la pareja hacia el Arroyo Achar, en Rio Negro. Galopé a toda prisa y pudo alcanzarlos hacia el @manecer. Iban al paso, como si no tuvieran ningun temor. Estaban tan lejos de todo, que las preocupaciones Parecian haber quedado atras. Pero el hermano ngafiado les grité que se detuvieran. El otro puso un Pie en tierra; la muchacha se quedé asustada sobre su Caballo: ~Me la robaste —dijo el celoso. —No sabia que vos también la querias, hermano. Eaneada con Camscanet A pesar de que las palabras intentaban suavizar la gtuacién, ambos estaban a punto de pelearse y no Podian evitar las miradas de odio. —Que decida ella con cual de los dos quiere quedarge, La joven permanecié en silencio, sin saber qué decir, Entonces, y casi al mismo tiempo, ambos sacaron sus cuchillos. Ya se habia agotado el tiempo de las palabras, pe un salto se trenzaron en una lucha a muerte. La muchacha lanzo un grito de espanto. El caballo, aterrado, salid disparado, dejando a los hermanos solos, en medio de la lanura. Los dos se atacaron y se lastimaron con heridas mortales, y pronto se dieron cuenta de que ambos iban & morir. Entonces, uno de ellos ofrecié su mano, para estrecharla en un ultimo intento por amigarse. En su Gespedida volvieron a reconciliarse, pero no pudieron evitar caer desangrados. Los encontraron muertos, con las manos enlazadas. Los enterraron alli mismo, frente a frente. Con el tiempo, cada tumba se convirtié en una laguna. Ambas se fueron agrandando hasta convertirse en las que hoy en dia se conecen como Lagunas de las Maletas. Siguen enfrentades, con un brazo de tierra que nunca se cubre, aunque haya inundaciones 0 lluvias torrenciales. Ese es el lugar donde los hermanos sellaron su reconciliacion, La tierra Permanece siempre visible porque representa los braz0s Eaneada con Camscanet zcaneado con Camseanner unidos de los hermanos haciendo las paces sobre e} final de sus vidas, éY qué pasd con la muchacha? El caballo desbocadg la arrojé lejos de alli, a orillas de otra laguna. Quedé desmayada un tiempo, pero al recobrar los sentidos recordé la gran tragedia que habia vivido. Vago durante dias sin saber qué hacer. Sentia que su coqueteria habia causado las muertes. No podia dejar de llorar con agudos gemidos, Finalmente, se arrojé a la laguna y se ahogo, pero su alma en pena nunca pudo encontrar descanso. Ese lugar recibid el nombre de laguna Asombrada. Dicen que todos los viernes santos vuelve a escucharse el Ilanto de la muchacha y el ruido de un cuerpo que cae al agua. Eaneada con Camscanet LI Caleuche (Chile] sta es la historia de un barco fantasma que navega x por el sur de Chile. Atraviesa los dificultosos x canales y escarpadas costas con gran habilidad. Jamas navega de dia, a pesar de lo arriesgados que Son los accidentes geograficos en la zona de Chiloé. En la Noche, el barco va muy iluminado y sus velas y decorados “on de color rojo, ya que sus tripulantes son brujos. Ellos Sonocen todos los secretos de la navegacion. Producen una , ntensa neblina para ocultar el barco, ¥ aun asi pueden Suiar la nave en medio de la oscuridad y la niebla. el barco se transforma Si alguna persona se acerca, n intenta tomar ‘ i : . "un simple madero flotante, y si alguie Eaneada con Cams el madero, éste se aleja con la corriente. Otras veces se convierte en una roca o simplemente se hace invisible. Cuando esto sucede, los tripulantes se transforman en focas, lobos marinos 0 aves acuaticas que se quedan cerca del mar, Este buque navega por la costa y a veces atrapa imprudentes. En ese caso pueden suceder dos cosas. La primera es que lo Ileven a recorrer las profundidades del océano. El barco se transforma en una nave submarina y tiene acceso a tesoros sumergidos y ciudades secretas. Los invitan a pasear con ellos, con la condicién de no divulgar lo que han visto. Si no cumplen con su palabra, los brujos matan a los visitantes apenas se les presenta la oportunidad. Pero también puede ocurrir que los tripulantes del barco no quieran ser vistos. En ese caso, se toman venganza torciendo la boca de los atrevidos. También pueden darle vuelta la cabeza hacia atras o causarles la muerte por arte de brujeria. Entre los capturados hay idiotas y desmemoriados, con lo cual se aseguran de que se mantenga en secreto todo lo que ocurre a bordo. Los tripulantes tienen una pierna doblada hacia atras Y caminan con la otra, dando saltos. Para ser aceptados en el barco, los visitantes no tienen que darse cuenta de su audacia. Por so, los brujos atrapan a los distraidos 0 imprudentes. También recoge a los naufragos que creen ui fn ige 5s que el Caleuche es su ultima esperanza de salvacion. amend con Comsanne El barco tiene la posibilidad de sumerairse y aparece; | momento en que los muertos entregan su alma, Los en el ahogados también forman parte de su tripulacion, Cuando el Caleuche necesita reparar Su Casco oO su maquinaria, busca lugares solitarios en las costas acantiladas del sur de Chile. Alli, en altas horas de la noche yen la mas absoluta soledad, los brujos arreglan lo que haga falta. Su nombre proviene de la union de dos palabras mapuches. Ca/eutum, que significa “cambiar de condicién” y che que quiere decir “gente”. Y explica por qué en este barco viaja gente transformada’. Eaneada con Camscanet La afafia (Pert) | curaca? Kintur Capac gobernaba el Imperio inca con sabiduria. Pero su hija era una joven princes@ que se comportaba en forma caprichosa. Uru se habia visto siempre rodeada de lujos y refinamientos y se habia acostumbrado a un estilo de vida facil. El padre habia intentado darle lo mejor, pero ella nunca habia tenido en cuenta esos esfuerzos. Sdlo pensaba en comprar ricaS telas para hacerse los mas bellos vestidos, sin interesarsé en otra cosa. Cuando podia, se escapaba de sus maestros Porque tampoco le gustaba demasiado el estudio. 2 Cacique Eaneada con Camscanet El padre estaba un poco resignado al caracter de su hija y pensaba que nada podia hacer, pero el consejero de |g tribu le llamo la atencién sobre el comportamiento de la joven Uru: —Piensa que algun dia ella tendré que gobernarnos —dijo el Humarpa. —Tienes razon —respondi6 el curaca. Con mas esfuerzo, intent inculcarle a su hija el sentido de la responsabilidad. Le hablo de la importancia de su futuro cargo, pero todo fue en vano. La joven malgastaba grandes sumas en adquirir no solo telas, sino también adornos de oro y plata con los que embellecia sus peinados. Ademas, tenia una actitud desdefiosa hacia sus sUbditos y nunca mostraba la menor benevolencia. Hasta que llegé el dia en que tuvo que hacerse cargo del gobierno, pues su padre murid, dejando en la tristeza @ todos los habitantes. Hubo un duelo de siete dias y siete Noches. En todos los rincones del pueblo se entonaron Cantos lastimeros en honor del monarca fallecido. La hija también sintid el impacto y eso parecié hacerla reflexionar. Se dirigid al Humarpa y actud de manera juiciosa, en memoria de las sabias ensefianzas que habia Tecibido de su padre. Pero esto no duré mucho. Pasada la Pena, la princesa volvio a su vida anterior: ~Ya esta bien de tristeza —dijo—. Quiero comprarme "Opa, 3 Eaneada con Camscanet B onsejarla diciéndole que ésa no al pueblo. Al contrario, El Humarpa trato de ac era la manera de llevar la alegria los gastos de la corte sdlo podrian mantenerse con una suba elevada de impuestos. Pero al sabers' poder, la princesa sintid que no tenia limites, y No puso e con todo el reparos en seguir adelante con sus caprichos. Un dia, el Humarpa y otros consejeros ancianos decidieron ponerse firmes con ella. Eran los mismos que habian aconsejado a su padre y querian hablarle con la voz de la experiencia. Pero Uru ni los escucho. Ordend que los tomaran prisioneros y que los azotaran. Ella misma los amenaz6 con un latigo de cuero trenzado con blandos cueros de cabras. Para que su orden fuera comprendida de inmediato, se puso a azotar a los ancianos con sus propias manos. Pero tuvo que detenerse. Su furia se aplacé de golpe cuando una luz brillante aparecié en el palacio. Todos enmudecieron y la princesa dejo inmediatamente lo que estaba haciendo. Una figura bellisima y llena de luz se interpuso entre Uru y los consejeros. —Has llegado demasiado lejos —dijo la aparicion—. Tus caprichos y tu mal gobierno merecen un castigo. La princesa miraba sin comprender. —Ahora sabras lo que es luchar para conseguir tu propio sustento. Seras condenada a trabajar eternamente sin descanso. Eaneada con Camscanet Ecaneada con Camseanet La diosa envolvid a Uru con un manto oscuro y la hizo desaparecer ante los ojos atonitos de los consejeros, ando se fijaron con atencion, vier quedado un animalito con el cuerpo Cubierto que de inmediato saco un hilo Pero cu on que en el lugar habia de pelos y patas agiles, de su propio cuerpo y se puso a tejer sin descanso. Uru qued6 convertida en una arafa y desde ese dia se la pasa trabajando sin cesar, para que los dioses la perdonen por sus antiguos pecados. Eaneada con Camscanet EH altar de oro (Panama] 7 nla ciudad de Panama hay una iglesia Wamada San José. En ella hay un altar que tiene mas de trescientos afios de antigiiedad. Y es completamente de oro. Corria el siglo XVII, las colonias espafiolas Prosperaban y el comercio con Europa era constante. L3s Tiquezas americanas acrecentaban las arcas de Espana y los corsarios lo sabian. Solian atacar las rutas de los Darcos ue iban cargados de oro. También asaltaban los puertos as importantes, como el de Panama. Henry Morgan era un pirata muy temido. Ciert dia se we la voz de alarma. Lo habian visto cerca de les COSTES, *vegando por el océano Pacifico. Eaneada con Camscanet Ss rcan los piratas! —decian los habitantes—_ —iSe acel ias! iEscondan sus pertenencias: 7 El pirata se dirigia directamente a la ciudad, con Unico fin de saquearla y proveerse de un ar pote: La poblacién estaba aterrorizada. El mismo sentimientg de temor invadié la iglesia de San José. Los sacerdotes pudieron esconder sus tesoros, pero no podian hacerlo con e| altar mayor. Era muy alto y estaba totalmente construido en oro. Tampoco era facil disimularlo, dado su gran porte. Hasta que uno de ellos tuvo una idea: —Podemos pintar encima del oro. Asi van a pensar que no tiene ningun valor, Entre todos juntaron hierbas y arcilla y con ella Prepararon una pintura del color de la tierra. Los religiosos trabajaron toda la noche, hasta quedar exhaustos. Con las primeras luces del alba, Henry Morgan llegé a la ciudad. Sus hombres se repartieron por la ciudad, atacando las casas para llevarse todos los objetos de valor que encontraran. Los indefensos pobladores no Opusieron resistencia, confiando en que sus pocas riquezas estaban bien ocultas Los piratas se desalen taron: encontraron muy poco Oro. E nla i i j iglesia tampoco habia nada: ni joyas, ni objets "gan estaba de mal humor. Se al altar, Habia alli suntuarios, 5) Propio Mo acerco un viejo sacerdote que no les Eaneada con Camscanet ‘zcaneado con Camseannet habia prestado atencion. El pirata se mostr6 sorprendidg abl de que en ese pueblo no hubiera Oar an —Es que somos muy pobres —dijo el religioso, sin dejar de pintar. —Ya veo. Hasta la pintura del altar es muy rudimentaria. —La hacemos con arcilla de nuestra tierra —respondié el sacerdote, sin que se le notara el nerviosismo. —£Y por qué no usan pintura al dleo? —No tenemos para esos lujos. El pirata reflexiond. Parecia cierto que no tenian riquezas. Ni en las casas, ni en las calles habia algo que valiera la pena. Y en la iglesia pasaba lo mismo. Entonces hizo algo inesperado. Sacé una bolsa lIlena de monedas de plata: —Toma. Compra una buena pintura para esta iglesia. Después, abandonaron la ciudad. El botin habia sido muy pobre. Los piratas estaban enojados y antes de marcharse, prendieron fuego a los techos de las casas. El incendio se extendid, pero los habitantes lo combatieron con grandes muestras de entrega y solidaridad. Cuando el fuego se apagé, el espectaculo era penoso. La ciudad estaba destruida. Pero atin en medio de esa desolacion pudieron mantener la esperanza. Si bie i jen las llamas habian quemado la iglesia, no habian tocado al altar de oro, Eaneada con Camscanet Reconstruyeron la ciudad, hacia el oeste. Con el esfuerzo de todos los habitantes nacié una nueva Panama. yambién hicieron alli una nueva iglesia que recibié el mismo nombre que la antigua: San José. Y alli llevaron entre todos el altar. Desde ese dia preside la nave, para orgullo de todos sus habitantes. ‘xcaneado con Camseanner Cantuna (Ecuador) 3 os espafoles Ilegados a América se admiraron enseguida de las habilidades de los indigenas. Los tejidos y las artesanias demostraban una destreza especial. Los conquistadores quisieron embellecer las ciudades coloniales al estilo europeo y S€ dieron cuenta de que los indios podian ayudarlos. En los diferentes virreinatos, los indigenas construyeron casas e iglesias sin comprender muy bien qué era esa nueva religién. Pero lo hacian obligados y con una maestria especial. A los mas avanzados les toco pintar cuadros © imagenes de la virgen Maria. Como no sabian de quién se trataba, la pintaban en forma de montafa, como Eaneada con Camscanet si fuera la Pacha Mama (la madre tierra que ellos sj conocian). Para hacerlo, dibujaban a una mujer bonita segun los requerimientos de la nueva religion. Pero ‘ le ponian un manto que representaba la tierra: tenia forma de montafia y le agregaban soles y estrellas. Ademas, colocaban debajo de la imagen una luna, para que no hubiera duda de que aun veneraban a la naturaleza. En la ciudad de Quito habia un artesano muy requerido. Era indigena y se llamaba Cantufia. Sus trabajos eran admirados porque, ademas de ser habil con la pintura, también lo era con la escultura. Los espafioles lo consideraban el mejor artesano de todos y, Por eso, le encargaron la construccion de un atrio para la nueva catedral de San Francisco. Debia ser un trabajo Muy especial. Pero le advirtieron que le daban un plazo Para terminar la obra: si no lo cumplia, lo llevarian Preso, Cantufia conocia sus propias habilidades, pero sintio temor Por las amenazas. Entonces rez6 para conseguir ayuda en una construccién tan ambiciosa. Grande fue su Sorpresa al ver que desde las entrafias de la tierra salia n hombre barbudo y vestido de rojo. ~Soy Luzbel, enviado del diablo. Pero no temas, i to buen hombre. He escuchado tus ruegos y estoy dispues ® ayudarte, Eaneada con Camscanet El artesano no podia creer lo que veia. Se quedo que aquel ser misterios go un trato. Te ayudaré a construir previsto. A cambio de eso, me mudo y dejd —Te propon el atrio en el plazo entregaras tu alma. El indigena estaba confundido. Acepto, pero alcanz6 a decir algo importante: —Pero si falta una sola piedra en la escultura, el trato queda anulado, éde acuerdo? —No te preocupes por eso —dijo el demonio. Enseguida llamo a un ejército de diablillos que salieron de la oscuridad. Se pusieron a trabajar siguiendo los planos que habia hecho Cantufa. Al rayar el alba, el atrio resplandecia con la mas bella terminacion. Los diablillos habian hecho un trabajo arduo y el disefio era bellisimo, sin duda. El demonio aproveché ese momento para reclamar su parte del trato. —El trabajo estaé terminado. Debes entregarme tu alma. Entonces, Cantufia recordé aquella clausula que lo salvaria. En la base del atrio faltaba una piedra que él mismo habia ocultado, por eso, el trabajo no estaba completo del todo. El diablo reconocié que lo habian engafiado. Se fue maldiciendo, con todo su ejército tras él. amend con o siguiera hablando, Asi, Cantufia se salvo de entregar el alma. Y también se salvo de ir a la carcel. El mismo colocé la piedra faltante justo a tiempo, en el plazo fijado. Eaneada con Camscanet EL PICAFLOR En el lago Paimun vivian dos hermanas, rodeadas de montafias nevadas y bosques, donde habia ciervos colorados, zorros, jabalies, liebres, nutrias y caranchos. , Ambas eran jovenes y hermosas; una era Painemilla, oro azul, y la otra Painefilu, culebra azul. Vivian en un lugar hermoso, y desde casi cualquier punto del lago podian ver el cercanoe imponente volcan Lanin. Les gustaba mucho pasear por las playas del lago, que eran de arena oscura, y siempre iban juntas. Habia otras personas que se bafiaban alli y a menudo conversaban con ellos. Pero, un dia, vieron a un joven que se acercé a hablarles. Hola, Painemilla. -¢Cémo sabés mi nombre? ~Siempre te veo... -dijo, sonriendo. Después, conversaron los tres, pero finalmente la hermana los dejé solos. Painemilla contaba que él era un cacique, que ya la habia visto y que se habia enamorado de ella. Pero no lo conocemos -dijo Painefilu con envidia. ~Si, pero a mi también me gusta. fi Painefilu No pudo decir nada cuando los jovenes dijeron a su amilia que se iban a casar. Los padres se alegraron mucho ¥ i Pareja se fue a vivir a ce un hermoso palacio de piedra, construido °° “ercana Montafia de Litran Litran, e sentii i : sper a Muy felices y al poco tiempo, larjoven supo qu? Yo. Llena de alegria abrazé a su esposo y fue Eaneada con Camscanet Los esposos se abrazaron Muy felices, de temor y se le ocurriéd que su hermana po nacimiento. -Dos nifios juntos... -Tranquila, todo va a salir bien. Se sentia muy feliz y de inmediato, llamé a su hermana para que fuera a ayudarla. -Te necesito. Painefilu acudi6 a verla para ayudarla con el nacimiento, pero ella no estaba contenta. Desde el primer momento habia sentido envidia por la felicidad de su hermana y disimulaba sus sentimientos, pero se sentia dolida y triste. Cuando Ileg6 el momento del parto, Painefilu enloquecié de envidia y convencié a su hermana de que habia tenido dos perritos, mientras escondia a los hermosos bebés en un cofre. Luego, los arroj6 al lago Huechulafquen. En el palacio, Painemilla lloraba desconsolada, mientras amamantaba a los perritos, pensando que eran sus hijos. El cacique no entendia qué habia pasado, y por mas que intentara consolar a su mujer, veia que ella se habia encaprichado con los animalitos y les hablaba como si fueran personas. Pens6 que estaba loca y volvid a consultar a la machi de la tribu. -iQué puedes decirme? -Nuestro dios todo lo ve. Debes ser paciente. - No eran las palabras que él esperaba. Nada tenia sentido ylo @penaba muchisimo ver a su esposa en ese estado. Lo tinico que - Sele ocurrié fue alejarla de su vista, para no tener que vivir on a dolor. La llevé a un lugar apartado, lejos del palacio. y cos en queria desprenderse de los perros, termino viviendo con 7 una cueva que habian habitado algunos ee ee Pero el dios Ngenechén habia visto todo oe las aguas del logr6 que los hijos de Painemilla se salvaran i eee Huechulafquen protegieran a los pequefios ¥ Suavidad hacia la costa. Pero ella sintié un poco dria ayudarla con el amend con Comsanne 39 Asi fue que un anciano vio el cofre y lo sacé del agua con mucho cuidado, porque notaba que algo se movia en su interi ilevd a su casa y le cont a su esposa la novedad. ee -Vamos a abrirlo -dijo ella. Lo hicieron entre ambos, despacio, y fue muy grande su sorpresa, ya que al abrir la brillante caja, encontraron a los melliz de hermosos cabellos, con un pelo de oro cada uno, Los ancianos estaban tan sorprendidos. que los abrazaron ylos levantaron hacia el cielo, para agradecer el hallazgo, Prometieron al gran dios proteger por siempre a los niftos, y asi fue que los cuidaron con mucho amor. Paso el tiempo. El cacique no habia podido olvidar su felicidad perdida, Era comun verlo triste y solitario, caminando por la orilla del lago, conversando consigo mismo y preguntandole al gran dios si habia alguna solucion para su pena. Hasta que un dia vio jugando a dos nifios junto al lago, Pensd, casi sin querer, que tendrian la edad de sus hijos. Eran dos chicos solitarios, un nifio y una nifia, que se divertian con las olas de la orilla. Sonrié pensando en su propla historia y quiso conversar con ellos, pero al acercarse, vio el Cabello de oro. En un mismo instante, los tres se reconocieron. ~Entonces, nosotros... -Si, ustedes son mis hijos... ae ioc chicas El padre se arrodiil6, al borde de las lagrimas, pero een Permanecian confundidos. Hasta que el var6n dijo que conocla la o tistoria, Porque los ancianos que los habian criado le habian lee de su madre, Siempre habian pensado que erauna leyenda, pero’ onfirmaban que era cierto. ~Nos da mucha pena lo que P' ~Ella pasa frio y hambre entre los perrow: . ~Es que enloquecio... quizas ahora, pueda !9sveay sepa que estan bien. 7 OS . No puede ser. asé con nuestra madre. ejorar, En cuanto Eaneada con Camscanet El cacique estaba conmocionado y tan apenado que le pidig 5 Jos mellizos que fueran con él al palacio de Litran Litran. Pero una ver alli, su hijo volvié a decirle: =jQueremos ver a nuestra madre! -Claro que sh. Painemilla no entendia por qué la conducfan al sal6n principal del palacio, después de tanto tiempo, pero en cuanto vio a esos nidos, con la hebra dorada entre sus cabellos, lloré de alegria y corrié a abrazarlos: eran sus hijos. No se pregunté demasiado qué habia pasado con ellos en todo ese tiempo. A los chicos les pas6 lo mismo, apenas vieron a su madre, la reconocieron de inmediato y no quisieron separarse de ella nunca mas. El padre se acercé para abrazarlos también, con lagrimas en los ojos. 2Y qué pasé con la hermana malvada? También los ancianos le hab{an contado esa parte de la historia. Los nifios sabian que su tia habia tenido la culpa de todo, asf que se dirigieron a la habitaci6n de Painefilu para castigarla. La llevaron afuera del palacio y la obligaron a sentarse sobre una roca. Entonces, el muchacho sacé una pequefia piedra transparente y la alz6 hacia el cielo y elevo un pedido al Sol, el dios Antu: ~Necesito que tu calor atraviese mi piedra magica y que tus rayos se conviertan en antorchas de fuego para destruir ala malvada Painefilu. on a rayo cayé sobre ella quedando reducida a cenizas, pero Pedacito de su corazén no llegé a quemarse y cuando llegé el viento a a dispersar los restos, de entre ellos salié volando Pajarito brillante, Era el mapuches, pred pinsha, el picaflor, que, seguin los el Ae a la muerte, Ese fue el castigo para Painefilu. ninguna rama, en Pajaro que no descansa, ni se posa en 4 . Oc e otros pajal Poco toca con sus alas las flores, como lo hae ros. TiembI i: escond a. de miedo constantemente y siempre 5 € en caverna: 'S OScuras, como si esperara un castigo- Eaneada con Camscanet MICHAY, LA FLOR Hay una flor muy hermosa en la Patagonia, el Michay o Calafate, que tiene vivos colores rojos ¥ amarillos y un aroma encantador. Pero no siempre fue asi: antes era una flor sencilla y blanca. Todo cambid cuando los conquistadores llegaron a nuestras tierras, invadiendo la zona del gran lago Nahuel Huapi, con sus armas y ambicion. Desde el cielo, el dios Ngenechén se sintié muy apenado; los hombres de piel blanca avanzaban, destruyendo los bosques: acampaban sobre los lugares sagrados y atacaban a los que les oponian resistencia. Ngenechén, Sefior y Rey del Cielo, de la Tierra y de los Hombres envid a su hijo para proteger a los mapuches de la crueldad de los invasores. El hijo del dios se encontré solo en la tierra, distraido y admirado por la belleza de la Patagonia. Las flores y el gran lago despertaron en él una felicidad que lo distrajo de su mision. Mucho més, cuando se encontré solo en un bosque de collimamill, los arrayanes. No pudo mas que detener su marcha y sentarse a mirar ese paisaje con el sol que se reflejaba en el lago y multiplicaba los arboles, tan bellos. sit eee ee sin darse cuenta de que Ed icjos,de las ra espiritu maligno que habia venide de ™ y Habla creado un i e la tierra Mapu con sus malas intenciones: 7 er que lo representaba en la tierra: las viboras Y habla querido que fueran co inaban MUY derechitas, tenian a ne mo los humanos. Ellas caminade pea Podian hablar, eza redonda y la lengua entera, aunqu Eaneada con Camscanet Les gustaba mucho el lugar donde vivian y se extrafiaron de ver en sus propios territorios a un semidios dormido. Les daba un poco de miedo y sin embargo sentian gran curiosidad. -Ssss... hacian las viboras, moviendo su lengua redonda, _Hmmm... decia él a punto de despertar. Cuando las vio, pegé un salto, y se levant6 asustado. -iQué es esto...! Retrocedié ante las viboras que avanzaban en dos patas y no tuvo tiempo de pensar si se trababa de una pesadilla; no supo si sofaba 0 si era un peligro real. Lo primero que se le ocurrié fue tomar una rama de michay, que tiene espinas entre sus flores. Levanté la rama por encima de sus hombros y con gran fuerza, golped las cabezas de las viboras, sin miedo, pero enfurecido. -Vayanse, malditas... jqué tienen que venir a asustarme! Cuando vio que iban cayendo, las persiguié para pisarlas. Ellas huian mientras él aplastaba sus cabezas. -Fuera... -les decia mientras las pisaba. Los golpes les quebraron el espinazo, y desde entonces, ya no pueden caminar paradas. Levantan la cabeza triangular que muestra cada tanto la lengua partida por el pisotén que les dio el semidiés con sus botas de cuero. Las filus, viboras temerosas, no sabian ni siquiera quién os habia atacado y a pesar de su curiosidad, se vieron tan es Pensaron que habian sido los caballos, esos 'vaban personas arriba. Los odian desde entonces \ ; y los culpan; por eso tratan de morderlos en las patas. El semidids sigui : A Fl costado, Siguié su camino, dejando la rama de michay aU" sin ers cuenta de que ésta también habia sufrido una vem n. Las flores se habian tefido de rojo por la sangre ras y de amarillo, Por su veneno. El michay ti ene, de: . i Sus frutos son oscur: Sde entonces, las flores rojo-amarillentas ¥ s como la sangre vieja. amend con Comsanne Y las fils, sin poder olvidar lo sucedido, se esconden enroscadas bajo las hojas y las ramas del michay para sorprender y morder ala gente que busca su fruta, Les importa més atacar y vengarse, aunque tengan que arrastrase entre las espinas puntiagudas que las hicieron sangrar y que dejaron rastros en sus pieles. Buscan sobre todo, las patas de los animales y los ples de las personas. Pero los mapuches conocen la historia y llevan su calzado cubierto con tsumel, la bota de potro, hecha con la piel de este animal, que es muy resistente y los protege. i.@ J GUILLERMO TELL Mer Leyenda suiza Cuenta la historia que, hace muchos afios, Suiza habia caido bajo el dominio de un pais vecino, Austria. El pueblo rechazaba los atropellos de los gobernantes extranjeros que imponian su poder con autoritarismo, y deseaba recuperar su liber- tad. Y cuenta la leyenda que, en las cercanias de Altdorf, una pequefia ciudad suiza, vivia un paci- fico cazador Hamado Guillermo Tell. Aquel hombre valiente y honrado y que amaba la libertad tanto como sus compatriotas, habitaba una cabafia en el bosque. Su mujer y sus dos hijos no pasaban privaciones, pues la caza era abundan- te. Sin embargo, no eran felices porque la ciudad estaba gobernada por Gessler de Brunock, un caprichoso enviado del emperador austriaco. A pesar de que los abusos de aquel hombre eran intolerables, el pueblo los soportaba porque su Poder les producia temor. Pero ya muchos en Eamon ANTIGUS® ciudades que corrian la misma fy en otras ‘ eee nerse a los invasores. opo uillermo Tell y Walter, su hijo ban en la ciudad cuando e] suerte planeaban Una tarde, G menor, S€ encontra iv nte levadizo del castillo se abrio y vieron salir al gobernador y a su comitiva. Como el orgulloso Cessler no solia tomar contacto con el pueblo, a los ciudadanos de Altdorf esto les llamé la aten- ciény se detuvieron a observarlos. Intuian que no podian esperar nada bueno de aquella marcha y los pue siguieron, resignados. Guillermo Tell y Walter se unieron a los curio- sos y juntos llegaron a la plaza principal. Alli Gessler dio una orden y dos de sus guardias alzaron un mastil. En su punta colgaba uno de los gorros del gobernador. La gente recién comprendié lo que eso significaba cuando oy6 al pregonero leer este bando: ~A todos los habitantes de Altdorf. Yo, Gessler de eek cay de esta ciudad por la gracia rador de Austria Alberto de Habsburgo, empe- todos los ciudad non ae! os hay pradelsnts, Ese gesto sera una pe waroillen age este gor prueba de respeto hacia su que~ rido gobernad ado g *, @ quien este gorro representa. GUTLLERMO TELL La primera reaccién de los pobladores fue Janzar una carcajada, pues la orden era cierta- mente ridicula. Pero cuando vieron la expresién de desagrado de Gessler, comprendieron que no se trataba de una bromay se retiraron, sin hacer ningun comentario. Durante todo aquel dia, nadie pasé cerca del mastil, para evitar la humillacion de tener que arrodillarse ante él. Incluso los soldados, que haci- an guardia al pie del mastil para vigilar que se le hiciera reverencia al gorro, consideraban vergon- zosa esa tarea. Pero el caracter pacifico de los ciudadanos ya no soportaba tantos atropellos, asi que se reunieron en el bosque para discutir el asunto. ~Yo solo me arrodillo ante la bandera de mi pais —dijo un fornido lenador. ~iMe niego a hacerle reverencias a un gorro! ~exclam6 otro a sus vecinos. - Y asi todos fueron mostrando su rechazo a la ‘ltima imposicion del autoritario gobernador. Guillermo Tell no asistio a esa reunion y, ocu- Pado como estaba en procurar el alimento para su ‘milia, olvid6 el asunto del gorro. amend con El caso es que, Un dia después, ents Con | N. — la ciudad y juntos aap hula la Play | \ - irauna tienda a vender pre cs. Como ibay | pass idos conversando, no vieron nj ¢| Masti nicer y pasaron a su lado sin rTodillarse ni el gorr ° . De inmediato, un guardia los detuvo y, e ato, 4 Pesap de que Guillermo pidi6 disculpas y explicg que | todo habia sido producto de la distraccién, ho. logré que los dejaran ir. Por el contrario, dieroy 3 aviso al gobernador. Cuando Gessler supo lo sucedido, se levanté de un salto de su trono y pego un pufietazo sobre la mesa. —iVamos, rapido! jDime el nombre de ese trai- dor! ~grito el gobernador, feliz de que alguien hubiera caido en sus manos. ~Guillermo Tell —re habia levado la novedad Gessler conocia al cazador. Envidiaba su valen- tia y le molestaba que siempre estuviera dispuesto a ayudar a sus vecinos. Por eso le resultaba inso- Portable y aquella era la ocasion de castigarlo. La noticia de . que Guillermo Tell habia sido detenido Corri6 de b iudad. La gente fue a la esa en boca mer le ci spondiéd el soldado que n~ estaban tan molestos que los soldados tantos Y - rodear al prisionero con sus escudos y debiero? uy Janzas por temor a que lo ayudaran a escapar. Cuando Gessler llegé al pie del mastil, se encontrd con Guillermo y su hijo. Lo impresiono Ja forma en que todo el mundo lo miraba. Pero no podia mostrarse débil pues aquella era una buena oportunidad para dar una leccion al pueblo. Asi que, con tono enérgico, le exigid al cazador: _Te ordeno que te arrodilles ante este gorro que representa a (u muy amado gobernador. —No me arrodillaré ante esa cosa. La respuesta de Tell sacé a Gessler de sus casillas. —jQue... que... lo detengan...! —tartamudeé, rojo de ira. Los soldados se quedaron atdnitos, pues el hombre ya estaba detenido. Cuando el furioso gobernador cayé en la cuenta de su equivocacion, con mas rabia atin grito: ~Entonces, jque lo ahorquen! Sin embargo, enceguecido por el odio, calculé ue aquel no seria un castigo suficiente y sé Corrigid: a pensdndolo bien, cazador, te daré una nidad. Ya que te atreves a andar armado por amend con INCESAS ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PR —Aclarame una duda, gpara qué querias dos flechas, si solo tenias una oportunidad? —quiso saber Gessler. —Si con la primera mataba a mi hijo, la segunda era para ti —le respondié el cazador, con tono amenazante. —Vamos, Tell, gcémo pudiste planear algo asi contra tu gobernador? Prometi perdonarte la vida si le acertabas a la manzana y lo cumpliré. Pero no dejaré en libertad a un hombre capaz de reservar una flecha para matarme. Y de inmediato el malvado gobernador ordené: —jDeténganlo! Los soldados encerraron a Guillermo Tell en una de las celdas del castillo. Pero sucedié algo que Gessler no habia imaginado. Pocas horas después, un furioso grupo de ciudadanos, armados con hachas, guadafias y hasta con palos de amasar, se hallaban frente al puente levadizo. ~iExigimos la libertad de Guillermo Tell! Titaban i Fil . Y Acompanaban sus voces con gestos de uria. Com : . © no estaba dispuesto a dar el brazo & torcer, Gessler Je ordené al jefe de la guardia: ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS —Esta misma noche Ilevaremos a Tell al castillo de Kiissnacht, en la otra orilla del Lago de los Cuatro Cantones. Prepara todo sin que nadie te vea, pues esta gentuza no debe enterarse del traslado. Los soldados ataron de pies y manos al valiente cazador, lo ocultaron en el fondo de una barca y, protegidos por la oscuridad, partieron. El gober- nador iba con ellos. El viaje fue tranquilo hasta que, cuando se hallaban muy cerca de la otra orilla del lago, los sorprendioé una violenta tormenta. Las olas eran tan grandes que hacian dificil mantener la nave a flote. Uno de los guardias sabia que Tell era un © buen tripulante, entonces sugirié desatarlo y darle el timon. tomo el mando de la barca. El conocia muy bie aquella costa y sabia que la corriente los una zona de peligrosos pefiascos. salia con vida. Entonces dirigio la b; lugar. Estaba dispuesto a morir cont pueblo se librase del gobernador. P, tismo fue premiado. Poco antes de q estrellara, vio una roca plana que e Enea con Camsanet r GUTLLERMO TELL Tird lejos el remo, se paré y, alejando la Jago ca con una patada, salté sobre la piedra. bar pespués S¢ alejo borriepde hacia el Bosque, mien- tras la tempestad y los pefiascos terminaban con la yda del gobernador. Durante un tiempo, se oculté en los Alpes. Desde alli ayud6 a luchar por la liberacién de su tierra y, cuando supo que ya no lo buscaban con tanto ahinco, volvié a su casa. No corria peligro porque su valor habia servido de ejemplo y muchos ciudadanos ya se rebelaban contra los abusos de los invasores. Un afio después, Suiza fue liberada y en sus hermosos valles y montafias volvié a reinar la paz. Desde entonces, los habitantes de Altdorf Vivieron felices gracias a la hazafia de Guillermo Tell que, a pesar del tiempo transcurrido, todavia no ha sido olvidada. aN Je LA CAVERNA DE LOS NINOS DE PIEDRA Leyenda irlandesa Hace mucho tiempo, en una aldea de Irlanda llamada Tomsch, sobre altisimas rocas que se cor- taban en picada hasta perderse en el mar, se elevaba el castillo del terrible mago Merlin. Y cerca de alli, en un hermoso castillo ubicado en la cima de una colina, vivian el conde Marcus Rowain y Goulda, su esposa. Los jovenes condes eran muy ricos pero infelices porque atin no tenian hijos. Hasta que una noche Goulda tuvo un suefo. En él, una voz misteriosa le decia que fuera al monasterio de Bancor y lle- vara una ofrenda a la Virgen. Esa ofrenda y sus Tuegos harian que llegara el nifio que tanto deseaban. Y asi lo hicieron: le encargaron dos candelabros de oro a Martin Quenlay, el mejor orfebre de la region, y en cuanto las joyas estu- vieron listas, la pareja partis. ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS El padre Colum, superior del monasterio, los estaba esperando. Marcus y Goulda rezaron junto a élyalos demas monjes y le ofrecieron a la Virgen los hermosos candelabros. Después de bendecirlos, Colum ordené que se tocaran las campanas, en sefial de alegria, pues estaba seguro de que sus ruegos serian ofdos. La misica del campanario se extendié por el campo. Pero su sonido fue opacado por un rumor como de truenos, cada vez mas intenso, que luego se convirtié en el furioso galope de un caballo acercandose al monasterio. De repente, la luz que entraba por el portal de la iglesia desaparecio. Y cuando los condes y los monjes se dieron vuelta vieron, parada en medio del atrio, una gigantesca figura cubierta con un manto azul y un enorme bonete. Colum se le acercé y le pregunté con decisién: —<éA qué se debe tu presencia aqui, Merlin? —Vengo a hablar con los condes de Rowain —le respondio el famoso mago. Los monjes se asombraron de que Merlin hubiera egado hasta el monasterio, pues aquel no era un lugar propicio ni para él ni para nadie que practicara la hechiceria. amend con Comsanne é ESAS ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINGE:! _Fste es un lugar sagrado y ti no puedes entrar. Hablales desde donde estas —le advirtis el sacerdote. Entonces Merlin clavé sus ojos encendidos de ira en los condes y les dijo con voz de trueno: —éPor qué no recurrieron a mi si tanto desean un hijo? Yo les habria dado una de mis pociones magicas infalibles. Todavia estan a tiempo de pedirmela. Pero les advierto que, si ese nifio lle- gara a nacer sin mi ayuda, lo pasara muy mal. Cuando termin6é con su amenaza, el mago subio a su caballo negro y desaparecié en el bosque. Todos quedaron muy impresionados. Pero Colum animé a los condes: —Les regalaré esta espada que les sera de utilidad en el futuro. Pertenecié al joven Gotwald, uno de los valientes caballeros de la Mesa Redonda, que luché junto al Rey Arturo. Sera de su hijo cuando crezca. La empufiadura de la espada era de oro y en su hoja se leia la inscripeién RESPLANDEZCO AL SOL. Apenas Marcus la tom6é en sus manos; olvidé las amenazas de Merlin y el viaje de regres? al palacio fue més feliz que el de ida. amend con Comsanne Un dia sucedio alpo especial, Goulda estaba gentada junto a una ventana, cuando un Pajarito ented Y 86 POSO EN Su falda, Alli se quedo un rato pion as ella permanecta inmevil Para no asus- gado, No como una seial y desde ese momento supo que arlo, Luego se fue volando como habia lle La condesa interpreté aque pronto naceria sw hijo. Y asi fue. Apenas pasé el invierno, Marcus y Goulda tuvieron un niio al que le pusieron de nombre Birdly, en honor al pequeiio pajaro que anuncié su Hegada, Merlin no tard6é en enterarse de que el nino habia nacido sin que los condes de Rowain recu- trieran a él y a sus pociones magicas. Entonces, el malvado mago desparram6 amenazas y mal- diciones: —jEse nitto debe ser mio! Y luego de lanzar al fuego unos polvos misterio- Sos, se retiré a su torre. Alli se durmié, rodeado de animales embalsamados y frascos llenos de liquidos y extrafias criaturas, y sono su venganza: el Tapto de Birdly. . Pasé el tiempo, el nifo crecio fuerte y sano, Y pronto su inteligencia comenz6 a asombrar a amend con ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS cuantos lo conocian. Cuando cumplié seis afios, los condes decidieron enviarlo al monasterio de Monchtown, célebre por la educacién que brin- daba a sus alumnos. A Goulda la asustaban los peligros del camino, de modo que Birdly siempre iba protegido por una escolta. Sin embargo, un dia no regresaron ni él ni sus acompafiantes. A medida que pasaban las horas, la preocupacion crecia hasta que, cuando llegé la noche, el conde y sus guardias partieron a buscarlo. A poco de andar, encontraron a uno de los escoltas de Birdly con una espada clavada en su pecho. El arma tenia grabada en su hoja una encina, el signo de los seguidores de Merlin. —jEsto es obra del malvado Merlin! —grito Marcus, enfurecido—. Sin duda Birdly ha caido en sus manos. j|Volvamos al castillo! | Debemos prepararnos para ir a Tomsch a rescatarlo! El conde Marcus se preguntaba como vencer al mago y recuperar a Birdly, cuando su vista se clavo en la espada que les habia obsequiado el padre Colum. Noté que su empufadura brillaba cada vez mas, hasta que tomé el color de una llama. Entonces volvié a leer la inscripcién: RES- PLANDEZCO AL SOL. Una idea surgié en su Eaneada conc mente, una idea que le llegaba del corazén. Pensé. «g] poder de la magia de Merlin solo sirve para hacer el mal. Pero el poder del bien es superior su triunfo es seguro. Solo se necesita valor para enfrentar la empresa heroica”. Tomé la espada en sus manos e inmediatamente sintié que su prazo se hacia més fuerte. -jGoulda! —le dijo a su esposa—, por algan motivo Colum nos entregé esta espada que siempre ha luchado contra el mal. Sin duda el sol en el que resplandece es el bien. jEsta espada nos ayudara a recuperar a Birdly! |Estoy seguro! El conde partié de inmediato. Montado en su caballo y empufiando la famosa espada, atravesé el oscuro bosque que rodeaba por tierra el castillo del mago. Hasta que lo detuvo la inmensa roca imposible de penetrar y desde alli grits decidido: ~{Birdly! jBirdly! jSi estas prisionero, no tengas miedo! {Voy a liberarte! jY a ti, Merlin, te ven- ceré cueste lo que cueste! Marcus lanz6 sus desafios hasta que llego la noche, pero nadie respondio. En la oscuridad, la roca y el castillo parecian un silencioso Sigante de piedra. Entonces, debiéd emprender - Tegreso con las manos vacias. ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS Durante los dias siguientes, el castillo de los Rowain se hundié en una terrible tristeza. Hasta que una mafiana, un criado anuncio la llegada de Martin Quenlay, el orfebre que habia hecho los candelabros para la Virgen. Debia comunicarles algo y, cuando Goulda y Marcus lo recibieron, les dijo: —No sé si lo que voy a contarles tendra alguna importancia para ustedes. Pero he tenido un suefio tan particular que me ha hecho venir hasta aqui. —jDinos qué sofiaste! —lo interrumpié Goulda. Entonces Martin Quenlay les conté: “Sofié que era una noche de luna llena. Yo navegaba en una barca, frente a la roca de Tomsch, al pie del castillo de Merlin. Todo estaba en silen- cio, hasta que oi un galope y a alguien que gritaba: «jBirdly! jBirdly!> En ese momento vi que por una hendidura asomaba el rostro de un nifio de unos seis afios. Remé hasta alli. El pequefio me dijo: —jSoy Birdly! Estoy prisionero del mago Merlin. Busca a mi padre y pidele la espada de Gotwald. Regresa, golpea con ella esa piedra blanca y se abrira una grieta. Entra y encontraras amend con Comsanne | mago- Para que nos libere, ofrécele la famosa espada- Cuando termin6 de hablar, tiré una ramita de encina sobre la piedra blanca y me hizo sefias de que debia golpear alli. Como yo no salia de mi asombro le pregunté: —gEres realmente Birdly, el hijo de los condes de Rowain? Si, Martin, te lo aseguro. —éY por qué estas aqui? -Estoy prisionero del mago Merlin junto a muchos otros nifios. —éMuchos? ¢Y los tratan mal? —Ni mal ni bien. Estamos petrificados. —j4Cémo?! jgPetrificados?! -Si, inméviles como estatuas. Solo podemos mover nuestros ojos. —éY quién protege la puerta del castillo? —Aqui no hay puertas. Se entra y se sale por grietas como esta. Tampoco hay centinelas, Porque las hendiduras son tan estrechas que no Se notan a primera vista. Pero cuando alguien del castillo debe entrar o salir, se ensanchan y luego vuelven a cerrarse. ~éPor arte de magia? —Aqui todo ocurre por arte de magia. Y después el pequerio desaparecid, como si se lo hubiera tragado la piedra”. Mientras Marcus y Goulda escuchaban el relato, reconocian muchos de sus detalles. —Cuando me desperté —continué Martin-, fui en una barca a explorar el acantilado de Tomsch. Al llegar al pie del castillo divisé una roca blanca y al acercarme, vi la hendidura y la rama de encina. Yo no sé si el suefio tiene valor, pero me parecid que debia contarselos. Goulda recobré las esperanzas. Y el conde de Rowain fue a buscar la espada de Gotwald y se la ofrecié al joven orfebre diciendo: —Martin, hubiera dado mivida por rescatar a mi hijo. Pero parece que eres ti quien debe hacerlo. iToma la espada y cumple tu misién! —Sefior, yo solo soy un pacifico artesano que huye de las peleas —le replicé el muchacho y se quedo inmévil, sin recibir la famosa espada. El conde de Rowain advirtié su temor y le ordené con firmeza: —jEmpuiia esta espada, Martin! jElla te dara el valor necesario para cumplir la tarea que el cielo te ha designado! _Pero.-- No sabré usarla, sefior. Yo sé manejar dl cincel, pero la espada... Me falta valor para pacerlo- _Ya veras que esta espada sera como un amu- eto que te abrird las puertas y le dara a tu brazo Ja fuerza de un héroe. Martin la tomo en sus manos. Y, tal como le habia dicho el conde, sintié un valor que desco- nocia. Entonces acepté llevar a cabo la empresa y se despidié. Sin embargo, toda esa tarde dudo de la decision que habia tomado. El solo pensar que deberia enfrentarse a Merlin lo lenaba de temor. Pero en los momentos en que empufiaba el arma de Gotwald, se sentia diferente. éQué poder tenia esa espada que le daba coraje a él, que nunca habia enfrentado un peligro? Antes de que llegara la noche, Martin fue a ver al barquero Egberto, su amigo. Y, después de contarle los ultimos sucesos, le pidis consejo. -éNo te parece una aventura muy riesgosa? ~Justamente por eso €s importante —lo animo Egberto—. Y me gustaria acompanarte. Si te Parece bien, yo te llevaré a Tomsch esta misma noche. Hoy hay lun tu suefio. en mi barca allena, como en Eaneada con Camscanet [ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS —éY si entro y luego no puedo salir? —le pregunto, asustado, el joven. _No temas. Todo saldra bien. Yo esperaré en la barca. El optimismo de Egberto le dio confianza y, poco antes de la medianoche, los dos amigos nave- garon hasta la roca de Tomsch, justo al pie del acantilado. —Alli esta la piedra blanca que me senalo Birdly en el suefio. Acerquémonos —indicé Martin. El joven orfebre salts sobre la roca. Y desde alli le dijo a su amigo: —Aqui esta la rama de encina que tiré Birdly. Espérame y deséame suerte. Intentaré entrar. Entonces empufié la espada y golped la roca. Una pequefia grieta se abrio hasta hacerse del tamafo de una puerta y por ella entré Martin Quenlay. Después, la abertura se cerr6. —jAhora no hay vuelta atras! —dijo en voz baja, al tiempo que apretaba la empufiadura de la espada para que su valor se renovara. Camino por un largo pasadizo y luego llego @ una enorme caverna. Sentia mas deseos de esca- par que de seguir adelante cuando vio contra las paredes, como pegadas a ellas, una multitud de Eseanend | pequefias estatuas. Parecian de piedra. Pero quando se acerco mas, advirtié algo prodigioso. _jLos ojos brillan, como si miraran! iEstan yivos! -exclamé el joven, e inmediatamente comprendio—: jSon los nifios petrificados! Los prisioneros del maleficio de Merlin pare- cian querer decirle algo, pedirle ayuda...pero no podian hablar. Martin pens6 que él correria el mismo peligro si continuaba violando los secretos de la fortaleza del mago. Pero ya no podia retro- ceder porque la salida al mar estaba cerrada. Solo quedaba avanzar y, apretando la empufiadura de la espada de Gotwald para darse coraje, lego hasta una puerta. Por sus rendijas se filtraba una luz Tojiza, como si se tratara de la entrada al infierno. La abrié y se encontré frente a una inmensa sala. En el centro, sentados a una mesa de piedra, vio a cincuenta guerreros armados hasta los dientes. En la cabecera, sobre un trono de oro, alguien ves- tido con una capa de color azul y un enorme bonete cénico pintado con signos misteriosos, Presidia la reunion. “Ese debe ser Merlin, y esos, sus seguidores en la lucha contra el bien”, pensé Martin Quenlay. Y confirmé su sospecha cuando el mago hablo: ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES Y PRINCESAS —Algo anda mal en el castillo. Algan mecanismo esta fallando. Anoche la entrada del acantilado se abrié. Y uno de los nifios prisioneros hablé con alguien que navegaba cerca. gCual de los nifios petrificados fue? {Para qué lo hizo? £Con quién se comunicé? jMisterio! Consulté mis libros y mi bola de cristal y no obtuve respuesta. éQué poder se me opone? jMisterio! Debemos hacer guardia. Sospecho que esa entrada ha sido descubierta y por alli podria entrar un intruso. Martin estaba confundido. El peligro era enorme. Pero las dudas de Merlin demostraban que sus poderes adivinatorios estaban fallando, pues no habia notado su presencia. Esto lo anim. En ese momento, oyé que el mago les decia a sus guerreros: —Preparémonos para impedir que alguien entre en el castillo. —jYa es tarde, mago Merlin! —grité el muchacho, como impulsado por una fuerza extrafia. Todos se dieron vuelta y lo vieron, parado en la puerta del salén. Y antes de que reaccionaran, Martin apreté la espada y continud hablando con decisién: Eseanend -Tu poder ha sido vencido, Merlin. Ya entré. Los guerreros desenvainaron sus armas ys quando iban a lanzarse contra el intruso, el mago les ordeno detenerse con un gesto enérgico. —4Qué buscas en mi castillo? éQuién te envia? {Qué te propones? —pregunto de un tirén. Martin comprendié que, a pesar de sus poderes, Merlin desconocia muchas cosas y le respondid con ironia: -jMerlin, creia que un poderoso mago como ta no necesitaba hacer tantas preguntas! Se ve que estas perdiéndole la mano a la adivinacién. Te advierto algo: sera inutil que trates de impe- dir que cumpla mi misién. El mismo poder que me abrié la puerta de este antro maldito puede acabar en un instante con tu castillo, tu roca, tus servidores y hasta con tu vida. Mientras Martin hablaba con la seguridad de un guerrero, no dejaba de apretar la empufiadura dela espada. Merlin noto ese gesto, reconocié el arma de Gotwald y le dijo: ~Ya sé de donde sacas tu valor. Te lo otorga la espada. Y como yo la quiero, a cambio de ella te daré lo que has venido a buscar. ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES ¥ PRINCESAS —jTémala, si te consideras digno de ella! —lo provocé el joven, y arrojé la espada sobre la gran mesa. De inmediato, el mago intento sujetarla por la empunadura, pero esta se transform6 en una cruz de hierro al rojo vivo. —Merlin, recién podras empufiarla cuando me des lo que quiero. Devuélveles el movimiento a todos los nifios petrificados que estén prisioneros en la caverna. jLibéralos y te entregaré la espada! Merlin dudo un instante y luego dijo: —Liberaré a todos los prisioneros... —y agreg6 en voz muy baja—: menos a uno. —jNo me engafias, tramposo! ¢A quién quieres conservar en cautiverio? —A Birdly, de la familia de los Rowain. Ese es mi trato, Martin. —Veo que sabes mi nombre. —Sé todo lo que me conviene saber —continué el mago. —Sin embargo, ignoras que mi misién es, precisamente, llevarme al hijo de los condes de Rowain. —iJamis liberaré a ese nifio! -amenazé Merlin. Eaneada con Camscanet LA CAVERNA DE LOS NINOS DE PIEDRA —gPor qué? gTemes que pueda hacerte algin dato? —le pregunté el joven orfebre. —_No. No le temo a él nia nadie. Pero tengo mis razones. —Pues yo tengo las mias para no entregarte la espada de Gotwald. —¢Pero qué mas quieres? Dejaré libres a todos los prisioneros —asegur6 el mago. —¢A todos? —A todos menos a Birdly. —El primero debe ser Birdly. Sin él, no tendras la espada —concluy6é Martin. —Solo te llevards a ese chico si logras identifi- carlo tocandolo con la espada. Si te equivocas y tocas a otro... pierdes —propuso el mago. El orfebre acepté, seguro del poder de la espada. Y junto a Merlin y a sus cincuenta guerreros, entré en la caverna. Paseo frente a las estatuas de Piedra que lo miraban como implorando con los ojos que los tocara con la espada. Pero él no Podia hacerlo. Estaba nervioso. Sabia que, si se €quivocaba, todo estaba perdido. Hasta que vio, entre los dedos de una de las estatuas, una Pequefia hoja de encina. Recordé su sueno. ANTIGUAS LEYENDAS DE HEROES ¥ FEINCESAS Birdly habia arrojado una rama de encina sobre la roca blanca. Entonces, sin dudarlo, levanté ¢] arma y la apoyé en el hombro de la estatuita. Inmediatamente, Birdly recuper6 sus movimientos. —jMatenlos! —grit6é Merlin, pues sus planes se desmoronaban. Al ver que los guerreros avanzaban contra él, Martin se sintié perdido, solté la espada y levanté los brazos. Pero algo prodigioso sucedié en ese preciso momento: Birdly recogié el arma y enfrenté a la guardia de Merlin. El valiente nifio se ubicé entre dos estatuas. Asi, solo podia atacarlo un guerrero por vez. Y la espada de Gotwald le dio tal poder a su brazo, que el pequefio fue ven- ciéndolos a todos. Cuando vio que su gente estaba cayendo, Merlin corrié a la torre. Consulté libros de hechiceria y mezclé liquidos y polvos magicos de colores increibles. Pero nada lograba detener el triunfo del audaz Birdly. Entonces, convirtié sv cinturén en una serpiente, la tomo por la cole como si fuera un latigo y regres6 a la caverna. Alli se encontr6 con que el nifio habia vencido a todos sus guerreros y arremetio contra él. —jCuidado, Birdly! —grito Martin Quenlay, que habia observado la lucha mas muerto que vivo. De un golpe, la espada de Gotwald corté la cabeza de la serpiente. Y al verse vencido por aquel pequenio héroe que empufiaba la famosa espada con tanta destreza y coraje, Merlin huyo hacia la salida que daba al mar. La roca se abrié y el mago volé, impulsado por las oscuras alas de su manto. Mientras tanto, Birdly tocaba con la espada las estatuas y los nifios recobraban el movimiento. Estaba amaneciendo cuando Egberto vio surgir de Ja roca algo que confundié con un cuervo azul. En eso Martin se asom6 por la hendidura y le grito que buscara otras embarcaciones, pues debian transportar a todos los nirios que habian rescatado. Poco después llegé una gran cantidad de barcas. Los nifios gritaban de alegria: —jViva Birdly! jViva Birdly! {Viva nuestro héroe! Pero el pequefio Birdly los corrigid con voz firme: —jNo! Yo no fui el que los rescato. Todos debemos nuestra libertad a Martin Quenlay. UA CAVERNA DE LOS NINOS DE PIEDRA —jViva Martin! —gritaron entonces grandes y chicos. Cuando llegaron a la costa, Marcus, Goulda y todos los habitantes del castillo de Rowain y de las aldeas vecinas estaban alli para recibirlos. Este fue el inicio de las heroicas aventuras de Birdly de Rowain. a? IN Vo SATS @ era la primera vez que volvian a casa a esa hora. Los cuatro amigos siempre salian juntos. Mariana, Luisa, Emilio y Juan, el conductor, Biravesaban el campo con direccién a la ciudad. Regresaban del cumpleafios de un compajiero de la escuela. Juan se habia ofrecido a traerlos porque era el Unico que, como era mayor que ellos, tenia permiso de conducir. Eaneada con Camscanet El camino era muy agradable, con leves curvas y suaves subidas. Las sierras no estaban lejos. La luna llena le daba a todo el paisaje una claridad que parecia irreal 4 esa hora de la noche. Eran casi las once y media. Juan encendié la radio. Les quedaba apenas una hora de camino. Llegarian temprano y quizas podrian quedarse a charlar en casa de Mariana. La radio dejaba ofr una musica suave, interrumpida apenas por la voz del locutor, Comenzaron a comentar los detalles de la fiesta. Varios amigos de otras ciudades habian asistido al cumplearios, El reencuentro los habia emocionado a todos. ‘xcaneado con Camseannet Feyendas ubanas HLA CARRETERA / J, Pasada casi una media hora, la conversacién fue disminuyendo y todos se relajaron, De pronto, la luz de la luna parecié opacarse. Una niebla tenue comenzé a verseal final del camino. Juan se incorporé en su asiento, El auto se aproximaba lentamente. La niebla comenzé a espesarse. Juan disminuy6 la velocidad. No recordaba que alguna otra vez, por ese camino hubiera aparecido niebla. Las luces del auto intentaban iluminar el camino, pero parecian reflejarse en una pared, Era casi imposible ver nada, La luna se habia ocultado totalmente. El sonido de la radio comenz6 a hacerse lejano, empezé a cortarse y finalmente solo se escuché un débil siseo, Subitamente, cerca de alli, los cuatro vieron una figura blanca que hacia sefias al costado de la carretera. Era una mujer con un impermeable largo, pasado de moda. Tiritaba de frio. Juan detuvo el auto. La mujer les hablo: —Estoy perdida, gpodrian Ilevarme hasta la ciudad? —Si, sefiora, como no —respondio Juan. —Gracias chicos, hace tanto tiempo que espero... —{Cuanto hace que esta en la ruta sefora?;Qué le 7 paso? La sefiora se sento del lado derecho, al lado de Luisa, que qued6 en el medio. —No sé hace cuanto, yo venia con mi marido nla ruta, fbamos a ver una pelicula ala ciudad... No sé qué pas. No sé dénde est mi marido... La mujer parecia consternada, estaba a punto de llorar. Mariana penso ue deberia haber tenido un accidente amend con Camscanet le su esposo. Ojala estuvierg d 5s adelante el auto wieren ras & nz a hablarle de otra con vida. Para distraerla, come cosa. _seftora gqué pelicula ibaaverala ciudad? Cuando le respondid, Mariana pensO que era evidente que la sefiora habria sufrido una crisis nerviosa, La pelicula de la que hablaba se habia estrenado hacia ya diez aftos. Mariana recordaba haberla visto con sus padres, de chiquita. Seguramente un fuerte golpe en la cabeza habia hecho que la mujer hablara de eso. Ya se repondric Mientras tanto, Juan intentaba ver por donde iba. Laniebla era tan espesa que habia perdido el rumbo, No se veia nada. Para colmo, una llovizna fina ocultaba aun mas la visibilidad de los cristales. Juan acelerd. Queria salir rapido de ese banco de niebla. Estaba aterrado. De repente, la sefiora que dormitaba, se incorporé en su asiento y grité con una voz potente, diferente: —iEl puente! {Cuidado, estas por caer del puente! Juan frend, pero era tarde, el auto ya subia por una de las pequefias barandas que protegian el camino dela gran bajada que desembocaba en el rio. Con extraia fuerza, la sefora, inclinandose por sobre el asiento delantero, alcanzé a tomar el volante y dando un fuerte tir6n logré que el vehiculo volviera al camino. El auto salt6 y las ruedas chirriaron en la carretera mojada, siguid de costado unos metros mas y finalmente sé detuvo. Juan suspiré con alivio. Se habian salvado. De repente, Juan NOt6, atin aturdido por el miedo: que atras Mariana y Emilia gritaban espantadas. Supus® que el miedo a caer del Puente las habia hecho : 5 jo entraren una crisis de nervios, Girg la cabeza para intenta! Eaneada con Camscanet Leyenda: urhanas t/ LA CARRETERR 9 tranquilizarlas, pero ellas gritaban mirando el asiento vacio. La mujer habia desaparecido. Fue inutil que bajaran y buscaran por todas partes, la sefora no estaba. Era imposible que hubiera salido del auto. La llamaron incansablemente y por ultimo, sin saber qué pensar, volvieron a subir y retomaron la ruta. Gracias a ella se habian salvado, pero habia desaparecido. Cuando Ilegaron a la casa de Mariana, los padres los estaban esperando preocupados por su tardanza. Juan y Emilio les contaron cémo el camino habia desaparecido a causa de la niebla y la llovizna, y de como una extrafia mujer que estaba sola en la ruta les habia salvado la vida. La madre de Mariana crey6 recordar un accidente que habia sucedido en esa misma ruta, luego de que apareciera un banco de niebla. —Me acuerdo que el auto cay6 del puente... Eaneada con Camsanet — Cuando, mama? jEn qué aho? —No sé... hara diez afios. Vos eras chiquita... €7 el mes de octubre, lo recuerdo porque estaba por nacer tu hermana, faltaban unos dias. Yo me impresione porque nosotros siempre ibamos por esa ruta, y jamas habia habido niebla. Se mataron... —Quiénes? ;Quiénes eran? —No sé, no me acuerdo... Al dia siguiente, Mariana y Emilia fueron 2 la biblioteca. Bajaron a la hemeroteca y pidieron los ‘xcaneado con Camseanner ejemplares del periddico del mes de octubre, diez afios antes de ese dia. Estaban encuadernados en un grueso ejemplar Mariana lo vio primero y se qued6 helada, S6lo ating 4 sefialarle la pagina a su amiga. Era el periddica del mismo dia anterior, solo que de diez afios atrés, —jQué pasa? —preguntdé Emilia, asustada por la palidez de Mariana. —s...es ella... En grandes letras negras se leia ACCIGENTE EN LA UTA 33, dos muertos. Luego, el texto explicaba como un matrimonio que iba hacia la ciudad habia perdido la nocién del camino a causa de la niebla y el auto habia subido a una de las barandas, provocando que s¢ derrumbara. Finalmente habia caido a! rio y sus ocupantes habian muerto. Debajo, la cara de |a + que ellos habian encontrado en Ia ruta, sonreia desde una foto en blanco y negro, al lado de su esposo. En ef extremo derecho de la pagina, el cine de !2 ciudad anunciaba el estreno de una nueva pelicula... !a mi que la mujer del impermeable blanco comentado EN fv ViAJE- Eaneada con Camscanet AGIA ZA seis aftos que Julian trabajaba en la radio. Como todos los inviernos, su, programa comenzaba exactamente las seis de la tarde, cuando la noche comenzaba a caer en Ia ciudad, Salté para esquivar los charcos de agua, sin embargo, el fiquido helado entré en sus zapatos haciéndolo estremecer de frio. La lluvia era cada vez més intensa. Las apretadas nubes creaban un techo iluminado por los relmpagos. Ya estaba cerca, La radio funcionaba en una antigua casa de las afueras. Los arboles se agitaban, el viento casi llegaba a vencer la resistencia de su paraguas. Cuando estaba por alcanzar el umbral para guarecerse y entrar al ‘Ambito calido del estudio, una mano lo tomé por el hombro. Era un hombre encorvado, casi un anciano. Mirandolo fijamente a los ojos le entregé un paquete. Julian lo toms. Estaba envuelto en un papel marrén, que le recordé los sobres de correo. —Son ~———L_para vos —le dijo con voz entrecortada, casi = inaudible. Mi hijo los escuchaba, y también te / / escuchaba a vos. Creo que él estaria feliz si f- Alguna vez los ponés en tu programa. Eaneada con Camscanet por la forma del paquete, « Julign reconocid, cos de vinilo. Habria cincy , C99 tamafio de los antiguos dis seis... levanté la vista para agradecer al anciano, per, 0 este habia desaparecido en la tormenta. El viento so hacia més y mas fuerte, asi que Julian decidio entrar, Ya en su mesa de trabajo, el teléfono comenzé a sonar y Julién empez6 a hablar. Coments el tiempo, |g sudestada que arreciaba, las calles inundadas, sus pies Enea con Camscanet mojados. Finalmente, segtin los pedidos del publico, Julidn eligid las canciones de los estantes. La musica comenz6 a vibrar y a alegrar el ambiente. Como las canciones durarlan por lo menos diez minutos, Julian decidié abrir el extrafio paquete. El Papel parecia haber sido pegado cuidadosamente, con varias capas de pegamento, como para no ser abierto nunca mas. Julian tuvo que usar un cuchillo para rasgarlo. La tanda de xcaneado con Camseannet garon las publicidades. Julian debig ete y leerlas. eS eee A empezo le Ana Clara, su ee ee = hordscope, Ana tg a para hacer el pronéstico de los e aan cae adoraba. Parecia tener un instinto Ped a descubrir los conflictos que llevaban a los oyentes a preguntar. Distraidamente el Paquete due descansaba sobre una silla parecié llamar su atencién, —iQué es eso, Julian? (Qué trajiste? —Un paquete, creo que son unos discos. Me los dio un hombre, hoy antes de entrar. Todavia no pude abrir el envoltori —No sé por qué, pero de repente se me puso la piel de gallina... La hora de las predicciones llegé y Ana se acercé al microfono. Julian, calmadamente, rompio el envoltorio. Un relampago ilumind por un momento la habitacién, las luces subieron su intensidad por un breve instante y luego se apagaron. Las ventanas se abrieron violentamente. Julian llego a su casa, casi era la medianoche. En una bolsa de nailon ‘1 habia guardado el paquete semiabierto, Ahora si podria descubrir qué habia adentro. A la luz de las velas, el corte habia dejado sin energia también su cuadra, pudo desenvolver totalmente el objeto. Eran seis discos, su tamario coincidia con el de los antiguos discos de vinilo, pero al quitarles musica termind y lle abandonar el paqu la cubierta Ecaneado con Camscanet rectangular, su forma extrafia, octogonal, le record6 e| roseton de la catedral de su pueblo. En la etiqueta, tan oscura como el material del disco, el nombre habia sido raspado, arrancado cuidadosamente, Solo se leian, en un idioma desconocido, quizas seria aleman —penso— los titulos de las canciones. Julian lamento no poder oirlo, comio su cena y se fue a dormir. Laluz temblorosa de las velas, ubicadas detras de los discos, dibujé una mévil sombra en la pared. La sombra parecio alargarse, y finalmente desprenderse del empapelado. Silenciosamente siguid a Julian hasta la habitacion. ‘zcaneado con Camseannet Leyendas de urbanas i! / LEGADO DEL INFIERNO / El dia amanecié otra vez tormentoso y gris. Las nubes cubrian por completo la luz del sol, Julian esperaba escuchar por fin las misteriosas canciones. Mientras intentaba despertarse —habia pasado una noche de horribles pesadillas— encendio el antiguo tocadiscos, herencia de su abuelo, y colocé el primer disco. La puia chirrid y se quebro. Maldiciendo, Julian sacé el disco del aparato y lo guard6 en el bolso. Esa misma tarde lo probaria en el estudio. Otra vez caminaba bajo la tormenta. Seguin habian arreglado con el duefio de la radio, Julian se ocuparia de encender el generador de electricidad si la energia fallaba otra vez. Tenian compromisos que cumplir con los auspiciantes y no podia volver a suceder lo de ayer. Julin abrié la puerta y una subita rafaga de viento helado entré con él y volé todos los papeles de su mesa. Ana estaba esperandolo. —{Pudiste escucharlos? —jNo! La luz estuvo cortada toda la noche, y esta mafana se rompid la unica pua de mi tocadiscos... —Qué extrafio... en casa volvié la energia cerca de las once. —Empeza vos, saludando, y yo pongo la musica de cortina... asi vemos qué tan buena es. Ana abrio el programa y Julian se dirigio ala cabina de musica. La voz clara y suave de la locutora ya se escuchaba en el Ambito sonoro de la casa cuando la musica comenzé a sonar. ¢Cémo describirla? Era como la noche mas oscura. Un cantante solitario y triste desgranaba una balada lenta, vibrante. Detras de la voz, Un coro de susurros parecia llenar la sala. Ana palidec Mir6 a Julian aterrada. El tomo enseguida otra grabacion, Eaneado con Camseanet la musica continuaba..- susurrante, sin detenerse pero t odeun corte, Julian pudo por fin destrabar y ueg habia tocado hasta finalizar el disc, ue ari ; aparato | ue la gente se quejaria. El teléfong completo. Pensaron q| comenzo a sonal. . : —jQué musica era esa? —pregunto el prime, oyente. Es lo mas extramo que escuché jamas. —Quisimos compartir con ustedes un regalo de nuestro publico, ahora, vayamos a las predicciones, Era el turno de Ana. La primera oyente quiso conocer su futuro. Ana entornd los ojos... la mtisica comenzo a sonar. Otra vez la melodia del disco, Al parecer, de alguna manera se habia grabado sobre la cortina del hordéscopo... Los susurros comenzaron nuevamente. Ana enmudecié. Las voces que formaban el coro, antes casi inaudibles, se hacian mas y més comprensibles. Ahora hablaban de muerte. Anunciaban la muerte, La oyente corté. Ana cerré el micréfono y le pidid a Julian que cambiara la musica. Se acercaba la medianoche. Julian se preparaba f para irse cuando el teléfono comenzé a sonar. Era la linea del publico. Debia atender y salir al aire. Levanto el | tubo. Una voz aspera y entrecortada comenz6 a hablar. —Nunca antes habia escuchado tu programa —comenzo. Pero hoy pude oir una melodia que conozco. No te conviene volver a poner ese disco. —eQuién habla? Usted conoce al autor de la ia? Julia fw melodia? Julian se arrepintié al instante. Seguramente estaria hablando Con alguin loco, que solo queria asustat al publico. —ts fa Coal de las ideas, difundir esa musica —continuod. Proviene del mismo infierno. Quienes Eaneada con Camscanet

You might also like