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n sobre la naturaleza social y tipologia politica del régi- men franguisca: la entidad, cadctery finalidad de la intensa represin desple- sada durante la guerra civil yen la posguerrs: 10, fa actirud oficial y de ofiecer un conjunc bés- del franquismo en sus face- tas politica y social. Dentro de ese conjunte dacumental, se incluyen tanto Finalmente. el cuarto y tuna surmaria presentacién de Y que apazecen citedas y mer apartado como en el segundo. oductorio de esas earacterist firmance ruco de una convencién gre- inbien un cestimonso de nuestro rec9- ores y a sus obras. En un plano més personal. no queremos terminar esta introduce sin dejar ‘onstancia de la enorme deuda de gratinud que hemos contraido en laredaccién historiador: la profesora hubiera sido posible completar el trabajo ston, modelo de profesionalidad y vocacién ¥ comentarios han enriquecide fecundamence nuestra com- prensidn del periodo franquista;yel profesor Ismael Saz Campos, auténtico ciru- Jano de las 2 veces olvidadas entrafiasfascistas existences en el franquismo, de Quien hemes recibido una influencia critica bien apreciable en el conjunto dela cobra. Excusamosafiadir que ninguna de ls personas citadas tiene la menor re pponsbilidad en el producto final elaborado, cuyes posibles falls, erroreso insu- ficiencias nos pertenecen en exclusiva y sin ninguna duda rezonable. El franquismo como etapa histérica de la Espaha contempordnea Propuestas de conceptualizacién politica e histérica, Refiriéndose a la dictadura totalitaria implantada en Italia por Benito el gran hiscoriador que fe Ang : ‘pafol creabezado por el general Francisco Franco y denominado genéricamente como fian- ‘quitmo, esa afirmacién es si cabe atin mis percinente y acertada. Aunque slo sea por un hecho transcendental desde el punto de visa hist say prolongada duracién cronolégica y vigencia temporal. que superé con ‘mucho los poco mas de veinte afios de exstencia del fascismo italiano (1922- eben 12. muy considera aria contra el Gobierno reformista de la Segun dio origen a la cruenta guecra civil espa ta de los tltimos focos de resistencia republicans, el régimen franquisea ‘extendié su-pader y daminio sobse-lecatalidad del terricorio peniasulae Tnsular y colonial de Espafia. A partir de entonce, fa dictadura de Pranco ddisfrucarla de una larga y profongada vida y vigencia hasta su 0 les de 1975 (con motivo del fallecimienco de su ccufZt), cuando se inicia- 2 {a Espafia da Franco (1939-1975) fa un precario proceso democrético y parlament similares y coeténeos registrados en el siglo XX en la historia europea y uni- versal. Esa dimensién temporal es una de ls razones y causas tltimas del pro- lijo debate y duradera polémica que siempre han acompafado las tencativas de definicén del franquismo y de insercicn del mismo en las ipologias de fs que no de fondo y de natu nol6gico de casi cuatro décadas completas. EL primer concepto acufiado para definir del modo més simple, neutro régimen espafil configurado durante men autoritario de fuerza y exc ido y dominado por el para hacer frente a una emergen politica de especial gravedac ‘no podta ser contenida por los habicuales mecanismos institucionales demo- criticos y parlamentarios vigentes durante la corta vida de la Segunda epretativa, la insi- sucénmilitag como enrporacion bute enargeda del monopole de Tas armas y del uso legitumo de la violencia, habria decidido a direcién del Estado en una coyuncura critica Segui Wa jana Fue agudamence expues prestigioso lider de fa derecha mondrquica antirrepublicana, José Calvo Sotelo, en un abierto llamamiento al pronunciamiento militar: No far quien pen nes pals une noc ind Hoy el Ejecito es la base de sustensacin dela Drea. Hla subido dela eategoria de brazo ‘oe todas los Poderes del Esta" Se caaba de un ofganisa Tatar OTe an todos los jefes milicares sublevados con respeto social y politica trim ycontrarevolasionsio dl movimieno de fuera en cu, Eee domi rio incontestado de las aucoridades milicares en la zona insurrects fue com- pletado por la rotal subordinacién de los partidos derechistas afines. que 1egemonia de los generales tanto en el fz guerra como en el plano politico de su curso y d de la fae de dominio de una junta militar colegiada al estadio de una plena dictadura militar de poder personal e individualizado. De hecho, tras a con- versin del golpe de Estado en una gue ava fue haciéndoseimperaiva la necesidad de concent wando estratégico en una snica persona para 8 La Espa de Franco (1939-1975) hhacer més eficaz el esfuerzo bélico. Reconociendo esa situacién, Ja Junta de Defensa nombrs a finales de septiembre de 1936 al gen P 3s de armas que le habian elegido para el cargo. ipio demostrd su voluntad de desbordar su dual y personal del poder detencado come corporacién burocritica esaral, Por el contrario. muy pronto demostrd su intencién de superar esa E as Fuentes de legiamacién ", Franco su propésico de organizar Espafia “dentro de un amplio concepto de unidad y continuidad’. En efecto, desde muy pronto, demos- traria su voluntad de emul: tide en el “Caudillo” de una Espafia que queria dejac attis dencia y postracién para volver a recuperar su fortaleta y emprender una nue- sha hacia TIgualmente, sus desvelos para retituir a fa ios ¥ derechos perdidos durante Ix Repabl copado espafiol, que contribuys a ese proces encumbramiento politico individual proporciondndole una sancidn religio- ss de enorme valor propagandistico nacional c internacional. La conversién Eifanquame come copa hare dela Expat contemporinea | 18 del esfuerzo de guerra nacionalista en una “Cruzada por Dios y por Espafia" fue asi completada con la conversiGn de Franco en un Hommo mis « Deo. un 10 de la Divina Providencia para la defensa de la patria catélica ame- co: la unificacién forzosa en un pai ‘que apoyaban la guerra contra apuncaria en 1938 el aballeco. fa necesided de ganar la guerta no s610 ma Fran te sistema de poder politico-institucional franquista ya no era una mera jun- ‘a militar con una destacada cabeze prominente y superaba con mucho el previo modelo del directorio militar encabezado por el general Miguel Primo de Rivera (1923-1930). Varios policélogos,socidlogos e historiadores aluden ‘de ransformacién conceptuande el franquismo como un caso de Régimen dictatorial bonapartivea 0 Dictadura candillissa 102; Elorza, 1996: 49; Ferrando Badia, 1984 Jud, 1993: iguel y Oltra, 1978). ‘Tanto en un caso como en el otro, dichos conceptos sugieren que el nue- vo caudillo cumplia en el seno de su régimen el mismo papel de dictador cais- saitico que Napoleén Bonaparte o su sobrino Luis Napoleén Bonapacte habi- an desempefiado en el primer y segundo Imperio francés decimondnico, respectivamente. Seguin la hipéesis interprerativa del modelo bonapartsta, 6 a Expaia de Franco (1939-1975) Franco se habia convertido al igual que aquéllos en el elemento cencral del sis- tema politico y derivaba su omnimoda autoridad de su condicién de punto cde miximo equilbrio y de dbitro inapelable entre todos los componentes ¥ facciones sostenedoras del mismo. La naturaleza iltima de su poder mdiscu- {ido y decisorio como juet y étbitro respondla 2 su cariter de minimo comin denominador de todos los interesesy fuerzas que apoyaban como propio el ségimen politico que presidiay le prestaban su concurso y sostén con mayor ‘o menor entusiasmo, A estas caracteristcas bonapartistas. la tipologia del modelo caudillisa (0 cesarist) afiade la condicién de Franco como lide caris- iitico cuyos plenos poderes y méxima magistracura se fundan en sus supues- tas dotes excepcionales como militar y como gobernante victorioso frente al enemigo. que suscitan la adhesin de aquellos a quienes manda por su pres- tigio y la exaltacién de su persona como irrepetibi. El caudillaje como prin- pio de autoridad recogeria su fuente de egitimacién politica, no en la rzén en la tradicidn, sino en el carisma excepcional de un dirigente jemplar por sus dotes y capacidades demostradas en una coyuntura histéricaespectfca. Parece evidente e incontestable tanto el carécter bonapartista como el cauallisea del sistema politico franquista, aunque s6lo sea st arendemos a la propaganda realizada por el mismo con el consentimienco y aprobacién del propio Franco. A finales del afio 1936 ya estaban en circulacién los siguien- tes lemas y divisas obligatorios en la retaguardiainsurgence: “Una Patria. un Extado, un Caudill; “Los Césares eran generals invicto”. Pocos afos mds 1 escritor y dirigente falangista Dionisio Ridruejo afirmaria sin ro- ‘Cauilo no est limitado més que por su propia voluntad” (Fontana, hasta el final de su vida, Franco fue sobre todo “El desu régimen politico. no sélo en el orden renta afios de ejercicio de su magistrarura. Franco siempre fue beneficiario de las tes caracrersticas bésicas del modelo politico caudilista: exaltacién ejercicio de fa autoridad puesto que s6lo era responsable “ante Dios y ante la ‘Historia’ Sus propias declaraciones pablicas reflejaron clara y reiteradamente ‘su auroconcepcién del poder (del “mando” ran genuinamente militar como ‘auslilista y providencialista. Asi, por ejemplo, el 18. bir la gran cruz laureada de San Fernando por su vi no dudé en afirmar: £ltranguismo como etapa histénca dela Espafa contemporinea Disciplina, que es nervi de fas vireudes case hha de sec alma de toda una nacin: discipl -superiores, cuando ne ante el supremo jucio de fa Historia, y ‘otros que. ciegos, le siguen y obedecen, como siguieron a Fernando e Isabel, como siguieron a nuestros caudillos en ia tierra remoras de “América y como me seguirtis vosotros (Extremadura. Diario catbico. 19 de julio de 1940). Sin embargo, el consenso histoniogrifico. socioligico y policol6gico sobre cesta doble caracceristica del régimen se trueca en desavenencia a la hora de calificar con mayor propiedad y precsién el tipo de régimen bonapartista 0 cauailista a que corresponderia el franquismo: ;se trata de un régimen cau- dilista de naturaleza totaliaria,al modo del régimen nacional-socialistaale- min y su doctrina de! Fuhcerprinzip aplicada a Hitler? ;O més bien se trata de un sistema cauclllista meramente autoriari “Estado Novo” portugués de Oliveira Salazar, y sin vinculacién esencial con los fascismos europeas coctaneos? El concepto de Régimen Toralitari Fue elaborado en fa postguerra mun- dial por varios policdlogos y soctoldgos (Franz Neumann, Kar! Friedrich, ki, entre otros) tomando basicamente como modelo la ‘Alemania nazi y de la Rusia estalinista. En csen- mis plenamente desa poder hegeménico, personificado e individualizado en un lider carismaci- 0, un Fidbrero un Duce, que ejerce su autoridad absoluta de modo mono- ppolistico y sin auconomia apreciable para mandos intermedios: 2. la exis- tencia de un partido inico de masas que forma parte integral del aparato del Estado y que responde a una ideologia precisa y defini social privada: 4. ienco de un ato grado de movilizacién p tica de la poblacién a través de canales y vias de encuadramiento oficial: sindicatos, organismos juveniles. grupos de mujeres, etc; 5. el control poli- ciaco y la represién intensa y activa de toda oposicién de cualquier grado de ll ted de control y central: ultranacionalista y autérquicas como vehiculo pars el reforzamiento mili- tar del Estado, La spat de Franco (1939-1975) Arendiendo a estas caraceristicas. muchos hstoriadores y analistas pol- especialmente sgnificados por st compromiso ancifascsta, han sa- ‘existencia de todes o alg ia (particularmente la inicial) y, ce especificamente expatiola camo surpeo originado ene erode deentreguras, Aden st cortien- definicién del jntimidad a su primo y ayudsate personal que él encontraba grandes simil- rudes entre su regimen y los totliarismos europeos. tanto de derechas come de inquierdas: pais, la disciplina social y econdam 1976: 220) Sin embargo la definicion del franquisme como una mera vanante es cifica espafiols del fascism ino”, “fascismo cles dista mucho de see comparcida logos ges ehistoriadoresinceesados en el ema. Una gran parte de és desesti- ‘man, identificacién y se adhieren como cate; ted Rigmexentrsersh Niguel. 1975: Po '988). En este sede secre xpos José Linz en 1964, e franquismo parad tema politico au rrios de exa categoria del andlisis politica, claramence distintos de los propios de ua sistema totalicario: 1. el ‘égimen franquista gozara de un greda notable de “plurals ado" dencro de Banque como wopa Naa de Eat cooanprinn | 19 ‘Enico veriafrenada su pretensién de dominio omnimodo del Exado gor cia efectiva de otras instituciones (el Bjército y la Iglesals y 5. al dic- ejerce su poder See ens alan al SR Timites Formalmente inidos, pero en ‘realidad bastante predecibes ‘Como hemos de com, nes y polémicas sobre el quista provienen de la co Gees deloscuatenta aos de historia que experiment la dictadua, con a cambios y evoluciones a tono con el contexto intemnacional. Unos cambio y evoluciones que afectaron la decisién expresa del propio caudi en su tradicional mensaje de fin de afio a los espafioles: “Durante este largo| periodo de tiempo hemos gobernado adapeando la norma al tiempo que nos toed viv adiendo epecticamente a exe elemento evolutvo y temporal. slgu- historiadores han tratado de superar la dicotomia autor introduciendo el concepto de Fascitizaciin para dar cuenta del devenir efec- ‘ivo del franquismo durante la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), A tenor de este concepto, el régimen de Franco, surgido como una dictadura| cionacia y represiva durante los primero momen- lar exigidas por la propia contienda béliea ci insxisuciones politicas precisa para asegurar vo orden europeo impuesto por las victor mano sobre los aliados en la guerra mui ido por aquellas fechas, mis que tun mero régimen autoritario, un régimen fiscstizado, y“lo que caracteriza ‘un régimen fascistizado es esa capacidad de evoluciéns su reversibilidad hhacia una dictadura conservadora o régimen autoritaric” (Suz Campos, 1 CCiertamente, a pesar de todos los cambios més 0 menos profundos ope- rados en e franquismo durance su lrgs existencia, hubo un elemento per- ‘mangnte y constance que nunca sufrié menoscabo alguno: el enorme grado 20 | Ls Espa de Franco (1939-1975) Neen vano, “Franco habla concentrad en sus manos mucho ms poder que ningiin otro gobemnante espafol anterior. pues ningiin rey medieval o de los primeros tiempos de la Edad Moderna gozé de una auroridad tan absoluta (zyne, 1996: 6). El propio Franco definiria su formula poli régimen de mando personal” y ademas de “magistracara 5: 72) La realidad persiseente es que el franquismo cor ‘una dictadura personal y asi quedé recogido tempranamente en la Ley de Reonganizaciin de la Administracién Central del Exado firmada por el propio Franco el 8 de agosto de 1939, cras su vieroria incondicional En ella, 2 rono con los decrevos previos dela Junta de ito y providencial” todos los de mado permanente 1 resoluciones, adopten Ia forma de Leyes vy la Felange vencer en'la guerra y represiva de la opesicién o externa. La segunda iba a pro- porcionar un ilitance y beligerance que habria de ser hasta el final la ideologia suprema y omnipresente del régimen triunfante. Finalmente, el parcido tinico seria el insccumenco clave para organizar a sus paridarios, sumninistrar files sevidores administrative y encuadrar y controlar ala socie- Frente a las fuerzas dad civil a waves de sus 6rganos dependiences (OrganizaciSn Sindical, Seccién Femenina, Frente de Javencudes). El propio cuudillo, actuando como arbi- i un punto de equilibrio entre para evitar cualquier mente la continuidad de 1957: del régimen. Asi lo reconoceria en privado en La campafia roja tara ahora de dividie y minar a las fuerzas que son la bse del Movimiento Nacional la Flange, el Beri y la Iglesia. Se ro emba cab y dvides ane Sled Arle 3976 203). freee ‘Al margen y ala par de esas res insuruciones bésica, dentro del franguismo persstieron de fsa vanos grupé rganizados pero igual- ue respondian 4 ls prevas fuera politcas derech ‘Se rataba de las lamadas “familias” del regimen: cures para evitarel excesvo crecimiento de una dinica opciéa que pudiera hacer sombra a su poder personal y su condicién arbitral: “los gobiernos deben tener luna representacién de as fuerzas que han contribuido a fa Salgado-Arayjo, 1976: 230). En marzo de 1957, e caudillo teristico modo de eperar como fiel dela balanza en la compostcién de sus Gobiernos y el consecuente reparto de carteras mister ‘Yo hubiera designado un ministerio homogéneo, de tipo falan- jatamence toda fa rama monérquica se jecat >. En palabras de Franco en eran “equipos de hombres que acepran los del. Je hech: nes fa de ser imo foro que ev un rgimen liber y democrce dexempetia cl Palarnento ‘o los érgenos de fa prense libre. luego, como corresponde al origen del régimen, los mand tares siempre cuvieron un papel preponderante y acumularon como minima 2 La Expat de Franco 39.1975) los Ministeris correspondientes alas tres armas (Ejército, Aire y Marina) y el de Orden Pablico y Gobernacién. De los 114 minis todos los Gabinetes de Franco hasta 1974, 32 fueron militares Hasta 1969, un tercio de fos ministros estaba formado por jefes ‘ministos sobre 18 por término medio. En conjunto, desde el primer go! no franguista en la guetra civil y hasta el Gobiemo creado en 1 ‘ares proporcionaron el 38,5% de todos los ministos. A continuacidn, segui an en importancia log ministros de procedencia falangista, que llegarian 2 proporcionar entre esas mismas fechas un 25% de todos los ctulares de car- tera ministerial franquistas y coparian los departamentos “sociales” (Trabajo, sada, Organizacién Sindi 96, dominando casi siempre la care 3 de Justicia}; mondrquicos (3%, casi copando los ministerios econdmicos); catélicos politicos (4.5%, con fuerte presencia en Educacidn)s miembros del ‘Opus Dei (4,59, con predominio en carteras econémicas): ete. (Linz, 1974: 1516: Migu Los principtos ideolégicos basicos del régimen franquista reflejaron fielmence esa heterogencidad de componentese integrantes que le daba su fuerza sociolégica real ¢ indubitable (por esa cazén es habitual hablar de tuna “mentalidad” franquista més que de una “ideologts" perfilada). Se tra- taba de una serie de ideas genéricas y sencllas que recogian el universo doc. ido por todas as insticuciones y “familias” de la derecha espa- fola por igual y sin conflicco. Entre este con ‘cinco ideas motrices en particular ferozmente centralista y an mocritice sumamente arraigeda ¢ 5. un rigido conservadurismo social tradicio- parece haber sentido especial afecto y simparia por licionalista renovada por Victor Pradera y encarnada en un cuartero simbélico: “eli ado, propiedad y familia" Fusi. 1985: 76: Suérez, 1984, I: 63-64). Desde 1939. el libro Catecsrmo patritico espaol. ‘semto por el padre Menéndex-Reigada y “declarado de texto para las escue- las por orden del Ministerio de Educacién Nacional” sintetizaba esos prin- Cipios segin los cénones catequeticos habituales después de afiraar que “el El frangusmo como etapa histrica de a Espana contemporines Cauadillo es como la encamacién de la Patiay tiene el poder recibido de Dios para gobernarnos". Algunas de sus paginas rezaban asi {Cale son ls noras o carareres de Espata? Espafa por sus notas es: Una, Grande Libre, madre de veinte naciones. Sica, imperial y hay pues en Espafia division de Poderes? En Expafia no hay divisidn de Poderes, sino unidad de mando y én y, bajo ella, orden y jeracquia. fe Espafia son siete el liberalismo, la democracis, smo y el separa. Preservando siempre su condicién de dictadura personal y sus propias instituciones, familias” y principios bisicos, el franquismo experimenté una icién notable a lo Largo de sus cuarenta afios de ica de la victoria comin de la coalicién derechista sobre la Repiblica seformista y el especcro tevolucionario derrotados en el campo de batalla. ‘Como recordé el propio Franco el 17 de julio de 1953: "Somo: in menoscabo del poder dtimo, supremo y decisorio del propio caudillo de fa victoria. Precisemente esa evolucién dilatada, con sus correla- tivos cambios de grado e intensidad en algunas de esas facetas y aspectos, constituyen quizd la razén esencial de las distintas interpretaciones sobre la naturaleza y cardcter del régimen del general Franco. Por eso mismo, cabria seiterar que quizd la Unica constante definitoria y configurativa del fran- 4quismo fue la presencia del general Franco como omnimodo dictedor mili- ‘ar bonapartista de juicio inapelable y “magistraturavitalicia”, Ast lo habia apteciado y descrito hace ya mucho tiempo el fino y perspicaz observador ‘que era Salvador de Madariaga (19; nciasticticas mds varadas y hasta conttadictoras (paz. belicosidad; amnista, peesecucién: monazquis, egenci), enllo tinico en que piensa Franco es en Franco. a ™ La Expaa de Franco (1939-1975) 1.2. Los tiempos del franquismo: la periodizacién necesaria EI modelo de dominacién socio-politica del franquismo tuvo una lon- gevidad cotalmente excepcional en fa historia comparacién no es totalmente exacta porqh tré el reinado de dos monarcas y una larga regencia, en tanto que el fran- ‘quismo sélo contemplé un tinico titular de la Jefarura del Estado. tar, ademés, que esa extraordinaria permanencia tuvo lugar en wn contexro internacional de cambio histérico acelerado y de enormes y cruciales trans- formaciones de todo orden: criss de los afos teint; Segunda Guerra Mundial: reconstruccién de posguerra y guerra fria durante a segunda miad de los ‘cualquier fenémeno humano y, en consecuencia, no cabe emprenderia sin la debida ponderacién dela cronologia como medida esencial del paso del tem- se vi {a fecha pasa de tener un significado puramente anit smético 0, cuando ms, estronémico, a convertrse en nombte y nocién de una realidad histrica (.) Cade fecha hisrérica es el nombre céc- nico y la abrevianura conceptual en inicién de una Figu- general de la vida eonsttuida de vigencias 0 usos verbales, inceleccuales, morales, ec... que “reinan” en una determi- nada sociedad (J. Ortega y Gaster (1966): “Prélogo”, en W. Dilthey, Insroduecién ala ceneas del epirase, Revista de Occidente, Madrid). Etfanqusme come aaah de pata contamporinan | 25 ‘de a propia evolucién temporal conjunta, Parece claro, por ejemplo, que desde una perspectiva historiogréfica no podria considerarse por igual el _momento de configuracin inicial del régimen, en pleno contexco de la gue- ra civil y con Franco en [a plenitud de su vida y de sus faculeades fisicas y ‘mentales,y el momento terminal del mismo régimen, con el caudillo en fran- vos y sustanswos de orden social, p ‘ico, cultural o econémico. Entre los historiadores y otros analistas del franquismo existe prictice vunanimidad al considerar que el conjunso de la etapa histicica de la dicta. iodos diferenciados. rieron y por ton) representaron una cesura fundamental en la evolucién del régimen Franquista, En esencia, esas medi losers polcos y mater de a gusta que de un segunda ecaps (definida por nlp dosmall sensi, — indo cambio social, incipiente bienestar material y apertura internacional En defini abr Bria " rador", abocado al desarrollo socal y econémico, la flexbilizacicn politica y Ja apertura exterior. "Todavia cabe discutir entre los especilists si 1959 es elrétmino crono- {6gico mis adecuado para discriminar ambas exapas 0, por el contraio ses ‘mis oporeuno fijar el afio de 1957 (con la resolucién de una grave cxsis poli- tica mediante un nuevo Gobierno} 0 incluso 1960 (con los primeros efectos ‘angibles de la exabilizcién y liberaizacién) como hitos decisivos en esa trans- formacién (Payne, 1987: 651-652; Tufén de Lara y otros, 1991: 577-578 6 La Espafa de Franco 975) ncia de ls ‘como-decisivos afos bisagra entre esas a de la dictadura, periodizacién binara descrita no agora, ni mucho justar y acotat mas precisa y rigurosamente el tiem- ico del franquismo, Sobre todo si atendemos fundamentalmente, Asi por ejemplo, tres ais de la guerra ségimen por “el contexzo béli- 1945-1951. etape de aislamiento y autarquia caracterizada externa y “apogeo de " y de tentativas de “apertura” p de crissy ocaso del “ardofranguisio” (Tu -262). La conocida periodizacién formulada por Manuel Tufén de Lara es qui- 2i el caso mis repeesentativo de un. de-cuatro fases combinando cri- tenos politicos, sociales y econdmicos: 50, afcs del “primer fran- cexapa del “desarrollo econémico” y de “conflictividad obrera y 5. epilogo cronolégico caracterizado por la politica incerna” (Turién de Lara patente predominio jodo de severo gobierno demécrata-ensta- 188: 247-264). En todo caso, lo que no es objeto de discusidn es la. nario de periodizacién de la dictadura es el hispanista norteamericano Stanley G. Payne. Coincidiendo plenamente con el planteamic Fusi (Fust. ajuicio de Payne la his dividitse en tes épocas bien diferenciadas. cialmence imperialista, nacional cag6lico de 1945 4.1957, que sometimiento del componente fascist lamada tecnocracia unc especie de aut 1959 hasta el final” (Payne, 1987: 651 ‘Alla vista de esas diverge parece diffi! establecer un acuerdo histo precists que se perfilaron en el dev. Franco. A los efectos de este estudio guna de las alternativas planteadas Cuencia, como es patente en el in 3. “la fase desarrollista de la sme burocrit entativas de periodizaciéa, gtifico defintivo sobre las fases ronoldgico de a dictsdura de 1. 1936-1939, Configuracicn inicial del régimen durante la guerra civil 1945. Etapa nacional-sindicalista en el eranscurso de la Segunda Mundial. 159. Etaps nacional-catbtica de breve aislamiento y posterior reintegracién internacional. 1959-1969. Erepa autoriaria de desarrolliemo teenocritico y expan- jén econdmica, ( 5. 1969-1975. Tardofranquismo y crisis terminal del régimen. 1.3. Elsoldado que llegé a caudilto: Franco hasta la guerra civil Francisco Pauliao Hermenegildo Tesdulo Franco Behamonde nacié en la Jocalidad gallega de El Ferrol el 4 de diciembre de 1892, en el seno de una familia de clase media baja ligada desde antafio a Ia Administcacién de la aa | septa de Fence (9391975 Armada, Fue el segundo hijo varén del matrimonio formado por Nicolés yel pequefo, Ramén}. El soli- to” por sus compafieros de colegio debi au delgader, cei en ex pequeta ciudad provincana (20.000 habi- antes) bajo ef influjo de su conservadora y piadosa madre y distanciado de tun padre mujeriego y librepensador. Tras fracasar en su intento de conver- firseen oficial de Marina (debido a las restricciones de plazas derivadas de la pérdida dela fora en la guerra his de-que su padre abandonara definitivamence el hogar familia, siguid entrar en la Academia de Infanteria de Toledo en 1907. cuando con- taba con 14 afios de edad. En Toledo y entre milicares se labré gran parce de su catacter y de sus ideas politicas bisicas (Preston, 1994: 19-31; Suéren, 1984, 1: 79-115). ina, cubsié por completo sus necesidades afectivas y proporcioné al hasta entonces timide muchacho una nueva y segura idenndad personal y publica. En adelante no dudarta ‘nunca sobre cul era su profesin y vo oy militar’. Al mismo tiem- po, bajo el trauma del desastre colonial de 1898, en pleno ascenso de fa con- Flicividad sociopoltica en el paisy en el fragor de la nueva y eruenta gue- 5 pretéritas, receloso de un fesigual enfrentamiento con

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